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Finanzas públicas venezolanas; Función de las Finanzas públicas en el proceso de desarrollo (página 2)




Enviado por lisnahmens74



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5. Análisis comparativo de las variables
macroeconómicas en Venezuela

En toda actividad económica existen factores
importantes que varían en función de
las situaciones que se presentan. La actividad económica
se estudia diferenciando estos factores en variables
macroeconómicas y variables microeconómicas.
En las variables microeconómicas el problema básico
reside en la determinación de la estructura de
los precios
relativos y la teoría
básica es la demanda y
oferta.
Aquí se estudia el nivel de salario de manera
individual siendo estas individualidades ejemplo el salario en
diferentes zonas (rural, urbano); ocupaciones (obrero,
profesional); tipos de industria
(petrolera, manufacturera)
La macroeconomía reside en la determinación del
flujo de renta y la teoría
básica es el modelo de
flujo de renta circular.
Las variables macroeconómicas influyen en el comportamiento
económico colectivo cuyos determinantes principales son
los problemas que
se refieren a:

  • A la asignación de recursos entre
    la producción de bienes y
    servicios y
    la producción de bienes de
    capital (que
    unidos constituyen toda la economía).
  • A la tasa de crecimiento de la capacidad
    productiva.
  • Fluctuaciones en el nivel general de precios en
    cuanto a los incrementos y disminuciones de las transacciones;
    Por que se han incrementado en la mayoría de los
    países en los últimos 20 años
    (inflación y deflación).
  • El alto nivel de desempleo.
  • Fluctuaciones en el nivel de empleo de
    los diversos recursos en
    especial recursos como mano de obra.
  • Fluctuaciones en el nivel general de salarios.
  • Relación entre el comercio
    internacional y los niveles de empleo,
    precios y crecimiento de la economía.
  • Incertidumbre política y
    económica

Es importante mencionar que los ingresos y
gastos
gubernamentales se ven afectados por el comportamiento
de otras variables macro económicas, como el tipo de
cambio, los términos de intercambio, el crecimiento
del PBI, etc.
Las teorías
macroeconómicas han sido desarrolladas en y para
países prósperos. Antes de aplicarlas en Venezuela es
necesario efectuarles algunas modificaciones para tomar en cuenta
aspectos que en esos países pueden ser incluídos
dentro de "ceteris paribus" (todo lo demás permanece
constante) pero que en países pequeños con un bajo
ingreso per capita adquieren una importancia decisiva. Un ejemplo
de actualidad es el vano intento del BCV en controlar la liquidez
mediante el aumento en las tasas de
interés. En EE.UU. esto es efectivo (en realidad cada
vez menos) pero en Venezuela
sólo logra atraer capitales golondrina del extranjero.
Para poder
seleccionar la mejor política
económica es necesario comparar los pro y los contra
de las diferentes alternativas de acción utilizando el
enfoque de sistemas y la
experiencia histórica que nos muestran las estadísticas macroeconómicas.
Una política
económica efectiva no implica un deterioro aún
mayor del (ya bajísimo) nivel de vida actual ni de un
aumento en la pobreza
crítica antes de poder acceder
a un futuro mejor. Tampoco tiene como único objetivo:

  • Reestablecer los equilibrios
    macroeconómicos
  • Controlar la inflación
  • Eliminar el déficit fiscal
  • Hacer crecer el P.I.B.
  • Lograr tasas de interés
    positivas
  • Incentivar las inversiones
    extranjeras
  • Disminuir el desempleo

Desde hace 21 años, la inversión bruta fija viene cayendo, con un
levísimo intento de recuperación en 1991-1992; y en
1999-2000.
A este descenso se le ha añadido el mayor riesgo
político, lo que la ha contraído aún
más. Y es que, según Asdrúbal Baptista,
profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), el descenso en los
niveles de compra de activos fijos
obedece 'a una fractura profunda en la economía
venezolana', que sólo puede ser revertida recuperando
niveles de inversión pública y mediante un
profundo proceso de
apertura que abra al sector privado áreas que el Estado se
reserva. Lo que es más: La mayor caída en la
inversión bruta fija no petrolera se da entre 1979 y 1983,
coincidiendo con el mayor flujo de ingresos
petroleros de la historia.
En el 2000, el aporte del petróleo
en términos nominales ($25 millardos) será
considerado el mayor de la historia y la mayor per
cápita en términos reales desde el año 1981.
La
administración actual, como la de aquella
época, apuesta a reactivar la economía mediante el
gasto
público, con resultados más que escasos si se
ve 0,3% de crecimiento del PIB en el
primer trimestre de 2000 y una perspectiva de alrededor de 1%
para el segundo, según la visión no sólo de
Baptista, sino de otros dos economistas consultados (Luis
Zambrano Sequín, Universidad
Católica Andrés
Bello; y Domingo Fontiveros, Consultora Data Forecast &
Analítica.
'Hemos perdido completamente la capacidad de convertir el ingreso
petrolero en inversión, no sólo a nivel privado,
sino también en el ámbito de lo público,
afirma Baptista e indica que esta variable macroeconómica
es la que incide en el pobre desempeño del PIB y
también en el desempleo.
Según este economista, la falta de inversión
(originada por escasas perspectivas de futuro en el país)
condiciona el alto desempleo que se vive actualmente y el
incremento de la ocupación informal. 'Podemos decir que un
país está más desarrollado en la medida en
que su población está mejor salariada.
Aquí hemos involucionado en ese aspecto, puntualiza el
profesor del IESA, quien señala que en este momento el
acervo de capital por
habitante se haya en los niveles más bajos desde 1950.
Una política
económica efectiva resulta en mejoras inmediatas y
sostenidas en el tiempo en el
bienestar de la mayor parte de la población. En otras palabras, no tiene
ninguna lógica,
y mucho menos algún mérito, controlar la
inflación, por ejemplo, a costa de causarle un mayor
sufrimiento a la población. Este es el mismo razonamiento
errado según el cual, como los países desarrollados
producían grandes cantidades de acero, al
producir grandes cantidades de acero un
país subdesarrollado inexorablemente pasaría a ser
un país desarrollado. "Se confunde el efecto con la
causa".
Las políticas
económicas erradas si tienen consecuencias, y muy graves.
Las sufrimos todos al tener que convivir con una mayor
criminalidad y un deterioro en la calidad de la
vida.
Pese a un explosivo incremento en el gasto
público, la economía venezolana no da signos de
recuperación. Y la posibilidad de que este aumento en las
erogaciones del Estado se vaya
por la vía de importaciones y
por fuga de capitales crece en la medida en que lo hace la
incertidumbre política, según analistas
consultados.
La falta de confianza se manifiesta en la fuga de capitales y la
caída de la inversión bruta fija no petrolera
(Producto Interno
Bruto) que han llevado a la misma a su nivel más bajo
de la historia, si se exceptúa el año 1996, en el
cual un ajuste macroeconómico 'licuó' este
importante indicador de la economía.
El Ejecutivo Nacional hace abstracción de la realidad, al
vincular la inviabilidad del presupuesto
fiscal 2002
con algunas coyunturas externas como la recesión
económica mundial y la caída de los precios del
petróleo,
sin reconocer la mediocre gestión
financiera del Gobierno Central
caracterizada por el crecimiento desbordado de la deuda interna
en un poco más de 9.000 millones de US$, en los
últimos tres años.
Se estiman nuevos ingresos fiscales que suponen la
reducción del presupuesto de
ingresos ordinarios (básicamente petróleo) en casi
6 billones de Bs., se anuncia un paquete de medidas tributarias
altamente regresivas del ingreso personal
disponible (como el débito bancario y reforma de la
Ley del
IVA)
orientadas a compensar la merma del presupuesto y para completar
se anuncia la reducción del gasto de inversión en
proyectos de
infraestructura y desarrollo
(potencialmente generadores de crecimiento y empleo). Con un
escenario como el anterior, la economía venezolana en el
mejor caso no crecerá en este año. Y si la
economía no crece, no crecerá la
tributación.
Se plantea una reducción de los ingresos fiscales
petroleros (por precio y
volumen de
crudo colocado en los mercados
internacionales), lo cual obviamente supone una
contracción en el producto
interno bruto petrolero. Si recordamos que el
petróleo, impacta globalmente a la economía en
más de un 50% (de los cuales 25% son en forma directa y
35% en forma indirecta), entonces, menos dinámica petrolera, supondrá menor
crecimiento en la actividad económica en general. Este
cuadro se complica aún mas cuando se somete a la actividad
económica al gravamen de nuevos impuestos como
los anunciados, a los impactos que en la intermediación
financiera en créditos tendrá el débito
bancario y al desdibujamiento de la actividad crediticia que
supondrá el mayor empapelamiento de la banca por efecto
de las nuevas emisiones de deuda interna. De manera, que no se
entiende como el Ejecutivo Nacional podrá mantener
constante la meta de
crecimiento del año 2002 en un contexto de importante
caída en la demanda agregada
interna.

  • Por caída en el consumo
    privado, dado el efecto regresivo que el impuesto al
    débito bancario y las reformas en el IVA
    tendrán en el ingreso personal
    disponible
  • Por la caída en la inversión
    privada:
  • Dada la incertidumbre e inseguridad
    que producen las leyes
    económicas que esperan su aprobación en la
    Asamblea Nacional
  • Dada la inevitable caída en la
    intermediación en créditos por efecto del alza de las
    tasas de
    interés y el desplazamiento del ahorro
    nacional a financiar la adquisición de deuda interna a
    expensas del crédito bancario
  • Y dada la situación de wait and see (esperar y
    ver que pasa) que reina en la mente de empresarios e
    inversionistas por efecto del deterioro de las
    expectativas.

Se supone además que los ingresos internos no
petroleros ( impuesto sobre la
renta, IVA, aduanas, etc.)
crecerán por encima del presupuesto inicialmente
formulado, al pasar de 10,3 a 10,4 billones bolívares.
Esto menos se entiende.
En el mejor escenario, el crecimiento de este año
será cero. Si la economía no crece en el 2002,
entonces tendrá menor capacidad para tributar, cayendo
inevitablemente la tasa efectiva de tributación. La
ecuación es sencilla. Las nuevas metas de ingresos
fiscales lucen poco creíbles y realizables, inundando de
mayor incertidumbre a los mercados
cambiarios y monetarios.
El nuevo endeudamiento interno, supondrá efectos nocivos
para la actividad económica. Una banca que
está desmonetizada, empequeñecida en
términos reales, asistiendo a un proceso de
evaporación de los medios pagos
líquidos de la economía, que hace esfuerzos
extraordinarios para captar bolívares producto del
proceso de dolarización informal que vive el
país, difícilmente podrá absorber tal
magnitud de emisiones de deuda interna. Y en el mejor escenario
para el Gobierno
Nacional, una mayor intermediación del sistema
financiero en títulos valores
emitidos y avalados por la nación,
supondrá una menor intermediación en
créditos bancarios, es decir menos financiamiento
para la actividad productiva (aquella) generadora de empleo y
crecimiento
económico.
Todo lo anterior confirma que el crecimiento
económico nunca está a la esquina de un ajuste
fiscal.
El impuesto al
débito bancario (IDB). Es impensable que la meta de 1,4
billones de bolívares se alcance, en un contexto de menor
dinámica económica y por ende de
menor velocidad de
circulación del dinero en la
economía. Además, el IDB constituye un gravamen a
la intemediación financiera y promueve, indudablemente, la
exportación del ahorro
nacional hacia el exterior.
En relación con las utilidades operativas del BCV, es
importante advertir que se trata de una clara monetización
del déficit fiscal con alto impacto inflacionario. Cuando
un déficit en la gestión
financiera del Gobierno Central no puede financiarse con
endeudamiento interno ni externo, entonces, suele ser
crónicamente monetizado, es decir, financiado con
emisión inorgánica de dinero,
oferta
monetaria emitida por el Banco Central y
no respaldada por el producto interno
bruto.
Cuando el Banco Central
hace emisión inorgánica, dota a los agentes
económicos con un poder de compra para adquirir un
producto que no se ha producido, estimulando el alza del nivel
general de precios de la economía, entiéndase por
ello, inflación y por supuesto la sobre-valuación
del tipo de cambio,
presión
en el mercado cambiario
y etc.
De llevar a cabo esta medida le restaría credibilidad al
BCV como garante de las reservas internacionales y de la
estabilidad cambiaria y monetaria, al convertirlo en la caja
chica del Ejecutivo Nacional. Devela su falta de autonomía
institucional e introduce incertidumbre acerca de su capacidad
para sostener el régimen cambiario recientemente
anunciado.
Igualmente, el Presidente anuncia que se tomará dos
billones de bolívares de lo que potencialmente
sería ahorrado en el FIEM durante el año 2002,
cuando en la formulación del presupuesto de este
año se dijo al país que no habrían aportes
al fondo para la estabilización macroeconómica.
Y para completar, se anuncia una reducción del gasto
público, particularmente el gasto en proyectos de
inversión e infraestructura (el cual por su naturaleza
está llamado a generar empleo y crecimiento
económico) manteniéndose constante el gasto
corriente. Aquí lo grave no es la cantidad sino la
calidad del
gasto.
En Venezuela existe un claro deterioro de las expectativas
racionales de los agentes económicos, dado por el
enrarecimiento del entorno político del país y por
la incertidumbre política del Gobierno Nacional.
Cuando los agentes económicos consideran que las cosas no
van a marchar bien, cuando existe la percepción
de que el programa
económico del cual hace alarde el Ejecutivo Nacional tiene
claros problemas de
viabilidad, cuando el mercado se entera
que se descapitaliza a la principal empresa estatal
del país (PDVSA) al obligarla a pagar dividendos sobre
utilidades no generadas para financiar brecha fiscal, cuando se
percibe que existe un desfase en la adopción
de reformas económicas estructurales y además se
materializa en el ambiente
político un clima de crisis de
gobernabilidad, estos comienzan a descontar anticipadamente los
efectos previsibles de un fracaso en el programa, y por
mas antipático y antipatriótico que parezca, la
mejor manera de maximizar y asegurar los haberes, es dolarizando
la renta. Y ciertamente eso es lo que está ocurriendo en
nuestro país; un claro proceso de exportación de la intermediación
financiera hacia el exterior, fuga de capitales o lo que es
más dramático un proceso de dolarización informal de la economía
venezolana.
En toda economía existen tres tipos de ahorro
(transaccional, de precaución y de especulación) y,
básicamente, el ahorro que existe en el país es
transaccional y lo que es ahorro de precaución y de
especulación ya se fugó hace tiempo,
señalan los economistas. El mayor excedente petrolero lo
único que garantiza es disponibilidad de divisas para
hacer ese ahorro externo. En este entorno, donde no existe nueva
inversión, es muy difícil, entonces, que a corto
plazo mejore la situación económica del
país
Los analistas encuestados por Reuters prevén que, pese a
la caída de los precios petroleros, la economía del
país culminará el año 2001 con un
sólido crecimiento de 3,0%, uno de los más altos de
Latinoamérica, además de una
inflación de 12,9%, algo menor a la del 2000.
Pero la aparente salud económica es
frágil, pues depende de un elevado gasto público
para impulsar al sector privado, especialmente a la construcción, mientras que los conflictos
entre los empresarios y el gobierno han llevado a la paridad
cambiaria, más allá de la meta oficial de Bs. 750
por dólar para este año.
Según una encuesta
efectuada por la agencia de noticias Reuters, Venezuela, la
cuarta mayor economía en Latinoamérica, crecerá apenas un
0,5% el próximo año, debido a una debacle de los
precios petroleros que provocará su virtual
paralización. Asimismo, los siete bancos e
institutos de investigación consultados previeron que el
bolívar perderá una quinta parte de su valor en 2002,
debido a que los bajos precios del crudo dejarán al
gobierno del presidente de la República, Hugo
Chávez, con escasas divisas para defender la
cotización.
Un tercio del Producto Interno Bruto nacional y más de la
mitad del gasto público se sustenta en la industria
petrolera. El presupuesto para el año próximo se
basa en una cotización media del crudo de 18,5
dólares por barril, una meta tan incierta como la
situación del mercado energético.
No en vano, la
Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) ha
convocado otra reunión extraordinaria para el 28 de
diciembre, pese a haber logrado el apoyo de los productores
independientes en recortar la oferta mundial de crudo en 2
millones de barriles diarios, a partir del 1 de enero.

¿A que se debe la
volatilidad cambiaria en Venezuela?
¿Por que se deterioran la expectativas de los agentes
económicos nacionales y extranjeros? Bien, aunque parezca
trillado, la razón tiene que ver con la incertidumbre
política y económica que promueve la gestión
gubernamental del Ejecutivo.
El sostenimiento del régimen cambiario está
asociado a la viabilidad de la reforma fiscal anunciada, de su
eficacia y de
su credibilidad por parte de los agentes económicos. La
volatilidad observada en el primer día de estreno del
nuevo régimen cambiario, (donde el tipo de cambio
cerró en los 981 Bs./US$) puso en evidencia de una forma
desproporcionada la poca credibilidad que tiene el discurso
oficial. Es claro el recurrente deterioro de las expectativas de
los agentes económicos. Una rápida revisión
de los anuncios del pasado martes de carnaval, nos
permitirán soportar está afirmación.
Para el economista y experto petrolero Alfredo Toro Hardy, "los
precios no se recuperarán por la vía de recortes de
producción
y en todo caso, si estos llegaran a producirse, el aumento de
precios petroleros no haría más que agravar la
recesión económica mundial". Esto se
traduciría en una menor actividad económica, y un
aumento de la tendencia de caída de los precios por un
menor consumo.
La caída estacional de los precios a partir de abril de
2002 podría constituir un terrible escenario para el
país, si no hay una recuperación de la
economía. Una mala noticia: según los
últimos pronósticos del Fondo Monetario
Internacional, la economía mundial no se
recuperará hasta el segundo semestre de 2002.
Los pronósticos de los analistas contrastan
ampliamente con los cálculos oficiales, pues ninguno de
ellos considera factible el objetivo
oficial de crecimiento de 4,5%, para el año
próximo. "El año que viene va a ser muy
difícil. El gobierno enfrentará un drástico
ajuste fiscal o (…) una crisis de su
balanza de
pagos", dijo el economista Francisco Vivancos.

6. Inflación y
crecimiento.

A este fenómeno de la economía se le da el
nombre de inflación, que no es más que el alza
constante de los precios de los bienes y servicios de
un país, lo cual hace que el dinero
valga cada día menos, es decir, hace falta más
dinero para comprar las mismas cosas.
La inflación (como todas las variables
macroeconómicas) se interrelaciona con otras variables
como la liquidez monetaria, la demanda, el
consumo y las tasas de interés,
entre otras. Por esta causa, resulta tan difícil
combatirla o conseguir una causa determinada para justificar su
existencia.
Existen dos razones ligadas al proceso productivo como son los
elementos reales y otros de orden sociológico -como las
expectativas y los temores que tienen los agentes
económicos y los consumidores- que generan acciones
especulativas que inciden en los precios.
Para resumir, podríamos decir que el espiral
inflacionario, en principio, se retroalimenta y funciona de la
siguiente manera: los precios impulsan los salarios y el
gasto, y éste, a su vez, eleva los precios.

¿Cómo se mide la inflación?
Existe un índice para medir la inflación que
consiste en una cesta de precios, catalogados de primera
necesidad, y que, generalmente, es medido por el Banco Central de
cada país, mensualmente. En Venezuela se llama Indice de
Precios al Consumidor
(IPC).
En el mes de febrero del 2002 la tasa inflacionaria se
situó en 1,8%, lo que duplica el índice
inflacionario registrado el mes anterior, además de
representar un alza de 1,3 puntos frente a la inflación de
febrero del 2001. La inflación acumulada en el 2002
asciende a 2,7%. Con este resultado, sumado a los otros indicadores
monetarios, la expectativa en torno a la
inflación del 2002 podría situarse en torno a 30%, toda
vez que el mercado cambiario hará percibir a lo largo del
año los efectos de la devaluación de más de 35 puntos
registrada en el mes, y a ello se sumará el factor de las
altas tasas de interés, a menos que logre corregirse en
los próximos meses.
Simultáneamente, la tasa inflacionaria anualizada entre
febrero del 2001 y febrero del 2002 se ubicó en 13,2%. Lo
más peculiar de este resultado de febrero es que ocurre en
medio de un escenario de escasez de liquidez en el sistema
monetario, que ha sido una de las causas principales en el alza
de las tasas de interés, lo que retroalimenta así
la inflación. La liquidez monetaria presente en el
sistema fue de
15 billones 564 millardos de bolívares a mediados del mes,
de los que 7,9 billones correspondieron a dinero, y 7,6 billones
a cuasidinero.

¿Qué es el PIB?
Tiene mucho que ver con el ahorro que se invierte y se trasforma
en desarrollo. El
Producto Interno Bruto es la suma del valor de los
bienes y servicios producidos por un país. El PIB nos
demuestra el nivel de crecimiento de una economía.
El director del Banco Central de Venezuela, Domingo Maza Zavala,
estimó el miércoles 3 de abril de 2.002 que la
inflación del país cerrará entre 20 y 22 por
ciento este año, cifra que ató a que el tipo de
cambio se
mantenga por debajo de 1.000 bolívares por dólar,
informó Reuters.
"Podríamos tener una franja de inflación de entre
20 y 22 por ciento", dijo Domingo Maza en entrevista con
la emisora Unión Radio.
Explicó que el comportamiento de los precios en marzo de
2.002, cuando treparon 4,2 por ciento y la inflación fue
la más alta desde octubre de 1996, no puede proyectarse
para el resto del año, dado que espera que el alza de los
precios tienda a estabilizarse.
La inflación en el primer trimestre fue de 7,0 por ciento
y la anualizada a marzo de 17,6 por ciento, cifras que dejaron
atrás la meta inicial del Gobierno de 10 por ciento para
todo el año, y que ahora se encuentra ajustando junto con
otras variables macroeconómicas.

Sistema de flotación cambiaria
La depreciación del bolívar (de -14 por
ciento desde que entró en vigencia el 13 de febrero una
flotación del tipo de cambio para frenar la fuga de
capitales) impulsó los precios de los bienes y servicios
en el país, el cuarto exportador de crudo en el
planeta.
El emisor estableció desde el 18 de febrero un sistema de
subastas de dólares para surtir al mercado. En las
primeras jornadas fueron ofrecidos 60 millones de dólares
diarios, monto que ha ido reduciéndose hasta los actuales
45 millones.
"No se puede proyectar linealmente a través del año
los resultados obtenidos en el primer trimestre, porque es
posible que el efecto de flotación cambiaria (sobre los
precios) que se acusó bastante acentuado en el mes de
marzo, vaya debilitándose en el transcurso de los
próximos meses, si otros factores no inciden en el
mercado", dijo Maza.
Maza Zavala calcula que el tipo de cambio tenderá a la
estabilización en "menos de 1.000 (bolívares) y eso
contribuirá a que los impulsos inflacionarios se
calmen".
Agregó que no hay razones para que se creen expectativas
en torno de un alza abrupta de la paridad, con una tasa que "se
está diseñando de entre 900/950 bolívares
por dólar".
El tipo de cambio, que superó los 1.100 bolívares
por dólar en las primeras jornadas tras la
flotación, cerró el martes en 921,75/923
bolívares por dólar.
Maza basó sus cálculos sobre la premisa de que hay
menores requerimientos de dólares por parte de los agentes
económicos.
"La demanda de divisas está estabilizada en un nivel
moderado. Con relación al mes de enero de 2.002 hay una
disminución de la demanda de entre 40 y 50 por ciento, y
eso se va a mantener en el transcurso del año",
afirmó.
Los requerimientos de divisas en marzo de 2002 son
históricamente más bajos en Venezuela porque en ese
mes se hacen importantes pagos de impuestos, por lo
que muchos venden dólares para cancelar los tributos con
bolívares.
Maza prevé que las reservas internacionales del
país aumentarán debido al alza que han
experimentado los precios petroleros en las últimas
jornadas, pero especificó que el efecto se sentirá
a partir de mayo cuando la factura por
ventas de
crudo comience a hacerse efectiva.
Las reservas en manos del emisor se ubicaron en 9.451 millones de
dólares al primero de abril, 23 por ciento menos que al
cierre del 2001. El país cuenta adicionalmente con 5.588
millones de dólares que están depositados en un
fondo especial para contingencias.
La nueva Ley de Hidrocarburos,
que fue aprobada mediante la Ley Habilitante, representa, a
juicio de los analistas, un retraso de 25 años en la
legislación petrolera. El instrumento legal podría
representar un declive de las inversiones de
las transnacionales, porque fija una participación estatal
del 51% en los proyectos y
encarece, con una regalía del 20% al 30%, la
explotación de los crudos pesados (además de la
regalía de 16,7% impuesta a la explotación de la
orimulsión).
Venezuela debería respaldar sus recortes en la oferta
petrolera con inversiones en el sector, para poder captar un
mayor mercado cuando se recupere la demanda. El país
depende más que antes de los precios del crudo, ante las
bajas inversiones en los demás ramos de la
economía.
El Ministro de Finanzas
Usón comentó que una vez que se establezcan las
nuevas metas macroeconómicas, después de las
medidas cambiarias y fiscales adoptadas en febrero de 2.002,
será recalculado el presupuesto de ingresos para este
año.
Esas cifras serán presentadas a un grupo de
bancos de
inversión con el objetivo de mejorar las expectativas de
los analistas sobre la economía venezolana, dijo.
"Con las variables económicas ya en posición,
nosotros anunciaríamos para la próxima semana el
recálculo del presupuesto de ingresos. Cuando eso lo demos
a las bancas de inversión, indiscutiblemente que las
expectativas van a ser mucho mejores", afirmó.
El funcionario informó que ha mantenido reuniones con
bancos de inversión los últimos días y
dejó abierta la posibilidad de que pueda plantearse una
nueva emisión de bonos de la
deuda
pública externa.
"Estamos haciendo eso. La banca de inversión nos
está considerando que estamos en un momento bueno", dijo
al ser consultado acerca de las versiones de mercado de que
Venezuela está preparando una emisión por unos
1.000 millones de dólares.
El gobierno del presidente Chávez ha dicho que es
necesario mejorar el perfil de la deuda externa
venezolana, debido a que entre el 2002 y el 2007 son fuertes los
compromisos de pago.

Papeles emitidos por la nación
Entre el 1º y el 22 de febrero las emisiones de Bonos de Deuda
Pública Nacional con Pacto de Recompra (los Repos)
alcanzaron un volumen de
cuatro, a lo largo de igual número de jornadas. El monto
total ofrecido rozó los 26 millardos 105 millones de
bolívares, de los cuales se colocaron 4 millardos 556
millones, que equivalen a 17,45%. La tasa promedio de
interés gravitó entre 29,1474%, y los plazos fueron
de 28 días.
Simultáneamente, se registraron tres ofertas de
títulos de Deuda Pública Nacional (DPN) en tres
jornadas. Totalizaron 54 millardos 823 millones de
bolívares, de los que se adjudicaron 4 millardos 177
millones de bolívares, es decir, 7,62% de lo emitido. Los
plazos estuvieron entre 348 y 355 días, y las tasas
nominales en 30,11%. El monto adjudicado por vencer en febrero
ascendió a 88,2 millardos de bolívares, y el monto
total adjudicado por vencer englobó 6 billones 580
millardos 920 millones de bolívares.
En el período no hubo muchas ofertas de Letras del Tesoro.
El monto adjudicado por vencer en febrero fue de 138 millardos
268 millones de bolívares, y el monto total por vencer
sumó 715 millardos 61 millones.

Papeles Comerciales
En el período del 1º al 22 de febrero el mercado de
papeles comerciales registró 12 emisiones: ocho
denominadas en moneda nacional y cuatro en divisas. Las primeras
totalizaron 59,2 millardos de bolívares, mientras que las
segundas sumaron 23 millones de dólares. Frente al
comportamiento del mismo período del mes anterior, supone
una menor emisión en moneda local y el sostenimiento del
mismo nivel en emisiones en dólares. Obviamente, la
posibilidad de lanzar papeles en dólares está atada
a que las empresas emisoras
obtengan ingresos en divisas. En el período, todas las
emisiones se correspondieron con programas
iniciados en el 2001. Los plazos de vencimiento estuvieron entre
7 y 154 días. En cuanto al rendimiento, las tasas de
interés para las emisiones en bolívares oscilaron
entre 30 y 48%, lo que reflejó la tendencia al alza en las
tasas, mientras que las emisiones en dólares ofrecieron
una tasa entre 3,13 y 4,50%. A su vez, las calificaciones de
riesgo
obtenidas por estas emisiones estuvieron entre un rating de A1 y
B1. Nuevamente, este mercado supondrá para las empresas emisoras
un costo de alquiler
del dinero inferior al que les representarían las tasas
bancarias de interés, lo que podrá incentivar las
emisiones en los meses siguentes.

Fondos mutuales
Obstaculizados por IDB
Las reinversiones en el mercado de fondos mutuales se vieron
obstaculizadas en el mes de febrero, debido a la expectativa
creada por la eventual implantación del Impuesto al
Débito Bancario. Ciertamente, todas las transacciones que
realicen las instituciones
financieras con las carteras administradas de los fondos mutuales
estarán gravadas con este impuesto. De esta forma, los
inversionistas, que estuvieron atraídos por incrementar
sus posiciones en los fondos mutuales (tanto por el alza en los
rendimientos en instrumentos de renta fija, como por el alza del
precio de la
divisa, para el caso de fondos denominados en moneda extranjera),
tuvieron que posponer indefinidamente sus aspiraciones. En
general, la tendencia en el mercado apunta a reestructurar las
opciones de inversión en este sentido, pero en todo caso
el ánimo es a esperar que se defina la suerte de los
fondos mutuales para cuando comience el régimen del
impuesto al débito bancario. En todo caso, quienes
poseían inversiones en los fondos mutuales pueden
mantenerlas. Lo que en algunos casos estuvo detenida fue la
realización de nuevas inversiones en estos instrumentos, a
causa del anunciado tributo. Independientemente de ello, los valores
activos netos de
los distintos fondos se vieron favorecidos en el mes, por efecto
del alza en los tipos de interés y el alza en el precio
del dólar registraron un desplazamiento de 21,16 a 22,98
puntos en promedio (máxima de 42,50 y mínima de
15,33%).
Respecto a las tasas que paga la banca por los depósitos
del público (en sus niveles máximos), los
movimientos fueron los siguientes: las tasas pasivas pasaron de
18,53 a 23,65% para depósitos a 30 días; se
desplazaron de 18,81 a 22,71% para depósitos a 60
días, y se movieron de 19,10 a 22,31% para
depósitos a 90 días. La tasa promedio para
depósitos a 120 días varió de 18,74 a
20,42%; 180 días pasó de 17,50 a 19,78%, y 360
días varió de 15,89 a 18,40%.
En depósitos de ahorro la tasa máxima promedio se
ajustó de 8,57 a 10,29%, mientras que en activos
líquidos el tipo de interés se mantuvo en 6,07%.
Tras haberse decretado la libre flotación del
dólar, esta situación de altas tasas de
interés se corregiría si se deja que efectivamente
el mercado marque el precio de la divisa, y luego se inyecte
liquidez a un mercado monetario que refleja una fuerte
escasez.
En el mercado interbancario la tasa overnight dominante
mostró un nivel mínimo de 30 puntos y máximo
de 58,60%; la tasa mínima interbancaria se mantuvo entre
10 y 55%, y la overnight máxima se movió entre 40 y
el astronómico nivel de 100% que, nuevamente, es expresivo
de la limitada liquidez presente en el sistema.

Mercado cambiario
En el mes de febrero de 2.002 el tipo de cambio tendió a
desplazarse sustantivamente por efecto de la tensión en el
ámbito político, lo que incidió en un fuerte
descenso de las reservas internacionales, y obligó, el
día 12 de febrero, a adoptar la libre flotación del
dólar, dejando atrás el régimen de bandas
cambiarias. Este suceso permitió en parte corregir la
sobrevaluación de la moneda nacional. En total, el precio
del dólar pasó en el mes, de 767 bolívares a
1.038,25, lo que representa una devaluación contundente de 35,37% en el mes
(la de enero fue de 1,19%). Con este resultado, la expectativa de
devaluación del año 2002 estará sujeta a que
la divisa logre un nivel de equilibrio,
sin intervenciones extraordinarias del Banco Central. Pero en
este punto el factor en juego no es
solo la corrección de la sobrevaluación de la
divisa, sino la reacción de un mercado (sesgado
inherentemente por el nerviosismo) ante los acontecimientos en el
ámbito político.
Para revertir la tendencia a la fuga compulsiva de capitales, el
mejor signo que podría percibir el mercado cambiario en
este momento sería un acuerdo de gobernabilidad realizado
entre todos los actores de la esfera política, social,
económica.
En el mes de febrero del 2002 el volumen de reservas
internacionales totales cayó a 10,2 millardos de
dólares, sin contar los 5,6 millardos depositados en el
Fondo de Estabilización monetaria.

Tasas de interés
Reacción drástica
En el período del 1º al 22 de febrero de 2.002 las
tasas de interés del sistema
financiero nacional registraron una drástica
reacción tras la libre flotación del tipo de
cambio: la tasa promedio del crédito
al consumo (tarjetas de
crédito) pasó de 32,89 a 44,51%, siendo la
máxima 95% y la mínima 18.
La tasa para créditos hipotecarios también se
ajustó, al pasar de 38,25 a 46,48%, con máximos y
mínimos entre 95 y 32%. La tasa para créditos
comerciales también mostró un ascenso, al pasar de
37,24 a 51,89%, situándose sus niveles máximo y
mínimo entre 95 y 19,36%. En cuanto a los créditos
a tasas especiales para la pequeña y mediana empresa, la tasa
activa promedio se ajustó de 33,11 a 39,57%, con extremos
entre 25 y 71%. Asimismo, las tasas para créditos
agrícolas

Qué son las tasas de interés reales
positivas?
En economía, se consideran cifras nominales aquellas que
están expresadas en unidades monetarias, bolívares
en el caso venezolano, "corrientes"; esto es, en cifras que no
toman en cuenta la inflación. Por el contrario, cuando
dichas cifras se presentan en bolívares "constantes", se
ajustan tomando en cuenta la tasa de inflación de manera
de realizar comparaciones más asertivas.
En el caso de las tasas de interés se dice que las mismas
son reales cuando toman en cuenta la inflación. Si, por
ejemplo, la tasa de
interés anual es de 15 por ciento y la tasa de
inflación del mismo año es 10 por ciento, la
tasa de
interés real es 5 por ciento. Como puede notarse, si
la tasa de interés es superior a la tasa inflacionaria, se
habla de tasas de interés reales positivas, mientras que
cuando sucede lo contrario se consideran negativas.
En Venezuela hemos tenido tasas de interés reales
negativas desde el año 1992, lo que se tradujo en un
bajísimo incentivo al ahorro (fuente primaria de donde
salen las inversiones) y en un desplazamiento importante de
recursos de los acreedores a los deudores.
Las tasas de interés, que se mantienen en niveles
superiores al 60 por ciento, comenzarán a descender y se
espera que para abril o mayo sean más accesibles para los
deudores, según fuentes del
Banco Central de Venezuela (BCV).
El director del BCV, Domingo Maza, informó que el aumento
de las tasas de interés se impulsó para contener la
salida de divisas que se realizó en el país hasta
febrero, ante la libre flotación del dólar.
Maza aseguró a que, sin embargo, después de un mes
de la liberación cambiaria el bolívar comienza a
estabilizarse, y las tasas, que llegaron a más del 60 por
ciento, "para abril o mayo esperamos que ya estén
más bajas".
El economista reiteró que tras la libre flotación
del precio del dólar que asumió el gobierno el 13
de febrero pasado "ya no existen expectativas de
devaluación".
Agregó que además, aumentará la liquidez por
el retorno de depósitos a la banca y una mayor
ejecución del gasto público, factores que, dijo,
ayudarán a que las tasas de interés comiencen a
reducirse.
Estimó que el tipo de cambio, que en la primera semana de
libre flotación llegó a sobrepasar los mil
bolívares por dólar, podría estabilizarse
entre 900 y 920, cifra que calificó de "razonable dentro
de las circunstancias de la economía".
El ejecutivo explicó que durante marzo el tipo de cambio
puede continuar a la baja porque empresas y ahorristas
cambiarán
divisas en bolívares para cancelar impuestos.
El director del BCV también auguró que la
inflación cerrará este año por debajo de un
20 por ciento, y que la aplicación de nuevos impuestos,
también a partir de marzo y abril, "tendrá una
incidencia mínima sobre los precios"

Tabla Variables Macroeconómicas Año 2.000
– 2.001

VENEZUELA

2000

2001

Año

Mayo

Mayo

Junio

Julio

Inflación (% -año
completo)

16,19

12,06

12,61

12,47

13,01

Producción de petróleo crudo
(1997=100)

94,23

94,43

93,72

93,50

93,30(p)

Tasa de interés nominal de depósito
(promedio %)

15,87

12,61

11,70

13,26

13,10

Tasa de cambio. Fin período (Mda. loc. por
US$)

699,75

711,75

715,00

718,75

725,25

Reservas internacinales con oro
(US$Mlls)

15.883

14.298

13.800

13.425

13.529

Balanza comercial bienes (US$Mlls)

17.965

Cuenta corriente (mll US $)

13.365

Liquidez monetaria (M2) (miles millons)

16.285

15.161

14.409

14.856

Paridad real (1995=100)*

61,86

57,50(p)

56,92 (p)

56,60 (p)

56,10 (p)

Cotización acciones
(1995=100)

393,98

455,24

480,72

463,01

464,59

Economistas opinaron que la recesión
económica mundial en el 2002 golpeará la
cotización internacional del petróleo y
socavará la capacidad del cuarto exportador mundial de
crudo para respaldar financieramente su sistema cambiario.
"Nosotros este año vamos a tener unos ingresos petroleros
menores que los del año pasado", dijo el economista
Francisco Faraco, de la firma Faraco y Asociados. "Este
año va a ser muy difícil de sostener (el sistema),
en un momento en el cual las disponibilidades de divisas
comienzan a mermar", añadió.
Las reservas internacionales de Venezuela bajaron 22,6 por ciento
a 12.289 millones de dólares entre el 2000 y el 2001,
mientras el precio promedio de la cesta petrolera del cuarto
exportador mundial de crudos bajó de 25,91 hasta 20,30
dólares por barril en el mismo lapso.
En la primera semana del 2002, el precio de la cesta petrolera se
ubicó en 16,94 dólares por barril. La expectativa
presupuestaria para el año es de 18,5 dólares por
barril.
La baja de ingresos podría agravarse a lo largo del 2002
por una autoimpuesta reducción de los volúmenes de
exportación, en el marco de los recortes de
producción acordados por la Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP), a la que
pertenece Venezuela, para estabilizar el mercado.
Cifras preliminares del Banco Central de Venezuela (BCV) parecen
respaldar esa tesis. El
superávit de cuenta corriente del país se redujo
desde 13.111 millones de dólares en 2000 a 4.395 millones
de dólares al cierre del 2001.
Mientras tanto, las metas presupuestarias del gobierno para el
año 2002, que incluyen un crecimiento de 4,0 por ciento en
términos del Producto Interno Bruto (PIB), basado en gasto
público, contra el 2,7 por ciento del 2001, son
consideradas "irreales" por empresarios, quienes prevén
una recesión.
La principal asociación empresarial de Venezuela,
Fedecámaras, prevé una recesión de hasta 1,9
por ciento.
"Pareciera que tanto por razones de comercio, de
sustentabilidad del sector externo, como por razones de
estabilidad fiscal, el BCV debería revisar su esquema
cambiario", añadió Faraco.
Las importaciones de
Venezuela en el 2001 subieron 11,6 por ciento respecto al 2000,
hasta 17.282 millones de dólares. La balanza de pagos
del país registró al cierre del 2001 un
déficit de 2.434 millones de dólares, contra el
superávit de 5.818 millones de dólares en el
año previo, según el BCV.
Los analistas coinciden en que el bolívar está
sobrevaluado en alrededor de 30 por ciento respecto al
dólar, pero advierten que el gobierno "no está
dispuesto" a afrontar el costo social de
la devaluación y podría aplicar controles
cambiarios en caso de enfrentar problemas.
Francisco Vivancos, analista de la firma Merinvest, dijo que la
aplicación de controles "siempre es un riesgo, sobre todo
para aquel tipo de gobiernos que pretenden no pagar la factura en el
corto plazo de lo que es una realineación de la banda
cambiaria o lo que es una devaluación".
Durante las últimas semanas del año pasado, la
demanda de dólares se disparó muy por encima de la
norma del mercado, ante el temor de que se aplicaran controles de
convertibilidad luego que Chávez amenazó con
represalias contra los
"especuladores".

7. Fortalecimiento de las finanzas
públicas a través de la reforma de las empresas
estadales.

La Función de
las finanzas
públicas en el proceso de desarrollo
Las finanzas
públicas pueden fortalecerse y ayudar al proceso de
desarrollo creando la plataforma necesaria para la
atracción de inversiones,

  • Dotar al estado de
    una clara transparencia en todos los asuntos públicos
    para combatir el flagelo de la corrupción y rescatar la confianza y
    credibilidad de la comunidad
    nacional e internacional en el más pequeño de sus
    actos. En este sentido, se trata de proponer una nueva ética,
    en la cual la práctica institucional de quienes proponen
    y ejecutan políticas públicas esté
    claramente signada por una actitud de
    servicio y
    no por la búsqueda de beneficios personales.
  • Una Ley establecida en la Ley Orgánica de
    Salvaguarda del Patrimonio
    Público en su artículo 5, la normativa
    relacionada con la declaración jurada de patrimonio
    que todo funcionario público antes de tomar
    posesión de sus funciones debe
    cumplir (hasta ahora solo la cumplen por iniciativa propia (muy
    pocos)). El cumplimiento de esta normativa haría
    más eficiente y transparente su gestión, una vez
    que esta Ley y otras que se consideren necesarias se cumplan a
    cabalidad: Aumentar el situado que se le aporta a las
    gobernaciones y alcaldías, apoyar una mayor descentralización.
  • Haciendo competitivas y eficientes las empresas
    públicas, eliminando la burocracia que
    tanto daño les causa; eliminar en ellas la
    función de labor social que vienen desempeñando y
    llevarlas al terreno de la productividad
  • La creación del Fondo de Pensiones en manos de
    una empresa de
    reconocida solvencia moral y
    ética. En nuestro país no existe
    un Fondo de Pensiones que maneje los fondos de los jubilados de
    manera eficiente y efectiva, en su defecto el Instituto de los
    Seguros
    Sociales durante muchos años ha hecho uso de manera
    irracional de ellos, llegado el momento de la jubilación
    no hay poder legal que defienda esta anormalidad.
  • Autorizando la entrada de importantes capitales
    foráneos a través de las concesiones de capital
    extranjero que vayan a favor de nuestros estados, facilitando
    para ello el sistema de permisología que tantas trabas
    coloca para el establecimiento de estas industrias.
  • El incremento del salario acorde con las necesidades
    existentes, ya que está muy por debajo de las
    expectativas del sector laboral, en
    cuanto a los beneficios sociales si el estado
    está en capacidad de absorberlos que los cumpla de lo
    contrario sustituirlo por efectivo.
  • Concientización en los sindicatos
    existentes haciéndoles entender que si de verdad desean
    que la masa de trabajadores desempleados, que son bastantes,
    tengan un empleo estable, deben dejar trabajar las empresas, no
    imponerle condiciones que solo benefician a sus dirigentes,
    incidiendo negativamente en el ánimo de la
    mayoría de los empleados públicos a cumplir su
    labor con mística. El ejemplo que proviene de la clase
    dirigente no es la mejor , entonces el ciudadano común
    reacciona de manera inadecuada, afectados por este sector de
    conducción que exterioriza un alto grado de falta de
    compromiso con los más altos ideales de patriotismo, en
    el que se incluye la honestidad,
    transparencia en sus actos y ejemplo de vida.
  • Creación de Obras que cumplirían varios
    roles: se construirían sistemas
    ferroviarios, que enlacen nuestras empresas básicas con
    los mercados centrales; Hacer uso de las tierras creando
    centros de producción agrícola y pecuaria,
    construir vías de penetración adecuadas a estos
    centros, pero previo a ello construir la infraestructura
    necesaria para garantizar a sus habitantes la
    satisfacción de las necesidades públicas;
    núcleos educativos; centro de salud.
  • Para que los hospitales y centros de educación
    superior operen de manera eficiente crear la figura de la
    autogestión con personal idóneo, dotarlo con
    herramientas
    suficientes y continuidad en el suministro de insumos de manera
    de no paralizar sus actividades por la carencia de
    estos.
  • Diversificando las industrias
    básicas, esto conlleva a la apertura de nuevas fuentes de
    trabajo.
  • Facilitando la inserción de las nuevas
    empresas que vengan a establecerse en nuestro país.
    Tenemos un marco legal con el cual podemos darle cumplimiento a
    muchas situaciones obstáculos que se presentan el
    problema está en que estas leyes no se
    hacen cumplir.
  • Desarrollar políticas efectivas encaminadas a
    la protección de la ecología y del
    medio
    ambiente.

8.
Conclusión

Se suele sostener la idea de que aumentando el gasto
público el gobierno puede promover mayor igualdad
social y enfrentar la crisis económica que en los
últimos años ha afectado tanto al país,
claro, tomando como ejemplo el caso de Estados Unidos
que fue la receta que lo ayudó a salir de la gran
recesión. Funcionó para los Estados
Unidos.
Esta es la prédica que trata de aplicarse también
indiscriminadamente en Guatemala, en
Colombia,
Brasil o en
Nicaragua. Pero la experiencia histórica (lejana y
reciente) muestra enseguida
que tales recetas tienen profundas limitaciones cuando no son,
simple y llanamente, del todo contraproducentes.
Venezuela resulta un caso perfecto para rebatir esa endeble
tesis.
Un país cuyo estado recibe directamente el enorme monto de
los ingresos petroleros, Venezuela ha tenido, en ocasiones, el
gasto social más alto de toda Latinoamérica.
Durante la primera mitad del siglo XX se fue desarrollando
así una amplia inversión en educación, salud e
infraestructura física que produjo
(sin duda) bastantes resultados. Pero los efectos beneficiosos de
estos gastos
desaparecieron desde hace unos treinta años, produciendo
resultados decepcionantes.
La pobreza, como
resultado de una economía que no crece, ha vuelto a
extenderse sin pausas. Como los ingresos petroleros son muy
variables, los gobiernos, durante los años de precios
bajos, se han encontrado con una estructura de
gastos inflexibles que no podían satisfacer por medios
normales.
Constantes devaluaciones y una inflación que hoy es una de
las más altas de la región, ha disminuido
aún más (desde 1983 en adelante) el poder
adquisitivo de la inmensa mayoría de las personas.
El sector
público venezolano gasta ahora, todos los años,
más de 30.000 millones de dólares. Esta es una
inmensa suma, que supera el producto bruto de muchos
países de la región, pero que no se traduce en una
mejor calidad de
vida para los habitantes.
Los continuos paros y acciones en defensa del nivel de ingresos,
y además reclamos del pago de deudas acumuladas durante
años.
El gobierno ha tratado de cumplir con las deudas heredadas de
gobiernos anteriores, pero, básicamente, ha impulsado una
política asistencialista costosa y demagógica. La
incompetencia de los funcionarios, el desorden contable, la
corrupción, y la increíble
politización de toda la administración
pública han hecho que todo este gasto resulte
improductivo.
El elevado gasto público, en vez de contribuir a mejorar
la situación de los más pobres, ha favorecido como
siempre a determinados grupos de
interés y amenaza ahora con alterar -como ya lo ha hecho
en Argentina- los
propios equilibrios económicos básicos. Las
ilusiones de que puede servir para mejorar la calidad de
vida y reducir las distancias sociales se han mostrado, una
vez más, como un peligroso mito que
deberíamos desenmascarar y combatir.

9.
Bibliografía

Domingo Maza Zavala, Economista, Director del Banco
Central de Venezuela (BCV)
Leonardo Vera, Economista; Profesor de la Escuela de
Economía de la UCV
Luis Zambrano Sequin; Economista, Profesor de la Escuela de
Economía de la UCAB
CEPAL 1.994; pág. 37
Trino Alcides Díaz Superintendente del SENIAT
Asdrúbal Baptista; Profesor del Instituto de Estudios
Superiores de Administración (IESA)
Domingo Fontiveros, Economista; Consultora Forecast &
Analítica
Leonardo Buniak; Analista Financiero
Alfredo Toro Hardy; Analista y Experto Petrolero
Francisco Vivancos, Economista; Firma Merinvest
Francisco Uson, Ministro de Finanzas
Tomas Sarmiento, Analista Financiero; Firma de Análisis BBO, Servicios
Financieros

 

 

 

 

Autor:

Lisbeth María Nahmens

Décimo Semestre de Contaduría Publica

Partes: 1, 2
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