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El populismo en América Latina




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    Indice
    1.
    Origen y características de las doctrinas populistas en
    Europa y estados unidos de América

    2. El populismo en América latina
    durante la primera mitad del siglo XX.


    3. El populismo
    en el tercer mundo: Asia y África

    4. Aspectos rescatables del
    populismo histórico para la creación de una
    vía política alternativa

    5.
    Bibliografía

    1. Origen y características de las doctrinas populistas
    en Europa y estados unidos de
    América

    En el presente ensayo
    queremos realizar un recuento del desarrollo y
    características de los principales
    movimientos populistas registrados en Europa y América, con la intención de hacer
    una interpretación sobre su significado histórico,
    y a su vez resaltar aquellos elementos, que, creemos, pueden
    tener una nueva oportunidad en este mundo unipolar y que necesita
    con urgencia una alternativa político
    –económico – social diferente al neoliberalismo, que, orgullosamente agita las
    banderas de la victoria. El populismo,
    más que un período histórico de la
    humanidad, es un movimiento
    social que puede renacer, en la medida en que muchos de los
    factores que le dieron vida aún persisten o han
    regresado.
    Las doctrinas populistas tuvieron orígenes
    "simultáneos" Rusia y Estados Unidos de
    América durante la segunda mitad del siglo XIX,
    desarrollados en dos contextos históricos bastante
    diferentes, pero con una característica común: el
    ser una protesta formulada contra el capitalismo
    desde el punto de vista de los pequeños productores
    campesinos, quienes, arruinados por el desarrollo
    capitalista, veían en él una amenaza para su forma
    de vida.
    Históricamente, Estados Unidos y Rusia eran países
    muy diferentes. El primero era una Monarquía, un imperio expansionista, cruce
    de caminos entre Europa y Asia, y un
    país heredero de una fuerte tradición comunal en
    sus bases campesinas que resistían los acelerados pasos
    que los gobernantes daban hacia el capitalismo y
    la industrialización. Junto a ellos, varios intelectuales
    "eslavófilos" de la aristocracia y las clases altas
    intentaron crear teorías
    y movimientos –de arriba hacia abajo- que incitaran a los
    campesinos a rebelarse contra el proceso y el
    sistema.
    El segundo, era un país colonizador, gestor de capitalismo
    desde sus bases agrarias, aunque, a partir de la Guerra Civil
    el desarrollo del capital
    monopolista emprendió un curso avasallador que estaba
    perjudicando a los propios pequeños y medianos
    propietarios. Las masas de agricultores y sus familias tuvieron
    dos opciones: enfrentar políticamente el sistema que los
    acosaba, o aceptar su suerte y emigrar a las ciudades para
    convertirse en trabajadores industriales y empleados de los
    grandes monopolios. Decidieron dar la lucha, creando un movimiento
    político independiente que representara sus exigencias. El
    populismo, en Estados Unidos, fue, entonces, un movimiento de
    "abajo hacia arriba".
    Veamos a continuación cómo se dieron los dos
    procesos

    El populismo ruso
    Las condiciones económicas, sociales y políticas
    internas, unidas a una serie de transformaciones políticas
    y sociales dadas en Europa durante mediados del siglo XIX (las
    revoluciones del 30 y del 48) y la influencia de la
    filosofía idealista alemana formó un pensamiento
    radical en una generación de jóvenes intelectuales
    rusos congregados en círculos literarios, políticos
    y filosóficos (la "Joven Rusia"). Muchos de ellos se
    quedaron en la retórica, otros quisieron ir más
    allá, al compromiso político, afrontando la
    persecución, el destierro y la muerte.
    El populismo en Rusia constituyó una estructura
    ideológica dentro de la cual cabían muchas
    posiciones, a veces complementarias y a veces antípodas
    unas de otras. A todas luces, resulta problemático
    encontrar un pensador individual que reúna todos los
    aspectos y elementos constitutivos de dicha estructura;
    sin embargo se pueden mencionar a algunos personajes que dieron
    los principales rasgos de la doctrina populista clásica
    rusa. Veamos:
    El primero de ellos, Herzen, puede considerarse el "padre" del
    populismo ruso. Herzen se opuso al desarrollo burgués de
    Rusia, y albergaba la esperanza de una transición directa
    al socialismo sin
    pasar por el capitalismo. Una característica importante
    del pensamiento de
    Herzen, que marcó al populismo fue su actitud hacia
    el pueblo ruso, su fe en él, y su deseo de tomar una parte
    activa en sus destinos. Este amor, no lo
    consideraba un sentimiento "fisiológico de identidad
    racial, basado exclusivamente en la casualidad del lugar de
    nacimiento", sino que estaba ligado a la fe y a la razón.
    (Herzen, 1956: 562-63).
    Para transformar las condiciones sociales de los campesinos e
    impedir la instauración del capitalismo, Herzen
    concebía la necesidad de una revolución
    económica, pues una mera revolución
    política
    no podía resolver contradicciones tales como el derecho
    absoluto a la propiedad y el
    derecho innegable a la vida, como la ociosidad legal y el trabajo sin
    fin ni esperanza. Pero para conseguir estos propósitos,
    Herzen bogaba por procedimientos
    "humanos" en contra de los violentos expresados por amigos y
    contradictores. Los primeros eran más largos y más
    complicados, pero en lugar de provocar destrucciones, muchas de
    ellas innecesarias y perjudiciales, utilizarían aquellos
    elementos útiles del orden existente y su huella
    perduraría:
    "Si se hace saltar todo el mundo burgués con
    pólvora, se verá renacer, una vez disipado el humo
    y retirados los escombros, algún otro mundo
    burgués, porque ese mundo no ha muerto interiormente y
    porque ni el mundo constructor ni la nueva generación
    están suficientemente preparados para poder
    completarse realizándose. Ninguna de las bases del orden
    existente, de esas bases que deben desmoronarse y ser
    transformadas, están aún lo bastante minadas o
    vacilantes para excluirlas de la vida arrancándola de ella
    violentamente (…) Que cada hombre honrado
    se pregunte si él mismo está dispuesto (…)
    ¿conoce, aparte de la destrucción, el proceso por el
    que debe realizarse la transformación de las formas viejas
    en esta nueva organización?".(Herzen, 1956: 592).
    Otra de las bases del populismo ruso fue Chernichevski,
    contemporáneo de Herzen. Sus principales aportes
    fueron:

    • Defensa enérgica a la comuna campesina, en la
      que los economistas liberales veían el mayor
      obstáculo para la capitalización de Rusia al
      estilo inglés.
    • Una crítica a las ideas del liberalismo
      económico y político, desde el punto de vista de
      las masas trabajadoras. Adoptó, en cierta medida, la
      posición de un romántico
      económico.
    • Una combinación de democratismo burgués
      antifeudal con una reacción conservadora
      pequeñoburguesa contra el progreso
      burgués.

    Por otra parte, y según Andrzej Valicki (1970) el
    populismo ruso bebió de las fuentes del
    marxismo. Las
    ideas contenidas en "El Capital"
    actuaron como catalizadoras en la tradición y desarrollo
    del pensamiento populista, y fueron los populistas quienes
    iniciaron la propagación del marxismo en
    Rusia. Si bien las conclusiones generales del populismo eran
    incompatibles con el marxismo, se apoyaba en razonamientos
    teóricos domados de Marx.
    Mijailovski, quien no sólo leyó, sino
    que se comunicó con Marx,
    concluía, contrario al barbudo alemán, que la
    división del trabajo, que culminaba en el capitalismo
    moderno, constituía un retroceso en el progreso
    económico. Proclamó que sólo el bienestar
    del pueblo, es decir, el bienestar de los trabajadores
    individuales debería ser considerado como medida de
    progreso. Marx le había enseñado el alto precio que
    debía pagarse por el desarrollo capitalista; Mijailovski
    se negaba a pagarlo, afirmando sus esperanzas en la posibilidad
    de una restauración de las formas arcaicas de la vida
    social y de su adaptación a las nuevas condiciones.
    Mijailovski además, atacó duramente el
    evolucionismo social de los marxistas, pues decía que esta
    generalización era incompatible con las esperanzas de los
    socialistas en los países atrasados. Como alternativa,
    ofrecía su llamada "sociología objetiva" que negaba la
    posibilidad de un enfoque objetivo de
    las ciencias
    sociales, sosteniendo que la voluntad y el pensamiento humano
    podría oponerse de manera efectiva a las leyes
    impersonales del desarrollo. A diferencia de los marxistas,
    Mijailovski y los populistas en general, consideraban al atraso,
    no como un mal, sino, hipotéticamente, como un cierto
    privilegio, pues al poseer la imagen de los
    procesos dados
    por otros países más avanzados, podría
    vislumbrarsen los pasos que debían darse y avanzar en la
    historia de
    manera consciente, a sabiendas de los obstáculos que se
    habrían de evitar en el camino, en lugar de avanzar a
    tientas.
    Ya en la década del 1880, las teorías
    populistas más ambiciosas respecto del desarrollo
    industrial no capitalista fueron elaboradas por V. Vorontsov y N.
    Danielson. Vorontsov fue el primer pensador populista en afirmar
    que el desarrollo no capitalista de Rusia, no solo era posible,
    sino incluso necesario. La industrialización exitosa de
    Rusia sólo podría lograrse por medio de un
    planteamiento socialista a cargo de organismos del gobierno. Una
    industrialización socialista sería menos penosa y
    más humana que su variante capitalista, evitando a los
    campesinos y artesanos rusos las crueldades de la
    "acumulación primitiva".
    Danielson utilizó el argumento de Vorontsov contra el
    optimismo categórico de los liberales rusos, quienes
    veían en el progreso capitalista la panacea para las
    enfermedades
    sociales del país; además, intentó evitar
    que los pequeños productores cargaran con los costos de la
    industrialización, en la creencia de que en Rusia
    podría lograrse la socialización del trabajo sin pasar por la
    etapa capitalista. Además, su preocupación no fue
    solamente impedir la proletarización de los campesinos
    rusos, sino también la de la nación,
    es decir, impedir que fuera explotada por los países
    más avanzados.
    No obstante, existió una característica en este
    populismo, ya elaborado, que sin duda impidió aterrizar
    las ideas: su esperanza de que el gobierno zarista
    llevara a cabo una industrialización por vías no
    capitalistas en provecho del pueblo. Ilusión que proviene,
    sin embargo, de una correcta evaluación
    del vínculo existente entre el atraso económico y
    el papel de
    iniciador y planificador del desarrollo
    económico que compete al estado.

    El populismo ruso puede dividirse en tres etapas
    históricas:

    1. Etapa Radical (1850 –1870). En ella se gestan
      ideas y propuestas, pero todavía no se realizan acciones
      concretas. En este proceso están Herzen y Chernichevski
      .
    2. Etapa Anarquista (1870-1880). En este período
      se produce el llamado "ir al pueblo". Los intelectuales
      organizan movimientos y grupos con
      sectores campesinos, con el fin de "educarlos"
      teóricamente y prepararlos para la lucha. En este
      proceso se destaca Bakunnin, quien tradujo por primera vez El
      Capital al ruso.
    3. Etapa Liberal (1880-1900). Se destacan Mijailovski y
      Trajanov. Por estos años, la capitalización de
      Rusia ya era una realidad. El populismo ruso, entonces, opta
      por adecuarse a esta realidad. De esta forma, los vanguardistas
      y el pueblo ruso ya no reconocen al populismo como una ideología liberadora, comenzando entonces
      a mirar, cada vez con mayor simpatía, hacia al
      marxismo-lenninismo, ideología contradictora del
      populismo.

    En Síntesis,
    las características del populismo ruso son las
    siguientes:

    1. Además de ser una reacción al
      desarrollo capitalista dentro de Rusia, el populismo
      también lo fue del país respecto a
      Occidente.
    2. El populismo ruso, fue una corriente de pensamiento
      con muchas matices, que produjeron movimientos y organizaciones
      políticas de todo tipo; desde pacifistas hasta
      violentas.
    3. El populismo ruso no fue una expresión
      ideológica nacida inmediatamente del seno de los
      pequeños productores. Nunca fue una ideología
      nativa del campesinado ruso, sino que representó una
      expresión a favor del campesinado de la intelectualidad
      rusa.
    4. El populismo ruso también fue una respuesta al
      socialismo
      occidental, en espacial al marxismo: la reacción de la
      intelectualidad democrática de un país atrasado
      en una fase primitiva de desarrollo capitalista. La respuesta
      populista al marxismo fue original y creadora

    Estados Unidos
    Las principales características del populismo en este
    país se mencionan a continuación:

    1. En este país, el populismo permaneció
      mientras existió la clase social sobre la que
      descansaba. Después de un auge impresionante en la
      década de 1890, sobrevino, en el siguiente decenio, una
      debilidad total.
    2. El populismo en los Estados Unidos fue un movimiento
      radical, pero no puede considerarse como un movimiento
      socialista, aunque hubo ideas socialistas utópicas en su
      seno. Fue un movimiento profundo de conciencia
      de clase, aunque no de la clase obrera, sino del productor
      agrícola independiente, esa clase que otrora
      constituyera la mayoría del pueblo
      norteamericano.
    3. Si en Rusia el populismo puede considerarse como una
      corriente de pensamiento, en Estados Unidos, el populismo
      nació como un movimiento agrario y poco a poco fue
      elaborando sus planteamientos teóricos. El precursor del
      populismo se encuentra en el movimiento Greenback de 1875-78.
      La situación monetaria que favorecía a los
      banqueros y grandes capitalistas, el sistema crediticio que
      endeudaba completamente a los campesinos, la explotación
      a la que eran sometidos por los intermediarios de almacenes de
      granos y al sistema de transporte
      ferroviario y la vigencia de sistemas de
      arrendamiento agrario y aparcería (sharecroppers)
      provocó la
      organización campesina. Las alianzas entre
      agricultores se desarrollaron, primero en el Sur, y luego en el
      Medio Oeste. Su brazo político fue formalmente conocido
      como el Partido del Pueblo, pero su nombre de batalla fue el de
      los populistas.
    4. El movimiento de la Alianza fue popular, masivo, una
      rebelión, ebullición de ideas y una
      combinación de fuerzas de millones de gentes del pueblo.
      Sacó sus propios líderes de las masas
      empobrecidas, los desfiles fueron una herramienta organizativa
      muy utilizada, junto con estrategias
      como las cenas populares y los días de campo. El
      discurso y
      la oratoria fue la
      principal herramienta de comunicación de ideas.
    5. A diferencia del populismo ruso, el movimiento
      populista en los E.U. se impregnó de la cultura
      popular: por ejemplo, las canciones tradicionales adquirieron
      líricas radicales, se escribieron cuentos de
      difusión masiva, como "El Mago de Oz", etc.
    6. El programa del
      movimiento fue sencillo, claro y expresivo de una clase social,
      además de ser constante. En síntesis, favorecía la
      nacionalización de los ferrocarriles, la
      abolición de la banca
      nacional, mayor emisión de papel
      moneda, el libre acuñamiento de la plata y
      prácticas más democráticas como el voto
      secreto y la elección directa de senadores.
    7. En los estados del Sur, el populismo logró
      convertirse en un baluarte de la ruptura con el racismo.
    8. El populismo en los EUA no representa ni
      representó a los políticos de los partidos
      tradicionales; fue una ruptura tajante con ellos. Sin
      embargo, existieron tendencias que propugnaban alianzas
      electorales con los dos partidos tradicionales y que
      finalmente llevarían a la debacle del Partido
      Populista.

      "Una gran conspiración en contra de la
      humanidad se ha organizado en dos continentes y se
      está apoderando del mundo. Si no se le enfrenta y se
      le despoja de inmediato, llevará a terribles
      convulsiones sociales y a la destrucción de la
      civilización o al establecimiento de un despotismo
      absoluto" (Wolforth, 1983: 32).

    9. En síntesis, representó la primera gran
      rebelión contra el capital monopolista y el sistema
      imperialista que domina hoy día todos los aspectos de la
      vida en los Estados Unidos, tal como lo afirmara, en tono
      apocalíptico, el Preámbulo del Partido del
      Pueblo:
    10. El colapso del populismo norteamericano se
      debió, en primer lugar, a su debilidad teórica y
      programática. La agitación fue más radical
      que sus puntos programáticos. Los políticos
      capitalistas se dieron cuenta de esta debilidad desde el
      principio, por ello, para evitar que el trueno populista se
      desatara en tormenta, estos políticos utilizaron algunos
      puntos de la plataforma populista para ganar votos para
      sí y sustraer adeptos al Movimiento. De esta forma,
      después de los comicios de 1896, donde los partidos
      tradicionales se apropiaron astutamente de algunos puntos
      programáticos de los populistas, el declive fue
      inminente. En segundo lugar, el populismo norteamericano
      descansó exclusivamente en una clase social, los
      pequeños agricultores, condenada a la
      desaparición; su programa fue
      muy reducido como para captar la atención del proletariado industrial,
      clase social que emergía.
    11. El Populismo, en los Estados Unidos, aunque nunca
      obtuvo un serio apoyo de las masas del proletariado industrial,
      dadas las características muy centradas en la clase
      agricultora, y que le impidió la posibilidad de
      convertirse en una fuerza
      política
      nacional, debido a los esfuerzos infructuosos por ganarse al
      proletariado, se convirtió en la llama que
      encendió la formación del Partido Socialista, que
      surgiría en la década de 1900. Es inconcebible
      que dicho partido se hubiera desarrollado sin en el esfuerzo
      pionero de los agricultores. ¿Por que? En primer lugar,
      popularizó la idea de una acción política
      independiente de los partidos tradicionales; en segundo lugar,
      el carácter
      popular de su movimiento y el estilo de su propaganda
      preparó el camino a los socialistas. Gran parte de los
      líderes populistas pasaron a las toldas del nuevo
      partido socialista, creado justo en el momento en que la
      fuerza
      económica de los Estados Unidos pasaba del sector
      agrícola, al industrial.

    2. El populismo en América
    latina durante la primera mitad del siglo XX.

    La irrupción del populismo en diferentes regiones
    y lugares, en épocas similares o diacrónicas
    muestran la característica, en cierto modo, adaptativa y
    ecléctica, de responder a determinadas condiciones comunes
    de atraso y desigualdad social y económica que traspasan
    las barreras del tiempo y el
    espacio. Por ello, el populismo tenía bastantes motivos
    para resurgir –con variantes, obviamente- en los
    países del llamado "Tercer Mundo". Y América
    Latina dio el primer paso. No vamos a describir aquí
    las características particulares de los populismos en cada
    uno de los países latinoamericanos. Para ello, remitimos
    al cuadro comparativo que presentamos en el inciso 3. Trataremos
    de sintetizar las principales características del
    populismo histórico latinoamericano, siguiendo a G.
    Germani, T. Di Tella y O. Ianni (1984 y 1973), principales
    analistas y teóricos del populismo histórico
    latinoamericano desde la óptica
    de lucha de clases, que a nuestro juicio, es bastante fundada,
    pese a algunas interpretaciones controversiales producto de su
    óptica
    marxista (como por ej. Creer que el populismo es una etapa
    "previa" y "superada" de la lucha revolucionaria)

    Origen

    1. Según estos autores, el populismo de la
      primera mitad del siglo XX en nuestros países es una
      "etapa", determinada por "la conformación definitiva de
      la sociedad de
      clases", dentro de un contexto de industrialización y
      acelerada urbanización. Este período
      superó la época del "Estado
      Oligárquico", Oligárquico dominada por relaciones
      estamentales o de casta creadas por el colonialismo
      mercantilista ligado al régimen esclavista.
    2. El origen del populismo está ligado a la
      crisis del
      Estado Oligárquico. El populismo sucede a una serie de
      movimientos antioligárquicos de clase media (irigoyismo,
      tenientismo, por ej.), que estaban revestidos de un
      espíritu liberal y que buscaban el establecimiento de un
      estado de tipo Liberal (económica y políticamente
      hablando), difundiendo una serie de ideas sobre el progreso
      económico, la reforma institucional, la
      democratización, la libertad,
      etcétera. Sin embargo es la nueva estructura de clases,
      creada por la creciente urbanización, la inmigración campo-ciudad, el desarrollo
      industrial, el crecimiento del sector de servicios,
      la que pone en jaque al sistema oligárguico. En esta
      crisis
      juegan un papel importante además, tres acontecimientos
      externos (I Guerra Mundial,
      Depresión Económica de los 30, y
      II Guerra Mundial)
      que funcionaron como rupturas estructurales en las naciones de
      economía
      dependiente, como eran las nuestras.
    3. Las mencionadas crisis mundiales provocaron
      convulsiones políticas internas en los países
      dependientes del capitalismo, como lo eran los
      latinoamericanos, o propiciaron eclosión de fuerzas
      políticas, sociales y económicas que se
      encontraban controladas durante la vigencia de los gobiernos
      oligárquicos. De esta forma, el populismo
      histórico latinoamericano correspondió a una fase
      de las transformaciones del Estado capitalista, en que la
      burguesía agroexportadora y la burguesía minera y
      comercial pierden el monopolio
      del poder
      político en provecho de las clases
      sociales urbanas (burguesía industrial, clase media,
      proletariado industrial, militares, intelectuales).

    Configuración del populismo

    1. El populismo en América Latina fue una alianza
      entre clases
      sociales antagónicas, en proceso de formación
      (burguesía, por un lado, y proletariado, campesinos y
      clases medias, por el otro), guiadas por el propósito de
      confrontar y derribar el Estado
      Oligárquico, heredero del colonialismo, que desde el
      siglo XIX predominaba en todos los países del
      subcontinente. A nivel externo se luchó contra un
      enemigo llamado imperialismo
      norteamericano.
    2. El período del ascenso y auge del populismo es
      llamada por Octavio Lanni, "época de la política
      de masas", en la cual la burguesía industrial asume el
      liderazgo
      ostentoso de las luchas reivindicativas y reformistas de la
      clase obrera y otros grupos
      populares. En estos años fueron creadas nuevas organizaciones
      técnicas y estilos de liderazgo
      político, surgiendo una ideología peculiar,
      llamada el "principio de paz social" o "armonía entre
      las clases", el cual adquirió primacía sobre las
      ideas y prácticas políticas inspiradas en los
      antagonismos de clase. La unión táctica de grupos
      de intelectuales, clases populares, y sectores de la
      burguesía y de las fuerzas armadas se consolidó
      con el fin de acelerar las rupturas estructurales que
      habían debilitado a la oligarquía y al imperialismo. Obviamente, se jugaban intereses
      diversos, pero todos coincidían en que el desarrollismo
      nacionalista era una estrategia
      posible, primordial y urgente.
    3. Dentro de esta "pacto" es necesario diferenciar dos
      tipos de populismo: Uno, el de las altas esferas (gobernantes,
      políticos, burgueses, profesionales, políticos,
      demagogos), que utilizan tácticamente a las masas
      trabajadoras y a los sectores más pobres de la clase
      media. Dos, el populismo de las masas (trabajadores, migrantes
      rurales, baja clase media, estudiantes radicales, intelectuales
      de izquierda). En situaciones normales, perecía existir
      una armonía total entre estos dos populismos. Sin
      embargo, en los momentos críticos, cuando las
      contradicciones políticas y económicas se
      agudizaban, el populismo de las masas tendía a asumir
      formas revolucionarias. En estas situaciones ocurre la
      metamorfosis de los movimientos de masas en lucha de
      clases. Por su parte, el populismo de las altas esferas
      abandonó a su suerte a las masas, sin antes impedir que
      den el paso decisivo en las luchas
      políticas.
    4. La burguesía industrial emergente, entonces,
      acabó por mantener su preponderancia sobre las otras
      fuerzas políticas combinadas en el pacto populista,
      asumiendo el liderazgo directo de las luchas reivindicativas y
      reformistas de las clases obreras y de amplios sectores de la
      clase media. A fin y cuentas, esa
      burguesía, aliada con militares, intelectuales, clase
      media, era la clase victoriosa en la lucha contra la
      oligarquía. La burgeuesía controló a las demás clases
      sociales integradas en el Pacto Cualquier intento de giro hacia
      la izquierda era rápidamente evitado con cierta dosis de
      autoritarismo o violencia
      reaccionaria. Cuando la politización de las masas
      amenazó con descontrolar el movimiento, el golpe de Estado
      resolvía el problema.
    5. Y es que en la nueva configuración del sistema
      de clases propiciada por los procesos de
      urbanización e industrialización, entre otros, no
      existían las condiciones sociales necesarias para el
      fortalecimiento de posiciones radicales (como eran las
      socialistas). Muchas de las propuestas expresadas por estos
      grupos, estaban tomadas directamente de Europa sin ninguna
      reelaboración contextual, y por lo tanto, no
      tenían mayor apoyo popular. Además, según
      el autor, las condiciones en las cuales se encontraba la clase
      obrera en las crecientes ciudades, la conciencia
      de movilidad social superaba a la conciencia de clase. Los
      trabajadores recién llegados a las ciudades estaban en
      un proceso de resocialización. Si bien una parte de
      ellos fue sindicalizada y politizada, la mayoría
      permanece fuera de los cuadros políticos
      institucionales. En general, esa mayoría no tenía
      mayor conciencia política; su participación se
      limitaba a las elecciones, a los movimientos de masas,
      facilitando los liderazgos carismáticos y su
      manipulación por demagogos.
    6. Para la gran mayoría de los adeptos al
      populismo, lo que estaba en juego era el
      ascenso económico y social. En un plano secundario se
      colocaba la democratización de las organizaciones y las
      relaciones sociales. En la mayoría de los casos el
      objetivo era
      lograr una estrategia
      política de desarrollo
      económico nacional que exigía un cambio en el
      manejo de las estructuras
      de poder, el manejo de las relaciones entre el Estado y
      la sociedad.
    7. El populismo latinoamericano aparece como un
      fenómeno urbano; su base social y económica
      está en las ciudades más desarrolladas y en las
      que los sectores secundario y terciario tienen mayor
      dinamismo.
    8. En algunos países con fuerte presencia
      indígena y con tradición comunitaria en las bases
      (Perú, México) el populismo sufrió una
      variante respecto al modelo
      urbano y capitalista al revestirse de en elemento
      tradicionalista y anticapitalista, idealizando la aldea comunal
      indígena y sus valores.

    El populismo en el poder

    1. Por lo que respecta a sus fines económicos
      más generales, los movimientos y gobiernos populistas
      fueron abiertamente favorables a la industrialización y
      a la hegemonía de la industria
      sobre la agricultura
      y la minería.
      A la industrialización se la tomaba como equivalente del
      desarrollo económico en general, e indicador de
      bienestar social para el proletariado, mientras que los
      sectores agropecuario y minero eran considerados causas
      fundamentales de atraso económico y social. ¿Por
      que?. Los populismos consideraban que la exportación de materias primas y
      dependencia económica eran sinónimos para un
      país que no poseía industria.
      En este sentido aparecía ligado el nacionalismo, respondiendo a un propósito
      económico. En la medida en que desarrollaba una
      reorientación del subsistema económico nacional y
      cierta ruptura con el imperialismo, el populismo tenía
      algún compromiso con la idea de un capitalismo nacional
      y de una burguesía nacional. Para ello era indispensable
      un Estado fuerte que controlara las relaciones
      económicas capitalistas, que garantizara la
      nacionalización de la economía.
    2. El populismo, en los países donde llegó
      al poder, adquirió formas autoritarias y algunas de
      ellas, dictatoriales. El peronismo,
      cardelismo, getulismo, velasquismo, marinismo, etc.
      Tenían en común un marcado acento autoritario-
      paternalista. Estaba en juego una
      estrategia política de desarrollismo nacional, junto a
      un remodelamiento de estructuras
      de poder. Por lo tanto, las masas debían permanecer bajo
      el control
      estratégico de la burguesía, el cual sería
      el encargado de idear y conducir el proceso. El gobierno
      populista aceptó apenas la coraza política que
      las masas le podían propiciar (votos, comicios, huelgas,
      etc.), pero bajo ningún concepto
      aceptó la defensa armada por parte de trabajadores y
      estudiantes. Cualquier defensa armada sostenida en las masas
      colocaba al poder burgués automáticamente, en el
      camino de su liquidación.
    3. El populismo en el poder hizo una combinación
      sui generis de sistemas de
      movilización y control de las masas asalariadas urbanas
      con el aparato estatal. En una democracia
      representativa, tiende a haber una separación clara
      entre el Estado, el partido del gobierno y las bases populares.
      En el populismo ocurre una combinación singular entre el
      Estado, el partido gubernamental y el sistema sindical. Por
      esta combinación, algunos ven semejanzas con el Estado
      Socialista y el Estado Fascista. Sin embargo existen
      diferencias fundamentales: en el estado Fascista, la
      combinación se realiza de acuerdo con las exigencias de
      la dictadura de
      la burguesía y del capitalismo monoplista; en el Estado
      Socialista, esta vinculación se realiza según las
      exigencias de la dictadura
      del proletariado y de la socialización de los medios de
      producción. En el Populismo, el sistema
      de poder Estado – Partido – Sindicato se
      apoya en la alianza de clases, bajo la égida directa o
      mediatizada de la burguesía. El Estado populista es
      propuesto e impuesto a la
      sociedad como si fuera el mejor y único
      intérprete del "pueblo" (proletariado, campesinos,
      estudiantes, clase media), sin la mediación de los
      partidos. El pueblo ve al Estado a su guardián,
      intérprete, portavoz y realizador.
    4. Una característica importante es la
      relación establecida con los asuntos económicos
      internos y externos. Dado el contexto de crisis del capitalismo
      internacional y de caída de la economía primaria
      exportadora en el que los populismos nacieron, los gobiernos
      populistas actuaron con medidas financieras correctivas y
      alternativas, destacándose el impulso a la
      industrialización sustitutiva de importaciones,
      y el intervencionismo económico. Bajo el gobierno
      populista el aparato estatal adquirió nuevas dimensiones
      como fuerza productiva, como agente económico. El Estado
      populista afectó sin duda la
      organización política de las formas de
      producción en una época en que
      crecieron las fuerzas productivas y el mercado
      interno.
    5. El populismo, latinoamericano puede considerarse como
      arrevolucionario, en tiempos normales. Es escencialmente
      reformista, apoyando la doctrina de la "paz social" entre las
      clases sociales. En tiempos de crisis, sin embargo, el
      populismo revela su contenido antirrevolucionario. En
      épocas de crisis, las organizaciones, técnicas, liderazgos e ideologías
      populistas se revelan incapaces de transformarse en el sentido
      de la revolución. En la mayor parte de los casos, los
      cuadros burgueses y de la clase media se alían con los
      otros grupos de las clases dominantes, abandonando a su suerte
      a las masas. Las contradicciones estructurales internas y
      externas se agudizaron, llevando al colapso al populismo como
      modelo
      político de desarrollo y emancipación. De esta
      forma, La paradoja del populismo latinoamericano está en
      que estaba fundado en un pacto de clases sociales. Por lo
      tanto, cuando se rompió esta alianza, la ruptura se
      debió principalmente a las contradicciones desarrolladas
      entre las clases que componen el propio populismo. Generalmente
      hubo un resentimiento entre los miembros de la alianza y una
      mayor precisión en los perfiles de cada clase
      social.

    3. El populismo en el
    tercer mundo: Asia y
    África

    El populismo, gracias a su moldeabilidad, vuelve a
    recrearse en Asia y Africa. Aunque el
    desarrollo del Populismo en estos países no constituye un
    énfasis dentro de este ensayo, veamos
    de manera somera, las principales características de estas
    experiencias.
    En primer lugar, el populismo en estos países
    sirvió a los propósitos de liberación,
    descolonización y/o creación de Estado Nación.
    Por otra parte, el populismo en Africa y Asia se
    desarrolló en el contexto de la Guerra
    Fría. Esto fue utilizado en beneficio de los
    movimientos por parte de los sagaces líderes populistas,
    quienes jugaron con los dos sistemas
    político-económicos que se disputaban el dominio del
    mundo. Por ejemplo, hacer creer a la URSS que se iba hacia el
    socialismo, para obligarla a invertir y colaborar en la construcción material de los países,
    etc.
    En Africa y Asia el populismo tiene como uno de sus principales
    características el rescate de los valores
    tradicionales de sus habitantes, especialmente los elementos
    religiosos, que se convierten en motor de muchos
    de estos movimientos. La aldea, fue idealizada como célula de
    la organización social. La economía
    agraria, el comercio y la
    artesanía fueron rescatados y puestos al servicio de un
    propósito anticapitalista y anti-industrial, que
    constituye en otra de las principales características de
    estos populismos. En esto hay un contraste con la mayoría
    de los países latinoamericanos.

    Una de las claves del éxito
    del populismo en estos países es que asume algo que,
    doctrinas alternativas como el marxismo nunca pudieron realizar:
    recoger la diversidad étnica y cultural de sus habitantes.
    El marxismo estaba creado para un tipo de sociedad industrial
    particular: la centro-europea. Marx creía que la sociedad
    estaba destinada a la proletarización masiva. En el tercer
    mundo la sociedad tiene múltiples componentes sociales, en
    los que el proletariado constituye apenas un grupo. El
    populismo en el tercer mundo sabe adoptar esta diversidad y
    unificarla en torno a un
    propósito nacionalista.

    Partes: 1, 2

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