Se hablara sobre la definición de Sociología Política y sobre el
sobrecargo filosófico que ha ido teniendo esta palabra y
esta disciplina
dentro de la sociología en los últimos
años.
Una definición de Sociología
Política obviamente no existe del punto de vista
consensual, sino que las definiciones que ofrecen la característica de buscar responder a que se
refiere o a qué se remite el fenómeno de la
política, no obstante, respecto de la descripción de lo político no hay un
consenso ni un acuerdo definitivo.
2) Desarrollo de
la Sociología política
contemporánea
La Sociología Política, se enfrenta
durante los últimos decenios, las dos últimas
décadas a una dificultad fundamental que aquí nos
proponemos tematizar. Esta dificultad se remite a una de las
tradiciones mas importantes del campo sociológico, de la
definición de la sociedad, que
tiende, de distintas maneras a identificar a la política
con el estado, hay
muchas maneras de hacerlo, y una es de situar al estado al
centro de la sociedad, otra manera es la identificarlo con lo que
se designa como "el espíritu de lo político". Y una
tercera manera sería de situar al estado como la esencia
de la Nación,
en cuyo caso se haya la configuración del estado
nación, de tal manera que durante mucho tiempo se
pensó que la tarea de la Sociología Política
debiera consistir en el análisis de las instituciones
del estado, ya sea en la forma de organización, de articulación y
diferenciación que va asumiendo el estado en la
sociedad.
La verdad es que echarle la culpa de todo esto, a la
tradición europea del orden hegeliano es una injusticia
porque esto no es solamente una característica de la
filosofía hegeliana sino que de muchas otras tendencias
filosoficos-sociales como es el caso del romanticismo que
nace de la Revolución
francesa que hace un poco la misma defensa. En fin esta
aseveración significaría que el problema
fundamental de la Sociología Política consiste en
describir, analizar, explicar la naturaleza de
esta estructura
social llamada estado. Este punto de vista tiene una
larguísima tradición. Sin embargo, existe otro
enfoque que se ha venido perfilando en los últimos
años, pero tan antiguo y persuasivo como el anterior, que
sin desentenderse del tema del estado logra describir a la
sociología política con mucha mayor
amplitud.
Esta idea, tal vez mucho más abarcante indica que
la política trata de la puesta en uso, de la
utilización y del desarrollo del
poder, es
decir que si nosotros tomamos esto con mayor detalle al
introducir este segundo concepto (poder),
se abandona la idea que el poder de la sociedad o qué el
poder que se ejerce, se pone en uso y se utiliza en las sociedades
reside exclusivamente en la estructura del estado, esta es la
primera consecuencia, la cual ya es muy significativa.
De esta primera constatación es muy fácil
inferir una segunda, la cual dice que el poder es universal a
cualquier relación social, es decir el poder
obedecería a la configuración de asimetrías,
por lo tanto en la medida en que todas las relaciones sociales,
tanto en las de interacción como en las sistémicas,
son asimétricas. Cualquier relación social
interindividual y más aún las relaciones
colectivas, son relaciones que tienen implicadas el factor poder,
de eso no cabe la menor duda, desde una relación intima de
pareja hasta la relación mas intitucionalizada y
rígida, todas estas relaciones están atravesadas
por formas, manifestaciones y articulaciones de
poder. El poder entonces es una derivación de la
asimetría inherente a cualquier relación social del
modo mas general posible de definir.
Un segundo punto de vista, fue defendido curiosamente,
no por un teórico de la política sino por un
teórico de la
comunicación como es el caso de Harold Laswell, pero
también por otro sociólogo de la llamada corriente
intitucionalista como es el caso de R. Dahl. Su postura es que no
se trata únicamente del estado, sino que se trata de
involucrar a la Sociología Política, toda las
relaciones que no parecieran tener incidencia, pero la tienen, en
cualquier sistema
político, lo cual significa desentenderse de la
centralidad del estado. De esta manera, R. Dahl, define un
sistema político como cualquier modelo
constante de relaciones
humanas donde entre el juego del
poder, trátese de normas de
autoridad o
interacción, en cualquiera de estos sistemas si esta
involucrado el poder se puede inferir que se trate de un sistema
político. Se puede ver que esta postura es bastante
radical ya que todo seria político y al mismo tiempo,
probablemente nada lo sería.
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