- Objetivos
- Manifiesto UNESCO/IFLA sobre la
biblioteca escolar - Una nueva concepción de la
biblioteca escolar - Objetivos y funciones de la
biblioteca escolar. - Aspectos que garantizan el buen
funcionamiento de la biblioteca escolar. - Servicios de
apoyo.
1. OBJETIVO
GENERAL
- Capacitar al personal con
la finalidad de que pueda organizar técnica y
administrativamente una Unidad de
Información
2. OBJETIVOS
ESPECÍFICOS:
- Conocer los conceptos de biblioteca, tipos o clases, su organización, etc.
- Realizar los Procesos
Técnicos en la biblioteca - Implementar los Servicios
Bibliotecarios de acuerdo a las necesidades de
los - usuarios
METODOLOGÍA DOCENTE
Durante el Proceso
Enseñanza – Aprendizaje se
aplicarán el Método
Diálogo
– Expositivo, la Dinámica de Grupos y Trabajos
prácticos. Además, se impartirá a nivel
teórico, el marco conceptual para fundamentar los
conocimientos necesarios para realizar las
prácticas.
En cuanto al nivel práctico, se llevarán a
cabo ejercicios en base a las clases teóricas.
ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE:
En virtud de que es un curso teórico
práctico, con el propósito de vincular
estrechamente ambos aspectos, las estrategias de
enseñanza – aprendizaje son:
1. ENSEÑANZA:
· Presentación del contenido de los temas
a través de problemas
concretos.
· Indicación de lecturas.
· Interacción con el grupo
propiciando la crítica.
· Exposición
por parte del profesor para iniciar cada uno de los
temas.
· Interrogatorio por parte del profesor, con base
en la exposición
o lecturas previas
· Aplicación de cuestionarios y
ejercicios.
2. APRENDIZAJE:
· Proponer soluciones
correspondientes a los problemas
propuestos.
· Expresar aquello que sugiera el tema de
estudio.
· Seguir las exposiciones con atención.
· Realizar las lecturas indicadas.
· Elaborar resúmenes de las lecturas
indicadas.
· Contestar preguntas orales, cuestionarios y
ejercicios.
EVALUACIÓN:
La asistencia y puntualidad, la participación en
clase, los trabajos prácticos encargados.
I. MANIFIESTO
UNESCO/IFLA SOBRE LA BIBLIOTECA
ESCOLAR
1. La función de
la Biblioteca Escolar en la Enseñanza y el Aprendizaje
para Todos
La biblioteca escolar proporciona información e ideas que son fundamentales
para desenvolverse con éxito
en nuestra sociedad
contemporánea, basada en la información y el
conocimiento. Proporciona a los alumnos competencias para
el aprendizaje
a lo largo de toda su vida y contribuye a desarrollar su
imaginación, permitiéndoles que se conduzcan en la
vida como ciudadanos responsables.
2. La Misión de
la Biblioteca Escolar
La biblioteca escolar ofrece servicios de
aprendizaje, libros y otros
recursos que
permiten a todos los miembros de la comunidad escolar
forjarse un pensamiento
crítico y utilizar eficazmente la información en
cualquier formato y medio de comunicación. Las bibliotecas
escolares estan conectadas con la vasta red de bibliotecas e
información, de acuerdo con los principios del
Manifiesto de la UNESCO sobre la Biblioteca
Pública.
El personal de la
biblioteca ayuda a utilizar los libros y otras
fuentes de
información, desde los relatos literarios hasta los
documentos
plasmados en todo tipo de soportes (impresos, electrónicos
u otros) y accesibles directamente o a distancia. Estos materiales
complementan y enriquecen los libros de texto,
así como los materiales y
métodos
pedagógicos. Se ha demostrado que, cuando los
bibliotecarios y los docentes cooperan, los alumnos logran
alcanzar niveles más altos en conocimientos
básicos, lectura,
aprendizaje, solución de problemas y competencias en
materia de
tecnologías de la información y la
comunicación. A los servicios de la biblioteca escolar
deben tener acceso por igual todos los miembros de la comunidad
escolar, sin distinción de edad, raza, sexo, religión,
nacionalidad, lengua,
condición social y situación profesional. Hay que
ofrecer servicios y materiales específicos a los que no
están en condiciones de utilizar los servicios y
materiales de biblioteca corrientes.
El acceso a los servicios y las colecciones debe basarse
en la Declaración Universal de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas y
no deberá estar sometido a ningún tipo de censura
ideológica, política o religiosa,
ni tampoco a presiones comerciales.
3. Financiación, legislación y redes
La biblioteca escolar es un elemento esencial de
cualquier estrategia a
largo plazo para alfabetizar, educar, informar y contribuir al
desarrollo
económico, social y cultural. Habida cuenta de que la
biblioteca escolar es de la incumbencia de la autoridades
locales, regionales y nacionales, es preciso darle apoyo mediante
legislaciones y políticas
específicas. Las bibliotecas escolares deben contar con
una financiación adecuada para disponer de personal
capacitado, materiales, tecnologías e instalaciones.
Además, han de ser gratuitas.
La biblioteca escolar es una interlocutora esencial en
las redes locales,
regionales y nacionales de bibliotecas e información.
Cuando la biblioteca escolar comparta sus instalaciones o
recursos con
otro tipo de bibliotecas, se deberán reconocer y mantener
los objetivos que
le son propios.
4. Objetivos de la biblioteca escolar
La biblioteca escolar es parte integrante del proceso
educativo. Los objetivos enumerados a continuación son
fundamentales para desarrollar los conocimientos básicos,
los rudimentos en materia de
información, la enseñanza, el aprendizaje y la
cultura, y
representan los servicios esenciales de toda biblioteca
escolar:
- respaldar y realizar los objetivos del proyecto
educativo del centro escolar y del plan de
estudios; - inculcar y fomentar en los niños
el hábito y el placer de la lectura,
el aprendizaje y la utilización de las bibliotecas a lo
largo de toda su vida; - ofrecer oportunidades para realizar experiencias de
creación y utilización de información a
fin de adquirir conocimientos, comprender, desarrollar la
imaginación y entretenerse; - prestar apoyo a todos los alumnos para la
adquisición y aplicacion de capacidades que permitan
evaluar y utilizar la información, independientemente de
su soporte, formato o medio de difusión, teniendo en
cuenta la sensibilidad a las formas de comunicación que existan en la
comunidad; - facilitar el acceso a los recursos y posibilidades
locales, regionales, nacionales y mundiales para que los
alumnos tengan contacto con ideas, experiencias y opiniones
varias; - organizar actividades que estimulen la
concienciación y la sensibilización en el plano
cultural y social; - trabajar con el alumnado, el profesorado, la
administración y las familias para realizar el
proyecto
educativo del centro escolar; - proclamar la idea de que la libertad
intelectual y el acceso a la información son
fundamentales para ejercer la ciudadanía y
participar en una democracia
con eficiencia y
responsabilidad; - fomentar la lectura y
promover los recursos y servicios de la biblioteca escolar
dentro y fuera del conjunto de la comunidad
escolar.
Para cumplir estas funciones, la
biblioteca escolar debe formular políticas
y crear servicios, seleccionar y adquirir materiales, facilitar
el acceso material e intelectual a las fuentes de
información adecuadas, proporcionar recursos
didácticos y emplear a personal capacitado.
La persona encargada
de la biblioteca escolar será el miembro del personal de
la escuela
profesionalmente cualificado para planificar y administrar su
funcionamiento y contará, en los posible, con la ayuda de
personal suficiente. Este profesional cooperará con todos
los miembros de la comunidad escolar y actuará de enlace
con la biblioteca pública y otros centros de documentación.
La función
que cumple el bibliotecario escolar variará en
función del presupuesto, del
plan de
estudios y de los métodos
pedagógicos de cada centro escolar, dentro del marco
jurídico y financiero establecido en cada país. En
algunos contextos específicos, hay áreas generales
de conocimiento
que son fundamentales para que los bibliotecarios de las escuelas
estén en condiciones de crear y hacer funcionar servicios
de biblioteca eficaces en el centro escolar: gestión
de recursos, bibliotecas e información, y pedagogía.
En un entorno caracterizado por el incremento de la
conexión en redes, las personas encargadas de la
biblioteca escolar deben ser competentes para planificar
distintas técnicas
de utilización de la información y
enseñarlas tanto al profesorado como al alumnado, de modo
que tienen que seguir formándose y evolucionando
profesionalmente.
Para garantizar un funcionamiento efectivo y responsable
de la biblioteca escolar:
- se debe elaborar una política de sus
servicios a fin de definir objetivos, prioridades y prestaciones, en función del plan de
estudios de la escuela; - es menester que su organización y mantenimiento se haga con arreglo a las normas
profesionales; - es necesario que sus servicios sean accesibles a
todos los miembros de la comunidad escolar y que sean
funcionales en el contexto de la comunidad local; - se debe estimular la cooperación con el
profesorado, la dirección de los centros de
enseñanza secundaria, la administración, los padres, los
demás bibliotecarios y profesionales de la
información, y los grupos
comunitarios.
II. UNA NUEVA
CONCEPCIÓN DE LA BIBLIOTECA ESCOLAR
Hasta ahora, la biblioteca escolar se ha concebido en
España
como servicio
opcional y complementario a las tareas docentes, ligado
fundamentalmente al área de lengua y
literatura. En
muchos casos, se ha limitado a ofrecer una simple
colección de libros más o menos
organizada.
En el marco de la reforma educativa, esta
concepción es limitada e insuficiente, pues la biblioteca
escolar debe ser un instrumento de apoyo para la totalidad del
currículo . Pero además, la propia
evolución de la sociedad y la
nueva concepción de la educación obligan
a un replanteamiento de las funciones y
características de la biblioteca escolar.
La escuela asume importantes objetivos educativos: por una parte,
la oferta de
pautas y claves para que niños y
jóvenes puedan interpretar de forma crítica todo el
caudal informativo que la sociedad genera; por otra, la
adquisición de estrategias que
les permitan consultar información en todas las fuentes a su
alcance y ser capaces de seleccionarla, recuperarla y
transmitirla. "La importancia creciente de la escuela paralela,
la lenta desaparición de la noción de verdad
estable, el aumento vertiginoso de los conocimientos, su carácter
cada vez más científico y técnico, conducen
a crear desde la escuela las condiciones que permitan desarrollar
en los alumnos la autonomía de aprendizaje. Cada individuo
deberá asumir en el futuro, en mayor o menor medida, la
responsabilidad de su propio aprendizaje, en el
marco de una educación permanente
en la cual la escolaridad obligatoria no es más que una
etapa."
La necesidad de responder a nuevos objetivos y de
ofrecer nuevos servicios ha hecho evolucionar el concepto y la
realidad misma de la biblioteca escolar, por lo que se hace
necesaria una clarificación terminológica.
"Almacén
de libros, sala de lectura o de
estudio,…centro de documentación, mediateca,…espacio
recreativo, centro de información o de
comunicación, laboratorio de
aprendizaje…, hay tantas definiciones de biblioteca escolar
como autores" . A lo largo de este documento, el término
biblioteca escolar hace referencia a un concepto amplio:
el de centro de recursos multimedia, que
funciona al
mismo tiempo como
biblioteca tradicional con materiales impresos, como hemeroteca y
como mediateca con materiales audiovisuales e
informáticos. En este documento se adopta el
término biblioteca escolar porque es el que cuenta con una
mayor tradición en los centros educativos.
El centro de recursos constituye una colección
organizada y centralizada de materiales diversos bajo la supervisión de personal cualificado. Presta
al centro educativo múltiples servicios de
información, y ofrece acceso – por diferentes vías
– a fuentes de
información y materiales complementarios que se
encuentran en el exterior. Constituye, además, un lugar
favorable al estudio, a la investigación, al descubrimiento, a la
autoformación y a la lectura. Se puede llamar biblioteca
escolar, centro de recursos, centro de recursos multimedia,
centro de documentación curricular, mediateca etc.. pero
siempre nos estaremos refiriendo a la misma idea.
Esta concepción de la biblioteca como servicio
centralizado no olvida ni se opone a la existencia de las
bibliotecas de aula, creadas en los últimos años en
los colegios al no disponer éstos de recursos
humanos y materiales suficientes para hacer funcionar una
biblioteca de centro. La creación de esta última
conlleva la transformación de las numerosas bibliotecas de
aula existentes. Estas, sin renunciar a sus objetivos de acercar
los libros a los alumnos y estimular la lectura, podrán
recibir en préstamo temporal lotes variados de materiales
y recurrir cuando lo necesiten a los fondos más amplios de
la biblioteca del centro, lo cual enriquece evidentemente sus
posibilidades. La gestión centralizada permite hacer una
mejor selección
de los recursos, evitando que se dupliquen, y conocer en todo
momento dónde se encuentran.
1. OBJETIVOS Y
FUNCIONES DE LA BIBLIOTECA ESCOLAR.
Desde esta nueva perspectiva, la biblioteca escolar ha
de ser concebida no sólo como una institución para
la promoción de la lectura, sino
también como un espacio de aprendizaje. Según la
UNESCO, ha de responder a los siguientes objetivos .
– Proporcionar un continuo apoyo al programa de
enseñanza y aprendizaje e impulsar el cambio
educativo.
– Asegurar el acceso a una amplia gama de recursos y
servicios.
– Dotar a los estudiantes de las capacidades
básicas para obtener y usar una gran diversidad de
recursos y servicios.
– Habituarlos a la utilización de las bibliotecas
con finalidades recreativas, informativas y de educación
permanente.
Para alcanzar sus objetivos, la biblioteca escolar debe
cumplir las siguientes funciones:
. Recopilar toda la documentación existente en el
centro, así como los materiales y recursos
didácticos relevantes, independientemente del
soporte.
. Organizar los recursos de tal modo que sean
fácilmente accesibles y utilizables. Hacer posible su uso
cuando se necesiten, mediante un sistema de
información centralizado.
. Ofrecer a alumnos y profesores información en
diferentes soportes para satisfacer las necesidades curriculares,
culturales y complementarias. Ofrecerles asistencia y
orientación.
. Constituir el ámbito adecuado en el que los
alumnos adquieran las capacidades necesarias para el uso de las
distintas fuentes de información. Ofrecer servicios a los
profesores para la consecución de los objetivos
pedagógicos relacionados con este aspecto.
. Impulsar actividades que fomenten la lectura como
medio de entretenimiento y de información.
. Actuar como enlace con otras fuentes y servicios de
información externos y fomentar su uso por parte de
alumnos y profesores.
2. ASPECTOS QUE
GARANTIZAN EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE LA BIBLIOTECA
ESCOLAR.
Los requisitos que recogen las recomendaciones
internacionales CARROL, Frances Laverne y BEILKE, Patricia F.
Guidelines for the planing and organization of School Library
Media Centres. Revised version. Paris: UNESCO, 1979. para el
funcionamiento de la biblioteca como un verdadero centro de
recursos son:
. Personal cualificado
. Horario de apertura suficiente
. Fondo documental adecuado y actualizado
. Instalaciones y equipamiento apropiados a las
funciones de la biblioteca
Dichas recomendaciones se refieren siempre a la
biblioteca ideal y aunque constituyen un marco de referencia
importante, los aspectos mencionados presentan muy diversos
grados de desarrollo
según las circunstancias de cada país. Aunque las
recomendaciones no incluyen la automatización de las bibliotecas, son tan
importantes las aportaciones de las nuevas
tecnologías al mundo de la información y la
documentación, que se ha incluido este aspecto entre los
que contribuyen al buen funcionamiento de la biblioteca
escolar.
2.1. Personal.
Para su adecuado funcionamiento, la biblioteca escolar
debe contar con personal cualificado, capaz de organizarla y
dinamizarla para que sea utilizada de forma efectiva. El
responsable de la biblioteca debería reunir una doble
cualificación profesional de docente y de especialista en
biblioteconomía y documentación para poder cumplir
adecuadamente sus funciones. La necesidad de una formación
pedagógica se justifica porque su trabajo debe
desarrollarse principalmente con los alumnos. El bibliotecario
escolar enseña desde otro espacio, que es la biblioteca.
Por otro lado, una formación en biblioteconomía es
básica, tanto en lo relativo a la capacitación de los alumnos para el uso de
la información, como a la propia organización y
gestión de la biblioteca. En los centros docentes, el
perfil pedagógico del responsable de la biblioteca tiene
sin duda más relevancia que el perfil de técnico en
bibliotecas y documentación, dado que su función
más importante es la de servir de mediador entre los
alumnos y los materiales contenidos en la biblioteca.
Las funciones del bibliotecario escolar son las
siguientes :
– Analizar la situación y las necesidades de su
centro:
El responsable debe conocer la estructura y
el funcionamiento de su centro, así como la
situación de la biblioteca; en base a este análisis, debe establecer un plan de
trabajo para la biblioteca, que debe estar plenamente integrado
en los Proyectos
Educativo y Curricular.
– Recoger y tratar la documentación:
El responsable de la biblioteca se encarga de la
recogida de información y documentación que
responda a las necesidades de su centro. Participa en la selección
y adquisición de los materiales didácticos,
informativos y de esparcimiento necesarios para el desarrollo de
los programas
escolares, en coordinación con el personal docente y con
el alumnado. Realiza o completa el tratamiento técnico de
los materiales y pone a disposición de los usuarios los
fondos de la biblioteca.
– Gestionar los recursos:
El responsable de la biblioteca determina y organiza la
utilización de los fondos documentales, de los espacios y
tiempos, de los recursos económicos y, en su caso,
humanos.
– Comunicar y hacer circular la
información.
El responsable de la biblioteca escolar debe facilitar
la difusión de todo tipo de información
administrativa, pedagógica y cultural.
– Ofrecer recursos y oportunidades para el
aprendizaje
El responsable de la biblioteca colabora con los
demás profesores en la planificación y desarrollo del currículo, en un proceso de
enseñanza-aprendizaje basado en una pluralidad de recursos
educativos. Sugiere las orientaciones y usos posibles, difunde
el
conocimiento y favorece la utilización de todos los
materiales didácticos disponibles.
En colaboración con el resto de los profesores,
favorece la autonomía y responsabilidad en el aprendizaje
de los alumnos. Su aportación puede resultar especialmente
apropiada para abordar cuestiones interdisciplinares y reforzar
los temas transversales.
Igualmente, puede colaborar con los demás
profesores organizando actividades especialmente dirigidas a los
alumnos con dificultades de aprendizaje, ofreciéndoles una
ayuda individualizada.
– Participar en la capacitación de los alumnos en el uso de
fuentes de información
El responsable de la biblioteca organiza ,junto con los
miembros del equipo docente, actividades relacionadas con el uso
de información con un enfoque disciplinar o
interdisciplinar. Ayuda a identificar, localizar y seleccionar
los documentos
pertinentes en función de los objetivos de la investigación. Inicia a los alumnos en el
conocimiento e
interpretación de los diferentes tipos de documentos
según su naturaleza,
soporte, grado de elaboración, nivel, etc… Junto con los
demás profesores, debe promover la reelaboración de
la información recuperada, favoreciendo un análisis crítico de la
misma.
– Promocionar la lectura como medio de entretenimiento y
de ocio
La biblioteca escolar no debe ser sólo un
instrumento de trabajo e información, sino también
un espacio que favorezca el acercamiento del alumnado a la
lectura como medio de entretenimiento. En este sentido, el
responsable de la biblioteca debe colaborar al desarrollo y
afianzamiento de los hábitos de lectura, asegurar la
presencia de obras de esparcimiento en el fondo documental, y
aconsejar y guiar a los alumnos en la elección de sus
lecturas, compensando las posibles desigualdades de origen en
cuanto al acceso a los libros.
Desde una perspectiva más amplia, la biblioteca
escolar debe fomentar actividades de lectura de imágenes y
análisis crítico de documentos audiovisuales a fin
de conseguir una "alfabetización" de los alumnos y alumnas
en este tipo de lenguajes.
– Relacionarse con el exterior:
El responsable de la biblioteca debe establecer y
mantener una relación de colaboración o
cooperación con otros centros documentales (centros de
documentación, Centros de Profesores y de Recursos,
bibliotecas de otros centros, bibliotecas públicas etc),
que favorezca el intercambio de informaciones y el trabajo en
común (servicios de catalogación centralizada o
compartida, préstamo interbibliotecario, etc).
Además, debe relacionarse con el entorno social
favoreciendo la apertura del centro al exterior. Esto supone
colaborar con bibliotecas de la localidad, asociaciones
culturales e instituciones
públicas y privadas, para organizar actividades en
común y procurarse informaciones y documentos que
interesen a la comunidad educativa.
2.2. Horario de apertura.
La mayoría de los expertos considera fundamental
ofrecer un amplio horario de apertura de la biblioteca escolar,
de manera que se pueda atender a profesores y alumnos,
individualmente y en grupo, a
diversas horas del día.
2.3. Fondo documental.
El nuevo currículo insiste en que los alumnos
tengan acceso directo a una amplia gama de recursos. Por otro
lado, se invita a los profesores a utilizar recursos muy diversos
en su tarea docente, lo cual implica acceder a una mayor variedad
de equipos y de materiales.
La adquisición y gestión de los recursos
documentales no puede hacerse en ningún caso de forma
independiente al desarrollo del currículo por lo que la
colección debería responder a este
criterio.
Los materiales deberían abarcar todas las
áreas curriculares, así como aquellas otras que
reflejen los intereses de los alumnos en cuanto a ocio y
aficiones. El fondo también habría de incluir
materiales que estimulen la imaginación y el pensamiento
crítico; otros adecuados a las necesidades especiales de
los alumnos (cuentos y
libros en sistemas
aumentativos: SPC, bliss, braille, lenguaje de
signos…); materiales específicos para alumnos con
necesidades educativas especiales (pasapáginas, atriles,
engrosadores de páginas, lupas…). Asimismo, el fondo
debería dar cabida a las producciones de la propia
escuela.
El concepto de recurso documental no se limita a los
libros, sino que abarca desde documentos impresos hasta los
más sofisticados documentos electrónicos, aparatos
para su lectura, objetos etc. Algunos ejemplos son:
monografías y libros de referencia, folletos,
periódicos y revistas, carteles, fotografías,
postales,
discos y cintas, mapas, globos
terráqueos, gráficos, películas, diapositivas,
transparencias, juegos,
objetos táctiles, etc. Se excluyen los recursos
relacionados con las áreas de ciencias de la
naturaleza,
tecnología, música etc., pues se
considera que deben localizarse en el laboratorio,
sala de música etc. No se
descarta, sin embargo, que la biblioteca pueda contar con
información sobre los mismos.
La irrupción y el desarrollo de las nuevas
tecnologías en la sociedad y por tanto en las
bibliotecas, obliga a prestar atención a los nuevos soportes de
difusión de la información que cada vez son
más familiares: CD-ROM, discos
compactos, video
interactivo, programas de
ordenador, televisión
por cable, videotex, teletexto, bases de datos en
línea, etc…
Los expertos insisten en la importancia de establecer un
proceso sistemático de selección y
adquisición de los recursos, con criterios consensuados y
evaluables. La política de adquisiciones, así como
los criterios de selección, deben responder a las
prioridades establecidas en el Proyecto Curricular y prestar
atención a las demandas de todos. Sería necesaria
la existencia en cada centro de un plan a largo plazo sobre
financiación, adquisición, selección y
evaluación de los recursos
didácticos.
Todo centro educativo debe partir de una
colección inicial que vaya creciendo anualmente con nuevas
adquisiciones. Debería contar, por tanto, con una
colección básica desde el momento de su construcción. Existen numerosas
recomendaciones, publicadas por organismos bibliotecarios
nacionales e internacionales, sobre la cantidad y
tipología de libros y materiales necesarios en un centro
educativo. Las cantidades varían mucho según el
nivel de desarrollo cultural del país. Dichas
recomendaciones abordan aspectos como: la colección
inicial mínima y el crecimiento anual de la misma, la
media mínima de libros por alumno en la enseñanza
primaria y en la enseñanza secundaria, la
proporción entre libros de ficción y libros de
consulta, entre materiales impresos y audiovisuales, los
materiales imprescindibles etc.
A la hora de constituir o renovar la colección
hay que atender a varios criterios:
– Proporción adecuada entre los fondos de
ficción y de consulta. Algunas recomendaciones
internacionales señalan que aproximadamente un 30% de la
colección deben ser obras de ficción y un 70%
materiales de consulta.
– Distribución equilibrada de los fondos
correspondientes a las diferentes áreas de
conocimiento.
– La mayor parte de la colección ha de estar
destinada a los alumnos, ya que los profesores tienen acceso a
otros centros de documentación y a bibliotecas
especializadas.
Otro aspecto importante es la
organización de la colección. La
clasificación y la catalogación deben seguir dentro
de lo posible las normas
internacionales, de tal modo que se puedan aprovechar al
máximo los recursos de otras bibliotecas. La normalización permite integrar
fácilmente material prestado o catalogado por fuentes
externas. Sin embargo, es también muy importante
facilitar al máximo el acceso de los alumnos a los
recursos, lo cual implica, en ciertos niveles, una
adaptación de dicha clasificación.
Los sistemas
automatizados se están generalizando cada vez más
en los centros de documentación y bibliotecas. Estos
sistemas permiten abordar nuevas formas de trabajo compartido que
se van imponiendo poco a poco en el mundo bibliotecario y que
pueden resultar muy positivas para las bibliotecas escolares.
Pero al mismo tiempo
están poniendo de manifiesto una vez más la
importancia de la normalización para poder
compartir trabajo y recursos con otros centros de
documentación.
Todos los expertos reconocen que es necesaria una
organización centralizada de los recursos de la biblioteca
escolar. Esto no supone que sea el único lugar donde se
pueden localizar los materiales, pero es esencial su registro
centralizado para evitar duplicidades, infrautilización,
uso inadecuado, etc… También se debe velar por que los
recursos estén localizables cuando alguien los
necesite.
2.4. Instalaciones y equipamiento.
El espacio de la biblioteca, su situación en el
centro educativo y las características del mobiliario y de los
equipos necesarios deben facilitar el cumplimiento de los
objetivos de la biblioteca escolar.
El servicio de biblioteca e información
debería estar situado en un lugar fácilmente
accesible desde el máximo número de puntos del
centro. Se suele aconsejar que esté situada en un lugar
donde haya silencio, pero se debe dar prioridad a la
accesibilidad. Es recomendable que no sea una sala de doble uso,
ya que tiene que estar disponible a lo largo de todo el
día para ser utilizada por individuos y grupos.
También sería deseable que tuviese un buen acceso
desde la calle para el reparto de libros, materiales y equipos, y
para posibilitar su utilización fuera del horario
escolar.
La biblioteca escolar debe contar con espacio suficiente
para que los alumnos trabajen, tanto en grupos como
individualmente. Las diferentes posibilidades de uso de la
biblioteca deben ser tomadas en consideración a la hora de
organizar el espacio. Algunos tipos de actividades son
:
. Alumnos y profesores leyendo, escuchando, visionando o
realizando búsquedas, ya sea individualmente o en
grupo.
. Alumnos y profesores elaborando materiales, trabajos
etc.
. Trabajo técnico de los responsables de la
biblioteca.
La biblioteca debe contar, dentro de sus posibilidades,
con mobiliario y equipos adecuados para ofrecer diferentes
servicios. En una biblioteca ideal, que ofreciera
múltiples servicios y actividades, se podrían
distinguir los siguientes espacios, con su correspondiente
equipamiento :
. Atención a los usuarios, préstamo e
información: mostrador, espacio para el trabajo
técnico, lugar para los equipos informáticos,
espacio para anuncios, espacio para exposiciones.
. Actividades de documentación: mobiliario para
trabajo personal, estanterías, mobiliario especial para
revistas, ficheros, terminales de consulta (posibilidad de contar
con un ordenador equipado con lector de CD-ROM y otro
con capacidad de conexión telemática para acceso remoto a
catálogos de otras bibliotecas, a servicios de
teledocumentación, etc.). Habrá que tener en cuenta
las adaptaciones de acceso al ordenador para los alumnos y las
alumnas con discapacidad
motora o visual, a fin de favorecer su autonomía personal
(emuladores de ratón o mouse,
cobertor de teclado,
licornio)
. Lectura recreativa: zona con mobiliario y ambiente que
inviten a la lectura relajada.
. Otras actividades: zonas complementarias como sala
aneja para trabajo colectivo, sala audiovisual, almacén y
archivo,
etc.
2.5. Automatización.
La automatización de las bibliotecas escolares no
es un requisito imprescindible para su correcto funcionamiento
pero cualquier acción que se emprenda para el desarrollo
de las mismas debe prestar especial atención a este
aspecto, ya que puede ser fundamental para dar respuesta a
algunos de los problemas que se plantean actualmente en
relación con el desarrollo de la biblioteca escolar: falta
de personal especializado, tiempo y trabajo necesarios para poner
en marcha una biblioteca debidamente dotada y organizada,
creación de una red cooperativa de
bibliotecas, colaboración con las bibliotecas
públicas, etc.
La automatización permite mejorar la eficacia del
proceso técnico y la gestión interna, prestar
nuevos servicios y facilitar la cooperación con otros
centros. Tanto en las bibliotecas como en los centros de
documentación se viene imponiendo en los últimos
años la gestión automatizada de sus actividades,
favorecida por las indiscutibles aportaciones de las
tecnologías de la información y comunicación
a la calidad de los
servicios prestados.
En el plano educativo, la automatización permite
dar respuesta de un modo más eficaz a los objetivos de la
biblioteca, permitiendo al bibliotecario dedicarse
fundamentalmente a las tareas de índole pedagógica
y aumentando la
motivación de los alumnos hacia la
investigación y la búsqueda de información.
Esto lleva consigo una mayor utilización de los recursos y
una mejor comprensión de las aportaciones de las nuevas
tecnologías.
Ahora bien, el objetivo
principal de la automatización de una biblioteca escolar
es facilitar el acceso de los alumnos y los profesores a la
información, capacitándoles para la
recuperación de información automatizada y no tan
sólo la mejora de la gestión de los fondos. Esto
plantea una problemática singular, ya que la
automatización no se limita al trabajo manual, sino que
supone una transformación de las prácticas
documentales y pedagógicas. La situación ideal
sería la instalación de una red de área local
que permitiría la consulta del catálogo de la
biblioteca desde cualquier punto del centro educativo. Teniendo
en cuenta estas premisas, un programa para la
automatización de las bibliotecas escolares entendidas
como centros de recursos debe presentar las siguientes
características:
. Integración de todas las funciones de la
biblioteca (adquisición, catalogación, consultas,
préstamos, publicaciones periódicas,
impresión de catálogos y estadística).
. Posibilidad de instalación en red de área
local.
. Posibilidad de integrar registros
procedentes de centrales catalogadoras, reduciendo al
mínimo la catalogación en el centro escolar. Para
ello, el programa debe usar el formato MARC normalizado para la
descripción bibliográfica. Debe
permitir la catalogación en dicho formato sin necesidad de
conocerlo, mediante pantallas simplificadas.
. Interfaz de uso sencillo para profesores y
alumnos.
. Posibilidad de importar datos de los
ficheros de gestión del centro.
. Posibilidad de creación de bases de datos en
la biblioteca del centro.
. Facilidad para el intercambio de registros entre
centros escolares.
. Préstamo ágil. Posibilidad de atender a
un gran número de alumnos en poco tiempo.
. Módulo de consulta muy fácil de usar,
con diferentes niveles de complejidad (primaria, secundaria,
profesorado etc.).
. Recuperación de la información por
texto libre,
rompiendo con la tradicional consulta por autor o título.
Gran potencia de
búsqueda, utilización de operadores booleanos y de
proximidad. Posibilidad de gestionar una lista de autoridades o
un tesauro.
. Diferentes formatos de visualización de la
información (listado, ficha completa con etiquetas de
campo, ficha ISBD etc.)
. Garantía de seguridad de los
datos,
restringiendo el acceso a las diferentes funciones y ofreciendo
la posibilidad de realizar copias de seguridad de
forma sencilla.
. Concebido como un producto
educativo en sí mismo con suficientes mensajes en pantalla
e instrucciones claras para iniciar a los alumnos y profesores en
su uso, y acompañado de materiales para este fin (manuales,
carteles, fichas de
trabajo etc.).
Ninguna biblioteca puede tener unos fondos tan completos
que le permitan dar respuesta a todas las demandas de sus
usuarios. Por ello es siempre necesario establecer redes de
cooperación con servicios de préstamo
interbibliotecario, así como elaborar catálogos
colectivos que permitan conocer los recursos de cada biblioteca y
acceder a ellos si fuera necesario. En los centros educativos, la
imposibilidad de funcionar de forma autosuficiente se manifiesta
aún más. Ninguna biblioteca escolar, por muy bien
dotada que esté, puede responder a todas las peticiones de
documentación, especialmente las que se refieren a
documentación especializada para el
profesorado.
La solución propuesta en muchos países y
en las experiencias más relevantes llevadas a cabo en
España
es la de crear centros de documentación que apoyan a las
bibliotecas escolares. Estos centros, atendidos por especialistas
experimentados, ofrecen documentación educativa para el
profesorado, recursos complementarios mediante el préstamo
temporal y servicios de asesoramiento. Según los casos,
pueden depender de la
administración educativa o del servicio de lectura
pública y constituyen la respuesta más
económica y eficaz al problema que planteamos.
Hay que concebir a las bibliotecas y centros de
documentación como partes integrantes de una red
documental donde la biblioteca de aula, la biblioteca central del
colegio o instituto, la del barrio o la localidad, al igual que
otros centros documentales, sean los nudos. De esta
concepción se deriva la necesidad de establecer
políticas de documentación y de lectura a nivel
territorial (local, provincial y regional). En ciertos casos, el
apoyo a las bibliotecas escolares se desarrollará mejor a
través de la biblioteca pública, siempre que se
cree en ella un departamento especial. La existencia de este
servicio no implica que no haya que dotar económicamente a
las bibliotecas de los centros; sin embargo, permite una mayor
calidad y
menor costo, ya que no
se duplican trabajos y se puede acceder a mejores ofertas a la
hora de hacer adquisiciones. En otros, como en el caso de la
documentación educativa destinada al profesorado, se hace
necesaria la creación de centros especializados en dicho
ámbito y con la infraestructura necesaria para atender las
demandas de información y documentación de los
docentes.
Los servicios que pueden prestar los centros de apoyo y
de documentación son:
. Atención a las consultas de los profesores
facilitándoles el contacto con otros centros de
documentación.
. Acceso a información bibliográfica que
sería muy difícil de conseguir desde la biblioteca
escolar, ya sea por su elevado precio o por
el desconocimiento de las fuentes.
. Asesoramiento sobre la planificación, organización,
gestión y evaluación
de la biblioteca escolar y de las actividades realizadas en
ella.
. Ayuda en la selección de materiales:
exposición permanente, recomendaciones e
información sobre novedades, préstamo de materiales
que piensen adquirir los centros escolares para que puedan ser
probados y evaluados antes de su compra, etc…
. Ayuda en el proceso de adquisición de
materiales, ofreciendo a los centros un servicio centralizado que
además de simplificar el trabajo abarate los precios.
. Colaboración en el proceso técnico de
equipamiento, catalogación de los materiales, etc. Este
servicio es fundamental porque permite al responsable de la
biblioteca dedicarse principalmente a las tareas de
animación, atención a alumnos y profesores y no
utilizar la mayor parte de su tiempo en tareas puramente técnicas.
Este servicio implica una economía de esfuerzo
importante y es de gran relevancia para el funcionamiento de la
biblioteca escolar. Además, facilita la
normalización y homogeneización en la
clasificación y catalogación, lo cual
permitirá compartir los recursos.
. Préstamo de materiales complementarios cuyo
precio o uso
esporádico no justifiquen su compra por parte del centro
educativo.
. Información y asesoramiento sobre nuevos
soportes de la información y sobre la introducción de nuevas tecnologías
en la biblioteca.
La utilidad de estos
centros es importante cuando las bibliotecas escolares
están desarrolladas, pero resulta esencial cuando se trata
de iniciar y dar un impulso al proceso de desarrollo de las
mismas. La existencia de este tipo de servicios es fundamental en
la planificación sistemática que debería ser
establecida desde los primeros momentos.
Los servicios de apoyo a las bibliotecas escolares han
de responder a las circunstancias del entorno y deberían
contar con presupuesto
suficiente para poder ofrecer a los centros educativos una amplia
gama de servicios y de materiales. Es importante, además,
que el personal conozca las técnicas bibliotecarias y
documentales, y que conozca en profundidad el sistema educativo
y los procesos de
enseñanza-aprendizaje.
ELABORACIÓN:
Lic. Luis Menacho Chiok,