- Planificar el
cambio - El modelo de
trabajo - Funciones de la biblioteca
escolar y definición de los objetivos del
proyecto - Iniciativas para ampliar las
posibilidades de uso pedagógico de la biblioteca
escolar - Revisión de los
resultados
Este texto es una
adaptación de: Illescas, M.J. "Elaborar un proyecto para la
biblioteca del
centro". En: Curso multimedia de
Bibliotecas
Escolares. Madrid: MEC, 1998. [CD-ROM].
1. El modelo de
proyecto que en él se presenta tiene como finalidad
ofrecer a los centros educativos un método de
trabajo para el desarrollo
progresivo de una biblioteca
escolar entendida como un lugar de aprendizaje e
investigación, un centro de recursos para la
enseñanza abierto al exterior, en el que se
pongan a disposición de la comunidad
educativa documentos en
todos los soportes actuales de la información, producidos tanto dentro como
fuera del centro. La metodología propuesta parte del análisis de la situación de la
biblioteca en cada centro, de las realizaciones anteriores y de
los objetivos que
el centro persigue en cuanto a la formación lectora de su
alumnado, como elementos fundamentales para la definición
de las actuaciones que se desea emprender. Una vez conocido lo
que se tiene y adónde se quiere llegar en un futuro no muy
lejano, es necesario tener un proyecto en el que se definan los
objetivos y
las acciones para
conseguirlo. El proyecto garantiza que éstos estén
bien definidos, bien secuenciados y temporalizados, así
como bien repartidos entre los miembros del equipo.
Además, permitirá hacer en su momento una evaluación
de los logros y un análisis de lo que no se ha podido
realizar, junto con las causas que hayan impedido conseguir un
objetivo o
realizar una actividad.
Integrar la biblioteca escolar en los procesos
educativos del centro, organizarla, automatizarla y dinamizarla
requiere la realización de toda una serie de tareas
bastante complejas que suponen, además, la introducción de cambios importantes en el
centro. El proyecto es el reconocimiento tácito de que no
se puede hacer todo a la vez, sino que se deben concentrar los
recursos en un
número limitado de objetivos, abordándolos poco a
poco con una planificación realista. "El concepto de
limitación puede que resulte poco atractivo, pero siempre
existe una selección
involuntaria, por exclusión, de prioridades en el servicio. Los
bibliotecarios deciden a diario sobre las opciones que se les
presentan. Tomadas individualmente, esas opciones parecen en su
mayoría poco importantes. ¿Qué libros hay que
comprar? ¿Qué material hay que catalogar
primero?… No obstante, el efecto de esas decisiones es
acumulativo. Con ellas se define la biblioteca, se determina
cómo se gasta el presupuesto y en
qué debe ocupar su tiempo el
personal."
Las bibliotecas
escolares cuentan, en general, con escasos recursos, que deben
ser muy bien aprovechados. Por ello, es muy importante que la
selección de objetivos se haga de forma
consciente y meditada, de tal modo que se pueda ir mejorando la
biblioteca paulatinamente. "Creemos que dada la situación
actual, evidentemente con muchas carencias, es necesario hablar
de un modelo de
biblioteca al que hay que llegar y que hay que ir construyendo
curso a curso."
Para facilitar la elaboración del proyecto, se
ofrecen a continuación una serie de pautas y un modelo de
trabajo.
2. Planificar el
cambio
Tanto la consecución del modelo de biblioteca
escolar expuesto como la introducción de la informática en la misma, implican toda una
serie de cambios organizativos y curriculares que hay que
considerar cuidadosamente para tomar las decisiones
adecuadas.
2.1. Utilizar una metodología adecuada
Para planificar es conveniente seguir una
metodología apropiada: la de proyectos. Esta
metodología ya se ha aplicado en los centros educativos
para la elaboración de los Proyectos
Educativo y Curricular. En síntesis,
se trata de:
- Analizar la situación de partida.
- Definir los objetivos que se desea
conseguir. - Determinar las acciones y
actividades que contribuirán a ello. - Prever una evaluación que permita hacer un
seguimiento del desarrollo
de estas últimas, comprobar los logros y,
consecuentemente, modificar el análisis inicial para
reiniciar el proceso. - Todo esto significa tomar una serie de decisiones que
tendrán que ser aprobadas por los órganos
colegiados del centro.
2.2. Transformar la biblioteca: transformar el
centro
La creación o transformación de una
biblioteca escolar acorde con la reforma educativa implica
replantear en el centro todos los aspectos relacionados con la
formación lectora de los alumnos y alumnas, la gestión
de los recursos didácticos y documentales y la
difusión de la información. Entre los cambios que
habrá que abordar se encuentran:
Hacer de la biblioteca un nuevo espacio de aprendizaje, con
actividades de carácter
transversal a todas las áreas y materias, integradas en el
currículo y, consecuentemente, en el
horario de los alumnos, dejando tiempo para la
realización de las mismas.
Fomentar la utilización de ese espacio educativo
por parte de todo el profesorado para formar a los alumnos como
lectores polivalentes y críticos. Esto implica un cambio de
percepción de la formación lectora
entendida como tarea común, así como sobre el
papel de la
biblioteca, que se deberá concretar en la
introducción de modificaciones en los Proyectos Educativo
y Curricular, así como en las programaciones de
aula.
"La actitud del
profesorado ante la biblioteca es fundamental. De poco sirve
tener una buena sala, correcta dotación de fondos, que
estos estén organizados, etc., si el claustro de
profesores no asume que la biblioteca escolar es una herramienta
valiosa e imprescindible para alcanzar muchos de los objetivos
educativos. El uso adecuado de la biblioteca implica
también una determinada metodología y la
utilización por el alumnado de fuentes
diversas de información y consulta además -o en
lugar- del libro de
texto. Implica
que la función de
la biblioteca se encuentre recogida en las programaciones de cada
nivel y en el Proyecto Curricular del Centro."
En la Programación General Anual deberá
constar el plan de trabajo
elaborado por el profesor bibliotecario, así como el
presupuesto que
se dedica a la adquisición de nuevos fondos y a la
realización de actividades (semanas del libro,
boletines de la biblioteca, reprografía del material de
actividades, certámenes,)."
Facilitar recursos para la
organización de la biblioteca según pautas
normalizadas para que pueda ofrecer los fondos y los servicios
adecuados a sus objetivos.
Hacer que todo esto se refleje en el presupuesto,
mediante la modificación de las formas de inversión en documentos.
Introducir los cambios organizativos derivados de los
puntos anteriores.
2.3. Automatizar implica reorganizar
La automatización de una biblioteca constituye
tan sólo un medio y no un fin en sí misma. Por ello
es conveniente reflexionar sobre lo que se espera de la automatización y sobre los objetivos de la
misma. La introducción de un sistema
automatizado en una biblioteca escolar puede contribuir a la
consecución de los siguientes objetivos:
- Mejorar la gestión de la biblioteca para ofrecer
nuevos servicios. - Ampliar la difusión y el uso de los recursos
que están repartidos por el centro. - Ahorrar tiempo, aprovechando la catalogación
realizada por otras bibliotecas. - Ofrecer más servicios y recursos mediante la
cooperación con otras bibliotecas. - Ofrecer a los alumnos nuevos instrumentos y
oportunidades para aprender, investigar y
documentarse.
La automatización de la biblioteca, o la
sustitución de un sistema ya
instalado, es un proceso
complejo que exige una buena planificación, ya que introducirá
bastantes cambios en la
organización y el funcionamiento de la misma. Los
resultados podrían estar muy alejados de las expectativas
si no se parte de una planificación rigurosa y una
organización adecuada del trabajo, teniendo
en cuenta los problemas que
pueden surgir.
Es preciso prever en la planificación cómo
se va a realizar el paso de un sistema manual a otro
automatizado y cómo se va a informar a los alumnos y
profesores. Es fundamental informar sobre el proyecto: por
qué se quiere automatizar, qué cambios
entrañará el nuevo sistema, qué
formación van a recibir, etc. Conviene dar
información periódica sobre el desarrollo del
proyecto por medios
formales e informales. La
comunicación interna juega un papel esencial
ya que será más fácil implicar a personas
bien informadas que a personas totalmente ajenas al
proceso.
La informatización en sí misma no
organizará la biblioteca; tan sólo
constituirá una buena ocasión para revelar problemas y
para aportar soluciones,
para intentar hacer una reflexión crítica y
constructiva que permita reorganizar las funciones y las
diferentes tareas, así como para introducir mejoras. En la
biblioteca escolar es necesario que esta reflexión
considere, asimismo, una serie de criterios pedagógicos
fundamentales. En cualquier proceso de automatización de
una biblioteca es importante seguir algunas orientaciones
prácticas fruto de la experiencia de otras bibliotecas
cuando se han enfrentado a procesos
similares.
2.4. Establecer un presupuesto
adecuado
Conseguir una buena biblioteca depende en gran medida
del presupuesto que se le dedique. Sus gastos son muy
diversos; podemos distinguir entre los gastos de
inversión, que sólo se realizan una
vez, y los gastos de mantenimiento,
que son repetitivos y se derivan del propio funcionamiento de la
biblioteca. Los principales gastos de inversión son:
compra de libros y otros
documentos, instalaciones y mobiliario, equipos
informáticos, equipos audiovisuales, etc. Los gastos de
funcionamiento son, entre otros: reposición de documentos
deteriorados, material fungible, organización de
actividades de dinamización, mantenimiento
del equipo informático y audiovisual, telecomunicaciones, etc.
Es necesario garantizar que la biblioteca del centro
cuente con los recursos económicos que necesita. Se debe
reservar anualmente una parte del presupuesto del centro para la
biblioteca, lo cual implica que ésta se integre totalmente
en el proceso educativo del centro, pasando a ser el recurso
educativo básico. La autonomía de gestión
económica de los centros educativos deja en manos de la
Comisión económica y, en último
término, del Consejo Escolar la elaboración de un
proyecto de presupuesto y la toma de
decisiones sobre el destino de los fondos,
distribuyéndolos libremente por capítulos
según las necesidades e intereses. Por otro lado, permite
la obtención de recursos extraordinarios por diferentes
vías. La dotación de un presupuesto para la
biblioteca depende, pues, de la voluntad del equipo docente,
refrendada por la aprobación del Consejo
Escolar.
Cuando se elabora el proyecto de presupuesto, es
aconsejable abrir un subapartado contable relativo a la
biblioteca, que permita contar con datos precisos
sobre lo gastado en un año. Esto facilitará, en su
caso, el cálculo de
un aumento o disminución de dicha cantidad en cursos
posteriores. El subapartado "biblioteca" se puede incluir en
cualquiera de los siguientes apartados previstos por la
legislación: suministros, material de oficina o gastos
diversos.
3. El modelo de
trabajo que se propone a continuación ha sido
experimentado en varios centros educativos y se ha confirmado
como un instrumento útil para la definición y
organización del trabajo. Comprende un cuestionario
para el análisis de la situación inicial, una
definición de objetivos a largo plazo, sugerencias de
iniciativas que se pueden emprender para conseguirlos,
sugerencias para la identificación de las tareas
implícitas y una serie de impresos para simplificar las
tareas de planificación.
Al proyectorar el proyecto de la biblioteca,
habrá que tener en cuenta los siguientes
aspectos:
- El proyecto de la biblioteca deberá ser un
documento consensuado entre todos los miembros del claustro,
puesto que pasará a formar parte de la Programación General Anual y en la mayor
parte de los casos supondrá una revisión del
Proyecto Educativo y del Proyecto Curricular. - Es fundamental partir de una valoración de la
situación inicial y de las posibilidades y de los
recursos reales, así como de las demandas del
entorno. - Es necesario ser realista a la hora de proyectorar el
proyecto, pues lo importante es ir creando mecanismos
útiles y eficaces que sienten las bases para conseguir
en el futuro objetivos más ambiciosos. - Es aconsejable formular objetivos e iniciativas
abarcables, de forma clara y precisa. Todo ello con el fin de
facilitar la puesta en práctica del proyecto y su
evaluación.
3.1. Análisis de la situación de
partida y del contexto general
Es una fase esencial porque condiciona el resto del
trabajo. Realizar un análisis de la situación de
partida permitirá obtener un retrato lo más fiel
posible de la realidad, que lleve a formular objetivos ajustados
a los recursos con los que cuenta el centro y la zona.
A continuación hay que diseñar
cuestionarios para evaluar la situación de partida de la
biblioteca del centro en lo relativo a diversos aspectos
básicos en lo relativo a:
- Mobiliario y equipamiento
- Fondos
- Funcionamiento
- Actividad pedagógica
Además, es conveniente estudiar:
La Programación General Anual para comprobar si
incluye alguna actividad o proyecto relacionado con la biblioteca
o con la promoción de la
lectura.
El Proyecto Educativo del Centro y el Proyecto
Curricular para comprobar si recogen suficientemente la
importancia de la formación lectora de los alumnos y de su
formación como usuarios de diversas fuentes de
información y si reflejan la importancia de capacitar
a los alumnos para el aprendizaje
autónomo.
Los principales problemas que se detectan en el centro
en relación con la lectura, sus
posibles explicaciones y qué soluciones se
podrían intentar.
Puede ser interesante hacer este análisis inicial
en equipo para que todos puedan aportar sugerencias sobre las
modificaciones habría que introducir en los proyectos
pedagógicos del centro.
3.2. Estudio de la información
recogida
El análisis de la situación que se propone
está organizado por temas (instalaciones, fondos,
funcionamiento y actividad pedagógica). En el caso de los
cuestionarios cerrados (CUESTIONARIOS 1, 2 , 3 y 4) las preguntas
están formuladas de tal modo que aquéllas cuya
respuesta es negativa indican los aspectos sobre los que hace
falta intervenir.
En el caso del análisis de los proyectos del
centro y de la problemática existente en relación
con la lectura, el
análisis es, por su naturaleza, de
carácter abierto.
Es conveniente realizar un análisis creativo de
todas esas respuestas en el que participe todo el equipo, con el
fin de constatar las principales carencias, su repercusión
en la biblioteca y en el centro, las oportunidades de
actuación para modificar la situación y las
posibles respuestas de la biblioteca. Para ello se puede utilizar
el Cuadro 1 (Síntesis
del estudio de la situación inicial). En este
análisis es importante tomar en consideración tanto
la información objetiva obtenida mediante los
cuestionarios como las impresiones subjetivas, que ofrecen una
perspectiva diferente.
Una vez analizados los resultados, será necesario
redactar un breve informe de
síntesis de una o dos páginas, que formará
parte del proyecto y que servirá para contrastar con la
evaluación de resultados en el futuro.
3.3. Funciones de la
biblioteca escolar y definición de los objetivos del
proyecto
"Las bibliotecas son reflejo de la diversidad y características de las comunidades a las
que prestan sus servicios. Un servicio
óptimo no puede medirse simplemente con cifras, sino que
está basado en la adecuación de los roles de la
biblioteca con las necesidades y expectativas de su comunidad.
Según las comunidades van cambiando, así lo hacen
sus bibliotecas."
Las funciones que debe cumplir una biblioteca escolar
son las siguientes:
- Recopilar toda la documentación existente en el centro,
así como los materiales y
recursos didácticos relevantes, independientemente del
soporte. - Organizar los recursos de tal modo que sean
fácilmente accesibles y utilizables. Hacer posible su
uso cuando se necesiten, mediante un sistema de
información centralizado. - Establecer canales de difusión de la
información en el centro educativo, contribuyendo a la
creación de una fluida red de comunicación interna. - Difundir entre alumnos y profesores
información en diferentes soportes para satisfacer las
necesidades curriculares, culturales y complementarias.
Ofrecerles asistencia y orientación. - Constituir el ámbito adecuado en el que los
alumnos adquieran las capacidades necesarias para el uso de las
distintas fuentes de
información. Colaborar con los profesores para la
consecución de los objetivos pedagógicos
relacionados con este aspecto. - Impulsar actividades que fomenten la lectura como
medio de entretenimiento y de información. - Actuar como enlace con otras fuentes y
servicios de información externos y fomentar su uso por
parte de alumnos y profesores. - Garantizar dichas funciones supone establecer unos
objetivos que respondan a las características y necesidades de los
usuarios, tengan en cuenta los recursos con que se cuenta y
orienten las actuaciones que se emprendan.
3.4. Objetivos a largo plazo
Nos ha parecido útil ofrecer una propuesta de
cuatro objetivos a largo plazo, para orientar y facilitar
el trabajo de
los equipos de los centros educativos, que deberán
concretar las iniciativas dirigidas a su consecución.
Estos objetivos son:
- Equilibrar el fondo
- Garantizar la disponibilidad de los
documentos - Difundir los fondos y hacer que circulen por el
centro educativo - Ampliar las posibilidades de uso pedagógico de
la biblioteca escolar - El orden indicado no implica ningún tipo de
prioridad. De hecho, en la biblioteca escolar el objetivo
principal es el último, aunque los anteriores
contribuyan indiscutiblemente a su
consecución.
3.5. Seleccionar las iniciativas
Las iniciativas que se sugieren a continuación
conducirán a la consecución de los cuatro objetivos
en un plazo de tiempo razonable. Proponemos que cada centro
seleccione aquéllas que considere más apropiadas a
su situación actual, pensando en su realización a
lo largo de uno o dos cursos
escolares.
- Iniciativas para difundir los fondos y hacer que
circulen por el centro escolar
- Diseñar hojas informativas para difundir las
actividades de la biblioteca. - Dar a conocer las nuevas adquisiciones por diferentes
medios
(exposiciones, tablones de anuncios, hojas informativas,
etc.). - Establecer los mecanismos más idóneos
para difundir informaciones de interés
a diferentes destinatarios dentro del centro
escolar. - Instalar tablones de información cultural en
la biblioteca y en otros lugares del centro. - Organizar un servicio de
información. - Definir las condiciones del préstamo que se
aplicarán a los diferentes usuarios de la biblioteca
(alumnado, profesorado, aulas, equipos docentes, departamentos,
antiguos alumnos, etc.), en lo que se refiere a tipos de
documentos que se prestará a cada uno, número
máximo de ejemplares, periodo máximo de
préstamo, prórrogas, reservas, etc. - Ofrecer un servicio ágil de préstamo
individual y colectivo, aprovechando las ventajas de la
automatización. - Gestionar los documentos de las bibliotecas de aula y
de departamento como una modalidad de préstamo
(préstamo colectivo mensual, trimestral o anual de lotes
de documentos) para facilitar la gestión centralizada y
el mejor aprovechamiento de los recursos. - Promover la circulación de lotes de documentos
prestados por la biblioteca entre las aulas que impartan el
mismo nivel. - Realizar estadísticas de préstamo que
permitan evaluar el servicio. - Proyectorar y difundir guías de lectura con
variedad y amplitud de criterios: curriculares, géneros
literarios, autores, ilustradores, temas
interdisciplinares.
Iniciativas
para ampliar las posibilidades de uso pedagógico de la
biblioteca escolar
- Modificar el Proyecto Educativo y el Proyecto
Curricular de tal modo que reflejen la importancia primordial
de la formación lectora de los alumnos y alumnas y su
formación como usuarios de fuentes diversas de
información. - proyectorar un proyecto de lectura para el
centro. - Conseguir que la biblioteca forme parte de la vida
del centro, estimulando que los profesores la utilicen como un
recurso fundamental en su trabajo y desarrollando con ellos
actividades concretas sobre distintos aspectos del currículo. - Algunos ejemplos de esto son:
- Difundir una "Guía de la biblioteca" entre
alumnos y profesores. - Identificar aquellos objetivos y actividades que
sólo se pueden realizar si se acude a la biblioteca
escolar. - Informar a los profesores sobre el sistema de
organización de los fondos, para que posteriormente
puedan trabajar en la biblioteca con sus alumnos. - Mantener el interés
por la biblioteca de los profesores de las áreas que
tradicionalmente la usan (Lengua y
Literatura,
Ciencias
Sociales, etc.). - Difundir las posibilidades de la biblioteca como
recurso pedagógico en otras áreas con menos
tradición de uso (Matemáticas, Ciencias de
la Naturaleza…) - Diseñar junto con los profesores propuestas de
actividades que pueden enriquecer la práctica docente
contando con el espacio de la biblioteca. - Organizar desde la biblioteca, y en
colaboración con otras instituciones, la conmemoración de fechas
o acontecimientos que merezca la pena destacar, mediante la
exposición de libros y otros documentos
relacionados con el tema, proyectoración de guías
de lectura, celebración de algún acto especial,
etc. - Implicar a los alumnos y profesores en diversas
tareas de organización de la biblioteca (equipamiento de
los documentos, decoración, gestión del
préstamo, información, etc.) - Establecer un horario de utilización de la
biblioteca mediante el que puedan acceder a ella todos
los grupos de
alumnos el mayor número de ocasiones posible,
desarrollándose tanto tareas de consulta y estudio como
de animación, préstamo y lectura
libre. - Hacer un estudio sobre la posibilidad de que los
alumnos y alumnas puedan acudir a la biblioteca para satisfacer
sus necesidades de información, aunque sea en horario
lectivo. - Hacer un estudio sobre la instalación de
una red local
en el centro, que permita la consulta del catálogo de la
biblioteca desde diferentes puntos. - Identificar los recursos externos al centro que la
biblioteca puede ofrecer para el enriquecimiento del trabajo
pedagógico. - Establecer canales de comunicación con la biblioteca
pública más cercana y organizar actividades
conjuntas. - Proyectorar y dar a conocer al claustro de profesores
el plan de trabajo
a desarrollar desde la biblioteca, incluyéndolo,
además, en la Programación General
Anual. - Establecer un plan de evaluación del servicio
de biblioteca.
3.6. Identificar las tareas
Cada una de las iniciativas sugeridas lleva consigo toda
una serie de actividades y tareas muy concretas. Para empezar a
trabajar, es necesario identificar todas estas tareas
implícitas. Por ejemplo, para "proyectorar un plan
priorizado de compra de documentos nuevos en diferentes soportes,
teniendo en cuenta las posibles carencias de la biblioteca y las
necesidades manifestadas por profesores y alumnos", habrá
que dar los siguientes pasos:
- Estudiar las carencias existentes en el
fondo. - Realizar una encuesta
entre profesores y alumnos sobre sus necesidades e intereses o
establecer un sistema que permita obtener esta
información. - Solicitar catálogos a editoriales, visitar
librerías y bibliotecas. - Mirar los catálogos para buscar lo que se
necesita. - Entrar en contacto con las editoriales.
- Examinar algunos de los documentos que parecen
responder a las necesidades. - proyectorar una lista de documentos.
- Establecer prioridades entre los mismos para
comprarlos en varias fases. - A la hora de planificar habrá que tener en
cuenta el tiempo de realización de todas estas tareas,
que se pueden repartir entre varias personas.
3.7. Organizar el
trabajo
Ante todas estas iniciativas con sus correspondientes
tareas, lo lógico será preguntarse por dónde
empezar. Es conveniente ordenar el trabajo y saber qué es
lo que va antes y después, ya que no se puede abordar todo
en el mismo momento.
Para establecer prioridades a la hora de ordenar el
trabajo y decidir por dónde se va a empezar, es
interesante que una vez seleccionadas las iniciativas a
emprender, se clasifiquen en "imprescindibles" y
"deseables".
Además, se debe decidir quién o
quiénes se van a a ocupar de cada una de las tareas.
Muchas de las actividades se podrán realizar en paralelo
pues puede haber un responsable para cada una de ellas;
también se puede contar con equipos de alumnos y alumnas
que colaboren en su realización.
Por otro lado, es necesario calcular el periodo en que
se desea concluir cada una de las iniciativas. Es conveniente ser
muy realista en cuanto a los plazos. Es mejor emprender pocas
iniciativas en un principio y completarlas con otras en el caso
de que las primeras se realicen antes de lo previsto.
Todos estos datos se deben
reflejar en un cuadro-resumen para cada uno de los objetivos. Por
otro lado, puede ser práctico utilizar un cuadro para la
planificación de las tareas correspondientes a cada una de
las iniciativas seleccionadas.
3.8. Revisión
de los resultados
El análisis de los resultados conseguidos debe
comprobar hasta qué punto se han desarrollado las
iniciativas previstas en el proyecto y cómo han
contribuido a la consecución de los objetivos. Se debe
analizar el impacto que han tenido en los servicios que ofrece la
biblioteca y si cubren mejor las necesidades de los usuarios7.
Por otro lado, es importante aprovechar la experiencia obtenida
para la planificación del trabajo del próximo curso
escolar. Para esta evaluación se propone la
utilización de un modelo de cuestionario.
Lic. Luis Menacho Chiok,