Indice
1.
Orografía
2. Hidrografía
3. Clima
Sierras Pampeanas
Este extenso grupo de
sierras abarca parcialmente las provincias de Córdoba, San
Luis, San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán y Salta. Las
sierras pampeanas son montañas en bloques delimitados por
fallas que irrumpen en la llanura a modo de islas. También
se incluyen en esta unidad geográfica los bolsones
intermontanos como los Llanos de la Rioja, el Campo de Talampaya,
el valle de Conlara y el valle de Punilla, entre otros. En las
Sierras Pampeanas, son características las importantes intrusiones
ígneas que en algunos casos, debido al grado de
denudación pueden aflorar. También existen
manifestaciones volcánicas que constituyen paisajes
llamativos.
Sistema de Famatina
Este sistema se halla
enclavado casi en su totalidad entre las Sierras Pampeanas de la
provincia de La Rioja. Posee una longitud de 320 Km., un ancho
que varía entre los 40 y 60 Km., y rumbo general NNO-SSE.
Sus picos más altos superan los 6.000 sobre el nivel del
mar, y están ubicados en la parte central del sistema, el que
va disminuyendo hacia el Norte como hacia el Sur. El sistema de
Famatina está ligado a las Sierras Pampeanas por la
presencia del mismo tipo de rocas intrusivas,
mientras que lo asocian a la Precordillera los sedimentos marinos
del Ordovícico.
Precordillera
Se extiende desde el límite con la Puna, hasta el
río Mendoza. Está constituida por una serie de
cadenas montañosas ubicadas al este de la cordillera
Frontal y separada de ésta por los valles de Rodeo,
Iglesia,
Calingasta y Uspallata. Por el oriente, valles y planicies marcan
el límite con las sierras Pampeanas. Se extiende a lo
largo de 450 kilómetros.
Su formación se inició con el plegamiento de capas
sedimentarias ocurrido en el caledónico, proceso que
continuó intensamente en el varíscico. En el
mesozoico el sistema estuvo sometido a un poderoso proceso
erosivo hasta que, en la era cenozoica, el plegamiento
ándico fracturó y reelevó los antiguos
bloques, que alcanzaron los niveles que presentan actualmente.
Algunos macizos descendieron, se cubrieron con sedimentos y en la
actualidad constituyen los valles y bolsones marginales a los
encadenamientos. La altitud máxima se encuentra en el
cerro de la Bolsa, con 4.924 metros. Las sierras que componen el
sistema son bloques paralelos, separados por valles estrechos y
alargados.
Los catastróficos terremotos que
tienen lugar en la región se relacionan con las
líneas de fractura que las separa. Las cumbres son anchas
y planas, ya que corresponden a la antigua superficie de erosión o
peniplanicie. Algunos de los más importantes
encadenamientos que la integran son las sierras de: la Punilla,
del Tigre, Talacasto, Tontal y Uspallata.
Cordillera Frontal
Situada entre los 28º y los 39º de latitud S, que forma
parte de los Andes centrales; se extiende desde la provincia de
La Rioja hasta el lago Aluminé.
La cordillera está compuesta por capas sedimentarias
paleozoicas, plegadas en el ciclo orogénico
varíscico; estas capas, tras un periodo erosivo, fueron
elevadas de nuevo en el ciclo ándico de la era cenozoica.
Los cordones están formados por bloques independientes de
gran altitud, sin dirección general uniforme, separados por
valles fluviales muy profundos que descienden de la cordillera
Principal o del Límite. Al igual que en ésta, son
frecuentes los picos que superan los 6.000 m y los pasos se
hallan entre los 3.500 m y los 4.000 m. Debido al
clima
árido, el límite de las nieves perpetuas se
encuentra por encima de los 5.000 m, por lo cual sólo
las altas cumbres presentan campos de nieve o glaciares.
Las principales unidades del sistema son: de la Brea, San
Guillermo, Colangüil, Olivares, Conconta, Ansilta, La
Ramada, Espinacito, Tigre, del Plata y Portillo. El pico
más elevado coincide con ‘el techo de América’, que es el cerro Aconcagua
(6.959 m), seguido del pico Ojos del Salado (6.893 m),
el volcán activo de mayor altitud del mundo. Las cumbres
más elevadas presentan circos y morrenas que son rasgos
morfológicos de origen glaciar. En el resto del paisaje
predominan las formas derivadas de la
meteorización mecánica de las rocas; trozos de
rocas forman extensos mantos y al pie de las pendientes abundan
los conos de deyección producto del
acarreo de los torrentes por la fusión del
hielo y la nieve.
Cordillera Principal
Cadena montañosa que forma parte de los Andes centrales,
entre los 27º de latitud S, en el borde meridional de la
Puna, y los 39º de latitud S, en el lago Aluminé. Por
el este está adosada a la cordillera Frontal.
La explicación inicial que se dio a su origen hablaba de
la existencia de un antiguo geosinclinal mesozoico; actualmente,
a partir de la teoría
de la tectónica de placas, se considera que la cordillera
es el resultado del contacto de una placa oceánica y otra
continental. Contiene sedimentos marinos y grandes masas de rocas
volcánicas. Tras cada empuje orogénico se
desarrolló una intensa erosión
que acumuló capas de sedimentos al pie de las
montañas en planos inclinados y abundantes conos de
deyección. Esta zona constituye un encadenamiento continuo
que actúa como divisoria de aguas por el que se
trazó el límite internacional.
En el norte se encuentran macizos imponentes, como los cerros
Ojos del Salado (6.100 m), Incahuasi (6.620 m), San
Francisco (6.000 m), Tres Cruces (6.356 m) y Pissis
(6.779 m). En la provincia de La Rioja, el cerro Bonete, de
6.872 m, es la segunda cumbre de América. Por el sur, el Tupungato de
6.800 m, es la última cumbre elevada de los Andes
centrales. Los pasos son altos; el de mayor tránsito es el
de la localidad de Las Cuevas, en la Ruta Nacional
N° 7.
Cordillera Patagónica
Sector de la cordillera de los Andes comprendido entre los
39º de latitud S, en la proximidades del lago
Aluminé, en la provincia de Neuquén, y los 51º
de latitud S. Por el este limita con las mesetas
patagónicas.
Se formó en la era cenozoica y su relieve fue
muy modificado por las glaciaciones. Este tramo es más
angosto y menos elevado que los Andes centrales. Sus altitudes
excepcionalmente superan los 2.500 metros. El pico culminante es
el volcán Lanín,
en la provincia de Neuquén, de 3.776 metros. Las
montañas no constituyen un encadenamiento continuo, sino
que están cortadas transversalmente por numerosos valles y
lagos que son depresiones de origen tectónico-glaciar. Los
valles cumplen la función de
pasos a baja altura y sirven como lugar de asentamiento. Los
Andes patagónicos contienen la más importante
cuenca lacustre de la Argentina; entre
los de mayor superficie se encuentran los lagos Buenos Aires, San
Martín, Viedma, Argentino y Nahuel Huapi.
Por representar una barrera que obliga a elevarse a los vientos
del oeste, se registran precipitaciones orográficas muy
copiosas en forma de lluvia y nieve que alimentan los campos de
hielo y los caudales fluviales. Las cumbres se presentan nevadas
y en el suroeste la Argentina
comparte con Chile el
denominado Hielo Continental Patagónico, residuo de la
última glaciación. Además de los lagos, el
paisaje muestra una
variedad de formas generadas por el glaciarismo: lenguas de hielo
que desaguan al hielo continental, circos glaciares en las
cumbres, morrenas, entre otras.
Patagónides
Sistema orográfico de Argentina que se extiende por el
sector centro-oriental de las provincias de Neuquén,
Río Negro y Chubut. Al oeste, y de norte a sur, limita con
los sistemas
orográficos de la cordillera Principal, cordillera
Patagónica y Precordillera o Antecordillera; al este, en
su parte central, lo hace con el sistema de Somoncurá.
Desde un punto de vista geomorfológico, el sistema de
Patagónides forma parte de las tres unidades
morfoestructurales más meridionales de Argentina: la
cordillera Principal, la cordillera Patagónica y la
Patagonia
extraandina.
Mahuidas
Dispuesto a lo largo del curso fluvial del Salado –
Chadileuvú – Curacó. en el centro-sur de la
provincia de La Pampa, se halla este sistema de escasa altura.
Las formas redondeadas del Sistema de Mahuidas, debidas a la
antigüedad de estas sierras y a los procesos de
erosión que las han afectado, emergen suavemente sobre el
relieve de la
llanura en un ambiente
semiárido.
Meseta Misionera
Región geográfica localizada en el área del
Noreste y que se corresponde con la totalidad de la provincia de
Misiones y el sector nororiental de la de Corrientes hasta el
río Aguapey, que actúa como límite natural
con la subregión de los Esteros correntinos, integrada en
la Llanura platense
Se caracteriza por dilatarse en el extremo oriental de Misiones,
en el límite con Paraguay y
Brasil, y
presentar, sin solución de continuidad, una topografía accidentada disectada por la
erosión fluvial sobre rocas antiguas eruptivas y
metamórficas, meláfidos y calizas. Los ríos,
como consecuencia de un levantamiento epirogénico,
constituyeron meandros encajonados. Tal es el caso del
Pepirí Guazú, que sirve de límite con
Brasil: su
curso meandroso y hundido corre encajonado en un valle de la
altiplanicie, con sus laderas cubiertas de vegetación
subtropical, formando un paisaje de llamativa belleza. Entre los
ríos de la meseta destacan, por su mayor caudal, el
Uruguay, Piray
Miní, Yabebirí, Yabatí y Soberbio.
Esta porción territorial, que para algunos estudiosos se
trata de una plataforma de erosión, también llamada
altiplanicie de Guaimbé, alcanza altitudes máximas
próximas a los 700 m sobre el nivel del mar y desagua
tanto hacia el río Uruguay como
hacia los ríos Iguazú y Paraná. Sus bordes
poseen aspecto de sierras vistas desde el cauce inferior de los
ríos, que abandonan la meseta de manera abrupta, debido al
afloramiento de rocas duras (areniscas o basaltos), formando
cascadas o cataratas como las de Iguazú, Moconá y
Salto de la Marca. De
ahí la gran importancia que posee esta región en
cuanto a su potencial hidráulico.
Ventania
Formación serrana que se levanta, en sentido
noroeste-sureste, en el extremo suroccidental de la provincia de
Buenos Aires.
Su composición geológica corresponde a sedimentos
del paleozoico de diferentes periodos, donde se alternan
sedimentos marinos y continentales con predominio de filitas,
areniscas, pizarras y conglomerados glaciales.
Desde el punto de vista geológico, por su
composición citada y su estructura,
este sistema puede considerarse vinculado al sistema de los
‘gondwánides’, cuya masa principal puede verse
en la Precordillera y su prolongación se encuentra en las
sierras de El Cabo, en la República de
Suráfrica.
Se distinguen dos grupos
principales, entre los que corren los valles longitudinales de
los arroyos Sauce Corto y Sauce Grande que separan las sierras
orientales de las occidentales.
La sección oriental corresponde a las sierras de las Tunas
y Pillahuincó, en tanto que la sección occidental,
más desarrollada, está integrada por las sierras de
Puán, Curamalal, Bravard y de la Ventana; esta
última tiene una longitud de 34 km y culmina en el
cerro homónimo (1.136 m), así llamado debido a
una gran abertura natural de 8 m de alto y 5 m de ancho
que atraviesa su cresta afilada, y el cerro Tres Picos
(1.243 m), que constituye el punto culminante de todo el
sistema.
Tandilia
Conjunto montañoso del este de Argentina que se extiende
entre la llanura de Olavarría, al noroeste, y la costa
atlántica, donde se emplaza la ciudad de Mar del Plata;
abarca una faja de 340 km de longitud, con una anchura
máxima de 60 km, a cuyos pies se asienta la ciudad de
Tandil.
A nivel geológico, este sistema montañoso
corresponde a un macizo de esquistos cristalinos, los llamados
estratos de La Tinta, compuestos de areniscas y arcillas, sobre
el cual se apoya una cubierta de sedimentos del paleozoico
denominado Tandilia tabular.
Está integrado por seis secciones, separadas por abras y
valles transversales que desaguan parte hacia el noreste y el
este y parte hacia el sur. Estas secciones reciben distintas
denominaciones: sierras de Tandil, sierra de
Quillalauquén, sierra de Bayas, sierras de Balcarce, lomas
de Viyutalla y lomas de Azul. El grupo
más importante corresponde a las sierras de Tandil, que se
levantan entre el arroyo Chapaleufú Grande al oeste y los
arroyos Chico y Quequén Chico al sureste; tienen
aproximadamente 57 km de longitud y su cota máxima
(500 m) en el cerro Albión.
En el tramo final, las sierras de Los Padres alcanzan el
océano Atlántico a la altura de la ciudad de Mar
del Plata, internándose en el mar como se observa en el
acantilado costero y en los puntos extremos que forman al norte
la punta Iglesia y el
cabo Corrientes, y hacia el sur las puntas Mogotes y
Canteras.
Los Ríos Argentinos
En la vasta extensión del territorio argentino se destacan
dos vertiente exorreicas: la del Atlantico y la del
Pacífico. En la primera, que es la de mayor desarrollo se
distingue fundamentalmente la subcuenca del río
Paraná que, Junto a la del Plata, Uruguay y Paraguay,
constituyen la Cuenca del Plata.
También a la vertiente atlántica corresponden los
ríos de la Patagónia que fluyen hacia el Este, como
los ríos Colorado, Negro, Chubut, Deseado, Santa Cruz y
Gallegos entre otros. También vierten sus aguas al
Océano Atlántico los ríos de la Isla grande
de Tierra del
Fuego (Salvo los de la cuenca del Lago Fagnano), Los de las
Islas Malvinas
y los del Sur de la provincia de Bs. As.. La vertiente
Pacífica abarca una reducida área que se extiende
en el Oeste de la Patagonia
Argentina, en la frontera con la República de Chile y
comprende Ríos de corto desarrollo,
activos y
caudalosos. En e territorio Argentino son numerosas las cuencas
endorreicas, como la de: la Mar Chiquita, La Puna, Los Bolsones
intermontanos, de la Patagonia central, del Desaguadero (que
ocasinalmente llega al Colorado), los ríos del Oeste
bonaerense y otros. por último también se hallan
diseminadas a lo largo de la geografía Nacional
algunas cuencas arreicas.
Los Ríos del Sur Bonaerense
Estos están ligados directamente al los sistemas de
Tandilia y Ventania. Algunos de estos cursos de
agua desaguan
en lagunas o se pierden por infiltración mientras que
otros vierten sus aguas en el mar (a veces a través de
canales).
Los regímenes de estos ríos, que drenan un
área de escasa pendiente, son netamente pluviales con dos
crecidas en el año: una principal en Marzo-Abril y otra en
octubre, entre los principales cursos de
agua del sur
bonaerense se hallan el Quequén Grande (en cuya
desembocadura se halla emplazado el importante puerto
homónimo), y el Río Sauce Grande (en cuyo cauce ha
sido construido el embalse paso de las piedras), entre
otros.
Los Ríos Patagónicos
La mayoría de los ríos de esta región del
país se caracterizan porque su carga se verifica casi
totalmente en las altas cuencas, situadas en el faldeo oriental
de la cordillera Patagónica, a través de una densa
red de cursos de
agua. A medida que se van alejando del ambiente
cordillerano, para ir penetrando en la meseta, estos ríos
van dejando de recibir aportes de afluentes. En general,
atraviesan la meseta patagónica por medio de valles o
cañadones. Estos valles exhiben una marcada
desproporción entre su magnitud, usualmente de gran
desarrollo, y los ríos que los surcan. El régimen
de estos ríos es pluvionival, con dos crecidas durante el
año: por un lado la provocada por la fusión de
la nieve en los meses más cálidos, y por otro la
creciente causada por las abundantes precipitaciones que
registran en la alta cuenca durante el otoño y el
invierno.
Ríos de la vertiente Pacífica
Las cuencas de esta vertiente alcanzan los 38.000 Km2
en el territorio de la Patagonia argentina. El régimen de
estos ríos, similar al de los ríos
patagónicos, es de carácter
netamente pluvionival y con dos crecidas al año. La
mayoría de éstos ríos están asociados
a los lagos de esa región como el Lacar, Puelo, Aamutui
Quimei, Gral. Vinter, Bs. As., Pueyrredón, posadas, Tar,
San Martín y Fagnano. Estos lagos colectan el agua que
luego fluye hacia el Océano Pacífico a
través de cursos de agua relativamente cortos y muy
caudalosos. El río más importante es el
Futaleufú, en cuyo cauce fue construida la presa
homónima, que da origen al lago Aamutui Quimei, al
sudoeste de Esquel (provincia de Chubut).
Cuencas Arreicas
Existen algunas áreas del territorio argentino que carecen
de cursos de agua o en las que es muy difícil determinar
la divisoria de agua debido a su lento esurrimiento. Se las llama
cuencas arreicas y las más conocidas son las de la zonas
semiáridas de las provincias del Chaco y La Pampa,
así como también las mesetas patagónicas del
orígen basáltico y la Puna en el
Noroeste.
Los Glaciares
En la alta montaña o en las regiones de altas latitudes o
polares las nevadas invernales no alcanzan a derretirse por
completo durante el verano, por lo que año tras año
esta nieve se va acumulando y compactando. Cuando esta masa de
hielo alcanza una altura de entre 50 y 60 metros su carga va
aumentando y su parte inferior comienza a comportarse como un
material plástico,
permitiendo un lento movimiento
pendiente abajo de este cuerpo al que se denomina glaciar. El
accionar de los glaciares deja cicatrices en el relieve donde se
acumulan los cuerpos lacustres de la cordillera
Patagónico-fueguina. La permanente fusión de la
parte del hielo ubicada en las zonas más bajas origina los
ríos de deshielo.
En Argentina existen básicamente dos tipos de glaciares:
los del valle en la alta montaña y los de casquete en la
zona del Hielo Continental Patagónico.
Aguas termales y minerales
Cuando las aguas subterráneas circulan por zonas de
temperaturas elevadas, por lo general en regiones
volcánicas, se incrementa su propia temperatura y
por ende su capacidad de disolver sales. En ocasiones estas agua
fluyen con temperaturas variables a la
superficie constituyendo los manantiales o termas, a os que en
algunos casos se les atribuyen propiedades curativas. El
contenido mineral del agua y su potabilidad dependen de los tipos
de rocas por donde el agua
subterránea atravesó antes de salir ala superficie.
No todas las aguas de vertientes son potables, e incluso algunas
de ellas pueden presentar riesgos para la
salud, pero hay
una gama de manantiales cuyas aguas tienen un contenido de
minerales que
hacen posible su consumo.
Mar Argentino
Se extiende sobre la plataforma continental desde la costa hasta
la isobara de 200 metros. La plataforma se desarrolla desde el
litoral hasta el talud, donde la inclinación del fondo
oceánico se hace más pronunciada y en donde tienen
lugar diversos procesos
geológicos y biológicos. El mar Argentino,
caracterizado por la escasa presencia de isla, se encuentra
influido principalmente por dos corrientes: la cálida del
Brasil proveniente desde el norte, y la fría de Malvinas que
viene desde el sur. Las mareas alcanzan una gran amplitud
fundamentalmente en la costa patagónica, con desniveles
que aveces alcanzan hasta los 14 metros.
Espejos de agua
Básicamente se pueden diferenciar los
espejos de agua en naturales o artificiales. Los primeros pueden
tener su origen en diversas causas o circunstancias en las que
directa o indirectamente están ligados procesos
tectónicos y de erosión: algunos son productos de
transgresiones marinas en épocas anteriores, otros pueden
haber surgido por la interrupción de algún
río ente la presencia de un fenómeno
orogénico que elevó terrenos y posterior embalse de
las agua, otros tienen su origen en los movimientos y procesos
vinculados a los glaciares, etcétera. Los espejos de agua
artificiales son aquellos que el Hombre ha
creado para el aprovechamiento energético, como fuente de
abastecimiento de agua potable, para proveer de agua para riego,
entre otros fines.
Las Temperaturas
Las isotermas son líneas, trazadas sobre un mapa, que unen
puntos con igual temperatura
media.
Las isotermas de enero reflejan el máximo recalentamiento
del territorio, que coincide con la incidencia perpendicular de
los rayos solares en el trópico de Capricornio.
El área cálida se amplía hacia el Sur. Todas
las isotermas acusan una marcada inflexión hacia el polo,
por la influencia del recalentamiento continental.
Las isotermas de julio reflejan el momento de máximo
enfriamiento, causado por la incidencia muy oblicua de los rayos
solares por la ubicación del sol en el trópico de
Cáncer.
Ninguna zona del país goza de una temperatura media
superior a 20° C, lo que restringe la producción de cultivos tropicales, como el
café y
el cacao.
Las Precipitaciones
Las precipitaciones, en todas sus formas -lluvia, nieve, granizo,
escarcha-, son el elemento climático más
importante, pues están íntimamente ligadas a la
existencia de vida.
Las isohietas son un recurso gráfico para estudiar la
distribución de las precipitaciones. Se
trata de líneas que unen sobre un mapa puntos con igual
precipitación media. Su valor se
expresa en milímetros de agua caída.
El mapa de isohietas evidencia una diagonal árida que
cruza el territorio desde el noroeste montañoso hasta la
costa atlántica, y cómo los vientos pierden su
humedad al cruzar la cordillera.
En el área dominada por los vientos atlánticos se
distinguen dos zonas; la que tiene lluvias más intensas es
la oriental, que además decrece de Norte a Sur.
La isohieta de 500 mm es el límite entre la zona
húmeda al Este y zona la semiárida al Oeste.
A través del año la isohieta de 60 mm se desplaza;
en septiembre se mueve hacia el Sur, a lo largo del curso de los
ríos Paraguay y Paraná, con una gran
inflexión en la provincia de Buenos Aires.
La Presión
atmosférica
Las isobaras son líneas que
unen en el mapa puntos con igual presión
media.
Los mapas de isobaras
son útiles para comprender de qué manera el
territorio se inscribe en el marco de la circulación
general de la atmósfera, y para
estudiar cuáles son los vientos que lo recorren.
Las isobaras de julio denotan un único gran centro de alta
presión en el centro del país y un área de
baja presión en la Patagonia. Los vientos son
comúnmente paralelos a las líneas isobaras.
Al cambiar las condiciones térmicas, en enero se establece
un centro de baja presión, el ciclón
Chaqueño, que atrae los vientos del anticiclón del
Atlántico, los que llegan cálidos y húmedos
hasta la Precordillera. La Patagonia sigue siendo un área
de baja presión y la circulación es igual a la del
invierno, con vientos del Oeste.
Los Vientos
Los mapas de isobaras
son útiles para comprender de qué manera el
territorio se inscribe en el marco de la circulación
general de la atmósfera, y para
estudiar cuáles son los vientos que lo recorren.
Así distinguimos vientos permanentes. Los Alisios, que
llegan desde el Atlántico, son frescos y húmedos y
dan origen a precipitaciones en el litoral. Los vientos del Oeste
que afectan la Patagonia vienen del Pacífico, y al
atravesar la Cordillera de los Andes se convierten en
fríos y secos.
Además de la circulación general, hay otras
particulares que forman los llamados vientos locales: la
Sudestada, el Pampero y el Zonda, con características bien
diferenciadas.
Autor:
Oscar Abel Sosa