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Alimentación antes, durante y después del embarazo



Partes: 1, 2

     

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Aspectos socio-culturales del embarazo
    y la alimentación

    3. Calorías
    básicas

    4. Tabla de peso en la mujer no
    embarazada

    5. Gasto calórico normal y en el
    embarazo

    6. Aumento de peso durante el
    embarazo

    7. Alimentación del bebé y
    de su madre

    8. Vegetarismo y
    embarazo

    9. La alimentación
    hiposódica en la embarazada

    10. El embarazo y la
    obesidad

    11. Constipación y
    embarazo

    12. Alimentos que deben
    evitarse durante el embarazo

    13.
    Bibliografia

    1.
    Introducción

    Durante los años en que atendí a
    embarazadas en consultorios de mi Hospital, en Clínicas y
    en otros centros, ocurría sistemáticamente lo
    mismo: hacíamos el control periódico
    correspondiente y cuando llegaba el momento de la balanza era un
    problema para todos: el control de peso y la alimentación correcta
    para la embarazada y para su bebé.
    Hoy, casi en los umbrales del siglo XXI y cuando pasaron ya
    treinta y cinco años de esa experiencia, tuve una
    inquietud y recorrí hospitales, algunos consultorios
    privados, además de tomarme el atrevimiento de preguntar a
    las pacientes que estuvieron embarazadas si les confeccionaban
    menúes o les daban algún tipo de orientación
    nutricional. Descubrí con asombro que el problema
    continúa: ni los médicos obstetras tienen una
    guía de alimentación para las embarazadas y su
    bebé, ni las embarazadas tienen orientación para
    alimentarse correctamente ellas y su bebé.

    Cuando una nueva vida se encuentra en gestación,
    es necesario tomar conciencia de que
    los cuidados que deben brindársele comienzan en el mismo
    momento en el que nos enteramos de ese maravilloso milagro de la
    naturaleza. No
    sólo la madre debe asegurarse, conjuntamente con el
    seguimiento de su médico, de estar haciendo lo adecuado
    para que ese pequeño brote de vida crezca sano y vigoroso,
    sino que deben tomarse en cuenta las situaciones previas al
    embarazo y
    debe existir un compromiso de la pareja como un vínculo
    unitario responsable de esa nueva vida. Pero no debe olvidarse
    que el momento de empezar la correcta alimentación de su
    hijo es varios años antes de que nazca ya que el embarazo
    y, en especial, el parto,
    constituyen dos instancias culminantes en la vida de una mujer.

    Con la llegada de la medicina moderna
    se le ha prestado una especial atención a la alimentación de
    la mujer
    embarazada. En la actualidad es indudable el aumento del interés
    por parte del médico obstetra y de la embarazada en todo
    lo relacionado con la nutrición antes y
    durante los períodos de gestación y de lactancia.
    El objetivo:
    lograr que la futura madre aprenda qué nutrientes son
    indispensables para el desarrollo
    saludable de su bebé.
    Aumentar de peso durante el embarazo es diferente a engordar.
    Aumentar significa comer con calidad, ciertos
    y determinados alimentos.
    Engordar es comer en cantidad cualquier alimento y depositar
    grasas en el cuerpo sin ningún valor
    alimenticio.
    Es necesario que la pareja se relacione con el médico de
    un modo directo y estableciendo lazos de confianza y de responsabilidad mutuas que garanticen una
    nutrición adecuada, tanto para la madre como para el
    bebé.

    El cuerpo de la mujer se torna extraño para ella
    misma, se vuelve mucho más que un cuerpo: es el sitio en
    el que una nueva vida se está formando. Durante nueve
    meses el niño crece a una velocidad que
    no podrá igualar en el resto de su vida: a partir del
    segundo mes, crece 167,5 veces hasta el final de la
    gestación. Pensando de éste modo, ningún
    cuidado es excesivo y tanto el padre como el médico deben
    acompañar a la mujer en ese momento de cambios, con
    delicadeza y una orientación y compañía
    oportunas que le brinden a la futura madre un marco de seguridad en el
    que pueda sentirse entendida y contenida con todas sus dudas,
    temores, expectativas. Sin dejar de ningún modo que los
    cuidados –imprescindibles- empañen o entorpezcan el
    sentimiento que debe primar por sobre todo lo demás: la
    alegría y la maravilla de estar alimentando una nueva vida
    que tomará después rumbo propio, existencia
    propia.
    En cuanto al aumento de peso, se estima un promedio de 9 a 11
    kilogramos en los nueve meses de gestación,
    entendiéndose por promedio a que una mujer puede aumentar
    de 1 a 3 kilogramos más y otra de 1 a 2 kilogramos menos;
    dependiendo esto de su condición física, del peso
    antes del embarazo, de su estatura, etc. No existe una regla
    común a todas las mujeres en lo que concierne al aumento
    de peso durante el embarazo.

    La importancia del período de vida interior
    dentro del vientre materno, es manifestada por numerosas
    creencias y prácticas desde la antigüedad. En
    China, por
    ejemplo, se la añaden nueve meses a la edad real; en la
    India, desde
    el primer día de embarazo, la mujer debe intentar mantener
    la mente serena y el cuerpo limpio, llevar ropa blanca y limpia,
    entretenerse en agradables pasatiempos y realizar ritos
    propiciatorios. Así, pasando por diferentes creencias,
    diferentes culturas y épocas.
    Pero lo interesante es que estas antiguas prácticas han
    sido revalorizadas en el presente por los máximos expertos
    del mundo. Según esas opiniones, el estado
    anímico de la madre puede influír en la construcción celular del feto en
    formación. Particularmente una situación de
    estrés
    originada por emociones
    violentas o por malas costumbres, provoca la entrada en
    funcionamiento de ciertas sustancias nocivas, tanto para la madre
    como para su hijo. Estas sustancias repercuten en el sistema nervioso
    central y en el cerebro del
    embrión y le predisponen a tener ciertas disfunciones de
    comportamiento
    en los años siguientes.

    La alimentación cobra un papel
    importante en la preparación de un cuerpo sano
    –más de cuarenta nutrientes están trabajando
    en la formación, el desarrollo y el crecimiento del
    bebé– pero además de esto, no pueden perderse
    de vista la existencia de situaciones peligrosas. Las enfermedades, más que
    prevenir, se pueden prever. La prevención
    consistirá en abstenerse de procrear si el riesgo fuera
    demasiado.
    El conocido dicho de que una mujer embarazada debe comer por dos,
    es una de esas verdades a medias que ha producido más mal
    que bien. La cantidad de alimentos que consume la mujer en el
    período de gestación debe ser la misma que
    acostumbraba comer cuando no estaba embarazada. Esto se ve
    convalidado por el consejo del Buró de Alimentos y
    Nutrición de la Academia Nacional de Ciencias,
    Consejo Nacional de Investigación, que recomienda un consumo de
    2500 a 2750 calorías por día durante el
    embarazo; esto es, apenas unas 300 a 450 calorías
    más, en el caso de las mujeres embarazadas que realizan
    quehaceres domésticos, (ver cuadro de gasto
    calórico, en el apartado 5) que las recomendadas para una
    mujer moderadamente activa no embarazada. Es de especial
    importancia el hecho de que este Buró aconseja un aumento
    sustancial de la cantidad de proteínas
    consumidas durante el embarazo, aproximadamente de 20 a 30 gramos
    adicionales por día, o un total de 80 gramos (variando
    estas cantidades en 100 gr. en el segundo trimestre hasta llegar
    a los 120 gramos en el tercero y en el período de
    lactancia).

    Si la mujer está acostumbrada a una dieta
    variada, rica en alimentos naturales como leche, huevos,
    fruta, vegetales verdes y carne, requerirá pocas
    alteraciones, o ninguna durante el embarazo.
    Dividimos el embarazo en tres trimestres, a saber:
    1o trimestre: a) la madre: busca adaptarse al
    embarazo. Etapa de náuseas, vómitos,
    hipotensión, etc. Poco aumento de peso.
    b) el embrión: importante período por la
    aparición y desarrollo de órganos.
    2o trimestre: a) la madre: etapa de logro de la
    adaptación al embarazo. Equilibrio
    total. Aumento de peso.
    b) el feto: período de crecimiento y desarrollo de los
    órganos.
    3o trimestre: a) la madre: evidente aumento de peso.
    Preparación para el parto.

    1. el bebé: crece a un ritmo que no
      igualará en el resto de su vida.

    2. Aspectos socio-culturales
    del embarazo y la alimentación

    "La mortalidad infantil es un síntoma del
    estado de una
    sociedad",
    observa Joseph Dancis, médico y profesor de
    pediatría en Nueva York. Si se puede describir de
    algún modo, la atención médica que reciben
    los pobres tiene poca regularidad. Muchas mujeres que viven por
    debajo del nivel medio de subsistencia, nunca ven a un
    médico en todo el transcurso del embarazo; en especial en
    casos de ilegitimidad –más frecuentes entre los
    pobres – en los que, además, pueden intervenir el
    temor y la vergüenza.
    En cambio, en
    Suecia, con una de las tasas de mortalidad infantil más
    baja del mundo, (y donde las madres solteras no son relegadas al
    ostracismo), toda mujer tiene derecho a tres consultas gratuitas
    durante el embarazo. Estas se realizan respectivamente: en los
    primeros meses del embarazo, a mitad de éste y un mes
    antes de la fecha prevista para el parto. También ve a su
    médico de seis a ocho semanas después del mismo.
    Todas las visitas, así como la atención
    hospitalaria, son gratuitas. Además –lo que
    probablemente sea un factor clave en la baja tasa sueca de
    mortalidad– todas las mujeres están bajo supervisión constante de una partera
    durante todo el embarazo.

    El modo en que la pobreza
    influye sobre los defectos de nacimiento y las muertes infantiles
    es complejo y poco claro y lamentablemente no puede remediarse
    con sólo brindar al pobre una atención
    médica mejor y más barata. La pobreza durante
    la infancia de
    una niña produce daños irreparables antes de llegar
    ella a la edad de procrear, con lo que se generaría una
    suerte de cadena de partos y nacimientos por debajo de las
    condiciones óptimas.
    Evidentemente la deficiencia nutricional es un factor clave en
    las altas tasas de mortalidad. Por más que se aumente el
    número de visitas a un médico, es imposible
    remediar la insuficiencia de la dieta durante la
    gestación. Y una buena guía médica acerca de
    la dieta tampoco asegurará una nutrición adecuada,
    si faltan los fondos y el deseo –porque otros son los
    problemas que
    acucian – de alimentarse mejor.
    Pese a la complejidad, quedan en pie ciertos hechos definidos.
    Una mujer que vive en la pobreza es un caso de embarazo de alto
    riesgo. Estos riesgos pueden
    reducirse mediante nutrición adecuada, educación y
    asesoramiento apropiados. Algunos factores de riesgo incluyen:
    embarazo a una edad demasiado temprana, escaso peso del
    niño al nacer, intervalo breve entre varios embarazos,
    ilegitimidad, agotamiento, higiene
    deficiente, enfermedades crónicas, etc.

    Factores socio-económicos en la
    desnutrición
    En el cuadro que veremos más adelante, basado en un
    estudio de la
    Organización Mundial de la Salud, se describe en forma
    gráfica la estrecha relación entre el bajo peso de
    nacimiento y el nivel socioeconómico inferior.
    Debe recordarse que también representan un papel
    importante la calidad higiénica de las condiciones de vida
    y las posibilidades de infección. A mayor desnutrición, mayores posibilidades de
    casos de infección. Las sociedades muy
    pobres cuentan con menos medios
    complejos de eliminación de basura, menos
    médicos para impedir el contagio de infecciones, menos
    dinero para
    medicación destinada a erradicar la enfermedad y
    deficientes comunicaciones
    con las zonas en las que podrían hallarse solución
    para estos problemas. Hay, por lo tanto, un riesgo mayor de
    enfermedades infecciosas que, como es sabido, interfieren en el
    crecimiento y contribuyen a la alta frecuencia de enfermedades de
    los niños
    en estas sociedades.
    En la mayor parte de los países occidentales
    industrializados, en los que hay abundancia de alimentos de alto
    valor nutritivo y en especial proteico, el peso promedio
    estimativo al nacer en Capital
    Federal y en grandes ciudades de nuestro país es,
    según estimaciones, de 3350 gramos.
    La ingestión dietética durante el embarazo o en el
    estado nutricional acumulativo durante la vida de la mujer, es lo
    que produce estas diferencias de peso al nacer. La
    conclusión es que el estado nutricional de la madre,
    resultante de los hábitos alimenticios durante su vida,
    tiene mayor influencia en la evolución del embarazo y en el peso del
    bebé, que los alimentos que ingirió durante el
    mismo.

    Algunos de los inconvenientes que ocasionan los
    nacimientos con bajo peso son: un mayor índice de
    mortalidad en el momento del parto; menores defensas que los
    bebés grandes o con peso dentro de los límites de
    lo normal; un crecimiento y un desarrollo físico y
    psíquico pobres; mayores posibilidades de infecciones,
    etc. Desde ya que hay que tener en cuenta las particularidades
    raciales (por ejemplo de la raza oriental); el peso y la estatura
    de los padres (en caso de que sean bajos); la edad (el caso de
    padres adolescentes)
    y demás factores condicionantes.
    El caso de los niños holandeses nacidos durante el hambre
    de la Segunda Guerra
    Mundial, con un tamaño considerablemente más
    pequeño que los nacidos antes y después, es
    ejemplificador al respecto. Otro caso estudiado y revelador al
    respecto (también durante la Segunda Guerra
    Mundial) es el de los niños nacidos en el
    período de 18 meses en el que Leningrado estuvo sitiada
    por los alemanes. No sólo hubo niños muertos al
    nacer, sino que también se registró un peso
    promedio de 2,500 Kg. en los bebés nacidos con vida. Es
    importante señalar que el peso de las criaturas estuvo
    directamente relacionado con el momento en el que habían
    sufrido carencias alimenticias. Los más pequeños
    eran aquellos cuyas madres habían estado mal alimentadas
    durante el embarazo.
    A causa de que la nutrición y los factores
    socioeconómicos se encuentran en una estrecha
    relación, resulta difícil determinar cuál es
    el papel que juega la nutrición en forma independiente
    dentro del embarazo. Pero se cuentan con numerosos datos
    estadísticos que dan cuenta de la relación antes
    mencionada.
    En la tabla siguiente aparecen algunos datos que informan acerca
    del peso promedio en ocho poblaciones distintas. La influencia
    que cobra el nivel socioeconómico en los países
    consignados resulta evidente. Las mujeres que viven en mejores
    condiciones socioeconómicas tienen hijos mejor
    desarrollados que las mujeres más pobres de la misma
    comunidad.
    Cabe destacar que todos los pesos son inferiores a los observados
    en la Capital Federal y ciudades del interior:

    Peso Medio Al Nacer Según El Nivel
    Socioeconomico

    Lugar

    Población

    Sujetos

    Peso medio al nacer (g)

    Madrás

    India

    • Buena posición
    • En su mayor parte pobres

    2985

    2736

    India Meridional

    India

    • Ricos
    • Pobres

    3182

    2810

    Bombay

    India

    • Clase superior
    • Clase media superior
    • Clase media inferior
    • Clase baja

    3247

    2945

    2796

    2578

    Calcuta

    India

    • Pacientes pagos
    • Clase pobre

    2851

    2656

    Congo

    Bantú

    • Muy bien alimentados
    • Bien alimentados
    • Mal alimentados

    3026

    2965

    2859

    Pigmeos

    2635

    Ghana (Accra)

    Africana

    • Prósperos
    • Población general

    3188

    2879

    Indonesia (Yakarta)

    Javanesa

    • Buena posición
    • Pobres

    3022

    2816

    (Fuente: Organización Mundial de la
    Salud)

    No se sabe con certeza si cada uno de los ejemplos
    señalados responden a la ingestión de alimentos
    previa al embarazo o a la nutrición durante el mismo, pero
    existen conclusiones que apuntan a determinar que el estado
    nutricional de la madre, previo al embarazo y debido a sus
    costumbres alimenticias, tuvo mayor influencia en la
    evolución de la gestación que los alimentos
    ingeridos durante el mismo.

    Cuidados alimenticios antes y durante el embarazo
    El control dietético todavía se detiene en la lectura de
    la balanza, como si lo que ingiere el paciente fuera de una
    importancia menor. Sin embargo, no sólo cuándo y
    cuánto come la futura madre es esencial para el feto, sino
    también qué come.
    Es importante tener en cuenta que no existe una dieta para todas
    las mujeres embarazadas, ya que cada organismo presenta sus
    particularidades, además del estado de salud previo al
    embarazo que puede determinar necesidades específicas.
    Cuando una mujer descubre que está esperando un hijo, lo
    que puede hacer es analizar cuáles son los factores que
    pueden influír de forma negativa en su salud e intentar
    modificarlos.
    La alimentación materna incorrecta puede, por ejemplo,
    provocar un desarrollo menor de las células
    cerebrales del embrión. El período de
    formación de las neuronas comienza en el quinto mes de
    gestación y termina a los dieciocho meses de vida. Por lo
    tanto, los hijos cuyas madres hayan tenido una dieta insuficiente
    durante el embarazo, no recuperarán jamás el nivel
    de desarrollo de las neuronas que no alcanzaron durante ese
    período.
    La desnutrición en los países occidentales no ha
    desaparecido, sino que se presentan de una forma más
    sutil. Esto ocurre porque, si bien hay gran cantidad y variedad
    de alimentos disponibles en el mercado, nuestra
    alimentación es deficiente; ya que estos alimentos son
    cada vez más refinados, edulcorados, precocinados,
    esterilizados, etc. Sacian el apetito, pero no nutren nuestro
    organismo.
    Después de una importante investigación se
    descubrió que uno de cada diez niños nace con poco
    peso debido a la incorrecta nutrición de la madre;
    fenómeno observado en toda la población, sin distinción de
    diferencia de clases
    sociales. Los recién nacidos con un peso inferior a la
    media, tienen un treinta porciento más de posibilidades de
    morir durante el primer mes y diez veces más de sufrir
    retraso mental que los bebés con peso normal.
    También pueden sufrir más problemas de tipo
    psicológico y, según algunos expertos, son
    más lentos en el
    aprendizaje.

    Cuando el peso escaso del bebé es fruto de
    desnutrición maternal el tema cobra mayor gravedad, ya que
    puede significar una relación entre su peso al nacer y el
    futuro desarrollo de su vida.

    Se considera, por lo general (existen casos individuales
    excepcionales, en los que el peso bajo ni implica necesariamente
    problemas futuros si no es consecuencia de una nutrición
    materna deficiente, sino simplemente a la contextura
    física de la mujer que da a luz), que los
    bebés pequeños tienen menos defensa que los
    grandes.
    Además el nacimiento con peso bajo se relaciona con la
    mortalidad infantil –como ya apuntamos– , con la
    aparición de deformaciones congénitas, crecimiento
    y desarrollo pobres y posibles retardos mentales. Sin embargo, es
    necesario señalar que existen muchas opiniones autorizadas
    al respecto que descartan la idea de que el peso de nacimiento y
    la nutrición prenatal sean factores de tan vital
    importancia.
    Otro aspecto relacionado con el peso del nacimiento, la
    nutrición previa al alumbramiento y el desarrollo futuro
    del bebé es la circunferencia de la cabeza, que
    indicaría el tamaño del cerebro del recién
    nacido. Según ciertas teorías
    –no absolutamente comprobadas– el tamaño del
    cerebro está directamente relacionado con la capacidad
    intelectual del niño. Pero, por otra parte, una
    deficiencia nutricional prenatal puede provocar una
    pérdida irreversible de células cerebrales, lo que
    traería como consecuencia una reducción en la
    capacidad intelectual futura.
    Otros de los posibles responsables de esta casi epidemia de
    bebés con poco peso (recordemos, uno de cada diez
    bebés nace con poco peso en occidente), también
    podrían ser: el tabaco
    (más de diez cigarrillos por día producen partos
    prematuros y el nacimiento de bebés con bajo peso), el
    alcohol, la
    cafeína, el contacto oral con raticidas,
    tomar diuréticos, etc.
    La importancia del riesgo en cuanto al alcohol es proporcional al
    tipo de bebida alcohólica ingerida, al momento del
    embarazo en que es ingerida, y a la cantidad. Debe tenerse en
    cuenta que el feto es mucho más vulnerable durante los
    tres primeros meses de gestación.

    3. Calorías
    básicas

    Usted escucha y lee con asiduidad la palabra
    calorías y seguramente tiene una idea aproximada de lo que
    son y de lo que significan para el organismo. Pero
    ¿realmente las conoce?. Veamos ahora de qué se
    trata, cuáles son sus aportes y cuál debe ser su
    límite de consumo.

    Usted sabe bien que nuestro cuerpo necesita
    energías permanentemente para poder
    funcionar. Estas energías son proporcionadas por las
    calorías que, por lo tanto, consumimos constantemente con
    los alimentos y bebidas.
    Durante el día el organismo gasta una determinada cantidad
    de energía que, si desea seguir existiendo, debe reponer.
    Esto se logra mediante la ingestión de alimentos, los que
    al entrar en contacto con el oxígeno
    del aire absorbido
    por los pulmones, reaccionan. De esta combustión se desprende una cierta cantidad
    de calor que se mide con una unidad denominada caloría.
    Produciendo la combustión de distintos alimentos en
    aparatos adecuados, se ha llegado a establecer una escala de
    calorías; no sólo de cada alimento en
    relación con los demás, sino también de
    acuerdo con la manera de ingerirlos, es decir: crudos, cocidos,
    hervidos, fritos, etc.

    Valor energético de las calorías
    El valor energético de los alimentos se determina,
    entonces, en calorías. Por ejemplo:
    un gramo de proteínas libera 4 calorías
    un gramo de hidratos de carbono
    libera 4 calorías
    un gramo de grasas o lípidos
    libera 9 calorías
    La energía liberada por los alimentos o de los
    depósitos corporales y traducida en calorías, sirve
    para:

    1. Mantener constante la temperatura
      corporal.
    2. Hacer posibles los esfuerzos físicos,
      trabajos, estudios, etc.
    3. Permitir el funcionamiento regular del organismo a
      través de la circulación sanguínea, la
      digestión, la respiración, etc.

    Una dieta equilibrada y balanceada en un régimen
    para una mujer no embarazada debe tener:
    Proteínas 12 – 15 %
    Grasas 30 – 33 %
    Hidratos de carbono 50 – 55 %

    En el caso de una mujer en estado de gestación,
    una dieta equilibrada y balanceada, debe tener:

    1º trimestre

    2º y 3º trimestre
    y lactancia

    Proteínas

    15 %

    17 %

    Grasas

    30 %

    30 %

    Hidratos de carbono

    55 %

    53 %

    Estas cantidades son siempre estimativas, dependiendo
    del peso, de la estatura, de la constitución física y de la edad de
    la gestante.

    4. Tabla de peso en la
    mujer no embarazada

    Llevar un control de este parámetro de la figura
    es esencial. Algunas sugerencias:

    1. Debe pesarse sin zapatos y con poca ropa.
    2. Pesarse siempre en la misma balanza, con la misma
      ropa, a la misma hora y una vez por semana.
    3. Tratar de mantener un horario fijo para pesarse,
      preferentemente por la mañana (a la tarde se puede pesar
      unos gramos más).
    4. Tener en cuenta que las mujeres, en las variaciones
      del ciclo menstrual, pueden aumentar desde 500 gramos hasta 1 y
      ½ kilogramo una semana antes, durante el ciclo y uno o
      dos días después de finalizado el
      mismo.
    5. No pesarse después de haber hecho actividad
      física.

    Incluimos ésta tabla a título informativo,
    para que usted conozca su peso ideal antes de quedar embarazada o
    bien el peso al que debe aspirar una vez que ha tenido a su
    hijo.

    Tabla de peso para mujeres

    ESTRUCTURA

    ALTURA

    chica

    mediana

    grande

    min – max

    min – max

    min – max

    1.42

    41 – 44

    43 – 48

    47 – 51

    1.45

    43 – 46

    45 – 50

    49 – 53

    1.47

    44 – 47

    46 – 51

    50 – 54

    1.50

    46 – 49

    48 – 53

    52 – 56

    1.52

    47 – 50

    49 – 54

    53 – 58

    1.55

    49 – 52

    51 – 56

    55 – 60

    1.57

    50 – 53

    52 – 57

    56 – 62

    1.60

    52 – 55

    54 – 59

    57 – 64

    1.62

    54 – 57

    56 – 61

    60 – 66

    1.65

    56 – 59

    58 – 63

    62 – 68

    1.67

    57 – 60

    59 – 64

    63 – 70

    1.70

    59 – 62

    61 – 66

    65 – 72

    1.72

    61 – 63

    63 – 68

    67 – 74

    1.75

    63 – 65

    65 – 70

    69 – 77

    1.77

    64 – 67

    66 – 72

    71 – 78

    1.80

    66 – 69

    68 – 74

    73 – 81

    (Fuente: Instituto Argentino de
    Nutrición)

    5. Gasto calórico
    normal y en el embarazo

    No todos, ni en cualquier circunstancia, necesitamos de
    la misma cantidad de calorías para poder
    desempeñarnos con eficacia.
    Las variaciones guardan relación directa con el sexo, la edad,
    el peso, la talla, la contextura oseo-muscular y la naturaleza de
    la actividad que desempeñe la persona de la que
    se trate, desde una vida sedentaria hasta la actividad
    física intensa, pasando por ejercicios leves y moderados.
    Naturalmente en cada caso se necesitará un gasto
    calórico proporcional y, por lo tanto, diferente de lo que
    pueda establecerse a partir de una única tabla.
    La demanda
    calórica aumenta progresivamente a partir del segundo
    trimestre del embarazo, en forma paralela al aumento de peso, y
    por lo tanto el aporte debe incrementarse durante ese
    período.
    Para un cálculo de
    requerimiento calórico total acertado, es conveniente
    tener en cuenta la edad, el peso, la talla, la superficie
    corporal, la actividad, el momento biológico, el medio y
    la alimentación de cada mujer.
    Gasto calórico diario de la mujer no embarazada
    (promedio)

    Reposo

    1950 calorías

    Sin trabajo muscular

    2100 calorías

    Que realiza quehaceres
    domésticos

    2400 calorías

    Trabaja y no realiza quehaceres
    domésticos

    2550 calorías

    Trabaja y realiza quehaceres
    domésticos

    2750 calorías

    Gasto calórico diario de la mujer embarazada
    (promedio)

    1o

    trimestre

    2o / 3o

    trimestre

    Puerperio

    Lactancia

    Reposo

    2100

    2250

    2400

    Sin trabajo muscular

    2250

    2400

    2550

    Que realiza trabajos domésticos

    2550

    2700

    2850

    Trabaja y no realiza quehaceres
    domésticos

    2700

    2850

    3000

    Trabaja y realiza quehaceres
    domésticos

    2900

    3050

    3200

    Esto significa que al gasto calórico diario de
    una mujer no embarazada, se le agregan 150 calorías
    durante el primer trimestre, 150 en el segundo y tercer trimestre
    y 150 durante el período de lactancia. Es importante
    recordar que no importan tanto las cantidades de calorías
    que se agregan como las calidades de los alimentos incluidos en
    la dieta. Durante el primer trimestre, sin embargo, puede comerse
    menos, igual o más, según el estado de la
    embarazada; ya que se trata de un período especial por los
    vómitos, náuseas, salivación, etc.; siendo
    menos importante aún la cantidad de calorías
    ingeridas. Ya en el segundo y tercer trimestre es de mayor
    necesidad comer todos los nutrientes, especialmen-te durante el
    tercer trimestre, que es cuando el feto realiza su pico de mayor
    crecimiento.

    Como puede observarse, no es lo sustancial el aumento en
    número de calorías, sino el agregado en
    proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y
    sales minerales como
    componentes esenciales de la alimentación diaria. No se
    trata de comer más, sino mejor. Su dieta debe
    proporcionarle el máximo de sustancias nutritivas sin
    elevar demasiado el número de calorías.
    Según se ha comprobado, en la alimentación media
    actual, muchos de esos componentes esenciales durante el
    embarazo, son insuficientes. También debe tenerse en
    cuenta la importancia de la distribución de las comidas a lo largo del
    día. Para el bebé es muy beneficioso que el
    suministro de energía que necesita se realice del modo
    más regular posible. Es preferible hacer pequeñas
    comidas cada dos o tres horas que comer en forma por demás
    espaciada.

    6. Aumento de peso durante
    el embarazo

    Todos los consejos en lo referente a la
    alimentación de la embarazada están dirigidos
    principalmente a lograr una nutrición ideal, tanto para la
    madre como para el bebé. Pero no debe dejarse de lado la
    conveniencia de restringir un excesivo aumento de peso durante la
    gestación. Es aconsejable que el aumento de peso oscile
    entre los 9 y los 11 kilos al final del embarazo.
    El aumento de peso era, hasta una década atrás y
    aún hoy en algunos casos, un problema que convertía
    al médico obstetra en una suerte de doble: era a la vez el
    consejero amable de la embarazada y el temible policía que
    tenía como deber impedir que el aumento de peso durante el
    embarazo sobrepasara los 11 kilogra-mos. En cada visita prenatal,
    la paciente era solemnemente pesada y el resultado de su peso
    registrado con tanta expectación como si se estuviera en
    una bolsa de valores,
    tanto por parte del médico como de la paciente. Un aumento
    que sobrepasara la pequeña cantidad permitida,
    producía un reto paternal exagerado, seguido de penas de
    severas dietas y restricciones que muchas veces rondaban lo
    ridículo.
    Pero ya en los últimos años algunos
    científicos sugirieron que la cantidad de la dieta
    dependía particularmente del contenido de
    proteínas, que era mucho más importante que el
    total de calorías. Esto no significa la resolución
    total del problema del aumento de peso durante el embarazo. Es
    claro que un aumento insuficiente de peso resulta nocivo para el
    bebé y las evidencias muestran que tampoco se obtiene nada
    constructivo de un aumento de más de 11 kilogramos; no
    ayuda al bebé y no es conveniente para el curso del
    embarazo.
    Es importante señalar que el aumento de peso está
    repartido en varios componentes, según el siguiente
    cuadro.
    Aumento de peso al fin del embarazo, discriminado en tejidos fetales y
    órganos maternos

    Feto

    3,350 Kg.

    tejidos fetales

    Placenta

    0,800 Kg.

    Líquido amniótico

    0,750 Kg.

    Mamas

    0,400 Kg.

    Utero

    0,800 Kg.

    organos maternos

    Aumento de la sangre

    1,000 Kg.

    Líquido retenido

    1,000 Kg.

    Grasa almacenada

    2,900 Kg.

    total aumento de peso

    11,000 Kg.

    La placenta, el cordón umbilical, el
    líquido amniótico y la alimentación del
    bebé

    1. La placenta: Es el único punto de contacto de
      la criatura con el mundo exterior. Cumple funciones
      esenciales en la alimentación del bebé,
      además de otras como intermediaria entre la madre y su
      criatura. Algunas de ellas son:
    1. Circulatoria
    2. Intercambio madre-bebé
    3. Hormonal
    1. Circulatoria: Es en la placenta en donde la sangre materna
      y del feto confluyen, existiendo entre ambas un espacio y una
      membrana finísima que los separa y en la cual se produce
      el intercambio de la sangre materna que lleva el oxígeno
      y alimentos y la sangre fetal que contiene sangre mal oxigenada
      y deshechos expulsados por la madre.
    2. Intercambio madre-bebé: La placenta es un
      reservorio de alimentos. Pasan hacia el bebé los
      nutrientes esenciales para su vida, hidratos de carbono,
      proteínas, grasas, agua,
      minerales, etc. Otros alimentos deben transformarse antes de su
      pasaje, por esto el llamado ‘reservorio’. Cuando
      existe abundancia de alguno de estos elementos, la placenta los
      ‘almacena’ y el feto recurre a ella cuando los
      necesita. También la madre hace las veces de
      pulmón –como ya hemos mencionado– a
      través de la placenta envía oxígeno y el
      bebé manda el anhídrido carbónico para que
      ella lo elimine. Actúa también como barrera que
      detiene algunos microorganismos, toxinas y otros elementos
      nocivos; esta es su función
      protectora. Alrededor de la mitad del mes previa al nacimiento
      del bebé, la placenta deja de crecer y por ende el
      crecimiento fetal se hace más lento.
    3. Hormonal: La placenta produce hormonas: la
      lactógena que indica el buen funcionamiento de la
      placenta. Cuando ésta se enferma se denomina
      insuficiencia placentaria, uno de los factores que provocan la
      disminución del crecimiento fetal por mala
      nutrición y falta de oxigenación. También
      produce los estrógenos y la progesterona, que aportan
      para un mejor crecimiento, desarrollo y mantenimiento del feto, además de
      informar acerca de la vitalidad del mismo.
    1. El cordón umbilical: Cumple la función
      de transportar la sangre de la placenta al feto y viceversa. Es
      un cordón que lleva esta sangre placentaria limpia, bien
      oxigenada y rica en nutrientes; trayendo sangre sin
      oxígeno y con grandes cantidades de productos de
      deshecho.
    2. El líquido amniótico: Sus funciones
      son: amortiguar los golpes en el feto, a modo de
      colchón; permitir el desplazamiento permanente del feto
      como si nadara; mantener constante la temperatura; aportar al
      feto discreta cantidad de agua y sales minerales; en el parto
      forma la ‘bolsa de las aguas’.

    El gráfico a continuación le
    proporcionará un método
    práctico para vigilar el aumento de peso y le
    resultará útil para su dieta y para su progreso. Se
    pretende que el mismo sea sólo eso: una guía
    útil en la búsqueda de patrones nutricio-nales
    durante su embarazo. Obviamente (ver tabla de peso guía)
    su peso antes de quedar embarazada impondrá
    consideraciones obvias para determinar cuál es el aumento
    de peso óptimo.

    Este gráfico muestra el
    aumento de peso al final de cada mes de embarazo en una
    embarazada tipo. (Recuerde que el embarazo hasta el parto dura
    280 días ó 40 semanas ó 10 meses lunares =
    28 días cada mes lunar).
    Durante la gestación, el aumento de peso representa
    aproximadamente entre el 15 y el 18 % del peso normal de la mujer
    (si comenzó su embarazo con 60 kilogramos, el peso
    promedio al finalizar oscilaría entre los 69 y 71
    kilogramos, es decir un aumento de 9 a 11 kilogramos).
    Como puede observarse en el cuadro de peso de la embarazada, es
    muy común que:

    1. En los primeros tres meses, el peso se estabilice o
      bien aumente poco, especialmente en las primeras semanas. La
      alimentación, durante este período, no reviste
      tanta importancia como en los subsiguientes. Incluso es posible
      que durante este período el apetito disminuya en lugar
      de incrementarse. Esto se debe, por lo general, a las
      alteraciones propias de las primeras semanas del
      embarazo.
    2. En los tres meses siguientes la curva realiza un
      moderado ascenso y la alimentación requiere especial
      atención. Puede ocurrir que en este momento el apetito
      aumente hasta volverse casi voraz. Por otra parte es el momento
      en el que la madre encuentra su equilibrio, debe estar
      controlada en su alimentación para prevenir trastornos
      posteriores y empieza a hacer reservas alimenticias para los
      últimos meses del embarazo, para el parto y la
      lactancia. Acumula energía y genera reserva de
      proteínas para la parte final de la gestación. Ya
      en esta época, la embarazada manifiesta avidez
      orgánica por el agua, la
      sal y por algunos alimentos en especial. De allí la
      importancia de una alimentación balanceada, moderada y
      equilibrada en todos sus nutrientes.
    3. En los últimos tres meses, la curva
      experimenta un fuerte ascenso, que se traduce en un aumento
      aproximado de 500 grs. por semana, lo cual indica una gran
      necesidad de aporte de sustancias nutritivas, en especial
      proteínas, ya que es el momento en el que el bebé
      experimenta su pico de crecimiento y desarrollo
      máximo.

    Los últimos 15 días la curva
    prácticamente se aplana, porque el peso sube poco y luego
    se estabiliza, ya que la placenta comienza a funcionar menos ante
    la cercanía del momento del parto y del fin del
    embarazo.
    Aumento de peso de su bebé durante el embarazo

    1. Primer trimestre: Es el momento de la
      formación de los órganos del embrión. Se
      observa en la curva de aumento de peso del bebé que en
      el inicio de la misma es baja o casi chata. Esto se debe a que
      el embrión (llamado de este modo hasta los tres meses de
      embarazo, para pasar a llamarse feto hasta la
      finalización del mismo) se desarrolla muy lentamente y,
      por lo tanto, el problema de la alimentación
      todavía no reviste gran importancia. La curva puede
      experimentar también un leve descenso, lo cual indica
      una pérdida de peso, que puede ser causada por
      vómitos, náuseas, salivación, que provocan
      un descenso en el peso de la embarazada. Por este motivo
      hacemos hincapié en la buena base alimenticia que debe
      tener la mujer antes de comenzar su embarazo.El peso del
      embrión es, al final del tercer mes de gestación,
      de 20 gr. aproximadamente.
    2. Segundo trimestre: Empieza con un desarrollo lento al
      principio, para luego acelerarse. Es el momento en el que la
      alimentación comienza a cobrar gran importancia y los
      nutrientes a ser considerados de un modo vital. El peso del
      feto es, al final del sexto mes de entre 680 y 700 gramos
      aproximadamente.
    3. Tercer trimestre: El crecimiento del bebé se
      acelera notablemente, a un ritmo que no igualará en el
      resto de su vida. La madre lo advertirá por el brusco
      aumento de su abdomen. Es el momento en el que se necesitan
      importantes calidades nutritivas, un poco más de
      calorías que en el segundo trimestre, más
      proteínas, vitaminas y minerales. No sólo para
      este último período del embarazo, sino
      también para el posterior al parto y para una mejor
      lactancia.

    El peso estimativo del feto al finalizar el noveno mes
    (es decir, al término del embarazo) es de 3,350
    kilogramos.
    Cabe aclarar que el gráfico del crecimiento fetal es
    estimativo y que depende de la edad de la madre, de su peso, su
    estatura, su contextura física, etc., etc.

    El bebé más grande del mundo
    En febrero de 1916, la Sra. Rowe fue atendida por el Dr. D. P.
    Belcher, en Sale City, Georgia, EE.UU., en la situación
    del parto de una niña que pesó 11,337 kilogramos.
    Dadas las circunstancias de la época, el médico no
    registró qué tipo de balanza se había
    utilizado para verificar el peso de la criatura.
    Por este motivo, se considera récord, el bebé cuyo
    peso fue cuidadosamente registrado en el Hospital de Albershot,
    Inglaterra, en
    1933. Fue comunicado por el Dr. Moss al British Medical Journal.
    La madre tenía apenas 22 años y ya había
    tenido un hijo con anterioridad, con un peso de 4,535 kilogramos.
    Tanto ella como su marido tenían una altura que
    excedía la media: 1,83 metros de estatura. El bebé
    fue dado a luz cinco días antes de la fecha calculada, y
    pesaba 10,843 kilogramos. Medía 88,5 cm. de largo;
    más alto y más pesado que un niño promedio
    de un año de edad. La criatura nació
    muerta.

    Una curiosidad
    Tabla de peso de nueve especies

    Especie

    Gestación (días)

    Peso al nacer (gr.)

    Ratón

    21

    2

    Rata

    21

    5

    Gato

    63

    100

    Perro

    63

    200

    Cerdo

    120

    1,500

    Hombre

    280

    3,350

    Elefante

    600

    114,000

    Hipopótamo

    240

    500,000

    Ballena azul

    330

    3,000,000

    Fuente: E. M. Widdowson.

    7. Alimentación del
    bebé y de su madre

    Una dieta sana, equilibrada y balanceada en cualquier
    momento de la vida de una persona, debe ser completa en
    calorías, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas
    y minerales. En el caso de la mujer en estado de
    gestación, el cuidado de la dieta reviste una importancia
    aún mayor. Para ver con mayor claridad este sistema que debe
    ponerse en funcionamiento a partir del momento en el que una
    mujer descubre que está esperando un hijo, lo graficaremos
    de este modo:

    Pentágono de los nutrientes en el
    embarazo

    PROTEINAS (15 – 17 %)

     

    VITAMINAS MINERALES

    (pequeñas cantidades) (ínfimas
    cantidades)

    La alimentación cobra, durante el embarazo, una
    importancia y una función irreemplazables; ya que los
    alimentos deben cubrir las necesidades energéticas, no
    sólo de la mujer sino de la criatura y preparar,
    además, a la embarazada para el momento de la
    lactancia.
    En el período de gestación se imponen, entonces, un
    nuevo equilibrio biológico en el organismo de la mujer,
    que implica una sobrecarga en la función de los
    principales órganos y sistemas y exige,
    por lo tanto, un aporte material y energético acorde a
    este estado, para asegurar un desarrollo fetal normal e impedir
    el consumo de las reservas maternas.
    Las deficiencias alimenticias durante el período de
    gestación, sean por las causas que fueren (falta de
    información, carencia de recursos
    económicos, temor de perder la línea) producen
    comprobados efectos en el bebé; tales como retardo en el
    crecimiento intrauterino, menor coeficiente intelectual
    posterior, mayor índice de mortalidad perinatal, abortos,
    partos prematuros, etc.
    Como se observa en el pentágono de nutrientes, cinco son
    los elementos indispensables para la buena alimentación
    durante el embarazo, garantizando de este modo la salud de madre
    e hijos; a saber: proteínas (entre un 15 – 17 % de
    la alimentación); hidratos de carbono (53 %); grasas (un
    30 %); minerales (en pequeñas cantidades) y vitaminas
    (también en pequeñas cantidades).

    1. Las proteínas están formadas por la
      unión de numerosas unidades o "ladrillos": los
      aminoácidos, que son 20 en total y sirven para la
      "construcción" del nuevo bebé.
      La necesidad de proteínas es uno de los factores
      distintivos de la alimentación propia del embarazo y
      de la lactancia; ya que el bebé crece dentro del
      útero principalmente a base de proteínas, es
      decir, de los aminoácidos.
      Estudios realizados han puesto de manifiesto que el peso de
      los recién nacidos depende del correcto contenido
      proteico de la alimentación materna, acompañado
      de la ingesta de hidratos de carbono y de las grasas.
      Aumentar el porcentaje de proteínas en la dieta juega
      un papel decisivo para:
      la madre: el desarrollo y crecimiento de los órganos
      maternos durante el embarazo (útero, mamas, placenta,
      etc.);
      el bebé: para el desarrollo y crecimiento normal de
      todo su cuerpo.
      Se recomiendan al menos 80 gr. de proteínas al
      día durante el primer trimestre, mientras otros
      expertos sugieren que el aporte aumente a 100 gr. diarios en
      el segundo y en el tercer trimestre; hasta llegar a los 120
      gr. diarios durante el período de la lactancia.
      ALIMENTOS QUE PROVEEN PROTEINAS

      Queso

      Carne vacuna

      Pollo

      Pescado

      Hígado de vaca

      Soja

      Cordero

      Huevos de gallina

      Leche de vaca

      Lentejas

      Porotos

      Jamón

    2. Las proteínas

      La cantidad necesaria para la mujer embarazada es
      prácticamente igual a la de la mujer no embarazada, si
      bien puede variar según diversos factores, como el
      peso, la actividad física y el estado de salud
      general.
      Los hidratos de carbono cumplen una función
      energética predominante exteriorizada en la producción de actividad muscular y
      calor. Además ayudan a la desintoxicación y a
      la protección de todo el organismo. Deben proporcionar
      entre el 50 y el 53 % del valor calórico total de la
      dieta, una vez cubierta la cuota proteica y de
      grasa.

      Alimentos Que Proveen Hidratos De Carbono

      Azúcar

      Arroz

      Pan

      Pastas

      Papa

      Frutas

      Verdura

      Galletitas

      Bombones

      Leche

      Harinas

      Gaseosas

    3. Los hidratos de carbono

      Contienen un elevado número de
      calorías ( un gramo contiene nueve calorías) y
      se aconseja que su aporte no supere el 30 % del aporte
      calórico total. Las grasas cumplen también la
      función de transportar algunas vitaminas, como la A y
      la D. Es importante que la cantidad de grasas no sufra
      grandes variaciones cualitativas; la cantidad de grasas
      necesarias se modificará según la época
      del año en que se desarrolle el embarazo; por ejemplo
      en invierno, el organismo requerirá una cantidad un
      poco superior que en verano.
      Las grasas desempeñan una doble función:
      energética y, en menor medida que las
      proteínas, interviene en la formación de los
      tejidos. En la embarazada deben proporcionar aproximadamente
      el 30 % del valor calórico total de la dieta. La
      necesidad diaria es de una cantidad variable entre los 80 y
      los 90 gramos para una mujer tipo.

      Algunos Alimentos Que Proveen Grasas

      Aceites

      Manteca

      Aceitunas

      Mayonesa

      Quesos

      Cordero

      Cerdo

      Huevos (yema)

      Jamón

      Cacao

      Galletitas

      Margarina

    4. Los lípidos o grasas
    5. Minerales

    Son sustancias inorgánicas que se encuentran en
    el suelo y que,
    por lo general, ingresan naturalmente al cuerpo humano
    a través de la ingesta de los alimentos.

    1. El hierro

    Es un mineral de gran importancia para el organismo y su
    deficiencia es el problema nutricional más común en
    el mundo. La mayor parte del hierro se
    encuentra alojada en los glóbulos rojos mientras que el
    resto se halla en los músculos.
    Si el hierro se encuentra por debajo de los niveles normales al
    inicio del embarazo, el riesgo de anemia es severo. Si la
    embarazada comienza con un nivel normal de hierro en su
    organismo, es probable que continúe así o que tal
    vez desarrolle una anemia leve. Esto se debe a que el hierro es
    el único nutriente cuyas cantidades necesarias durante el
    embarazo son mayores de las que puede suministrarse sólo a
    partir de una dieta. Por eso es conveniente –y hasta
    imprescindible en algunos casos- dar a la madre un suplemento en
    los alimentos (por ejemplo leche descremada con hierro) o bien
    que los ingiera en forma de medicamento.
    Una de cada tres embarazadas presenta anemia por falta de hierro
    durante el último trimestre. Es cuando el bebé
    necesita y absorbe este mineral de los depósitos maternos
    en mayor cantidad que lo habitual. Algunos de los síntomas
    que pueden detectarse en una embarazada con carencia de hierro
    son: cansancio, sueño, calambres, etc. y al bebé le
    llega menor cantidad de oxígeno, lo que puede generarle
    trastornos de diversa gravedad.
    El hierro puede encontrarse sólo en un porcentaje del 10
    ó 15 % del total de los alimentos que habitualmente se
    ingiere. Para su buena absorción necesita de
    estimulantes:

    1. La carne
    2. La vitamina C (por ejemplo un vaso de jugo de naranja
      con las comidas, que facilita la absorción del hierro y
      además le aporta vitamina C).

    La deficiencia de hierro durante el embarazo es,
    según el último Curso Internacional sobre Hierro
    realizado en Argentina en
    1997, de un 10 % en Buenos Aires, de
    un 18 % en Europa, de un 30
    % en Costa Rica,
    Guatemala y
    Paraguay y del
    50 % en Ecuador y
    Perú, mientras que asciende al 60 % en la región
    caribeña.
    En la siguiente tabla se indican cuáles son los alimentos
    ricos en hierro:
    Fuentes de
    hierro (Fe)

    alimentos

    porcion

    Fe (mg)

    Excelentes

    Morcilla

    50 gr.

    22,5

    Yogurt entero para beber (con hierro)

    1 litro

    18,0

    Hígado de cerdo

    100 gr.

    17,9

    Leche entera (con hierro)

    1 litro

    15,0

    alimentos

    porcion

    Fe (mg)

    Ostras

    100 gr.

    13,4

    Leche en polvo (con hierro)

    100 gr.

    12,0

    Hígado vacuno

    100 gr.

    6,3

    Muy buenas

    Carne vacuna

    100 gr.

    3,2

    Espinaca cocida

    ½ taza

    3,2

    Riñones vacunos

    100 gr.

    3,0

    Pan de centeno

    100 gr.

    2,8

    Camarones

    100 gr.

    2,4

    Pan integral

    100 gr.

    2,3

    Postre (reforzado con hierro)

    100 gr.

    2,25

    Carne de ternera

    100 gr.

    2,0

    Leche (normal)

    1 litro

    2,0

    1. El calcio

    El calcio es el mineral que más abunda en el
    cuerpo. El 99 % del calcio corporal está localizado en los
    huesos y
    dientes. Para que el organismo pueda absorber todo el calcio
    presente en un alimento, es necesario que en ese mismo alimento
    haya fósforo. La existencia de vitamina D es indispensable
    para la absorción tanto del calcio como del
    fósforo.
    Es necesario para el crecimiento y desarrollo de los huesos y
    dientes del bebé; para la coagulación de la sangre,
    para las transmisiones nerviosas; etc.
    En la tabla siguiente, podrá encontrar un listado de los
    alimentos que contienen este mineral de modo más
    abundante.

    Fuentes de calcio

    alimento

    cantidad

    calcio (mg)

    leches

    • En polvo descremada

    100 cm3

    1.220

    • Descremada con Simplesse

    100 cm3

    125

    • Parcialmente descremada

    100 cm3

    117

    • Entera

    Pasteurizada, fortificada, A + D

    100 cm3

    105

    yogures

    • Entero natural

    100 gr.

    135

    • Con crema saborizado

    100 gr.

    120

    • Descremado natural

    100 gr.

    135

    quesos

    • Rallado

    100 gr.

    1.170

    • Por salut diet

    100 gr.

    700

    Común

    100 gr.

    590

    • Fundido diet

    100 gr.

    700

    Gruyere

    100 gr.

    590

    Fontina

    100 gr.

    590

    Fiambrín

    100 gr.

    580

    • Ricotta

    100 gr.

    510

    • De crema

    100 gr.

    200

    • Blanco diet

    100 gr.

    200

    Casandiet

    100 gr.

    170

    García

    100 gr.

    163

    1. El 85 % de este mineral se localiza en huesos y
      dientes. Es el segundo en cuanto a abundancia en el cuerpo y
      representa el 22 % del total de minerales. Su función
      más importante es la de ayudar a la formación
      de los componentes que ayudan a que el organismo pueda hacer
      circular la energía de las grasas, las
      proteínas y los hidratos de carbono. Junto con el
      calcio y con la vitamina D es el ingrediente fundamental para
      la conformación de huesos y dientes sanos. Es
      también (junto con el calcio) esencial para las
      transmisiones nerviosas. Constituye, además, un
      componente esencial para los ácidos
      que toman parte en la división celular y en la
      transmisión de los rasgos hereditarios. Por lo general
      se lo encuentra en los mismos alimentos que contienen
      calcio.

    2. El fósforo
    3. El potasio

    Este mineral actúa en relación con el
    sodio y el magnesio y tiene como funciones:

    1. Controla el balance de los fluidos en todas las
      células del cuerpo.
    2. Es indispensable para la transmisión de los
      impulsos nerviosos y la contracción de los
      músculos, incluyendo el corazón.

    Por lo general una persona que sigue una dieta
    balanceada y no toma diuréticos, llena estas necesidades
    diarias perfectamente.
    Los alimentos en los que podemos encontrar este mineral son
    especialmente las frutas y verduras. Entre las frutas, los
    cítricos y los plátanos y entre los vegetales los
    de hojas verde oscuras y las patatas.

    Formacion Y Desarrollo De Los Organos Del
    Bebe

    TIEMPO

    APARICION Y DESARROLLO DE ORGANOS EN EL
    BEBE

    Días 1 al 5 del mes

    Fecha de menstruación

    Días 14 al 16 del mes

    Fecundación

    1. Después de la
      fecundación

    Se forma un disco de 0,2 mm. de
    diámetro

    El disco se abre en forma ovoide pareciendo una
    "C". Se forma la cavidad para el líquido
    amniótico.

    En cada extremo de la letra "C" se forma lo que
    sería el polo cefálico y las extremidades.
    Aparece el conducto cardíaco que late y envía
    sangre.

    Se forma el sistema
    nervioso, la médula espinal, cabeza, ojos,
    extremidades y cordón umbilical.

    Aparece la cara, boca, labios, nariz, orejas,
    aparato urinario y vasos sanguíneos.

    Se forma el aparato
    respiratorio, digestivo y genital. En las encías
    nacen lo que serán los dientes de leche.

    Osificación del diminuto
    esqueleto.

    Comienza el desarrollo.

    Comienza a crecer en todas sus partes y ya es un
    futuro ser humano.

    Final del 3er mes

    Ya se puede determinar el sexo por los
    órganos genitales internos.

    Final del 4to mes

    Aparecieron los movimientos fetales, una fina capa
    de vello en la frente, y pelusa en los brazos y
    piernas.

    Final del 5to mes

    Aparece el unto sebáceo (grasa que cubre el
    cuerpo). La frecuencia cardíaca es de 140 latidos
    por minuto.

    Final del 6to mes

    La cara adquiere semejanza a la de un
    niño.

    Final del 7mo mes

    Aumenta notablemente sus posibilidades de vida
    fuera del vientre materno y tiene pelo en la
    cabeza.

    Final del 8vo mes

    La piel es
    rosada, tiene uñas en las manos y los
    pies.

    Final del 9no mes

    Alcanzó su desarrollo completo y madurez
    total y una nueva vida está lista para
    nacer.

    • Vitaminas

    Son sustancias orgánicas que ingresan
    naturalmente con la alimentación. Sin vitaminas el cuerpo
    no puede utilizar las proteínas, hidratos de carbono y
    grasas que consume, ya que no se producen las reacciones
    químicas que lo permitan. Al faltar estas reacciones,
    las proteínas no pueden construir y mantener los tejidos;
    las grasas e hidratos de carbono no pueden producir
    energía; el organismo en general no podría mantener
    su salud.
    Existen vitaminas que son imprescindibles para la reproducción y el crecimiento. Durante el
    embarazo es muy importante recibir una cantidad suficiente de
    ellas, ya que el hijo que está esperando las necesita para
    su crecimiento y para ir almacenando nutrientes para sus primeras
    semanas de vida.
    Las vitaminas más importantes para el embarazo
    son:

    1. El ácido fólico o vitamina
      B9

    El ácido fólico es una vitamina de gran
    importancia para la embarazada, y recién hace algunos
    años se considera su ingesta de sumo valor. Es
    fundamentalmente para:

    1. La formación de glóbulos
      rojos.
    2. El crecimiento y desarrollo de su
      bebé.
    3. La formación y desarrollo del sistema nervioso
      y el cerebro.

    Por estas razones la deficiencia de ácido
    fólico antes o durante el embarazo puede
    provocar:

    1. Anemia durante la gestación.
    2. Problemas en el crecimiento y desarrollo del
      bebé.
    3. Enfermedades del sistema nervioso: espina
      bífida (cuando el bebé no desarrolla parte de las
      vértebras) u otros trastornos del tubo neural como la
      anencefalia (que es cuando el cerebro no termina de
      formarse).

    (Por este motivo algunos genetistas sugieren en algunos
    casos, la alimentación rica en ácido fólico
    durante tres meses antes y durante el primer trimestre del
    embarazo).

    Algunos alimentos que contienen ácido
    fólico son:

    ALIMENTO

    PORCION

    ACIDO FOLICO (mcg)

    Hígado

    100 gr.

    217

    Poroto

    1 taza

    150 – 290

    Cereales

    30 gr.

    50 – 200

    Brócoli crudo

    1 taza

    63

    Espinaca cruda

    1 taza

    108

    Naranja

    1 mediana

    40

    Manzana

    1 mediana

    50

    Ensalada de verduras

    1 taza

    50

    Lechuga

    1 taza picada

    76

    1. Vitamina A

    Durante el embarazo, esta vitamina se vuelve de gran
    importancia por:

    1. Su acción antiinfecciosa.
    2. Mejora la capacidad visual del
      bebé.
    3. Ayuda a dar suavidad a todos los tejidos
      membranosos.
    4. Potencia el sistema inmunológico.

    El exceso de vitamina A no es aconsejable.

    Alimentos que abundan en vitamina A:

    ALIMENTOS

    PORCION

    Hígado de cordero

    100 gr.

    Zanahoria

    1 mediana

    Espinacas

    1 porción

    Calabaza

    1 porción

    Brócoli

    1 porción

    Melón

    ¼

    Tomate

    1 unidad

    1. Vitaminas del grupo
      B

    Este grupo esta constituido por las vitaminas: B1
    (Tianina), B2 (Rivoflavina), B3 (Niacina), B5, B6, B9
    (ácido fólico) y B12. Son necesarias e importantes
    para:

    • El crecimiento y desarrollo del
      bebé.
    • La formación y desarrollo del sistema nervioso
      y el cerebro del bebé.
    • Prevenir la falta de glóbulos rojos (anemia) y
      ayudar a mantener su cantidad dentro de un parámetro
      óptimo.
    • Ayudar a digerir los hidratos de carbono, las
      proteínas, las grasas y otras sustancias nutritivas para
      la madre y para el bebé.
    • Dar energía.
    • La respiración de las células de la
      sangre.
    • El buen funcionamiento del sistema
      nervioso.
    • El metabolismo
      cerebral.
    • Mejorar la actividad intelectual.
    • Mejorar el estado de ánimo.
    • Etc.

    Alimentos que contienen el complejo B:

    Trigo

    Maíz

    Arroz

    Cereales en gral.

    Hígado

    Carnes en gral.

    Huevos

    Atún

    Sardinas

    Verduras de hoja

    Productos de origen vegetal

    • Como suplementos abundantes en complejo B: levadura
      de cerveza y
      germen de trigo
    1. No es una vitamina difícil de hallar en los
      alimentos, pero sí muy frágil, por ser tan
      extremadamente sensible al calor, al oxígeno y a las
      sustancias alcalinas. Para que las frutas y verduras que la
      contienen no la pierdan, es necesario no hervirlas ni
      someterlas a altas temperaturas ni con exceso de agua. Ayuda
      a la absorción del hierro y del calcio. Como
      protectora de las infecciones, esta vitamina actúa
      como "guardiana" del bebé de todas aquellas sustancias
      nocivas que pueden ingerirse inadvertidamente.

      ALIMENTOS QUE CONTIENEN VITAMINA
      "C"

      Kiwi

      Naranja

      Limón con pulpa

      Zumo de limón

      Frambuesa

      Zumo de pomelo

      Rábano

      Cebolla

      Espinaca

      Brócoli

    2. Vitamina C
    3. Vitamina D

    El contacto con los rayos ultravioletas del sol es uno
    de los principales modos en los que la piel humana puede fabricar
    esta vitamina; mientras que el aporte alimenticio tiene una
    importancia secundaria. Con apenas 20 minutos de exposición
    al sol o 30 a la luz del día, se provee de la dosis diaria
    requerida.

    Entre sus funciones figuran:

    • El crecimiento y reparación de los
      huesos.
    • El mantenimiento de la fortaleza de dientes y
      huesos.
    • Favorecer la absorción del fósforo y
      del calcio y así mismo asegurar su fijación en
      los huesos y dientes del bebé.

    Los niveles plasmáticos de la vitamina D son
    bajos en las gestaciones múltiples; probablemente debido a
    un mayor consumo de esta vitamina y de minerales por parte de la
    mujer que se halla gestando más de un embarazo. El
    metabolismo mineral óseo de la madre es mayor en las
    gestaciones múltiples que en los embarazos
    únicos.

    ALIMENTOS QUE CONTIENEN VITAMINA "D"

    Aceite de hígado de bacalao

    Arenque

    Sardinas en aceite

    Caballa

    Salmón

    Atún

    Leche enriquecida

    Cereales integrales

    Huevos

    Hígado

    Resumen

    Necesidades nutricionales durante el embarazo y la
    lactancia

    No embarazada de 20 a 45 años

    Embarazada 2do y 3er
    trimestre

    Lactancia

    Fuentes

    Calorías

    2400

    2700-2850

    3000

    Proteínas (gr.)

    46

    100

    120

    Carnes – Hígado

    Huevo – Lácteos

    Legumbres

    Hidratos de carbono

    50 – 55 % del total del aporte
    calórico

    53 % del total del aporte
    calórico

    53 % del total del aporte
    calórico

    Granos integrales

    Verduras

    frutas

    Grasas

    30 – 33 % del total del aporte
    calórico

    30 % del total del aporte
    calórico

    (80 – 90 gr.)

    30 % del total del aporte
    calórico

    (80 – 90 gr.)

    Leche – Carne

    Huevos – Granos

    Nueces – Aceites

    MINERALES

    Calcio (miligramos)

    600

    1500

    1800

    Leche – Quesos

    Yogurt – Flan

    Dulce de leche

    Fósforo (miligramos)

    600

    1500

    1800

    Lácteos

    Pescados

    Carnes en gral.

    Hierro (miligramos)

    16

    16 a 18

    20 a 22

    Hígado – Morcilla

    Carnes – Huevo

    Legumbres

    Espinaca

    VITAMINAS

    Vitamina A

    (Unidades Internacionales)

    4000

    5000

    6000

    Vegetales verdes de hoja.

    Zapallo – Zanahoria

    Acido fólico (B9)

    400 microgramos

    800 microgramos

    800 microgramos

    Hígado – Espinaca

    Brócoli – Salvado

    Lechuga – Poroto

    Naranja

    Vitamina B1 (Tianina)

    (miligramos)

    1,0 a 1,1

    1,5

    1,6

    Semillas de girasol

    Jamón – Hígado

    Cereales enteros

    Vitamina B2 (Rivoflavina)

    (miligramos)

    1,2

    1,7

    2

    Hígado – Almendras

    Queso graso – Salmón

    Queso magro

    Cereales integrales

    Vitamina B3 (Niacina)

    (miligramos)

    13 a 15

    18

    20

    Hígado – Atún

    Cereal entero

    Aves de corral

    Vitamina B12

    (microgramos)

    2 a 4

    5

    6 a 8

    Hígado – Ostras –
    Pollo

    Arenques – Sardinas

    Yema de huevo – Leche

    Vitamina C

    (miligramos)

    45

    60

    80

    Cítricos – Leche –
    Papa

    Vegetales verdes de hoja

    Vitamina D

    (UI)

    400

    700

    Rayos ultravioleta

    Leche enriquecida

    Quesos

    • De 20 a 45 años con peso normal, que realiza
      quehaceres domésticos. Se calcula peso normal al que se
      encuentra alrededor de los 57 kilogramos, en una mujer con 1,60
      de estatura.
    • El primer trimestre del período de embarazo no
      es considerado en el cuadro que antecede, por las
      modificaciones poco relevantes que se producen en el organismo
      de la futura madre.
    • Hay vitaminas y minerales que no se nombran porque
      son aportados naturalmente por los alimentos y porque sus
      necesidades son ínfimas (por ejemplo: Zinc, Cobre,
      Magnesio, Vitamina E, etc.).
    • De lo hasta ahora expuesto surge la conclusión
      de que los nutrientes de mayor importancia para la mujer
      embarazada son: las proteínas, el ácido
      fólico, el Calcio y el Hierro, aunque es importante
      señalar que todas son necesarias.
    • Señalamos que los alimentos que contienen
      minerales pueden afectar a los mismos en el proceso de
      cocción; del mismo modo las vitaminas son sensibles al
      calor, a la luz solar y al contacto con el oxígeno del
      aire.

    Reiteramos que una dieta convenientemente balanceada
    reúne la cantidad necesaria de vitaminas y de minerales.
    Pero puede producirse alguna situación de excepción
    que requiera recurrir a integradores de la dieta que pueden ser
    químicos o naturales.
    Nos referiremos a continuación a estos últimos.
    Hígado de merluza
    Es un buen proporcionador de vitaminas A y D.
    Germen de trigo
    Es fuente ideal de vitaminas y aminoácidos nobles que se
    pierden en el refinamiento de los cereales que consumimos
    habitualmente. Una tacita al día, incorporada a los
    alimentos usuales, es suficiente para compensar esa
    pérdida.
    Levadura de cerveza
    Es uno de los concentrados vitamínicos, de minerales y
    aminoácidos más completo de la naturaleza. Por
    contener estos elementos esenciales para la nutrición
    está indicado principalmente para la convalecencia, el
    embarazo, la lactancia y la senectud. Además no engorda y
    es útil cuando debe seguirse un régimen de bajo
    contenido de sal (es bajo en sodio y contiene sales minerales
    importantes para el organismo).

    Partes: 1, 2

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