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Coronel Vicente Campo Elías 1772-1814



Partes: 1, 2

  1. Abreviaturas
  2. Introducción
  3. Biografía del Cnel. Vicente Campo Elías
  4. Su obra y participación en las batallas independentistas de Venezuela
  5. Escritos y comentarios de la vida y obra del Cnel. Vicente Campo Elías
  6. Referencias bibliográficas y hemerográficas

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Coronel Vicente Campo Elías:

Su participación en las Batallas de la Emancipación Venezolana.

14 Marzo 1814

Coronel Vicente Campo Elías 1772 – 1814

© Juan Ramón Rodríguez Navas

© Briceidy Melisa Medina

© Marisol Flores

Corrección Frank Altuve

Primera Edición: Febrero de 2015

Hecho en la República Bolivariana de Venezuela

Abreviaturas

AGEM:

Archivo General del Estado Mérida

Ancov:

Asociación Nacional de Cronistas Oficiales Venezuela

Anª:

Antonia

Antº:

Antonio

Cnel.:

Coronel

D.:

Don

Dª:

Doña

Doc.:

Documento

dho.:

Derecho

Dn.:

Don

Dr.:

Doctor

Escrinº:

Escribano

Ignº:

Ignacio

Justª:

Justicia

Kg:

Kilogramos

Lcdo.:

Licenciado

Mª:

María

Media

Md:

Mano Derecha

Pbro.:

Presbitero

Ps:

Pesos

r:

Reales

Rgz:

Rodríguez

rs:

Reales

Sr:

Señor

Sn:

San

UPTAEB:

Universidad Politécnica Territorial "Andrés Eloy Blanco"

YVKE:

Radio Mundial am/fm

 

Introducción

En el marco de la conmemoración del Bicentenario de la muerte del Coronel Vicente Campo Elías, connotado patriota que lucho en la Campaña Admirable-1813 y nuestra Independencia en Niquitao, Los Horcones, Mosquiteros, Araure, La Puerta, La Victoria y San Mateo, junto al padre de la Patria Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Ponte Palacios y Blanco. En este sentido, el presente libro se refiere a la vida y obra del Coronel Vicente Campo Elías, 1772 – 1814 y su participación en las diferentes Batallas de la emancipación Venezolana.

Por consiguiente, el libro está estructurado en III Capítulos:

Capítulo I: BIOGRAFÎA DEL CNEL. VICENTE CAMPO ELIAS

Capítulo II: SU OBRA Y PARTICIPACIPON EN LAS BATALLAS INDEPENDENTISTAS DE VENEZUELA

Capítulo III: ESCRITOS Y COMENTARIOS DE SU VIDA OBRA

En este orden de ideas, la investigación del presente trabajo se realizó por la importancia que tiene el personaje en la historia Independentista Venezolana. Al mismo tiempo, profundizar el conocimiento de la documentación escrita, oral y digital existente del héroe, fue un interés académico de la unidad curricular de edición de los servicios de información del Programa Nacional de Formación en Información y Documentación de la Misión Sucre, requisito indispensable para optar al Título de Técnico Superior Universitario en Información y Documentación. Asimismo, nos interesamos por aportar documentos inéditos de la curiosa dote que recibió Campo Elías de su suegro don Antonio Ignacio Rodríguez Picón por contraer matrimonio con doña Martina Picón González.

En el ámbito, como futuro profesional de Información y Documentación, el interés versó en conocer su vida y obra durante la Campaña Admirable-1813 y la Independencia en la emancipación Venezolana. Igualmente, socializar la información del presente libro para su disfrute y deleite de los lectores.

En este contexto, en el trabajo de investigación se consultaron fuentes bibliográficas, hemerogràficas y electrónicas de distinguidos autores entre ellos Tulio Febres Cordero, como también de revistas de gran relevancia tales como: El Pueblo es la Historia Memorias de Venezuela del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Centro Nacional de Historia y; páginas web. Igualmente, publicaciones de las principales prensa regional, escrita por reconocidos historiadores de la región: Ramón Sosa Pérez y Albino Sánchez Mora y; el Diccionario de Historia de Venezuela Fundación Polar.

CAPITULO I

Biografía del Cnel. Vicente Campo Elías

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RECTIFICACIONES HISTORICAS. DATOS INÈDITOS SOBRE CAMPO ELÍAS

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Su verdadera edad. Vinculaciones de familia. Cargos que sirvió
en Mérida. La dote de su esposa. Patrimonio de sus suegros. Pobreza de
su viuda e hijos. Tulio Febres Cordero, expresa en su obra "Archivo de
Historia y Variedades" Tomo III, los datos y documentos que hoy publicamos,
inéditos hasta el presente, dan nueva luz sobre el héroe de Mosquiteros
en lo que se refiere a antecedentes de familia y bienes de fortuna, empezando
por la fecha de su nacimiento, que es muy posterior a la fijada hasta ahora,
como se verá en seguida.

Sus Padres y Fecha de Nacimiento

D. Víctor A. Zerpa, en el Apéndice de la Biografía de D. Juan de Dios Picón, que escribió en 1892, dice lo siguiente: "El que después fue invicto Coronel efectivo Don Vicente Campo de Elías, había nacido en octubre de 1759 en la Villa de Soto, en Castilla la Vieja. Fueron sus padres don José de Campo Elías y doña María Elías González, naturales de la expresada Villa. El castellano viejo arribó a las playas de Venezuela en 1781 (debiendo ir a Chile, según dicen unos apuntes que poseo)". En este sentido, Tulio Febres Cordero, afirma que, habiendo solicitado nosotros en 1887 de don José Vicente Nucete, nieto de Campo Elías, algunas noticias sobre este famoso adalid, nos dio en sustancia los mimos apuntes que anteceden, por lo que creemos que no tenía otros la honorable familia, de la cual era el señor Nucete una de las personas más conspicuas y autorizadas. Igualmente, estos mismos datos sobre Campo Elías, suministra el doctor Gabriel Picón Febres, hijo, en escrito de 1915, bajo el título "Por el Nombre de un Héroe", escrito reproducido en 1992 en el libro del mismo autor titulado "El Apellido Picón en Venezuela." También el doctor Vicente Dávila da los mismos datos en la biografía de Campo Elías, la más extensa publicada, que figura en su obra "Próceres Merideños", 1918.

Sus Hijos

Tulio Febres Cordero, dice: nos es satisfactorio decir… que conocimos a tres de los hijos de Campo Elías: al único varón que tuvo, don Anselmo, que murió célibe; a doña Fernanda, viuda del Teniente don Manuel Nucete; y a doña Inés, viuda del Coronel Pedro Celestino Guerra, que fue la que sobrevivió más tiempo. 1931.

Por otro lado, en la ficha bibliográfica de la página web: www.sologeneologìa.com (2008-2010), su última modificación 24 de junio 2011, identifican sus cinco hijos a saber: "María Fernanda Campo-Elías Picón, Inés Campo-Elías Picón, Anselmo Campo-Elías Picón, Josefa Campo-Elías Picón y Concepción Campo-Elías Picon".

Rectificación de su Fecha de Nacimiento

Tulio Febres Cordero, asevera que no fue 1759, sino 1772 el año de su nacimiento, pues existe una declaración jurada del mismo Campo Elías, con fecha 12 de abril de 1808, en que dice que para dicha fecha tenía treinta y cinco años. En este sentido, el expresado día, 12 de abril de 1808, a la una de la tarde, murió en Mérida el Pbro., Dr. don Luis Dionisio Villamizar, retío político de Campo Elías. Era depositario del testamento cerrado del finado don Antonio Ignacio Rodríguez Picón, quien lo presentó inmediatamente a la autoridad competente para su apertura, conforme a derecho; y siendo don Vicente Campo de Elías uno de los testigos instrumentales, fue citado para el debido reconocimiento del pliego y de su firma. (Véase el Documento Nº 1º).

De esta manera, Tulio Febres Cordero, advierte, que Campo Elías usaba solo el apellido Campo, cuando ponía media firma, lo que era frecuente en las actas del Ayuntamiento y en otras actuaciones. En este orden de ideas, se deduce, pues, del citado documento público que en octubre de 1807 debió cumplir los treinta y cinco años de edad, por ser tradición de familia que su cumpleaños era en dicho mes de octubre; y por consiguiente había nacido en 1772, trece años más tarde de lo que se creía. No tenía, por tanto, para 1781, en que vino a Venezuela, sino nueve años, y veinte cuando llegó a Mérida en 1792 con su tío el canónigo Lcdo. D. Hipólito Elías González.

Rectificación de su Vinculaciones Familiares

También hay que rectificar el grado de parentesco que existía entre Campo Elías y el expresado canónigo doctoral don Hipólito, quien no era hermano, sino tío materno del héroe. Ya en apuntes biográficos del referido canónigo, publicados en 1928 por don Héctor García Chuecos, lo nombra como tío y no como hermano, según aparece en los autores arriba citados. De esta manera, la prueba de esto se tiene en una de las clausulas del testamento otorgado por el canónigo don Hipólito el 5 de julio de 1800, que dice así: "Item. Nombro por mi Albacea testamentario a don Vicente de Campo, mi sobrino, residente en Trujillo, a quien encargo que con arreglo a los apuntes que dejo en mi papelera, recoja mis bienes, los administre y venda en almoneda o fuera de ella, y haga lo demás que en otros apuntes prevengo, sin que sobre ello pueda ser reconvenido por alguna de las Justicias." Así mismo, el canónigo otorgó, además, un Codicilo el 9 de noviembre de 1805, pocos días antes de su muerte. Sus herederos fueron su hermano don José Elías, residente en Caracas y su sobrino don Vicente Campo de Elías, quienes estuvieron en activa correspondencia con tal motivo. Entre otros bienes, correspondió al sobrino por esta herencia las casa, en fábrica para entonces, que vino a ser solariega de la familia Campo Elías Picón, situada en la esquina Sur de la plaza Bolívar, marcada hoy con una piedra conmemorativa.

En este orden, Roberto Picón Parra (1988), afirma en su libro "Fundadores, Primeros Moradores y Familias Coloniales de Mérida (1558-1810)" que: "De la familia Elías González, naturales y vecino de la villa de Soto en Castilla la Vieja, conocemos ahora 4 hermanos: Joseph, Francisco, Hipólito y María".

CAPITULO II

Su obra y participación en las batallas independentistas de Venezuela

Cargos que sirvió en Mérida

Tres veces fue Campo Elías alcalde ordinario de Mérida, a saber: en 1801 y en 1806, como propietario; y en 1808, como interino, a virtud de licencia concedida al propietario don Fermín Ruiz Valero, que se ausentó para Caracas. También sirvió Campo Elías, desde 1808 hasta 1810, el cargo de Regidor Fiel Ejecutor con voz y voto en el Cabildo. En septiembre de 1808 hizo viaje a Caracas con permiso del Gobernador de la provincia. Acaso uno de los motivos de este viaje, fue ir a informarse con certidumbre del estado de las cosas políticas a consecuencia de los graves sucesos de Bayona.

Igualmente, se nos presenta Roberto Picón Parra (1988) en su obra antes mencionada arriba: "En Mérida fue alcalde Ordinario en 1801, 1805, 1806 y 1808, Diputado de la Junta de Consolidación para el remate de los fondos de Capellanías en 1806, Regidor Fiel Ejecutor de 1808 a 1810, con voz y voto en el Cabildo. El 16 de septiembre de 1810 fue miembro de la Junta Superior Gubernativa de Mérida y de la Comisión de Rentas Reales".

Su participación en las Batallas

Según, Roberto Picón Parra (1988), dice que: "Perdida la República en 1812, Campo Elías se internó en las montañas refugiándose en el Páramo de la Encantada cerca de Mucuchìes, propiedad de Vicente Pino Maldonado, para incorporarse luego a las tropas del Libertador en 1813. Combatió como Capitán en Niquitao Los Horcones, Puerto Cabello, Bárbula y Las Trincheras, donde fue ascendido a Teniente Coronel, derrotó a Boves en Mosquitero, y con Bolívar venció en Araure. Ya Coronel, persiguió a los realistas en Barlovento, pero fue vencido por Boves en La Puerta. Salvó a Ribas de Morales en la Victoria, y venció a Boves otra vez en Pantanero y San Mateo, donde fue herido de muerte falleciendo poco después el 15 de marzo de 1814".

En este contexto, los autores José Manuel Castañón de la Peña y Neftalí Noguera Mora (1964) en su obra "El Libro de Mérida", enuncian que, "VICENTE CAMPO ELÍAS…, firmada la capitulación con lagrimas no quiere vivir entre españoles. Se refugia en las montañas de Torondoy, para darse al fin cita con todos aquellos patriotas en la ciudad serrana, donde reciben jubilosos al Brigadier Simón Bolívar, quien llega triunfante de la Nueva Granada en carrera meteórica para rescatar a la patria de la esclavitud". En este sentido, es la CAMPAÑA ADMIRABLE, que en la ciudad de los Caballeros toma caracteres inusitados para dar impulso a las escasas y fatigadas tropas del Brigadier Simón Bolívar, bautizado en aquella su primera entrada triunfal a Mérida el 23 de mayo de 1813, con el sobrenombre de EL LIBERTADOR, que inmortaliza la historia. Dieciocho días permaneció Bolívar en la ciudad de la Sierra Nevada, y en ese tiempo pudo apreciar la abnegación y patriotismo de sus hijos, hombres y mujeres. De esta manera, Bolívar necesita algo más valioso todavía. Necesita soldados, y el bravo Campo Elías, quien asume el mando de la ciudad abandonada desde abril por las fuerzas del Coronel español don Ramón Correa, le presenta un contingente de quinientos hombres, inestimable colaboración a la Campaña Admirable. Los apellidos de viejo abolengo – Rivas Dávila, Rangel, Picón, Ponce, Paredes, Maldonado, Briceño, Uzcàtegui, Nucete, Pacheco, Fernández Peña, Ovalles, Pino, Marquina, Quintero, Sánchez, Espinoza, Rodríguez, Torres y muchos más-, se suman al ejercito del Libertador y descienden por los Andes con supremo arrojo, dispuestos a vencer o morir. Además, de aquel contingente de quinientos hombres solamente quince volvieron el seno familiar.

En esta misma línea, los mismos autores, afirman que, "Campo Elías, es sin duda el símbolo más recio de la Campaña Admirable". Se vincula a Mérida a principios del siglo XIX por su matrimonio con doña Martina, una de las hijas de don Ignacio Rodríguez Picón, el Rey Chiquito. Campo Elías es una furia resuelta contra el poderío español. Desesperado con la obstinación de la metrópoli en persistir sojuzgando América, Campo Elías quisiera exterminar a todos los españoles y luego matarse él mismo para que nada quedase de su raza.

El Coronel Campo Elías, al frente del Batallón Barlovento, vence al temible Boves en la Batalla de Mosquitero (14 de octubre de 1813), obligándole a huir a la orilla izquierda del río Apure. Victorioso pasa por las armas a los vencidos, en número aproximado a los dos mil. Con tal proceder, maravilla y espanta a un tiempo pensar que el patriota más fiel al Decreto de Guerra a Muerte – "españoles y canarios contad con la muerte" –, haya sido español o oriundo de Castilla la Vieja, para dar así, aunque parezca paradójico, temible fe de su españolidad.

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Cnel. Vicente Campo Elías y José Tomás Boves

Fuente: http://angelmagallanes.wordpress.com/2009/10/13/batalla-de-mosquiteros-14-de-octubre-de-1813/

En este orden de ideas, YVKE Radio Mundial (2013) en su artículo electrónico "200 años de la derrota de Boves en Mosquitero" nos dice: "En 1813 los patriotas Vicente Campo Elías y Manuel Cedeño al mando de 1.300 hombres, derrotan en la Sabana de Mosquiteros, actual Edo Guárico, las fuerzas realistas comandadas por José Tomás Boves, al frente de 2.500 efectivos quienes apenas pudieron escapar". Después de rudos y sangrientos combates, Boves se retiró hacia el sur, refugiándose en Guayabal, adonde llegó acompañado sólo de 17 hombres.

Más adelante, el mismo artículo, esta acción táctica de la Guerra de Independencia, fue librada en territorio de estado Guárico. Procedente de Barcelona, José Tomás Boves avanzaba hacia los llanos de Calabozo. Para neutralizar esta acción, despachó Simón Bolívar al teniente coronel Tomás Montilla con una columna de 600 hombres. En Villa de Cura, Montilla encargó al teniente coronel Carlos Padrón para que se adelantase y atacase a Boves. Informado el jefe realista del avance de Montilla, se había establecido en las cercanías del caño de Santa Catalina. El 21 o el 23 de septiembre empeñó Padrón el combate, con saldo negativo para su causa, pues Boves destruyó dos tercios de la fuerza de su atacante. Los republicanos se replegaron hacia los valles de Aragua, y Boves ocupó Calabozo. Informado Bolívar del fracaso en Santa Catalina, envió el batallón Barlovento, mandado por el teniente coronel Vicente Campo Elías, secundado por el teniente coronel Miguel Ustàriz. A su paso por Villa de Cura, Campo Elías incorporó los restos escapados de Santa Catalina, y en el pueblo de El Sombrero fue informado del avance de otra columna, al frente de la cual venían los tenientes coroneles José María Maya y José Manuel Torres y el capitán Manuel Cedeño.

De igual manera, contramarchó Campo Elías hasta el sitio de Laguna de Montero donde se llevó a cabo la reunión de las 2 fuerzas; tras lo cual los patriotas reanudaron la marcha. El 14 de octubre llegaron a la sabana de Mosquitero; surcada por el caño del mismo nombre y cercana al pueblo del Calvario. En la margen opuesta del riachuelo había desplegado Boves 2.500 hombres, de los cuales 500 eran de infantería; apoyados por 2 piezas de artillería. Lanzó Campo Elías el ataque; pero Boves, con una carga de varios escuadrones de caballería, rompió el ala izquierda republicana. Con el apoyo de la infantería, Maya, Torres y Cedeño cargaron contra los escuadrones realistas, con cuya acción se obtuvo la victoria. Boves y su segundo Morales se retiraron del campo con sólo 40 hombres. Campo Elías ocupó Calabozo.

Imagen de la Batalla de Mosquitero

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Fuente: http://www.radiomundial.com.ve/article/200-a%C3%B1os-de-la-derrota-de-boves-en-mosquitero

Por otro lado, en La Revista El Pueblo es la Historia Memorias de Venezuela (2009), señala que: "el 3 de febrero de 1814, el general republicano Vicente Campo Elías caía derrotado en la Puerta por las tropas de Boves". De esta manera, José Manuel Castañón de la Peña y Neftalí Noguera Mora (1964), afirman que, Campo Elías, al frente de los soldados que conducen a la victoria o a la muerte, el 12 de febrero de 1814, con supremo arrojo decide la batalla de La Victoria a favor del General José Félix Rivas, duramente castigado por Boves. Cuando el temible asturiano achica cada vez más el cerco patriota de San Mateo, Campo Elías lucha con denuedo a las órdenes de Bolívar, hasta caer herido mortalmente el 28 de febrero del mismo año. Dejo de existir el 16 de marzo en el Hospital de Sangre de la histórica villa aragüeña, tan vinculada a la infancia y mocedad del Libertador.

Por consiguiente, La Revista El Pueblo es la Historia Memorias de Venezuela (2011), asevera que: "… al amanecer del 12 de febrero se inicia el combate…A las cuatro de la tarde, ya cuando las fuerzas atrincheradas de Ribas no se daban abasto, llega el refuerzo de Vicente Campo Elías y Antonio Ricaurte con 400 hombres de caballería provenientes de las afueras de San Mateo. En un segundo aire, las fuerzas patriotas rompen las líneas principales del enemigo. A las siete de la noche, los realistas huyen despavoridos en medio del desorden".

Imagen de la descripción de la Batalla La Victoria

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Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/investigacion/infografia–en-la-victoria-los-jovenes-fueron-perd.aspx

Dentro de este orden de ideas, José Manuel Castañón de la Peña y Neftalí Noguera Mora (1964), alegan que: "En Niquitao, Los Horcones, Bárbula, Mosquiteros, Araure, La Puerta, La Victoria y San Mateo – jalones de la Campaña Admirable – fue cayendo lo mejor de la juventud merideña en holocausto de la patria. Y en la vieja ciudad caballeresca y señorial, los padres de aquellos heroicos combatientes – hijos de la Universidad y del campo –, con el corazón acongojado sufren pero no lloran". Tienen presente los versos de consuelo que Simón Bolívar dedica a don Antonio Rodríguez Picón, en carta fechada el 25 de julio de 1813, en Cuartel General de Araure:

"El joven héroe que tan gloriosamente ha derramado su sangre no ha muerto; pero si cesase de existir, vivirá siempre en los corazones de sus reconocidos conciudadanos, y será eterno en los fastos de Venezuela, cubriendo de honor el nombre de Picón". Y los versos de homenaje a todos los padres patriotas, encierran la fiebre de un corazón sublime, exaltado precursor del romanticismo americano:

"Y tú, padre, que exhala suspiros al perder el objeto más tierno, interrumpe tu llanto, y recuerda que el amor a la Patria es primero".

Simón Bolívar

La Dote de su Esposa

Tulio Febres Cordero, expresa que, en el Registro Público de Mérida existe un interesante documento, fechado el 2 de diciembre de 1800, que hoy publicamos íntegro (Véase el Doc. Nº 2º), por el cual recibe Campo Elías de su suegro don Antonio Ignacio Rodríguez Picón, bajo formal inventario la dote de su esposa doña Martina Picón González, montante a tres mil seis pesos. Aunque no lo expresa en el documento, parece que entre los motivos que tuvo para no haberlo otorgado en seguida de su matrimonio, que fue el 16 de agosto de dicho año, estaba el haber tenido que ausentarse inmediatamente, pues consta que ese año de 1800 residía en Trujillo, donde ejercía el cargo de Síndico Procurador Municipal, oficio que era anual. Acaso la licencia que se le concedió para pasar a Mérida fuese por muy pocos días.

En este orden de ideas, Tulio Febres Cordero, dice que, por ser curioso y hermanarse con la materia de estos apuntes, juzgamos oportuno publicar también un capítulo de la declaración que rindiera ante el Alcalde Ordinario don José Matute y los testigos don Justo Arias y don José M. de Zerpa, la señora doña Lorenza Dávila, a virtud de información promovida por doña Mariana González, viuda de don Antonio Ignacio Rodríguez Picón, en 1817, para comprobar que los bienes dejados por este, apenas cubrían el monto de lo que a ella correspondía por matrimonio y gananciales, según copia que nos ha felicitado nuestro hermano don Miguel Febres Cordero, actual Registrador Principal de Mérida. (Véase el Doc. Nº 3º).

En este contexto, doña Lorenza, y lo mismo doña Isabel María Rangel, que también declara, dan cuenta del rico regalo de boda enviado a doña Mariana González, que residía en Pamplona, por la que iba a ser su suegra doña María Ignacia Uzcàtegui, madre del novio don Antonio Ignacio. Allí figura un famoso peine de oro. Esta prenda – diremos de paso – y otras por el estilo, como peinetas, limpia dientes, palmatorias, despabiladeras, etc., hechas de metales preciosos, que figuran en inventarios de la Colonia, fuera de la vajilla, tratándose de gentes acaudaladas, prueban que el lujo entonces consistía principalmente en prodigar el oro y la plata hasta en los útiles y enseres más insignificantes, objetos que hoy se importan, pagando tributo a la moda, fabricados de otras materias, muy artísticos en su ejecución, pero de menor riqueza efectiva.

Por consiguiente, el Dr. don Luis Dionisio Villamizar, a quien ya hemos nombrado al principio, era hijo de don Juan Antonio de Villamizar Pinedo y Palencia y de doña Beatriz de Peña y González, vecinos de Pamplona, en cuya ciudad gozaba desde 1759 del Mayorazgo del Puente de Chitagà, por disposición del Virrey del Nuevo Reino de Granada don José de Solís. Muerto don Juan Antonio, lo sucedió en dicho mayorazgo su hijo mayor don Luis Dionisio el año de 1772. Este eclesiástico, que tanto actuó en Mérida, era acaudalado, y como se ha dicho, murió en esta ciudad el 12 de abril de 1808. Fueron sus herederos testamentarios D. Ignacio María y doña Juana de Dios, hijos de D. Miguel Villamizar, finado hermano del testador, en su matrimonio con doña Ma Francisca Dopeze; y D. Fermín, doña Josefa, doña Bonifacia y doña Ma Dolores, hijos también de D. Miguel Villamizar, en su segundo matrimonio con doña Rafaela Amado, todos sus sobrinos, residentes en Pamplona. Igualmente, hizo varios legados a sus sobrinos los esposos don Antonio Ignacio Rodríguez Picón y doña Mariana González, entre ellos mil pesos a cada uno, suma que podían tomar en dinero efectivo o en bienes muebles, con la gracia de descontarles la cuarta parte sobre el avalúo que se diese a los bienes que tomasen. Los legatarios optaron por tomar los dos mil pesos en objetos, recibiendo principalmente toda la vajilla de plata que era abundante.

Así mismo, de todos estos bienes debía ser partícipe, como hereda, la esposa de Campo Elías, pero tanto la fortuna de sus padres como la de su célebre esposa, vinieron a menos a causa de las vicisitudes de la Magna Guerra, al grado de que para 1823, la desventurada viuda, asociada a don Gabriel Valera, curador de sus menores hijos, tuvo que ceder al Seminario la hacienda denominada Rondón, situada en Ejido, que perteneció a Campo Elías, más dos esclavos de su propiedad, para poder pagar los capitales a censo y los réditos caídos desde 1811, que gravaban dicha finca, créditos montantes a tres mil cien pesos, según consta de escritura otorgada el 12 de julio del expresado año de 1823.

DOCUMENTOS INÈDITOS

Número 1º

En dicho día (12 de abril de 1808) compareció don Vicente Campo Elías, de este vecindario, a quien Su Md. por ante mi recibió juramento según derecho, bajo el cual ofreció decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado, y siéndolo como el antecede, dijo: que es cierto que el señor D. D. Luis Dionisio de Villamizar, Prebendado que fue de esta Santa Iglesia Catedral, otorgó su Testamento cerrado, el mismo que se le ha puesto de manifiesto, el día veintitrés de septiembre del año anterior ante el presente Escribano, a cuyo acto asistió como Testigo, llamado y rogado con los demás que de él constan, y que a vista de todos expresó con palabras claras e inteligibles que aquel era su Testamento y última voluntad, con todo lo demás que aparece de la diligencia del otorgamiento; todo lo cual expresó ante el declarante y demás testigos instrumentales que a un propio tiempo lo oyeron y entendieron de su misma boca, estando todos juntos en la pieza en que lo dispuso, y que el declarante firmó como testigo con el Testador y los demás; y que la firma que dice Vicente Campo de Elías, es la que usa, y que por tal reconoce, como también el Cuaderno, en los mismos términos que estaba aquel día; y últimamente dijo: Que le consta haber fallecido el referido señor otorgante este día, pues lo ha visto cadáver, y que ignora otorgarse otro Testamento de palabras ni por escrito: Que lo que ha declarado es la verdad de cuanto sabe sobre el asunto en que es interrogado, y como tal se afirma y ratifica: que es de edad de treinta y cinco años, y firma con Su Md. por ante mí, de que doy fè. Licenciado José Lorenzo Reyner. Vicente Campo de Elías. Ante mí Rafael de Almarza, Escribano Real, Público y de Cabildo.

Número 2º

En la ciudad de Mérida a dos de diciembre de mil y ochocientos: Ante mí el presente Escribano y testigos que se nominaran pareció Dn Vicente de Campo Elías, natural de la villa de Sotto en Castilla la vieja y avecindado en esta ciudad a quien doy fè que conozco, hijo legítimo de Dn José del Campo Elías y de Da María Elías González, naturales y vecinos de la expresada villa y dijo: Que el día diez y seis de Agosto del año corriente contrajo matrimonio infacie Eclesic con Da Ma Martina Picón y González de estado doncella, hija legítima del Señor Teniente Justa Mayor Dn Antonio Ignacio Rodríguez Picón, y de Da Ma Ana González, igualmente vecinos de esta ciudad, la cual trajo a su poder por dote y caudal suyo propio diferentes bienes muebles y raíces que entonces se avaluaron por personas inteligentes de conformidad de ambas partes, los cuales le diò el citado señor su padre por vía de dote para ayuda de superar las cargas matrimoniales, y a buena cuenta de la legítima Paterna que deba corresponderle por fin de sus días, cuyo valor asendiò a la cantidad de dos mil ciento veinte ps cuatro rs con mas otras varias prendas, Alajas, Esclavos y muebles que adquirió por varias donaciones y regalos que le hicieron sus Abuelos Paternos y el Señor Prevendado Dr Dn Luis Dionicio de Villamizar su Tío, que bajo el mismo Abalùo subieron a la cantidad de ochocientos ochenta y cinco ps cuatro reales de cuyas cantidades ofreció otorgar a favor de la citada su Esposa el competente resguardo y Escritura dotal que por la celeridad con que se casaron y varias ocupaciones que ha tenido no ha podido verificar hasta el presente; y teniendo ahora proporción para ello cumpliendo con lo ofrecido: otorga por el presente público Instrumento haber recibido real y efectivamente del enunciado Señor Tente Dn Antonio Ignacio Rodríguez Picón por vía de Dote y caudal propio de la mencionada su esposa y a cuenta de su haber Paterno los bienes siguientes:

Primeramente un Torcido de Perlas con seis kilos en doce pesos ($ 12). Un rosario de feligrana de oro con cruz de lo mismo, en treinta y seis pesos ($ 36). Una cadena de oro en cuarenta pesos ($ 40). Un rosario de Benturinas con pater noster y cruz de oro en doce pesos ($ 12). Un par de carabinas de oro en veintiún pesos ($ 21). Seis sortijas de oro y piedras preciosas, en cuarenta y seis pesos ($ 46). Un limpia dientes de oro, en cuatro pesos ($ 4). Un bastoncito de carey con puñito de oro, en cuatro pesos ($ 4). Dos rosas de oro y perlas en ocho pesos ($ 8). Un par de evillas de Tumbaga en diez y ocho pesos ($ 18). Una cruz de oro con esmeraldas, en diez y ocho pesos, dos reales ($ 18.2r.). Unos broches de oro para manillas, en nueve pesos, cuatro reales ($ 9.4r.). Un relicarito de oro, en dos pesos, cuatro reales ($ 2.4r.). Dos platillos de plata con peso de veinte y cuatro y Ma onzas, en veinte y cuatro pesos, cuatro reales ($ 24.4r.). Dos cubiertos de id. con doce y media onzas, en diez y seis pesos cuatro reales ($ 16.4r.). Un jarro de idem con diez y seis onzas, en veinte y cuatro pesos ($ 24). Una tachuela con cinco onzas, en cinco pesos ($ 5). Un bernegal de id. con siete onzas, en siete pesos ($ 7). Un sillón de montar con remates y evilla de plata, ropaje y gualdrapòn de grana galoneado de plata en cuarenta y ocho pesos ($ 48). La jáquima y freno con evilla de plata, en veinte y seis pesos ($ 26). Diez camisas, cuatro de muselina y seis de estopilla, en cuarenta y seis pesos ($ 46). Seis fustanes blancos de Bretaña, en veinte y cuatro pesos ($ 24). Cuatro pares de fundas de muselina a diez pesos cada una ($ 40). Dos id. de persiana, en catorce pesos ($ 14). Seis pañuelos, en nueve pesos ($ 9). Una camisola de dormir con su peinado, en veinticinco pesos ($ 25). Un mantón de muselina, en nueve pesos ($ 9). Una salla de terciopelo riso, en cuarenta pesos ($ 40). Una id. de nobleza en doce pesos ($ 12). Un id de tafetán doble, en diez y seis pesos ($ 16). Un mantón de seda negro, en cuatro pesos ($ 4). Un sombrero de pelo, en nueve pesos ($ 9). Una chaqueta de seda, en nueve pesos ($ 9). Una id. de muselina, en cinco pesos ($ 5). Una id. de persiana, en cuatro pesos ($ 4).

Una caja de guardar ropa con su cerradura, en tres pesos ($ 3). Nueve sillas doradas, en treinta y seis pesos ($ 36). Un escaño, en tres pesos cuatro reales ($ 3.4r.). Una mesa, en cuatro pesos ($ 4). Cinco laminitas de cristal, en cinco pesos ($ 5). Un catre con sus columnas, cabreras y cielo dorado y de colores, en veinte y cuatro pesos ($ 24). Las colgaduras de la cama de muselina, en cuarenta y seis pesos ($ 46). Una colcha de damasco encarnado con forro de crudillo y bolado de cinta, en cuarenta y nueve pesos ($ 49). Un par de sábanas finas con sus bolados de muselina, en veinte y un peso ($ 21). Cuatro almuadas, dos de tafetán encarnado y dos de persiana con sus cuatro fundas de muselina, en doce pesos seis reales ($ 12.6r.). Una frasada costera en seis pesos dos reales ($ 6.2r.). Un colchón de listado fino, en veinte y cuatro pesos ($ 24). Un rodapie de pursiana en dos pesos seis reales ($ 2.6r.). Una esclava nombrada Liberata de edad de treinta y seis años, en doscientos cincuenta pesos ($ 250). Otra idem nombrada Calista de edad de ocho años, en cien pesos ($ 100). Un esclavo nombrado Alberto, de edad de veinte y cuatro años, en doscientos cincuenta pesos ($ 250). Otro idem nombrado Juan Evangelista, de ocho años en cien pesos ($ 100). Una mula de silla en treinta pesos ($ 30). Diez vacas paridas a diez pesos ($ 100). Diez yeguas a cinco pesos ($ 50). Un potro en cinco pesos ($ 5). Un solar o … de casa contiguo a la de mi habitación en la esquina de Dn. Manual y Dn. Antonio Uzcàtegui con cincuenta varas de fondo y veinte de frente, en cien pesos ($ 100). Veinte y cinco cargas de azúcar de primera de a nueve arrobas, ensurronadas a diez pesos cada una ($ 250). $ 2.120.4.-Hasta aquí los bienes que le da su padre y siguen los adquiridos por otro título.-Primeramente un torsido de perlas con cinco hilos, en veinte pesos ($ 20). Unas manillas de perlas con cuentas de oro y granates finos en treinta pesos ($ 30). Un par de sarsillos de oro con esmeraldas, en catorce pesos ($ 14). Cuatro pares de botones de oro para los puños, en diez y seis pesos ($ 16). Un hilo de cuentas de oro, en once pesos ($ 11). Un camarín de madera con el misterio de Jesús, Ma y José, con todos los adornos que le son correspondientes, en noventa y tres pesos ($ 93). La corona de oro y joyas que tiene la virgen que está en otro camarín, en setenta y seis pesos ($ 76).

La corona de plata del Sr. Sn José id., en veinte reales ($ 20). Una lámpara de plata perteneciente al mismo camarín, en nueve pesos ($ 9). Dos arañitas de plata del mismo, en diez y seis pesos ($ 16). Una estrella de idem, en cinco pesos ($ 5). Un escritorio de madera con diez manesuelas y chapa de plata en doce pesos ($ 12). Una paila con peso de veinte libras, en veinte pesos ($ 20). Un colchón de listado en nueve pesos ($ 9). Dos sábanas de lino en cinco pesos ($ 5). Una frasada costera, en cuatro pesos ($ 4). Una colcha de algodón, en tres pesos ($ 3). Una mulata esclava nombrada María Ana, de edad de catorce años, en doscientos cincuenta pesos ($ 250). Otra idem nombrada Benedieta de trece años, en doscientos cincuenta pesos ($ 250). Ultimamente ocho cabezas de ganado mayor a cinco pesos cada una ($ 40) $ 3.006. Importan a una suma los bienes y partidas antecedentes la cantidad de tres mil y seis pesos, salvo error de pluma, de los cuales el otorgante se dà por contento y entregado a toda su satisfacción por haberlo recibido de mano del Sr. Teniente su suegro, y como real y efectivamente satisfecho formalisa a favor de la citada su esposa Da María Martina el resguardo mas firme y eficaz que a su seguridad condusca; declarando que en las citadas abaluaciones no hubo leciòn, ni engaño, y que en el caso que lo hubiere, del que fuere en poca o mucha cantidad hace a favor de su esposa gracia y donación pura, perfecta e irrevocable intervivos con insinuación y demás estabilidades legales y congruentes, y a mayor abundamiento aprueba y ratifica las expresadas tasaciones y se obliga a no reclamarlas en ningún tiempo, y que si lo hiciere sea visto por lo mismo haberlas aprobado nuevamente, añadiendo fuerza y contrato; a cuyo fin renuncia la Ley diez y seis Título once Partida cuarta que permite desacer el engaño, o agravio de las Abaluaciones de las Dotes apreciadas en cualquier cantidad que sea, y las demás Leyes que le favorezcan para que jamás le sufraguen; obligándose así mismo a restituir y entregar la citada cantidad a la memorada su esposa, o a quien su acción tenga incontinenti que el matrimonio sea disuelto por cualquiera de los motivos prescritos por dro., bien sea en dinero de contado o en bienes equivalentes a justa tasación según los ha recibido; y a ello quiere ser apremiado por todo vigor de justicia y remedio ejecutivo, como también a la satisfacción de las costas y costos que en su ejecución se causen, para lo cual renuncia la Ley Penúltima de dho título y partida y el término anual que le concede; y para poder cumplir lo referido más puntualmente se obliga así mismo no solo a no disipar, gravar, hipotecar, ni sujetar a sus deudas el importe de esta dote, sino también a tenerlo pronto para su restitución, y que en todo evento gose del privilegio Dotal; y al cumplimiento de todo lo referido obliga sus bienes, muebles y raíces, derechos y acciones presentes y futuros, y da amplio poder a los señores Jueses de esta ciudad, y de cualquiera otra parte que sean para que a ello le compelan y apremien como por sentencia pasada en cosa juzgada, a cuyo fin renuncia la Ley sin combencio de juridiccione obnion judicium, y todas las demás Leyes, fueros, derechos y privilegios de su favor. – Y estando presente el referido Sr. Teniente Dn. Anto Igno Rodríguez Picón, oyó y fue impuesto del tenor de esta escritura que aceptó a nombre de la citada su hija mandando que por su final no se le colacione ni traiga a cuerpo de bienes mas cantidad que la de dos mil ciento veinte pesos cuatro reales que él le ha dado a buena cuenta, por no deberse entender èsto con los demás bienes que lleva por otros respectos. En cuyo testimonio así lo dijeron, otorgaron y firmaron siendo testigos Dn. Rafael de Almarza y Dn. Bruno de viedo vecinos, doy fe-Vizte. Campo Elías-Anto Ign. Rgz. Picón-Ante mí-José Narciso Pirela-Escrino Público.

Número 3º

Declaración de la viuda doña Lorenza Dávila: "… A la segunda (pregunta) dijo: que le es constante que cuando la doña Mariana casó con el citado Dn. Ignacio Picón, le regaló doña Ma Ignacia de Uzcàtegui, suegra de la presentante, una esclava nombrada Rafaela; y que ésta durante el matrimonio de doña Mariana, procreó una infinidad de hijos esclavos, pero que no los conoce por sus nombres; que solo sabe que una se nombra Ma de la Concepción y que se parece mucho a la madre. Que a mayor abundamiento le precisa declarar que cuando la citada doña Mariana González estaba próxima a casarse, le envió a Pamplona doña María Ignacia de Uzcàtegui, que iba a ser su suegra, un baulito de regalo con unas joyas de oro, perlas finas y anillos con piedras preciosas, entre las cuales iba un famoso peine de oro, y que dichas joyas las vio puestas después a la doña Mariana".

CAPITULO III

Escritos y comentarios de la vida y obra del Cnel. Vicente Campo Elías

Vicente Campo Elías:

Un español que se hizo merideño por la libertad

Información Documental CRONICAS DE LOS MARTES de RAMÒN SOSA PÈREZ publicada en el Diario FRONTERA Martes 25 marzo de 2014.

Partes: 1, 2

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