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Análisis de "La Política" de Aristóteles (página 5)




Enviado por ffunes



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Las ciudades no están compuestas de una, sino de muchas partes: los labradores, los obreros, los comerciantes, los jornaleros y la clase militar, cuya existencia es no menos indispensable, pero debe haber aún alguien que administre el derecho, que desempeñe la justicia judicial y una clase deliberativa (que corresponde a la prudencia política), pero no es al caso que estas funciones se encuentren en la misma persona o en personas separadas. Se encuentran otras clases como la de los funcionarios públicos, quienes administran las magistraturas en la ciudad, ya sea de manera continua o por turnos, la clase que delibera y la que juzga sobre los derechos de los litigantes, que deben ser desempeñadas por hombres dotados de virtud en manera política.

La primera forma de democracia, es la que hace que los ricos no tengan preeminencia sobre los pobres, o viceversa, haciendo consistir la igualdad de manera que ambas estén al mismo nivel, participando todas en el gobierno de la misma forma. Otra forma de democracia, es aquella donde las magistraturas se dividen de acuerdo con los censos tributarios; donde todos los ciudadanos gobiernan pero siempre bajo la preeminencia de la ley, o al revés donde la ley esta por encima de los ciudadanos, generalmente por obra de los demagogos. Pero en todo caso, para que el gobierno e considere efectivamente democrático, la ley debe de ser en todo suprema y los magistrados podrán decidir sólo en los casos particulares.

Dentro de las oligarquías, hay una en la que la clase más pobre no tiene acceso por su elevada calificación tributaria, otra donde las magistraturas se llenan por elección de los grandes propietarios, también hay una forma en la que los hijos suceden a los padres en las funciones gubernamentales, recibiendo en nombre de dinastía y es la que corresponde entre todas las formas de oligarquía, a la tiranía entre éstas. Aunque en estas formas la constitución no sea legalmente democrática, lo es realmente por el carácter democrático del pueblo y de los hábitos, pero por costumbre puede inclinarse hacia una forma aristocrática, principalmente luego de un cambio de constitucional.

Especies diversas de democracias: Cuando no se permite a todos el acceso a las magistraturas, se forman los sistemas oligárquicos, lo que hace imposible tener tiempo libre para la función política, si es que no hay otras fuentes de ingreso, esto es una forma de democracia; otra es la que se funda en las diferencias de nacimiento, en la cual todos pueden participar del gobierno; la tercer forma es aquella en la cual todos los hombres tienen acceso a la participación política; la cuarta y última forma de democracia es la que se forma por la abundancia de población como causa del crecimiento de las ciudades, en la cual todos participan del gobierno.

Especies diversas de oligarquías: También hay diversas formas de oligarquías, la primera es aquella donde la mayoría de los ciudadanos tienen propiedades, pero no en cantidad excesiva; la segundo forma se da cuando los propietarios son menos que en el caso anterior pero poseen mas territorios, porque siendo más fuertes reclaman más participación en el gobierno; la tercera etapa es cuando retienen las magistraturas y promulgan una ley donde se establece la herencia de éstas a sus hijos; y por última la cuarta forma es cuando la dinastía que de lo anterior resulta está más próxima a una monarquía y ya no gobierna la ley sino que la soberanía reside en ellos.

Una buena legislación no ha de entenderse como la promulgación de leyes buenas, sino como la obediencia éstas. Las leyes pueden ser buenas en absoluto, o las mejores para este pueblo y ésta característica es la que realmente cuenta.

Sobre la formación de la República: Para formar la República hay que tomar porciones tanto de la democracia como de la oligarquía y combinarlas en un todo, son tres los principios que se toman de éstas:

Caracteres comunes a la legislación de cada una. Tomar el término medio de lo que dicen uno y otro sistema. Combinar ambos sistemas, tomando elementos de ambas legislaciones. Así, en una república que se haya logrado bien, deben verse ambos y ninguno de los elementos de los sistemas anteriores y debe preservarse por sí misma y no con ayuda del exterior.

En cuanto a la mejor constitución: La constitución es como la vida de la ciudad, por lo que la debe reflejar de la manera mejor posible.

En toda ciudad hay una clase que no sabe obedecer a ninguna autoridad, sino sólo mandar despóticamente y otra que no sabe mandar, sino obedecer con mando servil, lo cual es lo más distante de la amistad, pero la comunidad no se funda entre enemigos, puesto que ellos no quieren ir juntos ni por el mismo camino. Por todo esto, la ciudad aspira a componerse de ciertos elementos iguales en la manera en que sea posible. La clase media es la que contiene esta composición por lo que la ciudad deberá fundarse en esta más que en ninguna otra clase, esta clase es la que tiene mayor estabilidad, porque no codician ni son codiciados y en aquellas ciudades donde la clase media es numerosa es difícil que se produzcan facciones entre los ciudadanos, preservando de esa manera el orden dentro de la ciudad.

La constitución acomodada a cada pueblo la que conviene a cada cual, ante todo debe haber una parte dentro de la ciudad que quiera la permanencia de la constitución, que sea más fuerte que los que no lo quieren. Donde la mayoría de la población es pobre, se inclinarán hacia la democracia, mientras que en donde la mayoría de la población es rica, estarán a favor de la oligarquía; pero el legislador debe siempre hacer entrar a la clase media y si ésta sobrepasa a las otras dos clases se podrá instaurar un gobierno constitucional.

De los tres poderes: En todas las constituciones hay tres elementos que el legislador debe tener en cuenta y que si están bien concertados, lo estará así también la república.

El primero de estos elementos es el que delibera sobre los asuntos comunes. El poder deliverativo es soberano en lo que tiene que ver en cuanto a la guerra y la paz; las alianzas y su disolución; las leyes; las imposiciones de la pena capital; destierro; confiscación y para tomarles cuenta a los ciudadanos. En cuanto a los miembros, sería provechoso que fuesen designados, por elección o por sorteo de entre las diferentes clases sociales y en número proporcionalmente igual, también pude ser provechoso elegir algunas personas de la clase popular. En cuanto al poder judicial, en tres factores estriba la variedad que hay entre los tribunales:

Por quiénes están constituidos: si son jueces elegidos de entre todos los ciudadanos o sólo ente algunos. Aquellos donde los jueces son elegidos entre todos los ciudadanos y para todos los asuntos, son democráticos y aquellos en donde los jueces se eligen sólo entre algunos y para todos los asuntos, son oligárquicos. De qué asuntos se ocupan: las ocho clases de tribunales que hay: el tribunal de cuentas, el de delitos ordinarios contra el orden público, uno para los delitos contra la constitución, un cuarto para los litigios entre los magistrados y particulares por la imposición de penas, otro que conoce contratos de cierta importancia, un sexto para casos de homicidio, un séptimo para los extranjeros y un último para los casos de menor importancia. Y en cuanto al cómo de su designación: si es por sorteo o por voto. Libro séptimo:


De la organización del poder en la democracia

Dos son las causas que determinan la variedad de las democracias, siendo la primera el hecho de que los pueblos son diferentes y la segunda causa, es la que hace que ser diferentes a las democracias por el hecho de combinarse entre sí las diversas características y propiedades aparentes de dicho régimen; y así una democracia va acompañada de menos otra de más, y otra de todos esos caracteres. Así los fundadores tratan de combinar todos los elementos propios de cada régimen y de acuerdo con su principio fundamental.

La libertad es el principio fundamental de la constitución democrática, implicando ello que sólo en este régimen político pueden los hombres participar de la libertad, y a este fin apunta. Uno de los caracteres de la libertad, es la alternancia en la obediencia y el mando, y en efecto, la justicia democrática consiste en la igualdad por el número y no por el mérito, y siendo esto lo justo, de necesidad tiene que ser soberana la masa popular y estimarse como final y justa la decisión de la mayoría, el otro carácter es que cada cual viva como le agrade, por el simple hecho de que el esclavo no vive como quiere. De este segundo elemento surge la pretensión de no ser gobernado por nadie, lo que contribuye a la libertad igualitaria.

Pueden considerarse como instituciones democráticas las siguientes:

La elección de los magistrados por todos y entre todos.

El gobierno alternado. La elección por sorteo de las magistraturas, donde las no sea necesaria la posesión de ninguna propiedad, y donde una persona no pueda poseer un cargo dos veces. Que toda magistratura sea de corta duración. Que la función judicial la ejerzan todos los ciudadanos Que la asamblea sea soberana en todos los asuntos, pero que ningún magistrado lo sea en ninguno. El pago por los servicios públicos. La falta de linaje, la pobreza y la vulgaridad. Que ninguna magistratura sea vitalicia, y si alguna sobrevive como reliquia de una antigua revolución, hay que despojarla de su poder y hacerla sorteable en lugar de electiva. La democracia y el gobierno popular son el resultado de aplicar el principio de justicia, que es el de la igualdad de todos en razón del número, consistiendo en que no gobiernen más los pobres que los ricos, ni que sólo ellos sean señores, sino todos por igual. Justo es lo que parece a la mayoría, en tanto que la oligarquía es lo que parece tal a la mayor riqueza, si la minoría ha de prevalecer en todo caso, el resultado ha de ser la tiranía, pero si ha de prevalecer la mayoría numérica, éstos cometerán injusticia al confiscar los bienes de los ricos que son en número menor. Dicen todos ellos que lo que apruebe la mayoría tendrá fuerza de ley y que deberá prevalecer el voto de aquel grupo cuya propiedad sea mayor después de sumadas las propiedades de ambas clases, porque así como los débiles están siempre buscando la igualdad y la justicia, los fuertes, por su parte, no se ocupan de estas cosas.

De las cuatro clases de democracia, la mejor es la que ocupa el primer lugar, siendo además la más antigua de todas, donde el mejor pueblo es el agricultor, ya que estos hombres están ocupados, y así, no pueden reunirse frecuentemente en asambleas, ya que pasan la vida en lo cotidiano sin codiciar lo ajeno, mayor placer encuentran en trabajar que en hacer política y desempeñar cargos de que no pueden retirar gran provecho, porque aspiran más al lucro que al honor.

Es cosa provechosa depender de otro y no poder hacer uno cuanto le parezca, porque con la licencia de hacer uno cuanto quiere nada hay que pueda contener el mal inherente en cada hombre, de este modo, vendrá como consecuencias el gobierno de los mejores.

Después del pueblo de los agricultores, el mejor es aquel cuyos miembros son pastores, quienes están especialmente ejercitados para pasar la vida a la intemperie y a causa de estar vagando por el mercado y la ciudad, acuden fácilmente a las asambleas.

La última forma de democracia, por ser aquella en que todos participan, no puede llevarla cualquier ciudad, ni es fácil que perdure a menos de concurrir a la influencia de leyes y costumbres. Para establecer esta democracia, sus dirigentes tienen por costumbre hacer de su partido a todos cuantos pueden, y otorgar la ciudadanía no sólo a hijos legítimos, sino a bastardos y a los que tiene un solo progenitor ciudadano. De este modo, suelen proceder los demagogos, cuando lo debido sería no incrementar la ciudadanía sino hasta el punto en que la masa popular sobrepase a las clases superior y media, y no ir más allá de ese límite, porque cuando en esto hay un exceso, en las clases superiores viene un sentimiento de irritación que les lleva a soportar difícilmente esta democracia.

La principal o única tarea del legislador no es constituir el régimen sino asegurar su conservación, ha de procurar proveer a la seguridad tomando medidas precautorias contra la disolución y promulgar aquellas leyes, tanto escritas o no, que comprendan lo más posible todos los medios tendientes a la conservación de la república, y no creer que el carácter democrático u oligárquico de la constitución consiste en extremar en la ciudad la democracia o la oligarquía, sino en que conserve estos rasgos el mayor tiempo posible.

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