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Doctorado en Ciencias de la Educación



    1. Desarrollo
    2. El papel de la filosofía
      en la práctica educativa
    3. Ciencia y
      Educación
    4. Filosofía de la
      ciencia
    5. El problema de la
      inducción
    6. El problema de la
      descripción
    7. Explicación
    8. Realismo e
      instrumentalismo
    9. Objetividad y
      relativismo
    10. Teoría del conocimiento /
      epistemología
    11. Problemas filosóficos
      griegos y medievales.
    12. Los tres niveles del
      conocimiento.
    13. Razón contra
      percepción.
    14. Posición de los autores
      frente al conocimiento.
    15. El conocimiento
      científico.
    16. Epistemología en el siglo
      xx.
    17. Epistemología
      dialéctica
    18. Conclusiones
    19. Bibliografía
    20. Anexos

    INTRODUCCIÓN

    El presente trabajo pretende establecer criterios de
    acercamiento de ciertos aspectos referidos a las cuestiones
    filosóficas, el futuro de la filosofía, el valor que como
    docentes del NIVEL MEDIO SUPERIOR, EN LA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACION
    TECNOLÓGICA AGROPECUARIA EN EL ESTADO DE
    TAMAULIPAS, MÉXICO,
    debemos darle al acto de educar, su diferenciación
    respecto de otras ciencias, las diferentes corrientes
    filosóficas que se han dado en el tiempo, sus
    enemigos más acérrimos y la forma de estudiar
    el
    conocimiento, ya sea desde la filosofía o desde las
    distintas ciencias, caracterizadas por la utilización del
    Método
    científico, así como analizar la difícil
    realidad científica en nuestro Estado:
    TAMAULIPAS y sus implicaciones en el futuro inmediato, tanto
    nacional, como en el nuevo orden mundial.

    La Dirección General de Educación
    Tecnológica Agropecuaria, DGETA, como institución
    cuenta con una Coordinación en el Estado de Tamaulipas,
    México, de los estudios de Nivel Medio superior y superior
    en el área agropecuaria. La DGETA, tiene sus antecedentes
    desde 1970, cuando la Secretaría de Educación
    Pública la creó, con el objetivo de
    llevar al campo la educación
    tecnológica, que desde entonces, contribuye e impulsa el
    desarrollo de
    los habitantes del sector rural.

    Su misión es
    ofrecer los servicios
    educativos en los niveles de bachillerato, licenciatura y
    posgrado para formar técnicos y profesionales
    comprometidos con el desarrollo
    sustentable agropecuario y rural, dotados de una
    sólida preparación técnica y formados con
    los más altos valores de la
    nación
    mexicana, en especial, los de la sociedad
    rural.

    Aparte de realizar, investigación y generar desarrollos
    tecnológicos, atendiendo las necesidades del sector
    agropecuario, amén de brindar servicios de capacitación y asistencia técnica,
    aprovechando al máximo la capacidad instalada, con el
    propósito de contribuir a mejorar la calidad de
    vida del medio rural.

    El subsistema de Educación Tecnológica
    Agropecuaria ofrece a la población de las zonas rurales una
    educación pertinente, incluyente e integralmente
    formativa, que es el eje fundamental del desarrollo del
    campo.

    Por lo tanto ofrece una educación efectiva,
    innovadora, realizadora, cuyos resultados son reconocidos por su
    buena calidad.( Anexo 1
    y 2 )

    Sin embargo, la realidad expresa entendida, por los que
    laboramos en ella, dista cantidades exorbitantes de dicha
    realidad, existiendo entre otras causas, el gobierno, los
    maestros, los alumnos, los planes y programas, los
    recursos; en fin
    una serie de situaciones que se analizarán en el
    desarrollo de este espacio, pero donde la mayor parte del
    compromiso de cambio, con
    conciencia, se
    considera en el facilitador del proceso de
    enseñanza y aprendizaje de
    cada institución educativa: el Maestro…

    Es por ello, que hoy en este modesto trabajo, se esbozan
    algunas concepciones epistemológicas que clama nuestro
    siglo XXI, que no son más que reflexiones de sentido
    antropológico, basados siempre en una requerida
    sistematización de actividades tanto docentes, como de
    actitudes,
    valores de los maestros que tienen a cuestas la responsabilidad de moderar el proceso educativo,
    los alumnos que interactúan y los padres de familia que
    consensan las líneas de cambio, además de la
    sociedad que es la legitimaria final, de este proceso educativo;
    pero sobre todo con gran integralidad hacia el verdadero
    desarrollo de las ciencias y del conocimiento
    mismo, que redundadará sin duda con un impacto severo en
    todo el andamiaje social de los entornos Tamaulipecos de
    Educación Tecnológica Agropecuaria, en forma
    directa e indirecta, local, regional, nacional y
    global.

    En la Introducción se esboza la estructura
    organizativa de la Dirección General de Educación
    Tecnológica Agropecuaria en el Estado de Tamaulipas, para
    mayor comprensión, como parte fundamental del Subsistema,
    dependiente de la Secretaría de Educación
    Pública y su relación actual con la práctica
    educativa, desde el punto de vista Filosófico y
    Epistemológico.

    En el siguiente apartado del Desarrollo; la descripción temática de la
    Filosofía de la Ciencia,
    sus problemas, sus
    explicaciones, sus objetivos y
    sus evidencias. Asimismo las discrepancias entre realistas e
    instrumentalistas sobre la ciencia,
    considerando que a las teorías
    como predicciones verdaderas acerca de lo que puede ser
    observado, sustituyéndolas solo cuando aparecen otras
    predicciones nuevas.

    A continuación, en el mismo desarrollo, la
    explicación de lo que es la Epistemología o Teoría del
    conocimiento , sus conceptos, sus elementos, los niveles de
    conocimiento, el origen de éste, sus posibilidades,
    razones de ser, posición de autores al respecto del tema,
    el conocimiento
    científico, así como la Epistemología
    del siglo XX y …

    Finalmente en este apartado , en una forma muy
    desglosada, la Epistemología Dialéctica, propia a
    considerar para el siglo XXI y sus implicaciones en nuestra
    trabajo docente y de las escuelas agropecuarias de Tamaulipas,
    México

    Las conclusiones que se anotan como respuestas a las
    interrogantes, la bibliografía y sus dos anexos.

    ARMANDO VALDEZ CANTU, DRTE.

    • II. DESARROLLO

    Para comenzar este trabajo, tendríamos que tratar
    de definir Filosofía, mucho más allá de lo
    que significa la palabra en sí, "AMOR POR EL
    CONOCIMIENTO" , para darle la importancia que sin dudas tuvo y
    tiene en la evolución del "ser" humano como ente
    pensante y partícipe pleno de su realidad y futuro como
    hombre y en la
    cual la Educación, entendida como la formación
    integral del mismo, ocupa un papel
    primordial obviamente.

    Deberemos entender que la práctica
    filosófica nunca se contenta con el encuentro de la
    verdad, sino que su verdadera razón está en la
    satisfacción que ofrece su búsqueda, tratando de
    "ver la realidad en su origen", no contentándose con lo
    armado y pensado por otros, como por ejemplo los
    dogmáticos, en donde la verdad se encontraría ya
    revelada.

    En la filosofía el hombre se
    hace hombre a través de un pensamiento
    interior incesante que le permite aprehender la realidad,
    abriéndose a la vastedad de lo que nos circunda,
    estimulando, a través de ese pensamiento lo más
    maravilloso que tenemos, que es la
    comunicación con el otro, no como la entiende el mundo
    actual, compleja pero solitaria a la vez, gracias a las nuevas
    formas tecnológicas de acercamiento al otro; sino una
    comunicación con el prójimo y no con
    un extraño, "de existencia a existencia", despertando los
    más maravillosos sentimientos humanos, el de la solidaridad,
    el amor
    fraterno, la compasión, el compartir, el ayudar, de manera
    de buscar una trascendencia más allá de lo mundano
    y banal, rescatando de las situaciones límites,
    no lo doloroso, sino aquellos aspectos que nos enseñen a
    vivir plenamente, entendiendo o tratando de entender la vida, en
    la búsqueda de momentos felices, que permitan
    sobrellevarla.

    Son esas situaciones límites, la verdadera
    fuerza y
    motor en esa
    búsqueda de la verdad y que el mundo trata por todos los
    medios de
    evitar. Así la muerte se
    nos presenta como espectáculo macabro y que hay que evitar
    a toda costa y no como un camino hacia una nueva vida,
    según el ideario de Dios y que tiene que ver con la
    trascendencia del hombre y su razón de ser en este
    mundo.

    Podríamos decir, por tanto que la
    Filosofía es aquella acción incesante del
    pensamiento, en la que el ser humano goza, a través de un
    camino de búsqueda constante, haciéndose
    partícipe pleno de su realidad y la de su entorno,
    llegando a ser auténticamente hombre, en su
    relación con el "ser" íntimo de las
    cosas.

    Analizando lo antes dicho, es fácil detectar la
    importancia que tiene la Filosofía en la vida y en la
    historia del
    hombre y en la conciencia de su realidad y es lógico
    suponer la existencia de enemigos opuestos a la misma, que la
    consideran peligrosa, destructora de un orden conveniente a
    oscuros intereses y que se caracteriza por fomentar un
    espíritu rebelde, independiente y
    revolucionario.

    Es por ello, que la Iglesia, ha
    rechazado desde siempre a la Filosofía independiente,
    alejada de Dios, porque la consideraba mundanal y echaba a perder
    el alma. De alguna manera se enfrentaba a las verdades
    dogmáticas reveladas por el Ser supremo creador, sin darse
    cuenta que ese mismo Ser Supremo, es quizás el que nos dio
    la capacidad de pensar, en el camino de la búsqueda de la
    verdad y que hacen que la Filosofía se halle estampada
    intrínsecamente en el hombre, haciéndose inherente
    a él por propia naturaleza.

    Dentro de las corrientes gnoseológicas del
    conocimiento, tenemos enemigos acérrimos de la
    Filosofía y la Metafísica
    como son los EMPIRISTAS, corriente que se afirma con F. Bacon (ya
    que se inicia en la edad antigua con Heráclito),
    estableciendo su principio fundamental, según el cual toda
    ciencia ha de basarse en la Experiencia, como única forma
    de conocer.

    Pero es David Hume, el principal representante de esta
    Ideología , quien sostenía con
    argumentaciones filosóficas maestras, que todo
    conocimiento en última instancia proviene de la
    experiencia, sea la externa, vale decir , la que proviene de
    los sentidos,
    como la interna, la que denomina como auto-experiencia y que es
    más íntima y reflexiva; oponiéndose
    así al RACIONALISMO,
    constituyéndose ambas concepciones gnoseológicas
    dentro del problema de los medios a través de los cuales
    se puede conocer.

    Dentro de las corrientes que siguieron o se
    desprendieron del empirismo y
    que fueron opositores de la Filosofía tenemos al POSITIVISMO,
    cuyo principal seguidor fue Augusto Comte,
    en el siglo XIX, consolidándose en los años 20 de
    nuestro siglo a través del POSITIVISMO LÓGICO O
    NEOPOSITIVISMO, a través de la formación del
    Círculo de Viena; posturas para las cuales lo único
    válido de ser pensado y a lo cual debía consagrarse
    exclusivamente la Filosofía y la Metafísica, era el
    estudio científico de lo observable y comprobable a
    través de la verificación empírica, primando
    la observación y la experimentación
    dentro de un método inductivista, que ahondaremos a
    posteriori.

    Para el Positivismo, por tanto, las únicas
    ciencias válidas, son las naturales y según Comte
    en la historia de la humanidad hubo tres etapas del conocimiento:
    la Etapa Teológica, que fue la primera y
    trató de dar una explicación del mundo a
    través de un creador, estableciendo causas trascendentes y
    que se dio en todas las culturas y cuya influencia se da
    aún hoy; la Etapa Metafísica, en la que se
    hace hincapié en las causas inmanentes y por
    último, la Positiva, en la que el Hombre renuncia a
    explicar las cosas por sus causas (Causalidad) y el conocimiento
    se limita a establecer leyes de
    sucesión de hechos y que Comte, considera como "el Estado
    de madurez del Hombre Definitivo".

    Esta postura se oponía radicalmente al
    Racionalismo y que escuetamente trataremos de explicar a
    continuación:

    Si bien esta corriente filosófica que marca todo el
    pensamiento moderno a través del Discurso del
    Método de Descartes, no
    se constituye como una corriente crítica de la
    Filosofía, ya que quizás, en su transcurso la misma
    adquiere un gran esplendor, su explicación adquiere
    importancia, por ser una postura radicalmente opuesta al
    Empirismo.

    Prioriza plenamente el Raciocinio como el principal
    medio para lograr el conocimiento y supone el primer intento de
    establecer un Método en su búsqueda, de manera que
    aplicando rigurosamente ciertas reglas se impida suponer lo
    verdadero como falso, de manera de llegar al verdadero
    conocimiento de todas las cosas accesibles al conocimiento
    humano.

    Podríamos resumir esas reglas en:

    • Tener evidencias de la verdad de las
      cosas.
    • Parcializar el problema, tanto como fuese
      posible.
    • En las etapas de la búsqueda del conocimiento,
      partir siempre de lo más simple a lo más
      complejo.
    • Efectuar un análisis de cada paso del proceso, de
      manera de no omitir ninguno.

    Descartes, establece la Duda Metódica, en la
    búsqueda de certezas en el conocimiento, dejando de lado
    las impresiones de los sentidos, que son engañosas y
    subjetivas, relegando el papel de la experiencia para la
    confirmación de algo que ya se ha obtenido por puro
    raciocinio y estableciendo el concepto de Ideas
    Innatas, producto de
    una intuición intelectual y no de la experiencia. Tales
    Ideas, según Descartes, fueron establecidas en nosotros
    por una instancia superior, llamada Dios.

    Al analizar estas dos posturas antagónicas, no
    podemos dejar de lado aquella corriente intermedia entre ambas,
    cual es el APRIORISMO de Kant, en lo que
    respecta a los medios y procesos de
    nuestro conocimiento, para dar paso así al IDEALISMO.

    Sostiene Kant, que nuestro conocimiento tiene su
    comienzo en la Experiencia, recibiendo de ésta impresiones
    sensitivas caóticas y sin orden. Esas impresiones
    sensibles se encuentran ordenadas en dos "formas a priori" de
    nuestra sensibilidad humana: el espacio y el tiempo.

    Tales "formas a priori" que son independientes de la
    experiencia, permite ordenar las impresiones subjetivas en
    Fenómenos, los cuales vinculados a través de
    conceptos tales como los de: realidad, causalidad, acción
    recíproca, posibilidad, contingencia, necesidad, etc., que
    también son "formas a priori" pero ya de nuestro
    entendimiento, permiten elevar esos fenómenos a "objetos
    Fenoménicos", que a través del raciocinio
    (aquí hay un acercamiento al racionalismo) y que Kant
    diferencia del entendimiento, permite unificar a los mismos en
    tres grandes "Ideas a priori": mundo, bajo la cual se unifican
    los fenómenos de la sensibilidad externa; la del yo o
    alma, donde se agrupan y entrelazan los fenómenos de la
    sensibilidad interna; y la de Dios, donde se unifican los dos
    anteriores. Lo antedicho lo podemos resumir en el siguiente
    cuadro:

    Experiencia (influencia del empirismo)

    Impresiones sensibles

    Formas a priori (espacio y tiempo)

    De la sensibilidad

    Fenómenos

    Formas "a priori"

    Del entendimiento (conceptos preformados)

    Objetos fenoménicos

    Formas " a priori"

    De la razón

    (mundo, dios, alma)

    Conocimiento

    Por tanto para el Idealismo y ya terminando de analizar
    esta corriente filosófica, lo determinante en el acto de
    conocer no es el Objeto conocido, sino el Sujeto cognoscente, por
    tanto todo conocimiento, de acuerdo al Principio de Relatividad,
    se relaciona con él, no pudiéndose conocer algo que
    se da fuera del intelecto, de manera que el mismo da forma al
    objeto, entrelazando los fenómenos que nos llegan por la
    experiencia de acuerdo a los Principios de
    Inmanencia y del Fenomenismo, respectivamente.

    Continuando con el detalle de los enemigos de la
    Filosofía, después de esta escueta reseña de
    las principales corrientes filosóficas, tendremos que
    destacar el papel que la sociedad actual le da a la
    Filosofía.

    Sociedad que se encuentra imbuida en la cultura del
    utilitarismo y sumamente influenciada por los medios de
    comunicación que la entretienen. Es una cultura que no
    puede pensar en cuestiones trascendentes porque simplemente se
    encuentra aturdida por las nuevas formas de comunicación y
    publicidad, que
    ensalzan a la imagen, en
    desmedro de la palabra y la lectura,
    constituyéndose en una peligrosa forma de entendimiento
    que revela la involución del ser humano hacia las formas
    más primitivas de raciocinio y
    comunicación.

    Las nuevas
    tecnologías establecen, como la computación, nuevos pasatiempos que no
    favorecen el pensamiento crítico y reflexivo, de manera de
    entender la realidad, darse cuenta cual es el sistema impuesto
    actualmente y que tiene que ver con los influjos globalizadores
    impuestos
    desde el primer mundo, que hace que inmensas masas de humanos
    queden en el camino, directamente fuera del sistema de
    protección, hecho que se agrava por la inercia del Estado
    para intervenir y remediar situaciones realmente desesperantes,
    que sin lugar a dudas provocarán cambios de tal magnitud,
    que ningún filósofo, sociólogo y
    politicólogo podrán predecir.

    Sin darnos cuenta, hemos confiado nuestro futuro a las
    multinacionales y al capital
    despiadado, que en contados minutos pueden barrer con el futuro
    de un país.

    ¿Seremos capaces, como sociedad de reflexionar,
    como dijimos acerca de esta realidad, para lograr, en nuestro
    pequeño mundo, cambios que nos permitan avizorar un
    presente y un futuro basados en la solidaridad y el amor mutuos y
    el crecimiento armónico de nuestros niños y
    jóvenes, en las premisas de los valores
    éticos y morales de nuestra civilización
    cristiana?.

    2.1. El papel de la filosofía en la
    práctica educativa y en especial la Tecnológica
    Agropecuaria en el Estado de Tamaulipas,
    México.

    Que la Educación en México y mundial
    está en Crisis, no es
    nada nuevo. Nos damos cuenta, quienes pertenecemos directamente
    como partícipes directos de la enseñanza: alumnos y
    maestros; así como el Gobierno y la Sociedad
    toda.

    Nuevas exigencias de cambio se ciernen sobre la Escuela desde los
    diferentes sectores del quehacer de un país y por muy
    diferentes intereses.

    A la sociedad, porque aún cree que a
    través de la Educación de sus hijos, ellos
    encontrarán un futuro digno y merecido de ser vivido, a
    través de las diferentes herramientas
    brindadas y las formas de encarar el conocimiento.

    Al Gobierno, porque ve en la Educación de sus
    ciudadanos, el crecimiento tan anhelado en este mundo
    hipercompetitivo.

    A las empresas, porque
    se asegurarán una eficiente mano de obra, para satisfacer
    sus necesidades de competencia y
    criterios de calidad total,
    que les permita insertarse en este mundo globalizado, imponiendo,
    como hoy día vemos en la Educación mexicana, en
    especial en la que me encuentro inserto, La Educación
    Tecnológica Agropecuaria, un subsistema de la
    Secretaría de Educación Pública
    prácticas, que tienen que ver más con las Leyes del
    Mercado que con
    las de la educación clásica, y mas aún la
    rural.

    Pensemos en el nuevo léxico que se nos ha
    impuesto y las nuevas estrategias
    políticas que surgen directamente de las
    empresas: Calidad de la Educación, Marketing
    educativo, Descentralización, Optimización de
    Recursos, Redimensionamiento del gasto, por citar
    algunas.

    Es obvio que vemos algunos cambios alentadores en la
    Educación Agropecuaria, que de alguna manera nos permiten
    avizorar un mejor futuro para la misma, observándose un
    proceso de Transición entre una Escuela Tradicionalista,
    caracterizada por su carácter
    enciclopedista, con un extremado protagonismo docente; viciada de
    modos y costumbrismos sin sentido, como partes de un rito
    educativo que se exigía cumplir, apelando a las más
    severas medidas disciplinarias para lograr tales objetivos, que
    rozaban la ridiculez y la insensatez y con un predominio de los
    contenidos, que abrumaban al educando, sin permitirles asimilar
    con criterio propio los conocimientos y una Escuela Activa, donde
    comienza a tener un marcado protagonismo el alumno,
    constituyéndose el docente en el guía y facilitador
    indispensable en la difícil tarea de la aprehensión
    de los conocimientos.

    El despliegue del pensamiento formal, basado en la
    reflexión crítica de la información y de los conocimientos,
    mejorando las habilidades del razonamiento, como una forma de
    iniciarlos en la asimilación en la cultura y en el saber,
    se constituyen en los pilares básicos de esta Nueva
    Escuela.

    Ahora bien, ¿ Qué papel juega la
    filosofía en esta nueva forma de concebir la
    educación?

    Es indudable, que existe un renacer de los contenidos
    filosóficos en los nuevos planes de estudio, fijados por
    la Política
    educativa.

    Basta como ejemplo, lo que ocurre en el subsistema
    DGETA, cuya modalidad eminentemente técnica, ha dado lugar
    en su currícula y contenidos un importante espacio a las
    ciencias humanísticas, constituyéndose así
    en un aporte fundamental para la práctica educativa, en
    especial la incorporación de un libro de
    valores para este nivel medio superior, que mas que un recetario,
    debe ser una reflexión concienzuda de cada uno de los
    docentes que la tienen como materia propia
    a desarrollar, pero más aun, como una visión
    integradora, holística y donde la socialización educativa sea llevada a
    términos más eficaces de nuevos paradigmas de
    actuación entre los miembros del proceso educativo de cada
    institución educativa.

    La Filosofía debería insertarse en la
    Escuela, como el eje orientador de todas las demás
    asignaturas,
    de manera de pensarlas como disciplinas con un
    lenguaje
    enmarcado en el razonamiento que fomenta el contexto
    filosófico.

    Es así, que la Filosofía se
    constituiría en el tronco central en el establecimiento de
    la currícula ,
    a partir de la cual se
    ramificarían las distintas asignaturas especializadas y
    específicas de acuerdo a la modalidad de la
    escuela.

    Tendremos que hacer una importante distinción
    entre lo que es enseñar Filosofía y lo que es
    filosofar, que debería constituirse en la forma de vida de
    todo hombre y cuya práctica debería ser, con
    más razón, obligatoria en la escuela.

    Será la Filosofía, la disciplina que
    permitirá lograr E D U C A R al hombre, con
    todo lo que ello significa, hecho trascendente, que muchas veces
    los docentes dejamos de lado, sin darnos cuenta de la inmensa
    responsabilidad que sobre nuestros hombros recae, de manera de
    favorecer una práctica que ayude a nuestros jóvenes
    a crecer, pensando por sí mismos, suscitando el
    pensamiento con todo su esplendor y magnificencia, en la
    búsqueda de su destino trascendente y solidario, en
    común-unión con su prójimo y con su Dios,
    como dijera Freire, en comunión mutua.

    Para ello tendremos que orientar a la Educación,
    hacia la búsqueda de nuevas herramientas
    didácticas, que permitan al joven emplear los criterios
    necesarios para su desenvolvimiento; la secuenciación
    racional del currículo , de manera de relacionar a las
    distintas disciplinas, para que no sean espacios aislados y que
    harán la práctica vacía y sin sentido y
    lógica
    para el alumno; adecuar los libros de
    texto a la
    nueva realidad educativa, para despertar el interés
    por la lectura
    del alumno y favoreciendo el acceso a la
    información a través del uso de las nuevas
    herramientas de comunicación y los nuevos soportes
    tecnológicos, evitando su acumulación, sin que el
    Docente se desentienda en la tarea de búsqueda,
    clasificación, análisis crítico y selección;
    ejerciendo un rol docente equilibrado de manera de adecuar en su
    justa medida el desarrollo conceptual con el desarrollo de
    habilidades, sin caer en extremismos propios de la Escuela
    Tradicional, en donde según la modalidad primaban los
    conocimientos teóricos, como una única forma de
    prepararlos para la Universidad o los
    aspectos instructivos, para su posterior desenvolvimiento en el
    ámbito laboral.

    Para el logro de tales objetivos, se deberán
    también fijar nuevas políticas educativas en la
    planta docente, a partir de las academias de plantel, las
    verdaderas, las de valor educativo, las de evaluación
    y seguimiento, para emitir juicios valorativos y de voz de nuevo
    arranque, de manera de preparar docentes comprometidos con la
    realidad de la educación y de la sociedad, que por
    supuesto están íntimamente ligados y con la exacta
    dosis pedagógica que les garantice las herramientas
    básicas de la enseñanza de una determinada
    especialidad con los conocimientos específicos e
    inherentes a la misma, de manera que aprendan con los mismos
    procedimientos
    que esperan emplear en el aula.

    Deberán aplicar técnicas
    que permitan al alumno redescubrir los conocimientos,
    invitándolos amorosamente a participar de la maravillosa
    experiencia de aprehender, tal como lo hicieron aquellos que
    descubrieron o inventaron el mundo que nos rodea.

    Tendremos que evitar el uso de la Filosofía como
    lo hacían los sofistas, enseñando solamente la
    dialéctica argumentativa, en la creencia que la misma les
    servirá a futuro.

    El trabajo filosófico irá mucho más
    allá de este mezquino fin, servirá fundamentalmente
    como ayuda invalorable en el acto de razonar con su máximo
    esplendor, de manera de favorecer las formas de pensamiento
    hipotético deductivo, evitando el exceso de
    información que ahoga el pensamiento, de manera de
    estimular y acercar plácidamente el gusto por el
    conocimiento y con el objetivo de lograr ciudadanos responsables
    y críticos de su realidad, para que puedan
    cambiarla.

    2.2. Ciencia y
    Educación

    Dentro de este trabajo y en relación a mi
    profesión de docente y mi actual práctica docente a
    nivel de maestría en docencia, no puedo dejar de lado el
    análisis en el camino, que la ciencia actual ha tomado en
    el mundo y la difícil realidad que se cierne sobre la
    misma en nuestro país.

    Es indudable que estamos viviendo una verdadera Revolución
    Tecnológica, producto de la Investigación científica, que ha
    permitido al hombre en muchos campos del conocimiento lograr
    avances impensados en otras épocas.

    Todo esto se ha logrado aplicando el MÉTODO
    HIPOTÉTICO DEDUCTIVO para el establecimiento de numerosas
    leyes teóricas que han permitido explicar numerosos hechos
    y predecir otros aún no observados. Es así que a
    través de una observación intencionada, no como una
    simple mirada, en la que se ponen en juego
    conocimientos previos (hipótesis subyacentes) permite dirigir las
    investigaciones, conjeturando, como se dice; Leyes
    Teóricas, que expliquen las leyes empíricas y
    predigan otras nuevas, que como un feed-back o un ida y vuelta,
    confirmando las entidades teóricas, establecidas, no a
    través de una simple mirada, sino por el salto creador del
    genio científico, que nos abre las puertas para entender
    la realidad que nos rodea.

    Es así, que no resulta sencillo hacer Ciencia.
    Nosotros en la escuela de alguna manera y equivocadamente
    reflejamos una idea a nuestros educandos de que aplicando una
    serie de técnicas y métodos
    , podemos
    alcanzar la certidumbre de las cosas
    , o que de esa manera
    trabajan los científicos, en forma metódica y
    simplista. Nada más alejado de la realidad, poder
    establecer las teorías exige un grado de
    imaginación creadora que permita idear modelos,
    enunciados y formulaciones lógicas que guarden
    concordancia con lo observado y que por supuesto, puedan ser
    contrastadas y verificadas.

    En un principio, enuncié que estábamos
    viviendo una verdadera Revolución Tecnológica y no
    Científica, entendiendo por Tecnología el
    análisis, la creación y puesta a prueba de las
    nuevas técnicas a través de una
    investigación conciente.

    Por tanto, para que se dé tal revolución
    es necesaria la Investigación Científica, en todo
    tiempo y lugar, en forma incesante e ininterrumpida, como una
    manera de lograr el avance y el futuro mismo de la
    humanidad.

    Es así, que en esta etapa de pos-ciencia, que
    crudamente vivimos en nuestro país y que también
    comienza a darse en los países más prósperos
    y que a pesar de que deberíamos considerar a la
    Tecnología como Hija de la Ciencia, vemos que la primera
    ha ocupado en la actualidad el lugar de verdad- poder, que hasta
    mediados del siglo pasado ocupaba la segunda, entendida como la
    búsqueda del conocimiento por el conocimiento mismo (lo
    que llamamos Ciencia Básica).

    Se oye decir por ahí, que cuando el país
    crezca nos podremos dar el lujo de desarrollar nuestra ciencia y
    tecnología, sin darnos cuenta que para generar riqueza
    genuina y duradera deberemos producir cuanto antes, destinando
    los fondos necesarios, una sustancial expansión de nuestra
    capacidad tecnológica y científica.

    Si analizamos la inercia científica en nuestro
    país, tendremos que buscar las causas, en la
    despreocupación de los gobiernos y empresarios en esta
    materia, como a los largos períodos de autoritarismo y
    persecuciones concomitantes; así como a la falta de
    políticas claras, racionalizando inteligentemente los
    escasos recursos y vinculando el área de
    investigación con la docencia universitaria, en un
    perfeccionamiento y modernización institucional, que
    brinde excelencia educativa y cambie la imagen desgastada y
    añeja de nuestras Universidades.

    Y por último que esa política en materia
    científica logre una mejora en las condiciones laborales y
    económicas de nuestros investigadores, científicos
    y que parta del estímulo hacia nuestros jóvenes,
    para que se dediquen a la ciencia y no se generen las condiciones
    ideales para la emigración de nuestros cerebros
    científicos hacia países que los tientan con
    poderosos y lucrativos alicientes, aprovechando la inversión original de nuestro país
    en la Universidad; o bien que se dediquen a tareas más
    lucrativas, desperdiciando genios científicos.

    Esta política deberá rescatar a las
    ciencias denominadas blandas como la Psicología, frente al
    predominio de las duras, como se denominan a las naturales, de
    manera de romper el profundo desarraigo entre lo
    político-social y la ciencia y formar científicos
    con visión regional y comprometidos con su realidad,
    evitando construir el científico mexicano a imagen y
    semejanza de un investigador universal, que en la realidad no
    existe.

    Qué hacer ciencia en México es un
    desafío, no es nada nuevo, ya que a pesar de los sucesivos
    recortes presupuestales del gasto corriente en el gobierno,
    existen pequeñas hazañas que permiten avizorar un
    futuro más alentador.

    Sin embargo en los jóvenes investigadores
    persiste el ideario y muchos los llevan a la práctica de
    emigrar hacia países que les ofrecen mejores
    oportunidades, no sólo económicas, sino
    también académicas, de perfeccionamiento y de
    recursos disponibles para la investigación,
    constituyéndose en una irremediable sangría para el
    país, que muy difícilmente pueda recuperarlos en el
    futuro.

    2.3
    FILOSOFIA DE
    LA CIENCIA

      Ciencia (en latín scientia, de
    scire, ‘conocer’), término que en su
    sentido más amplio se emplea para referirse al
    conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero que suele
    aplicarse sobre todo a la
    organización de la experiencia sensorial objetivamente
    verificable.

    La búsqueda de conocimiento en ese contexto se
    conoce como ‘ciencia pura’, para distinguirla de la
    ‘ciencia aplicada’ —la búsqueda de usos
    prácticos del conocimiento científico— y de
    la tecnología, a través de la cual se llevan a cabo
    las aplicaciones.

    Los esfuerzos para sistematizar el conocimiento se
    remontan a los tiempos prehistóricos, como atestiguan los
    dibujos que
    los pueblos del paleolítico pintaban en las paredes de las
    cuevas, los datos
    numéricos grabados en hueso o piedra o los objetos
    fabricados por las civilizaciones del
    neolítico.

    Los testimonios escritos más antiguos de
    investigaciones protocientíficas proceden de las culturas
    mesopotámicas, y corresponden a listas de observaciones
    astronómicas, sustancias químicas o síntomas
    de enfermedades
    —además de numerosas tablas matemáticas— inscritas en caracteres
    cuneiformes sobre tablillas de arcilla. Otras tablillas que datan
    aproximadamente del 2000 a.C. demuestran que los babilonios
    conocían el teorema de Pitágoras, resolvían
    ecuaciones
    cuadráticas y habían desarrollado un sistema
    sexagesimal de medidas (basado en el número 60) del que se
    derivan las unidades modernas para tiempos y ángulos
    .

    En el valle del Nilo, se han descubierto papiros de un
    período cronológico próximo al de las
    culturas mesopotámicas que contienen información
    sobre el tratamiento de heridas y enfermedades, la distribución de pan y cerveza, y la
    forma de hallar el volumen de una
    parte de una pirámide. Algunas de las unidades de longitud
    actuales proceden del sistema de medidas egipcio y el calendario
    que empleamos es el resultado indirecto de observaciones
    astronómicas prehelénica.

     Filosofía de la
    ciencia, investigación sobre la naturaleza general de la
    práctica científica. La filosofía de la
    ciencia se ocupa de saber cómo se desarrollan,
    evalúan y cambian las teorías científicas, y
    si la ciencia es capaz de revelar la verdad de las entidades
    ocultas y los procesos de la naturaleza. Su objeto es tan antiguo
    y se halla tan extendido como la ciencia misma. Algunos
    científicos han mostrado un vivo interés por la
    filosofía de la ciencia y unos pocos, como Galileo,
    Isaac Newton y
    Alberto Einstein, han hecho importantes contribuciones. Numerosos
    científicos, sin embargo, se han dado por satisfechos
    dejando la filosofía de la ciencia a los filósofos, y han preferido seguir 'haciendo
    ciencia' en vez de dedicar más tiempo a considerar en
    términos generales cómo 'se hace la ciencia'. Entre
    los filósofos, la filosofía de la ciencia ha sido
    siempre un problema central; dentro de la tradición
    occidental, entre las figuras más importantes anteriores
    al siglo XX destacan Aristóteles, René Descartes,
    John Locke,
    David Hume, Immanuel Kant y John Stuart Mill. Gran parte de la
    filosofía de la ciencia es indisociable de la
    epistemología, la teoría
    del conocimiento, un tema que ha sido considerado por casi todos
    los filósofos.

    2.4 EL PROBLEMA DE LA
    INDUCCIÓN

    Los resultados de la observación y
    experimentación suministran la evidencia para una
    teoría científica, pero no pueden demostrar que la
    teoría es correcta. Hasta la generalización
    empírica más modesta, por ejemplo que toda agua hierve a
    la misma temperatura,
    va más allá de lo que puede ser deducido de la
    evidencia en sentido estricto. Si las teorías
    científicas no expresaran más que la evidencia que
    suele sustentarlas, tendrían poca utilidad. No
    podrían ser utilizadas para predecir el curso de la
    naturaleza, y carecerían de poder explicativo.

    El vínculo no demostrativo o inductivo entre la
    evidencia y la teoría plantea uno de los problemas
    fundamentales de la teoría del conocimiento, el problema
    de la inducción, dada su formulación
    clásica por David Hume, el filósofo escocés
    del siglo XVIII.

    Hume consideró simples predicciones basadas en
    observaciones pasadas, por ejemplo, un vaticinio como: el sol
    saldrá mañana, teniendo en cuenta que se ha
    observado que siempre salía en el pasado. La vida
    sería imposible sin anticipar el futuro, pero Hume
    construyó una argumentación excelente para mostrar
    que estas inferencias son indefendibles desde presupuestos
    racionales.

    Esta conclusión puede parecer increíble,
    pero la argumentación de Hume tiene todavía que ser
    contestada de un modo concluyente. Admitía que las
    deducciones inductivas han sido por lo menos razonablemente
    fiables hasta ahora, o no estaríamos vivos para considerar
    el problema, pero afirmaba que sólo podemos tener una
    razón para continuar confiando en la inducción si
    tenemos algún motivo para creer que la inducción
    seguirá siendo fiable en el futuro.

    Hume demostró entonces que tal razón no es
    posible. El nudo del problema es que pretender que la
    inducción será una garantía en el futuro es,
    en sí misma, una predicción y sólo
    podría ser justificada de manera inductiva, lo que
    llevaría a una cuestión de principio. En concreto,
    mantener que la inducción quizá funcionará
    en el futuro porque ha resultado útil en el pasado es
    razonar en círculo, asumiendo la inducción para
    justificarla. Si esta argumentación escéptica es
    válida, el conocimiento inductivo parece imposible, y no
    hay un argumento racional que se pueda plantear para disuadir a
    alguien que opina, por ejemplo, que es más seguro salir de
    la habitación por las ventanas que por la
    puerta.

    El problema de la inducción se relaciona de forma
    directa con la ciencia. Sin una respuesta a la
    argumentación de Hume, no hay razón para creer en
    ninguno de los aspectos de una teoría científica
    que vaya más allá de lo que, en realidad, se ha
    observado. El asunto no es que las teorías
    científicas no resulten nunca ciertas por completo: esto
    es o debería ser una verdad obvia. El tema es más
    bien que no tenemos ninguna razón para suponer, por
    ejemplo, que el agua que no
    hemos sometido a prueba hervirá a la misma temperatura que
    el agua que hemos probado. Los filósofos han realizado un
    continuo esfuerzo para resistir a esta conclusión
    escéptica.

    Algunos han tratado de demostrar que los modelos
    científicos para sopesar evidencias y formular inferencias
    son, de algún modo, racionales por definición;
    otros, que los éxitos pasados de nuestros sistemas
    inductivos son susceptibles de emplearse para justificar su uso
    futuro sin caer en círculos viciosos. Un tercer enfoque
    sostiene que, aunque no podamos demostrar que la inducción
    funcionará en el futuro, sí podemos demostrar que
    lo hará si algún método de predicción
    lo hace, por lo que es razonable utilizarlo.

    Mediante teorías más recientes, algunos
    filósofos han sostenido que la actual fiabilidad de las
    prácticas inductivas, algo que Hume no niega, basta para
    proporcionar conocimiento inductivo sin otro requerimiento que el
    que la fiabilidad esté justificada.

    Karl Popper ha aportado una respuesta más radical
    al problema de la inducción, una solución que
    constituye la base de su influyente filosofía de la
    ciencia.

    De acuerdo con Popper, el razonamiento de Hume de que
    las inferencias son injustificables desde una perspectiva
    racional es correcto. Sin embargo, esto no amenaza la
    racionalidad de la ciencia, cuyas inferencias son, aunque parezca
    lo contrario, deductivas en exclusiva.

    La idea central de Popper es que mientras la evidencia
    nunca implicará que una teoría sea verdadera, puede
    rebatir la teoría suponiendo que sea falsa. Así, un
    número de cuervos negros no implica que todos lo cuervos
    sean negros, pero la presencia de un único cuervo blanco
    supone que la generalización es falsa.

    Los científicos pueden, de esta forma, saber que
    una teoría es falsa, sin recurrir a la inducción.
    Además, enfrentados a una elección entre dos
    teorías opuestas, pueden ejercer una preferencia racional
    si una de las teorías ha sido refutada pero la otra no;
    entonces es racional preferir una teoría que podría
    ser verdad respecto a una que se sabe es falsa.

    La inducción nunca entra en escena, de modo que
    el argumento de Hume pierde fuerza.

    Esta ingeniosa solución al problema de la
    inducción se enfrenta con numerosas objeciones. Si fuera
    cierta, los científicos nunca tendrían
    ningún motivo para creer que alguna de sus teorías
    o hipótesis son
    siquiera correctas por aproximación o que alguna de las
    predicciones extraídas de ellas es verdad, ya que estas
    apreciaciones sólo podrían ser justificadas por
    vía inductiva.

    Además, parece que la posición de Popper
    ni siquiera permite a los científicos saber que una
    teoría es falsa, puesto que, según él, la
    evidencia que podría contradecir una teoría, puede
    no ser nunca reconocida como correcta. Por desgracia, las
    inferencias inductivas que los científicos plantean no
    parecen ni evitables ni justificables.

    2.5 EL PROBLEMA DE LA
    DESCRIPCIÓN

    Aunque la discusión de Hume sobre la
    justificación de la inducción representa un hito en
    la historia de la
    filosofía, sólo ofrece una cruda
    descripción de cómo, para bien o para mal, los
    métodos
    inductivos funcionan en realidad. Mantenía que la
    inferencia inductiva es sólo un hábito de
    formación. Al haber visto muchos cuervos negros, de modo
    tácito aplicamos la regla 'más de lo mismo' y
    suponemos que el próximo cuervo que encontremos
    será también negro.

    Esto, como es evidente, no hace justicia a la
    práctica inferencial de los científicos, ya que
    éstos infieren a partir de la observación de
    entidades de una clase para llegar a la existencia y comportamiento
    de entidades de una clase muy diferente y a menudo no observable.
    'Más de lo mismo' no llevará a los
    científicos desde lo que se ve en el laboratorio a
    la existencia de los electrones o los campos
    electromagnéticos.

    ¿Cómo comprueban entonces los
    científicos sus teorías, sopesan la evidencia y
    establecen inferencias? Este es el problema de la
    descripción en contraste con el problema de la
    justificación de Hume.

    El problema descriptivo puede parecer fácil de
    resolver: sólo hay que preguntar a los científicos
    que describan lo que hacen. Es una ilusión. Los
    científicos pueden ser eficaces sopesando evidencias, pero
    no son eficaces ofreciendo una declaración de principios
    que recoja cómo llegan a ellos. Esto no es más
    sorprendente que el hecho de que los nativos de habla inglesa
    sean incapaces de explicar los principios por los que diferencian
    las oraciones gramaticales de las no gramaticales. Lo más
    sorprendente es cuán difícil ha sido resolver el
    problema de la inducción incluso para los filósofos
    de la ciencia que han dedicado a ello su actividad.

    Quizá la forma más corriente de mostrar
    cómo se comprueban las teorías sea mediante el
    modelo
    hipotético-deductivo, según el cual las
    teorías se comprueban examinando las predicciones que
    implican. La evidencia que muestra que una
    predicción es correcta, confirma la teoría; la
    evidencia incompatible con la predicción, rebate la
    teoría, y cualquier otra evidencia es irrelevante. Si los
    científicos tienen una evidencia suficiente que corrobora
    y una no evidencia que rebate, pueden inferir que la
    teoría examinada es correcta.

    Este modelo, aunque es aproximado, parece en principio
    ser un reflejo razonable de la práctica científica,
    pero está envuelto en dificultades concretas. La
    mayoría de éstas demuestran que el modelo
    hipotético-deductivo es demasiado permisivo, al tratar
    evidencias irrelevantes como si aportaran certezas materiales.

    Para mencionar tan sólo un problema, la
    mayoría de las teorías científicas no
    implican ninguna consecuencia observable por sí misma,
    sino sólo al relacionarse en conjunto con otras
    suposiciones de base. Si no hay alguna clase de
    restricción sobre las suposiciones admisibles, el modelo
    permitiría considerar cualquier observación como
    evidencia para casi cualquier teoría. Esto es un resultado
    absurdo, pero es difícil en extremo especificar las
    restricciones apropiadas.

    Dadas las dificultades que afronta el modelo
    hipotético-deductivo, algunos filósofos han
    reducido sus miras y han intentado dar un modelo mejor de
    refuerzo inductivo para una serie de casos más limitada.
    El caso más sencillo es una generalización
    empírica del tipo 'todos los cuervos son negros'.
    Aquí parece claro que los cuervos negros apoyan la
    hipótesis, los cuervos no negros la refutan, y los no
    cuervos son irrelevantes. Aún así, esta modesta
    consideración entraña otros problemas. Supongamos
    que aplicamos el mismo tipo de consideración a la
    hipótesis un tanto exótica de que todas las cosas
    no negras no son cuervos. Los no negros no cuervos (flores
    blancas, por ejemplo) la apoyan, los cuervos no negros la
    refutan, y los objetos son irrelevantes.

    El problema surge cuando observamos que esta
    hipótesis equivale a la hipótesis original del
    cuervo; decir que todas las cosas no negras son no cuervos es
    sólo un modo poco usual de decir que todos los cuervos son
    negros. Entonces ¿cualquier evidencia que apoye una
    hipótesis apoya la otra? Esto nos deja, sin embargo, con
    la conclusión bastante extraña de que las flores
    blancas proporcionan la evidencia de que todos los cuervos son
    negros. Esta paradoja del cuervo parece un truco lógico,
    pero ha resultado muy difícil de resolver.

    2.6
    EXPLICACIÓN

      Un reciente trabajo sobre el problema de los
    métodos de descripción inferencial en la ciencia ha
    tratado de evitar la debilidad del modelo hipotético-
    deductivo yendo más allá de las relaciones
    lógicas para responder a la conexión de la
    evidencia con la teoría. Algunas consideraciones intentan
    describir cómo la plausibilidad de teorías e
    hipótesis puede variar conforme se va avanzando en las
    comprobaciones, y han enlazado esta idea con un cálculo
    formal de probabilidades.

    Otras apelan al contenido específico de las
    hipótesis sometidas a comprobación, en especial las
    afirmaciones causales que hacen muchas de ellas. En el siglo XIX,
    John Stuart Mill dio cuenta de las inferencias desde los efectos
    a las causas que puede ser extendida para aportar un modelo de
    inferencia científica. Uno de los procedimientos por el
    que se ha intentado esa expansión ha sido recurriendo al
    concepto de explicación. La idea básica del modelo
    de inducción para la mejor explicación es que los
    científicos infieren desde la evidencia válida a la
    hipótesis que, de ser correcta, proporcionaría la
    mejor explicación de esa evidencia.

    Si la inferencia para la mejor explicación debe
    de ser algo más que un eslogan, sin embargo, se requiere
    alguna consideración independiente de explicación
    científica. El punto de partida para la mayoría del
    trabajo filosófico contemporáneo sobre la
    naturaleza de la explicación científica es el
    modelo deductivo-nomológico, según el cual una
    explicación científica es una deducción de
    una descripción del fenómeno para ser explicada
    desde un conjunto de premisas que incluye, por lo menos, una
    ley de la
    naturaleza. Así, se podría explicar por qué
    sube el mercurio en un termómetro señalando el ascenso de
    la subida en la temperatura a partir de una ley que relaciona la
    temperatura y el volumen de los metales.

    El tema aquí es saber qué hace que algo
    sea una ley de la naturaleza, otro de los tópicos
    centrales de la filosofía de la ciencia. No todas las
    generalizaciones verdaderas son leyes de la naturaleza. Por
    ejemplo, la afirmación de que todas las esferas de oro
    tienen un diámetro de menos de diez millas es una verdad
    presumible pero no es una ley. Las genuinas leyes de la
    naturaleza parecen tener un tipo de necesidad de la que carece la
    afirmación sobre las esferas de oro. Describen no
    sólo cómo funcionan las cosas en realidad sino
    cómo, de algún modo, deben funcionar. Sin embargo,
    está lejos de ser evidente cómo tendría que
    articularse esta noción de necesidad.

    Otra dificultad para el modelo
    deductivo-nomológico de explicación es que, al
    igual que el modelo hipotético-deductivo de
    comprobación, con el cual mantiene una notable similitud
    estructural, este modelo también es demasiado permisivo.
    Por ejemplo, el periodo (la duración de una
    oscilación) de un péndulo determinado puede
    deducirse de la ley que se refiere al periodo y recorrido de los
    péndulos en general, junto con el recorrido de ese
    péndulo determinado. El recorrido del péndulo es
    considerado de modo habitual como explicativo del periodo. Sin
    embargo, la deducción puede llevarse a cabo en el sentido
    opuesto: es posible calcular el recorrido de un péndulo si
    se conoce su periodo.

    Pero el periodo no está considerado por lo
    común como explicativo del recorrido del péndulo.
    De este modo, mientras que la deducción funciona en ambos
    sentidos, se considera que la explicación va sólo
    en un único sentido. Dificultades de esta índole
    han llevado a algunos filósofos a desarrollar procesos
    causales de explicación, según los cuales
    explicamos los acontecimientos aportando información sobre
    sus procesos causales. Este enfoque es atractivo, pero pide un
    análisis de causalidad, un proyecto que se
    enfrenta a muchas de las mismas dificultades que tenía
    analizar las leyes de la naturaleza.

    Además, se necesita decir más sobre
    qué causas de un acontecimiento lo explican. El Big Bang
    es presumiblemente parte de la historia causal de cada
    acontecimiento, pero no aporta una explicación adecuada
    para la mayoría de ellos. Una vez más, hay un
    problema de permisividad excesiva.

    2.7 REALISMO E
    INSTRUMENTALISMO

    Uno de los objetivos de la ciencia es salvar los
    fenómenos, construir teorías que supongan una
    descripción correcta de los aspectos observables del
    mundo. De particular importancia es la capacidad para predecir lo
    que es observable pero todavía no es observado, ya que una
    predicción precisa hace factible la aplicación de
    la ciencia a la tecnología. Lo que resulta más
    controvertido es si la ciencia debe también aspirar a la
    verdad sobre aquello que no es observable, sólo por
    comprender el mundo, incluso sin un propósito
    práctico.

    Aquellos que pretenden que la ciencia debería, y
    que así lo hace, ocuparse de revelar la estructura oculta
    del mundo son conocidos como realistas. Para éstos, las
    teorías tratan de describir esa estructura. Por
    oposición, aquellos que dicen que la labor de la ciencia
    es sólo salvar los fenómenos observables son
    conocidos como instrumentalistas, ya que para ellos las
    teorías no son descripciones del mundo invisible sino
    instrumentos para las predicciones sobre el mundo observable. La
    disputa entre realistas e instrumentalistas ha sido un tema
    constante en la historia de la filosofía de la
    ciencia.

    Los científicos realistas no afirman que todo en
    la ciencia actual es correcto pero, como era de esperar, afirman
    que las mejores teorías actuales son poco más o
    menos verdaderas, que la mayoría de las entidades a las
    que se refieren existen en realidad, y que en la historia de la
    ciencia las últimas teorías en un campo concreto
    han estado por lo común más próximas a la
    verdad que las teorías que sustituían. Para los
    realistas, el progreso científico consiste sobre todo en
    generar descripciones cada vez más amplias y exactas de un
    mundo en su mayor parte invisible.

    Algunos instrumentalistas niegan que las teorías
    puedan describir aspectos no observables del mundo, sobre la base
    de que no se pueden llenar de significado, las descripciones de
    lo que no puede ser observado. Según esta idea, las
    teorías de alto nivel son ingenios de cálculo sin
    significado literal: no son más descripciones del mundo,
    que lo que son los circuitos de
    una calculadora electrónica.

    Otros instrumentalistas han afirmado que las
    teorías son descripciones, pero sólo del mundo
    observable. Hablar de partículas atómicas y campos
    gravitatorios, sólo es en realidad una taquigrafía
    de descripciones de interpretaciones punteras y un movimiento
    observable.

    La versión contemporánea más
    influyente del instrumentalismo, conocida como empirismo
    constructivo, adopta una tercera vía. El significado de
    las teorías tiene que ser creído literalmente. Si
    una teoría parece contar una historia sobre
    partículas invisibles, entonces esa es la historia que se
    cuenta. Los científicos, sin embargo, nunca tienen derecho
    o necesidad de creer que esas historias son verdad. Todo lo
    más que puede o necesita ser conocido es que los efectos
    observables de una teoría —pasada, presente y
    futura— son verdaderos. La verdad del resto de la
    teoría es cómo pueda ser: toda la cuestión
    es que la teoría, cuenta una historia que produce
    sólo predicciones verdaderas acerca de lo que, en
    principio, pudiera ser observado.

    El debate entre
    realistas e instrumentalistas ha generado argumentos por parte de
    ambas escuelas. Algunos realistas han montado un razonamiento de
    no milagro. Realistas e instrumentalistas están de acuerdo
    en que nuestras mejores teorías en las ciencias
    físicas han tenido un notable éxito
    de predicción. El realista mantiene que este éxito
    sería un milagro si las teorías no fueran por lo
    menos verdaderas por aproximación.

    Desde un punto de vista lógico es posible que una
    historia falsa en su totalidad sobre entidades y procesos no
    observables pudiera suponer todas esas predicciones verdaderas,
    pero creer esto es bastante improbable y, por lo tanto,
    irracional. Planteado el supuesto de que a una persona se le da
    un mapa muy detallado, cuyo contenido describe con gran detalle
    el bosque en el que se encuentra, incluso muchos desfiladeros y
    picos de montañas inaccesibles.

    Examina el mapa contrastando los datos en diferentes
    lugares y, en cada caso, lo que ve es justo como lo pinta el
    mapa. Queda la posibilidad de que el mapa sea incorrecto por
    completo en las zonas que no ha examinado, pero esto no resulta
    verosímil. El realista mantiene que la situación es
    análoga para toda teoría científica que haya
    sido bien comprobada.

    Los instrumentalistas han hecho numerosas objeciones al
    razonamiento del 'no milagro'. Algunos han afirmado que incurre
    en la petición de principio, tanto como el argumento
    considerado con anterioridad, de que la deducción
    funcionará en el futuro porque ha funcionado en el pasado.
    Inferir del éxito observado de una teoría
    científica la verdad de sus afirmaciones sobre los
    aspectos no observables del mundo es utilizar en concreto el modo
    de deducción cuya legitimidad niegan los
    instrumentalistas.

    Otra objeción es que la verdad de la ciencia
    actual no es en realidad la mejor explicación de su
    éxito de observación. Según esta
    objeción, Popper estaba en lo cierto, al menos, cuando
    afirmó que la ciencia evoluciona a través de la
    supresión de las teorías que han fracasado en la
    prueba de la predicción. No es de extrañar que se
    piense, por lo tanto, que las teorías que ahora se aceptan
    han tenido éxito en cuanto a la predicción: si no
    lo hubieran tenido, ahora no las aceptaríamos.

    Así, la hipótesis que mantiene que
    nuestras teorías son ciertas no necesita explicar su
    éxito de predicción. Por último, algunos
    instrumentalistas recurren a lo que se conoce como la
    indeterminación de la teoría por los datos. No
    importa el grado de validez de la evidencia, sabemos que hay en
    principio innumerables teorías, incompatibles entre
    sí, pero todas compatibles con esa evidencia.

    Como mucho, una de esas teorías puede ser
    verdadera. Tal vez si la objeción resulta válida,
    es poco probable que la teoría elegida como eficaz sea la
    verdadera. Desde este punto de vista, lo que sería
    milagroso no es que las teorías de éxito a las que
    llegan los científicos sean falsas, sino que sean
    verdaderas.

    Una de los razonamientos recientes más populares
    de los instrumentalistas es la 'inducción pesimista'.
    Desde el punto de vista de la ciencia actual, casi todas las
    teorías complejas con más de cincuenta años
    pueden ser entendidas como falsas.

    Esto se oculta a menudo en la historia de la ciencia que
    presentan los libros de texto de ciencia elementales, pero, por
    ejemplo, desde el punto de vista de la física
    contemporánea, Kepler se equivocaba al afirmar que los
    planetas se
    mueven en elipses, y Newton al
    sostener que la masa de un objeto es independiente de su velocidad.
    Pero si todas las teorías pasadas han sido halladas
    incorrectas, entonces la única deducción razonable
    es que todas, o casi todas, las teorías actuales
    serán consideradas erróneas de aquí a otro
    medio siglo.

    En contraste con esta discontinuidad en la historia de
    las teorías, según el instrumentalismo se ha
    producido un crecimiento constante y sobre todo acumulativo en el
    alcance y precisión de sus predicciones observables. Cada
    vez han llegado a ser mejores salvando los fenómenos, su
    único cometido apropiado.

    Se han planteado varias respuestas a la inducción
    pesimista. La mayoría de los realistas han aceptado tanto
    la premisa de que las teorías del pasado han sido falsas y
    la conclusión de que las teorías actuales
    serán quizá falsas también. Sin embargo, han
    insistido en que todo esto es compatible con la afirmación
    central realista de que las teorías tienden a mejorar las
    descripciones del mundo respecto a aquéllas a las que
    reemplazan. Algunos realistas también han acusado a los
    instrumentalistas de exagerar el grado de discontinuidad en la
    historia de la ciencia. Se puede cuestionar también la
    validez de una deducción desde el grado de falsedad
    pretérito al actual. De acuerdo con los realistas, las
    teorías actuales han sustituido a sus predecesoras porque
    ofrecen un mejor tratamiento de la evidencia cada vez más
    amplio y preciso; por eso está poco claro por qué
    la debilidad de las viejas teorías debería ir en
    contra de las que las sucedan.

    2.8 OBJETIVIDAD Y
    RELATIVISMO

    Aunque realistas e instrumentalistas discrepan sobre la
    capacidad de la ciencia para describir el mundo invisible, casi
    todos coinciden en que la ciencia es objetiva, porque descansa
    sobre evidencias objetivas. Aunque algunos resultados
    experimentales son inevitablemente erróneos, la historia
    de la evidencia es en gran parte acumulativa, en contraste con la
    historia de las teorías de alto nivel. En resumen, los
    científicos sustituyen las teorías pero aumentan
    los datos. Sin embargo, esta idea de la objetividad y
    autonomía de la evidencia observacional de las
    teorías científicas ha sido criticada, sobre todo
    en los últimos 30 años.

    La objetividad de la evidencia ha sido rechazada
    partiendo de la premisa de que la evidencia científica
    está, de manera inevitable, contaminada por las
    teorías científicas. No es sólo que los
    científicos tiendan a ver lo que quieren ver, sino que la
    observación científica es sólo posible en el
    contexto de presuposiciones teóricas concretas.

    La observación es "teoría cargada". En una
    versión extrema de esta idea, las teorías no pueden
    ser probadas, ya que la evidencia siempre presupondrá la
    misma teoría que se supone tiene que probar. Versiones
    más moderadas permiten alguna noción de la prueba
    empírica, pero siguen introduciendo discontinuidades
    históricas en la evidencia para compararla con las
    discontinuidades a nivel teórico. Si todavía es
    posible hacer algún juicio del progreso científico,
    no puede ser en términos de acumulación de
    conocimiento, ya se trate de un enfoque teórico o desde el
    punto de vista de la observación.

    Si la naturaleza de la evidencia cambia conforme cambian
    las teorías científicas, y la evidencia es nuestro
    único acceso a los hechos empíricos, entonces
    quizá los hechos también cambien. Este es el
    relativismo en la ciencia, cuyo representante reciente más
    influyente es Thomas Kuhn. Al igual que el gran filósofo
    alemán del siglo XVIII Immanuel Kant, Kuhn mantiene que el
    mundo que la ciencia investiga debe ser un mundo hasta cierto
    punto constituido por las ideas de aquellos que lo
    estudian.

    Esta noción de la constitución humana del mundo no es
    fácil de captar. No ocurre lo mismo que en la
    visión idealista clásica que explica que los
    objetos físicos concretos sólo son en realidad
    ideas reales o posibles, implicando que algo es considerado como
    objeto físico o como un objeto de cierto tipo, por ejemplo
    una estrella o un planeta, sólo en la medida en la que la
    gente así los categoriza.

    Para Kant, la contribución que parte de la idea y
    lleva a la estructura del mundo es sustancial e inmutable.
    Consiste en categorías muy generales tales como espacio,
    tiempo y causalidad. Para Kuhn, la contribución es
    asimismo sustancial, pero también muy variable, ya que la
    naturaleza de la contribución viene determinada por las
    teorías y prácticas concretas de una disciplina
    científica en un momento determinado.

    Cuando esas teorías y prácticas cambian,
    por ejemplo, en la transición desde la mecánica newtoniana a las teorías de
    Einstein, también cambia la estructura del mundo sobre la
    que tratan este conjunto de teorías. La imagen de los
    científicos descubriendo más y más sobre una
    realidad idea independiente aparece aquí rechazada por
    completo.

    Aunque radical desde el plano metafísico, el
    concepto de ciencia de Kuhn es conservador desde una perspectiva
    epistemológica. Para él, las causas del cambio
    científico son, casi de forma exclusiva, intelectuales y
    pertenecen a una reducida comunidad de
    científicos especialistas. Hay, sin embargo, otras
    opciones actuales de relativismo sobre la ciencia que rechazan
    esta perspectiva de carácter interno, e insisten en que
    las principales causas del cambio científico incluyen
    factores sociales, políticos y culturales que van mucho
    más allá de los confines del
    laboratorio.

    Ya que no hay razón para creer que estos factores
    variables
    conducen al descubrimiento de la verdad, esta idea social
    constructivista de la ciencia es quizás casi más
    hostil al realismo
    científico que lo es la posición
    kuhniana.

    Los realistas científicos no han eludido estos
    desafíos. Algunos han acusado a los relativistas de
    adoptar lo que viene a ser una posición de
    autocontradicción. Si, como se afirma, no hay nada que sea
    verdad, esta afirmación tampoco puede ser entonces
    verdadera.

    Los realistas han cuestionado también la
    filosofía del lenguaje latente detrás de la
    afirmación de Kuhn de que las sucesivas teorías
    científicas se refieren a diferentes entidades y
    fenómenos, manteniendo que el constructivismo
    social ha exagerado la influencia a largo plazo de los factores
    no cognitivos sobre la evolución de la ciencia. Pero el
    debate de si la ciencia es un proceso de descubrimiento o una
    invención es tan viejo como la historia de la ciencia y la
    filosofía, y no hay soluciones
    claras a la vista. Aquí, como en otras partes, los
    filósofos han tenido mucho más éxito en
    poner de manifiesto las dificultades que en resolverlas. Por
    suerte, una valoración de cómo la práctica
    científica resiste una explicación puede iluminar
    por sí misma la naturaleza de la ciencia.

    2.9
    TEORÍA DEL CONOCIMIENTO /
    EPISTEMOLOGÍA

    (del griego, episteme,
    'conocimiento'; logos,
    'teoría'
    )

    Rama de la filosofía que trata de los problemas
    filosóficos que rodean la teoría del conocimiento.
    La epistemología se ocupa de la definición del
    saber y de los conceptos relacionados, de las fuentes, los
    criterios, los tipos de conocimiento posible y el grado con el
    que cada uno resulta cierto; así como la relación
    exacta entre el que conoce y el objeto conocido. He aquí
    unos de los grandes temas de la filosofía de todos los
    tiempos : Elucidar en que consiste el acto de conocer, cual es la
    esencia del conocimiento, cual es la relación cognoscitiva
    entre el hombre y las cosas que lo rodean. A pesar de que es una
    operación cotidiana no hay un acuerdo acerca de lo que
    sucede cuando conocemos algo. La definición más
    sencilla nos dice que conocer consiste en obtener una
    información acerca de un objeto. Conocer es conseguir un
    dato o una noticia sobre algo. El conocimiento es esa noticia o
    información acerca de ése objeto.

    La teoría del conocimiento es una doctrina
    filosófica. Para precisar su ubicación en el todo
    que es la filosofía, es necesario que antes aparezca una
    definición esencial de esta.

    Una definición esencial de la filosofía se
    podría obtener atendiendo el significado de la palabra. El
    término filosofía deriva del griego y quiere decir
    amor a la sabiduría o , lo que es lo mismo, deseo de
    saber, de conocer. Inmediatamente se nota que no se puede de
    obtener de la filosofía una definición esencial, y
    por lo tanto, obligatoriamente se debe de emplear otro
    método.

    Por ejemplo la definición de filosofía que
    presentan Platón y
    Aristóteles como ciencia pura, es respectivamente la
    búsqueda de la virtud o de la felicidad.

    Como dice Dilthey: ¨Lo primero que debemos intentar
    es descubrir un objetivo común contenido en todos aquellos
    sistemas a cuya vista se constituyen todos aquellos sistemas de
    la filosofía".

    Estos sistemas son los de Platón y
    Aristóteles, Descartes y Leibnitz, Kant y Hegel ya que en
    todos ellos hallaremos una inclinación en la
    universalidad, una orientación en la totalidad objetiva
    por ejemplo: el ser, la esencia, el conocimiento.

    En los principios de la edad moderna
    retomamos los caminos del concepto Aristotélico (tiene
    como centro una ciencia universal del ser). Los sistemas de
    Descartes, Spinoza y Leibnitz, presentan la misma
    orientación que caracteriza al Estagirita, ya que todos
    tienden al conocimiento del mundo objetivo. Kant por el contrario
    revive el estilo Platónico (procura elevar la vida, con
    todos sus conceptos a la conciencia
    filosófica).

    Es verdad que Kant en su primera manifestación
    surge como una teoría del conocimiento o como base
    crítica del estudio científico. Pero no se detiene
    en el ámbito teórico sino que avanza a formular la
    base crítica de todos los campos conocibles. Al lado de la
    Crítica de la razón pura, se encuentra la
    Crítica de la razón práctica, que aborda el
    tema de la valorización moral, y la
    Crítica del juicio, cuyo objetivo son las investigaciones
    críticas de los valores estéticos. Así pues,
    en Kant aparece la filosofía como una reflexión
    universal del pensamiento sobre sí mismo, como una
    reflexión del hombre estudioso sobre los valores de su
    conducta.

    La supresión de todos los principios materiales y
    objetivos, los cuales existen indudablemente en Kant, de manera
    que la filosofía asume un carácter puramente formal
    y metodológico. Ésta postura intelectual provoca
    una reacción que forja un nuevo movimiento en el
    pensamiento filosófico, el cual vuelve a inclinarse a lo
    material y objetivo, constituyendo una renovación del
    carácter aristotélico.

    Éste breve repaso de toda la evolución
    histórica del pensamiento filosófico, nos permite
    determinar otros dos elementos del concepto esencial de la
    filosofía. Al primero se conoce con la expresión
    "concepción del yo"; al segundo se le llama
    "concepción del universo". La
    filosofía es ambas cosas: una concepción del yo y
    una concepción del universo.

    En todo conocimiento podemos distinguir cuatro
    elementos:

    • El sujeto que conoce.
    • El objeto conocido.
    • La operación misma de conocer.
    • El resultado obtenido que es la información
      recabada acerca del objeto.

    Dicho de otra manera: el sujeto se pone en contacto con
    el objeto y obtiene una información acerca del mismo.
    Cuando existe congruencia o adecuación entre el objeto y
    la representación interna correspondiente, decimos que
    estamos en posesión de una verdad.

    2.10 PROBLEMAS FILOSÓFICOS GRIEGOS Y
    MEDIEVALES.

    En el siglo V a.C., los sofistas griegos cuestionaron la
    posibilidad de que hubiera un conocimiento fiable y objetivo. Por
    ello, uno de los principales sofistas, Gorgias, afirmó que
    nada puede existir en realidad, que si algo existe no se puede
    conocer, y que si su conocimiento fuera posible, no se
    podría comunicar.

    Otro sofista importante, Protágoras, mantuvo que
    ninguna opinión de una persona es más correcta que
    la de otra, porque cada individuo es el único juez de su
    propia experiencia. Platón, siguiendo a su ilustre maestro
    Sócrates,
    intentó contestar a los sofistas dando por sentado la
    existencia de un mundo de formas o ideas, invariables e
    invisibles, sobre las que es posible adquirir un conocimiento
    exacto y certero. Mantenía que las cosas que uno ve y
    palpa son copias imperfectas de las formas puras estudiadas en
    matemáticas y filosofía

    Por consiguiente, sólo el razonamiento abstracto
    de esas disciplinas proporciona un conocimiento verdadero,
    mientras que la percepción
    facilita opiniones vagas e inconsistentes. Concluyó que la
    contemplación filosófica del mundo oculto de las
    ideas es el fin más elevado de la existencia
    humana.

    Aristóteles siguió a Platón al
    considerar el conocimiento abstracto superior a cualquier otro,
    pero discrepó de su juicio en cuanto al método
    apropiado para alcanzarlo. Aristóteles mantenía que
    casi todo el conocimiento se deriva de la experiencia. El
    conocimiento se adquiere ya sea por vía directa, con la
    abstracción de los rasgos que definen a una especie, o de
    forma indirecta, deduciendo nuevos datos de aquellos ya sabidos,
    de acuerdo con las reglas de la lógica.

    La observación cuidadosa y la adhesión
    estricta a las reglas de la lógica, que por primera vez
    fueron expuestas de forma sistemática por
    Aristóteles, ayudarían a superar las trampas
    teóricas que los sofistas habían expuesto. Las
    escuelas estoica y epicúrea coincidieron con
    Aristóteles en que el conocimiento nace de la
    percepción pero, al contrario que Aristóteles y
    Platón, mantenían que la filosofía
    había de ser considerada como una guía
    práctica para la vida y no como un fin en sí
    misma.

    Después de varios siglos de declive del
    interés por el conocimiento racional y científico,
    el filósofo escolástico, santo Tomás de
    Aquino y otros filósofos de la edad media
    ayudaron a devolver la confianza en la razón y la
    experiencia, combinando los métodos racionales y la fe en
    un sistema unificado de creencias. Tomás de Aquino
    coincidió con Aristóteles en considerar la
    percepción como el punto de partida y la lógica
    como el procedimiento
    intelectual para llegar a un conocimiento fiable de la
    naturaleza, pero estimó que la fe en la autoridad
    bíblica era la principal fuente de la creencia
    religiosa.

    2.11 LOS
    TRES NIVELES DEL CONOCIMIENTO.

    El ser humano puede captar un objeto en tres diferentes
    niveles, sensible, conceptual y holístico. El conocimiento
    sensible consiste en captar un objeto por medio de los sentidos;
    tal es el caso de las imágenes
    captadas por medio de la vista. Gracias a ella podemos almacenar
    en nuestra mente las imágenes de las cosas, con color, figura y
    dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales
    sentidos utilizados por el ser humano. Los animales han
    desarrollado poderosamente el olfato y el tacto.

    En segundo lugar, tenemos el conocimiento
    conceptual
    , que consiste en representaciones invisibles,
    inmateriales, pero universales y esenciales. La principal
    diferencia entre el nivel sensible y el conceptual reside en la
    singularidad y universalidad que caracteriza, respectivamente, a
    estos dos tipos de conocimiento. El conocimiento sensible es
    singular y el conceptual universal. Por ejemplo, puedo ver y
    mantener la imagen de mi padre; esto es conocimiento sensible,
    singular. Pero además, puedo tener el concepto de padre,
    que abarca a todos los padres; es universal.

    El concepto de padre ya no tiene color o dimensiones; es
    abstracto. La imagen de padre es singular, y representa a una
    persona con dimensiones y figura concretas. En cambio el concepto
    de padre es universal (padre es el ser que da vida a otro ser).
    La imagen de padre sólo se aplica al que tengo en frente.
    En cambio, el concepto de padre se aplica a todos los padres. Por
    esto decimos que la imagen es singular y el concepto es
    universal.

    En tercer lugar tenemos el conocimiento
    holístico
    (también llamado intuitivo, con el
    riesgo de
    muchas confusiones, dado que la palabra intuición se ha
    utilizado hasta para hablar de premoniciones y corazonadas). En
    este nivel tampoco hay colores,
    dimensiones ni estructuras
    universales como es el caso del conocimiento conceptual. Intuir
    un objeto significa captarlo dentro de un amplio contexto, como
    elemento de una totalidad, sin estructuras ni límites
    definidos con claridad. La palabra holístico se refiere a
    esta totalidad percibida en el momento de la intuición
    (holos significa totalidad en griego). La principal diferencia
    entre el conocimiento holístico y conceptual reside en las
    estructuras.

    El primero carece de estructuras, o por lo menos, tiende
    a prescindir de ellas. El concepto, en cambio, es un conocimiento
    estructurado. Debido a esto, lo percibido a nivel intuitivo no se
    puede definir, (definir es delimitar), se capta como un elemento
    de una totalidad, se tiene una vivencia de una presencia, pero
    sin poder expresarla adecuadamente.

    Aquí está también la raíz de
    la dificultad para dar ejemplos concretos de este conocimiento.
    Intuir un valor, por ejemplo, es tener la vivencia o presencia de
    ese valor y apreciarlo como tal, pero con una escasa probabilidad de
    poder expresarla y comunicarla a los demás.

    Un ejemplo de conocimiento holístico o intuitivo
    es el caso de un descubrimiento en el terreno de la ciencia.
    Cuando un científico vislumbra una hipótesis
    explicativa de los fenómenos que estudia, podemos decir
    que ese momento tiene un conocimiento holístico, es
    decir, capta al objeto estudiado en un contexto amplio en donde
    se relaciona con otros objetos y se explica el fenómeno,
    sus relaciones, sus cambios y sus características. El trabajo
    posterior del científico, una vez que ha vislumbrado una
    hipótesis, consiste en traducir en términos
    estructurados ( conceptos) la visión que ha captado en el
    conocimiento holístico, gracias a un momento de
    inspiración.

    La captación de valores nos ofrece el mejor
    ejemplo de conocimiento holístico. Podemos ver a un ser
    humano enfrente de nosotros (esto es un conocimiento sensible o
    de primer nivel). Podemos captar el concepto de hombre y
    definirlo (esto es un conocimiento conceptual o de segundo
    nivel). Pero además, podemos vislumbrar el valor de este
    hombre en concreto dentro de su familia. Percibimos su valor y lo
    apreciamos. Esto es un conocimiento holístico o de tercer
    nivel.

    La experiencia estética nos proporciona otro ejemplo de
    conocimiento holístico. Percibir la belleza de una obra de
    arte significa
    captar ese objeto sin estructuras, sin conceptos, simplemente
    deteniéndose en la armonía, congruencias y
    afinidades con el propio sujeto. Debido a esto, la experiencia
    estética se puede denominar también conocimiento
    por con naturalidad.

    2.12 EL ORIGEN DEL
    CONOCIMIENTO.

    2.12.1.- Racionalismo.

    Se denomina racionalismo a la doctrina
    epistemológica que sostiene que la causa principal del
    conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma
    que un conocimiento solo es realmente tal, cuando posee necesidad
    lógica y validez universal. El planteamiento mas antiguo
    del racionalismo aparece en Platón. El tiene la
    íntima convicción de que el conocimiento verdadero
    debe distinguirse por la posesión de las notas de la
    necesidad lógica y de la validez universal.

    2.12.2.- El empirismo.

    Frente a la tesis del racionalismo, el pensamiento, la
    razón, es el único principio del conocimiento, el
    empirismo ( del griego Empereimía = experiencia ) opone la
    antitesis: la única causa del conocimiento humano es la
    experiencia. Según el empirismo, no existe un patrimonio a
    priori de la razón. La conciencia cognoscente no obtiene
    sus conceptos de la razón , sino exclusivamente de la
    experiencia. El espíritu humano, por naturaleza,
    está desprovisto de todo conocimiento.

    El racionalismo es guiado por la idea determinada, por
    el conocimiento ideal, mientras que el empirismo, se origina en
    los hechos concretos.

    Los racionalistas casi siempre surgen de la matemática; los defensores del empirismo,
    según lo prueba su historia, frecuentemente vienen de las
    ciencias
    naturales. Esto se entiende sin esfuerzo. La experiencia es
    el factor determinante en las ciencias naturales.

    En ellas, lo más importante es la
    comprobación exacta de los hechos por medio de una
    cuidadosa observación. El investigador depende totalmente
    de la experiencia. Suelen distinguirse dos clases de experiencia:
    una interna y otra externa. El fundamento de un conocimiento
    válido, no se encuentra en la experiencia, sino en el
    pensamiento.

    1.12.3.- Apriorismo.

    En la historia de la Filosofía existe
    también un segundo esfuerzo de intermediación entre
    el racionalismo y el empirismo: el apriorismo. El cual
    también considera que la razón y la experiencia son
    a causa del conocimiento. Pero se diferencia del intelectualismo
    porque establece una relación entre la razón y la
    experiencia, en una dirección diametralmente opuesta a la
    de éste. En la tendencia de apriorismo, se sostiene que
    nuestro conocimiento posee algunos elementos a priori que son
    independientes de la experiencia. Esta afirmación
    también pertenece al racionalismo.

    Si relacionáramos el intelectualismo y el
    apriorismo con los dos extremos contrarios entre los cuales
    pretenden mediar, inmediatamente descubriríamos que el
    intelectualismo tiene afinidad con el empirismo, mientras que el
    apriorismo, se acerca al racionalismo. El intelectualismo forma
    sus conceptos de la experiencia; el apriorismo rechaza tal
    conclusión y establece que el factor cognoscitivo procede
    de la razón y no de la experiencia.

    2.13 LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO.

    2.13.1.- El dogmatismo.

    Para el, resulta comprensible el que el sujeto, la
    conciencia cognoscente, aprehenda su objeto, esta actitud se
    fundamenta en una confianza total en la razón humana,
    confianza que aún no es debilitada por la duda.

    El dogmatismo supone absolutamente la posibilidad y
    realidad del contacto entre el sujeto y el objeto.

    Para Kant el dogmatismo es la actitud de quien estudia
    la metafísica sin haber determinado con anterioridad
    cuál es la capacidad de la razón humana para tal
    estudio.

    2.13.2 .-El escepticismo.

    El dogmatismo frecuentemente se transforma en su
    opuesto, en el escepticismo. Mientras que el dogmatismo considera
    que la posibilidad de un contacto entre el sujeto y el objeto es
    comprensible en sí misma, el escepticismo niega tal
    posibilidad. El sujeto no puede aprehender al objeto, afirma el
    escepticismo.

    Por tanto, el conocimiento, considerado como la
    aprehensión real de un objeto, es imposible. Según
    esto, no podemos externar ningún juicio, y debemos
    abstenernos totalmente de juzgar.

    Mientras que el dogmatismo en cierta forma ignora al
    sujeto, el escepticismo desconoce al objeto.

    El escepticismo se puede hallar, principalmente, en la
    antigüedad. Su fundador fue Pirrón de Elis ( 360 a
    270 ) . El afirma que no puede lograrse un contacto entre el
    sujeto y el objeto. La conciencia y cognoscente esta
    imposibilitada para aprehender su objeto.

    2.13.3.- El subjetivismo y el
    relativismo.

    El escepticismo sostiene que no hay verdad alguna. El
    subjetivismo y el relativismo no son tan radicales. Con ellos se
    afirma que si existe una verdad; sin embargo, tal verdad tiene
    una validez limitada. El subjetivismo, como su nombre lo indica,
    limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga. El
    relativismo afirma que no existe alguna verdad, alguna verdad
    absolutamente universal.

    El subjetivismo y el relativismo son análogos, en
    su contenido, al escepticismo. En efecto, ambos niegan la verdad;
    no en forma directa como el escepticismo, pero sí en forma
    indirecta al dudar de su validez universal.

    2.13.4.- El pragmatismo.

    El escepticismo presenta una actitud esencialmente
    negativa. Formula la negación de la posibilidad del
    conocimiento. El escepticismo adquiere un cariz positivo en el
    pragmatismo moderno. El pragmatismo, al igual que el
    escepticismo, desecha el concepto de la verdad considerado como
    concordancia.

    El pragmatismo cambia el concepto de la verdad en cuanto
    que es originado por una peculiar concepción de lo que es
    el ser humano. Dentro de tal concepción el hombre no es
    primordialmente un ser especulativo y pensante, sino un ser
    práctico, un ser volitivo.

    2.13.5.- El criticismo.

    Existe una tercer postura que resolvería la
    antitesis en una síntesis.
    Esta postura intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo
    recibe el nombre de criticismo. Al igual que el dogmatismo, el
    criticismo admite una confianza fundamental en la razón
    humana.

    El criticismo está convencido de que es posible
    el conocimiento de que existe la verdad. Pero mientras que tal
    confianza conduce al dogmatismo, a la aceptación
    candorosa, para decirlo en alguna forma, de todas las
    aseveraciones de la razón humana y al no fijar
    límites al poder del conocimiento humano, el criticismo
    pone, junto a la confianza general en el conocimiento humano, una
    desconfianza hacia cada conocimiento particular,
    acercándose al escepticismo por esto.

    El criticismo examina todas y cada una de las
    aseveraciones de la razón humana y nada acepta con
    indiferencia.

    2.14 RAZÓN
    CONTRA PERCEPCIÓN.

    Desde el siglo XVII hasta finales del siglo XIX la
    cuestión principal en epistemología
    contrastó la razón contra el sentido de
    percepción como medio para adquirir el conocimiento. Para
    los racionalistas, entre los más destacados el
    francés René Descartes, el holandés Baruch
    Spinoza y el alemán, Gottfried Wilhelm Leibniz, la
    principal fuente y prueba final del conocimiento era el
    razonamiento deductivo basado en principios evidentes o
    axiomas. Para los empiristas, empezando por los
    filósofos ingleses Francis Bacon y John Locke, la fuente
    principal y prueba última del conocimiento era la
    percepción.

    Bacon inauguró la nueva era de la ciencia moderna
    criticando la confianza medieval en la tradición y la
    autoridad y aportando nuevas normas para
    articular el método científico, entre las que se
    incluyen el primer grupo de
    reglas de lógica inductiva formuladas. Locke
    criticó la creencia racionalista de que los principios del
    conocimiento son evidentes por una vía intuitiva, y
    argumentó que todo conocimiento deriva de la experiencia,
    ya sea de la procedente del mundo externo, que imprime
    sensaciones en la mente, ya sea de la experiencia interna, cuando
    la mente refleja sus propias actividades. Afirmó que el
    conocimiento humano de los objetos físicos externos
    está siempre sujeto a los errores de los sentidos y
    concluyó que no se puede tener un conocimiento certero del
    mundo físico que resulte absoluto.

    El filósofo irlandés George Berkeley
    estaba de acuerdo con Locke en que el conocimiento se adquiere a
    través de las ideas, pero rechazó la creencia de
    Locke de que es posible distinguir entre ideas y objetos. El
    filósofo escocés David Hume siguió con la
    tradición empirista, pero no aceptó la
    conclusión de Berkeley de que el conocimiento
    consistía tan sólo en ideas. Dividió todo el
    conocimiento en dos clases: el conocimiento de la relación
    de las ideas —es decir, el conocimiento hallado en las
    matemáticas y la lógica, que es exacto y certero
    pero no aporta información sobre el mundo— y el
    conocimiento de la realidad —es decir, el que se deriva de
    la percepción. Hume afirmó que la mayor parte del
    conocimiento de la realidad descansa en la relación
    causa-efecto, y al no existir ninguna conexión
    lógica entre una causa dada y su efecto, no se puede
    esperar conocer ninguna realidad futura con certeza. Así,
    las leyes de la ciencia más certeras podrían no
    seguir siendo verdad: una conclusión que tuvo un impacto
    revolucionario en la filosofía.

    El filósofo alemán Immanuel Kant
    intentó resolver la crisis provocada por Locke y llevada a
    su punto más alto por las teorías de Hume; propuso
    una solución en la que combinaba elementos del
    racionalismo con algunas tesis procedentes del empirismo.
    Coincidió con los racionalistas en que se puede tener
    conocimiento exacto y certero, pero siguió a los
    empiristas en mantener que dicho conocimiento es más
    informativo sobre la estructura del pensamiento que sobre el
    mundo que se halla al margen del mismo.

    Distinguió tres tipos de conocimiento:
    analítico a priori, que es exacto y certero pero no
    informativo, porque sólo aclara lo que está
    contenido en las definiciones; sintético a
    posteriori,
    que transmite información sobre el mundo
    aprendido a partir de la experiencia, pero está sujeto a
    los errores de los sentidos, y sintético a priori,
    que se descubre por la intuición y es a la vez exacto y
    certero, ya que expresa las condiciones necesarias que la mente
    impone a todos los objetos de la experiencia.

    Las matemáticas y la filosofía, de acuerdo
    con Kant, aportan este último tipo de conocimiento. Desde
    los tiempos de Kant, una de las cuestiones sobre las que
    más se ha debatido en filosofía ha sido si existe o
    no el conocimiento sintético a priori.

    Durante el siglo XIX, el filósofo alemán
    George Wilhelm Friedrich Hegel retomó la afirmación
    racionalista de que el conocimiento certero de la realidad puede
    alcanzarse con carácter absoluto equiparando los procesos
    del pensamiento, de la naturaleza y de la historia. Hegel
    provocó un interés por la historia y el enfoque
    histórico del conocimiento que más tarde fue
    realzado por Herbert Spencer en Gran Bretaña y la escuela
    alemana del historicismo. Spencer y el filósofo
    francés Auguste Comte llamaron la atención sobre la importancia de la
    sociología como una rama del conocimiento y
    ambos aplicaron los principios del empirismo al estudio de la
    sociedad.

    La escuela estadounidense del pragmatismo, fundada por
    los filósofos Charles Sanders Peirce, William James y John
    Dewey a principios de este siglo, llevó el empirismo
    aún más lejos al mantener que el conocimiento es un
    instrumento de acción y que todas las creencias
    tenían que ser juzgadas por su utilidad como reglas para
    predecir las experiencias.

    2.15 POSICIÓN
    DE LOS AUTORES FRENTE AL CONOCIMIENTO.

    Para algunos autores, el fundamento de la posibilidad
    del conocimiento es la realidad, bien la sensible (como han
    defendido los filósofos de orientación empirista),
    bien la inteligible (como aquellos racionalistas que han
    defendido el carácter realmente existente de las entidades
    conceptuales o nociones generales).

    El primer gran filósofo que abordó el
    estudio del conocimiento fue el francés René
    Descartes, en el siglo XVII. Descartes intentó descubrir
    un fundamento del conocimiento que fuera independiente de
    límites y supuestos. Para él, conocer es partir de
    una proposición evidente, que se apoya en una
    intuición primaria. Descartes formuló tal
    proposición en su célebre sentencia: "pienso, luego
    existo".

    Kant negó que la realidad pudiera ser explicada
    mediante los solos conceptos y se propuso conseguir el mismo
    objetivo, pero intentando determinar los límites y
    capacidades de la razón. Si bien existen, efectivamente,
    juicios sintéticos a priori, que son la condición
    necesaria de toda comprensión de la naturaleza
    (trascendentales), el ámbito del conocimiento de limita,
    sin embargo en el pensamiento de Kant, al reino de la
    experiencia.

    Según el británico John Locke,
    representante moderado del empirismo, las impresiones de la
    sensibilidad sólo formaban la base primaria del
    conocimiento. El también británico David Hume y
    algunos autores neopositivistas posteriores consideraron, por el
    contrario, que las nociones de las ciencias formales no son
    empíricas ni conceptuales, sino formales y por lo tanto,
    vacías de conocimiento.

    De acuerdo con determinadas formas de empirismo existen
    otras experiencias además de la sensible, como la
    experiencia histórica, la experiencia intelectual, etc. En
    estas posiciones, a algunos de cuyos precursores – los alemanes
    Friedrich Nietzsche y
    Wilhelm Dilthey- difícilmente se les puede considerar como
    empiristas, el término experiencia se entiende en un
    sentido más amplio. Los autores más representativos
    de estas posiciones son el alemán Martín Heidegger
    y el francés Jean- Paul- Sartre, que
    defendieron posturas existencialistas; los estadounidenses John
    Dewey y William James, de orientación pragmatista; y el
    español
    José Ortega y Gasset, que mantuvo la postura que él
    llamó raciovitalismo, en la que vida y razón
    constituían los dos polos de su concepción del
    mundo.

    2.16 EL CONOCIMIENTO
    CIENTÍFICO.

    Mientras que la epistemología ha sido entendida
    tradicionalmente como una teoría del conocimiento en
    general, en el siglo XX los filósofos se interesaron
    principalmente por construir una teoría del conocimiento
    científico, suponiendo que si se lograra disponer de
    teoría adecuadas que explicaran los mecanismos de un
    conocimiento de este tipo, podrían avanzar
    considerablemente por la misma vía en la solución
    de problemas gnoseológicos (doctrinas filosófica y
    religiosa que pretendía tener un conocimiento misterioso e
    instintivo de las cosas divinas) más generales.

    La elaboración de una epistemología de
    este tipo constituyó la tarea abordada especialmente por
    los autores del Círculo de Viena, que fueron el germen de
    todo movimiento del empirismo o positivismo lógico. Para
    éstos filósofos se trataba de conseguir un sistema
    unitario de saber y conocimiento, lo que requería la
    unificación del lenguaje y la metodología de las distintas ciencias. Este
    lenguaje debería ser insersubjetivo – lo que exigía
    la utilización de formalismos y de una semántica
    común- y universal, es decir, cualquier proposición
    debía poder traducirse a él.

    Lo único que puede hacerse, es formular la
    hipótesis de la existencia de una realidad independiente
    de nuestra experiencia e indicar criterios para su
    contrastación, en la medida en que una afirmación
    de existencia implica determinados enunciados perceptivos. No hay
    ninguna posibilidad de decisión respecto a una realidad o
    idealidad absolutas. Ello sería, en palabras de Carnap, un
    seudoproblema. Todas las formas epistemológicas de la
    tradición filosófica inspiradas en posiciones
    metafísicas – el idealismo y el realismo
    filosófico, el fenomelanismo, el solipsismo, etc.-
    caerían, así, fuera del ámbito del
    conocimiento empírico, ya que buscarían responder a
    una pregunta imposible.

    2.17
    EPISTEMOLOGÍA EN EL SIGLO XX.

    A principios del siglo XX los problemas
    epistemológicos fueron discutidos a fondo y sutiles
    matices de diferencia empezaron a dividir a las distintas
    escuelas de pensamiento rivales. Se prestó especial
    atención a la relación entre el acto de percibir
    algo, el objeto percibido de una forma directa y la cosa que se
    puede decir que se conoce como resultado de la propia
    percepción. Los autores fenomenológicos afirmaron
    que los objetos de conocimiento son los mismos que los objetos
    percibidos. Los neorrealistas sostuvieron que se tienen
    percepciones directas de los objetos físicos o partes de
    los objetos físicos en vez de los estados mentales
    personales de cada uno. Los realistas críticos adoptaron
    una posición intermedia, manteniendo que aunque se
    perciben sólo datos sensoriales, como los colores y los
    sonidos, éstos representan objetos físicos sobre
    los cuales aportan conocimiento.

    Un método para enfrentarse al problema de
    clarificar la relación entre el acto de conocer y el
    objeto conocido fue elaborado por el filósofo
    alemán Edmund Husserl. Perfiló un procedimiento
    elaborado, al que llamó fenomenología, por medio del cual se puede
    distinguir cómo son las cosas a partir de cómo uno
    piensa que son en realidad, alcanzando así una
    comprensión más precisa de las bases conceptuales
    del conocimiento.

    Durante el segundo cuarto del siglo XX surgieron dos
    escuelas de pensamiento, ambas deudoras del filósofo
    austriaco Ludwig Wittgenstein. Por una parte, la escuela del
    empirismo o positivismo lógico, tuvo su origen en Viena,
    Austria, pero pronto se extendió por todo el mundo. Los
    empiristas lógicos hicieron hincapié en que
    sólo hay una clase de conocimiento: el conocimiento
    científico; que cualquier conocimiento válido tiene
    que ser verificable en la experiencia; y, por lo tanto, que mucho
    de lo que había sido dado por bueno por la
    filosofía no era ni verdadero ni falso, sino carente de
    sentido.

    A la postre, siguiendo a Hume y a Kant, se tenía
    que establecer una clara distinción entre enunciados
    analíticos y sintéticos. El llamado criterio de
    verificabilidad del significado ha sufrido cambios como
    consecuencia de las discusiones entre los propios empiristas
    lógicos, así como entre sus críticos, pero
    no ha sido descartado.

    La última de estas recientes escuelas de
    pensamiento, englobadas en el campo del análisis
    lingüístico o en la filosofía del lenguaje
    corriente, parece romper con la epistemología tradicional.
    Los analistas lingüísticos se han propuesto estudiar
    el modo real en que se usan los términos
    epistemológicos claves —términos como
    conocimiento, percepción y
    probabilidad— y formular reglas definitivas para su
    uso con objeto de evitar confusiones verbales. El filósofo
    británico John Langshaw Austin afirmó, por ejemplo,
    que decir que un enunciado es verdadero no añade nada al
    enunciado excepto una promesa por parte del que habla o escribe.
    Austin no considera la verdad como una cualidad o propiedad de
    los enunciados o elocuciones.

    2.18 EPISTEMOLOGÍA DEL SIGLO
    XXI, LOS RETOS DE LA CIENCIA

    El siglo XXI clama por una Epistemología
    profundamente antropológica, basada en enfoques
    sistémicos de comprometida integralidad. Ese es un dictado
    que proviene de las propias características que ha venido
    adquiriendo el desarrollo de las ciencias y del conocimiento. Se
    trata de saltos del saber en casi todos los campos del quehacer
    científico. Esos saltos además, registran severos
    impactos en todo el andamiaje social de sus entornos directos e
    indirectos, locales y globales.

    Se trata entonces de que ahora como nunca antes, el
    avance del conocimiento registra connotaciones éticas,
    económicas, jurídicas, políticas y por
    supuesto, ideológicas. Y no es que estemos politizando o
    ideologizando campos del saber en nada vinculados a la
    política o la ideología. Es que el avance del
    conocimiento ahora registra matices de importancia trascendental
    para toda la concepción de la vida, del hombre, de lo
    humano, de la convivencia social.(Renau, 2000)

    Unos ejemplos vividos durante los meses de despedida del
    siglo servirán para ilustrar lo que planteamos.

    En Junio del 2000 fue presentado al mundo por Blair y
    Clinton el primer acercamiento a un mapa del genoma humano. Ya se
    gestaban concepciones según las cuales la
    información que brindan los códigos
    genéticos pueden dar luz para
    caracterizar a las personas aspirantes a determinados empleos, y
    sacar conclusiones por parte de los empleadores acerca de su
    talento, capacidad, estados de ánimos, espíritu
    emprendedor, etc.

    A partir de esa información brindada por la
    configuración genética
    de la persona, se podría decidir si la persona en
    cuestión sería merecedora o no de esa fuente de
    empleo. De esa
    manera alguien podría saber desde su nacimiento para
    qué ha quedado predestinada en la vida. La
    determinación de las relaciones sociales en la
    conformación y transformación de la
    personalidad queda en el olvido. ¿No es acaso esta una
    conclusión totalmente ideologizadora? (Tedesco,
    1998).

    Las consecuencias éticas y hasta de
    connotación política de los tratamientos de
    fertilidad de las parejas que parecen conducir a partos
    múltiples como el que se estuvo sufriendo en Italia en los
    últimos días del siglo XX llegan a conmocionar a la
    opinión
    pública no sólo del país escenario de
    cada amarga experiencia como la señalada, sino a toda la
    parte enterada del planeta, y apuntamos enterada, pues no podemos
    olvidar, y esa es otra razón que clama por una nueva
    epistemología comprometida con el conocimiento socializado
    y socializador, que en el mundo sólo un bajísimo
    porciento de su población conoce las realidades
    científico tecnológicas y del ciberespacio de eso
    que irónicamente llaman aldea global.

    En los primeros días de octubre recorrió
    el mundo la noticia de que una pareja en Colorado, Estados Unidos,
    había seguido el proceso de selección
    genética de un hijo para con sus células
    salvar a la hermana que padece de una enfermedad genética
    de la médula ósea. Así nació Adam
    Nash y con él una importante práctica médica
    para atención a pacientes en fase terminal, pero
    también con él surgió el dilema del destino
    a dar a los embriones que no pasaron el test
    genético. "¿Pretenderá alguien que esos
    embriones puedan ser congelados en tanques de nitrógeno
    líquido hasta que se donen a una pareja estéril?
    ¿Es sensato generar 15 embriones y un bebé para
    obtener unas cuantas células?". Y este autor se pregunta
    demás:

    ¿ Cuántas parejas del tercer mundo
    podrían aspirar a un tratamiento similar ante similar
    padecimiento?, y mas aún, ¿ Cuántas parejas
    del tercer mundo se enterarán de esta posibilidad que
    brinda la ciencia?.

    ¿Será el conocimiento de alto valor social
    tan democrático como lo concebía Alvin Toffler?.
    ¿Constituirá la habilidad cognitiva de la
    concepción de Hermstein y Murray la variable decisiva en
    la estructura social del siglo venidero?( Tedesco, 1998, p.
    143).

    Son estos cuestionamientos epistemológicos
    cruciales que se presentan ante la humanidad que irrumpe en el
    nuevo siglo. Son, como se aprecia, no exclusivos del
    ámbito de la ciencia, sino integradores de todo el
    andamiaje social. Requieren, por tanto, tratamiento integrador
    desde posiciones epistemológicos revolucionarias y
    transformadoras. Hoy mas que nunca queda latente la exigencia de
    Marx:
    transformar el mundo. Esa misión a las puertas del siglo
    XXI ha de tener como herramental teórico en la "sociedad
    del conocimiento", a nuestro juicio, una Epistemología
    Dialéctica.

    El desarrollo de los estudios en el terreno de la
    Epistemología ha ido incursionando hacia la
    edificación de un grupo de escuelas y/o paradigmas que
    pudieran considerarse, en mayor o menor medida, en calidad de
    clásicos del pensamiento universal. Pudiéramos
    identificar entre los mas notables, los siguientes:

    • RACIONALISMO;
    • EMPIRISMO;
    • CONSTRUCTIVISMO;
    • VIRTUOSISMO;
    • EVOLUCIONISMO;
    • CONDUCTISMO;
    • HUMANISMO;
    • REALISMO;
    • POSITIVISMO y otros.

    Esta selección que se presenta como las mas
    notables escuelas y paradigmas puede ser refutada. El hecho
    está en que para destacar las escuelas mas descollantes se
    impone el punto de vista que establece la rama específica
    de las ciencias de que se trate. Por ejemplo, en el terreno de la
    epistemología de las ciencias
    sociales en la contemporaneidad suelen establecerse dos
    grupos de
    paradigmas mas importantes reconocidos como EXPLICATIVOS E
    INTERPRETATIVOS .

    En el primer grupo se identifican los paradigmas
    empírico – analítico, con E. Durkheim, K.
    Popper y M. Bunge; el neofuncionalista con T. Parsons, Ritzer Y
    J. Alexander y los neomarxistas con Roemer, Habermas, y
    otros.

    En el segundo grupo se identifican el paradigma del
    interaccionismo simbólico con G. H. Mead y H. Blumer y el
    paradigma de la etnometodología con H. Garfinkel.
    (Briones, 1996).

    Otra sería la relación de paradigmas de
    mayor fuerza si se tratara de las ciencias naturales. Somos del
    criterio de que un especialista debe estar informado al menos
    medianamente de por cuales derroteros transcurren las escuelas
    epistemológicas que abordan las ciencias de la rama del
    saber en que se ocupa.

    Por otra parte, entre todas las escuelas referidas hay
    rupturas y continuación, unicidad y desgarramientos.
    Puntos de contacto y espacios de severos distanciamientos. Los
    núcleos duros que las unen tienen que ver, ante todo, con
    el tratamiento que dan a lo que pudiera entenderse como
    cuestionamientos epistemológicos tradicionales.

    El universo de aspectos vinculados con estos
    cuestionamientos se asocia a profundas indagaciones
    científicas y abordan no sólo los atisbos mas
    novedosos del descubrimiento, sino incluso hasta componentes que
    pudiéramos considerar "trillados", como el propio objeto
    de la ciencia en cuestión. Mas aún en los momentos
    actuales en los que proliferan ciencias debutantes. Y eso no
    quiere decir sólo que en las ciencias la madurez
    también se alcance con los años, criterio que
    compartimos, sino también refiere al hecho real de que
    precisiones trascendentales para la ciencia, que parten desde la
    definición de su universo objeto del saber, llegan con el
    avance de los años y de la irrupción de lo que
    algunos han dado en llamar "zonas de sentido" (Gonzáles
    Rey, 1998) o siguiendo a Foucault "Umbral
    de epistemologización".( Foucault, 1972).

    Somos de la opinión, ante la pregunta de a cual
    asirse ante reflexiones epistémicas regionales , que la
    pregunta no tendría sentido como no sea en la
    búsqueda de los métodos y fundamentos mas
    apropiados para dar solución a problemas
    específicos de la ciencia. Es decir, abogamos por la
    interacción dialéctica enriquecida del pensar
    epistémico, a partir de lo mas valioso que ese pensar ha
    aportado al conocimiento humano, ya desde comprometidas
    raíces constructivistas, o desde el racionalismo o
    empirismo mas enardecido. Apuntamos, proponemos, a una
    Epistemología Dialéctica.

    2.19 EPISTEMOLOGÍA
    DIALÉCTICA

    Recientemente ante una discusión en plenario de
    un congreso acerca de las singularidades de la educación
    superior cubana, la discusión giró en torno a la
    pregunta de cuáles presupuestos epistémicos
    sostenían la escuela cubana de educación superior.
    La pregunta desdichadamente, por razones de tiempo cayo al
    vacío. Luego los debates de pasillo giraron en propuestas
    comprometidas con Piaget, o con
    Vigotsky,
    otros apasionadamente defendieron el aporte cubano de Varela y
    Luz Caballero, y en ese enjambre de verdades, el criterio del
    autor se ha inclinado hacia la dialéctica de las escuelas,
    los pensadores y la práctica.

    Por eso proponemos una Epistemología
    Dialéctica que opinamos es la que refleja con mayor
    exactitud el enriquecimiento constante que se viene produciendo y
    toma suficiente distancia de posicionamientos exclusivamente
    constructivistas, o racionalistas, o evolucionistas,
    etc.

    La Epistemología Dialéctica parte de los
    propios cuestionamientos referidos, pero incursiona en ellos
    desde el principio de la materialidad y unicidad del universo
    así como desde los principios evolutivos que marca la
    dialéctica materialista.

    Por otro lado, se trata de una Epistemología con
    un profundo compromiso antropológico, lo cual apunta a
    :

    1. La defensa de lo que denominamos HABITAT SOCIOLOGICO
      DEL HOMBRE (Aguilera, 2000)
    2. La defensa de la necesidad de llevar el conocimiento
      y el adelanto científico más importante a la
      repercusión directa en la vida cotidiana de todas las
      personas, y no sólo de los sectores sociales "MAS
      FAVORECIDOS". Es decir, entender que la llamada "sociedad del
      conocimiento", "nueva economía", etc. no
      podrán erigirse como fenómenos plenos del
      desarrollo tecnológico si no implican una práxis
      encaminada a la eliminación de los abismos sociales en
      que vivimos. No puede ser la pobreza
      mayoritaria del planeta la base del futuro desarrollo de la
      alta tecnología minoritaria y discriminante, porque en
      esa balanza fatalmente y dada su magnitud, terminará
      siendo la pobreza primero
      el freno y luego el sepulturero de esa alta tecnología.
      Será la Epistemología Dialéctica una
      disciplina de las ciencias del saber que funja como arma del
      pensamiento teórico para no permitir que ese status quo
      se eternice.
    3. La Epistemología Dialéctica asume la
      defensa del habitar ambiental del hombre;
    4. El profundo y creciente carácter social del
      conocimiento tiene que implicar un reordenamiento social, tiene
      que tener como asiento su socialización conducente a la
      mayor plenitud e integralidad de lo humano;
    5. Retoma, con Marx y eleva a rango de determinante , la
      comprensión del conocimiento como actividad humana, en
      la que el sujeto cognoscente es el ser social ( Sánchez
      Puentes, 1984).
    6. Destaca la importancia del tratamiento de los
      problemas epistemológicos a partir del enfoque de
      sistema. Enfoca el conocimiento desde la óptica de la totalidad, enfoque con el
      que empalma la visión y el rol de la práxis en el
      proceso del conocimiento.

    La Epistemología Dialéctica no es una
    contemplación explicativa del proceso del conocimiento y
    del desarrollo de las ciencias, o una reflexión
    epistemológica, pasa a asumir todos sus ínter
    condicionamientos sociales, históricos, políticos.
    Resume en sí, la unidad con lo que se ha dado en llamar
    "SOCIOLOGIA DEL CONOCIMIENTO EN SENTIDO AMPLIO" . Toma distancia
    así de la noción de Max Scheler y Karl Mannheim
    sobre la Sociología del conocimiento, en el punto que
    aborda de manera directa el tratamiento de conceptos y
    categorías epistémicas. La Sociología del
    conocimiento en sentido amplio reconoce como parte de su trabajo,
    además de los análisis y teorías, la
    discusión y articulación de estos con discursos
    epistemológicos. La pretensión de esta
    posición es que la manera mas adecuada de desarrollar los
    discursos epistemológicos y sus conceptos, es en
    relación con conceptos fundamentales de la sociedad.
    (Olivé, 1985)

    La Epistemología adquiere en nuestros días
    un protagonismo sustancial en la misión de defender para
    el conocimiento de alto valor social el lugar que en el desarrollo
    humano le corresponde. Hablamos de las diferentes lecturas
    que se le da, a lo que se ha dado en llamar "sociedad del
    conocimiento". Es conocido que a la irrupción amplificada
    y veloz del nuevo conocimiento algunos atribuyeron propiedades
    geopolíticas casi divinas. Le asociaron dones curativos de
    males sociales como las carencias democráticas de las
    sociedades
    contemporáneas y sus profundas desigualdades sociales. La
    vida ha venido demostrando cuan desacertadas fueron esas lecturas
    movidas más por la buena voluntad que por el rigor del
    pensar desde la ciencia.

    El nuevo conocimiento no puede servir como no sea para
    el enriquecimiento conductual, axiológico del hombre.
    Justo el rol que vemos en el enfoque epistemológico de ese
    acelerado devenir de la ciencia está en cuidar la
    misión de ese nuevo conocimiento en función
    del engrandecimiento de la obra humana y no de su deterioro
    ulterior. No puede ser el nuevo conocimiento quien afiance la
    máxima vivida del hombre lobo del hombre.

    Como se ha apuntado, una Epistemología en el
    siglo XXI no puede estar de espaldas al condicionamiento
    histórico social del conocimiento y sus
    consecuencias.

    III CONCLUSIÓNES

    Este trabajo de compilación de datos, ideas y
    reflexiones, humildemente elaborado pretendió lograr un
    acercamiento de las cuestiones filosóficas,
    relacionándolas con la práctica educativa docente,
    de manera de realizar un aporte que permita paliar las graves
    deficiencias que aquejan a la Educación Agropecuaria en
    México, haciendo un análisis crítico y
    reflexivo de las causas que la originan y que son
    múltiples y muy complejas y que como vimos tienen que ver
    muchas ellas con el nuevo ordenamiento mundial a través de
    los procesos homogeneizadores de la
    Globalización; de la práctica docente,
    enmarcada en un tipo de Escuela, que a mi criterio aún se
    encuentra en transición, desde aquella Escuela Tradicional
    y elitista a esta otra, que no encuentra quizás su lugar ,
    pretendiendo ser Activa, sin tener en claro los objetivos y las
    premisas básicas que le permitan ser la Institución
    de Base y la más importante, como impulsora de los cambios
    que nuestra Sociedad y México necesitan, debido a la
    deserción que otros elementos de la sociedad y el Estado,
    como generadores de nuevas ideas y nuevas políticas
    destinadas a tan noble fin.

    La filosofía es un asunto de todos, debemos
    luchar para que todas las barreras entre ésta y la ciencia
    y el público en general se rompan y, en sentido de trabajo
    elaborar una epistemología histórica que se
    desarrolle en contacto directo con el medio científico. La
    tarea del filósofo de hoy según Dominique Lecourt
    "no es la de acompañar de bellas palabras el discurso del
    mundo". El mundo va como va. La filosofía no puede eludir
    la responsabilidad ética que
    es justamente pensar en el mundo.

    Hay que construir los medios para hacer escuchar esa
    otra manera de hacer filosofía, y después de
    encontrar los medios utilizar al máximo para hacer del
    pensamiento una fiesta; porque es una de las actividades humanas
    que provoca una felicidad tal que el hombre nunca se arrepiente
    de haber pensado.

    La filosofía así asumida se le debe dar
    una connotación cultural, porque en ella resplandece la
    verdad, va ayudar al hombre a plantear su existencia en una forma
    diferente, la va a instar a luchar por la autenticidad y
    originalidad de su ser mismo. También le va a desvelar su
    misterio que no es otro que el de ser hombre y del estar en el
    mundo.

    Si la epistemología – el estudio del
    conocimiento- constituye, por su propia naturaleza, una de las
    partes esenciales de la filosofía, la creciente
    importancia en la ciencia y la consiguiente necesidad de dotarla
    de sólidos fundamentos teóricos ha acrecentado
    aún más el interés por la misma en el
    moderno pensamiento filosófico.

    Dentro de ese análisis se intentó entrar
    en el mundo de la Pedagogía y los métodos, como una
    búsqueda de la
    motivación del educando y establecer el rol primordial
    del Docente, cuál es el de EDUCAR, entendiendo por
    Educación, el proceso que permite formar hombres y mujeres
    responsables y comprometidos con su realidad, su propio destino y
    el de toda la sociedad, enmarcado todo ello en la solidaridad, el
    respeto hacia el
    otro, la dignidad y el Amor fraterno, de manera que su paso por
    esta vida adquiera la trascendencia que lo haga "ser
    humano".

    Por último, se intentó dar un esbozo de la
    cruda realidad que vive el sector científico en
    México, que se ve aquejado por una crisis de una magnitud
    tal, que jamás ha sido vista en esta Nación y que
    en parte se debe a las imposiciones del poder mundial, que
    intenta fijar para nuestro país políticas que tal
    vez no estamos lo suficientemente preparados para afrontarlas,
    desde las trincheras de la educación, la ciencia y la
    tecnología .

    Nuestros gobernantes, políticos, empresas, poder
    financiero y por que no, la sociedad toda, somos incapaces de
    darnos cuenta que si renegamos de la investigación
    científica hoy, se verá hipotecado el futuro de
    nuestros hijos y que el tiempo perdido será muy
    difícil de recuperar.

    Ante este panorama desalentador, los Docentes, tendremos
    que despojarnos de nuestros egoísmos, siendo pioneros,
    para pensar valientemente y con los más altos valores
    éticos y morales un Nuevo Tamaulipas, un nuevo
    México, empezando en nuestro pequeño mundo, que es
    la ESCUELA, y en particular las nuestras, las agropecuarias, con
    múltiples carencias, pero que se pueden suplir con la
    creatividad e
    innovación de todos los docentes, con un
    cambio de conciencia responsable, entregado y con compromiso
    hacia lo que es nuestro propósito: EDUCAR.

    Y RECORDEMOS SIEMPRE, QUE LA GENERACIÓN DE
    NUEVOS CONOCIMIENTOS SERÁN ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE
    PARA ENRIQUECER LA CONDUCTA Y FORMACIÓN AXIOLÓGICA
    DEL HOMBRE….PARA DISPOSICIÓN Y ACTUACIÓN DEL
    MISMO HOMBRE…

    Gracias por tener la paciencia y la voluntad de leer
    este escrito, para reflexión de todos los docentes y
    cambiar… pero no solo por cambiar… cambiar desde programas,
    métodos, actitudes, pero sobretodo cambio en los maestros,
    porque cambiando éstos, cambiará el proceso
    educativo…

    BIBLIOGRAFÍA.:

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    Editorial, 1987. Interesante y amplia introducción a los
    temas fundamentales de la filosofía de la ciencia.
    "Filosofía de la ciencia." Enciclopedia®
    Microsoft® Encarta 2001

    ANEXOS:

    ANEXO NUM 1:

    SERVICIOS QUE OFRECE EL SUBSTISTEMA DGETA A NIVEL
    NACIONAL

    EDUCACION MEDIA SUPERIOR:

    Los Centros de Bachillerato Tecnológico
    agropecuario y los Centros de Bachillerato Tecnológico
    forestal ofrecen la modalidad bivalente que permite a los
    estudiantes cursar el bachillerato y al mismo tiempo una carrera
    técnica, con las que tiene la opción de
    incorporarse al mercado laboral . En este nivel educativo
    también se cuenta con el Sistema Abierto de
    Educación Tecnológica Agropecuaria , SAETA, que
    ofrece la carrera de Técnico agropecuario.

    EDUCACION SUPERIOR:

    En los Institutos Tecnológicos Agropecuarios y el
    Instituto Tecnológico Forestal se ofrecen carreras
    orientadas a que los egresados posean los conocimientos para
    elevar la productividad y
    mejorar los sistemas de transformación e
    industrialización en los sectores primario y
    secundario.

    Todos los estudiantes durante el ultimo semestre
    participan en residencias profesionales en el sector productivo,
    para reforzar y completar su información y facilitar su
    incorporación al mercado laboral.

    POSGRADO:

    Seis planteles del Nivel medio superior cuentan con
    subdirecciones de Investigación y Graduados agropecuarios,
    donde se cursan maestrías en el área de las
    ciencias agropecuarias, en las que se forman profesionales de
    gran capacidad académica, con conocimientos
    científicos y tecnológicos de alto nivel para
    abordar la solución de problemas del área
    agropecuaria.

    INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO
    TECNOLÓGICO:

    La investigación y el desarrollo
    tecnológico son parte central de la función
    educativa y contribuye al desarrollo de las innovaciones y
    avances
    tecnológicos demandados por el sector productivo rural
    mexicano.

    VINCULACION Y CAPACITACION:

    En las brigadas de Educación para el Desarrollo
    Rural, BERD, en los Departamentos de Vinculación de
    planteles y en las Unidades de Capacitación para el
    Desarrollo Rural se ofrecen a los productores y a la
    población rural, capacitación en y para el trabajo,
    por medio de los programas:

    • Capacitación por competencia
      laboral
    • Capacitación y educación no
      formal
    • Capacitación para desempleados

    ANEXO NUM. 2

     SERVICIOS EDUCATIVOS QUE OFRECE EL SUBSISTEMA
    D.G.E.T.A. A NIVEL NACIONAL

    MODALIDAD

    Y
    CARACTERÍSTICAS
    ESPECIFICAS

    MEDIA
    SUPERIOR

    SUPERIOR

    POSGRADO

    INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO
    TECNOLÓGICO

    VINCULACION Y
    CAPACITACION

    CAPACITACION POR
    COMPETENCIA LABORAL

    OTROS
    SERVICIOS

    NUMERO DE
    CENTROS

    198 CBTAS, 6
    CBTFS

    20 INSTITUTOS
    TECNOLÓGICOS AGROPECUARIOS Y 1 INSTITUTO
    TECNOLÓGICO FORESTAL

    -ITAS-

    6 COORDINACIONES DE
    INVESTIGACIÓN Y GRADUADOS AGROPECUARIOS,
    -CIGAS-

    CARRERAS QUE
    OFRECE

    • ADMINISTRACIÓN AGRO
      SILVÍCOLA
    • ADMINISTRACIÓN DE EJIDOS
      TURÍSTICOS
    • ADMINISTRACIÓN Y CONTABILIDAD RURAL
    • AGROINDUSTRIAS
    • AGRONEGOCIOS
    • AGROPECUARIO
    • DESARROLLO COMUNITARIO
    • EXPLOTACIÓN GANADERA
    • FORESTAL
    • HORTICULTURA
    • INFORMATICA AGROPECUARIA
    • MANTENIMIENTO DE EQUIPO
      INDUSTRIAL
    • REHABILITACIÓN Y MEJORAMIENTO
      AMBIENTAL

    • INGENIERÍA EN
      AGRONOMÍA

    • INGENIERÍA EN
      ALIMENTOS

    • LICENCIATURA EN
      BIOLOGÍA

    • LICENCIATURA EN
      ADMINISTRACIÓN

    • LICENCIATURA EN
      INFORMÁTICA

    • LICENCIATURA EN
      CONTADURÍA

    • INGENIERÍA INDUSTRIAL

    MAESTRÍAS EN:

    • BIOTECNOLOGÍA
      AGROPECUARIA
    • CIENCIA ANIMAL TROPICAL
    • HORTICULTURA TROPICAL
    • PRODUCTIVIDAD DE
      AGROECOSISTEMAS
    • IRRIGACIÓN
    • SEMILLAS
    • SUELOS
    • AGROBIOTECNOLOGIA

    DOCTORADOS:

    AGROBIOTECNOLOGIA EN 2 MODALIDADES,
    TRADICIONAL, CONTUANDO LA MAESTRIA Y DIRECTO, TERMINANDO LA
    LICENCIATURA, REGISTRADA EN EL PADRÓN DE EXCELENCIA
    DEL CONACYT.

    ATENCIÓN
    A LA DEMANDA

    125 MIL ALUMNOS

    15 MIL ALUMNOS

    RESULTADOS
    RELEVANTES

    PRODUCCIÓN DE PLANTAS,
    CONTROL
    BIOLÓGICO, BANCOS
    DE GERMOPLASMA, COMBATES DE PLAGAS Y ENFERMEDADES DE
    PLANTAS, GENERACIÓN DE NUEVAS VARIEDADES DE PLANTAS,
    RESCATE DE ESPECIES NATIVAS, PROGRAMAS DE BIOTECNOLOGÍA, DESARROLLO
    SUSTENTABLE, AGRICULTURA ORGANICA, INTRODUCCIÓN DE
    ESPECIES CON POTENCIAL PRODUCTIVO.

    CAPACITACION
    PARA DESEMPLEADOS

    PROGRAMA DE BECAS PROBECAT,
    PROGRAMA DE
    INICIATIVAS LOCALES DE EMPLEO Y OCUPACIÓN, CURSOS
    PILEOT.

    CAPACITACION Y
    EDUCACION NO FORMAL

    CAPACITACION NO FORMAL PARA EL
    TRABAJO, CAPACITACION INICIAL Y EN EL
    TRABAJO

    EDUCACION BASICA Y CAPACITACION
    PARA EL TRABAJO, CAPACITACION EN EL TRABAJO, CAPACITACION
    EN TECNOLOGÍAS AVANZADAS, CAPCITACION EN APOYO A
    PROGRAMAS DE ALIANZA PARA EL CAMPO, CAPACITACION EN
    TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA.

    ESPECIALIDADES

    OBTENCIÓN DE CONSERVAS
    ALIMENTICIAS,ENVASADO DE CONSERVAS, PREPARACIÓN DE
    MEZCLAS
    DE CONSERVAS, PRODUCCIÓN DE PLANTAS, PODA DE
    PLANTAS, ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
    HORTOFRUTÍCOLAS, OPERACIÓN DE TRACTORES,
    COSECHA DE MIEL DE ABEJA, ESTABLECIMIENTO DE APIARIOS,
    MANTENIMIENTO DE INFRAESTRUCTURA
    AGRÍCOLA, CORRECCION DE DESPERFECTOS DE MUEBLES DE
    MADERA,
    COMBATE A INCENDIOS FORESTALES, INSEMINACION
    ARTIFICIAL,EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS LABORALES, FACILITACION DE
    PROCESOS DE FORMACIÓN DE PRODUCTORES
    RURALES.

    TECNOLOGÍAS DE VANGUARDIA

    CENTROS DE SELECCIÓN Y
    REPRODUCCIÓN OVINA, CENTROS DE
    MEJORAMIENTO GENETICO Y RECRIA DE GANADO, CENTROS DE
    TECNOLOGÍA DE MADERA, LABORATORIO
    AVANZADO

    INSTALACIONES

    AULAS, TALLERES, LABORATORIOS,
    CENTROS DE
    COMPUTO, BIBLIOTECAS, SALAS AUDIOVISUALES,
    INVERNADEROS, VIVEROS, AREAS AGRÍCOLAS Y PECUARIAS,
    INSTALACIONES DEPORTIVAS.

    EDUCACION
    SATELITAL

    RED EDUSAT EN TODOS LOS
    PLANTELES

    SEMOVIENTES

    16 MIL SEMOVIENTES

    TERRENOS PARA
    CULTIVO

    19,124 HECTAREAS DE CULTIVOS
    AGRÍCOLAS, FORESTAL Y
    AGOSTADEROS.

     

     

     

    ARMANDO VALDEZ CANTU

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