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El embarazo




Enviado por sandy_santamaria



    1. Contenido.
    2. Higiene durante el
      embarazo
    3. Parto nornal
    4. Conclusiones
    5. Bibliografía.

    INTRODUCCIÓN.

    Por medio de la elaboración de este trabajo se
    podrá llegar a conocer diversos aspectos de gran
    importancia acerca del embarazo en
    una mujer.

    Se analizaran aspectos como el desarrollo del
    embarazo, examinado de manera cuidadosa y detallada. Cual es la
    higiene que se
    debe de mantener durante los meses del embarazo para lograr el
    mismo con éxito.
    De la misma manera se hablará de cómo ocurre el
    parto de
    manera normal, analizando diversos aspectos de importancia del
    mismo.

    Gracias a la realización de este trabajo se
    podrá conocer más a fondo y con mayor profundidad
    un tema de vital importancia para las mujeres de hoy en
    día, quienes deberías de manejar este tipo de
    información, para poder llevar a
    cabo un embarazo exitoso, sin mayores problemas o
    complicaciones.

    Para nosotras como docentes, nos interesa en gran medida
    este tema, debido a que gracias a él podremos conocer
    información que luego podrá ser transmitida a los
    demás. También es un tema de nuestra pertinencia
    como mujeres y futuras madres.

    CONTENIDO.

    EL EMBARAZO:

    A partir del momento en que el óvulo es
    fecundado por un espermatozoide, comienzan a producirse, en el
    cuerpo de la mujer, una
    serie de cambios físicos y psíquicos importantes
    destinados a adaptarse a la nueva situación, y que
    continuarán durante los nueve meses siguientes. Esto es lo
    que conocemos como un embarazo.

    Es necesario que la mujer acepte y sepa llevar lo mejor
    posible estas transformaciones, porque de ello depende que este
    período vital se convierta en una experiencia irrepetible
    e inmensa, cuyo fruto es la creación de una nueva
    vida.

    A continuación se conocerán los nueve
    meses del embarazo, por trimestres y cada trimestre
    detalladamente mes a mes:

    PRIMER TRIMESTRE:

    Durante el primer mes de gestación apenas se
    producen cambios. Es el período en el que se produce la
    organogénesis del nuevo ser, que en su primera
    época se llama embrión y a partir del tercer mes,
    feto. En este primer mes es recomendable que la mujer deje de
    fumar, o que al menos reduzca su número de cigarrillos a
    un máximo de cuatro o cinco al día. Además,
    no debe de abusar de las bebidas alcohólicas, ni tomar
    medicamentos, sin consultar previamente con su médico. Se
    evitará, en la medida de lo posible las vacunas y la
    exposición a cualquier tipo de radiaciones.
    Durante el segundo mes de gestación comienzan a aparecer
    los primeros cambios hormonales. Se producen síntomas
    propios de este período como los trastornos del aparato
    digestivo.

    Se pierde la coordinación entre los dos sistemas
    nerviosos, el vago y el simpático, y se presentan los
    primeros vómitos y
    náuseas. Esta situación suele ir acompañada
    de abundantes salivaciones (ptialismo) y, a veces, de ligeros
    desvanecimientos. Puede ocurrir que los vómitos sean
    excesivos llegándose a crear un estado de
    desnutrición. Si los vómitos y las
    sensaciones de náuseas son frecuentes, es recomendable que
    la ingestión de alimentos sea
    más frecuente y en pequeñas cantidades. Los
    alimentos sólidos o espesos reducen estos trastornos
    más que los líquidos. Se aconseja tomarlos
    fríos o a una temperatura
    ambiental, nunca calientes.

    La mucosa bucal y las encías sufren
    modificaciones desde el inicio de la gestación. Las
    encías, debido a la acción hormonal se inflaman.
    Esto puede favorecer la aparición de caries o el
    empeoramiento de las ya existentes. Para eliminar posibles
    infecciones es imprescindible una cuidadosa higiene buco-dental y
    visitar, de vez en cuando, al odontólogo. Las
    palpitaciones, un ligero aumento de la frecuencia respiratoria y
    hasta mareos, son frecuentes en este período. En este mes,
    la glándula mamaria sufre precoces modificaciones: los
    pechos aumentan de tamaño, y al palpar se notan
    pequeños nódulos, la areola del pezón se
    hace más oscura y aumenta la sensibilidad mamaria.
    También, a causa de la acción hormonal, la
    glándula tiroides puede aumentar su tamaño y
    provocar un ligero ensanchamiento de la base del
    cuello.

    Durante el tercer mes de gestación las
    probabilidades de abortar son mayores, con lo que es importante
    tomar ciertas precauciones. La embarazada debe evitar llevar
    cargas pesadas, fatigarse o beber alcohol.
    Además, no emprenderá largos viajes en
    coche. Los viajes en avión sólo serán
    peligrosos en los casos en que se viaje a grandes alturas, ya que
    una disminución del oxígeno
    (hipoxia), puede provocar malformaciones congénitas. Las
    relaciones sexuales deben espaciarse durante todo el primer
    trimestre.

    En el caso de que aparezcan dolores parecidos a una
    menstruación o hay hemorragia, por leves que sean, se
    deben extremar las precauciones. Quedan entonces prohibidas las
    relaciones sexuales y los viajes durante todo este período
    y se aconseja acudir al tocólogo ante cualquier
    síntoma, además de guardar reposo en cama. Con
    estas precauciones y los preparados hormonales que ahora existen
    se consigue, en la mayoría de los casos, salvar el
    embarazo.

    De manera específica podemos decir que tanto la
    madre como el bebe sufren los siguientes cambios:

    MES 1

    El Bebé:

    Día 1: fecundación. Día 4: el huevo
    llega al útero. Día 7: se inicia la
    implantación del huevo en la cavidad uterina. Se forma el
    tubo neural, primitiva médula espinal. Una extremidad se
    abulta: es la cabeza. Día 25: comienza a latir su
    corazón. Se le conoce como embrión.
    Mide 9 Mm. y pesa 0,5 grs.

    La Madre:

    La pared uterina aumenta su espesor y
    vascularización. La placenta y cordón comienzan a
    formarse. Se segrega gonadotrofina corionica, la cual es
    detectada en la orina confirmando el embarazo. El útero
    tiene el tamaño de una pelota de ping-pong. MES
    2

    El bebé:

    Se perfila su cara. Se forman sus ojos y tiene
    párpados. Crecen sus brazos y piernas. Sus huesos largos,
    sus órganos internos y su cerebro van
    desarrollándose. El embrión flota en su saco lleno
    de líquido amniótico. Mide 4 cm. y pesa 5
    grs.

    LA MADRE:

    El cordón umbilical tiene su forma definitiva. El
    líquido amniótico protege al feto, manteniendo
    constante la temperatura y facilitando sus movimientos. El
    útero tiene el tamaño de una pelota de
    tenis.

    MES 3

    El Bebé:

    Mueve brazos y piernas. Puede orinar. Se puede
    distinguir su sexo. Toma el
    nombre de feto, midiendo 10cm.y pesando 20 grs.

    La Madre:

    La cavidad uterina esta llena de líquido
    amniótico que se renueva constantemente. La placenta es
    pequeña pero cumple su función de
    intercambio de nutrientes y productos de
    desecho y secreción de estrógenos y progesterona.
    El útero tiene le tamaño de un pomelo. La
    embarazada podrá sentir mareos y vómitos,
    cansancio, molestias en la pelvis, necesidad de orinar mas
    frecuentemente. Notará un aumento de tamaño en sus
    pechos acompañado de cambio de
    color en la
    areola. Su atención se centrara en los cambios
    físicos. Es frecuente que tenga cambios bruscos de humor y
    sentimientos contradictorios acerca de la maternidad.

    SEGUNDO TRIMESTRE:

    El segundo trimestre de la gestación es el
    más llevadero y el menos peligroso. El riego de aborto disminuye
    considerablemente, los vómitos cesan, aunque existen
    casos, muy raros, en los que persisten durante toda la
    gestación.

    En el cuarto mes se produce un aumento del peso de la
    madre, el cual hay que controlar. Durante este mes el aumento no
    debe superar los 300 gramos semanales. El peso se debe controlar
    por lo menos una vez al mes, procurando hacerlo siempre en la
    misma báscula. En este mes, debido al ensanchamiento de la
    cintura, comienza la necesidad de vestirse con ropa
    pre-mamá, holgada y cómoda. Pueden
    aparecer trastornos en la digestión a causa de una hormona
    llamada progesterona; ésta se hace más perezosa y
    provoca con frecuencia estreñimiento. Para combatirlo, es
    conveniente consultar al tocólogo, quién
    indicará el laxante más apropiado. En ocasiones un
    vaso de agua tibia en
    ayunas y una dieta adecuada es suficiente. Si el
    estreñimiento vaya acompañado de hemorroides,
    dilataciones venosas alrededor del ano, tendrá que
    evitarse necesariamente. Para ello se aplicará una pomada
    específica.

    Durante este período se pueden practicar deportes que no supongan demasiado
    esfuerzo. Es recomendable practicar una gimnasia que
    favorezca la circulación periférica. Es muy
    recomendable la natación,
    en aguas templadas y sin demasiado oleaje, para que el esfuerzo
    sea menor.

    A partir del quinto mes, cuando ya son evidentes los
    movimientos fetales, el control del peso
    se hace imprescindible, ya que su aumento comienza a ser
    considerable. En este segundo trimestre se suele aumentar unos 4
    Kg. Para que la variación de peso se mantenga dentro de
    los límites
    normales, es fundamental conocer algunos aspectos sobre la dieta
    y una correcta alimentación. La
    embarazada debe comer para dos y no por dos. Hay que cuidar tanto
    la cantidad como la cualidad de los alimentos.

    Los requerimientos en proteínas
    aumentan, siendo necesarios alimentos como la carne (mejor de
    vaca, ternera o pollo), el pescado blanco, los huevos, la
    leche y sus
    derivados como el yogur, etc. Las grasas deben reducirse de la
    dieta, pero no suprimirse. La aportación de minerales debe
    ser más alta, sobre todo la del hierro. Por
    eso resulta muy beneficioso tomar un comprimido diario de hierro
    junto con las comidas, aunque eso lo decidirá el
    tocólogo. Las necesidades de calcio también
    aumentan, por lo que deberá llevarse una dieta rica en
    productos lácteos
    como la leche y derivados. Los hidratos de carbono se
    deben tomar con moderación, y no abusar de los alimentos
    ricos en féculas, como legumbres, pan y dulces.

    Resulta conveniente que la dieta sea abundante en frutas
    y verduras, porque junto con su riqueza en vitaminas
    favorecen la digestión y regulan el tránsito
    intestinal que ayuda a evitar el frecuente estreñimiento.
    En el sexto mes es frecuente encontrar anemia en la embarazada.
    Los tipos de anemia que pueden aparecer durante la
    gestación son: la anemia ferropénica y la anemia
    megaloblástica. La anemia ferropénica es la
    más frecuente, debida a una deficiencia de hierro. Por
    eso, como se ha dicho antes, es necesario un aumento de este
    mineral sobre todo a partir del quinto o sexto mes de
    gestación. La anemia megalobástica es menos
    frecuente, pero sus consecuencias son más peligrosas para
    la madre y para el feto. Son causadas por la disminución
    del ácido fólico.

    Esta deficiencia se puede evitar con una dieta rica en
    verduras frescas y proteínas animales, que son
    las principales fuentes del
    ácido fólico. Se seguirá controlando el
    peso, teniendo en cuenta que el aumento ha de ser de 400 gr
    semanales aproximadamente. Las glándulas mamarias
    continúan aumentando de tamaño, por lo que deben
    cuidarse y prepararse para la posterior lactancia para evitar
    cierto tipo de grietas. En este mes es recomendable asistir a los
    cursos del
    denominado parto psico-profiláctico o parto sin dolor. La
    finalidad de estos cursos es la de preparar a la futura madre
    tanto física
    como psíquicamente para el parto, y hacerle ver que el
    parto es algo natural, y que puede evitarse el dolor durante
    éste.

    De manera específica podemos decir que tanto la
    madre como el bebe sufren los siguientes cambios:

    MES 4

    El Bebé:

    Su piel es
    transparente y fina. Su intestino se llena de meconio. Traga
    líquido amniótico. Sus dedos tienen uñas y
    huellas dactilares. A veces tiene hipo. Mide 15 cms. y pesa 90
    grs.

    La Madre:

    El fondo del útero alcanza el hueso del pubis. La
    placenta cumple sus funciones de
    nutrición,
    respiración y secreción hormonal. El
    líquido amniótico aumenta. El útero tiene el
    tamaño de un coco.

    MES 5

    El Bebé:

    Su cuerpo se cubre de lanugo y vernix caseosa (fino
    vello y unto) Tiene pelo, pestañas y cejas. Se chupa el
    dedo. Duerme de 18 a 20 horas al día. Mide 25 cms. y pesa
    245 grs.
    La Madre:

    El útero alcanza el nivel del ombligo, teniendo
    el tamaño de un melón.

    MES 6

    El Bebé:

    Cuando está despierto se mueve mucho. Abre sus
    ojos. Adquiere grasa debajo de su piel. Mide 30 cms. y pesa 640
    grs.

    La Madre:

    El útero supera el nivel del ombligo, teniendo el
    tamaño de una sandía. Han desaparecido las nauseas
    y los vómitos. Se puedes sentir los movimientos del feto.
    A veces se sienten pequeñas molestias como ardor de
    estómago, constipación, congestión nasal.
    Puede engordar de 250 a 500 grs. a la semana. Se puede acrecentar
    el interés
    por el bebé, soñando con el día y noche. Los
    cambios físicos motivan sentimientos contradictorios.
    Sientes que el tiempo pasa
    rápidamente.

    TERCER TRIMESTRE:

    En el sétimo mes, las clases del denominado parto
    psico-profiláctico no deben suspenderse ni un solo
    día. El organismo, en esta etapa, se ha transformado
    considerablemente. Empieza a notarse sobremanera el tamaño
    del útero, lo que hace, en ocasiones, difícil
    encontrar una postura cómoda y adecuada para el descanso.
    En este sentido, es muy útil la práctica de algunos
    ejercicios de gimnasia que ayudan a corregir eficazmente las
    modificaciones (ortostáticas).

    Durante este mes la piel de la embarazada sufre cambios,
    debidos a cambios hormonales. Empiezan a aparecer manchas de
    color del café
    con leche en la frente y en las mejillas. También hay un
    aumento de la pigmentación de los genitales externos.
    Ninguno de estos cambios es motivo de preocupación, ya que
    desaparecen por sí solos después del parto.
    Únicamente debe evitarse una exposición prolongada
    al sol. Dada la frecuencia de hiper-pigmentaciones y cloasma, son
    recomendables las cremas protectoras.

    A estas alturas del embarazo el sistema urinario
    se ve especialmente alterado. En este caso, algunos
    médicos insisten en la necesidad de administrar
    antibióticos para evitar en la piel la onefritis aguda,
    aunque otros dicen que estas anomalías desaparecen entre
    la cuarta y sexta semanas después del parto. Ante la
    toxemia gravídica es fundamental vigilar la tensión
    arterial y observar con detalle la aparición de edemas,
    aunque la única forma de luchar contra ella radica en el
    esmerado control de las gestantes, es decir, en la profilaxis.
    También deben tenerse en cuenta los aumentos
    rápidos de peso y los análisis que indiquen la presencia de
    albúmina en la orina.

    De manera específica podemos decir que tanto la
    madre como el bebe sufren los siguientes cambios:

    MES 7

    El Bebé:

    Responde a los ruidos exteriores con movimientos.
    Empieza a faltarle sitio en la cavidad uterina. Algunos se
    colocan cabeza abajo. Mide 40 cms. y pesa 1500 grs.

    La Madre:

    El útero aumenta notoriamente su tamaño.
    Disminuye la cantidad de líquido
    amniótico.

    MES 8

    El Bebé:

    Es el mes que acumula más grasa. Su piel toma la
    coloración que tendrá al nacer. Mide 45cm. y pesa
    2500 grs.

    La Madre:

    La parte superior del útero se palpa a unos 8 cm.
    del ombligo. La musculatura uterina comienza a
    contraerse.

    MES 9

    El Bebé:

    El lanugo se ha caído casi completamente. Logra
    oír sonidos exteriores disfrutando de la buena música. Sus pulmones
    están preparados para funcionar en el exterior. Mide 50cm.
    y pesa entre 3300 y 3500 grs.

    La Madre:

    La altura del útero puede llegar a unos 33cm. Hay
    aumento en las contracciones uterinas. Pueden aparecer dolor de
    espalda, ardor de estómago, dificultad para respirar,
    hemorroides, tobillos hinchados y frecuentes ganas de orinar. La
    atención se centra en el parto. Hay una mayor necesidad de
    afecto, atención y cuidados. El tiempo parece
    detenerse.

    HIGIENE DURANTE
    EL EMBARAZO:

    • HIGIENE FÍSICA:

    Es muy importante que durante toda la gestación
    la mujer mantenga la piel muy limpia, ya que las excreciones de
    las glándulas sebáceas y sudoríparas
    aumentan de forma muy notoria.

    El baño y la ducha de todo el cuerpo con agua y
    jabón están recomendados para ser practicados
    diariamente, pues el agua,
    aparte de estimular la circulación de la sangre, sirve
    de relajante general. Los baños deben tomarse a una
    temperatura templada, alrededor de los 37 grados. No es
    conveniente que sean muy prolongados y si se usa la ducha deben
    evitarse los chorros violentos.

    Es particularmente recomendable la higiene de los
    órganos genitales, que debe ser minuciosa, ya que los
    flujos y secreciones vaginales aumentan. Por este motivo, es
    conveniente que se practique por la mañana y por la
    noche. Las irrigaciones vaginales han sido completamente
    rechazadas por el peligro que entrañan de introducción de
    gérmenes.

    Hacia la mitad del embarazo, hay que cuidar los
    pezones, ya que comienzan a segregar un líquido
    denominado calostro que puede producir irritaciones si no se
    lavan bien con agua y jabón.

    Cuando la mujer se encuentra hacia la mitad del
    embarazo, debe cuidar sus pezones, ya que comienzan a segregar
    un líquido denominado calostro que puede producir
    irritaciones si no se lavan bien con agua tibia y jabón,
    aplicándoles, además, una pomada adecuada a base
    de lanolina para mantenerlos suaves. De esta manera, se
    evitará la formación de grietas que, en algunas
    ocasiones, suelen aparecer más tarde cuando comienza la
    lactancia.

    En el caso de que la futura madre tenga los pezones
    invertidos, un cuidadoso masaje diario los devolverá a
    su posición normal. También a partir del quinto
    mes suelen aparecer estrías en la piel del abdomen en
    algunas mujeres. Para evitarlas, son igualmente aconsejables
    los masajes con una crema grasa o aceite natural que penetre en
    la piel y la conserve flexible.

    También es precisa una higiene dental rigurosa
    después de cada comida, ya que en algunas mujeres
    embarazadas suelen aparecer algunas pequeñas hemorragias
    en las encías y caries dentales a causa de la gran
    necesidad de calcio que la futura madre tiene en esta
    época, debido primordialmente a que comienzan a formarse
    los huesos del futuro niño, el cual, como es natural,
    extrae de la madre el calcio que necesita. Esta
    extracción de calcio que sufre la futura madre debe
    compensarse con vitaminas y un régimen alimenticio rico
    en calcio y sales minerales. El control de la dentadura por
    parte de un odontólogo es, pues, muy
    recomendable.

    En algunos casos, también suele aparecer la
    caída del cabello, que parece mucho más
    frágil durante el embarazo, por lo que se debe lavar
    adecuadamente con un champú suave, evitando los tintes y
    las permanentes enérgicas

    • HIGIENE MENTAL:

    Entendemos por higiene mental de la mujer gestante la
    preparación psicológica positiva, esperanzada y
    optimista ante su embarazo, aceptando las limitaciones de su
    estado y colaborando conscientemente en todos los aspectos del
    mismo hasta llegar al parto.

    Ciertamente, la embarazada sufre algunos trastornos
    propios de la gestación que constituyen inconvenientes
    muy superables, en especial con la ayuda del tocólogo y
    su consejo.

    Algunas mujeres sufren problemas psicológicos
    derivados a su deformación física o de la
    ansiedad ante el acontecimiento que se aproxima. Unos y otros
    deben desecharse racionalmente.

    Conviene, por lo tanto, rechazar durante el embarazo
    las situaciones conflictivas, los disgustos, depresiones de
    ánimo, exceso de trabajo, preocupaciones, etc.,
    situaciones que, en algún caso, podrían llegar a
    provocar un aborto o malformaciones del feto.

    El más positivo estímulo que puede
    recibir la embarazada es la comprensión, delicadeza y
    esperanza confiada del esposo, responsable como ella del
    acontecimiento que se aproxima.

    El marido o compañero es, sin duda, la persona que
    más y mejor puede ayudar a la embarazada, no sólo
    animándola, sino ayudándole en muchas de las
    tareas cotidianas del hogar que en los últimos meses
    quizás resulten más pesadas para ella.

    También es muy interesante que el padre se
    interese por todas las circunstancias del embarazo y se
    esfuerce en comprender los estados de ánimo de la futura
    madre, interesándose por sus preocupaciones, tratando de
    distraerla y animarla y colaborando con ella en los
    preparativos del próximo nacimiento.

    • VISITAS MÉDICAS:

    Durante todo el embarazo así como en el parto,
    el médico realiza una serie de exámenes
    periódicos a la mujer embarazada, a fin de mantener un
    control estricto sobre la viabilidad del niño, las
    dificultades que éste pueda presentar al nacer, la
    salud de las
    madres, etc.

    • ALIMENTACIÓN:

    Durante el embarazo la alimentación debe ser
    completa y variada para conservar la salud y la del
    niño. A lo largo del embarazo el peso aumentará
    entre 9 y 13 K. Es recomendable:

    1. Que los alimentos como la carne o el pescado sean
      cocinados a la plancha o hervidos, sobre todo si existe un
      aumento de peso excesivo.
    2. Que se aumente en forma moderada las frutas,
      verduras, pan con preferencia integral, arroz, pasta y
      legumbres.
    3. Beber entre medio y un litro de leche al
      día, o su equivalente en yogur o queso
      fresco.
    4. Que se reduzca los alimentos con excesiva cantidad
      de grasa de origen animal, como tocino, mantequilla,
      embutidos, etc.
    5. Que se reduzca los alimentos con mucha azúcar, como pasteles, dulces,
      especialmente aquellos prefabricados, caramelos, chocolates,
      etc.
    6. Evitar consumir mucha sal que podría hacerla
      retener líquido e hincharse.
    7. Evite alcohol, tabaco y
      drogas.
    8. Aumentar las cantidades de calcio consumiendo
      productos lácteos o suplementos de calcio diariamente,
      preferiblemente en la noche. Un adecuado suministro de calcio
      al organismo la hará menos susceptible a
      calambres.
    9. Moderar las cantidades. No "comer por dos". Una
      ganancia elevada de peso puede hacer la labor de parto mucho
      más difícil. Se recomienda no ganar más
      de 13 kg. durante todo el embarazo.
    10. Minimizar la ingesta de alimentos procesados o
      enlatados e intentar comer alimentos preparados frescos.
      Mientras se está embarazada, se es más
      susceptible a las intoxicaciones. Algunos aditivos e
      ingredientes artificiales pueden ser dañinos para el
      bebé e inclusive causar daños
      congénitos
    11. Mantener una dieta balanceada que le permita a la
      mujer adquirir todos los nutrientes necesarios para su
      bienestar y el de su bebé. Debe asegurarse que la
      dieta incluya suficientes vitaminas y nutrientes.
    • VESTIDO Y CALZADO:

    Durante el embarazo es aconsejable que se cumplan las
    siguientes recomendaciones:

    1. Utilizar vestidos cómodos y
      holgados.
    2. El zapato debe ser confortable, evitando el
      tacón alto así como el excesivo
      plano.
    3. La faja puede atrofiar la musculatura abdominal,
      por lo que no es necesario su empleo,
      salvo en los casos en los que el médico lo
      aconseje
    4. Las medias y calcetines que produzcan
      comprensión local de la pierna pueda favorecer el
      desarrollo de várices, por lo que no son
      aconsejables.
    • RELACIONES SEXUALES:

    Si el embarazo cursa con normalidad no es necesario
    modificar o interrumpir los hábitos sexuales, siempre y
    cuando no resulten molestas para la madre. Cuando el vientre
    comienza a crecer, el coito en la postura clásica puede
    resultarle molestoso; si es así, puede adoptar
    posiciones que sean más cómodas. Deben evitarse
    las relaciones sexuales cuando existe hemorragia o
    pérdida de sangre por los genitales, amenaza de parto
    prematuro o rotura de las bolsas de las aguas. Se recomienda
    evitar las relaciones sexuales en las 2 o 3 últimas
    semanas del embarazo.

    • ACUDIR A CONSULTA:

    Además de las consultas periódicas
    recomendadas se debe poner en conocimiento
    del médico cualquier anomalía,
    especialmente:

    1. Vómitos intensos y persistentes.
    2. Diarrea.
    3. Dolor al orinar.
    4. Dolor de cabeza no habitual.
    5. Hinchazón en zonas distintas a los pies y
      tobillos por la tarde, o en estos lugares si no desaparecen
      con el reposo nocturno.
    • ACUDIR A EMERGENCIAS:

    Se deberá acudir inmediatamente al médico
    si se observa:

    1. Hemorragia por los genitales.
    2. Pérdida de líquidos por los
      genitales.
    3. Dolor abdominal intenso o contracciones uterinas
      dolorosas.
    4. Fiebre elevada.

    PARTO
    NORNAL:

    En condiciones normales, cuando el embarazo va llegando
    a su término, la madre y el hijo entran en la fase de
    preparación para el trabajo de
    parto. El bebé ha crecido y madurado lo suficiente para
    sobrevivir y adaptarse a la vida en el medio externo. El
    organismo de la madre, por su parte, ha experimentado numerosos
    cambios durante la gestación que la han preparado para el
    parto y la maternidad.

    La labor del equipo de atención médica
    (médicos, enfermeras, preparadores de psicoprofilaxis
    obstétrica, etc.) comprende el control juicioso y prudente
    del curso del embarazo para detectar y dar solución a los
    factores denominados de alto riesgo que pueden
    poner en peligro la vida de la madre o del feto durante la
    gestación, el parto o el postparto, la preparación
    física y emocional de la mujer durante el embarazo para
    que comprenda y enfrente con naturalidad y sin miedo los cambios
    implicados en el proceso del
    parto y la crianza, y la vigilancia estrecha del proceso del
    parto para estar atentos a la aparición de situaciones
    anormales que entorpezcan el curso normal y que obliguen a la
    intervención sobre alguno de los factores o la
    terminación anticipada del proceso mediante la
    cesárea.

    El trabajo de parto se desencadena por múltiples
    factores, que intervienen en la aparición de las
    contracciones uterinas del trabajo de parto y pueden ser tanto de
    origen materno como fetal. Se habla de los efectos de ciertas
    sustancias de la placenta, de la madre o del feto, y de factores
    mecánicos como el tamaño del bebé y su
    efecto sobre el músculo uterino. Al parecer, los efectos
    coordinados de todos estos factores son la causa de la
    aparición de las contracciones.

    De manera general se puede decir que el parto es el
    proceso mediante el cual el feto, la placenta y las membranas
    dejan el útero, cruzan por el canal del parto y salen al
    exterior. Hay varios mecanismos implicados en el proceso y
    éste se divide en varias etapas que se explican a
    continuación:

    PREPARTO:

    Es el periodo de cerca de dos semanas que antecede al
    parto. Durante él, la mujer experimenta varios cambios que
    pueden ser indicios de la proximidad.
    El primero de ellos es el descenso del útero en el
    abdomen, que parece estar causado por el encajamiento de la
    cabeza fetal en la pelvis materna, principalmente en las
    primerizas. Esto trae un alivio relativo de la respiración
    y la digestión, que estaban siendo dificultadas hasta
    cierto punto por la presión de
    útero sobre el diafragma y el estómago. No
    obstante, el mismo fenómeno tiene el efecto de hacer
    reaparecer la frecuencia urinaria (polaquiuria) a causa de la
    presión de la cabeza del bebé sobre la vejiga de la
    madre. El segundo signo es el aumento de la frecuencia y la
    intensidad de las contracciones de preparación que
    normalmente hacen su aparición en el octavo

    mes. Otro signo es el aumento de la descarga o flujo
    vaginal y la posible aparición de moco de color
    marrón o vino tinto (tapón mucoso) proveniente del
    cérvix. El cérvix sufre un proceso de
    maduración, por el cual su consistencia se hace más
    blanda y su posición cambia con relación al
    suelo
    pélvico. En las primíparas el cérvix primero
    se borra (adelgaza) y luego se dilata durante el trabajo de
    parto. En las multíparas, en cambio, puede haber
    dilatación en este periodo de preparto, y el borramiento
    se produce más adelante, cuando ya hay contracciones
    regulares y el bebé está descendiendo. Otro
    fenómeno corriente e interesante es un aumento
    momentáneo de energía que la madre usualmente
    aprovecha para arreglar la casa y dejar todo en orden.

    TRABAJO DE PARTO VERDADERO:

    Las contracciones tienen tres características: frecuencia, o sea el
    número de contracciones por unidad de tiempo;
    duración, o sea el tiempo que toma una contracción
    individual de comienzo a fin; e intensidad, o sea la fuerza de cada
    contracción, que en general es una medida subjetiva del
    endurecimiento de la pared uterina a la palpación. Se
    habla de trabajo de parto verdadero cuando la frecuencia es de
    tres contracciones en un periodo de diez minutos, la
    duración es de 45 segundos a un minuto y la intensidad es
    buena (la pared abdominal se palpa rígida). A partir de
    este momento comienza a contabilizarse el tiempo del
    parto.

    El trabajo de parto en su totalidad puede tomar entre 8
    y 12 horas en una primeriza, o entre 6 y 8 en una
    multípara y puede dividirse en tres etapas: el primer
    periodo
    , que va desde el momento en que se regularizan las
    contracciones hasta cuando se completan la dilatación y el
    borramiento; este periodo puede dividirse a su vez en dos fases,
    una inicial o de latencia, que va desde la regularización
    de las contracciones hasta los 5 o 6 cm de dilatación del
    cérvix, que es la más prolongada, principalmente en
    las primerizas, y otra final, denominada fase activa, que va
    desde los 6 hasta los 10 cm de dilatación; su
    duración es más corta y se caracteriza por el
    encajamiento y el descenso progresivos del bebé en el
    canal del parto; el segundo periodo, o expulsivo,
    comienza cuando la dilatación y el borramiento
    están completos y termina con la salida del niño.
    Su duración es variable y depende de la actividad de las
    contracciones, de la reserva de energía de la madre, del
    tamaño del bebé y del uso de anestesia o analgesia
    obstétrica. Puede estar entre 45 minutos y dos
    horas.

    El tercer periodo del parto se denomina
    alumbramiento y va desde la expulsión del feto
    hasta la salida completa de la placenta y las
    membranas

    En condiciones normales tiene una duración de
    pocos minutos, hasta un máximo de 45. En la actualidad se
    habla de un cuarto periodo que sería el de
    recuperación inmediata, es decir las primeras 2 horas del
    nacimiento del bebé, durante el cual debe haber una
    observación estrecha de la madre y el
    hijo

    FACTORES QUE INFLUYEN EN EL PARTO:

    Son varios los factores que intervienen en el trabajo de
    parto. Los cinco más importantes pueden resumirse como
    sigue: el pasajero (o sea, el feto, las membranas y la placenta),
    el canal del parto, las contracciones, la posición de la
    madre y su respuesta psicológica o emocional. Los primeros
    cuatro forman la base para la comprensión del trabajo de
    parto como un proceso, en tanto que el último, en el cual
    también intervienen factores culturales y educacionales,
    tiene enorme influencia sobre los otros cuatro y puede hacer que
    una misma experiencia sea percibida por una mujer y su familia como un
    acontecimiento natural de gran significado afectivo y poco o
    ningún sufrimiento físico o psicológico, o
    bien como un suceso negativo, doloroso, peligroso y
    atemorizante.

    Cuando se habla del pasajero del trabajo de parto, se
    incluyen todas las estructuras
    que ocupan la cavidad uterina durante el embarazo. Es decir,
    bebé, placenta, membranas y líquido
    amniótico. En general se ha contemplado al pasajero como
    un sujeto pasivo que tiene muy poca participación en la
    parte mecánica del trabajo de parto. Sin embargo,
    en condiciones normales las membranas y el líquido tienen
    una función importante ya que sirven como un amortiguador
    por delante de la cabeza del bebé durante su descenso por
    el canal del parto. La presión descendente ejercida sobre
    el bebé por las contracciones uterinas se transmite a la
    porción de líquido y las membranas que están
    situadas por delante de la cabeza y tiene el efecto que se
    describirá más adelante sobre el cuello uterino.
    Las membranas pueden romperse espontáneamente antes de que
    comience el trabajo de parto (ruptura prematura) o durante el
    curso de éste (ruptura precoz). Siempre que ocurre la
    ruptura, el trabajo de parto se estimula y la protección
    contra la infección que proporciona la membrana
    desaparece. En muchas ocasiones el médico obstetra es
    quien rompe la membrana durante el trabajo de parto para
    estimular las contracciones y provocar el encajamiento de la
    cabeza del bebé (amniotomía).

    Puede decirse que hay dos factores del bebé que
    influyen sobre el curso del parto: su tamaño
    (especialmente el de la cabeza) y su posición:

    Tamaño de la cabeza. Durante el embarazo y
    un tiempo después del parto los huesos de la cabeza del
    bebé no están solidificados. Se unen entre
    sí mediante uniones membranosas (llamadas suturas) y en
    los lugares donde los huesos se encuentran, quedan espacios
    también cubiertos por una membrana que se llaman
    fontanelas. Conforme la cabeza se introduce y desciende por el
    canal del parto, las suturas y fontanelas permiten que haya
    cierta superposición de los huesos del cráneo, con
    lo que se logra la adaptación de la cabeza al canal. Este
    fenómeno se denomina moldeamiento, que puede ser bastante
    notorio. La forma de la cabeza de los recién nacidos se
    recupera en unos pocos días.

    Una vez que la cabeza ha salido del canal del parto, el
    resto del cuerpo y la placenta salen con facilidad porque los
    diámetros que presentan en relación con el cuerpo
    de la madre son mucho menores que los de la cabeza. En ocasiones,
    sin embargo, sobre todo en fetos de gran tamaño, la salida
    de los hombros puede suponer un problema.

    Posición del feto. En la gran
    mayoría de los partos en la especie humana (96%) el feto
    viene de cabeza (en la llamada presentación
    cefálica o de vértice). El bebé adopta esta
    posición hacia el final del embarazo gracias al peso de su
    cabeza (la estructura
    más pesada de su organismo) y la forma de la pelvis
    materna. Por lo general, en las primíparas la cabeza del
    feto se encaja en la pelvis al cumplir el séptimo mes de
    embarazo. En las multíparas este evento puede tener lugar
    un poco más tarde. La denominada presentación de
    pelvis o podálica (es decir, aquella en la cual los pies o
    las nalgas del feto están encajados en la pelvis materna)
    es considerada en la actualidad por la mayoría de los
    médicos obstetras como de alto riesgo por el peligro que
    representa la retención de la cabeza en el último
    momento del parto. Por eso la presentación de pelvis y la
    llamada situación transversa, en la cual el bebé
    viene atravesado, son indicaciones de cesárea.

    LESIONES DEL PARTO:

    De vez en cuando, durante el proceso del parto, el
    bebé puede sufrir una lesión física
    simplemente como resultado del nacimiento, y se calcula que entre
    dos y siete bebés de cada 1000 sufrirán lesiones
    durante este proceso. Estas lesiones son a menudo denominadas
    traumatismos en el parto o lesiones en el parto.

    Un parto difícil o la lesión del
    bebé en el parto pueden producirse debido al tamaño
    del bebé o a su posición durante el trabajo de
    parto y el parto. Los trastornos que pueden relacionarse con un
    nacimiento complicado pueden incluir, entre otros, los
    siguientes:

    1. Bebés del gran tamaño (peso al nace
      superior a los 4000 gramos).
    2. Prematurez (Bebés que nacen antes de las 37
      semanas. Los bebés prematuros son más
      frágiles y tienden a sufrir más
      lesiones).
    3. Desproporción céfalo pelviana (el
      tamaño y la forma de la pelvis materna no son
      adecuados para un parto por vía vaginal).
    4. Distocia (trabajo de parto o parto
      complicados).
    5. Trabajo de parto prolongado.

      Entre las lesiones más comunes en el parto
      podemos señalar las siguientes:

    6. Presentación anormal durante el parto
      (presentación pelviana en donde las nalgas aparecen
      primero).
    7. Tumor sero sanguíneo: El tumor sero
      sanguíneo es una hinchazón grave de las partes
      blandas de la cabeza del bebé que se desarrolla cuando
      éste atraviesa el canal de parto. Algunos bebés
      presentan magulladuras en la región. Sin embargo, la
      hinchazón generalmente desaparece en pocos días
      y sin problemas. Los bebés que nacen en un parto
      asistido por el uso de una ventosa obstétrica tienen
      más probabilidades de presentar este
      trastorno.
    8. Céfalo hematoma: El céfalo
      hematoma es una zona de hemorragia entre el hueso y su
      cobertura fibrosa. A menudo aparece varias horas
      después del nacimiento como un bulto en la cabeza del
      bebé. El organismo reabsorbe la sangre. Según
      su tamaño, la mayoría del céfalo
      hematoma demoran de dos semanas a tres meses en desaparecer
      completamente. Ahora bien, si el área de hemorragia es
      extensa, algunos bebés pueden desarrollar ictericia
      debido a la destrucción de los glóbulos
      rojos.
    9. Moretones o marcas por
      fórceps:
      Algunos bebés pueden presentar
      signos de moretones en la cara o la cabeza como resultado del
      traumatismo de atravesar el canal de parto y el contacto con
      los huesos y tejidos
      pelvianos de la madre. No obstante, también los
      fórceps que se utilizan durante el parto pueden
      provocar estos tipos de marcas o moretones transitorios en la
      cara o la cabeza del bebé. Los bebés que nacen
      en un parto asistido por el uso de una ventosa
      obstétrica pueden presentar magulladuras o
      laceraciones (cortes) en el cuero cabelludo.
    10. Hemorragia sub-conjuntival: La hemorragia
      sub-conjuntival es la ruptura de pequeños vasos
      sanguíneos en los ojos del bebé. Uno o ambos
      ojos pueden presentar una franja rojo brillante alrededor del
      iris. Sin embargo, esto es muy común y no provoca
      ningún tipo de daño a los ojos. El
      enrojecimiento se absorbe generalmente entre una semana y
      diez días.
    11. Parálisis facial: Durante el trabajo de
      parto o el parto, la presión sobre la cara del
      bebé puede lesionar un nervio facial. Este tipo de
      lesión también puede producirse cuando se
      utilizan fórceps en el parto. El daño a
      menudo es evidente cuando el bebé llora, ya que en
      el lado de la cara que presenta la lesión no hay
      movimiento y el bebé no puede cerrar
      el ojo. Si sólo hubo magulladura del nervio, la
      parálisis generalmente mejora en unas pocas semanas.
      Sin embargo, si se produjo ruptura del nervio, quizá
      sea necesario realizar una cirugía.

      Sin embargo, la ruptura del nervio puede provocar
      un daño permanente del nervio. La parálisis
      del plexo braquial se trata mediante la
      inmovilización del brazo con un aparato
      ortopédico o una férula. También se
      realizan ejercicios especiales para ayudar a mantener el
      alcance de movimiento del brazo.

    12. Parálisis del plexo braquial:
      Traumatismo que se presenta cuando se lesiona el plexo
      braquial (conjunto de nervios que animan los brazos y las
      manos). Es más común cuando resulta dificultoso
      extraer el hombro del bebé, problema denominado
      distocia de hombro. Como consecuencia, el niño pierde
      la capacidad de flexionar y rotar el brazo. Si la
      lesión sólo provoca magulladuras e
      hinchazón alrededor de los nervios, el movimiento
      debería recuperarse a los pocos meses.
    13. Fracturas: La fractura de clavícula
      es el tipo de fractura más común que se produce
      durante el trabajo de parto y el parto. La clavícula
      se puede quebrar si se presentan problemas al extraer el
      hombro del bebé o durante un parto de nalgas. Un
      bebé con una fractura de clavícula casi nunca
      mueve el brazo del lado de la lesión. Es posible
      también que aparezcan magulladuras sobre el hueso
      fracturado. El tratamiento recomendado es la simple
      inmovilización del brazo y del hombro, luego de lo
      cual, la consolidación suele ser
      rápida

    CONCLUSIONES.

    Gracias a la realización de este trabajo se puede
    llegar a conocer un tema de vital importancia para todos, tanto
    hombres como mujeres, que es el embarazo. Es un tema de vital
    importancia para ambos sexos, ya que ambos están
    involucrados en todos los pasos del mismo, y la
    información de este trabajo va dirigida a los
    dos.

    Se tocaron puntos como el proceso del embarazo, mes a
    mes, detallando en cada uno los procesos y
    cambios que ocurren, cuales son las características que
    presenta tanto el bebé como la madre en cada mes y cuales
    son los cambios a nivel biológico que suceden.

    En cuanto a la higiene de la madre embarazada, se
    trataron aspectos como las relaciones sexuales (cuando y como se
    pueden realizar), la alimentación, el vestido, las visitas
    médicas, cuales son los casos que se consideran como
    urgencias, que anomalías se le deben de comunicar al
    médico, etc.

    También se analizó el parto normal,
    destacando del mismo cada parte del proceso que se lleva a cabo,
    cuales son los indicadores
    del momento del parto y cuales son las principales señales
    a nivel médico que indican que se realizará un
    parto normal. Se habló de la posición del bebe al
    momento de nacer, ya que es de vital importancia en el proceso
    del parto, es decir, para la realización de un parto
    normal.

    Con la elaboración de este trabajo se pueden
    conocer los aspectos de mayor importancia, desde el momento de la
    fecundación hasta el nacimiento del
    bebé.

    BIBLIOGRAFÍA.

     

     

     Sandra Santamaría.

    Caracas,

     

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