Introducción
Con este ensayo quiero exponer el tema del aprendizaje de la felicidad, resaltando la importancia que tiene para el mundo actual que enfrentamos y cómo podemos acceder a ella.
Todos los individuos anhelamos la felicidad, es una primicia en los objetivos de la vida "ser feliz ". La felicidad es independiente de la cultura, religión, costumbres o regiones del planeta, quizá el concepto tiene un significado de acuerdo al contexto pero la felicidad en si es un valor universal. Todos lo desean e incluso en esos raros casos en los que algunas personas manifiestan que no desean la felicidad para sí mismas (tal vez debido a normas culturales, a motivos religiosos, experiencias o circunstancias difíciles vividas y quizá hasta actitudes personales), casi todos reconocen que desean que las personas cercanas, amistades o familiares sean felices.
La felicidad no es algo que pueda encontrarse fuera de nosotros mismos, no es algo que se obtiene del mundo, viene del interior, de adentro hacia afuera y , como dijo el Dr Gallegos en su libro de Meditación Holista:
"La felicidad surge simplemente de ser lo que realmente somos"
"La felicidad se experimenta con el conocimiento de nuestra verdadera naturaleza, disipa la ignorancia y nos abre las puertas al ser verdadero que somos".
"La felicidad es real el sufrimiento es una ilusión".
"Nuestra naturaleza es ser consciencia y felicidad"
"La felicidad es nuestro estado natural, somos algo más que un hecho histórico o social, biológico, somos la consciencia que está viviendo una experiencia humana para reconocer nuestra naturaleza espiritual". (Gallegos Nava, Meditación Holista, 2014)
La felicidad es diferente al placer, este último es momentáneo, circunstancial, depende de algo externo y está condicionado. La felicidad, en cambio, es un estado de la consciencia que surge desde dentro.
La felicidad se alcanza al estar en plenitud, cuando puedes reconocer y apreciar lo que eres, lo que haces, lo que tienes y a quienes tienes en vida. El ser humano satisface las necesidades inefables como son: las materiales, las físicas, las sociales y las espirituales, pero ninguna determina la felicidad ni es más importante que otra, sino satisfacerlas en equidad.
Para Ramón Gallegos Nava, Aprender a ser feliz va de la mano con el autoconocimiento. La base de una vida feliz es el conocimiento de nuestra verdadera naturaleza, es entonces cuando surge de manera natural un sentido profundo de plena felicidad. El máximo nivel educativo es la espiritualidad, y vivir la espiritualidad es experimentar la auténtica felicidad. La espiritualidad es sinónimo de felicidad. (Gallegos Nava, La educación que la humanidad necesita, 2008).
Todos podemos aprender a ser felices y en este ensayo hay muestra del hecho.
Desarrollo del tema
Para aprender a ser feliz, es esencial reconocer que la felicidad no es un estado temporal, no es algo alcanzable, ni un logro, sino un estado de la conciencia, que viene de la plenitud de ser, y que emana de adentro hacia afuera.
La mayoría de las personas creen que la felicidad es algo que vas a encontrar o es un golpe de suerte o bien un logro de vida que alcanzas. Por ejemplo: alcanzar la edad adulta, terminar de pagar deudas, recuperar la salud, casarse y tener hijos, adelgazar, terminar una carrera profesional, encontrar el amor, etc. Pero ninguna de las cosas anteriores te dará una felicidad permanente. Construir la felicidad depende de nosotros mismos y no de los demás.
Existen factores que determinan la felicidad, en el libro de Ciencia de la felicidad de Sonja Lyubamirsky nos muestran una gráfica que explica claramente el porcentaje de ellos. (Lyubomirsky, 2008)
El 50% corresponde a los factores que te han heredado o pertenecen a tu contexto familiar, social, cultural; el 40 % son las actividades, las actitudes, las acciones que has elegido hacer en tu vida y sólo el 10% de los factores que tienes en tu vida dependen de la circunstancia y no tienes control sobre ello. Por lo que se demuestra que gran parte de tu felicidad depende de la decisión que tomes para enfrentar tu vida día a día.
Existen condiciones que indefectiblemente producen infelicidad y que se detectaron en investigaciones realizadas para conocer acerca de la felicidad (Lyubomirsky, 2008), como son que el individuo está solo y debe luchar para satisfacer sus deseos; que el estado primordial de la naturaleza es la carencia; creer que las cosas buenas no existen en cantidad suficiente para todos; que el entorno es hostil y el hombre debe luchar para sobrevivir; que es conveniente acumular todos los bienes materiales que sea posible; que ser rico equivale a ser feliz; que si no cuidas tus intereses, nadie lo hará; que ser feliz ahora es más importante que pensar en el mañana. La mayoría de ellos sólo son patrones de pensamiento y caen dentro del 40 % de los factores circunstanciales donde puede haber un cambio dado que depende totalmente de nosotros.
En el mismo libro se mencionan resultados de investigaciones acerca de los patrones de pensamiento y de comportamiento de las personas más felices como son:
• Dedican mucho tiempo a su familia y a sus amigos, a fortalecer esas relaciones y a disfrutar de ellas.
• Se sienten cómodas expresando su gratitud por todo lo que tienen.
• A menudo son las primeras en ofrecer ayuda a sus compañeros de trabajo y a los transeúntes.
• Son optimistas al imaginar su futuro.
• Saborean los placeres de la vida y tratan de vivir el presente.
• Convierten el ejercicio físico en un hábito semanal (y en ocasiones cotidiano).
• Están profundamente comprometidas en objetivos y ambiciones para toda la vida (por ejemplo, luchar contra el engaño, participar en política o enseñar a sus hijos los valores que tienen profundamente arraigados).
• Y, por último, aunque no por eso menos importante, las personas más felices también soportan el estrés, tienen crisis e incluso sufren tragedias.
Como dice el Dr Gallegos en su literatura "Somos seres divinos viviendo una experiencia humana".
Existen obstáculos que no permiten la felicidad como son : considerar que el ser humano es un producto social; tendencia genética a ser o pensar negativo; dejarse llevar por la filosofía hedonista (dejarse llevar por el placer y evitar las experiencias que requieren esfuerzo) o nihilista ("nada es bueno ni malo, todo vale igual, no hay compromiso, consciencia ni sensatez" (Gallegos Nava, La educación que la humanidad necesita, 2008)) de la postmodernidad; y la cultura actual de ingratitud y narcisismo que aleja cada vez más a los seres humanos, haciéndolos inconscientes en su actuar y separándolos de la unidad.
La felicidad es un acto personal, está dentro de cada ser humano y es preciso ejercerla pero somos interdependientes de quienes nos rodean, no podemos vivir creyendo que somos únicos y no necesitamos de los demás ni de la naturaleza para sobrevivir.
El 50% de los factores que determinan tu felicidad tienen que ver con la genética herencia fisiológica, la educación e idea con la que has crecido dentro de tu núcleo familiar, lo que has aprendido en tu contexto cultural, etc. Pero este porcentaje también se puede cambiar. Cito por ejemplo que si naciste en una familia donde el sobrepeso es común, el colesterol y triglicéridos son referencias que encausan enfermedades familiares, no tienes porque seguir con ese patrón, puedes optar por cambiar tus hábitos alimenticios, hacer ejercicio, desarrollar resistencia para poder y querer cambiar lo que está "predeterminado" para mejorar tu realidad. Con este ejemplo sencillo y común se puede reconocer que la felicidad no depende de factores heredados ni de la cultura, el clima, el país, la belleza, ni la circunstancias sobre las cuales no has tenido el control, ser feliz se sustenta en el nivel de consciencia que has decidido tener. Cada persona es responsable de su propia felicidad, de ir creando una realidad donde permitas a tu ser interior crecer y evolucionar. La felicidad es un acto consciente, ser feliz es tomar la decisión de serlo.
La naturaleza de la felicidad consiste en saber que ninguna cosa te hace feliz verdaderamente, la satisfacción o el placer son momentáneos, no puedes depender de factores como la economía o las relaciones sociales que pueden cambiar de momento y acabar con esa sensación de felicidad mal fundada. La felicidad no depende de nadie más las relaciones afectivas son importantes, no es psicología aplicada ni depende del autoestima pero al aceptar la felicidad cada día se vuelve tan rentable ya que todos los aspectos de tu persona se engrandecen.
Sonja Lyubomirsky recomienda algunas actividades para ser feliz como son (Lyubomirsky, 2008):
1. Practicar diariamente la gratitud
2. Cultiva el optimismo
3. Evitar pensar demasiado y la comparación social
4. Practica la amabilidad
5. Cuidar las relaciones sociales
6. Desarrollar estrategias para afrontar
7. Aprender a perdonar
8. Vivir en el presente, fluir
9. Saborear las alegrías de la vida
10. Comprometerte con tus objetivos
11. Práctica de la espiritualidad o meditación
12. Ejercicio o actividad regular.
La felicidad no es algo que se tiene o no, que se pierde o gana, que se alcanza o logra, es una cuestión de decisión, de esfuerzo encaminado a lograrlo para tu crecimiento personal, la transcendencia de cada persona se basa en su felicidad.
Marci Shimoff creo un libro llamado "Feliz porque si" donde expone los resultados que de una investigación con 100 personas felices, de las cuales obtuvo datos para escribir sobre la felicidad, también como otros autores propone que la felicidad es un estado de la consciencia, que surge desde dentro. La autora explica que el ser humano puede llegar a ser feliz al lograr un estado interior de paz y bienestar y viene de un proceso de transformación interno. La sociedad, el capitalismo, la vanidad, la cultura hedónica, es decir todas aquellas cuestiones externas al ser confunden al ser humano para darse cuenta que la felicidad está dentro y no fuera de sí mismo.
Crecemos con la idea de tener razones correctas o equivocadas para estar felices o infelices, pero todo eso pertenece al exterior, tiene que ver con la satisfacción, el placer momentáneo, el nihilismo, hedonismo, actitudes pesimistas, experiencias saludables o dañinas de nuestras decisiones o bien de nuestras relaciones interpersonales, la constante enfermedad de la depresión que algunos toman como camino para no ejercer la responsabilidad de ser felices.
La autora realizó unos descubrimientos sobre cómo elevar tu nivel básico de felicidad y nos comparte 7 pasos que son (Shimoff & Kline, 2008):
1. Los Cimientos: sé el dueño de tu felicidad
2. El Pilar de la Mente: no te creas todo lo que piensas
3. El Pilar del Corazón: déjate llevar por el amor
4. El Pilar del Cuerpo: haz felices a tus células
5. El Pilar del Alma: conéctate al espíritu
6. El Tejado: vive con propósito
7. El Jardín: cultiva las relaciones nutritivas
La intención de estos pasos es desarrollar los Hábitos de Felicidad todos los días y encontrar recursos para mantenerte "Feliz porque sí "durante el resto de tu vida.
Aristóteles proponía que la meta de todas las metas es la felicidad. Es cuestión de desarrollar el hábito de los buenos pensamientos y actitudes con que enfrentas la vida, para enseñar al cerebro a emitir los neurotransmisores como la oxitocina, dopamina, serotonina y endorfinas que son las "sustancias de la felicidad". Tener un sentimiento de ligereza y optimismo cambia el sentir, te llenas de energía de vitalidad y con ganas de apreciar la vida. Cuando acostumbras a tu cerebro a producir esa sensación de que todo fluye, sentir, amar, tenemos compasión por uno mismo y por los demás, sentir pasión por vivir y creer que lo mejor siempre vendrá, sentir día a día la gratitud, optar por el aprendizaje de cada experiencia y saber que toda situación es temporal, la vida va ofreciéndote mejores oportunidades porque emana de esa paz interior y concentras tu atención en el momento presente, soltando el estrés, la preocupación, angustia para lograr poco a poco la plenitud.
Existen 3 principios inspiradores a considerar para vivir la vida y ser feliz (Shimoff & Kline, 2008) que son :
1. Lo que te expande te hace más feliz. (Ley de la Expansión). Se refiere a sentir el amor, optimismo, fluidez, aceptación, vitalidad, bienestar, conexión, sentirse bien. Contrario a esto sería la contracción que es todo aquello que no te hace sentir bien, que te limita como el miedo, pesimismo, resistencia, poca energía, dificultad, malestar, separación, etc.
2. El universo conspira a tu favor. (Ley del Apoyo Universal). Cuando crees que el universo conspira a tu favor, eres capaz de resistir lo que ocurre, lo que no equivale a tener una actitud pasiva o complaciente ante los acontecimientos que se sucedan en el mundo o en tu propia vida, simplemente quiere decir no resistirse o quejarse sobre lo que ya ha ocurrido y no puede cambiarse. Muchos de nosotros gastamos cantidades ingentes de tiempo y energía disgustándonos y resistiéndonos a la vida, reclamando porque es que suceden las cosas en lugar de invertir ese valioso tiempo en ordenar al cerebro una mejor actitud ante los acontecimientos, aprender de ello y ser resilientes.
3. Aquello que aprecias, se aprecia. (Ley de la Atracción). Atraerás hacia a ti cualquier cosa que pienses, sientas, digas y hagas, como si fueras un imán; cuando valoras la felicidad que ya tienes en la vida, atraerás más y te enfocas en lo positivo, pero en cambio si te quejas y te concentras en los aspectos negativos la vida te ofrecerá o atraerá más de lo mismo porque lo haces crecer al poner atención. Es más favorable pensar " lo bueno llama lo bueno" (Shimoff & Kline, 2008).
Deepak Chopra en su libro Receta de la felicidad expone que "El éxito en la vida es la consecuencia de la felicidad no la causa". La felicidad es igual a la predisposición más una condición de vida más una actividad voluntaria. Es decir cada uno CREA la felicidad.
Los seres humanos desde pequeños aprendemos a ser felices viendo a nuestros padres serlo. Se programa para la felicidad aún antes de tenemos motivos para darle significado. (Chopra, 2010).
Biológicamente estamos predispuestos a la felicidad y podemos lograrlo a través de medicamentos, terapias cognitivas o conductuales y la meditación. Evidentemente la mejor de todas es la práctica de la meditación.
Los beneficios de la meditación son entre algunos otros:
Llegar a un patrón de ondas mentales al estado alfa, la cual promueve la curación.
Disminuye los niveles de lactato en sangre, reduciendo los ataques de ansiedad.
Disminuye los dolores relacionados a la tensión tales como: dolores de cabeza por tensión, úlceras, insomnio, problemas musculares y de articulaciones
Aumenta la producción de serotonina, oxitocina, dopamina, endorfina que mejora el humor y el comportamiento.
Mejora el sistema inmunológico
Transforma a tu cuerpo en un generador, incrementa la tolerancia en actividades físicas.
La mente se refresca, se vuelve delicada y hermosa.
Tu ansiedad disminuye, remueve miedos y fobias.
Incrementa el enfoque y la concentración.
Aumenta la habilidad de aprendizaje y la memoria.
Ayuda a mejorar relaciones personales, te aleja de personas tóxicas.
Tu estabilidad emocional mejora
Mejora la comunicación de los dos hemisferios del cerebro.
Aumenta nuestra productividad.
Tu creatividad aumenta y aumenta la coherencia.
Ayuda a eliminar malos hábitos.
Tu felicidad aumenta.
Se desarrolla tu intuición.
Logras tener claridad mental.
Logras paz mental y aumenta la relajación.
Los problemas se vuelven pequeños antes de llegar a ti.
Te hace consciente –que tu actitud interna determina tu felicidad.
Trae armonía interna.
Te purifica y nutre desde adentro y te calma cuando te sientes desbordado, inestable, o cerrado emocionalmente.
La Meditación puede revelar tu verdadero potencial, puede revelar tu verdadero potencial.
La meditación es una de las actividades que consideran grandes autores para promover la felicidad, dado que genera un estado de consciencia mayor y existe un crecimiento del ser desde el interior.
Las claves que Deepak Chopra promueve para la felicidad son:
1. Tomar consciencia de tu cuerpo
2. Descubrir el verdadero autoestima
3. Desintoxicarse de la vida
4. Renuncia a tener la razón
5. Concentrarse en el presente
6. Observar el mundo en ti
7. Buscar la trascendencia e iluminación
Existe una ciencia que apoya en gran medida a la felicidad, la ciencia de la Gratitud. Inspirar y desarrollar el hábito de la gratitud genera que cada día te sientas más feliz. Actualmente la gratitud juega un papel decisivo en la felicidad humana, ya que es una apreciación de inclinarnos a devolver las atenciones que la vida nos ha regalado en nuestro proceso de trascendencia.
Desarrollar el hábito de la gratitud es un ejercicio constante y saber que puedes agradecer todo y todos los días desde la salud, las relaciones afectivas, los sucesos, la naturaleza, los servicios, las experiencias de las cuales aprendes, los bienes materiales, los alimentos, el trabajo, las pérdidas y ganancias, etc. Todos los días podemos encontrar razones suficientes para estar agradecidos y motivar a la felicidad.
Grandes personajes de la historia de la humanidad que han venido a hacer este mundo mejor han usado la ciencia de la felicidad como Jesús, Buda, Madre Teresa, Einstein, etc. incluso la biblia lo menciona "A quien quiera que tenga gratitud se le dará más y tendrá en abundancia, a quien quiera que no tenga gratitud, incluso lo que tenga, le será arrebatado". Ellos se han servido de esta práctica para su trascendencia, agradeciendo todas aquellas experiencias vividas que no siempre fueron las más agradables recompensas.
Los Brahmaviharas son los cuatro elementos del auténtico amor: el amor, la compasión, la alegría y la ecuanimidad. Se denominan porque, si los practicas, crecerán en ti cada día hasta llegar a contener el mundo entero. Tú serás más feliz, y la gente que te rodea también lo será. (Hanh T. N., Enseñanzas sobre el amor, 2007)
Durante la vida tenemos experiencias que se pueden catalogar como "indeseables", "difíciles", "duras", "maldiciones o castigos" como por ejemplo: accidentes, despidos de trabajo, matrimonios fallidos, enfermedades graves, negocios en quiebra, es decir, adversidades que nos hicieron pasar por momentos no tan agradables. Pero con el tiempo llegas a agradecer haber pasado por ellas ya que te conviertes en un ser más fuerte, valiente, decidido, comprensivo, benevolente…en fin agradecido porque esa experiencia especial te ha permitido crecer como persona. En lugar de quedarte estancado en el sufrimiento o esa falsa idea de una realidad negativa, vivir en la aversión, la negatividad, la queja o el apego que te lleva a la infelicidad.
Cuando cometemos un error o fracasamos en algo, tendemos a maltratarnos en lugar de pasarnos un brazo por los hombros en señal de apoyo. Sobre todo si creemos que consolarnos de esa manera es una idea absurda. Aunque nuestros problemas se deban a fuerzas que escapan a nuestro control, la bondad hacia uno mismo no suele ser una actitud valorada en nuestra cultura. Aprender a ser feliz también tiene que ver con ser más compasivos con nosotros mimos, de manera que si te habitúas a pensar positivo, hablarte bien y ser bondadoso contigo mismo, esperaras menos de los demás, te desapegas y te haces consciente de tu propia felicidad.
"La bondad hacia uno mismo hace soportable el sufrimiento y proporciona un bálsamo que suaviza las aristas de nuestro dolor" (Neff, 2012). La autora del libro se amable contigo apoya la idea de que la compasión por uno mismo te ayuda a evolucionar y ser feliz.
La compasión es reconocer que como ser humano eres imperfecto y frágil y al reconocer el sufrimiento o dolor nos volvemos más compasivos con nosotros mismos y entonces podemos serlo con los demás; compasión es reconocer que tenemos una humanidad común, lo que le sucede a otros me puede suceder a mi o en el mismo sentido vivir lo que otros han vivido porque somos la misma esencia; la compasión la puedes lograr practicando la atención plena que nos permite recuperarnos de las reacciones equivocadas o exageradas con mayor rapidez.
Ser amable con uno mismo es reconocerte completo, pleno, valioso, amoroso, es hablarte bien, tratarte bien, pensar positivo, tener bondad, y entonces compartirlo con los que nos rodean. La única manera de entender la humanidad es entiendo tu propio ser. Cuando logras amarte, encuentras paz y tratas a otros como te tratas a ti mismo. Para darnos compasión a nosotros mismos tenemos que reconocer que estamos sufriendo, no podemos curar lo que no sentimos.
El hombre más feliz del mundo llamado Ricard Mattiew en su libro "La Defensa de la felicidad" sostiene que puedes construir la felicidad, partiendo de usar el sufrimiento como medio para aprender y transformarse. Es importante gustarte a sí mismo, tener bondad por uno mismo para encontrar sentido a la existencia. La felicidad es un estado de plenitud que contiene alegría y ésta debe estar asociada a la lucidez, la bondad, el debilitamiento gradual de las emociones negativas y el cese de caprichos del ego.
El aprendizaje consciente de la felicidad tiene como finalidad quitar la cortina de pensamiento y sufrimiento que la obstruye. El sufrimiento debe ser reconocido para poder ser sanado, eliminar su origen, conseguir la cesación y practicar la vía que trasforme el sufrir por una mejor realidad.
Todos buscamos la felicidad, cada día por naturaleza humana de alguna u otra manera nuestro pensamiento se dirige el bienestar. "Todos los días de nuestra vida emprendemos innumerables actividades para vivir intensamente, tejer lazos de amistad y de amor, explorar, descubrir, crear, construir, enriquecernos, proteger a nuestros seres queridos y preservarnos de los que nos perjudican. Consagramos nuestro tiempo y nuestra energía a esas tareas con la idea de obtener de ellas una satisfacción, un «mejor estar» para nosotros o para otras personas. Querer lo contrario sería absurdo" (Mattiew , 2005)
Aprendizaje de la felicidad en los niños
Último me gustaría comentar acerca del aprendizaje de la felicidad en los niños, debido al a importancia que tiene este tema en mi labor como directivo de un colegio de educación básica.
"El aprendizaje de la felicidad consiste en hacer del mundo un lugar mejor. Cuando evolucionamos como padres, nuestro mundo mejora notablemente. En esta cultura, tan rica en bienes materiales pero tan pobre en espiritualidad, a menudo olvidamos que nuestra tarea como padres no es sólo importante: es esencial. Es básica… para el bienestar de nuestros hijos y para el bien del mundo". (Carter C. , 2010)
Los padres más que los maestros son quienes implantan los modelos a seguir para acceder a la felicidad, los patrones de conducta, el pensamiento positivo y los hábitos que los niños desde pequeños practiquen.
La satisfacción y la aceptación de las personas que nos rodean son esenciales, en último término, para ser dichosos, de modo que deberíamos enseñar a los niños a cuidar –tal vez hasta idealizar– sus relaciones más importantes, todas aquellas que desarrollarán a lo largo de su vida. Por lo mismo, enseñar a tus hijos a cultivar emociones positivas, pero también a comprender las negativas para que actúen en su favor y no en su contra es de vital importancia, las investigaciones demuestran que los hijos de padres que se involucran de manera positiva tienden a hacer gala de las siguientes cualidades:
1. Son más inteligentes y rinden más en el colegio y en el trabajo. Los hijos de padres implicados son más hábiles para resolver problemas y poseen un coeficiente intelectual más alto a la edad de tres años. Existe una teoría al respecto: los padres tienden a hablar con los niños de un modo distinto al de las madres y, a consecuencia de ello, los pequeños construyen frases más largas y utilizan más vocabulario cuando charlan con sus progenitores varones. Los escolares cuyos padres se involucran de manera positiva tienden a sacar, de media, notas más altas y a ser mejores en matemáticas, lectura, pensamiento abstracto y capacidad lingüística. Esos niños disfrutan más en el colé y hacen gala de mayor iniciativa, capacidad de organización y autocontrol. En etapas posteriores de la vida, los hijos de padres implicados tienen más probabilidades de triunfar en su profesión y ganar más dinero.
2. Son más felices. Los hijos de padres que se involucran de manera positiva tienden a sentirse más satisfechos de la vida en general. Experimentan menos depresiones, angustia y ansiedad, así como menos emociones negativas como miedo y sentimiento de culpa.
3. Tienen más amigos y se relacionan mejor. Los hijos de padres positivamente involucrados poseen más habilidades sociales, tienden a ser más admirados y caen mejor. Experimentan menos conflictos con sus compañeros. Igualmente, son más proclives a desarrollar tolerancia y capacidad de comprensión. Su relación con los hermanos suele ser más positiva, poseen redes de apoyo formadas por amistades antiguas e íntimas, y disfrutan de matrimonios más felices y de relaciones más estrechas.
Para convertirte en un elemento positivo del entorno de un niño no hace falta gran cosa. ¿Lo tratas con sensibilidad y cariño? ¿Lo alientas y eres afectuoso/a? ¿Lo apoyas, cuidas de él y lo aceptas? He aquí algunas de las estrategias más sencillas para involucrarse de manera positiva en la vida de los niños para practicar la felicidad.
1. Dedica algún tiempo a hablar con ellos. A menudo, lo que más necesitan los niños es alguien que sepa escucharlos.
2. Enséñales a hacer algo que te encante.
3. Anímalos y apoya sus actividades e intereses. Acude a sus partidos y competiciones, llévalos a patinar cuando sabes que lo están deseando, hazles regalos que guarden relación con sus aficiones.
4. Supervísalos cuando se reúnen con sus amigos o ayúdalos con los deberes.
5. Haz recados con ellos. Nunca se sabe en qué momento una conversación en el coche o en la cola del supermercado puede resultar de suma importancia.
6. Toma parte en sus cuidados básicos, como las comidas y el baño.
7. Descubre qué intereses comunes tienes con ellos y anímalos a realizar esas actividades. Tal vez podríais leer juntos, chutar el balón o jugar al ajedrez.
8. Limítate a demostrarles que pueden contar contigo para charlar, acompañarlos a algún sitio o prestarles otro tipo de ayuda, a ellos o a sus padres.
9. Dedica tiempo a hacer planes con ellos. ¿Adónde les apetece ir el próximo fin de semana? ¿Qué tienen pensado para su cumpleaños? ¿Cómo les puedes ayudar a poner en práctica sus planes?
10. Demuéstrales tu afecto y tu amor. El mero hecho de estar ahí y quererlos posee un gran valor.
11. Préstales tu aliento emocional en los momentos difíciles.
(Carter C. , 2011)
Los vínculos sociales amortiguan el estrés y contribuyen a la salud física y emocional. Compartir acontecimientos y sentimientos positivos con los demás incrementa también nuestra felicidad. Por lo que es importante crear una "aldea" o "comunidad" con los familiares y amigos cercanos para que los niños puedan poner el practica.
De pronto los padres de familia pueden tener la duda de cómo saber si están haciendo lo correcto o cómo actualmente se puede educar a los hijos basándose en el valor de la bondad. Carter nos comparte siete maneras de criar niños amables:
1. Conviértete en un ejemplo de bondad. Las investigaciones sugieren que al menos uno de los progenitores de los niños altruistas (por lo general, de su mismo sexo) transmite a sus hijos el valor de la filantropía de forma liberada.
2. Predica. No de un modo molesto sino a la manera de los grandes ideólogos, como Martin Luther King Jr. Se ha comprobado que los sermones empáticos pronunciados por adultos competentes, en especial si dichos adultos ejercen una influencia directa en los niños, inspiran a los más jóvenes a comportarse con mayor generosidad. La palabra clave en este caso es . La mejor táctica consiste en ayudar a los niños a imaginar los sentimientos de las personas a las que están ayudando: .
3. Haz responsables personalmente a los más jóvenes en algún sentido.
4. Anima a los niños a pensar en ello. La mera idea de pensar en dar parece influir tanto en la salud y en la felicidad como el hecho de hacerlo.
5. No premies la conducta servicial. Los niños muy pequeños que reciben recompensas por ayudar a los demás son menos proclives a adquirir el hábito de hacerlo que aquellos que sólo reciben un halago o ningún premio en absoluto.
6. Sé positivo. Los padres que expresan sentimientos positivos y recurren a una disciplina constructiva y no coercitiva crían niños más bondadosos y compasivos.
7. Deja que presencien la necesidad ajena. Tendemos a proteger a los más jóvenes del dolor y el sufrimiento, y al hacerlo los blindamos contra las necesidades de los demás. la compasión es una emoción positiva muy relacionada con la felicidad Incúlcales que la compasión es un don; una vía para ofrecer tiempo, atención y energía a otra persona. cuando permitimos que los pequeños presencien el sufrimiento ajeno, a menudo sienten compasión y gratitud.
En resumen , Christine Carter propone nueve pasos para la felicidad:
Paso 1: ponte primero tu propia máscara de oxígeno.
Paso 2: funda una aldea.
Paso 3: espera esfuerzo y disfrute. No perfección.
Paso 4: opta por la gratitud, el perdón y el optimismo.
Paso 5: aumenta la inteligencia emocional de tus hijos.
Paso 6: incúlcales hábitos que contribuyan a su felicidad.
Paso 7: enséñales autodisciplina.
Paso 8: disfruta el momento presente.
Paso 9: preocúpate del entorno para su felicidad.
En palabras de Thich Nhat Hanh: «Si somos capaces de sonreír a diario, si nos sentimos felices y en paz, no sólo nosotros sino todo el mundo se beneficia. Constituye la manera más básica de trabajar en pro de la paz».
Conclusión
Al ser directivo de una institución educativa de nivel inicial preescolar y primaria el tema de la felicidad es de vital importancia para fundamentar un sistema de educación.
Todos los que formamos parte del contexto de un niño somos corresponsables en el aprendizaje. Los valores, que aun cuando la mejor muestra venga de casa, los absorben con el ejemplo. Los niños aparentemente no entienden ciertos conceptos teóricos, pero cuando lo explicado lo pueden ejercitar, lo observan y constantemente lo practican se van formando hábitos, que al poco tiempo ya se vuelven parte de la educación.
El maestro como el padre de familia es la referencia del niño sobre el mundo, entonces tomará de ellos lo que observa. Si los adultos practican la felicidad, la mejora continua en sus elecciones, la manera de relacionarse y de responder o ser resilientes en sus experiencias, los niños creen y crean una mejor realidad. Todo lo anterior debido a que su "aldea" le da los conceptos e imágenes necesarias para ellos formar una percepción y entonces tener la seguridad, el amor y la protección para elegir lo mejor y encaminar su vida hacia la bondad.
Los libros para fundamentar el presente ensayo me han ofrecido un amplio panorama sobre los conceptos y procesos para la felicidad, mismos que ya son parte de la mi experiencia de vida como persona y como docente.
Agradezco la amabilidad por tomarse el tiempo para leer el presente.
Bibliografía
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Lyubomirsky, S. (2008). Ciencia de la felicidad. Barcelona, España: Urano.
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Shimoff, M., & Kline, C. (2008). Feliz porque sí. Barcelona, España: Urano.
Autor:
Zita Yadira Rivera González
Doctorado en Educación Holista
Profesor:
Dra. Vicky Damián
Fundación Internacional para la Educación Holista
Guadalajara, Jal. 25 de Julio del 2016