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La educación para la convivencia en la residencia estudiantil universitaria (página 2)



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Una vez desentrañado este complejo sistema, el proceso pedagógico de educación para la convivencia en la REU, deberá poseer un medio de diagnóstico y un sistema de categorías, objetivos, métodos y medios concretos de aplicación, así como procedimientos evaluativos y de seguimiento que puedan medir el impacto del proceso en el desarrollo de las cualidades personales para la convivencia en los estudiantes, puesto de manifiesto a un nivel plenamente consciente y autorregulado.

Por otra parte, el proceso pedagógico dirigido a la educación para la convivencia en la residencia estudiantil universitaria, deberá apoyar su desarrollo en regularidades y principios que lo dirijan.

En este sentido, la autora de la presente investigación parte de las posiciones enunciadas por el colectivo de autores del Instituto Central Ciencias Pedagógicas. (Chávez Rodríguez, J. et. al, 2005), por considerarlas apropiadas como fundamento teórico de esta ponencia.

Los autores anteriormente citados plantean como una regularidad, la unidad entre el proceso educativo que se ofrece en la escuela y los que dimanan de otras agencias educativas de la sociedad, en un momento histórico determinado.

Para la autora de esta ponencia, la citada unidad se explica por el hecho de que las instituciones docentes, responden y reflejan los momentos históricos concretos, tanto desde el punto de vista filosófico como socioeconómico, así como las tendencias y voluntades políticas. Pero las influencias escolares no actúan por sí solas en la formación y desarrollo de los hombres, sino que ejercen su influencia en el mismo espacio, contexto social-económico-político y tiempo que la familia, los grupos, las comunidades, la sociedad (a nivel macro) y el mundo (a nivel meso).

En el caso específico de la Pedagogía cubana, esta tiene un carácter eminentemente dialéctico, marxista, martiano y fidelista, con profundas raíces en lo histórico y lo axiológico, que se traducen en un proyecto social influyente en las relaciones sociales de los espacios de socialización del educando.

Otra regularidad enunciada por los autores del ICCP, es la consideración de que todo proceso educativo tiene como fin la formación y el desarrollo del hombre y que a la Pedagogía le corresponde una parte importante de esta responsabilidad histórica. Asimismo, que el proceso educativo escolarizado contribuye esencialmente a la socialización del hombre, aunque no es el único que propicia ese hecho relacionado con el progreso humano.

Estas regularidades se acogen a las mejores tradiciones pedagógicas cubanas, martiana, marxista y fidelista, pero igualmente aplicables en cualquier lugar del mundo, dada la creciente e inevitable globalización así como dan respuesta los pilares de la educación para el Siglo XXI, proclamados por la UNESCO.

Al hacer converger el proceso pedagógico con la vida, se entiende ese último término como un concepto amplio, abarcador de todas sus dimensiones, ya sea en el ámbito personal, familiar, social y mundial; así como en todas las esferas en que se desarrolla la existencia del hombre. Es decir, que cuando un educador planifica, dirige y pone en práctica el proceso pedagógico, debe hacerlo en estrecha vinculación con la riqueza multifactorial de la vida humana, lo que supone la actividad escolar, socio-ambiental, laboral, familiar, y en general cualquier acción humana, incluidas las relaciones que establece el sujeto consigo mismo.

Por otra parte, Chávez Rodríguez, J. y su grupo de trabajo, (2005), se refieren al carácter condicionado y condicionante de la educación escolar. La autora considera que esos condicionamientos tienen un carácter profundamente dialéctico.

Este enunciado se explica por la propia evolución de la Pedagogía como ciencia; cómo sus orígenes y su desarrollo han sido condicionados socio-económica y políticamente, pero así mismo expresa cómo la Pedagogía deja su impronta social, económica y política, a través del proceso pedagógico, que forma y desarrolla a los hombres y mujeres que conforman las sociedades.

Por otra parte, resulta importante destacar que el carácter dialéctico de este proceso, implica la conceptualización y reconceptualización permanentes, con aplicaciones prácticas, donde cada etapa precedente del desarrollo, cede a la posterior las mejores perspectivas teóricas y de la praxis, permitiendo el constante perfeccionamiento de la ciencia pedagógica.

Este presupuesto teórico también destaca la relación dialéctica que se establece entre el educador y el educando, ya sea en el plano individual como en el grupal, por tanto resulta un presupuesto que tiene un alcance desde lo meso-social hasta lo interpersonal, donde el proceso pedagógico condiciona determinados motivos que deben regular el funcionamiento del grupo y su influencia en la internalización de las vivencias de los estudiantes.

Finalmente Chávez Rodríguez, y otros, (2005), expresan que el proceso pedagógico tiene que ser continuo y constante.

En este sentido la autora considera que, una vez enunciado el proceso pedagógico como campo de la Pedagogía, debe considerarse el mismo dentro de los presupuestos teóricos básicos para el desarrollo de la ciencia, por tanto, asumir este presupuesto implica comprender que, el proceso pedagógico tiene que ser necesariamente consistente a lo interno, tanto en sus objetivos y fines, como en los métodos, las formas de organización y los medios que utilice, y debe, sobre todo, mantener un nivel constante de influencias conscientemente dirigidas y perdurables en el tiempo.

Los objetivos, medios, métodos y formas, deberán ser suficientemente bien pensados, sin improvisaciones, y dirigidos a fines de gran alcance, de manera que el proceso pedagógico pueda desarrollarse armónicamente, partiendo de los mismos propósitos sociales, en cualquier nivel de enseñanza.

Finalmente, la autora considera que no debe obviarse, la planificación, dirección y desarrollo del proceso pedagógico, teniendo en cuenta todos los elementos constitutivos del desarrollo de la personalidad. En ese sentido deberá asumirse el carácter activo y social del desarrollo psicológico humano, así como el papel de la comunicación, la unidad de lo cognitivo con lo afectivo-conductual, las particularidades de las etapas ontogenéticas del desarrollo, y el respeto a la individualidad.

Una vez declarados los presupuestos teóricos más importantes, sobre los cuales se justifica la educación para la convivencia en la residencia estudiantil universitaria, debe hacerse mención a los principios que guían la actividad científica y pedagógica del proyecto.

La autora se basa en el sistema de principios citados por Remedios González, J. M, y otros, (2013), ya que este posee las funciones lógicas, gnoseológicas y metodológicas para guiar el proceso pedagógico en la residencia estudiantil universitaria, haciendo énfasis en el carácter humano, complejo, multifactorial, individual y colectivo del mismo.

De esta manera, los principios que rigen la presente investigación son los siguientes:

Principio de la unidad del carácter científico e ideológico del proceso pedagógico: El carácter científico implica la toma de partido por la verdad científica, respondiendo a la ideología cubana, que se basa en la concepción dialéctica, marxista-leninista, martiana y fidelista, y expresa la necesidad del mantenimiento de las tradiciones históricas del país, en el proceso pedagógico y en todos los ámbitos de socialización del sujeto.

Principio de la vinculación de la educación con la vida, el medio social y el trabajo: Significa que la investigación y la práctica pedagógicas, están basadas en una de las ideas fundamentales de la educación cubana: la vinculación del estudio con el trabajo, así como con la realidad social, en base al compromiso de la defensa de la identidad nacional, el humanismo y otros valores compartidos, a los que se agregan los vínculos del educando con su propia realidad y su personalidad.

Principio del carácter colectivo e individual de la educación de la personalidad y el respeto a esta: Significa que el proceso pedagógico debe organizarse, dirigirse y desarrollarse, tomando en consideración las características personales de cada estudiante, pero atendiendo a la gran influencia que puede ejercer el grupo en la formación o modificación de esa individualidad, a partir de las vivencias experimentadas por los estudiantes en sus relaciones interpersonales y la internalización de dichas vivencias.

Principio de la unidad de lo instructivo, lo educativo y lo desarrollador: Significa que ninguno de los elementos del proceso es ajeno a los demás, sino que existe una unidad dialéctica entre ellos y el desarrollo. Es por esa razón que el proceso pedagógico debe ser organizado de manera que todos sus componentes apunten hacia un mismo objetivo: el desarrollo integral de la personalidad, en cada nivel de enseñanza.

Principio de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo: Significa que la personalidad se construye desde una unidad bio-psico-social, donde intervienen múltiples agentes, donde resultan inseparables los componentes cognitivos, afectivos y comportamentales, y donde son imprescindibles la comunicación y la actividad social. De esa manera, cuando el pedagogo asume su rol a partir de estas consideraciones, no deja fuera de la formación de la personalidad, a ninguno de los procesos que hacen posible su desarrollo y su expresión.

Principio de la unidad entre la actividad, la comunicación y la personalidad. Este principio significa que la personalidad se forma y se desarrolla en virtud de dos procesos esenciales la actividad y la comunicación, las cuales se expresan, por su esencia misma, en las relaciones grupales que establece el estudiante dentro y fuera de la comunidad universitaria y que condicionan su desarrollo como personalidad.

De esa manera, cuando el pedagogo asume su rol a partir de estos principios, no deja fuera de la formación de la personalidad, a ninguno de los procesos que hacen posible su desarrollo y su expresión.

Para cerrar este epígrafe, la autora considera que la REU es un espacio donde deberían confluir varias influencias educativas, para el desarrollo del proceso pedagógico, debido a la importancia que tienen estos espacios de los centros de educación superior (CES), para el desarrollo de la personalidad de los futuros graduados universitarios que necesita la nación cubana.

A las estructuras docentes de la REU les corresponde desarrollar un proceso pedagógico, conscientemente dirigido a esos fines, planificarlo, organizarlo, dirigirlo y ponerlo en práctica por medio de objetivos, medios, métodos y formas de organización adecuados a ese contexto, asimismo evaluar su impacto en la formación de la personalidad de los jóvenes estudiantes, en sus individualidades y en el contexto de la comunidad de la residencia estudiantil universitaria.

Para lograr los anteriores propósitos es preciso tener una visión dialéctica en la relación entre la Pedagogía y la Didáctica, pues lo didáctico refleja la aplicación de un cierto criterio sobre la forma de hacer las cosas; comprende ideas que explican y direccionan el proceso pedagógico intencional y sistematizado, promoviéndose así alternativas para actuar en dicho proceso con el firme propósito de formar un nuevo tipo de hombre.

Es por eso que esta ponencia también se posiciona en las bases teóricas fundamentales de la Didáctica contemporánea, en tanto la concepción, planeación, desarrollo y evaluación del proceso pedagógico para la convivencia en la residencia estudiantil universitaria, debe pasar, necesariamente por la elaboración de los objetivos, el contenido, los medios, las formas de organización y la evaluación de la educación para la convivencia.

Independientemente de que este proceso pedagógico, no se diseñará para ser desarrollado en el aula o en contextos docentes parecidos, sino en la REU, deberá contar con un ordenamiento lógico y científico de los conocimientos previos, los hábitos y capacidades ya formadas, las convicciones, los sentimientos, y las actitudes de los estudiantes.

También los objetivos deberán estar orientados a desarrollar habilidades intelectuales, que permitan el desarrollo de cualidades personales para la convivencia, desde un nivel de asimilación creativo, que le permita al estudiante la ejecución de acciones en condiciones nuevas, asociadas a la resolución de los problemas de la convivencia humana.

Igualmente resulta de importancia medular la determinación del contenido del proceso pedagógico en la REU, que en esta situación educativa especial, estará relacionado con las características personales necesarias a desarrollar para lograr una convivencia saludable y enriquecedora.

Para llevar adelante lo anteriormente señalado deberá elegirse y justificarse adecuadamente el método por medio del cual se pretende lograr la educación para la convivencia en la residencia estudiantil universitaria. Establecer el (o los) método (s) significa descifrar el camino que deberá seguir el proceso pedagógico para logara la educación para la convivencia.

El desarrollo de esos métodos supondrá el reconocimiento de la unidad dialéctica de los diferentes aspectos que los conforman, estos son la enseñanza y el aprendizaje, lo instructivo y lo educativo, lo lógico y lo psicológico, lo objetivo y lo subjetivo, los aspectos internos y externos del método, así como de los procedimientos y los métodos.

Por tanto, al momento de pensar y planificar conscientemente el proceso pedagógico para la convivencia en la REU, deberán tenerse en cuenta, como ya se ha planteado, las funciones didácticas, tales como el aseguramiento del nivel de partida, la motivación, la orientación hacia los objetivos, el tratamiento de los nuevos contenidos, la fijación, la aplicación, así como el control y valoración del proceso de desarrollo de las cualidades deseadas en los estudiantes.

1.4. Principales categorías de la educación para la convivencia en la REU y su fundamentación.

La autora de esta ponencia se posiciona teóricamente en la teoría histórico-cultural de Vigotsky y con ello deja claros los aspectos psicológicos de su propuesta.

Un concepto sumamente importante en la teoría del desarrollo, desde el enfoque histórico cultural, es el concerniente a la relación entre educación y desarrollo. Para Vigotsky, S.L (1987), el concepto de zona de desarrollo próximo (ZDP), es la distancia o diferencia entre lo que el sujeto es capaz de hacer por sí mismo y aquello que solo puede hacer con ayuda. Este concepto es de vital importancia en la comprensión del proceso pedagógico en la REU, pues para lograr que el mismo influya positivamente en el desarrollo psíquico de los becados, es necesario tener en cuenta, no sólo lo que ya ha sido aprendido, sino aquello que el estudiante aún no es capaz de enfrentar sólo, pero que puede resolver con una pequeña ayuda. El concepto expresa las potencialidades de desarrollo del estudiante, por medio de su evaluación dinámica.

En consecuencia, la teoría histórico cultural enfatiza que, el contexto en el que se produzca la interacción será decisivo, pues determinará la naturaleza y la dirección del desarrollo. Por eso es necesario planificar y dirigir correctamente el proceso pedagógico en la REU para lograr el desarrollo potencial y real del estudiante. En este sentido el concepto de situación social del desarrollo (SSD), permite analizar la correlación entre educación y desarrollo en el contexto REU. (Vigotsky, S.L, 1987).

En la situación social del desarrollo, las influencias no se ejercen mecánicamente, el estudiante tiene un importante papel, ya que ejerce su acción sobre lo que le rodea, donde se incluyen los otros, por lo que es eminentemente activo. En esta particular correlación se manifiesta la manera propia en que cada sujeto construye su mundo intrapsíquico a partir de lo interpsíquico. La formación se produce por tanto, en espacios de intersubjetividad en los cuales el estudiante interactúa con su realidad, mediado por ella desde una posición activa y transformadora. Cuestiones estas de vital importancia, a tener en cuenta en la planeación del proceso pedagógico dentro de la REU y que constituyen su base teórica sociológica.

Este referente teórico permite asumir la educación como un proceso que guía el desarrollo, donde el sujeto tiene una posición activa; la apropiación se produce a partir de procesos de socialización, en los que intervienen los otros, a partir de la actividad y la comunicación.

También se debe potenciar el tránsito progresivo de la dependencia a la independencia y a la autorregulación, así como el desarrollo de su capacidad para realizar aprendizajes a lo largo de su vida, a partir del dominio de las habilidades y estrategias para aprender a aprender, y de la necesidad de una autoeducación constante.

Por otro lado se debe reconocer que la vivencia está vinculada a las potencialidades formativas desde el enfoque desarrollador, pues constituye la unidad funcional y dinámica del desarrollo de la personalidad, reflejo de las relaciones que el sujeto establece con las demás personas y con su entorno.

Desde esta consideración las vivencias pueden potenciar o frenar el desarrollo deseado, en los cinco años durante los cuales el estudiante "vive" en la Universidad. Las vivencias influyen en la producción de determinadas características, maneras de reflejar y valorar la realidad vivenciada, la cual se refleja en el comportamiento externo, en correspondencia con el ambiente en que se producen y las características del sujeto. Para la autora de este trabajo las vivencias constituyen el concepto central desde donde trabajar el proceso pedagógico en la REU.

Visto así, la formación significativa o vivencial se condiciona por el ambiente intencionado que se cree alrededor de los estudiantes durante el proceso pedagógico, el cual se debe utilizar para promover el reconocimiento de qué, cómo, con quién, dónde aprender y qué vías lo posibilitan, provocando que la influencia generada, se valorice internamente, hasta convertirse en una vivencia positiva hacia el contenido que se desea formar.

La unidad de lo afectivo y lo cognitivo se produce en cada sujeto, independientemente de que el agente educativo la propicie o no. No obstante, si se planifica intencionalmente el aprovechamiento de esta realidad, posibilitando situaciones de aprendizaje vivenciales, en las que no sólo se reflexione sobre determinados conocimientos, sino también sobre las vivencias y experiencias personales relacionadas con ellos, el resultado redundará en una elevación de la calidad formativa y en el proceso de internalización.

En la presente investigación se abordan los fundamentos generales de la relación sujeto-grupo-sociedad, sobre la base integradora que ofrece la dialéctica materialista. Se pone de manifiesto el carácter social del desarrollo de la personalidad. Esto sustenta la esencia misma de la interpretación del significado de la relación sociedad-individuo y de la importancia de las relaciones interpsíquicas para la internalización.

En consecuencia con el método dialéctico-materialista la propuesta que será presentada como resultado del trabajo científico, se apoyará fielmente en los postulados de la teoría del conocimiento que aporta la filosofía materialista, llevándose a cabo además un enfoque basado en las categorías y leyes que resultan inherentes a los postulados de dicha posición filosófica.

Todo esto supone organizar y direccionar el proceso pedagógico, hacia espacios contextualizados de discusión, dirigidos a la activación y socialización de experiencias relacionadas con la vida pasada, presente y futura de los estudiantes, donde se generen emociones y se estimule un alto grado de intensidad en la unidad cognitivo afectiva, desde situaciones formativas dirigidas a un fin, que faciliten la internalización por medio de las vivencias.

Se trata por tanto de lograr en la REU, una formación vivencial experiencial, en la cual se estimule la reflexión, no sólo en lo cognitivo, de las propias características personales, sino también en lo afectivo y en la unidad de ambos elementos, del par dialéctico en cada sujeto y en los grupos, visto todo como un sistema. El tener en cuenta estos principios en el proceso pedagógico dentro de la REU, hace posible concebirlo en función de propiciar una formación verdaderamente desarrolladora.

Conclusiones

Entre las proyecciones estratégicas del MES, se precisa esclarecer, desde el camino de la ciencia, acciones de organización, dirección, ejecución y posterior control del proceso pedagógico en las REU. Los esfuerzos que se han realizado, en cuanto a trabajo educativo en estos contextos, han sido insuficientes, tanto desde el punto de vista teórico, como práctico.

La educación para la convivencia en condiciones de heterogeneidad de adolescentes y jóvenes en las REU, durante 4 ó 5 años, se presenta como una brecha, un gran reto, un espacio de especial interés para pedagogos, psicólogos y familiares, por lo que su solución científica integra los presupuestos del sistema de las ciencias pedagógicas.

El proceso pedagógico en la REU debe poseer un enfoque preventivo, dirigido al desarrollo de la personalidad en los estudiantes, condicionando nuevos y superiores niveles de relaciones entre ellos, que respondan a los códigos morales de la sociedad; para lograrlo, se precisa tener en cuenta a todos los agentes socializadores, así como las características individuales y grupales, la edad, el sexo, la SSD y la ZDP.

Se considera que, desde el proceso pedagógico en la REU, se puede perfeccionar la educación para la convivencia.

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Autor:

MSc. Sonia Margarita Castellón Castillo,

Dr. C. Elia Mercedes Fernández Escadaverino,

Dr. C. Jorge Lázaro Duque Robaina

Universidad de Sancti Spíritus

"José Martí Pérez"

Partes: 1, 2
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