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Revolución cubana




Enviado por aguantesoda



    1. Resumen
    2. Antecedentes.
    3. La enmienda
      Platt.
    4. El plan
      Moncada
    5. La guerrilla
    6. Santa Clara
    7. La Habana
    8. Actualidad
      cubana
    9. Conclusión
    10. Apéndice. Fidel
      Castro.
    11. El Che
    12. Bibliografía

    Resumen

    Esta monografía
    plantea el conflicto de
    Cuba con el
    dictador dispuesto por los Estados Unidos,
    Fulgencio Batista. Al correr de los años previos a la
    revolución, innumerables causas
    aturdían a los pobladores cubanos, reglas impuestas,
    tierra cedida
    para la conservación de la independencia,
    y un pueblo con ansias de liberación, que de no reaccionar
    terminaría siendo una colonia del neocolonizador, Estados
    Unidos.

    Tras desatar la Revolución, liderada por Fidel
    Castro, sus seguidores principales, Ernesto "Che" Guevara, su
    mano derecha, Camilo Cienfuegos, y el de mayor importancia, el
    pueblo, esgrimieron una serie de ataques premeditados y de cierta
    estrategia
    militar.

    Todo inicia cuando Fidel Castro llega a Cuba en una
    embarcación con una tripulación, se planea el
    ataque al cuartel de la Moncada y al de Bayamo, se incentiva al
    pueblo para apoyar a la Revolución; luego, tras la
    guerrilla, se logra llegar al control y
    derrocar al dictador.

    El objetivo de
    esta monografía es informar al lector sobre el desarrollo de
    la Revolución
    Cubana y analizar su eficiencia en la
    actualidad.

      Introducción

    En la historia de Cuba hay tres
    períodos de gran importancia, entre estos se puede
    encontrar el período colonial, comprendido entre los
    años 1510 y 1898; el segundo período, en el que
    Cuba enfrenta al neocolonialismo de los Estados Unidos, desde
    1898 hasta 1959, y por último el período actual de
    la revolución socialista. Teniendo en cuenta los dos
    últimos períodos mencionados podrían surgir
    diversos interrogantes, como por ejemplo: "¿fue o no
    beneficiosa la revolución?", "¿Hasta que punto fue
    beneficiosa la misma?" o "¿finalmente, la
    revolución fue un factor contraproducente para el actual y
    futuro desarrollo de la isla de Cuba?". Para hacer un análisis completo de la Revolución
    Cubana y definir la respuesta a estos interrogantes, se debe
    tener en cuenta a los tres por igual, sin descartar ninguno de
    los mismos. De acuerdo a mi manera de pensar la respuesta a este
    dilema se haya en los tres interrogantes, ya que no se puede
    definir a la Revolución Cubana como algo productivo, o por
    lo contrario, como algo contraproducente, sería disminuir
    algo tan importante, de tanto legado, hasta hacerlo
    insignificante como una simple cuestión de conveniencia.
    Cuando uno apela a la historia no se la puede manipular de tal
    forma, sino que se debe profundizar hasta analizarla en todo su
    esplendor, en todos sus aspectos.

    Dado todo esto, mi intención es analizar la
    eficacia de la
    Revolución Cubana, sin dejar de lado factores, incluyendo
    la mayor cantidad de hechos posibles, y partiendo de la investigación del tema, adentrarme en el
    mismo, y lograr la conclusión a la hipótesis.

    Para esto es necesario introducir al lector en lo que
    comenzaría a ser un factor detonante en la vida de un
    ciudadano cubano, desde el comienzo, y que en un momento
    decidió el futuro de ésta gente y de las futuras
    generaciones, es decir, la decisión de apoyar a los
    revolucionarios y hoy en día ser el único
    país comunista del hemisferio occidental.

      Antecedentes.

    En 1925 se funda el primer partido leninista de Cuba y
    de la Confederación Nacional Obrera de Cuba
    (C.N.O.C).

    El 4 de Septiembre de 1933 Fulgencio Batista, antiguo
    sargento – taquígrafo ascendido a coronel durante la
    revolución antimachadista, instaló en el poder,
    mediante un golpe militar, a una Pentarquía, a la que
    siguió el gobierno de Grau
    San Martín. La revolución parecía haber
    alcanzado sus objetivos:
    Grau llevó a cabo una política socialista,
    mientras las centrales azucareras eran ocupadas masivamente por
    los obreros. Pero la falta de coordinación entre las diversas fuerzas que
    habían derrotado a Machado favoreció el éxito
    del golpe militar de Batista, convertido en el nuevo hombre de
    confianza de los Estados Unidos, que derribó a Grau, en
    enero de 1934, e instaló en la presidencia al coronel
    Carlos Mendieta. La revolución había terminado, y
    sus últimos ramalazos fueron brutalmente sofocados por
    Batista (huelga general
    de 1935, muerte del
    líder
    guerrillero Antonio Guiteras). Aunque se habían conseguido
    algunas mejoras, como el reconocimiento de la jornada laboral de 8
    horas, la autonomía para la Universidad de La
    Habana y la derogación de la enmienda Platt.

    La enmienda
    Platt.

    Que en cumplimiento de la declaración contenida
    en la resolución conjunta aprobada en 20 de abril de mil
    ochocientos noventa y ocho, intitulada "Para el reconocimiento de
    la independencia del pueblo cubano", exigiendo que el gobierno de
    España
    renuncie a su autoridad y
    gobierno en la isla de Cuba, y retire sus fuerzas terrestres y
    marítimas de Cuba y de las aguas de Cuba y ordenando al
    Presidente de los Estados Unidos que haga uso de las fuerzas de
    tierra y mar de los EE.UU. para llevar a efecto estas
    resoluciones, el Presidente, por la presente, queda autorizado
    para dejar el gobierno y control de dicha isla a su pueblo, tan
    pronto como se haya establecido en esa isla un Gobierno bajo una
    Constitución, en la cual, como parte de la
    misma, o en una ordenanza agregada a ella se definan las futuras
    relaciones entre Cuba y los EE.UU. sustancialmente, como
    sigue:

    1.- Que el Gobierno de Cuba nunca celebrará con
    ningún Poder o Poderes extranjeros ningún Tratado u
    otro convenio que pueda menoscabar o tienda a menoscabar la
    independencia de Cuba, ni en manera alguna autorice o permita a
    ningún Poder o Poderes extranjeros, obtener por
    colonización o para propósitos militares o navales,
    asiento en o control sobre ninguna porción de dicha
    isla.

    2.- Que dicho gobierno no asumirá o
    contraerá ninguna deuda
    pública para el pago de cuyos intereses y amortización definitiva, después de
    cubiertos los gastos corrientes
    del Gobierno, resulten inadecuados los ingresos
    ordinarios.

    3.- Que el Gobierno de Cuba consiente que los Estados
    Unidos puedan ejercitar el derecho de intervenir para la
    conservación de la independencia cubana, el mantenimiento
    de un Gobierno adecuado, para la protección de vidas, la
    propiedad y
    libertad
    individual y para cumplir las obligaciones
    que, con respecto a Cuba, han sido impuestas a los EE.UU. por el
    Tratado de París y que deben ahora ser asumidas y
    cumplidas por el Gobierno de Cuba.

    4.- Que todos los actos realizados por los Estados
    Unidos en Cuba durante su ocupación militar, sean tenidos
    por, válidos, ratificados y que todos los derechos legalmente
    adquiridos a virtud de ellos, sean mantenidos y
    protegidos.

    5.- Que el Gobierno de Cuba ejecutará  y en
    cuanto fuese necesario cumplirá con los planes ya
    hechos y otros que mutuamente se convengan para el saneamiento de
    las poblaciones de la Isla, con el fin de evitar el desarrollo de
    enfermedades
    epidémicas e infecciosas, protegiendo así al pueblo
    y al comercio de
    Cuba, lo mismo que al comercio y al pueblo de los puertos del Sur
    de los Estados Unidos.

    6.- Que la Isla de Pinos será  omitida de
    los límites de
    Cuba propuestos por la Constitución, dejándose para
    un futuro arreglo por Tratado la propiedad de la
    misma.

    7.- Que para poner en condiciones a los EE.UU. de
    mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la
    misma, así como

    para su propia defensa, el Gobierno de Cuba vender 
    o arrendar  a los EE.UU. las tierras necesarias para
    carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados
    que se convendrán con el Presidente de los
    EE.UU.

    8.- Que para mayor seguridad en lo
    futuro, el Gobierno de Cuba insertar  las anteriores
    disposiciones en un tratado permanente con los Estados
    Unidos.

    El apéndice constitucional, bajo ultimátum
    norteamericano, fue aceptado por la Convención cubana en
    la sesión del 12 de junio de 1901.

    El poder extraño que expulsó a
    España se colocó en su lugar. La Enmienda Platt
    legalizó con ropaje jurídico ese poder
    ilegal.

    Esta especie de Constitución que tenía
    como principal objetivo mostrar las ventajas que ejercía
    Estados Unidos sobre la Isla de Cuba, y que decía que
    EE.UU. defendería la independencia de la misma, no era
    nada más que la prueba de un simple reglamento que
    debería obedecer Cuba para conservar su independencia; la
    clara explicación de las reglas que debía obedecer
    la "colonia". Porque la palabra colonia, nada más y nada
    menos porque la condición para conservar la
    "independencia" era suministrarle a Estados Unidos las tierras
    necesarias para carboneras o estaciones navales, que obviamente
    serían ubicadas de acuerdo a las preferencias del
    presidente de EE.UU. Estados Unidos tenía el derecho de
    intervenir convenientemente de acuerdo a sus necesidades. De
    aquí nace el principio neocolonial de los Estados
    Unidos

    El país se encontraba bajo el entero control de
    Batista, que era apoyado incondicionalmente por los Estados
    Unidos. En 1935 el 25% de la población era analfabeta, y la misma cifra
    correspondía a la población activa que se
    encontraba en una situación de paro permanente; a ello
    contribuyeron el decrecimiento de la inversiones
    estadounidenses y la reducción de la cuota de exportación de azúcar
    a los Estados Unidos. Tan solo un considerable desarrollo
    demográfico pudo compensar el cese de la inmigración y, en el año 1940, Cuba
    alcanzó una cifra de 4.778.583 habitantes. La crisis solo
    fue superada por la prosperidad que se originó a
    raíz de la Segunda Guerra
    Mundial. La alianza mundial de los países socialistas
    y capitalistas contra las potencias del Eje repercutió en
    la política interna de Cuba. La suavización de las
    formas de
    gobierno se evidenció con la promulgación de la
    Constitución de 1940, y Batista, transformado en el
    portaestandarte del antifascismo, fue elegido presidente con el
    apoyo de los comunistas, encuadrados desde 1938 en el Partido
    Socialista Popular; en diciembre de 1941, Cuba declaró la
    guerra a las
    potencias del Eje. En los años posteriores el movimiento
    obrero se extendió considerablemente, pero su dirección pasó a manos de
    líderes reformistas que supieron aprovechar con habilidad
    las ventajas de la expansión económica originada
    por los altos precios de
    guerra. Los principales focos de oposición a Batista se
    localizaban en los sectores de clase media encuadrados en el
    Partido Revolucionario Auténtico, cuyo dirigente, Grau San
    Martín, triunfó en las elecciones de 1944. Batista
    aceptó su derrota, y sus partidarios fueron apartados de
    los altos cargos del ejército por Grau, que a partir de
    1947 inició una política de represión contra
    el movimiento obrero comunista (dentro de ésta se halla el
    asesinato del líder azucarero Jesús
    Menéndez). Al mismo tiempo, la
    prosperidad azucarera acarreó una vuelta a la corrupción, contra la que lucho el Partido
    Ortodoxo, movimiento cívico de oposición, fundado
    en 1946 por Eduardo R. Chibás. La presidencia de Carlos
    Prío Socarrás, elegido en 1948, se
    caracterizó por un decisivo alineamiento con la
    política internacional de los Estados Unidos y el aumento
    de los vicios administrativos del período anterior. El
    suicidio de
    Chibás, ocurrido en agosto de 1951, provocó una
    campaña de protesta nacional, y sus repercusiones hicieron
    prever el éxito de los ortodoxos, apoyados por el PSP, en
    las próximas elecciones. Batista se anticipó a
    ellas mediante un golpe militar con el apoyo estadounidense (10
    de marzo de 1952) e inició su último período
    de gobierno, instaurando un régimen dictatorial: la
    Constitución de 1940 fue suspendida, y los partidos
    políticos, disueltos. El 47% de las tierras cultivadas
    pertenecía a las grandes compañías
    estadounidenses, la tasa de analfabetismo
    alcanzaba un 23% de la población, y el constante
    crecimiento demográfico iba repercutiendo en un fuerte
    desempleo. La
    vanguardia de
    la oposición popular a Batista la constituían los
    universitarios de la Habana, en su mayoría influidos por
    la doctrina ortodoxa. Uno de ellos Fidel Castro, dirigió
    un ataque al cuartel de Moncada…

    La situación que azotaba al pueblo cubano era
    insostenible, tanto las tasas de analfabetismo, como la baja en
    las exportaciones de
    azúcar; que culminarían con éxodos a gran
    escala. La
    extrema pobreza de sus
    campos debía convivir con la burguesía del
    azúcar y del tabaco, que en
    estos momentos, atravesaba un gran descenso en las ventas.
    ¿Tal vez éstas fueron algunas de las causas que
    impulsaron al pueblo a seguir a los revolucionarios? Tal vez
    sí, además de la casi ininterrumpida serie de 30
    años de gobiernos autoritarios, y de la intensa
    explotación estadounidense del territorio cubano para
    turismo, prostitución y uso de casinos.

    (Bibliografía de Fidel Castro en
    apéndice)

    El plan
    Moncada

    Los combatientes que asaltaron los cuarteles Moncada y
    el de Bayamo, inauguraron con sus acciones la
    alternativa revolucionaria, porque estuvieron guiados por un plan
    y una concepción política, ideológica y
    militar idónea para transformar las realidades cubanas de
    los cincuenta hacia derroteros antiimperialistas y
    anticapitalistas. Y porque el nuevo proyecto se puso
    a prueba en dos hechos en los cuales se desplegó una
    organización revolucionaria que
    actuó desde fuera y contra el sistema y, a la
    vez, al margen de los estereotipos ideológicos, de los
    enfoques políticos y de las formas de lucha y de
    organización predominantes en la izquierda del
    continente.

    Cuba era en 1952-1953, un escenario potencial formidable
    para enfrentar por medio de las armas al
    dictador, y esa circunstancia moral,
    política y psicológica fue crucial para el origen
    del Moncada y también para el despuntar del líder
    revolucionario.

    Según idealizaciones de Fidel Castro, los
    combatientes que lo seguían debían apoderarse de
    los dos cuarteles, Moncada, segundo del país y el de
    Bayamo, entregar las armas al pueblo, invitar a los soldados a
    unirse al movimiento insurgente y adoptar las primeras medidas de
    beneficio social. Con ello estarían bajo el control de los
    revolucionarios dos ciudades estratégicas que
    facilitaría poner en pie de guerra a Oriente y conmocionar
    al resto de Cuba. Una vez consolidadas las posiciones, de esa
    provincia se desataría una nueva invasión hacia
    occidente que partiría de Sierra Maestra. Un dato clave
    del plan era la confianza que Fidel y sus compañeros
    depositaron en el descontento de la población, debido a la
    crisis acumulada que exacerbó el golpe militar: "si el
    Moncada hubiera caído en nuestras manos, hasta las mujeres
    de Santiago de Cuba habrían empuñado las armas". El
    análisis correcto de aquellas realidades les
    permitía lograr desde el principio la incorporación
    de la gente a la lucha, aspecto que todos sabían y
    consideraban vital para el despegue y avance del proceso
    revolucionario. Moncada y Bayamo representaban el detonante de la
    lucha popular.

    A todo esto, no se buscaba influenciar a la gente con
    falsas promesas, no se le diría al pueblo "les vamos a
    dar", sino que se les diría "luchen con todas sus fuerzas
    para poder llegar a la libertad y a la felicidad". Por todo ello
    el asalto a Moncada sería el comienzo del proceso
    revolucionario y no un fin en sí mismo. Los "moncadistas"
    no pretendían su unión con el pueblo, pero
    éste, humilde y engañado, era susceptible de
    incorporarse hasta tanto no creyera en algo o alguien o bien en
    "si mismo". Buscaron con la brecha del 26 de julio, abrirle a la
    gente la vía de su propia emancipación.

    El Moncada fue el hecho histórico y como tal
    quedó inscrito en la dinámica real que provocó su impacto
    en la vida política cubana. Sus valores tienen
    alcances ambiciosos para la unión del pueblo:
    mostró aún más crudamente el talante
    reaccionario y criminal de la dictadura;
    surgió de allí el núcleo de la nueva
    fuerza
    revolucionaria y el líder que conduciría
    después al pueblo por el camino acertado que abrió
    el 26 de julio.

    La
    guerrilla

    La expedición será  un fracaso desde
    el punto de vista militar. Castro informará a Frank Pais,
    el dirigente del Movimiento 26 de julio en Santiago de Cuba, que
    el Granma iba a desembarcar en Playas las Coloradas, el 30 de
    noviembre (Fidel Castro, con sus ansias de volver a Cuba, compra
    un yate que se apodaba "El Granma", con el que cargaría a
    un total de 82 personas, siendo el límite del yate de 20
    tripulantes). Pais se comprometerá a organizar para dicha
    fecha manifestaciones de protesta en la capital
    oriental de la isla. Sin embargo, el yate con los 82 ocupantes se
    equivoca de ruta y su travesía sufre retrasos a causa de
    las condiciones atmosféricas. Sólo llegará a
    la costa cubana el 2 de diciembre, cuando ya la policía
    había reprimido la protesta de Santiago. Por su parte,
    ejército y aviación se encontrarán en la
    zona de Niquero en donde tuvo lugar el desembarco. El 5 de
    diciembre el ejército sorprenderá a los
    revolucionarios en la localidad de Alegría de Pío:
    fue una matanza. Sólo se salvaron 15 rebeldes, que se
    vieron obligados a separarse para escapar de los militares. Entre
    los supervivientes se encontraba Gino Doné Paro, un ex
    partisano italiano que desde Cuba se había unido al
    grupo de los
    revolucionados en México.
    Doné Paro logró alcanzar Santa Clara para partir,
    algunos meses más tarde, con rumbo a Estados
    Unidos.

    Mientras tanto en La Habana, el gobierno de Batista
    estaba convencido de haber acabado con la insurrección y
    aseguraba que entre los muertos podía estar también
    el propio Fidel Castro. Los periódicos mexicanos
    anunciaron que Guevara había corrido también la
    misma suerte. Parecía que el Movimiento 26 de julio –
    así como ya sucedió en 1953 en el intento de asalto
    del cuartel militar Moncada de Santiago- había quedado
    condenado al fracaso. Sin embargo, una entrevista
    concedida al corresponsal del New York Times, Herbert Matthews,
    en febrero de 1957 revelar  a la opinión
    pública cubana e internacional que "el comandante en
    jefe", Fidel Castro, no sólo está vivo
    todavía sino que incluso está reorganizando su
    movimiento en una auténtica guerrilla a lo largo de los
    valles y los bosques de la Sierra Maestra.

    Durante algunos días no lograrán verificar
    si también el Che se encuentra o no entre las
    víctimas. Por el contrario, Ernesto logró salvarse:
    sólo sufrió una herida leve en el
    cuello.

     Santa
    Clara

    Será en la guerrilla donde crecerá la
    amistad y la
    estima entre Guevara y Camilo Cienfuegos. Ellos serán los
    que, durante los últimos días de diciembre de 1958,
    conducirán la ofensiva decisiva hacia la región de
    Las Villas, de la que es capital Santa Clara, en el centro de la
    isla. Un mes antes el Che había conocido a Aleida March,
    una muchacha de 24 años dirigente del Movimiento 26 de
    julio en la ciudad de Santa Clara. Entre los dos nació muy
    pronto un flirt destinado a perdurar en el tiempo. Después
    de la conquista de dicha localidad, que comenzó el 29 de
    diciembre (el ejército de Batista se rindió tras
    los primeros enfrentamientos), Guevara y Cienfuegos
    recibirán la orden de Fidel de marchar hacia La Habana. La
    noche de Nochevieja, Batista comunicará a sus
    colaboradores su decisión de abandonar la isla: lo
    hará  a las tres de la madrugada del 1 de enero. El
    día después, el Che se dirigirá hacia la
    capital cubana junto con Cienfuegos. El primero es rudo e
    inconstante; el segundo usa el típico humor cubano para
    ironizar sobre la vida de guerrillero. Estos dos caracteres tan
    diferentes se saldarán en una profunda relación de
    amistad. Cuando Castro llegó a La Habana, el 8 de enero de
    1959 – después de haberse atravesado toda la isla
    partiendo desde Santiago de Cuba- sólo era el "Comandante
    en jefe" del Ejército rebelde pero su nombre ya se
    había hecho famosísimo en todos los rincones de
    Cuba. Alrededor de Castro y de su movimiento se coalizaron el
    Partido Socialista Popular (PSP), de orientación
    comunista, y el Directorio, el grupo formado en su mayor parte
    por estudiantes e intelectuales que en marzo de 1957 ya
    había intentado asaltar el palacio presidencial de Batista
    en La Habana.

    En las entrevistas y
    declaraciones concedidas en la Sierra Maestra, Castro se
    había limitado a hablar de libertad y justicia
    social. Había rechazado muchas veces la etiqueta de
    "comunista" limitando sus relaciones con el PSP a la unidad
    alcanzada en la fase final de la guerrilla después de
    haber tenido no pocos roces con los dirigentes de dicho partido
    sobre los métodos de
    lucha que había que poner en marcha para acabar con la
    tiranía de Batista. La revolución del Movimiento 26
    de julio, en el momento de la victoria, se limitó a pedir
    el final de cualquier interferencia en la vida política de
    la isla. Sólo más delante, Fidel se
    convertirá en un convencido anti – Estados Unidos,
    identificando con dicho país la perpetuación del
    neocolonialismo económico y político sobre América
    Latina y el Tercer Mundo.

    La
    Habana

    Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos serán los
    primeros comandantes de la revolución que entrarán
    en La Habana el día de Año Nuevo de 1959.
    Cienfuegos era un cubano de origen humilde, que tuvo que emigrar
    a Estados Unidos en donde se vio obligado a trabajar como
    camarero para sobrevivir. En la guerra ganó gloria y fama.
    Sin embargo, Guevara era el que levantaba la curiosidad general,
    ejerciendo además una especie de encanto. Guevara era
    argentino, nunca había vivido en Cuba antes de la
    expedición del Granma. Era el que tenía más
    influencia e ideales políticos y además era el
    único que había leído algunos textos
    clásicos del marxismo.
    Sólo Raúl Castro, el hermano menor de Fidel y
    "comandante del frente oriental" de la revolución,
    alimentaban simpatías parecidas a las de Guevara debido a
    su pasada adhesión a las juventudes comunistas y a un
    viaje realizado por los Países del Este de Europa. Fidel
    Castro, en cambio, era un
    político pragmático y no ideológico, fruto
    de los movimientos nacionalistas cubanos: había sido el
    líder de las luchas estudiantiles en la Habana, brillante
    abogado y militante del Partido Ortodoxo, pero no se le
    podía encuadrar desde el punto de vista de su
    visión política. La llegada a La Habana de Guevara
    no hizo más que consagrar el papel de este
    último como líder del Movimiento 26 de julio si
    bien el "líder máximo" seguía siendo Castro.
    Al Che le esperará la tarea de tomar la ciudad en
    consigna. Lo hará estableciendo su cuartel general en La
    Cabaña, una antigua fortaleza que domina el mar, situada a
    la entrada de la bahía de la capital y que en el pasado ya
    había servido como refugio de españoles, ingleses y
    de todos aquellos que querían controlar el acceso a la
    capital a través del mar.

    Actualidad
    cubana

    A casi 40 años de la Revolución, Cuba que
    había mantenido una estrategia económica basada en
    gran medida en las relaciones con el campo socialista y
    especialmente con el gran Estado
    multinacional que era la Unión Soviética, al
    desintegrarse la misma, Cuba sufrió una extraordinaria
    afectación de su comercio. Agregado a esto, el bloqueo
    económico impuesto por los
    Estados Unidos.

    Pero a pesar de estos principales inconvenientes que
    sufre actualmente la Isla de Cuba, el Estado ha
    tratado de contrarrestar con las armas a su alcance. Los
    principales productos de
    exportación son el azúcar, el níquel,
    pescado y mariscos, ron, café,
    tabaco y mármoles. También se han desarrollado en
    materia de
    medicina, por
    ejemplo, varias vacunas y
    tratamientos provienen de Cuba y luego se exportan al resto del
    mundo, como es el caso de la vacuna antimeningocóccica y
    contra la hepatitis B.
    La
    educación es otro punto donde el Estado ha enfatizado
    mucho, en 1958, el 23,6% de la población era analfabeta,
    desde 1988, ese porcentaje está por debajo del 1,5%. La
    población recibe asistencia social, es decir, en caso de
    estar necesitado, tanto de hogar, de alimentos como
    muchas cosas más, el Estado provee de éstas
    necesidades sin problema alguno.

    Pero hay una realidad que no debe dejarse pasar por
    alto, a pesar de los beneficios que el Estado brinda a su
    población, ésta, en gran parte, se encuentra
    disconforme. Las pruebas
    irrefutables son claras, cientos de balsas cubanas han intentado
    escapar de Cuba con destinos a México y EE.UU., a la vez,
    muchas han fracasado en el intento, y muchas de las que lograron
    su objetivo son rechazadas al intentar traspasar
    fronteras.

    Está aquí la cuestión que debe
    solucionar el Estado, cuando a pesar del bloqueo
    económico, y con las ventajas que el Estado puede brindar,
    éste debe intentar contentar a la gran mayoría, y
    así seguir adelante.

      Conclusión

    El pueblo cubano, un pueblo luchador, que con ansias de
    liberación de los dictadores y las imposiciones de los
    Estados Unidos, logró su independencia ha sido uno de los
    grandes ejemplos del patriotismo. A pesar de haber volcado su
    política al comunismo, mucha
    gente en Latino América
    estima la obra y el coraje de la Revolución. ¿Por
    qué coraje?, nada más y nada menos por que se
    enfrentaban con una potencia como
    EE.UU.

    Pero, el eje principal, la hipótesis, si la
    Revolución ha sido algo eficaz para la formación
    del pueblo cubano, es algo que a mi entender puede ser una
    derivación. De acuerdo a los puntos de vista que se
    analice a la Isla de Cuba se podrá encontrar la respuesta,
    es decir, si tenemos en cuenta que Cuba tuvo décadas de
    estabilidad durante la existencia de la Unión
    Soviética, podríamos entender a la
    Revolución como un acto acertado, una decisión bien
    tomada. Por otra parte, al caer la U.R.R.S., y con el bloqueo
    económico que sufre Cuba en la actualidad, es
    inconveniente mantener un régimen comunista.

    A pesar de la mala situación que atraviesa el
    pueblo cubano, y con esto concluyo, a mi parecer se hizo lo
    correcto, la obra de Fidel y el Ché, fue acertada, porque
    que pueblo soporta ser manipulado por conquistadores y
    colonizadores, labrar la tierra,
    trabajarla y hacerla rendir frutos para otros, ver su tierra en
    manos de otros. Igualmente, creo que el Estado cubano
    debería revisar cuales son las metas a corregir para que
    la integridad de la población rinda tributo a su
    nacionalidad.

    Apéndice

    Fidel Castro.

    Fidel Castro Ruz nació el 13 de Agosto de 1926 (algunas fuentes dan 1927), en una granja en el municipio de Mayari en la provincia de Oriente. Asistió a buenas escuelas Católicas en Santiago de Cuba y Habana, donde tomó el régimen espartano en una escuela Jesuita, Colegio de Belén. En 1945 entró en la Universidad de la Habana, graduándose con un titulo en leyes en 1950. Se casó con Mirta Diaz-Balart en 1948, pero se divorciaron en 1954. Su hijo, Fidel Castro Diaz-Balart, nacido en 1949, ha servido como cabeza de la comisión de energía atómica de Cuba. Fidel Castro Ruz fue miembro del partido social-democratico Ortodoxo a finales de 1940 y comienzo de 1950, Castro fue un temprano y vocal oponente de la dictadura de Fulgencio Batista. El 26 de Julio de 1953, Castro liderizó un ataque contra el cuartel Moncada del ejercito que falló pero que lo llevó a la prominencia. nacional. En esta fecha, sus ideas políticas eran nacionalistas, antiimperialistas, y reformistas; el no fue miembro del Partido Comunista Luego del ataque al Moncada, Castro fue enjuiciado y sentenciado a 15 años de prisión, pero fue sobreseido en 1955. Entonces se fue al exilio en México, donde fundó el "Movimiento 26 de Julio", proclamando el retorno a Cuba para luchar contra Batista. En Diciembre de 1956, el y otros 81, incluyendo al Ché Guevara, retornaron a Cuba y lograron llegar a la Sierra Maestra, desde la cual lanzaron una exitosa guerra de guerrillas. Castro se probó a sí mismo como un fuerte líder; también demostró amplio nivel político, convencido que tenía un deber histórico para cambiar el carácter de la sociedad

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    Cubana. Viendo el colapso de su ejército, e
    incapaz de contar ya con el apoyo de los Estados Unidos, Batista
    huyó el 1 de Enero de 1959, triunfando así la
    Revolución Popular, triunfando así el glorioso
    pueblo cubano.

    El Che

    Ernesto Guevara de la Serna (Comandante
    «Che» Guevara), nace un 14 de Junio en la ciudad de
    Rosario – Argentina. Desde
    joven se dedica a viajar para conocer su país y el
    continente. Viaja en su famosa moto a Chile y
    Perú. Luego viaja hasta Venezuela y
    por azares del destino llega a conocer Estados Unidos, Miami.
    Todo esto antes de 1952.

      En Agosto de 1953 lo encontramos en la ciudad de
    La Paz – Bolivia donde
    permanece por algo más de un mes. Parte para Guatemala
    donde asiste a la caída de Arbens. Este acontecimiento
    marca a
    Ernesto Guevara para toda su vida, porque participa activamente
    en la oposición al gobierno que se impone en Guatemala y
    es exiliado a México, allí conoce a Fidel y se
    embarca en la gran aventura cubana…

     El año 67', diez años después
    y luego de haber dado lo mejor de sí a la
    revolución cubana triunfadora, así como a las
    luchas de liberación de los pueblos africanos, lo descubre
    en Bolivia, una ves más dispuesto, como siempre, "a darlo
    todo por los que nada tienen". Lo demás de su vida, hasta
    su inmolación, un 9 de octubre de 1967, es conocido en
    parte y será esclarecido durante los días del
    Encuentro en algunas de las mesas de reflexión del
    mismo.

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    Agradecimientos:

    • Al pueblo cubano en general, y a la muy buena
    gente que me atendió una tarde en la "Casa de la Amistad
    entre Cuba y Argentina", que me brindó su tiempo y puso a
    mi disposición la gran mayoría de la
    bibliografía que compone esta
    monografía.

    • También otro cordial agradecimiento a mi
    profesora de historia Marina que me guió durante la
    formación de esta monografía.

      BIBLIOGRAFÍA

    Alfonso Hernández, Carmen R., 100 Preguntas y
    respuestas sobre Cuba, Editorial Pablo de la Toniente, La Habana,
    1996.

    Guevara, Ernesto, Pasajes de la Guerra Revolucionaria,
    Editorial de Ciencias
    Sociales, La Habana, 1985.

    Leal Spengler, Eusebio, Breves apuntes de la historia de
    Cuba, La Habana, 1987.

    Alfonso, Ramón M.,
    El problema político actual y la Enmienda Platt, Imprenta
    de Francisco Xiqués, La Habana, 1901.

    Armas, Ramón de, La Revolución propuesta,
    Editorial de Ciencias
    Sociales, La Habana, 1975.

     

     

    Fernando Bustos

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