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La ideología disfrazada de utopía



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Monografía destacada

  1. Introducción
  2. La subalternidad
  3. El conocimiento que domina y el conocimiento que se rebela
  4. Utopía: la palabra subversiva
  5. El híbrido capitalismo-socialismo
  6. El llamado estado comunal
  7. La utopía bolivariana
  8. A manera de conclusión
  9. Bibliografía

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A lo largo de los tiempos historicos, la humanidad siempre ha sonado con un mundo que desaparezca la pobreza y la miseria, la desgrada de la injustida social, la represion del que domina en esas reladones de poderes perversas, el hambre y la violencia -entre otros aspectos.

Socrates,Platon, Aristoteles -entre otros·desde tiempos atras
esaibieron, dialogaron y discutieron acerca de como crear la sociedad linda,
pulcra y agraciada. Este siempre ha sido el pensamiento predomina nte de todos
lostiempos historicos. La construccion filosofica y hasta mitica, por un modelo
socialjusto y en i gualdad de condiciones para todos sus integrantes ha sido
la aspiracion que siempre se ha manifestado en todas las culturas del ayer y
del hoy y con especial interes, cuando seobservan epocas dificiles y aiticas.

La propia historia nos describe y sobre todo en la Edad Media,
de cuentos y leyendas nacidas del seno del propio pueblo,aspirando vivir en
un modelo social y economico perfecto,cuentos y leyendas que

surgian del imaginario popular donde afiimaginacion
popular le va dando cuerpo a eso queToms Moro va llamar UTOPIA (1516),su obra
secentra y se refiere a imaginarse un espacio muy hermoso donde todos los ciudadanos
eran felices ubicado en ningun lugar.

En fin, dentro de este caleidoscopio de suenos y esperanzas en aras de reivindica r a la humanidad, la palabra UTOPIA siempre ha sido la muestra de la cotidianidad historica, que busca plantearse las

diferentes altemativas a los problemas sociales,economicos
y politicos de las sociedades que forman parte de nuestro mundo.

De alli,que la UTOPIA sea inmensa mente subversiva para las
relaciones de poder que siempre impone la clase que domina, esa UTOPIA es parte
de la identidad originaria de los pueblos,de esa condicion natural que lleva
la humanidad consigo:elamor,el sentimiento por lajustida social, la fraternidad,
la solidaridad, la convivencialidad, la busqueda del bien colectivo,el respeto
a la condicion humana, oraban un lugar,un espacio,un sitio carente de sufrimiento
y desde luego, poder disfrutar de los placeres que se hallaban por doquie Es
asi,como poco a poco,la esir permanentemente al encuentro de la perfectibilidad
social en el marco de esa dialectica de inventar nuevos caminos para la feliddad
de la humanidad.

La palabra UTOPIA sigue representando la bandera de la subversion,
la bandera por la emancipacion de los pueblos,sigue buscando el
horizonte originario de la patria latinoamerica na, sigue indagando caminos
para la libertad y hoy mas que nunca setoma peligrosa cuando los modelos civilizatorios
conocidos hasta ahora, se derrumba n, llamese capitalismo de Estado o capitalismo
privado,pues sus ideologias disfrazadas de utopias, seles termina desmoronando
sus mascaras ante la lucha permanente de los pueblos.

Título: "La ideología disfrazada de utopía"

Monografias.com@Enrique Contreras Ramírez Portada: Ernesto Edex Editorial:

Depósito Legal: lf0742013100892 I.S.B.N. : 978-980-12-6485-9

Email: enriquecontreras51@gmail.com

Caracas-Venezuela– 2014

A MIS AMORES

A VECES EN MEDIO DE MI COTIDIANIDAD, ME LLEGAN MOMENTOS PARA LA SOLEDAD Y LA REFLEXIÓN, LA MEDITACIÓN Y QUIZAS PARA DARLE RIENDA SUELTA A MIS SENTIMIENTOS, TRADUCIDOS EN AMORES, LUCHAS Y ESPERANZAS POR UN MUNDO NUEVO, DONDE TODOS TENGAMOS CABIDA PARA LA CONVIVENCIALIDAD LLENA DE COMPRENSIÓN, SOLIDARIDAD, AMOR Y AFECTO POR NUESTRA CONDICIÓN DE SERES HUMANOS. ES EN EL MARCO DE ESTOS VALORES DE HERMANDAD, ES LO QUE NOS PERMITE SER MILITANTES DE LA UTOPÍA.

PERO EN MEDIO DE ESA COTIDIANIDAD, SIENTO DENTRO DE MI UN AMOR ESPECIAL, ES UN AMOR MUY GRANDE, QUE SALE DE LO MÁS PROFUNDO DE MI ALMA, ES UN AMOR SUBLIME, BONITO, QUE LLENA TODA RAZON DE MI EXISTENCIA. ES UN AMOR QUE NO TERMINA DE CRECER Y QUE NADA NI NADIE PODRA HACER CAMBIAR Y CUANDO LAS MIRO, LAS OBSERVO, MI CORAZÓN PALPITA Y SE LLENA DE ORGULLO, PORQUE EN UNA OPORTUNIDAD ME HICIERON PADRE Y AHORA ABUELO Y ESOS AMORES, SON AMORES QUE TIENEN NOMBRE: NAYARIT, NAYIRIS, DANNITA Y LA RECIEN LLEGADA DEL CIELO: SCARLET.

AMORES DE ESPERANZA, DE ALEGRIA, DE SUEÑOS, DE RATOS FELICES QUE SE CONVIERTEN EN EL RECUERDO EN RATOS ETERNOS, AMORES QUE LLENAN UNA REALIDAD QUE ENALTECE LO QUE SOMOS Y MUCHAS

VECES OLVIDAMOS: SERES HUMANOS.

POR ESOS AMORES, MI VIDA TAMBIÉN CAMBIO, COMO CAMBIO LA DE ELLAS, AL CONVERTIRSE EN MADRES. AHORA LA VIDA SE DESARROLLA CON MÁS EMOCIONES, ILUSIONES Y MUCHA TERNURA Y A VECES CON MUCHAS PREOCUPACIONES AL OIR SUS LLANTOS, QUE CON EL TIEMPO ESPERO QUE SE CONVIERTAN EN GRITOS DE LIBERTAD POR LA VIDA.

MIS NIETAS SERAN MARIPOSAS QUE YA LLENAN DE COLORES NUESTRA EXISTENCIA; PERO ADEMÁS MAÑANA PODRAN CONTRIBUIR HACER DEL MUNDO, UN ESPACIO, DONDE EL AMOR SEA EL MOTIVO Y LA RAZÓN DE

LA VIDA.

SÓLO ME RESTA PEDIRLE AL PADRE NUESTRO, QUE SE ENCUENTRA ARRIBA, QUE BAJE DEL CIELO Y CUIDE MIS NIÑAS, AL IGUAL QUE TODAS LAS NIÑAS Y NIÑOS DEL MUNDO, PARA QUE LOS CAMINOS QUE RECORRAN, LOS LLEVE A ENCONTRAR UN MUNDO NUEVO.

Introducción

"Cuando sueñas solo, sólo es un sueño; Cuando sueñas con otros, es el comienzo de la realidad".

Helder Cámara

Soy de los que cree, al igual que mucha gente, que la educación desde la colonia hasta nuestros días, se ha manejado como instrumento ideológico para la dominación que dan las relaciones de poder. Esa educación siempre se ha manejado expresando los intereses de la clase que domina y respondiendo a una "verdad" impuesta de manera alienante, para que jamás pusieran en duda la instrucción recibida, donde la reflexión, el análisis no tocara el cerebro del educando, convirtiéndose de esta manera en la "formación" de un inmenso rebaño que se arrea de acuerdo a los objetivos, propósitos y fines del que gobierna, manteniéndolo aislado de una realidad que poco a poco esclaviza y sume en la pobreza intelectual y material a la inmensa mayoría de la población.

Hay quienes pretenden ignorar-con o sin intención- que la génesis de nuestros sistemas educativos en América Latina, incluyendo el Caribe, nace producto de una relación de fuerza, es decir, de relaciones de poder. Ese poder se utilizó para ese entonces, en función de que la educación cumpliera el propósito, el objetivo y el fin para que tuviese un valor UTIL al servicio de Dios y del Estado Metropolitano Español -en otras palabras- UTIL a Dios y al Rey.

El padre Cesáreo de Armellada ( Historiador religioso, periodista, escritor hispano- venezolano, que convivió, estudió y aprendió la cultura de los indígenas de la etnia pemón, al sur de Venezuela y que, entre otros logros notables, desarrolló la primera gramática y diccionario de la Lengua Pemón.); nos indica que en el proceso colonizador nace el primer intento de educación sistemática en América Latina para reforzar ideológica y políticamente el dominio colonial. Esa educación comprendía la enseñanza de las matemáticas, el castellano y la enseñanza de la religión católica.

La matemática se enseñaba con el objetivo de que los "indios" manejaran las cuatro operaciones fundamentales: la suma, resta, multiplicación y división, de esta manera podían rendir cuentas claras al encomendero. La enseñanza del castellano tenía como finalidad de eliminar los códigos lingüísticos, ya que al colonizador se le dificultaba la comunicación con los aborígenes, por las diferentes lenguas que existían y la enseñanza de la religión católica para hacerle creer a la población originaria que su condición de esclavo era mandato divino.

La subalternidad

Dentro de éste esquema de la educación colonial, vamos a encontrar el origen de la sociedad disciplinada para obedecer en medio de la concepción de la subalternidad, bajo el argumento de la misión civilizadora y donde se busca y se obliga, en medio de esas relaciones de poder, que el colonizado manifieste la imagen del colonizador y de esta imposición que perdiera su origen, su identidad y su cosmovisión del mundo.

De allí, que en esa escuela se desprendía el proyecto de domesticar y "civilizar" a las poblaciones originarias, en el criterio y la concepción de una educación basada en la idea de repetir, imitar, obedecer, temer y disciplinar.

Es así, como se da comienzo a la desindianización, entendida esta como: "un proceso histórico a través del cual poblaciones que originalmente poseían una identidad particular y distintiva, basada en una cultura propia, se ven forzadas a renunciar a esa identidad, con todos los cambios consecuentes de una organización social y su cultura. La desindianización no es resultado del mestizaje biológico sino de la acción de fuerzas etnocidas que terminan por impedir la continuidad histórica de un pueblo como unidad social y culturalmente diferenciada". (Bonfil Batalla. México Profundo. Edit., DEBOLSILLO. México 20013, pp. 42).

En éste marco de la sociedad colonial, nace en el subconsciente colectivo latinoamericano el complejo de inferioridad, al creer que todo lo que viene de ese eurocentrismo representa "la verdad absoluta" y por lo tanto hay que asumirla como tal.

Por esta situación, es que muchas veces y en múltiples ocasiones aceptamos como verdades absolutas, construcciones teóricas que vienen de ese pasado colonial que arrastramos hasta nuestros días, pero lo peor de todo éste escenario, es que parte de ese "saber" ha construido en la mayoría de nosotros la personalidad de lo que hoy somos, constituyendo un sujeto atrapado y alienado en medio de un "conocimiento" que sólo le sirve al que coloniza, en un proceso donde la única relación social existente es entre dominante-dominado, es ese proceso alienante lo que no nos permite ver nuestra propia sumisión. Y no se nos permite ver, porque en el subconsciente se manifiesta el cuento permanente, como buenos colonizados, que en 1492 el náufrago llamado Colón le

manifiesta a Europa, que nuestro continente Abya Yala estaba constituido por una población de indios que eran caníbales salvajes, sin religión que necesariamente había que civilizarlos, domesticarlos y someterlos para que sirvieran a Dios y a la Corona.

¿HA CAMBIADO ESE PASADO?

En medio de ésta realidad, que no han podido ocultar de ese pasado colonial, nuestros modelos socio-económicos de vida, han arrastrado esa vieja concepción y nuestros sistemas educativos han respondido en gran parte a esta situación.

La dimensión ideopolítica del pasado colonial, ha cambiado de forma, pero el fondo, el propósito, el fin y el objetivo no se diferencian en nada de ese pasado y encontramos entonces que los modelos de sociedad que se conocen hasta ahora, llámese capitalismo o socialismo, pretenden imponer su pensamiento único, su concepción de la vida, su cosmovisión del mundo, "trasmitiendo" sus "saberes" a los pueblos, no importándoles si el modelo que imponen responden a la realidad de las regiones que pretenden o que quieren dominar, colonizar y para tales fines UTILIZAN la educación como instrumento ideológico para enajenar y ponerla al servicio del modelo propuesto en la misma relación de ese pasado colonial-es decir- una relación entre dominante-dominado, opresor-oprimido, se quiera o no reconocer esta situación.

Aquí, es donde entra con mucha vigencia el pensamiento de nuestro Simón

Rodríguez:

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Ambos modelos (socialismo y capitalismo) en su dimensión ideopolítica proyectan un sistema educativo institucionalizado, con maestros institucionalizados y con alumnos institucionalizados, donde se ENSEÑA a imitar y reproducir el modelo dominante. Su pedagogía discursiva y su pedagogía del hacer, sólo responde a la clase que domina y está al servicio del Estado, del partido y de la clase política que gobierna y yo me pregunto: ¿cuál es la diferencia con el ayer? La educación colonial promovía una enseñanza que tuviese un valor UTIL al servicio de Dios y del Estado Metropolitano Español -en otras palabras- UTIL a Dios y al Rey. Hoy, esa educación cambia de forma, pero el objetivo, el propósito y el fin sigue siendo el mismo, los sistemas educativos siguen estando al servicio del llamado ESTADO y de la clase que domina, clase que se encuentra al servicio de manera incondicional a la ideología que dice representar a cambio de cuidar sus propios privilegios.

Nuestro Sistema Educativo no puede seguir siendo un acto de enseñanza, donde un maestro institucionalizado le enseña a un estudiante institucionalizado, donde no hay una relación verdaderamente humanística y donde el alumno es simplemente un DEPOSITO, pues el maestro coloca en su cerebro el "conocimiento" que le conviene al que domina en una relación vertical (de arriba hacia abajo), donde no existe el diálogo y el llamado saber institucional es un "conocimiento" impuesto y que debe reconocerse como única expresión de verdad que se deposita en el alumno, es lo que el Prof. Paulo Freire llamaría la concepción bancaria de la educación.

Para el Prof. Freire, en mi humilde interpretación, el llamado "conocimiento" no se trasmite, se construye en medio de nuestras propias realidades y es una construcción colectiva, profundamente humana y transformadora. Esa construcción colectiva, llena de amor, esperanza y redención, redescubre la palabra autentica y entiende que esa palabra implica reflexión-acción, conduce a la toma de la conciencia crítica, conciencia crítica que desaliena y que saca de la oscuridad y el silencio tanto al alumno como al docente, en función de transformar las realidades que establecen los estados de injusticia social y ese conocimiento surgido de la reflexión colectiva, de la investigación y del ejercicio real de la búsqueda de la verdad de nuestras propios quehaceres, sirve para eso, para transformar, para cambiar y salir del entrampamiento en que nos han sometido los procesos colonizadores.

En los niños y adolescentes, se encuentra una realidad que el maestro tiene y está obligado a encontrar, para poder entender la cotidianidad de la vida de sus discípulos, donde él también se encuentra sumergido, esto permitirá a lo que el libertador refiriéndose a las enseñanzas del maestro Simón Rodríguez le indicó: "Ud. guío mis pasos; estos pasos dirigidos muy anticipadamente por Vd. Mismo. Vd. Formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Ud. Me señaló".

PENSAR COMO NOSOTROS Y NO COMO ELLOS

Hay quienes piensan, producto de ese transcurrir alienante que los latinoamericanos somos incapaces de romper las cadenas que arrastramos de ese pasado y presente colonial, que nuestra condición de dominados, ya forma parte de nuestra naturaleza individual y colectiva y que la nueva realidad de un mundo globalizado, nos condena eternamente a seguir bajo la tutela del que domina, producto de esas relaciones de poder que lo mantiene como amo y señor de los escenarios que el poder promueve.

Pero a lo largo de nuestros procesos históricos, siempre ha surgido el contrapoder de ese poder, es la lucha de clases que se manifiesta permanentemente, expresión de las contradicciones que encierran las sociedades o modelos económicos injustos, es más, la lucha de los pueblos por la emancipación de sus respectivas patrias, ahora va más allá de la lucha de clases, pues se presenta la lucha de valores contra valores, que reclama el respeto a la idiosincrasia de los pueblos y a su cosmovisión del mundo.

Desde la misma resistencia aborigen, pasando por la guerra de independencia hasta nuestros días, nuestros pueblos han resistido y se han rebelado frente a la opresión y como ejemplo podemos tomar lo que en una oportunidad indicara el propio Francisco de Miranda donde señalaba la necesidad de: "Unámonos por nuestra libertad, por nuestra independencia. Que desaparezca de entre nosotros las odiosas distinciones de chapetones, criollos o mulatos, etc. Estas sólo pueden servir a la tiranía, cuyo objeto es dividir los intereses de los esclavos para dominarlos unos por otros". (Proclama. Londres, 1801. A.G.M., XVI, pp106).

Es hora de que entendamos que el eurocentrismo ha marcado siempre límites para el conocimiento en nuestro continente Abya Yala, que nuestra realidad es otra y que por lo tanto nuestros análisis no deben estar a la "luz" de quienes siempre han establecido relaciones de poder para establecer criterios que no tienen que ver con nuestras propias verdades.

Tenemos que entender que una educación liberadora, tiene que alzar la voz frente a la injusticia de manera colectiva para desalojar el dolor de millones de seres humanos producto del hambre y la miseria en que viven, una educación liberadora tiene que lograr que nuestro cielo y nuestros mares sigan siendo azules y no gris producto de la contaminación ambiental, para que nuestros jardines se llenen de colores y nuestros bosques sigan siendo verdes, para que los cañones que disparan no se vuelvan a escuchar, para que el sol salga para todos y de luz al pensamiento y a la reflexión, una educación liberadora tiene que enseñar a escribir versos de amor por la humanidad, una educación liberadora tiene que buscar caminos para un mundo feliz y que aprenda a escuchar. En otros términos una educación liberadora tiene que enseñar a que la utopía puede plasmarse en la cotidianidad de la vida.

Ese pensamiento único que desarrollan en los diferentes sistemas educativos y ahora acompañados con los medios de comunicación, trae consigo sus propias contradicciones producto de las imposiciones, tanto de ideas como de dogmas, que vienen acompañadas en las realidades sociales donde se ejecutan de injusticia social, que genera necesariamente lucha de clases. Esa lucha de clases, al adquirir conciencia de clase, la hace subversiva porque se plantea ir más allá de la simple reivindicación y termina siendo a mediano o largo plazo una lucha por la emancipación de los pueblos.

Producto de estos escenarios, encontramos en América Latina y el mundo, una especie de frustración frente a las ideologías que hasta el momento han dominado el pensamiento de la humanidad, ideologías que en boca de sus propios impulsores prometían solucionar los problemas del mundo y más en aquellos países donde la pobreza siempre se ha manifestado consecuencia del saqueo que los grupos políticos y económicos le hacen a las riquezas de sus propios países.

Los gobiernos a nombre de esas ideologías anunciaban y siguen anunciando el paraíso que todos íbamos a disfrutar en igualdad de condiciones. Los acontecimientos que vienen sucediendo en América Latina, Europa y el mundo contra sus respectivos gobiernos, identificados unos con el socialismo real y otros con el capitalismo, son una muestra efectiva de que las cosas en el planeta desde hace tiempo andan mal y los pueblos ya no soportan sobre sus espaldas el desastre en que los han sumergido.

El movimiento espontáneo llamado los indignados, las luchas del movimiento indigenista, campesino, las protestas estudiantiles, magisteriales, las del movimiento obrero -entre otras manifestaciones- es una muestra "simple" de lo que estamos señalando. Esas luchas vienen tomando otro significado, los aleja de la simple aspiración reivindicativa, para lanzar nuevas consignas que encierran en su contenido la protesta clara frente a los sistemas o modelos socio-económicos, que hasta el momento el mundo ha distinguido, pues los mismos sólo han marcado desesperanza en la solución de los principales problemas que en la actualidad ahogan la humanidad.

Sin embargo, hay que reconocer que el sistema-mundo capitalista global impone valores tan individualizados y egoístas en cada una de las personas, que hace extremadamente difícil construir un "nosotros" para pensar, reflexionar y edificar un modelo civilizatorio distinto que encuadre otras formas de sociedades diferentes a las que tenemos. Pareciera que el imaginario social colectivo este castrado, donde la iniciativa desaparece y la resignación toma la cotidianidad de los pueblos conducidos por la ideología dominante y donde la tarea de los que aspiramos cambiar el mundo, para romper ese círculo de la dominación, se hace cada día más duro para despedazar ese espacio vicioso y poder convencer de que un mundo distinto al que tenemos es posible. Convencernos y convencer a otros de que hay formas mejores, observables o verosímiles, de organizar modelos socio- económicos distintos a los que hemos conocido, es una tarea dura, utópica, pero con posibilidades reales de materializarla pues si recobramos nuestro imaginario social colectivo, es posible inventarla. Pero a la vez deberemos meter en razón y mostrar que, para mantener social, económica y políticamente esas representaciones requieren crear un método orgánico, algo que no podemos hacer sin acompañamiento, es necesario entonces agrupar, debatir y reflexionar en colectivo. La teoría y la práctica de tal constancia llevan necesariamente a adquirir una visión crítica de la totalidad en la que estamos inmersos, y ello nos lleva a retar práctica y teóricamente a los conciliábulos duros del poder.

Favorablemente, lejos de la homogeneización que se esperaba del sistema capitalista globalizado, van surgiendo numerosos movimientos críticos de gran reflexión dentro de las sociedades y la política. Este debate de diversificación de identidades y conflictos tiene una riquísima multiplicidad de historias, puntos de partida y búsquedas locales y regionales.

Esos movimientos -más o menos parciales o totalizadores- logran permanecer, enriquecerse en su encuentro en el marco de la praxis y aspirar a ser parte de una enmarañada red de corrientes de orden global, así como globales son los amplios mecanismos y ámbitos del mercado capitalista mundial.

Todo este panorama del mundo del capitalismo, independientemente de sus contenidos e identificaciones, llámense como se quieran llamar (capitalismo privado o de estado), al ponerse en práctica o plasmarse en formas de gobierno, terminan estableciendo relaciones de poder, se convierten en ideologías negadoras de la libertad, la democracia, la diversidad del pensamiento, la dignidad de la persona humana, el bien común, la solidaridad, fraternidad, convivencialidad, para convertir la sociedad en incluidos y excluidos, en los de arriba y los de abajo, estableciendo de esta manera relaciones de dominación, relaciones de dominación que se instauran a nombre de un "Estado" cuyo origen se encuentra en el llamado "Estado Metropolitano Español"(caso América Latina y el Caribe), donde el poder se expresa en la verticalidad del mismo, se establecen marcadas diferencias de clase y los privilegios sólo están al lado de los que dominan.

Se quiera o no reconocer, esas formas de poder representan ese proceso colonizador que en particular fue y al que ha sido sometido el continente latinoamericano, sobre el cual se ha querido edificar tipos de gobierno, que terminan reproduciendo el modelo de dominación colonial, bajo nuevas sistemas o modalidades de la llamada modernidad, hoy bajo la marcada influencia de nuevos procesos de recolonización, en una nueva era tan pervertida o más que la anterior, llamada globalización.

EL ACUERDO DE YALTA

Las ideologías, siempre se han presentado como únicas verdades, no hay otras que permitan la disidencia y es así como han dividido al mundo. O estás con el llamado socialismo real o el capitalismo, no existe otra manera de pensar.

¿De dónde viene semejante falacia?, ¿Cuál es su origen? Es aquí, donde necesariamente hay que releer el acuerdo de Yalta como referencia y cohorte histórico de estos escenarios que hoy vivimos, pues a partir de 1945 Churchill, Roosevelt y Stalin, (terminada la segunda guerra mundial) reunidos en Yalta (Unión Soviética) declararon que:

"Hemos resuelto el establecimiento más rápido posible con nuestros aliados de una organización general internacional para mantener la paz y la seguridad.

Creemos que esto es esencial para prevenir la agresión y para evitar las causas políticas, económicas y sociales de guerra a través de una estrecha y continua colaboración de todos los pueblos que buscan la paz". Dijeron para ese entonces, quienes pretendían repartirse y se repartieron el mundo.

Es con este cuento, que las potencias más fuertes del planeta, desde el punto de vista militar, político y económico, deciden repartirse el globo en medio de una bipolaridad, que da comienzo a lo que se llamó más tarde la "Guerra Fría", donde soviéticos y norteamericanos decidieron adjudicarse el mundo, ejerciendo y expandiendo su influencia, cada uno se respetaría sus correspondientes colonias, unas bajo el dominio del socialismo real y los otros bajo el dominio del modelo capitalista.

En América Latina y el Caribe, tales influencias no se hicieron esperar, los grupos llamados intelectuales, sectores medios de la población, sindicatos, organizaciones de profesionales y técnicos, nuestras universidades y en fin, todos aquellos interesados en el "conocimiento" político, filosófico, sociológico, y económico, comenzaron a girar alrededor de estas dos posiciones, ignorando en la práctica toda posibilidad de los saberes autóctonos de nuestros pueblos. En el fondo se creó un gran complejo de inferioridad bien dirigido por quienes pretendían controlar el planeta y de esta forma fue asumido.

Esta situación llegó al barbarismo, que la llamada izquierda, para poder identificarse como tal, tenía que asumir el socialismo que pregonaba la URSS y para ser de la derecha se tenía que pensar como los norteamericanos. En otras palabras, el modelo social y económico que había que asumir estaba referido necesariamente a algunos de los dos, no importaba que los mismos estuviesen divorciados de nuestra realidad indioamericana.

En medio de este drama, el pensamiento autóctono latino caribeño quedo aislado, olvidado a pesar de la advertencia de nuestro Simón Rodríguez, que sugería que no imitáramos modelos extranjeros, que inventáramos como pueblo, independientemente de que pudiésemos errar en el intento de construir una sociedad que ciertamente se identificara, con lo que verdaderamente somos.

Así, tanto la izquierda como la derecha en América Latina y el Caribe, lo que hizo fue copiar modelos de sociedad, sin detenerse y atreverse a generar un pensamiento propio. Asumimos los modelos eurocentristas que al materializarse en formas de gobierno, no fueron capaces de resolver los innumerables problemas que azotan la población, generándose una pobreza extendida que ha frustrado toda posibilidad de desarrollo de nuestras naciones.

Esa concepción eurocentristas de ver el mundo, es parte de ese proceso colonizador que hemos vivido desde la invasión europea, hasta nuestros días. Ese eurocentrismo, es lo que en parte ha impedido que libremos una discusión sobre lo nuestro o parafraseando a Esteban Emilio Mosonyi, en su planteamiento hecho a través de su libro "Identidad Nacional y culturas populares", no podemos seguir tomando el eurocentrismo como centro del universo, pues el mismo no permite plasmar nuestra propia realidad y nos ha alejado de las verdaderas raíces históricas expresada en la indianidad, para hacer "análisis" con la visión capitalista del mundo globalizado y reproducir de esta manera la ideología del que domina. Producto de esta situación, el latino-caribeño que nace después del proceso de conquista y colonización, por los niveles de alienación que dejan en él, deja de lado sus orígenes, sus raíces aborígenes y afrodescendientes.

Venezuela -nos dice el profesor Mosonyi- "es un país penetrado y asediado por influencias extrañas deculturantes, por lo cual la sociedad está hiperalienada. La personalidad colectiva de Venezuela se explica con la participación de indígenas, europeos y africanos. En sus configuraciones sociales se establecen relaciones de colonialismo, dependencia y estructura de clases. La historia de nuestra identidad es fundamentalmente pancrónica, donde sincronía y diacronía confluyen en una relación dialéctica permanente. La preocupación por el problema de la identidad venezolana se ha expandido en los diversos sectores de la sociedad, a excepción de la gran burguesía; aún sus ideólogos rechazan una identidad nacional o la desvirtúan según sus intereses de clase. La estructura económica y sociopolítica del país rechaza explícitamente cualquier modo de participación popular, sobre todo si confiere algún poder de decisión. Las sociedades latinoamericanas son heterogéneas, pero pueden manifestar unión pese a la diversidad, a través de un diálogo intersocietario. Las culturas de los pueblos son diferentes, pero no por ello son incomunicables e incompatibles. Por último, se requiere buscar una identidad nacional y regional para sincerar y transformar la realidad venezolana y latinoamericana". (Mosonyi,

E. Emilio. "Identidad Nacional y culturas populares". Editorial La enseñanza viva. Caracas, 1982).

Desde ese eurocentrismo, nos han hecho creer que solamente en el mundo pueden existir dos tipos de modelos socioeconómicos: o te cuadras en el modo de producción capitalista individual o te cuadras en el modo de producción capitalista de Estado o lo que es lo mismo, lo que se conoce como socialismo real.

Ambos sistemas en la práctica se convirtieron en instrumentos serviles de intereses tanto del capitalismo privado como del capitalismo de estado, en su interior se desarrollan privilegios de clase, generando prerrogativas para los grupos que sustentan el poder, poder que es utilizado para establecer la relación dominante-dominado.

En esa relación opresor-oprimido, han sometido la cultura y los haceres originarios de nuestras propias naciones. Desde el punto de vista psicológico le han hecho creer al pueblo, que nuestra cosmovisión del mundo es atrasada y han sembrado de esta manera un complejo de inferioridad tan absurdo y mediocre, que desde las llamadas academias siguen creyendo que el conocimiento se encuentra en ese eurocentrismo, que sólo ha servido, para continuar acentuando nuevas formas de colonización, hoy más refinadas que las de ayer en el escenario del neoliberalismo globalizado.

Cuando hablamos de nuevas formas de colonización, me estoy refiriendo, a que ese paradigma que se encuentra ya en ejecución llamado globalización, poco le importa si el lugar que escoge para sus respectivos planes se autoproclama socialista o capitalista, a ese capital le interesa es la riqueza del país donde se asienta, pues no ve en el llamado socialismo real, algún obstáculo para sus intereses, que no son otros que reproducir el capital.

La llamada guerra fría, quedó en el pasado histórico, los capitales de los países más desarrollados del mundo, no solamente en el orden económico, sino también en ciencia y tecnología coincidieron en unirse para formar los grandes conglomerados económicos y mostrarse ahora y en sus ejecutorias como el imperio del gran capital.

Un claro ejemplo en América Latina, de lo que estoy indicando es Venezuela, pues en el llamado socialismo del siglo XXI, se ejecutan a través del IIRSA los planes más perversos que se ha propuesto el gran capital y que más adelante con detalles abordaremos.

LAS IDEOLOGÍAS

Hoy más que nunca, las ideologías se disfrazan de utopías para seguir ocultando la perversidades que las mismas engendran, pues en ellas se concentra ese espejismo de las apariencias, prometiendo resolver la complejidad de los problemas sociales, problemas que son ocasionados por quienes las predican y las ejecutan en el ejercicio del poder. Poder que simplemente reproduce relaciones de dominación, donde los dominados de manera alienada se resignan a convivir en condiciones de coloniaje.

Las ideologías, que hoy dominan el mundo, que aparecen como socialismos o capitalismos, son modelos donde la libertad, la igualdad, la democracia y la justicia social, solo quedan escritas en papeles denominados constituciones y en posiciones declarativas de unas clases políticas corrompidas en el poder, a los pueblos se les ceden las simples migajas que las clases dominantes dan, para mantener sus dominios y de esta manera doblegar la resistencia de los más humildes.

En estos espacios, es donde hay que ubicar la grave crisis que hoy vive la humanidad, es una crisis que abarca todos los planos de la vida en sociedad, pues en ella no puede sobrevivir la humanidad, porque además los procesos de frustración y castración de las iniciativas creadoras son negadas y declaradas subversivas, por lo tanto aplastadas en nombre de la libertad, la democracia y la "autoridad" de eso que llaman "Estado". Ese "Estado" impone la hegemonía, exclusión, amenaza, chantaje, represión, asesinato, intolerancia, culto a la personalidad, autocracia, dictaduras, ejercicio y abuso del poder.

Para nadie es un secreto, que el mundo está amarrado, aprisionado, entrampado, en medio de dos modelos económico-sociales (capitalismo y socialismo), que no han sido capaces de independizar a la humanidad, al contrario, sus prácticas en el ejercicio del poder han esclavizado a las sociedades que dominan y para tales fines han impulsado liderazgos domésticos y partidos políticos, unos de derecha y otros de "izquierda", para simular tal

condición y hacerle creer a los pueblos que se vive en democracia, en un espacio totalmente enajenado que evita que nuestra gente piense.

En numerosas oportunidades en el colectivo Tercer Camino, hemos venido afirmando que en el mundo no se conoce el socialismo, lo que han llamado socialismo es una versión que se ha convertido en una especie de híbrido, que combina formas de propiedad privada individual, con formas de propiedad privada del estado.

Hasta el propio Adam Smith, considerado como el padre del liberalismo económico, en su obra "La Riqueza de las Naciones" refiriéndose a la distribución de la misma, indicó: "Ninguna sociedad podrá ser floreciente y dichosa si la mayoría de ella es pobre y miserable".

El economista Domingo Maza Zavala, al referirse al tema del socialismo venezolano, que se quiere mostrar al mundo, como "modelo civilizatorio ejemplar" señaló lo siguiente: "Si tengo que enumerar esos rasgos de la política económica del actual gobierno que, a mi juicio, contradicen el discurso de una revolución socialista, comenzaría por la corrupción. El enriquecimiento ilícito de algunos funcionarios con los dineros del pueblo ciertamente no forma parte de la política económica pero es consecuencia de esta y es incompatible con el socialismo.

Lo segundo es el autoritarismo, que también es incompatible con el socialismo que, por el contrario, es la participación de la sociedad como un todo en la construcción de su propio destino y no la obra de un autócrata que acapare todos los poderes, que gobierne a su real saber y entender. Incluso el ensayo de los soviets que hubo en la Unión Soviética eran precisamente representaciones de soldados, campesinos y obreros, constituían el poder popular, lo que se está tratando de formar. La idea de los consejos comunales es buena, pero si estos se desarrollaran con verdadera participación popular, sin que fueran dirigidos desde arriba y que, por el contrario se permitiera un juego libre y abierto de las comunidades, y que los intereses de las comunidades fuesen gestionados por las comunidades mismas.

El pensamiento no puede ser único tampoco, tiene que ser diverso, tiene que haber discusión. Yo siempre me he opuesto al pensamiento único. No creo que el país deba ser

orientado por un pensamiento único, yo creo que el ser humano es diverso en su manera de pensar, de sentir, de actuar. El día en que la humanidad sea uniforme, unidimensional, dejara de ser humanidad. Incluso quien fuera presidente del Fondo Monetario Internacional, el señor Michel Candessus, una vez manifestó horror ante la posibilidad de que el hombre fuese unidimensional. Las culturas deben ser diversas, con pensamientos distintos para que haya luz.

Tengo una objeción con la nueva fórmula planteada por este gobierno: esas compañías que formaran empresas mixtas junto con PDVSA entrarán a participar del capital y de la gestión de Pdvsa, a formar parte de la industria petrolera nacional, porque se trata de empresas mixtas. Pero el hecho de que Pdvsa tenga mayoría en esas empresas puede no significar un control, porque incluso con un 20%, 25% o 30% del capital accionario, puede ejercerse el control de una empresa, sobre todo en el caso de las petroleras trasnacionales que tienen la tecnología, el dominio del mercado y pueden usar esas influencias para lograr dentro de Pdvsa también una cierta cuota de poder. Es decir, que Pdvsa entra a ser, en parte, una institución con intereses privados". (ZAVALA, M. Domingo (2007). "Yo, el Banco Central y la economía venezolana". Caracas. Editorial El Nacional. Pp. 110-111).

El antropólogo Francisco Prada al referirse a la cuestión que nos ocupa , en una entrevista que le hiciera, señaló lo siguiente: "No se puede hablar de socialismo, cuando el modo de producción capitalista permanece incólume, cuando se entregan los recursos de un país a las trasnacionales bajo la figura de empresas mixtas, cuando la banca se encuentra en manos de emporios extranjeros, cuando se establecen relaciones de poder, donde unos mandan y otros obedecen, cuando se crea un partido único que no permite la libertad de pensamiento y recreación de las ideas en el marco de la utopía, cuando los que administran el poder se enriquecen robando y saqueando a la nación, cuando se acrecientan las diferencias entre ricos y pobres, cuando los dirigentes se convierten en caudillos, son los nuevos ricos y encarcelan el poder popular; en fin, no se puede hablar de socialismo en momentos en que el modelo económico que se desarrolla es un capitalismo de estado con características globalizantes.

Todos los modelos societarios, que nacieron alrededor del "marxismo" o bajo la influencia de éste, sencillamente fracasaron y fracasó producto de que tales "revoluciones", fueron "revoluciones" atrapadas y dependientes de quienes pretendían repartirse el mundo, en nombre de un socialismo que nunca existió y que terminó sin argumentos y razones para seguirse justificando.

Esos modelos llamados "socialismos" -continua Prada- derribaron el capitalismo privado, pero pasaron en la práctica a un capitalismo de estado, dejando en la estructura social y productiva las mismas contradicciones entre ricos y pobres, los mismos privilegios para una clase gobernante, que se burocratizó y corrompió en el ejercicio del poder. La experiencia del mal llamado "socialismo", mostró que aunque desprovisto de un mercado competitivo y de propiedad privada individual, funcionó en la práctica con los mismos mecanismos del capitalismo, -la acumulación originaria del capital se daba en la misma forma-, extrayendo incluso plusvalía del trabajo asalariado y reservando la propiedad privada de los medios de producción, a una burocracia estatal colectivista.

El gobierno llamado bolivariano y revolucionario, cuya expresión es el llamado socialismo del siglo XXI, tiene un doble discurso con una clara intención, por un lado cuestiona y grita a todo trapo que es antiimperialista, pero por otro lado su ejecutoria es neoliberal y globalizadora y se encuentra de rodillas frente al capital trasnacional independientemente que lo niegue.

Sus discursos son incendiarios para capturar a los desinformados, para hacerles creer que se está haciendo una revolución, pero en la práctica le ha entregado todos los recursos energéticos nuestros, como el carbón, el gas y el petróleo a las empresas multinacionales convertidas por el imperio del capital en empresas mixtas, donde el llamado "socialismo del siglo XXI" les da toda la cabida de manera incondicional, otorgándoles en propiedad privada el 40% de la producción petrolera. De otro lado todo su entorno se ha enriquecido, lo que trae como consecuencia la formación de una nueva burguesía paraestatal, que controla las decisiones económicas del país en alianza traicionera con los conglomerados del mundo. Esto es una verdad inocultable y de allí que ciertos sectores del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sobre todo los sectores revolucionarios, vienen revisando su apoyo al gobierno, porque se están dando cuenta que no existe ninguna revolución, que hay un grupo de pillos que a nombre de la revolución se están enriqueciendo en la misma forma como lo hacían los adecos y copeyanos cuando estaban en el gobierno". (www.ruptura.org.).

Pero qué capitalismo no es miserable, maligno y corrompido, pues el hecho de descansar sobre la propiedad privada, bien sea individual o del Estado, el mismo acumula el capital a través de la explotación humana o de la apropiación fraudulenta de los recursos colectivos de un país (acumulación delictiva del capital), donde la moral y los valores no cuentan, en el espectro de sociedades sometidas por el ejercicio del poder que da el "Estado".

Si el capitalismo y el socialismo, le han negado a los pueblos a través de sus gobiernos la libertad, la igualdad y la fraternidad que ambos modelos pregonan, es porque en su seno, en sus estructuras de poder llevan esa intención y no otra, sus prácticas sólo han servido para enriquecer a sus clases políticas y económicas, esa es la experiencia que nuestros pueblos han tenido de estos modelos y viejas civilizaciones a lo largo de su historia.

Los discursos que desarrollan ambas tendencias, son posiciones que en el fondo sólo rebelan sus intereses de clase, son discursos que utilizan la imaginación utópica, para engañar y manipular a nuestros pueblos, se basan en la problemática material y espiritual de las gentes, para avalar y legitimar su presencia en el quehacer cotidiano de nuestras sociedades, sembrando en los mismos posiciones ideológicas, que en la práctica representan la falsa conciencia y de esta manera surge la ideología disfrazada de utopía.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5

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