- El lenguaje estético
hedonizante. - Un lenguaje que es sistema y es
elemento sistémico. - El lenguaje nos permite investigar lo
real. - Un lenguaje dominado por el
diálogo. - Un lenguaje mediado socialmente a lo
global. - Un lenguaje de indiferentes y no
de tolerantes. - Un lenguaje que es
exterior? - ¿Y la voz de los sin
voz? - Concluyendo.
- Excursus:
1.-INTRODUCCIÓN.
En la Introducción a la Filosofía del Lenguaje
Acero, Bustos y
Quesada apelan a la necesidad en el lenguaje de
una teoría
referencialista para ser correlato de la existencia. Sin un
lenguaje cuyo contenido apunte a la realidad el lenguaje
perdería parte de su funcionalidad. Afirmando esto con
ciertas reservas, en este texto nos
adentraremos en la historia del hombre.
Toda época genera un modo de pensar, una forma de ver
la existencia, unas expectativas, una serie de frustraciones y de
problemas a
solventar. Cada época es la aventura desaforada que se le
plantea al hombre. Cada vida es un transitar que arroba a una
rotunda existencia si nos enlodamos en ella. El lenguaje,
precisamente en su intento de apuntar a lo real, nos acerca a
ella.
Dicen que "cualquier tiempo pasado
fue mejor". Me parece que detenerse en esta consideración
nostálgica puede ser enjundiosa, aunque incompleta.
Cualquier tiempo pasado fue muy bueno, excelente,
irrepetible,…. En el pasado hubo hombres que, en cada siglo,
posibilitaron respuestas a su mundo. Eso es un aldabonazo a
seguir buceando en el mar. Encontrar buques naufragados desde los
que extraer tesoros que nos hagan emerger y sumergirnos una y
otra vez. Permanecer con los ojos reverberando emociones y
pasiones estallantes. La vida es una aventura, ya lo he dicho, si
deseamos que así sea. Sin embargo, los gestos consternados
de nuestra época, las ilusiones apocadas de muchos o los
barbarismos de otros parecen obligarnos a desistir de la
utopía en la actualidad. ¿Qué ha pasado?
He aquí un ilustrado de final del XVIII, en su biblioteca
personal,
leyendo una obra de Descartes o
quizá de Rosseau. Quizá el padre de las hermanas
Bennet de Orgullo y Prejuicio de
Jane Austen o la hija del protagonista huraño de Cumbres
Borrascosas de Brönte también leyendo sin parar. He
aquí un Darwin que no
para de observar la naturaleza en
su famosa islita o Kant encerrado
construyendo su Crítica
del Juicio intentando la cuadratura del círculo. Ayer
serían considerados con gran simpatía social, hoy
no sería extraño afirmarlos con un problema de
relaciones que necesita ayuda psicoterapéutica.
Y es que el mundo ha cambiado profundamente. Aunque pensar en
ello no nos ocupe tanto tiempo como permanecer delante de un
electrodoméstico (cuatro horas es ya la media de TV diaria
por persona es
España
dicen, no estoy amonestando esta actitud, por
el momento).
Una característica define al hombre de nuestro tiempo:
Surfea demasiado. Le gusta más percibir el huracanado
sonido de
emociones del último producto
massmediático, antes que fondear lo ya dado y detenerse en
sus bases. ¿Y acaso, se me dirá, el ilustrado no se
retrepaba en sus sillones isabelinos escuchando música de
cámara? ¿Acaso no se arrobaban los con las
músicas de Bach o de Mozart? Por
supuesto que sí.
Por eso me parece estúpido levantar lanzas en una
batalla destructiva contra la estética. A lo sumo la resituaremos. De una
estética hedónica a una estética
demiúrgica.
En la Ilustración se vivió el siglo de las
luces de la razón, la misma estética se postergaba
todavía. La ontologización a que ya aludiera
Platón
en la estética se asumía con candor. El romanticismo nos
la regaló, demasiado engalanada, pero fue un buen
regalo.
Por eso, el lenguaje ilustrado no pudo de dejar de ser claro y
distinto, racional, científico, buceador y con escafandra.
Debido a ello, su proyecto de
progreso podía llevarse a cabo, porque se pusieron manos a
la obra. De hecho, llegaron al lugar buscado: a "un mundo feliz"
como el plateado por Laplace.
El lenguaje actual es ESTÉTICO hedónico. Veamos
sus características.
2.-EL LENGUAJE
ESTÉTICO HEDONIZANTE.
1)Un lenguaje que es arrasador.
Al ser fundamental y matizar toda la realidad con su aroma
eclosionador lo que quede allende sus
límites
no interesa. No es que no exista sino que se mantiene orillado en
las inmediaciones de lo que no se habla. Decía
Píndaro que "las acciones
hermosas no cantadas mueren", por lo que parece que el lenguaje
sí que tiene mucho que decir en la realidad y su construcción. Si algo no se cuenta se
olvida, por eso es importante ver las condiciones de aquello con
lo que se canta, el lenguaje. Si el lenguaje actual es
esteticista esto tendrá importantes repercusiones en lo
que es el mundo para nosotros.
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