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Marco de referencia para política pública sobre educación superior por ciclos y por competencias



Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. Marco de referencia
  3. Marco normativo
  4. Formación para el trabajo en Colombia
  5. Referentes internacionales sobre los niveles de la educación superior y su conexión con la formación para el trabajo

INTRODUCCIÓN

La educación en Colombia juega un papel fundamental en la búsqueda de desarrollo y bienestar social, especialmente por su impacto, en dos aspectos primordiales y complementarios: como condición para la equidad social y como base para el mejoramiento de la competitividad y la productividad.

Respecto al primer aspecto, múltiples investigaciones destacan el papel de la educación como camino privilegiado para superar la reproducción intergeneracional de la pobreza, atribuyéndosele el importante resultado de generar mayores niveles de bienestar y de ofrecer a las personas mejores oportunidades laborales que les posibilitan superar condiciones socioeconómicas desfavorables y por consiguiente obtener mejores niveles de calidad de vida.

Las inequidades en la distribución del ingreso están fuertemente ligadas a inequidades en las oportunidades educativas. Actualmente, los grupos con menores ingresos y los habitantes de zonas rurales son los principales afectados por las diferencias en este tipo de oportunidades. Dadas las exigencias del mercado laboral y de la sociedad del conocimiento, esto les coloca en riesgo de ser permanentemente excluidos de los beneficios del desarrollo y de la democracia.

La Misión para el desarrollo de una estrategia contra la pobreza – MERD- destaca que una de las variables que mejor explican las diferencias en el ingreso per-cápita de los hogares, es la educación (las otras dos son el trabajo y la fecundidad)[1]. En consecuencia, ampliar las oportunidades educativas de los más vulnerables es crucial para disminuir las desigualdades en la distribución del ingreso y aumentar el acceso a los frutos del desarrollo[2]

Los retos de un servicio educativo adecuado no se reducen a alcanzar coberturas universales, es necesario trabajar para hacer de la educación una experiencia significativa para las personas y pertinente a los requerimientos del desarrollo, en el marco de una sociedad equitativa y solidaria. Así, el ingreso y la permanencia en una educación pertinente y de calidad, y la factibilidad de programas y modelos educativos flexibles, facilitan la preparación y el acceso al mercado laboral, y permiten equilibrar las oportunidades de desarrollo personal y social.

El segundo aspecto no es menos importante. Sin lugar a duda, la educación ocupa un lugar estratégico en el desarrollo económico y social de Colombia y es condición indispensable para consolidar una economía que proporcione la base apropiada para que los colombianos puedan alcanzar una mejor calidad de vida. Esto es particularmente importante en la sociedad del conocimiento, dominada por nuevos modos de producir y trabajar, que exige personas preparadas para obtener, adaptar y aplicar la información disponible en múltiples fuentes y transformarla en conocimientos y tecnologías relevantes para la satisfacción de sus necesidades.

Para que la educación genere los beneficios económicos y sociales esperados, es necesario que ésta sea de buena calidad y que las competencias adquiridas correspondan, por una parte, al perfil de desarrollo humano del colombiano del futuro y, por otra, a las necesidades de los sectores productivos y a la demanda del mercado. En este sentido, el esfuerzo realizado por brindar educación debe ir acompañado con estrategias deliberadas y sostenidas para mejorar su calidad, de manera que propicie el desarrollo de competencias (comunicativas, matemáticas, científicas, tecnológicas, laborales y ciudadanas) con el fin de que las personas estén preparadas adecuadamente para enfrentar creativamente distintas situaciones, resolver problemas, adaptarse a los cambios y aprender a lo largo de toda la vida.

Todo lo anterior constituye un desafío que supone un cambio importante en la manera de concebir los sistemas educativos, pensando en un modelo capaz de articular las diversas necesidades de formación y capacitación desde los requerimientos sociales y del sector productivo con el desarrollo de competencias, investigación y cultura de la innovación. De este modo, la educación debe liderar un trabajo de articulación de la educación media, la educación técnica y la tecnológica, la profesional universitaria y la formación continua, a través de una definición clara de los propósitos de desarrollo del país y de la identificación de las finalidades educativas que se deben alcanzar para lograr dicho desarrollo. En consecuencia, en la actualidad, el compromiso de la educación exige el desarrollo de competencias que permitan a quienes se forman, un desempeño laboral y una vida productiva con bienestar, ampliando la posibilidad de una formación que facilite el acceso de los estudiantes al trabajo en diferentes etapas de su formación, pero al mismo tiempo les permita continuar su proceso formativo de acuerdo a sus intereses.

Este documento presenta una propuesta de política en educación superior que orienta a las instituciones para cumplir el doble objetivo de, por una parte, formar más y mejores profesionales en todos los niveles, pero especialmente en los niveles técnico profesional y tecnológico, profesionales idóneos y competentes, capaces de responder a las demandas de los diferentes sectores sociales; y, por otra, favorecer la equidad, al ampliar la cobertura, disminuir la deserción y ofrecer alternativas flexibles y pertinentes que faciliten una mayor flexibilidad tanto en el acceso, como en los itinerarios de formación, duración de la formación y salidas tituladas, parciales o definitivas, hacia el mundo laboral.

En el documento se desarrollan los siguientes aspectos:

El Marco de Referencia, que corresponde al primer capítulo, contiene una descripción actualizada de la situación de la educación en Colombia, en general, y de la educación para el trabajo, en particular, con base tanto en la información emanada del Ministerio de Educación Nacional como de estudios recientes de instituciones y organizaciones vinculadas con la educación del país. Incluye además, el marco normativo vigente, que orienta las acciones de la educación para el trabajo en todos los niveles y modalidades, y una síntesis de referentes internacionales respecto de la formación para el trabajo, a partir del aporte de expertos de Australia, Chile y Francia, quienes han colaborado en el desarrollo de esta propuesta de política para Colombia.

En el segundo capítulo se presentan los Fundamentos Conceptuales de la propuesta, especialmente los relacionados con la comprensión de: los niveles de formación de pregrado, las competencias, los ciclos propedéuticos, la flexibilidad curricular y los créditos académicos, y la investigación. Se espera que esta base conceptual permita clarificar los conceptos centrales de la propuesta de política y facilite el entendimiento entre las instituciones, el Ministerio de Educación, CONACES, los pares académicos y los demás agentes comprometidos.

Los capítulos tres y cuatro presentan una mayor explicitación de los dos aspectos centrales de la propuesta de política, a través del ofrecimiento de lineamientos para una formación por competencias y lineamientos para una formación por ciclos propedéuticos.

El capítulo quinto desarrolla el tema de las condiciones mínimas de calidad en la formación por ciclos. Los aportes contenidos en este capítulo consisten en una apropiación del sentido y significado de cada una de las condiciones mínimas de calidad establecidas en el Decreto 2566 de 2003, en el marco de la propuesta de política presentada en este documento.

Por ultimo, se ofrecen algunas estrategias de implementación de la política, cuya realización podrá facilitar la puesta en marcha de la misma.

Esta propuesta ha tenido en cuenta aportes, observaciones y críticas de diferentes sectores académicos, directivas universitarias, documentos del Ministerio de Educación Nacional, del Departamento Nacional de Planeación, así como el borrador "Lineamientos académicos sobre las modalidades académicas, técnica profesional, tecnológica y ciclos propedéuticos" de la Sala de Ingeniería, Arquitectura, Matemáticas, Ciencias Físicas y Afines de CONACES. Otra fuente importante la constituyen los estudios preparados por consultores internacionales de Australia, Francia y Chile, así como la participación directa de profesores de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, el Instituto Tecnológico de Soledad Atlántico y la Escuela Colombiana de Ingeniería.

MARCO DE REFERENCIA

1a. LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA

La preocupación por encontrar un nuevo rumbo a la educación superior colombiana se manifiesta en diferentes sectores de la sociedad: instituciones, investigadores y expertos en educación quienes, de manera independiente en algunos casos y apoyados por el Ministerio de Educación Nacional en otros (como es el caso del reciente Plan Decenal de Educación), han invertido esfuerzos tendientes a lograr un mayor conocimiento de la dinámica educativa, su capacidad de respuesta a las necesidades e intereses de la sociedad, el impacto de sus resultados y sus posibilidades de actuación frente a las nuevas condiciones y demandas locales, nacionales e internacionales.

Los avances en los tres ejes de la política educativa de los últimos años, cobertura, calidad y eficiencia, han sido importantes. En su última rendición de cuentas (agosto 14 de 2007), la Ministra de Educación Nacional, Cecilia María Vélez, resaltó estos avances de la siguiente forma:

"En COBERTURA tuvimos importantes logros en el periodo 2002 y 2006, pero nos queda un camino por delante para hacer realidad el sueño plasmado en la constitución de 1991 de alcanzar coberturas totales en educación básica. Esta es ahora la meta del cuatrienio: generar la oferta necesaria para que todos los muchachos entre 5 y 15 años puedan acceder a este nivel. En educación superior pretendemos pasar del 29 al 34 por ciento de cobertura.

Sabemos que para alcanzar estas metas, el énfasis de la política deberá ser establecer condiciones para mantener a los estudiantes en el sistema, focalizando las acciones en la población rural y en los grupos más vulnerables.

En educación preescolar, básica y media, con base en el reporte preliminar de matrícula, con corte a 15 de junio, se presenta un aumento de 208. 200 nuevos alumnos en secundaria , este total se ve compensado por la disminución de la demanda en 60.600 estudiantes, en parte por una mejora de la eficiencia interna (menor extraedad) y en parte por una reducción en el ritmo de crecimiento de la población que hace que cada vez sean menos los niños entre 5 y 7 años. El total neto del aumento ascendió a 147.600 nuevos alumnos.

Es importante señalar que, en los últimos tres años, la matrícula de los municipios más afectados por la violencia ha crecido al doble de la tasa nacional, debido a que estamos logrando prestar el servicio educativo en zonas en donde anteriormente no podíamos llegar. Asimismo en la matricula de 2007, hemos identificado 39.164 niños desplazados adicionales a los que veníamos atendiendo en 2006. En estos resultados ha sido especialmente útil la estrategia de ampliación de los subsidios de Familias en Acción lo cual no sólo ayuda a ampliar la asistencia de estos niños, sino a mejorar la permanencia en el sistema puesto que ayuda a los hogares beneficiarios a financiar uniformes, textos y útiles escolares.

Conscientes de las limitaciones de la infraestructura física para atender la ampliación de cupos en secundaria, hemos incrementado considerablemente los recursos en el presente cuatrienio. De 296.750 millones de pesos que se ejecutaron del 2003 al 2006, pasaremos a una asignación de más de 800.000 millones entre el 2007 y el 2010, de los cuales ya hemos asignado 147.000 en el presente año, incluyendo 8 colegios nuevos en las áreas críticas de ciudades receptoras de desplazamiento.

De otra parte, la Alfabetización se ha convertido en un objetivo prioritario del presente cuatrienio. Las cifras del Censo dieron cuenta de una situación alarmante en este frente, generada en parte por el conflicto colombiano en la década pasada que, con fenómenos como el desplazamiento de comunidades o de profesores, dejó por fuera del sistema educativo a muchos colombianos. Hemos reforzado el Programa Nacional de Alfabetización lo cual ha permitido que en este año hayamos alfabetizado 205.097 jóvenes y adultos, el 30% de la meta que aspiramos al alcanzar en los 4 años.

Pasemos ahora a la educación superior. En el 2002 se graduaron 414.300 bachilleres y en el 2006 534.500 (es decir 120.000 bachilleres adicionales). Nuestras proyecciones muestran que en el 2010 se estarán graduando 660.000 colombianos de la educación media. En consecuencia hemos venido percibiendo una mayor demanda de alternativas de profesionalización en todas las regiones del país. Por esto el reto del cuatrenio es el de aumentar por lo menos en 320.000 cupos adicionales en este nivel educativo

La matrícula estimada en el primer semestre de 2007 muestra un avance de 58.100 estudiantes adicionales, lo cual representa el 83% de la meta del año que aspiramos cumplir en el segundo semestre.

Las estrategias para aumentar la cobertura en educación superior han sido el crédito, los subsidios y la descentralización de la oferta.

En Crédito Educativo el propósito del periodo anterior fue ampliar la oferta, buscando adecuar los plazos y estableciendo subsidios para que los más pobres tuvieran la posibilidad de acceder a ellos y pagarlos una vez terminados los estudios.

En el último año la operación del ICETEX asignó 54.127 créditos adicionales, de los cuales el 48% se asignaron a estudiantes de los niveles 1 y 2 del Sisbén. Hoy estamos financiando el 16 por ciento de la matrícula en educación superior y al finalizar el cuatrienio esperamos que el 20% de los estudiantes cuente con crédito educativo. Esto es significativo si tenemos en cuenta que en el 2002 los créditos solo llegaban al 6% de la matrícula.

Uno de los aprendizajes del cuatrienio anterior fue la identificación de una barrera adicional para el acceso a la educación superior de los más pobres: el sostenimiento durante el periodo de estudios. En consecuencia, establecimos la posibilidad de subsidios de sostenimiento para estudiantes de Sisbén I y II; que a diciembre de 2007 habrá beneficiado 14.500 jóvenes; nuestra meta en los 4 años es otorgar 100.000 subsidios.

Esta estrategia de crédito más subsidio implicará una inversión del gobierno nacional que asciende a 400.000 millones de pesos en el cuatrenio,

Por otra parte, el crecimiento de los bachilleres en todo el territorio nacional, genera una demanda por educación superior muy dispersa. Frente a este reto para la ampliación de la cobertura durante el periodo anterior se diseñaron los Centros Regionales de Educación Superior – Ceres como alternativa para desconcentrar la oferta con metodologías flexibles. En el momento tenemos operando 85 Ceres que alcanzan una matrícula de 14.000 estudiantes, a través de la oferta de 467 programas académicos. Durante el último año,.32 de estos CERES entraron en funcionamiento.

Pasando al segundo eje de la Revolución Educativa, de CALIDAD Y PERTINENCIA, es necesario anotar que el ministerio viene liderando una política de calidad que busca la articulación de todos los niveles de enseñanza (desde la formación inicial hasta la superior) alrededor del desarrollo de competencias Básicas, ciudadanas y laborales.

Con este fin pusimos en práctica "el ciclo de la calidad" sostenido en tres pilares: la definición de estándares de competencias, la aplicación de pruebas que miden los avances de las instituciones en todos los niveles y la puesta en marcha de planes de mejoramiento y de sistemas de aseguramiento de la calidad.

En el período anterior consolidamos un sistema de evaluación que genera información a partir de la cual las instituciones educativas pueden gestionar autónomamente procesos de mejoramiento.

En conjunto, los resultados de los estudiantes en el examen de estado muestran un incremento moderado desde 2002. Entre 2005 y 2006 se presentó aumento en los promedios de lenguaje, matemáticas, química y biología, en tanto que las áreas de física e inglés se mantuvieron estables. En general, los puntajes promedio se ubican en rangos intermedios (entre 40 y 45), lo que indica que se requieren esfuerzos adicionales para seguir mejorando. En todo caso, los resultados de las pruebas se han convertido en una importante señal y en un estímulo para que las instituciones educativas se fijen metas en calidad.

En cuanto a la evaluación en la Educación Superior, hemos ampliado el número de graduados de educación superior evaluados por los Ecaes de 58.900 en 2002 a 81.955 en 2006. Ahora el reto es el de ligar los resultados de los exámenes al sistema de aseguramiento de la calidad.

Buscando  cerrar el circulo de la calidad con planes de mejoramiento para la educación Básica y Media,  tanto el Ministerio como las Secretarías de Educación estamos transformando el apoyo tradicional a las instituciones educativas, para asumir la función de acompañarlas y darles herramientas que les permitan mejorar la calidad.  A lo largo de este año hemos acompañado en su gestión escolar a 467  establecimientos educativos en 20 secretarías de educación. De estos establecimientos 267 son establecimientos clasificados en la categoría de "bajo logro".  

En educación superior, acompañamos 12 planes de mejoramiento en instituciones de educación superior a partir de los registros calificados que les fueron negados; y a 10 planes de mejoramiento de institutos técnicos y tecnológicos públicos hoy descentralizados.

La exigencia del registro calificado para todos los programas de educación superior y la acreditación voluntaria de alta calidad, han contribuido a la incorporación del concepto de calidad en todas las áreas misionales de las instituciones. Durante el último año evaluamos las condiciones mínimas de calidad de 1300 programas de educación superior, con lo cual el 78% de la oferta de programas de pregrado y el 67% de la de postgrado cuentan con una garantía pública básica de calidad. Asimismo 130 programas de educación superior han logrado la acreditación en alta calidad y al finalizar el cuatrienio, la meta es que 440 programas adicionales cuenten con este reconocimiento a su excelencia para llegar a 900 en total.

Pasando al tema de la pertinencia, estamos por una parte implementando programas estratégicos para la competitividad que buscan, desde todos los niveles del sector educativo, responder a las necesidades de inserción del país en el mundo, a través del desarrollo de competencias en el uso de nuevas tecnologías como herramienta pedagógica y del aprendizaje de una lengua extranjera. Por otra, desde la educación media estamos promoviendo el desarrollo de competencias laborales generales y en la educación superior fortaleciendo la educación técnica y tecnológica para responder a las demandas del sector productivo.

Mediante el Programa Nacional de Uso de Medios y Nuevas Tecnologías buscamos garantizar el acceso a infraestructura tecnológica a las instituciones educativas. Los avances en este campo se han dado mediante un trabajo conjunto con el Ministerio de Comunicaciones a través de sus dos programas: Computadores para Educar, y Compartel.

Hemos mejorado la dotación de computadores en las instituciones de la educación básica y media, pasando en el último año a una disponibilidad en el sistema público de 41 niños por computador (en el 2006 esta disponibilidad era de 45, y en el 2002 de 142). Esperamos en el 2010 alcanzar una disponibilidad de 20 niños por computador. En estos logros han sido muy importantes los aportes de las Secretarias de Educación.

Complementariamente, el esfuerzo en conectividad hace que en el último año hayamos alcanzado un cobertura del 23% de las sedes educativas oficiales del país con conectividad con banda ancha; al 2010, por lo menos el 60 por ciento de las sedes educativas tendrán este servicio.

 

Para apoyar a los maestros en el proceso de introducir el uso de las TIC, este año hemos realizado una capacitación básica a 6.945 para un acumulado en el periodo 2002–2007 de 123.416 docentes (aproximadamente el 40% de la planta de docentes oficial), y han participado en formación más avanzada 4.373 para un acumulado de 49.497 en este tipo de formación.

El segundo programa para la competitividad es el Programa Nacional de Bilingüismo, el cual busca responder al reto de comunicarnos en otra lengua. Para esto estamos adelantando acciones con el fin de que en el 2010 los bachilleres tengan un dominio básico del inglés. Con este fin hemos iniciado un programa de apoyo al mejoramiento de las competencias de los maestros de inglés en los establecimientos públicos. En 2007 estamos vinculando al proceso de formación y mejoramiento en el nivel básico inicial (B1) a 1.400 de los maestros de inglés, de los estos 256 docentes ya están en el proceso de formación y los restantes iniciaran capacitación a finales de septiembre. El 12% (500 maestros) de los docentes se capacitará en nivel básico intermedio (B2) , 134 ya iniciaron el proceso y los restantes lo harán a finales de septiembre.  En esto hemos contado con el entusiasta apoyo de las Secretarías de Educación.

Para evaluar los avances en inglés por parte de los estudiantes, en junio de 2007 se aplicó la Prueba ECAES alineada al marco común de referencia de lenguas internacionales y estamos a la espera de los resultados. Asimismo la prueba del ICFES, que se aplicará en septiembre de este año, fue alineada con dichos estándares.

En pertinencia estamos trabajando en el mejoramiento de la media para ajustarla a los requerimientos del mercado laboral. Durante este año se han articulado 232 instituciones de educación media con programas de técnico profesional y tecnológico de instituciones de educación superior y sector productivo y se ha promovido la incorporación de competencias laborales generales a los currículos de 61 instituciones de educación media.

En educación superior vemos clara la necesidad de adecuar la estructura educativa a las demandas del mercado laboral. En Colombia persiste una gran diferencia entre las pirámides de demanda laboral y la oferta educativa: mientras el mercado laboral cada día demanda más un recurso humano capacitado para aplicar y crear tecnología, contamos con un sistema de educación superior insuficiente, concentrado en formación universitaria y con una escasa oferta de técnicos y tecnólogos. Actualmente en el país el 70 por ciento de los estudiantes de educación superior cursa programas universitarios, y un 26.6% programas entre técnicos profesionales y tecnológicos.

La demanda por formación técnica es ratificada por el observatorio laboral de la educación, mediante el cual estamos haciendo seguimiento a más de 700.000 egresados de la educación superior desde el año 2001. El observatorio nos indica un crecimiento de las remuneraciones para los egresados como técnicos y tecnólogos mayor que el de las de otros niveles de formación.

Con esto en mente estamos ampliando la cobertura en educación superior a través de la adecuación y flexibilización de la oferta académica, esperando crear 200.000 cupos en carreras técnicas y tecnológicas y así recomponer la pirámide educacional.

Estamos financiando proyectos que buscan responder a las demandas productivas de las regiones mediante el diseño de programas técnicos y tecnológicos adecuados. Estos proyectos son desarrollados a través de 22 Alianzas estratégicas entre instituciones de educación superior, instituciones de educación media, sector productivo, gobiernos locales, SENA, y centros de investigación. Son 20 los departamentos y más de nueve los sectores productivos que en este último año se han vinculado a estas alianzas en las cuales el gobierno ha invertido $31 mil 500 millones de pesos.

Como resultado, en este mes se están presentando al Sistema de Aseguramiento de la Calidad para aprobación 100 programas técnicos y tecnológicos en todo el territorio nacional y en noviembre llegarán 60 más.

La combinación de estrategias para fomentar la educación técnica y tecnológica en el país ya ha comenzado a dar frutos. En el último año se ha dado un incremento de 17.960 nuevos estudiantes en programas técnicos y tecnológicos, de los cuales 7.739 corresponden a programas ofrecidos por el SENA y 10.221 a programas de las instituciones de educación superior, con lo cual la participación en el total de la matrícula de educación superior de este tipo de formación ha mostrado un incremento de 25.7% a 26.6%.

Finalmente, en el tema de EFICIENCIA nuestro gran reto ha sido modernizar el sistema administrativo del ministerio y sus entidades adscritas, las secretarias de educación y las universidades públicas, con el fin de garantizar un uso más efectivo de los recursos.

Entre el 2006 y 2007, logramos la certificación de calidad en gestión pública del Ministerio de Educación, siendo la primera entidad pública en obtener este reconocimiento a la calidad de sus servicios. Nuestra meta para el 2010 es que todas las entidades adscritas al ministerio obtengan la certificación.

El ICETEX se transformó en entidad financiera de carácter especial y adaptando su capacidad para duplicar el presupuesto anual de inversión en créditos educativos, logrando una disminución de costos de operación del 50%

Tal vez el avance más importante en términos de modernización del sector sea haber logrado basar nuestras decisiones en información confiable. Con la conformación de un sistema propio de recolección de información del sistema educativo, todo el sector cuenta hoy con información más relevante y oportuna.

Buscando avanzar en el proceso de descentralización desde el periodo anterior emprendimos un proyecto de modernización de las Secretarías certificadas, con el objeto de organizarlas haciendo énfasis en los procesos misionales. Hoy 55 secretarías están operando al menos con un sistema de información misional (matricula, nómina, financiero y atención al ciudadano) y la meta para el 2010, es lograr que las 78 secretarías certificadas trabajen con al menos tres sistemas de información.

En educación superior este año consolidamos el SNIES como un sistema de información que brinda estadísticas completas y ayuda tanto al ministerio como a las instituciones a organizar sus procesos administrativos en torno a la generación de indicadores de resultados. Este año, el 15 por ciento de las universidades (públicas y privadas) reportaron sus estadísticas en línea y la meta al 2010 es que el 100 ciento de las instituciones de educación superior lo hagan en forma automática.

Finalmente, el Plan decenal nos permitió comprobar la enorme capacidad y creatividad que tienen quienes trabajan por la educación, para proponer alternativas para el mejoramiento de la educación en Colombia. Esta es una de las mayores riquezas que tiene el país y sustenta las esperanzas de quienes creemos que, a través de la educación, es posible aportar verdaderamente a la construcción de una Colombia mejor. (…) "

Para comprender mejor la actual situación de la educación en Colombia merece la pena resaltar otros dos informes:

  • El Informe del Progreso Educativo de Colombia 2006, Hay avances, pero quedan desafíos, realizado con el apoyo de Corpoeducación, las Fundaciones Corona y Empresarios por la Educación y el Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe – PREAL.

  • Situación de la educación preescolar, básica, media y superior en Colombia, segunda edición, publicado en el 2006 y elaborado en el marco de la "Educación Compromiso de Todos – ECT"-, proyecto de Casa Editorial El Tiempo, Unicef, Plan Internacional, Corporación Región y las fundaciones Antonio Restrepo Barco y Corona.

Los resultados de estos informes, junto con los reportes informativos y estadísticos recientes del Ministerio de Educación Nacional, constituyen las fuentes básicas para la elaboración de este apartado.

El informe Hay avances, pero quedan desafíos afirma que "durante las dos últimas décadas las condiciones de vida de los colombianos han mejorado y el país ha logrado ubicarse entre las naciones de desarrollo humano medio. No obstante, 23 millones de colombianos siguen en la pobreza y persisten grandes diferencias entre departamentos (…). La educación es un factor fundamental para mejorar las condiciones de vida de las personas y fortalecer la democracia, la productividad y la cultura de la sociedad".

SITUACIÓN DE LA EDUCACIÓN PREESCOLAR, BÁSICA Y MEDIA

Los informes mencionados destacan avances importantes en la educación colombiana. Las evidencias recolectadas entre el 2000 y el 2005 se refieren a:

  • El aumento de niños y jóvenes matriculados en el sistema

  • La disminución de la deserción escolar y la reprobación

  • El mejoramiento de la formación de los educadores

  • La existencia de un nuevo sistema de ingreso y ascenso en el escalafón docente basado en el desempeño.

  • El aumento de los recursos para el sector y su destinación principalmente a la educación básica.

  • La existencia de estándares para las áreas básicas del conocimiento

  • La consolidación del sistema de evaluación de la calidad

  • La presencia de una legislación más clara sobre la descentralización y sobre las competencias y responsabilidades de la nación, los departamentos y los municipios

  • La mayor precisión que existe sobre las funciones de las instituciones educativas y sus rectores.

Del análisis más detallado de algunos factores resulta el siguiente panorama, en términos de avances y retos:

Equidad en el acceso a la educación – cobertura

La cobertura educativa está medida por la relación entre la matrícula o población que asiste a las instituciones educativas y la población objetivo, es decir la que está en edad de asistir a las mismas. Las tasas de cobertura son una medida de la capacidad del sistema educativo de integrar a la población a determinado nivel educativo.

Según datos del Departamento Nacional de Planeación, para 2005 las coberturas brutas eran:

• Preescolar 48,9%

• Primaria 109,1%

• Secundaria 95,1%

• Media 77,9%

En el último cuatrienio, la tasa de cobertura bruta para educación preescolar, básica y media aumentó porcentualmente, pasando de 82% en 2002 a 90% en 2006. En este periodo se generaron algo más de 1.4 millones de nuevos cupos.

Según el informe Hay avances, pero quedan desafíos, "el número de estudiantes matriculados aumentó, especialmente en las instituciones educativas oficiales. Las coberturas más bajas son las de preescolar, básica secundaria y media. Se estima que cerca de un millón de niños y jóvenes no estudian. La menor cobertura se presenta en la educación media. Aunque entre 2000 y 2005 los matriculados se incrementaron en más 33 mil y se llegó a cubrir casi un millón de estudiantes, 7 de cada 10 jóvenes en edad de cursar la media no están estudiando. Un poco más de la tercera parte de quienes asisten a 10º y 11º grado tienen por lo menos tres años más de la edad prevista para este nivel. A pesar de que en todos los departamentos la cobertura aumentó, existen brechas entre ellos". Los autores del informe consideran que el país necesita invertir aún más esfuerzos para universalizar la educación.

El análisis de equidad presentado en el informe Situación de la educación preescolar, básica, media y superior en Colombia, con base en los resultados de Encuesta de Calidad de Vida realizada en 2003, hace referencia a cuestiones como las siguientes:

Con respecto a la asistencia escolar por zona de residencia, se observa que "a pesar de los esfuerzos realizados, las personas que viven en el campo siguen en desventaja con respecto a las que residen en las ciudades: mientras que en estas últimas, 9 de cada 10 niños y jóvenes entre 5 y 15 años asisten a un establecimiento educativo, en las áreas rurales apenas 8 de cada 10 lo hacen. Las diferencias son aún más marcadas entre la población juvenil: mientras que en las ciudades 7 de cada 10 jóvenes entre 16 y 17 años asisten a la escuela, en el campo sólo 4 tienen esa oportunidad".

"Cuando se analiza la situación de acceso al sistema educativo por nivel de ingreso, se encuentran avances muy importantes a favor de los más pobres, especialmente en la población entre 5 y 6 años de edad, que es la que corresponde al grado obligatorio de preescolar (transición): en el 10% más pobre de la población la asistencia pasó de 48% al 75%. Se observan igualmente progresos significativos en los deciles 2 y 3, en los cuales se ubican familias pobres. Si bien aún es necesario realizar esfuerzos para que todos los niños y niñas en esa edad cursen el grado de transición, los resultados obtenidos en la última década han favorecido notoriamente a los más pobres. En contraste con el resultado anterior, en primaria los avances de cobertura neta por nivel de ingreso fueron mucho más modestos: entre 1997 y 2003 la proporción de estudiantes en edad de cursar este nivel subió tan solo un poco más de dos puntos porcentuales en los quintiles"

Finalmente, en secundaria y media también se aprecian efectos muy moderados en la cobertura entre el 20% más pobre de la población. En este nivel el principal crecimiento se dio en el tercer quintil, que corresponde a los estratos medios. También en secundaria y media los desafíos se centran en lograr la cobertura universal, con énfasis en los grupos poblacionales más pobres y vulnerables.

Eficiencia

Los investigadores reconocen el impacto positivo de los esfuerzos invertidos por el país para acercarse a la meta ideal de lograr que todos los niños y jóvenes, sin discriminación, estudien y reciban una educación de calidad. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Al respecto, el informe Situación de la educación preescolar, básica, media y superior en Colombia, presenta la deserción, la repetición de cursos, los años promedio de escolaridad y el analfabetismo como variables cuyo comportamiento está relacionado con la eficiencia del sistema educativo. Según el informe citado:

  • "La deserción se entiende como el abandono de los estudios antes de concluir un grado o un nivel. De acuerdo con las cifras del Ministerio de Educación Nacional, en 2002 cerca de 606.00023 niños, niñas y jóvenes desertaron del sistema. Esta situación se deriva de varios factores, algunos relacionados con aspectos sociales y económicos de las familias tales como no contar con recursos para sufragar los costos de mantener a los hijos estudiando (compra de útiles, libros de texto, uniformes, transporte, alimentación), y el desplazamiento provocado por la violencia que entre 1995 y mayo de 2004 había afectado a casi un millón cuatrocientas mil personas en todo el país, de acuerdo con las estadísticas de la Red de Solidaridad Social. La tasa de deserción en educación básica y media para el 2005 era de 5.8%, la cual disminuyó en 1.4% puntos porcentuales respecto a la de 2002 (7.2%)".

El fracaso escolar, especialmente cuando el estudiante debe repetir varias veces un curso, también repercute en el fenómeno de la deserción. Por otra parte, la percepción de los estudiantes respecto del valor que le asignan a la educación y el reconocimiento, expresado por algunos de ellos, de que la escuela les aporta muy poco para su vida y su futuro, es un aspecto preocupante que se está constituyendo en otra de las causas de la deserción.

Según la Encuesta de Calidad de Vida realizada a mediados de 2003 (citada en el informe Situación de la educación preescolar, básica, media y superior en Colombia), la principal razón para no estudiar "se refiere a los elevados costos de la educación o la falta de dinero para cubrir los gastos relacionados con el estudio. Cuando se analiza la situación por grupos de edad se encuentran diferencias entre los niños de 5 años, cuya causa principal es no estar en edad para hacerlo, mientras que para los niños, niñas y jóvenes de 6 a 17 años el principal motivo sigue siendo los altos costos. Una situación muy preocupante se refiere al hecho de que cerca de la cuarta parte de los jóvenes entre los 11 y 17 años no asiste porque "no le gusta o no le interesa el estudio", cifra un poco inferior a la encontrada en 1997 en la que el 29% mencionaba esta misma razón. En las áreas rurales es más alto el porcentaje de jóvenes que aducen esta razón".

  • La reprobación y repetición de cursos tiene efectos negativos sobre las personas y en el sistema educativo como un todo. "Cuando un niño repite siente que no es capaz de aprender, lo que va en detrimento de su autoestima y de sus posibilidades de éxito en el ámbito escolar. También aumenta la probabilidad de que abandone sus estudios antes de culminarlos. Desde los años 80 se han puesto en marcha en el país diversas medidas para erradicar la repetición a través de mecanismos como la promoción flexible y la promoción automática". En 2003, estos esfuerzos dieron resultados, evidenciándose una tendencia a la baja; en el 2002 cerca de 526.000 niños, niñas y jóvenes de todo el país repetían cursos, mientras que en 2003 lo hicieron 336.052"

Es posible que además, esto haya sido efecto del Decreto 230 de febrero de 2002, que reglamenta la evaluación y promoción, y expresa que "los establecimientos educativos tienen que garantizar un mínimo de promoción del 95% de los educandos que finalicen el año escolar en cada uno de sus grados". Este hecho, que generó gran controversia en el país, supone que las instituciones educativas deberían buscar alternativas para que sus estudiantes no se encuentren en situación de repetir un grado.

La meta deseable es que el índice de repetición sea del 0%, es decir que ningún niño repita año para reducir la situación de inequidad: "mientras que deben destinarse elevados recursos financieros para atender la población repitente, que según datos de la Dirección de Planeación del MEN ascienden a 326 mil millones de pesos, se disminuye la factibilidad de acceso para los niños y niñas que aspiran ingresar al servicio público educativo, pero que no encuentran cupos porque estos son reasignados a los alumnos que repiten La repetición es mayor en colegios oficiales que en privados, en todos los niveles, salvo preescolar, en donde la diferencia entre los sectores es mínima. Sin embargo, entre 2000 y 2003 la repetición disminuyó principalmente en los colegios oficiales. La disminución más representativa fue en secundaria; bajó dos puntos porcentuales en este sector y un punto porcentual en el privado".

  • El nivel educativo de la población, o sea los años promedio de escolaridad, es un indicador utilizado para analizar el nivel de desarrollo de los países y regiones. El informe Situación de la educación preescolar, básica, media y superior en Colombia, reporta que en el año 2003 "la población colombiana mayor de 15 años tenía en promedio 7,6 años de educación, lo que significa, tener dos años y medio de secundaria. Al comparar este resultado con la situación en 1997, cuando la escolaridad de este mismo grupo poblacional era de 6,9 años, se encuentra que el avance ha sido muy lento y si sigue en ese ritmo se necesitará un poco más de 30 años para lograr que la población colombiana tenga 12 años de escolaridad, lo que en la actualidad se considera como lo mínimo que debe poseer una persona y un país si quiere salir de la situación de pobreza y avanzar en el desarrollo económico".

  • La tasa de analfabetismo es uno los indicadores más representativos del nivel educativo de la población. Entre 2003 y 2006 se alfabetizaron 392.560 jóvenes y adultos. Sin embargo, según el Censo del DANE, la tasa de analfabetismo se encontraba en 2005 en 8,6%. Esto significa que aun hay un número importante de colombianos que carecen de las herramientas básicas para la comunicación, para quienes resulta muy difícil incorporarse a la vida productiva del país y beneficiarse de las oportunidades que brinda el desarrollo. En síntesis puede decirse que entre el 2000 y el 2005 el analfabetismo entre las personas mayores de 15 años, disminuyó. No obstante, 7 de cada 100 colombianos no saben leer ni escribir. Además, por cada persona analfabeta en las zonas urbanas, hay tres en las áreas rurales.

Calidad

En relación con este aspecto, se reconoce que en los últimos años se ha asumido en el país una noción de calidad "que va más allá de la disponibilidad de insumos y recursos, sin desconocer que estos son importantes para lograr más y mejores aprendizajes. El concepto de calidad tiene que ver con la necesidad de asegurar que todos los estudiantes, independientemente de sus características individuales y socioeconómicas, desarrollen las competencias y valores necesarios para participar en la vida social y productiva en igualdad de condiciones" (Informe: Situación de la educación preescolar, básica, media y superior en Colombia).

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