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Educación para el desarrollo




Enviado por technotomy



    1. Principios
      rectores
    2. Educación,
      Política social Y Desarrollo
      económico
    3. Oportunidades educacionales y
      aspiraciones de la sociedad
    4. Conclusión
    5. Referencias

    1.
    INTRODUCCIÓN

    Tradicionalmente, se ha dicho que la educación
    constituye un vehículo hacia la formación integral
    del individuo y su adiestramiento
    para hacer frente a los retos que la sociedad le
    presenta. Es unánime la afirmación de que la
    educación
    se vincula a un proceso de
    transmisión de cultura que
    pone al día al individuo en diversos campos del conocimiento.
    Sin embargo, se debe tomar en cuenta el papel de la
    educación como elemento catalizador del desarrollo.
    Este trabajo está dirigido a examinar la importancia de la
    educación en la construcción de sociedades que
    miran con ansia hacia el desarrollo. De hecho, se hace
    alusión al valor de los
    procesos
    educativos como responsabilidad
    social y su impacto en las sociedades en vías de
    desarrollo. Pretende además este trabajo hacer
    énfasis en el hecho de que la educación no supone
    simplemente una transmisión de conocimientos sino una
    herramienta para edificar una sociedad progresista.

    En la alborada de un nuevo siglo, concíbese la
    educación como el medio principal para hacerle frente a
    tales retos como la promoción y consolidación de un
    desarrollo
    económico y social, la profundización y
    ampliación de los procesos de integración y su inserción en un
    mundo en constante cambio nutrido
    por adelantos en el área de la ciencia, la
    tecnología
    y la producción. En otras palabras, la
    educación es entonces un elemento crucial, un proceso
    eminentemente social, dirigido a maximizar el rango de
    oportunidades en beneficio de la población, dentro de un marco
    democrático. Es entonces esta empresa una de
    gran preponderancia para las organizaciones
    enfocadas en la región iberoamericana, la cual alude a la
    ampliación de la perspectiva educativa en un intento de
    acrecentar la competitividad
    y preparación de nuestras sociedades.

    2. PRINCIPIOS
    RECTORES

    Decir que la educación constituye un medio
    indispensable para acrecentar el desarrollo de nuestras
    sociedades nos es simplemente una propuesta. De hecho,
    dícese que la educación es un proceso propicio que
    puede nutrir el crecimiento y desenvolvimiento de los pueblos, e
    incluso elevar sus aspiraciones dentro del competitivo mundo
    moderno. Tenemos entonces que tomar en cuenta que la
    educación como medio para el desarrollo se apoya en
    principios que dan una dirección más precisa con respecto a
    un fin primordial del proceso: el desarrollo como mecanismo ideal
    para la superación.

    Afírmase entonces que el desarrollo educativo y
    cultural de una comunidad es
    fundamental en la solidificación de una sociedad sentada
    sobre bases democráticas y que la educación es
    esencial en la formación de individuos solidarios,
    participativos, productivos y respetuosos. Al sustentar la
    importancia del desarrollo de una comunidad y el papel del
    proceso educativo, resulta obvio suponer que ambos conceptos
    deben estar estrechamente vinculados en una especie de
    ecuación en la cual el desarrollo corresponde directamente
    a la educación.

    Cabe resaltarse entonces que el esfuerzo de elevar el
    proceso educativo como medio para el desarrollo no es exclusivo
    de los sistemas
    educativos, y no debe considerarse como tal. El Estado y
    todos los sectores sociales son supuestos a tener una
    participación activa en la configuración de
    políticas educativas basadas en la realidad
    social, las necesidades de la comunidad y el acrecentamiento de
    la competitividad. Adicionalmente, la participación del
    Estado y
    demás sectores de la sociedad puede permitir un acceso
    más factible a la educación a un porcentaje mucho
    mayor de la población. Indudablemente, los sistemas
    educativos deben apoyarse en otros entes, como el Estado, para
    garantizar el alcance de la educación a toda la
    población.

    Con relación a este esfuerzo se propone la
    participación de los medios de
    comunicación. Dichos medios pueden
    acaparar un amplio espectro de la población y es esa
    propiedad una
    de gran interés
    para los sistemas educativos. El proceso educativo apoyado en
    mecanismos formales puede no ser satisfactorio cuando se trata de
    facilitar el acceso al mismo a amplios sectores de la
    población. En cambio, la utilización de
    instrumentos especiales, como los medios de
    comunicación, es supuesta a fomentar la
    educación integral, la cual constituye un recurso crucial
    que alienta el crecimiento y participación social
    cabales.

    Sobre este respecto, cabe señalarse que las
    recientes transformaciones en los socio-económico, lo
    científico-tecnológico y lo cultural demandan una
    nueva perspectiva educativa. Una perspectiva tradicional aplicada
    a la educación reduce drásticamente las
    posibilidades de adecuación a los cambios. Por tal
    razón ‘los sistemas educativos deben estar en
    condiciones de desarrollar competencias que
    catalizen la comprensión de dichas transformaciones y
    estimúlenla creatividad’. En otras palabras, la
    educación no puede estar ajena a las transformaciones en
    los diversos campos del conocimiento ya que no eso sería
    proporcional a una fosilización cultural.

    Además de considerar a la educación como
    un medio para el desarrollo o como un proceso que posibilita al
    individuo una formación integral, la misma debe concebirse
    como una ‘responsabilidad social’, que conjugue la
    participación de los sistemas educativos, los medios de
    comunicación y las diferentes
    organizaciones sociales. Esta concatenación de esfuerzos
    es supuesta a ser una respuesta a la necesidad de alcanzar
    niveles de excelencia en la cual la educación no
    esté relegada a convencionalismos sino adaptada a un plano
    tecnológico dinámico.

    En definitiva, podemos sumarizar los lineamientos
    rectores relativos ala educación como medio para el
    desarrollo como sigue:

    • El desarrollo educativo y cultural consolida la
      conformación de sociedades integradas y participativas
      dentro de un marco democrático.
    • La educación promueve la formación de
      individuos solidarios, participativos, productivos y
      respetuosos.
    • La participación del Estado y demás
      sectores sociales posibilita el acceso a la educación a
      toda la población.
    • La educación, apoyada en la investigación
      científico-tecnológica, eleva la competitividad
      de las comunidades.
    • La utilización de los medios de
      comunicación favorece a la educación
      integral.
    • Los sistemas educativos basados en las
      transformaciones en los diversos campos del conocimiento
      estimulan la comprensión de los mismos y la
      creatividad.
    • La educación es una responsabilidad
      social.

    Todo esto se complementa con el fomento de una verdadera
    cooperación educativa y cultural entre los países
    de la región iberoamericana. Por tanto, la
    participación de diversos entes sociales y el alcance
    científico-tecnológico de nuestras sociedades
    modernas son aspectos fundamentales que pueden definir el papel
    de la educación como precursora del desarrollo.

    3. EDUCACIÓN,
    POLÍTICA
    SOCIAL Y DESARROLLO ECONÓMICO

    Para la Comunidad Iberoamericana, el desarrollo y
    transmisión de conocimientos constituyen una prioridad,
    sobre la base de la afirmación de que el
    conocimiento es determinante para el progreso de los
    países que conforman dicha comunidad. Se habla entonces
    del fin de la educación como política social
    dirigida a maximizar el proceso de transmisión de
    conocimientos y el acceso democrático a las misma, en
    equidad y armonía.

    Podemos entonces decir que la labor de las
    políticas educativas esta orientada por tales aspectos
    como:

    • La reducción y eliminación del analfabetismo, la falta de
      escolarización, la repetencia, el abandono y el
      deterioro de la calidad de la
      educación, ya que estas debilidades constituyen puntos
      altamente vulnerables que pueden hacer improbable el desarrollo
      óptimo de una determinada comunidad.
    • La generación de condiciones educativas (en el
      ámbito elemental y secundario) que fomenten técnicas, conocimientos, valores y
      aptitudes necesarias que acrecenten las posibilidades de la
      población para alcanzar niveles educativos adecuados,
      sin obviar el principio de equidad. A través de esta
      acción, la educación puede contribuir
      satisfactoriamente al incremento de la participación del
      individuo en la transformación de la sociedad y promover
      el desarrollo.
    • Los cambios económicos son fundamentales para
      la adopción
      de políticas educativas complementadas con
      políticas de empleo que
      pueden contribuir a la incorporación de más y
      más elementos al competitivo mercado
      laboral. En
      otras palabras, la educación debe estar en conformidad
      con las necesidades y realidad social de la comunidad para
      garantizar la formación de individuos capaces. Por medio
      de esta acción se puede incluso constituir una
      condición que favorezca el incremento de la productividad y
      la competitividad.
    • La adopción de modelos
      innovadores con respecto a ala formación profesional y
      capacitación laboral es algo deseable
      para acentuar el desarrollo. Las transformaciones en el campo
      de la ciencia y la
      tecnología demandan ajuste en lo educativo, lo cual es
      considerado una responsabilidad de las sociedades.
    • El aprovechamiento óptimo de los recursos
      disponibles y el fortalecimiento de las instituciones de educación
      superior pueden definirse como estrategias
      propicias para el impulsamiento en la formación integral
      de los individuos para que sean partícipes del
      desarrollo político, económico y social de
      nuestros pueblos.
    • Adicionalmente, afírmase que los adelantos en
      materia de
      tecnologías hacen necesaria una constante
      actualización de las capacidades de la población.
      Por tal razón, el proceso educativo no se subordina
      únicamente a la formación de la población
      discente, sino que involucra el ‘perfeccionamiento
      continuo de los profesionales’. Des esta forma podemos
      aspirar a un modelo
      educativo más efectivo que revierta en el mejoramiento
      de la capacidad laboral y el desarrollo
      socioeconómico.

    4. OPORTUNIDADES
    EDUCACIONALES Y ASPIRACIONES DE LA SOCIEDAD

    Según Marcos A. Molina, ‘las sociedades
    tratan de ampliar, ante las exigencias, las oportunidades de
    brindar más educación y satisfacer así las
    aspiraciones sociales’. Ciertamente, la ampliación
    de las oportunidades educativas es más factible en
    sociedades desarrolladas; sin embargo, la misma no ha sido
    posible en aquellas que no han logrado un nivel educacional y
    productivo adecuados. Se habla entonces de una tendencia que
    acorta las posibilidades de mejoramiento, en gran parte debido a
    factores como la desproporcionada distribución de los ingresos y
    riquezas y en la participación de la educación. A
    pesar de esto, obsérvase que en los pueblos
    subdesarrollados se acentúa, desde hace casi 60
    años, un interés marcado en realzar las
    oportunidades educacionales y por satisfacer demandas sociales.
    Este empeño se vincula con el ‘incremento de la
    demanda social
    de la educación’, cuya base fundamental se encuentra
    en la defensa de los derechos humanos
    y el desarrollo de los recursos
    humanos.

    En otras palabras, la creciente demanda por una
    formación integra en los pueblos subdesarrollados, como
    aquellos en la región iberoamericana, se ve dada en el
    crecimiento de la población, la necesidad de movilidad
    social la necesidad de promover el desarrollo. En particular, es
    apropiado afirmar que los pueblos ven en la educación un
    camino hacia una preparación acorde con las exigencias del
    medio y la materialización del progreso. Sostiénese
    entonces que la ‘ampliación de las oportunidades
    educacionales mediante la demanda social de la educación
    genera en sí misma su cabal dinamismo mediante mecanismos
    que se advierten cuando una política que ha iniciado un
    proceso de mayor instrucción, vertiginosamente requiere y
    exige más educación.

    Lo anterior alude a una reacción colectiva dada
    en el incremento de las oportunidades educacionales. Podemos
    entonces que dichas oportunidades representan ofertas para la
    población que consisten en alentadoras propuestas con
    respecto a la formación y aumento de las posibilidades de
    lograr una decorosa forma de vida, siendo esta última un
    ejemplo de las aspiraciones sociales. En cierto modo, se puede
    percibir un vínculo bien estrecho entre las aspiraciones
    sociales y las oportunidades educacionales, aunque sin embargo,
    se da un desequilibrio entre ambos aspectos en gran parte debido
    a una política de admisión sin
    restricciones.

    Sucede entonces que las aspiraciones sociales
    están dadas en términos de obtención de
    empleos que garanticen una estabilidad económica. Por tal
    razón, el aglutinamiento en los centros educativos se
    vincula a las necesidades de una población de una
    preparación que le permita ser elegible para determinados
    puestos de trabajo. De hecho, el aumento de la fuerza laboral
    favorece en cierta forma al progreso, aunque persisten modelos
    conformistas que relegan al individuo a una "pequeña elite
    educada". En otras palabras, un considerable sector de la
    población puede solo hacer uso de las oportunidades
    educacionales parar satisfacer aspiraciones de reducido alcance,
    o sea, particulares.

    En definitiva, lo que ocurre es que no hay una
    correspondencia precisa entre las oportunidades educacionales,
    las aspiraciones sociales de un gran porcentaje de la
    población y el deseo de desarrollo social
    y económico, lo cual se acentúa más en
    países en vías de desarrollo. Sugiérese
    entonces la utilización de estrategias que involucren un
    cambio de actitud de los
    poderes institucionalizados y de la sociedad en conjunto y la
    adopción de un sistema
    administrativo dinámico. De este modo puede conseguirse la
    configuración de una perspectiva social más
    favorable apoyada en el logro de una preparación que
    responda a las aspiraciones sociales y favorezca al
    desarrollo.

    5.
    CONCLUSIÓN

    Sin duda alguna, la educación puede considerarse
    como una responsabilidad de las sociedades. Prescindir de la
    educación es proporcional a negar al hombre la
    oportunidad de convertirse en un ciudadano que perciba y
    comprenda los cambios que acompañan los avances en
    diversas áreas del conocimiento. Por tal razón, en
    el ámbito internacional, el papel de la educación
    es realmente crucial en tanto que favorece al desarrollo. No
    podemos siquiera obviar el hecho de que gran parte de los
    países iberoamericanos se apoyan en la educación
    como un medio que fomenta la productividad y la competitividad.
    Por tal razón, nuevas políticas y sistemas
    administrativos han sido sugeridos para garantizar el acceso
    a la educación a un porcentaje mayor de la
    población, para reafirmar el principio de equidad. Podemos
    incluso decir que la educación, desde la perspectiva de
    los países en vías de desarrollo, es el elemento
    central entre las necesidades y las aspiraciones de la sociedad.
    Por tal motivo, cabe señalarse que además de
    dignificar al hombre, la educación puede ser la vía
    que muchas de nuestras sociedades deben seguir para alcanzar
    niveles de excelencia perceptibles globalmente.

    6.
    REFERENCIAS

    Declaración de Bariloche. V Cumbre Iberoamericana
    de Jefes de Estado y de Gobierno – 16 y
    17 de Octubre de 1995 (tomado del Número 9 de la Revista
    Iberoamericana de Educación, publicada en Madrid, España,
    por la
    Organización de Estados Iberoamericanos para la
    Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).

    Molina Ch., Marcos A. "Educación y Desarrollo".
    EDU – ECO. Septiembre – Diciembre 1984.

     

    Realizado por

    Alcides Núñez

     

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