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Preparación psicológica de cuidadores de adultos mayores en el área de un consultorio médico



Partes: 1, 2, 3

Monografía destacada

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Marco Teórico Conceptual
  4. Diseño metodológico
  5. Análisis y discusión de los resultados
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones
  8. Referencias Bibliográficas
  9. Anexos

La fragilidad humana, en la ancianidad, es una llamada a

la mutua dependencia y la necesaria solidaridad que une a

las generaciones entre si, toda persona esta necesitada de

la otra y se enriquece con los dones y carisma de todos.

Juan Pablo II

La presente investigación se desarrolló en el área de salud del Policlínico Universitario "Juan Bruno Zayas Alfonso", del Municipio de Cifuentes, provincia Villa Clara, en el periodo comprendido de septiembre de 2014 a junio de 2015, siguiendo un paradigma predominantemente cuantitativo y clasificándose en aplicada, descriptiva, no experimental y transversal. Con el objetivo de evaluar la preparación psicológica para enfrentar el cuidado de adultos mayores se estudiaron 62 cuidadores pertenecientes al consultorio médico de la familia 22-2, identificado como el de la población más envejecida del área. Se utilizaron métodos y técnicas del nivel teórico y empírico, entre ellos cuestionarios y diferentes test psicológicos para llegar a obtener la información definida como objetivos específicos: identificar el estado de conocimientos de los cuidadores para ejercer su rol y constatar las motivaciones y vivencias afectivas que se generan en ello. Como resultado se obtuvo que la preparación psicológica de estos es insuficiente, tienen conocimientos sobre algunos aspectos de la etapa por la que transitan los que cuidan y aún cuando declaran necesidades internas, motivos y vivencias positivas, su motivación predominante está asociada al compromiso moral, familiar o laboral, lo que los hace más vulnerables a la ansiedad y a la depresión.

El envejecimiento no es un fenómeno exclusivo de las sociedades modernas: ha estado presente en todas las etapas del desarrollo social. Sin embargo durante el pasado siglo, asistimos a una situación singular; más y más personas sobrepasaron el inicio de lo que el hombre ha llamado etapa de vejez y se transformó el privilegio de algunos en una oportunidad para muchos; esto convirtió el envejecimiento poblacional en un reto para las sociedades modernas. (1)

Desde tiempos muy remotos Platón, precursor de la gerontología aportó una visión intimista e individualista de la vejez, resaltando la idea de que se envejece como se vive, como se ha vivido, dándole gran importancia a como habría que prepararse para la ancianidad desde la juventud. El pensamiento de Platón cobra relevancia indiscutible hoy cuando la tendencia demográfica del desarrollo poblacional apunta hacia un aumento rápido y acelerado de las personas mayores de 60 años en la mayoría de los países del mundo. (2)

Desde el inicio de la historia de la humanidad hasta principios del siglo XX ,los seres humanos lograron un promedio de vida de 47 años, pero de ahí hasta hoy, este promedio aumentó casi 30 años. (1) Las causas de envejecimiento poblacional son las mismas en todos los países, a lo largo del tiempo, aunque han tenido un papel diferente en cada etapa, (disminución de la natalidad y la fecundidad, disminución de la mortalidad en dependencia del grupo de edad y las migraciones).Según calculo de Naciones Unidas, en1950 habían alrededor de 200 000 000 personas de 60 años o más. El siglo XXI comenzó con 600 000 000 de individuos en la población mundial.

Este fenómeno afecta tanto al mundo desarrollado, como al tercer mundo. El envejecimiento latinoamericano y caribeño ha sido muy rápido. En el año 2000, según datos de la CEPAL, había en la región poco más de 41000 000 de personas de este grupo etáreo, que se incrementará en menos de 25 años a más del doble, o sea unos 98 000 000. Se afirma que la región del Caribe es hoy la región en desarrollo más vieja del mundo. Este proceso de envejecimiento es muy heterogéneo, existen países en cada una de las etapas de transición demográfica, algunos como: Bolivia, Guatemala y Haití poseen un envejecimiento poblacional incipiente, otros como: Uruguay, Argentina, Barbados y Cuba presentan un envejecimiento avanzado. La heterogeneidad no es solo demográfica sino económica, social y cultural.

Estudios y datos actuales avalan que la esperanza de vida de los adultos que llegan a los 60 años es de 20 años más y los que llegan a 80 de 6 ó 7 años más. En el mundo actual se habla de la existencia de una población envejecida en la cual se observa una proporción de personas mayores de 60 años moviéndose en rangos donde de cada 4 personas algo más de uno es adulto mayor.

Cuba es un ejemplo de país con un envejecimiento importante de su población, el 15.3 por ciento de los cubanos tiene 60 años o más, cifra que aumentará según estimaciones en casi el 25 por ciento en el 2025. Los actuales niveles de envejecimiento de la población anciana son comparables con los más altos del mundo, con un crecimiento relativo mayor en las zonas rurales que en las urbanas, y una mayor proporción de ancianos en las provincias occidentales y centrales que en las orientales. (1) Hoy el país exhibe una esperanza de vida al nacer de 77 años ubicándose en el lugar número 24 en el mundo antecedida por naciones como: Suecia, Japón, Suiza y Francia. (2)

Villa Clara es una de las provincias más envejecidas del país, y Cifuentes se ubica en el tercer municipio de la provincia, después de Placetas y Caibarién. El abordar la problemática del envejecimiento como proceso demanda conocer el rol del anciano dentro de la estructura y dinámica familiar, la naturaleza de las relaciones con los hijos y la forma de solidaridad intergeneracional, como un elemento fundamental para el análisis de la calidad de vida en la vejez.

La familia como red social de apoyo acrecienta su importancia con el envejecimiento, en esta etapa en que tienden a retraerse otras relaciones sociales. (3)

De la misma manera que el envejecimiento transforma sustancial y progresivamente la situación de salud individual, también influye sobre la estructura y la dinámica de la familia como célula básica de la sociedad. (4)

Si bien el envejecimiento no constituye en modo alguno un problema de salud sino un logro alcanzado por la humanidad, en el cual mucho ha tenido que ver el desarrollo científico técnico logrado, no es menos cierto que con éste comienza a proliferar de manera creciente, un grupo de enfermedades crónicas y degenerativas. En este grupo se encuentran las demencias, dolencias de elevada frecuencia en el adulto mayor, no solo por su magnitud, sino por su repercusión a nivel individual, familiar y social. (4)

La familia en la actualidad constituye la más fácil representación en proceso de brindar cuidados, ella interviene de manera directa en la solución de enfermedades, por lo que necesita de una adecuada salud, resultando de gran importancia la atención que se le brinda a la misma. (5)

Teniendo en cuenta que la preocupación básica de una sociedad como la cubana es el bienestar del hombre se han establecido nuevos escenarios de atención que proporcionan el alcance de un adecuado estado físico, social y mental en un individuo o grupo, por lo cual al hablar de salud esta constituye el propósito fundamental del estado.

Cada vez que una persona ayuda a un individuo se establece una relación de confianza mutua, que lo lleva al concepto histórico de que el hombre siempre ha prestado cuidados a sus semejantes. (6)

Diversos son los autores que han dedicado sus investigaciones científicas al estudio de los "cuidadores". Colliere señala que cuidar es ante todo un acto de vida, representa una infinita variedad de actividades dirigidas a mantener y conservar la vida y facilita las condiciones para la realización del proceso vital humano. Por otra parte la noción de cuidar implica actividades que tienen diferentes niveles de complejidad que pueden necesitar incluso la utilización de tecnología, pero aun en estos casos, es posible que sean asumidas por un miembro de la familia o allegado a ella, el cual se instruye para tal fin. (6)

La atención de los cuidadores de la salud se desarrolla en dos sistemas bien distintos que no siempre coinciden en el rol que cada uno de ellos debe desempeñar. Estos sistemas son: el formal (constituido por instituciones y servicios sanitarios) y el informal (lo compone fundamentalmente la familia, formando parte de una gama de actividades que el sistema social ejerce sobre la salud de la población).Estas actuaciones circunscriptas al sistema informal requieren de personas con alguna dependencia de cuidados, para que se piense en un cuidador.

Celma y J.Glean coinciden al plantear que el cuidador crucial es la persona o familiar que mantenga el contacto humano con el paciente incapacitado, el que a diario le satisface sus necesidades básicas, lo mantiene vinculado a la sociedad y lo provee de afecto, puede darse el caso que alguien, en función de cuidador, satisfaga las necesidades básicas del individuo, pero lo mantenga desvinculado de la sociedad y sobrevalore el afecto o que predomine lo material y abandone lo básico y lo social.(7)

Existe un consenso generalizado entre los investigadores respecto a que la situación de cuidar a una persona mayor constituye una situación estresante, específicamente, podría considerarse que cuidar es una de las situaciones generadoras de estrés crónico más intrínsecamente representativas. A escala internacional los cuidadores cruciales o informales son los más importantes, constituyen la modalidad de asistencia predominante y reciben escaso o nulo apoyo profesional.

En opinión del Dr. José Merced, médico adjunto en Geriatría Hospital Dr. Perset (Valencia, España), el problema en cuidar un anciano en casa es que se desconoce si la familia está preparada para asumir este rol. Somos la sociedad más envejecida de Europa (señala), pero nadie nos enseña a cuidar a los mayores. Este autor considera que aprender a cuidar a los mayores supondría también un ahorro de dinero y recursos, ya que el desconocimiento motiva que ante cualquier eventualidad los familiares acudan a la urgencia de los hospitales o la institucionalización de los ancianos bajo su custodia. (8)

En nuestros días el trabajo del cuidador, además de continuar siendo ejercido por miembros de la familia, ha adquirido prácticamente niveles de profesionalización, siendo cada día mayor la demanda de cuidadores capacitados. (9)

El estado cubano realiza enormes esfuerzos para la seguridad de las personas que arriban a la tercera edad y emplea para ello cuantiosos recursos, tanto materiales como humanos, sin escatimar el costo de estos .El apoyo que reciben en el seno familiar los ancianos es uno de los recursos más importantes en la atención y tratamiento de estos. Pero se hace necesario priorizar la preparación a dichos familiares sobre el manejo y cuidado del adulto mayor, aspecto que sería indudablemente beneficioso e imprescindible a pesar de los esfuerzos. (10)

El tema de los cuidadores adquiere especial importancia si se parte de que actualmente todas las áreas de salud en Cuba cuentan con los equipos multidisciplinarios de atención Gerontológico estos durante su labor se dedican a evaluar al anciano y su entorno más cercano, a medida que este grupo de trabajo ha extendido su labor el diagnóstico de adultos mayores con demencias ha ido en aumento y tanto ellos como sus cuidadores necesitan de atención.

Cuidar al anciano es fundamental para que pueda ejercer su labor en un modo óptimo y continuado. El reconocimiento moral del sujeto cuidado, el anciano, no solo es una ética del cuidar, sino también lo es el reconocimiento moral y jurídico de cuidador, el que ejerce la noble función social de cuidar a otros seres humanos. Raramente se considera su figura y la labor en el discurso moral sobre el cuidar. El respeto a su persona y su actividad es básica para que pueda ejercer su tarea dignamente. (11)

Progresivamente se ha visto un incremento en el número de cuidadores de adultos mayores por los familiares en las diferentes áreas de salud, estudios realizados en Cuba y específicamente en Villa Clara, los investigadores J.D. Torres Hernández y Lluch Bonel hacen referencia a este problema. (12) (13) En el Consultorio Médico de Familia 22.2 perteneciente al Policlínico "Juan Bruno Zayas¨ de Cifuentes se ha identificado la existencia de una población adulta mayor de 332 gerontes, representando el 26.20% de la población total, de ellos actualmente 62 tienen cuidadores. Teniendo en cuenta que una de las dificultades con las que día a día se enfrentan estas personas que asisten o cuidan a un adulto mayor es la escasa información o preparación psicológica para desarrollar esta actividad , por lo que la autora considera oportuno el planteamiento del siguiente problema científico:

¿Qué preparación psicológica tienen un grupo de cuidadores de adultos mayores del consultorio médico 22.2 del Policlínico Universitario" Juan Bruno Zayas Alfonso", de Cifuentes?

OBJETIVOS.

Objetivo General:

Evaluar la preparación psicológica en un grupo de cuidadores, para enfrentar el cuidado de adultos mayores pertenecientes al consultorio médico de familia 22.2 del área de salud Policlínico Universitario "Juan Bruno Zayas Alfonso" de Cifuentes

Objetivos específicos:

1-Identificar el estado de conocimiento de los cuidadores del estudio para ejercer su rol.

2- Constatar las motivaciones y vivencias afectivas que se generan en los cuidadores al ejercer su función.

CAPITULO I.

El envejecimiento humano es un fenómeno universal e inevitable; etimológicamente, el vocablo vejez (derivado de viejo) procede del latín veclus, vetulusm, que a su vez, viene definido por la persona de mucha edad. (14)

Así, todos estos fenómenos (viejo, vejez y envejecimiento), en principio, hacen referencia a una condición temporal y concretamente a una forma de tener en cuenta el tiempo y la consecuencia del tiempo en el individuo, es decir, a la edad, con frecuencia se considera que es la edad cronológica del individuo la que marca la vejez. Con base en la edad cronológica, B. Neugarten establece dos categorías de vejez: los jóvenes viejos, que abarcaría de los 55 a los 75 años y la de viejos-viejos que se situaría a partir de los 75 años. (15), (16)

La gerontología es el estudio del envejecimiento, incluidos los cambios, biológicos, sociológicos y psicológicos. (17) La mayor parte de las funciones biológicas dependientes de la edad llegan al máximo antes de los 30 años y va disminuyendo de forma gradual y lineal después, esta disminución puede ser crítica durante períodos de estrés, aunque en general afecta poco o nada a las actividades diarias. Por tanto la principal causa de la pérdida funcional en la vejez son las enfermedades, no el propio envejecimiento normal. (17)

El envejecimiento se define como la serie de modificaciones morfológicas, psicológicas, funcionales y bioquímicas que origina el paso del tiempo sobre los seres vivos .Se caracteriza por la pérdida progresiva de la capacidad de adaptación y reserva del organismo ante los cambios. Es un proceso dinámico el cual se inicia en el momento del nacimiento y se desarrolla a lo largo de toda la vida. (1)

La función fisiológica de muchos órganos y sistemas tiende a declinar con la edad y con una amplia variabilidad individual. (17)

Repercusión del envejecimiento en algunos órganos y sistemas.

Digestivo: Disminución de la secreción salival, descenso de la secreción ácida y de pepsina, disminución en el hígado de la síntesis de proteínas, enlentecimiento del tránsito intestinal, disminuye la respuesta peristáltica y la no peristáltica.

Cardiovascular: Enlentecimiento del llenado diastólico precoz, aumento del llenado diastólico tardío, incremento de la resistencia periférica, disminuye la capacidad de respuesta a la modulación beta adrenérgica, ante el esfuerzo, el aumento de la frecuencia cardiaca es menor que en el joven, tendencia al síncope, disminuye la fracción de eyección.

Respiratorio: Aumenta el volumen residual, disminuye la capacidad vital en 20 a 25 ml / año a partir de los 25 a 30 años, disminuye la respuesta a la hipoxia e hipercapnia disminuye el flujo respiratorio máximo en el primer segundo, aumenta el riesgo de muerte por neumonías, aumenta la probabilidad de disnea durante el ejercicio intenso si las personas son normalmente sedentarias, aumenta el riesgo de complicaciones graves en pacientes con trastornos pulmonares.

Endocrino: Menopausia, disminuye la secreción de estrógenos y progesterona, existe una alteración en la tolerancia a la glucosa, disminuye la secreción de testosterona, hormona del crecimiento, absorción y activación de vitamina D, la masa muscular, la masa ósea, aumenta el riesgo de fracturas, incidencias de alteraciones tiroideas, pérdida de mineral del hueso.

Sistema Nervioso y Órganos de los Sentidos: Se modifica la inteligencia fluida refleja la habilidad para procesar y manipular nueva información, disminuye la memoria sensorial y de fijación, no se altera la inmediata y de evocación pueden aparecer también: reducción de la capacidad de integración visuespacial y aumento en el tiempo de reacción, tendencia a los síntomas parkinsonianos, disminuye el gusto y en consecuencia disminuye el apetito, disminuye el olfato, pérdida de la audición a frecuencias altas, mayor incidencia de presbiacusia, pérdida de la elasticidad de la membrana timpánica, atrofia de las células cocleares y descenso de las neuronas auditivas, presbiopia, disminuye la agudeza visual, aumenta la incidencia de cataratas, engrosamiento del cristalino, disminuye la sensibilidad a los colores y la capacidad de adaptación a la oscuridad y a la luz.

Sistema Renal: disminuye el flujo sanguíneo renal, el filtrado glomerular, la secreción y reabsorción tubular renal, la contractilidad vesical y la capacidad para posponer la micción disminuyen con la edad, disminuye el agua corporal total, más importante en las mujeres, la masa renal disminuye.

Sistema Osteomioarticular: Diminuye la masa ósea, degeneración de los tejidos cartilaginosos, fibrosis, disminución gradual de la masa muscular y la fuerza, mayor rigidez de los tendones con pérdida de su contenido hídrico, degeneración y disminución del espacio intervertebral disminuye la masa corporal magra ,sobre todo a expensas del músculo esquelético, tendencia a la artrosis.

Piel y Tejido Conjuntivo: Disminuye la densidad e irrigación sanguínea, dérmica y del recambio epidérmico, pérdida del colágeno y adelgazamiento de la unión dermo epidérmica, atrofia de las glándulas sudoríparas, aparición de arrugas, alopecia y encanamiento del pelo, piel seca, prurito, retraso en la cicatrización y disminución de la sudoración.

Sistema Hematopoyético: Aumento de la grasa y disminución del tejido hematopoyético, descenso en la actividad de la medula ósea, aumento del volumen corpuscular medio y de la fragilidad de los hematíes. (1), (17)

Desde el punto de vista psicológico se encontró un referente significativo en la Teoría Integradora del Crecer, ofrecida por la Metodología de los Procesos Correctores Comunitarios. En esta teoría se concibe el desarrollo psicológico, como un proceso de sucesivos desprendimientos que en función de cada adquisición van articulando la progresiva autonomía del sujeto. Con ella se hace un recorrido que permite caracterizar, en una primera aproximación las diferentes etapas del crecer saludable. (Se incluyen solo las etapas estudiadas en el presente trabajo). (18)

Décima Etapa. Segunda Madurez de los 51 a los 65 años.

Aquí ya están presentes las canas y/o la calvicie, las libras de más, la celulitis, pero aún hay mucha vitalidad y energía para hacer muchas actividades interesantes y nuevas. Las mujeres y hombres de esta edad:

  • Enfrentan importantes duelos entre los que se encuentran: la jubilación, que debe producirse dentro de estas edades, así como los que proponen los cambios que origina el climaterio.

  • Valoran la posibilidad de vivir de sus" rentas", de los resultados obtenidos.

  • Son capaces de extraer sabiduría de todo lo aprendido.

  • Se dan determinados permisos.

  • Tienen un súper- yo más tolerante y flexible.

  • Se narcisizan con de los resultados de toda la vida.

  • Pueden iniciar un replanteo del lugar que ocupan en el hogar u otros espacios.

  • Pueden reconceptualizar sus proyectos de vida.

Oncena Etapa. La Vejez de los 66 a los 80 años.

Esta etapa está signada, en el imaginario social por ser una edad donde predominan los duelos, también puede empezar a sentirse la soledad, relacionada con posibles pérdidas de seres queridos, pareja, amigos, entre otros.

En este sentido muchas veces se "naturaliza" la tristeza, el gris como color que representa estas edades. Sin embargo, en épocas históricas anteriores y en otras culturas, está edad es, junto con la siguiente, objeto de veneración, respeto y sabiduría.

El aumento de la esperanza de vida, por condiciones más saludables, por mayor calidad de vida, junto con la disminución de las tasa de natalidad en muchos países hacen que actualmente se esté frente a un importante proceso de envejecimiento poblacional requiriendo de atenciones profesionales, específicas, lo cual exige una preparación de todos para transitar por estas edades de forma saludable para el anciano (a), su familia y su comunidad. De aquí que, en estas edades:

  • El viejo y la vieja, vienen de vivir de sus "rentas" y aun tienen proyectos, ellos están más volcados a dar aportes sociales.

  • Sus cuerpos, espacios, tiempos y obligaciones son diferentes, más tranquilos y reposados.

  • Cambian amistades ya que pueden hacer con relativa rapidez nuevas amistades.

  • Las y los viejos (as) entablan también, con cierta facilidad, relaciones con personas de edades más tempranas. Sus casas son más abiertas, transitadas por gente mucho más joven.

  • Son reconocidos como "viejos sabios" o "viejas damas sabias"

  • Establecen, predominantemente, sus proyectos con sus iguales.

  • Aprovechan todas las oportunidades, los momentos placenteros para sentirse bien.

  • Se incrementan los golpes narcisísticos relacionados esencialmente con las inevitables pérdidas de posibilidades biológicas.

Duodécima Etapa. La Ancianidad de los 80 años en adelante

Con un crecer saludable el sujeto arriba a esta edad reposadamente, con dignidad, máxime si la familia y la comunidad le ofrecen un lugar de respeto, comprensión y aprovechamiento óptimo de las posibilidades conservadas de valerse por sí mismos. Es por esto que:

  • En este período es importante el lugar que se le da al anciano en la familia y la forma en que se cuida, así como su relación con la comunidad, entre otros.

  • Los y las ancianos (as), en esta etapa se cuestionan constantemente su narcisismo. ¿Qué parte de mí está mal ahora?…

  • Continúan y pueden acrecentarse los duelos por la pareja, familiares y amigos perdidos. ¿Qué puedo sostener después de mi vida de pareja?…

  • Existen limitaciones de posibilidades físicas, aunque es necesario no inmovilizarlos permitiéndoles hacer lo que sus fuerzas le permitan.

  • Sienten inseguridad en el futuro y temor a la muerte.(18)

Al aumentar la expectativa de vida y disminuir la tasa de natalidad, resulta evidente que aumentará, en un futuro próximo, el número de personas que necesiten ayuda y, por tanto, el número de cuidadores. (19)

La palabra cuidado viene del latín, cura, relación de amor, relación de preocupación , escuchar las señales , interpretar las señales, estar junto, afectar y ser afectado es inherente a los seres humanos y eso no es encontrado en las máquinas. (20)

En el año 1489 un galeno, Zerbi, introdujo el término gerontocomía definiendo así el "arte de cuidar a los viejos¨. (21). Cuando se trata de definir a un cuidador de persona adulta mayor, casi de inmediato se piensa en una persona vestida de gabacha blanca, vinculado a hospitales y clínicas, y con un título de enfermería. Lo menos imaginado es que cualquiera puede verse convertido en cuidador de personas adultas mayores y es que cuando nuestros padres, abuelos y hermanos con edades de 60 años se enferman, se debe asumir su cuidado integral. (22)

Se reconoce entonces que el rol de cuidador aparece cuando una persona dispensa cuidados a otra, independientemente del vínculo consanguíneo que ambas compartan, basta con que una reciba atenciones y la otra las brinde.(22) De ahí que se asuma como Cuidador: aquella persona que asiste o cuida a otra afectada de cualquier tipo de discapacidad, minusvalía o incapacidad que le dificulta o impide el desarrollo normal de sus actividades vitales o sus relaciones sociales. (23)

Cuidar es una situación que muchas personas a lo largo de sus vidas acaban experimentando. La experiencia de cada cuidador es única ya que son muchos los aspectos que hacen diferente a cada cuidador. El por qué se cuida, a quién se cuida, la relación previa con la persona cuidada, la causa y el grado de la dependencia del familiar de edad avanzada, la ayuda que prestan otros miembros de la familia, las exigencias que se marquen los cuidadores, entre otros, son algunos de esos elementos.(19)

Características comunes a las situaciones de cuidado de personas mayores

  • Proporcionar esta ayuda es una buena forma de que los mayores sientan
    que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas.

  • Implica una dedicación importante de tiempo y energía

  • Conlleva tareas que pueden no ser cómodas y agradables. Suele
    darse más de lo que se recibe

Es una actividad que, normalmente, no se ha previsto y para la cual no
se ha sido previamente preparado. Cuidar implica muchas y variadas actividades
de prestación de ayuda. Aunque las áreas en las que se prestan
cuidados y las tareas que implica dicha ayuda dependen de cada situación
particular, muchas de las acciones habituales que implica la prestación
de ayuda a una persona mayor dependiente son comunes a la mayoría de
las situaciones de cuidado.

Tareas frecuentes de los cuidadores:

  • Ayuda en las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar y otros.)

  • Ayuda para el transporte fuera del domicilio (por ejemplo: acompañarle al médico).

  • Ayuda para el desplazamiento en el interior del domicilio.

  • Ayuda para la higiene personal (peinarse, bañarse).

  • Ayuda para la administración del dinero y los bienes.

  • Supervisión en la toma de medicamentos.

  • Colaboración en tareas de enfermería.

  • Llamar por teléfono o visitar regularmente a la persona que se cuida.

  • Resolver situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo: cuando se comporta de forma agitada).

  • Ayuda para la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.

Hacer muchas "pequeñas cosas" (por ejemplo; llevarle un vaso de agua, acercar la radio).

Cuidar a un familiar que depende de ayuda para satisfacer sus necesidades puede ser una de las experiencias más conmovedoras y satisfactorias. Cuidar a otra persona puede hacer que en las numerosas tareas que ello implica se descubra en nosotros mismos cualidades, aptitudes o talentos que, probablemente, de otra forma hubieran pasado desapercibidas. Así mismo, cuidar a otra persona puede permitir establecer una relación más próxima con quien se cuida, o con otros familiares y que se perciba en ellos facetas interesantes que hasta entonces habían permanecido ocultas para nosotros. Una gran parte de los cuidadores, pese a posibles sinsabores, acaban descubriendo la íntima satisfacción de ser útiles a sus familiares más próximos.

También puede ser una de las experiencias más solitarias e ingratas. En muchos casos, el cuidado es, al mismo tiempo, solitario, ingrato, conmovedor y satisfactorio. Lo que es seguro es que cuidar a un familiar es una de las experiencias más dignas y merecedoras de reconocimiento por parte de la sociedad. (19)

En la inmensa mayoría de los casos una persona no se convierte en cuidadora de un día para otro. La mayor parte de las causas de dependencia de las personas mayores son trastornos o enfermedades que implican un deterioro progresivo, asociado a un progresivo aumento de su necesidad de ayuda en las actividades de la vida cotidiana.

El proceso de adquisición del papel o rol de cuidador, que será más o menos largo en función de múltiples factores, es de suma importancia pues influye sustancialmente en la forma en que posteriormente se prestan los cuidados y en cómo se sienten los cuidadores.

Frecuentemente, en el inicio del cuidado, la persona que cuida aún no está plenamente conciente de ser el miembro de la familia sobre el que va a recaer la mayor parte del esfuerzo y responsabilidades del cuidado este desconoce que probablemente se encuentra en una situación la cual puede mantenerse durante muchos años y que, posiblemente, implique un progresivo aumento de dedicación en tiempo y energía. Poco a poco, sin apenas darse cuenta de ello, la persona va integrando su nuevo papel de cuidador/a en su vida diaria. (19)

Algunas de las diversas formas en que puede comenzar el cuidado:

  • Tras una enfermedad aguda y una hospitalización que requiere un período de convalecencia.

  • Tras un período de fragilidad física asociado a un envejecimiento biológico normal que, poco a poco, exige más ayuda

  • A causa de una enfermedad degenerativa de la que ya existían algunas evidencias.

Una de las situaciones más comunes y difíciles comienza cuando la persona o personas mayores, que viven en su propio domicilio con niveles relativamente altos de independencia y autonomía funcional, se preocupan, al igual que sus familiares, por el hecho de vivir solos en sus condiciones de edad y fragilidad, así como por algunos sucesos puntuales (por ejemplo, una caída). Así, se plantea en el ámbito familiar si es conveniente que sigan viviendo solos o se trasladen cerca de los hijos o a la propia casa de ellos. Estas situaciones son comunes para que las personas las cuales asumen el cuidado generalmente no han previsto todas las implicaciones que a mediano y a largo plazo van a tener. (19)

Presumiblemente, se trata en todas ellas de un momento ideal para la intervención de profesionales que puedan analizar la situación con los familiares, sugerir alternativas y ayudarles a tomar decisiones y, en su caso, a planificar el cuidado de la persona mayor.

Las mejores soluciones respecto al cuidado son siempre las que guardan el equilibrio entre el mantenimiento de la independencia funcional de las personas mayores y su seguridad. (19)

Motivos por los que se cuida a una persona mayor:

La mayoría de las personas que cuidan a sus familiares están de acuerdo en que se trata de un deber moral que no debe ser eludido y que existe una responsabilidad social y familiar, unas normas sociales, que deben ser respetadas. Sin embargo, no es ésta la única razón que puede llevar a las personas a cuidar a sus familiares. Los cuidadores también señalan otros motivos para prestar cuidados:

  • Por motivación altruista, es decir, para mantener el bienestar de la persona cuidada, porque se entienden y comparten sus necesidades. El cuidador se pone en el lugar del otro y siente sus necesidades, intereses y emociones.

  • Por reciprocidad, ya que antes la persona ahora cuidada les cuidó a ellos.

  • Por la gratitud y estima que les muestra la persona cuidada.

  • Por sentimientos de culpa del pasado: algunos cuidadores se toman el cuidado como una forma de redimirse, de superar sentimientos de culpa creados por situaciones del pasado: "En el pasado no me porté lo correctamente bien con mi madre. Ahora debo hacer todo lo posible por comportarme con ella".

  • Para evitar la censura de la familia, amigos, conocidos y otros en el caso de que no se cuidara al familiar en casa.

  • Para obtener la aprobación social de la familia, amigos, conocidos y de la sociedad en general por prestar cuidados.

Todas las anteriores son razones para cuidar a un familiar. Parece lógico suponer que el mayor "peso" de una u otra razón influirá en la calidad, cantidad y tipo de ayuda que se proporcionará, así como, en el grado de satisfacción con la experiencia de cuidado obtenido por el cuidador. (19)

Tipos de cuidador:

Cuidador Informal: Son aquellos que no son remunerados y tienen un elevado
grado de compromiso hacia la tarea, caracterizados por el afecto y una atención
sin límites de horarios. Es brindada por familiares, amigos y vecinos.
Se diferencian en cuidadores principales o primarios y cuidadores secundarios
según el grado de responsabilidad en el cuidado de los ancianos. (23)

Cuidador Formal: Toda aquella persona que cuida en forma directa a ancianos
en diversos ámbitos, esté o no capacitado, recibiendo un pago
o beneficio pecuniario (dinero) por su trabajo. (23)

En Veracruz (México), los cuidadores formales de ancianos son
personas capacitadas a través de cursos teóricos –empíricos
de formación para otorgar atención preventiva, asistencial y educativa
al senecto y, en caso de que exista, al grupo familiar. (23)

En el medio colombiano el cuidado de la salud del discapacitado sigue
correspondiendo en su mayor medida a la familia y al sistema doméstico.
(24)

En España, por lo general la familia es la que asume la mayor
parte del cuidado de estas personas (72%). (19)

En 2006 se firma un convenio entre el Ministerio de Trabajo Empleo y
Seguridad Social y el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados
y Pensionados de Argentina para llevar adelante la capacitación profesional
y la promoción de empleo, en tareas como la de los auxiliares gerontológico
polivalentes.(21)

En Cuba estudios realizados revelan también que en mayor medida
el cuidado del anciano es asumido por su familia. (12), (13)

Otras Clasificaciones:

Por su relación con el anciano que cuidan:

  • Externos: No son integrantes de la familia del anciano.

  • Internos: Son integrantes de la familia del anciano.

Por su capacitación:

  • Empíricos: No efectuaron los cursos de formación.

  • Profesionales: Se capacitaron en los cursos de formación.

Por el lugar donde desarrollan su actividad profesional:

  • Domiciliarios: Cuidan en los domicilios de los ancianos.

  • Institucionales: Cuidan en instituciones.

Por su empeño cotidiano:

  • Difusores: No cuidan ancianos, pero participan en las difusiones gerontológicas.

  • Asistenciales: Su tarea es cuidar ancianos en los domicilios, deslindando a la familia de esa tarea por muchas horas semanales.

Por el tipo de asistencia que ofrece a la familia de los ancianos:

  • De respiro: Su tarea se realiza en varios domicilios diariamente. Dan respiro por pocas horas semanales a la familia, para que estas continúen cuidando a sus ancianos.

  • Asistenciales: Su tarea es cuidar ancianos en los domicilios, deslindando a la familia de esa tarea por muchas horas semanales. (21)

Durante el extenso tiempo que se prolonga una situación de cuidado, las personas implicadas experimentan cambios en las distintas áreas de su vida. Estos cambios transforman los roles y responsabilidades los cuales hasta ese momento habían tenido los miembros del núcleo familiar afectado. El proceso de "ajuste" a la nueva situación suele llevar asociadas tensiones y dificultades que harán necesario el empleo de adecuadas habilidades de afrontamiento tanto por parte de los cuidadores como de la persona mayor dependiente. (19)

El cuidado del anciano puede ser percibido de diferentes formas por el cuidador, pero se debe tener en cuenta que siempre es un rol estresante que puede generar consecuencias negativas para el cuidador (las cuales repercutirán de la misma forma en el adulto mayor) y cuando esto ocurre es necesario hablar de, carga del cuidador , este concepto se refiere al grado en que el cuidador percibe que sus actividades de cuidado perturbaban su salud psicofísica, emocional, social, así como, la situación económica.(23),(25)

La ¨carga¨ es un elemento crucial en el análisis de las repercusiones del cuidado de las personas mayores. Hay que destacar una distinción importante sobre el concepto de carga, son las dimensiones ¨objetiva¨ y ¨subjetiva¨ de la misma.(21)

La carga subjetiva: Son las actitudes y reacciones emocionales que se presentan ante la experiencia de cuidar, cómo se siente: "Es la percepción del cuidador de la repercusión emocional de las demandas o de los problemas relacionados con el acto de cuidar". (21)

La carga objetiva: Es el grado de perturbaciones o cambios en diversos aspectos de la vida de los cuidadores. Se refiere a la cantidad de tiempo invertido en cuidados, problemas conductuales del enfermo, disrupción de la vida social. (21)

La familia dispone de recursos como cohesión, adaptabilidad, normas, valores, conductas para afrontar tensiones y auxilio médico, entre otras. Y cuando se expone a momentos críticos que implican perturbaciones, por ejemplo: la presencia de una enfermedad incapacitante en uno de sus miembros, por lo general aparece la disposición de uno de sus integrantes como cuidador directo y se inicia así una alteración de la dinámica familiar, que si no se supera de modo satisfactorio se puede desarrollar una serie de alteraciones entre las cuales se incluye el ¨síndrome del cuidador¨.

Este síndrome constituye una situación estresante con peligro de desbordar, agotar los recursos y repercutir en la salud física del cuidador, su estado de ánimo y en la repercusión de los umbrales de percepción del sufrimiento y el dolor del enfermo a su cuidado. Para el manejo adecuado de esta compleja entidad es necesario una correcta relación entre el equipo médico y la familia, y enfatizar en la necesidad de educar a los cuidadores, en mecanismos saludables, flexibles y dinámicos que favorezcan la relación paciente –cuidador-familia. (24).

Fernando González Rey con sus concepciones acerca de la personalidad que integran el pensamiento de la psicología humanista e Histórico Cultural aborda elementos conceptuales de utilidad para la explicación del comportamiento humano, considerando a la personalidad como una configuración sistémica y estable de los principales contenidos y operaciones psicológicas que caracterizan la función reguladora y autorreguladora del sujeto en su expresión integral (26).

La personalidad como expresión más alta de lo psicológico humano es una configuración de procesos y propiedades muy diversas que se condicionan e interactúan unas con otras, estas pueden agruparse en las dos grandes esferas las cuales expresan y regulan el comportamiento del sujeto y su continua interacción con su entorno material y social. Estas esferas son la afectiva inductora en la que se incluye la motivación (necesidades, motivos, ideales, aspiraciones, intereses y las vivencias afectivas) y la cognoscitiva ejecutora que incluye los procesos cognoscitivos así como los hábitos, las habilidades y capacidades que el sujeto forma y desarrolla durante su vida . La motivación solo existe y funciona en íntima relación con el resto de los procesos y propiedades de la personalidad. (26)

Autores como: Diego (27) explican la motivación como la compleja integración de procesos psíquicos que efectúa la regulación inductora del comportamiento pues determina la dirección (hacia el objeto –meta buscado o el objeto evitado), la intensidad y el sentido (de aproximación o evitación) del comportamiento. La motivación despierta, inicia, mantiene, fortalece o debilita la intensidad del comportamiento y pone fin al mismo una vez lograda la meta que el sujeto persigue.

En su vida cotidiana el ser humano refleja objetos indicadores de la satisfacción de sus necesidades los cuales inducen a actuar, experimentan deseos, sentimientos, emociones, aspiraciones y propósitos que, de existir las condiciones adecuadas, dirigen e impulsan su actividad hacia determinadas metas, cuya obtención le proporcionan satisfacción.

En una definición más amplia, la motivación es el conjunto concatenado de procesos psíquicos (que implican la actividad nerviosa superior y reflejan la realidad objetiva a través de las condiciones internas de la personalidad) esta contiene el papel activo, relativamente autónomo y creador de la personalidad, en su constante transformación y determinación recíprocas con la actividad externa, sus objetivos y estímulos van dirigidos a satisfacer las necesidades del ser humano como consecuencia regulan la dirección(el objeto-meta) y la intensidad o activación del comportamiento manifestándose como actividad motivada.

La motivación es una compleja integración de procesos psíquicos los cuales implican la actividad nerviosa superior. Los reflejos psíquicos ideales se producen en virtud del funcionamiento fisiológico del cerebro. Motivación y actividad nerviosa superior son dos facetas esencialmente distintas, pero inseparablemente unidas. La motivación es un fenómeno psíquico, ideal, subjetivo.

La actividad nerviosa superior es una actividad material, fisiológica, del cerebro, sin embargo, el reflejo de la imagen psíquica, es la resultante de la actividad nerviosa superior, se produce en virtud de ella, es una propiedad de la misma. (27)

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