Factores a tener en cuenta para un correcto diagnostico de una baja tasa de marcacion en rodeos de cria
- Sumario
- Pérdidas a evaluar en las
diferentes etapas reproductivas - Vientres
entorados - Composición del
rodeo - Pérdidas por muerte
embrionaria - Pérdidas durante la
preñez - Pérdidas al
parto - Perdidas según diferentes
autores - Conclusiones
- Bibliografía
- Anexos
El presente trabajo tiene como finalidad llevar a cabo
una estimación aproximada de las pérdidas
reproductivas existentes en nuestros rodeos de cría. A
pesar de la escasa bibliografía hallada, pretendimos realizar
un relevamiento de datos que nos
permitieran elaborar un informe acerca de
una problemática histórica que afecta nuestro
país y nuestra producción.
El proceso de la
cría de vacunos en el país se realiza en su mayor
parte a campo natural, el cual es utilizado conjuntamente con
otras categorías de vacunos y lanares. Es uno de los
procesos
más complejos y desafiantes de los sistemas de
producción ganaderos, donde se debe tener en cuenta
factores: reproductivos, de manejo sanitario, nutricionales y
genéticos (1).
La identificación de los espacios para mejorar la
eficiencia de
producción de un rodeo de cría
depende del conocimiento
de los factores antes mencionados, del sistema en que es
manejado este rodeo, de una adecuada definición de los
objetivos
productivos y del conocimiento
de las herramientas
disponibles para superar los puntos críticos
(2).
La superficie bajo régimen pastoril (Cuadro 1)
ocupa 14.441.116 hectáreas, estando el 83% de la misma
destinada a pasturas permanentes. Este porcentaje no ha variado
en los últimos años, pero sí la estructura en
que es dividido: la superficie de campo natural ha pasado del 80%
en 1990 a 71% en el año 2000. El cambio es
consecuencia de incrementos importantes en las áreas de
pasturas plurianuales mejoradas (praderas convencionales, siembra
en cobertura, fertilización de campo natural).Este
aprovechamiento de la tierra
indica claramente que la actividad principal es la ganadería
extensiva (3).
La cría de bovinos de carne abarca 8,3 millones
de hás, lo que significa el 57% de la superficie de
pastoreo.(9).
Los conceptos anteriores llevan a incluir dentro de la
ganadería
extensiva a dos indicadores
relevantes que definen sus características productivas. Estos son: la
superficie de los predios y su carga, donde se observa que las
explotaciones medianas y grandes (> a 1000 há.),
significan la minoría del total, pero explotan la mayor
parte de la superficie ganadera. La carga animal presenta una
tendencia a reducirse a medida que aumenta el tamaño de
las explotaciones (Cuadro 2).
Las 3.553.637 vacas y vaquillonas entoradas representan
el 36% de los 10.137.957 vacunos del Uruguay y se
encuentran concentrados principalmente en los departamentos de la
zona Este, Centro y Norte del país, y en mucho menor
medida en el Litoral Sur y Sur.
En lo que respecta a las vaquillonas sin entorar, la
tercera parte corresponde a vaquillonas de más de dos
años, lo que indica que sólo la mitad de las
vaquillonas se entoran con una edad igual o menor a 24 meses
(3).(Cuadro 3)
A los campos criadores los definimos como aquellos que
presentan una muy marcada estacionalidad en su producción
forrajera, con un pico de máxima producción en la
segunda mitad de la primavera (ó más hacia el
verano en suelos arenosos)
y un mínimo muy acentuado en el invierno, estación
que se alarga bastante cuando la base es el campo natural. Es
fundamental tener esto en cuenta, pues uno de los puntos
más importantes dentro del manejo nutricional a nivel
predial, es que se haga coincidir las máximas necesidades
nutritivas del rodeo con la máxima producción del
campo. (4).
Sin embargo, somos conscientes de que no es
fácil, puesto que al manejar campo natural estamos
supeditados a la productividad
individual de cada predio, y a las variaciones climáticas
extremas, que se vienen sucediendo con mayor frecuencia en los
últimos años.
Dadas estas condiciones, la cría en el Uruguay se ha
caracterizado por una baja eficiencia
reproductiva, lo que se evidencia en bajos porcentajes de procreo
registrados anualmente: 63% (5). Este porcentaje relaciona la
cantidad de terneros destetados con el número de vacas
entoradas, midiendo simplemente la eficiencia reproductiva y no
la productiva. (Cuadro 4)
La estimación de la producción de terneros
mediante el diagnóstico de gestación es
utilizado por 29 % de establecimientos (10).
Las pérdidas producidas hasta el destete se
estiman en un 8-10 % (6) y hay que tener en cuenta que no son
consideradas en el porcentaje de preñez.
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