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Utopía del tercer camino



Partes: 1, 2, 3, 4

  1. Presentación
  2. Prólogo de Douglas Bravo
  3. Introducción
  4. Una visión del mundo un tercer camino
  5. La unidad
  6. Artículos de Prensa
  7. Bibliografía

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UTOPÍA del TERCER CAMINO

@ Enrique Contreras Ramírez

@ Diseño de portada: Nayarit Contreras Fernández

@ Diagramación: Nubia Rosales Medina

@ Editorial Ruptura. Caracas, Venezuela. Febrero, 2008 DEPOSITO LEGAL: lf0762007320262

ISBN: 978-980-12-29-96-4

enriquecontreras51@gmail.com. Cel. 04168778662

Presentación

DE FRANCISCO PRADA BARAZARTE

"Vivimos tiempos de hermosas tempestades" -dice el poeta- porque la búsqueda se ha hecho urgente y nos amenaza el exterminio.

Por el camino que el capitalismo y su civilización occidental lleva a la humanidad, nos acerca a la desaparición. Y no hay resignación, crece la resistencia a ese designio. Y no se detendrá la lucha por la salvación.

Se redoblan los esfuerzos para encontrar un camino cierto para escapar, porque los trillados del capitalismo privado y el capitalismo de estado llamado socialismo, en sus realizaciones históricas concretas, en todos sus matices que conocemos y la novísima combinación de ambos, conducen al mismo fin: El holocausto total del hombre y todas las formas de vida. Ya hay la certidumbre de que el corolario de la civilización occidental lleva a ese destino.

Siendo así y todos los pueblos lo padecen de alguna manera, lo que hasta ahora se ha llamado y entendido y realizado como revolución, comienza a concebirse como una necesidad existencial de la humanidad, que conforme una verdadera ruptura del modelo civilizatorio occidental dominante, de la propiedad capitalista privada y estatal. A ese punto han llegado, allí han convergido todos los empeños frustrados del siglo XX, por alterar los sistemas de vida que se derivan del despojo de su hacer que padecen las grandes mayorías del planeta en beneficio de una minoría articulada en el poder del Estado, de cualquier sistema político conocido, desde el deslinde histórico que dio origen a la clase de los propietarios de todas las modalidades y de todos los tiempos.

I

Esta realidad ya se ha configurado como un sistema global, totalitario y universal del que nada ni nadie hasta ahora ha podido escapar; aunque en su desarrollo y configuración, en tiempos y economías y sistemas de relaciones histórico culturales diferentes, han sido percibidos o se han expresado de forma diferente: Y fue Simón Rodríguez quien nos alerto en el Nuevo Mundo al proclamar que no debíamos imitar a Europa y sentenció "O INVENTAMOS O ERRAMOS"; Europa que ha trillado todos los caminos, y en los albores de la primera gran conmoción universal de los años 60 del siglo pasado se lanzo otra voz de alerta: ¡UTOPÍA O MUERTE!. Y en este tiempo de aberración terrorista del capitalismo globalizado, que ha configurado una plataforma totalitaria-militar genocida, ya se viene generalizando una respuesta planetaria de pueblos y naciones, para frustrar esa aberración imperial, apostando a su derrota fundada en el empeño de lanzar todas las fuerzas materiales y espirituales de los pueblos, a la confrontación de los valores del capital, que tiene ejemplar expresión en la resistencia de Irak y Afganistán; y en este continente Abya-Yala en la rebelión ascendente de los pueblos primigenios que vienen resistiendo a la Europa desde 1492, desplegando las banderas de una Patria Grande a construir en lucha definitiva contra el imperio del capital genocida. Porque ya para todos nuestros pueblos y naciones este dilema lo venimos asumiendo como la confrontación necesaria entre la emancipación y la globalización recolonizadora, que nos ha de conducir a la conformación de una Nueva Civilización de Pueblos Emancipados.

Sobre este trasfondo es que queremos y retamos a debatir en este tiempo, en que en Venezuela se levantan banderas de revolución bajo la consigna del socialismo del siglo XXI, a erigir sobre la base material de la asociación del Estado, de los grandes monopolios trasnacionales que mediante la nueva modalidad de las empresas mixtas nos han clavado sus garras imperiales globo-recolonizadoras en el cuerpo de la Patria y de todo el Continente.

Ese es el desafió a las presentes generaciones que nos toca dilucidar. Y estamos obligados a asumirlo todos los comprometidos con la suerte de nuestros pueblos, de todos los pueblos del continente y de la humanidad entera; porque no habrá escapatoria sino torcemos el rumbo genocida que el poder del capital le viene imprimiendo al devenir histórico. Y es tarea por igual tanto de los revolucionarios que honestamente levantan la bandera de la revolución en Venezuela bajo la consigna del socialismo del siglo XXI, como de los revolucionarios críticos que venimos bregando desde el siglo pasado y disponemos de un acumulado de experiencia y reflexión, nacidos de la búsqueda fallida de la ruptura del régimen de la esclavitud del capital que no fue derrotado sino fortalecido por todas las que fueron llamadas revoluciones el siglo pasado. Como lo dice el líder árabe Hamed Benbella "el socialismo vivo no existe". Si esto no es revolución sino un espejismo, sigue vigente la necesidad colectiva de la ruptura radical que cancele la propiedad capitalista. Y no es obligatorio para ningún revolucionario que haya asimilado la experiencia de lo vivido por las revoluciones del siglo XX, sean estos afectos o críticos del gobierno, aceptar y calarse la camisa de fuerza del PARTIDO UNICO, una real amenaza a las justas luchas populares del pueblo venezolano, que crecerán a futuro en procura de una auténtica revolución emancipatoria. Porque no habrá revolución de ningún partido único como no la hubo el siglo pasado, pero si vendrá producto de la conciencia, la necesidad y el ascenso militante de las luchas de todo el pueblo, que ya han echado a andar. Y un nuevo modelo organizativo fundado en las comunidades.

Los que hemos reflexionado y vivido, lo acertado y lo erróneo, todas las experiencias de tiempos y resistencia, en la paz y en la guerra, la forma como hemos ido desbrozando junto al pueblo un camino, dando pasos en su concreción, en ruptura radical con el viejo esquema y estructura partidista que en su versión de izquierda y de derecha terminan configurando modalidades del poder del capital, llegamos a esta encrucijada. Y desde hace tiempo elegimos ir construyendo un TERCER CAMINO. Sí, el de las comunidades de los espacios convivenciales, y lo proclamamos como PROYECTO UTOPÍA, porque es la misma búsqueda que siempre ha alimentado al hombre. Y hemos logrado avanzar en la comprensión de la dialéctica concreta de la sociedad venezolana y sabemos como la fueron vislumbrando quienes cumplieron tantas jornadas de lucha en búsqueda de los mismos y llegaron a la configuración de una Patria Grande emancipada que es realmente la utopía nuestra y en cuya factibilidad histórica comenzamos a creer con el andar firmemente por el duro camino de la lucha del que nos habló Argimiro Gabaldón; sin claudicaciones, e ir así conformando una fuerza de pueblo, expresión de todos los matices de esta "nueva humanidad" que se fue formando en este Nuevo Mundo.

II

El ensayo que presentamos del profesor y periodista Enrique Contreras, es la continuidad de un intento, que consideramos urgente transmitir a la juventud y de debatir y ampliar, de intentar una síntesis de los afanes de una búsqueda. Y cruzarlos con tantas experiencias de otros hombres, otros pueblos y naciones que hoy se agitan en el mismo empeño y acción en todo el continente. Todo lo cual ahora cuenta con la participación de los habitantes primigenios de estas tierras que antes fueron preteridos, ignorados y negados como fuerzas transformadoras por teorías, que a la vez que iluminarnos igualmente ensombrecieron el camino a los revolucionarios del siglo XX. Y condujeron a que las esperanzas de emancipación fueran capturadas por la explotación capitalista y puestas a su servicio, tanto sus proyectos como los adalides y mesías de un nuevo tiempo de hombres libres.

Hoy vemos a muchos de ellos en las filas de la peor causa o de usufructuarios de las esperanzas de las mayorías, desde los cargos burocráticos del poder del capital.

III

Debemos decir que hacemos un nuevo intento de síntesis del proceso emancipador vivido, porque en los tiempos más oscuros de la década de los años 60, temporalmente capturado nuestro esfuerzo, al igual que ocurrió a todos los revolucionarios, por el chantaje bipolar del poder del capitalismo privado, representado por los Estados Unidos y por el capitalismo de estado de Rusia "URRS".

En ese tiempo recogimos y editamos nuestras reflexiones y testimonios con el título "LA OTRA CRISIS, LA OTRA HISTORIA" bajo la autoría de Douglas Bravo y Argelia Mellet. Síntesis que nos coloco en otra perspectiva, en ruptura con el viejo esquema ideológico-político-organizativo que frustró toda esperanza de los pueblos que lucharon en el siglo pasado: tanto de los que triunfaron como de los que fueron derrotados, porque ambos vimos frustrados los sueños de emancipación.

Ahora, Enrique Contreras adelanta el ensayo que presentamos como trecho recorrido en la experiencia del proyecto RUPTURA-UTOPÍA-TERCER CAMINO. Y lo que vemos hoy en el plano venezolano, continental y mundial, y visualizamos en el futuro inmediato.

Tenemos el compromiso de aportar nuestra experiencia, que alcanzó en Argimiro Gabaldón y Fabricio Ojeda la abnegación de la generación de combatientes que nos atrevimos a pelear con las armas a partir de los años 60. Legados invalorables de abnegación y firmeza, de combate militante en su práctica y en su teoría. Supo Argimiro convencernos de cuál era el camino… y cuan duro. Y Fabricio nos legó su experiencia que significo el elevarse desde abajo para llegar a la conducción de la más esplendorosa jornada popular del siglo XX: la insurrección cívico-militar-religiosa que dio al traste con la dictadura militar de Pérez Jiménez; y el ejemplo de abnegación y desprendimiento cuando abandonó el parlamento y se fue al combate a las montañas.

Al igual que el Che que abandonó la burocracia embrutecedora y marchó al combate por la humanidad. Fabricio nos legó la estrategia de la "GUERRA DEL PUEBLO y su teoría que nos permite interpretar el tiempo presente de simulación revolucionaria: "La revolución permitida o el reformismo pro-imperialista" y así todos marcharon HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

Asumamos de una vez como validas y en plena vigencia en este tiempo de confrontación inevitable lo expresado por el Che en su memorable mensaje a la CONFERENCIA TRICONTINENTAL, realizada en la Habana 1966, resumido en las consignas: "CREAR UNO, DOS, TRES VIETNAM". Eso de continentalizar la lucha, de combatir al enemigo en el gran Teatro de Operaciones del Nuevo Mundo, esa era y esa es la estrategia vigente para alcanzar la victoria de nuestros pueblos. Nosotros, el PROYECTO UTOPÍA TERCER CAMINO ASÍ LO ASUMIMOS más que nunca tiene plena validez.

Esa es la estrategia para derrotar a los Estados Unidos, enemigo absoluto de nuestros pueblos y de la humanidad entera. Así lo tomamos las fuerzas de reserva de nuestro pueblo representadas en todos aquellos que nos involucramos en el combate de las FUERZAS ARMADAS DE LIBERACIÓN NACIONAL (FALN), la primera batalla contra el mismo enemigo imperialista y sus aliados internos en las décadas de los años 60-70-80.

Suscribamos la propuesta de reeditar ese debate e incorporar todos los elementos de esta larga experiencia de búsquedas para encontrar el camino para una verdadera revolución emancipatoria.

Debate abierto, contradictorio, público entre venezolanos afectos y desafectos al gobierno- al proceso dicen otros- debate entre todos, con los que dudan y se preguntan ¿es esto una revolución? Y no tienen respuesta y concluyen "si esto no es una revolución pereceremos todos". Triunfaremos todos debemos decir, porque en la búsqueda de la revolución que si sea de verdad, pelearemos todos porque ha de ser un esfuerzo de todo el pueblo, no de las vanguardias porque las vanguardias no hacen revolución y menos el "chiripero" de Caldera que se ha apropiado de los mandos del régimen del Socialismo del siglo XXI y arremete contra quienes quieren cerrarles el paso.

Este es el objetivo central de las tesis expuestas en el presente ensayo para un debate verdadero contradictorio, polémico, de cara a la búsqueda auténtica de una ruptura para cancelar el régimen de propiedad privada capitalista, de construir la nueva Civilización que hunda sus raíces en nuestra ética, en nuestra estética, en nuestros orígenes, que aliente la afirmación de emancipación irrenunciable de esta humanidad, de este continente.

A los revolucionarios del gobierno que vienen siendo excluidos y se ven acorralados en todas sus instancias les angustia y lo discuten con nosotros. Ellos nos han venido estimulando a lanzar esta propuesta y promover este debate.

Porque ciertamente se ha intensificado el conflicto por la hegemonía en el seno del estado, en el aparato del gobierno, en todas las instancias del poder civil y militar. Y los factores revolucionarios más auténticos vienen siendo desplazados; y la vieja burguesía, la más tradicional de la IV república, servidora del imperio ha entrado en alianza con la nueva burguesía de la V república de origen burocrático, que se ha fortalecido en el poder y desbrozado el camino para la nueva alianza que se viene gestando. Están ganando la batalla. Están implementando el proyecto globalizador, entreguista, lesivo a los intereses de la nación desde las propias instancias gubernamentales. Impusieron el convenimiento estratégico de las empresas mixtas para toda la economía estatal, ya instaladas en el negocio petrolero.

Alianza que viabiliza los planes recolonizadores del imperio diseñados por el imperio ALCA (petrolero), el IRSA, la integración monopolista del MERCOSUR, el Plan Puebla Panamá, el expansionismo brasileño y el Plan Colombia que es la primera fase de la escalada militar de Estados Unidos en el continente, que tiene como objetivo fundamental el control militar y el usufructo incondicional de los recursos de hidrocarburos del arco energético Venezuela –Ecuador.

Digamos como el apóstol cubano José Martí, como alerta responsable para convocar al apresto del pueblo venezolano: "es criminal no evitar aquella guerra que se puede evitar; pero es igualmente criminal no preparar ni librar aquella guerra que es inevitable".

Francisco Prada Barazarte. Trujillo, Noviembre del 2006

Prólogo de Douglas Bravo

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PRÓLOGO

En estos tiempos de crisis, pareciera que todos los caminos conducen al conformismo, a la resignación, a asumir una conducta contemplativa porque todo está en un orden que es imposible iniciar cambios, tomar iniciativas, buscar alternativas distintas a las que hasta ahora conocemos.

Es una crisis que engendra desesperanza en el marco de dos modelos de dominación, llámese capitalismo o socialismo, incluyendo el llamado "socialismo del siglo XXI".

Es el Estado todo poderoso y sus estructuras burocráticas que concentran todo el poder, para satisfacer el bienestar de unos pocos que forman su clase política y económica, llena de privilegios en el más amplio sentido.

Hemos dicho en repetidas ocasiones, junto a otros sectores, que hasta el momento no se conoce en el planeta un verdadero pueblo libre y emancipado, que todas las revoluciones intentadas hasta el momento han sido atrapadas, que sus clases dirigentes se han burocratizado, corrompido y en algunas oportunidades han traicionado sus propios ideales.

La dirigencia de izquierda que participa del proceso electoral, que ayer andaba con AD y COPEI y que hoy se cuadra con el "socialismo del siglo XXI", no quiere saber nada acerca de la necesidad del debate, de la confrontación de ideas, sencillamente no es su problema.

Los que no claudicamos, somos la piedrita en el zapato, hoy más que nunca seguimos enarbolando las banderas de redención social de Fabricio Ojeda, Argimiro Gabaldon, "El Chino" Valera Mora, Salvador Garmendia, Kléber Ramírez Rojas, Ángel J. Marquéz, Rafael Vicente Beaujon, Priscila López, Salvador de la Plaza, Margot García Maldonado de Briceño, Martín Marval. De militares patriotas como el Capitán Elías Manuit Camero, los Tenientes Tulio Martínez, Octavio Martorelli, Octavio Acosta Bello, José Ramón Briceño, Nicolás Hurtado Barrios, entre muchos tantos otros, que ofrendaron su vida y la consagraron por amor a Venezuela, no pidiendo votos, ni en campañas electorales, ni jugando al populismo, ofrendaron su vida en la lucha por la libertad, por la justicia social, por dignificar a nuestro pueblo, por amar al prójimo, por creer que otro mundo es posible, donde la utopía haga salir el sol para todos.

CIVILIZACIÓN DE LA ESPERANZA

Desde esta bandera, proclamamos la necesidad de parir un nuevo modelo social y económico, una nueva civilización, ajustada a nuestras realidades, que recupere nuestra idiosincrasia, nuestro pensamiento mágico-religioso, nuestra cultura, nuestra libertad, nuestra auténtica forma de ser, que recupere nuestros ríos, quebradas, lagos y mares, nuestros bosques, nuestra fauna y donde seamos capaces de convivir en armonía con nuestro medio ambiente natural. Es la civilización de la esperanza, del nuevo amanecer, donde el sistema de producción que se genere, no sea para producir mercancías y llevarlas al mercado de la oferta y la demanda, sino para producir hombres libres y emancipados. Un nuevo modo de producción, capaz de satisfacer las necesidades del ser humano, que le dé tiempo al ocio creador, a ser libre, solidario, fraternal, educarse en plena y absoluta libertad, capaz de romper con la dependencia tecnológica y científica conocida hasta ahora y que sólo está al servicio de los que la pueden pagar. Una sociedad capaz de romper con las relaciones de poder para abrirle espacios a la libertad.

Muchas de las ideas aquí expuestas, por el profesor y periodista Enrique Contreras forman parte del debate colectivo que Tercer Camino tiene dentro de sus estructuras organizativas y que muchos sectores revolucionarios en América Latina y el Caribe libran, es la búsqueda de alternativas distintas a las conocidas hasta ahora, cada quien las toma y las adapta a sus realidades, se trata de encontrar un camino propio, que devuelva la esperanza a esa inmensa mayoría de excluidos, que aspirando y esperando cambios y transformaciones de su modo de vida, han caído en la frustración de sus sueños libertarios y de la posibilidad de tener una patria que dignifique la vida en comunión.

La connotación que en general le da el amigo y camarada Contreras, a este ensayo, las ideas y argumentos, bien pueden resumirse en el intento de establecer criterios en un punto común: que alimenten el debate y sean capaces de romper las cadenas que atan el pensamiento libertario, emancipador y utópico para la construcción de la nueva civilización. Lo expuesto aquí, es parte de la discusión que en la actualidad llevamos a cabo en el colectivo de Tercer Camino.

Creemos que el planteamiento de UN PARTIDO ÚNICO, representa la síntesis del debate planteado por el Señor Presidente Hugo Chávez Frías. Lo asumimos, porque una de las principales tareas del movimiento revolucionario, es la discusión, pues a través de ella se puede enriquecer el debate, encontrar salidas y caminos, profundizar en los contenidos, tanto en lo ideológico, como en lo político, rectificar en las equivocaciones, alimentar la teoría revolucionaria, pero también sirve para desenmascarar, lo que en la actualidad nos venden como socialismo del siglo XXI.

LA OTRA IZQUIERDA

Somos la otra izquierda, que junto a otros sectores que no participamos del reparto petrolero que deja el festín electoral, hemos considerado, que los modelos civilizatorios conocidos hasta ahora, le han negado la oportunidad al ser humano de poder vivir en justicia social, por el contrario, cuando ha creído estar cerca de realizar y ejecutar sus propios sueños, se encuentra nuevamente con la repetición de modelos que traen consigo la misma dominación y que se diferencian solamente por el cambio de nombres, dejando en la estructura social y económica, los privilegios de unos pocos y las necesidades de las inmensas mayorías de nuestras gentes.

Si bien es cierto, que a veces se producen cambios, tienen el objetivo que como dijera Kléber Ramírez, "son cambios para que nada cambie", pues en esencia es la misma dominación, el mismo poder de Estado y la misma burocracia parasitaria.

Hoy podemos decir con absoluta propiedad, que los modelos capitalistas de producción, ni los llamados socialismos conocidos hasta ahora, han entendido la naturaleza humana y a nombre de la libertad, la democracia y la justicia social que nunca pusieron en práctica, han convertido a los seres humanos en simples partes de la maquina, en función de la producción. Producción, que en sus relaciones sociales y técnicas, dejan la misma explotación de la fuerza laboral de los trabajadores y donde la propiedad privada del Estado o individual es incólume. En estos sistemas económicos-sociales, en estos modos de producción, donde resulta que la fuerza de trabajo de los seres humanos es simplemente mercancía, la libertad carece de valor, porque de manera alienante, hombres y mujeres se encuentran bajo el control y el poder del Estado, además de abrogarse el derecho a denegárselo para siempre, modelos que le atribuyen al ser humano una inclinación natural por la servidumbre y la esclavitud, que niega la solidaridad y la fraternidad, manteniendo las relaciones de privilegio para la clase política y económica en el poder y mucha miseria para las inmensas mayorías populares.

LEYES DE ESTADO

Desde luego, que para mantenerse en el poder han creado un cuerpo de leyes omnímodas, verticales y absolutas, que dan "sobrada justificación" y por si fuera poco, "legalidad" para hacer sentir el poder del Estado y de sus fuerzas represivas a todo aquel que se atreva a disentir e incluso poder violentar la soberanía de otros pueblos. Soberanía que al ser violentada y pisoteada, intentan glorificar, para hacerla aparecer como avances de la lucha por la libertad, la democracia y la civilización. Semejante "progreso", se revela más recientemente en la política militarista de guerra de alta intensidad, llevada a cabo por los Estados Unidos en el Medio Oriente. Cualquier intento que se haga para repeler semejante aberración y miserableza humana, por parte de los pueblos o movimientos emancipatorios, para tomar un camino propio con autonomía, diversidad y pluralidad, es visto como una violación a esas "leyes", calificándose de inmediato de actos terroristas y de esta manera justificar la represión y el crimen, que a nombre del Estado se ejecuta sin consideración humana alguna.

Michel Chossudovsky (2002), al respecto escribe lo siguiente: "En Estados Unidos la "Ley Patriótica" condena la protesta pacífica en contra de la globalización. Manifestarse contra el FMI o la OMC, por ejemplo, podría considerarse "un delito de terrorismo interno". La ley comprende cualquier actividad, lo que podría llevar a "influir en la política de un gobierno por la intimidación o la coerción"; esto es "una manifestación que bloquea una calle impidiendo el tránsito de una ambulancia se considera terrorismo interno. En términos generales, la nueva legislación representa una de las más avasalladoras afrentas en contra de la libertad que se haya visto en los últimos cincuenta años. Es poco probable que nos proporcione una mayor seguridad, pero sin duda nos hará menos libres". (pp. 13).

Estas leyes, que al parecer tienen carácter "supraconstitucional", también tienen el propósito de eliminar toda discusión política que pueda develar el marcado interés de recolonizar a los pueblos, donde ellos tengan como objetivo militar tomar y poseer espacio territorial estratégico, petróleo, gas, agua o biodiversidad, es el propósito fundamental de la llamada Ley Patriota, creada por la administración de Bush, como una de la leyes más reaccionarias y fascistas inventadas por el gobierno norteamericano en toda su historia.

CONSTITUYENTES Y CONSTITUCIONES

La poderosa y rápida expansión del capitalismo globalizado y su teoría económica, del neoliberalismo en América Latina, chocaban frecuentemente con el ordenamiento jurídico de las naciones de este continente.

Las constituciones, en su mayoría aún en el marco del capitalismo, tenían un carácter estadístico que amparaban innegablemente ciertas posturas nacionalistas. Esta contradicción, había que abolirla, puesto que el capitalismo globalizador se distingue por su ferocidad privatizadora y por reducir el rol del Estado a su mínima expresión. Es aquí cuando aparece la formula de impulsar las constituyentes DERIVADAS, y no ORIGINARIAS, puesto que estas son producto de hechos constituyentes originarios y revolucionarios.

Se expande por todo el continente la idea de las constituyentes DERIVADAS, para producir constituciones en plena correspondencia, con la globalización capitalista. Veamos un ejemplo: Cuando Caldera inicio la apertura petrolera, la Universidad Central de Venezuela, respondió convocando al JUICIO A LA APERTURA, que culminó con una demanda ante el Corte Suprema de Justicia por violación a la Constitución del año 61. Cuando la constituyente del 99, sanciona la nueva Constitución, las privatizaciones adquirieron carácter constitucional. Tremenda paradoja esta, entre la Constitución del Pacto de Punto Fijo y la Constitución Bolivariana.

Pero lo lamentable de toda esta tragi-comedia, es que Hugo Chávez y Alí Rodríguez, fueron fuertes oponentes a la apertura que quería imponer Caldera, y firmaron la demanda contra la apertura petrolera. Ahora ellos son, en condición de gobierno, los impulsores decisivos de la apertura petrolera, incluso fueron más allá que el propio Caldera, al convertir a las transnacionales petroleras en socias propietarias del Estado venezolano, a través de las empresas mixtas.

Los constituyentistas en Venezuela, tanto del gobierno, como de la oposición, llevaron a cabo esta tremenda operación política-jurídica y de allí nació la Constitución del 99, cuya esencia neoliberal queda plasmada, en las ideas de libre mercado, propiedad privada, hábitat indígena, etc.

En rigor, es una Constitución a la medida de la modernidad capitalista, capaz de permitir leyes como la de tierra, seguridad social, gas y la de hidrocarburos, todas ellas lesionan la soberanía y van en detrimento de nuestro pueblo.

Por ejemplo, todos los convenios en materia petrolera y de gas, constituyen la aceptación plena del ALCA, pese a los desplantes nacionalistas y antiglobalizadores del Sr. Presidente. Podemos hablar con claridad y decir que el ALCA energético se implantó en Venezuela; es decir, la recolonización avanza, minando las bases de la soberanía. Justo es reconocer, que la tendencia patriótica-revolucionaria de civiles y militares en el seno del gobierno, ha hecho resistencia a todos los planes de la recolonización.

A escala continental, aparece la "Carta Democrática", que justifica la intervención extranjera, en las naciones y en los pueblos. La prohibición de las revoluciones, quedó sancionada con la famosa "Carta Democrática". A los pueblos que emprendan revoluciones calificados de terroristas, tendrán como respuesta la agresión militar de los invasores.

Todo esto aparece y se ejecuta en nombre de la democracia, a nombre de ella –como dijera Fabricio Ojeda- se maltrata, se persigue, y se engaña.

La democracia por lo tanto en los países capitalistas o socialistas, se basa sobre relaciones de poder, aparece como dictadura de la clase que esta o se encuentra en el poder, tiene en consecuencia un carácter de clase y de hecho existe sólo para los que están dentro de ese poder. De esta forma, la democracia que conocemos siempre se ha expresado y constituye la forma de dominio de clase, allí se coloca todo el potencial ideológico y político de la lógica para la dominación, haciéndola aparecer como iniciativa del pueblo y de esta manera se pasa a dominar a las muchedumbres. Elaboran una Constitución, bien sea con el perfil del capitalismo o del llamado socialismo, pero como Constitución al fin, establece un parlamento y otros organismos representativos, como el poder judicial, el poder moral, el poder ejecutivo, el poder electoral –entre otros- crean el derecho general al voto y las libertades políticas formales. Sin embargo no hay posibilidades de utilizar estos "derechos democráticos" pues son simplemente hechos formales, donde las inmensas mayorías no tienen acceso, como el derecho al trabajo, el derecho a la vida, el derecho a la salud, el derecho a la vivienda, el derecho a la educación gratuita, el derecho al ocio, pues son simplemente hechos formales, donde las mayorías no tienen acceso, incluso en el voto, ya que los partidos y no el pueblo impone los candidatos.

Estas "democracias" hasta ahora conocidas, sólo han servido para encubrir los objetivos reales de la política que la clase en el poder lleva a cabo, porque está sustentada en la relación de poder.

En nuestra apreciación es bueno indicar, que las leyes se han inventado, por parte de las clases dominantes, para cercenar la democracia y la libertad de los pueblos. Allí hay una práctica, porque a la hora de la verdad la tiranía siempre se anuncia en ese juego de palabras, como libertad y democracia, siempre regida por leyes impuestas, donde la población nunca participa.

Por eso creemos, que la libertad y la democracia se construyen, se hacen y renacen en las luchas y revueltas de los pueblos y se da cuando los que han sido silenciados hablan y son escuchados.

LA CONFUSIÓN

De otro lado, en nuestros pueblos, reina una gran confusión, producto que la llamada izquierda electoral, coincide con la derecha que promueve la legalidad institucional del sistema y mantiene de manera "legitima" el modelo de dominación llámese socialismo o capitalismo. En este país, por ejemplo, no se sabe quién es de izquierda o de derecha, el discurso es el mismo y los privilegios y el confort también, ambos sectores se enriquecen por medio de la acumulación de capitales vía delictiva, es decir, la corrupción, el peculado, el tráfico de influencia, el saqueo, el robo, los sobreprecios, los contratos a dedo, los altos "salarios" de la clase política. Todo esto, se maneja de manera cotidiana en nombre de una revolución y del "socialismo del siglo XXI", que deja un triste saldo de frustración en nuestra población. Se sigue pagando y reconociendo la deuda externa, se aplica el recetario del FMI, sin objeción alguna: Impuesto al valor agregado, el llamado débito bancario (Hoy no se ejecuta por los altos precios del petróleo), impuesto sobre la renta, devaluación de la moneda, pago de la deuda externa -entre otras medidas. Pero lo más vergonzoso del "socialismo del siglo XXI", es que entregan a través de las empresas mixtas el 47% de la producción petrolera a los conglomerados petroleros, haciéndolas socias del Estado venezolano a nombre de una revolución que califican de bonita.

En el mismo orden de ideas, el llamado "proceso" continua dejando que las trasnacionales y conglomerados, prosigan la recolonización del país, borrando la memoria histórica de la nación. Todo lo que tenga parecido con la tradición, las costumbres, los hábitos del pasado, son vistos como obstáculos para el llamado "desarrollo", es la otra historia, aquella que pareciera ser clandestina, subterránea, subversiva, es la historia que nos dice que allí esta y es donde podemos encontrar nuestra manera de ser auténticamente venezolana.

Ambos modelos de producción, siempre anuncian como un logro muy positivo, que el pueblo tiene libertad de expresión y conciencia de lo que se hace; pero terminamos diciendo lo que dijo en una oportunidad Mark Twain: "gracias a la bondad de Dios gozamos en nuestro país de tres elementos de incalculable valor: la libertad de expresión, la libertad de conciencia y la prudencia necesaria para no poner en práctica ninguna de las anteriores". Porque cuando el pueblo dice lo que siente y padece, haciendo uso de esa libertad de expresión y de su conciencia, de una vez surge la figura del Estado para reprimirlo y condenarlo.

Este escenario coloca en crisis, el pensamiento político tanto de la derecha, como de la izquierda. No tienen capacidad de recuperarse, ni aún con precios altos del petróleo, porque sucedería como lo afirmaba frecuentemente Luis Lander. "En la Venezuela de hoy, los altos precios del petróleo generan una más profunda crisis, la de la abundancia".

De suerte que el pensamiento creativo, la tercera corriente apoyada en uno de sus más lucidos exponentes, Don Simón Rodríguez, está despertando con paciente firmeza en las comunidades organizadas, donde se fabrican pequeñas utopías con nuevas formas del pensamiento, de la acción y de la organización. Son sueños que no se sueñan, sino que se construyen poco a poco y se van ganando. Allí esta lo real alternativo, forjándose colectivamente con una nueva visión de la historia, expresando su radicalidad no con el verbo altisonante y desenfrenado, sino alterando la concepción del trabajo, de la producción, del ocio creador, del amor, del arte y por lo tanto, de la vida misma; allí se retoma con fuerza aquello de Simón Rodríguez…

…"la América no debe imitar servilmente sino ser original"

Douglas Bravo Mora

Caracas, enero. 2008

Introducción

En numerosas oportunidades en el colectivo de Tercer Camino, hemos venido afirmando que en el mundo no se conoce el socialismo, lo que han llamado socialismo es una versión que se ha convertido en una especie de hibrido, donde se combinan formas de propiedad privada individual, con formas de propiedad privada del estado.

Todos los modelos societarios, que se generaron y nacieron alrededor del "marxismo" o bajo la influencia de éste, sencillamente fracasaron y fracaso producto de que tales "revoluciones", fueron revoluciones atrapadas, amarradas, entrampadas y dependientes, de quienes pretendían repartirse el mundo, unos en nombre del capitalismo y los otros en nombre del socialismo. Un socialismo que nunca existió y que termino sin argumentos y razones para seguir sosteniéndolo y seguirse justificando.

Esos modelos llamados "socialismos" derribaron el capitalismo privado, pero en su ejecutoria pasaron a un capitalismo de estado, dejando en la estructura social y productiva las mismas contradicciones entre ricos y pobres, que dentro del capitalismo se genera, los mismos privilegios para una clase gobernante, que se burocratizo y corrompió en el ejercicio del poder.

La experiencia del mal llamado "socialismo", mostró que aunque desprovisto de un mercado competitivo y de propiedad privada individual, funciono en la práctica, con los mismos mecanismos del capitalismo, la acumulación originaria del capital, se daba en la misma forma, extrayendo incluso plusvalía del trabajo asalariado y reservando la propiedad privada de los medios de producción, a una burocracia estatal colectivista.

SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

Si hay algo que desenmascarar en Venezuela es el llamado socialismo del siglo XXI, representa una estafa en el orden ideológico y político, el gobierno construye un discurso falaz, manejando desde el punto de vista sociológico la esperanza de cambio y transformación de un pueblo, que durante décadas ha sido engañado en los distintos gobiernos de turno, sin que éste sea la excepción.

Este gobierno mal llamado bolivariano, en nombre de la revolución entregó parte de nuestra riqueza petrolera a las trasnacionales, convirtiéndolas en socias propietarias del Estado venezolano, bajo la nominación jurídica de empresas mixtas. De igual manera lo hace con el gas, el carbón y todo lo relacionado con la industria minero-extractiva. Los capitales financieros de la banca trasnacional, maneja a su antojo la economía del país y donde obtienen las mayores ganancias, comparado al resto de América Latina. El régimen impositivo, propio de los países capitalistas hace estragos en la economía de los venezolanos, reduciendo en la práctica su poder adquisitivo. En materia del mercado laboral, se aplica la flexibilización laboral, figura jurídica, que el capitalismo norteamericano invento, para evitar las contrataciones colectivas con los trabajadores, negando de esta manera un régimen de estabilidad laboral, utilizando para ello los contratos por semana o de uno a tres meses para interrumpir la relación laboral, de esta manera niega las prestaciones de los trabajadores, las vacaciones, los aguinaldos, convirtiendo a la masa laboral en un ejército de trabajadores sin seguridad social. La deuda externa continua en crecimiento exponencial, donde los compromisos financieros adquiridos por el gobierno "bolivariano" en los últimos 9 años, tanto en el país como en el exterior, pasaron de 36,8 millardos de dólares a 74,2 millardos y donde el pasivo que más se ha incrementado es la deuda interna, que se eleva de 4 millardos de dólares a 16 millardos de dólares durante el mismo período. La deuda externa contraída con organismos diferentes al FMI y el BM subió de 23,3 millardos de dólares a 25,8 millardos de dólares. En otras palabras, tenemos un gobierno con un discurso "revolucionario" pero con una ejecutoria profundamente neoliberal y globalizadora y de rodillas frente al capital trasnacional.

Al respecto Maza Zavala (2007), refiriéndose al socialismo del siglo XXI, escribe lo siguiente: "Aquí se ha hablado de la total intervención del Estado en la vida social, en la orientación de la vida privada incluso, y de la actividad económica por parte del Estado. Y eso no es marxismo. Este más bien indicaba que cuando hubiere triunfado la revolución socialista, el Estado debía tender a desaparecer y ser sustituido por órganos de la sociedad civil, y que el desarrollo de la sociedad debía ser tal que no fuera necesaria la represión. Ese es el marxismo teórico, jamás esto se ha llevado a la práctica. Si me preguntan si ha habido socialismo en el mundo, diría que no, ni en la Unión Soviética, ni en Cuba, ni en China. La Unión Soviética, que se proponía una revolución socialista, no la realizo, se pervirtió en el camino, se deformó, lo mismo que en China y Cuba, que para mí no son regímenes socialistas. (…) Todo lo que se ha hecho en el gobierno de Hugo Chávez, en el campo económico, es compatible con el capitalismo. Por ejemplo, las cooperativas son una forma de propiedad privada. La participación de los trabajadores en la gestión de las empresas, igual es capitalismo". (MAZA. Domingo. "YO, EL BANCO CENTRAL Y LA Economía Venezolana". Editorial El Nacional. PP. 108).

Estos son los escenarios, que demuestran que no se marcha hacia ninguna revolución, por el contrario, la clase política en el gobierno se aprovecha de la misma para enriquecerse a costa de la renta petrolera, de manera parasitaria, donde el Estado tiende cada día a fortalecerse, controlado totalmente por el ejecutivo que cada día tiende más y más a concentrar el poder bajo la dirección de un caudillo que coarta la iniciativa popular, imponiendo políticas económicas que incluso atentan contra la soberanía nacional, manipulando y chantajeando a un pueblo que si quiere hacer una revolución.

Francisco Prada Barazarte (2007), al opinar sobre el mismo tema, declaro en el semanario nacional "La otra cara" lo siguiente: "No se puede hablar de socialismo, cuando el modo de producción capitalista permanece incólume, cuando se entregan los recursos de un país a las trasnacionales bajo la figura jurídica de empresas mixtas, cuando la banca se encuentra en manos de emporios extranjeros, cuando se establecen relaciones de poder, donde unos mandan y otros obedecen, cuando se crea un partido único que no permite la libertad de pensamiento y recreación de las ideas en el marco de la utopía, cuando los que administran el poder se enriquecen robando y saqueando a la nación, cuando se acrecienta las diferencia entre ricos y pobres, cuando los dirigentes se convierten en caudillos y encarcelan el poder popular, en fin no se pude hablar de socialismo en momentos en que el modelo económico que se desarrolla es un capitalismo de Estado con características globalizadoras". (PRADA, Francisco. "La otra cara". Junio del 2007).

¿QUE QUEREMOS?

Hoy día, requerimos de procesar y repensar la información, el conocimiento y las teorías transformadoras, para recrearlas, esto implicaría la elaboración de un corpus teórico propio. Que surja de realidades concretas en el tiempo y en nuestro espacio, partiendo de lo que fuimos socioculturalmente a comienzos del poblamiento de este nuestro continentelatinoamericano. Buscar y encontrar en este legado histórico-concreto nuestra razón de ser, existir y vivir.

Hallar en esas áreas culturales el modo de ser indiano, latinoamericano, su espiritualidad, su religiosidad, sus valores, su ética, su filosofía, sus creencias, en otras palabras, su cosmogonía del mundo.

Monografias.com

Este planteamiento, nos obliga a revisar conceptos como "desarrollo", "tecnología, "ciencia", "progreso", "sociedad", "crecimiento", "industrialización", "civilización", "democracia" -entre otros- ya que los mismos han dejado en nuestro territorio solamente miseria, hambre, marginalidad y dependencia.

Estas versiones no han respondido a nuestras necesidades como nación y como pueblo. En estos conceptos todos occidentalizados e impuestos desde la colonia hasta nuestros días, por quienes siempre nos han dominado, son tramposos, los han utilizado para la colonización y ahora para la recolonización de nuestro continente, para hacernos más dependientes, más subdesarrollados e imponernos modelos de civilización, que además de explotar al hombre, ahora buscan la destrucción del mismo, en ese nuevo modelo de dominación llamado globalización.

Partes: 1, 2, 3, 4

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