- Obligaciones en
general - Contratos.
- Contratos y
Obligaciones en el Código Civil
Venezolano - Acto de Comercio y
su Clasificación - Concepto de
Comerciante - Requisitos legales
que debe cumplir el Comerciante - Sociedades
Mercantiles - El Acta Constitutiva
y los Estatutos de la Sociedad Mercantil - Bibliografía
Supongamos que un hombre de las
cavernas tuviera 2 puntas de lanza muy buenas, pero no tuviese
navaja. En cambio, que su
vecino tuviese 2 buenas navajas, pero careciera de puntas de
lanza. Se pondrían de acuerdo y cambiarían una
punta de lanza por una navaja, quedando así los dos
satisfechos.
El comercio tuvo
origen en el trueque y aún en nuestros días se
funda en cambiar algo que tenemos por algo que necesitamos y
queremos.
Nadie sabe exactamente dónde y cuándo
comenzó el comercio, pues ya existía antes de la
escritura.
El trueque directo tuvo gran inconveniente: a veces, los
vecinos no tenían lo qué un individuo
necesitaba, o no podía cambiárselo por lo que
él ofrecía. Así nacieron los mercaderes, que
eran los mediadores en el comercio. Quién tenía
exceso de canastas y deseaba trigo, hacía el cambio con el
mercader y no tenía que buscar a alguien que tuviera
exceso de trigo y deseara particularmente canastas.
Muchos mercaderes viajaban constantemente, permitiendo
así el comercio entre 2 puntos distantes. Se les llamaban
mercaderes ambulantes en la edad
media.
El trueque es una operación comercial que
consiste en cambiar un producto por
otro, ambos, por lo general, de un valor
semejante o en cantidad proporcional.
Éste tipo de comercio es un muy antiguo. En las
pinturas Egipcias hay muestras de ello; una representa a un
hombre cambiando un buey por 5 medidas de harina, 11 medidas de
aceite y una
estera. También los colonizadores de América
comerciaban de éste modo con los nativos.
El trueque se usó antes de qué se
inventará el dinero,
Todavía es una manera de comerciar entre algunas tribus
que no conocen la moneda. Y hasta en los países
civilizados, parte del comercio se efectúa intercambiando
productos.
El comercio sin emplear dinero no
siempre es fácil. Una vez, un explorador quería
comprar un bote para cruzar el río inmenso en
África. Encontró a un nativo que tenía un
bote, pero éste sólo quería cambiarlo por
marfil. El explorador no tenía marfil, pero lo
podía obtener cambiándolo por ropa con otro nativo,
sólo que no tenía ropas para realizar el trueque.
Por fin, el explorador encontró a un tercer nativo que
tenía algunas ropas y estaba dispuesto a cambiarlas por
alambres. El explorador sí tenía alambre, y cambio
éste por las ropas, las ropas por el marfil, y el marfil
por el bote que necesitaba. En el trueque siempre se presenta la
dificultad de encontrar a alguien que esté dispuesto a dar
lo que tiene.
Ya desde los días más remotos de los
Egipcios había muchos mercaderes ambulantes, y durante la
Edad Media surgieron importantes vías de comercio entre
Europa y Asia. Muchos
descubrimientos fueron hechos por comerciantes.
Hoy estamos tan acostumbrados a entrar en las tiendas y
comparar lo que deseamos, que no nos detenemos a pensar en la
historia
comercial que encierra el más pequeño de los
artículos que se venden, desde que se obtiene el material
para fabricarlos hasta que llega al almacén.
Además, hay una forma de comercio que substituye
al mercader ambulante, y es la de ordenar el envío por
correo de artículos elegidos en un
catálogo.
El comercio de nuestros tiempos es muy importante.
Muchas personas viven de él, y sería muy
difícil la vida si dejara de funcionar.
El hombre sintió la necesidad de un medio que le
facilitara hacer las transacciones comerciales que hasta entonces
se realizaban por trueque.
Para que pudiera existir la moneda, era necesario que
hubiera algo que todos desearan tener, algo en que pudieran
depositar su confianza. Por ésta razón, a
través del tiempo, todos
los pueblos han usado como moneda diferentes artículos
como: sal, cacao, cocos, pieles de animales,
animales muy cotizados, piedras talladas, metales en barra,
metales acuñados, y papel moneda.
De ésta manera, es como llega a tener auge el
comercio hasta nuestros días, apareciendo por tal motivo
un órgano capaz de regular los actos de comercio, que
rigen tanto a los comerciantes individuales como a los
colectivos.
Este órgano será el Código de
Comercio y las leyes de la
República que partiendo de los contratos
darán vida a las obligaciones
que nacen de los mismos.
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