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Acreditación universitaria. Algunas experiencias internacionales




Enviado por plamoru



    1. Desarrollo
    2. Conclusiones
    3. Recomendaciones
    4. Bibliografía

    "La evaluación
    y la acreditación no son una moda
    académica pasajera, sino que se están constituyendo
    en una herramienta indispensable de política, planificación y gestión
    universitaria, que tendrá permanencia debido al
    reconocimiento creciente de la necesidad de garantizar una
    efectiva calidad
    académica.

    La sociedad necesita
    disponer elementos de juicio sobre la calidad de la educación
    superior. Aunque ha existido de hecho una acreditación
    social informal, ella no es suficiente para las condiciones
    actuales."

    Hernán Ayarza

    INTRODUCCIÓN

    Los cambios experimentados por la universidad en
    las últimas décadas han dado origen a su
    heterogeneidad y masificación actuales, haciendo
    más complejos los sistemas de
    educación
    superior. Esto ha resentido la calidad y transparencia de sus
    actividades, afectando la confianza social en sus resultados, lo
    que ha llevado a la necesidad de instaurar procedimientos
    que garanticen dicha calidad y resguarden la fe
    pública.

    Una de las preocupaciones fundamentales de la mayor
    parte de los países, parece ser hoy el mantenimiento,
    mejoramiento y garantía de la calidad de la educación
    superior, haciéndose ingentes esfuerzos por lograr su
    adecuada definición, medición y evaluación. Ello se
    está haciendo mediante la incorporación de sistemas
    reconocidos de evaluación y acreditación
    institucional, los que se espera contribuirán al
    mejoramiento de la eficacia y
    eficiencia
    académicas de las instituciones.

    La calidad es, actualmente, el problema central de las
    universidades latinoamericanas y supone la consideración
    de la teoría
    y practica de la evaluación, como uno de los elementos
    básicos para asegurarla. La evaluación no es una
    moda pasajera de la política de desarrollo
    institucional y científico, sino una herramienta de
    planificación y política universitaria que se
    estima será permanente.

    Si antes la universidad pública en particular, y
    la enseñanza superior en general entregaban
    resultados a la sociedad sin mayor exigencia de ésta, es
    ahora cuando mediante la práctica evaluativa se pide mayor
    rigor y juicio autocrítico en lo que se informa; si antes
    se concebía a la educación como una inversión social y los gobiernos otorgaban
    en muchas ocasiones un cheque en
    blanco para financiar los propósitos de las instituciones,
    cualesquiera que estos fueran, ahora – en el contexto de la
    crisis
    económica – la sociedad y las propias instituciones
    de educación superior requieren saber mediante la
    evaluación, que fortalezas y debilidades se tienen y en
    consecuencia que destinos tendrán los recursos.
    Además la evaluación es necesaria para: eliminar
    viejos rezagos, vicios y despropósitos en las IES,
    conquistar nuevos logros y consolidar aciertos institucionales
    que podrían deteriorarse, por la necesidad de anticiparse
    a retos futuros y adecuarse a los cambios vertiginosos que
    imprime la integración hemisférica. Se
    considera que la evaluación permitirá realizar un
    seguimiento más fino sobre las actuales políticas
    de educación superior y asegurar la calidad de los
    servicios que
    ésta ofrece.

    Acreditación, evaluación y
    regulación de la calidad universitaria están de tal
    modo relacionadas en sus propósitos y procedimientos, que
    no es posible considerarlas separadamente. Se acredita conforme a
    un proceso de
    evaluación y de seguimiento, con el fin de disponer de
    información fidedigna y objetiva sobre la
    calidad relativa de instituciones y programas
    universitarios, sea que estén en su fase de reconocimiento
    inicial o en pleno desarrollo de su proyecto
    institucional.

    La acreditación, en su connotación tanto
    institucional como individual, implica una búsqueda de
    reconocimiento social y de prestigio por parte de los individuos
    que transitan por las instituciones educativas y por estas mismas
    para lograr dicho reconocimiento. En este sentido, los procesos de
    acreditación se han constituido en un requerimiento
    imperativo en nuestros días, ya que garantizan la calidad
    y credibilidad de un proceso educativo y de sus
    resultados.

    En el presente trabajo hacemos un análisis de diferentes experiencias en el
    campo de la acreditación universitaria en diferentes
    países y como se proyecta su realización en
    Cuba.

    DESARROLLO

    La universidad más que un fin en sí misma,
    es una institución cuya misión, su
    quehacer y resultados deben estar al servicio del
    desarrollo armónico e integral del hombre y de la
    sociedad, por lo que debe responder y rendir cuenta, en primer
    término, a la comunidad
    nacional que la rodea y la sustenta. Esto implica necesariamente
    la evaluación de su quehacer como IES, considerando su
    relevancia social, económica y educativa, para saber en
    que medida está cumpliendo sus compromisos mayores para
    con la sociedad como un todo.

    En América
    Latina, el sistema de
    desarrollo científico y tecnológico está
    constituido básicamente por sus universidades, las que
    cuentan con una dotación importante de recursos
    humanos calificados, así como de equipos y
    laboratorios. Estas, a diferencia de lo que ocurre en la mayor
    parte de los países desarrollados, realizan la casi
    totalidad de la labor investigativa nacional. De aquí que
    por su acción formadora e investigativa, así como
    por su relación directa con el sector productivo, en
    cuanto a asistencia técnica y trasferencia de tecnología, sean uno
    de los recursos más importantes con que cuentan nuestros
    países para lograr un desarrollo acelerado.

    Las universidades demandan, por su parte, de la sociedad
    y particularmente del Estado,
    ingentes recursos cuya adecuada utilización debe ser
    cautelada, de modo que la fe pública no se vea defraudada
    en sus expectativas en relación con la correspondencia de
    los resultados de la acción universitaria y las
    necesidades actuales de los individuos y de la comunidad. De
    aquí que sea explicable la creciente preocupación
    por la evaluación y acreditación universitaria, en
    particular de la calidad de la docencia, debido a la importancia
    fundamental de la universidad, que en los últimos tiempos,
    junto con reorientar su función
    social, ha experimentado importantes cambios, ampliando
    fuertemente su ámbito de acción. En particular
    destaca su compromiso con la salución de los problemas
    sociales del país, su papel de
    principal generadora de conocimiento
    útil al desarrollo nacional y su responsabilidad en la formación de
    profesionales y ciudadanos cultos, con capacidad técnica,
    política y social adecuados a su realidad.

    El hecho de constituir uno de los factores fundamentales
    del desarrollo de los países, de los que recibe un apoyo
    sustantivo en forma de reconocimientos y recursos, hace necesario
    demostrar la eficiencia y eficacia de su utilización en el
    cumplimiento de su misión. La acreditación, por
    medio de algunas de sus diversas modalidades, parece ser hoy uno
    de los mecanismos más adecuados de evaluación y
    control social
    para garantizar la calidad universitaria.

    La evaluación y la acreditación no son
    fines en si mismos, sino medios para
    promover el mejoramiento de la educación superior. Si bien
    la acreditación y la evaluación guardan estrecha
    relación, son procesos diferenciables y complementarios.
    La evaluación fue definida por la ANUIES desde 1984 y por
    la Comisión Nacional para la Evaluación de la
    Educación superior de México (
    CONAEVA ), en 1989 como un proceso integral, continuo y
    participativo que permite identificar una problemática,
    analizarla y explicarla mediante información relevante.
    Como resultado proporciona juicios de valor que
    sustentan la consecuente toma de
    decisiones. Con la evaluación se busca el mejoramiento
    de lo que se evalúa y se tiende a la acción. En
    cambio, la
    acreditación es un procedimiento
    cuyo objetivo es
    confrontar el grado de acercamiento del objeto analizado con un
    conjunto de normas
    convencionalmente definidas por especialistas y órganos
    colegiados de reconocido prestigio académico. Implica
    necesariamente el reconocimiento público de que una
    institución o un programa
    satisface determinados criterios de calidad y es por lo tanto
    confiable.

    Por su parte la Asociación Universitaria
    Iberoamericana de Postgrado (AUIP) las define como:

    Evaluación: es un componente fundamental
    de cualquier esfuerzo que se haga para producir o generar algo de
    valor. Es el proceso a través del cual se recoge y se
    interpreta, formal y sistemáticamente, información
    pertinente sobre un programa educativo, se producen juicios de
    valor a partir de esa información y se toman decisiones
    conducentes a mantener, proyectar reformar o eliminar elementos
    del programa o su totalidad de modalidades.

    Auto evaluación: es un proceso cuya
    planificación, organización ejecución y supervisión está a cargo de personas
    comprometidas con el programa. Persigue dos propósitos
    fundamentales: a) identificar los problemas,
    logros, aciertos y dificultades de un programa y b) proponer
    correctivos y comprometerse en la revisión y ajuste para
    garantizar un proceso permanente de mejoramiento cualitativo del
    programa.

    Evaluación externa: es un proceso en el
    que intervienen especialistas ajenos al programa. La
    evaluación externa detecta los problemas y dificultades,
    propone alternativas de acción pero no se compromete con
    la introducción de correctivos.

    Meta evaluación: la evaluación
    institucional sometida también a un proceso de
    evaluación que juzgue su diseño,
    desarrollo y resultados al final o durante el proceso
    evaluativo.

    Acreditación: es el proceso a
    través del cual es posible establecer procedimientos para:
    a) certificar públicamente los requerimientos
    mínimos de calidad que reúne un programa o una
    institución académica.

    b) asesorar y apoyar académicamente a un programa
    o una institución de tal manera que avance progresivamente
    en el logro de esos requerimientos mínimos.

    c) ofrecer información a los usuarios potenciales
    de esos programas o instituciones, para la acertada toma de
    decisiones.

    d) propiciar el mejoramiento cualitativo de programas e
    instituciones.

    En las definiciones dadas por estas instituciones hay
    varios elementos en común entre los que se destacan la
    evaluación como un proceso que permite emitir juicios de
    valor a partir de información relevante sobre un programa
    o institución de educación superior que conlleva a
    la toma de decisiones y la acreditación como un
    procedimiento que implica el reconocimiento público de la
    calidad de un programa o IES a partir de una comparación
    con parámetros de evaluación que se asumen como el
    modelo ideal
    que sirve de referente.

    Después de analizados los conceptos y convencidos
    de la necesidad actual de someter a las IES a procesos continuos
    de evaluación y acreditación veamos algunas
    experiencias del contexto internacional.

    LA ACREDITACIÓN EN ESTADOS UNIDOS DE
    AMÉRICA.

    El proceso de acreditación universitaria en los
    EUA se inicia en los finales del siglo XIX, con los centros de
    educación superior privados y tomando como ejemplo los
    modelos
    inglés
    y escocés, en su estructura, y
    con el énfasis investigativo de la influencia
    alemana.

    En 1906,las universidades de la costa del Este, reunidas
    en Boston, resuelven realizar actividades de evaluación y
    de acreditación. Este intervalo de tiempo era el
    necesario para que las universidades pioneras, consolidaran su
    status y fortalecieran sus estructuras,
    su autoridad y su
    prestigio dentro de la sociedad norteamericana.

    Se iniciaba de esta manera un proceso que, ajeno a la
    influencia del Gobierno Federal,
    trataba de que las instituciones universitarias fueran
    consolidando su actividad en la educación superior, de
    manera independiente. Ya que como tal, los EUA no cuentan con un
    Sistema de Educación Superior (SES) organizado por el
    Gobierno Federal, al estilo europeo bajo la dirección de un organismo
    central.

    En EUA se puede hablar de "51 sistemas públicos",
    uno por cada estado, donde cada cual auspicia instituciones
    autónomas. En un estado puede haber varias instituciones
    con la característica de que ninguna de ellas es
    idéntica a las otras, ni en programas, política
    académica, selectividad del estudiantado,
    remuneración del personal,
    organización administrativa y ni en muchos otros aspectos,
    lo que no permite la existencia de un sistema a nivel de nación.

    Esto es el ejemplo más evidente de descentralización de la educación
    superior, donde la autonomía universitaria es,
    prácticamente absoluta. El control más efectivo se
    produce a partir de la competitividad
    entre las IES. Debido a esto, en 1960 se crea una
    organización no gubernamental, el Council of Postsecondary
    Acreditation (COPA) para coordinar actividades de
    evaluación y acreditación. A partir de la
    creación de la COPA se precisan algunos aspectos de la
    acreditación, es decir, mejorar la institución y al
    propio tiempo dar "fe pública" de su estado, sobre la base
    de la voluntariedad.

    Existen dos cuerpos de acreditación:

    • Uno institucional que certifica a la
      institución en su conjunto con sus áreas,
      actividades y programas.
    • Y otro especializado que fiscaliza programas
      específicos profesionales, disciplinarios o unidades de
      las IES.

    Las evaluaciones son realizadas por académicos de
    prestigio en comisiones "ad hoc", sugeridas por el Consejo
    Directivo y los integrantes de las asambleas; con la
    condición de que no pertenezcan a la IES
    evaluada.

    En Dic. de 1974 se creó un Departamento de
    Educación en el Gabinete Presidencial, ya que hasta ese
    momento solo se disponía de una Oficina de
    Educación. Este Dpto. procesa información estadística y es canal para la distribución de los fondos del Gobierno
    Federal destinados a las IES, tanto públicas como
    privadas.

    En 1981 aparece el Joint Committe on Standard for
    Educational Evaluation, que señala los procedimientos y
    normas, elabora instrumentos de evaluación y conduce sus
    procesos. En 1992 se crea la Comisión de Excelencia
    Educacional para examinar la calidad de
    educación.

    Los organismos acreditadores están organizados en
    6 agencias regionales en el país y se vinculan con la
    COPA. De las propias universidades salen los "pares externos"
    para constituir las agencias, sin fines de lucro y
    autónomas, con una dirección colegiada y expresan
    el reconocimiento público de las instituciones que
    acreditan.

    La acreditación universitaria estadounidense
    está implementada con dos tipos de evaluación
    institucional: la interna (autoevaluación) y la externa
    (evaluación por expertos externos).

    La autoevaluación es realizada por la propia
    institución a través de un estudio donde
    expresa:

    • su eficacia ( el grado de cumplimiento de las tareas
      implícitas en su misión como institución,
      de los objetivos y
      metas propuestos en plazos determinados).
    • su eficiencia ( el grado de empleo de
      los recursos asignados y de los resultados
      obtenidos).
    • su estructura organizativa y las formas de
      gestión de la institución.
    • la identificación de sus problemas y como
      piensa resolverlos.

    La información para este proceso debe ser
    confiable, veraz, exacta y debe salir de un sistema de datos implantado
    en la institución, o de programas de investigaciones
    internos que a su vez sirvan de base para la planificación
    y el desarrollo de la misma.

    De esta manera, el trabajo de
    la institución, se enjuicia por sus dirigentes y
    ejecutores, que aprecian su desempeño en todas las esferas.

    La evaluación externa la ejecutan los pares de la
    agencia regional acreditadora. Estos "pares", forman parte de una
    comisión que visita a la IES y sobre la base del
    análisis del informe de la
    autoevaluación, contrastan la realidad de su contenido.
    Para ello, realizan entrevistas
    con profesores y estudiantes y al final aprecian los
    méritos y los defectos de la institución y toman la
    decisión de otorgar, reafirmar, denegar, posponer o
    revocar la acreditación.

    La composición de la comisión de los
    "pares externos" se escoge de un grupo de
    colegas que se destacan por su experticia. Este equipo rinde un
    informe a la institución y a la agencia acreditadora, para
    dar a conocer sus conclusiones, así como sus sugerencias
    para mejorar la institución.

    El dictamen de la comisión de los "pares
    externos" varía en la periodicidad de su vigencia, pero no
    es mayor de 5 años, incluso puede ser un tiempo menor, si
    se establecen ciertas exigencias de mejoramiento.

    Se señala que existen universidades que, por su
    magnitud y complejidad, pueden requerir hasta 2 o 2.5 años
    el proceso mismo de acreditación, por lo que las visitas
    se realizan con una periodicidad mayor (hasta 10
    años).

    La acreditación universitaria en los EUA, al
    igual que la evaluación, tiene dos modalidades:

    • la institucional.
    • la especializada.

    En la primera se acredita la institución a
    través de indicadores de
    los recursos docentes, económicos, físicos(aulas,
    laboratorios, bibliotecas,
    etc.), los planes de estudios, la
    organización administrativa, la selectividad del
    alumnado, el servicio de apoyo a los estudiantes, la capacidad de
    gestión, el estado de
    las finanzas, los
    proyectos
    educativos y de investigación, etc. Se incluye
    también en el análisis si las IES disponen de los
    recursos necesarios para lograr los objetivos; si tienen
    capacidad para llevarlos a cabo durante un período
    razonable en el futuro.

    En esta acreditación no participa ninguna entidad
    gubernamental, local estatal o federal, es responsabilidad
    exclusiva de las Agencias Regionales, constituidas por las
    universidades acreditadas y representadas por sus máximas
    autoridades administrativas. Cada una de estas seis Agencias
    Regionales establece, en sus respectivas reuniones anuales, sus
    propios criterios y procedimientos de acreditación de las
    instituciones de su región.

    La segunda modalidad de acreditación se produce
    en áreas profesionales ocupacionales, disciplinas
    específicas e instancias organizativas (facultades y
    departamentos), se analiza el contenido del currículo, la relación alumno /
    profesor, equipos, laboratorios, etc. Actualmente, por esta
    modalidad, se acreditan profesiones como Medicina,
    Ingenierías, Enfermería, Derecho, Arquitectura y
    Artes Plásticas.

    Las especialidades de Humanidades Y Ciencias
    Naturales van en el contenido de la acreditación
    institucional, como obligatorias a todas ellas. Las Agencias que
    realizan esta acreditación, están compuestas por un
    personal académico universitario de la disciplina o
    profesión en cuestión, que se selecciona a escala
    nacional.

    El sistema de acreditación en los EUA ha sido el
    resultado todavía defectuoso, de más de cien
    años de ensayos,
    discusiones, luchas entre sectores antagónicos y
    revisiones frecuentes.

    LA ACREDITACIÓN EN PAÍSES
    LATINOAMERICANOS.

    La evaluación en las universidades en
    América Latina no ha sido una práctica
    común, como sucede en los países más
    desarrollados, de aquí que exista poca experiencia en
    relación con políticas, sistemas o mecanismos bien
    establecidos, basados en criterios reconocidos y definidos,
    independientes y objetivos, por medio de los cuales las
    universidades y facultades evalúen su trabajo, sus
    resultados y a sus académicos en forma sistemática
    y rigurosa.

    Es conveniente tener en cuenta la complejidad del
    problema a nivel latinoamericano, ya que existen aspectos propios
    de la realidad de cada uno delos países, que condicionan
    las modalidades, formas prácticas y ritmos de avance de
    los procesos correspondientes, especialmente en relación
    con las estructuras y mecanismos adoptados y socialmente
    reconocidos.

    Una observación somera de la realidad educativa
    superior de nuestro continente permite afirmar que, aunque hay
    muchas experiencias parciales y locales así como interés
    generalizado en abordar el problema, lo cierto es que en la
    mayoría de los países hay a nivel nacional total
    ausencia de mecanismos sistemáticos de evaluación
    educacional; tal cosa sucede en países como México,
    Argentina,
    Bolivia,
    Ecuador o
    República Dominicana. En México por ejemplo, se han
    hecho varias propuestas para evaluar la educación
    superior, incluso se creó en 1988 la CONAEVA pero no ha
    sido posible implementar ninguna de sus propuestas.

    En Colombia, por su
    parte, ha habido un constante debate
    relativo a la necesidad de evaluare la educación superior,
    y esto ha llevado a que por Ley en 1994 se
    creará el Consejo Nacional de Educación superior,
    con la función de implantar un sistema de
    acreditación voluntaria y temporal, al estilo
    norteamericano, en el cual la auto evaluación
    institucional sea parte del proceso de acreditación y
    "tarea permanente de las instituciones de educación
    superior"

    En Chile, hasta
    1981 sólo contaba con dos universidades estatales y seis
    privadas, dedicando el mayor presupuesto
    público a los estudios superiores y cada vez menos a
    la enseñanza básica y media, lo que creó,
    dentro de la población, el consenso social de que la
    educación superior era una "gratuidad
    inalienable".

    Con la Reforma de 1981 se trataba de retornar a la
    libertad que
    la dictadura militar
    había hecho desaparecer, ocho años atrás,
    por lo que comienzan a surgir instituciones privadas, lo que
    implicaba una competencia de
    excelencia académica a la vez que se eliminaba el carácter
    monopólico de un grupo de universidades tradicionalistas,
    llamadas también "tutoras" ocasionaba una ineficiencia y
    desproporción de las instituciones
    universitarias.

    A través de Decretos se determinó un nuevo
    régimen financiero para todo el Sistema de
    Educación Superior, que se basa en tres
    componentes:

    • Aporte directo, por el carácter
      histórico de universidades tradicionalistas.
    • Aporte indirecto, por el número de estudiantes
      matriculados en primer año con máxima
      calidad.
    • Fondo público, otorgando un crédito fiscal en
      becas a estudiantes capaces pero carentes de recursos; antes de
      la Reforma se ofrecía a entidades
      existentes.

    Después de la Reforma comienza una etapa, en
    1990, en vísperas de la desmilitarización del
    Gobierno, donde se aprecia una excesiva liberalidad y se dicta la
    Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza.
    (LOCE).

    La LOCE libera la creación de nuevas entidades
    universitarias lo que se manifestó exhorbitadamente,
    implicando un deterioro de la calidad en la educación
    superior, al manifestarse el incremento de universidades privadas
    y una deficiente preparación básica y media del
    estudiante al ingresar a la universidad al no mejorar estos
    niveles de enseñanza.

    La LOCE aportó la Acreditación
    pública de las universidades a través de un
    organismo estatal de carácter autónomo denominado
    Consejo Superior de Educación (CSE).

    En la actualidad existe un proyecto para restablecer los
    equilibrios, dirigido por el Ministerio de Educación,
    donde se quiere detectar las deficiencias, fundamentalmente, en
    el descontrol existente que afecta al sistema en general y en
    déficit de eficiencia en las universidades. Este proyecto
    se basa en autorizar la creación de nuevas entidades
    privadas y acreditar recursos de origen fiscal como consecuencia
    de evaluaciones externas (comisiones de pares).

    Si en Chile, en 1981, existían 6 universidades,
    en 1993, existían 288 y de ellas solo 5 universidades
    privadas con las mejores condiciones y recursos absorbían
    el 68% de los estudiantes universitarios.

    En Chile el proceso de Acreditación se rige por
    tres documentos:

    • Criterios de evaluación de
      universidades.
    • Manual para miembros de Comisiones Pares
      Evaluadores.
    • Manual para la preparación de informes
      autoevaluativos.

    En el documento sobre los Criterios de evaluación
    de universidades se enuncian 12 criterios y los aspectos que los
    identifican para que una IES se acredite.

    El Manual para
    miembros de Comisiones Pares Evaluadores proporciona a ellos una
    información general sobre el Consejo Superior de
    Educación y sobre el sistema de acreditación, con
    un conjunto de recomendaciones útiles para desarrollar las
    visitas de verificación e instrucciones para su
    preparación y realización.

    Se detalla el sistema de acreditación así
    como el sistema de supervisión, sus componentes y etapas
    de su proceso, las visitas de verificación, las auditorias,
    las evaluaciones específicas y la revisión de
    proyectos de nuevos programas.

    La acreditación es el resultado de la
    evaluación general de las instituciones privadas de
    educación superior y exige: principio de voluntariedad,
    duración definida, con aplicación a instituciones y
    programas, conducido por organismos en que participan las mismas
    instituciones, realizada por la evaluación de Pares, con
    dos objetivos:

    • Hacer responsables a las instituciones de las metas
      fijadas en su declaración de misión y
      objetivos.
    • Evaluar el grado en que las instituciones satisfacen
      los criterios de evaluación de calidad, establecidos por
      ellas y apoyar acciones
      destinadas a mejorar su desempeño.

    La supervisión la aplica el Consejo y se
    caracteriza por ser un proceso no voluntario, de duración
    limitada, se aplica a instituciones, conducida por un
    órgano estatal, realizada por evaluación por Pares
    y del mismo Consejo, con los objetivos siguientes.

    • Cautelar la fe pública depositada por la
      comunidad en las instituciones de educación
      superior.
    • Asegurar niveles mínimos de
      calidad.
    • Proteger a los usuarios.

    El Manual para la preparación de informes
    autoevaluativos esta dirigido a las instituciones que se
    encuentran sujetas al proceso de acreditación ante el
    Consejo Superior de Educación.

    PROYECCIÓN DE ACREDITACION DE CARRERAS
    UNIVERSITARIAS EN CUBA.

    La educación superior cubana ha estado en
    constante proceso de perfeccionamiento y evaluación, entre
    todos estos cambios se encuentra la decisión de implantar
    un proceso de planeación
    estratégica, en todas las instituciones adscriptas al
    Ministerio de Educación Superior, y un sistema de
    dirección por objetivos. Esto conllevo a la necesidad de
    producir un cambio, además, en el sistema de control
    existente y en especial del Sistema de Evaluación
    Institucional y surge así la cuarta versión del
    Reglamento de Inspección Estatal como forma más
    importante del sistema de control el cual establece: "El
    Ministerio de Educación superior realiza la
    inspección, como una forma de evaluación y control
    a los centros de educación superior, con el objetivo de
    comprobar la calidad del trabajo en correspondencia con la
    misión o función social que le ha sido encargada
    por el Estado y el Gobierno y comprobar el cumplimiento de las
    disposiciones vigentes". Y continúa expresando ……" la
    inspección dirige su atención, fundamentalmente, a verificar la
    calidad del trabajo que se realiza y su contribución al
    cumplimiento de los objetivos del Sistema".

    La evaluación de las Instituciones de
    Educación Superior en Cuba se ha convertido en elemento
    clave para el perfeccionamiento del trabajo que desempeñan
    estas entidades, en especial en todo lo vinculado con la calidad
    y la pertinencia. Pero sin dudas se hace imprescindible lograr
    una mayor influencia y repercusión social, en el concepto de
    internacionalización. Relacionado éste con el
    carácter universal del aprendizaje, la
    integración
    económica, cultural y política entre los
    países, las crecientes relaciones entre las instituciones
    de la educación superior de diferentes países y el
    surgimiento incesante de nuevas
    tecnologías de la información y las comunicaciones.

    La situación exige entonces, entre otras
    acciones, la implantación de un sistema de
    acreditación que se convierta en un factor eficaz capaz de
    asegurar el reconocimiento público nacional e
    internacionalmente. Esto no sólo contribuirá al
    mejoramiento de la educación superior y al mayor
    reconocimiento y legitimidad de las instituciones universitarias
    ante la sociedad, sino que facilitará el reconocimiento de
    títulos y el intercambio profesional en el ámbito
    nacional y con otros países.

    El sistema de acreditación de carreras
    universitarias (SEA-CU) es parte integrante del Sistema
    Universitario de Programas de Acreditación (SUPRA) y
    constituye uno de sus subsistemas que tiene por objeto evaluar y
    acreditar las carreras que se desarrollan en los distintos
    centros de educación superior del país. Su
    concepción se basa en un conjunto de antecedentes
    sociales, políticos y pedagógicos que han
    constituido referentes para contextualizarlo en función de
    las condiciones de Cuba. Entre estos antecedentes deben ser
    mencionados los siguientes:

    1. Política educacional del
      país.
    2. Modelo pedagógico de la Educación
      Superior Cubana.
    3. Existencia del MES y una red de CES adscriptos
      a OACE.
    4. Cultura de control como función de la
      dirección de los procesos universitarios.
    5. Reglamento de inspección de la
      Educación Superior.
    6. Estado actual y estrategia de
      desarrollo de la Educación Superior Cubana.

    Estos antecedentes particularizan al sistema cubano en
    tanto algunas de las variables e
    indicadores que habitualmente se encuentran contenidos en otros
    sistemas presentan en el SEA-CU un enfoque especial. Entre ellos
    pueden citarse la equidad, el currículo, el peso de la
    dimensión educativa, el componente investigativo-laboral, los
    procedimientos para la apertura de nuevas carreras, la
    organización de la educación superior cubana con
    CES adscriptos a diferentes OACE, el trabajo metodológico
    y la infraestructura. Asimismo, las proyecciones
    estratégicas en cuanto a la formación de doctores,
    la búsqueda de visibilidad nacional e internacional del
    claustro a través de su producción científica, la alianza
    con los OACE y el empleo de NTIC, entre otras, se encuentran
    reflejadas en el sistema y lo diferencian de otros similares de
    otros países al mismo tiempo que lo identifican como un
    modelo de avanzada en el cual se han recogido experiencias de
    elevado nivel, contextualizado para nuestras
    condiciones.

    Entre los elementos que han servido como premisas para
    el diseño del sistema deben mencionarse los
    siguientes:

    1. La necesidad de integrarse al SUPRA, como subsistema
      para la acreditación de programas, en su estilo,
      variables generales, enfoques, etc, de modo que el sistema
      general no pierda unidad y coherencia.
    2. La búsqueda de simplicidad en su
      interpretación, gestión y aplicación para
      contribuir a crear de inicio la necesaria cultura de
      acreditación con todas sus implicaciones.

    OBJETIVOS Y ALCANCE:

    La acreditación de una carrera expresa el
    reconocimiento del cumplimiento de un conjunto de requisitos
    mínimos establecidos en el sistema.

    Estos requisitos tienen en cuenta la planeación
    estratégica y la dirección por objetivos de nuestra
    organización.

    El objetivo general del sistema es,
    en esencia, la elevación continua de la calidad del
    proceso de formación en las carreras universitarias que
    se desarrollan en nuestro país.

    Adicionalmente a ello, el sistema propicia:

    1. Generar información para adoptar decisiones
      relacionadas con la gestión para el mejoramiento
      continuo de la calidad.
    2. Lograr reconocimiento y equivalencia internacional de
      títulos universitarios.

    El SEA-CU fue diseñado originalmente con un
    alcance limitado a las carreras que se imparten en los CES
    adscriptos al MES; aunque, a propuesta de los restantes
    organismos que participan en la Comisión Nacional, se ha
    ido enriqueciendo para su posible generalización al resto
    de las carreras que se desarrollan en CES adscriptos a otros
    OACE. No obstante, mantenemos nuestro punto de vista en
    relación a que las primeras convocatorias para la
    solicitud de procesos de evaluación externa se limiten a
    los centros del MES, lo que ha de permitir obtener la experiencia
    necesaria para su aplicación más eficiente en los
    restantes OACE, donde será necesario adoptar decisiones
    particulares en función de sus singularidades.

    IDEAS PRINCIPALES:

    Las ideas principales en las que se sustenta el sistema
    propuesto, son las siguientes:

    • Se privilegia la unidad de la educación con la
      instrucción y el vínculo entre el estudio y el
      trabajo; y se asume que el trabajo metodológico
      garantiza la gestión para el perfeccionamiento constante
      del proceso de formación.
    • Se estructura a partir de nuestra actual
      concepción curricular, en la que se combina
      dialécticamente la centralización (las comisiones Nacionales
      de Carrera responden por el diseño del plan de
      estudios que se aplica en todas las universidades) con la
      descentralización (los centros aplican los planes de
      estudio adecuándolos a las condiciones de cada uno de
      ellos).
    • Como en el resto de los subsistemas del SUPRA, se
      definen tres momentos:
    • Autoevaluación.
    • Evaluación externa.
    • Acreditación.
    • Se identifican 6 variables esenciales para el
      sistema: (1) Pertinencia e Impacto Social; (2) Elementos que
      potencian el proceso de formación; (3) Profesores; (4)
      Estudiantes; (5) Infraestructura y (6) Instrumentación del
      currículo.
    • En la determinación de los indicadores y
      criterios de evaluación precisados para cada variable,
      se han seleccionado aquellos elementos que caracterizan la
      variable de un modo esencial, tratando de reducirlos hasta
      tanto sea posible.

    VARIABLES E INDICADORES:

    Se han definido un conjunto de variables e indicadores
    como dimensiones de la calidad en la formación de
    profesionales de pregrado. Las mismas se han caracterizado por su
    nivel de generalidad, su flexibilidad, su simplicidad y expresan
    un modelo de calidad compatible con los antecedentes que
    contextualizan al sistema en Cuba. La tendencia ha sido tratar de
    lograr reducir el número de indicadores en cada variable,
    tratando de caracterizarla de un modo lo más esencial
    posible (6 variables y 24 indicadores).

    Una síntesis
    muy resumida de estas variables e indicadores se expone a
    continuación:

    VARIABLE

    INDICADORES

    Pertinencia e impacto social (15 %)

    • Proyección de la profesión
      hacia el territorio y/o el país
    • Satisfacción de empleadores y
      egresados.

    Elementos que potencian el proceso de
    formación (10 %)

    • Postgrado de prestigio.
    • Investigaciones de calidad.
    • Relaciones internacionales e
      interinstitucionales estables.

    Profesores (25%)

    • Cualidades como educadores.
    • % de Doctores y Masters.
    • Preparación docente expresada
      esencialmente en sus categorías docentes y en el
      empleo de las NTIC.
    • Publicaciones y participación en
      eventos científicos.
    • Experiencia profesional.

    Estudiantes (10%)

    • Participación de los estudiantes como
      sujetos activos de su proceso
      formativo.
    • Tendencia que muestra la eficiencia
      vertical.
    • Organización de los grupos de clase.
    • Títulos de Oro.

    Infraestructura (20%)

    • Aseguramiento bibliográfico por
      diferentes vías y en diversos
      soportes.
    • Base material de laboratorios (incluido el
      derivado de la alianza con los OACE).
    • Computación y NTIC.
    • Otras instalaciones docentes (mobiliario,
      talleres, gabinetes, etc.)

    Instrumentación del currículo
    (20%)

    • Estrategia educativa de la
      carrera.
    • Otras estrategias curriculares: Computación, Inglés,
      Formación Económica, Medio
      Ambiente, Dirección.
    • Actividad investigativo-laboral de los
      estudiantes: Prácticas Laborales, Unidades
      Docentes, proyectos de curso.
    • Trabajo metodológico en los diferentes
      niveles de la carrera.
    • Modificaciones al plan de estudio como
      contribución al perfeccionamiento del proceso de
      formación sin violar las normas
      establecidas.
    • Componentes del proceso docente-educativo,
      fundamentalmente métodos, formas, medios y
      sistemas de evaluación.

    REQUISITOS MÍNIMOS DE CALIDAD:

    Con independencia
    de la puntuación obtenida en la evaluación externa,
    se han precisado un conjunto de requisitos mínimos de
    calidad que se considera deben cumplir las carreras, de modo que
    la falta de cumplimiento de cualquiera de ellos la invalida para
    obtener las certificaciones de "acreditada" o de "excelencia", y
    que deben ser evaluados integralmente por los expertos que
    participarán en las comisiones de evaluación. Ellos
    son:

    1. La labor educativa que se desarrolla en la carrera no
      garantiza la formación integral de los
      estudiantes.
    2. Menos del 25 % del claustro de la carrera tiene el
      grado de Doctor.
    3. El vínculo laboral de la carrera no garantiza
      la formación de los modos de actuar del
      profesional.
    4. No se garantiza el cumplimiento de los objetivos
      previstos en relación con la computación y las
      NTIC.
    5. El aseguramiento bibliográfico disponible no
      garantiza la formación de los estudiantes.
    6. La base material de laboratorios disponible para la
      carrera (incluida la que se encuentra en los OACE) no garantiza
      la formación de los estudiantes.

    Estos requisitos adquieren la categoría de
    excluyentes y cada uno de ellos poseen carácter general
    intentando englobar a varios de los indicadores particulares de
    las variables.

    CONSIDERACIONES GENERALES:

    • La elaboración de los documentos que
      caracterizan el SEA-CU ha estado presidida por un amplio
      proceso de recogida de opiniones en todos colectivos de
      carreras de los CES del MES. Se han recogido además las
      enviadas por los OACE con CES adscritos.
    • El inicio de un proceso de evaluación externa
      supone que la carrera ha graduado, al menos, cinco generaciones
      de estudiantes y que ha obtenido resultados satisfactorios en
      las inspecciones parciales o generales realizadas en los dos
      últimos cursos, caso de
      haberse realizado.
    • Se propone mantener tres categorías de
      carreras: autorizadas (carreras aprobadas para un OACE, y que
      éste autoriza iniciar en alguno de sus CES), acreditadas
      (que obtienen en la evaluación externa entre 70% y 84%
      de los puntos) y de excelencia (con al menos 85% de los
      puntos).
    • Los resultados de una evaluación externa
      tendrán una vigencia de cinco años.
    • El período mínimo entre dos
      evaluaciones externas será de dos
      años.
    • Se considera, a los efectos de las evaluaciones
      externas, que el "claustro de profesores" es el conjunto de
      profesores propios del CES, con categoría docente
      principal desde Instructor hasta Profesor Titular, que han
      impartido actividades docentes a esa carrera en el
      último curso concluido.
    • En la evaluación de la infraestructura se le
      otorgará potestad a las comisiones nacionales de
      carreras a establecer requisitos particulares, en los casos en
      que se considere necesario.
    • Se requiere una esmerada selección y formación de los
      expertos para formar parte de las Comisiones Evaluadoras, las
      que han de estar integradas por profesionales de elevado
      prestigio de los CES, de los OACE, de las Organizaciones
      de Profesionales y de otras instituciones, según
      corresponda en cada caso.
    • Los CES que proponen iniciar un proceso de
      evaluación externa a una o varias de sus carreras asumen
      los gastos que se
      deriven del traslado y atención a la correspondiente
      Comisión Evaluadora.

    INTERROGANTES PRINCIPALES:

    Quedan vigentes un conjunto de interrogantes finales que
    se pueden derivar de la aplicación del SEA-CU en el
    sistema cubano de Educación Superior, los cuales se
    enuncian resumidamente a continuación con el único
    propósito de identificarlas:

    1. Situación con las carreras de un CES que no
      logren obtener una certificación de acreditadas en un
      cierto periodo de tiempo y su impacto en el
      territorio.
    2. Repercusión del SEA-CU y sus resultados, en la
      imagen
      internacional de la Educación Superior Cubana, incluida
      la ubicación de los becarios extranjeros en los CES y el
      pregrado compensado.
    3. Relación entre la aplicación del SEA-CU
      y el sistema de ingreso a la Educación
      Superior.
    4. Relación entre la aplicación del
      SEA-CU, el sistema de ubicación laboral de los egresados
      y el perfeccionamiento empresarial.
    5. Marco administrativo, financiero e institucional del
      sistema.

    CONCLUSIONES

    La acreditación de IES descansa sobre la
    autoevaluación institucional o de programas y es un
    mecanismo que permite a las instituciones que brindan el servicio
    educativo rendir cuentas ante la
    sociedad y el Estado, y a este último dar fe ante la
    sociedad global de la calidad del servicio prestado.

    El propósito de todo el proceso de
    acreditación es procurar el mejoramiento de la calidad del
    servicio.

    En América Latina no existe una tradición
    de autoevaluación o evaluación de las IES. En todo
    caso, no ha sido una práctica común, como sucede en
    los países desarrollados. Hay poca experiencia en
    relación con políticas y prácticas de
    evaluación, aunque recientemente existe una
    preocupación generalizada sobre los procesos de
    evaluación y acreditación que surge en el contexto
    de una crisis en las relaciones Universidad – Estado y
    Universidad – Sociedad.

    La evaluación institucional en la
    Educación Superior en Cuba se ha ido perfeccionando y
    adecuando tanto al nivel de desarrollo alcanzado por las IES como
    al logrado en los métodos de medición y control
    establecidos, y en estos momentos se proyecta comenzar la
    aplicación de un Sistema de Evaluación y
    Acreditación de Carreras Universitarias.

    La autoevaluación, como método de
    evaluación sistemática, no se ha constituido en una
    actividad permanente del proceso de Planeación
    Estratégica de las universidades.

    RECOMENDACIONES

    En América Latina hay que lograr sistemas de
    evaluación de la educación superior y del postgrado
    que sean económicos y preserven la autonomía
    académica e institucional, pero esto sólo es
    posible con una voluntad política de los gobiernos y de
    las IES.

    En las IES cubanas es necesario compatibilizar los
    indicadores que aparecen en la Guía para la
    evaluación de las carreras con la Planificación
    Estratégica de las Universidades.

    BIBLIOGRAFÍA

    1.- Acreditación Universitaria en América
    Latina. Antecedentes y experiencias. CINDA – OUI –
    ANUIES, México, 1993.

    2.- Alejandro Montano Durán. "La
    acreditación de instituciones de educación superior
    y programas académicos en algunos países de
    América". Chile, octubre de 1997.

    3.- Carlos Pallán Figueroa. "Los procesos de
    evaluación y acreditación de las instituciones de
    educación superior en México en los últimos
    años. En la Revista de la
    Educación Superior. ANUIES. No 97. México, octubre
    – diciembre de 1995.

    4.- Calidad y cooperación internacional en la
    educación superior de América Latina y el Caribe.
    Serie políticas y estrategias. CRESAL – UNESCO. No
    4, 6 y 7. Caracas. Venezuela.
    1996.

    5.- Reglamento para la evaluación y
    acreditación de carreras universitarias. Ministerio de
    Educación Superior. Cuba. 2001.

    6.- Reglamento de inspección estatal. Ministerio
    de Educación Superior. Cuba. 1997.

    7.- Sonia Alemañy Ramos, Fermín Orestes
    Rodríguez González. "Etapas del desarrollo de la
    Evaluación Institucional y premisas y objetivos de la
    acreditación para las IES en Cuba". IV Taller sobre la
    educación superior y sus perspectivas. Cuba.
    1998.

    8.- Victor Morles. "La experiencia internacional sobre
    evaluación y acreditación de la educación
    superior y de postgrado: una visión panorámica".
    Revista Educación Superior y Sociedad. Vol 7. No 1.
    Venezuela. 1996.

     

      

     

     

    Autor:

    Misdalia Peña Domínguez

    Maria Teresa Gutiérrez
    Hernández

    Lino Téllez Sánchez

    UNIVERSIDAD DE HOLGUIN

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