Indice
1.
Introducción
2. Marco
teórico
3. Hipótesis
4. Dialogo del estado de la
cuestión
5. Desarrollo
6. Conclusiones
El presente trabajo intentará mostrar la realidad
de la Cuenca Matanza – Riachuelo, más
específicamente su trayecto final desde Puente La Noria
hasta su desembocadura en el Río de la Plata, el cual
presenta un alto grado de deterioro y contaminación en los cursos de
agua con su
consecuente degradación del medio ambiente
en general y la calidad de
vida de sus habitantes, punto éste que ha llegado a
límites
impensados e inaceptables por su gravedad.
El problema ambiental emerge como el de más urgente
necesidad de solución a la vez que es importante la
acción participativa de la comunidad en la
búsqueda de soluciones y
de propuestas para un desarrollo
sustentable que, considero, se refuerza en esta acción
mediante un trabajo de investigación minucioso y lo más
fiel posible para lograr, a la vez, una mejor comprensión
y amplio conocimiento
acerca del tema en cuestión, al tiempo que lograr
la formación de una conciencia de
pertenencia a la Cuenca y del compromiso de todos los sectores de
la sociedad,
fundamentalmente empresario y gubernamental para lograr la
reversión de la grave situación ambiental de la
cuenca, en especial de su trayecto final, el Riachuelo que
alcanza los niveles más críticos y tiene
consecuencias directa sobre la calidad de vida
de los habitantes de la zona ya que años de imprudencia,
abandono y descuido han convertido al río y a su zona de
influencia en un tejido enfermo, más bien en el intestino
de la ciudad donde se vuelcan y luego evacuan todo tipo de
desechos.
La cuenca baja y media del Río Matanza –
Riachuelo se caracteriza por una fuerte concentración de
industrias y
viviendas asentadas sin planificación o con una
planificación y ordenamiento deficiente, así como
la proliferación de villas de emergencia. Esto, sumado a
lo expuesto anteriormente, ha ocasionado un gran deterioro
ambiental al punto de sobrepasar los límites de tolerancia por lo
que es de hora de tomar plena conciencia de la gravedad del caso
y comenzar el arduo trabajo de la recomposición ambiental,
dejando de lado promesas difíciles de cumplir y trabajando
en pos de un desarrollo
sustentable que nos permita alcanzar un mejor nivel en la calidad
de vida.
Desde una perspectiva ambientalista existe una creciente
preocupación por la calidad de vida de los hombres y su
relación con el entorno, entendiendo a este último
como el medio físico y natural indispensable para el
desarrollo de vida tanto animal como vegetal y en el cual
el hombre
está inserto haciendo uso de su capacidad productiva y
"destructiva" de los elementos físicos que le brinda la
naturaleza.
La concepción ecológica pone en cuestión una
cierta idea de lo que es la ciencia,
entendida como un conjunto de disciplinas separadas unas de
otras, el químico estudia el comportamiento
de las sustancias en el agua, el
sociólogo estudia la conducta de
ciertos grupos humanos,
pero la
contaminación ¿es un problema químico o
un problema social? ¿Podría llegar a ser las dos
cosas? (Brailowsky, 1992).
Por otro lado, desde la geografía existen dos
perspectivas íntimamente ligadas a la calidad del medio
ambiente y la
relación que se establece entre éste y el hombre, ellas
son: la Geografía del Bienestar y la Geografía
Ecologista. En la primera el hombre deja de ser parte de la
naturaleza y se convierte en un sujeto que decide sobre ella y
trata de aprovechar sus recursos
regionalmente para lograr la equidad basada en el bienestar tanto
desde una visión economicista como en cuanto a la calidad
de vida queriendo mejorar la situación global de los
hombres abordando las problemáticas sociales y
ambientales, mientras que la segunda constituye una
desviación de la geografía radical en la que se
hacía énfasis en las desigualdades materiales
pero ahora, desde una visión ecologista, hace
hincapié en las problemáticas
ambientales.
Cuando hablamos de contaminación
ambiental hacemos referencia a una alteración "nociva"
de ciertos elementos vitales que nos ofrece la naturaleza madre,
por acción directa o indirecta del hombre que actúa
sobre ella, tales como el aire, el agua, el
suelo y su
consecuente repercusión sobre los ecosistemas en
su conjunto. Una definición de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el
agua está contaminada cuando su composición y
estado
están alterados de tal modo que ya no se reúnen las
condiciones adecuadas al conjunto de utilizaciones a las que se
hubiera destinado en su estado natural.
La problemática de la contaminación del
medio ambiente en el Gran Buenos Aires
está estrechamente vinculada con las causas y modo que
signaron su crecimiento. Hasta la segunda mitad de la
década del '30, con excepción de las áreas
colindantes con el Riachuelo, donde desde antaño se
habían ubicado los establecimientos de la industria de
la carne, la contaminación era escasa y el medio ambiente
se inscribía en un marco ecológico aceptable. En
esa época, antes y durante la Segunda Guerra
Mundial, comienzan a instalarse talleres industriales para el
mantenimiento
y sustitución de importaciones de
productos de
consumo que
antes eran provistos por los países en guerra.
El proceso de
instalación de industrias fue desarrollándose con
un crecimiento exponencial sin una planificación al
respecto, las políticas
crediticias accesibles que luego la inflación
transformó en gratuicidad, alentaron dichas instalaciones
industriales ya que los créditos fueron otorgados sin más
que una garantía prendaria y la demostración de una
real actividad productiva sin demasiado control. No hubo
orientación económica de las líneas de
crédito
en función
a objetivos
planificados de desarrollo integral, sectorial o regional. En
síntesis, se instalaron industrias que se
ubicaron según las pautas individuales de conveniencia de
sus propietarios, próximas a cursos de agua donde
descargar sus efluentes.
Como todos sabemos, la vida comienza en el agua, esta a su vez,
es el disolvente universal de las sustancias químicas, es
su medio de transporte y
es la materia
principal de la cual se componen los seres vivientes ya que la
mayor parte de nuestro es agua y cada uno de nosotros puede decir
de que río o de que fuente subterránea proviene esa
agua que nos conforma, por lo tanto queda claro que lo que le
ocurre a ese río terminará pasándonos a
nosotros mismos (Brailowsky, 1992).
Además, los niveles políticos no
comprenden todas las implicancias de los problemas
hídricos, se trata de inversiones
muy grandes y es frecuente preguntarse si son prioritarias frente
a otros gastos y, por
otro lado, la realidad nos demuestra que se prefiere invertir en
infraestructura, por ejemplo autopistas, ya que el dinero
invertido en ellas parece recuperarse mediante el cobro de peaje,
y el que se gasta en saneamiento parece considerarse como perdido
(Pescuma y Guaresti, Problemas
ambientales en ciudades argentinas). Asimismo, la
única forma racional de manejar el agua y de controlar su
calidad y estado es tomando como unidad la cuenca hídrica,
es decir, el río, el conjunto de sus afluentes y los
terrenos que desaguan en ellos. De este modo se puede ver que
caudal hay disponible para abastecimiento, cual es su capacidad
para autodepurar contaminantes y que tipos de actividades pueden
autorizarse, que sean mutuamente compatibles.
Por otro lado, los municipios aparecen impotentes frente
a los síntomas de degradación ambiental, en primer
lugar como consecuencia de la crisis carecen
de capacidad de inversión y además, parece ser que,
siguen atados a una concepción ingenieril volcada a
grandes emprendimientos y no a las pequeñas acciones
(Pescuma y Guaresti, Problemas ambientales en ciudades
argentinas). Además pareciera ser que existen carencias en
la legislación nacional sobre cuestiones ambientales al
mismo tiempo que una marcada ausencia normativa referida a la
protección del medio ambiente. En el desarrollo del
presente trabajo veremos, entre otras cuestiones, si los
gobiernos locales cuentan con un marco legal que les permita
accionar a favor de la protección del ambiente.
Debería también contemplarse la diferencia
existente entre los conceptos de federalismo y
descentralización ya que un análisis exclusivamente jurídico,
que muestra el grado
de autonomía legislativa de las provincias en materia del
manejo de los recursos
naturales, conduciría a la conclusión de que el
monopolio de
estos temas no lo tiene el gobierno
nacional.
Una política
ambiental entendida como una búsqueda de reversión
de la realidad actual implica gastos, subsidios e inversiones,
además de personal adecuado
y, muchas veces, de cambios institucionales y de la
promulgación de una legislación marco. Esto
requiere un cambio de
prioridades en los recursos económicos a favor del medio
ambiente y la crisis económica no puede servir de excusa
para soslayar la necesidad de actuar sobre los problemas
ambientales. Sin embargo, aún con una política
deficiente, existen instrumentos valiosos ya que tanto a nivel
municipal, provincial y nacional existe una legislación
que pena la evacuación de desechos industriales sin
tratamiento previo; no obstante el vuelco de estos efluentes
industriales sigue siendo indiscriminado contribuyendo a
contaminar cada vez más las aguas del Riachuelo.
Una de las constantes de las ciudades latinoamericanas y
argentinas es el hecho de estar atravesadas por uno o más
cursos de agua, la mayor parte de estos cursos tienen un algo
grado de contaminación como resultado de la actividad
industrial no controlada por el vuelco indiscriminado de
efluentes cloacales sin tratamiento previo, éstos han sido
considerados los factores más importantes de la
contaminación de la cuenca Matanza – Riachuelo junto con
las descargas industriales y la actividad portuaria.
Cabe destacar que los problemas ambientales impactan
particularmente sobre los sectores de menores recursos, son los
pobres los que generalmente sufren las consecuencias en mayor
medida, esto indicaría además que la
solución de la mayor parte de los problemas ambientales
están estrechamente vinculados con la satisfacción
de las necesidades básicas de la población. Esta situación nos
conduce a la discusión acerca del "costo
económico" y del "costo social" como conceptos
difíciles de compatibilizar en el campo del desarrollo
sostenible. En general, y más en épocas de
crisis, la industria se escuda detrás del alto costo
económico que tiene la protección del medio
ambiente, por lo que en vez de internalizar este factor en los
costos de
producción, se internaliza en forma de
contaminación, generando un nuevo costo social para la
población que lo paga en forma de deterioro de su salud y
su calidad de vida. Estos conflictos
resumidos a nivel de medio ambiente van acompañados de
otros conflictos a nivel de insumos para el manejo del ambiente,
de sus procesos,
tanto productivos como de gestión, de los mecanismos de control y
retroalimentación informativa del sistema (Zorrilla
Silvia,1983).
Dentro de esta multidimensión de conflictos pueden ser
identificados los de gestión propiamente dichos que, a su
vez, pueden ser considerados como las causas principales del
deterioro y contaminación ambiental:
- Defectos de modelo de
desarrollo. - Intrascendencia política del tema
ambiental. - Ineficiente marco normativo.
- Desjerarquización del aparato
institucional. - Retraso tecnológico.
- Excesiva burocracia.
- Falta de información confiable.
- Incomunicación social.
- Corrupción.
- Crisis económica.
- Inestabilidad política
institucional.
Aún cuando la clase dirigente ha incorporado a
sus discursos
palabras como "ecología, medio
ambiente o calidad de vida" las muestras concretas de esa
voluntad de cambio no se han visto.
En cuanto a las dificultades para la instrumentación de una política
ambiental, éstas abarcan diferentes órdenes que
detallaré a continuación, pero antes merece ser
mencionado que la calidad de vida puede ser definida como la
"capacidad de una comunidad para satisfacer sus necesidades y
deseos a través de su esfuerzo y de los recursos del
territorio que ocupa" (A. Moran, Gestión
Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires).
Vivimos en un país, como la mayoría de los
países latinoamericanos, que padece las consecuencias de
las historias de la inestabilidad política institucional,
a lo que se suma la profunda crisis económica en la que se
encuentra. El resultado de esta inestabilidad es la condena a
funcionar con elevados niveles de desórdenes y si se
maneja un modelo inadecuado de sus desechos, en la
práctica la situación de la contaminación se
verá agravada. Por otra parte, la formulación de
políticas ambientales no alcanza su verdadera
dimensión si no es considerada la propia gestión
ambiental, ya que la brecha existente entre la
idealización de solución del conflicto y la
efectiva resolución aparecen por momentos como
infranqueables (Zorrilla Silvia, 1983).
- Dificultades de orden político: Los dirigentes
políticos no conocen la verdadera dimensión del
problema ambiental, en lugar de conocerlo racionalmente se
ajustan a la observación de algunos datos que les
ofrece la realidad e incorporan a sus filas elementos
destinados a la gestión ambiental pero deben tener en
cuenta que ellos han de ser eficientes desde el punto de visto
técnico, burocráticamente reducido y con adecuada
comunicación social. - Dificultades de orden técnico: La
información ambiental que se halla documentada se
encuentra dispersa cuando no ausente y, por regla general es de
origen secundario. No se respetan métodos
normatizados por patrones internacionales y los municipios no
cuentan con información confiable para la toma de
decisiones. Por otro lado, el atraso tecnológico
deriva de la crisis económica y la ausencia de
desarrollo de tecnología apropiada, quedando la
incorporación tecnológica siempre para
épocas mejores mientras que la problemática
ambiental sigue su curso agravando la
situación. - Dificultades burocráticas: Los municipios se
encuentran altamente burocratizados ya que sus estructuras
, en materia de calidad ambiental, han surgido del personal ya
existente más el personal que se incorpora cuando asume
un nuevo gobierno. Así se encuentran elementos humanos
con diferentes características y abundante personal en
un sector del municipio mientras en otros sectores faltan los
recursos
humanos necesarios. - Dificultades de comunicación social: Siempre que se
piensa en el medio ambiente a nivel local debe también
pensarse en la participación de la comunidad que puede
aportar formas y modalidades diversas incluyendo, entre ellas,
el compromiso empresarial de cuidar el medio ambiente aumentado
su eficiencia en
el control de los efluentes industriales. - Dificultades de orden jurídico normativo: No
alcanza solo con dictar normas para
solucionar los problemas ambientales sino también se
debe controlar su efectivo cumplimiento por parte de los
responsables. - Dificultades de orden económico: La crisis
económica también afecta a la gestión
ambiental ya que no permite contemplar el elevado costo que
requiere la incorporación de técnicas
efectivas.
Ante todas estas cuestiones (Morán Alberto,
1991), de lo que se trata, en definitiva, es de adecuar las
políticas, los controles y la actividad industrial, sobre
un río, el Matanza, y en especial su trayecto final, el
Riachuelo, básica y altamente contaminado según los
resultados obtenidos de la presente investigación y que se
desarrollarán en la problemática propiamente dicha,
entendiendo en tal sentido por:
Políticas: acciones tendientes a modificar una determinada
situación , las cuales se llevarán a cabo en un
espacio y tiempo determinados y se aplicarán sobre un
contexto espacial afectado por diversos fenómenos, en este
caso "la actividad industrial".
Controles: Acciones tendientes a verificar el real y estricto
cumplimiento de las políticas adoptadas, las cuales deben
de llevarse a cabo por personal altamente calificado con el
propósito de hacer efectivas las medidas que conducen a
alcanzar los resultados previstos en los objetivos
políticos.
Actividad industrial: Proceso de producción y elaboración de
productos terminados llevado a cabo por entes particulares,
estatales y/o mixtos, a partir de la utilización de
materia prima
en estado natural o elaborada y con el objeto de satisfacer las
necesidades básicas y/o secundarias de la
población, obteniendo por ello un ingreso adicional al
costo de producción que se traduce en "ganancias o
pérdidas" según sea su resultado final.
Contaminación: Alteración de un elemento natural a
partir de la utilización de otros elementos
tóxicos, no biodegradables, sin tratamiento previo y que,
aplicados en forma directa o indirecta sobre dicho elemento
natural, da como resultado un cambio en su composición
natural que puede traducirse en degradación.
La falta de conocimiento y/o cumplimiento legal por
parte de las industrias y de control por parte de organismos
estatales, provinciales y municipales contribuye, en la
actualidad, a agravar la contaminación del Riachuelo en su
trayecto comprendido entre Puente La Noria y su desembocadura en
el Río de la Plata.
4. Dialogo del
estado de la cuestión
Es sabido para la población, y sobre todo para
los ambientalistas y autores que han investigado sobre el tema,
que el Riachuelo es una de las principales fuentes de
contaminación más afectadas en la República
Argentina.
Aún sin hacer un estudio exhaustivo acerca de tal
cuestión, puede observarse a simple vista, especialmente
en los días en que el caudal del Riachuelo llega a su
mínima expresión, que lo que menos circula por
éste es agua ya que, además de los desechos
industriales, cascos, desechos cloacales y hasta partes de
automóviles (sino un automóvil entero)
también recibe el aporte de la comunidad que lo alimenta
de basura, llegando
a extraerse toneladas diarias cuando el Comité de
Gestión Ambiental contrató al CEAMSE para dicha
tarea.
Recorrer una de las márgenes del Riachuelo, desde Puente
La Noria hasta su desembocadura significa adentrarse en una de
las tareas más costosas y repulsivas para el sentido del
olfato y de la vista. Basta esa recorrida para ver el estado
actual del mismo. En los días de poco caudal es cuando
más se siente el olor nauseabundo que emana del
río, y llegando a su desembocadura, justo donde el
Riachuelo junta sus aguas con el Río de la Plata, el agua
es completamente negra, cubierta de manchones aceitosos, sin
privarse de burbujas ni remolinos producidos por
descomposición y fermentación, se siente justo ahí
olor a huevo podrido y esto es químicamente exacto ya que,
según estudios realizados, en el huevo podrido y en el
Riachuelo hay bacterias que
desprenden las mismas sustancias (sulfuro de
hidrógeno).
Se concluye que, aún si no podría
comprobarse ni como ni quienes lo afectan, el Río Matanza
está muy contaminado y lo cierto es que los mataderos y
saladeros que lo contaminaban a fines del siglo pasado fueron
reemplazados por las fábricas, que la basura flota, que se
ven partes de diversos elementos semisumergidos, que si
comparamos su aspecto actual con el paisaje costumbrista y
naturista retratado por Quinquela Martín se
transformó en una postal de una Argentina que ya no
existe, que a partir del último anuncio del Comité
Ejecutor del Plan de
Gestión Ambiental y Manejo de la Cuenca Hídrica
Matanza – Riachuelo, los mil días se dilatan en
años, que se recogen cantidades de basura que se siguen
arrojando al río y que la suciedad del Riachuelo parece no
tener fin ya que en 1993 se informó desde la Presidencia
de la Nación,
que el Riachuelo estaría limpio, que podríamos ir
nuevamente, como en antaño, a tomar mate, navegar y pescar
pero ese objetivo
aún no se cumplió; más aún el
río se ensucia más rápidamente de lo que se
limpia, se limpia también más lentamente de lo que
se debiera.
El hecho de mantener sus aguas estancadas no es por
falta de gradiente ya que la pendiente de su curso es una de las
características del área que abarca la Pampa
Deprimida, sino más bien son los materiales pesados sin
disolver lo que impide la normal escorrentía de sus
aguas.
Por último, es frecuente escuchar a los empresarios que,
dadas las graves dificultades económicas que afectan a sus
actividades, no se encuentran en invertir en plantas
depuradoras o en otros métodos que aminoren que el vertido
de efluentes industriales tóxicos o no tóxicos, y
que los entes estatales encargados de revertir esta
drástica situación exponen sus buenas intenciones
al momento de emitir un discurso pero,
en la práctica, a las palabras se las lleva el viento, no
así existe viento que se lleve los contaminantes de un
río que más se parece a un depósito de
desechos que a una fuente natural.
Los recursos hídricos se hallan afectados por el
proceso de contaminación ambiental y una de las
principales causas es la actividad industrial que vierte sus
líquidos residuales sin ningún o escaso
tratamiento.
El Riachuelo, nombre que recibe en su curso inferior el
Río Matanza, es una de las aguas más contaminadas
debido a que en sus orillas se ubican numerosas fábricas
que arrojan sus residuos crudos en un 50%, es decir sin
tratamiento alguno. Las ramas de las industrias que más
afectan a esta problemática y los aportes contaminantes
que ellas generan son, entre otros:
Industrias metalúrgicas: metales
básicos, detergentes, soluciones ácidas, metales
pesados.
Curtiembres: cromo, sulfuros, ácidos
oxálicos, compuestos de nitrógeno, sulfatos,
aminas, pigmentos, materia orgánica, microorganismos
patógenos.
Industrias del papel:
sulfuros, fenoles, residuos colorantes.
Industrias alimenticias: materia orgánica, compuestos
nitrogenados, microorganismos patógenos.
Refinerías: plomo, mercurio, cobalto y otros metales
pesados, hidrocarburos,
detergentes, aceites, grasas.
Industrias textiles: ácidos, compuestos de azufre,
detergentes, fenoles, algunos metales.
Industrias químicas: alcohol,
éteres, peróxidos, poliestilenos, resinas.
Veremos más adelante del desarrollo de esta
investigación como inciden estos elementos residuales en
el grado de contaminación del Riachuelo y como se
presentan al momento de hacer los estudios de
contaminación correspondiente.
Según estudios exhaustivos de la situación, que han
sido consultados para el desarrollo del presente trabajo, ofrecen
cifras alarmantes ya que sus resultados indican que el 80% de la
contaminación existente en aguas del Riachuelo provienen
de 19 empresas que
vuelcan sus efluentes directamente en este curso de agua, de
acuerdo a lo revelado por un estudio oficial realizado por el
Comité Ejecutor del Plan de Gestión Ambiental y de
Manejo de la Cuenca Matanza – Riachuelo. Entre las empresas que
figuran en la lista oficial se encuentran: Bieckert, Curtiembre
Giordano, Frigorífico Las Heras, Curtiembre Urcivoli,
Frigorífico Rasic, Curtiembre All Leather, Industrias
Danone, Curtiembre Donikian, Detergentes Sulfager y Curtiembre
Luppi Hnos. El informe
advirtió que los desechos arrojados a la Cuenca Matanza –
Riachuelo son sustancias altamente tóxicas y cancerígenas, siendo Sadesa la
compañía que encabeza la lista de las empresas
más contaminantes del Riachuelo. Dicho estudio indica que
la empresa
arroja a este curso de agua 3.549kg. de residuos por día
compuestos por cueros semiterminados. Por su parte, y
también sobre la base del estudio mencionado, la segunda
industria más contaminante es el Frigorífico Coto
con 1.683kg. de residuos diarios, en tanto que la Empresa Molinos
Río de la Plata, propiedad del
grupo
megaempresario Pérez Companc, aparece sexta en la lista
con 1.242kg. de residuos por día.
Solo en jurisdicción provincial están inscriptos
800 establecimientos que trabajan en la Cuenca, de los cuales,
durante el año 2000 y primer semestre del 2001 fueron
inspeccionados casi 300; de ellos el 30% terminó con
infracciones por el tratamiento inadecuado de sus desperdicios
que arrojan a los cauces hídricos, sin embargo, de esas
multas la provincia solo llegó a percibir el 20% ya que la
justicia
correccional, en muchos casos, reduce los montos o anula las
multas. Otro ejemplo es Dock Sud, área perteneciente a la
Capital
Federal donde hay instalados 35 establecimientos industriales,
siendo la mayoría de ellos químicas y
petroquímicas, todos con instalaciones de
depuración de desechos en condiciones
precarias.
Según otro informe del Comité mencionado
en Agosto del '99, cada día se lanzan 368.000m3 de aguas
servidas, más la contaminación que se alimenta con
el vertido de las industrias cuyo aporte diario suma 88.500m3. Un
estudio realizado por Aguas Argentinas en la misma fecha sobre
los líquidos de los desagües que llegan al Riachuelo
dio los siguientes valores
promedios, sobre muestras tomadas durante 6 meses:
DBO entre 195 y 260 ppm
Fenoles entre 0,012 y 0,05 ppm
Plomo 0,7 ppm
Cromo entre 0,1 y 0,23 ppm
Hidrocarburos entre 0,8 y 20,5 ppm
Los afluentes que desembocan aguas abajo, justo antes
del paso de La Noria aportan una gran carga contaminante con
valores de DBO del orden del 400 ppm, de fenoles de 3mg/l y de
cromo de 0,7mg/l. Si bien el Río de la Plata, por su
enorme caudal y superficie, puede actuar como cuerpo receptor, la
contaminación que recibe afecta a toda la franja costera
siendo también su estado altamente preocupante. Por su
parte, el CEAMSE comenzó a recoger del Riachuelo
cantidades de basura que se siguen arrojando al río, en un
principio eran entre 3 y 5 ton.diarias , luego se extrajo
más del doble y se levantaron más de 1.000
toneladas entre plásticos,
latas, maderas y metales, por año la inversión que
se hace en esta tarea alcanza a $1.600.000.
Por su parte un Organismo no Gubernamental, Greenpeace,
presentó los resultados de sus estudios sobre la Cuenca
Matanza – Riachuelo y afirma que es imposible sanearlo si no se
deja de contaminar. El informe revela el altísimo grado de
contaminación que presentan las aguas y los sedimentos de
la cuenca en cuestión. En su programa de toma
de muestras y análisis de los sedimentos y aguas de
distintos puntos del Riachuelo se determinó la
contaminación de metales pesados como mercurio, plomo,
cadmio y cromo, y la presencia de una importante gama de compuestos
orgánicos nunca antes determinados con tanta amplitud
en la cuenca. El estudio reveló la presencia de
contaminantes de larga vida difíciles de degradar y que
tienen la propiedad de reconcentrarse en los organismos
acuáticos. Entre otros contaminantes presentes en la
cuenca, además de los ya mencionados, se encuentran
también clorobencenos, hidrocarburos, aromáticos
policíclicos y derivados fenólicos, todos ellos con
una importancia relevante en el ambiente y la sanidad, más
aún el estudio se amplio hasta conocer los efectos que
producen estos contaminantes sobre la salud de la
población entre los que se encuentran vómitos,
diarreas, daño renal, daño al hígado y hasta
cáncer. Según esta entidad, el Riachuelo no se
limpiará de la noche a la mañana y se deben
analizar principalmente las industrias, los procesos que emplean
y los productos que generan ya que, actualmente, las industrias
no solo inunda de contaminantes al Riachuelo en forma directa,
sino que también lo hace en forma indirecta con los
productos que nos venden y que son luego arrojados como basura al
Riachuelo.
Otra de las tantas acciones realizadas por Greenpeace sobre la
cuenca es una denuncia penal por el delito de
contaminación del agua, reprimido por el
artículo 200 del Código
Penal, ante el Juzgado Penal de Lomas de Zamora ya que uno de los
últimos estudios realizados por la entidad tomó
muestras dentro de la jurisdicción mencionada y han
encontrado con que el efluente contiene niveles relativamente
altos de zinc y un amplio espectro de contaminantes producidos
por plaguicidas y precursores del plaguicidas como el DDT y el
hexaclorohexano (HCH), diclorofenol, pentacloropropano y bencenos
clorados. La mayoría de estos contaminantes es persistente
en el medio ambiente y ejerce su poder
tóxico aún décadas después de haber
sido vertidos.
Los impactos ambientales repercuten también sobre
los sistemas
acuáticos de tal forma que los estudios realizados al
respecto indican que no existe ningún tipo de vida animal
ni vegetal en el Riachuelo ya que esta agua contienen el 0,5mg/l
de oxígeno
y, para que se desarrolle alguna forma de vida, son necesarios
5mg/l de oxígeno, por lo tanto el único tipo de
vida resultante es el de las bacterias que no hacen más
que aumentar el grado de contaminación. Estos resultados
son el producto de
una simple cuestión fácil de analizar: si tenemos
en cuenta que se vierten diariamente 88.500m3 (el equivalente a
unos 445.000 barriles de 200 litros) de residuos industriales y
400.000m3 de aguas servidas sobre un caudal promedio de agua que
alcanza solo los 250.000m3 , veremos que lo que más
circula por el río son desechos en lugar de agua, para ser
más exactos: los desechos alcanzan al doble de la cantidad
de agua que circula. Esta situación se encuentra
parcialmente compensada, pero en mínimo grado, solo cuando
el Río de la Plata provoca crecidas en el caudal de agua
del Riachuelo, no obstante, en días normales es
común ver bajo el Puente Nicolás Avellaneda, justo
donde el Riachuelo desemboca en el Río de la Plata, que el
agua es completamente negra, cubierta de machones aceitosos sin
privarse de burbujas ni remolinos producidos por la
descomposición y fermentación, concluyendo que lo
único que falta es oxígeno y es por eso que se
siente olor a huevo podrido, lo que resulta químicamente
exacto ya que en el huevo podrido y en el Riachuelo hay bacterias
que desprenden la misma sustancia: sulfuro de hidrógeno.
Asimismo, cabe señalar lo que ya en Febrero de 1971
describió el diario La Nación acerca del Riachuelo
alegando que es una inmensa capa de materia en
putrefacción, su corriente ni el color del agua,
unas veces sangrienta, otras verde y espesa, parece un torrente
de pus.
En cuanto a las estrategias
adoptadas por Organismos no Gubernamentales, el sociólogo
Raúl Montenegro, presidente de FUNAM, indicó que el
Riachuelo plantea un doble y problemático desafío y
que, por una parte el Estado debe afrontar con decisión la
irresponsabilidad de las empresas que lo siguen envenenado
asumiendo que los sedimentos del Riachuelo tienen una carga
contaminante sin precedentes en el país, por tal motivo lo
más justo y razonable sería que todas las empresas
contaminadoras, además de adecuar sus efluentes, aportaran
a un superfondo de restitución. Por otra parte, en lo que
respecta a Greenpeace, está reclamando la adopción
inmediata de un plan para reducir paulatinamente los residuos
tóxicos fijando límites y plazos para concretarlo.
En tal sentido el plan debe priorizar los metales pesados y
contaminantes orgánicos persistentes por la amenaza que
representan, mediante dos propuestas legislativas que aún
no han sido discutidas en el Congreso y que consisten en una
ley que
estipule la reducción paulatina de la generación de
residuos tóxicos a través de la disminución
del uso de tóxicos en la empresas, con plazos y
porcentajes de reducción fijados por la autoridad
competente hasta alcanzar el nivel cero, en tanto que el trato
propuesto por Greenpeace es de 10 años, y una ley que
establezca la obligatoriedad de declarar las cantidades y tipos
de tóxicos empleados y emitidos al ambiente por las
industrias haciendo esta información de pleno acceso
público por medio de la realización de un inventario anual,
obligatorio y absolutamente público teniendo en cuenta que
el pueblo tiene derecho a saber y que no existe actualmente
información completa sobre los contaminantes que se
vierten a los cursos de agua, lo cual refleja un problema de
contaminación secreta y dimensiones desconocidas ya que la
única información existente se refiere a unos pocos
contaminante y está en manos de múltiples
organismos oficiales que, en ocasiones, no tienen siquiera
contacto entre sí y que, a menudo, las propias empresas
desconocen que compuestos y en que cantidades exactamente
están siendo vertidos. Con este registro que
propone Greenpeace no solo se le reconocería a la
comunidad uno de sus derechos sino que
también estima que permitirá a las autoridades
mejorar significativamente su capacidad de monitoreo,
regulación y control sobre las sustancias
contaminantes.
No obstante, este organismo va más allá de
las estrategias mencionadas y afirma estar trabajando para lograr
una "producción limpia" a través de un nuevo
paradigma que
requiere su puesta en marcha de forma urgente y que incluya una
nueva revolución
en los sistemas de
producción para lo cual es necesario la
utilización de no contaminantes a lo largo de todo el
proceso de fabricación, poniendo en práctica, para
ello:
- La implementación de políticas para
extender la responsabilidad del fabricante. - Elaboración de planes que faciliten la
transición de los trabajadores afectados por el cierre
de las industrias sucias. - Creación de centros de producción que
proporcionen apoyo técnico y proveer fondos para la
investigación. - Influencia en el mercado para
consumir productos de empresas no contaminantes. - Establecimiento de líneas de crédito
blandos que faciliten la reconversión de las
industrias. - Implementación de reformas impositivas que
graven la contaminación.
En lo que respecta a los organismos gubernamentales,
más precisamente los municipios involucrados, en este caso
Lomas de Zamora y Lanús,
afirman que debido a la grave crisis económica que los
afecta, no es mucho lo que pueden aportar tanto en materia de
fondos como de asesoramiento, y que las acciones realizadas solo
se limitan, en la actualidad, a la concurrencia a las reuniones
de entes nacionales donde y provinciales en las que se tratan los
temas en cuestión ya que el tema se está manejando
a esa escala. No
obstante Policía Ecológica de dichas jurisdicciones
se encuentra realizando acciones para tratar problemas
ambientales de menor envergadura.
Teniendo en cuenta otro complicado aspecto de esta
cuestión, cabe mencionar que la cuenca Matanza –
Riachuelo, cuya porción final sirve de límite entre
la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires, atraviesa 21
municipios, cada uno de ellos con jurisdicción
según le corresponda a nivel nacional o provincial por lo
que resulta particularmente dificultoso establecer criterios
comunes a los fines del manejo de la cuenca y fundamentalmente
para intentar un plan de recuperación de la misma. En este
sentido vale mencionar los antecedentes de la regulación
de la calidad del agua.
Escala Local
En el año 1983, en la Ciudad de Buenos Aires, fue
sancionada la Ordenanza Nº 39.025 que constituyó el
Código de Prevención de la Contaminación
Ambiental y, en su capítulo IV trató el tema
relativo a los efluentes líquidos. Esta ordenanza
tomó como antecedente el Decreto Nacional 2125/78 el cual
planteaba una cuota de resarcimiento por los vertidos que
enviaran las industrias a los cursos receptores y que no pudo ser
aplicado por dificultades de carácter
económico.
En el año 1993, la Ordenanza Nº 46.956 de la Ciudad
de Buenos Aires, reformó la mencionada anteriormente y
remitió "siempre que el Departamento Ejecutivo no
establezca otros límites más exigentes" a la
aplicación de las normas técnicas y los
límites permisibles establecidos por el Decreto Nacional
776/92 en lo que fuere pertinente. Este último decreto es
el que confirió las facultades de control a la
Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable
de la Nación, luego que Obras Sanitarias fuera
privatizada. Estableció que los límites
contaminantes a cuerpo receptor y los límites de
emisión de efluentes crudos serían elaborados por
el organismo municipal competente. Esto último nos indica
que el tratamiento de esta problemática sigue
descentralizado ya que cada jurisdicción puede disponer de
parámetros diferentes, en caso de haber acuerdo entre las
mismas, en cuanto a límites de emisión de efluentes
crudos.
La sección IV de la Ordenanza Nº 39.025,
titulada de los Efluentes Líquidos, incluye además
las siguientes consideraciones:
- Tratamiento individual de efluentes: exigencia de
dicho tratamiento a las industrias cuyos efluentes no cumplan
con los límites de emisión de contaminantes a
cuerpo receptor, a conductor cloacal o a Planta de tratamiento
zonal. - Calidad de los efluentes tratados:
Determina las características técnicas que debe
reunir los efluentes tratados, entre las cuales considera que
la calidad debe de ser libre de contaminantes
específicos según la tabla de límites de
emisión de contaminantes a cuerpo receptor. - Tratamiento de los efluentes en plantas zonales:
señala que las plantas de tratamiento podrán ser
de las siguientes características: a) Plantas comunes
para el tratamiento exclusivo de líquidos industriales
cuyo efluente podrá ser volcado a cuerpo receptor o a
conducto cloacal, b) planta de tratamiento conjunto de
líquidos industriales y aguas negras
domiciliarias. - Calidad de los efluentes industriales: establece la
calidad que deben reunir los efluentes que las industrias
envíen a plantas de tratamiento exclusivo de
líquidos industriales (fijadas de común acuerdo
entre el generador del efluente y el operador) y los efluentes
que las industrias envíen a plantas de tratamiento
conjunto de líquidos industriales y aguas negras
(deberán acondicionarse para ser compatibles). Considera
las condiciones que debe cumplir un efluente industrial para
ser volcado a cloaca y entre dichas condiciones incluye la
exigencia de "no superar los límites de emisión
para efluentes crudos". - Determinó que la Comisión Asesora
Permanente creada por la Ordenanza estableciera los
límites de emisión de contaminantes a cuerpo
receptor y los límites de emisión para efluentes
crudos. - Consideró la aplicación del Decreto
Nacional 2125/78 y la normativa concordante que dictara Obras
Sanitarias de la Nación.
Debe destacarse que no fue elaborado ningún
parámetro técnico por parte de la Comisión
Asesora Permanente creada por el Código de la
Prevención de la Contaminación Ambiental, ni por la
autoridad municipal competente.
De esta forma, puede concluirse que no han existido en la Ciudad
de Buenos Aires parámetros técnicos propios,
remitiendo su normativa a los existentes a nivel
nacional.
Escala Nacional
Hasta finales de los años '80 la ex – empresa Obras
Sanitarias de la Nación (OSN) tenía a su cargo la
prestación del servicio de
saneamiento urbano, y de control y vigilancia de la
contaminación directa e indirecta de las fuentes de
provisión de agua. Es decir, que las funciones de
prestación del servicio y policía ambiental se
concentraban en una sola persona
jurídica.
Antes del Proceso de Privatizaciones:
Ley de Obras Sanitarias de la Nación:
Esta ley previó que la empresa OSN tendría a su
cargo el rol de control y vigilancia de la contaminación
directa e indirecta de las fuentes de provisión de agua y
que en virtud de dichas funciones debía necesariamente
reglamentarse los parámetros a establecer en
relación a la regulación del recurso agua y
asimismo en cuanto a la instrumentación del ejercicio de
policía ambiental.
Reglamento de la Ley de OSN
Decreto N1 2125/78
Planteó la determinación de la cuota de
resarcimiento por los vertidos que evacuaran las industrias a los
cuerpos receptores.
Las disposiciones del presente decreto no tuvieron
aplicación dado que los problemas inflacionarios
existentes en esa época, desvirtuaron el propósito
del mismo, no obstante las críticas formuladas por la
introducción del principio contaminador –
pagador en dicha norma.
El principio contaminador – pagador es un criterio generalmente
aplicado y aceptado en la política ambiental. Este
principio establece que el contaminador debe soportar los
costos de las
medidas necesarias para reparar los daños ambientales por
la actividad por él desarrollada hasta alcanzar los
niveles ambientales aceptables establecidos por las autoridades
públicas.
Ahora bien, este principio no puede ser entendido sino dentro de
la idea general de los instrumentos económicos de
protección y adecuación ambiental. La teoría
económica establece, que si fuera posible dar un valor
monetario al daño ambiental causado por la
contaminación, se podría establecer un pago
ambiental igual al costo del daño causado, y
serviría de desaliento al comportamiento dañino no
necesario por parte de los contaminadores. Los instrumentos
económicos más usuales son las tasas, las que
pueden establecerse por emisión, sobre productos y
administrativas, los permisos transables o comercializables y los
subsidios y sistemas de multas.
Decreto 674/89
Introdujo normas específicas con el objeto de preservar la
calidad del agua e impulsar a los establecimientos industriales a
construir unidades de tratamiento de vertidos en el menor tiempo
posible.
Este decreto comprendió parámetros concretos,
estableciendo para la determinación de los mismos la
interacción de OSN y la Secretaría de Recursos
Hídricos de la Nación.
Estableció límites permisibles a partir de los
cuales se considera que un establecimiento ha efectuado una
evacuación contaminante, debiendo abonar el Derecho
Especial para el Control de la Contaminación
Hídrica, en forma adicional a las tasas y otros cargos,
por las tareas de fiscalización y saneamiento de los
cursos de agua. Esto implica la consideración del
principio contaminador – pagador, con una tendencia al cambio de
conducta del industrial, dado el objeto de la misma norma.
Los montos que se abonen en virtud de la aplicación de
este decreto se estiman en base a un cálculo
estipulado, cuya fórmula se determina en el Decreto. Esta
fórmula ha sido cuestionada técnicamente ,
arrojando muchas veces en su aplicación, sumas que no
implicarían un gran costo para los establecimientos
industriales que superen los límites permisibles
referidos.
Asimismo, la norma establece diversas sanciones como multas,
cierre de desagüe y clausura del establecimiento industrial.
Dichas sanciones son aplicadas en forma progresiva si no se
constata un cambio de conducta por parte del industrial.
Por otra parte, el decreto mencionado, incluyó un
artículo titulado "De la Participación Ciudadana".
Dicho artículo consideró la posibilidad de que
cualquier ciudadano realizara la denuncia de existencia de
vertidos contaminantes y estableció ciertas pautas para el
procedimiento
ante dicha denuncia.
Con posterioridad al mencionado decreto, fueron
elaboradas regulaciones complementarias.
Luego del proceso de privatizaciones
Aguas Argentinas S.A.
En virtud del proceso de privatizaciones de servicios
públicos, el Poder
Ejecutivo Nacional otorgó la concesión del
servicio por un término de 30 años.
Las funciones que asumió dicha empresa, entre otras,
fueron la colección, tratamiento, disposición y
comercialización de desagües
cloacales, incluyendo los efluentes industriales que se viertan
al sistema cloacal.
La Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo
Sustentable de la Nación, Decreto 1093/93
Las funciones de control ambiental en materia de
contaminación hídrica, de calidad de agua y de
control de vertidos pasaron a ser cumplidas por la
Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable
de la Nación (SRNyDS). Dicho organismo también
tiene a su cargo la determinación de las normas de
vertidos que inicialmente se consideraron en el contrato de
concesión de Aguas Argentinas.
Otra de las normas en la cual la Autoridad de Aplicación
recae en la SRNyDS que regula también la calidad del agua,
es la Ley Nacional de Residuos Peligrosos. Fundamentalmente, a
través de su decreto reglamentario en donde
estableció niveles guías de calidad de aguas. Por
otra parte, la norma fijó pautas por las cuales la
Autoridad de Aplicación debería clasificar los
diversos cuerpos receptores en razón de sus usos
prioritarios, establecer objetivos ambientales, y en virtud de
estos, determinar estándares de calidad de agua.
Recientemente como se refiera en el apartado B del punto IV, la
SRNyDS dictó la resolución Nº 634/98 en la
cual estableció los usos prioritarios de la Franja Costera
del Río de la Plata y del Río
Matanza-Riachuelo.
ETTOS (Ente tripartito de Obras y Servicios
Sanitarios)
El ETTOS ha sido creado por la ley de privatizaciones y
está conformado por el Estado Nacional, la Provincia de
Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires. Sus funciones son: a)
El control y la fiscalización del concesionario (Aguas
Argentinas SA) como agente contaminante, en relación a los
temas de contaminación hídrica; b) el ejercicio del
poder de policía.
La renegociación del contrato de concesión
de Aguas Argentinas
A partir del año 1997, se inició una nueva
instancia de renegociación en la que han intervenido el
Estado Nacional y Aguas Argentinas.
Entre los fundamentos de la renegociación constataron los
cambios desde la primigenia firma del contrato, y las cuestiones
atinentes al Plan de Gestión de la Cuenca Matanza –
Riachuelo, las constataciones de la calidad de los efluentes y
los estudios elaborados y presentados por el ETTOS.
La Ciudad de Buenos Aires no ha participado directamente en la
renegociación del contrato referido. Su
participación institucional se ha delineado en la
Comisión Asesora Interjurisdiccional del contrato y a
través de el ETTOS en el ámbito del equipo de
trabajo preparatorio a cada revisión quinquenal del
mencionado instrumento.
Entre las regulaciones atinentes a la calidad de las aguas deben
considerarse diversas resoluciones tales como la 79.129 de la
Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la
Nación (Actual Secretaría de Recursos Naturales y
Desarrollo Sustentable de la Nación), Nºs: 314/92,
455/92, 347/92, 203/93, 231/93 y 242/93, todas ellas corresponden
a normas técnicas y su objetivo es constituirse como
instrumentos para la aplicación del Dto. 674/89.
Más tarde, el Decreto Nacional 482/95 considera que
resulta apropiado ajustar el mecanismo institucional encargado de
las tareas operativas que hacen a la realización de los
trabajos de saneamiento de la Cuenca Matanza – Riachuelo para lo
cual crea un nuevo organismo donde deben de estar representadas
las jurisdicciones territoriales directamente involucradas en el
área en cuestión tomando en cuenta que la Constitución Nacional sancionada en 1994,
en su artículo 41, consagra el derecho a un ambiente sano,
equilibrado, apto para el desarrollo
humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones
futuras y determina la obligación de las autoridades de
velar por este derecho, fijando asimismo el respeto
recíproco entre las jurisdicciones a fin de cumplir con
tal objetivo. En virtud de lo expuesto resulta conveniente que la
máxima autoridad ambiental en el orden nacional sea quien
coordine el nuevo organismo "Comité Ejecutor del Plan de
Gestión Ambiental y de Manejo de la Cuenca Hídrica
Matanza – Riachuelo" creado dentro del ámbito de la
Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la
Presidencia de la Nación.
A esta nueva Secretaría se le debe el esperanzado anuncio
de su entonces Secretaria de Recursos Naturales, Ing.
María Julia Alsogaray, quien dijo que en mil días
el Riachuelo estaría limpio, habiendo fijado ese plazo
junto al entonces Presidente de la Nación, Dr. Menem, quien
también arriesgó a decir que en 1995 vamos a ir
allí a pasear en barco, a tomar mate, a bañarnos y
a pescar. Sin embargo, hoy a casi 10 años del anuncio el
Riachuelo sigue tan contaminado como en aquel entonces, aunque
debido a la recesión económica muchas empresas han
cerrado y el vertido por actividades industriales es inferior que
al momento de la creación de dicha Secretaría. Esta
disminución en los índices de contaminación
es confirmada por la Prefectura Naval Argentina ya que sus
últimas mediciones hechas en el Riachuelo arrojaron
resultados inferiores a las anteriores, en estas mediciones la
demanda
química de
oxígeno, que muestra la concentración de materia
orgánica en el agua, es de 80,3mg/l, lo ideal es entre 10
y 15mg/l pero en toda la década del '80 los valores
encontrados superaban los 200mg/l.
Posteriormente, durante el gobierno del Presidente de De la
Rúa, las nuevas autoridades del Comité Ejecutor no
presentó planes y prefirió ser cauteloso al hablar
de las aguas contaminadas del Riachuelo, el retiro de barcos
abandonados fue casi la única acción del
Comité a las que los funcionarios se animaron a establecer
plazos, alegando en tal sentido que es irresponsable poner fechas
para descontaminarlo ya que la contaminación tiene
años de historia, asegurando su
entonces director, Eduardo Epstein, quien más tarde
renunció por falta de apoyo gubernamental, que
harán trabajos que demandarán tiempo pero que la
cuenca mejorará.
Para llevar a cabo los trabajos de saneamiento del
Riachuelo y la cuenca a la cual pertenece, se solicitó un
préstamo de 250 millones de pesos que fuera aprobado por
el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) en Noviembre de 1997,
estableciendo que el programa al que se destinan los recursos
tiene por finalidad primordial llevar a cabo acciones necesarias
para el saneamiento ambiental de la Cuenca Hídrica Matanza
– Riachuelo, el control y prevención de las inundaciones
que la afectan y la recuperación de su calidad ambiental,
estableciendo en su art. 3 que los mismos no constituyan cambios
sustanciales al objeto y destino de los fondos. Por su parte, el
Estado aportaría otros 250 millones de pesos desde la
Secretaría de Gestión Ambiental, el Ministerio de
Obras y Servicios Públicos Bonaerense y la
Secretaría de Producción y Servicios
Porteña. Sin embargo, desde la Secretaría de
Recursos Hídricos de la Nación se informó
que, debido a la crisis económica, el BID revisó el
crédito y reasignó 150 millones a planes sociales
por lo que el préstamo original quedó reducido a
100 millones que todavía no llegaron.
Otros fondos, no difundidos, provienen del polémico cargo
MA (Medio Ambiente) que Aguas Argentinas cobra por bimestre a
razón de $2 a quienes tienen cloacas y $1 a quienes no
disponen del servicio cloacal.
Pero el recorte de 104 millones de pesos sentenciado por el
Ministerio de Economía a Recursos
Naturales se tradujo en la necesidad de suspender parte de las
obras de saneamiento de la cuenca, no obstante el Comité
Ejecutor prometió llegar al 2003 con un Riachuelo
más limpio controlando la contaminación de origen
tanto industrial como domiciliaria.
Según lo manifestado por el defensor adjunto de
la Ciudad de Buenos Aires, Elio Brailovsky, buena parte del
dinero (unos
22 millones) que ingresó en concepto de
préstamo del BID, se gastó en consultorías y
afirmó que, si en vez de gastar el dinero en papeles y en
estudios, se hubiera utilizado en la limpieza del río, hoy
el Riachuelo estaría en mejores condiciones. De los
más de 37 millones que utilizó la gestión de
Alsogaray, solo el 5% fue destinado a obras que consistieron casi
exclusivamente en la remoción de cascos hundidos, y el 60%
fue a manos de las consultorías que desarrollaron los
estudios de alto nivel técnico que luego terminaron
inactivos.
Otro informe, esta vez correspondiente a Mariano Cordero,
corresponsal de San Carlos de Bariloche, afirma que parte de los
fondos que debían de ser destinados a la limpieza del
Riachuelo habrían sido enviados al Sur en Octubre de 1999
a pedido de la Ing. Alsogaray para hacer frente al combate de
incendios
forestales que afectó a los bosques nativos de Río
Negro y Chubut.
Actualmente, las obras que se encuentran en ejecución se
limitan a reflotar barcos hundidos, como en la gestión de
De la Rúa, que en total suman 98 de los cuales 5 se
reflotaron a la Vuelta de Rocha con el objetivo de mejorar el
escurrimiento de las "aguas" y de restarle contaminación
visual al barrio de la Boca por ser el más visitado por
los turistas.
Ya en Abril del 2000, Aguas Argentinas, con motivo de
nuevas obras para el saneamiento que afectará al
Riachuelo, se comprometió en construir una nueva planta
depuradora en Berazategui y ampliar otras dos ya existentes en
San Fernando y en La Matanza para evitar que los desechos
tóxicos lleguen directamente a la Rivera Rioplatense, los
colectores de material sintético tendrán 3,5mtos.
de diámetro en el sector del Riachuelo y 1,5mtos. en el
sector del Río de la Plata. Además, se estima que
con estas obras, los residuos que queden en la planta,
después de la descontaminación, serán
tratados para que puedan utilizarse como abono. La
ubicación de la planta depuradora, que definirá el
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, será en un terreno
ubicado entre la Ciudad Deportiva de la Boca y el Riachuelo, y
ocupará de 4 a 6 hectáreas, el desarrollo del plan
abarcará el período de la concesión que
terminará en el 2023.
También se está estudiando, desde el Plan de
Gestión Ambiental, la posibilidad de utilización de
tecnologías industriales no contaminantes, tal como lo
propuso Greenpeace, es decir que se trata de reconvertir a las
industrias para que no sigan contaminando el río,
además incluye la limpieza de las márgenes que
están cubiertas con malezas y basura junto con otras obras
hidráulicas y cloacales. Ya, en Mayo de 1997, se
inició el Plan de Recolección de basura flotante o
semisumergida en una lancha acondicionada especialmente para
recoger esos residuos, para ello un equipo recorre las aguas
contaminadas entre Puente La Noria y Puente Alsina. En esta
recolección se han encontrado carcazas de heladeras y
televisores que han sido evacuadas del Riachuelo, además
de los barcos hundidos ya mencionados anteriormente.
Desde 1997 se instalaron varias plantas de tratamiento y
se vienen realizando estudios ambientales para la
prevención y reducción de la producción de
residuos industriales, también se está analizando
por parte del Comité, la utilización de
teconologías limpias de las industrias que más
contaminan, básicamente las curtiembres.
Por su parte, la Unión Industrial Argentina (UIA)
firmó un convenio con el Comité y con la Provincia
de Buenos Aires para seleccionar otras 15 fábricas, el
plan de la UIA prevé que en dos años sean 65 las
industrias que reduzcan sus residuos tóxicos a
través del uso de técnicas adecuadas.
El resto de los proyectos
están parados ya que dependen de que lleguen los casi 93
millones de pesos del BID. Una vez que se tenga el dinero, el
plan readaptado por el Comité Ejecutor Matanza –
Riachuelo, prevé destinar el 65% de los fondos a obras de
saneamiento cloacal ya que el 55% de la población de la
cuenca no tiene cloacas. Acá nos encontramos que,
nuevamente, el problema de las industrias es dejado a un segundo
plano, si bien la población necesita de este servicio tan
básico, los fondos no irán a parar exclusivamente a
lo que más afecta en la contaminación del
Riachuelo.
Hoy, a pocos días del 2003, quizás nos toque vivir
la última promesa hecha sin cumplir, que las negociaciones
con el FMI se encuentran
paralizadas, y más aún si llega el dinero
prometido, la devaluación impedirá que los
trabajos de saneamiento cubran la envergadura que se tenía
prevista al momento del acuerdo.
Definición Del Área De Estudio
Dentro del Area Metropolitana de Buenos Aires que incluye la
Capital Federal y los 19 Partidos del Conurbano Bonaerense que la
rodean, se encuentra emplazado el Río Matanza, Riachuelo,
siendo su ubicación:
En su naciente 35ºS; 59ºO
En su desembocadura 34,7ºS; 58,4ºO
En su recorrido, SO – NE, recibe los primeros aportes de su
cuenca en los Partidos de Marcos Paz, Las Heras y Cañuelas
a través de numerosos arroyos entre los cuales se destacan
el Arroyo Cañuelas, Los Pozos y Morales, se desarrolla en
el Gran Buenos Aires con los flujos escurridos por las
superficies de los Partidos de Merlo, Morón, , Almirante
Brown, La Matanza, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora,
Lanús y, en el tramo final, del Partido de Avellaneda y la
Capital Federal. Poco ante del cruce con la General Paz recibe a
los arroyos del Rey y Santa Catalina y, poco después,
desde la Capital al arroyo Cildañez.
Desde el punto de vista topográfico corresponde ubicarlo
en la última porción de la llamada Pampa Deprimida,
que recibe esta denominación por tener una suave pendiente
hacia el Río de la Plata. El área estaba
originalmente surcada por numerosos cursos de agua menores con
desembocadura en el Río de la Plata; todos ellos presentan
las características propias de una región llana,
cursos cortos, de escasa profundidad y poco caudal permanente,
con recorrido irregular, amplios valles de
inundación y con problemas de avenamiento y
escorrentía debido a la falta de gradiente,
particularmente en el tramo inferior.
La Cuenca del Río Matanza cubre un área de 2.240km.
La extensión del río propiamente dicho es de 64km
de los cuales 15km corresponden al Riachuelo, su brazo terminal.
El caudal medio del río es de 6,39m3/seg y el
máximo 307m3/seg. (TR 10 años). Experimenta la
influencia de las variaciones de las mareas y crecidas del
Río de la Plata cuyos efectos se hacen sentir con mayor
intensidad cuando los vientos de la Sudestada invaden la
región.
Lapso Del Problema De Investigación
Si bien el Riachuelo está siendo afectado por la
evacuación de contaminantes industriales desde
antaño cuando se han instalado en sus márgenes los
primeros saladeros y frigoríficos, dentro de un contexto
temporal tomaré, para el presente trabajo de
investigación, los efectos sufridos en "la actualidad" y
algunas variantes correspondientes a los últimos 10
años.
Aunque los más adecuado sería remontarnos a los
orígenes de esta problemática, cabe recordar en tal
sentido que la preocupación por la importancia de la
calidad del Medio Ambiente se viene manifestando desde los
últimos años aplicando, en nuestros días,
una mayor racionalidad.
Fundamentos de elección del área de
estudio
En cuanto a la elección del área de estudio, esta
se debe porque, en lo que respecta a América
Latina, el Riachuelo es uno de los cursos de agua más
afectados por la intervención del hombre y nos
atañe particularmente a los argentinos el "quehacer"
necesario para lograr una mejor calidad de vida a partir del
aporte concientizado de cada uno de nosotros priorizando el
bienestar ambiental en lugar del material que, aparentemente es
lo que ocupó un lugar privilegiado dentro de los intereses
empresariales en desmedro de la calidad de vida.
Del presente trabajo se concluye que el Riachuelo se
encuentra, en la actualidad, altamente contaminado al punto que
su caudal está constituido más por basura y
desperdicios tóxicos y no tóxicos que por agua.
Industrial y económicamente hablando, fábricas y
empresarios se beneficiaron durante años cargándole
al Riachuelo y a la Sociedad los residuos que ellos no trataban,
lo cual es una forma simple y despreciable de obtener ganancias.
Hoy el Riachuelo moribundo y la Sociedad están diciendo un
"no va más". Equivocadas políticas de crecimiento a
cualquier precio nos
condujeron a un presente en el que apreciamos que, por el
desarrollo obtenido, estamos pagando un alto precio.
La sola sanción de una ley o la creación de
organismos específicos, como hemos visto en el presente
trabajo, no son acciones suficientes para cambiar conductas
humanas, pero pueden ser herramientas
aptas para el cambio si están acompañadas por toda
la sociedad. Sin embargo, vemos que se han dictado una larga
cantidad de normas, disposiciones y reglamentaciones a ser
aplicadas por otro importante número de jurisdicciones
pero parece que en lugar de ser algo positivo – ya que
podría suponerse que a más armas, más
posibilidad hay de combatir el problema- esto se vuelve el
pretexto perfecto para que funcionarios y empresarios justifiquen
la inacción.
Es indudable que la limpieza del Matanza – Riachuelo demanda una
gran inversión que la crisis económica reinante en
el país no permite afrontar, que además son
más las industrias que vuelcan sus desechos tóxicos
sin tratamiento o con tratamiento deficiente, y que proliferan
basurales no solo a cielo abierto sino también en el lecho
y la superficie del Riachuelo, como en sus márgenes y
estos desastres ambientales nos afectan directamente en nuestra
calidad de vida.
Aunque no supiéramos ni como ni quienes, el Río
Matanza está muy contaminado, envenenado, y así lo
demuestran los análisis de agua realizados. Lograr su
saneamiento equivaldría no arrojar líquidos
cloacales directamente al río, a la vez que hacer
obligatoria la existencia de plantas depuradoras, no arrojar
desechos industriales al río, construir plantas tratadoras
de efluentes orgánicos antes de ser volcados al Riachuelo
y no usar sus orillas como basurales. Pero todo esto existe y a
algún lado debe de ir a parar, sin embargo se pueden
implementar técnicas que aseguren la no
contaminación y sancionar a quienes contaminar, pero
sancionar efectivamente, sin que luego un Juzgado perdone las
causas o exima las multas, como se ha visto en el Partido de
Lomas de Zamora.
Asimismo, se aprecia que existe una gran dificultad en los
municipios para controlar las emisiones de los residuos
industriales puesto que son organismos del orden nacional o
provincial los que ejecutan estas tareas. Y acá vemos que
la falla persiste aún se cambien medidas al respecto, ya
que cuando la problemática estaba descentralizada el
Riachuelo se seguía contaminando sin soluciones a la
vista, y cuando todo se centralizó en un solo
Comité para no superponer acciones, el Riachuelo
siguió tan contaminado como antes.
Autor:
Mirta E. Mazzotta