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El gran poder de las pequeñas ideas




Enviado por vrlajosoto



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    Indice
    1.
    Introducción

    2. La Teoría De Los
    Negocios

    3. El gran poder de las pequeñas
    ideas

    4. La disciplina de la
    innovación

    5. La Información Que
    Los Ejecutivos Realmente Necesitan

    6. El Advenimiento De La Nueva
    Organización

    7. La Nueva Sociedad De
    Organizaciones

    8. El Nuevo Desafío De
    La Productividad

    9.
    Bibliografía

    1.
    Introducción

    El mundo desarrollado está en proceso de
    cometer un suicidio nacional
    colectivo. Sus ciudadanos no están produciendo suficientes
    bebés para reproducirse, y la causa es bastante clara. Su
    población más joven ya no
    está en condiciones de soportar la carga creciente de una
    clase pasiva cada vez mayor. Solamente pueden compensar esa carga
    creciente reduciendo en el otro extremo del espectro de la
    dependencia, lo cual significa tener menos hijos o ninguno.
    Desde luego, las tasas de nacimiento pueden aumentar nuevamente,
    aunque hasta ahora no existe el más mínimo signo de
    un nuevo auge de la natalidad en ninguna nación
    desarrollada. Pero aún cuando las tasas de nacimiento
    aumentaran de la noche a la mañana se necesitarían
    25 años antes de que esos nuevos bebés
    llegarán a ser adultos completamente educados y
    productivos. En otras palabras, durante los próximos 25
    años la sub población de las naciones desarrolladas es
    un hecho consumado y por lo tanto tiene implicancias para sus
    sociedades y
    economías.
    No habrá una potencia
    económica mundial dominante, por que ninguna nación
    desarrollada tiene la población de base para sostener ese
    rol. No puede haber una ventaja competitiva a largo plazo para
    ninguna nación, industria ni
    compañía, porque ningún dinero ni
    tecnología
    puede compensar, durante un período prolongado, los
    crecientes desequilibrios en los recursos
    laborales. Las metodologías de entrenamiento
    desarrolladas durante las dos guerras
    mundiales – principalmente en los Estados Unidos
    – ahora hacen posible elevar la productividad de
    una mano de obra preindustrial no calificada hasta niveles
    altísimos en muy poco tiempo, como lo
    demostró Corea hace 30 años y ahora Tailandia. La
    tecnología
    – la nueva tecnología de marca
    está disponible por lo general en forma muy
    económica en el mercado abierto.
    La única ventaja comparativa de las naciones desarrolladas
    es la oferta de
    trabajadores instruidos. Ésta no es una ventaja
    cualitativa, las personas educadas en los países
    emergentes son exactamente tan capaces como sus contrapartes en
    el mundo desarrollado. Pero cuantitativamente, las naciones
    desarrolladas tienen una gran supremacía. Convertir esta
    ventaja cuantitativa en una supremacía cualitativa es una
    manera – y quizá la única – de que las
    naciones desarrolladas mantengan su posición competitiva
    en la economía mundial.

    2. La Teoría
    De Los Negocios

    En mucho tiempo –
    quizá desde fines de los años cuarenta o comienzos
    de los cincuenta – no ha habido tantas nuevas técnicas
    gerenciales importantes como las que hoy existen: la
    reducción empresarial, la fuente de provisión
    externa, la gestión de
    calidad total, el análisis del valor
    económico, la diferenciación (benchmarking), la
    reestructuración (reengineering). Cada una constituye una
    herramienta poderosa. Pero con las excepciones de la
    provisión externa y la reestructuración, estas
    herramientas
    están destinadas a hacer de una manera diferente lo que ya
    está haciendo. Son herramientas
    operativas sobre "cómo hacer" algo.
    Sin embargo, "qué hacer" está llegando a ser el
    desafío cada vez más importante que enfrentan las
    gerencias, especialmente las gerencias de las grandes
    compañías que han disfrutado de un éxito a
    largo plazo. La historia es conocida: una
    compañía que apenas ayer fue una superestrella se
    encuentra estancada y frustrada, en dificultades y a menudo en
    una crisis
    aparentemente incontrolable.
    La causa de origen de casi todas estas crisis no es
    que las cosas se hagan de manera deficiente. En realidad, en la
    mayoría de los casos, se hacen las cosas correctas –
    pero improductivamente. ¿Qué explica esta aparente
    paradoja? Las suposiciones sobre las cuales se ha desarrollado y
    manejado la
    organización ya no concuerdan con la realidad. Estas
    son las suposiciones que determinan la conducta de
    toda organización, dictan sus decisiones sobre
    qué hacer y qué no hacer y definen lo que la
    organización considera resultados significativos.
    Estas suposiciones conciernen a los mercados, a la
    identificación de clientes y
    competidores, a sus valores y su
    conducta.
    Conciernen a la tecnología y su dinámica, a las ventajas y desventajas de
    una compañía.
    Cada vez que una gran organización atraviesa dificultades –
    y especialmente si ha sido exitosa durante muchos años
    – la gente le echa la culpa a la indolencia, a la
    complacencia, a la arrogancia y a las burocracias gigantescas.
    ¿Es una explicación posible? Si. Pero rara vez es
    la importante o correcta.
    Pero por cada uno de estos aparentes hacedores de milagros, hay
    una gran cantidad de directores ejecutivos capaces cuyas organizaciones
    sucumben. No podemos depender de los hacedores de milagros para
    rejuvenecer una teoría
    de los negocios
    obsoleta más de lo que podemos depender de ellos para
    curar otros tipos de enfermedades graves. Ellos
    comienzan con el diagnóstico y el análisis. Reconocen que alcanzar los
    objetivos y
    crecer rápidamente exigen una reconsideración
    profunda de la teoría de los negocios. No
    descartan el fracaso inesperado como el resultado de la
    incompetencia de un subordinado ni como accidente, sino que lo
    tratan como un síntoma del "fracaso de los sistemas". No se
    atribuyen el mérito por el éxito
    inesperado, sino que lo tratan como un desafío a sus
    suposiciones.
    Aceptan que la obsolescencia de una teoría es una
    enfermedad degenerativa que pone en peligro la subsistencia. Y
    saben y aceptan el viejo principio del cirujano –
    demostrando en el tiempo – en cuanto a la toma de una
    decisión eficaz: una enfermedad degenerativa no se
    podrá curar con dilación. Requiere una
    acción firme.

    3. El gran poder de las
    pequeñas ideas

    ¿Acaso el planeamiento de
    largo alcance es solamente para la gran
    compañía?
    ¿El planeamiento de
    largo alcance significa predecir que el futuro determinará
    y adaptará las acciones de la
    compañía a las tendencias anticipadas?
    A juzgar por sus acciones,
    muchos ejecutivos responderían afirmativamente a estas
    preguntas. Pero están equivocados. ¡La respuesta
    correcta a ambas es un rotundo no!
    El futuro no puede ser conocido. La única cosa cierta
    acerca de él es que será diferente, más que
    un no nacido aún, amorfo, indeterminado. Puede ser
    planeado mediante la acción premeditada. Y lo único
    que puede motivar eficazmente esa acción es una idea
    – una idea de una economía diferente,
    de una tecnología diferente o de un mercado diferente
    explotado por una empresa
    diferente.
    Pero las ideas siempre comienzan siendo pequeñas.
    Ése es el motivo por el cual el planeamiento de largo
    alcance no sólo es para la gran compañía.
    También es la razón por la cual la pequeña
    empresa
    realmente puede tener una ventaja al intentar planear el futuro
    en el presente.
    Lo nuevo, lo diferente, cuando se estima en dólares,
    siempre parece tan pequeño e insignificante que suele ser
    empequeñecido por el volumen total de
    los negocios existentes en la gran compañía. Los
    pocos millones de dólares en ventas que
    podría producir una nueva idea en los próximos
    años, aun cuando sea rotundamente exitosa, parecen tan
    insignificantes en comparación con los cientos de millones
    que producen los negocios existentes en una gran
    compañía que esos dólares a veces se pasan
    por alto.
    Y sin embargo los nuevos negocios requieren una gran cantidad de
    esfuerzo. Tanto que la pequeña empresa a menudo
    está mucho más dispuesta a emprender la tarea. Por
    eso, ésta es una buena razón para que la gran
    compañía organice un esfuerzo de planeamiento
    especial en el largo plazo; de lo contrario es posible que nunca
    encuentre oportunidad para algo que no sea la tarea actual.
    Pero, desde luego, la pequeña empresa que hace un buen
    trabajo planeando el futuro en el presente no seguirá
    siendo "pequeña" por mucho tiempo. Toda gran empresa
    exitosa en la actualidad fue alguna vez – y a menudo muy
    recientemente, como en el caso de IBM o Xerox – una
    pequeña empresa basada en una idea de lo que
    debería ser el futuro.
    No obstante, esta "idea" tiene que ser una idea empresarial
    – con potencial y capacidad de producir riqueza –
    expresada en un negocio dinámico, operativo y productivo,
    y concretada a través de acciones y una conducta
    empresarial. Implícita en la idea empresarial siempre
    está la pregunta: "¿Qué cambio
    importante en la economía, el mercado o el
    conocimiento nos permitiría conducir a la empresa de la
    manera en que realmente preferiríamos conducir a la empresa de la
    manera en que realmente obtendríamos los mejores
    resultados económicos?".
    La pregunta fundamental no debería ser:
    "¿Cómo será la sociedad del
    futuro?". Ésta es la pregunta de un reformador social, del
    revolucionario o del filósofo – no del
    empresario.
    En vista de que este criterio parece tan limitado, tan
    egoísta, los historiadores frecuentemente lo han pasado
    por alto. Han descuidado el impacto que ha tenido el empresario
    innovador. Desde luego, la gran idea filosófica ha tenido
    efectos mucho más profundos. Aunque, por otro lado, muy
    pocas ideas filosóficas han tenido algún efecto. Y
    si bien cada idea empresarial es mucho más limitada, la
    mayor parte de ellas han sido eficaces. Como resultado, los
    empresarios innovadores, como grupo, han
    tenido mucho más impacto sobre la sociedad de lo
    que creen los historiadores.
    El mismo hecho de que sus ideas no sean "grandes conceptos"
    – ideas que abarquen a toda la sociedad o a todo el
    conocimiento,
    sino "pequeñas ideas" que sólo afectan un
    área estrecha – hace que sean mucho más
    viables. Las personas que poseen estas ideas pueden equivocarse
    acerca de todo lo demás en la economía o sociedad
    del futuro. ¿Pero qué importante con tal que sean
    aproximadamente acertados en cuanto a su propio objetivo
    empresarial estrecho? Todo lo que necesitan para ser exitosa es
    solamente un pequeño desarrollo
    específico. Es cierto que algunas – muy pocas
    – grandes ideas filosóficas llegan a ser notas al
    pie de página en los libros de
    historia; pero
    muchas pequeñas ideas empresariales se llegan a cotizar en
    la bolsa de
    valores.
    Busquemos en la historia algunas pequeñas ideas que hayan
    conducido a grandes resultados. Pero antes citaremos algunas
    ideas a partir de las cuales se desarrollaron industrias
    enteras. ( Después consideraremos algunas ideas de las
    cuales surgieron las grandes corporaciones )

    El banco
    comercial
    La innovación empresarial que ha tenido el
    mayor impacto fue la que en el siglo pasado convirtió la
    propuesta teórica del filósofo social
    francés. Claude Henry Saint – Simón, en un
    banco. Saint
    – Simón partió del concepto del
    entrepreneur, como lo había concebido antes su
    compatriota, el economista J.B Say, para desarrollar un sistema
    filosófico en torno del rol
    creativo del capital.
    La idea de Saint – Simón llegó a concretarse
    a través de un banco comercial: el famoso Crédit
    Mobilier que sus discípulos, los hermanos Pereire,
    fundaron en París a mediados del siglo XIX . El Credit
    Mobilier iba a ser el promotor consciente de la industria a
    través de la
    administración de los recursos de
    circulante de la comunidad.
    Llegó a ser el prototipo de todo el sistema bancario
    del entonces "subdesarrollado" continente europeo en la
    época de los Pereire – comenzando con Francia, los
    Países Bajos y Bélgica. Luego, los imitadores de
    los Pereire fundaron bancos
    comerciales de Alemania,
    Suiza, Austria, Escandinavia e Italia, que se
    convirtieron en los principales agentes para el desarrollo
    industrial de esas naciones.

    La industria química
    Sin duda, la industria química moderna
    surgió en Inglaterra. A
    mediados del siglo XIX esta nación, con su industria
    textil altamente desarrollada, era el principal mercado para los
    productos
    químicos. También era el país de origen de
    los grandes científicos de la época: Michael
    Faraday y Charles Darwin.
    En realidad la industria química moderna se
    inició con un descubrimiento inglés:
    el descubrimiento de Perkins del tinte de anilina en 1856. Sin
    embargo, 20 años más tarde el liderazgo por
    el descubrimiento de Perkins en la nueva industria
    (aproximadamente en 1875) había pasado claramente a
    Alemania. Los
    empresarios alemanes contribuyeron a la idea empresarial que
    estaba ausente en Inglaterra: el
    resultado de la investigación científica, la
    química orgánica en este caso, se pudo transformar
    directamente en aplicaciones comerciales.

    La comercialización moderna
    Las empresas privadas
    más poderosas en la historia probablemente fueron
    manejadas por la casa japonesa de los Mitsui, que antes de su
    disolución después de la Segunda Guerra
    Mundial se calculó que empleaba un millón de
    personas en todo el mundo, de acuerdo con las estimaciones de las
    autoridades norteamericanas de ocupación.
    La idea empresarial implícita en este negocio era la del
    comerciante como un principal de la actividad económica,
    no como un mero intermediario. Esto significaba precios fijos
    para el consumidor. Y
    también que los Mitsui ya no actuaran como agentes en la
    negociación con los artesanos y
    fabricantes. Ellos compraban por su propia cuenta y encargaban
    mercadería estandarizada para ser fabricada de acuerdo con
    sus especificaciones.

    La distribución masiva
    No hace falta una gran imaginación para hacer exitosa una
    idea empresarial. Todo lo que puede ser necesario es un trabajo
    sistemático que hará efectivo en el futuro algo que
    ya ha ocurrido. Por ejemplo, generalmente los nuevos desarrollos
    en la economía y el mercado ocurrirán mucho antes
    de la distribución. Sin embargo, el hecho de
    organizar la distribución puede hacer más eficaz el
    cambio –
    y de ese modo generar un verdadero crecimiento empresarial.
    Por ejemplo, el canadiense Willard Garfield Weston observó
    que cuando a fines de la Segunda Guerra
    Mundial las amas de casa inglesas comenzaron a pedir pan
    empaquetado en rebanadas, no existía un sistema de
    distribución adecuado para satisfacerlas con lo que ellas
    deseaban comprar y dónde deseaban comprarlo. Debido a esta
    pequeña idea, en unos pocos años surgió una
    de las compañías más grandes de comercialización de alimentos en Gran
    Bretaña.

    Las cadenas que venden al descuento
    Con frecuencia, han sido pequeñas las ideas de las cuales
    han surgido las grandes corporaciones. He aquí algunos
    ejemplos.

    IBM
    Thomas J. Watson, el empresario que fundó y
    desarrolló IBM, no vio el desarrollo incipiente de la
    tecnología comercial. Pero tuvo la idea de procesar la
    información como un concepto
    unificador sobre el cual desarrollar una empresa. IBM
    había sido durante un largo tiempo una empresa muy
    pequeña y limitada a una tarea tan terrenal como llevar
    los libros mayores
    de contabilidad y
    la rendición de cuentas. Pero
    estaba dispuesta a dar el salto – de una tarea totalmente
    inconexa de la época de guerra –
    cuando llegó la tecnología que hizo posible el
    procesamiento de
    datos por medio de computadoras
    electrónicas.

    Sears, Roebuck & Co.
    Los hombres que construyeron Sears, Roebuck & Co. –
    Richard Sears, Julius Rosenwald, Albert Loeb, y finalmente Robert
    E. Wood – tenían intereses sociales activos y una
    imaginación social vivaz. Pero ninguno de ellos
    pensó en rehacer la economía. Incluso dudo que la
    idea de un mercado masivo – en oposición al
    tradicional mercado de calidad
    se les haya ocurrido hasta mucho después de 1930. Desde el
    principio, los fundadores de Sears & Roebuck tenían la
    idea de que se podía hacer que el dinero del
    hombre pobre
    tuviera el mismo poder adquisitivo que el del hombre
    rico.
    El movimiento
    cooperativista en Europa
    había prosperado principalmente sobre la base de esa idea.
    Sin embargo, Sears & Roebuck era la primera empresa en los
    Estados Unidos
    que se basaba en ella. Se comenzó con la pregunta:
    "¿Qué convertiría al campesino en un
    cliente de una
    empresa minorista?" La respuesta fue simple: "Necesita estar
    seguro de
    obtener bienes de la
    misma calidad confiable
    que la gente de la ciudad pero a un precio
    más bajo".

    Bata
    La idea empresarial básica puede ser simplemente una
    imitación de algo que surte efecto en otra nación o
    en otra industria. Por ejemplo, cuando Thomas Bata, el fabricante
    de calzado eslovaco, volvió a Europa desde los
    Estados Unidos después de la Primera Guerra
    Mundial, se le ocurrió la idea de que toda la
    población en Checoslovaquia y los Balcanes podía
    usar zapatos como lo hacían todos en los Estados Unidos.
    "El campesino va descalzo", se afirma que dijo, "no porque es
    demasiado pobre, sino porque no hay zapatos". Lo que era
    necesario para lograr que esta visión de un campesino
    calzado se hiciera realidad era alguien que le suministrara un
    zapato barato y estandarizado, pero bien diseñado y
    durable, como se había hecho en los Estados Unidos.
    Sobre la base de esta analogía con los Estados Unidos,
    Bata se inició sin capital en un
    taller alquilado, y en unos pocos años construyó la
    empresa de calzado más grande de la Europa pre-nazi y una
    de las compañías más exitosas del Viejo
    Continente.
    Hacer que el futuro ocurra requiere esfuerzo más que
    "talento". Seguramente, el individuo con una imaginación
    creativa tendrá más ideas imaginativas. Pero no es
    tan probable que las ideas más imaginativas resulten ser
    verdaderamente exitosas.
    La creatividad,
    que cobra tanta importancia en las discusiones sobre innovación, no es el problema real. Por lo
    general, hay más ideas en cualquier organización,
    incluyendo a las empresas, de las
    que se pueden aplicar. Haga esta pregunta en cualquier
    compañía – incluso en las aparentemente
    moribundas – : ¿Qué aspecto de nuestra
    compañía, de nuestra sociedad o de nuestro grado de
    conocimiento
    darían a nuestra empresa su mayor oportunidad si solamente
    pudiéramos hacer que eso sucediera?" Surgirán
    docenas de respuestas de parte de la gerencia. Por
    lo general, no nos falta ideas – ni siquiera ideas buenas y
    útiles. Lo que falta, más que productos o
    procesos, es
    una disposición de la gerencia a
    recibir las ideas con beneplácito, a pedirlas.
    Después de todo, los productos y procesos son
    solamente los vehículos a través de los cuales las
    ideas llegan a ser efectivas. Los productos específicos y
    los procesos del futuro a menudo ni siquiera se pueden
    imaginar.
    Finalmente, la idea debe pasar la prueba del compromiso personal.
    ¿Realmente creemos en la idea? ¿Realmente queremos
    ser ese tipo de personas, hacer ese tipo de trabajo, manejar ese
    tipo de empresa?
    Construir el futuro requiere coraje. Requiere esfuerzo. Pero
    también requiere fe. Comprometerse con lo ventajoso
    simplemente no es práctico. No pasará las pruebas
    sucesivas. Ya que ninguna idea semejante es infalible –
    tampoco debería serlo.
    La única idea acerca del futuro que debe fracasar es la
    idea aparentemente segura, la idea sin riesgo, que se
    considera incapaz de fallar. Las ideas sobre las cuales se
    construya la empresa del mañana deben ser inciertas; nadie
    puede realmente predecir lo que serán ni cuándo se
    convertirán en realidad. Deben ser arriesgadas; por
    supuesto, deben tener una probabilidad de
    éxito, pero también una probabilidad de
    fracaso. Si no son inciertas ni riesgosas simplemente no son
    ideas prácticas para el futuro.

    Conclusión
    No es absolutamente necesario que todas las empresas busquen la
    idea que determinará el futuro y comiencen a trabajar
    sobre su realización. En realidad, muchas gerencias
    empresariales ni siquiera han hecho efectivo su presente –
    y a pesar de eso sus compañías de algún modo
    sobreviven durante un tiempo. Las grandes empresas, en
    particular, parecen capaces de subsistir un largo tiempo sobre la
    base del coraje, el esfuerzo y la visión de sus primeros
    ejecutivos antes de debilitarse y declinar.
    Pero el futuro siempre llega, tarde o temprano. Y siempre es
    diferente. Aún la compañía más
    poderosa tendrá dificultades si no trabaja hacia el
    futuro. Perderá importancia y liderazgo.
    Todo lo que quedará serán los gastos generales
    de una gran compañía. No habrá ni control ni
    comprensión de lo que está sucediendo.
    Al no atreverse a asumir el riesgo de hacer
    que el futuro ocurra, la gerencia por omisión asume el
    riesgo mayor de ser sorprendida por lo que sucederá.
    Éste es un riesgo que aún la compañía
    más grande y rica no se puede permitir. Y es un riesgo que
    ni siquiera la compañía más pequeña
    necesita correr.

    4. La disciplina de
    la innovación

    La innovación es la función
    específica del emprendimiento, ya sea en una
    compañía existente, es una institución de
    servicio
    público o en una nueva empresa iniciada por un solo
    individuo en el medio familiar. Es el medio por el cual el
    empresario crea nuevos recursos generadores de riqueza o
    incrementa los recursos existentes con un potencial mejorado para
    producir riqueza.
    Hoy existe una gran confusión acerca de la
    definición adecuada de emprendimiento. Algunos
    observadores utilizan el término para referirse a todas
    las pequeñas empresas; otros, a todas las empresas nuevas.
    Sin embargo, en la práctica una gran cantidad de empresas
    bien establecidas se comprometen en emprendimiento sumamente
    exitosos. El término, por lo tanto, no alude al
    tamaño o la edad de una empresa, sino a cierto tipo de
    actividad. En el núcleo de esa actividad está la
    innovación: el esfuerzo de crear un cambio deliberado,
    concentrado en el potencial económico o social de una
    empresa.

    Fuentes de innovación
    Desde luego, hay innovaciones que surgen de un rasgo de ingenio.
    Sin embargo, la mayoría de las innovaciones, especialmente
    las exitosas, resultan de una búsqueda deliberada y
    consciente de oportunidades de innovación, que se
    encuentran solamente en unas pocas situaciones.
    Existen cuatro áreas de oportunidad dentro de una
    compañía o industria:
    Sucesos inesperados
    Incongruencias
    Necesidades del proceso
    Cambios en la industria y el mercado
    También existen tres fuentes
    adicionales de oportunidad fuera de una compañía,
    en su medio social e intelectual:
    Cambios demográficos
    Cambios en la percepción
    Nuevo conocimiento
    En realidad, estas fuentes se
    superponen. Si bien pueden ser diferentes en la naturaleza de su
    riesgo, dificultad, complejidad y en el potencial para la
    innovación se pueden encontrar en más de un
    área a la vez. Pero combinadas dan cuenta de la gran
    mayoría de todas las oportunidades de
    innovación.

    Los sucesos inesperados
    Quince años más tarde, cuando todos creían
    que las computadoras
    estaban concebidas para el trabajo
    científico avanzado, las empresas inesperadamente
    mostraron interés en
    una máquina que pudiera hacer las planillas de pagos.
    Univac, que tenía la máquina más avanzada,
    desdeñó las aplicaciones empresariales. Pero IBM
    inmediatamente comprendió que enfrentaba un posible
    éxito inesperado, rediseñó lo que
    básicamente era la máquina de Univac para ser
    aplicada en las planillas de pagos y a los cinco años se
    convirtió en líder
    de la industria de la computación, una posición que ha
    mantenido hasta la fecha.
    El fracaso inesperado también puede ser una importante
    fuente de innovación. Todo el mundo sabe del fracaso
    más grande en la historia automotriz: el modelo Edsel
    de la Ford Motor Company.
    Pero lo que pocas personas parecen saber es que el fracaso del
    Edsel fue el fundamento para gran parte del éxito
    posterior de la compañía. Ford planeó el
    Edsel, el automóvil más cuidadosamente
    diseñado en la historia automotriz norteamericana, para
    proporcionar a la compañía una línea
    completa de productos con los cuales competir con GM. Cuando el
    modelo
    fracasó, a pesar de todo el planeamiento, la investigación
    de mercado y el diseño
    incluido en él, Ford comprendió que algo estaba
    ocurriendo en el mercado del automóvil que iba en contra
    de las suposiciones básicas sobre las cuales GM y todos
    los demás habían diseñado y vendido los
    automóviles. El mercado ya no estaba dividido
    principalmente en segmentos por grupos de
    ingreso; repentinamente, el nuevo principio de la segmentación era lo que ahora llamamos
    "estilos de vida". Las respuestas inmediatas de Ford fueron el
    Mustang y el Thunderbird: los autos que le
    dieron a la compañía una personalidad
    diferente y la restauraron como líder
    de la industria.

    Las incongruencias
    Alcon Industries fue uno de los grandes éxitos de la
    década de los sesenta porque Bill Connor, el fundador de
    la compañía, aprovechó una incongruencia en
    la tecnología médica. La operación de
    cataratas es el tercero o cuarto procedimiento
    quirúrgico más frecuente en el mundo. Durante los
    últimos 300 años, los médicos la
    sistematización hasta el punto de que el único paso
    "anticuado" que quedara era el corte de un ligamento. Los
    cirujanos del ojo habían aprendido a cortar el ligamento
    con un éxito total, pero era un procedimiento tan
    diferente del resto de la operación y tan incompatible con
    ella que ellos a menudo le temían. Era una
    incongruencia.
    Los médicos conocían desde hacía 50
    años una enzima que podía disolver el ligamento sin
    tener que cortarlo. Todo lo que hizo Connor fue agregar una
    sustancia preservante a esta enzima que le asegurara algunos
    meses de vida in vitro. Los cirujanos aceptaron de inmediato el
    nuevo compuesto, y Alcon se encontró con un monopolio a
    nivel mundial. Quince años más tarde, Nestlé
    adquirió la compañía por un precio
    excesivo.
    Semejante incongruencia dentro de la lógica
    o ritmo de un proceso es
    sólo una posibilidad de la cual pueden surgir las
    oportunidades de innovación. Otra fuente es la
    incongruencia entre las realidades económicas. Por
    ejemplo, cada vez que una industria tiene un mercado en
    expansión pero márgenes de ganancias declinantes –
    como fue el caso de las industrias
    siderúrgicas de las naciones desarrolladas entre 1950 y
    1970 – existe una incongruencia. Una respuesta innovadora:
    las miniacerías.

    Las necesidades del proceso
    Cualquiera que haya conducido en Japón
    sabe que este país no cuenta con un sistema de autopistas
    moderno. Sus rutas todavía siguen los caminos trazados
    para – o por – las carretas de bueyes en el siglo X.
    Lo que hace que el sistema sirva para los automóviles y
    camiones es una adaptación del reflector usado sobre las
    autopistas norteamericanas desde comienzos de los años
    treinta. Este reflector le muestra a cada
    conductor los otros vehículos que se están
    aproximando desde cualquiera de las seis direcciones. Esta
    invención menor, que permite que el tránsito
    circule fluidamente y con un mínimo de accidentes,
    aprovechó una necesidad del proceso.

    Los cambios en la industria y el mercado
    Los gerentes pueden creer que las estructuras de
    la industria han sido dictadas por el Buen Dios, pero pueden
    – y ocurre a menudo – cambiar de la noche a la
    mañana. Este cambio crea una gran oportunidad para la
    innovación.
    Uno de los grandes éxitos empresariales de los Estados
    Unidos en las últimas décadas ha sido la firma
    comisionista de Donaldson, Lufkin & Jenrette (DL&J),
    recientemente adquirida por la Equitable Life Assurance Society.
    DL&J fue fundada en 1961 por tres hombres jóvenes,
    todos graduados de la Harvard Business School, quienes
    comprendieron que la estructura de
    la industria financiera estaba cambiando mientras los inversores
    institucionales llegaban a ser predominantes. Estos
    jóvenes prácticamente no tenían capital ni
    conexiones. Aun así, a los pocos meses, su empresa se
    había convertido en líder en la transición a
    las comisiones negociadas y en uno de los protagonistas estelares
    de Wall Street. Fue el primero en ser incorporado y cotizado en
    la bolsa.

    Los cambios demográficos
    Entre las fuentes de innovación externas, las
    demográficas son las más confiables. Las
    contingencias demográficas tienen períodos de
    maduración; por ejemplo, toda persona que
    integre la fuerza
    laboral
    norteamericana para el año 2000 ya ha nacido. Sin embargo,
    como los planificadores políticos a menudo pasan por alto
    los datos
    demográficos, aquellos que los tengan en cuenta los
    aprovechen pueden cosechar pingües ganancias.
    Los japoneses están adelantados en materia de
    robótica
    porque prestan atención a las estadísticas demográficas. Alrededor
    de 1970, todos los habitantes de las naciones desarrolladas
    sabían que tanto el control de la
    natalidad como la explosión educativa continuarían;
    la mitad o más de los jóvenes estaban terminando
    sus estudios secundarios. Por consiguiente, la cantidad de
    personas disponibles para los trabajos manuales
    tradicionales en la industria estaba destinada a declinar y
    resultar inadecuada para 1990. todos sabían esto, pero
    solamente los japoneses actuaron con previsión y ahora
    tienen una ventaja de diez años en la robótica.

    Los cambios en la percepción
    "El vaso está medio lleno" y "el vaso está medio
    vacío" son descripciones del mismo fenómeno pero
    tienen connotaciones significativamente diferentes. Modificar la
    percepción de un gerente de un
    vaso medio lleno a uno medio vacío ofrece grandes
    oportunidades de innovación.
    Por ejemplo, todas las evidencias basadas en los hechos indican
    que en lo últimos años la salud de los norteamericanos
    ha mejorado a un ritmo sin precedente – ya sea que se estime por
    las tasas de mortandad de los recién nacidos, las tasas de
    supervivencia de los ancianos, la incidencia de cánceres
    (además del cáncer de pulmón), el porcentaje
    de cura del cáncer, u otros factores. Aun así, la
    hipocondría afecta a todos los norteamericanos. Nunca
    antes había habido tanta preocupación por la
    salud o tanto
    temor acerca de la salud. Repentinamente todo parece causar
    cáncer o afecciones cardiacas o pérdida prematura
    de la memoria.
    Evidentemente, el vaso está medio vacío.
    En lugar de alegrarse por las grandes mejoras en materia de
    salud, los norteamericanos parecen enfatizar lo lejos que
    están todavía de la inmortalidad. Esta
    visión de las cosas ha creado muchas oportunidades para
    las innovaciones: mercados para las
    revistas sobre el cuidado de la salud, para todos los tipos de
    alimentos
    saludables y para las clases de ejercicio y los equipos de
    jogging. El nuevo negocio en más rápido crecimiento
    en 1983 fue una compañía que fabrica equipos de
    ejercicios para el hogar.

    El nuevo conocimiento
    Entre las innovaciones que han hecho historia sobresalen las que
    se basan en el
    conocimiento nuevo – ya sea científico,
    técnico o social. Son las superestrellas del
    emprendimiento; ellas consiguen la publicidad y
    el dinero. Son
    lo que la gente generalmente cita cuando habla de
    innovación, aunque no todas las innovaciones que se basan
    en el conocimiento son importantes. Algunas son
    insignificantes.
    Las innovaciones basadas en el conocimiento difieren de todas las
    otras en el tiempo que requiere, en sus porcentajes de fracaso, y
    en su predicción, así como en los desafíos
    que plantean a los empresarios. Como la mayoría de las
    "superestrellas", pueden ser temperamentales, caprichosas, y
    difíciles de manejar. Por ejemplo, tienen el lapso de
    gestación más prolongado de todas las innovaciones.
    Hay un intervalo largo entre el surgimiento del nuevo
    conocimiento y su asimilación en la tecnología
    aplicable. Luego, hay otro período extenso antes de que
    esta nueva tecnología aparezca en los procesos, los
    servicios o
    los productos del mercado. En general el intervalo entre el
    comienzo del proceso y sus resultados es de casi 50 años,
    una cifra que no se ha reducido apreciablemente a lo largo de la
    historia.

    Los principios de la
    innovación
    Como la innovación es conceptual y perceptible, los
    innovadores también deberían salir y observar,
    indagar y escuchar. Los innovadores exitosos utilizan ambos
    hemisferios de sus cerebros. Tienen en cuenta las cifras. Tienen
    en cuenta a las personas. Determinan analíticamente
    cómo tiene que ser la innovación para satisfacer
    una oportunidad. Consideran a los usuarios potenciales para
    estudiar sus expectativas, sus valores y sus
    necesidades.
    Para ser eficaz, una innovación tiene que ser simple y
    concentrada. Debería lograr sólo una cosa; de lo
    contrario, confunde a la gente. En realidad, el mayor elogio que
    puede recibir una innovación es que la gente diga:
    "¡Esto es obvio! ¿Por qué no habíamos
    pensado en eso?¡Es tan simple!". Incluso la
    innovación que crea nuevos usuarios y nuevos mercados
    debería estar dirigida a una aplicación
    específica, clara y cuidadosamente planeada.
    En realidad, nadie puede vaticinar si una innovación
    determinada terminará siendo una gran empresa o un logro
    modesto. Pero aun cuando los resultados sean modestos, la
    innovación exitosa desde el principio aspira a determinar
    las normas, la
    dirección de una nueva tecnología o
    de una nueva industria, para crear la empresa que está
    – y seguirá estando – a la vanguardia del
    resto. Si una innovación no apunta al liderazgo desde el
    principio, es improbable que sea suficientemente innovadora.
    Sobre todo, la innovación es esfuerzo más que
    genialidad. Esto requiere conocimiento y a menudo inventiva. Y
    también requiere concentración. Evidentemente, hay
    personas que son más talentosas que otras como
    innovadoras, pero sus talentos residen en áreas bien
    definidas. En realidad, los innovadores rara vez trabajan en
    más de un área. Con todos sus logros innovadores
    sistemáticos, Edison trabajó solamente en el campo
    de la electricidad. Un
    innovador en áreas financieras, como el Citibank, es
    improbable que se embarque en innovaciones sobre los servicios de
    asistencia médica.
    En la innovación como en cualquier otro esfuerzo, hay
    talento, hay ingenio y hay conocimiento. Pero cuando todo
    está dicho y hecho, lo que la innovación requiere
    es un esfuerzo deliberado y concentrado. Si el esmero, la
    perseverancia y el compromiso están ausentes, el talento,
    el ingenio y el conocimiento no tienen ningún efecto.
    Desde luego, hay muchas otras cosas que emprender además
    de la innovación sistemática: por ejemplo, las
    estrategias
    empresariales diferentes y los principios de la
    gestión
    empresarial, que son igualmente necesarios en la empresa
    establecida, en la organización de servicio
    público y en el nuevo emprendimiento. Pero el verdadero
    fundamento del emprendimiento comercial – como una
    práctica y como una disciplina –
    es el ejercicio de la innovación
    sistemática.

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