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Biología




Enviado por ivan_escalona



    Indice
    1.
    Origen de la vida

    2. Origen de las
    células

    3. Taxonomía y
    sistemática: Clasificación de los
    organismos

    4. Reino Monera
    5. Reino Protista
    6. Reino Fungi
    7. Reino Animalia
    8. Relaciones
    filogenéticas

    9.
    Bibliografías

    1. Origen de la vida

    Teorías científicas a través del
    pensamiento
    científico.
    Es probable que el cosmos, integrado por todo aquello que
    pertenece a la realidad, tuviera su origen hace unos 10,000 a
    20,000 millones de años. La región
    específica del cosmos en la que se encuentra nuestro
    planeta es el universo
    denominado vía láctea. Por universo se
    entiende un conjunto formado por millones de estrellas, aunque el
    vulgo suele aplicar este nombre al cosmos entero. El sol es una
    estrella de medianas dimensiones situada aproximadamente a dos
    terceras partes de la distancia entre el centro y la periferia de
    la Vía láctea. El sol y sus satélites
    planetarios constituyen el sistema solar. La
    teoría
    más aceptada sobre el origen del cosmos establece que
    éste surgió hace muchos millones de años
    como resultado de una descomunal explosión de materia
    densamente condensada: teoría del big bang o de la gran
    explosión. Los vestigios de esa antiquísima
    explosión se han estudiado mediante poderosos telescopios
    que hoy día captan la luz emitida hace
    millones de años por estrellas muy lejanas.

    Quizá nuestro sistema solar
    surgió como una nube giratoria de gases que
    acabaron por condensarse formando el sol y los planetas.
    La Tierra
    debió iniciar su existencia como una masa gaseosa, pero
    después de un tiempo se
    formó un núcleo de metales pesados
    como el níquel y el plomo. Por encima de ese núcleo
    hay un manto grueso y, finalmente, una corteza relativamente
    delgada que constituye la superficie del planeta. Una
    teoría postula que en un principio la Tierra era
    fría, pero que se calentó al generarse colosales
    fuerzas de compresión durante la sedimentación y la
    síntesis de los materiales del
    núcleo. La radiactividad también produjo enormes
    cantidades de calor.
    Después de unos 750 millones de años, la Tierra se
    enfrió lo suficiente para que se formara la actual
    corteza. Así, puede decirse que vivimos en un planeta
    relativamente frío.

    El universo en el cual nosotros vivimos no es el
    único en el cosmos y se asemeja a otros tipos de
    universos. Asimismo, el Sol no es un tipo especial de estrella.
    Tampoco es rara su posición y, en cuanto a dimensiones,
    cabe decir que es de mediana estrella. El planeta Tierra es
    más grande que Mercurio pro mucho más
    pequeño que Júpiter o Saturno.

    Todas las teorías
    científicas acerca del origen de la vida
    exigen que la edad de la Tierra sea de varios miles de millones
    de años. Se tienen pruebas que
    apoyan esa suposición. Una de las líneas de
    evidencia se basa en la observación de otros universos y en los
    estudios de las atmósferas de
    nuestros planetas vecinos.
    Son dos las principales teorías acerca del origen de la
    vía. La teoría creacionista, basada en gran medida
    en la narración bíblica del Génesis, afirma
    que la Tierra no tiene más de 10,000 años de edad,
    que cada especie fue creada por separado durante un breve lapso
    de actividad divina ocurrido hace unos 6,000 años y que
    cada especie tiene a mantener a través del tiempo su
    peculiaridad única y bien definida. El creacionismo
    científico, un replanteamiento reciente de la
    teoría creacionista postulado por un grupo de
    geólogo e ingenieros conservadores, fue causa en Estado Unidos
    de una serie de infructuosas batallas legales provocadas por los
    fundamentalistas, quienes se empeñaban en que los sistemas
    escolares laicos estadounidenses incluyeran la teoría
    creacionista como parte de las clases de biología, en las que
    por supuesto se enseña el concepto de
    evolución.

    La otra teoría (evolucionista) afirma que la vida
    surgió en un punto selecto ubicado en el extremo superior
    del espectro continuo de ordenamientos cada vez más
    complejos de la materia. Es decir, que cuando la materia se
    vuelve suficientemente compleja aparecen las características asociadas con la vida. A
    pesar de que ésta es una teoría mecanicista, en
    ella se dio cabida a epifenómenos biológicos como
    el amor, la
    conciencia, la
    moralidad, etc. cualidades que aparecen en las formas
    biológicas más danzadas; por ejemplo, el ser
    humano. Los biólogos se inclinan por un origen natural de
    la vida.

    Hipótesis de
    Alexandr Ivánovich Oparin
    En la teoría mecanicista de la vida se postula que la
    mejor manera de explicar las complejas reacciones de los seres
    vivos es recurrir a las propiedades de sus partes componentes,
    además, se afirma que una ordenada serie de
    fenómenos de causa y efecto condujo al surgimiento de la
    vida a partir de conjuntos de
    sustancias inorgánicas sencillas, las cuales fueron
    convirtiéndose en macromoléculas orgánicas
    cada vez más complejas. A. I. Oparin presentó a sus
    colegas soviéticos en 1924 una clara y rigurosa
    explicación de cómo pudo haber acontecido esa
    evolución de la vida a partir del reino abiótico de
    la química y
    la física.
    Para 1936, sus ideas ya habían sido aceptadas en el mundo
    entero.

    La hipótesis de Oparin principia con el origen
    de la Tierra hace unos 4,600 millones de años. Es casi
    seguro que la
    atmósfera primitiva era reductora, quizá con altas
    concentraciones de metano (CH4), vapor de agua
    (H2O), amoniaco (NH3) y algo de
    hidrógeno (H2). Una atmósfera de esa
    naturaleza
    debió promover la síntesis química. Conforme
    la Tierra se enfrió, buena parte del vapor se
    condensó para formar los mares primitivos.

    La mayor parte del trabajo experimental de Oparin se
    relacionó con la exploración de las propiedades de
    los coacervados y su posible participación en la
    evolución de las primeras células
    vivas. En opinión de este científico, desde las
    primeras etapas del desarrollo de
    la materia viva debió haber síntesis de proteínas
    a partir de los aminoácidos.

    Stanley Miller dio apoyo experimental a la idea de
    Oparin de que las condiciones y las moléculas
    inorgánicas simples de la atmósfera primitiva del
    planeta tenían realmente la capacidad de combinarse para
    formar moléculas orgánicas de los seres vivos.
    Miller, quien fue discípulo del premio Nobel Harold Urey
    (University of Chicago), dispuso un aparato de Tesla que
    producía pequeñas cargas eléctricas en el
    interior de un sistema cerrado que contenía metano,
    amoniaco, vapor de agua y un poco de hidrógeno gaseoso.
    Los resultados de esa estimulación enérgica de una
    atmósfera parecida a la de la Tierra primitiva fueron
    asombrosos. Se formaron diversas moléculas
    orgánicas entre las que se destacaron cetonas,
    aldehídos y ácidos,
    pero lo más importante de todo fue que se sintetizaron
    aminoácidos. Dado que las proteínas son
    indispensables para la estructura y
    el funcionamiento de las células vivas.

    2. Origen de las células

    Los coacervados complejo pueden mantener su estructura a
    pesar de que se encuentran en un medio líquido amorfo. Por
    otra parte, a través de las fronteras del coacervado hay
    intercambio de sustancias con el medio. Aunque tales límites
    parecer estar constituidos por moléculas de agua
    orientadas y otras sustancias inorgánicas sencillas, sus
    propiedades son semejantes a las características de
    permeabilidad observadas en las células y no sería
    remoto que fueran la estructura antecesora de la membrana de la
    primeras células procarióticas. La complejidad cada
    vez mayor de las sustancias orgánicas del interior del
    coacervado dependía de la política exterior de
    éste, la que cada vez era dictada por la membrana externa.
    Por su parte, la membrana iba aumentando su complejidad conforme
    llegaban a su superficie las sustancias previamente introducidas
    en la célula.
    Aunque la evolución de las primeras células es
    fundamental para probar un hipótesis mecanicista del
    origen de la vida, a muchos biólogos también los
    intriga la transición entre las células
    procarióticas y eucarióticas.

    La importancia y el origen de los organelos
    Desde principios del
    siglos XX los biólogos advirtieron que hay semejanza entre
    diversos organelos delimitados por membranas y ciertas bacterias. Es
    particular, una de las similitudes más notorias es la que
    hay entre los cloroplastos y las cianobacterias cargadas de
    clorofila. Asimismo, muchos biólogos notaron el parecido
    que hay entre las mitocondrias y otras bacterias de vida libre.
    El hecho de que los cloroplastos y las mitocondrias posean su
    propio ADN y puedan
    dividirse en forma independiente del resto de la célula
    apoya la hipótesis de que estos y otros organelos fueron
    otrora bacterias independientes que invadieron a las
    células primitivas y llegaron a establecer una
    relación permanente con ellas. Se piensa que los invasores
    fueron simbiontes a los que beneficiaba al hospedero capacidades
    y talentos de los que éste carecía. Esto significa
    que los cloroplastos bien pudieron ser cianobacterias que
    confirieron propiedades fotosintéticas a las
    células que empezaron a darles alojamiento. Otras moneras,
    sobre todo las de muy escasas dimensiones, pudieron dar origen de
    modo similar a otros organelos características de la
    célula eucariótica.

    Lynn Margulis, de la Universidad de
    Boston, ha recabado un impresionante número de pruebas a
    favor de esta teoría acerca del origen de los organelos
    llama teoría de la endosimbiótica. La teoría
    ha sido aceptada ya por muchos citólogos y ha dado origen
    a un buen número de trabajos experimentales encaminados a
    confirmaría o rechazaría. Hay células de
    formas y tamaños muy variados. Algunas de las
    células bacterianas más pequeñas tienen
    forma cilíndrica de menos de una micra o µm (1
    µm es igual a una millonésima de metro) de longitud.
    En el extremo opuesto se encuentran las células nerviosas,
    corpúsculos de forma compleja con numerosas prolongaciones
    delgadas que pueden alcanzar varios metros de longitud (las del
    cuello de la jirafa constituyen un ejemplo espectacular). Casi
    todas las células vegetales tienen entre 20 y 30 µm
    de longitud, forma poligonal y pared celular
    rígida.

    La Generación espontánea
    Aristóteles que los peces, las
    ranas, los ratones, los gusanillos y los insectos se generaban a
    partir de un material creador adecuado, procedente del lodo, de
    materia orgánica en descomposición y de los
    suelos
    húmedos. En la edad Media,
    esta teoría se vio reforzada por la literatura y algunas ideas
    fantásticas como la que afirmaba que los gansos eran
    producidos por los "árboles
    gansos", bajo ciertas condiciones. En el siglo XVII, Juan van
    Helmont, un científico belga, construyó un aparato
    ara generar ratones de las camisas viejas. En el siglo XVII,
    cuando el físico y poeta italiano Francesco Redi
    refutó, en torno a 1660, la
    idea imperante de que las larvas de las moscas se generaban en la
    carne putrefacta expuesta al aire. Francisco
    Redi (1626 – 1627), poeta y médico italiano
    llevó a cabo un experimento de gran trascendencia,
    motivado por sus ideas contrarias a la generación
    espontánea. Concluyó, como resultado de su
    experiencia, que los gusanos no eran generados por la materia
    putrefacta, sino que descendían de sus progenitores como
    todos los animales. Redi
    formuló la llamada teoría de la biogénesis
    en la que afirmaba que la vida sólo se origina de la vida.
    En 1768, el naturalista italiano Lazzaro Spallanzani
    eclesiástico italiano, demostró que si un caldo se
    esteriliza por medio de calor y se tapa herméticamente, no
    se descompone debido a que se impide el acceso a los microbios
    causantes de la putrefacción. Spallanzani empleó en
    sus experimentos
    cultivos de vegetales y otras sustancias orgánicas, que
    después de someter a elevadas temperaturas colocaban
    recipientes, algunos de los cuales cerraba herméticamente,
    mientras que otros los dejaba abiertos, lo que dio como resultado
    que en los primeros no se forma microbio, en tanto que en los
    abiertos sí. En 1836, el naturalista alemán Theodor
    Schwann proporcionó pruebas adicionales mediante
    experimentos más meticulosos de este tipo. La
    polémica, que duro más de dos siglos y en a que
    algunos científicos apoyaban la generación
    espontánea y otros la biogénesis, concluyó
    con el empleo del
    "matraz de Pasteur", inventado por el químico y
    microbiólogo francés Louis Pasteur, quien
    resumió sus hallazgos en su libro Sobre
    las partículas organizadas que existen en el aire (1862).
    En caldos de cultivo estériles, que se dejaba expuestos al
    aire, él encontraba, al cabo de uno o dos días,
    abundantes microorganismos vivos. El botánico
    alemán Ferdinand Julius Cohn clasificó a estos
    organismos entre las plantas (una
    clasificación vigente hasta el siglo XIX) y los
    llamó bacterias. Al final, el físico
    británico John Tyndall demostró en 1869, al pasar
    un rayo de luz a través del aire de un recipiente, que
    siempre que había polvo presente se producía la
    putrefacción y que cuando el polvo estaba ausente la
    putrefacción no ocurría. Estos experimentos
    acabaron con la teoría de la generación
    espontánea.

    La panespermia
    Existen, además de la generación espontánea,
    otras teorías que tratan de explicar con ciertas bases
    científicas el origen de la vida en nuestro planeta. Una
    de ellas es la panespermia, propuesta en 1908 por Arrhenius, y
    que afirma que ciertos gérmenes vivientes llegaron
    adheridos a algunos meteoritos, a los que se les da el nombre de
    cosmozoarios. Éstos, al encontrar las condiciones
    adecuadas en los mares terrestres, evolucionan hasta alcanzar el
    grado de desarrollo que presentan los organismos en la
    actualidad.

    Origen de la vida en la Tierra
    Es una declaración demasiado obvia decir que las
    condiciones de la Tierra fueron distintas al principio de lo que
    son ahora. La superficie del planeta fue quizá lo bastante
    caliente como para hervir el agua y la
    atmósfera consistió de gases venenosos. Las
    condiciones eran inhóspitas para la vida, como la
    conocemos ahora; sin embargo, bajo estas condiciones austeras, se
    piensa que la vida se originó hace aproximadamente 3 mil
    millones de años. La mayoría de los
    científicos piensan que la vida surgió de
    sustancias abióticas. Alternamente, algunos
    científicos sugieren que la vida, o cuando menos sus
    precursores, llegó a la tierra como esporas llevadas en
    meteoritos o que quizá fue sembrada por alguna
    civilización extraterrestre tecnológicamente
    avanzada. Sin embargo, estas alternativas sólo dan una
    respuesta; no explican cómo surgió la vida
    inicialmente.

    Teoria De Lynn Margulis
    Lynn Margulis, de la Universidad de Boston, ha recabado un
    impresionante número de pruebas a favor de esta
    teoría acerca del origen de los organelos llama
    teoría de la endosimbiótica. Una de ellas, a la que
    daremos más énfasis, alega que estos
    orgánulos que forman parte de las células
    eucariontes, fueron antes de esta era organismos unicelulares
    capaces de autorreproducirse y de sintetizar la totalidad de sus
    proteínas. Contenían y contienen las típicas
    macromoléculas informáticas y estructurales de la
    vida. O sea su mensaje genético, su genomio propio. Hoy en
    día toda célula eucarionte tiene dos mensajes
    genéticos: el mitocondrial fuera del núcleo y el
    que reside en el núcleo, inexistente en las formas que
    hasta ahora hemos visto. Tienen modernamente dos códigos
    aparentemente diferentes. El mitocondrial tiene un par de
    instrucciones diferentes con respecto al código
    "universal", que es el que se usa para la información en el núcleo.

    La teoría ha sido aceptada ya por muchos
    citólogos y ha dado origen a un buen número de
    trabajos experimentales encaminados a confirmaría o
    rechazaría. Hay células de formas y tamaños
    muy variados. Algunas de las células bacterianas
    más pequeñas tienen forma cilíndrica de
    menos de una micra o µm (1 µm es igual a una
    millonésima de metro) de longitud. En el extremo opuesto
    se encuentran las células nerviosas, corpúsculos de
    forma compleja con numerosas prolongaciones delgadas que pueden
    alcanzar varios metros de longitud. Se piensa que lo más
    probable es que las mitocomdrias, que fabrican ribosomas
    parecidos a los de las bacterias de pequeño tamaño
    y por los detalles de su composición química,
    provengan de bacterias púrpuras no sulfurosas que eran
    originariamente fotosintéticas y que perdieron esa
    capacidad.

    3. Taxonomía
    y sistemática: Clasificación de los
    organismos

    Organismo de la vida: El estudio de la evolución
    es particularmente útil para dividir los organismos en
    grupos porque
    revelan cómo esos organismos están emparentados
    cronológicamente y morfológicamente entre
    sí. La clasificación de los organismos se denomina
    taxonomía, (Taxis = orden, rango) la taxonomía es
    la rama de la biología que se ocupa de la
    clasificación de los seres vivos, y su tendencia actual es
    realizar clasificaciones naturales, la sistemática
    clasifica a los seres vivos en diferentes categorías
    taxonómicas. Los taxónomos utilizan las relaciones
    evolutivas para crear grupos. Aunque los esquemas de
    clasificación son por necesidad un tanto arbitrarios, es
    probable que representen el "árbol genealógico" de
    las diversas formas actuales. Cada organismo pertenece a uno de
    los cinco reinos. El reino es la categoría
    taxonómica más general. Esos cinco reinos son:
    Monera, Protista, Fungi, Plantae y Animalia. El reino Monera
    está formado por organismos unicelulares que carecen de
    núcleo y de muchas de las estructuras
    celulares de núcleo y de muchas de las estructuras
    celulares especializadas llamadas organelos. Se dice que tales
    organismos son procarióticos (pro = antes; karyon =
    núcleo) y se trata de las bacterias. Los demás
    reinos están integrados por seres eucarióticos (eu
    = verdadero), cuyas células contienen núcleo y un
    repertorio más completo de organelos. Los eucariotes
    unicelulares pertenecen al reino Protista, el cual abarca los
    protozoarios y otros protistas vegetaloides y fungoides. Los
    organismos pluricelulares que producen su propio alimento
    están agrupado del reino plantae; las flores, los musgos y
    los árboles son ejemplo. Entonces se puede decir que la
    Taxonomía es una ciencia la
    cual estudia la clasificación de animales y plantas. Es
    probable que el primer estudio científico sobre plantas
    consistiera en el intento de catalogarlas. Las primeras
    clasificaciones del mundo vegetal eran artificiales, debido a los
    escasos conocimientos sobre la estructura de las plantas. La
    más antigua establecía tres grupos: hierbas,
    arbustos y árboles. Estas categorías tan simples y
    arbitrarias sirvieron, no obstante, como material de partida para
    una clasificación basada en las relaciones existentes
    entre los organismos. En época de Linneo se solía
    emplear tres categorías: la especie, el género,
    grupo de especies de aspecto similar, y unas categorías
    superior, el reino. Los naturalistas reconocían tres
    reinos: vegetal, animal y mineral. El reino todavía es la
    categoría más alta en clasificación
    biológica. Entre le nivel del género y el nivel del
    reino, empero, Linneo y los taxónomos ulteriores colocaron
    varias categorías más. Así, a los
    géneros se los agrupa en familias, a las familias en
    órdenes, a los órdenes en clases, y a las clases en
    phylum. Estas categorías pueden subdividirse más o
    integrarse en una cantidad de categorías que se emplean
    con menos frecuencia, como subfilo o superfamilia. Por
    convención, los nombres genéricos y
    específicos se escriben en bastardilla. Mientras que los
    otros nombres de familias, órdenes, clases y otros taxones
    cuyas categorías están por encima del nivel de
    género no, aunque se escriben en
    mayúscula.

    La sistemática
    Como mencionamos antes, la sistemática es el estudio de
    las relaciones entre los organismos. Para Linneo y sus sucesores
    inmediatos el objetivo de la
    clasificación era revelar el grande e invariable designio
    de la creación especial. Después de 1859 se
    empezaron a contemplar las diferencias y similitudes entre los
    organismos como consecuencias de su historia evolutiva
    (filogenia). Así, a los géneros se los vino a
    considerar más como grupos de especies fraternas que
    divergieron hace poco, a las familias como géneros
    divergentes no tan recientes y así sucesivamente. En
    consecuencia, con la clasificación se procuró
    cumplir dos funciones
    distintas: proveer métodos
    útiles para catalogar los organismos y reflejar el curso,
    a veces errático, de los cambios evolutivos. En la
    actualidad se discute si ambas funciones son compatibles o no. El
    sistema de clasificación permite hacer generalizaciones.
    Ya que hay información almacenada en la
    clasificación de un animal como mamífero, por
    ejemplo, o de una planta como Anthophyta. Se puede observar que
    la progresar hacia abajo desde el reino hacia la especie,
    aumentan los detalles, yendo de lo general a lo particular. En
    suma, la clasificación jerárquica es muy
    útil para almacenar información y recuperarla. Como
    mencionamos antes, a la especie se la puede considerar una
    realidad biológica, pero las otras categorías
    sólo existen en la mente humana. Tomemos por caso un grupo
    familiar: algunos taxónomos, los "unicistas",
    agruparían todos los gatos, con excepción de uno,
    en el género Felis, incluyendo al chita porque no tiene
    zarpas retráctiles. Otros, los "divisionistas", reservan
    la designación Felis para los gatos más
    pequeños, como el puma, el ocelote y el gato
    doméstico, y dividen a los otros en gatos más
    grandes (phantera), incluso el león, tigre y leopardo, y
    los gatos rabones (Lynx). Los divisionistas más extremos
    separarían género para el leopardo nuboso
    (Neofelis) y para el leopardo níveo (Uncia). Nadie discute
    las características de los animales en sí,
    sólo la importancia y las similitudes y diferencias. Lo
    que es familia para un
    taxónomo, puede ser un orden para otro.

    Niveles taxonómicos
    Así como se agrupa a los individuos para integrarlos de
    acuerdo con las semejanzas de sus características en
    diferentes especies, las categorías taxonómicas se
    van formando para integrar grupos de organismo que comparten
    ciertas características comunes. Las especies se
    clasifican con otras especies semejantes para formar
    géneros, los que, al agruparse, originan familias que, a
    su vez, constituyen las órdenes que integran las clases.
    Las clases forman la fila (phylum) en los animales, y las
    divisiones, en vegetales. Para concluir, la fila y las divisiones
    se integran en reinos. Algunos taxónomos incluyen grupos
    intermedios como subreino, subdivisión, superfamilia,
    etcétera, por considerar que de esta manera queda
    más claramente clasificación. El reino es la
    categoría que incluye un mayor número de especies.
    Por esta razón se coloca e la parte superior de la
    clasificación, lo que pone de manifiesto que conforme
    vayamos descendiendo en ella, el número de especies que
    comprende un grupo será cada vez más reducido y
    específico. Hay una ventaja mucho mayor cuando los
    biólogos trabajan con géneros, que incluyen
    numerosas especies y subespecies. Por ejemplo, el género
    Rattus, solamente en Europa y Asia abarca unas
    560 especies y subespecies de animales, comúnmente
    llamados: ratas

    Las clasificaciones taxonómicas Modernas
    Estas clasificaciones modernas aún se basan en estos
    mismos criterios naturales, que constituyeron el método
    ideado por el botánico sueco Carl von Linneo, en el siglo
    XVIII. Desde entonces, el sistema de Linneo se ha utilizado para
    clasificar animales y vegetales, y sólo se ha modificado
    para incluir los nuevos conocimientos sobre morfología, evolución y genética.
    Los métodos genéticos de clasificación
    cobran especial importancia en el caso de la taxonomía
    bacteriana. Además de clasificar a las bacterias en
    función
    de sus características morfológicas, fisiología, metabolismo,
    poder
    patógeno y necesidades nutricionales, se aplican
    métodos de taxonomía fenotípica (estudia
    características fisiológicas que surgen en
    condiciones ambientales estandarizadas) y de taxonomía
    genotípica (comparación de la homología
    entre el ADN de distintas bacterias por métodos de
    hibridación cromosómica).

    El uso de los nombres científicos
    Las distancias del planeta determinan la presencia de gran
    diversidad de especies vegetales y animales, lo que da lugar a
    que los nombre reciben de éstos dependan del lenguaje que
    en dichas regiones se usa. La multiplicidad de nombres vulgares
    representó durante mucho tiempo un verdadero problema para
    los científicos del mundo. Esto indujo a los estudiosos a
    pensar en una forma más práctica de denominarlos.
    Con tal propósito de optó por una "lengua muerta"
    para que los nombre no sufrieran cambios posteriores; esta lengua
    fue el latín. En consecuencia, son latinos los nombre
    científicos con que se denomina a los organismos y por ser
    únicos tienen validez universal. Los nombre
    científicos se basan en el Sistema Binominal de Nomenclatura
    ideado por Carl Linneo, el cual toma en consideración tres
    aspectos fundamentales: 1.- Los nombres científicos deben
    ser escritos en latín y constan de dos palabras, 2.- La
    primera palabra corresponde a un género y la segunda que
    pertenece a la especie, 3.- Las dos palabras que forman el nombre
    científico deben subrayarse o escribirse en cursivas:
    Alliun cepa (cebolla).

    Categorías taxonómicas modernas
    Reino
    Phylum
    Clase
    Orden
    Familia
    Género
    Especie
    Ejemplo de Clasificación moderna
    Reino: Animal
    Phylum: Cordados
    Clase: Mamíferos
    Orden: Ungulados
    Familia: Équidos
    Género: Equus
    Especie: Equus caballus

    Nombre vulgar: Caballo
    La Taxonomía es la columna vertebral de la
    biología, ya que sin una identificación adecuada,
    la investigación puede llevar a conclusiones
    erróneas. Las claves taxonómicas se emplean como
    mapas de caminos
    para identificar plantas y animales. Se utilizan muchos tipos de
    características en las claves: forma de la hoja, color de la hoja,
    número de apéndices, etc.
    El uso de esta nomenclatura en los tiempos lineanos y en
    épocas sucesivas resulto muy útil, por lo que se
    extendió con rapidez y adquirió una vitalidad que
    le ha permitido persistir con éxito
    hasta nuestros días.
    Es evidente que uno de los fines de la nomenclatura es dar un
    nombre que sea reconocido por todos los zoólogos y que
    resulte único, universal y distinto a cada taxón.
    Los mamíferos (Mammalia), los roedores
    (Rodentina), etc., llevan su propio nombre científico, que
    es latino o latinizado, de acuerdo con la tradición de
    Linneo, quien, como todos los hombres de ciencia de su
    época, escribió en latín. Con el uso del
    latín se consigue la universalidad de la nomenclatura,
    evitándose los problemas
    inherentes a las rivalidades nacionalistas. Pero al pensar en los
    nombres de los géneros y de las especies, que son cientos
    de miles de nombre genéricos, y pares de nombres de
    especies, se comprende que la aplicación de la
    nomenclatura binominal presente dificultades. Esas dificultades
    empezaron a surgir a mediados del siglo pasado. Los
    zoólogos de aquella época esbozaron las primeras
    reglas de nomenclatura, como fue el caso del "Código
    Strickland", publicado por Strickland cuando era secretario de la
    Sociedad
    Zoológica de Londres (1843). Los problemas principales que
    intentan resolver las regulaciones nomenclatoriales provienen de
    los siguientes hechos:

    1. De que autores diferentes hayan dado el mismo nombre
      a géneros o especies que eran distintos. A esto se le
      llama homonimia.
    2. De que un mismo géneros o especie haya sido
      descrito por autores diferentes, recibiendo distintos nombres,
      a esto se le llama sinonimia.
    3. De que en las descripciones y dibujos de
      muchos autores, sobre todo de los más antiguos. Resulte
      difícil reconocer animales y plantas que ellos citaban.
      De aquí la necesidad de establecer "tipos"
      representativos (método del tipo).
    4. De que diversos autores han podido tener un concepto
      distinto, desde el punto de vista taxonómico, de un
      grupo determinado. Esto se ha expresado diciendo que un nombre
      designa a un taxón nominal, cuyo concepto
      taxonómico es el taxón
      taxonómico.
    5. Y, finalmente, de que la nomenclatura
      científica debe ser, por principio, universal, un mero
      instrumento al servicio de
      la taxonomía, pero sin interferir con ella, por lo cual
      un nombre científico introducido en cualquier autor
      entra en competencia con
      los demás, de tal manera que cumplidos los requisitos
      técnicos indispensables es un nombre utilizable
      (criterio de utilidad).
      Ahora bien, la nomenclatura ha de ser unívoca, por lo
      cual entre todos los nombres posibles para un taxón
      sólo debe prevalecer uno, que es válido (criterio
      de validez). En general el nombre más antiguo es el que
      prevalece (criterio de prioridad).

    Propuesta de los cinco reinos
    En el siglo XX empezaron a surgir nuevos datos. Esto se
    debió en parte a los perfeccionamientos del microscopio
    fotónico y, con posterioridad, al advenimiento del
    microscopio electrónico, pero también
    obedeció a la aplicación de técnicas
    bioquímicas para estudiar diferencias y similitudes entre
    los organismos. De este modo aumentó la cantidad de grupos
    reconocidos como constituyentes de reinos distintos. Por ejemplo,
    las nuevas técnicas revelaron las diferencias
    fundamentales entre las células procarióticas y
    eucarióticas, diferencias lo suficientemente grandes como
    para justificar la ubicación de los procariotas en un
    reino aparte, Monera. Otros estudios aportaron nueva
    información sobre la historia evolutiva de los principales
    tipos de organismos. Existen evidencias firmes de que distintos
    linajes de eucariotas unicelulares dieron origen a plantas,
    hongos, la
    multicelularidad surgió varias veces. De acuerdo con los
    conocimientos actuales, esta historia no permite establecer
    reinos monofiléticos sin que los reinos dejen de reflejar
    similitudes y diferencias entre los grupos principales de
    organismos vivos. La mayoría de las proposiciones
    contemporáneas relativas a los reinos se basa en la
    historia evolutiva, sino más bien en la
    organización celular y en el modo de nutrición de los
    organismos. La proposición que hemos de seguir recomienda
    cinco reinos: Monera, Protista, Hongos, Plantas y Animales. Los
    miembros del reino Monera – procariotas – se
    identifican, por supuesto, por su organización celular y su bioquímica
    singulares. Los miembros del reino Protista son eucariotas
    unicelulares autotrótoficos y heterotróficos. En
    este reino también se incluyen algunos grupos de
    organismos multicelulares relativamente simples, porque son
    más similares a las formas unicelulares que a hongos,
    plantas o animales con los cuales emparentados. A todos los otros
    eucariotas multicelulares se los divide en tres reinos, en
    particular sobre la base de su modo de nutrición: los
    hongos absorben moléculas orgánicas del medio
    circulante, las plantas las elaboran mediante fotosíntesis y los animales las ingieren en
    forma de otros organismos. Estos tres grupos de organismos
    cumplen papeles ecológicos bien nítidos: las
    plantas suelen ser productoras, los animales son consumidores y
    los hongos son degradadores. Dos especies de organismos
    unicelulares móviles pueden ser casi idénticas en
    la mayoría de los aspectos, salvo que una tiene
    cloroplastos y la otra no. En algunos casos, la que tiene
    cloroplastos puede perderlos de vez en cuando sin deja de
    sobrevivir ni de reproducirse indefinidamente; sin embargo, en
    una división plantas – animales basada en la
    capacidad de fotosíntesis, estas dos formas
    íntimamente emparentadas se separan a nivel del reino. En
    cambio, no
    importa que a los organismos se los clasifique en dos, tres o
    cinco reinos, sus designaciones de género y especie no se
    afectan, t lo mismo sucede con la mayoría de las otras
    categorías en las cuales se los clasifica en la
    actualidad.

    Propuesta de los cinco reinos por R.H. Wittaker
    Esta clasificación está basada en el esquema de
    cinco reinos propuestos por R.H. Wittaker, La
    clasificación lleva hasta el nivel de phylum.

    Reino Monera
    Phylum Cyanophyta: algas verdes – azules
    Phylum Myxobacteriae: bacterias deslizantes
    Phylum Eubacterias: bacterias verdaderas
    Phylum Actinomycota: bacterias miceliales
    Phylum Spirochaetae: espiroquetas

    Reino Protista
    Phylum Euglenophyta: organismos euglenoides
    Phylum Chrysophyta: algas doradas: diatomenas
    Phylum Pyrrophyta: dinoflagelados
    Phylum Hypochtridiomycoa: plasmodióforos
    Phylum Sporozoa: esporozoarios parásitos.
    Phylum Chidosporidia: cnidosporidios
    Phylum Zoomastigina: zooflagelados
    Phylum Sarcodina: rizópodos: amoeba
    Phylum Ciliophora: ciliados y suctorios

    Reino Fungi
    Phylum Myxomycota: mohos mucilaginosos plas.
    Phylum Acrasiomycota: mohosos mucilaginosos c
    Phylum Labyrinthulomycota: mohos mucilaginosos celulares
    reticulares
    Phylum Oomycota: hongos de oosferas
    Phylum Chytridiomycota: quitridios
    Phylum Zygomycota: hongos de conjugación
    Phylum Ascomycota: hongos de saco: levaduras
    Phylum Basidiomycota: hongos de sombrero: seta

    Reino Plantae
    Phylum Rhodophyta: algas rojas
    Phylum Phaeophyta: algas pardas: kelpos
    Phylum Chlorophyta: algas verdes; Volvox
    Phylum Chlorophyta: algas calcáreas
    Phylum Bryophyta: musgos, hepáticas
    Phylum Tracheophyta: plantas vasculares
    Subphylum Psilopsida: Psilotum
    Subphylum Lycopsida: licopodios
    Subphylum Sphenopsida: equisetos
    Subphylum Pteropsida
    Clase filicineae: helechos
    Clase Gymnospermeae: coníferas, cicadáceas
    Clase Angiospermeae: plantas con flor
    Subclase Dicotyledonae: margaritas, arces
    Subclase Monocotyledonae: tulipanes, gramíneas

    Reino Animalia
    Phylum Mesozoa: mesozoarios
    Phylum Porifera: esponjas
    Phylum Cnidaria: celentarios: hidra, medusa
    Phylum Ctenophora: peines gelatinosos
    Phylum Platyhelminthes: platelmintos (gusanos)
    Phylum Nemertea: nemertinos (vermes probos.)
    Phylum Acanthcephala: acantocéfalos
    Phylum Aschelminthes: asquelmintos: ascárides
    Phylum Entoprocta: polizoarios seudocelomados
    Phylum Brachiopoda: braquiópodos
    Phylum Phoronida: gusanos forónidos
    Phylum Mollusca: moluscos: caracoles, almejas…
    Phylum Sipunculoidea: gusanos de cacahuate
    Phylum Annelida: gusanos segmentados
    Phylum Arthropoda: artrópodos
    Clase Xiphosura: límulos
    Clase Arachnidad: arañas, ácaros, garrapatas
    Clase Crustacea: langostino, langostas
    Clase Chilopoda: ciempiés
    Clase Diplopoda: milpiés
    Clase Insecta: insectos
    Phylum Pogonophora: pogonófors
    Phylum Chaetognatha: quetognatos
    Phylum Echinodermata: equinodermos: erizos
    Phylum Hemichordata: gusanos bellota
    Phylum Chordata: cordados
    Subphylum Vertebrata:
    Clase Agnatha: agnatos; lampreas
    Clase Chondrichthyes: peces: tiburones
    Clase Amphibia: ranas, sapos, salamandras
    Clase Osteichthyes: peces óseos: perca
    Clase Reptilia: tortugas, cocodrilos
    Clase aves: aves:
    gorriones, gaviotas
    Clase Mammalia: mamíferos:
    Orden Primates: homo sapiens
    Orden Artiodactyla: ungulados de dedos
    Orden Insectívora: topos musarañas
    Orden Chiroptera: murciélago
    Orden Lagomorpha: conejos
    Orden Marsupialia: marsupiales: canguros
    Orden Monotrema: que ponen huevos
    Orden Rodentina: roedores: ratas, castores
    Orden Tubulidentata: cerdos hormigueros
    Orden Edentata: perezosos, armadillos
    Orden Proboscidea: elefantes
    Orden Carnívora: carnívoros; zorras,
    tigres

    Sistema de Clasificación
    Desde sus orígenes, el hombre se
    ha planteado la necesidad de ordenar todo lo que le rodea con la
    finalidad de ubicar a cada uno de los seres en donde le
    corresponde. Esta necesidad condujo al establecimiento de las
    clasificaciones de las cosas. Los distintos sistemas de
    clasificación han sido diseñados con el afán
    de ordenar en forma adecuada. Como ejemplo de clasificaciones
    podemos citar: el orden alfabético de las palabras de un
    diccionario
    enciclopédico Quillet o la clasificación de un
    conjunto de monedas de acuerdo a su tamaño o su fecha de
    acuñación, el tipo de metal. Es importante
    señalar que por lo común los sistemas de
    clasificación obedecen a tres aspectos generales: 1.- Se
    toma en consideración su utilidad, 2.- Se considera las
    semejanzas existentes entre los objetos, lo que permite
    ordenarlos y relacionarlos en grupos de individuos de las mismas
    características, 3.- Debido a que la valoración es
    de carácter
    individual, ningún sistema puede ser considerado perfecto,
    porque interviene en gran medida la subjetividad del
    taxónomo (científico que estudia las
    clasificaciones científicas de los organismos) A estos
    aspectos se les conoce como criterios extrínsecos a
    diferencia de los que se toma en consideración cuestiones
    de estructura y utilidad, llamados criterios intrínsecos.
    El hombre ha sido
    un clasificador desde tiempos remotos. Sin duda alguna, incluso
    los habitantes de las cavernas dieron nombres a las plantas y
    animales y los agruparon como útiles y peligrosos, como
    Aristóteles, ya que el intento agrupar toda la naturaleza
    en una forma lógica.
    Originalmente la Zoología fue el campo de todos los
    médicos y la botánica estuvo relacionada con el estudio
    de las plantas y hierbas importantes para la práctica
    médica. A partir de esos primeros trabajos, se elaboraron
    esquemas naturales de clasificación basados en similitudes
    entre los organismos. Las plantas de los pantanos fueron
    colocadas en un grupo y las plantas de los prados en otro. Cada
    grupo podría subdividirse en plantas pequeñas,
    medianas y grandes. La clasificación en la materia de
    biología, es una identificación,
    denominación y agrupamiento de organismos en un sistema
    establecido. Las numerosas formas de vida que existen deben ser
    nombradas y organizadas de manera ordenada, de modo que los
    biólogos de todo el mundo puedan estar seguros de que
    conocen el organismo exacto que es objeto de estudio. La
    búsqueda de un sistema de clasificación se remota a
    los griegos, pero después de Linneo los biólogos ya
    sólo se preocuparon por llenarla debido a la facilidad de
    su uso fue realmente difícil que se remplazara por los
    modernos sistemas más naturales. Los métodos
    actuales de clasificación tratan también de reunir
    los grupos en categorías, de modo que éstas
    reflejen los procesos
    evolutivos que subyacen bajo las similitudes y diferencias que
    existen entre los organismos. Dichas categorías forman un
    tipo de pirámide, o jerarquía, donde los distintos
    niveles representan los diferentes grados de relación
    evolutiva. La jerarquía se extiende en sentido ascendente
    a lo largo de varios millones de especies, cada una constituida
    por organismos individuales estrechamente relacionados, hasta
    unos pocos reinos, cada uno de los cuales reúne un gran
    número de organismos, entre muchos de los cuales
    sólo existe una relación distante. Para conseguir
    que los métodos de clasificación se correspondan lo
    más exactamente posible con la naturaleza, los
    biólogos han examinado y comparado la anatomía,
    fisiología, genética, comportamiento, ecología y
    fósiles de tantos organismos como ha sido posible. Se han
    identificado, y al menos descritos en parte, más de 1,5
    millones de grupos diferentes, y aún quedan muchos
    más por ser estudiados. El sistema de clasificación
    permite hacer generalizaciones. Ya que hay información
    almacenada en la clasificación de un animal como
    mamífero, por ejemplo, o de una planta como Anthophyta. Se
    puede observar que la progresar hacia abajo desde el reino hacia
    la especie, aumentan los detalles, yendo de lo general a lo
    particular. En suma, la clasificación jerárquica es
    muy útil para almacenar información y recuperarla.
    Como mencionamos antes, a la especie se la puede considerar una
    realidad biológica, pero las otras categorías
    sólo existen en la mente humana. Tomemos por caso un grupo
    familiar: algunos taxónomos, los "unicistas",
    agruparían todos los gatos, con excepción de uno,
    en el género Felis, incluyendo a la chita porque no tiene
    zarpas retráctiles. Otros, los "divisionistas", reservan
    la designación Felis para los gatos más
    pequeños, como el puma, el ocelote y el gato
    doméstico, y dividen a los otros en gatos más
    grandes (phantera), incluso el león, tigre y leopardo, y
    los gatos rabones (Lynx). Los divisionistas más extremos
    separarían género para el leopardo nuboso
    (Neofelis) y para el leopardo níveo (Uncia). Nadie discute
    las características de los animales en sí,
    sólo la importancia y las similitudes y diferencias. Lo
    que es familia para un taxónomo, puede ser un orden para
    otro. Todas las ramas de la biología contribuyen a dichos
    estudios, pero las especialidades que están implicadas
    directamente en los problemas de la clasificación son la
    taxonomía y la sistemática. Aunque las dos
    disciplinas se superponen, la taxonomía está
    más centrada en la nomenclatura (denominación) y el
    establecimiento de los sistemas jerarquizados, y la
    sistemática en las relaciones evolutivas aún no
    establecidas. Las clasificaciones naturales son útiles y a
    veces sugieren incluso relaciones evolutivas, pero pronto se
    utilizan categorías distintas y muchas
    características se sobreponen. A medida que el
    conocimiento del mundo biológico continuó
    aumentando los esquemas de clasificación llegaron a ser
    más completos. Se crearon esquemas artificiales en los que
    se utilizaron características fisiológicas como
    anatómicas y que pretendían mostrar relaciones
    evolutivas. Para poder acomodar las cantidades asombrosas de
    nuevos descubrimientos, se crearon categorías de
    clasificación: un phylum consistía de varias
    clases, una familia de varios géneros, y así
    sucesivamente. Sin embargo, el vasto número de organismos
    incluidos creó confusión. Carl Linneo creó
    lo que ahora se conoce como sistema Binominal (dos nombres) de
    nomenclatura (asignación de nombres). La primera parte del
    nombre es el género, y la segunda, la especie. Juntos, el
    género y la especie, constituyen el nombre
    científico. El valor del
    sistema Binominal puede demostrarse al considerar un grupo de
    plantas como los pinos. Existen muchas clases de pinos, pero
    todas son miembros del género Pinus. Linneo durante su
    vida, él nombró más de 8,000 especies de
    plantas y 4,000 especies de animales. Ahora se han identificado
    cerca de 500,000 especies vegetales y 1,000,000 de especies
    animales. Se estima que quedan aún mas por descubrir
    cuando menos varios millones de microbios, insectos y organismos
    tropicales y oceánicos.

    El virus
    Por sus características especiales, es difícil
    ubicar a los virus dentro de
    cualquiera de los reinos mencionados, pues aún no se
    determina su origen. Para explicarlo se han propuesto varias
    teorías. Por ejemplo, se piensa que provienen de la
    ruptura o desintegración de las células primitivas,
    quedando en libertad sus
    moléculas de ácidos nucleicos, las cuales al
    rodearse de una capa de proteínas, constituyeron los
    virus. Otra idea es que provienen de organismos más
    complejos, que al adaptarse a la vida parasita, poco a poco
    fueron perdiendo estructuras y funciones de la célula
    huésped, hasta quedar reducidos a pequeños
    agrupamientos moleculares. Tanto por su antigüedad como por
    su baja complejidad, se les podría incluir en el reino
    Monera, o también se les podría considerar como un
    grupo independiente el límite entre la vida y la no vida.
    Los virus son agregados moleculares constituidos por
    ácidos nucleicos, DNA o RNA, en el centro y por una
    cápsula de proteínas. A esta cápsula se le
    conoce como cápside y está formada por una serie de
    unidades proteicas llamadas capsómeros. Los virus miden
    alrededor de unas 300 milimicras, por lo que sólo se les
    puede observar con el microscopio electrónico. Presentan
    formas muy regulares, generalmente prismáticas; por
    ejemplo, tienen forma de icosáedros, dodecaedros,
    cilindros, esferas, etc.
    La definición de los virus como seres vivos es
    difícil, ya cuando se encuentra fuera de las
    células son completamente inertes y están
    cristalizados, es decir, no tiene funciones, carecen de
    metabolismo, no se nutren ni respiran. Sin embargo, cuando
    penetran en una célula se activan y se multiplican
    originando nuevos virus. Para poder multiplicarse, requieren por
    tanto de los mecanismos enzimáticos y de los sistemas
    transformadores de energía de las
    células; de ahí que les considere como
    parásitos estrictos- El virus se posa en la membrana e
    inyecta su molécula de ácido nucleico, que lleva su
    información genética. La célula toma a esta
    molécula como un molde o patrón para sintetizar
    moléculas copia, así como los cápsides, que
    gracias a la información genética que les fue
    inyectada, son iguales a la del virus infectante. La
    multiplicación es muy rápida y termina por hacer
    estallar a la célula liberándose nuevos virus.
    Entre las enfermedades que provocan en
    el hombre podemos mencionar la viruela, sarampión,
    influenza, parotiditis, rabia, herpes, poliomielitis, verrugas y
    fiebre amarilla. Como parásito de plantas esta el virus
    del mosaico del tabaco, que se
    manifiesta como las manchas características en las hojas
    de esta planta. Como parásitos en los animales
    están los virus que producen la enfermedad Newcastle en
    las aves de corral. El hecho de que los virus provoquen
    enfermedades, ha traído consigo la necesidad de
    intensificar su estudio para buscar métodos de
    curación y prevención de algunas enfermedades. En
    el aspecto evolutivo, el estudio de los virus reviste gran
    importancia, sobre todo si nos remontamos al origen de la vida.
    Si partimos de la idea de que las células primitivas se
    fragmentaron dejando en libertad sus ácidos nucleico, los
    cuales penetraron posteriormente en otras células, tales
    mecanismos pudo ser una fuente más de variación
    genética propiciadora de la evolución de las
    primeras células en diferentes sentidos,
    generándose la diversidad.

    4. Reino
    Monera

    El reino Monera está integrado por los organismos
    procarióticos unicelulares. Todos ellos son bacterias que
    poseen ribosas y una cadena circular de DNA que hace las veces de
    cromosomas, pero
    en general carecen de organelos delimitados por membranas; por
    ejemplo, mitocondrias, lisosomas, peroxisomas, retículo
    endoplásmico y núcleo verdadero. Se dividen por
    fisión binaria en vez de hacerlo por mitosis, pero
    pueden tener recombinación genética. Se han
    descubierto fósiles de moneras en estratos rocosos que
    datan de hace 3,500 millones de años. El reino Monera se
    divide en dos subreinos muy extensos: Archaebacteria y
    Eubacteria. Las eubacterias son las moneras más comunes y
    de evolución más reciente.
    Las bacterias (del griego, bakteria,
    ‘bastón’), son organismos unicelulares cuyo
    tamaño va de una a tres micras. Son cosmopolitas, o sea,
    que viven en todos los medios
    ambientales. Aunque por lo general son células libres, en
    algunos casos forman agrupaciones con cierto grado de
    unión. Una célula bacteriana se caracteriza por
    tener su membrana protegida por una pared celular compuesta
    químicamente por ácido diaminopimélico,
    sustancia exclusiva de las células Monera. Las bacterias
    son muy pequeñas, entre 1 y 10 micrómetros
    (µm) de longitud, y son muy variables en
    cuanto al modo de obtener la energía y el alimento.
    Están en casi todos los ambientes: en el aire, el suelo y el agua,
    desde el hielo hasta las fuentes
    termales; incluso en las grietas hidrotermales de las
    profundidades de los fondos marinos pueden vivir bacterias
    metabolizadoras del azufre. Algunas se encuentran en muchos
    alimentos y
    otras viven en simbiosis con plantas, animales y otros seres
    vivos. En algunas especies se presenta, además, una
    cápsula gelatinosa de polisacáridos que se
    relaciona con su actividad patógena, pues las bacterias
    que la tienen son causantes de enfermedades graves. Son
    células sencillas que carecen de mitocondrias,
    cloroplastos, retículo endoplásmico y membrana
    nuclear; esta última es la característica, por la
    que se les incluye dentro del reino Monera. Algunas especies
    presentan movimiento por
    medio de flagelos.
    Hay dos formas de nutrición, la autotrofa y la
    heterotrofa. La nutrición autotrofa se presenta en el
    organismo que sintetiza sus alimentos, lo cual puede ser por
    fotosíntesis o por quimiosíntesis. La diferencia
    entre estos dos procesos está en el tipo de energía
    que utilizan. En la fotosíntesis es energía
    luminosa y en la quimiosíntesis energía
    química liberada en reacciones de oxidación de
    diferentes compuestos. Los organismos que tienen nutrición
    heterotrofa no pueden sintetizar sus alimentos, sino que los
    consumen ya elaborados. Hay varias modalidades; por ejemplo, el
    parasitismo, que se da cuando un organismo vive a expensas de
    otro causándole daño; la simbiosis, que es una
    relación entre dos organismos, en la cual ambos reciben
    beneficios; el saprofitismo, que se presenta cuando unos
    organismos se alimentan de materia orgánica en
    descomposición. Las bacterias presentan casi todas las
    modalidades, pues las hay fotosintéticas,
    quimiosintéticas, parásitas, comensales,
    saprofitas, simbiontes, etc. La respiración de las bacterias son anaerobias
    y aerobias. Las bacterias se reproducen por bipartición,
    que es una reproducción de tipo asexual. Algunas
    especies realizan procesos de sexualidad en
    donde hay un intercambio de material genético entre dos
    individuos.

    La importancia de las bacterias, ya que las bacterias
    representan un grupo de gran interés,
    tanto desde el punto de vista científico como de la
    utilidad que puede representar para el hombre, por ejemplo son de
    importancia en los siguientes campos: Agrícolas, ya que
    las quimiosintéticos son bacterias que fijan el
    nitrógeno de la atmósfera enriqueciendo el suelo
    son sales minerales. En el
    campo médico, ya que las parásitas producen
    enfermedades, y para los farmacólogos, se emplean en la
    fabricación de vacunas y
    antibióticos, en la Industrial, se utilizan para la
    elaboración de productos
    lácteos
    y bebidas alcohólicas, las saprofitas, al alimentarse de
    materias orgánica en descomposición, transforman
    los restos de los organismos en materia inorgánica
    cerrando el ciclo de la materia en la naturaleza.
    Las Arquebacterias, como su nombre lo indica (archae significa
    "antiguo") y son las archebacterias son probablemente las
    células vivas más antiguas que se conocen, son
    organismos simples parecidos a las bacterias; dentro de la
    clasificación de los seres vivos se incluyen dentro de los
    procariotas porque carecen de un núcleo bien definido. Su
    bioquímica difiere, de modo importante, de las otras
    bacterias, por lo que muchos biólogos las incluyen en un
    reino aparte. De acuerdo con estas teorías, las
    arquebacterias podrían ser los antepasados del grupo de
    los eucariotas, u organismos con núcleo celular bien
    definido, mientras que las bacterias comunes se cree, que dieron
    lugar a las mitocondrias y cloroplastos de las células
    eucariotas.

    Las Eubacterias, son uno de los dos grupos principales
    de Procariontes (células que no tienen el material
    genético contenido en un núcleo definido con
    membrana nuclear). Los Procariontes se dividen en eubacterias y
    arquebacterias. Estos dos grupos principales difieren en la
    constitución genética básica
    así como en las estructuras de alguno de sus componentes
    celulares. El término procarionte se considera, a menudo,
    sinónimo de bacteria. Dentro de las eubacterias se
    incluyen la mayor parte de los organismos definidos, como
    bacterias. Aunque ciertas eubacterias ocasionan enfermedades en
    los organismos, la mayoría son inofensivas e incluso
    beneficiosas. La mayor parte de las bacterias del suelo, el agua
    y el aire son eubacterias, las cuales producen también
    muchos de los antibióticos utilizados en medicina. La
    especie Escherichia coli, microorganismo frecuente en el
    intestino que se utiliza mucho en ingeniería
    genética, es una eubacteria.

    Las cianofitas son organismos unicelulares, aunque se
    pueden agrupar formando filamentos. La mayoría son
    acuáticas, pero hay algunas terrestres que viven sobre las
    cortezas de los árboles; presentan varios pigmentos
    fotosintéticos como son la clorofila a de color verde, la
    c ficoeritrina (roja) y la c ficocianina azul, que por su
    abundancia determinan su nombre de algas verde – azules.
    Algunas especies presentan una cápsula gelatinosa. Todas
    son fotosintéticas, pero los pigmentos no se encuentra en
    los cloroplastos.

    Bacterias, la ecósfera y las interacciones
    humanas
    Las bacterias son los principales desintegradores de casi todos
    los ecosistemas.
    No sólo se degradan los restos muertos de organismos
    muchos más grandes, sino además liberan las
    moléculas y los átomos constituyentes de estos para
    dejarlos a disposición de otros miembros de la comunidad. La
    capacidad fotosintética de la mayor parte de las
    cianobacterias las convierte en excelentes productores primarios
    de los ecosistemas dulceacuáticos, pero sobre todo los
    marinos. Es muy probable que ellas sean los principales
    protagonistas de la revolución
    del oxígeno
    que confirió a la biósfera propiedades de
    aerobiosis hace unos 2,800 millones de años. Existen
    diversos tipos de fermentación bacteriana que son muy
    útiles para el ser humano. El alcohol, el
    ácido acético (vinagre) y la acetona son
    sólo algunos de los productos elaborados por bacterias.
    Además gracias a las bacterias podemos disfrutar productos
    lácteos como el queso y el yogurt. La bacteria Escherichis
    coli es el principal instrumento vivo de la biología
    molecular. Por otra parte, la ingeniería genética ha permitido a
    los científicos insertar genes humano en ciertas
    bacterias. Esas bacterias se multiplican y al hacerlo clonifican
    el gen insertado, de modo que pueden sintetizar grandes
    cantidades de proteínas tan importante como la insulina,
    el interferón y la hormona ce crecimiento. Aunque la mayor
    parte de las bacterias mejoran la calidad de la
    vida en los ecosistemas y las comunidades humanas, otro
    representante de este grupo constituyen un aspecto negativo al
    funcionar como agentes causales de muchas enfermedades. Los
    trastornos de origen bacteriano van desde la lepra y la tuberculosis
    hasta la fiebre tifoidea y la neumonía bacteriana, peor
    muchas bacterias son fuentes de diversos antibióticos
    luchan la enfermedad.

    5. Reino
    Protista

    El reino protista está formado por todas las
    especies unicelulares eucarióticas. Algunos de sus
    representantes son animaloides (protozoarios), otros son
    vegetaloides (protistas algáceos) y otros más
    presentes las características de los hongos. Hay
    taxónomos que incluyen en este reino a las formas
    coloniales y las formas pluricelulares simples, criterio se basa
    en el hecho de que estos organismos se parecen más a los
    protistas que a cualquiera de los otros tres reinos
    pluricelulares. Es ese caso el reino se denomina Protoctista. El
    reino Protista es el reino de los organismos más simples
    con células individuales y eucarióticas. El reino
    Protista fue propuesto por primera vez por el biólogo
    alemán Ernst Heinrich Haeckel, debido a la dificultad que
    entrañaba la separación de los organismos
    unicelulares animales de los vegetales. En todos los casos las
    divisiones del reino se basan en las relaciones evolutivas, sino
    que algunas están cimentadas de un modo más
    práctico en características funcionales. Como
    sucede con las moneras, la taxonomía de estos grupos
    está en constante cambio y no es raro encontrar diferentes
    sistemas de clasificación en los textos de
    biología. Los Protistas tuvieron su origen hace unos 1,600
    millones de años. Se trata de organismos sumamente
    complejos; sus células exhiben mayor diversidad que la
    observada incluso entre las células de los reinos
    pluricelulares. Su filogenia también es muy compleja y
    hasta el momento se ignora mucho al respecto. Se cree que de
    ellos se derivaron los hongos, las plantas superiores y los
    animales pluricelulares aunque, por supuesto, los ancestros de
    estas formadas modernas debieron ser protistas muy distintos a
    los que se representan hoy día al grupo. Los

    Protozoarios, son organismos heterotróficos que
    viven en hábitat importante, alguno de los cuales pueden
    formar colonias. En la clasificación que se sigue en esta
    enciclopedia, los protozoos se incluyen en el reino Protista,
    junto con otros organismos unicelulares cuyo núcleo
    celular está rodeado de una membrana. Los protozoos no
    tienen estructuras internas especializadas a modo de
    órganos, o están muy poco diferenciadas. Dentro de
    los protozoos se suelen admitir varios grupos: los flagelados del
    grupo de los Zoomastiginos, con muchas especies que viven como
    parásitos de plantas y de animales; los ameboides
    denominados Sarcodinos, que incluyen a los Foraminíferos y
    Radiolarios, y que son componentes importantes del plancton; los
    Cilióforos, que son ciliados, con diversos representantes
    que poseen estructuras especializadas que recuerdan a la boca y
    el ano de los organismos superiores; los Cnidosporidios,
    parásitos de invertebrados, de peces y de algunos reptiles
    y anfibios, y los Esporozoos, con diversas especies
    parásitas de animales y también de seres humanos.
    Se conocen más de veinte mil especies de protozoos, que
    incluyen organismos tan conocidos como los paramecios y las
    amebas. En general se reproducen por medios asexuales aunque
    también recurren a complejos mecanismos sexuales. Los
    protozoarios han sido divididos en cinco phyla, aunque algunos
    protozoólogos opinan que existen seis. El reino protista
    se clasifica en cuatro grupos:
    Eglenofitas, Crisofitas, Pirrofitas, Protozoarios
    Protozoarios
    Rizópodos (movimientos por pseudópodos)
    Flagelos (movimiento por flagelados)
    Esporozoarios (sin órganos de movimiento)
    Ciliados (movimiento por cilios)
    Euglenofitas. – Son organismos unicelulares, eucariontes, de vida
    acuática, principalmente de agua dulce. Es un grupo
    difícil de ubicar taxonómicamente porque representa
    características tanto de célula
    vegetal como de célula
    animal. Por ejemplo, como vegetales tienen clorofila,
    cloroplastos y hacen fotosíntesis, como animales carecen
    de pared celular y pueden nutrirse de manera heterotrofa. Son
    células móviles por medio de flagelos y cuentan con
    una mancha ocular que les permite detectar cambio de intensidad
    luminosa. La importancia que llega a tener los Euglenofitas ya
    que son de interés evolutivo pues, dadas sus
    características tan peculiares, se piensa que sus
    ancestros bien pudieron ser el tronco evolutivo del que derivaron
    plantas y animales, aunque esto no es claro todavía por
    carecer de pruebas suficientes.
    Las Crisofitas. – Son algas unicelulares conocidas
    comúnmente como algas doradas o diatomeas. Presentan una
    pared celular o frústula formada por dos valva impregnada
    de sílice. La nutrición es por fotosíntesis,
    que realiza gracias a la presencia de pigmentos como las
    clorofilas a, c y e, la ficoxantina y la luteína, estos
    últimos les confieren la coloración dorada
    característica. Su importancia es que la gran
    mayoría son marinas y cuando mueren las células,
    las frústulas vacías se depositan en el fondo del
    mar constituyendo la tierra de diatomeas, de utilidad para el
    hombre en varios aspectos; por ejemplo se emplean para fabricar
    detonantes como la diatomita; para pulir lentes de aparatos
    ópticos, como los microscopios y los telescopios. La
    sílice se deposita en las frústulas formando
    múltiples ornamentaciones muy finas, por lo que se usan
    para medir el poder de resolución de los microscopios. Las
    diatomeas son de gran importancia porque, al ser
    microscópicas, son muy abundantes, al grado de que son
    quienes realizan el mayor volumen de
    fotosíntesis en el mar, por lo que se les considera como
    la base de las pirámides alimenticias en ese medio
    ambiente.

    Crisofita del orden centralesCrisofita del orden
    Pennales
    Esquema de ceratium como ejemplo de pirrofita
    Los Pirrofitas, son organismos unicelulares de vida marina que
    presentan una pared celular formada por una serie de
    pequeñas placas que dejan un surco transversal donde se
    enrollan dos flagelos. Realizan fotosíntesis, pues tiene
    clorofilas a y c, además de un pigmento café
    llamado ficoxantina. Algunas especies son luminescentes y son
    responsables del fenómeno llamado luminiscencia del mar.
    También producen otro fenómeno llamado marea roja,
    que ocasiona mortandad de peces económicamente
    importantes. Estas algas producen sustancias tóxicas y
    venenosas que tiene graves efectos cuando aumentan su
    concentración.

    Ejemplos de rizópodos: amiba y
    foraminífero
    Los Protozoarios, son organismos unicelulares que pertenecen al
    reino Protista por presentar un núcleo bien integrado con
    membrana nuclear. Su nutrición es por absorción u
    pueden ser parásitos o de vida libre y, en este
    último caso, los hay de aguas dulces y marinas. Su
    clasificación de los protozoarios de cuerdo a sus
    órganos de locomoción, que pueden ser
    pseudópodos, cilio o flagelos. Los flagelos y los cilios
    son estructuras muy delgadas y largas (flagelos) o cortas
    (cilios), íntimamente están relacionadas por su
    estructura con el centriolo. Los flagelos son escasos en una
    célula; en cambio, los cilios son numerosos y su
    movimiento es sincrónico y de gran rapidez.

    Esquema que muestra la
    infección de un glóbulo rojo por un esporozoario
    (Plasmodium vivax)
    Los protistas están representados por muchas líneas
    evolutivas cuyos límites son difíciles de definir.
    La mayoría de estos organismos son unicelulares y
    microscópicos, aunque también los hay que forman
    colonias, como los foraminíferos. Esta
    organización, ya más compleja, está
    más cerca de los organismos pluricelulares superiores e
    indica que éstos evolucionaron a partir de ancestros
    protistas. Los protistas pueden considerarse un reino intermedio,
    y agrupan desde los organismos unicelulares eucariotas y las
    colonias simples, hasta algunas algas superiores y grupos de
    transición (de clasificación dudosa). Estos
    últimos son pluricelulares, pero carecen de la
    organización compleja en tejidos,
    típica de las plantas, animales y hongos superiores.
    Aún así, dentro de los grupos de transición
    hay formas que comparten las mismas características que
    las plantas, como las algas pardas, verdes y rojas; otras que
    están más cerca de los animales, como los mesozoos,
    placozoos y esponjas, y las que son semejantes a los hongos, como
    los mohos plasmodiales del fango y los quitridiales. Los
    límites del reino Protista no están establecidos de
    forma definitiva. Los grupos de protistas se diferencian entre
    sí en la forma de alimentarse. Algunos se parecen a las
    plantas porque son capaces de realizar la fotosíntesis;
    otros ingieren el alimento como los animales y otros absorben
    nutrientes, como los hongos. Esta diversidad tan amplia hace
    difícil la descripción de un protista típico.
    Quizá, el miembro más representativo del reino sea
    un flagelado, organismo unicelular con uno o más flagelos
    complejos (para distinguirlos de los flagelos simples de las
    bacterias) y en algunas ocasiones con uno o más
    cloroplastos.

    Los protistas de tipo micoides, se dividen en dos grupos
    heterotróficos de mohos deslizantes. La división
    Myxomycota está integrada por los llamados mohos
    deslizantes plasmodiales. Se trata de células amiboides
    intensamente pigmentadas que van alternando su forma de vida
    entre un conglomerado "pluricelular" y la unicelularidad. Dicho
    conglomerado se denomina plasmodio. Éste es una enorme
    masa de citoplasma con numerosos núcleos en su interior,
    de modo que no se trata de una estrictura realmente pluricelular,
    sino de un cenocito.

    Estructura de un paramecio como ejemplo de ciliado.
    Los miembro de la división Acrasiomycota se conocen con el
    nombre de mohos deslizantes celulares o acrasiales. Se diferencia
    de los mohos plasmoides en que su fase de aglomeración es
    pluricelular y no cenocítica. Cuando escasea el alimento,
    las células individuales se agrupan pero conservan sus
    membranas de modo que es posible distinguir una de otra. Los
    ovomicetos y algunas royas y tizones, que integran la
    división Oomycota, tienen cierto parecido superficial a
    los hongos verdaderos. Sin embargo, fueron clasificados como
    protistas porque sus paredes celulares son de celulosa y no de
    Quintana, Otras diferencias de este grupo respecto a los hongos
    verdaderos son la presencia de flagelos, la predominancia de la
    fase diploide en sus ciclos de vida y la formación de
    óvulos. La roya de la papa que hizo añicos la
    economía
    agrícola de Irlanda en 1848 fue ocasionada por un
    ovomiceto.

    Relaciones evolutivas de los protistas
    Como resultado del desarrollo, expansión y
    evolución de las moneras, debieron aparecer las primeras
    células protistas, las cuales además de contar con
    un núcleo integrado, quizá fueron flageladas. La
    diversificación de estas protistas primitivas fue de
    grande por una evolución en diferentes sentido, pues
    algunas perdieron su flagelado quedando como células
    amiboideas y otras inmóviles. También aparecieron
    formas polinucleadas que al reproducirse constituían
    pequeñas agrupaciones celulares. Aunque a la estructura
    protista básica se conservaba, la diversidad creada
    significaba también una nutrición variada. La
    presencia de clorofila permitía hacer fotosíntesis,
    pero también los había heterótrofos que
    tomaban sus alimentos por absorción directa del medio o
    por englobamiento de partículas alimenticias mediante
    pseudópodos en los amiboideos. Incluso algunas formas
    podían realizas más de un tipo de nutrición,
    característica que aún conserva las euglenofitas
    actuales y que resultaba una ventaja adaptiva para resistir
    cambios ambientales.

    6. Reino
    Fungi

    Los hongos fueron colocados en un reino aparte, tomando
    por base algunas características peculiares. Se trata de
    organismo eucarióticos, heterotróficos y, con
    excepción de las levaduras, pluricelulares (o
    multinucleares). Obtienen su alimento por absorción en vez
    de por ingestión. Secretan enzimas
    digestivas en su medio y luego absorben productos digeridos
    externamente. Casi todos los hongos poseen paredes celulares de
    quitina, polisacáridos aminado. Todos los hongos carecen
    de flagelos y se encuentran restringidos en cuanto a movilidad,
    se cree que las levaduras son hongos unicelulares derivados de
    ancestros pluricelulares. Los mohos y las setas son otros
    ejemplos de hongos. Este grupo data por lo menos de hace unos 400
    millones de años. Los Hongos, son un grupo diverso de
    organismos unicelulares o pluricelulares que se alimentan
    mediante la absorción directa de nutrientes. Los alimentos
    se disuelven mediante enzimas que secretan los hongos;
    después se absorben a través de la fina pared de la
    célula y se distribuyen por difusión simple en el
    protoplasma. Junto con las bacterias, los hongos son los
    causantes de la putrefacción y descomposición de
    toda la materia orgánica. Hay hongos en cualquier parte
    que existan otras formas de vida. Algunos son parásitos de
    organismos vivos y producen graves enfermedades en plantas y
    animales. La disciplina
    científica que estudia los hongos se llama
    micología. Los hongos figuraban en las antiguas
    clasificaciones como una división del reino Vegetal
    (Plantae). Se pensaba que eran plantas carentes de tallos y de
    hojas que, en el transcurso de su transformación en
    organismos capaces de absorber su alimento, habían perdido
    la clorofila, y con ello, su capacidad para realizar la
    fotosíntesis. Sin embargo, muchos científicos
    actuales los consideran un grupo completamente separado de otros,
    que evolucionó a partir de flagelados sin
    pigmentos.

    Estructura básica de los hongos
    Los hongos constan de una masa de filamentos muy ramificados y
    enmarañados a los que se denomina hifas. Esos filamentos
    están incompletamente divididos en células por unas
    paredes (tabiques) dispuestas en ángulo recto respeto a su eje
    longitudinal de aquellos y esparcidas por toda la maraña
    hifal. Éstas a menudo están divididas por tabiques
    llamados septos. En cada hifa hay uno o dos núcleos y el
    protoplasma se mueve a través de un diminuto poro que
    ostenta en el centro de cada septo. No obstante, hay un filo de
    hongos, que se asemejan a algas, cuyas hifas generalmente no
    tienen septos y los numerosos núcleos están
    esparcidos por todo el protoplasma. Las hifas crecen por
    alargamiento de las puntas y también por
    ramificación. La proliferación de hifas, resultante
    de este crecimiento, se llama miocelio. Es frecuente en el
    miocelio de los hongos parasíticos en rápido
    crecimiento aparezca hifas especializadas llamadas hausturios.
    Cuando el miocelio se desarrolla puede llegar a formar grandes
    cuerpos fructíferos, tales como las setas y los pedos o
    cuescos de lobo. Otros tipos de enormes estructuras de hifas
    permiten a algunos hongos sobrevivir en condiciones
    difíciles o ampliar sus fuentes nutricionales. Las fibras,
    a modo de cuerdas, del miocelio de la armilaria color de miel
    (Armillariella mellea), facilitan la propagación de esta
    especie de un árbol a otro. Ciertos hongos forman masas de
    miocelio resistentes, con forma más o menos
    esférica, llamadas esclerocios. Éstos pueden ser
    pequeños como granos de arena, o grandes como melones. En
    el caso de los hongos que parasitan a las plantas, esas cortas
    prolongaciones penetran en las células vegetales y
    absorben en poco tiempo las sustancias nutritivas ahí
    presentes.

    Divisiones de los hongos
    Las más de 100,000 especies de hongos conocidas pertenecen
    a cuatro divisiones básicas. –Tales divisiones son
    análogas a los phyla, es decir, a los principales grupos
    del reino animal. Las especies pertenecientes a la
    división Zygomycota (hongos conjugantes) ocupan un
    hábitat terrestres, de modo que viven en el suelo y en la
    materia orgánica en putrefacción. Por lo general
    forman esporas asexuales en las puntas de una hifas
    especializadas (esporanglóforos) que asoman en el aire;
    dichas esporas son arrastradas por el viento hacia nuevos
    territorios. La división ascomycota (hongos formadores de
    sacos) está integrada por las levaduras, algunos tizones,
    el cornezuelo del centeno y el género Penicillium. La
    división Basidiomycota (hongos en forma de clava)
    está integrada por las conocidas setas u hongos tipo
    sombrilla y una gran variedad de bejines. En este caso de hifas
    esta dividido por tabiques. Un grupo denominado Deuteromycota
    abarca todas las formas en las que no se ha descubierto ciclo
    sexual alguno, en resumen los hongos se clasifican en los cuatro
    filos principales son: Oomicetes (Oomycota), Zigomicetes
    (Zygomycota), Ascomicetes (Ascomycota) y Basidiomicetes
    (Basidiomycota) y sus respectivos individuos forman oosporas,
    zigosporas, ascosporas y basidiosporas. Una gran variedad de
    especies se colocan, de forma arbitraria, en un quinto filo:
    Deuteromicetes (Deuteromycota), también llamados hongos
    imperfectos.

    Estrategias reproductivas de los hongos
    La mayoría de los hongos son haploides durante la mayor
    parte de su ciclo de vida,
    los hongos se reproducen por esporas, diminutas partículas
    de protoplasma rodeado de pared celular. El
    champiñón silvestre puede formar doce mil millones
    de esporas en su cuerpo fructífero; así mismo, el
    pedo o cuesco de lobo gigante puede producir varios
    billones.

    Las esporas se forman de dos maneras. En el primer
    proceso, las
    esporas se originan después de la unión de dos o
    más núcleos, lo que ocurre dentro de una o de
    varias células especializadas. Estas esporas, que tienen
    características diferentes, heredadas de las distintas
    combinaciones de genes de sus progenitores, suelen germinar en el
    interior de las hifas. Los cuatro tipos de esporas que se
    producen de esta manera (oosporas, zigosporas, ascosporas y
    basidiosporas) definen los cuatro grupos principales de hongos.
    Las oosporas se forman por la unión de una célula
    macho y otra hembra; las zigosporas se forman al combinarse dos
    células sexuales similares entre sí. Las
    ascosporas, que suelen disponerse en grupos de ocho unidades,
    están contenidas en unas bolsas llamadas ascas. Las
    basidiosporas, por su parte, se reúnen en conjuntos de
    cuatro unidades, dentro de unas estructuras con forma de maza
    llamadas basidios.
    El otro proceso más común de producción de esporas implica la
    transformación de las hifas en numerosos segmentos cortos
    o en estructuras más complicadas de varios tipos. Este
    proceso sucede sin la unión previa de dos núcleos.
    Los principales tipos de esporas reproductivas formadas
    así son: oídios, conidios y esporangiosporas. Estas
    últimas se originan en el interior de unos
    receptáculos, parecidos a vesículas, llamados
    esporangios. La mayoría de los hongos producen esporas
    sexuales y asexuales.

     
    Basidiomiceto

    Los hongos como amigos y enemigos
    Los hongos son, junto con las bacterias, los desintegradores
    más eficaces de todos los ecosistemas. No sólo
    atacan la materia muerta, sino también degradan las heces
    y otros productos elaborados que, de no ser desintegrados,
    acabarían de sofocar vastas extensiones del medio
    terrestre. Algunos hongos sostienen estrechas relaciones
    mutualistas con plantas superiores, invaden las raíces de
    estas últimas y luego envían hifas hacia el suelo,
    incrementando así la capacidad de las plantas para
    absorber agua y minerales. Estas asociaciones entre los hongos y
    la corteza de las raíces se denominan micorrizas;
    presencia generalizada aumenta en grado considerable la densidad de las
    poblaciones vegetales de casi todos los ecosistemas terrestres.
    Ciertos tipos de hongos producen antibióticos que pueden
    ser extraídos y utilizados para combatir infecciones
    bacterianas. Las enzimas hidrolíticas de los hongos se
    utilizan en diversos procesos industriales. Cuando crecen sobre
    salvado caliente de trigo o de arroz, algunas especies
    fúngicas producen una amilasa que se usa en la
    fermentación alcohólica. Las proteasas que se
    obtienen de otros hongos se emplean en la fabricación de
    pegamento líquido. La producción industrial de
    alcohol etílico (etanol) se realiza por
    fermentación de melaza de caña de azúcar
    o de almidón hidrolizado mediante enzimas formadas por
    otros hongos. En el proceso de elaboración del pan se
    añade levadura a la masa para producir dióxido de
    carbono.
    Los hongos se utilizan en la producción industrial de
    ácido cítrico, ácido glucónico y de
    ácido gálico, el cual todavía se emplea en
    la fabricación de tintas y colorantes. Las resinas se
    elaboran a partir de ácido fumárico formado por el
    moho negro del pan. El ácido giberélico, que
    provoca aumento del crecimiento de las células vegetales,
    lo produce un hongo que causa una enfermedad en las plantas de
    arroz. Grasas y aceites que se utilizan comercialmente se
    obtienen de especies de varios géneros y una especie es
    una fuente práctica de proteínas comestibles. El
    aspecto negativo de los hongos son enfermedades cutáneas
    como la tiña y el pie de atleta. Las infecciones vaginales
    ocasionadas por levaduras no son peligrosas, pero sí muy
    molestas y de difícil tratamiento. Muy de vez en cuando,
    ciertas infecciones pulmonares ocasionadas por hongos pueden
    matar a personas vulnerables. Los parásitos
    micóticos de las plantas causan daños en gran
    escala a los
    cultivos. Las royas que atacan al trigo y los tizones que
    destruyen las partes florales de muchas plantas son
    basidiomicetos muy nocivos. Por otra parte, una variedad de mohos
    pudre frutas y verduras almacenadas después de la
    cosecha.

    7. Reino
    Animalia

    Los animales son organismo eucarióticos
    pluricelulares que se caracterizan por sus hábitos
    alimenticios: se nutren devorando otros organismos vivos. Muchos
    de ellos cazan otros animales y reciben el nombre de
    carnívoros. Otros se alimentan de plantas y se les
    denomina herbívoro. Los seres humanos pertenecen al
    subphylum Vertebrata del phytum Chordata. Los vertebrados o
    animales con columna vertebral constituyen un 5% del reino
    animal, pero tienen un lugar prominente en la vida de los seres
    humanos. Los demás animales se clasifican como
    invertebrados. A diferencia de las plantas, que producen
    nutrientes a partir de sustancias inorgánicas mediante
    fotosíntesis, o de los hongos, que absorben la materia
    orgánica en la que habitualmente se hallan inmersos, los
    animales consiguen su comida de forma activa y la digieren en su
    medio interno. Asociadas a este modo de nutrición existen
    otras muchas características que distinguen a la
    mayoría de los animales de otras formas de vida. La
    mayoría de los animales han desarrollado un sistema nervioso
    muy evolucionado y unos órganos sensoriales complejos que,
    junto con los movimientos especializados, les permiten controlar
    el medio y responder con rapidez y flexibilidad a
    estímulos cambiantes. Al contrario que las plantas, casi
    todas las especies animales tienen un crecimiento limitado, y al
    llegar a la edad adulta alcanzan una forma y tamaño
    característicos bien definidos. La reproducción es
    predominantemente sexual, y en ella el embrión atraviesa
    una fase de blástula. Al principio, debido a las grandes
    diferencias que existen entre plantas y animales, se
    estableció una división de todos los seres vivos en
    dos reinos, Vegetal y Animal. Cuando más tarde se
    investigó el mundo de los microorganismos se
    observó que algunos eran claramente del tipo vegetal, con
    células con pared celular y cloroplastos para realizar la
    fotosíntesis, mientras que otros se parecían a los
    animales porque se desplazaban (mediante flagelos o
    pseudópodos) y digerían alimentos. Su nivel de
    organización va desde tejidos y órganos hasta
    complicados aparatos y sistemas como el digestivo, circulatorio,
    esquelético, excretor, nervioso, etc. En cuanto a su
    reproducción, en la mayor parte es sexual, aunque algunos
    presentan procesos asexuales como la gemación. Los
    órganos reproductores son complejos y su desarrollo
    implica etapas larvarias y embrionarias. La clasificación
    del reino animal atiende a los siguientes criterios
    básicos: principios de homologías y
    analogías, número de capas celulares embrionarias,
    presencias o ausencia de metamerización, presencia o
    ausencia de celoma y tipo de simetría. Se llaman
    órganos o estructuras homólogas aquellos que
    presentan un mismo origen embrionario aunque posteriormente su
    función sea diferente. Por ejemplo, el ala de un
    murciélago, la aleta pectoral de una ballena, la
    extremidad anterior del hombre son homólogos pues se
    derivan del esbozo del miembro anterior del embrión. Se
    llaman órganos o estructuras análogas aquellos que
    cumplen una misma función, pero con origen embrionario
    diferente, tal es el caso de las alas de un murciélago y
    las de una mariposa. De acuerdo con lo anterior, se toma como
    base de la clasificación a los órganos
    homólogos, que son los que permiten relaciones evolutivas.
    El murciélago está emparentado directamente con la
    ballena y con el hombre y no con la mariposa. Durante las
    primeras etapas del desarrollo
    embrionario aparecen dos o tres capas de células de
    las que derivarán todos los tejidos del nuevo organismo.
    Estas capas embrionarias son el ectodermo (externa), el endodermo
    (interna) y el mesodermo (intermedia). Los animales se clasifican
    en dos grupos, aquellos sólo tienen dos capas, ectodermo y
    endodermo y que reciben el nombre de diblástidos, y los
    que cuentan con las tres capas o triblásticos. El celoma
    es la cavidad general del cuerpo donde se alojan algunos
    órganos importantes. Las paredes del celoma son de tejido
    mesodérmico. Según este criterio, los animales
    triblásticos se dividen en tres grupos: acelomados o sin
    celoma, en los que el mesodermo es compacto y el animal no tiene
    más cavidad interna que el tubo digestivo; los
    pseudocelomados o con falso celoma que sí tienen una
    cavidad interna pero que no está revestida de mesodermo, y
    los celomados con un verdadero celoma. La metamerización
    se presenta cuando el animal está formado por varios
    segmentos que muestran una estructura semejante. En algunos la
    segmentación es interna y externa; en
    otros, la externa casi desaparece quedando sólo la
    interna. De esta manera, hay animales segmentados y no
    segmentados. Tipo de simetría, de acuerdo con este
    criterio hay tres tipos de animales: los asimétricos, a
    los que ningún plano de corte los puede dividir en dos
    partes iguales; los de simetría radial, que son de vida
    sésil o sedentaria y n los cuales muchos planos de corte,
    siempre y cuando pasen por el centro del animal, pueden
    dividirlos en dos partes; y por último, los de
    simetría bilateral, en los que un solo plano los corta en
    dos mitades.
    La clasificación; El reino Animalia comprende entre 20 y
    30 grupos porque no hay todavía un acuerdo general en
    cuanto a la posición taxonómica de algunos.
    Aquí sólo describiremos a los que cuentan con mayor
    número de especies y tienen mayor importancia.
    Reino Animalia
    Poriferos (esponjas)
    Celenterados (corales)
    Platelmintos (gusanos planos)
    Nematelmintos (gusano redondos)
    Anélidos (gusanos anillados)
    Artrópodos (camarones)
    Moluscos (caracoles)
    Equinodermos (estrellas de mar)
    Cordados (hombre)
    Poriferos; son animales acuáticos, la mayor parte marinos
    que viven fijos al fondo; son asimétricos y
    diblásticos. Su cuerpo tiene la forma de un saco o bolsa
    con una cavidad llamada gastral que se abre por el ósculo,
    que es un orificio grande en relación con los poros
    inhalantes, que son pequeñas perforaciones que atraviesan
    la pared del cuerpo, y por los cuales conoce comúnmente
    como esponjas. La pared del cuerpo tiene dos capas embrionarias,
    ectodermo y endodermo, con una masa gelatinosa intermediaria
    llamada mesoglea. Cada capa tiene células
    características que cumplen diferentes funciones. En el
    ectodermo se encuentran células de protección
    (pinacocitos) y una células con una perforación
    (porocitos) que constituyen los poros inhalantes. En la mesoglea
    se localizan ameboides (amibocitos que tienen como funciones,
    formar el esqueleto de la esponja y dar origen a las
    células sexuales. El esqueleto está representado
    por espículas, especie de finas agujas de sílice o
    de carbonato de calcio, o por una red de fibras de una
    sustancia orgánica llamada espongina. En el endodermo hay
    células especiales de las esponjas, los coanoctios, que
    son flageladas. Rodeando al flagelo tiene un collar membranoso a
    manera de embudo. Todas la funciones de la esponja dependen de la
    circulación del agua de mar, que penetra por los poros
    inhalantes, llega a la cavidad gastral y sale por el
    ósculo. El Subreino Parazoa: Las Esponjas El reino animal
    se subdivide intencionalmente en grupos que reflejan las
    relaciones evolutivas de los linajes más importantes. Las
    esponjas se encuentran agrupadas en el subreino Parazoa, en tanto
    que otros animales, derivados supuestamente de rama evolutiva de
    protistas, integran el subreino Eumetazoa. Las esponjas son
    organismos sésiles (permanecen fijas e inmóviles)
    en forma de este phylum proviene de la anatomía de la
    esponja, pues phylum provine de la anatomía de la esponja,
    pues en la superficie se observa numerosos poros. El agua
    absorbida a través de dichos poros circula dentro de la
    cavidad interna (espongocele) del cuerpo de la esponja y sale a
    través de un orificio excurrente (ósculo). Las
    partículas alimenticias suspendidas en el agua son
    filtradas por células especializadas a las que se denomina
    coanocitos o células de collar. La mayoría de las
    esponjas son marinas, pero algunas habitan en agua dulce. Existen
    más de 10,000 especies de esponjas, las cuales presentan
    gran variedad de formas y tamaños. Algunas ostentan
    vistosos colores y adornan
    los fondos marinos. Dentro del phylum Porifera existen cuatro
    clases las cuales se dividen con base en características
    como la naturaleza de las espículas inorgánicas que
    se depositan en el mesohilo. A pesar de que las esponjas son
    clasificadas como animales pluricelulares exhiben menor integración y especiación de
    funciones que otros grupos animales. Carecen de
    organización tisular y sus células son las unidades
    primarias de estructura y función. Su cuerpo consta de dos
    capas, una epidermis externa y un revestimiento interno forma dos
    principalmente por coanocitos. A las esponjas se le divide en
    tres grupos atendiendo a la naturaleza química de su
    esqueleto. Estos grupos son: Esponjas calcáreas con
    espículas de calcio, esponjas silicosas con
    espículas de sílice y esponjas córneas con
    red de
    espongina.

    Los Celenterados, son animales acuáticos, la
    mayor parte marinos; existen formas individuales y coloniales;
    algunos viven fijos al sustrato y otros son nadadores (forma
    medusa). Su cuerpo tiene la forma de un saco o bolsa con una
    cavidad gastral que se abre al exterior por un orificio llamado
    boca. Son diblástidos y con simetría radial dada
    por una corona de tentáculo que rodea a la boca. Su
    estructura; La pared del cuerpo tiene dos capas embrionarias,
    ectodermo y endodermo, además de la masa gelatinosa
    intermedia o mesoglea, que en las medusas se encuentran muy
    desarrollada, al grado de que el peso de su cuerpo corresponde en
    un 90 ó 95% al agua. En el ectodermo se localizan tres
    tipos de células, las mioepiteliales para la
    protección y movimientos, pues aun cuando muchas formas
    son fijas, sus tentáculos sí se mueven para
    capturar el aliento; neuronas, que se encuentran formando una red
    y unas células especiales, características de los
    celenterados llamadas cnidoblastos o nematocitos. Estas
    células secretan una sustancia tóxica que se libera
    por un filamento hueco que hace la función de una aguja
    para inyección al clavarse en los tejidos de algún
    animal que se acerque al celenterado. Los celenterados se
    clasifican en tres grupos: Hidrozoarios: su forma predominante es
    la de pólipo; hay individuos solitarios como la hydra y
    coloniales como la physalia. Scifozoarios; su forma predominante
    es la medusa; son individuos solitarios como las medusas.
    Antozoarios la forma predominante es la de pólipo; hay
    individuos solitarios (anémonas) o coloniales)
    corales.

    Los Platelmintos; ya que son animales marino, de agua
    dulce y terrestre; son gusanos aplanados dorsoventralmente, con
    simetría bilateral; triblásticos y acelomados. Su
    nivel de organización es de órganos y ya hay un
    principio de cefalización, es decir, que se distingue la
    cabeza con los órganos de los sentidos del
    resto del cuerpo. Los órganos integran aparatos y sistemas
    muy simples. Por ejemplo, el aparato digestivo
    es cerrado, o sea, que sólo tiene boca y carece de ano; el
    sistema nervioso es ganglionar; los excretos están
    representado por unas células flamígeras; en cuanto
    al sistema reproductor, son hermafroditas y en algunos casos con
    autofecundación. Hay platelmintos de vida libre y
    parásitos, los platelmintos se dividen en tres grupos; Los
    turbeláridos, son gusaniux de vida libre,
    acuáticos; el ejemplo representativo es la planaria, que
    mide aproximadamente 4 ó 5 cm. En la parte anterior del
    cuerpo, correspondiente la cabeza de forma triangular, se
    localiza dos aurículas, que son estructuras
    quimiorreceptoras, y dos ocelos u ojos rudimentarios, que le
    permite captar cambios de intensidad luminosa. La boca se abre en
    la parte media ventral. Los trematodos, son gusanos
    parásitos; la especie representativa es la Fasciola
    hepática, que parasita el hígado de los carneros y
    ocasionalmente del hombre. La boca se abre en el extremo anterior
    del cuerpo en una ventana con la que se fija y succiona el
    alimento de los tejidos del huésped. Los cestodos, son
    gusanos parásitos que por sus hábitos de vida
    desarrollan mucho su aparato
    reproductor. Un ejemplo es la Taenia o solitaria que parasita
    en el intestino del hombre. Su cuerpo llega a medir varios metros
    y está segmentado. El primer segmento se llama
    escólex y está armado de ganchos y ventosas que le
    permiten adherirse a los tejidos del huésped. Esta especie
    presenta autofecundación.

    Los Nematelmintos, son los llamados gusanos redondos,
    algunos son de vida libre y otros parásitos. Tiene
    simetría bilateral, son triblásticos y
    pseudocelomados. Su nivel de organización es de
    órganos, aparatos y sistemas. El Aparato digestivo es
    abierto (con boca y ano); el aparato reproductor está muy
    desarrollado; hay machos y hembras, es decir, son unisexuales. El
    ejemplo característico es le Ascaris lumbricoides o
    lombriz intestinal, en la que es muy marcado el dimorfismo
    sexual, ya que hay diferencias notables entre el macho y la
    hembra: La forma del cuerpo de la hembra es recta y en el macho
    el extremo posterior está enroscado cuenta con dos espinas
    genitales de las que carece la hembra. En cuanto al
    tamaño, la hembra mide entre 20 y 25 cm y el macho entre
    10 y 15 cm.

    Los Anélidos, son llamados gusanos anillados ya
    que su cuerpo está dividido en una serie de segmentos o
    metámeros que representan un avance evolutivo, pues cada
    segmento implica la posibilidad de una especialización
    para determinadas funciones. Los anélidos son organismos
    de vida libre aunque los hay ectoparásitos, tienen
    simetría bilateral, son triblásticos y celomados.
    Presentan en cada segmento del cuerpo cerdas o quetas, que por
    coordinación muscular se mueven provocando
    el desplazamiento del gusaniux. El aparto digestivo es abierto,
    pero más complejo que en los nematelminto, ya que no es un
    tubo recto que empieza en la boca y termina n el ano, sino que en
    la parte anterior presenta ensanchamientos que funcionan como un
    estómago anterior y un estómago posterior. En este
    grupo aparece el sistema
    circulatorio abierto con un vaso dorsal contráctil o
    corazón. Se llama abierto porque la
    sangre no
    está circulando siempre dentro de vasos, sino que sale a
    las llamadas lagunas sanguíneas. Son hermafroditas, pero
    la fecundación es cruzada. El sistema nervioso
    es ganglionar y se encuentra en posición ventral. Los
    anélidos se dividen en cuatro grupos: Los
    arquianélios, anélidos primitivos de vida marina,
    poliquetos, anélidos con muchas quetas; son marinos y el
    ejemplo característico es el Nereis. Los Oligoquetos,
    anélidos con pocas quetas, viven en aguas dulces o son
    terrestres. Ejemplo, la lombriz de tierra o Lumbricus terrestris.
    Los hirudíneos, no tienen quetas, viven en aguas dulces.
    El ejemplo representativo es la sanguijuela, que tiene ventosas
    para fijarse a los organismos que parasita y para succionar su
    sangre.

    Los Artrópodos, son animales de simetría
    bilateral, triblásticos y celomados. Presentan
    segmentación o metamerización que debido al
    exoesqueleto no es tan evidente como en los anélidos, pero
    se detecta porque para cada segmento hay un par de patas o
    apéndices. Es decir que si encontramos tres pares de
    apéndices en el tórax, significa que esta
    región del cuerpo está formada por tres segmentos.
    La clasificación de los artrópodos actuales se
    clasifican en cuatro grupos: Arácnidos, Miriápodos,
    Crustáceos, Insectos. Los Arácnidos, su cuerpo
    está dividido en dos regiones, cefalotórax y
    abdomen. En la parte anterior del cefalotórax hay un par
    de patas llamadas quelíceros, que en las arañas
    tienen glándulas venenosas. A estos apéndices
    característicos sigue un par de apéndices
    sensoriales llamados pedipalpos y luego cuatro pares de patas
    caminadoras. En el abdomen no hay apéndices. Cuenta con
    glándulas secretoras de seda (hileras) que se localiza en
    el abdomen. Sólo presentan ojos simples. Los
    Miriápodos, cuentan con un par de apéndices
    llamados forcípulas con glándulas venenosas. Se
    encuentras segmentados con uno o dos partes de patas por cada
    segmento de su cuerpo. Sólo tienen ojos simples. Son
    ejemplos de este grupo el ciempiés y el
    milpiés.

    Los Crustáceos, tienen un cuerpo dividido en dos
    regiones, cefalotórax y abdomen. El esqueleto de quitina
    está impregnado de sales calcáreas que le dan
    más dureza. Son acuáticos, marinos o de agua dulce.
    Presentan dos pares de antenas, patas
    torácicas caminadoras y capturadoras de alimento; paras
    abdominales nadadoras y en le último segmento del cuerpo
    unos apéndices que hacen la función de timón
    para dar dirección al movimiento. Los ejemplos
    más característicos son los camarones, langostas,
    langostinos, jaibas, cangrejos, etc. Todos explotables para
    recursos
    alimenticios.

    Los insectos, tienen un cuerpo dividido en tras
    regiones, cabeza, tórax y abdomen. Tienen un par de
    antenas en la cabeza, así como ojos simples y compuestos.
    Presentan, así como ojos simples y compuestos. Presentan
    aparatos bucales de acuerdo con su forma de nutrición
    (picadores, succionadores, masticadores, lamedores, etc.) El
    tórax con tres segmentos con un de patas cada uno. Con un
    o dos pares de alas en la parte dorsal del tórax.
    Presentan desarrollo por metamórfosis.

    Los Moluscos, son animales de simetría bilateral
    con tendencia a la simetría; son triblásticos y
    celomados: sus tegumentos secretan conchas o caparazones de
    diferentes formas que se utilizan como base para la
    clasificación. Su sistema
    muscular está alternamente desarrollo, como e el pie
    de los caracoles o en las estructuras que abre y cierra las
    conchas de las almejas. Presentan un repliegue llamado manto
    cubre la masa visceral. La respiración en los
    acuáticos es por branquias y en los terrestres por una
    estructura que funciona como pulmón. El sistema
    circulatorio es abierto. Se les relaciona evocativamente con
    anélidos ya que sus larvas Veliger tienen semejanzas con
    la larva trocófa.

    Los Equinodermos, son marinos, de simetría radial
    aunque en a larva es bilateral, triblásticos y celomados.
    Tienen un esqueleto externo formado por placas y espinas
    calcáreas. Su característica fundamental es
    presentar un aparato acuífero, que consta de una serie de
    canales con un conducto común que se abre en una placa
    finamente perforada llamada madreporita. Los canales se
    distribuyen radialmente, y representan gran cantidad de
    protubernacias llamadas pies ambulacrales, que atraviesan las
    placas calcáreas del esqueleto. Al circular el agua por
    los canales, los pies se hacen turgentes y les sirven para el
    desplazamiento. Este se divide en cinco grupos: los crinoideos,
    ellos viven fijos al fondo del mar por un pedúnculo.
    Ejemplo, tenemos los lirios de mar. Los Asteroideos, ejemplo la
    estrella de mar, los Oriuroideos, estos tienen un disco central y
    brazos con movimientos serpentiformes. Ejemplo, las serpientes de
    mar. Los Equinoideos, son de forma esférica o circular,
    sin brazos. Ejemplo, las galletas y los erizos de mar. Los
    Holoturoideos, alargados, sin brazos y con tentáculos
    rodeando la boca, ejemplo, el pepino de mar.

    Los cordados son animales acuáticos o terrestres,
    con simetría bilateral, triblásticos y celomados.
    Se distinguen por tres características básicas:
    como la presencia de notocorda, la notocorda es una cuerda media
    dorsal de tejido mesodérmico, que sirve como eje central
    del cuerpo. Todos los cordados la presentan, siempre o por lo
    menos en una parte de su vida. Por ejemplo, en los vertebrados
    sólo presentan en etapas embrionarias porque
    después es sustituida por la columna vertebral. Lo
    único que queda de ella es le núcleo pulposo de los
    discos intervertebrales. Después otra
    característica es el sistema nervioso dorsal, los grupos
    descritos anteriormente se llaman invertebrados y aquellos que
    presentan sistema nervioso lo tienen en posición ventral.
    Los cordados se caracterizan por tenerlo en posición
    dorsal. Después por presencia de hendeduras branquiales,
    las bolsas branquiales, en algunos cordados como los peces,
    permanecen abiertas como órganos para la
    respiración; en otros, dichas hendeduras sólo
    permanecen abiertas en etapas embrionarias, pero luego se cierran
    y se transforman en otras estructuras. Otras
    características de los cordados son las siguientes: la
    piel puede
    formar diferentes derivados (escamas, uñas, pelo, plumas,
    etc.) el aparato digestivo es complicado, con glándulas
    anexas. El transporte de
    gases para la respiración puede ser branquial, pulmonar o
    cutáneo. El sistema circulatorio cerrado con un
    órgano central que es el corazón. Sistema excretor
    con órganos importantes llamados riñones, aparato
    reproductor complejo. Son unisexuales y en muchos casos con
    dimorfismo sexual. Pueden tener fecundación externa; o
    fecundación interna. Pueden ser ovíparos o
    vivíparos.

    Su clasificación, su clasifican en dos grupos:
    protocordados o cordados primitivos y vertebrados, los cuales a
    su ves se dividen en peces, anfibios, reptiles, aves y
    mamíferos. Los peces, son organismos acuáticos;
    tienen un cuerpo cubierto de escamas. El cuerpo tiene forma
    aerodinámica que facilita se desplazamiento en el medio
    ambiente
    acuático. Se mueven por órganos llamados aletas que
    generalmente son membranosas, sostenidas por rayos
    cartilaginosos. Las aletas se denominan de acuerdo con su
    posición en el cuerpo (dorsales, pectorales, ventrales,
    caudales). El corazón presenta dos cavidades, una
    aurícula y un ventrículo. La captación de
    oxígeno para la respiración es por medio de
    branquias. La fecundación es externa. Son poiquilotermos,
    es decir, que no mantienen una temperatura
    constante, sino que la cambian según las variaciones del
    medio ambiente. Como ejemplos de peces cartilaginosos
    están el tiburón y la mantarraya, y de peces
    óseos la carpa y el salmón. Los anfibios son
    organismos de la vida terrestre en la etapa adulta y
    acuáticos en a etapa larvaria, por lo que reciben el
    nombre de anfibios. Las larvas acuáticas tienen
    respiración branquial y los adultos pulmonar. La piel es
    desnuda y se protege de la desecación por secreciones de
    glándulas mucosas. El corazón presenta tres
    cavidades, dos aurículas y un ventrículo. Aunque
    los adultos son terrestres, viven en lugares cercanos al agua, ya
    que la fecundación es externa y debe hacerse en el agua.
    Son poiquilotermos. Su desarrollo es por metamorfosis, es decir,
    que pasan por varios estados larvarios. Ejemplo
    característico es la rana. Los reptiles son organismos de
    vida terrestre, aunque hay algunos acuáticos en ciertos
    momentos de su vida, como las tortugas. Presentan su cuerpo
    cubierto de escamas gruesas o por placas que pueden llegar a
    constituir verdaderos caparazones. El corazón presenta
    tres cavidades, dos aurículas y un ventrículo,
    excepto en el grupo de los cocodrilos, que tienen cuatro; la
    captación de oxígeno es por un sistema pulmonar.
    Son poiquilotermos. La fecundación es interna y son
    ovíparos. Las aves son organismos cuyo cuerpo se encuentra
    cubierto de plumas; las extremidades anteriores están
    modificadas como alas para el vuelo. El corazón presenta
    cuatro cavidades, dos aurículas y dos ventrículos.
    La captación de oxígeno es por un sistema pulmonar.
    Son homeoternos, es decir, que regulan su temperatura
    manteniéndola constante a pesar de los cambios de
    temperatura del medio ambiente. La fecundación es interna
    y son ovíparos. Los mamíferos son los que presentan
    el cuerpo cubierto de pelo. Tienen glándulas mamarias para
    a secreción de leche. El
    corazón es de cuatro cavidades, dos aurículas y dos
    ventrículos. La captación de oxígeno es
    mediante in sistema pulmonar. Son homeotermos. La
    fecundación es interna y se desarrollan casi siempre
    dentro de la madre, o sea, que son vivíparos.

    Relaciones evolutivas del reino Animalia
    Para establecer las relaciones evolutivas entre diferentes grupos
    de organismos, se debe contar con el apoyo y pruebas que
    proporcionan la paleontología. En el caso de los animales,
    aún hay muchas lagunas para determinar cómo fue su
    evolución, principalmente porque la mayoría de los
    grupos aparecieron en la era primaria o paleozoica y de muchos de
    ellos no se tienen registros
    fósiles suficientes. Sin embargo, con los datos que se
    tienen actualmente en el aspecto paleontológico,
    además de otras pruebas como son la homología y
    analogía, las semejanzas embriológicas,
    anatómicas y de comportamiento, etc., se puede afirmar que
    la evolución de los animales no fue en una línea
    directa de los más simples a los más complejos,
    sino en una línea con ramificaciones laterales que
    originaron varias ramas terminales de la evolución y no
    una solamente. Es probable que el tronco original del reino
    animal fueran protozoarios flagelados primitivos, que
    después de pasar por una forma colonial derivaran en tres
    líneas: las esponjas, los celenterados y los platelmintos.
    Todos los grupos animales estudiados son acuáticos
    sólo algunos, sin dejar de serlo en su mayoría,
    tienen representantes terrestres, entre los que mejor se han
    adaptado a este medio ambiente. Al igual que las plantas, los
    animales prosperaron en el medio ambiente terrestre sólo
    después de adquirir ciertas ventajas adaptivas, entre las
    cuales podemos mencionar como más importantes a las
    siguientes: la presencia de un esqueleto externo o interno, que
    en el primer caso les proporciona sostén y puntos de apoyo
    para la inserción muscular, que les permite mantenerse
    erguidos y moverse en un medio que les opone mayor resistencia. Por
    otra parte, adquirieron mecanismos de protección de los
    gametos, el cigoto y el embrión contra la falta de agua.
    Por ejemplo, en los anfibios en los que la fecundación es
    externa, los huevecillos permanecen aglutinados dentro de una
    sustancia gelatinosa. En las aves y reptiles, a la presencia de
    huevos con cascarones duros que mantienen al embrión
    dentro de un medio líquido; en los artrópodos,
    reptiles, aves y mamíferos una fecundación interna
    que no expone los gametos a la desecación. También
    adquirieron mecanismos más complicados de
    regulación para resistir los cambios ambientales,
    más bruscos que en el medio ambiente
    acuático.

    8. Relaciones
    filogenéticas

    Homologías y filogenia
    A pesar de los cambios de perspectivas, hasta ahora se han
    introducido pocas modificaciones reales en la
    clasificación
    jerárquica. A los organismos se los sigue agrupando de
    acuerdo con sus similitudes, morfologías y de otras
    clases. Desde Aristóteles en adelante, los biólogos
    reconocieron que las similitudes superficiales no eran criterios
    taxonómicos útiles; en otras palabras, para emplear
    un ejemplo sencillo, a las aves e insectos no se los debe agrupar
    juntos por el mero hecho de que ambos tienen alas. Un insecto sin
    alas en virtud de su conformación general. Linneo
    clasificó a las ballenas con los mamíferos y no con
    los peces, a pesar de sus similitudes externas. En cambio, los
    sistemáticos posdarwinianos, a diferencia de sus
    predecesores, se preocupan por el origen de las similitudes o
    diferencias. Una cuestión relacionada con ésta se
    plantea en la diferencia entre los organismos: ¿Una
    diferencia refleja la historia filogenética independiente
    o, en cambio, se debe a las adapciones de organismos
    íntimamente emparentados frente a ambientes muy distintos?
    Un ejemplo clásico es la extremidad delantera de los
    vertebrados. El ala de un ave, la aleta de una ballena la pata
    delantera de un caballo y la mano humana cumplen funciones muy
    distintas y su aspecto también es muy diferente, pero el
    estudio detallado de los huesos
    subyacentes revela la misma estructura que tienen un origen
    común pero no cumplen necesariamente una misma
    función son homólogas. Estos son los rasgos ideales
    para preparar la clasificación posdarwiniana. Por el
    contrario, otras estructuras que pueden cumplir una
    función similar y tener un aspecto superficial parecido
    exhiben antecedentes evolutivos por completo distintos. Se dice
    que tales estructuras son análogas. Así, las alas
    del ave y las alas del insecto serían análogas y no
    homólogas. Es raro que las decisiones en cuanto a
    homologías y analogía sean tan simples. En general,
    los rasgos que mayores probabilidades tienen de ser
    homólogos – de modo que son útiles para
    determinar relaciones filogenéticas – son los
    complejos y detallados, que consiste en una cantidad de partes
    separadas. Esto rige lo mismo, no importa que el rasgo similar
    sea anatómico, como en los huesos de la extremidad
    delantera de los vertebrados, o una vía bioquímica
    o una pauta de comportamiento. A mayor cantidad de partes
    separadas que intervienen en un rasgo compartido por varias
    especies, menor probabilidad de
    que el rasgo evolucionase independientemente en cada
    una.

    El ideal monofilético
    En un plan de
    clasificación que refleje con exactitud la historia
    evolutiva, lo ideal es que cada taxón sea
    monofilético. Esto significa que cada taxón,
    cualquiera que sea su nivel de categoría, debe incluir una
    especie ancestral común y también los organismos
    que descendieron de él. En otras palabras, los taxones
    tienen que ser unidades históricas reales. Así, un
    género comprende el antepasado común más
    reciente y las especies que han descendido de este antepasado.
    Del mismo modo, una familia debe comprender un antepasado
    común más distante y los géneros que
    descendieron de él y así sucesivamente. Todo
    taxón que incluye más de una línea ancestral
    es Polifilético.

    Escuelas taxonómicas
    Métodos taxonómicos
    La determinación tradicional de la clasificación de
    un espécimen recién descubiertos requiere varios
    pasos que entrañan distintos tipos de enfoques. Primero se
    lo asigna en principio a un determinado taxón de acuerdo
    con sus similitudes externas generales con los otros miembros de
    ese taxón, y luego estas similitudes se ensayan en busca
    de homologías. Se tienen en cuenta fósiles, siempre
    que sea posible. Por ejemplo, las liebres y los conejos fueron
    considerados roedores por largo tiempo, pero los primitivos
    restos fósiles de los lagomorfos y de los roedores revelan
    que ambos grupos tuvieron orígenes muy distintos. En
    cambio los osos, en un tiempo considerados un grupo muy distintos
    de carnívoros, hoy, de acuerdo con la
    paleontología, se considera que divergieron hace
    relativamente poco de los perros.
    También se deben examinar diversas etapas del siglo vital;
    en suma el juicio, cuando se hace finalmente, refleja la
    consideración y la importancia de una gran cantidad de
    factores. Así, no es sorprendente que a veces se
    propusieron clasificaciones radicalmente distintas para un
    organismo. Por ejemplo, algunas autoridades agrupan a los
    flamencos con las cigüeñas y otras las ocas. Hace
    poco se propusieron dos metodologías que son la
    fenética y la cladistica, en lugar del método
    evolutivo tradicional. Los fenecistas y los cladistas
    están bastante unidos en sus razones para buscar un
    cambio. Ambos alegan que la metodología tradicional se basa en
    criterios subjetivos y no objetivos, y
    ambos sostienen que la metodología tradicional es
    circular, pues utiliza la filogenia. Ambos afirman que en
    realidad no puede ser que un esquema de clasificación
    indique al mismo tiempo la similitud general y la
    genealogía (patrones de ramificación).
    Señalan que algunos linajes que se separaron hace mucho
    tiempo evolucionaron en paralelo y, por lo tanto,
    continúan semejándose entre ellos en mayor medida
    que otros organismos que divergieron rápidamente a partir
    de un antepasado común reciente. No sólo los
    métodos tradicionales son dudosos, sino que sus objetivos
    son inalcanzables, según este análisis conjunto. Los remedios que
    proporciona ambos grupos, empero, son diametralmente opuestos
    entre sí.

    La fenética numérica sólo se basa
    en las características observables de la especie. Primero,
    las características de la especie estudiada se dividen en
    caracteres unitarios, es decir, en caracteres de dos o más
    estados que lógicamente no se pueden subdividir
    más. En este sistema, a cada carácter se le asigna
    el mismo peso, sin tener en cuenta evaluaciones subjetivas ni
    conocimientos anteriores. Por ejemplo, el énfasis
    fenético la posesión de cinco dedos
    significaría que los lagartos se parecen más a los
    seres humanos que a las serpientes. No se considera la diferencia
    entre analogía y homología. Los caracteres que se
    sabe están más sujetos a presiones
    ecológicas – como la forma de las hojas –
    pesan lo mismo de otros caracteres más constantes, como la
    morfología de una flor. Los fenetistas aducen que tale
    problemas se resuelven si se tienen en cuenta suficientes
    caracteres.

    Los fundamentos de la clasificación
    biológica son causa de una de las más grandes
    controversias en biología, debido a que existen varias
    formas de pensamiento que difieren en los fundamentos
    filosóficos que se deben aplicar. A pesar de la gran
    diversidad de opiniones, las filosofías clasificatorias
    pueden representarse en cuatro grupos: esencialismo, cladismo,
    evolucionismo y feneticismo. El esencialismo esta teoría
    predominó durante muchos siglos. Está basada en la
    lógica aristotélica. A pesar de haber sido
    descalificado por biólogos y filosóficos, existen
    taxónomos que sostienen y practican algunos de los
    principios esencialistas. Se caracterizan por sostener que es
    tarea de la ciencia el
    descubrimiento de la "verdadera naturaleza" de los objetos, es
    decir, su realidad oculta o esencial. Dicha esencia, llamada
    también forma, puede ser descubierta y discriminada con la
    ayuda de la intuición intelectual. Queda claro que para el
    esencialismo la clasificación no se construye, sino que se
    descubre. El Cladismo, o también llamada el cladismo es la
    más revolucionaria de las metodologías mencionadas.
    En contraste con la fenética numérica, que basa su
    exclusividad la clasificación en el grado de similitud
    general y se basa con exclusividad en a filogenia, esta
    teoría que la clasificación biológica debe
    basarse en la filogenia (historia evolutiva) de los organismos;
    se le conoce también como el enfoque genealógico.
    La idea básica de esta corriente es que la
    clasificación debe expresar las relaciones
    filogenéticas, teniendo en cuenta las ramificaciones del
    árbol genealógico, por supuesto, es necesario
    reconstruir previamente a la clasificación. El
    Evolucionismo, esta teoría posee un enfoque
    ecléctico, es decir, que combina varios criterios con
    conformación genealógica. Esta corriente no
    pretende que la clasificación exprese la filogenia, sino
    que se base constantemente en ellas, La diferencia entre el
    cladismo y el evolucionismo radica, principalmente en que le
    primero quiere expresar en la clasificación la filogenia,
    mientras que el segundo sostiene que la clasificación debe
    ser consistente con la filogenia y representar a su vez, otros
    factores tales como el grado de diversificación y
    divergencia, tomando en cuenta la similitud. El feneticismo esta
    teoría tiene su punto de partida en una serie de trabajos
    modernos donde los autores pretenden cuantificar el proceso y los
    procedimientos
    de la clasificación biológica que da el origen a lo
    que se conoce como taxonomía numérica. La
    taxonomía numérica comprende dos aspectos: una
    filosofía (el feneticismo) y técnicas
    numéricas que constituyen el camino operativo para aplicar
    dicha filosofía. Las técnicas pueden aplicarse con
    la ayuda de "ordenadores digitales". El feneticismo sostiene los
    siguientes principios: Las clasificaciones deben llevarse a cabo
    empleando un gran número de caracteres, tomados de todo el
    cuerpo de los organismos y de su ciclo vital completo. Todos los
    caracteres utilizados tienen el mismo peso. La similitud total
    entre dos entidades es la suma de la similitudes en cada uno de
    los caracteres utilizados en la clasificación. Los grupos
    o taxones a formar se reconocen por una correlación de
    caracteres diferentes. Finalmente, es necesario señalar
    que algunos taxónomos han puesto en práctica una
    especie de "feneticismo atemperado", no numérico, de pocos
    caracteres, por lo general morfológicos.

    Los más usuales son los artificiales y los
    naturales. Los sistemas artificiales se basan en
    características superficiales de los seres, como son: la
    forma, el color, el tamaño, etcétera.
    Aristóteles, uno de los primeros hombre de ciencia de la
    antigüedad, es considerado el "padre de la zoología"
    por haber elaborado la primera clasificación artificial de
    animales. Aristóteles clasificó más de 500
    especies siguiendo una determinada jerarquía, lo que
    condujo a la idea de que los animales presentaban un cambio
    progresivo, una especie de evolución. Muchos años
    después, el naturalista inglés
    John Ray (1627 – 1705) hizo la división artificial
    más importante al dividir las plantas en
    monocotiledóneas y dicotiledóneas.

    Fig. 2 Clasificación empírica de los
    vegetales por su utilidad.

    Grupo

    Utilidad

    Ejemplos:

    Sacaríferas

    Medicinales

    Ornamentales Maderables

    Textiles

    Azúcares

    Curativas

    Adorno

    Madera

    Fibras

    Caña de azúcar

    Manzanilla

    Rosal, bugambilia

    Caoba, cedro

    Algodón

    Carl von Linneo: Primeros niveles
    jerárquicos

    A Carl Von Linneo lo han llamado el naturalista
    más grande de todos los tiempos modernos. Los
    biólogos clasifican a los organismos individuales en el
    nivel básico de especie, que es la única
    categoría de esta índole que puede ser considerada
    en la naturaleza. Las categorías superiores son reuniones
    de grupos de especies. Una especie está compuesta por
    organismos que comparten muchas características
    importantes. Además, en los organismos con
    reproducción sexual, las especies están formadas
    por poblaciones entremezcladas, que de forma ideal no pueden
    tener descendientes fértiles con miembros de ninguna otra
    especie. Esta forma de denominación fue establecida en
    1758 por el naturalista sueco Linneo, fundador de la
    taxonomía moderna. Utilizó nombres en latín
    debido a que los eruditos de su tiempo se comunicaban en esta
    lengua. Linneo asignó a los humanos el género
    denominado Homo (hombre) y a la especie el nombre Homo sapiens
    (hombre sabio). Para construir la clasificación
    jerárquica, se agruparon uno o más géneros
    en familias, las familias en órdenes, los órdenes
    en clases, las clases en filos, y los filos en reinos. Los grupos
    de organismos incluidos en estas siete categorías
    principales, en cualquier nivel de jerarquía, reciben el
    término de taxones, y cada taxón recibe una
    definición que abarca las características
    más importantes compartidas por todos los miembros de un
    taxón. Para permitir una subdivisión mayor, se
    pueden añadir los prefijos sub- y super- a cualquier
    categoría. Además, en clasificaciones complejas,
    pueden utilizarse categorías intermedias especiales como
    rama (entre reino y filo), cohorte (entre clase y orden) y tribu
    (entre familia y género). En cualquier nivel, un
    taxón indica una base evolutiva común. Todos sus
    miembros se han desarrollado a partir de un antecesor
    común. Entonces, se dice que el taxón es
    monofilético. En los casos en los que en un taxón
    determinado confluyen dos o más miembros que tienen
    características en común pero que derivan de
    líneas ancestrales diferentes, se dice que el taxón
    es polifilético. Generalmente se intenta dividir y
    redefinir el taxón de modo que se obtenga una línea
    monofilética. En 1735, poco después de su llegada a
    Holanda, publicó su Systema naturae (Sistema natural), el
    primero de una serie de trabajos en los que presentó su
    nueva propuesta taxonómica para los reinos animal, vegetal
    y mineral. En 1738 regresó a Suecia, y fue nombrado
    médico del Almirantazgo en 1739, convirtiéndose en
    el principal impulsor de la Academia Sueca de las Ciencias. En
    1742 Linneo fue nombrado catedrático de medicina
    práctica en Uppsala, cargo que cambió por la
    cátedra de botánica y dietética, que
    impartió hasta el final de sus días, lo que le
    permitió dedicarse a la botánica y sus tareas de
    clasificación. En 1751 Linneo publicó Philosophia
    botanica
    (Filosofía botánica), su obra más
    influyente. En ella afirmaba que era posible crear un sistema
    natural de clasificación a partir de la creación
    divina, original e inmutable, de todas las especies.
    Demostró la reproducción sexual de las plantas y
    dio su nombre actual a las partes de la flor. Creó un
    esquema taxonómico basado únicamente en estas
    partes sexuales, utilizando el estambre para determinar la clase
    y el pistilo para determinar el orden. También
    utilizó su nomenclatura binómica para nombrar
    plantas específicas, seleccionando un nombre para el
    género y otro para la especie. Este sistema
    reemplazó a otro en el que el nombre del género iba
    seguido de una extensa descripción de la especie. En la
    actualidad se utiliza el sistema de Linneo, pero las especies se
    clasifican sobre la base de sus relaciones evolutivas,
    determinadas por la genética, la bioquímica y la
    morfología. Linneo también contribuyó en
    gran medida a la taxonomía animal. A diferencia del
    sistema empleado con las plantas, su clasificación de los
    animales recurre a una variedad de características que
    incluyen observaciones de su anatomía interna. Fue el
    sistema más generalizado en el siglo XIX. Tras la muerte del
    hijo de Linneo, su biblioteca y su
    colección botánica fueron adquiridas por el
    médico inglés James Edward Smith en 1783. Smith
    fundó en Londres la Linnaean Society en 1788, que fue la
    depositaria de la colección original y difundió las
    ideas de Linneo, cuya taxonomía se convirtió, a
    principios del siglo XIX, en el sistema de mayor
    aceptación, en especial en el mundo anglosajón.
    Entre sus obras destacan: Genera plantarum (Géneros de
    plantas, 1737) y Species plantarum (Especies de plantas, 1753).
    Los sistemas naturales emplean criterios que obedecen a las
    semejanzas entre las estructuras de los órganos de
    distintos individuos, como su organización
    anatómica, la conformación de sus extremidades,
    etcétera. Por otra parte, se basan en los proceso
    evolutivos de los organismos que dio origen a las distintas
    especies que conocemos en la actualidad. Antonio L. De
    Jessieu.

    Clasificaciones actuales.
    Los últimos veinte años se han caracterizado por
    una mayor preocupación de los biólogos para
    perfeccionar los principios de la clasificación. La
    conclusión a que han llegado los taxónomos es que
    deben ser sumamente cuidadosos al establecer sus
    metodologías, así como procurar emplear menos la
    intuición y hacer más explícita sus
    fundamentaciones. Para lograrlo, es necesario establecer la
    diferencia entre lo que se entiende por clasificación y lo
    que significa determinación. La determinación se
    define como la ubicación de un objeto específico en
    la clase o grupo que le corresponda, conforme a una
    clasificación laborada ex profeso. Un ejemplo
    podría ser la "margarita", la cual se ubica en la
    división angiospermae, clase dicotiledonaea, familia
    compositae. Jorge Víctor Crisci afirma que: "El objeto de
    la clasificación biológica es el conocimiento,
    no de tal o cual organismo en particular, sino de la leyes generales
    que los rigen y de las relaciones causales entre ellos. De
    allí que una clasificación biológica
    será mejor que otra en la medida que sugieran más
    leyes científicas y contribuyan mejor a la
    formulación de hipótesis explicativas. Los
    fundamentos de la clasificación biológica son causa
    de una de las más grandes controversias en
    biología, debido a que existen varias formas de
    pensamiento que difieren en los fundamentos filosóficos
    que se deben aplicar. A pesar de la gran diversidad de opiniones,
    las filosofías clasificatorias pueden representarse en
    cuatro grupos: esencialismo, cladismo, evolucionismo y
    feneticismo. El esencialismo esta teoría predominó
    durante muchos siglos. Está basada en la lógica
    aristotélica. A pesar de haber sido descalificado por
    biólogos y filosóficos, existen taxónomos
    que sostienen y practican algunos de los principios
    esencialistas. Se caracterizan por sostener que es tarea de la
    ciencia el descubrimiento de la "verdadera naturaleza" de los
    objetos, es decir, su realidad oculta o esencial. Dicha esencia,
    llamada también forma, puede ser descubierta y
    discriminada con la ayuda de la intuición intelectual.
    Queda claro que para el esencialismo la clasificación no
    se construye, sino que se descubre. El Cladismo, esta
    teoría que la clasificación biológica debe
    basarse en la filogenia (historia evolutiva) de los organismo; se
    le conoce también como el enfoque
    genealógico.

    9.
    Bibliografías

    ASIMOV ISAAC Fotosíntesis, primera
    edición, Editorial: Orbis S.A. México
    1980, Volumen 6 P.p. 248
    CURTIS ELENA, biología, cuarta edición, cuarta
    reimpresión, editorial: panamericana, México D.F.,
    1991, P.p
    Diccionario Enciclopédico Quillet, decimotercera
    edición, cuarta reimpresión, Editorial: Cumbre
    Grolier, México 1989 Tomo II y XI
    El mundo de los animales Primera edición, Editorial:
    Noguer y Larousse, México 1968,
    Tomos I, II, III, IV y VI
    El mundo y sus porqués, Primera edición, Editorial:
    Reader´s Digest, México D.F. 1994 Tomo I 268 –
    270 P.p.
    Enciclopedia Autodidacta Quillet, vigesimoséptima
    edición, cuarta reimpresión, Editorial: Cumbre,
    Grolier, México 1989 Tomo III
    Enciclopedia metódica Larousse en color, Primera
    edición, sexta reimpresión, Editorial: Larousse
    S.A. de C.V. México 1987, Tomo VI 2092 – 2162
    P.p.
    Enciclopedia Encarta 98 Primera edición, Editorial:
    Microsoft
    Corporation, Estados Unidos
    1998 Tomo I
    ERENDIRA ALONSO Biología para bachillerato, Primera
    edición, Editorial: Mc Graw Hill, México D.F. 1992.
    40 – 45
    FRIED H. GEORGE. Biología, Primera edición, cuarta
    reimpresión, Editorial: Mc Graw Hill series Schaum,
    México D.F. 1998. 3 – 10 330 – 338 P.p.
    JARQUÍN TOPETE GUSTAVO, El hombre en la Naturaleza 2,
    Primera edición, Editorial Patria S.A. de C.V,
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    LIRA GALERA IRMA Biología 2, Primera edición,
    Editorial: Patria S.A. de C.V. México 1994, P.p. 39
    – 56.
    MATEOS MUÑOZ AGUSTIN Compendio de Etimologías
    Grecolatinas del español,
    Trigésima séptima edición, Editorial:
    Esfinge S.A. de C.V. Naucalpan, Edo. de México 1998 P.p.
    366
    Nueva Enciclopedia Temática, Trigésima segunda
    edición, cuarta reimpresión, Editorial: Cumbre,
    Grolier, México D.F. 1988 Tomo IV
    OPARIN ALEXANDR IVANOVICH, El origen de la vida, Primera
    edición, quinta reimpresión, Editorial: editores
    mexicanos unidos, México D.F. 1992, P.p. 111
    OVERMIRE G. Thomas. Biología, Primera edición,
    segunda reimpresión, Editorial: Limusa, México D.F.
    1995. 508 – 520 P.p.
    REYNA PINEDA MACARIO El hombre en la naturaleza 1 Primera
    edición. Editorial: Patria S.A. México D.F. 1994 83
    – 144.

     

     

     

     

     

    Autor:

    Iván Escalona M.

    Ocupación: Estudiante
    Materia: BIOLOGÍA
    Escuela: Unidad
    Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias
    sociales y Administrativas (UPIICSA) del Instituto
    Politécnico Nacional (IPN)
    Ciudad de Origen: México, Distrito Federal

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