Monografias.com > Religión
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La virtud de la fé




Enviado por fichu_2000



Partes: 1, 2

    Formación Humana y
    Religiosa

    1. Concepto de
      Fe
    2. Enseñanza
      bíblica sobre la fe
    3. La fe, fundamento de la vida
      cristiana
    4. Obligación de profesar,
      conservar y extender la fe
    5. Actos de fe
    6. Pecados contra la
      fe
    7. Bibliografía

     

    INTRODUCCIÓN

    La fe es la virtud teologal por la que creemos
    en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado, y que
    la Santa Iglesia nos
    propone, porque Él es la verdad misma. Por la fe "el hombre se
    entrega entera y libremente a Dios" (DV 5). Por eso el creyente
    se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios. "El justo
    vivirá por la fe" (Rm 1,17). La fe viva "actúa por
    la caridad" (Ga 5,6).

    DESARROLLO

    A. Concepto de
    Fe

    La palabra fe proviene del latín fides,
    que significa creer. Fe es aceptar la palabra de otro,
    entendiéndola y confiando que es honesto y por lo tanto
    que su palabra es veraz. El motivo básico de toda fe es la
    autoridad (el
    derecho de ser creído) de aquel a quien se cree. Este
    reconocimiento de autoridad
    ocurre cuando se acepta que el o ella tiene conocimiento
    sobre lo que dice y posee integridad de manera que no
    engaña.

    Se trata de fe divina cuando es Dios a quien se cree. Se
    trata de fe humana cuando se cree a un ser humano. Hay lugar para
    ambos tipos de fe (divina y humana) pero en diferente grado. A
    Dios le debemos fe absoluta porque Él tiene absoluto
    conocimiento y
    es absolutamente veraz. La fe, más que creer en algo que
    no vemos es creer en alguien que nos ha hablado. La fe divina es
    una virtud teologal y procede de un don de Dios que nos capacita
    para reconocer que es Dios quien habla y enseña en las
    Sagradas Escrituras y en la Iglesia. Quien
    tiene fe sabe que por encima de toda duda y preocupaciones de
    este mundo las enseñanzas de la fe son las
    enseñanzas de Dios y por lo tanto son ciertas y
    buenas.

    La fe personal en
    Jesucristo es la aceptación de su propio testimonio hasta
    la adhesión y la entrega total a su divina Persona. No es la
    mera aceptación de que Él existe y vive entre
    nosotros tan realmente como cuando vivió en Palestina; ni
    tampoco una adhesión de sólo el entendimiento a las
    verdades que el Evangelio nos propone, según la autorizada
    interpretación del Magisterio de la Iglesia. Es algo mucho
    más existencial y totalizante. Dice el Concilio Vaticano
    I: La Iglesia Católica enseña infaliblemente que la
    fe es esencialmente un asentimiento sobrenatural del
    entendimiento a las verdades reveladas por Dios; pero la fe no
    sólo es aceptar una verdad con el entendimiento, sino
    también con el corazón.
    Es el compromiso de nuestra propia persona con la
    persona de Cristo en una relación de intimidad que lleva
    consigo exigencias a las que jamás ideología alguna será capaz de
    llevar. Para que se dé fe auténtica y madura hay
    que pasar del frío concepto al
    calor de la
    amistad y del
    decidido compromiso. Por eso una fe así en Jesucristo es
    la que da fuerza y
    eficacia a una
    vida cristiana plenamente renovada, como la que quiere promover
    el Concilio Vaticano II.

    Lo esencial de la fe es aceptar una verdad por la
    autoridad de Dios que la ha revelado. El que para creer que
    Jesucristo está en la eucaristía exige una
    demostración científica, no tiene fe en la
    eucaristía. Lo único que sí es razonable es
    buscar las garantías que nos lleven a aceptar que
    realmente esa verdad ha sido revelada por Dios. Ésos son
    los motivos de credibilidad. Entre éstos está la
    definición infalible de la Iglesia que me confirma que una
    verdad determinada está realmente revelada por Dios.
    Cuando la Iglesia, ya sea por definición dogmática,
    ya sea por su Magisterio ordinario y universal, propone a los
    fieles alguna verdad para ser creída como revelada por
    Dios, no puede fallar en virtud de la asistencia especial del
    Espíritu Santo que no puede permitir que la Iglesia entera
    yerre en alguna doctrina relativa a la fe o las
    costumbres.

    La fe sobrenatural me da la suprema de las certezas,
    pues no me fío de la aptitud natural del entendimiento
    humano para conocer la verdad, ni de la veracidad de un hombre, sino
    de la ciencia y
    veracidad de Dios. Porque creo en Cristo, me fío de su
    palabra. Acepto a Cristo como norma suprema, y todo lo valoro
    como lo valora Él. Los hechos son la expresión del
    nivel de fe de una persona. No hay posible aceptación del
    programa de
    Jesús si no es mediante el lenguaje de
    los hechos. Seguir a Jesús quiere decir escuchar sus
    palabras, asimilar sus actitudes,
    comportarse como Él, identificarse plenamente con
    Él. Los que siguen a Jesús de verdad quieren
    parecerse a Él, se esfuerzan en pensar como Él,
    haciendo las cosas que le gustan a Él. Desean obrar bien,
    ayudar a los demás, perdonar, ser generosos y amar a
    todos. Tener fe lleva consigo un estilo de vida, un modo de
    ser.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter