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La actividad intersectorial para la prevención de la conducta suicida en adolescentes




Enviado por Reynaldo Vega Chacón



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Bibliografía

Resumen

Palabras claves. Conducta suicida; intersectorialidad; prevención y adolescencia.

El presente artículo aborda la prevención de la conducta suicida desde el enfoque intersectorial, por constituir un tema de mucha actualidad ya que es uno de los flagelos un tanto invisible que afecta a muchas personas en el mundo, especialmente a los adolescentes. Este es un tema muy estudiado desde el punto de vista teórico pero con deficiencias en la actividad práctica por faltar acciones mucho mas concretas, coordinadas y medibles de forma integral, por todas aquellas instituciones que tienen el rol de realizar la labor preventiva con eficiencia y dedicación. En este se hace un análisis acerca del estado real y el deseado de este tipo de fenómeno a partir del trabajo preventivo que debe de realizar cada centro escolar con su consejo de escuela. También se hace mención de las dificultades que tiene el Consejo de Atención a Menores (CAM) y el propio Programa Nacional de Prevención liderado por la entidad de Salud Pública, los que a su vez contribuyen de una manera u otra al desarrollo del accionar en conjunto para poder mantener la adecuada calidad y estilo de vida de los estudiantes de nuestro país.

Summaries:

Code words. Suicide conduct; Intersectorialidad, prevention, and The present article approaches the prevention of the suicide conduct from the |intersectorial| focussing, for constituting a topic of a lot of present time since are one of the scourges somewhat invisible that fond of many peoples in the world, specially to the adolescents and that however is very affected from the theoretical viewpoint but with deficiencies in the practical activity for being missing actions a lot of but it make concrete, coordinated and |medibles| in an integral way, for all those institutes that has the role to carry out the preventive labor with efficiency and dedication. In this do to him an analysis about the states real and the desired thing of this type of phenomenon as of the preventive work that it must carry out each escolar center with your advice of school. Also it mentions of the difficulties that has the advice from attention to minors (CAM) and the own national spare program |liderado| for the entity of health department, those who in turn it contribute of a way or other to the development of the gesticulate as a whole to keep the appropriate quality and am in fashion of life of the students of our country

Introducción

Los problemas que en la actualidad afectan a la salud humana son una preocupación de investigadores y científicos tanto de Cuba como del mundo, los mismos constituyen objetos de análisis y valoración por la repercusión que tienen para la vida del hombre en el planeta. Para enfrentar los problemas de salud no puede predominar la labor aislada, pues en ella deben colaborar los distintos factores de la sociedad.

Antes del triunfo de la Revolución en nuestro país el trabajo integrado no constituía un principio capaz de movilizar a todas las personas a trabajar en aras de lograr mejor calidad de vida y estilo de vida. Después del 1959 es que comienza el movimiento de unidad de acción conjunta donde el contexto pedagógico, a raíz de la campaña de alfabetización hace un despertar de la actividad preventiva a través de la promoción de la salud por los jóvenes maestros que dieron su disposición para enseñar al pueblo cubano específicamente a los campesinos.

A lo largo de estos 53 años de revolución los logros han sido múltiples en el accionar de la escuela cubana y uno ha sido precisamente la creación del departamento de salud escolar en todos los niveles de educación. La doctora Caridad O"Farrill Montero, su coordinadora nacional desde hace casi once años, explicó en una ocasión la importancia que concede Cuba a proteger tanto a estudiantes como a trabajadores del sistema educacional, desde el maestro frente al aula hasta el jardinero de la escuela, porque todos aportan algo al éxito del proceso docente-educativo.

La clave estuvo en su afirmación: todo se puede prevenir, y se refirió a lo imprescindible que resulta la vigilancia para identificar los problemas de salud que existan, los factores de riesgo que los puedan generar, e incluso los factores protectores que falten y se puedan fomentar, basados en el conocimiento, la promoción, la prevención y el nivel de preparación para afrontar los conflictos.

La Doctora expresó en uno de sus artículos de prevención en la salud escolar lo siguiente:

"Trabajar por eliminar todo lo que puede interferirlo, o fomentar lo que puede facilitarlo, esa es la Salud Escolar (…)Todo lo que ocurra en el medio escolar se puede prevenir a través del aprendizaje y de la observancia de las medidas establecidas y normadas, subrayó, y mediante un mejor trabajo de prevención y control ¨[1] La protección por la salud escolar comienza a materializarse con fuerza a partir del año 1996- 1997 con la entrada de los médicos y enfermeras a dichas instituciones educativas. Para ello fue necesaria la intervención de personas capacitadas de decidir actuaciones conjuntas por la posición que ocupaban en la sociedad, este tipo de actividad respondía al trabajo intersectorial sobre la base de la conducción de acciones sociales donde médicos y maestros comenzaron a trabajar para evitar problemas de salud.

Tal y como expresa la Dra. G. María Antonia Torres Cueto en su artículo relacionado con la salud en la escuela, se trata entonces de pedagogizar al personal de salud: médicos y enfermeras, para elevar la eficiencia educativa de su ejercicio profesional y, del propio modo, preparar a los maestros, profesores y educadoras de círculos infantiles, como educadores para la salud de manera que estén en capacidad y posibilidad de enseñar a sus educandos y multiplicarse estratégicamente en ellos hasta incluso llegar a la familia.

Se hace oportuno plantear entonces que la llamada integración médico – pedagógica se produce por tanto dada la conjugación de los esfuerzos que en uno y otro sentido se realizan sobre la base del común propósito de promover la salud en los educandos.

La escuela comienza a fortalecer la actividad preventiva en conjunto con la familia, la comunidad, sus organizaciones políticas y de masas con el objetivo de prevenir las Infecciones de Transmisión Sexual, (ITS), el VIH/ SIDA, el uso indebido de las drogas además del alcohol, la violencia, el embarazo en la adolescencia entre otros fenómenos que constituyen problemas en la etapa de la adolescencia. Muchos docentes han investigados al respecto, se han emitido libros, folletos y materiales de consulta con tal que la actividad de integración entre todos los factores contribuyan a equilibrar la buena calidad y estilo de vida entre los alumnos de los centros sobre todo de los internos, sin embargo se han olvidado del trabajo de control y seguimiento de aquellos adolescentes que presentan factores precipitantes de conducta suicida. A partir de este aspecto se hace necesario formular algunas interrogantes que nos permiten reflexionar en esta dirección: ¿Se tiene en cuenta la intersectorialidad para poder prevenir actos contra la vida de los adolescentes? ¿Realmente se aplica dicho concepto en el contexto pedagógico de forma tal que posibilite la unidad de acción entre todos los factores? ¿Existe preparación por parte de la familia, los docentes y personal de la comunidad para prevenir la conducta suicida? El siguiente articulo comienza con las concepciones teóricas que manejan muchos estudiosos del tema de la prevención de la conducta suicida y posteriormente da a conocer aspectos teóricos – metodológicos de la intersectorialidad vistos por varios autores. Finalmente existe una interrelación entre ambos conceptos sobre la base de la actividad preventiva donde se mencionan insuficiencias y limitaciones de los sectores que mas trabajan en esta dirección. El artículo se sustenta en una valoración crítica de este aspecto el que realmente constituye un problema social a escala planetaria un tanto no manifiesta como debe de ser, por todas los educadores y organizaciones que en definitiva luchan por mantener un adecuado equilibrio en la dinámica de vida de las personas.

Queda demostrado que los niveles de ocupación y preocupación en esta dirección son insuficientes. Esto confirma una vez más lo expresado por el autor de este trabajo en uno de sus artículos publicados en Monografía.com referido a la cultura escolar y la preventiva cuando dice que la educación y la salud como esferas prioritarias en nuestro país, integran sus acciones en la dinámica escolar y hacen del sujeto, un protagónico por excelencia de sus respectivas influencias, de no ser así, entonces se conocerán a los alumnos sin saber delimitar con certeza, si tiene factores precipitantes de conducta suicida o no.

1.1 Aspectos teóricos de la conducta suicida visto por las Ciencias de la Educación La conducta suicida, no es una conducta que surgió hace unos años, sino que tiene sus antecedentes. . Este es un fenómeno tan antiguo como la propia historia de la humanidad. Ha estado presente en cada uno de los sistemas socioecómicos imperantes en el mundo. No ha tenido que ver con la raza, la religión, ni el sexo. Es un flagelo que ha permanecido permanentemente en la mente de muchas personas.

Etimológicamente, la palabra suicidio resulta de la unión de dos palabras latinas Sui (sí mismo) y Caedare (matar), siendo su significado literal "Acción de matarse a sí mismo". Se podría definir como toda aquella conducta, generalmente consciente, que va encaminada hacia la autodestrucción – por acción u omisión – del propio sujeto, aunque sea difícil comprobar la intencionalidad e independiente de que la persona sepa o no el móvil de su conducta suicida.

Estudiosos del tema como Rider Mesa y Riera denominó la conducta suicida como: "cualquier acción mediante la cual el individuo se causa una lesión, independientemente de la letalidad del método empleado y del conocimiento real de su intención, se produzca o no la muerte del individuo". (Taratell R, Manclenell I, P. 30. 1999.) En su investigación "El suicidio, comportamiento y prevención" realizada en el año 1997, el Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero, planteó que el intento de suicidarse, junto con el suicidio, son las dos formas más representativas de esta conducta, aunque no las únicas, de aquí que define la conducta suicida como el espectro completo del comportamiento suicida el que está conformado por la ideación de autodestrucción en sus diferentes gradaciones: las amenazas, el gesto, el intento y el hecho consumado. Lamentablemente no todos conocen que los alumnos que han realizado un intento contra sus vidas han manifestado el llamado síndrome presuicidal En el glosario de términos suicidológicos elaborado por el Doctor Sergio Andrés en el año 2007, este explica que síndrome presuicidal fue descrito por E. Ringel en el año 1949 el que consiste en la constricción del afecto y el intelecto, inhibición de la agresividad y fantasías suicidas los cuales se refuerzan entre si. El mismo añade que este síndrome no forma parte de enfermedad alguna de entidad psiquiatrita, pero que si es un denominador común de aquellos trastornos que conllevan al suicidio. .

El autor de la investigación coincide con los planteamientos anteriores y sobre la base de su experiencia alega que el suicidio de los adolescentes puede tener varios significados, en función de la madurez del individuo y de la manera en que convive, además que hay conductas que se observan preferentemente en ciertos períodos críticos de sus vida, y no en todo momentos, aspecto este que tiende a confundir el modo de sentir, pensar y actuar de un adolescente y que por eso es importante conocer los factores de riesgos de estos sobre todo de índole familiar.

Por su parte, el cubano Wilfredo Guibert Reyes sostiene factores de riesgos precipitantes, expresando lo siguiente:

¨…los factores precipitantes son elementos o causas que contribuyen a que el individuo asuma una posición en un momento de su vida de quitarse la vida. Además que son todos aquellos factores que pueden afectar la psicología del estudiante en un momento determinado, siempre atendiendo a la vida escolar, familiar y comunitaria.¨ [2] La conducta suicida implica necesariamente de la orientación desde el punto de vista psicopedagógico a la familia y a aquellas personas más cercanas al estudiante que presenta problemas. Un signo llamativo que no puede pasarse por alto es que los adolescentes más proclives son los que suelen impresionarse y sugestionarse con mayor facilidad, los que son más intranquilos, sufren de zozobras, angustias, los que tienen cambios ostensibles en su comportamiento habitual limitando su adaptabilidad social, por el contrario, algunos adolescentes no expresan al parecer ningún tipo de sentimiento pero si restan importancia a las actividades, se ríen de los demás pero no dejan de pensar y hasta sentirse aislado, solos a pesar de que conviven con una familia que aparentemente es funcional y comparten con los demás coetáneos.

Los profesionales de la educación así como todos los organismos políticos y de masas que contribuyen al adecuado desarrollo de la personalidad de los estudiantes que un adolescente que intente contra su vida no son cobardes pero tampoco valientes por haber realizado tal acto, las esencia está en que a estos les ha fallado su capacidad reactivo – adaptativa, les han fracasado sus mecanismos útiles de adaptación ante los avatares de la vida, como sucede en cualquier caso de crisis, se encuentran desesperados, confusos y con una mezcla ambivalente de sentimientos En las investigaciones realizadas por la psicóloga peruana Ana Maria Castañeda Chang esta confirmó que los adolescentes del sexo masculino utilizan métodos más fuertes contra sus vidas en comparación de las muchachas, a pesar de que estas lo intentan más que ellos.

No se concibe que exista una adecuada prevención de la conducta suicida si no se tienen en cuenta los derechos de los niños y jóvenes de todo el mundo, aspecto que se debe de seguir por la familia y que lamentablemente no se llevan a efecto, ya sea por desconocimientos o por falta de una adecuada ocupación y preocupación.

Esto confirma que en la Convención de los Niños y las Niñas se plantee en su artículo 6 lo siguiente:

…¨ el reconocimiento que debe de existir por parte del Estado y la familia, hacia el derecho que tienen los niños y adolescente a la vida y su protección es un derecho ¨[3]

2.1 La conducta suicida como problema social a tener en cuenta para la actividad preventiva desde el contexto escolar. En el contexto en que se desarrolla la educación cubana, la atención a la diversidad se ha convertido en una prioridad, aspecto este que sin lugar a dudas ha provocado un redimensionamiento de las concepciones existentes en los diferentes niveles de educación. Por esta razón el acto educativo- preventivo adquiere un mayor carácter humanista al ubicarse al alumno en el centro de la labor pedagógica.

La escuela de hoy, requiere que los profesionales de la educación tengan un reto mayor: profundizar en el conocimiento de su educandos para lograr un mejor desarrollo de sus potencialidades, una mejor satisfacción de sus necesidades y sobre esta base estructurar acertadamente la prevención de las alteraciones que puedan producirse en su personalidad como es el caso de la conducta suicida.

La conducta suicida no deja de ser un problema social a escala universal, donde se ha contribuido a su prevención, sin embargo aún afecta a muchas familias donde se sumen en el dolor de haber perdido a un hijo o hija o temen que vuelvan a intentar nuevamente a quitarse la vida.

Referido a esta cuestión Dublin L, en su artículo denominado. Suicide: a sociological and statistical study, expresó:

¨La conducta suicida en las ultimas décadas ha demostrado una tendencia a elevar sus tasas de incidencia en el ámbito mundial, a pesar de grandes dificultades para el registro fiable de los suicidios en casi todos los países, debido a prejuicios religiosos, cuestiones políticas o hábitos culturales, algunos investigadores opinan que probablemente las tasas efectivas son considerablemente superiores a las que resultan de los casos notificados. ¨ [4] Este aspecto confirma la necesidad que la actividad preventiva hoy en día por la escuela se hace vital y más nuestro país que constituye una potencia médica a nivel mundial, donde el MINED tiene priorizada la prevención.

El tratamiento a la prevención escolar constituye una novedad a partir del momento histórico en que estamos viviendo, donde el Ministerio ha trazado objetivos priorizados sobre la base de una adecuada preparación política e ideológica. Debido a que se trata de un concepto relativamente bien definido, Elena Castro dijo en una ocasión:

¨es el ámbito más accesible para la planificación y cuantificación de las medidas para evitar la conducta suicida, que es precisamente la que se brinda en los planteles de la educación independientemente del modelo preventivo que se asuma, se enfoca a fortalecer los factores de protección y a disminuir factores de riesgo psicosociales, en este sentido. ¨[5] En el III Seminario Nacional se explica claramente que el uso del diagnóstico debe de realizarse en la escuela de forma integral, donde se tengan en cuenta aspectos esenciales tales como el aprendizaje el comportamiento en la escuela, familia y comunidad apoyados en un conjunto de indicadores, para poder conocer realmente las peculiaridades de cada alumno, esto es una necesidad insoslayable en función de asegurar la efectividad del trabajo preventivo y el logro de una real igualdad de posibilidades en la escuela.

Lamentablemente no se enfatiza con la profundidad requerida en los factores potenciadores o precipitantes que pueden desencadenar dificultades emocionales en los alumnos y mucho menos en aquello centros donde no hay psicopedagogos que son realmente los especialistas que dan una adecuada atención a los estudiantes que no cumplen con los deberes escolares y mucho más los que presentan problemas en el comportamiento. Estos son los que deben de dar tratamiento a la familia y mucho más a aquellas que son disfuncionales Está comprobado que los hogares donde se dan con frecuencia rencillas y hay muchas negligencias, se evidenciarán problemas en la conducta en el estudiante e incluso pueden llegar al acto del suicidio o la tentativa por sufrir fuertes emociones de angustia. Estos aspectos pueden afectar la autonomía del adolescente, su autoestima, engendrar la agresividad y también la muerte por tentativa.

Las incomprensiones y los problemas dentro del seno familiar pueden provocar el distanciamiento físico del adolescente cuando este se va de la casa, pero también el psicológico que se manifiesta cuando este está en la casa pero se pasa el tiempo pensando y soñando en otras cuestiones más importantes para el acciones que provocan otras angustias.

El vinculo con la familia y el comportamiento de los escolares tanto dentro como fuera de la institución escolar debe de ser una prioridad a trabajarse en conjunto con la actividad metodológica, no obstante a pesar de las orientaciones al respecto todavía es una limitante que existe e inclusive hasta en muchos programas de estudios Las principales transformaciones que se vienen introduciendo en la escuela en los últimos años, exige el cumplimiento de todos los aspectos señalados hasta el momento donde se debe de colocar en el centro de la atención de los directivos y educadores la eficiencia de la labor educativa y los problemas que de ella se derivan entre los cuales el aprendizaje de los estudiantes constituyen sin lugar a dudas, una prioridad, pero muy ligada a esta se encuentra la continua preparación y autopreparación de los docentes, donde se introduce el conocimiento de la actividad preventiva, como eje central para lograr una adecuada calidad y estilo de vida en los estudiantes La escuela tiene este reto, de aquí que Montersen Pb dice lo siguiente:

¨ La prevalencia de la conducta suicida entre los jóvenes es alta, por lo que todas las escuelas deberían estar preparadas para su prevención, si tenemos en cuenta que la escuela tiene la función de desarrollar ciudadanos maduros y productivos (incluye desarrollar salud psicológica); resolver los problemas que interfieran con la educación; tiene la posibilidad de formar y desarrollar consejeros escolares y apoyadores potenciales; tiene el deber de enseñar educación para la salud; y tiene responsabilidad moral de intervenir en la vida de las comunidades de las que forman parte pues educan a las personas.¨ [6] Se debe de tener presente que en este marco de prioridad, la necesidad de una dirección escolar eficiente se convierte en una tarea de significativa atención para alcanzar los objetivos que la escuela como institución social se ha planteado en su proyecto educativo.

La aplicación del trabajo de intersectorialidad en el contexto pedagógico se aprecia en la revitalización de los Consejos de Padres, el que tiene como objetivo lograr el apoyo de la comunidad a la escuela, y realizar visitas a los hogares de aquellos alumnos con dificultades emocionales, junto a los docentes dirigidos por los jefes de departamentos y el vicedirector educativo en los centros internos preferentemente El cumplimiento del trabajo de las Escuelas de Padres y la actividad preventiva en general depende de un buen colectivo pedagógico y de una adecuada dirección escolar eficiente.

¿Qué significa dirección escolar eficiente? Diosdado Castro dijo al respecto:

"Dirigir equivale a organizar, orientar, ayudar, encaminar, guiar, enseñar cómo hacer una cosa de la mejor forma, observar, penetrar en la esencia del asunto, aconsejar, encontrar las deficiencias y buscar las vías para erradicarlas, detectarlo bueno, lo mejor, mantenerlo, superarlo, apoderarse de la mejor experiencia e incorporar la al bagaje de dirección, interesar a los demás, revisar, chequear, supervisar, controlar a aquellos que llevan a cabo un trabajo, evaluar, estimular."[7] Este aspecto redunda en la continua necesidad de equiparar dirección con aprendizaje y mucho más cuando a la luz de los conocimientos actuales, el proceso salud-enfermedad debe ser interiorizado como un proceso social que va más allá de la atención individual a la colectiva y a la valoración integral de los problemas Está demostrado que el correcto funcionamiento de cada órgano, desde el propio consejo de dirección, donde se aprueban y se diseñan las alternativas educativas – preventivas que deben de utilizarse en el momento oportuno de mes en mes, hasta cada departamentos, ciclos, o grados de las diferentes enseñanzas el consejo técnico, los claustrillos, mini claustrillos, la actividad curricular y el trabajo con la familia y el consejo de escuela todos en unidad de acción, posibilita resultados satisfactorios para prevenir intentos autodestructivos.

Por tanto se insta a no trabajar solamente para prevenir otros fenómenos como las ITS/VIH, embarazo, violencia etc, sino que se trata e enfocar actividades hacia el flagelo que no se ve pro que está ahí. Así mismo se debe de garantizar que los profesores actúen siempre conforme con los requerimientos de cada escolar, satisfagan y orienten sus inquietudes, necesidades y deseos para potenciar su desarrollo cognitivo, afectivo, motivacional y volitivo.

Los directivos deben de prepararse y tener presente que el trabajo preventivo constituye una de las áreas fundamentales que en el ámbito internacional y nacional cobra un gran significado, donde no basta solo con conocer las características fundamentales de los alumnos sino ir más allá, como por ejemplo saber delimitar los alumnos que presentan el llamado síndrome presuicidal además de la forma de convivencia familiar, aspectos que permiten controlar más de cerca de los docentes en función de ir valorando los resultados que van alcanzando a partir del seguimiento que ofrecen estos.

Dotar a los directivos de una correcta preparación que aborde el comportamiento suicida y su prevención pudiera ser de una utilidad no despreciable, pues les pondría en mejores condiciones de ayudarse ellos mismos y a sus iguales que se encuentren en una situación de crisis suicida. Similar provecho tendría para los padres, las madres, y otros familiares, maestros y profesores, que estarían más capacitados para detectar prematuramente aquellos candidatos a la realización de un acto suicida y evitar que ocurra.

En este sentido varios autores dan sus criterios, por ejemplo, José Ignacio Rivas flores en sus estudios acerca de la prevención en el ámbito escolar se refiere a que existe una cierta invisibilidad de esta cuestión preventiva en la escuela de hoy y que realmente no se entiende como un problema educativo – preventivo. Finalmente los estudiosos del Instituto Politécnico Nacional de México D.F confirman a su vez que existe la necesidad de detectar a los jóvenes en riesgo suicida en los centros educativos por parte de los maestros quienes al estar en contacto directo con los estudiantes pueden ser el filtro para identificar a los jóvenes susceptibles de ello.

3.1 La actividad intersectorial como proceso eficaz, para la prevención de la conducta suicida.

Para poder contribuir con la actividad preventiva de la conducta suicida por la escuela como el centro más importante de la comunidad se debe de tener en cuenta las peculiaridades de la intersectorialidad, para accionar en pos de transformar la realidad y pasar de un estado actual al deseado a través de la intervención de más de un sector. Pero primeramente vamos a remitirnos a los criterios de varios autores.

Primeramente se debe de tener claro que la comprensión conceptual de la intersectorialidad tiene que partir de un enfoque sistémico de la salud, en el que la intersectorialidad se justifica y se explica. Este surge precisamente sobre los objetivos propuestos por este sector hace más de 35 anos por autores como Mc Keown, Cochrane e Illich sobre la base de las limitaciones de la aproximación biomédica, a los problemas del sufrimiento humano. Su objetivo central eras incrementar las ganancias en salud de las intervenciones desde actuaciones formalmente coordinadas del sector sanitario con otros sectores.

El Doctor Pastor Castell Florit Serrate (citado en: ¨La intersectorialidad en la práctica social, ¨ Pág. 4. 2008, quien es especialista de Salud Pública, da el concepto de intersectorialidad, planteando en uno de sus artículos que es "la intervención coordinada de instituciones representativas de más de un sector social, en acciones destinadas total o parcialmente a tratar los problemas vinculados con la salud, el bienestar y la calidad de vida, Consiste fundamentalmente en convertir la cooperación fortuita o casual en acciones, que se orienten estratégicamente hacen aquellos problemas identificados y priorizados, donde las actividades de otros sectores pueden ser determinantes, de tal forma que puedan apoyar en la actividad de seguimiento de aquellos casos que resultan crítico en cuanto a su estado emocional." Este es un concepto- a criterio de los autores del presente artículo- propio de la entidad de salud muy aplicable a cualquier sector, sin embargo está demasiado amplio para su operacionalización en el sectorial de educación, pues se hace necesario tener en cuenta otros aspectos significativos propios del proceso docente educativo y sustentado en el que emite Castell el autor define la intersectorialidad pedagógica como el proceso, planificado, organizado e integral capaz de posibilitar que de forma coordinada a través de una adecuada comunicación, la escuela como centro más importante de la comunidad, posibilite a través del Consejo de Padres que se prevengan de forma coherente y en unidad de acción, los factores precipitantes vinculados con la psicología de los educandos, con su salud, el bienestar y su calidad de vida, capaz de entorpecer la actividad docente educativa.

Castell confirma los criterios emitido por el autor del presente articulo al referirse que la intersectoriallidad constituye, sin lugar a dudas, la solución para transitar de la enfermedad al bienestar, menos costosa y más segura, a la vez es en sí un problema, porque no siempre es valorada de esta forma por todos los que tienen que ver con su ejecución y porque cuando es concebida de manera clara, aún en su forma de materialización, encuentra diversos obstáculos derivados de formas de pensar que no se han modificado a la misma velocidad que lo que la transformación requiere.

Es importante tener en cuenta que la aplicación del carácter de intersectorialidad es consustanciado a cualquier Programa Social de Atención, y en el caso que nos ocupa la prevención de la conducta suicida necesita de que participen distintos organismos y organizaciones, que por sus propias funciones se deben unir de forma cohesionada, trabajar por alcanzar con calidad el referido propósito. Para su mejor funcionamiento se debe de se apoya en tres pilares fundamentales: Protagonismo de las familias la escuela, y la comunidad.

Es por ello, que surge la necesidad por parte del personal de educación que interiorice que se hace muy necesario una estrecha interrelación entre los miembros participantes donde es posible alcanzarla mediante la ejecución de un algoritmo de trabajo en la formación y funcionamiento de los grupos que se formen para prevenir en este caso la conducta suicida, donde se aplique un sistema de acciones encaminadas a la planificación, organización, evaluación y control de las actividades y un plan de capacitación en correspondencia con sus necesidades. Morel Vázquez en los estudios que ha realizado al respecto ha planteado lo siguiente:

"La intersectorialidad presupone: la dirección y organización del trabajo de grupo; basado en un fin único, con el objetivo de lograr la coordinación e integración de los esfuerzos de los miembros y su interrelación, que permitan actuar mancomunadamente en la diversidad de sus asuntos e intereses, y asumir como punto de partida el diagnóstico para la proyección de su plan de acción y capacitación" [8] Por otra parte, A.M Sivenio se hace fuerte en el presupuesto de que a coordinación intersectorial debe ser cuidadosamente planificada en las diferentes instancias y plasmada en planes de acción, que deben ser elaborados de conjunto por todos los miembros del grupo, generalmente para un año de trabajo. El minucioso análisis de su cumplimiento en las reuniones mensuales de cada grupo, posibilita evaluar la marcha del trabajo, tomar medidas e incluir modificaciones a lo previsto, para atemperarlo a un contexto dado. Tiene una estructura y contenido definido, en él se plasman los objetivos, las tareas, la fecha de cumplimiento, sus participantes y responsables.

A pesar de lo antes abordado, el sectorial de educación no utiliza este término de forma directa pues se ha familiarizado más con agencias socializadoras, factores, sectores sin embargo al aplicarlo a este contexto todavía no hay un alto nivel de concientización a pesar de que se reconoce que la actividad conjunta entre todos los organismos contribuyen a obtener resultados en el trabajo con los alumnos y la familia además de la comunidad.

La lic. Aurelia Massip Acosta ha manifestado que los últimos años en nuestro país se le ha dado mucha importancia a la educación comunitaria, la que es un principio esencial y un factor estratégico determinante para el desarrollo social que cobra vida en la acción diaria de los órganos locales del poder popular, – máxima expresión de las estructuras de gobierno -, el elemento básico aglutinador del barrio y un espacio abierto y compartido entre los representantes de las instituciones y demás entidades de la comunidad y los vecinos, desde donde se planifica, organiza y ejecuta todo el trabajo comunitario. En ese sistema de interacción fluida el núcleo de la labor educativa es la escuela, reconocida y apreciada altamente, – por toda una tradición que la respalda – como el centro cultural más significativo en cada localidad.

En su aspecto más general, dice Aurelia, que el trabajo de educación comunitaria es visto como un marco de coincidencias de todo el conjunto de relaciones y acciones que pertenecen por esencia al sector de educación y aquellas que en conciencia formativa le corresponde al resto de las instituciones, organismos y organizaciones que intervienen en la cotidianeidad del barrio. Este marco constituye una oportunidad para que tales relaciones y acciones conformen un sistema de influencias directas e indirectas – dentro y fuera de las áreas institucionales – que facilitan la participación y multiplican la preparación de los miembros de la comunidad para que puedan enfrentar la vida y sus retos. Al referirnos a este aspecto estamos refiriéndonos al término de intersectorialidad ya que el vinculo escuela- familia- comunidad es precisamente el accionar el consejo de Padres o de escuela el que debe de accionar en apoyo a la mejoría de la calidad de vida y a la mejor adquisición del aprendizaje en los escolares.

Teniendo en cuenta todos los elementos anteriores planteados, se hace necesario esclarecer que el contexto pedagógico debe de aplicar este enfoque sistémico de tal manera que dentro de los alumnos que son controlados como que no cumplen con los deberes escolares con afectación en el indicador del comportamiento, deben de trazarse acciones para mejorar su calidad y estilo de vida.

La escuela de hoy atendiendo a estas insuficiencias puede lograr resultados efectivos y comprometedores ante este problema en la medida en que sea capaz modificar sus planteamientos, sus finalidades, sus contenidos y estrategias educativas. Es oportuno tener presente los planteamientos de la MSc Marta del Carmen Matamoros Suárez cubana que realizó su tesis sobre el enfoque multidimensional y multifactorial expresó en su tesis de Maestría cuando dice:

¨ Se considera oportuno ofrecer reflexiones donde no sólo se enfoque el trabajo preventivo en el orden social sino que se analice su proyección de forma integradora donde se incluyan las áreas afectivo – volitiva- cognoscitiva del sujeto como unidad indisoluble en el desarrollo de la personalidad, que permita la formación de un ciudadano con valores éticos, morales y sociales capaz de interiorizar y actuar con conocimientos sólidos demostrando una cultura general integral.¨[9]

4.1 Situación actual de la prevención de la conducta suicida desde el contexto escolar y nacional en cumplimiento de la intersectorialidad A pesar de los esfuerzos que se están realizando en la actualidad por contribuir a prevenir los actos que mitiguen la calidad de vida de los adolescentes y otros estudiantes en la escuela cubana sobre la bases de lo orientado por el departamento de salud escolar, subsisten insuficiencias, las que no contribuyen de ninguna manera a prevenir de forma directa contra la conducta suicida por el poco tiempo, dedicación, falta de integración, coordinación y preparación de muchas personas que están en cada sector. De forma general estas se aprecian en el trabajo que debe de realizar la escuela, las diferentes organizaciones políticas y de masas, la familia y la propia comunidad en su conjunto donde no se puede dejar de incluir a la escuela y el sector de salud.

El Conejo de Atención a Menores (CAM) es un órgano que cumple con el carácter de intersectorialidad en educación, pues todos los meses se reúnen todos los organismos para controlar y evaluar aquellos casos que presentan problemas en el comportamiento sobe todo por indisciplinas, sin embargo la evaluación de alumnos que han intentado contra sus vidas, que tiene factores precipitantes al respecto o la capacitación a todos los presentes para prevenir tal problema no se realiza.

La práctica pedagógica está demostrando que existen otras eficiencias tales como:

  • Existen muchos mitos en el contexto pedagógico y fuera de este también con respecto al suicidio y su conducta, lo que imposibilita que la actividad de prevención sea altamente efectiva.

  • Insuficientes conocimientos por parte de los docentes y directivos en la escuela, con respecto a las características esenciales de la conducta suicida y su prevención.

  • En el sistema de trabajo de los centros, no se concibe en función de control y seguimiento a los alumnos que presentan algún factor precipitante de índole familiar de presentar conducta suicida desde el control y seguimiento del Consejo de Dirección, demás órganos, hasta la atención diferenciada por el profesor en las clases

  • Se trabaja con el consejo de escuela, sin embargo, estos carecen de preparación para poder apoyar al centro en la actividad preventiva y de seguimiento.

  • No hay integración del equipo de Salud Mental con los centros escolares

  • Todavía no se equipara el trabajo metodológico con el preventivo para prevenir de forma directa posibles intentos suicidas

  • Incoherencias que se manifiestan en el accionar de los diferentes factores comunitarios. Se aprecia cierta tendencia a parcelación institucional a partir de diversos programas que actúan simultáneamente en la comunidad pero no logran establecer los vínculos correspondientes entre las acciones que convergen en un mismo fin. prevenir la conducta suicida.

  • La labor se focaliza más a las acciones de tipo correctiva que contribuyen a enmendar diferentes males sociales. En tanto se le resta importancia al trabajo preventivo de la conducta suicida para que alertar, disponer y preparar a las personas para evitar tales situaciones

  • En los programas de estudios de las diferentes carreras no se contempla la actividad preventiva como un aspecto muy especifico a tratar.

Al respecto se pueden confirmar los criterios de Julieta Briñas Cera, cuando en su trabajo científico relacionado con la prevención de las alteraciones de la conducta desde la formación inicial del profesional de la educación esta plantea lo siguiente:

¨ Al valorar la fundamentación del programa de primaria es posible observar que se refleja de forma insuficiente las potencialidades que tiene la asignatura en función del trabajo preventivo, sólo se circunscriben a plantear que un de los objetivos es el diseño de acciones con este fin, lo que resulta pobre si se toma en consideración la complejidad de la labor que debe realizar el maestro para enfrentar este proceso ¨[10] Este elemento constituye una regularidad en muchos programas de estudio a pesar que existen Resoluciones Ministeriales que abogan por su aplicación en la actividad curricular una de esta es la RM 150/010 y la RM 90/98. Esta última explica claramente la forma en que la actividad preventiva se debe de utilizar para fortalecer valores los que tributan a que exista en cada alumno hábitos correctos, buen comportamiento y la formación de una personalidad adecuada donde para lograrse de forma coherente y científica se debe de partir de la caracterización el diagnóstico, el control y adecuado seguimiento seguido por un sistema de acciones que plantea dicha resolución.

No se puede dejar de plantear que es Salud Pública quien atiende estos casos una vez que llegan a los hospitales y son atendidos en el caso de que no hayan fallecidos por el Equipo de Salud Mental, momento en el que nos enteramos de que un alumno de la escuela realizó una tentativa contra su vida. Pongamos un ejemplo de una situación de un estudiante de 16 años del sexo femenino que intentó contra su vida al ingerir una sobredosis de Diasepán Al investigar se constata lo siguiente:

  • El médico de la familia no realizó la prevención primaria en esta dirección y realmente desconocía del caso, de sus antecedentes emocionales o que emitía constantemente el síndrome presuicidal

  • La escuela tenía controlado al alumno dentro de los casos que no cumplían con los deberes escolares en indicadores como problemas de ausencias, impuntualidades y no así como serios problemas en el comportamiento por observarse de forma reiterativa que estaban aislado, poco comunicativo, con dificultades en el aprendizaje, muy susceptible entre otros aspectos.

  • La familia desconocía de los problemas que presentaba el alumno en el centro además los métodos educativos empleados eran deficientes ya que los niveles de atención, ocupación y preocupación eran críticos.

Esto a grandes rasgos demuestra que existen muchos casos que transitan por situaciones similares de aquí que el Licenciado en Psicología clínica y estudiosos del tema el suicidio en Cuba planteara lo siguiente:

¨ El suicidio requiere de un enfrentamiento integral y sistemático por parte de las sociedades que se base en el abordaje multisectorial orientado por especialistas conocedores de que el hombre es un ser eminentemente social ( …) El éxito de un programa de promoción de salud- prevención del suicidio no depende tan sólo de su adecuación a un modelo psicosocial integral y de la disponibilidad de recursos económicos y humanos, sino también del cumplimiento de acciones y tareas que respondan a objetivos entro e fases como el diagnóstico, la relación e metas, el diseño de programas, su implementación, en un contexto permanente, su evaluación y retorno a la población de los resultados ¨[11] Lo antes plantado confirma una vez mas la necesidad de que se prevenga el suicidio atendiendo a toda una metodología bien estructurada y científica. Este autor criticó a su vez el Programa Nacional de Prevención de la Conducta suicida en Cuba cuando expresó que no existe una total organización en la implementación del mismo, no se evalúa constantemente, no existe total cohesión entre los niveles de atención y tipos mediante la comunicación, la colaboración, la coordinación y finalmente la integración. Se ha podido comprobar en la práctica que las acciones referidas a capacitar en cascada a los diferentes organismos, formar los promotores comunitarios, y adiestrar a los jóvenes y otros grupos vulnerables en desarrollar habilidades personales de protección, tampoco se cumplen y mucho menos con la sistematicidad que se requiere. Esta actividad no se realiza con la profundidad y permanencia que requiere el problema social al que le estamos ocupando lo que confirma la falta de integración en el trabajo en este tipo de prevención.

No es menos cierto que el trabajo de la escuela cubana en la actividad preventiva es bueno con respecto a la formación e valores y otros aspectos muy necesarios pero e debe de fortalecer en cuanto a la prevención de la conducta suicida. Retomamos los criterios de Guibert cuando explica que también es cierto que el programa Nacional de Prevención de la conducta suicida ha tenido logros, pero no los necesarios, que Salud Pública tiene el equipo de Salud Mental lo que es un logro organizativo para la efectividad del programa en cuanto a la atención primaria pero que se necesita perfeccionamiento y aumentar la eficacia por lo que se deberá hacer en dos direcciones fundamentales:

  • 1. estabilizando y desarrollando la cooperación intersectorial

  • Partes: 1, 2

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