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El teatro: un antiguo espectáculo (página 2)




Enviado por anagelfo anagelfo



Partes: 1, 2

Por la misma razón, la obra debe ser breve y
compacta. Ello obliga a utilizar el tiempo aludido además
del dramático, en que los espectadores (y lectores) puedan
enterarse de algunas cosas que ocurrieron antes, con solo
mencionarlas, sin que tengan que verlas (o leerlas)
personalmente.

Los personajes

Los personajes constituyen el segundo elemento dentro
del mundo dramático.

Al igual que las obras narrativas, en las obras
dramáticas existen personajes, seres creados por el
dramaturgo, que cobran vida en la ficción de la obra.
Ellos dicen sus parlamentos y, a través de sus palabras,
nos ayudan a configurar la acción.

Recordemos que los personajes se mueven, hacer gestos,
llevan vestimenta, y los lectores nos enteramos de todo esto
mediante las acotaciones.

Es importante que señalemos que estos personajes,
que existen en la obra dramática, son encarnados por
actores al momento de representar la obra y convertirla en una
pieza teatral. Los actores son personas reales, que pueden dar
vida a distintos personajes, según las obras que
realicen.

En las obras dramáticas existen varios tipos de
personajes. Estos son:

  • el protagonista,
  • el antagonista,
  • los personajes secundarios,
  • los personajes colectivos y
  • los personajes alegóricos.

El protagonista

Es el personaje principal, el más importante. Es
quien representa a una de las fuerzas que normalmente existen en
la obra dramática, y que se encuentran en conflicto.

Lo común es que el protagonista siempre trate de
buscar la solución del conflicto de buena manera. Es un
personaje con el cual el lector o el publico se identifica; al
leer o presenciar la obra se ¨solidariza¨ con él,
se pone de su lado.

El
antagonista

Es también un personaje importante y representa
la otra fuerza que
lucha. El antagonista es, entonces, quien se opone al
protagonista, está en contra de que él logre sus
fines.

Dicho de un modo familiar, el antagonista es el malo de
la historia.
Él retrasa la solución del conflicto, y los
lectores y espectadores destinatarios de la obra, generalmente no
están de su lado, no queremos que triunfe.

Parejas famosas de protagonistas y antagonistas son, por
ejemplo, Batman y el Guasón, el Correcaminos y el Coyote,
etc.

Personajes
secundarios

Son aquellos que no representan una de las dos fuerzas
en conflicto, sino que se suman a una de las dos, dando su apoyo
ya sea al protagonista o al antagonista.

No hay que creer que por ser secundarios, esto
personajes tiene menos importancia dentro de la obra. Lo que
sucede es que el conflicto no esta centrado en ellos, pero su
acción es igualmente definitiva para el desenlace de la
obra y su presencia es esencial.

Personajes colectivos

Son un tipo de personaje que, a pesar de ser una sola
persona,
representa a muchas otras; es como si fuera la encarnación
de un grupo. Puede
ser, por ejemplo, un representante del pueblo, o de los
súbditos del rey.

Personajes alegóricos

Constituyen la encarnación de aquellas cosas
abstractas, que no son personas. Evidentemente, estos son
personajes simbólicos, a los que se les dan las características de aquellas cosas a las que
representan.

Esto ocurre en aquellas obras donde participan como
personajes La Primavera, por ejemplo, o La Muerte,
representada como una mujer vestida de
negro, que aparece de pronto. En una famosa obra dramática
llamada El Gran Teatro del Mundo, intervienen varios de estos
personajes, como el Mundo, quien aparece en escena como si fuera
una persona, que
representa al universo
entero.

El mundo
dramático

Cuando estudiamos el genero narrativo
vinos que en las obras que pertenecen a él, existía
un mundo narrado. Lo mismo ocurre en las obras
dramáticas.

En ellas existe un mundo dramático; es una nueva
realidad, un mundo nuevo, ficticio, pero que parece real cuando
nos aventuramos a leer una obra dramática, y mucho
más cuando podemos presenciar su representación
escénica, es decir, cuando la vemos convertida en obra
teatral.

En este mundo nuevo, literario, existen tres elementos:
la acción, los personajes y el ambiente, determinado por
el espacio y el tiempo. Estos dos últimos ya los hemos
desarrollado, por lo tanto desarrollaremos la
acción.

La
acción

Constituye la parte más importante de la obra
dramática. En el mundo narrado no se habla de
acción, sino de acontecimientos.

En el caso de la obra dramática, no hablamos de
acontecimientos, ya que ellos no constituyen lo esencial de la
obra. No importa que ocurra, sino el hecho de que esta ocurriendo
algo (lo que sea) y ese algo esta ocurriendo en ese preciso
momento, que vuelve a ser presente cada vez que leemos una obra
dramática, o que vemos una obra teatral.

Recordemos que en el caso de las obras
dramáticas, no hay nadie que nos cuente lo que esta
sucediendo; nos enteramos de ello a través de las acciones de
los distintos personajes.

Ahora bien, la acción, o trama de la obra, como
ya dijimos, está siempre basada en un conflicto, en una
realidad problemática que angustia o perturba al hombre, y que
suele estar manifestada en dos fuerzas opositoras que luchan
entre si: el bien y el mal, la muerte y la
vida, el amor y el
odio, etc. Para plantearnos este conflicto, la acción
consta de lo que llamamos instancias
dramáticas.

Instancias

Con este nombre se designa a los distintos momentos de
la acción que se nos presenta en una obra
dramática.

Estos son, la mayor parte de las veces, claramente
diferentes. Son tres: la presentación, el desarrollo y
el desenlace.

  • Presentación: es la parte inicial de la obra,
    cuando se nos muestra las
    líneas generales de lo que tratara la obra. En este
    momento se deja más o meno perfilado el conflicto,
    aparecen los personajes que van a intervenir y se nos muestran
    todas las cartas del
    juego.
    Normalmente, en las obras que están divididas en actos,
    la presentación corresponde al primer acto.
  • Desarrollo: es la segunda parte de la obra,
    generalmente la más larga. En ella se nos muestra que
    curso van tomando los acontecimientos, cómo se mueven
    los personajes para lograr sus distintos objetivos, y
    cómo va aumentando el conflicto, hasta el punto que es
    el de mayor tensión, donde el problema alcanza su
    máximo grado. Este punto lo denominamos clímax.
    La mayor parte de las veces, el segundo acto, que coincide con
    el desarrollo
    de la obra, llega a su fin una vez producido el
    clímax.
  • Desenlace: es la parte final de la obra, donde la
    madeja del problema ya se ha desenredado, las cosas vuelven a
    la normalidad,

el conflicto se acaba.

Esto no quiere decir que siempre las obras
dramáticas terminen con un final feliz, ya que un
conflicto puede solucionarse, por ejemplo, con la muerte del
protagonista. El final puede ser bueno o malo, triste o alegre,
pero, en este momento, casi siempre el conflicto acaba por
despejarse. Existen algunas obras en las que el conflicto no se
soluciona, pero eso no es lo usual.

Normalmente, esta instancia dramática es
más breve que las anteriores, y suele coincidir con el
tercer acto, en las obras que lo tienen. Asimismo, hay obras en
las que el clímax está en el tercer
acto.

Estructura de la
obra dramática

La obra dramática posee una estructura
especial, es decir, esta constituida en forma particular y
propia. Está dividida en actos, que normalmente son tres y
sirven para separar los momentos dentro de la historia.

Capítulos, cuadros y escenas

En cada acto se presenta una especie de capítulo
distinto, que muestra como se va desarrollando la
historia.

Dentro de cada acto pueden encontrarse distintos
cuadros. El cuadro es una división que se genera cuando
hay un cambio de
escenografía, cuando el lugar donde se desarrolla la
acción es distinto. Si la acción transcurre en el
interior de una casa, y luego se muestra a los personajes en el
jardín, ha comenzado un nuevo cuadro.

Dentro de los actos también hay otras divisiones
más pequeñas, que son las escenas. Estas comienzan
o terminan cuando un personaje nuevo entra o sale del escenario.
Es decir, si al comienzo de la acción (primera escena) hay
tres personajes y uno de ellos se retira, ahí es cuando
comienza la segunda escena. Lo mismo ocurrirá si en lugar
de retirarse, entra el personaje.

Es importante decir que estas divisiones no son
obligatorias. Hay obras dramáticas que, por ejemplo,
estás escritas en un solo acto. también, algunos
dramaturgos no señalan los comienzos de escenas ni de
cuadros en sus obras.

De todas formas, hacer estas divisiones tiene por objeto
ayudar al posible director de la obra teatral. Es a él a
quien le servirán como guía para cuando realice el
montaje de dicha obra, pero no significa que siempre tengan que
estar presentes.

 

 

Ana Gelfo

Partes: 1, 2
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