Indice
1.
Introducción
2. Perspectiva para una salida a la
crisis social y económica de Venezuela
3. La crisis fiscal y financiera en
Venezuela
4. Programas de ajuste a la
economía y sus efectos sociales
5. El papel del estado en el desarrollo
económico
6. Desarrollo y
planificación económico en
Venezuela
7. Venezuela y su
política económica
8. Una política
social para el desarrollo
9. Los grandes desequilibrios
ambientales y la destrucción de ecosistemas
naturales
10. Los medios de
comunicación de masas y el deterioro social en
Venezuela
11.
Conclusiones
12. Bibliografía y
Material de Investigación
No cabe duda que la política
económica es el argumento fundamental del Estado para
justificar la función
reguladora y estabilizadora que este cumple en las naciones que
poseen economías modernas; fijando las políticas
impositivas, monetarias y cambiarias, así como
diseñando las reglas del juego;
permitiendo que el mercado
actúe libremente pero respetando estas reglas.
Es la intención de este material representar de la forma
más sencilla posible lo que representa la política
fiscal, económica, social la cual comprende la
función impositiva y reguladora del estado en las
economías modernas; y especialmente nos referiremos a la
política
fiscal
aplicada en Venezuela.
Durante los períodos de bonanza petrolera que vivía
el país y hasta la llegada del viernes negro, la costumbre
por parte de los gobiernos; era tener un enorme gasto
público producto de un
abultado número de subsidios y regalías; y una
política de endeudamiento demasiado arriesgada, y como los
ingresos por
concepto de
exportaciones
petroleras eran suficientes para cubrir el gasto público,
realmente no se desarrollo
nunca una política económica y menos una
política tributaria eficiente y adaptada a la realidad del
país y modernizada. La modernización llegó
muy tarde, hace apenas unos 15 o 20 años los instrumentos
fiscales utilizados en las políticas económicas
eran pocos, mal implantados y muy difíciles de controlar,
obteniéndose una gran pérdida por los altos niveles
de evasión fiscal que se presentaban.
Se ha intentado aplicar serias medidas en materia
económica pero han perdido efecto; primero por falta de
continuidad en las políticas aplicadas, es decir, muchas
veces dentro de un mismo periodo gubernamental hemos visto
cambios en las políticas aplicadas, y apenas toman
control los
nuevos gobiernos inmediatamente son cambiados los planes
económicos, con esto solo se logra un sistema inestable
que no es capaz de asimilar un lineamiento cuando se le impone
una nueva dirección.
En Venezuela, la posibilidad de un Estado como el que tuvimos en
las últimas décadas ya no es viable, por la
sencilla razón de que el país no se puede permitir
ese lujo. La sinceración de la economía es y
seguirá siendo la única salida. Las
políticas económicas que caracterizaron la
política económica venezolana entre 1974 y 1994
arrojaron una hiperinflación alimentada por un
drástico y continuado deterioro en el valor de
nuestro signo monetario.
2. Perspectiva para una
salida a la crisis social
y económica de Venezuela
Disminución de la Calificación de
Venezuela al profundizarse la crisis
Económica y política: la Perspectiva es
Negativa
La perspectiva de las calificaciones en moneda extranjera
continúa siendo negativa. La disminución de
calificación refleja el empeoramiento y el tenso
estancamiento político y la profundización de la
crisis económica. La fuerte desconfianza que existe entre
el gobierno, impide
una solución a la crisis de gobernabilidad, habiendo
resultado en una contracción interanual del 9,9% en el
segundo trimestre de 2002 afirmó un analista de Standard
& Poor's Bruno Boccara. A pesar de los elevados precios del
petróleo,
el desempleo y la
inflación están incrementándose, reflejando
la falta de efectividad de las políticas económicas
del gobierno.
Aunque la depreciación de casi un 100% del peso
bolivariano con respecto al dólar estadounidense en un
año contribuyó significativamente a reducir el
déficit fiscal Standard & Poor's espera que el
déficit del presupuesto del
gobierno central ascienda a 1,1% del PIB para el
año 2002 el gobierno se encuentra enfrentando agudas
dificultades en su autofinanciamiento, como queda reflejado en su
intención de modificar las reglamentaciones de
redistribución de las ganancias del Banco Central de
Venezuela.
Standard & Poor's considera que el servicio de
deuda para lo que resta del año puede cubrirse vendiendo
los activos
líquidos del sector
público. Será difícil cumplir con los
pagos de capital e
intereses que vencen en el año 2003, debido
fundamentalmente a que los vencimientos de los bonos denominados
en pesos bolivarianos. Los mercados de
capitales externos continúan cerrados a la deuda de
Venezuela, y los bancos locales se
han mostrado renuentes a renovar los préstamos existentes
aun a elevadas tasas de
interés.
Las calificaciones de Venezuela se encuentran limitadas por
Serias limitaciones de financiamiento. Los recursos del
FIEM, contrariamente a lo que se esperaría de un fondo de
estabilización de petróleo, se han agotado a pesar
de que los precios del petróleo son elevados. La
administración de la crisis de liquidez durante el
año 2003 presentará desafíos
significativos.
3. La crisis fiscal y
financiera en Venezuela
La política fiscal es el conjunto de medidas e
instrumentos que toma el estado para
recaudar los ingresos necesarios para la realización de la
función del sector público. Se produce un cambio en la
política fiscal, cuando el Estado cambia sus programas de
gasto o cuando altera sus tipos impositivos. El propósito
de la política fiscal es darle mayor estabilidad al
sistema económico, al mismo tiempo que se
trata de conseguir el objetivo de
ocupación plena. Como hemos dicho anteriormente la
Política Fiscal tiene 2 componentes, el gasto
público y los ingresos públicos.
Política Fiscal Actual
El actual gobierno venezolano, según su propuesta
económica propone una reducción del gasto
público, y una modificación al tratar de reducir el
gasto corriente, a través de reestructuraciones en todos
los organismos oficiales para hacerlos más eficientes y
menos costosos, y por su parte aumentar el gasto de capital, para
crear la infraestructura necesaria para comenzar la
reactivación económica. El presupuesto fiscal del
año 2000, tiene un nivel de gasto total acordado de Bs.
17.878 Millardos, equivalente al 24,2% del PIB, aumentando su
nivel en 1,5 puntos del PIB con respecto al presupuesto de
1999.
En referencia a la clasificación económica del
gasto, el mismo presenta una orientación que está
en sintonía con los lineamientos estratégicos de
este Programa
Económico. Los gastos corrientes
se ubican en monto de Bs. 12.718 Millardos, equivalentes al 17,3%
del PIB, creciendo en tan sólo 0,3 puntos del PIB con
respecto al año precedente. Los de capital, se
sitúan en Bs. 2.967 Millardos, equivalentes al 4,0% del
PIB, superando en más de 1,1 puntos del PIB al gasto
presupuestado del año 1999, y por último, las
aplicaciones financieras, dentro de las cuales se encuentran la
amortización de préstamos, alcanzan
un monto de Bs. 2.192 Millardos, equivalentes al 3% del PIB,
presentando una variación con respecto al año
pasado de 0,1 puntos del PIB.
Por otra parte, en materia de gestión
tributaria propone una reestructuración del actual
Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (SENIAT), para
aumentar la recaudación y evitar la evasión de
impuestos.
Así como la aplicación de una serie de instrumentos
de recaudación que permitan reducir el déficit
fiscal. En este sentido, el presupuesto fiscal para el año
2000, fija como meta en los ingresos ordinarios de origen no
petrolero un monto de Bs. 8.561 Millardos, equivalente al 47,8%
del total de ingresos, mejorando su participación en 5,7
puntos porcentuales con respecto al nivel alcanzado en 1999. Los
ingresos fiscales originados por la actividad petrolera,
excluyendo las transferencias al Fondo de Inversión para la Estabilización
Macroeconómica (FIEM), se estiman en Bs. 4.211 Millardos,
equivalentes al 23,6% del total de ingresos fiscales.
Instrumentos
Fiscales
Los economistas de finanzas
públicas consideran que el sector público tiene
tres ramas de actividades o tres funciones
principales:
La función de estabilización y crecimiento, que se
interesa en mantener el balance macroeconómico a fin de
prevenir tanto grandes inclinaciones en el empleo y la
actividad económica y severos ataques de inflación,
así como asegurar una adecuada tasa de crecimiento
económico.
La función de distribución, que se refiere a la adecuada
distribución de la renta entre los diversos grupos de la
economía.
La función de asignación, que se relaciona con la
eficiente asignación de recursos en toda la
economía. Cada una de estas funciones representa no
solamente un objetivo legítimo de política
gubernamental sino también un importante aspecto de
desarrollo
económico.
Las tres metas del sistema tributario señaladas
anteriormente, con frecuencia están en conflicto,
particularmente cuando se deben mantener los ingresos globales,
forzando así a los formuladores de políticas a
escoger entre las mismas al tomar sus decisiones de
política tributaria. Más importante en ese
respecto, es el conflicto entre un sistema tributario eficiente o
uno que interfiere menos con el comportamiento
económico y crean un menor impacto sobre las decisiones
para trabajar o ahorrar o invertir, y un sistema tributario de
distribución deseable o uno que logre mejor los objetivos de
equidad de la sociedad.
Los impuestos a las ventas se
perciben con efectos contrarios. Un IVA, que se
aplica de manera uniforme a todas las formas de consumo puede
tener una puntuación alta en lo que respecta a la
asignación pero una baja calificación en lo que
respecta a distribución, ya que afectaría
más fuertemente a las personas y familias de bajos
recursos.
En caso de incumplimiento, factores tales como la
oportunidad de evadir impuestos, las ganancias de la
evasión tributaria, los riesgos de
detección, y las sanciones aplicadas, se detecta que
pueden variar de un impuesto a
otro.
Los formuladores de políticas generalmente
recurren a dos tipos de acciones al
tratar de manejar el problema de conflictos
entre las metas. En primer lugar, pueden escoger una mezcla de
impuestos. Segundo pueden adoptar disposiciones particulares
dentro de la estructura de
cada tipo de impuestos en un intento por resolver los conflictos
de metas.
Los economistas generalmente dividen los impuestos entre
directos e indirectos. Las diferencia entre los dos es que los
impuestos directos se recaudan de las personas que se presumen
deben pagar el impuesto, mientras que los impuestos indirectos se
presume sean transferidos a los consumidores. Aunque los principios
detrás de estas tres funciones del sistema tributario
puedan servir de base al debate de
política en los países en desarrollo, una
consideración adicional, menos frecuentemente reconocida,
también explica el patrón de tributación
directa e indirecta observado en la práctica. Esta
consideración adicional es la facilidad de
administración de cada impuesto y el grado de cumplimiento
de cada uno.
La importancia de los impuestos indirectos en los países
de rentas bajas se debe en gran medida a aspectos de
administración y cumplimientos tributarios. El impuesto sobre la
renta, es mucho más difícil de administrar
debido a que el impuesto no puede ser recaudado a través
de controles físicos. La única excepción es
la renta sujeta a impuesto mediante retención, pero aun en
este caso las autoridades tienen que supervisar a los agentes de
retención para garantizar la transferencia al gobierno de
los impuestos retenidos.
Instrumentos Fiscales Utilizados en Venezuela
El sistema impositivo venezolano muestra una
marcada dependencia con respecto al petróleo. Tal
afirmación se hace evidente al constatar que los ingresos
petroleros en 1989 representaban un 60% de los ingresos fiscales
totales. El impuesto sobre la renta aplicada a personas naturales
apenas contribuye con un 2.5% de lo recaudado, mientras que otros
impuestos como los que pechan a licores, cigarrillos,
fósforos, sucesiones etc.,
apenas aportan un 2% de lo recaudado.
Actualmente en el país se aplican los siguientes impuestos
(no petroleros).
IVA (Impuesto al Valor
Agregado)
IDB (Impuesto al Débito Bancario) (De aplicación
temporal)
ISLR (Impuesto sobre la renta)
IAE (Impuesto a los Activos Empresariales)
IAEA (Impuesto sobre Alcohol y
Especies Alcohólicas)
ISDRC (Impuesto sobre Sucesiones, Donaciones y Ramos Conexos)
TF (Timbres Fiscales)
ISCMT (Impuesto Sobre Cigarrillos y Manufactura de
Tabaco)
EORNF (Estatuto Orgánico de la Renta Nacional
Fósforos).
El crecimiento del sector público y los grandes
desequilibrios sectoriales
En Venezuela, el sector público ha incrementado su
participación en el empleo sostenidamente, pasando de
representar el 32% de los ocupados en 1978 a 52% de los ocupados
en 1999 (cifras OCEI). Este incremento del sector publico reviste
una gran importancia puesto que existe una incidencia de pobreza del
sector informal notablemente superior a la del sector formal
(Riutort, 1999). Algunos de los factores que han producido una
contracción relativa en el empleo formal se
mantendrán en el futuro, debido a los patrones de
especialización derivados de la
globalización y el cambio tecnológico, que
impulsan la expansión de actividades capital y
energía – intensivas en nuestro
país.
Dada esta estructura, es muy poco factible que el sector
formal pueda absorber la oferta de mano
de obra a una tasa acelerada, aunque se expanda en forma
importante.
Una de las prescripciones de política para reducir
la pobreza
derivadas de la
visión tradicional de los mercados de trabajo, compatible
con la leyenda negra sobre la informalidad, es incrementar el
empleo formal a toda costa.
Según la visión compatible con la leyenda
dorada, el sector informal puede alcanzar una productividad
importante, por lo que debemos preguntarnos cuál es el
costo de
semejantes políticas de empleo formal. Una parte de los
trabajadores que conforman actualmente el sector publico
probablemente se encuentra en su mejor alternativa de ingresos y
trabajando bajo un esquema de organización eficiente y adaptable. La
tendencia mundial hacia la reducción del tamaño de
las empresas y el
aumento de la sub-contratación también afecta la
estructura del empleo en nuestro país. En consecuencia,
intentar reducir la informalidad no parece suficiente desde el
punto de vista de la reducción de la pobreza.
Adicionalmente, es necesario entender la lógica
del sector informal y preguntarnos cómo pueden mejorar las
condiciones de vida dentro del mismo. Al investigar los factores
que determinan la remuneración de los "informales" se
encuentra que los trabajadores informales hombres, con mayor
experiencia y escolaridad, urbanos y cuyas actividades se
encuentren en sectores de intermediación y minería,
tienen significativamente mayores ingresos que el resto. En
comparación al sector formal, el sector informal remunera
más la experiencia y menos la escolaridad y posee brechas
de género
más acentuadas. Los incrementos en la productividad
informal se traducen en un mejor desempeño de las microempresas
informales y en mejores remuneraciones
para los trabajadores informales. Por otra parte, algunas
microempresas informales de alto desempeño tienden a
formalizarse paulatinamente.
La escolaridad incrementa las remuneraciones informales
significativamente, aunada a ciertos niveles de
experiencia.
Las diferencias marcadas ente los ingresos de los
patronos públicos y el resto de los trabajadores
informales pueden estar asociadas al acceso al capital, que es el
factor más escaso en el sector informal. En consecuencia,
los programas de microcrédito pueden tener un impacto
positivo sobre la productividad e ingresos en el sector informal
por dos vías: incrementando la productividad promedio de
las microempresas y generando una movilidad de trabajadores
empleados y por cuenta propia hacia ser dueños de una
microempresa.
RANKING SECTORIAL
RESULTADOS 2002
LOS QUE MÁS CRECIERON EMPRESAS | |
Gas Natural | 50. 00% |
Proveedores de Internet | 50. 00% |
Comercio Electrónico | 34.00% |
Informática | 30. 00% |
Televisión por | 30. 00% |
Entidades de Ahorro y | 27. 60% |
Aluminio Primario | 25. 00% |
Telefonía Celular | 20. 00% |
Comida Rápida | 18. 00% |
Centros Comerciales | 14. 20% |
Eléctrico | 10. 00% |
Transporte Aéreo | 10.00% |
Fabricantes de Caucho | 10. 00% |
Transporte Subterráneo | 10.00% |
Correo y Encomiendas | 10.00% |
LOS QUE CAYERON EMPRESAS VAR. 2001-2002 | |
Servicios Petrolero | -72. 40% |
Fabricantes de Calzado | -54. 60% |
Banca de Inversión | -51. 00% |
Televisión | -47. 00% |
Mercado de Capitales | -45. 00% |
Autopartes (importadores) | -45.00% |
Autopartes (fabricantes) | -35. 00% |
Artes Gráficas | -35.00% |
Ensambladoras de Vehículos | -33. 70% |
Producción Petrolera | -30. 10% |
Transporte de Carga | -30. 00% |
Electrodomésticos | -30. 00% |
Pinturas y Esmaltes | -30. 00% |
Fondos Mutuales | -30.00% |
Metalurgia | -25.00% |
RESULTADOS 2002 | |
LOS QUE MAS CRECERÁN EMPRESA VAR. 2001- 2002 | |
Comercio Electrónico | 50.00% |
Proveedores de Internet | 50. 00% |
Fabricantes de Vidrio | 34. 00% |
Aluminio Primario | 30. 00% |
Producción Petrolera | 30.00% |
Petroquímica | 27. 60% |
Telefonía Celular | 25. 00% |
Gas Natural | 20. 00% |
Banca de Inversión | 18. 00% |
Construcción | 14. 20% |
Siderurgia | 10. 00% |
Transporte de Carga | 10.00% |
Agencias de Publicidad | 10. 00% |
Transporte Aéreo | 10. 00% |
Comida Rápida | 10.00% |
LOS QUE CAERÁN EMPRESA Var. | |
Fabricantes de Calzado | -35. 00% |
Fabricantes de Juguetes | -30.00% |
Distribuidores | -21.60% |
Textil | -20. 00% |
Tabacalero | -20.00% |
Cerámica y Porcelana | -18. 00% |
Electrodomésticos | -15. 00% |
Hortalizas | -15. 00% |
Confección | -15. 00% |
Maicero | -14. 00% |
Farmacias | -12. 00% |
Azucarero | -12. 00% |
Inmobiliario | -10. 00% |
Aceites y Grasas | -10. 00% |
Frutícola | -10. 00% |
Es de gran importancia destacar que este desempleo ha
provocado el desencadenamiento de un problema
socioeconómico en el país, en donde está
presente una de modalidades de la informalidad de la
economía, como lo es Buhonerismo en ciudades de mayor
desarrollo urbanístico del país; que es un tipo de
actividad de venta al mayor o
al detal de diversos bienes en
plena vía pública o en ciertos espacios urbanos
destinados a tal fin, tanto de manera ambulante, como
establecimientos improvisados, sin el cumplimiento de los
requisitos legales que el ejercicio de la actividad comercial
requiere de acuerdo a las ordenanzas y leyes
municipales, lo cual genera un verdadero problema a las ciudades
y al país en general, porque da lugar a un deterioro
urbanístico, a una inadecuada organización
espacial, deficiente funcionamiento espacial, congestionamiento
peatonal y vehicular, efectos ambientales y de salud
pública, entre otros efectos perjudiciales para el
desarrollo y avance de la economía de
Venezuela.
4. Programas de ajuste a
la economía y sus efectos sociales
A partir de 1983, Venezuela implementó dos
programas de ajustes que crearon un nuevo entorno para la
agricultura
venezolana. Durante el período 1983-1988, se
instrumentó un programa de ajuste de orientación
heterodoxa, basado en el control de precios, de las tasas de
interés
y del tipo de
cambio, restricciones al comercio
exterior, incremento del gasto público
agrícola, de los subsidios a los productores y otras
medidas. Como resultado, la economía y el sector
agrícola crecieron, pero a un alto costo ya que se
generaron desequilibrios de orden macroeconómico. Luego, a
comienzos de 1989 el gobierno aplicó un programa de ajuste
de corte ortodoxo.
Ajuste macroeconómico
De acuerdo con Norton (1993), el proceso de
ajuste macroeconómico implica la aplicación de
instrumentos de política económica que se utilizan
para corregir dos desequilibrios económicos
básicos: a) déficit persistentes en la balanza de pagos
que conduce eventualmente a una carga de deuda externa
imposible de atender y b) déficit fiscal persistente que
tiende a crear presiones inflacionarias y origina un
círculo vicioso de incertidumbre respecto a las
políticas macroeconómicas, distorsiones en la
asignación de recursos y desestímulos para la
inversión productiva.
Políticas de ajuste
Las políticas de ajuste macroeconómico se refieren
a los instrumentos que tienen por objetivo reducir los
desequilibrios básicos de la economía, en las
cuentas externas,
en el uso de los recursos internos y al mismo tiempo tratan de
cambiar la estructura de los incentivos y de
las instituciones
(Gutiérrez, 1995).
Cuando los programas de ajuste se orientan a corregir los
desequilibrios internos y de la balanza de pagos, se habla de
políticas de estabilización. Estas tratan de
mejorar en el corto plazo la balanza de pagos a través de
una reducción de la demanda agregada.
Cuando las políticas dirigen sus intereses a la
realización de cambios en las instituciones, en la
estructura de los incentivos y en el proceso de asignación
de recursos se habla de políticas de ajuste estructural
(Cornia, 1987; World Bank, 1989).
Las políticas de ajuste se pueden clasificar en
ortodoxas y heterodoxas. Las primeras se fundamentan en el
enfoque monetario de la balanza de pagos, liberación de
los mercados de bienes y financieros y reducción del
papel del
Estado como productor y regulador de la economía. De otro
lado, para los autores antes mencionados, los programas
heterodoxos son aquellos que utilizan la intervención
directa en la fijación de salarios y
precios en combinación con medidas monetarias y fiscales
convencionales. Los ajustes presupuestarios y la política
monetaria restrictiva son insuficientes para detener el
crecimiento de los precios y por lo tanto, los controles de
salarios y precios juegan un importante papel en el logro de la
estabilización. Suponen que además que usar
sólo medidas ortodoxas generan una recesión
necesaria.
En este trabajo se parte del supuesto teórico según
el cual las políticas de ajuste al afectar el tipo de
cambio, liberar el comercio
exterior, aplicar la reforma comercial agrícola y otras
variables de
política económica, generan cambios en los precios
relativos de los bienes y servicios de
toda la economía. En particular aquellos relacionados con
la producción de papa (precio
relativo del producto, de los insumos y de los factores de
producción utilizados).
De acuerdo con la teoría
microeconómica de la producción , el cambio en los
precios del bien a producir y en los precios de los insumos
utilizados genera efectos sobre las proporciones en que los
factores son usados y combinados para producir ese bien. Esto se
debe a que el productor racional para poder
maximizar beneficios o minimizar costos y obtener
un cierto nivel de producción, al cambiar los precios de
los insumos variables deberá utilizar en una mayor
proporción aquellos insumos que son más
baratos.
A partir de esto vale hacerse una pregunta bien interesante como
es: ¿Se diría que Venezuela ha sido consistente con
las reformas? Se puede decir que somos un ejemplo típico
de inconsistencia. En el caso de Venezuela, muchas de estas
reformas arrancan a finales de los años 80, pero
¿que ha ocurrido? Que la reforma nunca madura. El caso
más emblemático ocurrió con el SENIAT, que
empezó con muy buen pie.
La inconsistencia ha sido la trama de nuestra
participación en los programas de ajustes. Cuando otros
países han obtenido logros concretos, vale hacerse una
pregunta más ¿qué percepción
se pueden tener los organismos multilaterales de Venezuela? Se
dice que un sentimiento de frustración, porque han apoyado
algunas de estas iniciativas durante un lapso en el cual se
cumplen las metas, aunque luego se retrasa y se vuelven a
negociar con un nuevo Gobierno.
En el caso de Venezuela, en los últimos 15 años ha
sido muy difícil articular una comprensión clara de
qué es lo que se requiere para seguir adelante. Una parte
fundamental son estos elementos básicos –eficiencia en el
gasto y reformas institucionales para que funcione la
economía. Más allá del debate sobre si el
programa es de corte neoliberal o no, hay que advertir que una
economía funciona cuando está ordenada, y eso pasa
por una política fiscal clara, un presupuesto que se
respete y en el que, además, funcionen los mecanismos de
contrapeso; por ejemplo, las comisiones de finanzas del
Poder
Legislativo, que en un sistema democrático ejercen su
papel de control y revisión sobre el manejo de la
política económica.
5. El papel del estado en el
desarrollo económico
A partir del análisis de la experiencia de los
países que han alcanzado el éxito
industrial, se desprende que el Estado juega un papel decisivo en
el proceso de industrialización, aportando el entorno
adecuado y las bases apropiadas para el desarrollo de empresas
privadas competitivas. Para ello, el país debe tener
claridad en relación a la posición que ocupa en la
curva de aprendizaje y a
los objetivos y estrategias a
seguir a fin de pasar a un nivel más avanzado de
desarrollo y de ser posible, saltar etapas dentro del
proceso.
La intervención del Estado resulta decisiva. El Estado
debe aportar el entorno apropiado y la base apropiada para el
desarrollo de empresas privadas vigorosas y competitivas.
Asimismo, el estado debe fomentar la formación de personal de alto
nivel (licenciatura y hasta doctorado). Además, el Estado
debe incentivar deliberadamente en ciertos campos
específicos relacionados con sectores objetivos de la
economía. Para poder hacer esto hay que desarrollar la
investigación básica
académica (universitaria). Si lo hace en los primeros
niveles de desarrollo industrial, mejor; las tradiciones de buena
investigación no se construyen de un día para otro,
esta tarea puede llevar varias décadas y debe estar
preparada para el momento que el país necesite desarrollar
su potencial innovador. Como vimos más arriba, alcance
otras etapas de desarrollo distinto a la que se
encuentra.
En las distintas etapas de desarrollo es importante la
elección de las industrias
fundamentales para que actúen a manera de detonante. Ello
también tiene que ver con la elección de la
tecnología; más concretamente con el
énfasis que se haga en I & D a nivel local. El
criterio más recomendable es el de escoger aquella
área en la cual un determinado país posee ventajas
comparativas. Estas ventajas se pueden y deben convertir, por
supuesto, en ventajas competitivas dinámicas. En el caso
de los países industrializados, que se han analizado (en
particular, Estados Unidos,
Reino Unido y Francia), la
demanda del
sector militar actuó como detonante del desarrollo del
nuevo tipo de empresa. Esto fue así hasta el punto de
llegar a modificar, en el caso americano, el mapa
industrial.
Los países de la región poseen muy
variados detonantes. Se puede mencionar a manera de ilustración: la extensa zona
amazónica, común a nueve países
sudamericanos. Esta zona dispone de un acervo de recursos y
posibilidades que en si misma es suficiente para desarrollar
múltiples posibilidades industriales de nuevo tipo. Entre
ellas la biotecnología o la farmacología
molecular, se pueden indicar sólo a título de
ejemplo. De igual manera, cada país en concreto sabe
cuales son sus potencialidades y en tal sentido puede, debe y
tiene que actuar.
El último aspecto a considerar es la cuestión del
tiempo. Ya en las lecciones de los países
industrializados, se ha señalado la importancia de la
perspectiva a largo plazo. La construcción de conglomerados de empresas
de base tecnológica no es una política cuyos
resultados se puedan medir tras un corto lapso. Si se alcanza el
éxito será algo que habrá que medir
después de varias décadas. Se necesita un
compromiso a largo plazo por parte de los gobiernos. Esta
acción debe ser considerada de la misma forma que lo son
otros elementos de una estrategia de
desarrollo como la educación y la
investigación científica con las
cuales está íntimamente ligadas. Esto debe ser
comprendido tanto por el sector público como por el sector
privado.
Debe quedar también claro que no se considera al Estado
como una entidad monolítica. De ninguna manera lo es.
Dentro de esta denominación se encuentran diferentes
niveles que pueden comportarse de forma diferente. Esto debe ser
considerado en el momento de establecer una política que
pretenda estimular la creación de parques industriales de
este tipo. Por ello debe tomarse en consideración las
distintas instancias del Estado incluyendo en ellas a las
universidades y a los institutos de
investigación.
Como se ha señalado, en las experiencias de larga
data en los países industrializados, los impulsos al nuevo
tipo de empresa vinieron, en lo fundamental, del sector militar.
La defensa nacional, o la competencia
espacial en unos casos, han jugado un papel muy importante en el
desarrollo de muchas innovaciones en el pasado reciente. No
obstante, no se puede pretender que este se convierta en el
aliciente en los países de la región. Al menos no
es un caso generalizable, aunque este factor juegue un papel
importante en algún país en concreto. Los
alicientes pueden provenir del interés nacional en cada
caso. Así, los países que participan en el mercado
mundial suministrando energía (fósil, como el
petróleo) y cuyas economías se basan en esta
capacidad deben desarrollar sus capacidades industriales, por
ejemplo, en dos vertientes: una, aguas abajo en términos
del desarrollo industrial pasando a la petroquímica y a la industria
química
orgánica; y dos, en el desarrollo de capacidades en el
campo de las energías alternas, desarrollando actividades
de I & D, con el fin de mantenerse competitivos.
Se necesita mucho tiempo para que un conglomerado de
empresas de base tecnológica alcance un relativo
éxito. Se alude a períodos mucho más largos
de los que se está acostumbrado a considerar tanto en el
plano empresarial como en el político. Hay que proceder
con estos proyectos como
cuando se cuida a un recién nacido en estado delicado. Por
ello el término incubadora no es del todo desacertado.
Señala el cuidado que por un largo lapso hay que tener con
este tipo de programa. Es por ello que la tentación
inmobiliaria es uno de los peligros que afrontan este tipo de
desarrollo. Se debe, por tanto, preservar los objetivos del
programa a como dé lugar a lo largo de su
ejecución.
Por último, pero no por ello menos importante, se debe
evitar caer en el pesimismo ante el eventual fracaso de un
proyecto en
particular. Se puede afirmar que en ellos no puede estar presente
semejante situación. Cualquiera sea el resultado siempre
será mejor que la parálisis o no tener nada. Este
tipo de emprendimiento siempre deja un fruto, tanto en lo
material (unas instalaciones o unas empresas que sí
prosperaron) como en lo intelectual (una capacidad fortalecida de
pensar en problemas
desde una universidad).
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