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La economía bipolar (la "nueva normalidad" que la crisis nos legó) – Parte I (página 5)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

Una encuesta realizada en España a comienzos de este mismo año por el II Barómetro de la Familia puso de manifiesto que el 64% de los jóvenes considera que va a vivir peor que sus padres. Una opinión refrendada, en el sentido inverso, por estos últimos, que comparten en un 64,2% la opinión de sus descendientes. Sin embargo, se trata de apreciaciones subjetivas.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida realizada en 2012, de los adultos que llegaban a fin de mes con dificultad cuando eran adolescentes, el 13,5% se encuentra actualmente en riesgo de pobreza. Además, los datos de paro juvenil, que más del 20% de los españoles vivan por debajo del nivel de la pobreza o la desaparición de los ahorros familiares de generaciones  pueden ser pistas de aquello que depara a los más jóvenes españoles en un futuro.

Pero no sólo a ellos. Libros como Baby Bust: New Choices for Men and Women and Work in Family (Wharton Digital Press) de Stewart Friedman ya anticipan un futuro en el que la incertidumbre vital y económica a la que han de enfrentarse los millenials de todo el primer mundo hará descender las tasas de natalidad.  

(Febrero 2015) "Inequality in focus". Un SPECT cerebral de la crisis: "para que no se olvide lo inolvidable", ecografía de la hemeroteca Septiembre 2013 – Febrero 2015

La industria automotriz de los EEUU ha llevado a cabo una importante reforma de su sistema remunerativo. Como consecuencia, los empleados nuevos reciben un sueldo que puede ser alrededor de 50% menor que el de trabajadores más antiguos. (The Wall Street Journal – 1/9/13)

La desigualdad social está aumentando no sólo porque cada vez el mundo esté más dividido entre dos clases de trabajos, sino porque muchos de ellos no ofrecen los recursos necesarios para la subsistencia. Prácticamente una cuarta parte de los puestos de trabajo en los Estados Unidos se remuneran por debajo del umbral de la pobreza, y eso que hablamos de una zona geográfica especialmente favorecida en cuanto a nivel de vida. (El Confidencial – 4/9/13)

Desde el año 1997 al año 2007, la proporción de ingresos que acumulan los hogares estadounidense que se encuentran en el 1% superior de la curva de distribución de ingresos se incrementó en un 13,5 %. Esto es equivalente a desplazar $ 1,1 millones de millones de los ingresos totales anuales de los estadounidenses hacia dichas familias – esta cifra representa más que el total de los ingresos del 40% de los hogares estadounidenses en la parte inferior de dicha curva de distribución. (Project Syndicate – 5/9/13)

En todo caso, sea cual sea la causa de la concentración creciente de la renta en las clases más altas, el efecto es que está socavando todos los valores que definen a Estados Unidos. Año tras año nos vamos apartando de nuestros ideales. Los privilegios heredados están desplazando a la igualdad de oportunidades, y el poder del dinero está ocupando el lugar de la verdadera democracia. (El País – 15/9/13)

La fortuna total de los 400 estadounidenses más ricos asciende en la actualidad a 2 billones de dólares (1,5 mil millones de euros), unos 300.000 millones más que el año anterior y más del doble que hace diez años. (Expansión – elmundo.es – 16/9/13)

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves un recorte del 5% del presupuesto (US$ 4.000 millones anuales) para las ayudas en cupones de alimentos de las que se benefician más de 47 millones de estadounidenses de escasos ingresos. (BBCMundo – 20/9/13)

Los líderes republicanos intentan moderar un tanto su lenguaje, pero es cuestión más bien de tono que de contenido. No cabe duda de que les sigue enardeciendo la idea de asegurarse de que los pobres y los desafortunados reciben la menor ayuda posible, y de que -tal como lo expresó el diputado Paul Ryan, presidente de la Comisión Presupuestaria de la Cámara de Representantes- el colchón de protección social se está convirtiendo en "una hamaca en la que se acuna a gente físicamente sana para que vivan de la dependencia y la complacencia". Sus propuestas presupuestarias incluyen recortes salvajes de los programas de protección social como los cupones para alientos o el programa Medicaid. (El País – 3/11/13)

La mitad de los habitantes de Nueva York (un 46%) son pobres o "casi pobres" (los que viven por debajo del 150% del límite local de la pobreza, 30.940 dólares, unos 23.000 euros al año para una familia de cuatro), según un análisis de la propia Administración Bloomberg. Eso es muy poco en Nueva York, donde el alquiler medio supera los 3.000 dólares mensuales. La modestia se percibe enseguida que uno sale de Manhattan o de las zonas nobles de los boroughs que la rodean: Queens, Brooklyn, Bronx y Staten Island. Al mismo tiempo, la ciudad alberga a unos 400.000 millonarios y es la zona metropolitana del mundo con más milmillonarios. En New York City viven 8.337.000 personas. Una de cada 16 es rica. (El Confidencial – 6/11/13)

María, de padres mexicanos pero con pasaporte estadounidense, no vive en uno de esos países remotos y pobres que retratan los informes sobre trabajo infantil que realiza el Departamento de Trabajo. Tampoco es un caso aislado. Forma parte de una comunidad numerosa y de la que se habla incluso menos que de los obreros infantiles del textil en Bangladesh o de la minería en Bolivia: la conformada por el medio millón de niños que, según cálculos de organizaciones como Human Right Watch, trabajan a sueldo de grandes corporaciones agrícolas en Estados Unidos. (El Confidencial – 8/11/13)

Durante años, el 1 por ciento más rico ha acumulado más ingresos que el resto. Desde 1979 hasta el 2007, por ejemplo, el 1 por ciento de las familias más pudientes han visto sus ingresos crecer un 275 por ciento, de acuerdo a un estudio de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Por su parte la parte inferior de las familias, registraron un incremento en sus ingresos de alrededor del 18 por ciento. El reciente premio Nobel de Economía, Robert Shiller, puso de manifiesto la semana pasada que la desigualdad de ingresos es "el problema más importante que enfrentamos en la actualidad". Al mismo tiempo, la candidata del presidente Obama para dirigir la Reserva Federal, Janet Yellen, definió la desigualdad de ingresos como un problema "extremadamente difícil" y "muy preocupante". (El Economista – 18/11/13)

Una de las tiendas que Walmart posee en el estado de Ohio, EEUU, ha pedido a sus clientes que donen alimentos para sus mal pagados empleados, acto que muestra que los sueldos de la compañía no son suficientes para que sus trabajadores puedan alimentarse. "Por favor, donen artículos de comida aquí, para que los asociados necesitados puedan disfrutar de la cena de Acción de Gracias", se leía en un cartel en la tienda. Kory Lundberg, un portavoz de Walmart, dice que la preocupación de la administración por sus empleados es una cosa positiva. "Esto es parte de la cultura de la empresa para reunirse alrededor de los asociados y cuidar de ellos cuando se enfrentan a dificultades extremas", dijo. (El Economista – 20/11/13)

¿Qué pasaría si la crisis simplemente se hubiese acabado y en realidad nos estuviésemos enfrentando a un nuevo escenario en el que el escaso crecimiento es lo normal, una especie de estancamiento secular?, planteó el exsecretario del Tesoro estadounidense y asesor de Obama ante una selecta audiencia en un foro del FMI. Delante de una distinguida audiencia, con personajes de la talla de Ben Bernanke o Martin Feldstein entre los oyentes, el exsecretario del Tesoro estadounidense, excandidato a presidir la Fed y asesor de Obama, Larry Summers, pronunció hace unos días un discurso que conmocionó a la comunidad de académicos y analistas por radical a la par que convincente y estremecedor: ¿y si la economía estadounidense y por extensión la occidental no es capaz de crecer y crear empleo?, ¿y si sólo puede hacerlo a fuerza de crear burbujas con los consiguientes riesgos? (Vozpópuli – 24/11/13)

Actualmente vivimos en un mundo en donde nos piden que escojamos entre más pobreza o más desigualdad, en donde una tienda de Walmart en Ohio pide a los clientes que donen comida ¡para sus propios empleados!, en donde McDonald"s sugiere a sus empleados buscar un segundo trabajo para sobrevivir o bien cortar la comida en más trocitos para sentirse llenos antes (¡!). Antes era pobre quien no trabajaba, pero hoy en día incluso con un trabajo se puede ser igual de pobre, ¿qué está pasando aquí? (El Confidencial – 2/12/13)

"Las tendencias combinadas de creciente desigualdad y decreciente movilidad social suponen una amenaza fundamental para el "sueño americano"", dijo el presidente en un discurso en Washington DC. El presidente lamentó que la movilidad social de EEUU es incluso menor que la de países como Alemania, Canadá o Francia. Además subrayó que los niveles de desigualdad de ingresos en la primera economía del mundo sean "comparables a los de Jamaica o Argentina". Para el mandatario, esta desigualdad en las oportunidades que ofrece la economía a los ciudadanos se explica por cuestiones "no tanto de raza como de clase". "Debemos avanzar más allá de la falsa noción de que esto es una cuestión exclusiva de las minorías", remarcó. Obama, que dijo que la creciente brecha que separa a ricos de pobres es el "principal desafío" de su país, criticó al Congreso y a la oposición republicana por preocuparse más de reducir el déficit fiscal que los problemas del día a día de los ciudadanos. "El implacable y creciente déficit de oportunidades es una amenaza mayor que nuestro déficit fiscal en contracción", dijo. "Aunque no podemos prometer igualdad de ingresos, sí tenemos que garantizar igualdad de oportunidades". (BBCMundo – 5/12/13)

Vivimos en un mundo condicionado por una intervención monetaria sin precedentes en tamaño y forma: la Reserva Federal multiplicó por 4 su balance hasta los 4 billones de dólares, y el BCE por su parte lo multiplicó por 3 superando los 3 billones de euros en su punto álgido. Vivimos en un mundo que ha pasado por una crisis de gravedad similar a la del año 1929, e incluso peor si hacemos caso a los datos mencionados en el famoso discurso de Larry Summers. No solo eso, vivimos en un mundo en donde se desconocen los límites y la verdadera estabilidad del sistema financiero creado tras Bretton Woods. Tanto es así que dos de los Premios Nobel de Economía de este año, Eugene Fama y Robert Shiller, a pesar de sus discrepancias intelectuales, parecen ponerse de acuerdo en una cosa: existen motivos para preocuparse. El primero, defensor de la Hipótesis de los Mercados Eficientes y por tanto contrario al concepto de "burbuja", cree que existe riesgo de que los mercados financieros digan "no" a la financiación de los déficits públicos, lo que provocaría una recesión global en 2014. El segundo, conocido defensor del concepto "burbuja", dice estar muy preocupado por el boom vivido por las acciones estadounidenses y por el Real Estate en algunos países. (El Confidencial – 9/12/13)

El mejor argumento para restar importancia a la desigualdad es el estado de depresión de la economía. ¿Acaso no es más importante recuperar el crecimiento económico que preocuparse de cómo se distribuyen sus beneficios? Pues no. Para empezar, aunque solo se tenga en cuenta el impacto directo de la desigualdad creciente en los estadounidenses de clase media, no cabe duda de que el problema es grande. Además, es probable que la desigualdad haya desempeñado un papel importante a la hora de crear el caos económico en que nos encontramos, y crucial en nuestro fracaso para salir de él. Empecemos por las cifras. Por término medio, los estadounidenses siguen siendo mucho más pobres ahora que antes de la crisis. Para el 90% de las familias que están en lo más bajo, este empobrecimiento refleja que el pastel económico se está reduciendo y, al mismo tiempo, que la participación en él es cada vez menor. ¿Qué es más importante? Sorprendentemente, la respuesta es que las dos cosas son más o menos comparables. Es decir, la desigualdad está aumentando con tal rapidez que a lo largo de los últimos seis años ha lastrado tanto los ingresos del estadounidense medio como pobres han sido los resultados de la economía, si bien el periodo incluye la peor depresión económica después de la década de 1930. Desde una perspectiva más a largo plazo, el aumento de la desigualdad pasa a ser de lejos el factor individual más decisivo para explicar la caída de los ingresos de la clase media. (El País – 22/12/13)

Durante la recesión entre diciembre de 2007 y julio de 2009 la mayor economía del mundo perdió casi 8,4 millones de puestos de trabajo y para millones de personas la reactivación no ha resuelto el prolongado desempleo. De acuerdo con el grupo de estudio Economic Policy Institute, de Washington, la proporción de trabajadores que han estado sin empleo por más de seis meses subió de 17,6 % de los desempleados antes de la recesión a más del 45,6 por ciento en el segundo trimestre de 2010, y así se ha mantenido hasta ahora… Para más de un 1,3 millones de personas que han estado sin empleo en Estados Unidos durante más de seis meses la temporada de fiestas llega hoy a un fin duro con la cancelación del subsidio pagado por el Gobierno federal. (Expansión – 28/12/13)

Según las mejores estimaciones, la proporción del ingreso general del 10% más rico de EEUU superó el 50% en 2012 por primera vez en la historia, mientras que 22% del ingreso que correspondió al 1% más rico se superó solamente en 2007, 2006 y 1928. Los ingresos del 10% más rico son dos tercios más altos que hace 20 años, mientras que los del 1% más rico se han más que duplicado… Pero para todo el resto, es decir cerca de un 90% de los estadounidenses, no se ha elevado el ingreso en comparación con el de hace 10 o 20 años, para compensar lo que ahora parece una década que se ha perdido del todo. Al contrario, han seguido perdiendo terreno. (Project Syndicate – 31/12/13)

Los ingresos en efectivo de una familia media, una que está en la mitad estadística, apenas se mantuvieron a la par con la inflación. Sume a eso el seguro de salud y otros beneficios que no se entregan en efectivo y verá que ha subido mucho más. Sin embargo, he aquí un hecho llamativo: Al ajustar por inflación, un trabajador típico a tiempo completo ganó menos en 2012 (US$ 49.398) que su equivalente de 1987 (US$ 50.166). Debido a que más mujeres fueron educadas y obtuvieron empleos con mejores salarios, su situación fue mejor: sus ingresos medios subieron 16%. ¿A dónde se fue todo ese dinero? Desproporcionadamente a los que están en mejor situación, los mejor educados, a las parejas de dos profesionales, los ganadores en Wall Street y Silicon Valley. La tecnología y la globalización favorecen a los mejor educados. El auge de las finanzas pagó muy bien a unos pocos. Los ingresos de aquellos en la cúpula de casi cualquier campo subieron más rápido que aquellos en el medio. Diferentes medidas muestran variaciones en la gama, pero la tendencia es clara: los datos más recientes del censo estadounidense muestran que la participación de los ingresos antes de impuestos que van al 5% de las familias más acaudaladas subió de 15,7% en 1962 a 17,2% en 1987 a 21,3% en 2012. Las tasas impositivas más altas sobre los ricos y los beneficios dirigidos a los más pobres limitan esta tendencia, pero esa redistribución de la riqueza no ha compensado las fuerzas de mercado que aumentan la inequidad. (The Wall Street Journal – 2/1/14)

La política de RC de la Reserva Federal y las variantes de ella en otros países han hecho que los balances de los más importantes bancos centrales aumentaran espectacularmente (de entre cinco y seis billones de dólares antes de la crisis a casi 20 billones ahora), con lo que los mercados financieros se han vuelto adictos al dinero fácil, lo que ha propiciado, a su vez, una búsqueda mundial de réditos, una inflación artificial de los precios de los activos y una asignación inapropiada del capital. A consecuencia de ello, cuanto más dure la RC, mayor será el daño colateral causado a la economía real. Ahora la preocupación estriba en que, cuando la Reserva Federal comience a reducir progresivamente la RC y disminuya la liquidez en dólares de los mercados mundiales, resurgirán los problemas estructurales y los desequilibrios. Al fin y al cabo, las reformas que aumentan la competitividad en muchas economías avanzadas distan aún de haber concluido, mientras que la relación entre el total de deuda pública y privada y el PIB es ahora un 30 por ciento mayor que antes de la crisis… La desaceleración del crecimiento mundial se está produciendo sobre un fondo de aumento de la desigualdad económica, debido a una menor participación de la mano de obra en los ingresos nacionales, fenómeno mundial resultante de la mundialización y del progreso tecnológico, que constituye una grave amenaza para las autoridades. Los sistemas que propagan la desigualdad o que no parecen poder detener su aumento contienen el germen de su propia destrucción, pero en un mundo interdependiente no hay una solución evidente, porque la gran movilidad de las corrientes de capital alimenta la competencia mundial entre sistemas tributarios. (Project Syndicate – 6/1/14)

El Papa Francisco advirtió en noviembre que "las ideologías que defienden la autonomía absoluta del mercado" están impulsando al crecimiento rápido de la desigualdad. ¿Está el Papa Francisco en lo correcto?… En los EEUU, las estadísticas son sorprendentes en ambos extremos de la distribución del ingreso. La cuarta parte inferior de los hogares estadounidenses casi no ha recibido ningún aumento en su ingreso real (ajustado a la inflación) durante los últimos 25 años. Ellos ya no están compartiendo los frutos del crecimiento de su país. El 1% de los estadounidenses, sin embargo, han visto que sus ingresos reales casi se han triplicado durante este período, y su participación en el ingreso nacional ha alcanzado el 20%, una cifra que no se veía desde la década de 1920… La globalización explica algo del estancamiento de ingresos en el cuarto inferior en EEUU y en otras economías desarrolladas. La competencia de los trabajadores chinos con salarios más bajos ha reducido los salarios en Estados Unidos. Pero el cambio tecnológico puede ser un factor más fundamental – y un factor que conlleva consecuencias para todos los países. (Project Syndicate – 8/1/14)

Las tendencias negativas en la distribución de los ingresos precedieron a la crisis y le han sobrevivido. En los Estados Unidos, el desfase entre los ingresos medios (por habitante) y los ingresos medianos ha llegado a ser de más de 20.000 dólares. Los aumentos de ingresos resultantes del crecimiento del PIB se han concentrado primordialmente en el cuartil superior de la distribución. Antes de la crisis, el efecto de riqueza producido por unos precios altos de los activos mitigó la presión hacia abajo del consumo, del mismo modo que, gracias a los bajos tipos de interés y la relajación cuantitativa desde 2008, ha habido aumentos importantes de los precios de los activos que, dados los débiles resultados económicos, probablemente no durarán. La concentración en aumento de la riqueza, junto con una calidad educativa desigual, está contribuyendo a descensos en la movilidad económica intergeneracional, lo que, a su vez, amenaza la cohesión social y política. Aunque la causalidad no está clara, históricamente ha habido una gran correlación entre desigualdad y polarización política, una de las razones por las que las estrategias de crecimiento logradas de los países en desarrollo se han basado en muy gran medida en la reducción de la exclusión. La tecnología que ahorra mano de obra y las tendencias cambiantes del empleo en el sector de bienes comercializables de la economía mundial son factores importantes de desigualdad. Los trabajos rutinarios de trabajadores manuales y oficinistas están desapareciendo, mientras que el empleo con menor valor añadido en el sector de los bienes comercializables está trasladándose a un conjunto de economías en desarrollo que van en aumento. Esas potentes fuerzas paralelas han alterado el equilibrio a largo plazo de los mercados laborales de las economías avanzadas, que han invertido demasiada educación y demasiadas capacidades en una modalidad de crecimiento anticuada. (Project Syndicate – 23/1/14)

La realidad de la creciente desigualdad estadounidense es crudísima. Desde finales de la década de 1970, los salarios reales de la mitad de los trabajadores que menos ganan se han estancado o reducido, mientras que los ingresos del 1% en lo alto de la escala casi se han cuadruplicado (y los ingresos del 0,1% en lo más alto han crecido aún más). Aunque podemos y debemos debatir qué hacer frente a esta situación, el hecho en sí -que el capitalismo estadounidense tal como está constituido actualmente está socavando las bases de la sociedad de clase media- no debería cuestionarse. Pero, por supuesto, sí se cuestiona. Esto es en parte un reflejo de la famosa máxima de Upton Sinclair: es difícil conseguir que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda. Pero creo que también refleja una aversión por lo que implican las cifras, que parecen casi una invitación abierta a la lucha de clases, o, si lo prefieren, una demostración de que la lucha de clases ya ha empezado, y los plutócratas han tomado la ofensiva. La consecuencia ha sido una campaña decidida de confusión estadística. En su expresión más burda, esta campaña se acerca a una falsificación pura y dura; en su versión más elaborada, supone usar trucos ingeniosos para difundir lo que yo llamo el mito de los ricos que merecen serlo. (El País – 26/1/14)

La Oficina del Censo reportó en septiembre del año pasado que el número de estadounidenses que viven en la pobreza aumentó levemente en 2012 hasta los 46,5 millones. Pese a que la economía del país mejoró a nivel macroeconómico, el número de personas a las que se considera pobres aumentó en 300.000. La misma entidad indicó que unos 16,1 millones de niños están en la pobreza, así como 3,9 millones de adultos mayores de 65 años. El documento indica que la pobreza en 2012 fue más pronunciada entre negros (27,2% o 10,9 millones de personas), hispanos (25,6% o 13,6 millones) y asiáticos (11,7% o 1,9 millones) que en los blancos no hispanos (9,7%). Los autores del informe situaron el umbral de la pobreza en los hogares que tienen ingresos anuales de menos de US$ 23.492 para una familia de cuatro personas. Esta problemática ha cobrado importancia en 2014 por el aniversario 50 de la "guerra contra la pobreza" que proclamó el presidente Lyndon B. Johnson en su discurso del Estado de la Unión. Un análisis del Centro Pew sobre las estadísticas reveladas por la Oficina del Censo reveló, en abril del año pasado, que la riqueza aumentó para los más ricos y cayó para el resto. Entre 2009 y 2011 -los dos primeros años de recuperación económica tras la crisis- el valor promedio neto de los hogares en el 7% más rico creció en 28%, mientras el valor neto de los hogares en el restante 93% cayó en 4%. El análisis explicó que las diferencias se deben al repunte en los mercados de valores -donde concentran sus riquezas los más ricos- en comparación con el rendimiento del mercado inmobiliario, donde las familias menos adineradas tienen puestas las suyas. Por esas diferencias, el centro Pew concluyó que la desigualdad en las riquezas se incrementó durante esa fase de la recuperación económica. Una de las conclusiones de un informe preparado para el Departamento de Educación de Estados Unidos, hace un año, fue contundente: "Ninguna otra nación desarrollada tiene desigualdades tan profundas o sistémicas; ninguna otra nación desarrollada ha generado, a pesar de algunos esfuerzos, tantas condiciones desfavorables para muchos de sus niños". (BBCMundo – 28/1/14)

"Cómo McDonald"s y Wal-Mart se convirtieron en welfare queens", se leía recientemente en Bloomberg; "Los salarios de los restaurantes de comida rápida vienen con una factura de 7.000 millones de subsidio público", publicaba Business Week; "Informe: las empresas de comida rápida transfieren 7.000 millones de costes laborales a los contribuyentes", revelaba Forbes. Esos 7.000 millones de dólares son una estimación de lo que anualmente se gasta el Estado en subsidios para los trabajadores de las grandes empresas de comida rápida, ayudas que les permiten comer y tener seguro médico. Estas compañías pagan tan poco a sus empleados que su alimentación y asistencia sanitaria corren a cuenta de Washington. La cifra proviene de dos informes diferentes, uno de la Universidad de Berkeley y otro de la de Illinois, pagados por Fast Food Forward, una organización de activistas que persigue aumentos en los salarios de los trabajadores Ambos utilizaban datos disponibles para el gran público, y se refieren a las grandes cadenas de comida rápida como McDonald"s o Taco Bell. Mantener a los trabajadores de McDonald"s en particular cuesta cada año 1.200 millones al Estado, según el análisis de la organización activista National Employment Law Project. El 52% de los trabajadores de establecimientos de comida rápida están inscritos junto a sus familias a algún tipo de asistencia pública. La industria del fast food mueve 200.0000 millones anuales, pero sólo un 13% de las compañías proveen de seguro médico. (El Confidencial – 31/1/14)

Ben Bernanke deja la presidencia de la FED en manos de Janet Yellen, tras liderar la política más laxa de esta centenaria institución. Esta adquisición indiscriminada de activos ha disparado el balance de la FED hasta la cifra récord de 4,1 billones de dólares. Esta cifra equivale a casi el 25% del PIB estadounidense -en línea con el Banco de Inglaterra (BoE) y el Banco Central Europeo (BCE), pero inferior al Banco de Japón (BoJ)-. Asimismo, deja al sistema bancario estadounidense con 2,4 billones de dólares en exceso de reservas, para los cuales las entidades poco uso tienen debido a la aún escasa demanda de préstamos en comparación con la época de la burbuja inmobiliaria… El principal objetivo de Bernanke durante la crisis, más allá del rescate bancario orquestado junto al Tesoro de EEUU a finales de 2008, ha consistido en facilitar y abaratar la financiación crediticia, tanto al sector privado como al Gobierno, para, de este modo, impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo. Pero, ¿lo ha conseguido? Según muestran los datos recopilados por el economista Juan Manuel López Zafra, autor de Retorno al patrón oro, la respuesta es no. "Desde la 1ª QE, en noviembre de 2008, se han creado 1 millón de empleos; en el mismo período, más de 11 millones de norteamericanos han abandonado el mercado laboral; ya no computan como buscadores de empleo. Son los Not In Labor Force (NILF)". (Libertad Digital – 31/1/14)

El porcentaje de población activa en EEUU se situó en 2013 en el 63,2%, idéntico al de hace casi 36 años, bajo otro presidente demócrata, Jimmy Carter. El número de personas fuera del mercado laboral, por el motivo que sea, supera los 92 millones en un país de 316 millones… Entre los datos negativos destaca el de la reducción de la tasa de actividad o la población ocupada. Ésta mide las personas mayores de 16 años de edad que está trabajando o que busca activamente un empleo, y que además ni son militar en activo ni preso en cárceles. En la actualidad es la más baja desde 1978. Según el Departamento de Estadísticas Laborales (Bureau of Labor Statistics), la población ocupada en 2013 ascendió a 245.679 millones de personas, de un total de 316 millones. De ellos, 155,389 millones (63,2%) estaba trabajando o buscando empleo, mientras que 90,290 millones (36,8%) o están desempleadas o han renunciado a encontrar un trabajo. El porcentaje es idéntico al registrado en 1978, por lo que el mercado laboral de EEUU ha retrocedido 36 años. Desde principios de la década de los 60 del siglo XX, la población activa fue aumentando hasta mediados de los años 90, cuando se acercó al 68%. Entonces, inició un imparable descenso que no se ha detenido, sea en épocas de expansión o de crisis, sea con presidentes republicanos (George W. Bush) o demócratas (Bill Clinton y Barack Obama), sea en paz o con guerras, sea con alto gasto militar o con bajo gasto militar. En 2000, el número de estadounidenses excluidos de la población activa fue de 69.994 millones; en 2013, de 90.290 millones; y en enero pasado de 92.535 millones. (Vozpópuli – 7/3/14)

En este lustro, los inversores han contemplado una secuencia extraordinaria, puesto que al Dow Jones y al S&P 500 les ha dado tiempo no sólo de recuperar los niveles pre-Lehman, sino de pulverizar sus máximos históricos. Cinco años después de los mínimos, al Dow apenas le queda el recuerdo, puesto que camina 10.000 puntos por encima: los 6.547 puntos del 9 de marzo de 2009 han dado paso a los 16.480 puntos actuales, o lo que es lo mismo, entre ambos momentos se ha disparado un 151%. En el caso del S&P 500, la subida es aún mayor, puesto que alcanza el 177%, hasta los 1.875 puntos. Lo más llamativo de estos datos no es únicamente la envergadura de las subidas, sino la velocidad a la que se han producido. La comparación con los registros del crac de 1929 y la Gran Depresión posterior así lo evidencia. El Dow Jones tuvo que esperar 25 años para romper los máximos históricos conquistados en 1929; en la crisis actual, le ha costado menos de seis años superar el anterior récord, que databa de 2007. Y tanto en la velocidad como en la magnitud de la remontada, un protagonista destacado: la Reserva Federal (Fed). El banco central estadounidense, bajo la batuta de la persona que ocupó la presidencia hasta el pasado 31 de enero, Ben Bernanke, ha desempeñado una papel fundamental en la ascensión de sus cotizaciones. ¿Cómo lo ha hecho? Recetando la política monetaria más expansiva en la historia de la entidad. En lo convencional, rebajando los tipos de interés en 2008 hasta el 0-0,25%, un nivel en el que nunca antes habían estado y del que aún hoy no se han movido. Y en lo heterodoxo, poniendo en marcha desde noviembre de 2008 sucesivos programas de compras de activos, hasta un total de tres (QE1, QE2 y QE3), con los que ha inyectado en el sistema 3,5 billones de dólares. Este dinero ha sido el combustible que ha respaldado la subida de las acciones en Wall Street… y más allá, puesto que ha sido, con el refuerzo de las medidas expansivas de otros bancos centrales, como catalizador de la escalada de la renta variable internacional y otros activos de riesgo. (El Confidencial – 8/3/14)

La mayor economía del mundo se ha superado a marchas aceleradas de la crisis financiera de 2008 y la posterior Gran Recesión que destartaló al país. Al menos así lo considera la Casa Blanca en su informe económico anual donde considera que sólo Estados Unidos y Alemania han conseguido que su Producto Interior Bruto real por adulto en edad de trabajar supere ya los niveles previos al azote provocado por las hipotecas basura. De hecho, de acuerdo a los datos de la administración Obama, no sólo sanó antes que EEUU sino que ha mantenido un ligero liderazgo… Sin embargo, el mayor problema que enfrenta la economía estadounidense es el descenso gradual de la clase media. Este proceso, que comenzó en década de los 70, ha empeorado considerablemente en los últimos cinco años. A pesar de los esfuerzos del presidente Obama, la desigualdad se ha incrementado de manera significativa. No sólo los ingresos del 60% de los hogares se contrajeron entre 2010 y 2012 sino que se redujo en un porcentaje mayor que el de los más pobres mientras que el de las rentas más altas ha registrado aumentos. (El Economista – 11/3/14)

Martin Gilens, de la Universidad de Princeton, y Benjamin I. Page, de la Universidad Northwestern, alegan que las élites económicas son las que con más frecuencia ven reflejada su voluntad en las políticas de la nación que tantas veces ha sido vista como referente mundial de la democracia. "La fuerte tendencia hacia la desregulación del gobierno de EEUU desde 1970, adoptada en grados variables por los dos partidos políticos, es mucho más consistente con las preferencias e intereses de las élites y grupos económicos que con los ciudadanos comunes y corrientes", asegura Gilens en declaraciones a BBC Mundo. "Un ejemplo son las respuestas de los gobiernos de los presidentes George W. Bush y Barack Obama frente a la Gran Recesión: las instituciones financieras pudieron en gran medida evadir responsabilidades, la regulación financiera fue débil mientras que la clase media y los pobres no han podido recuperar el terreno perdido a pesar de que las corporaciones lo han recuperado notoriamente", añade el investigador. "Si una oligarquía significa que unos pocos individuos muy ricos tienen la última palabra, entonces yo diría que EEUU no lo es… Pero debido a la falta de influencia de los ciudadanos promedio sobre las políticas de gobierno, los individuos más ricos y las organizaciones, EEUU es una democracia que no funciona bien", agrega. (BBCMundo – 22/4/14)

También hay que señalar que existen cada vez más indicadores que parecen mostrar que la desigualdad actual es excesiva y que es necesario actuar contra ella. Véase un reciente artículo del New York Times ("The American Middle Class Is No Longer the World"s Richest" 22-04-2014) donde se disgrega la renta por clases sociales, llegando a la conclusión de que la clase media estadounidense es hoy más pobre, después de impuestos, que la de otros lugares como Canadá, y está perdiendo posiciones a pasos agigantados con todos los grandes países europeos. Además, en el caso de la clase baja el resultado es aún peor, claramente superada en la comparativa. Estados Unidos está creciendo, es uno de los ejemplos de cómo salir de la crisis, pero su creciente desigualdad está provocando no solo que la mayor parte de su población esté peor que la de otros países comparables, sino que además, ajustando los datos por inflación, su clase media se ha estancado desde el año 2000. ¿Es este un crecimiento sostenible? ¿Es el modelo un país en donde solo su élite se ha beneficiado económicamente en los últimos 14 años? (El Confidencial – 28/4/14)

El crecimiento feroz de la desigualdad de renta y el estancamiento del ascensor social en Estados Unidos han socavado a la american middle class. Un concepto en ocasiones difuso pero que casa a la perfección con el ideal del sueño americano, ese de que cualquiera que trabaje duro tiene una oportunidad de prosperar en este país. La mitificada clase media se tambalea. La esencia identitaria estadounidense de la tierra de las oportunidades se difumina. Y quien protagoniza este cambio -el tiempo dirá si puntual o permanentemente-, quien asesta el golpe al orgullo es el vecino del norte, al que los estadounidenses valoran muy positivamente pero que tienden a ignorar y desconocer. Canadá ha desbancado a EEUU como el país con la clase media más rica del mundo. Así lo revela un estudio del LIS, un instituto de Luxemburgo que ha analizado la evolución de los ingresos tras impuestos de varios países avanzados en los últimos 35 años, con la novedad que los segmenta en capas de riqueza de la población. Esto permite extraer una mediana -correspondiente a la capa de la mitad- en vez de un promedio. Mientras en PIB per cápita el dominio de EEUU es avasallador -un 15% superior al de Canadá en los últimos 25 años- porque la hiperconcentración de ricos infla el promedio, en la mediana de ingresos EEUU se ve sobrepasado por Canadá… No siempre fue así. En 1980 los estadounidenses eran los más ricos del mundo en todas las capas de renta excepto la más baja, la del 5% más pobre, que dominaban los noruegos. Desde entonces, no obstante, la hegemonía de EEUU se ha ido reduciendo gradualmente y solo se ha mantenido entre las capas altas. "Es el resultado de unos sueldos planos o negativos en términos reales", sentencia Jacob Kirkegaard, investigador del instituto económico Peterson en Washington. Al mismo tiempo, los ricos se han hecho más ricos por las suculentas ganancias en bolsa. (El País – 3/5/14)

Tal vez más que el argumento en sí, lo que hace de Capital in the Twenty-First Century una lectura excelente es la sensación de estar viendo a una mente brillante encarar las grandes preguntas de nuestro tiempo. El énfasis de Piketty en la naturaleza política de la distribución del ingreso; el sutil camino de ida y vuelta que recorre entre las leyes generales del capitalismo y el papel de la contingencia; y que esté dispuesto a ofrecer remedios audaces para salvar al capitalismo de sí mismo (aunque para muchos tal vez sean impracticables) son hechos tan refrescantes para un economista cuanto son escasos… Tal vez la causa del éxito del libro haya que ir a buscarla al Zeitgeist. Si el libro se hubiera publicado hace diez, incluso hace cinco años, justo después de la crisis financiera global, probablemente no hubiera tenido el mismo éxito, aun cuando entonces se hubieran podido reunir argumentos y pruebas similares. Hace ya bastante que en Estados Unidos se viene incubando malestar por el aumento de la desigualdad. Pese a la recuperación de la economía, los ingresos de la clase media están estancados o en disminución. De modo que ahora parece aceptable hablar de la desigualdad en Estados Unidos como el principal problema al que se enfrenta el país. Tal vez esto explique por qué el libro de Piketty concitó más atención allí que en su país de origen, Francia. (Project Syndicate – 13/5/14)

"El libro de Thomas Piketty tiene tanto éxito porque la sociedad de EEUU está muy preocupada por el enorme crecimiento de la desigualdad que se ha producido desde los años setenta", dice, en un correo electrónico, el economista Emmanuel Saez. Saez, profesor en la Universidad de Berkeley, ha sido uno de los colaboradores más estrechos de Piketty en la recuperación minuciosa de estadísticas históricas sobre la concentración de ingresos y riqueza. "El libro tiene un éxito particular en EEUU porque alerta contra el retorno de la sociedad patrimonial, en la que los herederos acaban imponiéndose. Esto toca una fibra en América, un país que se fundó sobre la base del ideal meritocrático", argumenta Saez. La desigualdad se agravó durante los años de Ronald Reagan en la Casa Blanca -un republicano que creía en la desregulación de los mercados y las rebajas de impuestos- y continuó con Clinton. La gran recesión, que se originó en la burbuja inmobiliaria de la pasada década, ha dejado más paro y una clase media que ha visto cómo se reducían sus ingresos y se agrandaba la distancia con el 1%, que salió de la crisis indemne. Lo peor -el terror a caer por el abismo, a precipitarse hacia una gran depresión similar a la de los años treinta- ha pasado. Y, al contemplar el paisaje después de la tormenta, es cuando surge en primer plano el problema de la desigualdad. "Hay menos miedo por el corto plazo y más miedo por el largo plazo", constata desde Chengdu (China) el economista Tyler Cowen, profesor de la Universidad George Mason, en las afueras de Washington, y autor de Average is over (se acabó la medianía). Cowen describe en su libro un mundo desarrollado en el que las personas con un alto nivel de educación y habilidades tecnológicas prosperarán y acumularán más ganancias, y quienes carezcan de esta formación verán cerrada la entrada a los mejores trabajos y los mejores barrios. Una distopía: países desarrollados y democráticos divididos entre los que tienen (y saben desenvolverse con las máquinas) y los que no tienen (y no saben); entre los habitantes de pueblos como Potomac y las personas que subsistirán con empleos precarios y el salario mínimo. La pregunta sobre el efecto de la desigualdad en la calidad democrática, o en la democracia a secas, vuelve a ser pertinente. "Entonces como ahora", ha escrito Krugman en alusión a la Francia de la Tercera República, "una riqueza inmensa permite comprar una inmensa influencia, no sólo en las políticas que se adoptan, sino en el discurso político". Cowen, un economista cercano a posiciones que en EEUU se llamarían libertarias, y en Europa liberales, no niega la existencia de las desigualdades ni su posible efecto pernicioso en la democracia si una parte de la población se distancia de las instituciones. La mayoría de miembros del Congreso de EEUU son hoy millonarios. Politólogos como Nicholas Carnes, de la Universidad de Duke, ven una relación directa entre la clase social de los legisladores y la despreocupación por las políticas que benefician a las clases medias… "La clase media está desapareciendo. Se siente insegura", dice Roger Hickey, codirector de la Campaña por el Futuro de América, un grupo adscrito al ala izquierda del Partido Demócrata. "No encuentran empleo, los salarios no suben, los conservadores desmantelan sus beneficios. La gente siente la desigualdad. A los americanos no les desagradan los ricos. Aspiran a ser ricos. Pero les preocupa el declive de aquella gran clase media que se construyó tras la Segunda Guerra Mundial. Supieron lo que era la seguridad, la oportunidad, la posibilidad de enviar a los hijos a la universidad. Ahora todo esto está amenazado". (El País – 25/5/14)

"Las horcas están viniendo a por nosotros". Así se titula el artículo que ha escrito el multimillonario Nick Hanauer en la revista Político, todo un aviso para los más ricos de entre los ricos sobre la bomba de relojería que supone la creciente desigualdad. Un compendio de datos, anécdotas personales y opiniones que tratan de despertar a los "ultramillonarios" y desmontar algunas creencias establecidas sobre el funcionamiento de la economía… "Veo horcas. Al mismo tiempo que gente como tú y como yo nos enriquecemos por encima de lo que cualquier plutócrata soñara, el resto del país (el 99,99%) se está quedando muy atrás", comienza el artículo. El multimillonario recuerda que la desigualdad está agudizándose y que lo hace realmente rápido. Por ejemplo, en 1980 el 1% más rico acumulaba el 8% de los ingresos del país, mientras que el 50% más pobre tenía el 18% del total. Hoy, el 1% acumula el 20% de la riqueza y el 50% apenas el 12%. "El problema no es que haya desigualdad. Algo de desigualdad es intrínseco a cualquier economía capitalista funcional. El problema es que está en niveles históricamente altos y que esto está empeorando cada día. Nuestro país se está convirtiendo cada vez más rápido en una sociedad feudal más que en una sociedad capitalista", advierte… Hanauer asegura asimismo que lo más irónico de la creciente desigualdad es que es totalmente innecesaria y autodestructiva, por lo que propone que se tomen medidas similares a las que adoptó Franklin D. Roosevelt tras la Gran Depresión para evitar disturbios sociales. El empresario señala que el modelo para los ricos debería ser Henry Ford, "quien comprendió que sus trabajadores no eran simplemente mano de obra barata para ser explotada y que también eran consumidores. Qué gran idea. Mi sugerencia es que lo hagamos de nuevo. Las políticas actuales están destruyendo mi base de consumidores. Y la vuestra también". Ante ello, Hanauer propone introducir nuevas ideas que refuten algunas de las creencias más sostenidas en los últimos tiempos, la cuales se han convertido en la base de la ortodoxia económica que actualmente rige el mundo de la economía. Hay que rechazar concepciones como que la economía es un mecanismo perfectamente eficiente, ya que en realidad es un ecosistema complejo formado por gente de carne y hueso interdependiente. Por tanto, Hanauer plantea una nueva ley fundamental para el capitalismo: "Si los trabajadores tienen más dinero, las empresas tienen más clientes, lo que hace que los consumidores de clase media sean los verdaderos creadores de empleo, no los ricos empresarios como yo. La clase media crea a los ricos, no al revés". La teoría es que las masas son realmente las creadoras de riqueza y prosperidad: cuanto más dinero tienen los trabajadores, más clientes tienen los negocios, que a su vez necesitan más empleados. Por eso defiende que se suba el salario mínimo. (El Economista – 4/7/14)

Yo, junto con otros economistas optimistas, supusimos que el flujo gratuito de información y comunicación anunciarían una era de crecimiento rápido de la productividad y el bienestar -en mayor o menor medida- para todos, sin importar el tipo de destrezas, riqueza u origen social. ¿Acertamos?… ¿todos se benefician en la nueva economía? Solo unos cuantos afortunados, en especial aquellos que combinan pensamiento creativo con conocimientos financieros, han capturado completamente las ventajas monetarias de la revolución de la TIC, y en ese proceso se han convertido en su imagen. Más abajo en la escala económica, la mayoría de las personas, aunque disfrutan el acceso fácil a la tecnología y los precios bajos, han perdido terreno, pues los salarios reales han caído durante muchos años. Esta no es una caída temporal: la mano de obra en las economías occidentales avanzadas ya no puede exigir ventajas salariales grandes y la situación de los trabajadores puede empeorar todavía más… Para una familia ordinaria de clase media actual, un percance médico se puede convertir en una catástrofe financiera. Ser dueño de una casa implica endeudarse de por vida. Ofrecer una educación decente a los hijos exige luchar y hacer sacrificios. Estamos siendo testigos del derrumbe de los supuestos que definieron a las familias de clase media -y muchos hogares de la clase trabajadora- durante al menos dos generaciones. (Project Syndicate – 29/7/14)

Estados Unidos volverá a una desigualdad extrema entre ingresos de la llamada clase media y la élite norteamericana, según Harry Dent. Las manipulaciones de los bancos y los esfuerzos por aplazar una crisis financiera de una manera artificial han distorsionado el ciclo natural económico, lo que desembocará en la ruina del mundo occidental, asevera el analista en su artículo publicado en el portal The Market Oracle. La burbuja extendida de la economía de EEUU ya se ha hinchado tanto como podía y está a punto de estallar, lo que evidencia la vuelta de la desigualdad extrema en los ingresos de la llamada clase media y la élite norteamericana. "Nos estamos acercando rápidamente al punto en que, a menos que algo cambie, las personas corrientes iniciarán una revuelta", asegura el autor. Con ello, Dent supone que debido al descontento de la mayoría de la población por las ganancias extremas de la clase alta, EEUU no será el único país en vivir "la rebelión de las masas", sino que "la gente común empezará a rebelarse en todos los países desarrollados". "Sin duda, la próxima revolución occidental no será agradable, pero va a marcar el comienzo del próximo gran resurgimiento de la clase media en los países desarrollados y acelerará la nueva oleada de clase media en los países emergentes", concluye el analista. (Negocios.com – 26/8/14)

El estancamiento de los ingresos familiares y salarios de la clase media es una de las principales causas de la lenta recuperación de la economía estadounidense después de la recesión de 2007 a 2009, y supone una seria amenaza al crecimiento y la competitividad a largo plazo. El consumo de los hogares equivale a más de dos tercios de la demanda agregada, y para el 90% inferior de las familias, el crecimiento del consumo depende del aumento de los ingresos. El mejor momento de crecimiento económico de los Estados Unidos en las dos décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial también fue la edad dorada de la clase media. El largo auge de los noventa, cuando Estados Unidos tuvo pleno empleo en forma sostenida, fue uno de los pocos períodos durante los últimos 40 años en que hubo un aumento de ingresos en cada quintil de la distribución de ingresos. Muchos economistas influyentes están preocupados por la posibilidad de que Estados Unidos enfrente crecimiento anémico y "estancamiento secular", por la brecha persistente entre la demanda agregada y el nivel de pleno empleo. El estancamiento de los ingresos de la clase media implica falta de demanda agregada, lo que a su vez supone mercados laborales flojos y salarios estancados para la mayoría de los trabajadores. Sin políticas monetarias y fiscales decididas que sostengan la demanda agregada en niveles de pleno empleo, el resultado es un círculo vicioso de poco crecimiento. Dos expertos en competitividad, Michael Porter y Jan Rivkin (de la Escuela de Negocios de Harvard), señalaron hace poco que el estancamiento de los ingresos de la clase media perjudica a las empresas estadounidenses de diversas formas, y advierten: "Las empresas no pueden prosperar mientras las comunidades a su alrededor languidecen". A menos que hagan algo, "las empresas estadounidenses se encontrarán privadas de una fuerza laboral adecuada, con consumidores agotados y amplios sectores de votantes antiempresa". (Project Syndicate – 26/9/14)

La desigualdad en EEUU tiene muchas causas, algunas de las cuales precede los recientes auges y caídas. La ampliación de la brecha en los ingresos data de casi tres décadas y media atrás. El desempleo a largo plazo subió durante la recesión y aún no se ha recuperado. Y el declive del mercado inmobiliario afectó a muchas familias de clase media que ahorraron buena parte de su patrimonio en sus casas. Además, muchos hogares nunca tuvieron acciones. Por ejemplo, entre las familias con ganancias que se ubican en el quinto más bajo del escalafón, 89% no posee acciones, frente a 86% en 2007. (The Wall Street Journal – 27/10/14)

Se suele decir que desde 1979 (el punto cúlmine del último ciclo económico antes de que Ronald Reagan asumiera como Presidente) el crecimiento económico en los Estados Unidos ha beneficiado abrumadora y exclusivamente a los ricos y que los salarios reales (ajustados a la inflación), los ingresos y los estándares de vida de sus hogares pobres y de clase media de Estados Unidos han aumentado de manera irrelevante, en el mejor de los casos. Si bien el PGB real per cápita anual ha crecido un 72%, de $ 29.000 a $ 50.000 (en precios de 2009), casi todo este crecimiento ha beneficiado a quienes ocupan hoy la capa más alta de la distribución del ingreso de EEUU. Todo esto es cierto, pero hay algunas consideraciones importantes. Una de ellas se encuentra en el informe Distribución de los Impuestos Federales y los Ingresos de los Hogares, publicado el año pasado por la Oficina Presupuestaria del Congreso de EE.UU. (CBO, por su sigla en inglés). El ingreso real después de impuestos del quintil más bajo de los hogares estadounidenses fue un 49% más alto en 2010 que en 1979, creciendo a un promedio del 1,3% por año. El ingreso después de impuestos para los tres quintiles medios en 2010 fue un 40% más alto, equivalente a un crecimiento promedio anual del 1,1%. No hay duda de que los percentiles 81 al 99 subieron en un 64% su ingreso después de impuestos y el 1% superior lo hizo en un 201%, lo que representa una tasa de crecimiento anual promedio de un 3,6%, mucho mayor que cualquier otro grupo de ingresos. Y ahora que la recuperación también se concentra en los ricos, es muy probable que el 1% superior de estadounidenses se esté acercando a un aumento acumulado del 300% desde 1979. (Project Syndicate – 29/10/14)

Las reformas estructurales que suponen sacrificar determinados intereses por el bien de la mayoría siempre serán controvertidas y difíciles de ejecutar. Sin embargo, cuando dichas reformas implican sacrificios de la parte de ciudadanos comunes y benefician a los grupos más privilegiados de la sociedad, las consecuencias invariables son la parálisis política y la inestabilidad. En los dos últimos años, académicos, instancias de regulación, economistas e instituciones financieras han observado la relación que hay entre el estancamiento secular de la demanda y una mayor desigualdad en los ingresos. Es irónico que en un momento en que muchas personas en los países en desarrollo están entrando al nivel de clase media emergente o están aspirando a ser parte de ella, la riqueza en gran parte del mundo desarrollado se está concentrando más en los más ricos. (Project Syndicate – 10/11/14)

Thomas Piketty recibe a la prensa en su despacho de la Escuela de Economía de París, en la zona universitaria del Sur de la ciudad… Volviendo a la desigualdad, ¿qué pasa con la clase media, es clase media patrimonial que se creó entre los 50 y los 80 y que comprende al 40% de la población que está entre la mitad pobre y el 10% más rico? En el libro intento mirar el largo plazo de las distribuciones de renta y riqueza entre grupos. Hay un riesgo de que la clase media se haga más pequeña. El ascenso de la clase media ha sido el cambio más importante en la distribución de la renta en las últimas décadas. Hace 100 años el 10% de las personas tenían el 90% de la riqueza, y el 40% del medio era casi tan pobre como el 50%. Ahora el 10% tiene mucha riqueza, pero el porcentaje es del 60% en Europa y del 70% en Estados Unidos, aproximadamente. Es mucho para solo el 10% de población, pero significa que la clase media tiene el 25-35% de la riqueza. El problema es que a partir de 1990, la porción de la clase media ha dejado de crecer y bajado en muchos países. En EEUU la clase media pasó del 30% al 20%. No estamos en el cero, ni en el 5%, pero no estamos en la dirección correcta. Y es un riesgo que la parte de la clase media se reduzca. Es un riesgo para la economía y una amenaza para la democracia. (Cinco Días – 20/11/14)

Durante los últimos decenios, la desigualdad de renta en los Estados Unidos ha aumentado en gran medida… y esa tendencia no da muestras de ir a invertirse. La última vez en que la desigualdad era tanta como ahora fue justo antes de la Gran Depresión. Un nivel tan elevado de desigualdad no sólo es incompatible con las normas de justicia social e igualdad de oportunidades observadas de forma generalizada, sino que, además, representa una grave amenaza para la economía y la democracia de los Estados Unidos… Según un informe reciente del Consejo de Asesores Económicos, si el porcentaje de ingresos que fuera a parar al 90 por ciento inferior hubiese sido en 2013 el mismo que en 1973, la renta anual mediana de los hogares (ajustada según el tamaño de las familias) habría sido un 18 por ciento, es decir, 9.000 dólares, mayor que ahora. Los ingresos disponibles (descontados los impuestos y las transferencias) de las familias pobres de los EEUU llevan decenios a la zaga de sus homólogos de otros países desarrollados. Ahora la clase media también está quedando rezagada… La culpa principal de la languidecerte suerte de la clase media de los Estados Unidos es atribuible al lento aumento de los salarios. Después de llegar a su punto culminante a comienzos del decenio de 1970, los ingresos medianos reales (ajustados conforme a la inflación) de los trabajadores con jornada laboral completa y de edades comprendidas entre los 25 y los 64 años han estado estancados, en parte por una desaceleración del aumento de la productividad y en parte por un desfase enorme entre la productividad y el aumento de los salarios. Desde 1980, la remuneración media real por hora ha aumentado a una tasa de un uno por ciento, es decir, la mitad de la tasa de aumento de la productividad. Además, los aumentos de los salarios han llegado a ser más desiguales y los mayores han correspondido al 10 por ciento superior de los asalariados. Además, el cambio tecnológico y la mundialización han reducido el número de empleos que requieren aptitudes medias en el total del empleo, mientras que el de los que requieren aptitudes inferiores ha aumentado. Esas tendencias, junto con una tasa menor de participación de la fuerza laboral durante el último decenio, explica el estancamiento de los ingresos de la clase media… Para la mayoría de los americanos, los salarios son la fuente primordial de ingresos disponibles, de los que depende el gasto personal en consumo, el componente mayor, con mucha diferencia, de la demanda agregada. A lo largo de los últimos decenios, al aminorarse el aumento de los ingresos disponibles, los hogares de renta media y baja recurrieron a la deuda para mantener el consumo. Las tasas de ahorro personal se desplomaron y la deuda crediticia e hipotecaria se disparó, al intentar los hogares mantener el ritmo con las modalidades de consumo de los ricos. Durante algún tiempo, el aumento de la desigualdad de la renta no aminoró el aumento del consumo; de hecho, las presiones del "consumo debido al efecto de filtración" fomentaron un mayor gasto en consumo, más deuda, más quiebras y más dificultades financieras entre los hogares de renta media y baja. El momento de la verdad llegó con la crisis financiera del período 2007-2008. Desde entonces, el aumento agregado del consumo ha sido flojo, pues las familias de renta media y baja se han visto obligadas a reducir su endeudamiento y pagar su deuda, con frecuencia mediante dolorosas suspensiones de pagos de sus hipotecas, su principal (y en muchos casos único) activo. (Project Syndicate – 30/11/14)

Europa: el efecto perverso de la crisis

European Commission – Employment, Social Affairs & Inclusion

– Poverty and social exclusion (15/6/11)

80 million people in the EU -or 16% of the population, and 19% of the children- are currently at risk of poverty, since they live on an income below 60% of the median household income of their own country.

17% of Europeans suffer from material deprivation, which means that their living conditions are severely affected by a lack of resources.

Social transfers reduce the risk of poverty by 38% on average in the EU, but this impact varies from less than 10% to nearly 60% across EU.

EU action has helped to create a consensus about the following key challenges:

– to eradicate child poverty by breaking the vicious circle of intergenerational inheritance

– to promote the active inclusion in the society and the labour market of the most vulnerable groups

– to ensure decent housing for everyone

– to overcome discrimination and increase the integration of people with disabilities, ethnic minorities and immigrants and other vulnerable groups

– to tackle financial exclusion and overindebtedness.

Since 2000, the European Union has provided, through the open method of coordination, a framework for national strategy development as well as for policy coordination between EU countries on issues relating to poverty and social exclusion.

This coordinated action at European level is reflected in national action plans. It encourages EU countries to examine their policies critically, and highlights how some perform well in certain areas, spurring on others to perform better. It also creates a better basis for policy making by involving NGOs, social partners, local and regional authorities and those working with people in poverty.

The European Commission provides financial support to relevant activities undertaken by a wide range of stakeholders…

El "milagro" alemán no llega al 23% de sus ciudadanos (ni siquiera son mileuristas)

"El lumpenproletariat renace en Alemania. El 23 por ciento de los ciudadanos de este país cobra sueldos bajos, tan bajos que no llegan a mileuristas. Según un estudio de la Universidad de Duisburg-Essen, ocho millones de personas cobran menos de 9,15 euros brutos por hora. 4,1 millones menos de 7 euros, 2,5 millones menos de seis y 1,4 millones menos de cinco euros la hora trabajada. Curiosamente, los salarios miserables han aumentado más en los Länder occidentales, los más ricos, (un 68 por ciento) que en los orientales (la antigua RDA) en los últimos quince años"… El 23% de los alemanes cobra sueldos tan bajos que no llegan a mileuristas (El Confidencial – 15/3/12)

"Las cenizas de Angela": sociedades injustas, que se pueden volver violentas

"Alemania cuenta con un envidiable 7,4% de paro, según datos de la Agencia Federal de Trabajo del último mes de febrero. Sin embargo, un estudio del Instituto para el Trabajo y la Cualificación de la universidad de Duisburg-Essen alerta sobre las carencias del sistema laboral alemán. Alrededor de ocho millones de personas, lo que equivale a uno de cada cuatro trabajadores, cobra menos de 9,15 euros brutos por hora. El estudio calcula que el salario medio en Alemania se sitúa en los 13,73 euros por hora"… Uno de cada cuatro alemanes cobra menos de 9,15 euros brutos por hora (El Economista – 16/3/12)

Reino Unido: entre la "privatización" y el "olvido"

"Los cinco días de disturbios en Londres y otras ciudades británicas en agosto de 2011 tuvieron sus raíces, entre otros factores, en la pobreza, la desmotivación, la falta de oportunidades y la ausencia de un entorno familiar sano"… Estudio sobre los motines británicos encuentra "500.000 familias olvidadas" (BBCMundo – 28/3/12)

Los habitantes de las zonas desfavorecidas se sienten traicionados por los políticos

""April in Paris, chesnuts in blossom…" han cantado romántica y sensualmente Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, Louis Armstrong y tantos otros en uno de los más sublimes himnos a la ciudad del amor, que se tiene a sí misma por la más bella del mundo. Sexys y cálidas sensaciones sobre "abril en París, castaños en flor…" que ha comprado el universo mundo sobre la Ciudad de la Luz y que saltan por los aires justo en la periferia de la capital. En Clichy-sous-Bois, sin ir más lejos, la localidad deprimida foco de la insurrección popular del otoño de 2005 que durante tres semanas cortó el aliento a Francia y ofreció al orbe una imagen muy distinta a la de la armonía y el bienestar que la Francia de la libertad, la igualdad y la fraternidad gusta de presentar como singular etiqueta gloriosa"… Una bomba de relojería en la Francia de los barrios (El País – 18/4/12)

"A veces solo hay lechuga"… (crecimiento del 10% mensual en los comedores públicos)

"Los Países Bajos, hasta ahora una de las economías más estables de Europa acaba de ver la caída de su gobierno como consecuencia del peso de la crisis y de los recortes y se enfrenta a un aumento de personas que viven al límite"… La pobreza que puso en jaque a un gobierno (BBCMundo – 24/4/12)

UK: "God save the Queen"… ¿del tercer mundo?

"Las alarmas se encienden en el Reino Unido. La falta de inversión de la poderosa City londinense en su propio país, la dependencia del empleo barato para mantener la economía a flote, la creciente desigualdad social y la ausencia de una industria potente para lograr un crecimiento económico sostenido a largo plazo hacen que el Reino Unido se parezca más y más a un país del tercer mundo"… Alarma en el Reino Unido: cada día se parece más a una economía del tercer mundo (Vozpópuli – 5/12/12)

Las crisis dispara la desigualdad (y el efecto redistributivo de las prestaciones sociales disminuye)

"La desigualdad en España ha tocado su punto más alto desde que comenzó la democracia. La diferencia entre los más ricos y los más pobres aumentó un 10% en los primeros dos años de la crisis, una tendencia que han acentuado las políticas de recortes y ajustes fiscales de los años siguientes. El resultado es la mayor distancia histórica entre quienes más tienen y quienes más necesitan en España, según los datos de la OCDE analizados por la Fundación Alternativas en su Informe sobre la desigualdad en España 2013"… La crisis dispara la desigualdad en España hasta su punto más alto de la democracia (Vozpópuli.com – 14/3/13)

El efecto en España es mayor que en los demás países de la Unión Europea, según ese análisis que asegura que "el aumento de las diferencias de renta ha sido mayor que en la mayoría de los países europeos y ha estado marcado por una brusca caída de las rentas más bajas". Este problema es doblemente grave porque su punto de partida en protección social ya era peor que el de la media comunitaria antes de que estallara la crisis. Según los datos de la OCDE, España se sitúa en la zona baja en términos de gasto social que ronda el 25% del PIB, por debajo de la media de la Unión Europea que queda en el 30%.

"El gasto público en protección social se mantuvo en el entorno del 20% del PIB, siete puntos por debajo del valor medio de la UE-15, a lo largo de la primera década del siglo actual hasta el año 2007. Tras los años de crisis, el gasto ha crecido, en gran manera como consecuencia de la explosión de los gastos asociados a las políticas monetarias de mantenimiento de la renta de los desempleados", concluye el informe.

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La gran brecha salarial europea

"¿Durante cuánto tiempo debe trabajar el empleado medio de una empresa para conseguir el mismo salario que su CEO adquiere en tan sólo una hora? Según los cálculos realizados por "The Economist", mucho, muchísimo tiempo más. Tras consultar diversos informes, entre ellos, el de la Federación de Empleadores de Europa,  Eurostat, o el del OECD, las conclusiones del semanario británico son las siguientes: En Italia, por ejemplo, un empleado medio ha de trabajar cerca de diez días para alcanzar el salario que su jefe obtiene en una hora (unos 767 euros). Y un trabajador que gana el salario mínimo interprofesional, necesitará hasta 14 días para lograrlo, es decir aproximadamente 112 horas"… Trabaja 60 horas…y cobrarás lo que el CEO de tu empresa gana en una sola (El Confidencial – 13/6/13)

Los cálculos del rotativo británico muestran sin lugar a dudas que la brecha salarial entre los altos mandos y los trabajadores de países como, como España e Italia; y otros como Rusia y Ucrania, es mucho mayor que la de las naciones nórdicas. Y es que, a pesar de la crítica situación que atraviesan las economías de los países del sur, los ejecutivos de sus grandes empresas tienen salarios más altos que en muchos países del norte de Europa.

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– El efecto más perverso de la crisis: la clase media está desapareciendo en Europa (Vozpópuli – 3/11/13) Lectura recomendada

La pobreza está aumentando y los salarios bajando. La clase media española, que crecía desde los años 60 del siglo XX, ha empezado a adelgazar. Pero lo mismo ocurre en Alemania y Francia, dos de los países más ricos de Europa.

(Por Pedro Fernández Barbadillo)

La crisis económica que comenzó en 2008 está sacudiendo la estructura social de los países que la están sufriendo. De la misma manera que en India, Chile, Perú y Brasil, está disminuyendo el número de pobres y creciendo el de gente que entra en la categoría de clase media, en Europa pasa lo contrario; millones de personas están recorriendo el camino contrario que anduvieron sus padres o abuelos: de la clase media a la pobreza.

El consejero delegado de Carrefour, George Plassat, declaró en el Congreso Aecoc 2013, celebrado en Valencia, que la bajada de sueldos no sólo en España sino también en otros países de Europa "ha provocado la desaparición de las clases medias". Plassat añadió que le preocupaba esta tendencia porque las clases medias son las que impulsan el crecimiento de los países, como sucede en las naciones emergentes.

Entre los índices que se pueden consultar en España para fijar la evolución de la clase media destaca el sueldo medio anual declarado en el IRPF. Según un informe publicado por la Agencia Tributaria en enero y referido a 2011, el sueldo medio anual ha caído por primera vez y se sitúa en 22.642 euros. Desde que Hacienda inició la elaboración de esta estadística en 1999, nunca se había registrado un descenso del sueldo medio, que ha caído un 0,3% en comparación con 2010.

Además, el peso de pensionistas y parados alcanzaba el 42% del total de contribuyentes del IRPF que percibe algún tipo de renta (salario, pensión o prestación por desempleo). El número de trabajadores por cuenta ajena representa el 58% del total de los contribuyentes, un porcentaje que antes de la crisis ascendía al 67%.

Los declarantes con rentas inferiores al salario mínimo ascendieron a 5,6 millones de personas. En el lado opuesto, 149.000 contribuyentes declararon ganar más de diez veces el salario mínimo y percibieron más de 89.800 euros. En 2007, el número de empleados con sueldos que decuplicaban el SMI subió a 194.000 contribuyentes.

El VIII Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas, organización dependiente de la Iglesia católica, presentó datos estremecedores. Se constataba la pérdida de capacidad adquisitiva de la población debido al descenso de la renta media desde 2007 en torno a un 4% y aumento de los precios en torno al 10%. La pobreza severa (que consiste en vivir con menos de 307 euros al mes) atenaza ya a tres millones de personas, el doble de los que estaban en esta situación antes de la crisis. La pobreza infantil, que afectaba a un 26,7% de la población inferior a 16 años en 2011, ha subido 3,1 puntos de 2007 a 2011: es, además, el triple del aumento registrado en la UE.

Alemanes y franceses también retroceden

En Portugal, vive en la pobreza más del 20% de la población, y los griegos son un 40% de media más pobres que en 2008. Pero esta tendencia no se produce sólo en España y otros países del sur de Europa.

En Alemania, a cuyo Gobierno encabezado por Ángela Merkel (y recién reelegido en las elecciones de septiembre) muchos europeos atribuyen la imposición de políticas de austeridad responsables del empobrecimiento, también está menguando la clase media. Según un estudio de la Universidad de Bremen y del Instituto Alemán de Investigación Económica, encargado por la Fundación Bertelsmann y difundido a finales de 2012, un 58% de la población pertenece a la clase media; pero en 1997 lo hacía un 65%.

Es decir, en Alemania, la clase media se ha reducido en siete puntos en quince años.

A la clase media pertenecen, de acuerdo con el estudio citado, todos los que cuentan con un 70 a un 150 por ciento del ingreso medio. Para una familia común de cuatro personas, eso significaría un ingreso de 2.400 a 5.000 euros por mes.

En Francia, el crecimiento de la pobreza está siendo también arrollador. En septiembre, el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos difundió un informe en el que sostenía que la pobreza afectaba en 2011 al 14,3% de la población (66 millones de personas), su nivel más alto desde 1997. En 2008 ese porcentaje era el 13%. Además, el informe refleja que 8,7 millones de franceses viven por debajo del umbral de la pobreza fijado en un ingreso mensual inferior a 977 euros…

Las consecuencias de la ausencia de la clase media

Los politólogos, sociólogos y economistas coinciden en que la clase media es un factor social de estabilidad tanto política como económica. Y los hechos lo corroboran.

En la Rusia zarista amenazada por los revolucionarios, el último primer ministro inteligente de Nicolás II, Piotr Stolypin (1906-1911), empezó a aplicar una reforma agraria que incluía la venta a bajo precio de tierras a campesinos laboriosos para modernizar la agricultura y fundar una clase media formada por propietarios contrarrevolucionarios. Lenin declaró que de asentarse la reforma de Stolypin sería muy difícil el triunfo del comunismo. Stolypin fue asesinado en 1911 y cuando los bolcheviques tomaron el poder abolieron sus avances.

El general Vernon Walters, intérprete y consejero de varios presidentes de EEUU, fue enviado en 1971 por el presidente Richard Nixon a reunirse con el general Franco para preguntarle qué pasaría en España después de la muerte de éste. Según contó Walters varias veces, la última en 2000, Franco se lo explicó sin azorarse por hablar de su propia muerte: el príncipe Juan Carlos sería rey, "habría democracia, pornografía, droga y qué sé yo" y también "grandes locuras, pero ninguna será fatal para España". Walters le preguntó por qué estaba tan seguro de sus afirmaciones y Franco le contestó que iba a dejar algo que él no había encontrado al llegar al poder: que no era el Ejército, sino la clase media.

Y hoy en muchos países europeos donde la agitación política era un juego entre socialdemócratas, liberales y democristianos, aumentan los partidos de fuera del sistema, como el Frente Nacional en Francia, el UKIP en el Reino Unido, el Partido por la Libertad en Holanda, la Alternativa para Alemania y el Partido Liberal en Austria.

Malas "perspectivas"

"La mitad de los parados españoles lleva ya más de un año sin empleo. Esa estadística convierte a España en el sexto país del mundo con paro de más larga duración, según la estadística que ha publicado hoy la OCDE y que confirma que ese paro estructural sigue aumentando en el país. La estadística no es nueva pero la comparación sí: según las cifras de la organización, España supera en un 33% el número de parados de largo plazo frente al resto del mundo. En la OCDE, uno de cada tres parados lleva más de 12 meses en situación de desempleo. En nuestro país, esa situación afecta a uno de cada dos"…  Uno de cada dos parados españoles lleva en el desempleo más de un año, según la OCDE (Vozpópuli – 16/10/13)

Monografias.com

"El número de desempleados de larga duración (más de 12 meses sin empleo) en España alcanzó en el segundo trimestre de 2013 los 2,95 millones, un 696,8% más en comparación con los niveles previos a la crisis. Esto supone el incremento más elevado entre todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según estudio elaborado por la OCDE, en España el número de parados de larga duración en el cuarto trimestre de 2007 era de 370.000 personas, con lo que en los últimos años se ha incrementado en 2,58 millones de personas. El número de personas que llevan más de doce meses sin empleo en el conjunto de la OCDE alcanzó en el segundo trimestre de 2013 los 16,86 millones, un 95,4% más que los 8,63 millones que existían antes de que comenzará la crisis de 2008. Tras España, los países donde más han aumentado los parados de larga duración han sido Islandia (680,4%), Irlanda (450,7%), Grecia (366,7%), Nueva Zelanda (347,3%) y Estados Unidos (326,1%). Por el contrario, los únicos donde han descendido han sido Corea (-48,5%), Alemania (-47,3%), Israel (-24,9%), Finlandia (-5%) y Suiza (-0,9%)"… Los parados de larga duración se multiplican por siete desde 2007 (Negocios.com – 17/10/13)

"La población en riesgo de pobreza o exclusión social en España representa ya el 28,2% de todos los españoles, según datos del análisis de Eurostat realizado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) y difundido este martes… El Estado miembro con la tasa de pobreza más alta sigue siendo Bulgaria, donde casi la mitad de la población sufre ése riesgo, seguido de Rumanía, que tiene en esta situación al 41,7 por ciento de sus habitantes. En Letonia, Grecia, Lituania y Hungría prácticamente un tercio de la población está en riesgo de pobreza y en Italia e Irlanda roza el 30%, conforme los datos difundidos por el IEE. Los países europeos con menos población en riesgo de pobreza son Alemania, Eslovenia, Francia y Dinamarca con cifras en torno al 19%. En Luxemburgo y Suecia las cifras bajan al 18% y se sitúan alrededor del 17% en Finlandia y Austria. La República Checa y los Países Bajos logran que sólo un 15% de su población esté en riesgo de pobreza o exclusión social"… El riesgo de pobreza alcanza casi a un tercio de los españoles (Gaceta.es – 13/11/13)

"La brecha de ingresos se ha incrementado entre los ciudadanos más adinerados y la clase media de Estados Unidos durante décadas y la modesta recuperación económica experimentada durante los últimos tres años parece no haber corregido este hecho, según nuevos datos del censo recogidos por el Washington Post. Los nuevos datos sugieren que a pesar de la modesta recuperación, en muchos estados de la mayor economía del mundo, la clase media se ha reducido, mientras que cada vez más familias han tenido que ser incluidas en los grupos de ingresos más bajos y más altos. Tanto en muchos estados como a nivel nacional, las clases más pudientes vieron un mayor crecimiento en sus ingresos mientras los de la clase media siguen disminuyendo. Los datos del estado por estado comparan los ingresos durante períodos de tres años: de 2007 hasta 2009, que incluye la Gran Recesión, y de 2010 a 2012, un período que incluye la recuperación en curso. Durante años, el 1 por ciento más rico ha acumulado más ingresos que el resto. Desde 1979 hasta el 2007, por ejemplo, el 1 por ciento de las familias más pudientes han visto sus ingresos crecer un 275 por ciento, de acuerdo a un estudio de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Por su parte la parte inferior de las familias, registraron un incremento en sus ingresos de alrededor del 18 por ciento. El reciente premio Nobel de Economía, Robert Shiller, puso de manifiesto la semana pasada que la desigualdad de ingresos es "el problema más importante que enfrentamos en la actualidad". Al mismo tiempo, la candidata del presidente Obama para dirigir la Reserva Federal, Janet Yellen, definió la desigualdad de ingresos como un problema "extremadamente difícil" y "muy preocupante""… La brecha de ingresos aumenta en EEUU: ¿desaparece la clase media? (El Economista – 18/11/13)

"Los efectos negativos de la crisis económica tardarán tiempo, mucho tiempo, en superarse. Tanto que hasta 2033, España no alcanzará niveles de desempleo similares a los que tendrá ese año la Unión Europea (UE). O expresado en términos más directos. Hasta dentro de dos décadas no logrará situar el paro en el 6,8%, es decir, un punto por debajo de los registros que logró antes de la crisis. Y ello pese a que su crecimiento económico será mayor que en el conjunto de la región. En concreto, el Producto Interior Bruto (PIB) rozará los 1,3 billones de euros ese año (en términos constantes) y tendrá un crecimiento acumulado del 42%; por encima de lo que lo hará la actividad en países como Alemania e Italia, 26%, y Francia, 33%, y por encima también de la media de la UE. El empleo, sin embargo, seguirá siendo el verdadero "agujero" de la economía. Y como muestra lo que ha sucedido en el pasado. En el período de 37 años transcurridos entre 1976 y 2013, el PIB español se ha multiplicado por 2,5, la renta per cápita se ha duplicado, pero el número de ocupados solo ha crecido 1,3 veces a pesar de que la población mayor de 16 años lo ha hecho por 1,5… Las cifras aparecen en un documento presentado este martes por la consultora PwC,  en el que se prevé que la economía española "no será capaz de recuperar, antes de 2033, el ritmo de crecimiento previo a la crisis y que hasta entonces no superará el 2% de media anual""… España tardará todavía 20 años en volver a los niveles de paro anteriores a la crisis (El Confidencial – 3/12/13)

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La desigualdad gana terreno en la crisis, ¿menguará con la recuperación? (Expansión – 21/1/14)

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