Cada ciclo de brazos se corresponde con dos golpes de
piernas, lo que requiere una mejor especialización
técnica del nadador. Los resultados obtenidos con este
moderno estilo son muy superiores a los logrados con el
mariposa.
El sistema de nadar sobre la espalda ha
tenido dos variantes principales:
- La braza de espalda, que consistía en realizar
un movimiento giratorio de los brazos, de forma
simultánea, junto con un movimiento de piernas de
braza. - El crawl de espalda, que es el estilo que perdura en
la actualidad y que consistía en unos movimientos de
brazos y piernas muy parecidos a los realizados en el estilo
crawl.
Así pues, el crawl de espalda, cuya evolución ha ido siempre emparejada con la
de estilo libre, consiste en mantener una perfecta estabilidad
sobre el dorso mientras las piernas estiradas realizan un batido
en sentido ascendente y con los brazos una brazada superficial y
muy amplia.
Las variaciones que a lo largo de los años ha
sufrido esta modalidad son escasas, aunque el estilo de espalda
actual ha mejorado notablemente el trabajo de
tracción de brazos.
La piscina es una instalación de estancamiento de
agua, especialmente diseñada para la práctica de la
natación.
La piscina deportiva es aquella piscina, cubierta o al
aire libre,
especialmente preparada para la natación
competitiva.
Las características fundamentales de una
piscina deportiva son:
- Calidad excelente del agua, no sólo en cuanto
a su temperatura
y composición química, sino en
transparencia y claridad, es decir, la visibilidad dentro de
ella. - Iluminación perfecta, tanto interior como
exteriormente. - Señalización correcta de la
cubeta. - Ondulación mínima en la
superficie. - Formación mínima de
remolinos.
Para introducirse en el mundo de la competición,
o la práctica deportiva, se han de tener unos
conocimientos previos conseguidos con un adecuado aprendizaje. Este
ha de perseguir algunos objetivos
fundamentales, que comportan las distintas etapas dc este
período.
FAMILIARIZACION CON EL AGUA
En primer lugar, se deberá conseguir que la
persona que
desea aprender a nadar se familiarice con el nuevo medio. Esto se
puede obtener mediante juegos
acuáticos. Por ejemplo, a los niños
se les puede proponer el ejercicio de hacer burbujas
sumergiéndose en el agua. Con ello conseguimos que el
niño se familiarice con el agua y aprenda a expeler el
liquido en un medio que muestra
más resistencia que
el aire. Otro ejercicio consiste en abrir y cerrar los ojos para
conseguir que el aprendizaje no
tenga problemas al poner en contacto los ojos con el
agua.
Frecuentemente, se piensa que el niño debe hacer
lo que desee en el agua, para que así se familiarice
«naturalmente» con ella.
Sin embargo, ello puede resultar peligroso, y de la
misma manera que a un niño pequeño no se le
dejará bajar una pendiente muy pronunciada, al
principiante no se le deberá permitir
imprudencias.
Existen dos razones fundamentales para tomar esta
actitud:
- La primera consiste en una simple prevención
de accidentes. - La segunda consiste en evitar los nefastos efectos
sicológicos que pueden producir estos
accidentes.
Cuando una persona que comienza a nadar sufre un
accidente, aparte de las consecuencias traumáticas, puede
ocasionarle una prevención psicológica con el agua.
Existen casos de personas que no han vuelto a introducirse en el
agua porque se han atemorizado a causa de un pequeño
accidente.
Por otra parte, se han de evitar los llamados
«terrores de natación». En ocasiones, se deja
a un principiante en el agua sin vigilancia evidente, pensando
que reaccionará por sí solo y aprenderá a
flotar. Sin embargo, lo que puede ocurrir es que al encontrarse
indefenso, se aterrorice y tome verdadero pánico al
agua.
LA RESPIRACIÓN
Una vez se ha conseguido que el principiante pierda
completamente el miedo al agua y mantenga un nivel de
flotación aceptable, se le debe enseñar a respirar,
tomando el aire por la boca y exhalándolo por la boca y la
nariz bajo el agua.
Para el principiante, la mejor forma de aprender a
respirar bajo el agua es la que se indica en el ejercicio
siguiente:
- Situarse de pie, con las manos sujetas al
rebosadero. - Tomar aire por la boca y flexionar las piernas para
que entre la cabeza dentro del agua. - Expulsar todo el aire por la nariz de una manera
continuada. - Sacar la cabeza dcl agua y tomar aire
nuevamente.
Mediante este ejercicio, el alumno aprenderá que
al introducirse en el interior del agua, debe realizar una leve
presión
para expulsar el aire y evitar la entrada de agua en los
conductos respiratorios.
MOVIMIENTOS DE AVANCE
Cuando el alumno ya no teme al agua, sabe flotar y
conoce la forma adecuada de respirar, se ha de iniciar la
enseñanza de los movimientos de brazos y
piernas para desplazarse y avanzar en el agua.
Estos movimientos de tracción de brazos y batido
de pies se le enseñarán mediante ejercicios
adecuados, para que el alumno pueda nadar una distancia
mínima. Una vez que conoce los movimientos correctos, se
le enseñará a zambullirse, a tirarse al agua con
zambullida desde el exterior y seguir nadando hasta el extremo
opuesto de la piscina.
Cuando el principiante posee todos estos
conocimientos puede considerarse acabada la fase de aprendizaje
de la natación.
LA FLOTACIÓN
Las razones principales para la flotación
consisten en que el cuerpo humano
tiene su peso especifico superior al agua. Este peso
específico varía con la cantidad de aire que se
tenga en los pulmones y según el peso de cada persona. Si
los músculos están relajados y respiramos
normalmente, la flotación es posible.
EJERCICIOS DE FLOTACIÓN
Para enseñar las Diversas formas de
flotación se practican los siguientes
ejercicios:
FLOTAR BOCA ABAJO
- En una zona donde el agua no cubra, el alumno se
sitúa de pie, extiende los brazos hacia delante e
inclina el cuerpo hacia esa dirección, mientras inspira el
máximo posible de aire. - Mediante un impulso, se introduce la cara en el agua,
aguantando la respiración. - Esta posición se mantiene hasta notarse florar
y cuando ya no se puede soportar la falta de aire, se expulsa
por la nariz el que se tiene en los pulmones. - Al final, se flexionan las piernas y se impulsa con
las manos para volver a la posición inicial.
«LA PLANCHA» O FLOTAR BOCA
ARRIBA
- Situados también de pie, en la zona que el
agua no cubre y con los brazos a lo largo del cuerpo, se va
echando la cabeza hacia atrás y los brazos hacia
delante, hasta que el cuerpo queda flotando boca
arriba. - Esta posición no ofrece ninguna dificultad de
respiración, por lo que puede mantenerse el tiempo
deseado. - Para retornar a la posición inicial, se
presionan las manos hacia abajo, se levanta la cabeza y se
flexionan las piernas. Este ejercicio sólo tiene el
inconveniente de que el alumno, si lo realiza demasiado
rápidamente, puede introducirse algo de agua en la
nariz.
FLOTAR ENCOGIDO
- Estando de pie, se dobla el cuerpo hacia delante, se
encogen las piernas hasta que los brazos rodeen a las rodilla y
se toma el máximo de aire. - Como consecuencia de estos movimientos, la cabeza se
hunde en el agua y la cara esta muy próxima a las
rodillas. Se retiene el aire al máximo tiempo posible
mientras el cuerpo flota en esta extraña
posición. - Cuando no se resista más, se suelta el aire
por la nariz, se abren los brazos para que las piernas se
estiren y el cuerpo se eleva hasta recuperar la
posición.
Una vez el principiante ha realizado en suficientes
ocasiones estos ejercicios, se dará cuenta de que no
resulta tan difícil sostenerse en el agua.
EJERCICIOS RESPIRATORIOS
Estos ejercicios son fundamentales para la
natación, ya que facilitan el desarrollo de
la caja torácica, ayudando a la introducción de aire en los pulmones. La
práctica de ejercicios respiratorios puede comenzar en
edad muy tempana, por ejemplo, a los cinco años. Algunos
ejercicios respiratorios son:
- El nadador se sienta con las piernas rectas y
juntas. Los brazos estirados hacia arriba y las manos juntas
colocadas por detrás de la cabeza. Se inspira el aire,
siempre, por la nariz y al mismo tiempo se estiran el tronco
y los brazos. Se retiene un momento el aire y se expulsa
idénticamente por la nariz. Lentamente, se retorna a
la posición inicial. - Sentado con las piernas cruzadas y los brazos
levantados, de tal manera que las manos se toquen por la
punta en la nuca. Los codos están a la altura de los
hombros orientados hacia delante. Al tomar aire se ha de
inflar el pecho y hacer que los codos retrocedan. Cuando se
exhala, los codos retornan a su situación
anterior.
Autor:
JUNIOR RODRÍGUEZ BARREDA
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