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Walt Whitman y el Libro de Urantia, percepciones visionarias y reveladoras (página 3)




Enviado por Diego Dotto



Partes: 1, 2, 3, 4

  • El Paraíso difiere en su forma de los cuerpos espaciales habitados: no es esférico. Es definidamente elipsoide, siendo un sexto más largo en su diámetro norte-sur que en su diámetro este-oeste. La Isla central es esencialmente plana, y la distancia desde la superficie superior hasta la superficie inferior es un décimo del diámetro este-oeste.

  • Estas diferencias en dimensiones, consideradas juntamente con su estado estacionario y la mayor presión exterior de fuerza-energía en el extremo norte de la Isla, permiten establecer dirección absoluta en el universo maestro.

    La Isla central se divide geográficamente en tres ámbitos de actividad:

    • El Paraíso superior.

    • El Paraíso periférico.

    • El Paraíso bajo.

    La superficie del Paraíso ocupada por las actividades de personalidad se define como la zona superior, y la superficie opuesta, como la zona baja. La periferia del Paraíso provee actividades que no son estrictamente ni personales ni no personales. " (pág. 19)

    • La Isla eterna está compuesta de una sola forma de materialización —sistemas estacionarios de realidad. Esta substancia literal del Paraíso es una organización homogénea de potencia espacial que no se encuentra en ninguna otra parte del vasto universo de los universos. Ha recibido muchos nombres en diferentes universos, y los Melquisedek de Nebadon desde hace mucho tiempo la han denominado como absolutum. Este material del Paraíso no está ni muerto ni vivo; es la expresión original no espiritual de la Primera Fuente y Centro; es Paraíso, y el Paraíso no tiene duplicado." (pág. 120)

    • El Paraíso es el centro de gobierno universal de todas las actividades de personalidad y el origen-centro de todas las manifestaciones de fuerza-espacio y energía. Todo lo que ha sido, es ahora, y aún va a ser, ha venido, viene ahora o vendrá de esta morada central de los Dioses eternos. El Paraíso es el Centro de toda la creación, la fuente de todas las energías, y el lugar de origen primordial de todas las personalidades." (pág. 127)

    Invisible energía centrípeta, centrífuga, a través de la inmensidad del espacio

    • La zona exterior es la más grande y más activa de los tres cinturones concéntricos y elípticos del potencial espacial no identificado. Esta área es el sitio de actividades inimaginadas, el punto central del circuito de emanaciones que van hacia el espacio en todas direcciones hasta los límites más exteriores de los siete superuniversos y más allá hasta extenderse a los dominios enormes e incomprensibles de todo el espacio exterior. Esta presencia espacial es enteramente impersonal a pesar de que de alguna manera no revelada parece responder indirectamente a la voluntad y mandatos de las Deidades infinitas cuando actúan como Trinidad. Se cree que éste sea el punto de enfoque central, el centro paradisiaco de la presencia espacial del Absoluto No Cualificado.

    Todas las formas de fuerza y todas las fases de la energía parecen encontrarse en circuitos; circulan por el universo y regresan por rutas definidas. Pero con las emanaciones de la zona activada del Absoluto No Cualificado parece que la dirección fuera hacia afuera o hacia

    adentro, pero nunca en ambas direcciones simultáneamente. Esta zona exterior pulsa en ciclos de edades de proporciones gigantescas. Durante poco más de mil millones de años de Urantia, la fuerza espacial sale de este centro; luego, durante un período de tiempo semejante retornará. Y las manifestaciones de la fuerza espacial de este centro son universales; se extienden por todas partes del espacio ocupable.

    Toda fuerza física, energía y materia son uno. Toda la fuerza-energía provino originalmente del Paraíso bajo y finalmente después de completar su circuito espacial retornará allí. Pero no todas las organizaciones de material y de energía del universo de los universos vinieron del Paraíso bajo en sus estados fenomenales presentes; el espacio es el seno de varias formas de energía y de premateria. Aunque la zona exterior del centro de fuerza en el Paraíso es la fuente de las energías espaciales, el espacio no se origina allí. El espacio no es fuerza, ni energía ni poder. Tampoco explican las pulsaciones de esta zona la respiración del espacio, pero las fases de entrada y de salida de esta zona están sincronizadas con los ciclos de expansión- contracción de dos mil millones de años del espacio." (pág. 122)

    armonía del sol, la luna, la tierra y todas las constelaciones, ¿qué mensajes nos traes de las lejanas estrellas?, ¿de Sirio?, ¿de Cabra?

    " Los mecanismos cósmicos extremadamente complejos y que aparecen en forma altamente automática siempre tienden a ocultar de todas y cada una de las inteligencias muy por debajo de los niveles universales de la naturaleza y de la capacidad del mecanismo mismo, la presencia de la mente originadora o creadora residente. Por lo tanto es inevitable que los mecanismos más elevados del universo deban aparecer como sin mente a las órdenes inferiores de las criaturas. La única excepción posible a esta conclusión sería la suposición de la presencia de la mente en el asombroso fenómeno de un universo que aparentemente se mantiene a sí mismo —pero ése es asunto de filosofía más bien que de experiencia real.

    Puesto que la mente coordina el universo, no existe fijeza de los mecanismos. El fenómeno de la evolución progresiva asociado con el automantenimiento cósmico es universal. La capacidad evolucionaria del universo es inagotable en la infinitud de espontaneidad. El progreso hacia una unidad armoniosa, una síntesis experiencial en crecimiento superpuesta a una complejidad cada vez mayor de relaciones, tan sólo es posible gracias a la presencia de una mente dominadora y llena de propósito.

    Cuanto más elevada sea la mente universal asociada con un fenómeno universal, más difícil será para los tipos más bajos de mente descubrirla. Puesto que la mente del mecanismo del universo es mente de espíritu creadora (aun la presencia de la mente en el Infinito), no puede ser descubierta ni discernida jamás por las mentes de nivel inferior del universo, mucho menos por la mente más baja de todas, la mente humana. La mente animal evolutiva, aunque naturalmente en pos de Dios, no es por sí misma inherentemente conocedora de Dios. " (pág. 482)

    ¿Qué corazón central :-tú, sus latidos -lo vivifica todo?

    • El Padre ha de ser hallado siempre en esta ubicación central. Si se mudara, se desencadenaría el pandemonio universal, porque en él convergen en este centro residencial las líneas universales de la gravedad desde los confines de la creación. Si remontamos el circuito de la personalidad a través de los universos o seguimos las personalidades ascendentes mientras viajan hacia el interior de la creación donde está el Padre; si trazamos las líneas de la gravedad material hasta el Paraíso bajo, o seguimos los ciclos pulsantes de la fuerza cósmica; si trazamos las líneas de la gravedad espiritual hasta el Hijo Eterno o seguimos la procesión de los Hijos Paradisiacos de Dios que se dirige hacia el centro; si descubrimos los circuitos mentales o seguimos los billones de billones de seres celestiales que surgen del Espíritu Infinito, mediante cualquiera de estas observaciones o por todas ellas se nos conducirá directamente hasta la presencia del Padre, en su morada central. Aquí, Dios está personal, literal y realmente presente, y desde su ser infinito fluyen los caudales de las corrientes de la vida, la energía y la personalidad para todos los universos." (pág. 119)

    • La zona interior de este centro de fuerza parece actuar como un corazón gigantesco cuyas pulsaciones dirigen las corrientes hacia los límites más exteriores del espacio físico. Dirige y modifica las energías de fuerza pero no podemos decir que las impulsa. La realidad de presión- presencia de esta fuerza primaria es definidamente mayor en el extremo norte del centro del Paraíso que en las regiones del sur; ésta es una diferencia que es registrada con uniformidad. La fuerza matriz del espacio parece fluir hacia dentro en el sur y hacia fuera en el norte mediante la operación de un sistema circulatorio desconocido que se ocupa de la difusión de esta forma básica de fuerza-energía. De vez en cuando también se observan diferencias en las presiones este-oeste. Las fuerzas que emanan de esta zona no responden a la gravedad física observable, pero siempre obedecen a la gravedad del Paraíso." (pág. 122)

    ¿Qué conjunto universal sin límites?

    • La inmensidad de la vasta creación del Padre Universal está totalmente más allá del entendimiento de la imaginación finita; la enormidad del universo maestro asombra incluso la noción de los seres de mi orden. Pero es posible enseñar mucho a la mente mortal sobre el plan y la disposición de los universos; podéis conocer algo de su organización física y de su maravillosa administración; podéis aprender mucho acerca de los diversos grupos de seres inteligentes que habitan los siete superuniversos del tiempo y el universo central de la eternidad.

    • En principio, es decir, en potencial eterno, concebimos la creación material como infinita porque el Padre Universal es realmente infinito, pero según estudiamos y observamos la totalidad de la creación material, sabemos que en todo momento específico en el tiempo es limitada, aunque para vuestras mentes finitas es comparativamente ilimitada, virtualmente sin fronteras.

      Estamos convencidos, por el estudio de las leyes físicas y la observación de los dominios estelares, que el Creador infinito no se ha manifestado aún en la finalidad de la expresión cósmica, que gran parte del potencial cósmico del Infinito sigue siendo autocontenido y no revelado. El universo maestro puede parecer casi infinito a los ojos de los seres creados; pero dista de estar terminado; aún existen límites físicos a la creación material, y la revelación experiencial del eterno propósito sigue su curso." ( pág. 128)

      • Partiendo del Paraíso a través de la extensión horizontal del espacio ocupado, el universo maestro existe en seis elipses concéntricas, los niveles espaciales que rodean la Isla central son:

      • El universo central —Havona.

      • Los siete superuniversos.

      • El primer nivel del espacio exterior.

      • El segundo nivel del espacio exterior.

      • El tercer nivel del espacio exterior.

      • El cuarto o el más extremo nivel del espacio.

      Havona, el universo central, no es una creación del tiempo; es una existencia eterna. Este universo sin principio ni fin consta de mil millones de esferas de perfección sublime y está rodeado por los enormes cuerpos oscuros de gravedad. En el centro de Havona está la estacionaria y absolutamente establilizada Isla del Paraíso, rodeada por sus veintiún satélites. Debido a las enormes masas de cuerpos oscuros de gravedad que la rodean en el límite del universo central, el contenido de masa de esta creación central es muchísimo mayor que la totalidad de masa conocida de los siete sectores del gran universo.

      El sistema Paraíso-Havona, el eterno universo que rodea la Isla eterna, constituye el núcleo perfecto y eterno del universo maestro; los siete superuniversos y todas las regiones del espacio exterior giran en órbitas establecidas alrededor del gigantesco agregado central de los satélites del Paraíso y de las esferas de Havona.

      Los siete superuniversos no son organizaciones físicas primarias; en ningún lugar dividen sus fronteras una familia nebular, ni tampoco cruzan ellas un universo local, una unidad creativa principal. Cada superuniverso es simplemente una agrupación geográfica en el espacio de aproximadamente una séptima parte de la creación organizada post-Havona y parcialmente habitada, y cada uno es aproximadamente equivalente a los otros en el número de universos locales que comprende y en el espacio que le corresponde. Nebadon, vuestro universo local, es una de las creaciones más nuevas en Orvonton, el séptimo superuniverso.

      El gran universo es la actual creación organizada y habitada. Consiste en los siete superuniversos, con un potencial evolucionario total de alrededor de siete billones de planetas habitados, sin mencionar las esferas eternas de la creación central. Pero este cálculo aproximado no toma en cuenta las esferas arquitectónicas administrativas, ni tampoco incluye los grupos exteriores de universos no organizados. La actual frontera irregular del gran universo, su periferia desigual y no acabada, juntamente con el estado enormemente inestable del entero plan astronómico, sugieren a nuestros astrónomos que aun los siete superuniversos todavía no están completos. A medida que procedemos desde adentro, desde el centro divino hacia afuera en cualquier dirección, llegamos finalmente a los límites exteriores de la creación organizada y habitada; llegamos a los límites exteriores del gran universo. Y es cerca de esta frontera exterior, en un rincón remoto de tan espléndida creación, que vuestro universo local tiene su existencia pletórica.

      Los niveles del espacio exterior. Lejos en el espacio, a una distancia enorme de los siete superuniversos habitados, se están acumulando vastos e increíblemente maravillosos circuitos de fuerza y energías en vías de materialización. Entre los circuitos de energía de los siete superuniversos y este gigantesco cinturón exterior de la actividad de fuerza, hay una zona espacial de relativa calma, que varía en anchura pero con un promedio de aproximadamente cuatrocientos mil años-luz. Estas zonas espaciales están libres de polvo estelar— niebla cósmica. Nuestros estudiosos de estos fenómenos están en duda en cuanto a la condición exacta de las fuerzas espaciales que existen en esta zona de calma relativa que rodea los siete superuniversos. Pero alrededor de medio millón de años-luz más allá de la periferia del gran universo presente, observamos los comienzos de una zona de increíble acción energética que aumenta en volumen e intensidad por más de veinticinco millones de años-luz. Estas enormes ruedas de fuerzas energizantes están ubicadas en el primer nivel del espacio exterior, un cinturón continuo de actividad cósmica que rodea toda la creación conocida, organizada y habitada.

      Actividades aún más grandes están teniendo lugar más allá de estas regiones, pues los físicos de Uversa han detectado indicios iniciales de manifestaciones de fuerza a más de cincuenta millones de años-luz más allá de la parte más exterior de los fenómenos en el primer nivel del espacio exterior. Estas actividades presagian indudablemente la organización de las creaciones materiales del segundo nivel del espacio exterior del universo maestro.

      El universo central es la creación de la eternidad; los siete superuniversos son las creaciones del tiempo; los cuatro niveles del espacio exterior están destinados indudablemente a eventuar-evolucionar la ultimidad de la creación. También están los que dicen que el Infinito no puede alcanzar jamás plena expresión sino en la infinidad; y por lo tanto postulan una creación adicional y no revelada mas allá del cuarto nivel espacial exterior, un universo posible de infinidad, sin fin y en constante expansión. En teoría no sabemos cómo limitar la infinidad del Creador ni la infinidad potencial de la creación, pero tal como existe y es administrada, consideramos que el universo maestro tiene limitaciones, siendo definitivamente delimitado y contenido en sus fronteras exteriores por el espacio abierto." (pág. 129)

      ¿Qué identidad fluida, vasta, mantiene la unidad del universo y sus partes -como la del navío quien lo rige?

      • El universo no es estático. La estabilidad no es el resultado de la inercia sino más bien el producto de energías equilibradas, de mentes en cooperación, de morontias coordinadas, de supercontrol espiritual, y de unificación de la personalidad. La estabilidad es totalmente y siempre proporcional a la divinidad.

      En el control físico del universo maestro, el Padre Universal ejerce prioridad y primacía a través de la Isla del Paraíso; Dios es absoluto en la administración espiritual del cosmos en la persona del Hijo Eterno. Respecto a los dominios de la mente, el Padre y el Hijo funcionan en forma coordinada en el Actor Conjunto. " (pág. 135)

      • La Tercera Fuente y Centro ayuda al mantenimiento del equilibrio y la coordinación de las energías y organizaciones físicas y espirituales combinadas mediante la absolutez de su control de la mente cósmica y el ejercicio de sus complementos inherentes y universales de gravedad física y espiritual. Cuandoquiera y dondequiera que ocurra un enlace entre lo material y lo espiritual, ese fenómeno mental es un acto del Espíritu Infinito. Sólo la mente puede interasociar las fuerzas y energías físicas del nivel material con los poderes y seres espirituales del nivel del espíritu." (pág. 136)

      • Los individuos tienen sus guardianes del destino; los planetas, sistemas, constelaciones, universos y superuniversos cuentan cada uno con sus respectivos soberanos que laboran por el bien de sus dominios. Havona e incluso el gran universo son vigilados por aquellos a quienes se ha confiado tan alta responsabilidad. Pero ¿quién fomenta y atiende las necesidades fundamentales del universo maestro como un todo, desde el Paraíso hasta el cuarto y más exterior de los niveles espaciales? Existencialmente tal sobreprotección probablemente es atribuible a la Trinidad del Paraíso, pero desde el punto de vista experiencial, la aparición de los universos post-Havona depende de:

      • Los Absolutos en potencial.

      • El Último en dirección.

      • El Supremo en coordinación evolutiva.

      • Los Arquitectos del Universo Maestro en administración, antes de la aparición de los soberanos específicos." (pág. 137)

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        El alma grande y fuerte

        El yo superior, el yo morontial Años inestables que me arrojáis yo no sé a dónde, vuestros planes, vuestra política, fracasan; los trazos se desvanecen, las sustancias se burlan de mí y se me escapan, sólo el tema que yo canto, el alma grande y fuerte, no se me escapa, nuestro propio Ser no debe desvanecerse jamás -él es la sustancia primordial -él es la única cosa segura entre todas, de la política, victorias, batallas, de la vida, ¿qué queda al fin? cuando los espectáculos han terminado, ¿qué es lo seguro sino nuestro propio Ser? W. W. Creo en tí, mi alma, el otro que soy no se rebajará ante tí, y tú no te rebajarás ante él.

        Tiéndete en el pasto conmigo, desembaraza tu garganta.

        No son palabras, ni música, ni versos lo que preciso, ni hábitos, ni discursos ni aun los mejores, Sólo quiero el arrullo, el susurro de tu voz suave.

        Recuerdo cómo nos acostamos una mañana transparente de estío, Cómo apoyaste la cabeza sobre mis caderas y la volviste a mí dulcemente, y abriste mi camisa sobre el pecho y hundiste tu lengua hasta tocar mi corazón desnudo, Y te estiraste hasta tocarme la barba, y luego hasta tocarme los pies.

        Velozmente se irguieron y me rodearon el conocimiento y la paz que trascienden todas las discusiones de la tierra.

        Y desde entonces sé que la mano de Dios ha sido prometida a la mía, Y sé que el espíritu de Dios es hermano del mío, Y que todos los hombres que han nacido son mis hermanos, y las mujeres mis hermanas y mis amantes, y que el sostén de la creación es el amor.

        W. W.

        Creo en tí, mi alma, el otro que soy no se rebajará ante tí y tú no te rebajarás ante él.

        " Había en esta escuela local de filosofía un pensador progresista con quien sostuvo Jesús varias conversaciones provechosas. En el curso de estas conversaciones, Jesús usaba repetidamente la palabra «alma». Al fin este griego erudito le preguntó que quería decir él por

        «alma», y Jesús replicó:

        «El alma es aquella parte del hombre que es autorreflexiva, discierne la verdad y percibe el espíritu, elevando por siempre al ser humano por encima del nivel del mundo animal. La autoconciencia por sí sola, no es el alma. La autoconciencia moral es la verdadera autorrealización humana y constituye la base del alma humana, y el alma es esa parte del hombre que representa el valor potencial de la supervivencia de la experiencia humana. La elección moral y el logro espiritual, la capacidad de conocer a Dios y el impulso de ser semejante a él, son las características del alma. El alma del hombre no puede existir aparte del pensamiento moral y de la actividad espiritual. Un alma estancada es un alma moribunda. Pero el alma del hombre es distinta del espíritu divino que reside dentro de la mente. El espíritu divino llega simultáneamente con la primera actividad moral de la mente humana, y esa es la ocasión del nacimiento del alma.

        «La salvación o pérdida de un alma dependen de si la conciencia moral alcanza o no un estado de supervivencia a través de la alianza eterna con su dote espiritual e inmortal asociada. La salvación es la espiritualización de la autorrealización de la conciencia moral que de ese modo llega a ser poseída de un valor de supervivencia. Todos los conflictos del alma consisten en la falta de armonía entre la autoconciencia moral o espiritual, y la autoconciencia puramente intelectual.

        «El alma humana madura ennoblecida y espiritualizada, se acerca al estado celestial porque llega casi a ser una entidad intermedia entre lo material y lo espiritual, el yo material y el espíritu divino. Es difícil describir y aun más difícil demostrar el alma evolutiva de un ser humano, porque no puede ser descubierta ni por los métodos de investigación material ni por pruebas espirituales. La ciencia material no puede demostrar la existencia del alma, ni tampoco puede demostrarla una prueba puramente espiritual. Aunque tanto la ciencia material como las normas espirituales no puedan demostrar la existencia del alma humana, todo mortal moralmente consciente conoce la existencia de su alma como una verdadera y real experiencia personal»." (pág. 1478)

        • La personalidad humana se identifica con la mente y el espíritu, vinculados en enlace funcional por la vida en un cuerpo material. Este enlace funcional de mente y espíritu no da como resultado una combinación de las cualidades o atributos de la mente y del espíritu, sino más bien da un valor universal enteramente nuevo, original y único de perduración potencialmente eterna: el alma.

        Existen tres y no dos factores en la creación evolucionaria de tal alma inmortal. Estos tres antecedentes del alma morontial humana son:

        • La mente humana y todas las influencias cósmicas antecedentes a ella y relacionadas con ella.

        • El espíritu divino que mora en esta mente humana y todos los potenciales inherentes en tal fragmento de espiritualidad absoluta, juntamente con todas las influencias y factores espirituales asociados en la vida humana.

        • La relación entre la mente material y el espíritu divino, que connota un valor y lleva un significado que no se encuentran en ninguno de los factores contribuyentes a dicha asociación. La realidad de esta relación singular no es ni material ni espiritual, sino morontial. Es el alma." (pág. 1218)

        Sólo quiero el arrullo, el susurro de tu voz suave.

        • La mente mortal es un sistema temporal de intelecto prestado a los seres humanos para uso durante una vida material, y según usen esta mente, estarán o aceptando o rechazando el potencial de la existencia eterna. La mente es prácticamente todo lo que tienes de realidad universal que está sujeta a tu voluntad, y el alma —el yo morontial —ilustrará fielmente la cosecha de las decisiones temporales que hace el yo mortal. La conciencia humana descansa suavemente sobre el mecanismo electroquímico que está más abajo, y toca delicadamente el sistema de energía espíritu-morontial que está más arriba. Durante su vida mortal, el ser humano nunca está plenamente consciente de ninguno de estos dos sistemas; por lo tanto debe trabajar en la mente, de la cual está consciente. Y no es tanto lo que la mente comprende, sino más bien lo que desea comprender, aquello que asegura la supervivencia; no es tanto cómo es la mente, sino cómo está tratando de ser la mente lo que constituye la identificación espiritual. No es tanto que el hombre esté consciente de Dios cuanto que el hombre anhele a Dios lo que resulta en la ascensión en el universo. Lo que eres hoy no es tan importante como lo que llegues a ser día a día y en la eternidad." (pág. 1216)

        Velozmente se irguieron y me rodearon el conocimiento y la paz que trascienden todas las discusiones de la tierra.

        • Cuanto más completamente se comprenda el hombre a sí mismo y aprecie los valores de personalidad de sus semejantes, tanto más anhelará conocer la Personalidad Original, y tanto más sinceramente luchará ese ser humano que conoce a Dios por llegar a ser como la Personalidad Original. Podéis argüir sobre opiniones acerca de Dios, pero la experiencia con él y en él existe por encima y más allá de toda controversia humana y de la mera lógica intelectual. El hombre que conoce a Dios describe sus experiencias espirituales, no para convencer a los incrédulos, sino para la edificación y la satisfacción mutua de los creyentes." (pág. 30)

        • Cierta medida de estoicismo así como de optimismo resulta útil en el curso de la vida en la tierra, pero ninguno de los dos tiene nada que ver con esta paz excelsa que otorga el Hijo de Dios a sus hermanos en la carne. La paz que otorga Micael a sus hijos en la tierra es esa misma paz que llenaba su propia alma cuando él mismo vivió la vida mortal en la carne y en

        • este mismo mundo. La paz de Jesús es la felicidad y satisfacción de una persona conocedora de Dios que ha alcanzado el triunfo de aprender plenamente cómo hacer la voluntad de Dios mientras vive la vida mortal en la carne. La paz mental de Jesús estaba cimentada en una absoluta fe humana en la realidad de los sabios y compasivos cuidados del Padre divino. Jesús tuvo problemas en la tierra, aun se le denominó falsamente el «varón de dolores», pero en todas estas experiencias y a través de ellas disfrutó el consuelo de esa confianza que le dio la fuerza para proceder con el propósito de su vida, en la certeza plena de que lograba cumplir con la voluntad del Padre.

          Jesús era decidido, persistente y completamente dedicado al cumplimiento de su misión, pero no era un estoico sin sentimientos ni compasión. Siempre buscaba aspectos de alegría en sus experiencias de vida, pero no era un optimista ciego que se engañara a sí mismo. El Maestro sabía todo lo que le ocurriría, y no temía. Después de otorgar esta paz a cada uno de sus seguidores, podía decir en forma consecuente: «Que no se atribule vuestro corazón, y que no temáis»." (pág. 1954)

          • Una de las características más sorprendentes de la vida religiosa, es esa paz dinámica y sublime, esa paz que trasciende toda comprensión humana, esa calma cósmica que simboliza la ausencia de toda duda y confusión. Tales niveles de estabilidad espiritual son inmunes a la decepción. Estos religionistas son como el apóstol Pablo, quien dijo: «Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa nos podrá separar del amor de Dios»." (pág. 1101)

          Y desde entonces sé que la mano de Dios ha sido prometida a la mía

          • Cuando Jesús hablaba del «Dios viviente», se refería a una Deidad personal —el Padre que está en los cielos. El concepto de la personalidad de la Deidad facilita la comunidad; favorece la adoración inteligente; promueve la confianza refrescante. Puede haber interacciones entre cosas no personales, pero no puede haber comunidad. La relación de comunidad entre padre e hijo, así como entre Dios y el hombre, no puede ser disfrutada a menos que ambos sean personas. Solamente las personalidades pueden comunicar entre sí, aunque esta comunión personal puede ser facilitada grandemente aun por la presencia de una entidad impersonal tal como el Espíritu Modelador.

          El hombre no logra la unión con Dios como una gota de agua podría encontrar unidad con el océano. El hombre alcanza la unión divina mediante una comunión espiritual progresiva y recíproca, una relación de personalidad con el Dios personal, un creciente logro de la naturaleza divina a través de una conformidad, inteligente y sincera con la voluntad divina. Dicha relación sublime sólo puede existir entre personalidades.

          El concepto de la verdad podría ser abrigado tal vez aparte de la personalidad, el concepto de belleza puede existir sin personalidad, pero el concepto de bondad divina es comprensible

          sólo en relación con la personalidad. Tan sólo una persona puede amar y ser amada. Incluso la belleza y la verdad estarían divorciadas de la esperanza de supervivencia si no fueran atributos de un Dios personal, un Padre amante." (pág. 31)

          • En la contemplación de la Deidad, el concepto de personalidad debe ser despojado de la idea de corporeidad. Un cuerpo material no es indispensable para la personalidad, ni en el hombre ni en Dios. El error de la corporeidad se muestra en ambos extremos de la filosofía humana: en el materialismo, puesto que el hombre pierde su cuerpo con la muerte, cesa de existir como personalidad; en el panteísmo, puesto que Dios no tiene cuerpo, no es, por consiguiente, una persona. El tipo sobrehumano de personalidad progresiva funciona en la unión de mente y espíritu." (pág. 29)

          • Cierto grado de afinidad moral y de armonía espiritual es esencial para la amistad entre dos personas; una personalidad amorosa difícilmente puede revelarse a una persona carente de amor. Aun para acercarse al conocimiento de una personalidad divina, todas las dotes de personalidad del hombre deben consagrarse totalmente a ese esfuerzo; la devoción reservada, parcial, será infructuosa." (pág. 30)

          Y sé que el espíritu de Dios es hermano del mío

          • La actualidad de la existencia de Dios se demuestra en la experiencia humana por el hecho que él dentro de sí tiene la presencia divina, el Monitor espíritu enviado desde el Paraíso para residir en la mente mortal del hombre y allí ayudar a la evolución del alma inmortal de supervivencia eterna. Tres fenómenos experienciales revelan la presencia de este Espíritu Modelador divino en la mente humana:

          • La capacidad intelectual de conocer a Dios: conciencia de Dios.

          • El impulso espiritual de encontrar a Dios: búsqueda de Dios.

          • El anhelo de la personalidad de ser como Dios: el deseo plenamente sincero de hacer la voluntad del Padre.

          La existencia de Dios jamás puede probarse por experimentos científicos ni por la pura razón de la deducción lógica. Dios se puede realizar sólo en los dominios de la experiencia humana; sin embargo, el verdadero concepto de la realidad de Dios es razonable para la lógica, plausible para la filosofía, esencial para la religión, e indispensable para toda esperanza de supervivencia de la personalidad.

          Los que conocen a Dios han experimentado el hecho de su presencia; tales mortales conocedores de Dios poseen en su experiencia personal la única prueba positiva de la existencia del Dios viviente la cual puede ofrecer un ser humano a otro. La existencia de Dios está totalmente más allá de toda posibilidad de demostración salvo por el contacto entre la conciencia de Dios en la mente humana y la presencia de Dios en la forma del Espíritu

          Modelador que mora en el intelecto mortal y que es otorgado al hombre como la dádiva gratuita del Padre Universal…Mediante la presencia de su espíritu fragmentado, el Padre Creador mantiene un contacto inmediato con sus hijos criaturas y con sus universos creados. «Dios es espíritu». Es una presencia espiritual universal. " (pág. 24)

          • Aunque el acercamiento a la presencia del Padre en el Paraíso debe esperar a que alcancéis los más altos niveles finitos de progresión espiritual, debéis regocijaros en el reconocimiento de la posibilidad siempre presente de una comunión inmediata con el espíritu otorgado por el Padre y tan íntimamente asociado con vuestra alma y con vuestro ser espiritualizante." (pág. 63)

          Y que todos los hombres que han nacido son mis hermanos, y las mujeres mis hermanas y mis amantes

          • Jesús explicó muy claramente que el reino del cielo era una experiencia evolutiva, que comenzaba aquí en la tierra y progresaba a través de las estaciones sucesivas de vida hasta el Paraíso. En el curso de la noche declaró definitivamente que en una etapa futura del desarrollo del reino, volvería a visitar este mundo, en poder espiritual y gloria divina.

          Luego explicó que la «idea del reino» no era la mejor manera de ilustrar la relación del hombre con Dios; empleaba estos tropos porque el pueblo judío estaba esperando el reino y porque Juan había predicado en términos del reino venidero. Dijo Jesús: «Los pueblos de otra era comprenderán mejor el evangelio del reino cuando se lo presente en términos que expresen la relación familiar — cuando el hombre comprenda la religión como la enseñanza de la paternidad de Dios y de la hermandad de los hombres, la filiación con Dios». Luego el Maestro discurrió con cierta amplitud sobre la familia terrestre como ilustración de la familia celestial, volviendo a declarar las dos leyes fundamentales del vivir: el primer mandamiento de amor al padre, el jefe de la familia, y el segundo mandamiento de amor mutuo entre los hijos, de amar a tu hermano como a ti mismo. Procedió luego explicando que esta cualidad de afecto fraternal se manifestaría invariablemente en servicio social, generoso y amante." (pág. 1603)

          • Cuando Jesús y Mateo terminaron de conversar, Simón el Zelote preguntó: «Pero, Maestro,

          ¿son todos los hombres hijos de Dios?» Y Jesús contestó: «Sí, Simón, todos los hombres son hijos de Dios, y ésa es la buena nueva que vais a proclamar». Pero los apóstoles no conseguían comprender tal doctrina; era un pronunciamiento nuevo, extraño y sorprendente. Y fue debido a su deseo de inculcarles esta verdad debido al que Jesús enseñó a sus discípulos a tratar a todos los hombres como hermanos." (pág. 1585)

          y que el sostén de la creación es el amor

          • «Dios es amor»; por lo tanto su actitud personal única hacia los asuntos del universo es siempre una reacción de afecto divino. " (pág. 38)

          • Me parece fácil y agradable adorar a quien es tan grande y al mismo tiempo tan afectuosamente dedicado al ministerio de elevar a sus criaturas humildes. Amo naturalmente a quien es tan poderoso en la creación y en su control, y sin embargo tan perfecto en la bondad y tan fiel en la amante benevolencia que constantemente nos envuelve. Pienso que amaría a Dios del mismo modo si no fuera tan grande y poderoso, puesto que es tan bueno y misericordioso. Todos nosotros amamos al Padre más por su naturaleza que en reconocimiento de sus asombrosos atributos.

          Cuando observo a los Hijos Creadores y sus administradores subordinados luchando tan valientemente con las múltiples dificultades del tiempo inherentes a la evolución de los universos del espacio, descubro que abrigo por esos gobernantes menores de los universos un afecto grande y profundo. Después de todo, pienso que todos nosotros, incluso los mortales de los dominios locales, amamos al Padre Universal y a todos los demás seres, divinos o humanos, porque discernimos que estas personalidades nos aman sinceramente. La experiencia de amar es en buena parte una respuesta directa a la experiencia de ser amado. Sabiendo que Dios me ama, debo seguir amándole por sobre todas las cosas, aunque él se despojara de todos sus atributos de supremacía, ultimidad y absolutez.

          El amor del Padre está con nosotros ahora y a través del círculo sin fin de las edades eternas. Al ponderar sobre la naturaleza amante de Dios, sólo hay una reacción razonable y natural de la personalidad: amar cada vez más a vuestro Hacedor; otorgar a Dios un afecto análogo al de un niño para con su padre terrenal; porque como un padre, un verdadero padre, un padre sincero, ama a sus hijos, así ama el Padre Universal y por siempre procura el bienestar de sus hijos e hijas creados." (pág. 39)

          Conocer todo el universo como si fuese muchos caminos, como si fuese caminos para las almas viajeras. Todas las cosas se separan para dar paso a las almas, todas las religiones, todas las cosas importantes, las artes, los gobiernos; todas las cosas que se manifiestan o se han manifestado en este mundo o en cualquier otro, caen en los nichos y en los rincones ante la procesión de las almas que recorren los anchurosos caminos del universo.

          Todas las otras procesiones son el emblema y el alimento necesarios de la procesión de las almas de los hombres y de las mujeres por los anchurosos caminos del universo.

          Siempre vivientes, siempre en la vanguardia, augustos, solemnes, tristes, tímidos, desconcertados, locos, turbulentos, débiles, descontentos, desesperados, orgullosos, amorosos, enfermos, aceptados por los hombres, rechazados por los hombres. ¡Se van! ¡Se van! Sé que se van, pero no sé adónde, pero sé que van hacia lo mejor, hacia algo grande.

          W. W.

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          Algo hay en mí

          El mundo interior Algo hay en mí -no sé lo que es- pero sé que está en mí.

          Tenso y sudoroso -sereno y frío se hace luego mi cuerpo, Duermo-, largamente duermo.

          No lo conozco -no tiene nombre, es una palabra no dicha, No está en ningún diccionario, expresión o símbolo.

          Gira sobre algo que es más que la tierra que me sostiene, La creación es su amigo que me despierta con su abrazo.

          Acaso yo podría decir más. ¡Bosquejos! -abogo por mis hermanos y por mis hermanas.

          ¿Lo veis, hermanos, hermanas? No es el caos ni la muerte -es la forma, la unión, el orden-, es la vida eterna, es la Felicidad.

          W. W.

          es la forma, la unión

          " Hay unidad en el universo cósmico, si sólo se pudiera observar su funcionamiento en realidad. El universo real es cordial y acogedor para con todos los hijos del Dios eterno. El verdadero problema es: ¿Cómo puede la mente finita del hombre alcanzar una unidad de pensamiento lógica, verdadera y correspondiente? Este estado mental de conocimiento del universo tan sólo puede alcanzarse si se concibe la idea de que el hecho cuantitativo y el valor cualitativo tienen una causa común en el Padre del Paraíso. Tal concepción de la realidad produce una visión más amplia de la unidad de propósito de los fenómenos universales; e incluso revela una meta espiritual de logro progresivo por parte de la personalidad. Y éste es un concepto de unidad que puede percibir los antecedentes inmutables de un universo viviente de relaciones impersonales continuamente cambiantes y de relaciones personales evolutivas.

          La materia, el espíritu y el estado intermedio entre ellos, son tres niveles interrelacionados e interasociados de la verdadera unidad del universo real. Independientemente de cuán divergentes parezcan ser los fenómenos universales de hecho y valor, éstos están, después de todo, unificados en el Supremo.

          La realidad de la existencia material se vincula a la energía no reconocida como también a la materia visible. Cuando las energías del universo se hacen tan lentas que adquieren el grado requerido de movimiento, entonces, bajo condiciones favorables, estas mismas energías se convierten en masa. Y no olvides que la mente que es la única que puede percibir la presencia de las realidades aparentes, es en sí misma también real. La causa fundamental de este universo de energía-masa, mente y espíritu, es eterna —existe y radica en la naturaleza y en las reacciones del Padre Universal y sus coordinados absolutos." ( pág. 1477)

          el orden

          • Dios sostiene «todas las cosas por la palabra de su poder». Y cuando nacen nuevos mundos, «envía a sus Hijos y son creados». Dios no sólo crea, sino que «los preserva a todos». Dios constantemente sostiene todas las cosas materiales y a todos los seres espirituales. Los universos son eternamente estables. Existe estabilidad en medio de una inestabilidad aparente. Existe un orden y una seguridad subyacentes en medio de los solevantamientos de la energía y los cataclismos físicos de los dominios estelares." (pág. 55)

          la vida eterna

          • Tarde o temprano surgirá otro Juan el Bautista más grande, que proclamará que «el reino de Dios está cerca» —significando un retorno del elevado concepto espiritual de Jesús, quien proclamó que el reino es la voluntad de su Padre celestial que domina y trasciende en el corazón del creyente —y haciéndolo así sin referirse de ninguna manera ni a la iglesia visible en la tierra ni al segundo advenimiento anticipado de Cristo. Es necesario que ocurra un renacimiento de las enseñanzas verdaderas de Jesús, una redeclaración que deshaga el trabajo de sus primeros seguidores, quienes procuraron crear un sistema socio-filosófico de creencias sobre el hecho de la estadía de Micael en la tierra. En poco tiempo, la enseñanza de esta historia sobre Jesús prácticamente suplantó la predicación del evangelio del reino de Jesús. Así pues, una religión histórica desplazó aquella enseñanza en la cual Jesús había combinado las ideas morales y los ideales espirituales más elevados del hombre con la esperanza más sublime del hombre para el futuro —la vida eterna. Y ése era el evangelio del reino." (pág. 1866)

          • Jesús aclaró que él había venido para establecer relaciones personales y eternas con los hombres, relaciones que para siempre habrían de tomar precedencia sobre toda otra relación humana. Y acentuó que esta íntima hermandad espiritual debía extenderse a todos los hombres de todas las edades y todas las condiciones sociales de todos los pueblos. La única recompensa que ofrecía a sus hijos era: en este mundo —felicidad espiritual y comunión divina; en el mundo siguiente —vida eterna en el progreso de las realidades espirituales divinas del Padre del Paraíso." (pág. 1593)

          la Felicidad

          • La felicidad humana se alcanza tan sólo cuando el deseo egoísta del yo y el impulso altruista del yo superior (espíritu divino) están coordinados y reconciliados por la voluntad unificada de la personalidad integrante y supervisora. La mente del hombre evolucionario se enfrenta constantemente con el complejo problema de arbitrar la contienda entre la expansión natural de

          • los impulsos emocionales y el crecimiento moral de los impulsos altruistas predicados en el discernimiento espiritual —la reflexión religiosa genuina." (pág. 1134)

            • Pero el gran problema de la vida religiosa consiste en la tarea de unificar los poderes del alma de la personalidad mediante el dominio del amor. La salud, la eficacia mental y la felicidad surgen de la unificación de los sistemas físicos, de los sistemas espirituales. El hombre mucho entiende de salud y de cordura, pero de la felicidad realmente ha comprendido muy poco. La felicidad más elevada está indisolublemente vinculada con el progreso espiritual. El crecimiento espiritual produce un deleite duradero, una paz que trasciende toda comprensión." ( pág. 1097)

            • Todos los avances de la verdadera civilización nacen en este mundo interior de la humanidad. Es tan sólo la vida interior la que es realmente creadora. Las civilizaciones difícilmente podrán progresar si la mayoría de la juventud de cualquier generación dedica sus intereses y energías al perseguimiento materialista del mundo sensorial o exterior.

            Los mundos interior y exterior tienen un esquema de valores distinto. Cualquier civilización se encuentra en peligro si tres cuartos de su juventud se dedican a profesiones materialistas y al perseguimiento de las actividades sensoriales del mundo exterior. La civilización corre peligro cuando la juventud deja de interesarse en la ética, la sociología, la eugenesia, la filosofía, las artes, la religión y la cosmología.

            Sólo en los niveles más elevados de la mente superconsciente a medida que se inmiscuye en el mundo espiritual de la experiencia humana, podéis encontrar esos conceptos más elevados en asociación con los modelos originales eficaces que contribuirán a la construcción de una civilización mejor y más duradera. La personalidad es inherentemente creadora, pero funciona así tan sólo en la vida interior del individuo.

            Los cristales de nieve son siempre de forma hexagonal, pero no hay dos que sean idénticos. Los niños corresponden a tipos, pero no hay dos que sean exactamente idénticos, aun en el caso de los mellizos. La personalidad concuerda con los tipos, pero es siempre única.

            La felicidad y el regocijo se originan en la vida interior. No puedes experimentar verdadero regocijo completamente solo. Una vida solitaria es fatal para la felicidad. Aun las familias y las naciones disfrutarán más de la vida si la comparten con otros.

            No puedes controlar completamente el mundo exterior —el medio ambiente. Es la creatividad del mundo interior la que está más sujeta a tu dirección porque allí tu personalidad está tan grandemente liberada de las cadenas de las leyes de la causalidad antecedente. Existe en asociación con la personalidad una soberanía limitada de la voluntad.

            Puesto que esta vida interior del hombre es verdaderamente creadora, cada persona tiene la responsabilidad de elegir si esta creatividad será espontánea y totalmente azarosa, o controlada, dirigida y constructiva. ¿Cómo puede una imaginación creativa producir niños valiosos si el escenario sobre el que actúa ya está atiborrado de prejuicio, odio, temores, resentimientos, venganza e intolerancias?

            Las ideas pueden originarse en los estímulos del mundo exterior, pero los ideales nacen sólo en los reinos creadores del mundo interior. Actualmente las naciones del mundo son dirigidas por hombres que tienen superabundancia de ideas, pero gran pobreza de ideales. Ésta es la explicación de la pobreza, divorcio, guerra y odios raciales.

            Éste es el problema: si el hombre que goza de libre albedrío está dotado de poderes de creatividad en su fuero interior, debemos reconocer entonces que la creatividad de libre albedrío comprende el potencial de la destructividad por el libre albedrío. Y cuando la creatividad se torna destructividad, os enfrentáis con la devastación del mal y del pecado: la opresión, la guerra y la destrucción. El mal es una parcialidad de la creatividad que tiende hacia la desintegración y destrucción final. Todo conflicto es malo en cuanto inhibe la función creadora de la vida interior —es una especie de guerra civil en la personalidad.

            La creatividad interior contribuye a ennoblecer el carácter a través de la integración de la personalidad y de la unificación del yo. Es por siempre verdad: el pasado es incambiable; tan sólo el futuro puede ser cambiado por el ministerio de la creatividad presente del yo interior." ( pág. 1220)

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            El poema del mal

            El error, el mal ¡OMNES.' ¡OMNES! Que los otros ignoren lo que puedan, Yo hago también el poema del mal, conmemoro también esa parte, Yo mismo soy tan bueno como malo, y lo es mi nación

            Y digo que en verdad no hay mal, (O si lo hay digo que es tan importante para ti, para la tierra o para mí como cualquier otra cosa) W. W.

            Yo mismo soy tan bueno como malo y lo es mi nación

            Y digo que en verdad no hay mal

            " «El mal es la transgresión inconsciente o sin intención de la ley divina, la voluntad del Padre. El mal es, del mismo modo, la medida de la imperfección de la obediencia a la voluntad del Padre.

            «El pecado es la transgresión consciente, conocedora y deliberada de la ley divina, la voluntad del Padre. El pecado es la medida de la renuencia a la guía divina y a la dirección espiritual.

            «La iniquidad es la transgresión voluntaria, decidida y persistente de la ley divina, la voluntad del Padre. La iniquidad es la medida del rechazo constante del plan amante del Padre para la supervivencia de la personalidad y del ministerio misericordioso de los Hijos para la salvación.

            «Por naturaleza, antes del renacimiento del espíritu, el hombre mortal está sujeto a inherentes tendencias perversas pero estas imperfecciones naturales de conducta no constituyen ni pecado ni iniquidad…El mal es inherente al orden natural de este mundo, pero el pecado es una actitud de rebelión consciente que fue traída a este mundo por los que cayeron de la luz espiritual a las profundísimas tinieblas." (pág. 1660)

            • El error (el mal) es el castigo de la imperfección. Las cualidades de imperfección o los hechos de una falsa adaptación se revelan en el nivel material mediante la observación crítica y el análisis científico; en el nivel moral, por la experiencia humana. La presencia del mal constituye la prueba de las imprecisiones de la mente y de la falta de madurez del yo evolutivo. El mal es, por lo tanto, también una medida de la imperfección en la interpretación del universo. La posibilidad de cometer errores es inherente a la adquisición de la sabiduría, el esquema de progreso desde lo parcial y lo temporal a lo completo y lo eterno, desde lo relativo e imperfecto a lo final y perfeccionado. El error es la sombra del estado relativo de lo incompleto, que necesariamente debe caer sobre la senda ascendente universal del hombre hacia la perfección del Paraíso. El error (el mal) no es una cualidad real en el universo; es simplemente la observación de una relatividad en el hecho de que la imperfección de lo finito y los niveles ascendentes del Supremo y el Último están relacionados." (pág. 1435)

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              (Después de leer a Hegel) Vagando con el pensamiento por el Universo, vi lo poco de Bueno que existe, precipitarse hacia la inmortalidad, y vi al vasto todo que se llama el Mal, precipitarse y confundirse, y perderse, y perecer. W. W.

              • No tratéis de satisfacer la curiosidad ni de gratificar los anhelos latentes de aventura que surgen del alma en una corta vida en la carne. ¡Sed pacientes! No caigáis en la tentación de zambulliros en una aventura barata y sórdida, sin ley. Controlad vuestras energías y frenad vuestras pasiones; tranquilizáos mientras aguardáis el despliegue majestuoso de una carrera sin fin de aventura progresiva y descubrimiento emocionante.

              En la confusión sobre los orígenes del hombre, no perdáis de vista su destino eterno. No olvidéis que Jesús amó aun a los pequeños, y que por siempre aclaró el gran valor de la personalidad humana.

              Al observar al mundo, recordad que las manchas negras del mal que veis se muestran contra un fondo blanco de bondad final. No veréis simples manchas blancas de bondad que se destacan contra un fondo negro de maldad.

              Si hay tanta buena verdad para publicar y proclamar, ¿por qué deben los hombres ocuparse tanto del mal en el mundo, sólo porque parece ser un hecho? La belleza de los valores espirituales de la verdad es más placentera e inspiradora que este fenómeno del mal.

              En la religión, Jesús abogó por el método de la experiencia, y lo aplicó, así como la ciencia moderna utiliza la técnica de la experimentación. Encontramos a Dios mediante la guía de la visión espiritual, pero nos acercamos a esta visión del alma mediante el amor por la belleza, la búsqueda de la verdad, la lealtad al deber, y la adoración de la bondad divina. Pero de todos estos valores, el amor es la guía auténtica de la verdadera visión espiritual." (pág. 2076)

              " Mardus era el líder reconocido de los cínicos en Roma, y se hizo muy amigo del escriba de Damasco. Día tras día conversaba con Jesús, noche tras noche escuchaba sus extraordinarias enseñanzas. Entre las conversaciones más importantes con Mardus, hubo una cuyo objeto consistía en responder a la sincera pregunta de este cínico relativa al bien y al mal. En esencia, y en lenguaje del siglo veinte, dijo Jesús:

              Hermano mío, el bien y el mal no son sino palabras que simbolizan niveles relativos de la comprensión humana del universo observable. Si eres éticamente holgazán y socialmente indiferente, puedes tomar como tu norma del bien las costumbres sociales corrientes. Si eres espiritualmente indolente y sin anhelos de progreso moral, puedes tomar como norma del bien las prácticas y tradiciones religiosas de tus contemporáneos. Pero el alma que sobrevive más allá del tiempo y que emerge en la eternidad debe hacer una elección viviente y personal entre el bien y el mal tal como están definidos por los verdaderos valores de las normas espirituales establecidas por el espíritu divino que el Padre celestial ha enviado a residir dentro del corazón del hombre. Este espíritu residente es la norma de la supervivencia de la personalidad.

              La bondad, al igual que la verdad, es siempre relativa e infaliblemente está contrastada por el mal. Es la percepción de estas cualidades de bondad y verdad la que capacita a las almas evolutivas de los hombres para tomar las decisiones personales de elección que son esenciales para la supervivencia eterna.

              Los individuos espiritualmente ciegos que siguen lógicamente los dictados de la ciencia, las costumbres sociales y el dogma religioso están en grave peligro de sacrificar su libertad moral y de perder su libertad espiritual. Tal alma está destinada a convertirse en un papagayo intelectual, un autómata social y un esclavo de la autoridad religiosa.

              La bondad siempre avanza hacia nuevos niveles de creciente libertad de autorrealización moral y de alcance de la personalidad espiritual —el descubrimiento del Ajustador residente y la identificación con él. Una experiencia es buena cuando eleva la apreciación de la belleza, aumenta la voluntad moral, amplía el discernimiento de la verdad, acrecienta la capacidad de amar y de servir a nuestros semejantes, exalta los ideales espirituales, y enlaza los motivos humanos supremos del tiempo con los planes eternos del Ajustador residente, todo lo cual

              conduce directamente a un creciente deseo de hacer la voluntad del Padre, alimentando así la pasión divina de encontrar a Dios y de asemejarse más a él.

              Según asciendes la escala universal del desarrollo de la criatura, encontrarás mayor bondad y menor mal en perfecto acuerdo con tu capacidad de experimentar la bondad y discernir la verdad. La capacidad de albergar el error o de experimentar el mal no se perderá por completo hasta que el alma humana ascendente no alcance los niveles finales de los espíritus.

              La bondad es viviente, relativa, siempre progresiva, invariablemente una experiencia personal y sempiternamente correlacionada con el discernimiento de la verdad y de la belleza. La bondad se encuentra en el reconocimiento de los verdad-valores positivos del nivel espiritual, los cuales deben ser contrastados, en la experiencia humana, con la contraparte negativa —las sombras del mal potencial.

              Hasta que alcances los niveles del Paraíso, la bondad será siempre más una búsqueda que una posesión, más una meta que una experiencia de logro. Pero, hambriento y sediento de rectitud, experimentarás una satisfacción creciente en el alcance parcial de la bondad. La presencia del bien y del mal en el mundo es, en sí misma, una prueba positiva de la existencia y de la realidad de la voluntad moral del hombre, la personalidad, que así identifica estos valores y es capaz de elegir entre éstos.

              Cuando el mortal ascendente alcance el Paraíso, su capacidad para identificar al yo con los verdaderos valores espirituales, se ha aumentado hasta el punto en que resulta el logro de la perfección de la posesión de la luz de la vida. Tal personalidad espiritual perfeccionada llega a unificarse tan completa, divina y espiritualmente con las cualidades supremas y positivas de la bondad, la belleza y la verdad que no queda ninguna posibilidad de que dicho espíritu recto pueda arrojar sombra negativa alguna de mal potencial al ser expuesto a la penetrante luminosidad de la luz divina de los infinitos Gobernantes del Paraíso. En todas estas personalidades espirituales, la bondad ya no es parcial, contrastante y comparativa; se ha convertido en divinamente completa y en espiritualmente plena; se acerca a la pureza y a la perfección del Supremo.

              La posibilidad del mal es necesaria para la elección moral, pero la actualidad del mal no es necesaria. Una sombra es sólo relativamente real. El mal actual no es necesario como experiencia personal. El mal potencial actúa igualmente bien como estímulo para la decisión en los reinos del progreso moral en los niveles más bajos del desarrollo espiritual. El mal se vuelve una realidad de la experiencia personal sólo cuando una mente moral hace del mal su elección. " (pág. 1457)

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              Cosas divinas encubiertas

              La Naturaleza Allons! ¡Quienquiera que seas, ven, viaja conmigo! y encontrarás lo que no fatiga jamás. la tierra no se cansa jamás, la tierra es ruda, silenciosa, incomprensible al principio, la Naturaleza es ruda e incomprensible al principio, no te desanimes, persevera, hay cosas divinas encubiertas, te juro que hay cosas divinas cuya hermosura las palabras no pueden expresar. Allons! No debemos detenemos aquí, por muy fragantes que sean estas provisiones guardadas en reserva, por muy cómoda que sea esta morada, no podemos detenemos aquí, por muy protegido que sea este puerto, por muy sosegadas que sean estas aguas, no podemos anclar aquí, por muy amable que sea la hospitalidad que nos rodea, no estamos autorizados a aceptarla sino por breve espacio.

              W. W.

              la Naturaleza es ruda e incomprensible al principio, no te desanimes, persevera, hay cosas divinas encubiertas, te juro que hay cosas divinas cuya hermosura las palabras no pueden expresar

              • La naturaleza es, en un sentido limitado, el hábito físico de Dios. La conducta, o acción de Dios se cualifica y se modifica provisionalmente por los planes experimentales y los modelos evolutivos de un universo local, una constelación, un sistema, o un planeta. Dios actúa de acuerdo con una ley bien definida, invariable e inmutable a lo largo y a lo ancho del vasto universo maestro; pero modifica sus esquemas de acción a fin de contribuir a la conducta coordinada y equilibrada de cada universo, constelación, sistema, planeta y personalidad de acuerdo a los objetos, propósitos y planes locales de los proyectos finitos de desarrollo evolutivo."

              • La naturaleza es la resultante espacio-temporal de dos factores cósmicos: primero, la inmutabilidad, perfección y rectitud de la Deidad Paradisiaca, y segundo, los planes experimentales, los errores de ejecución, los errores de rebeldía, el desarrollo incompleto, y la imperfección de la sabiduría de las criaturas extraparadisiacas, desde las más elevadas hasta las más bajas. La naturaleza por lo tanto trae un hilo de perfección uniforme, invariable, majestuoso y maravilloso, desde el círculo de la eternidad; pero en cada universo, en cada planeta y en cada vida individual, esta naturaleza es modificada, cualificada y acaso desfigurada por las acciones, los errores, y las deslealtades de las criaturas de los sistemas y universos evolutivos; y por consiguiente la naturaleza debe ser siempre de ánimo cambiante y aparentemente caprichoso, aunque de fondo estable, y debe variar de acuerdo con los procedimientos operativos en un universo local."( pág. 56)

              • Y la naturaleza está desfigurada, su hermoso rostro marcado, sus rasgos marchitos por la rebelión, la mala conducta, los malos pensamientos de miríadas de criaturas que son parte de la naturaleza, pero que han contribuido a su desfiguración en el tiempo." (pág. 57)

              • La contemplación de la naturaleza puede tan sólo revelar a un Dios de la naturaleza, un Dios de movimiento. La naturaleza exhibe tan sólo la materia, el movimiento y la animación —la vida. La materia más la energía, bajo ciertas condiciones, se manifiesta en formas vivas, pero aunque la vida natural sea de esta manera relativamente continua como fenómeno, es totalmente transitoria en cuanto a las individualidades. La naturaleza no proporciona base para la creencia lógica en la supervivencia de la personalidad humana. El hombre religioso que encuentra a Dios en la naturaleza ya ha encontrado primero a este mismo Dios personal en su propia alma." (pág. 1106)

              • La contemplación de la naturaleza señala lógicamente que existe una guía inteligente, aun una supervisión viviente, pero no revela en ninguna forma satisfactoria a un Dios personal. Por otra parte, la naturaleza no demuestra nada que impida considerar al universo como obra del Dios de la religión. No se puede hallar a Dios a través de la naturaleza por sí sola, pero una vez que el hombre le haya encontrado de otra manera, el estudio de la naturaleza se vuelve completamente acorde con una interpretación más elevada y más espiritual del universo." (pág. 1107)

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              por muy cómoda que sea esta morada, no podemos detenernos aquí….por muy amable que sea la hospitalidad que nos rodea, no estamos autorizados a aceptarla sino por breve espacio

              • Al llegar a Sidón, Jesús y sus asociados pasaron por un puente, el primero que muchos de ellos habían visto jamás. Al caminar sobre este puente, Jesús, entre otras cosas, dijo: «Este mundo es tan sólo un puente; podéis pasar por él, pero no debéis pensar en construir sobre él vuestra morada»." (pág. 1735)

              • «Que no se turbe vuestro corazón. Vosotros creéis en Dios; continuad creyendo también en mí. Aunque os debo dejar, no estaré lejos de vosotros. Ya os he dicho que en el universo de mi Padre hay muchos sitios de estadía. Si esto no fuera verdad, no os habría hablado repetidamente de ellos. Yo volveré a estos mundos de luz, estaciones en el cielo del Padre a las que vosotros algún día ascenderéis. Desde estos lugares he venido a este mundo, y ahora ha llegado el momento en que debo regresar a la obra de mi Padre en las esferas en lo alto.

              «Si así voy yo antes que vosotros al reino celestial de mi Padre, del mismo modo con certeza enviaré a buscaros para que podáis estar conmigo en los sitios que fueron preparados para los hijos mortales de Dios antes de que existiera este mundo. Aunque debo dejaros, estaré presente con vosotros en espíritu, y finalmente vosotros estaréis conmigo en persona cuando hayáis ascendido a mí en mi universo aun como yo estoy a punto de ascender a mi Padre en su universo más grande. Lo que os he dicho es verdad y es sempiterno, aunque no podáis comprenderlo plenamente. Yo voy al Padre, y aunque vosotros no podéis seguirme, con certeza me seguiréis en las eras venideras»." (pág. 1947)

              • Cuando existe esta conexión viva entre divinidad y humanidad, si la humanidad impensadamente y en forma ignorante ora para obtener comodidades egoístas y alcances vanagloriosos, tan sólo puede haber una respuesta divina: mayor rendimiento de los frutos del espíritu en las ramas vivas. Cuando la rama de la vid está viva, tan sólo puede haber una respuesta a todas sus peticiones: más y más uvas. En efecto, la rama existe para rendir frutos, y no puede hacer sino rendir uvas. Así, el verdadero creyente existe tan sólo para el propósito de rendir los frutos del espíritu: amar a los hombres como él mismo ha sido amado por Dios — que nos amemos los unos a los otros, así como Jesús nos ha amado a nosotros." (pág. 1946)

              • Cuando los once tomaron asiento, Jesús se levantó y les dirigió la palabra: «Mientras yo esté con vosotros en la carne, tan sólo puedo ser una sola persona, en vuestro medio o en el mundo entero. Pero cuando me haya liberado de esta vestimenta de naturaleza mortal, podré retornar como espíritu residente en cada uno de vosotros y de todos los demás creyentes en el evangelio del reino. De esta manera, el Hijo del Hombre será la encarnación espiritual en el alma de todos los creyentes sinceros.

              «Cuando haya retornado para vivir en vosotros y para obrar a través de vosotros, podré conduciros mejor por esta vida y guiaros a través de las muchas moradas de la vida futura en el cielo de los cielos. La vida en la creación eterna del Padre no significa un descanso sin fin en la holgazanería y facilidad egoísta, sino más bien una progresión sin cesar en gracia, verdad y gloria. Cada una de las muchas, muchas estaciones en la casa de mi Padre es una parada, una vida designada para prepararos para lo que os espera más adelante. Así pues, los hijos de la luz progresarán de gloria en gloria hasta alcanzar el estado divino en el cual sean perfeccionados espiritualmente así como el Padre es perfecto en todas las cosas." (pág. 1953)

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              Hermano y Amante

              Jesús de Nazaret, el Cristo

              A EL, QUE FUE CRUCIFICADO

              Mi espíritu para el tuyo, querido hermano, Que no te importe que muchos, al pronunciar tu nombre, no te comprendan, Te nombro con alegría, Oh camarada, para saludarte y para saludar a los que están contigo, desde entonces y desde antes, y también aquellos que vendrán, Para que todos trabajemos juntos transmitiendo la misma carga y herencia, Nosotros, unos pocos iguales, indiferentes a las tierras, indiferentes a las épocas.

              Nosotros, que abarcamos todos los continentes, todas las castas, que permitimos toda teología, Compasivos, perceptivos, comunicación entre los hombres, Caminamos silenciosos entre disputas y afirmaciones, sin rechazar a los disputantes ni lo que se afirma.

              Oímos el estrépito. el estruendo, de todas partes nos llega división, recriminaciones, Se cierran, perentorios, para rodeamos, camarada.

              Sin embargo caminamos sin cadenas, libres, por toda la tierra, viajando por todas partes hasta plasmar nuestra imborrable marca sobre el tiempo y las diversas eras, Hasta que saturemos el tiempo y las eras para que los hombres y las mujeres de cualquier raza, en edades por venir, puedan ser hermanos y amantes, cual nosotros.

              W. W.

              Mi espíritu para el tuyo, querido hermano

              • Jesús es el lente espiritual en semejanza humana que hace visible a la criatura material a Aquél que es invisible. Él es vuestro hermano mayor que, en la carne, hace que vosotros

              • conozcáis un Ser de atributos infinitos a quien ni siquiera las huestes celestiales pueden suponer comprender plenamente. Pero todo esto debe consistir en la experiencia personal de cada creyente. Dios que es espíritu puede ser conocido sólo como experiencia espiritual. Dios puede ser revelado a los hijos finitos de los mundos materiales, por el Hijo divino de los reinos espirituales, sólo como un Padre. Podéis conocer al Eterno como un Padre; podéis adorarlo como el Dios de los universos, el Creador infinito de todas las existencias. " (pág. 1857)

                Que no te importe que muchos, al pronunciar tu nombre, no te comprendan

                • «He venido a este mundo para hacer la voluntad de mi Padre y para revelar su carácter amante a toda la humanidad. Ésta es, hermanos míos, mi misión. Y ésta es la única cosa que haré, aunque los judíos o gentiles de esta época o de otras generaciones interpreten mal mis enseñanzas." (pág. 1608)

                • Este mismo sábado por la noche, se reunió en la sinagoga de Capernaum un grupo de cincuenta ciudadanos sobresalientes para discutir la cuestión candente del momento: «¿Qué hemos de hacer con Jesús?» Hablaron y discutieron hasta después de la medianoche, pero no pudieron encontrar un terreno común para el acuerdo. Aparte de unas pocas personas que se inclinaban a creer que Jesús tal vez fuera el Mesías, al menos un santo varón, o tal vez un profeta, la asamblea estaba dividida en cuatro grupos casi iguales que sostenían, respectivamente, los siguientes puntos de vista sobre Jesús:

                • Que era un fanático religioso iluso e inocuo.

                • Que era un agitador peligroso y alevoso, capaz de incitar a la rebelión.

                • Que estaba aliado con los diablos, que podía aun ser un príncipe de los diablos.

                • Que estaba fuera de sí, que estaba loco, mentalmente desequilibrado.

                Mucho se habló sobre el que Jesús predicaba doctrinas con efecto perturbador sobre la gente común; sus enemigos sostenían que sus enseñanzas no eran prácticas, que se correría el peligro de una desintegración total si todo el mundo decidiera esforzarse honestamente por vivir de acuerdo con sus ideas. Y los hombres de muchas generaciones subsiguientes han dicho las mismas cosas. Muchos hombres inteligentes y con buenas intenciones, aun en las edades más esclarecidas de estas revelaciones, sostienen que no se podría haber construido la civilización moderna sobre las enseñanzas de Jesús; y en parte tienen razón. Pero todos estos descreídos olvidan que se podría haber construido una civilización mucho mejor sobre sus enseñanzas, y que alguna vez así se hará. Este mundo no ha intentado nunca llevar a cabo seriamente y en gran escala las enseñanzas de Jesús, a pesar de los muchos intentos semientusiastas por seguir las doctrinas del así llamado cristianismo." (pág. 1719)

                Para que todos trabajemos juntos, transmitiendo la misma carga y herencia

                • No describáis a vuestro Maestro como varón de dolores. Las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad, y la inspiración de nuestro buen humor. Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre. Una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios.

                Enseñad a todos los creyentes a que no se apoyen en las tablas inseguras de la falsa compasión. No podéis desarrollar caracteres fuertes si os entregáis a compadeceros a vosotros mismos; intentad honestamente evitar la influencia engañosa de compartir pesares. Ofreced vuestra compasión a los valientes y los valerosos, limitando vuestra piedad por aquellas almas cobardes que tan sólo enfrentan a medias las pruebas del vivir. No brindéis consuelo a los que sucumben a sus problemas sin luchar. No ofrezcáis simpatía a vuestros semejantes con el solo objeto de conseguir que ellos a su vez simpaticen con vosotros." (pág. 1766)

                Compasivos, perceptivos, comunicación entre los hombres

                • Más claramente reconocía Juan que, a pesar de todas sus dotes divinas, después de todo, él era humano. Jesús vivió como un hombre entre los hombres y les comprendió, les amó y conoció como tratar con los hombres. En su vida personal era tan humano y sin embargo, tan sin defecto. Y siempre, tan generoso. " (pág. 1594)

                • Jesús difundía buen ánimo dondequiera que fuese. Estaba lleno de donaire y de verdad. Sus asociados nunca dejaron de sorprenderse de las palabras compasivas que salían de sus labios. Sí, podéis cultivar la gracia, pero el donaire es el aroma de la amistad que emana de un alma saturada por el amor.

                La bondad siempre obliga al respeto, pero cuando está vacía de gracia muchas veces rechaza el afecto. La bondad es universalmente atrayente sólo cuando está acompañada de la gracia. La bondad es eficaz sólo cuando es atrayente.

                Jesús realmente comprendía a los hombres; por lo tanto podía él manifestar compasión genuina y mostrar comprensión sincera. Pero pocas veces cedía a la piedad. Mientras su compasión era ilimitada, su comprensión era práctica, personal y constructiva. Su familiaridad con el sufrimiento no dio nunca origen a la indiferencia, y él podía ministrar a las almas atormentadas sin acrecentar en ellas la compasión de sí mismas.

                Jesús podía ayudar tanto a los hombres porque los amaba tan sinceramente. Verdaderamente amaba a todo hombre, a toda mujer y a todo niño. Podía ser un amigo tan leal debido a su notable discernimiento —sabía plenamente lo que había en el corazón y en la mente del hombre. Era un observador interesado y agudo. Era experto en la comprensión de la necesidad humana, sagaz en detectar los anhelos humanos.

                Jesús no estaba nunca de prisa. Tenía tiempo para consolar a sus semejantes «al pasar», y siempre hacía que sus amigos se sintieran cómodos. Era un oyente encantador. Nunca era impertinente escudriñando las almas de sus asociados. Al consolar a la mente hambrienta y ministrar a las almas sedientas, los recipientes de su misericordia no sentían que se le estaban confesando sino más bien que estaban conferenciando con él. Tenían una confianza sin límites en él porque veían que él tenía tanta fe en ellos.

                No parecía tener nunca curiosidad por la gente, nunca manifestaba el deseo de dirigir, manejar o seguir a los hombres. Inspiraba una autoconfianza profunda y un robusto coraje en todos los que disfrutaban de una asociación con él. Cuando le sonreía a un hombre, ese mortal experimentaba mayor capacidad para solucionar sus muchos problemas.

                Jesús amaba tanto y tan sabiamente a los hombres que nunca titubeó en ser severo con ellos cuando la ocasión requería disciplina. Frecuentemente se disponía a ayudar a una persona, pidiéndole su ayuda. De esta manera estimulaba el interés, apelando a la mejor parte de la naturaleza humana.

                El Maestro podía discernir la fe salvadora en la superstición ignorante de la mujer que buscó la curación tocando el ruedo de su manto. Siempre estaba pronto y listo para interrumpir un sermón o detener a una multitud con el objeto de ministrar las necesidades de una sola persona, aun de un niñito. Grandes cosas sucedían no sólo porque la gente tenía fe en Jesús, sino también porque Jesús tenía tanta fe en ellos.

                La mayoría de las cosas realmente importantes que Jesús dijo o hizo parecían suceder por casualidad «al pasar él». Tan poco había de lo profesional, lo planeado, lo premeditado en el ministerio terrenal del Maestro. Dispensaba salud y esparcía felicidad en una forma natural y llena de gracia mientras viajaba por la vida. Era literalmente verdad, «caminaba haciendo el bien».

                Y corresponde a los seguidores del Maestro de todos los tiempos aprender a ministrar «al pasar» —hacer el bien altruista al cumplir con sus deberes diarios." (pág. 1874)

                • Anunció que había venido como instructor, maestro enviado del cielo para presentar la verdad espiritual a la mente material. Y esto fue exactamente lo que hizo. Era instructor, no predicador. Desde el punto de vista humano, Pedro era mucho más eficaz como predicador que Jesús. La predicación de Jesús era tan arrolladora debido a su personalidad singular, no tanto por una irresistible atracción oratoria o emotiva. Jesús hablaba directamente al alma de los hombres. Enseñaba al espíritu del hombre, pero a través de la mente. Vivía con los hombres." (pág. 1594)

                • El Maestro demostraba gran sabiduría y manifestaba una ecuanimidad perfecta en todas sus deliberaciones con sus apóstoles y con todos sus discípulos. Jesús era de veras un maestro de hombres; ejercía una gran influencia sobre sus semejantes, debido a la combinación de encanto y fuerza que integraba su personalidad. Su vida ruda, nomádica y sin hogar ejercía una influencia sutil y llena de autoridad. Había en su manera firme y llena de autoridad de enseñar, en su lógica lúcida, en la fuerza de su razonamiento, en su perspicacia sagaz, en la claridad de su mente, en su donaire incomparable y en su sublime tolerancia, una atractividad intelectual y un imán espiritual. Era sencillo, varonil, honesto y sin miedo. Además de esta gran influencia física e intelectual que se manifestaba en la presencia del Maestro, también se transmitían esos encantos espirituales del ser que se han asociado a través del tiempo con su personalidad: la paciencia, la ternura, la mansedumbre, la compasión y la humildad.

                Jesús de Nazaret era en verdad una personalidad fuerte y enérgica; era una fuerza intelectual y un baluarte espiritual. Su personalidad atraía no sólo a las

                mujeres con inclinación espiritual entre sus discípulos, sino también al Nicodemo erudito e intelectual y al rudo soldado romano, al capitán a quien se encargara la vigilancia de la cruz, quien después de ver morir al Maestro, dijo: «De veras, éste era un Hijo de Dios». Y los toscos y enérgicos pescadores galileos le llamaban Maestro." (pág. 1589)

                Sin embargo caminamos sin cadenas, libres por toda la tierra

                • Los apóstoles estaban empezando a reconocer la cordialidad sin afectación de Jesús. Aunque era fácil acercarse al Maestro, siempre vivía independientemente de todos los seres humanos y por encima de ellos. No estuvo jamás ni por un momento, dominado por una influencia puramente mortal ni sujeto al frágil juicio humano. No prestó atención alguna a la opinión pública, y las alabanzas no lo afectaban. Pocas veces se detuvo para corregir los malentendidos o resentir una interpretación errónea. Nunca les pidió consejo a los hombres; jamás pidió a nadie que orara." (pág. 1594)

                hasta plasmar nuestra imborrable marca sobre el tiempo y las diversas eras

                • El Maestro estaba enseñando a estos apóstoles la esencia de la verdad para una era entera sobre la tierra. Frecuentemente escuchaban ellos sus enseñanzas, aunque en realidad lo que él decía era para inspiración y edificación de otros mundos. Ejemplificaba un plan de vida nuevo y original. Desde el punto de vista humano, era en verdad un judío, pero vivió su vida para todo el mundo como un mortal de la tierra.

                Para asegurar el reconocimiento de su Padre en el desarrollo del plan del reino, Jesús explicó que a propósito había ignorado a los «poderosos de la tierra». Comenzó su trabajo con

                los pobres, la clase social que había sido desechada por la mayoría de las religiones evolucionarias de los tiempos precedentes. No despreciaba a ningún hombre; su plan era mundial, aun universal. Fue tan osado y tan enfático en estos anuncios que hasta Pedro, Santiago y Juan estuvieron tentados a pensar que tal vez pudiera estar él fuera de sí." (pág. 1594)

                Hasta que saturemos el tiempo y las eras, para que los hombres y las mujeres de cualquier raza, en edades por venir, puedan ser hermanos y amantes, cual nosotros

                • Pero no debéis olvidar que aun el amor divino conlleva una disciplina severa. El amor de un padre por su hijo obliga muchas veces al padre a reprimir las acciones tontas de su hijo imprudente. El hijo no siempre comprende los motivos sabios y amantes de la disciplina restrictiva del padre. Pero yo os declaro que mi Padre en el Paraíso gobierna un universo de

                Partes: 1, 2, 3, 4

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