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Retraso mental moderado




Enviado por kalas



    1. Etiologia del retraso mental
      moderado
    2. Causas organicas del retraso
      mental moderado
    3. Causas culturales-hereditarias
      del retraso mental
    4. Patogenesis
    5. Evaluacion
    6. Tratamiento
    7. Retos
    8. Bibliografia

     

    Existe un amplio grupo de
    personas cuyas limitaciones en la
    personalidad se deben esencialmente a que su capacidad
    intelectual no se desarrolla lo suficiente como para hacer frente
    a las exigencias del ambiente, y
    poder
    así establecer una existencia social independiente. Este
    tipo de personas han sido estudiadas desde tiempos
    históricos, siendo etiquetadas como "idiotas",
    "imbéciles", entre otros. Estos términos, cargados
    de connotaciones negativas, fueron sustituidos por el de "retraso
    mental", como un intento de proporcionarles una etiqueta
    más positiva (Wicks-Nelson e Israel A.,
    1997).

    Las creencias y conceptos acerca del retraso mental han
    ido evolucionando con el paso del tiempo, y hoy en
    día aún continúa en su evolución. En la actualidad, según
    la Asociación Americana de retraso mental (AAMR), el
    retraso mental hace referencia a "limitaciones substanciales en
    el desenvolvimiento corriente. Se caracteriza por un
    funcionamiento intelectual significativamente inferior a la
    media, junto con limitaciones asociadas en dos o más de
    las siguientes áreas de habilidades adaptativas: comunicación, cuidado personal, vida en
    el hogar, habilidades sociales, utilización de la comunidad,
    autogobierno, salud y seguridad,
    habilidades académicas funcionales, ocio y trabajo. El
    retraso mental se manifiesta antes de los 18 años" (AARM,
    1997, citado en García C., 1999).

    La definición anterior pone en relieve que el
    retraso mental:

    1. Es una capacidad intelectual significativamente
      inferior al promedio. Esta se define por el coeficiente de
      inteligencia
      CI, obtenido por evaluación mediante uno o más
      tests de inteligencia. (Más adelante se
      ahondará un poco más en dicha evaluación).
    2. Se acompaña de limitaciones significativas de
      la actividad adaptativa.
    3. Su inicio debe ser anterior a los 18 años, de
      lo contrario se le consideraría como
      demencia.

    Esas son las tres pautas diagnósticas para
    detectar el retraso mental.

    Se ha reconocido que existe una gran variabilidad en las
    aptitudes y comportamientos de las personas con retraso mental.
    Por consiguiente, se han establecido niveles de retraso
    generalmente en función
    del CI. Según el DSM-IV (1995) y el CIE-10 (1992), pueden
    especificarse cuatro grados de intensidad de retraso mental:
    leve, moderado, grave y profundo. Veamos a continuación
    cada uno de éstos.

    Retraso mental leve (CI entre 50-69):

    Esta categoría constituye la mayoría de
    los retrasados mentales (aproximadamente el 85%). En el
    período preescolar
    adquieren las habilidades sociales y de comunicación y no muestran deterioro en las
    actividades motoras o el déficit es pequeño
    (Martin, B. 1985). A menudo no se distinguen de los niños
    normales sino hasta años después. Su inteligencia
    subnormal se manifiesta en los años escolares, ya que
    tienden a retrasarse respecto a su grupo de edad.
    Si perseveran están en condiciones de aprender los
    conocimientos académicos, alcanzando en la adolescencia
    un desarrollo
    intelectual equivalente al de sexto grado (DSM-IV, 1995). Durante
    su vida adulta suele aprender los conocimientos vocacionales
    indispensables para lograr independencia
    económica.

    Retraso mental
    moderado (CI entre 35-49):

    Este grupo constituye alrededor del 10% de los
    retrasados mentales. Los individuos incluidos en esta
    categoría presentan una lentitud en el desarrollo de
    la comprensión y del uso del lenguaje y
    alcanzan en esta área un dominio limitado.
    La adquisición de la capacidad de cuidado personal y de las
    funciones
    motrices también están retrasadas, de tal manera
    que algunos de los afectados necesitan una supervisión permanente (CIE-10, 1992).
    Aprovechan poco la enseñanza escolar, pero si reciben clases
    especiales pueden aprender lo esencial de escritura,
    lectura y
    cálculo; y aprender otras destrezas
    sociales y ocupacionales (Martín, B. 1985). En la adultez
    rara vez obtienen independencia
    total, pero suelen ser capaces de realizar trabajos
    prácticos sencillos si las tareas son estructuradas y se
    les supervisa de modo adecuado. La mayoría de ellos
    alcanza un desarrollo normal de su capacidad social para
    relacionarse con los demás y para participar en
    actividades sociales simples (CI-10, 1992). En la mayoría
    de los que se incluyen en esta categoría puede reconocerse
    una etiología orgánica.

    Retraso mental grave (CI 20-34) :

    Este grupo incluye el 3-4% de los individuos con retraso
    mental. Es muy similar al retraso mental moderado. Hay un
    desarrollo motor anormal, un
    nivel mínimo del habla y muy a menudo deformidades
    físicas. Aprovechan menos la instrucción escolar
    comparados con los de retraso mental moderado, aunque con el
    tiempo pueden
    aprender palabras y frases sencillas, así como
    hábitos de higiene y arreglo
    personal. En la edad adulta aprenden a ejecutar tareas
    ordinarias, pero necesitan completa supervisión y apoyo económico
    (Martín B, 1985).

    Retraso mental profundo (CI inferior a
    20)

    Este grupo incluye aproximadamente el 1-2% de las
    personas con retraso mental. La mayoría de los individuos
    con este diagnóstico presentan una enfermedad
    neurológica identificada que explica el retraso mental
    (DSM-IV, 1995). Durante los primeros años de la
    niñez desarrollan alteraciones del funcionamiento
    sensoriomotor bastante graves, por lo que su movilidad es muy
    restringida o totalmente inexistente, no controlan
    esfínteres y son capaces en el mejor de los casos
    sólo de formas muy rudimentarias de comunicación no verbal. Requieren de ayuda
    adulta y supervisión constantes (CIE-10, 1992).

    En la siguiente tabla se resumen los cuatro niveles de
    retraso mental de acuerdo al CI, tomando en cuenta el porcentaje
    de todos los retrasados mentales.

    Grado de retardo

    Límites de CI (Según
    CIE-10)

    Porcentaje de todos los retardados mentales
    (según DSM-IV)

    Leve

    50-69

    85

    Moderado

    35-49

    10

    Grave

    20-34

    3-4

    Profundo

    Inferior a 20

    1-2

    En este trabajo se intentará hacer un análisis del retraso mental de tipo
    moderado. En primer lugar se explicará cuál es la
    etiología o factores subyacentes a ese trastorno, luego se
    hará un intento por describir la patogénesis
    relacionando los elementos de la etiología, posteriormente
    se describirán las evaluaciones utilizadas para detectar
    el retraso mental moderado, el tipo de tratamiento que se utiliza
    en esos casos y finalmente se mencionarán aquellas
    deficiencias que suelen existir en esas áreas.

    ETIOLOGIA DEL
    RETRASO MENTAL MODERADO

    Según las causas del retraso mental, se pueden
    distinguir dos categorías muy generales: una incluye a
    todas aquellas personas sobre las que hay pruebas
    fehacientes de que sus incapacidades mentales se deben a una
    causa orgánica específica como, por ejemplo, a un
    desorden en el metabolismo
    cerebral o una lesión específica del sistema nervioso.
    A estos sujetos se les llama orgánicamente retrasados
    (Ingalls R., 1982). A esta categoría pertenecen las
    personas con retraso mental moderado, grave y profundo. La
    segunda categoría es mucho más amplia e incluye a
    aquellas personas en las que no se advierte ninguna causa
    orgánica para sus reducidas capacidades intelectuales
    (Ingalls R., 1982).. A esta última categoría
    pertenecen las personas con retraso mental leve.

    El retraso mental se asocia aun gran número de
    entidades patológicas que afectan al organismo en sus
    primeras etapas de crecimiento y desarrollo, las cuales
    –incluso- parecen ser heterogéneas entre sí.
    Se les ha clasificado de diversas maneras, las más comunes
    son dos: A veces se clasifica el retraso mental en
    términos de la relación temporal entre el factor
    nocivo y el nacimiento; de esta forma se dividen los casos cuya
    causa se encuentra antes del nacimiento, durante el parto y
    después del nacimiento. El otro sistema de
    clasificación es un poco diferente, el cual clasifica las
    causas de acuerdo a la existencia de componentes
    genéticos, desórdenes metabólicos,
    intoxicaciones, infecciones, problemas en
    los cromosomas, entre
    otros. Este sistema de
    clasificación lo creó la AAMR. En este trabajo se
    utilizará este último sistema de
    clasificación debido a que es mucho más
    sistemático y porque también toma en cuenta el
    momento en que se dieron las causas.

    El sistema de clasificación de la AAMR incluye en
    su categoría de clasificación aquellas que son
    orgánicas y otras que son ambientales. Sin embargo, como
    ya se mencionaba más arriba, el retraso mental moderado
    parece tener a su base causas orgánicas
    específicas, por lo que en este trabajo las ambientales no
    serán profundizadas. Estas últimas parecen estar
    más relacionadas con el retraso mental leve.

    CAUSAS ORGANICAS DEL
    RETRASO MENTAL MODERADO

    En el siguiente cuadro se resumen las principales causas
    orgánicas del retraso mental moderado, a
    continuación se explican cada una de ellas.

    Principales categorías de las causas del retraso
    mental moderado según la AAMR

    1. Infecciones e intoxicaciones
    2. Traumas o agentes físicos
    3. Desórdenes del metabolismo
      y nutrición
    4. Anormalidades cromosómicas
    1. Infecciones e
      intoxicaciones

    1.1 Infecciones

    1. Infecciones prenatales

    Una infección es una enfermedad o un desorden
    causado por microorganismos como por ejemplo, virus o bacterias.
    Algunas veces estos microorganismos atacan el sistema nervioso,
    dando como resultado el retraso mental, especialmente si lo
    atacan en el período prenatal. Ejemplos de enfermedades infecciosas
    prenatales son la rubéola y la sífilis.

    Rubéola: Es la más frecuente y
    seria de las diversas infecciones prenatales que pueden terminar
    en retraso mental, ya sea moderado, grave o profundo; o
    también puede causar anomalías congénitas
    como sordera, cataratas y malformaciones cardíacas (Noyes,
    A. 1975). El virus de la
    rubéola cruza la placenta e infecta al embrión;
    obstaculiza el metabolismo normal y los movimientos celulares
    (Ville, C. 1987) lo cual produce todas las anomalías antes
    mencionadas. Se ha encontrado que existe una relación
    directa entre el período en que ocurre la infección
    materna y la frecuencia con que aparecen las anomalías ya
    mencionadas. Si la madre se infectó en el primer mes de
    embarazo,
    aproximadamente la mitad de los niños
    son anormales.

    Sífilis: Es una infección
    venérea producida por la espiroqueta Treponema Pallidium,
    que normalmente se transmite por contacto sexual y se caracteriza
    por distintos estadios. Este virus ataca a cualquier
    órgano o sistema, llegando a lesionar cualquier tipo de
    tejido (Diccionario de
    medicina, 1993).
    Afecta principalmente al sistema nervioso
    central y provoca un deterioro cerebral progresivo (Davison y
    Neale, 1980).

    B. Infecciones postnatales

    Aunque el retraso mental moderado tiene su origen
    generalmente antes del nacimiento o durante el parto, se
    puede dar el caso de que un niño nazca con un sistema
    nervioso intacto y que se convierta en un retrasado mental en
    algún momento después de nacer como resultado de
    alguna lesión o infección del cerebro. La causa
    más común de daño neurológico
    postnatal es una infección, producido por diferentes
    microorganismos (Ingalls, R. 1982). Entre las enfermedades más
    comunes producidas por éstos, se encuentra la meningitis y
    la encefalitis.

    Meningitis: Es una inflamación de la
    meninges, es decir, de las membranas que protegen al cerebro y la
    médula espinal. Su causa puede ser la infección por
    diferentes tipos de microorganismos. Esta enfermedad puede causar
    la muerte, sin
    embargo si el niño sobrevive puede no quedar gravemente
    retrasado, diagnosticándosele retraso mental moderado
    (Davison y Neale, 1980).

    Encefalitis: Es una infección del cerebro
    mismo, y también con frecuencia causa retraso mental
    moderado (Ingalls, R. 1982). Puede ser causada por el virus
    Arbovirus, transmitido por los mosquitos infectados, aunque
    también puede responder a otras causas. Puede afectar al
    sistema nervioso, inflamar la medula espinal, y el cerebro
    (Diccionario de
    medicina,
    1993).

    1.2 Intoxicaciones

    Otra categoría de causas del retraso mental
    moderado son las intoxicaciones, mejor conocidas como
    envenenamientos. Esta categoría incluye los
    desórdenes en los que una sustancia extraña entra
    en el sistema del niño, ya esa antes o después de
    nacer, y le causa daño permanente de algún tipo
    (Ingalls, R. 1982).

    Anticuerpos maternos: Hay un gran número
    de circunstancias en que la madre produce anticuerpos que atacan
    las células
    sanguíneas del feto en desarrollo y le causan
    lesión cerebral, retraso mental y con frecuencia la
    muerte
    (Ingalls, R. 1982). La intoxicación más
    común en este caso es producida por el factor Rh. Estos
    están presentes en los glóbulos rojos de la
    sangre. Cuando
    la sangre de un feto
    contiene factores Rh siendo la sangre de su madre Rh negativa, es
    decir, sin factores Rh, estas sustancias llegan por primera vez a
    la sangre de la madre por el feto. La madre produce anticuerpos
    que, al penetrar a su vez en la corriente sanguínea del
    feto, destruyen los glóbulos rojos de su sangre
    privándola de oxígeno
    (Davison y Neale, 1980)

    Envenenamiento por plomo: Aunque la
    mayoría de causas del retraso mental moderado tienen su
    origen en desórdenes previos al parto, una de las
    más importantes enfermedades tóxicas que se
    contraen después del nacimiento es el envenenamiento por
    plomo. Proviene de la ingestión de fragmentos de pintura a base
    de plomo que se encuentran en viviendas muy antiguas, por lo que
    afecta sobre todo a los niños más pobres (Martin,
    B. 1985)

    1. Una segunda categoría de causas de retraso
      mental moderado es la de los traumas y las lesiones
      físicas. A diferencia de las otras causas
      orgánicas de este retraso mental que tienen su origen
      en condiciones previas al nacimiento, la lesión
      física
      no ocurre durante el período prenatal debido a que el
      feto está protegido por la madre. Cuando hay
      más probabilidad
      de que ocurra una lesión física es en el
      período perinatal y postnatal.

      1. Desórdenes vinculados con el proceso
        de parto

      La causa traumática principal de retraso
      mental, ya sea moderado, grave o profundo, durante el
      período perinatal es la anoxia.

      Anoxia: Cuando el niño se desprende
      del sistema
      circulatorio de la madre ya no dispone de la fuente de
      oxígeno dependiente y tiene que
      respirar por sí mismo por primera vez. Las células necesitan de un suministro
      constante de oxígeno para poder
      funcionar y si el niño se priva de oxígeno,
      aunque sea solamente unos cuantos minutos, las células
      empiezan a morir. Las células cerebrales son las
      primeras en sucumbir, y tienen la característica exclusiva de ser
      irremplazables (Ingalls, R. 1982). Entre más
      células sean dañadas y entre más tiempo
      pase el niño sin oxígeno, así
      será el nivel de retraso que tendrá.

      2.2 Trauma postnatal

      Después de las infecciones, la causa
      más frecuente del retraso contraído
      después del parto es la lesión física de
      cualquier tipo, que puede provenir de algún accidente
      o de una agresión deliberada (Ingalls, R. 1982).
      Obviamente, estas lesiones forman una gran variedad de
      formas, y no existe ningún patrón precio de
      síntomas.

    2. Traumas y otros agentes
      físicos
    3. Desórdenes del
      metabolismo

    Una tercera categoría de causas de retraso mental
    moderado son las indisposiciones que resultan porque el
    niño no está asimilando debidamente lo que come por
    razón de algún desorden de herencia, veamos
    este caso:

    3.1 Desórdenes metabólicos por
    herencia

    Fenilcetonuria: Ocasionalmente nace un
    niño con incapacidad heredada para realizar debidamente el
    metabolismo o asimilación de uno más de los
    aminoácidos esenciales, los cuales son elementos
    básicos de las proteínas.
    El desorden más importante es el llamado Fenilcetonuria,
    abreviado como FCU.

    La FCU la transmite un gen recesivo único. Hay
    dos genes que pueden ocupar cierto lugar en uno de los cromosomas, uno
    de los cuales da como resultado un individuo normal (gen N) y
    otro que puede producir un individuo con FCU (gen f). Cada
    individuo recibe dos genes como éstos, uno de cada
    progenitor. Existen tres combinaciones (o genotipos)
    diferentes:

    NN, Nf y ff. Los individuos con cualquiera de los dos
    primeros genotipos serán normales, aquellos que tengan la
    combinación ff desarrollarán FCU (Ingalls, R.
    1982).

    La FCU es el resultado de la incapacidad del cuerpo de
    asimilar debidamente uno de los aminoácidos
    básicos, la fenilalanina, debido a que hay deficiencias en
    la enzima hidroxilasa de la fenilalanina, necesaria para
    convertir a la fenilalanina en tirosina ((Davison y Neale, 1980).
    La fenilalanina y su derivado se acumulan en los líquidos
    corporales, convirtiéndose en ácido
    fenilpirúvico y en otros metabolitos anormales que
    provocan hiperactividad, ataques y sobre todo lesión
    cerebral (Martin, B. 1985). Los lóbulos frontales son los
    más afectados, posiblemente debido a un envenenamiento por
    el exceso de fenilalanina (Ingalls, R. 1982)

    Enfermedad de Tay-Sach: Es el trastorno del
    metabolismo lípido más conocido. Es transmitido por
    la formación de pares de genes recesivos únicos y
    se caracteriza por debilidad muscular, deterioro de la vista y
    convulsiones. Parece que afecta al sistema nervioso, provocando
    cambios patológicos en el cerebro, la médula y el
    sistema simpático. Se observa edemas y distorsión
    de las células ganglionares, cuyo citoplasma a menudo se
    ve vacuolado y en algunas células, necrótico
    (Noyes, A. 1975).

    4. Anormalidades
    cromosómicas:

    Esta es una de las categorías más
    importantes de síndromes orgánicos relacionados con
    el retraso mental moderado. Todos los seres humanos poseen 46
    cromosomas en cada célula de
    su cuerpo, los cuales se pueden dividir en 23 pares. Algunas
    veces un individuo nace con algo más que la dosis normal
    de cromosomas, generalmente con 47, otros con 48 o más, o
    a veces con 45. La presencia de estos cromosomas adicionales da
    como resultado varias anormalidades, entre la más
    común se tiene la inteligencia deficiente (Ingalls, R.
    1982).

    Síndrome Down (mongolismo): Es el
    síndrome de anormalidades cromosómicas que con
    mayor frecuencia causa el retraso mental (ya sea moderado, grave
    o profundo). Estos niños rara vez tienen un CI mayor a 50.
    Este síndrome se debe a una anormalidad cromosómica
    debido a la presencia de un par más de cromosomas (47 en
    total). Durante la primera etapa del desarrollo del óvulo,
    ambos cromosomas del 21 par no se llegan a separar, por lo cual
    este vigesimoprimer par de cromosomas tendrá tres
    cromosomas en lugar de dos. Este fenómeno se llama
    trisomía 21 (Davison y Neale, 1980). La presencia de un
    cromosoma adicional completo significa que no existe
    ningún defecto cualitativo específico del
    metabolismo; en cambio, parece
    que existen muchas diferencias cuantitativas en la química del cuerpo
    como, por ejemplo, un aumento de gamma globulina y una
    disminución de albúmina y de calcio en la sangre
    (Ingalls, R. 1982). El cerebro tiende a conservar los patrones
    embrionarios en las circunvoluciones, y el cerebelo y el tallo
    cerebral son desproporcionadamente pequeños. Las
    células ganglionares de la tercera capa cortical son
    escasas y se encuentran dispersas en forma irregular. Se ha
    publicado también que hay cambios anormales de la
    hipófisis, el tiroides y las glándulas
    suprarrenales (Noyes, A. 1975)

    Síndrome de Klinefelter: Este tipo de
    padecimiento se debe a anomalías cromosómicas
    sexuales y afecta sólo a los hombres. La mayoría de
    ellos tienen 47 cromosomas, lo cual se debe a un arreglo XXY y no
    uno normal XY. Parece ser que no todas estas personas llegan a
    padecer retraso mental, al menos no más del 25% y lo son
    en un grado moderado o leve, pero no grave.

    CAUSAS
    CULTURALES-HEREDITARIAS DEL RETRASO MENTAL

    Como ya se mencionó anteriormente, en este tipo
    de retrasados no aparecen causas orgánicas (médicas
    o biológicas) evidentes que justifiquen sus dificultades.
    A estas personas se les suele llamar como culturalmente
    retrasados, retrasados familiares o funcionales. El retraso de
    estas personas es leve, en lugar de moderado, grave o profundo, y
    se supone que se debe a las condiciones sociales y
    psicológicas, en vez de factores biológicos
    (Ingalls, R. 1982). Por esto mismo, este tipo de causas no se
    tratará en este trabajo.

    En la siguiente tabla se presenta de forma resumida las
    principales causas orgánicas del retraso mental moderado,
    clasificadas según el tiempo en que aparecieron y
    según el tipo causal.

    Infecciones

    Intoxicaciones

    Traumas

    Problemas metabólicos

    Problemas en

    cromosomas

    Prenatales

    Rubéola

    Sífilis

    Fenilcetonuria

    Tay-Sach

    Síndrome Down

    Síndrome de

    Klinefelter

    Perinatales

     

    Anticuerpos

    Maternos

     

    Anoxia

    Postnatales

    Meningitis

    Encefalitis

    Envenenamiento

    por plomo

    Cualquier lesión física
    después del parto

    PATOGENESIS

    Como es evidente el retraso mental tiene como causa una
    desconcertante cantidad de diferentes factores. Sin embargo,
    aunque la ciencia
    médica ha progresado mucho en la identificación de
    estas condiciones, todavía es una realidad que en la
    mayoría de casos no se puede determinar con
    precisión la verdadera causa del retraso mental. La
    mayoría de síndromes descritos en la
    etiología son muy raros y muchas veces no presentan
    cuadros clínicos bien definidos que puedan identificarse
    fácilmente. Esto es comprensible debido a que –tal y
    como lo afirma Noyes- el grupo de retardados mentales no es
    homogéneo desde ningún punto de vista y se
    caracteriza por amplias diferencias en la etiología,
    fenomenología clínica y
    patología, que parecen estar relacionadas entre sí
    sólo por el criterio común de intelecto subnormal
    (Noyes, A. 1975)

    Sin embargo, a pesar de que las formas en que se del
    retraso mental parecen ser distintas, posiblemente tengan a la
    base algo común, más que sólo su
    consecuencia. A continuación se presenta una hipótesis del origen común de
    aquellas causas orgánicas que acarrean retraso mental
    moderado.

    Pareciera ser que las causas remotas del retraso mental
    pueden deberse a dos grandes causas: Por un lado, pueden deberse
    a problemáticas que ya se encuentran en el organismo del
    feto –posiblemente transmitidas por herencia- y por
    otro lado pueden deberse a problemas que
    surgen desde el exterior y que a la larga atacan al organismo del
    niño. Entre las primeras causas se pueden agrupar a los
    problemas cromosómicos y metabólicos (debido a que
    estos tienen a la base un problema en un gen), y entre las
    segundas causas se pueden incluir a los traumas y a las
    infecciones e intoxicaciones.

    • Causas remotas del retraso mental:
    • Problemáticas heredadas: Anomalías
      cromosómicas y metabólicas
    • Problemáticas no heredadas: Traumas e
      infecciones e intoxicaciones

    Ahora bien, tanto las causas heredadas como las no
    heredadas, parecen provocar a la larga una problemática en
    la función
    cerebral, ya sea atacando directamente a las partes del cerebro
    (como las meninges, hipófisis, etc.) o sino atacando a las
    neuronas. Los mecanismos para hacerlo son muy diferentes,
    dependiendo de la problemática que los subyaga. Sin
    embargo, como repito, independientemente del proceso, al
    final quien se ve afectado es el cerebro mismo, produciendo
    así retardo mental moderado.

    Para ver el grafico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

     

    ¿Qué procesos
    pueden llegar a atacar algunas partes del cerebro y por tanto
    causar el retardo mental moderado?

    Muchos procesos,
    trataré de explicarlos a continuación, comenzando
    por el proceso de las intoxicaciones e infecciones, luego el
    proceso de los cromosomas y el metabolismo, para finalizar con el
    proceso de los traumas.

    Para ver el grafico seleccione la
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    Las intoxicaciones y las infecciones afectan a algunas
    partes del cerebro de diferentes maneras: A veces por medio de
    microorganismos, los cuales a veces atacan directamente las zonas
    del cerebro (como las meninges por ejemplo, provocando
    meningitis) o a veces a las neuronas, provocando problemas en la
    conexión celular.

    ¿Cómo puede afectar la conexión
    celular? El microorganismo, por ejemplo, puede penetrar en la
    placenta e infectarla, inhibiendo el movimiento
    celular. Además de los microorganismos, las intoxicaciones
    pueden atacar las células nerviosas destruyéndolas
    completamente. ¿Cómo pueden ser destruidas las
    neuronas? A veces algunos anticuerpos penetran en la sangre del
    feto y comienzan a destruir glóbulos rojos por lo que el
    oxígeno de la sangre se acaba. Cuando esta sangre
    defectuosa llega al cerebro, no proporciona el oxígeno
    necesario para que las células vivan, provocando su
    muerte.

    Ahora bien, los ataques a las neuronas y otras zonas
    cerebrales, pueden deberse no sólo a infecciones e
    intoxicaciones, también pueden ser causadas por problemas
    en cromosomas y en genes (afectando el metabolismo). Veamos el
    proceso:

    Los cromosomas pueden afectar directamente a algunas
    zonas cerebrales como la hipófisis y la tiroides, debido a
    la presencia de un par de cromosomas más (como en el
    síndrome down y el de Klinefelter por ejemplo).
    También los cromosomas pueden afectar a las células
    nerviosas, ya sea causando problemas en la conexión
    celular (debido a que provocan anomalías en las dendritas)
    o también provocando anomalías en su número
    y distribución.

    Los genes también pueden atacar a las
    células nerviosas, destruyéndolas poco a poco. Este
    proceso se da mediante anomalías metabólicas: A
    veces no existen ciertas enzimas que
    permiten que el proceso metabólico se dé
    normalmente, esto permite que se acumulen sustancias
    tóxicas en algunos líquidos cerebrales e incluso en
    las células. Esto poco a poco va envenenando el cerebro y
    destruyendo a las neuronas.

    Para ver el grafico seleccione la
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    Para finalizar, los ataques a las células
    nerviosas y a otras zonas del cerebro que provocan el retraso
    mental moderado, pueden ser causadas también por traumas.
    Como ya se mencionó en la etiología el trauma
    más común es la anoxia. El proceso por el cual la
    anoxia causa retardo mental es muy simple: la falta de
    oxígeno en las células nerviosas hacen que estas
    comiencen a morir rápidamente.

     De esta forma podemos observar como el retraso
    mental moderado tiene como causa directa aquellos
    anomalías en la función cerebral derivados de
    problema en las células o en algunas zonas del cerebro.
    Estas anomalías pueden ser causadas por genes y cromosomas
    (causas heredadas) o por traumas e infecciones e intoxicaciones
    (causas no heredadas). Los procesos por los cuales se llega a
    esto son múltiples.

    En el siguiente esquema se presenta resumido el
    proceso.

    EVALUACION

    Como ya se ha mencionado, para diagnosticar el retraso
    mental no sólo debe tomarse en cuenta el CI del individuo,
    sino también su comportamiento
    adaptativo y el inicio del trastorno. Por esto mismo, para poder
    detectarlo, se deben recurrir a aquellos instrumentos que
    evalúen estas áreas y nos permitan diagnosticar el
    retraso mental y su nivel. De esta forma, hay instrumentos que
    miden el CI y otros que evalúan el comportamiento
    adaptativo. Antes de explicar cada uno de los instrumentos, es
    pertinente señalar que no existen evaluaciones distintas
    para cada nivel de retraso, son exactamente las misas. A partir
    de ellas es que se diagnostica dicho nivel.

    Instrumentos de evaluación de la
    inteligencia

    El principal instrumento para diagnosticar el retraso
    mental son las pruebas de CI
    actualmente disponibles. Muy comúnmente se utilizan las
    escalas de Binet y las de Wechsler, las cuales miden diferentes
    capacidades, como también la capacidad general
    (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).
    Veamos a continuación estas escalas:

    Las escalas de Binet:

    Alfred Binet es el creador de los primeros tests de
    inteligencia. Su escala original
    de 1905 consistía en 30 tareas de contenido diverso que se
    hacían progresivamente más difíciles. En
    1908 se reviso la escala y se
    ordenó según la edad. Este tipo de ordenamiento
    reflejaba la idea de que el desarrollo mental aumentaba con la
    edad desde la niñez (Wicks-Nelson e Israel A.,
    1997).

    A partir de la prueba se obtienen algunos datos que
    servirán para obtener el coeficiente intelectual. En
    primer lugar la prueba determina el nivel cognoscitivo que el
    niño alcanza en ella (este nivel cognoscitivo se conoce
    como Edad Mental). Para obtener el CI se divide la edad mental
    (EM) entre la edad cronológica del niño (EC) y
    luego se multiplica por 100 a fin de eliminar decimales (Davison
    y Neale, 1980).

    En 1911, justo antes de la muerte de
    Binet, se publicó una nueva modificación de la
    escala en la que se añadían y refinaban algunas
    tareas específicas. La fiabilidad de la prueba se
    comprobó sometiendo a grupos de
    niños a los tests y posteriormente volviéndose a
    someter los mismos niños a los mismos tests. La validez se
    determinó comparando las puntuaciones de los niños
    con otros criterios sobre su capacidad, tales como la
    valoración de los profesores de su rendimiento escolar
    real (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).

    Las escalas de Wechsler

    Los tests de inteligencia de Wechsler se utilizan
    ampliamente y están basados en el trabajo
    original de David Wechsler. En la actualidad existen tres
    instrumentos, uno para adultos y dos para niños: La
    wechsler adult Intelligence scale (WAIS-R), la Wechsler
    Intelligence Scale for Children (WISC-III) para niños de
    seis a dieciséis años, y la Wechsler Preschool and
    Primary Scale of Intelligence (WPPSI) para niños de cuatro
    a seis años (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).

    Todas las escalas tienen el mismo formato. Constan de
    varios subtests cada uno de los cuales contiene ítems que
    van siendo progresivamente más difíciles. El
    niño tiene que contestar a todos los ítems que
    pueda en cada uno de los subtests, los cuales están
    diseñados como tareas verbales o de rendimiento. Las
    escalas de Wechsler permiten calcular tres CI de
    desviación: un CI verbal, un CI de rendimiento y un CI de
    la escala completa que los combina (Wicks-Nelson e Israel A.,
    1997).

    Tanto en la escala de Binet como en la de Wechsler, la
    calibración de las pruebas es tal que un CI de 100 es el
    término medio. Se estima que si el CI de la persona no llega
    a 70 (dos desviaciones estándar debajo de la media) sufre
    de retraso mental (ver la siguiente gráfica).

    (Martin, B. 1985)

    Tests de inteligencia para niños
    pequeños

    Debido a que se considera importante detectar
    precozmente el retraso mental –sobre todo para los casos de
    retraso moderado, grave o profundo-, se han hecho esfuerzos por
    evaluar a niños pequeños. Existen varios tests,
    entre los cuales se encuentra la Bayley Scales of Infant
    Development-II, que abarca edades de uno a cuarenta y dos meses.
    El rendimiento de este test se denomina
    coeficiente de desarrollo y no CI. Este tipo de tests pone mayor
    énfasis en el funcionamiento sensoriomotor y menos en
    el lenguaje y
    abstracción (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).

    Más adelante analizaremos qué tan
    confiables, estables y predictivos son estos test de
    inteligencia y cuáles son los riesgos de
    utilizarlos para diagnosticar el retraso mental

    Instrumentos de evaluación del comportamiento
    adaptativo

    Además de la medición del CI, la AAMR designa una gran
    importancia a la evaluación de la conducta
    adaptativa al determinar el nivel del retraso mental. Describe
    dos facetas de la conducta
    adaptativa: a) el grado en el que el individuo es capaz de actuar
    y de sostenerse independientemente, b) el grado en que cumple de
    manera satisfactoria las exigencias de responsabilidad personal y social que le impone su
    medio cultural (Heber, 1961, citado en Davison y Neale,
    1980).

    Las normas de
    conducta adaptativa varían de acuerdo a la edad, por lo
    que las evaluaciones de independencia personal y responsabilidad
    social deben ser correspondientes a la edad
    cronológica de la persona.

    Son pocas las pruebas objetivas que evalúan la
    conducta adaptativa. Entre éstas es de especial utilidad la
    Escala Vineland de Madurez social y la escala del comportamiento
    adaptativo de la AAMR, veamos cada una de ellas:

    Escala Vineland de Madurez Social

    Es la mejor medida que se dispone en la actualidad y
    está basada en el test que Edgar Doll construyó
    para medir la competencia
    social. Sparrow, Balla y Cicchetti revisaron ese test y
    construyeron así la Escala Vineland de madurez social.
    Existen tres versiones diferentes: Dos de ellas consisten en
    entrevistas
    semiestructuradas para padres y otras personas que cuidan de los
    niños, las cuales pueden utilizarse desde el nacimiento
    hasta los 18 años de edad. La tercera versión
    consta de ítems que van dirigidos a los profesores de los
    niños de tres a doce años de edad (Wicks-Nelson e
    Israel A., 1997). Todas estas escalas constan de 117 actividades
    agrupadas en 8 categorías de conducta, las cuales abarcan
    cuatro áreas del comportamiento: comunicación,
    habilidades para la vida cotidiana, socialización y habilidades motoras
    (Davison y Neale, 1980).

    Escalas del comportamiento de la AAMR

    La Asociación Americana sobre el retraso mental
    elaboró la Escala de Conducta Adaptativa, diseñada
    para proporcionar información respecto a la manera en que el
    individuo mantiene su independencia personal en la vida cotidiana
    y cumple con las expectativas sociales de su ambiente
    (Nihira y otros, 1969, citado en Davison y Neale, 1980). Las
    revisiones más recientes se denominan Adaptative Behavior
    Scales-residential and community (ABS-RC) y Adaptative Behavior
    Scales-School Edition (ABS-SE). La primera se basa en el
    rendimiento de personas con discapacidades evolutivas y examina
    una amplia gama de comportamientos en personas desde los tres
    años de edad hasta adultos. Profundiza en cinco factores:
    autosuficiencia personal, autosuficiencia en la comunidad,
    responsabilidad personal y social, ajuste social y
    ajuste personal. La ABS-SE es parecida a la primera en cuanto a
    las áreas de comportamiento e información que se obtiene, pero
    está diseñada para personas entre tres y
    dieciséis años, sobre todo con niveles leves y
    moderados de retraso (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).

    Más adelante analizaremos los puntos
    débiles de las escalas del comportamiento adaptativo
    aquí descritas.

    Luego de determinar el nivel de retraso mental que el
    niño posee, es necesario tratarlo. A continuación
    se explicarán los diferentes tratamientos de los que se
    puede disponer para tratar el retraso mental moderado.

    TRATAMIENTO

    Debido a que el retraso mental moderado se debe
    especialmente a causas orgánicas específicas, el
    niño nunca puede llegar a recuperarse y rara vez puede
    llegar a fortalecer el funcionamiento intelectual. Sin embargo
    existen formas de tratamiento que, aunque no van encaminadas a
    resolver el trastorno, sí pueden trabajar con los
    síntomas médicos y conductuales del retrasado, y
    también con aquellos aspectos psicológicos y
    emocionales que los acompañan. Veamos los principales
    tratamientos de los que se dispone actualmente:

    Medicación

    Los medicamentos van dirigidos a tratar los
    síntomas médicos y conductuales de los retrasados
    mentales, debido a que no existen medicinas que fortalezcan el
    funcionamiento intelectual. Las medicinas psicotrópicas
    pueden aliviar muchos problemas del comportamiento que coexisten
    con el retraso moderado, incluyendo la ansiedad, los trastornos
    afectivos, la sobreactividad, las conductas de agresión,
    el comportamiento psicótico entre otros (Wicks-Nelson e
    Israel A., 1997). Sin embargo es de señalar que el uso de
    estas sustancias psicotrópicas debe utilizarse con
    cuidado, debido a que cada persona retrasada es diferente, por lo
    que se necesita una evaluación minuciosa. El tratamiento
    debe hacerse bajo supervisión cuidadosa y deben detectarse
    los posibles efectos secundarios en estos
    niños.

    Psicoterapia individual, grupal y
    familiar

    Como ya se mencionó anteriormente, la
    aplicación de la psicoterapia a personas retrasadas no
    está destinada a eliminar el retraso moderado mismo, sino
    más bien a fomentar el máximo la eficiencia de la
    conducta y el desarrollo de la personalidad
    (Sarason, I. 1975). Para tratar el retraso mental moderado se
    pueden incluir las terapias individuales "habladas", debido a
    que, a pesar de que estos niños presentan problemas del
    lenguaje,
    pueden llegar a expresarse verbalmente, a diferencia del retraso
    mental grave y profundo. Sin embargo, este tipo de terapias puede
    necesitar de alguna modificación. Por ejemplo el tipo de
    terapia debe ser directiva, con objetivos
    específicos determinados; el lenguaje
    debe ser muy claro y sencillo y pueden utilizarse técnicas
    no verbales ante dificultades de comunicación (como por
    ejemplo juegos).
    (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).

    Con respecto a las terapias grupales, el centro de
    atención se enfoca en la familia. El
    contacto con los padres puede ser importante para ayudarles a que
    se adapten a su hijo. Muchas veces los padres de niños con
    retraso mental no pueden afrontar eficientemente el problema, lo
    cual repercute en el desarrollo futuro del niño. Incluso
    algunos autores llegan a afirmar que muchas personas con defectos
    mentales están más incapacitadas por sus
    dificultades emocionales que por su déficit intelectual
    (Noyes, A, 1975). Por esto mismo, la terapia grupal familiar es
    de importancia significativa a la hora de tratar el retraso
    mental. Algunos autores también sugieren que el tipo de
    terapia grupal puede llevarse a cabo con otras familias, las
    cuales pueden ofrecer oportunidades de aprender los unos de los
    otros, compartir sentimientos y fomentar la independencia en los
    que sean retrasados. (Wicks-Nelson e Israel A., 1997).

    Modificación de la conducta:

    La innovación más importante en el
    tratamiento del retraso ha sido la aplicación de técnicas
    conductuales. Este tipo de tratamiento hace hincapié en
    fomentar el desarrollo social
    de los niños retrasados y en las maneras mejoradas de
    enseñarles destrezas y conceptos. (Sarason, I. 1975). En
    primer lugar el terapeuta debe identificar la conducta que el
    individuo necesita aprender (por ejemplo hacer una llamada,
    amarrarse los zapatos, vestirse, etc). Luego debe identificar la
    clase y el número de respuestas que constituyen la tarea y
    luego se hace una demostración de cada respuesta. Cuando
    el niño intente ejecutarla deben utilizarse elogios y
    fichas, o
    pueden ser de utilidad
    reforzadores tangibles (Sarason, I. 1975).

    Este tipo de técnicas conductuales no solo se han
    centrado en entrenar a los retrasados mismos, sino también
    a los padres. "Si los padres y maestros pueden aprender a ser
    más eficaces en la aplicación de técnicas de
    manejo conductual, podrían facilitar significativamente
    los progresos de los necesitados de ayuda" (Sarason, I. 1975).
    Con la utilización de estas técnicas se ha tenido
    un gran éxito
    como ayuda a los niños retrasados, a quienes a menudo se
    les consideraba incapaces de aprender. Sin embargo Rita
    Wicks-Nelson nos aclara que esto no significa que la
    aplicación de tales técnicas es sencilla, al
    contrario, "requiere de habilidad, esfuerzo y
    perseverancia".

    RETOS

    Hay muchos vacíos con respecto a la
    etiología, detección de patogénesis,
    evaluación y tratamiento del retraso mental moderado, a
    pesar de que es un trastorno que se viene estudiando desde hace
    muchos siglos.

    Como ya se mencionó, la medicina ha contribuido
    grandemente a investigar la etiología del retraso mental,
    determinando así muchos factores que pueden causarlo. Sin
    embargo aun no se conoce la causa verdadera del retraso mental
    moderado –en realidad no se conoce la causa principal en
    ningún tipo de retraso-. Lo único que se ha
    encontrado son factores heterogéneos, sin cuadros
    clínicos bien definidos. Incluso algunos autores llegan a
    mencionar que, con mucha frecuencia, las causas del muchos de los
    tipos de retraso mental moderado aun no se conocen. En este
    sentido es un reto seguir investigando las causas y sobre todo
    relacionarlas, encontrando factores comunes para determinar
    así la verdadera génesis del retraso
    mental.

    En cuanto a la evaluación el problema más
    importante radica en las pruebas mismas para diagnosticar el
    retraso mental. Por ejemplo, las pruebas de CI tradicionales
    plantean ciertos problemas: La mayoría de ellas no han
    sido estandarizadas o institucionalizadas para aplicarlas a cada
    tipo de razas y poblaciones. Por otro lado estas pruebas han sido
    revalidadas para puntuaciones de CI menores de 70; los individuos
    con bajo rendimiento intelectual no estuvieron adecuadamente
    representados en los grupos que
    respondieron las pruebas cuando las escalas de medición fueron estandarizadas (Davison y
    Neale, 1980). Por otro lado las pruebas más confiables que
    miden CI (Binet y Wechsler) no han sido elaboradas teniendo en
    cuenta otros problemas de los retrasados mentales que pueden
    contribuir a la mala ejecución en ellas. Por esto mismo,
    ya que las pruebas de CI son las más importantes a la hora
    de diagnosticar el retraso mental, deben ser evaluadas
    constantemente a fin de construir pruebas cada vez más
    confiables, estandarizadas, cuyos resultados reflejen realmente
    una baja inteligencia y no otros problemas de
    ejecución.

    Con respecto a las pruebas que determinan la conducta
    adaptativa, los vacíos que presentan son muchos,
    posiblemente por su reciente elaboración, vacíos
    que radican especialmente en cuanto a su confiabilidad y validez
    (Davison y Neale, 1980).

    En cuanto al tratamiento existen muchos vacíos.
    El problema más importante es que, como ya se
    mencionó anteriormente, los tratamientos no van
    encaminados a eliminar el retraso mismo, sino a fomentar al
    máximo la eficiencia de la
    conducta y el desarrollo de la
    personalidad de los retrasados mentales. Esto se debe a que
    –hasta ahora- se cree que el retraso mental moderado no
    puede ser eliminado porque las problemáticas que aparecen
    parecen ser irreversibles. Posiblemente esto sea cierto, pero
    cabría pensar que –ya que no se conoce la verdadera
    causa del retraso mental- tampoco se tiene por ahora el
    tratamiento que lo erradicaría. Por tanto, los retos que
    plantea el tratamiento del retraso mental podrán ser
    solucionados siempre y cuando se encuentre primero la
    patogénesis de este trastorno.

    BIBLIOGRAFIA

    • CIE-10 (1992) Trastornos mentales y del
      comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el
      diagnóstico. Madrid: Organización mundial de la Salud.
    • Davison G y Neale J. (1980) Psicología de la
      conducta anormal, México: Limusa.
    • Diccionario de medicina Mosby (1993). Madrid:
      Océano.
    • DSM-IV (1995) Manual
      diagnóstico y estadístico de los trastornos
      mentales. Barcelona: Masson.
    • García C. (1999) El nuevo paradigma
      del retraso mental, afinidades y diferencias con versiones
      anteriores. http://www.geocities.com/HotSprings/Villa/5754/paradigm.htm
    • Ingalls R. (1982) Retraso mental, la nueva
      perspectiva. México: Editorial Moderno.
    • Martin B. (1985) Psicología Anormal.
      México: Editorial Interamericana.
    • Noyes, A. (1975) Psiquiatría clínica
      Moderna. Madrid: Editorial de Aracely Garcés y
      Lucía García.
    • Sarason, I. (1975) Psicología Anormal.
      México: 1975
    • Ville, C., Salomon E, Davis, W. (1987) Biología,
      México: Interamericana.
    • Wicks-Nelson, R. e Israel A. (1997)
      Psicopatología del niño y del adolescente,
      Madrid: Prentice-Hall

    Karen Alas Salguero

     

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