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Farmacología endocrina (página 2)




Enviado por javiers



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Los anticonceptivos pueden clasificarse según su
vía de administración en anticonceptivos por
vía oral continuada; es el tipo más común,
tiene un estrógeno y un progestágeno que
según las preparaciones pueden ser monofásicos,
trifásicos, secuenciales, postcoito y minipildora (solo
progestágeno). Los anticonceptivos inyectables, y los
anticonceptivos intracorporales entre los cuales se caracterizan
los implantes de Norplant, implantes biodegradables, microesferas
y microcápsulas, y anillos vaginales con
progestágenos.

Preparados y dosificación. Las
preparaciones combinadas contienen 0.02 a 0.05 mg de
etinilestradiol o mestranol (el primero es dos veces mas potente)
y cantidades variables del
progestágeno; se toman durante 21 días. La serie
siguiente 7 días después de la última dosis
o 5 dias después del inicio del flujo
menstrual.

Los preparados monofásicos constan del
estrógeno y el gestágeno en dosis constantes, que
con el tiempo fue
disminuyendo de 0.075 a 0.020 mg de etinilestradiol para
disminuir los efectos adversos. Entre los progestágenos
cabe mencionar el acetato de noretisterona, el norgestrel, el
desogestrel, el acetato de etinodiol y actualmente el gestodeno y
el norgestimato. La última preparación
monofásica consiste en la combinación de gestodeno
con etinilestradiol.

La incorporación de gestodeno produjo una mayor
inhibición del eje hipotálamo hipófiso
gonadal, que el levonorgestrel.

Debido a sus propiedades farmacológicas, el
gestodeno pude ser caracterizado como un agente
progestágeno con alta actividad biológica y
actividad androgénica. Estudios experimentales y
clínicos señalan que el gestodeno tiene efectos
mínimos sobre el metabolismo de
los lípidos y
de los carbohidratos;
según publicaciones recientes, los factores de la
coagulación permanecieron sin modificaciones.

La combinación de 30mg de etinilestradiol y 75mg
de gestodeno permite inhibir la ovulación y produce un
buen control del ciclo menstrual. Por tratarse de la
combinación más novedosa actualmente,
continúan los estudios prospectivos para evaluar los
riesgos y
beneficios de estos agentes.

Los preparados trifásicos se componen de
una fase postmenstrual de 6 días con las dosis más
bajas de estrógeno y gestágeno; una fase
periovulatoria con una duración de 5 días que
contiene un leve aumento en el porcentaje de estrógenos y
gestágenos y una fase lútea con una menor dosis del
estrógeno y un aumento del gestágeno.

Preparaciones de Trifásicos que contienen
estrógeno y progestágenos pero en proporciones
variantes, fueron introducidos para reducir la dosis mensual
total de progestágenos y simular más estrechamente
los cambios hormonales del ciclo menstrual. La dosis de
estrógeno tuvo que ser aumentada, sin embargo, para
inhibir la ovulación fiablemente. Estas preparaciones
ofrecen una pequeña, si alguna ventaja sobre las
píldoras monofásicas.

Los preparados secuenciales son aquellos en donde
en una primera fase se administra estrógenos y en una
segunda gestágenos. La seguridad de
estos preparados es menor que los anteriores y deben respetarse
los horarios de toa de la dosis, la tolerancia es
buena y no producen disminución del sangrado
menstrual.

Los anticonceptivos orales que contengan estradiol
micronizado podrían tener ventajas sobre los preparados
actuales.

La píldora poscoito son en realidad
más antifertilizantes que anticonceptivos por su probable
efecto sobre el endometrio ya que dificulta la
implantación. Se administran 5 mg de dietilestilbestrol
dentro de las 48 a 72 horas de la relación sexual
fecundante, su uso se recomienda solo en situaciones de
contracepción de emergencia, por los efectos adversos que
se pueden presentar por la alta dosis y el tipo de
estrógeno.

Desde el primero de enero de 2001 los
farmacéuticos en Reino Unido han podido proporcionar
anticonceptivos de emergencia (levonorgestrel 750 mg) sin
prescripción médica a mayores de 16 años,
esto sumado a los ya disponibles métodos combinados de
emergencia (etinilestradiol 100 ug más levonorgestrel 500
ug)

La minipildora utiliza gestágenos en dosis
pequeñas y continuadas, aún durante la
menstruación. El compuesto más usado es el
linestrenol de 0.5 mg o la noretindrona; la acción
anticonceptiva deriva principalmente de su acción sobre el
moco cervical (hostilidad cervical), la ovulación y la
formación del cuerpo lúteo son inhibidos en un 70%
de los casos. Se puede utilizar durante lactancia y su tolerancia
es buena; es menos efectivo que los anovulatorios.

Administrando una dosis pequeña de
progestágeno (norethindrona o levonorgestrel) todos los
días proporcionan un método de
anticoncepción libre de estrógenos. Contraceptivos
que contienen sólo progestágeno son menos eficaces
que los combinados (aproximadamente 3.0 embarazos por 100
mujer/años), y su uso se restringe a menudo
a mujeres cuya fertilidad ya está reducida, como algunas
mujeres añosas o las mujeres en lactancia y en quienes un
contraceptivo oral combinado se contraindica. Los
progestágenos dados por vía intramuscular inhiben
la ovulación más frecuentemente que aquellos dados
oralmente, pero causan muy a menudo perturbaciones
menstruales.

Los anticonceptivos inyectables pueden aplicarse
en forma mensual o trimestral, la primera consiste en una
aplicación mensual del primero al quinto día del
ciclo de acetofenida de hidroxiprogesterona 150 mg y enantato de
estradiol 10 mg o enantato de norestisterona 50 mg y valerianato
de estradiol 5 mg. La segunda forma, consiste en la
administración de 150 mg de medroxiprogesterona que
inhibe la ovulación durante tres meses.

Los anticonceptivos intracorporales no
están difundidos en nuestro medio aunque su
aplicación es frecuente en otros países.

Efectos
indeseables
.

Diversos efectos adversos de mayor o menor importancia
han sido atribuidos al empleo de
anticonceptivos orales. Por lo tanto, resulta esencial evaluar la
relación Riesgo /
Beneficio para cada paciente, con el propósito de
proporcionar el método anticonceptivo más eficaz
con el menor riesgo posible.

Tanto los estrógenos como los
progestágenos son en general sustancias seguras desde el
punto de vista toxicológico. Pero por ser muy activos
fisiológica y farmacológicamente, producen efectos
demostrables, químicos y morfológicos en muchos
sistemas del
organismo.

En un esfuerzo por reducir los efectos secundarios, las
dosis de estrógeno han sido reducidas en un 80% o
más, y se han probado nuevos progestágenos y
diferentes vías de administración

Desde mediados de1960, el etinilestradiol ha sido el
estrógeno en casi todos los anticonceptivos orales
combinados, pero la cantidad ha disminuido progresivamente; la
mayoría de las preparaciones contienen 35 µg o
aún menos en la actualidad. En el contraste, y como
consecuencia de los efectos secundarios androgénicos
asociados, el tipo de progestágeno sintético se ha
cambiado. Los más nuevos, llamados progestágenos de
tercera generación, (el desogestrel, gestodeno, y
norgestimato) son sumamente potentes en su capacidad de inhibir
la ovulación y transformar el endometrio.

En la actualidad está claro que los agentes
anticonceptivos orales combinados son un método sumamente
eficaz y seguro de
contracepción, pero a pesar de la investigación extensa los riesgos a largo
plazo no están completamente claros

La frecuencia y la intensidad de los efectos adversos
han disminuido con el advenimiento de preparados hormonales de
bajas dosis.

Los porcentajes de efectos colaterales varían
ampliamente en las publicaciones y solo pueden tener validez si
los estudios son prospectivos con grupos placebo a
doble ciego.

Los trastornos del ciclo se presentan en un 3%
aproximadamente y desaparecen en los ciclos
siguientes.

Las vulvovaginitis tanto por cándida como por
tricomonas, son más frecuentes en mujeres que toman
anticonceptivos por los cambios vaginales que predisponen a la
infección.

Los gestágenos producen ciertos efectos
androgénicos adversos: aumento de peso, acné, por
su acción anabólica. El acné puede mejorar
con la administración de acetato de ciproterona que
actúa como antiandrógeno.

Se atribuye al estrógeno el cloasma que presentan
algunas mujeres y que desaparece luego de un tiempo prolongado de
suspender el medicamento.

Se ha observado amenorrea y falta de ovulación al
suspender los anovulatorios, al parecer en mujeres portadoras de
una labilidad especial en los mecanismos de regulación
diencéfalo-hipófiso-ováricos. Pese a ello se
ha demostrado, en mujeres de fecundidad comprobada, que el 75%
reanudan el ciclo ovulatorio en el primer ciclo de
suspensión del tratamiento y que el 90 % lo hacen en los
tres primeros ciclos.

Otros efectos pueden ser nauceas, acidez, molestias
gástricas, cefaleas, tufaradas de calor, cambios
en la libido, trastornos del sueño, alteraciones del peso
corporal, irritabilidad tensión mamaria, modificaciones en
la pigmentación de la piel,
cloasmas, estados depresivos, en algunos casos se observó
disminución de la tolerancia al uso de lentes de
contacto.

Enfermedades vasculares. Varios trabajos
encontraron relación entre los anticonceptivos hormonales
y la enfermedad vascular (infarto de miocardio); Está
claro que una reducción en la dosis de estrógeno es
asociada con una reducción de este riesgo. Por esto la FDA
recomienda no prescribirlos a mujeres mayores de 40 años.
El riesgo de infarto de miocardio aumenta entre mujeres que
usaron los contraceptivos orales de segunda generación.
Los resultados con respecto al uso de tercera generación
están inconclusos pero sugieren que el riesgo es
más bajo que los de segunda generación. El riesgo
de infarto de miocardio entre las usuarias de cualquier tipo de
contraceptivo oral era dos veces mayor al de no usuarias. El
riesgo absoluto de infarto del miocardio es edad-dependiente,
tendrán mayor riesgo las mujeres más añosas.
Las estadísticas que relacionan la edad y el
hábito de fumar mostraron un riesgo mayor en las
fumadoras. El colesterol es un importante factor de riesgo para
la enfermedad cardiovascular; la modificación en las
proteínas de alta densidad que
producen los gestágenos es distinta de acuerdo con el
gestágeno considerado. La disminución desfavorable
de las HDL es más marcada en los preparados con altas
dosis de gestágenos; pero se admite que con 125 mg de
levonorgestrel o desogestrel existe un ligero aumento de HDL. Los
cambios están en función de
la dosis y de la relación
estrógeno/gestágeno. La dosis baja de los
monofásicos y trifásicos parece estar asociada a
neutralidad metabólica en este sentido. El gestodeno es un
gestágeno que se sugiere su administración por
carecer de efectos sobre el metabolismo
lipídico.

Estudios prospectivos epidemiológicos realizados
para determinar el riesgo de enfermedad cardiovascular han
demostrado que el riesgo es mayor para una mujer de 35
años usuaria de anticonceptivos hormonales que fuma o de
cualquier edad pero que tiene hipertensión, diabetes o
hipercolesterolemia. También es conocida la
vinculación entre tromboembolismo y contenido de
estrógeno, en tal sentido, la recomendación es
prescribir solo aquellos compuestos con dosis bajas de
estrógenos que disminuyen considerablemente la frecuencia
de este tipo de complicaciones.

Existe una relación positiva entre el
hábito de fumar y el uso de anticonceptivos orales con
respecto al accidente cerebrovascular
hemorrágico.

Trombosis venosas profundas. Son más
frecuentes en mujeres tomadoras de anticonceptivos hormonales, y
el riesgo es mayor en portadoras de várices, esta
patología contraindica, por lo tanto, la toma del
preparado hormonal. A pesar de ello, también se redujo el
número de complicaciones trombóticas de este tipo
con la reducción de estrógenos. Los contraceptivos
orales combinados aumentan la producción del factor X, factor II, y
plasminógeno; disminución de la producción
de antitrombina; y aumento de agregación plaquetaria por
reducción de la producción de prostaciclinas. Estos
cambios sólo son probablemente importantes en mujeres que
fuman.

El uso de anticonceptivos orales es seguro en mujeres
que no tienen una enfermedad preexistente del sistema
circulatorio.

Estudios epidemiológicos sugieren que ciertos
progestágenos asociados con las preparaciones de bajas
dosis de estrógeno pueden aumentar el riesgo de trombosis.
La trombosis arterial también es una complicación
de terapia anticoncepcional, pero los factores de riesgo para
esta condición difieren de aquellos para la trombosis
venosa. Por ejemplo, un aumento del riesgo de infarto de
miocardio se asoció con el uso de contraceptivos orales,
pero no tiene un efecto sustancial en el riesgo de trombosis
venosa en estos usuarios. Por el contrario, varios defectos
genéticos protrombóticos son factores de riesgo
fuertes para la trombosis venosa y aumentan el riesgo asociado
con el uso de contraceptivos orales, pero es probable que la
mayoría sea sólo factores de riesgo débiles
para infarto del miocardio o stroke. La reducción de la
dosis de estrógeno ha tenido un efecto limitado en reducir
el riesgo de trombosis venosa.

Los progestágenos de la tercera generación
aumentan la magnitud de cambios hemostáticos adversos y el
riesgo asociado de trombosis. Una historia familiar de
trombosis venosa puede ocasionar preocupación, aunque la
sensibilidad de una historia familiar como un marcador para
identificar a las personas de alto riesgo permanece
incierta.

Tolerancia a la glucosa y resistencia a la
insulina
. Los progestágenos de tercera
generación tienen un pequeño, si algún
efecto en el metabolismo de los hidratos de carbono. Estos
agentes pueden aumentar los requisitos de insulina en las mujeres
con diabetes mellitus. La necesidad de aumentar la dosis de
insulina puede ser un precio
pequeño por el anticoncepcionismo fiable en mujeres en
quienes el embarazo debe
contraindicarse.

La hipertensión. Los contraceptivos orales
combinados causan hipertensión en aproximadamente 4 a 5
por ciento de mujeres normotensas y aumento de tensión
arterial en aproximadamente 9 a 16 por ciento de mujeres con
hipertensión preexistente. El efecto es probablemente
debido a ambas hormonas, y el riesgo se relaciona con la historia
familiar, la obesidad, la
dieta, el hábito de fumar, y la duración del uso
del agente anticoncepcional oral. El efecto hipertensivo casi
siempre es reversible. Algunos progestágenos de tercera
generación pueden tener un efecto antimineralocorticoide y
así pueden asociarse con un riesgo reducido de
hipertensión.

Factores emocionales y psicológicos. Se ha
descrito un estado de
vulnerabilidad del Yo que se manifiesta por una
disminución de los mecanismos defensivos frente a
situaciones de estrés. En
algunas mujeres tomadoras de anticonceptivos se consigna la
aparición de frigidez sexual parcial (dificultad para
llegar al orgasmo). Este fenómeno fue atribuido a un
mecanismo psicógeno por el fraude a la
naturaleza que
significa la medicación. No se ha demostrado
fehacientemente que produzcan alteraciones generales de las
aminas. Otro efecto de la píldora es la liberación
del temor al embarazo, que conlleva un aumento de la libido y
mayor frecuencia de relaciones sexuales.

Fertilidad. Mears comprobó que la
fertilidad de la mujer sigue
siendo la misma que antes de la toma, señalando que
más del 50% de las mujeres quedan embarazadas luego de
tres meses de duración, y el 80% a los seis meses. Estos
resultados se aproximan a otros antes citados de otras
publicaciones.

Neoplasias y
anticonceptivos.

Cáncer de cuello uterino. El empleo de
anticonceptivos orales está débilmente asociado con
esta neoplasia, por otro lado es común que las usuarias de
este método tengan relaciones sexuales a edades más
tempranas y un número mayor de parejas sexuales. Hay un
aumento pequeño en el riesgo de carcinoma escamoso de
cérvix (el riesgo relativo, 1.3 a 1.8) en mujeres que han
tomado un contraceptivo oral por más de cinco años.
Sin embargo, el cáncer
cervical tiene mucha correlación con la actividad sexual,
por este motivo parece no existir una relación firme entre
estos.

Cáncer de endometrio y ovario. Estos
agentes reducen el riesgo de cáncer de ovario en forma
proporcional a los años de uso. Dos años de empleo
de anticonceptivos hormonales reducen el riesgo de carcinoma de
endometrio en 1,4% y 4 o más años lo reducen en
1,6%. Cifras similares se observaron en cáncer de ovario.
Los contraceptivos orales combinados tienen un efecto protector
contra ambos cáncer del ovario y cáncer del
endometrio. En un estudio de mujeres que tomaron contraceptivos
orales que contienen dosis fuertes de estrógeno y
progestágeno durante 2 años, el riesgo relativo de
cáncer del endometrial se redujo a 0.4 y el efecto
protectorio duraría por lo menos 15 años. Si las
preparaciones que contienen cantidades más bajas de
estrógeno y progestágenos proporcionarían
protección equivalente está menos claro.

Cáncer de hígado. Una de las causas
de aparición de adenomas benignos de hígado es la
ingesta de anticonceptivos orales. El riego está dado por
el uso prolongado y suele retrogradar luego de la
suspensión del tratamiento.

Presumiblemente, los nuevos productos con
dosis más bajas de estrógenos son más
seguros.

Hay una correlación relativamente íntima
entre la infección con el virus de la
hepatitis B y
cáncer del hígado en áreas del mundo
dónde esta infección es común. En estas
áreas el uso a corto plazo de contraceptivos orales
combinados no está asociado con un riesgo aumentado de
cáncer de hígado, pero hay pocos datos en el uso a
largo plazo. Por el contrario, en áreas dónde el
cáncer del hígado es raro, una asociación se
ha establecido; considerando que el riesgo relativo fue 1.0 para
mujeres que habían usado un contraceptivo oral alguna vez,
fue 4.4 para aquellas que habían usado uno durante ocho
años.

Cáncer de mama. Según los estudios
realizados no hay relación entre esta patología y
el uso de anticonceptivos orales.

No obstante, hay trabajos que señalan un riesgo
levemente aumentado de cáncer de mamas en mujeres
jóvenes que usaron anticonceptivos por muchos años
(10-12 años) y antes del primer embarazo a término.
Es necesario realizar más estudios para comprobar estos
resultados. La
Organización Mundial de la Salud recientemente no
recomendó ningún cambio en las políticas
de planificación familiar con respecto al uso
de contraceptivos orales en este sentido.

No ha habido aumento, en la incidencia de cáncer de
mama atribuible al uso de contraceptivos orales combinados en
el Reino Unido, según los datos de varios registros
nacionales de cáncer.

Enfermedad trofoblástica gestacional. En
esta patología, en la que es imprescindible evitar el
embarazo, los anticonceptivos orales a dosis bajas son
seguros.

Indicaciones.

El acto médico consiste en dar a la pareja una
información completa de los métodos
anticonceptivos y determinar si no existe
contraindicación. La elección del método
corresponde a la pareja.

Hay situaciones o enfermedades que
contraindican el embarazo. En tales casos es conveniente indicar
la anticoncepción, que estará en relación
con la posibilidad de remisión de la situación y la
probabilidad
de comprometer la salud de la madre y de su hijo. Como ejemplos
de estos casos se pueden citar los siguientes: Nefropatía
crónica con compromiso de la función renal,
hepatopatía con lesión anatómica,
cardiopatía grave, hipertensión severa,
otoesclerosis, glaucoma, colagenopatías, enfermedad
neurológica, algunas neoplasias, riesgo elevado de
enfermedad genética
para la descendencia, enfermedad pélvica inflamatoria,
trastornos psíquicos graves, etc.

Deben tenerse en cuenta condiciones maternas que pueden
hacer recomendable postergar el embarazo, como en mujeres menores
de 18 años, intervalo intergenésico menor de 2
años, aborto provocado
por el último embarazo.

Las condiciones maternas que pueden aumentar el riesgo
de complicaciones para la salud materno infantil comprenden la
edad (mayor de 40 años), paridad de 4 o más,
cesárea iterativa anterior.

Las condiciones del último embarazo por las que
resulta conveniente postergar un nuevo embarazo son la
morbimortalidad fetal sin conocimiento de causa o identificado el
riesgo de repetición, grupo de riesgo social, madre sola,
antecedente de un hijo muerto menor de 2 años por muerte
evitable, familia con
necesidades básicas insatisfechas.

Contraindicaciones y precauciones.

Contraindicaciones.

Cáncer de mama

Cáncer genital

Insuficiencia hepática

Historia o evidencia de embolia pulmonar

Historia o evidencia de accidente
cerebrovascular

Historia o evidencia de cardiopatía
reumática

Historia o evidencia de várices
severas

Historia o evidencia de enfermedad cardiovascular
diabética

Historia o evidencia de hipertensión con
insuficiencia cardiaca

Historia o evidencia de cáncer
genitomamario

Historia o evidencia de hiperlipidemia
congénita

Precauciones.

Edad mayor de 45 años

Edad mayor de 35 si fuma

Edad mayor de 30 si fuma y es hipertensa

Hipertensión arterial

Nefropatía crónica

Antecedentes de preeclampsia grave

Epilepsia

Migraña

Esclerosis en placas

Historia de amenorrea, menarca tardía en
nulíparas (anovulación crónica)

Diabetes mellitus sin complicaciones
vasculares

Colecistopatías

Enteropatías crónicas

Tendencia o rasgos de depresión

Uso de psicofármacos, ampicilina y
similares.

Otoesclerosis

Obesidad

Seguimiento.

La anticoncepción hormonal, si no hay
contraindicaciones, puede continuarse sin interrupción y
la rutina del seguimiento consiste en: examen pélvico,
colpocitología oncológica (papanicolau), examen
mamario, control de la presión
arterial basal, al mes, a los tres meses, y luego cada seis
meses.

En pacientes incluidas en la lista de precauciones los
controles deben ser más frecuentes, y si tiene riesgo de
enfermedad cardiovascular se aconseja evaluar
periódicamente los niveles de colesterol y
triglicéridos. El uso rutinario de estas últimas
determinaciones de laboratorio no
está indicado a menos que la paciente tenga más de
35 años o que existan antecedentes de diabetes o de
enfermedad vascular. Si los niveles de LDL son altos deben
indicarse otro método anticonceptivo.

Indicaciones para interrumpir la
anticoncepción.

Sospecha de embarazo

Trastornos tromboembólicos (tromboflebitis,
embolia pulmonar, isquemia de miocardio, trastornos
cerebrovasculares, trombosis mesentérica, trombosis
retiniana)

Cefalea severa de origen desconocido

Migraña severa

Epilepsia que se agrava

Esclerosis en placas que se agrava

Desarrollo de ictericia, depresión,
hipertensión arterial

Intervención quirúrgica no
urgente

Problemas durante
la anticoncepción. Conductas.

Hemorragia genital intracíclica. En las primeras
dos semanas duplicar la dosis. En la tercera semana interrumpir
(terminar el ciclo).

Amenorrea. Antes de empezar el siguiente envase:
pruebas de
embarazo.

Embarazo. Suspender tratamiento.

Galactorrea. Cambiar a método no hormonal. Si
persiste, determinación de prolactina.

Cirugía. Suspender tres meses antes de someterse
a una intervención. En caso de urgencias: medidas
preventivas para evitar trombosis postoperatorias.

mitos, diarrea
o interacción con otras drogas.
Completar con otros métodos anticonceptivos.

Efectos colaterales. Suelen aminorar después de
los primeros ciclos. Si persisten, valorar la posibilidad de
interrumpir el tratamiento.

Amenorrea postpíldora. No tratar antes de los
seis meses. Se corrige espontáneamente en más del
90% de los casos.

Interacción con otras drogas.

Aunque los esteroides sintéticos pueden retardar
la biotransformación de ciertas drogas tales como fenafona
o meperidona, esta interferencia no es importante desde el punto
de vista clínico. No obstante algunas drogas pueden
interferir con la acción de los anticonceptivos hormonales
ya que aceleran la biotransformación de los esteroides.
Parecería prudente que, cuando se deban administrarse
simultáneamente, se sugiera el uso de un método de
barrera. Las interacciones más importantes son las
siguientes:

Tipos

Ejemplos

Efecto

Analgésicos

Aminofenazona

Aminopirimina

Sangrado disruptivo

Anticonvulsivantes

Fenacetina

Fenobarbital

Fenitoína

Reducción del efecto
anticonceptivo

Sangrado disruptivo

Reducción del control de la epilepsia sin
reducción del efecto anticonceptivo

Antibióticos

Ampicilina

Rifampicina

Sangrado disruptivo

Hipoglucemiantes

Insulina

Orales

Reducción del control de la
diabetes

Otros beneficios.

Estos agentes pueden regularizar los intervalos
menstruales, cohibir las metrorragias y evitar las
recidivas.

En circunstancias sociales o deportivas es posible
posponer la menstruación. Suele obsrvarse menor
deficiencia de hierro, menor
incidencia de quistes foliculares o lúteos y menor
incidencia de cistoadenocarcinoma de ovario. Disminuye el riesgo
de enfermedad fibroquística de la mama. Menor incidencia
de salpingitis, hiperplasia y carcinoma de endometrio. Puede
producir beneficios en la artritis reumatoidea.

Conclusión.

El predominio del uso de los anticonceptivos hormonales
está en aumento a nivel mundial; en muchos países
corresponden a un 75% como método utilizado por las
parejas. Su efectividad, reversibilidad y, cada vez menos
frecuentes, efectos adversos los colocan como método de
primera elección para muchas mujeres que demandan
métodos más eficaces, mas seguros y fáciles
de usar.

De los primitivos anovulatorios portadores de altas
dosis de hormonas se pasó a otros más modernos, con
cantidades muy inferiores de esteroides.

Los anticonceptivos hormonales se plantean como
métodos idóneos en muchas mujeres, por lo que un
médico generalista debe conocer sus mecanismos de
acción, indicaciones y contraindicaciones, así como
también saber evaluar y realizar un seguimiento minucioso
y personalizado a cada mujer que opte por este método; que
si bien es farmacológicamente seguro, su uso irracional
puede tener consecuencias desastrosas.

Estos fármacos podrían se presenta como
posibilidad de uso mujeres de un amplio rango de edades, sin
patología vascular o metabólica preexistente y sin
antecedentes de estas (personales o familiares). Si bien los
anticonceptivos de tercera generación son nuevos en el
mercado, parecen
ser bien tolerados, sus efectos colaterales son escasos y muchos
desaparecen espontáneamente durante los ciclos
siguientes.

Las principales contraindicaciones son mujeres
fumadoras, con antecedentes de patología vascular o
antecedente de cáncer de genitomamario.

No se justifica por ningún motivo el uso de los
primeros anticonceptivos orales con una gran dosis hormonal, que
presentan múltiples efectos adversos a corto y largo plazo
y una efectividad similar a los nuevos
anticonceptivos.

Deben realizarse más estudios respecto de la toma
por largo tiempo de estos agentes pero no habría necesidad
de interrumpir la medicación si el seguimiento de rutina
(examen pélvico, papanicolau, examen mamario, control de
la presión arterial) se encuentra en orden.

El perfeccionamiento y desarrollo de
nuevos métodos anovulatorios ocuparán seguramente
los esfuerzos futuros en este campo de la medicina.

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