Televisión escándalo

Introducción

Es menester, para comenzar este trabajo, intentar una
aproximación a la definición del término que
titula este trabajo ¿Por qué televisión
escándalo? Suele recurrirse a la expresión anterior
cuando los programas de
televisión del género
espectáculo, popularmente conocido como programas de
chimento, recurren a la exposición
de situaciones conflictivas de ciertos personajes de la
farándula, confrontando a las partes involucradas; a otras
personalidades que opinan, a favor o en contra de alguno de los
que están enfrentados, y algunos especialistas que
consideran el conflicto
desde sus disciplinas. Esta situación genera violentos
enfrentamientos en pos de captar la atención del espectador. Cito como ejemplo
el caso de Giselle Rímolo, quien no hubiera sido material
para estos programas sino fuera conocida por ser la pareja de
Silvio Soldán. En este caso sirve también para
ejemplificar una de las situaciones que exponíamos
más arriba, la de la
personalidad que realiza algún comentario sobre una de
las partes en conflicto, en este caso, Silvia Suller, ex pareja
de Soldán.

Podemos incluir bajo la misma denominación a los
Talk Show – como el de Lía Salgado o Moria Casan,
"Hablemos con lía" y "Contále a Moria"
respectivamente – programas que buscan generar situaciones
de discusión entre dos personas en conflicto. En estos
productos
audiovisuales también está la opinión de
terceros, conectados con los participantes o gente de la tribuna
que confronta con ellos, representando al publico que no
participa en la discusión, sino que solo aporta mensajes
vía telefónica.

Merecerán atención además, en
función
del estudio de la realidad los Reality Show. El
propósito de este trabajo es indagar en el porqué
de la existencia de estos programas; cuales son sus referentes
más directos; cual es su dinámica y cuales sus alcances.

Desarrollo

Hipótesis

Los medios masivos
de comunicación, en sus comienzos –
tomando como punto de partida el origen de la prensa –
tuvieron como objetivo
principal la formación, el entretenimiento y la información de su público, siendo el
pilar fundamental de su funcionamiento la publicidad. Con
el fortalecimiento del capitalismo y
el consiguiente surgimiento de la sociedad de
consumo, las
prioridades mencionadas pasaron a un segundo plano
transformándose ellas en pilares del objetivo principal,
la venta, sin dejar
de ser aquellas la pantalla de los verdaderos intereses de los
medios. Los productos mediáticos pasan a ser entonces un
bien de consumo que crea y atiende a las necesidades del
público en función de los intereses comerciales; se
vende para vender.

Pero no se agota en el interés
comercial el alcance de la "Televisión escándalo";
desde el análisis que Bourdieu hace en su libro "Sobre
la
televisión" – el cual utilizaré como
referencia en este trabajo – desde las cadenas se establece
que se puede decir y de que forma, lo que lo transforma en un
instrumento de mantenimiento
del orden simbólico. Trataré de demostrar entonces
que la "Televisión Escándalo" es una consecuencia
de lo hasta aquí expuesto.

Marco
teórico

Para poder
demostrar la hipótesis que enuncié en el apartado
anterior, me apoyaré en la Teoría
de los Campos; y en los conceptos de Cuota de Mercado, y
Aparato Ideológico del Estado,
desarrollados por Pierre Bourdieu en el libro que citara
más arriba.

Los
orígenes

Todo espectador es antes que nada un voyeur de las vidas
privadas, y cuanto más complejos son los conflictos en
los que están involucrados los personajes más
interés suscitan. La rutina cotidiana estimula esta
necesidad y su satisfacción se remonta a los años
de los radioteatro, historias espectaculares que escapaban a la
vida real pero cuyos personajes requerían presentar,
requisito fundamental de cualquier relato, características particulares que
permitieran identificarlos con los individuos de su entorno,
norma que se aplicaba también al marco espaciotemporal en
que estos personajes interactuaban.

Mucho antes el cine
había dado los primeros pasos al respecto. Con la llegada
de la televisión, los argumentos de los radioteatros se
trasladan a la telenovela para conmover a los nuevos espectadores
con historias fantásticas que los despegaban de su
realidad, sin dejar por ello de distinguir el grado de
ficción.

Por mucho tiempo este fue
el recurso más práctico, con relación a la
diferencia de costos entre el
medio televisivo – de acceso diario y masiva – y el
cine, pero más allá de las modificaciones en los
argumentos la formula se reiteraba. Ante las necesidades
comerciales de los medios televisivos por captar tele –
audiencia – en palabras de Bourdieu, "cuota de mercado"
– estos comenzaron a separarse de los códigos
éticos dominantes y estableciendo nuevos, que
cubrían las necesidades morbosas de los
espectadores.