Frecuencias génicas del sistema HLA clase I y II en una población de la ciudad de Bogotá D.C. (página 2)
Para los genes de este sistema se determinaron 9 alelos
en 359 pacientes. Los alelos Cw4 y Cw7 con una frecuencia del
18.98% y 18.70%, fueron los más frecuentes; Cw5 con un
14.59% y Cw3 con un 14.31% también presentaron una
frecuencia notoria. El menos frecuente fue el alelo Cw9 con una
frecuencia del 0.42%; los demás alelos encontrados se
situaron entre el 1.13% y 12.75% (Figura 2).
HLA-DR (Clase II)
Se determinaron 12 alelos de este sistema en 238
pacientes. Los alelos DR2, DR4, DR5 y DR7 mostraron una
frecuencia del 14.11%, 22.63%, 15.25%, y 12.27% respectivamente.
Los otros alelos presentaron frecuencias entre el 0.73% y 12.11%
(Figura 3).
HLA-DQ (Clase II)
Se detectaron 7 alelos en 215 pacientes. Los alelos DQ2,
DQ4 y DQ5 obtuvieron una frecuencia del 24.30%, 21.26% y 20.79%
respectivamente; el alelo DQ8 fue el menos frecuente con un
0.23%. Los demás alelos mostraron frecuencias entre el
punto 70% y 10.51%. (Figura 4)
Análisis estadístico
Se obtuvieron 214 haplotipos de los cuales se tomaron 45
para el estudio ya que estos tenían frecuencias mayores de
5 que son las que utilizan para hacer estudios de
distribución chi cuadrado en alelos codominantes, puesto
que si se utilizan frecuencias menores se tiende a obtener
demasiados errores estándar en la muestra (Stansfield
1985)(4)(Tabla 2).
Los resultados obtenidos al aplicar las formulas
estadísticas para cada uno de los
haplotipos de los locus HLA A-B para clase I y HLA DR-DQ para
clase II, con la prueba chi cuadrado y el desequilibrio de
ligamiento se muestran en la Tabla 3.
Determinación de la frecuencia alelica del
sistema HLA clase I y II.
HLA-A (Clase I)
Simons M., en 1991 encontró que los alelos HLA-A
más frecuentes dentro de los caucásicos son A2
(27.12%) y A24 (9.56%) lo cual se confirma con los resultados
obtenidos en el presente estudio; los japoneses tienen una alta
frecuencia alelica en A24 (Tokunaga, K., 1985), lo que no
significa que haya una influencia marcada de este grupo racial
ya que al observar las frecuencias alelicas de otros HLA-A no
coinciden con las frecuencias observadas. Aunque A1 y A3 tiene
una frecuencia relativamente baja, al compararlas con los
porcentajes obtenidos, son otros de los alelos más
frecuentes; Simons M., 1991, da frecuencias un poco más
altas de estos alelos (17.94% y 12.79%) en caucásicos no
europeos, lo que demuestra que la población estudiada se
encuentra dentro del grupo caucásico en cuanto a
frecuencias alelicas de HLA-A. Esto puede corroborarse en el
reporte antropológico de Piazza A., 1991, pues las
frecuencias sobresalientes en la población española
concuerdan con el modelo
caucasico típico A2, A3, A1 y A29; Gorodezky C. en su
estudio de 1991 sobre HLA en población latinoamericana
muestra que los alelos A2, A24 y A28 son bastante frecuentes en
mexicanos, brasileros y uruguayos, coincidiendo con el tipo
caucásico que los latinoamericanos poseemos y que se
confirma en este estudio. (1-5-2-3)
En cuanto a los alelos HLA-A menos frecuentes se
encontró que estos son alelos que se presentan
frecuentemente en poblaciones indígenas de
Suráfrica ya que los alelos más frecuentes en estas
poblaciones según Hammond M., 1991 son A30 y A43, los
cuales presentan un porcentaje mínimo o no aparecen
demostrando que en la población estudiada no hay un
componente genético marcado de estos grupos raciales.
Dard, 1991 muestra que A68 y A69 también predominan en la
población indígena Africana mientras que en la
población estudiada se observa que son alelos con baja
frecuencia. Según Lee K, 1990, dentro de los negroides
norteamericanos y suramericanos prevalecen los alelos A28, A30,
A33, A34 y A36, los cuales presentan una frecuencia baja en la
población estudiada ya que el componente negroide no es
muy característico en la misma. En el estudio
de Cuccia M,. 1991, sobre cinco poblaciones del sur de Europa, los
albaneses y griegos presentan el alelo A32 con una frecuencia de
10.4% y 9.5%, mientras que en la población estudiada es
uno de los menos frecuentes. (6-7-8-9)
HLA-B (Clase I)
Según Simons M., 1991, los alelos más
frecuentes dentro de los caucasicos norteamericanos son B35 y
B44, lo cual confirma que la población estudiada tiene un
componente caucásico bastante alto.
(1)
Por la baja frecuencia que muestran la mayoría de
los alelos HLA-B excepto B35 y B44, observando que hay un gran
polimorfismo en esta región del CMH, se deduce que en la
población estudiada hay un bajo componente negroide y
oriental, ya que Bauer M., 1980. Tokounaga K., 1985. Hee Park,
M., 1991, los japoneses y coreanos tienen un alto índice
de frecuencia en B52, y en los negroides norteamericanos y
suramericanos B42, B45, B53, B58, B70, B71 y B72 son los alelos
que prevalecen (Lee K., 1990). (10-5-11-8)
HLA-C (Clase I)
En el reporte antropológico de Piazza A., los
alelos Cw7 y Cw4 son los más frecuentes dentro de la
población española y pertenecen a un modelo
caucásico típico, además Cw5 presenta un
incremento dentro de su frecuencia para esta misma
población, por lo cual se deduce que la población
estudiada al presentar una frecuencia alelica bastante alta en
estos dos alelos tiene un alto componente caucásico. Esto
lo confirma el estudio de Gorodezky en 1991, sobre
población latinoamericana en el cual afirma que Cw7 y Cw4
parecen ser marcadores genéticos en los grupos
latinoamericanos. (2-3)
En estudios previos sobre caucasicos no europeos se
muestra que Cw8 (3.56%) y Cw9 (3.56%) tiene una frecuencia
bastante baja dentro de la población (Simons M., 1991) lo
cual coincide con el presente estudio. (1)
HLA-DR (Clase II)
En el reporte antropológico de Piazza A. en 1991
se muestra que la población española presenta una
alta frecuencia de DR4, DR7 y DR9; lo cual concuerda con lo que
muestra la población estudiada, aunque DR9 no presenta una
frecuencia alta. Mientras que la población albanesa y
croata DR8, DR9 y DR13 tiene un porcentaje alto (Cuccia M.,
1991). (2-9)
El bajo porcentaje de DR7 en los japoneses según
Bauer M., 1980. Tokounaga K., 1985. Hee Park, M., 1991, indica
que el componente genético oriental en la población
estudiada es bastante bajo, por lo cual se deduce que esta
población tiene un bajo componente genético de la
población japonesa. (10-5-11)
HLA-DQ (Clase II)
De estos alelos no se encuentra mucha información acerca del predominio en
caucásicos, pero sí sobre los predominantes en
asiáticos, negroides y orientales; dentro de los cuales
están DQ1, DQ3, DQ8 y DQ9, según estudios de
poblaciones de hindúes, mexicanos, brasileros,
escandinavos, japoneses y coreanos (Bauer M., 1980. Tokounaga K.,
1985. Hee Park, M., 1991, Gorodezky, 1991, Madsen M., 1981 y
Singal D., 1991). Esto demuestra que dentro de los caucasicos los
alelos más frecuentes son DQ2, DQ4, DQ5 y DQ7, los cuales
de acuerdo a estudios previos sobre otros componentes
genéticos de la raza humana (Bauer M., 1980. Tokounaga K.,
1985. Hee Park, M., 1991, Gorodezky, 1991, Madsen M., 1981. y
Singal D., 1991), se encuentran ausentes o en baja frecuencia.
(10-5-11-3-12-13)
Análisis estadístico
Se observa que el desequilibrio de ligamiento es un
valor poco
aceptable dentro de la población en los haplotipos poco
comunes ya que la frecuencia haplotipica y el valor de
desequilibrio de ligamiento son muy parecidos en los haplotipos
A1/B8, A11/B18, A23/B49, A26/B38, A30/B14, A30/B42, A33/B14, y
A68/B39, pues según estudios previos estos haplotipos y
alelos son muy comunes en poblaciones negroides y orientales (Lee
K., 1990). Estudios previos (Piazza A. y Simons M., 1991) tambien
demuestran que los haplotipos A2/B44, A2/B35, A24/B44 y A29/B44,
dentro de los HLA clase I, son los haplotipos más
frecuentes y por lo tanto, en el estudio presentan un alto
desequilibrio de ligamiento, a excepción del haplotipo
A2/B44 puesto que su frecuencia haplotipica es muy parecida a su
frecuencia alelica y por lo tanto el desequilibrio de ligamiento
arrojó un valor bajo, pero no quiere decir que este alelo
al igual que los otros no sean representativos de la
población estudiada. Los demás haplotipos HLA clase
I se encuentran dentro de un rango de desequilibrio de ligamiento
aceptable y por lo tanto la población estudiada se
encuentra en equilibrio genético (Piazza A. y Simons M.
1991 ). (8-2-1)
Para los alelos de HLA clase II el desequilibrio de
ligamiento es bastante estable y se observa que los haplotipos
más frecuentes son DR4/DQ4 y DR7/DQ2, seguidos por DR5/DQ7
y DR3/DQ7. DR7/DQ2, de acuerdo al reporte antropológico de
Piazza A. en 1991, se encuentra como uno de los más
comunes; por lo cual se deduce que la población estudiada
tiene un alto componente español.
En cuanto al componente negroide y oriental, los haplotipos
DR13/DQ1, DR3/DQ4, DR1/DQ1, entre otros presentan un alto
desequilibrio de ligamiento en las poblaciones de África
del sur, ya que son típicos de estas poblaciones (Hammond
M., 1991), lo que indica que la influencia genética del
componente negroide en la población estudiada es baja.
Estudios previos sobre el componente oriental muestran que los
japoneses y los coreanos presentan una alta frecuencia
haplotipica en DR2/DQ1 y DR13/DQ1, mientras que presentan una
baja frecuencia en DR4/DQ4 y DR7/DQ2 (Bauer M., 1980. Tokounaga
K., 1985. Hee Park, M., 1991), lo que indica que la
población estudiada posee un alto componente caucasico y
bajo componente oriental. Los haplotipos clase II en poblaciones
nativas colombianas presentan una frecuencia alta en DR4/DQ7,
mientras que en haplotipos como DR8/DQ4, DR2/DQ1 y DR2/DQ4
presentan una baja frecuencia, lo que indica que los ancestros
haplotipicos de la población estudiada son altamente
caucásicos y lamentablemente ya no tenemos ancestros
haplotipicos de nuestros indígenas.
(2-6-10-5-11)
En cuanto a la distribución de chi cuadrado para
HLA clase I se muestra que hay ocho valores dentro
de los haplotipos HLA-A y HLA-B que con un limite de confianza de
0.05 y 7gl (grados de libertad), no entran dentro de la zona de
aceptación de la prueba ya que su frecuencia alelica es
demasiado baja y presentan una diferencia poco notoria con la
frecuencia haplotipica en el valor del desequilibrio de
ligamiento. Estos resultados indican que estos haplotipos no son
significativos dentro de la población
estudiada.
La distribución chi cuadrado para HLA clase II
muestra que no hay haplotipos que no esten dentro de la zona de
rechazo de la prueba la cual se trabajo con un limite de
confianza de 0.05 y 2gl (grados de libertad). Estos resultados
indican que el desequilibrio de ligamiento al ser alto en los
haplotipos representan el equilibrio genético que tiene la
población estudiada en cuanto a HLA clase II.
Los resultados obtenidos indican que la muestra
poblacional estudiada es significativa como muestra
clínica en cuanto a información sobre transplantes
de órganos y la identificación de asociaciones del
sistema HLA con enfermedades autoinmunes.
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7. 459-463.
ALELOS
Figura 1. Frecuencias
genéticas de los alelos del HLA-A de la población
estudiada.
BL: Alelo no identificado por la
prueba
Frec.Abs.: frecuencia absoluta
Frec.Rel%: frecuencia relativa
TABLA 1. Frecuencias genéticas de los
alelos del HLA-B en la población estudiada.
ALELO | FRECUENCIA ABSOLUTA DEL | FRECUENCIA RELATIVA DEL ALELO |
B1 | 2 | 0.26 |
B4 | 1 | 0.13 |
B5 | 4 | 0.52 |
B6 | 1 | 0.13 |
B7 | 44 | 5.77 |
B8 | 40 | 5.24 |
B13 | 8 | 1.05 |
B14 | 32 | 4.19 |
B17 | 3 | 0.39 |
B18 | 20 | 2.62 |
B27 | 14 | 1.83 |
B35 | 103 | 13.50 |
B37 | 8 | 1.05 |
B38 | 32 | 4.19 |
B39 | 20 | 2.62 |
B41 | 13 | 1.70 |
B42 | 9 | 1.18 |
B44 | 112 | 14.68 |
B46 | 1 | 0.13 |
B48 | 2 | 0.26 |
B49 | 16 | 2.10 |
B50 | 2 | 0.26 |
B51 | 53 | 6.95 |
B52 | 10 | 1.31 |
B53 | 20 | 2.62 |
B54 | 2 | 0.26 |
B55 | 6 | 0.79 |
B56 | 3 | 0.39 |
B57 | 23 | 3.01 |
B58 | 6 | 0.79 |
B59 | 2 | 0.26 |
B60 | 40 | 5.24 |
B61 | 41 | 5.37 |
B62 | 20 | 2.62 |
B63 | 9 | 1.18 |
B64 | 5 | 0.66 |
B65 | 4 | 0.52 |
B70 | 8 | 1.05 |
B71 | 3 | 0.39 |
B72 | 1 | 0.13 |
B73 | 2 | 0.26 |
B75 | 1 | 0.13 |
B78 | 1 | 0.13 |
BLANK | 16 | 2.10 |
S | 763 | 100.00 |
Alelo | Cw1 | Cw2 | Cw3 | Cw4 | Cw5 | Cw6 | Cw7 | Cw8 | Cw9 | BL |
Frec.abs. | 90 | 38 | 101 | 134 | 103 | 45 | 132 | 8 | 3 | 52 |
Figura 2. Frecuencias
genéticas de los alelos del HLA-C de la población
estudiada.
BL: Alelo no identificado por la
prueba
Frec.Abs.: frecuencia absoluta
%: frecuencia relativa
Alelo | DR1 | DR2 | DR3 | DR4 | DR5 | DR7 | DR8 | DR9 | DR10 | DR13 | DR14 | BL |
Frec.abs | 24 | 59 | 50 | 93 | 63 | 71 | 5 | 4 | 7 | 5 | 3 | 29 |
Figura 3. Frecuencias
genéticas de los alelos del HLA-DR de la población
estudiada.
BL: Alelo no identificado por la
prueba
Frec.Abs.: frecuencia absoluta
%: frecuencia relativa
ALELOS
Figura 4. Frecuencias
genéticas de los alelos del HLA-DQ
BL: Alelo no identificado por la
prueba
Frec.Abs.: frecuencia absoluta
Frec.Rel%: frecuencia relativa
TABLA 2. Frecuencias haplotipicas del sistema HLA
utilizadas para el análisis estadístico.
HAPLOTIPO | FRECUENCIA ABSOLUTA DEL | HAPLOTIPO | FRECUENCIA ABSOLUTA DEL |
A1/B8 | 27 | A24/B61 | 21 |
A1/B57 | 7 | A26/B38 | 18 |
A2/B44 | 16 | A26/B44 | 6 |
A2/B35 | 56 | A29/B44 | 39 |
A2/B7 | 7 | A30/B14 | 8 |
A2/B49 | 7 | A30/B42 | 7 |
A2/B51 | 15 | A33/B14 | 6 |
A2/B60 | 11 | A68/B39 | 6 |
A2/B39 | 7 | A69/B51 | 7 |
A2/B18 | 15 | XXX/B44 | 7 |
A3/B7 | 19 | DR1/DQ5 | 9 |
A3/B44 | 8 | DR1/XXX | 8 |
A3/B51 | 6 | DR2/DQ5 | 23 |
A11/B18 | 6 | DR2/DQ6 | 24 |
A11/B35 | 7 | DR3/DQ2 | 33 |
A11/B44 | 6 | DR3/DQ4 | 14 |
A23/B49 | 6 | DR4/DQ4 | 72 |
A24/B44 | 12 | DR4/DQ7 | 13 |
A24/B62 | 6 | DR5/DQ6 | 16 |
A24/B7 | 7 | DR5/DQ7 | 39 |
A24/B35 | 18 | DR7/DQ2 | 62 |
A24/B60 | 7 | DR10/DQ5 | 6 |
A24/B53 | 6 |
TABLA 3. Resultados del
desequilibrio de ligamiento y Chi cuadrado.
HAPLOTIPO | FH % | FA % | LD % | c 2 |
A1/B8 | 6.6 | 0.5 | 6.100 | 21.21873 |
A1/B57 | 1.7 | 0.3 | 1.400 | 4.06834 |
A2/B44 | 3.9 | 3.7 | 0.200 | 0.00027 |
A2/B35 | 13.8 | 3.4 | 10.400 | 0.87670 |
A2/B7 | 1.7 | 1.4 | 0.300 | 0.00442 |
A2/B49 | 1.7 | 0.5 | 1.200 | 0.85266 |
A2/B51 | 3.7 | 1.7 | 2.000 | 0.13440 |
A2/B60 | 2.7 | 1.3 | 1.400 | 0.12275 |
A2/B39 | 1.7 | 0.7 | 1.000 | 0.39785 |
A2/B18 | 3.7 | 0.7 | 3.000 | 2.95921 |
A3/B7 | 4.7 | 0.4 | 4.300 | 11.41512 |
A3/B44 | 2.0 | 1.1 | 0.900 | 0.06913 |
A3/B51 | 1.5 | 0.5 | 1.000 | 0.42219 |
A11/B18 | 1.5 | 0.1 | 1.400 | 83.55539 |
A11/B35 | 1.7 | 0.4 | 1.300 | 1.77605 |
A11/B44 | 1.5 | 0.4 | 1.100 | 1.06551 |
A23/B49 | 1.5 | 0.05 | 1.450 | 220.50028 |
A24/B44 | 2.9 | 2.5 | 0.400 | 0.00232 |
A24/B62 | 1.5 | 0.5 | 1.000 | 0.70224 |
A24/B7 | 1.7 | 1.0 | 0.700 | 0.05142 |
A24/B35 | 4.4 | 2.3 | 2.100 | 0.07634 |
A24/B60 | 1.7 | 0.9 | 0.800 | 0.08561 |
A24/B53 | 1.5 | 0.5 | 1.000 | 0.70224 |
A24/B61 | 5.2 | 0.9 | 4.300 | 2.27338 |
A26/B38 | 4.4 | 0.3 | 4.100 | 32.72599 |
A26/B44 | 1.5 | 0.9 | 0.600 | 0.04677 |
A29/B44 | 9.6 | 0.9 | 8.700 | 9.48921 |
A30/B14 | 2.0 | 0.1 | 1.900 | 30.14319 |
A30/B42 | 1.7 | 0.04 | 1.660 | 1435.64926 |
A33/B14 | 1.5 | 0.1 | 1.400 | 25.86238 |
A68/B39 | 1.5 | 0.1 | 1.400 | 102.27179 |
A69/B51 | 1.7 | 0.2 | 1.500 | 6.91074 |
XXX/B44 | 1.7 | 0.5 | 1.200 | 0.76684 |
DR1/DQ5 | 2.5 | 1.2 | 1.300 | 0.09787 |
DR1/XXX | 2.2 | 0.5 | 1.700 | 1.10888 |
DR2/DQ5 | 6.4 | 2.9 | 3.400 | 0.09800 |
DR2/DQ6 | 6.6 | 1.5 | 5.100 | 0.91035 |
DR3/DQ2 | 9.1 | 2.9 | 6.200 | 0.33565 |
DR3/DQ7 | 10.5 | 3.1 | 7.400 | 0.51058 |
DR3/DQ6 | 2.8 | 2.3 | 0.500 | 0.00413 |
DR3/DQ4 | 3.9 | 2.6 | 1.300 | 0.01932 |
DR4/DQ4 | 19.8 | 4.8 | 15.00 | 0.70780 |
DR4/DQ7 | 3.6 | 3.1 | 0.500 | 0.00193 |
DR5/DQ6 | 4.4 | 1.6 | 2.800 | 0.24015 |
DR5/DQ7 | 10.7 | 2.1 | 8.600 | 1.27936 |
DR7/DQ2 | 17.1 | 4.2 | 12.900 | 0.70039 |
DR10/DQ5 | 1.7 | 0.4 | 1.300 | 2.28970 |
FH: Frecuencia
haplotípica
FA: Frecuencia alelica
DL: Desequilibrio de ligamiento
c
2: Prueba de chi
cuadrado
Fuentes Angie
Gil Paola
Poutou Raul
Ossa Humberto
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