Introducción a la
Filosofía
Este ensayo tiene
por objeto exponer cómo aparece el elemento de la escena
como manifestación de las mecánicas del poder
según Michel Foucault, para
ello tomaré como referencia los siguientes textos: Los
anormales, Historia de la locura en la
época clásica, Obras Esenciales y Vigilar y
Castigar.
La primera cuestión a tratar es el surgimiento de los
espacios de exclusión, en relación al texto Los
Anormales, la aparición de individuo
anormal y sus tres categorías (el monstruo, el onanista y
el indócil)
Gran parte del desarrollo del
ensayo, hará énfasis en la cuestionada
aparición del individuo indócil, la escena en la
cual aparece este, lo cual lleva a tratar la escena del suplicio,
su teatralidad, los elementos que constituyen la escena del
castigo. Uno de esos elementos es la idea del panóptico de
Bentham, cómo la mirada tiene el papel más
importante en la configuración del saber que encuentra
Foucault, de
ese saber que está disfrazado y está latente en la
escena.
Luego se expondrá el nacimiento del espacio de
exclusión, según la puesta en escena que da en El
nacimiento de la Clínica, o en Historia de la locura .
Como último objeto de trabajo
analizaré la relación entre las teorías
wagnerianas, que le fueron inducidas por Boulez, la influencia de
Nietzche a su vez sobre Wagner.
El objeto central no es cómo sucedió la escena,
sino cómo es puesto en escena, el asunto histórico
no es qué pasó, es cómo pasa.
La escena como parte de la expresión en los cambios
culturales es más que una aparente constante
histórica. Es una verdad que se muestra a
través de los conflictos que
suceden entre las fuerzas que gobiernan al mundo. Las fuerzas del
poder.
Si bien, para Foucault existen claramente unas fuerzas de
poder que operan en cada cultura e
indudablemente en el desarrollo de la cultura occidental, la
interacción de estas fuerzas han de
producir a la larga ciertos espacios que satisfagan las
necesidades que han dejado las interacciones. Las relaciones del
poder están ligadas a las relaciones económicas, de
producción, y son las que han configurado
el teatro de la
racionalidad occidental.
En otras palabras el surgimiento de ciertos espacios de
exclusión como las cárceles han surgido tras una
necesidad, tras conflictos sociales, guerras y por
supuesto para hacer del prisionero, un objeto de la escena del
castigo, todo esto (aunque fuera de la conciencia de la
gente) con el fin de mostrar el poder del soberano, puesto que el
crimen más mínimo es un intento de rebelión
ente el soberano, esto es a finales del siglo XVI, cuando los
lugares de castigo, se convirtieron en demostraciones del poder
político de los gobernantes en Europa.
Foucault demuestra que su interés no
está en ver cómo acaecieron los hechos en los que
las fuerzas del poder, sino que su interés está en
que es lo que pasa, cómo se transforma la sociedad por
medio del conflicto de
las fuerzas del poder, allí hay conocimiento.
Estoy de acuerdo con este planteamiento foucaultiano,
aún cuando parece que no se interesara por un
planteamiento estructuralista (que él mismo negara en
varias ocasiones) de la historia, el cual creo es importante
porque la historia no debe ser vista sólo desde un punto
de vista ya sea como acontecimiento pasado (del discurso claro
está) o como un acontecimiento que sucede en determinado
momento y que configura una transformación del mundo.
Es claro que deshecha la tentativa de un suceso importante
para la mayoría de historiadores, en este caso un
asesinato importante, un regicidio; por considerar que
éste no es la verdadera crisis del
conflicto de las fuerzas del poder, es más bien un
producto de
este conflicto, que se suma al verdadero saber que arrastra cada
tentativa del poder.
El problema que creo no se resuelve en Foucault, se muestra
claramente en Los anormales, que es un curso que dicta en el
College de Francia hacia
1974 y en el cual trata la anomalía humana dentro de tres
categorías: El monstruo humano, el masturbador y el
indócil. Estas categorías que suponen una
escena dentro de la cual se manifiestan, se han constituido como
unidades, hacia las cuales se dirige la corrección y es
hacia ellas que se desarrolla una coacción que se pretende
vigilar y castigar los actos anormales.
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