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Incrementos de la fijación biológica del nitrógeno (página 2)




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Partes: 1, 2

12. Aplicación de la inoculación
combinada de bacterias
fijadoras de N2 atmosférico.

Según González y Lluch (1992), con el uso
de inoculantes mixtos de Rhizobium / Azotobacter y Rhizobium /
Azospirillum, se han obtenido incrementos en la nodulación
de ciertas leguminosas. Sin embargo, estos tipo de inoculantes
deben prepararse con ciertos requisitos previos, entre los que se
destaca una relación celular adecuada, ya que la
preparación aleatoria de estos puede originar efectos
negativos sobre la nodulación y desarrollo de
las plantas.

Más del 15% del total de 150 000 ha de
leguminosas inoculadas con Rhizobium spp. en South África
han sido coinoculadas con Azospirillum brasilense. En el periodo
1999-2000, este porcentaje se ha incrementado alrededor del 50%
(Burdman et al., 2000). Según estos autores experimentos de
campo han demostrado incrementos en los rendimientos de 15-30 %
en leguminosas coinoculadas, valores
superiores a lo obtenido con la inoculación de Rhizobium
solo. Estos resultados coinciden con los citados por Okon y
Vanderleyden (1997), los cuales en investigaciones
realizadas sobre la inoculación con Rhizobium y
Azospirillum reportan un efecto positivo para diversos tipos de
leguminosas, incluyendo una temprana nodulación,
incrementos en el número de nódulos, altas
cantidades de fijación de N2 y un mejoramiento
en general del desarrollo de sistema
radical.

Según Burdman et al. (2000), la
estimulación de la nodulación posterior a la
inoculación de Azospirillum puede estar dada por un
incremento en la inducción de raíces laterales, la
densidad de
los pelos radicales y las ramificaciones de dichos pelos; pero
también por la diferenciación de un número
mayor de células
epidérmicas dentro del pelo radical infectado. No obstante
estos resultados, la respuesta de la inoculación combinada
de Rhizobium / Azospirillum puede tanto estimular como inhibir la
formación de nódulos y el crecimiento en un sistema
simbiótico dado, dependiendo del nivel de
concentración de inóculo y el engranaje de la
inoculación. Según reportes por estos autores, la
inoculación de cereales con niveles relativamente altos de
Azospirillum inhibe ligeramente el crecimiento de las
raíces.

Hasta el momento, el frijol común (P. vulgaris)
es considerado la leguminosa de más baja capacidad de
fijación de N2, debido a la lenta
formación de nódulos radicales por Rhizobium, lo
cual contribuye a la poca cantidad de N2 fijado para
los requerimientos nutricionales de la planta (Burdman et al.,
2000). Según estos autores cuando esta leguminosa es
inoculada con Rhizobium leguminosarum biovar phaseoli y
Azospirillum brasilense, el número total de nódulos
y la fijación de N2 se incrementa
significativamente en comparación con plantas inoculadas
con Rhizobium solo. El crecimiento de las plantas es acelerado
por la actividad estimuladora de Azospirillum, promoviendo la
formación de pelos radicales y el incremento de la
secreción de genes de nodulación (nod), induciendo
flavonoides en los exudados radicales. La excreción de
estos genes son necesarios para la posterior infección por
Rhizobium. De este modo la inoculación combinada de
Rhizobium y Azospirillum incrementa los rendimientos de las
leguminosas bajo condiciones limitadas de agua y
nitrógeno.

Burdman et al. (1996) plantea que la inoculación
con Rhizobium etli TAL 182 y R. tropici CIAT 899 en el frijol
común (P. vulgaris) incrementan los rendimientos de las
semillas, y la inoculación combinada con Rhizobium
leguminosarum biovar phaseoli y Azospirillum brasilense cepa
Cd ha
resultado con mayores incrementos que en la inoculación
con Azospirillum solo, el cual no tuvo diferencias significativas
en cuanto a rendimiento con el control sin
inocular, no obstante, arrojó un aumento relativo en el
peso seco de los granos. Así mismo Burdman et al. (1997)
reportan que la inoculación combinada en plantas de frijol
común con Rhizobium y Azospirillum incrementaran
significativamente tanto los nódulos activos como los
totales, así como la fijación de N2 en
comparación con la inoculación de Rhizobium
solo.

En estudios realizados con la inoculación de
combinaciones bacterianas compatibles, formada con la cepa
Rhizobium leguminosarum biovar. viceae Z. 25 (CECT 4585) y
Azotobacter chroococcum H. 23 (CECT 4435) se pudo observar como
esta práctica promueve el crecimiento, la
nodulación y el contenido de nitrógeno del haba
(Vicia faba), bajo condiciones controladas del cultivo. En
comparación con plantas inoculadas en solitario con
Rhizobium, las plantas coinoculadas muestran una tendencia al
aumento en el contenido total por plantas de fósforo (P) y
potasio (K) así como en contenido total de calcio (Ca),
magnesio (Mg) y micronutrientes (Mn, Zn, Cu, B y Fe) en la
fracción correspondiente a la parte aérea de las
plantas. (Rodelas et al., 1999). Estos incrementos guardan una
fuerte correlación lineal con la estimulación que
estos tratamientos de inoculación combinada ejercen sobre
la acumulación de materia seca
por planta.

Los efectos de los tratamientos de inoculación
mixta sobre la concentración y contenido de minerales en
Vicia faba dependen por tanto, de la cepa diazótrofa de
vida libre aplicada en combinación con Rhizobium. Estos
datos son
acordes con los otros estudios relativos al efecto de la
inoculación con Azotobacter y Azospirillum sobre la
nutrición
mineral de las plantas, coincidiendo en apuntar que las
respuestas son específicas de cepas y varían
considerablemente en función de
las combinaciones cepa-planta, con cambios que afectan en cada
caso de modo diferente a la concentración, contenido,
distribución y balance de los distintos
nutrientes minerales (Rodelas et al., 1999).

Los resultados anteriormente citados coinciden con los
estudiados por Torres y Francisco (1999), al analizar el efecto
de la inoculación mixta de Rhizobium leguminosarum biovar
phaseoli y Azotobacter chroococcum (cepa Mb-1) bajo condiciones
semicontroladas en el cultivo del frijol común var.
BAT-304, los cuales obtuvieron que las cepas tratadas eran
compatibles a la inoculación, originando aumentos
significativos en cuanto a los parámetros de
fijación: número de nódulos totales y
nódulos activos, en comparación con los
tratamientos de fertilización mineral y el testigo,
potenciando de esta forma la capacidad de formación de
nódulos y la fijación de N2. Con
respecto a los parámetros morfológicos no se
observaron diferencias significativas en cuanto a la altura y el
peso fresco y seco del follaje en los tratamientos de
inoculación combinada y la inoculación con
Rhizobium en solitario, pero existió diferencias
significativas en comparación con el testigo y el
tratamiento con fertilización mineral, este último
presentando los mejores resultados en cuanto al peso fresco y
seco del follaje, lo cual se debe al rápido efecto de la
fertilización mineral sobre la nutrición de las
plantas. Así mismo Torres (2000), al evaluar el efecto de
la coinoculación de Rhizobium leguminosarum biovar
phaseoli y Azotobacter chroococcum (cepa Mb-9) en dos variedades
de frijol común (ICA Pijao y CIAP-7247) bajo condiciones
de campo, utilizando un diseño
experimental en bloques al azar, determinó que en ambas
variedades analizadas, no existieron diferencias significativas
en cuanto al número de nódulos por planta en los
tratamientos de inoculación combinada y la
inoculación con Rhizobium solo, aunque se observó
una tendencia al incremento de los mismos en el tratamiento de la
coinoculación, no obstante superó
estadísticamente al tratamiento testigo en este
parámetro. Con respecto a los componentes del rendimiento
se observó un marcado incremento en todos los
parámetros evaluados en la variedad CIAP-7247, siendo el
mejor tratamiento el de la inoculación combinada, con
respecto a la biomasa total por planta, número de vainas
por plantas, número de granos por planta, peso fresco de
granos y peso seco de 100 granos, en comparación con los
tratamientos de inoculación con Rhizobium solo y el
testigo sin inocular.

Materiales y Métodos.
El trabajo se
desarrolló en áreas pertenecientes al Centro de
Desarrollo Agrícola de las FAR, en el municipio de Santo
Domingo, en el periodo del 23 de enero del 2001 al 16 de abril
del mismo año, utilizándose la variedad Guira de
frijol negro.

Las características del suelo en esta
zona corresponden a la clasificación Fersialítico
Pardo rojizo típico, el cual presenta un contenido de
materia orgánica de 2.95 %, pH de 7.2 y
contenido de P2O5 y K2O de 43.02
y 32.72 Meq 100 g-1 respectivamente, una profundidad
efectiva de 51–90 cm y de 2–4 % de
humificación.

Se sembraron 24 parcelas de 25 m2 (5 x 5 m),
utilizándose un diseño experimental en bloques al
azar con 4 réplicas.

Tratamientos:

  1. Inoculación con Rhizobium leguminosarum
    biovar. phaseoli a razón de 150 g kg-1 de
    semilla (Pérez, 2001).
  2. Inoculación con Rhizobium leguminosarum biovar
    phaseoli a razón de 150 g kg-1 de semilla y
    Azotobacter chroococcum a razón de 400 ml
    kg.-1 de semilla (Stancheva et al.,
    1995).
  3. Inoculación con Rhizobium leguminosarum biovar
    phaseoli a razón de 70 g kg-1 de
    semilla.
  4. Inoculación con Rhizobium leguminosarum biovar
    phaseoli a razón de 70 g kg-1 de semilla y
    Azotobacter chroococcum a razón de 400 ml
    kg-1 de semilla.
  5. Fertilización mineral (testigo
    positivo).
  6. Testigo (negativo).

Se utilizó el biopreparado comercial de Rhizobium
el cual se produce en el Laboratorio
Provincial de Suelos de la
provincia de Villa Clara. El biopreparado de Azotobacter fue
realizado el laboratorio de Microbiología de la Facultad de C.
Agropecuarias de la UCLV, con una concentración de
108 ufc ml-1, utilizando la cepa
Mb-9.

La inoculación con Rhizobium se realizó
mediante la mezcla de este con la semilla 24 h antes de la
siembra, utilizándose sacarosa como sustancia adhesiva,
mientras la inoculación con Azotobacter se realizó
por inmersión de la semilla en el biopreparado que
contenía esta bacteria durante 15-20 minutos antes de la
siembra.

La dosis de fertilización mineral aplicada fue de
4 t cab-1 (0.75 kg por parcela), de la fórmula
completa 9-13-17. La aplicación de este se efectuó
a los 15 días de la brotación.

Atenciones culturales.

  • 10 riegos por aspersión, con normas
    parciales de 200 m3 ha-1 durante 2 h cada
    uno.
  • 2 cultivos en calles con bueyes.
  • Aplicación de herbicidas:
  • Fusilade a razón de 1 L
    ha-1.
  • Flex a razón de 0.5 L
    ha-1.
  • Aplicación de fungicidas:
  • Cobre a razón de 4 kg.
    ha-1.
  • Orius a razón de 0.5 L
    ha-1.
  • Bayfolán a razón de 1.5 L
    ha-1.
  • Folpet a razón de 3 kg.
    ha-1.
  • Aplicación de insecticidas:
  • Karate a razón de 0.5 L
    ha-1.

Evaluaciones.

  • Parámetros de fijación a los 30
    días, se tomaron muestras de 20 plantas por parcelas
    (FAO, 1995).
  • Número de nódulos totales.
  • Número de nódulos activos.
  • Peso fresco de nódulos (g).
  • Peso seco de nódulos (g).
  • Componentes del rendimiento a los 80 días, se
    tomaron muestras de 10 plantas por parcelas.
  • Número de vainas por planta.
  • Número de granos por planta.
  • Número de granos por vaina.
  • Peso fresco de vainas por planta (g).
  • Peso fresco de granos por planta (g).
  • Peso seco de 100 granos (g).
  • A los 84 días se realizó la cosecha,
    analizándose posteriormente el rendimiento (t
    ha-1) de las diferentes variantes
    evaluadas.

Se realizó un análisis económico de los resultados
del rendimiento agrícola para determinar la efectividad de
las diferentes variantes de fertilización evaluadas y su
influencia en la
contaminación del medio
ambiente.

Para el análisis de los parámetros de
fijación se procesaron los datos mediante el paquete
estadístico SPSS, utilizándose el GLM (General
Linear Model) Multivariado y la prueba de Dunnett. El
análisis de los datos para los componentes del rendimiento
y rendimiento se procesaron utilizándose el paquete
estadístico Statgraphics plus, mediante el GLM y la prueba
de Dunnett.

Resultados y Discusión.
El análisis de los parámetros
microbiológicos es una de las principales evaluaciones
realizadas en cultivos de leguminosas para medir y estimar la
efectividad de la inoculación y la fijación de
nitrógeno.

Como se aprecia en la tabla No 1 al analizar
el número de nódulos por planta, existe una
tendencia al incremento de estos en ambos tratamientos de
inoculación combinada, con diferencias significativas en
comparación con el resto de los tratamientos analizados.
Con respecto a la inoculación con Rhizobium solamente,
tanto a 150 g (1) como 70 g (3), no existieron diferencias
significativas entre estos valores, lo que indica que en este
suelo puede disminuirse la dosis del biopreparado; pero sí
se observó diferencias al compararlos con el tratamiento
con fertilización mineral (5) y el testigo sin inocular
(6). Estos últimos, en todos los parámetros
evaluados difirieron significativamente entre ambos, y con
valores inferiores a los demás tratamientos. Es de
destacar el número de nódulos observados en el
testigo sin inocular, aunque inferior a los tratamientos
inoculados, pone en evidencia la abundancia y efectividad de las
cepas autóctonas en este tipo de suelo.

Tabla 1. Análisis de los parámetros de
fijación.

Tratamien-

tos

Nódulos
totales

por plantas

Nódulos
activos

por plantas

Peso fresco

(g)

Peso seco

(g)

1

26.54 b

15.76 b

0.129 bc

0.0411 b

2

33.67 a

24.17 a

0.165 a

0.0563 a

3

26.20 b

11.29 c

0.131 b

0.0438 b

4

31.71 a

14.35 b

0.144 ab

0.0496 ab

5

12.27 d

2.26 d

0.0456 d

0.0114 d

6

20.29 c

9.97 c

0.104 c

0.0311 c

E.S

2.072

1.489

0.013

0.004

Letras desiguales difieren para p <
0.05.

Al analizar los nódulos activos por planta,
parámetro este de gran importancia, ya que representa la
efectividad de la inoculación, se puede observar como la
inoculación combinada a 150 g (2) tuvo el mejor valor absoluto
con diferencias significativas en comparación con el resto
de los tratamientos, seguido de los valores
obtenidos mediante la inoculación combinada a 70 g (4) y
la inoculación con Rhizobium a 150 g (1), los cuales no
difirieron estadísticamente. Los tratamientos 3 y 6 no
difirieron significativamente, poniendo de manifiesto la eficaz
infectividad de las cepas autóctonas del suelo y la
posible competitividad
con la cepa del inóculo. González y Lluch (1992)
reportan que inóculos preparados con razas muy efectivas
en la fijación de N2 se ha visto que son
incapaces de formar una proporción significativa de
nódulos en situación de campo por la
competición con las cepas autóctonas.

En el tratamiento donde se aplicó la
fertilización mineral puede corroborarse lo planteado por
Vitousek y Matson (1993), citado de Anónimo (2001); Montes
(1999) y Caba et al. (2001) los cuales señalan que la
presencia de nitrógeno mineral en el medio inhibe la
formación de nódulos radicales y la actividad de la
enzima nitriogenasa.

El peso fresco de los nódulos tuvo un comportamiento
similar a los resultados obtenidos en las variables
anteriormente analizadas, observándose como los
tratamientos de coinoculación resultaron los mejores
valores superando estadísticamente a los testigos. En este
parámetro también puede apreciarse la efectividad
de las cepas autóctonas del suelo, al no existir
diferencias significativas entre el testigo sin inocular y la
inoculación con Rhizobium a 150 g
kg.-1.

Al igual que los nódulos activos, el peso seco de
los nódulos es un parámetro que ejerce una gran
influencia sobre la efectividad de la inoculación y la
fijación de N2. En estos resultados se
evidencian como mejores valores los tratamientos 2 y 4, los
cuales no difirieron significativamente entre ambos, aunque se
observa como el tratamiento 4 no tuvo diferencia significativa
con respecto a los tratamientos 1 y 3; pero sí al
compararlos con los tratamientos 5 y 6.

Teniendo en cuenta los resultados globales del
comportamiento de los tratamientos frente a los parámetros
de fijación, puede observarse como la inoculación
combinada con Rhizobium leguminosarum biovar phaseoli a
razón de 150 g kg.-1 de semilla y Azotobacter
chroococcum, fue el tratamiento de mejores valores
estadísticamente, lo cual puede estar dado por la
compatibilidad entre las cepas bacterianas tratadas, el
sinergismo entre estas y la adecuada proporción de
diazótrofos en la rizosfera de las plantas, ocasionando
una temprana colonización de los pelos radicales por
Rhizobium, facilitado por la excreción de sustancias
estimuladoras del crecimiento vegetal producidas por Azotobacter
que influyen directamente sobre la estimulación del
sistema radical de la planta, así como crear las
condiciones favorables para la infección por Rhizobium y
el incremento en la nodulación. Todos estos factores
conjuntamente incrementarán la disponibilidad de
nutrientes para los diazótrofos y los macrosimbiontes y
por consiguiente se establecerán las relaciones
asociativas favorables para el incremento de la fijación
de N2.

Estos resultados coinciden con los analizados por
Rodelas (2001) al plantear que la inoculación de Rhizobium
leguminosarum biovar viceae en combinación con cepas de
Azotobacter y Azospirillum promotoras del crecimiento vegetal,
modifica beneficiosamente ya sea la concentración como el
contenido de nitrógeno en las plantas, además de
repercutir favorablemente sobre la nodulación y la
actividad nitrogenasa. De igual forma Burdman et al. (1997)
plantean que al inocular Azospirillum combinado con Rhizobium
leguminosarum biovar phaseoli en frijol común se produjo
un aumento en el número total de nódulos y la
fijación de N2 atmosférico,
además de una temprana nodulación.

Estos resultados están estrechamente relacionados
con las interacciones establecidas entre las cepas tratadas, de
esta forma se plantea que los incrementos en la nodulación
y la fijación de N2 son originados por la
capacidad que tiene el género
Azotobacter de producir fitohormonas y vitaminas,
tales como, ácido indolacético, ácido
giberélico, citoquininas , tiamina, ácido
pantoténico, ácido nicotínico y biotina, las
cuales intervienen directamente en el desarrollo vegetal y trae
consigo un alargamiento y acondicionamiento de la raíz
para facilitar la infección por Rhizobium y la posterior
nodulación (González y Lluch, 1992; De Troch, 1993;
Baldini, 1997; Mayea et al., 1998; Caba et al.,1999; Rodelas,
2001).

Además de estas sustancias, el género
Azotobacter es capaz de solubilizar fosfatos, haciéndolos
asimilables tanto para las plantas como para los microorganismos
rizosféricos, y de este modo contribuyen a crear las
condiciones favorables para una buena nodulación por
Rhizobium. Las condiciones de baja disponibilidad de
fósforo reduce la fijación del N2 por
efectos específicos en la iniciación y crecimiento
del nódulo y la actividad nitrogenasa (González y
Lluch, 1992; Montes, 1999).

En cuanto a la dosis de inoculantes, la utilizada a
razón de 150 g kg-1. de semilla fue la de
mejores resultados, lo que evidencia que al existir una adecuada
concentración bacteriana en la superficie de los pelos
radicales de la plantas y en la rizosfera, habrá una mayor
infección y proliferación por parte de los
diazótrofos y por consiguiente mejores resultados en la
nodulación (Pérez, 2001).

13. Componentes del
rendimiento.

Los componentes del rendimiento expresan una medida del
comportamiento de las diferentes variantes evaluadas sobre el
desarrollo y los parámetros morfológicos en esta
leguminosa. En la tabla No 2 puede apreciarse como con
respecto a los componentes del rendimiento solamente existieron
diferencias estadísticas en cuanto al número de
vainas por planta, número de granos por planta y
número de granos por vaina, parámetros de gran
influencia sobre el rendimiento.

Tabla 2. Análisis de los componentes del
rendimiento.

Trata –

mientos

No de vainas

Por planta

Peso de vainas

por planta

(g)

No de

granos por

planta

Peso fresco

de granos

g)

Peso seco

de 100 granos

(g)

No de granos

por vaina

1

5.62 b

3.91

21.07 b

2.84

12.80

3.92 a

2

6.77 a

4.81

26.47 a

3.64

13.04

3.92 a

3

5.10 b

3.42

18.62 b

2.47

12.84

3.40 b

4

5.90 ab

3.92

22.52 ab

2.77

11.37

3.79 a

5

6.00 ab

4.24

23.20 ab

3.15

12.79

3.98 a

6

5.20 b

3.62

20.22 b

2.65

12.45

3.84 a

E.S

0.363

0.365

1.589

0.280

0.457

0.124

Letras desiguales difieren para p<
0.05

Con respecto al número de vainas y número
de granos por planta, se observa como los tratamientos 2, 4 y 5
no difirieron estadísticamente entre ellos, así
como tampoco se evidencian diferencias entre los tratamientos
1,3,4,5 y 6, siendo la coinoculación a 150 g el
único tratamiento que difirió significativamente
con respecto a las variantes 1,3 y 6. Al analizar el
número de granos por vaina se observa como los
tratamientos 1, 2, 4, 5 y 6 no tuvieron diferencias
significativas, pero sí al compararlos con el tratamiento
de inoculación con Rhizobium a 70 g, el cual obtuvo el
menor valor absoluto.

Estos resultados coinciden con los analizados en los
parámetros de fijación, debido que al existir una
baja concentración de bacterias en la rizosfera de las
plantas y a la posible competencia con
las cepas autóctonas del suelo por la colonización
de los pelos radicales, se afecta la fijación de
N2 y a la vez el crecimiento y desarrollo de las
plantas.

Analizando los resultados de los tratamientos 2 y 4 en
comparación con los obtenidos en el tratamiento 3 y el
resto de las variantes, se corrobora la potenciación de la
estimulación mediante la inoculación combinada
sobre las diversas variables evaluadas, aspecto que coincide con
lo planteado por Torres (2000), al estudiar el efecto de la
inoculación combinada de Rhizobium leguminosarum biovar
phaseoli y Azotobacter chroococcum (cepa Mb-9) en dos variedades
de frijol común (ICA Pijao y CIAP-7247), donde obtuvo un
notable incremento en los componentes del rendimiento (biomasa
total por planta, No de vainas por planta,
No de granos por planta, peso fresco de los granos y
peso seco de 100 granos) en comparación a la
inoculación con Rhizobium solo y al tratamiento
testigo.

Análisis del rendimiento agrícola.
El gráfico No 1 representa los rendimientos
obtenidos por los diferentes tratamientos analizados. Es de
destacar la baja producción de granos en todas las variantes
evaluadas, debido fundamentalmente al déficit de riego en
el periodo crítico del cultivo, lo cual trajo consigo una
notable reducción en los rendimientos. No obstante, se
puede observar como el tratamiento 2 obtuvo el mejor resultado,
aunque sin diferencias significativas con los tratamientos 4, 1 y
5; se aprecia una tendencia al incremento en 24.47, 21.98 y 9.22
% respectivamente con estos tratamientos. Además de ser la
única variante que tuvo diferencias significativas con los
tratamientos 6 y 3, los cuales obtuvieron los menores valores,
teniendo incrementos con respecto a estos de 32.27 y 43.97 %
respectivamente.

El
comportamiento del tratamiento de inoculación combinada a
razón de 150 g, es explicable mediante las relaciones
sinergísticas y compatibles que desarrollan estas
bacterias, así como la interacción
bacteria-bacteria-planta que se establece, originando efectos
positivos sobre el crecimiento y rendimiento de las plantas
(Rodelas, 2001). En esta asociación el género
Azotobacter es capaz de producir fitohormonas y vitaminas que
influyen favorablemente sobre el crecimiento y desarrollo del
sistema radical, además de aumentar la disponibilidad de
nutrientes minerales asimilables para la planta, potenciando a la
vez la proliferación de Rhizobium y la fijación de
N2. Resultados similares son los obtenidos por Rodelas
et al. (1999) al coinocular cepas de Rhizobium leguminosarum
biovar viceae Z. 25 (CECT 4585) y Azotobacter chroococcum H. 23
(CECT 4435) en Vicia faba, demostrando un incremento en el
contenido total por planta de fósforo (P), potasio (K),
calcio (Ca), magnesio (Mg), manganeso (Mn), cinc (Zn), cobre (Cu),
boro (B) e hierro (Fe) en
la fracción correspondiente a la parte aérea de las
plantas tratadas. En este sentido Burdman et al. (1996) plantean
que la inoculación con Rhizobium etli TAL 82 y Rhizobium
tropici CIAT 899 en el cultivo del frijol común
incrementan significativamente el número de granos por
planta, mientras que la coinoculación con Rhizobium
leguminosarum biovar phaseoli y Azospirillum brasilense cepa Cd
ha resultado con mayores incrementos en el rendimiento que con la
inoculación de Azospirillum solo. Así mismo Burdman
et al. (2000) plantean que la inoculación combinada con
Rhizobium leguminosarum biovar phaseoli y Azospirillum brasilense
incrementa significativamente el rendimiento del frijol
común bajo condiciones limitadas de agua y
nitrógeno, señalando que experimentos de campo han
demostrado incrementos en los rendimientos de 15 a 30 % en
leguminosas coinoculadas, valores superiores a los obtenidos con
la aplicación de Rhizobium solo.

Los resultados de los tratamientos inoculados tienen una
estrecha correlación con los obtenidos en los
parámetros de fijación y los componentes del
rendimiento, debido que al existir una mayor fijación de
N2 e incrementarse los niveles de este elemento en las
plantas, se contribuye a mejorar la nutrición vegetal
trayendo consigo el aumento en la producción de granos por
planta.

Al analizar el resultado del tratamiento 4, el cual no
difirió con el testigo sin inocular y el resto de los
tratamientos, pudo estar originado principalmente a la baja
concentración de rizobios en el inoculante, efecto muy
similar a lo ocurrido en el tratamiento 3, en el cual tanto la
concentración de microsimbiontes como la influencia de la
competitividad con las cepas autóctonas, trajo como
consecuencia una importante reducción en el rendimiento.
Según González y Lluch (1992) para lograr una
efectiva inoculación combinada de bacterias fijadoras de
N2 debe tenerse en cuenta una relación celular
adecuada, ya que la proporción aleatoria puede originar
efectos negativos sobre la nodulación y el desarrollo de
las plantas. En ambos tratamientos donde se aplicó dosis
de Rhizobium a razón de 70 g no existieron diferencias
significativas; pero puede notarse un incremento de 25.82 % en el
tratamiento de coinoculación con respecto a la
inoculación con Rhizobium solo.

Respecto al tratamiento con fertilización
mineral, puede observarse como este no tuvo diferencias
significativas con los tratamientos 1, 4, 6 y 2, no obstante,
este último presentó un valor superior a dicho
tratamiento, por lo cual es recomendable, teniendo en cuenta los
altos niveles de P2O5 y K2O
presentes en este tipo de suelo, la reducción de la
aplicación de fertilizantes minerales. De esta forma se
incrementaría el rendimiento en 9.22 % como promedio y se
reducirían los costos de
producción. Estos resultados están en
correspondencia con los citados por Arcocha et al. (1994) al
señalar que es posible la sustitución de la
fertilización nitrogenada por la inoculación con
Rhizobium en el cultivo del frijol ejotero, donde el rendimiento
se incrementó en 4478 kg.ha-1 de ejotes con
relación al tratamiento de fertilización
nitrogenada. Así mismo Huerta et al. (2000) al estudiar
los rendimientos de distintos genotipos de frijol común,
encontraron que algunos genotipos tuvieron iguales rendimientos
al ser inoculados con Rhizobium que al ser fertilizados.
Hernández et al. (2000) plantean que mediante la
inoculación de las cepas 6bIII y 12bIII, las variedades
BAT-477 y DOR-364 y el fertilizante fosfórico PSP-50 puede
ahorrarse como promedio 118 kg. de N ha-1 e
incrementos en los rendimientos en un 15 % respecto a los
rendimientos promedio tradicionales en el cultivo del frijol
común en Cuba.

14. Impacto
económico-ambiental.

La tabla No 3 muestra el
análisis económico realizado para producir 1 cab.
de frijol común a partir de las variantes de
fertilización, para el cual se tomó como referencia
la fertilización mineral tradicional en contraste con la
fertilización biológica con Rhizobium y Azotobacter
a razón de 150 g kg.-1 de semilla.

Es de destacar que la obtención de los
fertilizantes minerales por nuestro país se realiza
mediante las importaciones, ya
sea de las fórmulas de fertilizantes, como de la materia prima
para su elaboración, siendo necesaria la inversión de grandes sumas de moneda
libremente convertible para su adquisición o
elaboración, encareciendo el proceso
productivo.

Tabla 3. Análisis económico de los
métodos de fertilización para 1 cab.

Variantes

Rendimiento

(qq cab-1)

Costo

($)

Ingresos por

Ventas ($)

Beneficio neto

($)

Biológica

83.26

2 115.99

29 141

27 025.01

Mineral

75.59

14 867.80

26 456.50

11 588.70

Beneficios

7.76

12 751.81

2 684.50

15 436.31

Al analizar los costos de ambos
métodos de fertilización, se aprecia un menor valor
con la utilización de la fertilización
biológica, el cual redujo este indicador en $ 12 751.81 en
comparación con la fertilización mineral, lo que
evidencia el beneficio por costos de los métodos
biológicos y el ahorro de
insumos mediante esta práctica (Anexos 4 ). En los
ingresos por
ventas a
Acopio se observa como con el uso de la fertilización
biológica se obtiene un beneficio por incrementos en la
producción de $ 2 684.50 respecto a la
fertilización mineral.

Los beneficios netos representan las utilidades
obtenidas mediante las diferentes variantes evaluadas, por lo que
al disminuir los costos de producción y aumentar los
beneficios por ventas, existirá un incremento en las
utilidades, observándose una diferencia de $ 15 436.31 en
el tratamiento biológico al compararlo con el
mineral.

Los beneficios de la aplicación de fertilizantes
biológicos no se aprecian solamente en términos
económicos, sino que además se eliminarían
los efectos nocivos de la fertilización nitrogenada en la
absorción, asimilación y disponibilidad de
diferentes nutrientes como el fósforo (Montes, 1999),
así como la erradicación de la contaminación tanto atmosférica como
a las aguas subterráneas y el manto freático,
siendo este impacto ambiental
mucho más necesario que el impacto
económico.

15.
Conclusiones.

  1. La aplicación de Azotobacter chroococcum
    potencia la
    acción de Rhizobium con respecto a la eficiencia de
    la fijación de N2 en el cultivo del frijol
    común.
  2. La coinoculación incrementa significativamente
    el número de nódulos activos, la fijación
    de N2, los principales componentes del rendimiento y
    el rendimiento agrícola en comparación con la
    inoculación de Rhizobium solo y el tratamiento
    testigo.
  3. La dosis óptima para la inoculación de
    Rhizobium es a razón de 150 g kg.-1 de
    semilla.

Recomendaciones.

  1. Estudiar la posible aplicación de Azotobacter
    solamente en este tipo de suelo, debido a la abundancia y
    efectividad de las cepas de Rhizobium autóctonas en esta
    zona.
  2. Inocular la semilla de frijol común (Phaseolus
    vulgaris L.) con la combinación de 150 g kg
    –1 de semilla del inoculante Rhizobium con 400
    ml kg-1 de semilla de Azotobacter

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Resumen

El presente trabajo se realizó con el objetivo de
evaluar el efecto de la inoculación combinada de Rhizobium
leguminosarum biovar. phaseoli y Azotobacter chroococcum, en la
fijación de nitrógeno y el rendimiento del cultivo
del frijol común (Phaseolus vulgaris L.), conjuntamente
con el estudio de dos dosis de inoculación del
biopreparado Rhizobium. Se analizaron seis tratamientos
resultantes de las combinaciones microbianas y el biopreparado
Rhizobium sin combinación, tomándose como
referencia un tratamiento con fertilización mineral y un
testigo. Las dosis de Rhizobium fueron a razón de 70 y 150
g kg.-1 de semilla, mientras la dosis de Azotobacter
fue a razón de 400 ml kg.-1 de semilla. Se
evaluaron los parámetros de fijación, los
principales componentes del rendimiento y el rendimiento
agrícola de los diferentes tratamientos, además de
realizarse un análisis económico-ambiental para
determinar la factibilidad de
los métodos de fertilización. Los resultados
arrojaron un incremento significativo respecto a todas las
variables evaluadas con el uso de las combinaciones microbianas,
destacándose la dosis de Rhizobium a razón de 150 g
combinada con Azotobacter, la cual aumentó
significativamente el rendimiento respecto a la
inoculación con Rhizobium a razón de 70 g y el
testigo, y no difirió estadísticamente con la
fertilización mineral. Por lo que se recomienda utilizar
como alternativa de fertilización la inoculación
combinada de Rhizobium y Azotobacter a razón de 150 g
kg-1 de semilla, implicando aumentos en los
rendimientos, reducción en los costos de producción
y la contribución al saneamiento ambiental.

 

 

 

Autor:

Roldán Torres Gutiérrez1, Eleia
Miguelina Soria Arteaga1, Carlos Pérez
Navarro2, Juliana García
Izquierdo3
(1).Facultad de Ciencias Agropecuarias, UCLV.
Carretera a Camajuaní km. 5 1/2 , Santa Clara, Villa
Clara. Cuba. CP: 54830.
(2). Centro de Investigaciones Agropecuarias, UCLV. Carretera a
Camajuaní km. 5 1/2 , Santa Clara, Villa Clara. Cuba.
CP:
54830.
(3). Centro de Desarrollo Agrícola de las FAR, AGROFAR.
Santo Domingo, Villa Clara. Cuba.

Partes: 1, 2
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