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Filosofía




Enviado por julian_genial



    Indice
    1. Los
    presocráticos

    2. Los
    clásicos

    3. Helenismo
    4. Filosofía
    medieval

    5. Humanismo y
    renacimiento

    6. Racionalismo y
    empirismo

    1. Los
    Presocraticos

    Son los pensadores griegos cronológicamente
    anterior a Sócrates y
    a los que siendo contemporáneos suyos se ocupan del mundo
    e intentan descubrir su unidad racional esencial. Los filósofos presocráticos
    desarrollaron un vocabulario original, sobrio y severo, y a
    medida que fueron forjando conceptos para referirse a la
    totalidad del mundo (Phycis = naturaleza);
    crearon una nueva racionalidad que les fue diferenciando de los
    mitólogos.

    El fenómeno cultural de la filosofía
    presocrática nació en los límites
    fronterizos del área helénica, en las zonas de su
    colonización bélica o comercial, precisamente
    allí donde los griegos entran en contacto con el mundo
    oriental. Ello les permitió conocer los desarrollos de la
    sabiduría egipcia y babilónica en el campo de la
    astronomía, la geometría
    y la aritmética.

    El pensamiento
    presocrático representó el primer esfuerzo
    fructífero frente al problema del conocimiento
    del mundo, en un momento en que la filosofía y ciencia
    constituían una unidad. La cuestión fundamental era
    un problema físico, naturalista: ¿está el
    mundo hecho de una sustancia fundamental única?
    ¿Cuál es esa sustancia? Denominamos physiologi (los
    físicos) por Aristóteles, la mayoría de sus obras
    responden a la denominación genérica de peri
    physeos ("sobre la naturaleza"). Los griegos distinguían
    dos tipos de realidades: Una natural, que se desarrollaba por si
    misma (la Physis o natural), y otra artificial, producto de la
    actividad humana y que no tenia la capacidad de autodesarrollarse
    (la techne o técnica). Así , el problema
    fundamental de estos filósofos fue averiguar cual era el
    principio material ultimo de la Phycis. Este principio material o
    arché seria la esencia misma de las cosas, aquello de que
    están hechas todas las cosas del mundo, su sustancia
    material (en griego, suousia). La historia del pensamiento del
    pensamiento presocrático es la sucesión de
    respuestas distintas a éste mismo problema.

    Tales De Mileto
    Tales de Mileto
    (c. 625-c. 546 a.C.), filósofo griego nacido en Mileto
    (Asia Menor).
    Fue el fundador de la filosofía griega, y está
    considerado como uno de los Siete Sabios de Grecia. Tales
    llegó a ser famoso por sus conocimientos de
    astronomía después de predecir el eclipse de sol
    que ocurrió el 28 de mayo del 585 a.C. Se dice
    también que introdujo la geometría en Grecia.
    encuentra, para tales de Mileto el origen de la cosas en una
    materia
    visible (causa material). Ahora bien, el concepto de
    materia, que tenía Tales, no coincide con la idea que
    nosotros tenemos de la misma (algo inanimado). Para Tales,
    incluso los seres aparentemente inanimados tenían
    realmente vida. En este contexto es en donde debería
    situarse su afirmación de que todas las cosas están
    llenas de dioses. Según Tales, el principio original de
    todas las cosas es el agua, de la
    que todo procede y a la que todo vuelve otra vez. Antes de Tales,
    las explicaciones del universo eran
    mitológicas, y su interés
    por la sustancia física básica
    del mundo marca el
    nacimiento del pensamiento científico.

    Anaximandro
    Anaximandro (c. 611-c. 547 a.C.), filósofo,
    matemático y astrónomo griego. Nació en
    Mileto (en la actual Turquía). Discípulo y amigo
    del filósofo griego Tales de Mileto, Anaximandro
    está considerado el descubridor de la oblicuidad de la
    eclíptica, que es el ángulo que forman el plano de
    la eclíptica y el plano del ecuador celeste.
    También se le considera introductor del reloj de sol en
    Grecia y fundador de la cartografía.

    La contribución más relevante de
    Anaximandro fue elaborar la más temprana obra en prosa en
    relación al cosmos y los orígenes de la vida, por
    lo que también es mencionado como fundador de la
    cosmología. Concebía el Universo como
    un número de cilindros concéntricos, de los cuales
    el más exterior es el Sol, el del
    medio la Luna y el más interno contiene las estrellas.
    Dentro de estos cilindros está la Tierra, sin
    base firme y en forma de bombo. Anaximandro postulaba una
    teoría
    del origen del Universo que defendía que éste era
    el resultado de la separación de opuestos desde la materia
    primaria. Así, el calor se
    movió hacia fuera, separándose de lo frío y,
    después, lo hizo lo seco de lo húmedo.
    Además, Anaximandro sostenía que todas las cosas
    vuelven con el tiempo al
    elemento que las originó.

    Anaxímenes
    Anaxímenes (c. 570-500 a.C.), filósofo griego de la
    naturaleza, el último miembro de la escuela
    jónica fundada por el filósofo Tales de Mileto.
    Nació en Mileto (Jonia), en Asia Menor. Para
    Anaxímenes, el aire era la
    substancia básica y originaria del mundo. Ese aire cambia
    por condensación y por rarefacción.
    Anaxímenes escogió el aire como principio
    originario, (arjé) de donde procede todo, debido a que
    podía convertirse en cualquiera de los otros elementos del
    mundo, como mar o tierra, sin
    perder su propia naturaleza. Simplemente se condensaba o se
    rarificaba pero conservando siempre su identidad.Anaximenes observó que los
    cuerpos, al calentarse se dilatan, y, al enfriarse se contraen.
    Ello le llevó a concluir que este par de opuestos no eran
    tal sino una misma cualidad que se manifiesta distintamente
    según las condiciones. Pues bien, estas observaciones le
    llevaron a pensar que el aire al dilatarse (rarefacción)
    produce lo caliente (fuego) y al condensarse
    (condensación) produce agua y tierra,
    y, todo, ello sin dejar de ser aire. De este modo creía
    superar las críticas que Anaximandro había dirigido
    a Tales y, con ello, poder proponer
    de nuevo como principio originario a uno de los cuatro elementos
    visibles de la naturaleza.

    Pitágoras
    Pitágoras (c. 582-c. 500 a.C.), filósofo y
    matemático griego, cuyas doctrinas influyeron mucho en
    Platón.
    Nacido en la isla de Samos, Pitágoras fue instruido en las
    enseñanzas de los primeros filósofos jonios Tales
    de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes. Se dice que
    Pitágoras había sido condenado a exiliarse de Samos
    por su aversión a la tiranía de Polícrates.
    Hacia el 530 a.C. se instaló en Crotona, una colonia
    griega al sur de Italia, donde
    fundó un movimiento con
    propósitos religiosos, políticos y
    filosóficos, conocido como pitagorismo. La
    filosofía de Pitágoras se conoce sólo a
    través de la obra de sus discípulos.

    Los pitagóricos asumieron ciertos misterios,
    similares en muchos puntos a los enigmas del orfismo. Aconsejaban
    la obediencia y el silencio, la abstinencia de consumir alimentos, la
    sencillez en el vestir y en las posesiones, y el hábito
    del autoanálisis. Los pitagóricos creían en
    la inmortalidad y en la transmigración del alma. Se dice
    que el propio Pitágoras proclamaba que él
    había sido Euphorbus, y combatido durante la guerra de
    Troya, y que le había sido permitido traer a su vida
    terrenal la memoria de
    todas sus existencias previas.

    Heráclito
    Heráclito (c. 540-c. 475 a.C.), filósofo griego,
    quien sostenía que el fuego era el origen primordial de la
    materia y que el mundo entero se encontraba en un estado
    constante de cambio.
    Nació en Éfeso, una antigua ciudad griega en Asia
    Menor, que ahora pertenece a Turquía. Debido a su vida
    solitaria, y a la oscuridad y misantropía de su
    filosofía, es llamado algunas veces el oscuro.

    En cierto sentido, Heráclito fue uno de los
    iniciadores de la metafísica
    griega, aunque sus ideas se derivan de las de la escuela
    jónica de la filosofía griega. Consideraba el fuego
    como la sustancia primordial o principio que, a través de
    la condensación y rarefacción, crea los
    fenómenos del mundo sensible. Heráclito
    incorporó a la noción de "ser" de sus predecesores
    el concepto de "devenir" o flujo, al que consideró una
    realidad básica subyacente a todas las cosas, incluso a
    las más estables en apariencia. Para aclararlo, afirmaba
    que una persona no
    podía bañarse dos veces en el mismo
    río.

    En ética,
    Heráclito introdujo un nuevo énfasis social,
    manteniendo que la virtud consiste en la subordinación del
    individuo a las leyes de una
    armonía razonable y universal. Aunque su pensamiento
    estaba influido por la teología popular, atacó los
    conceptos y ceremonias de la religión popular de
    su tiempo.

    Sólo una obra, De la Naturaleza de las cosas, se
    puede atribuir a Heráclito, aunque algunos autores
    sostienen que también escribió un libro sobre
    las leyes. Numerosos fragmentos de su obra fueron preservados por
    escritores posteriores y se pueden encontrar recopilaciones de
    estos fragmentos en diversas ediciones modernas.

    Parménides
    Parménides (c. 515-c. 440 a.C), filósofo griego,
    considerado por muchos eruditos como el miembro más
    importante de la escuela eleática.

    Natural de Elea (colonia griega en el sur de la Magna
    Grecia), se cree que visitó Atenas cuando tenía 65
    años de edad y que, en tal ocasión,
    Sócrates, entonces un hombre joven,
    le oyó hablar. De sus escritos sólo se han
    conservado 160 versos, pertenecientes a 19 fragmentos de un poema
    didáctico, Sobre la naturaleza. En este tratado,
    considerado el primero sobre el ser, abogaba por la existencia
    del "Ser absoluto", cuya no existencia declaraba inconcebible,
    pero cuya naturaleza admitía ser también
    inconcebible, ya que el "Ser absoluto" está disociado de
    toda limitación bajo la cual piensa el ser humano.
    Mantenía que los fenómenos de la naturaleza son
    sólo aparentes y debidos, en esencia, al error humano;
    parecen existir, pero no tienen entidad real. Sostenía
    también que la realidad, "Ser verdadero", no es conocida
    por los sentidos,
    sino que sólo se puede encontrar en la razón. Esta
    creencia le convirtió en un precursor del idealismo de
    Platón. La teoría de Parménides de que el
    ser no puede originarse del no ser, y que el ser ni surge ni
    desaparece, fue aplicada a la materia por sus sucesores
    Empédocles y Demócrito, que a su vez la
    convirtieron en el fundamento de su explicación
    materialista del Universo. En la Vía de la verdad,
    Parménides, nos describe todo lo que la razón, sin
    la ayuda de los sentidos, puede deducir acerca del ser o lo
    limitado. Sin embargo, en un momento determinado,
    Parménides pasa de los objetos de la razón a los
    objetos de los sentidos, es decir, de la Vía de la verdad
    a la Vía de la opinión; y así como los
    objetos de los sentidos quedaron excluidos de la Vía de la
    verdad, de la misma manera, en la Vía de la opinión
    excluirá los

    Zenón De Elea
    Zenón nació hacia el 490/85 a de Cristo.
    Procedía de Elea. Inicialmente fue pitagórico pero
    acabó siendo discípulo de Parménides. Parece
    que intervino tambien en política participando
    en un complot contra un tirano y, trás ser detenido,
    mantuvo un gran entereza ante la tortura.

    Zenón escribió tambien una obra con el
    objetivo de
    atacar a aquellos que se mofaban del Uno de Parménides. Su
    método
    consistía en reducir las hipótesis de sus oponentes al absurdo
    deduciendo las consecuencias contradictorias que de ellas se
    seguían. Parece que las hipótesis que
    atacó con mayor dureza fueron aquellas que
    defendían la existencia del movimiento y de la pluralidad.
    En este contexto, es muy posible que sus ataques fueran dirigidos
    en contra de los pitagóricos.

    En Atenas, Zenón enseñó
    filosofía durante algunos años,
    concentrándose en el sistema
    eleático de metafísica. El estadista ateniense
    Pericles y Calias estudiaron con él. Zenón
    regresó más tarde a Elea y, según cuenta la
    tradición, se unió a una conspiración para
    librar a su ciudad nativa del tirano Nearcco; la
    conspiración fracasó y Zenón fue torturado
    con dureza, pero se negó a delatar a sus
    compañeros. No se conocen más circunstancias de su
    vida.

    Sólo pocos fragmentos de la obra de Zenón
    perduran, pero las obras de Platón y Aristóteles se
    nutren de referencias textuales de los escritos de Zenón.
    En el plano filosófico, Zenón aceptaba la creencia
    de Parménides de que el universo, o el ser, es una
    sustancia indiferenciada, simple, única, aunque pueda
    parecer diversificada para los sentidos. La intención de
    Zenón fue desacreditar las sensaciones, lo que
    pretendió hacer a través de una brillante serie de
    argumentos o paradojas, sobre el espacio y el tiempo que han
    perdurado hasta nuestros días como mosaicos intelectuales
    complejos. Una paradoja clásica afirma que un corredor no
    puede llegar a la meta porque,
    para lograrlo, debe recorrer una distancia; pero no puede
    recorrer esa distancia sin primero recorrer la mitad de ella, y
    así ad infinitum. Porque existe un número infinito
    de bisecciones en una distancia espacial, uno no puede recorrer
    una distancia en tiempo finito, a menos que acorte la distancia o
    aumente la velocidad.
    Este argumento, como muchos otros de Zenón, se
    proponía demostrar la imposibilidad lógica
    del movimiento. Dado que los sentidos nos llevan a creer en la
    existencia del movimiento, los sentidos son ilusorios y por lo
    tanto no existe ningún obstáculo para aceptar las
    inverosímiles teorías
    de Parménides de otra forma. Zenón es reconocido no
    sólo por sus paradojas, sino por establecer los debates
    filosóficos que favorecen la discusión razonada.
    Por todo ello, Aristóteles le consideró el creador
    del razonamiento dialéctico.

    Leucipo
    Leucipo (c. 450-370 a.C.), filósofo griego, que
    quizá naciese en Abdera. Casi nada se conoce de su vida y
    ninguno de sus escritos ha perdurado. Sin embargo, es reconocido
    como creador de la teoría atómica de la materia,
    más tarde desarrollada por su principal discípulo,
    el filósofo griego Demócrito. Según esta
    teoría, toda materia está formada por
    partículas idénticas e indivisibles llamadas
    átomos.

    Demócrito
    Demócrito (c. 460 a.C.-370 a.C.), filósofo griego
    que desarrolló la teoría atómica del
    universo, concebida por su mentor, el filósofo Leucipo.
    Demócrito nació en Abdera, Tracia. Escribió
    numerosas obras, pero sólo perduran escasos
    fragmentos.

    Según la teoría atómica de la
    materia de Demócrito, todas las cosas están
    compuestas de partículas diminutas, invisibles e
    indestructibles de materia pura (en griego atoma, 'indivisible'),
    que se mueven por la eternidad en un infinito espacio
    vacío (en griego kenon, 'el vacío'). Aunque los
    átomos estén hechos de la misma materia, difieren
    en forma, medida, peso, secuencia y posición. Las
    diferencias cualitativas en lo que los sentidos perciben y el
    origen, el deterioro y la desaparición de las cosas son el
    resultado no de las características inherentes a los
    átomos, sino de las disposiciones cuantitativas de los
    mismos. Demócrito consideraba la creación de mundos
    como la consecuencia natural del incesante movimiento giratorio
    de los átomos en el espacio. Los átomos chocan y
    giran, formando grandes agregaciones de materia.

    Demócrito escribió también sobre
    ética, proponiendo la felicidad, o 'alegría', como
    el mayor bien —una condición que se logra a
    través de la moderación, la tranquilidad y la
    liberación de los miedos. En la historia Demócrito
    era conocido como el Filósofo Alegre, en contraste al
    más sombrío y pesimista Heráclito. Su
    teoría atómica anticipó los modernos
    principios de
    la conservación de la energía y la irreductibilidad
    de la materia.

    Anaxágoras
    Anaxágoras (c. 500-428 a.C.), filósofo griego
    responsable de introducir la noción de nous (en griego
    'pensamiento' o 'razón') en la filosofía de los
    orígenes; sus predecesores habían estudiado los
    elementos (tierra, aire, fuego, agua) como realidad
    última.
    Nació en Clazomenae (cerca de la actual Izmir,
    Turquía). Anaxágoras fue el primer pensador en
    establecerse (c. 480) en Atenas, más tarde un destacado
    centro filosófico. Entre sus alumnos se encontraban el
    estadista griego Pericles, el dramaturgo griego Eurípides,
    y quizás también Sócrates. Anaxágoras
    había enseñado en Atenas durante cerca de treinta
    años cuando se le encarceló acusado de impiedad al
    sugerir que el Sol era una piedra caliente y la Luna
    procedía de la Tierra. Después marchó a
    Jonia (en Asia menor) y se estableció en Lampsacus (una
    colonia de Mileto), donde murió.

    Anaxágoras explicó su filosofía en
    su obra Peri physeos, pero sólo algunos fragmentos de sus
    libros han
    perdurado. Mantenía que toda la materia había
    existido en su forma primitiva como átomos o
    moléculas; que estos átomos, numerosos hasta el
    infinito e infinitesimalmente pequeños, habían
    existido desde la eternidad; y que el orden que surgió al
    principio de este infinito caos de átomos diminutos era
    efecto de la actuación de una inteligencia
    eterna (nous). También consideraba que todos los cuerpos
    son simples agregaciones de átomos; así, una barra
    de oro, acero o cobre se
    compone de inconcebibles partículas diminutas del mismo
    material.

    Empédocles
    Empédocles (c. 493 a.C.-433 a.C.), filósofo,
    político y poeta griego. Nació en la ciudad
    siciliana de Agrigentum (actual Agrigento) y fue discípulo
    de Pitágoras y Parménides. Según afirma la
    tradición, Empédocles rechazó aceptar la
    corona ofrecida por el pueblo de Agrigentum después de
    haber colaborado a librarle de la oligarquía gobernante.
    En su lugar instituyó una democracia.

    El conocimiento moderno de la filosofía de
    Empédocles se basa en los fragmentos que perduran de sus
    poemas sobre
    la naturaleza y la purificación. Afirmaba que todas las
    cosas están compuestas de cuatro elementos principales:
    tierra, aire, fuego y agua. Dos fuerzas activas y opuestas,
    amor y odio, o
    afinidad y antipatía, actúan sobre estos elementos,
    combinándolos y separándolos dentro de una variedad
    infinita de formas. De acuerdo con Empédocles, la realidad
    es cíclica. Al comenzar un ciclo, los cuatro elementos se
    encuentran unidos por el principio del amor. Cuando el odio
    penetra en el círculo, los elementos empiezan a separarse.
    El amor funde
    todas las cosas; entonces el odio reemprende el proceso. El
    mundo, tal y como lo conocemos, se halla a medio camino entre la
    esfera primaria y el estado de
    total dispersión de los elementos. Creía
    también que no es posible que ningún cambio
    conlleve la creación de nueva materia; sólo puede
    ocurrir un cambio en las combinaciones de los cuatro elementos ya
    existentes. Asimismo formuló una primitiva teoría
    de la evolución en la que declaraba que las
    personas y los animales
    evolucionaban a partir de formas precedentes.

    2. Los
    Clásicos

    Sofistas.
    Del griego sophi, 'experto', 'maestro artífice', 'hombre
    de sabiduría', en su origen, nombre aplicado por los
    antiguos griegos a los hombres eruditos, tales como los Siete
    Sabios de Grecia; en el siglo V a.C., nombre que se daba a los
    maestros itinerantes que proporcionaban instrucción en
    diversas ramas del conocimiento a cambio de unos honorarios
    convenidos con antelación.

    Personas que compartían puntos de vista
    filosóficos mucho más amplios que los de una
    escuela, los sofistas popularizaron las ideas de varios
    filósofos anteriores; pero, basándose en su
    interpretación de ese pensamiento filosófico
    anterior, casi todos ellos concluyeron afirmando que la verdad y
    la moral eran
    en esencia materias opinables. Así, en sus propias
    enseñanzas tendían a enfatizar formas de
    expresión persuasivas, como el arte de la
    retórica, que facilitaba a los discípulos técnicas
    útiles para alcanzar el éxito
    en la vida, en especial en la vida pública.

    Los sofistas gozaron de popularidad durante un tiempo,
    sobre todo en Atenas; sin embargo, su escepticismo de la verdad
    absoluta y la moral
    suscitó a la postre fuertes críticas.
    Sócrates, Platón y Aristóteles pusieron en
    tela de juicio los fundamentos filosóficos de las
    enseñanzas de los sofistas. Platón y
    Aristóteles les censuraron por aceptar dinero.
    Más tarde, fueron acusados por el Estado de carecer de
    moral. Como consecuencia, la palabra sofista adquirió un
    significado despectivo, al igual que el moderno término
    sofisma, que puede ser definido como astuto y engañoso o
    como argumentación o razonamiento falsos.

    La Famosa máxima de Protágoras, uno de los
    sofistas más importantes, "el hombre es
    la medida de todas las cosas, es representativa de la actitud
    filosófica de esta escuela. Su componentes
    mantenían que los individuos tienen el derecho de juzgar
    por sí mismos todos los asuntos; negaban la existencia de
    un conocimiento objetivo en el que se supone que todo el mundo
    debe creer, mantuvieron que la ciencia
    natural y la teología tienen poco o ningún valor, porque
    carecen de relevancia en la vida diaria, y declararon que las
    reglas éticas sólo tenían que asumirse
    cuando convienen al propio interés.

    Sócrates
    Sócrates nació en 470/469 a.C. Su padre,
    Sofronisco, era escultor; su madre, Fenarete, era comadrona.
    Quizás, al principio tuvo el mismo trabajo que su padre,
    pero después lo dejó y dedicó su vida a la
    investigación filosófica. Muchas
    veces pidió dinero a sus amigos. Se casó con
    Santippe, que fue una mujer de muy mal
    humor, ya de tradición: alguien ha pensado que
    Sócrates siempre estaba en público no para
    filosofar, sino para estar alejado de su mujer y sus lecciones.
    Parece que Sócrates era capaz de hacer razonar a todo el
    mundo, excepto a Santippe. Tuvieron tres hijos. Sócrates
    nunca se fue de Atenas, excepto para ir a la guerra. De hecho, en
    432 estuvo en expedición militar contra Potidea y durante
    la lucha salvó a Alcibíades, que fue herido
    luchando. En 424 estuvo en la guerra con Lachete en Delio, cuando
    los soldados de Atenas se retiraron a causa de los Beocianos. En
    421 estuvo en la guerra en Anfípoli. En 406, conforme con
    la ley de
    rotación de oficios, participó en el Concilio con
    el encargo de seleccionar problemas para
    después presentarlos en la asamblea. Se puso contra la
    propuesta ilegal de perseguir a todos los generales vencedores a
    las Islas Arginusas, por no haber salvado a personas
    después de un naufragio. Por esta presa de posición
    Sócrates discordaba con el partido democrático. En
    404, cuando tenía el poder la oligarquía, se
    negó a encarcelar a Leone de Salamina, una persona que
    estaba en contra de la oligarquía. En 403, restaurada la
    democracia garantizando pues la amnistía, Sócrates
    continuó siendo contrario al nuevo orden, también
    porque había sido amigo de Alcibíades y Crizia. En
    399, Meleteo presentó la incriminación contra
    Sócrates; y Licone y Anito, – este último fue uno
    de los personajes más importantes de la democracia
    restaurada -, también le acusaron. La acusa era la
    siguiente: "Sócrates es culpable por no reconocer a los
    dioses de la ciudad y por introducir nuevos. Además es
    culpable por corromper a la juventud.
    Pedimos la pena de
    muerte." Los acusadores, probablemente, espectaron que
    Sócrates fuese enviado al exilio, como sucedió con
    Protágora o Anasságora, pero Sócrates no
    abandonó la ciudad y fue ejecutado. La mayoría de
    los jueces votaron a favor de la pena de muerte:
    Sócrates fue matado con veneno. Podemos poner a
    Sócrates en el tiempo de los Sofistas (aunque él
    estaba en contra de los sofistas) porque, igual que a los
    sofistas, a Sócrates le importaban la moral y los
    problemas humanos, dejando aparte la búsqueda del origen y
    de la cosmogonía. Sócrates no escribió nada,
    pero podemos reconstruir su pensamiento utilizando otros autores.
    Hay cuatro autores importantes que escribieron sobre él:
    1) Platón 2) Jenofonte 3) Aristóteles 4)
    Aristófanes. 1) Platón es seguramente el autor
    más fiable. Era un discípulo suyo y
    compartió su opinión sobre la filosofía.
    Para Sócrates y Platón , la filosofía era
    una búsqueda continua. Sócrates es el personaje
    principal en "Los Diálogos" de Platón , y cuando
    hayan matado a Sócrates, Platón quedará tan
    perturbado que abandonará el mundo político. 2)
    Jenofonte es el autor más aburrido y banal. Para
    él, Sócrates es un ciudadano fiel a la
    tradición, que realmente representa los valores,
    es sabio y quiere que sus ciudadanos estén bien. Honra a
    los dioses y su propia ciudad. Tenemos que especificar
    más: Jenofonte era un gran general, sin temor de nada y
    muy valiente, pero no era ningún genio. Sus trabajos no
    son interesantes, sino aburridos y banales. Jenofonte
    había estado en la guerra, junto a Sócrates, y dice
    que Sócrates era muy valiente y aguantaba todo
    (caminó descalzo sobre el hielo). A Jenofonte no le
    interesaba la filosofía y habló a Sócrates
    sólo de argumentos militares. Esto nos ayuda a entender
    que Sócrates adecuó su lenguaje
    según a quien iba dirigido. Habló de
    filosofía con un filósofo, de la guerra con un
    general. 3) Por mucho tiempo, el testimonio de Aristóteles
    fue considerado como el más fiable, porque presenta a un
    Sócrates sin significados simbólicos;
    Aristóteles da una opinión sin perjuicios de
    Sócrates. Pero el testimonio de Aristóteles tiene
    unos límites: es menos "artístico" y es el
    único testimonio de una persona no contemporánea a
    Sócrates. En el testimonio de Aristóteles ,
    Sócrates parece ser un robot: su filosofía no habla
    en público, sino que razona por si misma. 4)
    Aristófanes es el más contemporáneo a
    Sócrates: habla de un Sócrates joven (de unos 40
    años). Hay que tener presente que Aristófanes era
    un autor, así que el Sócrates del cual habla
    está lleno de aspectos sarcásticos. En "Las Nubes",
    escritas por Aristófanes, Sócrates es un sofista
    que quiere estudiar la naturaleza ( en verdad él era lo
    opuesto ) y que tiene su cabeza en las nubes. Aristófanes
    es el único que presenta a un Sócrates negativo
    (fue uno de sus acusadores). Realmente, Aristófanes no
    quiso despreciar a Sócrates o burlarse de él por
    puro resentimiento. Era un autor y hizo su trabajo: hacer
    reír a la gente. En verdad no quiso burlarse solamente de
    Sócrates, sino de todos los filósofos. Con todo, el
    testimonio de Platón es el mejor y utilizamos los
    demás sólo como soporte. Platón realmente
    conoció muy bien a Sócrates y él mismo era
    un gran filósofo. El límite del testimonio de
    Platón es el siguiente: Platón era un gran
    filósofo y no podía limitarse a simplemente repetir
    las sentencias de Sócrates. Platón hizo decir a
    Sócrates cosas que en verdad éste no había
    dicho. Platón , al envejecerse, tendía a hacer
    decir a Sócrates frases que en verdad no dijo.
    Afortunadamente, Platón escribió "Apología"
    cuando aún era joven, así hizo decir a
    Sócrates cosas que realmente dijo. En "Apología"
    describe el juicio en el que se pidió la pena de muerte
    para Sócrates. En esta obra realmente sale la diferencia
    entre Sócrates y los sofistas. Los sofistas hicieron
    discursos
    grandiosos, pero completamente carentes de verdad. Sólo
    les importó hablar bien y causar algún efecto a la
    gente que les escuchaba. Para Sócrates, la cosa más
    importante era la verdad : dice de no ser bueno en replicar a los
    sofistas y a sus discursos grandiosos ( y falsos).
    Sócrates, aunque no haga discursos grandiosos, dice la
    verdad. Platón seguirá criticando a los sofistas.
    Sócrates, para defenderse en el juicio, no hace
    ningún discurso (como
    los sofistas), pero inicia un diálogo
    basado en ataque y parada: justamente de los diálogos sale
    la verdad. El estilo retórico de Sócrates es pobre,
    árido y bastante familiar y él formula los
    diálogos de acuerdo con la gente con la que está
    hablando. El inicio del diálogo de Sócrates se
    llama "ironía socrática", que es
    autodisminución: "Yo no sé, pero tu sabes."
    "Apología" empieza así: Sócrates pregunta
    "¿Qué es x?" y el interlocutor se cae en la trampa
    y responde, sintiéndose mejor que Sócrates.
    Sócrates, como dijimos cuando hablábamos de
    Jenofonte, sólo discute temas que el interlocutor conoce.
    Por ejemplo, si habla a un general, preguntará:
    "¿Qué es coraje?" El interlocutor
    responderá: "Coraje significa no ceder." Pues
    Sócrates dirá que esto no es coraje, sino locura.
    Esta crítica incita al interlocutor a darle otra
    respuesta, una mejor organizada. Este juego puede
    continuar durante mucho más tiempo y, quizás, a
    veces nunca acaba. Este método se llama mayéutica.
    Sócrates dijo que hacía él el mismo trabajo
    que su madre, que fue comadrona: ella hizo parir a mujeres,
    él a almas. Igual que comadronas controlan si los niños
    están bien, Sócrates controla si las ideas,
    definiciones, estén buenas. Algunos interlocutores no eran
    muy inteligentes y no reconocieron sus propios errores,
    así, a veces, preferían evitar a Sócrates.
    Un interlocutor llamó a Sócrates "torpedo" , porque
    una cita con Sócrates puede disparatar: Sócrates es
    capaz de anular los conceptos del interlocutor convencido de
    saber, que al final da señales de no saber nada.
    Sócrates se compara con una mosca, que consigue provocar a
    un caballo. Estimula a los hombres a razonar. Sócrates
    (utilizando la "ironía socrática") dice que no sabe
    nada y que los sofistas lo saben todo; que quizás la educación que
    él da no sirva para nada y que la verdadera sea la
    educación
    sofista. Las acusaciones falsas contra Sócrates empezaron
    cuando él mismo se nombró "sabio", porque el
    Oráculo de Delfos le había dicho que él era
    el hombre más sabio del mundo. Primero no creyó en
    el Oráculo pensando que era imposible. Así
    empezó yendo por toda Atenas en busca de gente que se
    consideraba realmente sabia: políticos, poetas y
    artesanos. Sócrates entendió que todas las clases
    creían de saber, pero en verdad no sabían nada. Los
    políticos eran los peores, no porque eran políticos
    (Sócrates mismo fue una especie de político), sino
    porque no fueron capaces de enseñar sus conocimientos: una
    persona realmente sabia ha de explicar su conocimiento. Hasta los
    mejores políticos (como Pericles) no eran capaces de hacer
    esto (dice Sócrates). Lo mismo valía para los
    poetas, que a partir de Homero estaban
    muy bien considerados: todo el mundo pensaba que eran sabios y
    capaces de enseñarlo todo a la juventud. Sócrates
    los corrigió porque decían estupideces y porque no
    eran sabios: su conocimiento no era real, era un tipo de "locura
    inspirada". Dios hablaba a la gente a través de sus bocas.
    Los artesanos eran los mejores, porque, con todo, fueron capaces
    de hacer algo realmente útil para la comunidad. Su
    conocimiento era práctico, podían producir algo
    material. Eran competentes en su sector, pero pensaban que eran
    competentes en todo. Pecaban de presunción porque pensaban
    de tener un conocimiento universal e ilimitado. Además
    actuaban sin razonamiento y reflexión. Sócrates
    entendió que el Oráculo de Delfos había
    dicho la verdad: él era el hombre más sabio del
    mundo, aunque él sabía que no sabía nada. No
    paró de buscar la verdad: la misma conciencia de su
    conocimiento propulsó a Sócrates a buscar la
    verdad. Los acusadores decían que Sócrates
    corrompió a la juventud y que los empeoró.
    Sócrates decía que no tenia motivo para hacer esto.
    De hecho, si corrompiera a la juventud, viviría en un
    mundo lleno de gente estúpida. Hay que tener presente el
    tal llamado "intelectualísimo ético" de
    Sócrates: de acuerdo con Sócrates, nadie puede
    hacer el mal cuando realmente sabe de hacerlo; nadie puede hacer
    el mal voluntariamente. Un ladrón roba dinero pensando de
    hacer bien, es un error intelectual. Así, Sócrates
    evidentemente trabaja para el bien de su ciudad. Sócrates
    ha encontrado el concepto moderno de "alma". En un primer tiempo,
    "alma" significaba "soplo vital"; después significaba
    "imagen en los
    Hades", un tipo de menor existencia. De acuerdo con el orfismo,
    significaba "demonio". A partir de Sócrates, el "alma" se
    ha convertido en nuestra propia personalidad:
    nos identificamos con nuestra alma. Según Sócrates,
    podemos subdividir el bien y el mal en tres categorías: a)
    del alma, b) del cuerpo y c) del externo. El cuerpo es
    herramienta y cárcel para el alma. Dinero, por ejemplo, es
    un bien externo. A veces, Sócrates (y Platón )
    parece rechazar el bien para el cuerpo, el bien material,
    prefiriendo el bien para el alma; pero, a veces, parece que
    acepte ambos. A Sócrates, por ejemplo, le gustaba el vino.
    Esta ambigüedad entre los bienes para el
    cuerpo y para el alma puede ser explicada diciendo que todo tipo
    de bienes es bueno hasta que éstos no se contrasten: la
    búsqueda del placer físico se convierte en mal
    cuando lo situamos antes del placer intelectual. Esto vale
    también para las relaciones entre el cuerpo y el alma.
    Sócrates y Platón no odian al cuerpo: lo aprecian,
    porque trabaja para el alma. Es muy interesante la opinión
    de Sócrates sobre la injusticia: según él,
    ésta no daña a quien la sufre, sino a quien la
    hace. De hecho, la justicia da
    una sensación de placer y quien es injusto, pierde este
    placer; quien sufre injusticia sigue notando esta
    sensación de placer. Lo mismo dice Platón .
    Sócrates dice que no sabe qué es lo que haya
    después de la muerte (
    Platón dirá que él es capaz de probar la
    existencia de una vida después de la muerte).
    Sócrates no cree que, si tú llevaras una vida
    virtuosa, te darían un premio: ya has recibido un premio
    llevando una vida virtuosa: la felicidad que sientes porque eres
    justo ya es un tipo de premio. Sócrates dice que
    podría existir una vida después de la muerte, pero
    no es capaz de demostrarlo. Entre las acusaciones contra
    Sócrates hubo las siguientes: ateismo e impiedad. De
    hecho, Sócrates creía en demonios y los
    denominó "hijos de Dioses". Demostró que la
    acusación era falsa: de hecho, si fuesen hijos de Dioses,
    sería natural que Sócrates hubiera creído en
    Dioses: si existe un hijo (demonio), también tiene que
    haber un padre y una madre (Dioses). ¿Pero qué era
    el demonio ? Existen dos evidencias diferentes: Platón
    dice que es una especie de ángel guardián, una
    conciencia personal, que se
    presenta cada vez que Sócrates iba a cometer un error:
    sería como un tipo de "ayuda privilegiada". Sólo
    gente honesta la tiene. Es un regalo divino. Es como Dios tomara
    parte en la vida humana. Por otra parte, Jenofonte dice que el
    demonio era una entidad que incitó a Sócrates para
    actuar en determinadas formas. Para Sócrates, lo
    importante no era vivir, sino que vivir bien : cuando nuestra
    alma es justa, sana, pues nos sentimos bien. Mucha gente se dio
    cuenta de que en verdad los acusadores de Sócrates no
    quisieron que le condenaran a muerte, sino que sólo
    querían asustarlo. Pero Sócrates no aceptó
    ser asustado: era su destino ir por Atenas y hacer razonar a la
    gente. Para Sócrates, vivir bien significaba hacer esto; y
    no negar de ser culpable significaba una cosa: no hacer perder
    valor a su vida. De todas formas, era viejo y sólo le
    quedaban pocos años para vivir. Para él era mejor
    ser matado que dejar sus ideales. Mientras la búsqueda de
    Platón será proyectada en una otra
    dimensión, la de Sócrates está atada al
    mundo terrestre. Su misión en
    la vida era hacer que toda la gente entendiese qué estaba
    haciendo y por qué. Sócrates rechazó la
    política (igual que Platón ): de hecho, tuvo
    problemas con ella. En un primer tiempo, los oligarquiotas
    estuvieron contra él, después los
    demócratas. Sus acusadores, que le condenaron a muerte,
    eran demócratas: la acusación, en parte, fue una
    acusación política. De hecho, Sócrates era
    aristócrata y los demócratas quisieron castigarle.
    Aunque tuvo muchos problemas con la política, no quiso
    abolirla. Antes de ser matado, Sócrates fue ayudado para
    evadirse de la cárcel, pero se negó hacerlo: de
    hecho, él realmente observaba las leyes, a las que nunca
    se debería desobedecer. Una ley puede ser criticada, pero
    no violada: cuando una ley es injusta (según
    Sócrates), no debes desobedecerle, sino que tienes que
    emprender algo para que se cambie. Sócrates dijo que fue
    su deber hacer cambiar esta ley, y era correcto morir porque no
    había sido capaz de cambiarla. La gente de Atenas
    pensó que se había deshecho de Sócrates
    matándole, pero en verdad, para realmente deshacerse de
    él, tendrían que haberle matado de forma
    "filosófica", vencerle con palabras. Quisieron asustar a
    Sócrates, pero consiguieron lo contrario: de hecho,
    Platón , determinado para convertirse en político,
    fue molestado por lo que le había pasado a
    Sócrates, y se dedicó a la filosofía. El
    final de "Apología" es muy famoso: Sócrates habla a
    sus discípulos antes de ser matado: "Ha llegado la hora de
    marchar. Yo iré hacia la muerte, y vosotros vais hacia la
    vida. Quién de nosotros ande a una destinación
    superior es oscuro para todos: no para mi Dios." En "Simposio",
    escrito por Platón , Alcibíades dice que
    Sócrates no se parece a ningún hombre del pasado ni
    del presente: es un personaje nuevo. No está interesado en
    política, pero no la odia; no rechaza a los partidos, pero
    no se identifica con ellos (en "Simposio", todos los invitados se
    duermen, excepto Sócrates). Consideremos ahora la
    técnica discursiva de Sócrates: la
    refutación es la técnica para demostrar cuanto
    inconsistente sea el saber de los interlocutores. Pero para
    llegar a este punto, hay que empezar por el método del
    ataque – parada, o sea, el método de pregunta y respuesta.
    "Qué es la justicia?" puede ser el punto de partida.
    Preguntando esto o algo parecido significa preguntar por la
    definición de la justicia (en este caso) y hay que sea
    válida para todos los casos particulares a la vez. En este
    sentido, la búsqueda de Sócrates fue interpretada
    por Aristóteles como la búsqueda por lo universal
    dentro del ámbito de los problemas y conceptos morales.
    Parece que los interlocutores de Sócrates no eran capaces
    de dar la respuesta exacta, o porque concedían poco valor
    al mismo Sócrates (quien les decía de ser inferior
    a ellos) o porque respondían por casos particulares en vez
    de dar la definición universal. Ya hemos puesto el ejemplo
    de la pregunta: "Qué es el coraje?" La respuesta "Es el no
    retirarse nunca" es errónea, igual que la de "Es el atacar
    a l'enemigo": de hecho, podemos ser valientes también con
    afrontar una enfermedad o un examen. Una definición exacta
    tiene que cubrir todos los casos posibles . En su función
    negativa, el método del ataque – parada es una especie de
    refutación, eso es, la demostración de la falsedad
    o contradicción de las respuestas dadas por el
    interlocutor. Los efectos de este método son comparables
    con los de un torpedo acuático que deja petrificado a
    quien toca. Podemos reaccionar contra la refutación
    rechazándola, como hicieron algunos interlocutores de
    Sócrates. Pero si la aceptamos, ella nos puede liberar de
    opiniones erróneas que tenemos sobre diferentes
    argumentos; es una especie de purificación. La
    situación resultante de la refutación se llama
    "aporía", una situación sin vía de escape.
    Consiste en entender que todos los tentativos de responder a una
    cierta pregunta nos han llevado a un callejón sin salida.
    Pero en esta nueva situación, liberados de todo saber
    falso y especialmente liberados de todo tipo de
    presunción, podemos dedicarnos a buscar el saber
    verdadero, intentando nuevas vías que podrían
    llevarnos hacia este saber. Así, el método de la
    pregunta – respuesta tiene una función positiva, que se
    compara con la función de la "Mayéutica", capaz de
    hacer parir la verdad a toda persona mediante preguntas
    construidas debidamente: de hecho, cada persona lleva en
    sí misma la verdad. Sócrates procura continuar
    hasta que sus interlocutores admitan un punto fundamental: para
    hacer el bien, es decir, para actuar virtudosamente dentro de un
    ámbito determinado, es necesario que uno tenga el saber
    que le llevará a este bien. Sócrates llega a esta
    conclusión por la analogía con las técnicas:
    un buen artesano, capaz de hacer su trabajo, tiene el saber que
    le lleva a este resultado. Lo mismo vale en el ámbito
    ético-político: es el punto esencial de la tesis
    famosa de que virtud es ciencia. Primeramente, alguno que sabe
    qué es el bien y cuál es el bien para él
    mismo, no puede evitar de hacer el bien. El bien tiene una
    fuerza de
    atracción muy grande. Esto no significa que
    Sócrates no reconociera la importancia de las pasiones y
    de las emociones, sino
    que en cualquier ámbito de la vida humana el único
    instrumento para llevar a un comportamiento
    bueno es el saber. No hay que confundir la posición de
    Sócrates con formas del rigorismo ascético. Al
    contrario, es una forma de hedonismo, porque su objetivo
    fundamental es la búsqueda de la felicidad ( en griego,
    "eudaimonia"). Este saber es capaz de valorar los placeres,
    considerando las consecuencias buenas o malas que puedan resultar
    de ellos. Éste es el saber del cual Sócrates dice
    de no tenerlo, y por este motivo sigue buscándolo.
    Así, non tiene sentido distinguir las diferentes virtudes
    una de las otras: la virtud es una sola, igual que el saber donde
    se condensan: saber qué es el bien y qué es el
    mal.

    Platón
    Nació en el seno de una familia
    aristocrática en Atenas. De joven, Platón tuvo
    ambiciones políticas
    pero se desilusionó con los gobernantes de Atenas.
    Más tarde se proclamó discípulo de
    Sócrates, aceptó su filosofía y su forma
    dialéctica de debate: la
    obtención de la verdad mediante preguntas, respuestas y
    más preguntas. Platón fue testigo de la muerte de
    Sócrates en el año 399 a.C. En el año 387
    Platón fundó en Atenas la Academia,
    institución a menudo considerada como la primera universidad
    europea. Ofrecía un amplio plan de estudios,
    que incluía materias como: astronomía, biología, matemáticas, teoría política
    y filosofía. Aristóteles fue su alumno más
    destacado. Pasó los últimos años de su vida
    dando conferencias en la Academia y escribiendo.
    Murió próximo a los 80 años en Atenas en el
    año 348 o 347 a.C.

    Obra
    Los escritos de Platón adoptaban la forma de
    diálogos, donde se exponían ideas
    filosóficas, se discutían y se criticaban en el
    contexto de una conversación o un debate en el que
    participaban dos o más personas. El primer grupo de
    escritos de Platón incluye 35 diálogos y 13
    cartas.

    Primeros Diálogos
    Los diálogos se pueden dividir en tres etapas de
    composición.
    La primera representa el intento que hizo Platón de
    comunicar la filosofía y el estilo dialéctico de
    Sócrates. Sócrates se encuentra con alguien que
    dice saber mucho, manifiesta ser ignorante y pide ayuda al que
    afirma saber. Sin embargo, conforme Sócrates empieza a
    hacer preguntas, se hace patente que quien se dice sabio
    realmente no sabe lo que afirma saber y que Sócrates
    aparece como el más sabio de los dos personajes porque,
    por lo menos, él sabe que no sabe nada.

    Ese conocimiento, por supuesto, es el principio de la
    sabiduría.

    Dentro de este grupo de diálogos se
    encuentran:

    • Cármides (un intento por definir la
      templanza)
    • Lisis (una discusión sobre la amistad)
    • Laques (una búsqueda del significado del
      valor)
    • Protágoras (una defensa de la tesis de que la
      virtud es conocimiento y que es posible aprenderla)
    • Eutifrón (una consideración sobre la
      naturaleza de la piedad)
    • y el libro I de La República (una
      discusión sobre la justicia).

    Diálogos intermedios y últimos
    Los diálogos de los periodos intermedio y último de
    la vida de Platón reflejan su propia evolución
    filosófica.
    Las ideas de esas obras se atribuyen al propio Platón,
    aunque Sócrates sigue siendo el personaje principal en
    muchos diálogos.
    Los escritos del periodo intermedio abarcan los de:

    • Gorgias (una reflexión sobre distintas
      cuestiones éticas)
    • Menón (una discusión sobre la
      naturaleza del conocimiento)
    • Apología (la defensa que hizo Sócrates
      de sí mismo durante el juicio en el que fue acusado de
      ateísmo y corrupción de la juventud
      ateniense)
    • Crátilo (la defensa de Sócrates de la
      obediencia a las leyes del Estado)
    • Fedro (escena de la muerte de Sócrates, en la
      que discute sobre la teoría de las ideas, la naturaleza
      del alma y la cuestión de la inmortalidad)
    • El Banquete (destacada realización
      dramática de Platón que contiene varios discursos
      sobre la belleza y el amor)
    • y La República (máxima obra
      filosófica de Platón, que es una detallada
      discusión sobre la naturaleza de la
      justicia).

    Trabajos del último período se
    encuentran:

    • Teeteto (una negación de que el
      conocimiento tiene que ser identificado con el sentido de
      percepción)
    • Parménides (una evaluación crítica de la
      teoría de las ideas)
    • Sofista (una reflexión posterior sobre las
      ideas o las formas)
    • Filebo (discusión sobre la relación
      entre el placer y el bien)
    • Timeo (ideas de Platón sobre las ciencias
      naturales y la cosmología)
    • y Leyes (un análisis más práctico de
      las cuestiones políticas y sociales).

    Pensamiento
    Platón estaba persuadido de que el conocimiento se puede
    alcanzar.
    También estaba convencido de dos características
    esenciales del conocimiento:

    1. Primera, el conocimiento debe ser certero e
      infalible
    2. Segunda, el conocimiento debe tener como objeto lo
      que es en verdad real en contraste con lo que lo es sólo
      en apariencia.

    Ya que para Platón lo que es real tiene que ser
    fijo, permanente e inmutable, identificó lo real con la
    esfera ideal de la existencia en oposición al mundo
    físico del devenir.

    Una consecuencia de este planteamiento fue el rechazo de
    Platón del empirismo, la
    afirmación de que todo conocimiento se deriva de la
    experiencia.
    Pensaba que las proposiciones derivadas de la
    experiencia tienen, a lo sumo, un grado de probabilidad. No
    son ciertas. Más aun, los objetos de la experiencia son
    fenómenos cambiantes del mundo físico, por lo tanto
    los objetos de la experiencia no son objetos propios del
    conocimiento.

    La teoría del
    conocimiento de Platón se expone en La
    República, en concreto en su
    discusión sobre la imagen de la línea divisible y
    el mito de la
    caverna.

    En la primera, Platón distingue entre dos niveles
    de saber: opinión y conocimiento.
    Las declaraciones o afirmaciones sobre el mundo físico o
    visible, incluyendo las observaciones y proposiciones de la
    ciencia, son sólo opinión. Algunas de estas
    opiniones están bien fundamentadas y otras no, pero
    ninguna de ellas cuenta como conocimiento verdadero.

    El punto más alto del saber es el conocimiento,
    porque concierne a la razón en vez de a la experiencia. La
    razón, utilizada de la forma debida, conduce a ideas que
    son ciertas y los objetos de esas ideas racionales son los
    universales verdaderos, las formas eternas o sustancias que
    constituyen el mundo real.

    Aristóteles
    Aristóteles (384-322 a.C.), filósofo y
    científico griego, considerado, junto a Platón y
    Sócrates, como uno de los pensadores más destacados
    de la antigua filosofía griega y posiblemente el
    más influyente en el conjunto de toda la filosofía
    occidental.

    Nació en Estagira (actual ciudad griega de
    Stavro, entonces perteneciente a Macedonia), razón por la
    cual también fue conocido posteriormente por el apelativo
    de El Estagirita. Hijo de un médico de la corte real, se
    trasladó a Atenas a los 17 años de edad para
    estudiar en la Academia de Platón. Permaneció en
    esta ciudad durante aproximadamente 20 años, primero como
    estudiante y, más tarde, como maestro. Tras morir
    Platón (c. 347 a.C.), Aristóteles se
    trasladó a Assos, ciudad de Asia Menor en la que gobernaba
    su amigo Hermias de Atarnea. Allí contrajo matrimonio con
    una pariente de éste (posiblemente su sobrina o su hija),
    llamada Pitias, y actuó como su consejero. Tras ser
    capturado y ejecutado Hermias por los persas (345 a.C.),
    Aristóteles se trasladó a Pela, antigua capital de
    Macedonia, donde se convirtió en tutor de Alejandro
    (más tarde Alejandro III el Magno), hijo menor del rey
    Filipo II. En el año 336 a.C., al acceder Alejandro al
    trono, regresó a Atenas y estableció su propia
    escuela: el Liceo. Debido a que gran parte de las discusiones y
    debates se desarrollaban mientras maestros y estudiantes
    caminaban por su paseo cubierto, sus alumnos recibieron el nombre
    de peripatéticos. La muerte de Alejandro (323 a.C.)
    generó en Atenas un fuerte sentimiento contra los
    macedonios, por lo que Aristóteles se retiró a una
    propiedad
    familiar situada en Calcis, en la isla de Eubea, donde
    falleció un año más tarde.

    Obras
    Al igual que Platón en sus primeros años en la
    Academia, Aristóteles utilizó muy a menudo la forma
    dialogada de razonamiento, aunque, al carecer del talento
    imaginativo de Platón, esta modalidad de expresión
    no fue nunca de su pleno agrado. Si se exceptúan escasos
    fragmentos mencionados en las obras de algunos escritores
    posteriores, sus diálogos se han perdido por completo.
    Aristóteles escribió además algunas notas
    técnicas, como es el caso de un diccionario de
    términos filosóficos y un resumen de las doctrinas
    de Pitágoras; de estos apuntes sólo han sobrevivido
    algunos breves extractos. Lo que sí ha llegado hasta
    nuestros días, sin embargo, son las notas de clase que
    Aristóteles elaboraba para sus cursos,
    delimitados con gran esmero y que cubrían casi todos los
    campos del saber y del arte. Los textos en los que descansa la
    reputación de Aristóteles se basan en gran parte en
    estas anotaciones, que fueron recopiladas y ordenadas por sus
    editores posteriores.

    Entre sus textos existen tratados de
    lógica, llamados en conjunto Organon
    (‘instrumento’), ya que proporcionan los medios con los
    que se ha de alcanzar el conocimiento positivo. Entre las obras
    que tratan de las ciencias
    naturales está la Física, que recoge amplia
    información sobre astronomía,
    meteorología, botánica y zoología. Sus escritos
    sobre la naturaleza, el alcance y las propiedades del ser, que
    Aristóteles llamó "filosofía primera",
    recibieron el nombre de Metafísica en la primera
    edición de sus obras (c. 60 a.C.), debido a que en dicha
    edición aparecían tras la Física. A su hijo
    Nicómaco dedicó su obra sobre la
    ética, llamada Ética a Nicómaco. Otros
    escritos aristotélicos fundamentales son Retórica,
    Poética (que se conserva incompleta) y Política
    (también incompleta).

    Métodos
    Frente a la importancia que Platón concedió a las
    matemáticas, la filosofía de Aristóteles
    hizo hincapié en la biología, quizá debido a
    la influencia que sobre él ejerció la
    profesión de su padre. Para Aristóteles, el mundo
    estaba compuesto por individuos (sustancias) que se presentaban
    en tipos naturales fijos (especies). Cada individuo cuenta con un
    patrón innato específico de desarrollo y
    tiende en su crecimiento hacia la debida autorrealización
    como ejemplo de su clase. El crecimiento, la finalidad y la
    dirección son, pues, aspectos innatos a la
    naturaleza, y aunque la ciencia estudia los tipos generales,
    éstos, según Aristóteles, encuentran su
    existencia en individuos específicos. La ciencia y la
    filosofía deben, por consiguiente, no limitarse a escoger
    entre opciones de una u otra naturaleza, sino equilibrar las
    afirmaciones del empirismo (observación y experiencia sensorial) y el
    formalismo (deducción racional).

    Una de las aportaciones características de la
    filosofía de Aristóteles fue la nueva noción
    de causalidad. Los primeros pensadores griegos habían
    tendido a asumir que sólo un único tipo de causa
    podía ser explicatoria; Aristóteles propuso cuatro.
    (El término que usa Aristóteles, aition,
    ‘factor responsable y explicatorio’, no es
    sinónimo de causa en el sentido moderno que posee esta
    palabra.)

    Estas cuatro causas son: la causa material (materia de
    la que está compuesta una cosa), la causa eficiente o
    motriz (fuente de movimiento, generación o cambio), la
    causa formal (la especie, el tipo o la clase) y la causa final
    (objetivo o pleno desarrollo de un individuo, o la función
    planeada de una construcción o de un invento). Así
    pues, un león joven está compuesto de tejidos y
    órganos, lo que constituiría la causa material; la
    causa motriz o eficiente serían sus padres, que lo
    crearon; la causa formal es su especie (león); la causa
    final es su impulso innato por convertirse en un ejemplar maduro
    de su especie. En contextos diferentes, las mismas cuatro causas
    se aplican de forma análoga. Así, la causa material
    de una estatua es el mármol en que se ha esculpido; la
    causa eficiente, el escultor; la causa formal, la forma que el
    escultor ha dado a la estatua (Hermes o Afrodita, por ejemplo); y
    la causa final, su función (ser una obra de
    arte).

    En todos los contextos, Aristóteles insiste en
    que algo puede entenderse mejor cuando se expresan sus causas en
    términos específicos y no en términos
    generales. Por este motivo, se obtiene más
    información si se conoce que un escultor realizó la
    estatua que si apenas se sabe que la esculpió un artista,
    y se obtendrá todavía más información
    si se sabe que fue Policleto el que la cinceló, que si tan
    sólo se conoce que fue un escultor no
    especificado.Aristóteles creía que su noción
    de las causas era la clave ideal para organizar el conocimiento.
    Sus notas de clases son una impresionante prueba de la fuerza de
    dicho esquema.

    Doctrinas
    En la siguiente exposición
    se pueden apreciar algunos de los principales aspectos de las
    doctrinas o teorías del pensamiento
    aristotélico.

    Física O Filosofía Natural
    En astronomía, Aristóteles propuso la existencia de
    un Universo esférico y finito que tendría a la
    Tierra como centro. La parte central estaría compuesta por
    cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. En su
    Física, cada uno de estos elementos tiene un lugar
    adecuado, determinado por su peso relativo o "gravedad
    específica". Cada elemento se mueve, de forma natural, en
    línea recta —la tierra hacia abajo, el fuego hacia
    arriba— hacia el lugar que le corresponde, en el que se
    detendrá una vez alcanzado, de lo que resulta que el
    movimiento terrestre siempre es lineal y siempre acaba por
    detenerse. Los cielos, sin embargo, se mueven de forma natural e
    infinita siguiendo un complejo movimiento circular, por lo que
    deben, conforme con la lógica, estar compuestos por un
    quinto elemento, que él llamaba aither, elemento superior
    que no es susceptible de sufrir cualquier cambio que no sea el de
    lugar realizado por medio de un movimiento circular. La
    teoría aristotélica de que el movimiento lineal
    siempre se lleva a cabo a través de un medio de resistencia es,
    en realidad, válida para todos los movimientos terrestres
    observables. Aristóteles sostenía también
    que los cuerpos más pesados de una materia
    específica caen de forma más rápida que
    aquellos que son más ligeros cuando sus formas son
    iguales, concepto equivocado que se aceptó como norma
    hasta que el físico y astrónomo italiano Galileo
    llevó a cabo su experimento con pesos arrojados desde la
    torre inclinada de Pisa.

    Biología
    En zoología, Aristóteles propuso un conjunto fijo
    de tipos naturales (especies), que se reproducen de forma fiel a
    su clase. Pensó que la excepción a esta regla la
    constituía la aparición, por generación
    espontánea (concepto que acuñó), de algunas
    moscas y gusanos "muy inferiores" a partir de fruta en
    descomposición o estiércol. Los ciclos vitales
    típicos son epiciclos: se repite el mismo patrón,
    aunque a través de una sucesión lineal de
    individuos. Dichos procesos son,
    por lo tanto, un paso intermedio entre los círculos
    inmutables de los cielos y los simples movimientos lineales de
    los elementos terrestres. Las especies forman una escala que
    comprende desde lo simple (con gusanos y moscas en el plano
    inferior) hasta lo complejo (con los seres humanos en el plano
    superior), aunque la evolución no es posible.

    Ética
    Aristóteles creía que la libertad de
    elección del individuo hacía imposible un
    análisis preciso y completo de las cuestiones humanas, con
    lo que las "ciencias prácticas", como la política o
    la ética, se llamaban ciencias sólo por
    cortesía y analogía. Las limitaciones inherentes a
    las ciencias prácticas quedan aclaradas en los conceptos
    aristotélicos de naturaleza humana y
    autorrealización. La naturaleza humana implica, para
    todos, una capacidad para formar hábitos, pero los
    hábitos formados por un individuo en concreto dependen de
    la cultura y de
    las opciones personales repetidas de ese individuo. Todos los
    seres humanos anhelan la "felicidad", es decir, una
    realización activa y comprometida de sus capacidades
    innatas, aunque este objetivo puede ser alcanzado por muchos
    caminos.

    La Ética a Nicómaco es un análisis
    de la relación del carácter y
    la inteligencia con la felicidad. Aristóteles
    distinguía dos tipos de "virtud" o excelencia humana:
    moral e intelectual. La virtud moral es una expresión del
    carácter, producto de los hábitos que reflejan
    opciones repetidas. Una virtud moral siempre es el punto medio
    entre dos extremos menos deseables. El valor, por ejemplo, es el
    punto intermedio entre la cobardía y la impetuosidad
    irreflexiva; la generosidad, por su parte, constituiría el
    punto intermedio entre el derroche y la tacañería.
    Las virtudes intelectuales, sin embargo, no están sujetas
    a estas doctrinas de punto intermedio. La ética
    aristotélica es una ética elitista: para él,
    la plena excelencia sólo puede ser alcanzada por el
    varón adulto y maduro perteneciente a la clase alta y no
    por las mujeres, niños, "bárbaros" (no griegos) o
    "mecánicos" asalariados (trabajadores manuales, a los
    cuales negaba el derecho al voto).

    Como es obvio, en política es posible encontrar
    muchas formas de asociación humana. Decidir cuál es
    la más idónea dependerá de las
    circunstancias, como, por ejemplo, los recursos
    naturales, la industria, las
    tradiciones culturales y el grado de alfabetización de
    cada comunidad. Para Aristóteles, la política no
    era un estudio de los estados ideales en forma abstracta, sino
    más bien un examen del modo en que los ideales, las leyes,
    las costumbres y las propiedades se interrelacionan en los casos
    reales. Así, aunque aprobaba la institución de la
    esclavitud,
    moderaba su aceptación aduciendo que los amos no
    debían abusar de su autoridad, ya
    que los intereses de amo y esclavo son los mismos. La biblioteca del
    Liceo contenía una colección de 158 constituciones,
    tanto de estados griegos como extranjeros. El propio
    Aristóteles escribió la Constitución de Atenas como parte de la
    colección, obra que estuvo perdida hasta 1890, año
    en que fue recuperada. Los historiadores han encontrado en este
    texto muy
    valiosos datos para
    reconstruir algunas fases de la historia ateniense.

    Lógica
    En lógica, Aristóteles desarrolló reglas
    para establecer un razonamiento encadenado que, si se respetaban,
    no producirían nunca falsas conclusiones si la
    reflexión partía de premisas verdaderas (reglas de
    validez). En el razonamiento los nexos básicos eran los
    silogismos: proposiciones emparejadas que, en su conjunto,
    proporcionaban una nueva conclusión. En el ejemplo
    más famoso, "Todos los humanos son mortales" y "Todos los
    griegos son humanos", se llega a la conclusión
    válida de que "Todos los griegos son mortales". La ciencia
    es el resultado de construir sistemas de
    razonamiento más complejos. En su lógica,
    Aristóteles distinguía entre la dialéctica y
    la analítica; para él, la dialéctica
    sólo comprueba las opiniones por su consistencia
    lógica. La analítica, por su parte, trabaja de
    forma deductiva a partir de principios que descansan sobre la
    experiencia y una observación precisa. Esto supone una
    ruptura deliberada con la Academia de Platón, escuela
    donde la dialéctica era el único método
    lógico válido, y tan eficaz para aplicarse en la
    ciencia como en la filosofía.

    Metafísica
    En su Metafísica, Aristóteles abogaba por la
    existencia de un ser divino, al que se describe como "Primer
    Motor",
    responsable de la unidad y significación de la naturaleza.
    Dios, en su calidad de ser
    perfecto, es por consiguiente el ejemplo al que aspiran todos los
    seres del mundo, ya que desean participar de la
    perfección. Existen además otros motores, como son
    los motores inteligentes de los planetas y las
    estrellas (Aristóteles sugería que el número
    de éstos era de "55 o 47"). No obstante, el "Primer Motor"
    o Dios, tal y como lo describe Aristóteles, no corresponde
    a finalidades religiosas, como han observado numerosos
    filósofos y teólogos posteriores. Al "Primer
    Motor", por ejemplo, no le interesa lo que sucede en el mundo ni
    tampoco es su creador. Aristóteles limitó su
    teología, sin embargo, a lo que él creía que
    la ciencia necesita y puede establecer.

    Influencia
    Tras la caída del Imperio romano
    las obras de Aristóteles se perdieron en Occidente.
    Durante el siglo IX, los estudiosos musulmanes introdujeron su
    obra, traducida al árabe, en el ámbito del islam. De estos
    pensadores que examinaron y comentaron la obra
    aristotélica, el más famoso fue Averroes,
    filósofo hispanoárabe del siglo XII. En el siglo
    XIII el Occidente latino renovó su interés por la
    obra de Aristóteles y santo Tomás de
    Aquino halló en ella una base filosófica para
    orientar el pensamiento cristiano, aunque su
    interpretación de Aristóteles fuera cuestionada en
    un principio por las instancias eclesiásticas. En las
    primeras fases de este redescubrimiento, la filosofía de
    Aristóteles fue tomada con cierto recelo, en gran parte
    debido a la creencia de que sus enseñanzas
    conducían a una visión materialista del mundo. Sin
    embargo, la obra de santo Tomás acabaría siendo
    aceptada, continuando más tarde la filosofía del
    escolasticismo la tradición filosófica fundamentada
    en la adaptación que santo Tomás hacía del
    pensamiento aristotélico.

    La influencia de la filosofía de
    Aristóteles ha sido general, contribuyendo incluso a
    determinar el lenguaje
    moderno y el denominado sentido común, y su concepto del
    "Primer Motor" como causa final ha tenido un importante papel dentro
    de la teología. Antes del siglo XX, decir lógica
    significaba en exclusiva hacer referencia a la lógica
    aristotélica. Hasta el renacimiento,
    e incluso después, tanto poetas como astrónomos
    ensalzaron el concepto aristotélico del Universo. El
    estudio de la zoología estuvo basado en la obra de
    Aristóteles hasta que, en el siglo XIX, el
    científico británico Charles Darwin
    cuestionó la doctrina de la inmutabilidad de las especies.
    En el siglo XX se ha producido una nueva apreciación del
    método aristotélico y de su relevancia para la
    educación, el análisis de las acciones
    humanas, la crítica literaria y el análisis
    político.

    No sólo la disciplina de
    la zoología, sino el mundo del saber en general, parece
    justificar el comentario realizado por Darwin, quien llegó
    a afirmar que los héroes intelectuales de su época
    "eran simples colegiales al lado del viejo
    Aristóteles".

    3.
    Helenismo

    Este periodo duro 300 años y esta compuesto por
    una sociedad
    universal donde la lengua y
    cultura griega
    jugaron un papel dominante. Los reinos helenísticos eran
    tres: Macedonia, Siria y Egipto. En
    este periodo se borraron las fronteras entre los distintos
    países y culturas, las cuales se mezclan en un crisol de
    ideas filosóficas, religiosas y científicas. Toda
    la región mediterránea también rendía
    culto a dioses orientales. Mucha gente se sentía insegura
    ante las visiones y conceptos de vida. Este periodo se
    caracterizo por la duda religiosa, la desintegración
    religiosa y el pesimismo. Una característica de las nuevas
    religiones era
    que solían tener teorías sobre como las personas
    podían salvarse de la muerte. La filosofía se
    movía cada vez mas hacia la salvación y el
    consuelo. La filosofía era poco original.
    Alejandría era el lugar de encuentro entre oriente y
    occidente. Mientras que Atenas continuo siendo la capital de la
    filosofía Alejandría se convirtió en el
    centro de la filosofía.

    Los Cínicos
    Esta filosofía fue fundada por Antístenes en Atenas
    alrededor del año 400 a. C. Los cínicos sostienen
    que la verdadera felicidad no depende de cosas externas como el
    lujo, el poder político o la buena salud. La verdadera
    felicidad no depende de cosas fortuitas y por lo tanto puede ser
    lograda por todos. Además no puede perderse cuando ya se
    ha conseguido. Él más famoso de los cínicos
    fue Diógenes quien vivía en un tonel y no
    poseía mas que un bastón, una capa y una bolsa de
    pan. Los cínicos opinaban que el ser humano no tenia que
    preocuparse por su salud. Ni siquiera el sufrimiento y la muerte
    debían dar lugar a la preocupación. De la misma
    manera tampoco debía preocuparse por el sufrimiento de los
    demás.

    Los Estoicos
    La filosofía estoica fue creada por Zenón en Atenas
    alrededor del año 300 a. C.
    Los estoicos opinaban que todos los seres humanos formaban parte
    de la misma razón universal. Pensaban que cada ser humano
    es como un mundo en miniatura, un "microcosmos", que a su vez es
    reflejo del "macrocosmos".
    Los estoicos sostienen la idea de que existe un derecho
    universal, el llamado "derecho
    natural"; y que este derecho era aplicable a todo el
    mundo.
    Los estoicos borraron la diferencia entre el individuo y el
    universo, también rechazaron la idea de un antagonismo
    entre espíritu y materia. Según ellos solo hay
    naturaleza, esto se llama "monismo". Contribuyeron a promocionar
    la cultura y la filosofía griegas en Roma y, en
    particular Cicerón quien formula el concepto de humanismo, es
    decir esa idea que coloca al individuo en el centro.
    Los estoicos subrayaron además que la enfermedad y la
    muerte, siguen las inquebrantables leyes de la naturaleza. Por lo
    tanto el ser humano ha de conciliarse con su destino.

    Los Epicúreos
    Aristipo, quien era un alumno de Sócrates, pensaba que la
    meta de la vida era conseguir el máximo placer sensual.
    "El mayor bien es el deseo, el mayor mal es el dolor". Él
    quiso desarrollar un arte de vivir que consistía en evitar
    toda clase de dolor. El placer es el bien primero. Epicuro
    fundó alrededor del año 300 una escuela
    filosófica en Atenas, en la cual desarrollo la
    ética del placer de Aristipo y la combinó con la
    teoría atomista de Demócrito.

    Epicuro también decía que el placer a
    corto plazo tiene que evaluarse frente a la posibilidad de un
    placer mayor, más duradero o más largo. Para vivir
    una vida feliz había que superar el miedo a la muerte. Al
    contrario de los estoicos, los epicúreos muestran poco
    interés por la política y la vida social. Su
    consigna es vivir el momento.

    Los Neoplatónicos
    El más importante fue Plotino. Él pensaba que el
    mundo estaba en tensión entre dos polos. En un extremo se
    encontraba la luz divina que
    él llamaba "uno". En el otro extremo está la
    oscuridad total. El punto clave de Plotino es que esta oscuridad
    no tiene existencia alguna. Lo único que existe es dios y
    el uno. Según Plotino el alma está iluminada por la
    luz del uno y la materia es la oscuridad.

    Los Míticos
    Una experiencia mítica significa que uno experimenta una
    unidad con dios o con "el alma universal". El mítico tiene
    la sensación de perderse a sí mismo, de desaparecer
    en dios, como una gota de agua se pirre a sí misma cuando
    se mezcla con el mar. Tu verdadero yo es como un fuego
    maravilloso que arde eternamente, pero solo se logra si uno logra
    perderse a uno mismo.

    En el misticismo occidental el dios con el que se
    encuentra es un dios personal. En el misticismo oriental es
    más común subrayar el encuentro entre el
    mítico y dios, o el alma universal.

    Los estoicos
    Como héraclito, los estoicos opinaban que todos los seres
    humanos formaban parte de la misma razón universal o
    logos. Pensaban que cada ser humano es como un mundo en
    miniatura.

    Los epicúreos
    Sócrates tenia un alumno llamado aristipo que pensaba que
    la meta de la vida debería ser conseguir el máximo
    placer sensual. "el mayor bien es el deseo, el mayor mal es el
    dolor".

    Los neoplatónicos
    Platón distinguía entre un mundo sensible y uno
    inteligible, introduciendo así una clara distinción
    entre el alma y el cuerpo del ser humano. Según Plotino el
    alma esta iluminada por la luz del "uno" y la materia es la
    oscuridad o sea el cuerpo
    humano.

    4. Filosofía
    Medieval

    A diferencia de lo que había ocurrido con la
    filosofía griega, que había centrado su
    reflexión en torno a la
    determinación del objeto, la filosofía medieval
    centrará su interés en Dios. La filosofía
    helenística había dado una orientación
    práctica al saber, dirigiéndolo hacia la felicidad
    del hombre. Es el caso del estoicismo y del epicureísmo,
    que habían colocado a la ética en el vértice
    del saber. A lo largo de los primeros siglos de nuestra era, la
    progresiva expansión del cristianismo y
    otras religiones mistéricas irá provocando la
    aparición de otros modelos de
    felicidad o "salvación individual", que competirán
    con los modelos filosóficos. Frente a la inicial
    hostilidad hacia la filosofía manifestada por algunos de
    los primeros padres apologistas cristianos, sus continuadores
    encontrarán en la filosofía, especialmente a partir
    del desarrollo del neoplatonismo de Plotino, un instrumento
    útil, no sólo para combatir otras religiones o
    sistemas filosóficos, sino también para comprender,
    o intentar comprender, los misterios revelados. Surge de
    ahí una asociación entre filosofía y
    cristianismo o, más en general, entre filosofía y
    religión, que pondrá las bases de la futura
    filosofía medieval, entre los cristianos, los musulmanes y
    los judíos. El tema fundamental de reflexión
    pasará a ser la divinidad, quedando subordinada la
    comprensión e interpretación del mundo, del hombre,
    de la sociedad, etc al conocimiento que se pueda obtener de lo
    divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede
    renunciar, tratará de entrar en diálogo con la
    razón. La inicial sumisión de la razón
    exigida por la fe, dejará paso a una mayor
    autonomía propugnada, entre otros, por Santo Tomás
    de Aquino, que conducirá, tras la crisis de la
    Escolástica, a la reclamación de la independencia
    de la razón con la que se iniciará la filosofía
    moderna.

    San Agustín
    Es una de las figuras más emblemáticas de su
    tiempo, del cristianismo y de la filosofía. Su
    personalidad tan original y abundante deja una huella profunda en
    todas las cosas donde pone su mano. La filosofía y la
    teología medievales, es decir, lo que se ha llamado la
    Escolástica, toda la dogmática cristiana,
    disciplinas enteras como la filosofía del espíritu
    y la filosofía de la historia, ostentan la marca
    inconfundible que les imprimió. Más aun: el
    espíritu cristiano y el de la modernidad
    están influidos decisivamente por San
    Agustín; y tanto la Reforma como la Contrarreforma han
    recurrido de un modo especial a las fuentes
    agustinianas.
    A. VERDAD
    B. DIOS
    C CREACIÓN
    D. ALMA
    E. EL BIEN
    F. LA CIUDAD DE DIOS

    A. VERDAD: en encendidas controversias con los
    escépticos hizo triunfar San Agustín la posibilidad
    de conocer la verdad. Los escépticos dicen "no existe la
    verdad; de todo se puede dudar"; a lo que San Agustín
    replica "se podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que
    no se puede dudar es de la misma duda". Existe pues la verdad con
    lo cual queda refutado el escepticismo. San Agustín busca
    el prototipo de la verdad en las verdades matemáticas,
    cuando dice, por ejemplo, que la proposición 7+3=10, es
    una proposición de vigencia universal para cualquiera que
    tenga razón. Aquí donde se ve que 7+3 tiene que ser
    igual a 10, halla San Agustín lo que también en
    otros casos debe ser verdad para todo espíritu racional, a
    saber, las reglas, ideas y normas conforme a
    las cuales registramos y leemos lo sensible y al mismo tiempo lo
    estimamos y rectificamos. Estas reglas son algo
    apriorístico, en lo cual el hombre, frente al mundo y su
    experiencia, se demuestra superior, libre y
    autónomo.

    B. DIOS: el mismo San Agustín que busca la verdad
    en el interior del hombre, dice a la vez con no menor
    énfasis: Dios es la verdad. San Agustín se eleva de
    lo verdadero singular a la verdad una gracias a la que todo lo
    verdadero es verdadero para tener participación en ella.
    Considera esta ascensión como prueba de que existe Dios y
    el mismo tiempo de lo que Dios mismo es: el todo de lo verdadero,
    el ser bueno de todo lo bueno, el ser de todo ser. Así
    Dios es todo, pero a la vez no es nada de todo, pues sobre puja a
    todo, ninguna categoría se le puede aplicar.

    C. CREACIÓN: este concepto no es
    filosófico sino teológico. Por tanto, cuando San
    Agustín trata de pensarlo, se le ofrecen inmediatamente
    dificultades filosóficas. En este caso, habría que
    admitir también en Dios lo mutable. Por otra parte, la
    creación proviene de un acto libre de la voluntad de Dios,
    y no es por tanto, una procesión necesaria, como con
    frecuencia sé repitió contra la teoría de la
    emanación.

    San Agustín deja por fin la cuestión en
    suspenso. Ve que no se puede resolver con nuestros conceptos
    espaciales y temporales.

    D. ALMA: lo que San Agustín escribe sobre el
    alma, su fina intuición, su arte de ver y dominar las
    cosas, su penetrante análisis y otras diversas cualidades
    lo revelan como sicólogo de primer orden. El alma
    tenía para él especial interés. "A Dios y al
    alma deseo conocer". El alma tiene un efecto el primado frente al
    cuerpo. Cierto que San Agustín no es ya pesimista acerca
    del cuerpo: el espíritu del cristianismo y su doctrina de
    la creación no lo permiten. No obstante, para San
    Agustín el hombre es propiamente el alma. Y así,
    seguirá pensándose, aun después de que en la
    alta edad media
    prospere la formula aristotélica de la unidad del cuerpo y
    el alma.

    E. EL BIEN: cuando San Agustín habla en lenguaje
    religioso, el bien no es para él otra cosa más que
    la voluntad de Dios. Pero cuando trata de descubrir los
    fundamentos más profundos, dice: "El bien se da con la ley
    eterna". Son las ideas eternas en la mente de Dios que, como para
    los platónicos, también aquí constituyen el
    fundamento de conocer, del ser y del bien. Son un orden eterno.
    No solo el hombre es bueno, también los seres son buenos y
    el conocimiento es verdadero, con tal que se orienten conforme a
    este orden eterno.

    F. LA CIUDAD DE DIOS: siempre tendrá lugar en la
    historia del mundo la lucha entre la luz y las tinieblas, entre
    lo eterno y lo temporal, entre lo supra sensible y lo sensible,
    entre lo devino y lo antidivino. En su gran obra la Ciudad de
    Dios San Agustín, muestra
    cómo los poderes del bien tienen que luchar constantemente
    con los poderes del mal. Su sentido definitivo es el triunfo del
    bien sobre el mal.

    San Anselmo
    San Anselmo (c. 1033-1109), teólogo, filósofo y
    Doctor de la Iglesia, que
    propuso una teoría sobre la existencia de Dios que
    todavía hoy se sigue debatiendo.
    Nació en Aosta (norte de Italia) en el seno de una familia
    acomodada. En 1060 ingresó en el monasterio benedictino de
    Bec (Normandía), donde era abad el religioso y erudito
    Lanfranco. Cuando, en 1070, éste fue nombrado arzobispo de
    Canterbury por el rey de Inglaterra
    Guillermo I el Conquistador, Anselmo le sustituyó al
    frente del monasterio. Durante estos años alcanzó
    un gran prestigio por sus conocimientos y piedad, y sus monjes le
    animaron a que pusiera por escrito las meditaciones en que basaba
    sus enseñanzas. De esta manera redactó Monologium
    (1077), en el que, reflejando la influencia de san Agustín
    de Hipona, presentaba a Dios como el Ser más supremo e
    investigaba sobre sus atributos. Animado por la acogida que tuvo
    su obra, continuó con su proyecto de
    comprensión de la búsqueda de fe, concluyendo
    Proslogium (1078), donde presentaba lo que en el siglo XVIII
    llegó a conocerse como el argumento ontológico de
    la existencia de Dios. Sostenía que incluso quienes
    dudaban de la existencia de Dios habrían de observar
    cierta comprensión sobre lo que dudaban: es decir,
    comprenderían a Dios como un ser del que no se puede
    pensar algo más grande. Puesto que es más grande
    existir fuera de la mente que sólo en la mente, un
    escéptico que negara la existencia de Dios estaría
    incurriendo en una contradicción, ya que estaría
    afirmando que es posible pensar en algo más grande que en
    un ser del que nada más grande se puede pensar. De
    aquí que, por definición, Dios existe.

    La crítica básica al argumento de san
    Anselmo es que no se puede deducir la existencia fuera de la
    mente de nada, analizando su definición. Ya en su
    época, el monje Gaunilón de Marmoutier puso
    objeciones a su razonamiento, como más tarde lo
    harían santo Tomás de Aquino e Immanuel Kant. Sin
    embargo, René Descartes,
    Baruch Spinoza, Gottfried Wilhelm Leibniz y algunos pensadores
    contemporáneos han emitido razonamientos
    similares.

    En 1093, Anselmo fue llamado para suceder a Lanfranco
    como arzobispo de Canterbury. Desde esta dignidad
    participó en una época de grandes conflictos con
    Guillermo II el Rojo, sucesor de Guillermo I el Conquistador en
    el trono de Inglaterra, sobre la independencia de la Iglesia del
    poder regio. Tanto durante su estancia en Inglaterra como en su
    posterior exilio italiano, san Anselmo estuvo siempre enfrentado
    con los poderes seculares. A pesar de ello, continuó sus
    reflexiones teológicas, escribiendo Cur Deus Homo, un
    estudio sobre la encarnación y crucifixión de
    Jesucristo como una forma de expiación del pecado. En
    1100, cuando Enrique I heredó la corona inglesa, Anselmo
    regresó a Canterbury, siendo posteriormente desterrado, de
    nuevo, por sus continuas controversias con el Rey. Hasta 1106 no
    regresó a Canterbury, donde vivió hasta el
    día de su fallecimiento, ocurrido el 2 de abril de 1109.
    Fue canonizado en 1163 y declarado Doctor de la Iglesia en 1720.
    Su festividad se celebra el 21 de abril.

    San Buenaventura
    San Buenaventura (c. 1217-1274), religioso y teólogo
    italiano, general de los franciscanos. Célebre por sus
    escritos espirituales, que le convirtieron en uno de los
    más destacados teólogos medievales, fue declarado
    Doctor de la Iglesia. También recibió el
    sobrenombre de Doctor Seráfico.

    Juan de Fidanza, su verdadero nombre, nació en
    Bagnoregio (cerca de Viterbo) y estudió Artes, desde 1236
    hasta 1242, en la Universidad de París, donde fue
    discípulo de Alejandro de Hales. Tras ingresar en la orden
    franciscana en 1243 (cuando adoptó el nombre de
    Buenaventura), cursó estudios de Teología en la
    Sorbona y alcanzó el título de maestro de dicha
    disciplina en 1253. Durante este periodo preparó un
    comentario sobre las Escrituras, el Breviloquium, y, al igual que
    su coetáneo santo Tomás de Aquino, trabajó
    para integrar la visión aristotélica en la
    tradición de san Agustín de Hipona. Aceptó
    gran parte de la filosofía científica de
    Aristóteles, pero rechazó lo que conocía de
    su metafísica por insuficiente, ya que, según
    Buenaventura, al filósofo griego no le guiaba la luz de la
    fe cristiana. La doctrina de la iluminación de la mente humana (el alma)
    por el Divino —una forma de identificar la verdad o
    falsedad del juicio— la tomó de las doctrinas de san
    Agustín. Su Itinerario de la mente hacia Dios (1259), obra
    clave de la literatura mística, y
    otros tratados semejantes, reflejan su preocupación por
    cómo el alma reconoce y se une a Dios.

    Famoso por el rigor de sus estudios y su buen juicio,
    Buenaventura fue elegido general de los franciscanos en 1257 y
    ocupó dicha dignidad hasta 1273. Su ejercicio
    coincidió con un periodo en que la comunidad franciscana
    se hallaba escindida en torno a la controversia de hasta
    qué punto debía, como orden, respetar el compromiso
    de san Francisco de Asís con la pobreza.
    Consiguió superar dicha división y, por ello, se le
    considera como el segundo fundador de la orden. En 1263
    escribió una biografía
    teológica de san Francisco de Asís y, a partir de
    entonces, se dedicó a viajar y a predicar el modo de vida
    franciscano. El papa Gregorio X le nombró cardenal obispo
    de Albano en mayo de 1273 y Buenaventura colaboró en los
    preparativos del II Concilio de Lyon, convocado para solventar el
    cisma con la Iglesia oriental. Falleció en dicha ciudad
    francesa el 15 de julio de 1274.

    Canonizado por el papa Sixto IV en 1482, el papa Sixto V
    le proclamó Doctor de la Iglesia en 1588. Su festividad se
    conmemora el 15 de julio.

    Santo Tomas De Aquino
     Durante el siglo XIII, Santo Tomás de Aquino
    buscó reconciliar la filosofía Aristotélica
    con la teología agustiniana. Tomas utilizó tanto la
    razón como la fe en el estudio de la metafísica,
    filosofía, moral y religión. Aunque aceptaba la
    existencia de Dios como una cuestión de fe, propuso cinco
    pruebas de la
    existencia de Dios para apoyar tal convicción.

    Tomás de Aquino, Santo (1225-1274),
    filósofo y teólogo italiano, en ocasiones llamado
    Doctor Angélico y El
    Príncipe de los Escolásticos, cuyas obras le
    han convertido en la figura más importante de la
    filosofía escolástica y uno de los teólogos
    más sobresalientes del catolicismo.

    Nació en una familia noble en Roccasecca (cerca
    de Aquino, en Italia) y estudió en el monasterio
    benedictino de Montecassino y en la Universidad de
    Nápoles. Ingresó en la orden de los dominicos
    todavía sin graduarse en 1243, el año de la muerte
    de su padre. Su madre, que se oponía a la entrada de
    Tomás en una orden mendicante, le confinó en el
    castillo familiar durante más de un año en un vano
    intento de hacerle abandonar el camino que había elegido.
    Le liberó en 1245, y entonces Tomás viajó a
    París para completar su formación. Estudió
    con el filósofo escolástico alemán Alberto
    Magno, siguiéndole a Colonia en 1248. Como Tomás
    era de poderosa constitución física y taciturno,
    sus compañeros novicios le llamaban Buey Mudo, pero
    Alberto Magno había predicho que "este buey un día
    llenará el mundo con sus bramidos".

    Primeros Años  
    Tomás de Aquino fue ordenado sacerdote en 1250, y
    empezó a impartir clases en la Universidad de París
    en 1252. Sus primeros escritos, en particular sumarios y
    explicaciones de sus clases, aparecieron dos años
    más tarde. Su primera obra importante fue Scriptum super
    quatuor libris Sententiarum Magistri Petri Lombardi (escrita
    aproximadamente entre 1254 y 1259), que consiste en comentarios
    sobre una obra influyente relacionada con los sacramentos de la
    Iglesia, Sententiarum libri quatuor (Cuatro libros de sentencias)
    del teólogo italiano Pedro Lombardo.

    En 1256 a Tomás de Aquino se le concedió
    un doctorado en Teología y fue nombrado profesor de
    Filosofía en la Universidad de París. El papa
    Alejandro IV le llamó a Roma en 1259, donde sirvió
    como consejero y profesor en la curia papal. Regresó a
    París en 1268, y enseguida llegó a implicarse en
    una controversia con el filósofo francés Siger de
    Brabante y otros seguidores del filósofo islámico
    Averroes.

    Estudio De Aristóteles Y
    Los Averroístas  

    Para comprender la crucial importancia de esta polémica en
    la evolución del pensamiento de Occidente, es necesario
    considerar el contexto en que se produjo. Antes de Tomás
    de Aquino, el pensamiento occidental había estado dominado
    por la filosofía de san Agustín, el gran Padre y
    Doctor de la Iglesia occidental durante los siglos IV y V,
    quien consideraba que en la búsqueda de la verdad se
    debía confiar en la experiencia de los sentidos. A
    principios del siglo XIII las principales obras de
    Aristóteles estuvieron disponibles en una
    traducción latina de la Escuela de traductores de Toledo,
    acompañadas por los comentarios de Averroes y otros
    eruditos islámicos. El vigor, la claridad y la autoridad
    de las enseñanzas de Aristóteles devolvieron la
    confianza en el conocimiento empírico, lo que
    originó la formación de una escuela de
    filósofos conocidos como averroístas. Bajo el
    liderazgo de
    Siger de Brabante, los averroístas afirmaban que la
    filosofía era independiente de la
    revelación.

    Esta postura amenazaba la integridad y supremacía
    de la doctrina católica apostólica romana y
    llenó de preocupación a los pensadores ortodoxos.
    Ignorar a Aristóteles —en la interpretación
    que de sus enseñanzas hacían los
    averroístas— era imposible, y condenar sus
    enseñanzas era inútil. Tenía que ser tenido
    en cuenta. San Alberto Magno y otros eruditos habían
    intentado hacer frente a los averroístas, pero con poco
    éxito. Santo Tomás triunfó con
    brillantez.

    Reconciliando el énfasis agustino sobre el
    principio espiritual humano con la afirmación
    averroísta de la autonomía del conocimiento
    derivado de los sentidos, Tomás de Aquino insistía
    en que las verdades de la fe y las propias de la experiencia
    sensible, así como las presentaba Aristóteles, son
    compatibles y complementarias. Algunas verdades, como el misterio
    de la Encarnación, pueden ser conocidas sólo a
    través de la revelación, y otras, como la
    composición de las cosas materiales,
    sólo a través de la experiencia; aun otras, como la
    existencia de Dios, son conocidas a través de ambas por
    igual. Así, la fe guía al hombre hacia su fin
    último, Dios; supera a la razón, pero no la anula.
    Todo conocimiento, mantenía, tiene su origen en la
    sensación, pero los datos de la experiencia sensible
    pueden hacerse inteligibles sólo por la acción del
    intelecto, que eleva el pensamiento hacia la aprehensión
    de tales realidades inmateriales como el alma humana, los
    ángeles y Dios. Para lograr la comprensión de las
    verdades más elevadas, aquellas con las que está
    relacionada la religión, es necesaria la ayuda de la
    revelación. El realismo
    moderado de santo Tomás situaba los universales
    (abstracciones) en el ámbito de la mente, en
    oposición al realismo extremo, que los proponía
    como existentes por sí mismos, con independencia del
    pensamiento humano. No obstante, admitía una base para los
    universales en las cosas existentes en oposición al
    nominalismo y el conceptualismo. En su filosofía de la
    política, a pesar de reconocer el valor positivo de la
    sociedad humana, se propone justificar la perfecta racionalidad
    de la subordinación del Estado a la Iglesia.

    Últimos Años
     

    Santo Tomás primero sugirió su opinión
    madurada en De unitate intellectus contra averroistas (1270).
    Esta obra invirtió la corriente de opinión hasta
    entonces favorable a sus oponentes, quienes fueron censurados por
    la Iglesia.

    Santo Tomás dejó París en 1272 y se
    fue a Nápoles, donde organizó una nueva escuela
    dominica. En marzo de 1274, mientras viajaba para asistir al
    II Concilio de Lyon, al que había sido enviado por el
    papa Gregorio X, cayó enfermo. Falleció el 7
    de marzo en el monasterio cisterciense de Fossanova.

    Santo Tomás fue canonizado por el papa
    Juan XXII en 1323 y proclamado Doctor de la Iglesia por el
    papa Pío V en 1567. Su fiesta se celebra el 28
    de enero.

    Valoración  
    Con más fortuna que ningún otro teólogo o
    filósofo, santo Tomás organizó el
    conocimiento de su tiempo y lo puso al servicio de su
    fe. En su esfuerzo para reconciliar fe con intelecto, creó
    una síntesis
    filosófica de las obras y enseñanzas de
    Aristóteles y otros sabios clásicos: de san
    Agustín y otros Padres de la Iglesia, de Averroes,
    Avicena, y otros eruditos islámicos, de pensadores
    judíos como Maimónides y Solomon ben Yehuda ibn
    Gabirol, y de sus predecesores en la tradición
    escolástica. Santo Tomás consiguió integrar
    en un sistema ordenado el pensamiento de estos autores con las
    enseñanzas de la Biblia y la doctrina
    católica.

    El éxito de santo Tomás fue inmenso; su
    obra marca una de las escasas grandes culminaciones en la
    historia de la
    filosofía. Después de él, los
    filósofos occidentales sólo podían elegir
    entre seguirle con humildad o separarse radicalmente de su
    magisterio. En los siglos posteriores a su muerte, la tendencia
    dominante y constante entre los pensadores católicos fue
    adoptar la segunda alternativa. El interés en la
    filosofía tomista empezó a restablecerse, sin
    embargo, hacia el final del siglo XIX. En la encíclica
    Aeterni Patris (Del Padre eterno, 1879), el papa
    León XIII recomendaba que la filosofía de
    santo Tomás fuera la base de la enseñanza en todas las escuelas
    católicas. El papa Pío XII, en la
    encíclica Humani generis (1950), afirmaba que la
    filosofía tomista es la guía más segura para
    la doctrina católica y desaprobaba toda desviación
    de ella. El tomismo permanece como una escuela importante en el
    pensamiento contemporáneo. Entre los pensadores,
    católicos y no católicos, que han trabajado dentro
    del marco tomista, han estado los filósofos franceses
    Jacques Maritain y Étienne Gilson.

    omenzó a escribir en 1265 y dejó
    inconclusa).

    Guillermo De Ockham

    Guillermo de Ockham (c. 1285-c. 1349), conocido como
    Doctor Invincibilis (en latín, ‘Doctor
    invencible’) y Venerabilis Inceptor (en latín,
    ‘Venerable iniciador’), filósofo inglés
    y teólogo escolástico, considerado el mayor
    representante de la escuela nominalista, la más
    consistente y directa rival de las escuelas tomista y
    escotista.

    Nació en Surrey, Inglaterra. Entró en la
    orden de los franciscanos y estudió y enseñó
    en la Universidad de Oxford desde 1309 hasta 1319. Acusado por el
    papa Juan XXII de impartir enseñanzas peligrosas,
    permaneció en arresto domiciliario desde 1324 hasta 1328
    en el palacio papal de Aviñón (Francia)
    mientras se sometía a examen la ortodoxia de sus escritos.
    Se alió con los franciscanos contra el papa en una disputa
    sobre la pobreza de la
    orden y huyó a Munich en 1328 para acogerse a la
    protección de Luis IV, emperador del Sacro Imperio Romano
    Germánico, que había rechazado la autoridad
    pontificia en asuntos políticos. Excomulgado por el Papa,
    Ockham escribió contra el papado y defendió al
    emperador hasta que este murió en 1347. El filósofo
    murió en Munich, mientras intentaba lograr una
    reconciliación con el papa Clemente VI.

    Ockham alcanzó la fama como alguien que
    aplicó la lógica de forma rigurosa para mostrar que
    muchas creencias de los filósofos cristianos (por ejemplo
    que Dios es uno, omnipotente, creador de todas las cosas, y que
    el alma humana es inmortal) no se podían probar mediante
    la razón filosófica o natural, sino tan sólo
    a través de la revelación divina. Su nombre se
    atribuye al principio de economía en
    lógica formal, conocido como ‘la navaja de
    Ockham’, según la cual las entidades no tienen que
    ser multiplicadas sin necesidad.

    5. Humanismo y
    renacimiento

    Renacimiento
    Se denomina Renacimiento al
    periodo de la historia europea, caracterizada por un renovado
    interés por el pasado grecorromano clásico y
    especialmente por su arte. Con el Renacimiento, el hombre centra
    toda su actividad, en el hombre como tal, es decir después
    del aletargamiento medieval el hombre piensa ahora con una
    libertad de espíritu, que le conducirá a la
    libertad de pensamiento, el culto a la vida y el amor a la
    naturaleza son otros aspectos importantes, además el
    Renacimiento estableció como fuentes de inspiración
    el equilibrio y
    la serenidad. Pero lo más característico de esta
    época es la separación entre lo cívico y lo
    religioso. Se denomina Renacimiento al movimiento cultural que
    surge en Europa el siglo
    XIV, y que se muestra como característica esencial su
    admiración por la antigüedad grecorromana. Este
    entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la
    realización suprema de un ideal de perfección, se
    propone la limitación en todos los ordenes, lo que explica
    el calificativo de Renacimiento, pues en verdad, se trataba de un
    renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían
    inspirado aquellos pueblos.

    El Renacimiento, desde luego no fue una simple
    exhumación de las artes antiguas. El interés por el
    arte grecorromano fue una consecuencia. En principio, se aspiro a
    una renovación en todas las parcelas de la cultura humana,
    filosofía, ética, moral, ciencia, etc… encaminada
    a la hechura de un hombre que fuera comprendido y resumen de
    todas las perfecciones físicas e intelectuales. El hombre
    integral, el genio múltiple, en el que se concilian todas
    las ramas del saber en una actitud fecunda, fue la gran
    creación del Renacimiento que cristalizo en figuras que
    mantienen viva la admiración atravez de los tiempos, como
    un Leonardo da
    Vinci, un Miguel Angel, un Rafael.

    Humanismo en el renacimiento
    Es la manifestación ideológica y literaria del
    Renacimiento. Los hombres del Renacimiento trabajaron con mucho
    entusiasmo en estudiar metódicamente las obras de la
    antigüedad, explorando ruinas, exhumando manuscritos y
    salvando de su destrucción valiosos documentos. Para
    ello recibieron la protección de príncipes y
    Pontífices, que les estimularon en sus investigaciones.

    Primeramente se sintió interés tan solo
    por los autores y el arte latina, pero pronto se llego a su
    fuente, o sea al arte y la cultura griega. Así se
    desarrollo una mentalidad erudita, critica y apasionada por las
    ciencias y las artes, que se centro en el hombre y sobrestimo los
    valores
    humanos, de ahí el nombre de Humanismo.

    La sobrestimación de estos valores y los
    descubrimientos geográficos y técnicos, crearon el
    orgullo y el individualismo del hombre renacentista. El
    Humanismo, tuvo sobre todo un carácter literario donde
    Dante y Boccaccio son considerados como precursores del mismo.
    Petrarca es considerado como el primer humanista.

    Principales Filósofos Del Renacimiento
    Leonardo Da Vinci
    Leonardo da Vinci (1452-1519), artista florentino y uno de los
    grandes maestros del renacimiento, famoso como pintor, escultor,
    arquitecto, ingeniero y científico. Su profundo amor por
    el conocimiento y la investigación fue la clave tanto de
    su comportamiento artístico como científico. Sus
    innovaciones en el campo de la pintura
    determinaron la evolución del arte italiano durante
    más de un siglo después de su muerte; sus
    investigaciones científicas —sobre todo en las
    áreas de anatomía, óptica
    e hidráulica— anticiparon muchos de los avances de
    la ciencia moderna.

    Leonardo nació el 15 de abril de 1452 en el
    pueblo toscano de Vinci, próximo a Florencia. Hijo de un
    rico notario florentino y de una campesina, a mediados de la
    década de 1460 la familia se
    instaló en Florencia, donde Leonardo recibió la
    más exquisita educación que esta ciudad, centro
    artístico e intelectual de Italia, podía ofrecer.
    Leonardo era elegante, persuasivo en la conversación y un
    extraordinario músico e improvisador. Hacia 1466
    acudió a formarse al taller de Andrea del Verrocchio,
    figura principal de su época en el campo de la pintura y
    escultura. Junto a éste, Leonardo se inició en
    diversas actividades, desde la pintura de retablos y tablas hasta
    la elaboración de grandes proyectos
    escultóricos en mármol y bronce. En 1472
    entró a formar parte del gremio de pintores de Florencia y
    en 1476 todavía se le menciona como ayudante de
    Verrocchio, en cuya obra Bautismo de Cristo (c. 1470,
    Galería de los Uffizi, Florencia), pintó el
    ángel arrodillado de la izquierda y el paisaje de matices
    neblinosos.

    En 1478 Leonardo alcanzó la maestría. Su
    primer encargo, un retablo para la capilla del palazzo Vecchio,
    sede del ayuntamiento florentino, no llegó a ejecutarse.
    Su primera gran obra, Adoración de los Magos (Uffizi), que
    dejó inacabada, se la encargaron los monjes de San Donato
    de Scopeto, cerca de Florencia, hacia 1481. Otras obras de su
    etapa juvenil son la denominada Madonna Benois (c. 1478, Museo
    del Ermitage, San Petersburgo), el retrato de Ginebra de Benci
    (c. 1474, National Gallery, Washington) y el inacabado San
    Jerónimo (c. 1481, Pinacoteca Vaticana).

    Leonardo destacó por encima de sus
    contemporáneos como científico. Sus teorías
    en este sentido, de igual modo que sus innovaciones
    artísticas, se basan en una precisa observación y
    documentación. Comprendió, mejor que
    nadie en su siglo y aún en el siguiente, la importancia de
    la observación científica rigurosa.
    Desgraciadamente, del mismo modo que frecuentemente podía
    fracasar a la hora de rematar un proyecto artístico, nunca
    concluyó sus planificados tratados sobre diversas materias
    científicas, cuyas teorías nos han llegado a
    través de anotaciones manuscritas. Los descubrimientos de
    Leonardo no se difundieron en su época debido a que
    suponían un avance tan grande que los hacía
    indescifrables, hasta tal punto que, de haberse publicado,
    hubieran revolucionado la ciencia del siglo XVI. De hecho,
    Leonardo anticipa muchos descubrimientos de los tiempos modernos.
    En el campo de la anatomía estudió la
    circulación sanguínea y el funcionamiento del ojo.
    Realizó descubrimientos en meteorología y geología,
    conoció el efecto de la Luna sobre las mareas,
    anticipó las concepciones modernas sobre la
    formación de los continentes y conjeturó sobre el
    origen de las conchas fosilizadas. Por otro lado, es uno de los
    inventores de la hidráulica y probablemente
    descubrió el hidrómetro; su programa para la
    canalización de los ríos todavía posee valor
    práctico. Inventó un gran número de máquinas
    ingeniosas, entre ellas un traje de buzo, y especialmente sus
    máquinas voladoras, que, aunque sin aplicación
    práctica inmediata, establecieron algunos principios de la
    aerodinámica.

    Un creador en todas las ramas del arte, un descubridor
    en la mayoría de los campos de la ciencia, un innovador en
    el terreno tecnológico, Leonardo merece por ello,
    quizá más que ningún otro, el título
    de Homo universalis.

    Nicolás Copérnico
    Nicolás Copérnico (1473-1543), astrónomo
    polaco, conocido por su teoría según la cual el Sol
    se encontraba en el centro del Universo y la Tierra, que giraba
    una vez al día sobre su eje, completaba cada año
    una vuelta alrededor de él. Este sistema recibió el
    nombre de heliocéntrico o centrado en el Sol.

    La cosmología anterior a la teoría de
    Copérnico postulaba un universo geocéntrico en el
    que la Tierra se encontraba estática
    en el centro del mismo, rodeada de esferas que giraban a su
    alrededor. Dentro de estas esferas se encontraban (ordenados de
    dentro hacia afuera): la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte,
    Júpiter, Saturno y, finalmente, la esfera exterior en la
    que estaban las llamadas estrellas fijas. Se pensaba que esta
    esfera exterior fluctuaba lentamente y producía el efecto
    de los equinoccios.

    En la antigüedad era difícil de explicar por
    cosmólogos y filósofos el movimiento aparentemente
    retrógrado de Marte, Júpiter y Saturno. En
    ocasiones, el movimiento de estos planetas en el cielo
    parecía detenerse, comenzando a moverse después en
    sentido contrario. Para poder explicar este fenómeno, los
    cosmólogos medievales pensaron que los planetas giraban en
    un círculo que llamaban epiciclo, y el centro de cada
    epiciclo giraba alrededor de la Tierra, trazando lo que
    denominaban una trayectoria deferente.

    La teoría de Copérnico establecía
    que la Tierra giraba sobre sí misma una vez al día,
    y que una vez al año daba una vuelta completa alrededor
    del Sol. Además afirmaba que la Tierra, en su movimiento
    rotatorio, se inclinaba sobre su eje (como un trompo). Sin
    embargo, aún mantenía algunos principios de la
    antigua cosmología, como la idea de las esferas dentro de
    las cuales se encontraban los planetas y la esfera exterior donde
    estaban inmóviles las estrellas. Por otra parte, esta
    teoría heliocéntrica tenía la ventaja de
    poder explicar los cambios diarios y anuales del Sol y las
    estrellas, así como el aparente movimiento
    retrógrado de Marte, Júpiter y Saturno, y la
    razón por la que Venus y Mercurio nunca se alejaban
    más allá de una distancia determinada del Sol. Esta
    teoría también sostenía que la esfera
    exterior de las estrellas fijas era estacionaria.

    Una de las aportaciones del sistema de Copérnico
    era el nuevo orden de alineación de los planetas
    según sus periodos de rotación. A diferencia de la
    teoría de Tolomeo, Copérnico vio que cuanto mayor
    era el radio de la
    órbita de un planeta, más tiempo tardaba en dar una
    vuelta completa alrededor del Sol. Pero en el siglo XVI, la idea
    de que la Tierra se movía no era fácil de aceptar
    y, aunque parte de su teoría fue admitida, la base
    principal fue rechazada.

    Entre 1543 y 1600 Copérnico contó con muy
    pocos seguidores. Fue objeto de numerosas críticas, en
    especial de la Iglesia, por negar que la Tierra fuera el centro
    del Universo. La mayoría de sus seguidores servían
    a la corte de reyes, príncipes y emperadores. Los
    más importantes fueron Galileo y el astrónomo
    alemán Johannes Kepler, que a menudo discutían
    sobre sus respectivas interpretaciones de la teoría de
    Copérnico. El astrónomo danés Tycho Brahe
    llegó, en 1588, a una posición intermedia,
    según la cual la Tierra permanecía estática
    y el resto de los planetas giraban alrededor del Sol, que a su
    vez giraba también alrededor de la Tierra.

    Con posterioridad a la supresión de la
    teoría de Copérnico, tras el juicio
    eclesiástico a Galileo en 1633, que lo condenó por
    corroborar su teoría, algunos filósofos jesuitas la
    siguieron en secreto. Otros adoptaron el modelo
    geocéntrico y heliocéntrico de Brahe. En el siglo
    XVII, con el auge de las teorías de Isaac Newton
    sobre la fuerza de la gravedad, la mayoría de los
    pensadores en Gran Bretaña, Francia, Países Bajos y
    Dinamarca aceptaron a Copérnico. Los filósofos
    puros de otros países de Europa mantuvieron duras posturas
    contra él durante otro siglo más.

    Galileo Galilei
    Nació: 15 de Febrero de 1564 en Pisa (Ahora Italia)
    Falleció: 8 de Enero de 1642 en Arcetri (cerca de
    Florencia), (Ahora Italia)
    Tenía setenta y nueve años de edad y su cabello y
    su barba eran tan blancos como la espuma. Sus ojos, que miraron
    al cielo a través de sus telescopios y observaron
    más que cualquier ser humano desde el principio de los
    tiempos, estaban apagados por la edad. Su reputación de
    ser uno de los más brillantes científicos de su
    tiempo fue la razón de que reyes, reinas disputaran sus
    servicios.

    Ahora estaba arrodillado ante el temido tribunal de la
    Inquisición, obligado a confesar públicamente un
    error que no era error:

    " Yo Galileo
    Galilei…, abandono la falsa opinión… de que el Sol
    es el centro (del Universo) y está
    inmóvil….Abjuro, maldigo y detesto los dichos errores".
    Algunos dicen que cuando el anciano se puso de pie murmuró
    para sus adentros: "E pur si muove" : Y sin embargo (la Tierra)
    se mueve (alrededor del Sol).

    Galileo nació en una familia de siete hijos, con
    un padre que era un talentoso músico y un hombre de
    considerable cultura. A temprana edad, Galileo prometía
    mucho tanto mental como manualmente. Tenía diecisiete
    años cuando ingresó a la Universidad de Pisa, donde
    se especializó en medicina y
    estudió también matemáticas y ciencias
    físicas.

    Una vez cuando todavía estudiaba en Pisa,
    observó la regularidad con que oscilaba una lámpara
    en la catedral. Apenas pudo esperar hasta que volvió a su
    casa para experimentar con bolitas de plomo atadas a hilos de
    diferentes longitudes. Descubrió que, cualquiera que fuese
    la magnitud de la oscilación o el peso del plomo, la
    bolita necesitaba el mismo tiempo para completar un viaje de ida
    y vuelta. Sólo el cambio de la longitud afectaba el tiempo
    de la oscilación (periodo de vibración). Esta
    observación condujo al invento del péndulo, usado
    en los relojes y otros instrumentos para medir con
    precisión el tiempo.

    Leyó las obras de Arquímedes y usó
    las matemáticas para probar algunos de los experimentos de
    este último con líquidos y aleaciones.
    Como estudiante, tuvo una mente inquisitiva y fama de
    disputador.

    A los veinticinco años fue nombrado profesor de
    matemáticas de la Universidad de Pisa. Como profesor
    Galileo prosiguió su búsqueda de la verdad,
    analizando las teorías científicas de
    Aristóteles mediante la aplicación de las
    matemáticas y las observaciones experimentales.
    Creó el concepto de la aceleración que se usa en la
    física moderna (la aceleración es el incremento de
    la velocidad por unidad de tiempo) y el concepto moderno de la
    fricción y la inercia con respecto a los objetos en
    movimiento. Analizó los componentes de la fuerza,
    demostrando, por ejemplo, que las fuerzas que afectan a la
    trayectoria de una bala son hacia abajo y hacia adelante, de tal
    manera que pueden medirse sistemáticamente. Estos
    experimentos iniciados antes del 1590, fueron perfeccionados y
    publicados en 1638 en su obra Diálogos sobre dos nuevas
    ciencias (movimiento y mecánica).

    La obra de Galileo, que inició la
    comprensión de estas esferas, llevó a la
    formulación de las leyes de movimiento de Newton,
    más precisas, y al perfeccionamiento que de esas leyes
    hicieron más tarde otros científicos. Galileo
    resultó un rebelde en otros sentidos, se negaba a ponerse
    las ropas académicas que usaban sus colegas, aduciendo que
    estorbaban sus movimientos. Por no usarlas, se le obligó a
    pagar varias multas, hasta que fue despedido de la facultad de
    Pisa.

    El hecho de que Galileo tuviera que abandonar la
    Universidad de Pisa resultó afortunado, pues obtuvo un
    empleo mejor
    pagado en la Universidad de Pasuda. Su vida fue feliz y
    productiva durante muchos años. Estableció un
    taller para fabricar instrumentos como brújulas
    magnéticas, termómetros y telescopios.
    También llegó a ser un experto en la
    construcción de fortificadores militares. A principios del
    siglo XVII escuchó que un óptico holandés
    logró unir una lente cóncava y una lenta convexa,
    de tal manera que hacia que los objetos distantes parecieran
    más cercanos. Usando esa idea construyó un
    telescopio que ampliaba los objetos treinta veces, y en 1609 dio
    una demostración pública de su uso.

    Cuando Galileo volvió su telescopio hacia el
    cielo, por la noche, abrió nuevos campos de conocimiento
    que describió en su libro Mensajero de las estrellas. En
    el dice : "Doy gracias a Dios, que ha tenido a bien hacerme el
    primero en observar las maravillas ocultas a los siglos pasados.
    Me he cerciorado de que la Luna es un cuerpo semejante a la
    Tierra…He contemplado una multitud de estrellas fijas que nunca
    antes se observaron….Pero la mayor maravilla de todas ellas es
    el descubrimiento de cuatro nuevos planetas (cuatro satélites
    de Júpiter)…He observado que se mueven alrededor del
    Sol. Descubrió que la Vía Láctea
    consistía en una miríada de estrellas; que el
    Universo no era fijo ni inmutable, como creían sus
    contemporáneos, pues aparecían ante su vista nuevas
    estrellas que luego desaparecían; que los planetas Venus y
    Mercurio se movían también alrededor del Sol y que
    el Sol mismo giraba sobre su eje.

    En 1632 publicó otro libro, Diálogo sobre
    los dos principales sistemas del mundo, brillante sátira
    que demostraba por medio del diálogo las fallas del
    sistema geocéntrico tolomeico en comparación con el
    sistema heliocéntrico copernicano. Su último libro,
    Diálogo sobre dos nuevas ciencias, en la que
    resumía todas sus investigaciones sobre el movimiento y la
    mecánica, lo envió subrepticiamente a Holanda,
    donde fue publicado en 1638. Lamentablemente, Galileo no lo vio
    impreso jamás porque, en 1638, a la edad de setenta y
    cuatro años, quedó ciego. Cuando murió en
    1642, venerado por los ciudadanos y muchos hombres principales de
    la Iglesia y de los seglares, la Inquisición se
    negó a permitir la realización de un funeral
    público.

    6. Racionalismo y
    empirismo

    Racionalismo
    (Del latín, ratio, razón), en filosofía,
    sistema de pensamiento que acentúa el papel de la
    razón en la adquisición del conocimiento, en
    contraste con el empirismo, que resalta el papel de la
    experiencia, sobre todo el sentido de la
    percepción.

    El racionalismo ha aparecido de distintas formas desde
    las primeras etapas de la filosofía occidental, pero se
    identifica ante todo con la tradición que proviene del
    filósofo y científico francés del siglo XVII
    René Descartes, el cual creía que la
    geometría representaba el ideal de todas las ciencias y
    también de la filosofía. Mantenía que
    sólo por medio de la razón se podían
    descubrir ciertos universales, verdades evidentes en sí,
    de las que es posible deducir el resto de contenidos de la
    filosofía y de las ciencias. Manifestaba que estas
    verdades evidentes en sí eran innatas, no derivadas de la
    experiencia. Este tipo de racionalismo fue desarrollado por otros
    filósofos europeos, como el francés Baruch Spinoza
    y el pensador y matemático alemán Gottfried Wilhelm
    Leibniz. Se opusieron a ella los empiristas británicos,
    como John Locke y
    David Hume, que creían que todas las ideas
    procedían de los sentidos.

    El racionalismo epistemológico ha sido aplicado a
    otros campos de la investigación filosófica. El
    racionalismo en ética es la afirmación de que
    ciertas ideas morales primarias son innatas en la especie humana
    y que tales principios morales son evidentes en sí a la
    facultad racional. El racionalismo en la filosofía de la
    religión afirma que los principios fundamentales de la
    religión son innatos o evidentes en sí y que la
    revelación no es necesaria, como en el deísmo.
    Desde finales del año 1800, el racionalismo ha jugado
    sobre todo un papel antirreligioso en la
    teología.

    Principales representantes del racionalismo:

    René descartes

    René Descartes (1596-1650), filósofo,
    científico y matemático francés, considerado
    el fundador de la filosofía moderna. Nacido el 31 de marzo
    de 1596 en La Haye , hoy Descartes (Indre-et-Loire), era hijo de
    un miembro de la baja nobleza y pertenecía a una familia
    que había dado algunos hombres doctos. Junto a las
    disciplinas clásicas tradicionales, también
    aprendió matemáticas y las principales doctrinas
    del escolasticismo, tendentes a orientar la razón humana
    hacia la comprensión de la doctrina cristiana. El
    catolicismo ejerció una gran influencia en Descartes a lo
    largo de toda su vida. Tras realizar numerosos viajes
    residió en París desde 1625 a 1628. Durante este
    periodo se dedicó al estudio de la filosofía y
    también realizó experimentos de óptica. Sus
    últimos escritos estuvieron dedicados a Isabel Estuardo,
    reina de Bohemia que vivía en las Provincias Unidas y con
    quien Descartes había entablado una profunda amistad. En
    1649 fue invitado a acudir a Estocolmo para impartir clases de
    filosofía a la reina Cristina de Suecia. Antes de
    configurar su método, la filosofía había
    estado dominada por el escolástico, que se basaba por
    completo en comparar y contrastar las opiniones de autoridades
    reconocidas. Comenzó sus investigaciones a partir de un
    único conocimiento seguro: "Cogito,
    ergo sum" ("Pienso, luego existo"). Partiendo del principio de
    que la clara consciencia del pensamiento prueba su propia
    existencia, mantuvo la existencia de Dios. Dios, según la
    filosofía de Descartes, creó dos clases de
    sustancias que constituyen el todo de la realidad. Una clase era
    la sustancia pensante, o inteligencia, y la otra la sustancia
    extensa, o física.

    Su filosofía, denominada en ocasiones
    cartesianismo, le llevó a elaborar explicaciones complejas
    y erróneas de diversos fenómenos físicos.
    Tuvo que renunciar a su primera concepción de un sistema
    de planetas que rotaban en torno al Sol (próxima a la
    teoría de Copérnico sobre el Universo) cuando fue
    considerada herética por la Iglesia católica. En su
    lugar, ideó la doctrina de los vórtices o
    torbellinos de materia etérea, en la que el espacio estaba
    pleno de materia, en diversos estados, girando alrededor del
    Sol.

    Sus estudios sobre óptica culminaron con el
    descubrimiento de la ley fundamental de la reflexión: el
    ángulo de incidencia es igual al ángulo de
    reflexión. Además, el hecho de que Descartes
    tratara la luz como un tipo de fuerza en un medio sólido
    preparó el terreno para la teoría ondulatoria de la
    luz.

    Su contribución más notable a las
    matemáticas fue la sistematización de la geometría
    analítica. Además, formuló la regla
    (conocida como ley cartesiana de los signos) para descifrar el
    número de raíces negativas y positivas de cualquier
    ecuación algebraica.

    Blaise Pascal
    Nació en Clermont-Ferrand el 19 de junio de 1623, y su
    familia se estableció en París en 1629. Bajo la
    tutela de su padre, Pascal pronto se
    manifestó como un prodigio en matemáticas, y a la
    edad de 16 años formuló uno de los teoremas
    básicos de la geometría proyectiva, conocido como
    el teorema de Pascal y descrito en su Ensayo sobre
    las cónicas (1639). En 1642 inventó la primera
    máquina de calcular mecánica. Este descubrimiento
    verificó la hipótesis del físico italiano
    Evangelista Torricelli respecto al efecto de la presión
    atmosférica sobre el equilibrio de los líquidos.
    Seis años más tarde, junto con el matemático
    francés Pierre de Fermat, Pascal formuló la
    teoría matemática
    de la probabilidad, que ha llegado a ser de gran importancia en
    estadísticas actuariales,
    matemáticas y sociales, así como un elemento
    fundamental en los cálculos de la física
    teórica moderna. Otras de las contribuciones
    científicas importantes de Pascal son la deducción
    del llamado ‘principio de Pascal’, que establece que
    los líquidos transmiten presiones con la misma intensidad
    en todas las direcciones (véase Mecánica de
    fluidos), y sus investigaciones sobre las cantidades
    infinitesimales. Pascal creía que el progreso humano se
    estimulaba con la acumulación de los descubrimientos
    científicos.

    Pascal abrazó el jansenismo y en 1654
    entró en la comunidad jansenista de Port Royal, donde
    llevó una vida rigurosamente ascética hasta su
    muerte, ocho años más tarde. Pascal sostenía
    que se lograra o no la salvación, el último destino
    de la humanidad es pertenecer después de la muerte a un
    reino sobrenatural que puede conocerse solamente de forma
    intuitiva. La última obra importante de Pascal fue
    Pensamientos sobre la religión y sobre otros temas,
    publicada también en 1670. En esta obra intentó
    explicar y justificar las dificultades de la vida humana por el
    dogma del pecado original, y sostenía que la
    revelación puede ser entendida sólo por la fe, que
    a su vez se justifica por la revelación. En los escritos
    de Pascal, que defienden la aceptación de un modo de vida
    cristiano, se aplica frecuentemente el cálculo de
    probabilidades; argumentaba que el valor de la felicidad eterna
    es infinito y que, aunque la probabilidad de obtener dicha
    felicidad por la religión pueda ser pequeña, es
    infinitamente mayor que siguiendo cualquier otra conducta o
    creencia humana. Una reclasificación de su obra
    Pensamientos (un cuidadoso trabajo comenzado en 1935 y que
    continuaron varios eruditos) no reconstruye su Apología,
    pero permite al lector seguir el camino reflexivo que el mismo
    Pascal habría seguido.

    Pascal fue uno de los más eminentes
    matemáticos y físicos de su época y uno de
    los más grandes escritores místicos de la
    literatura cristiana. Sus trabajos religiosos se caracterizan por
    su especulación sobre materias que sobrepasan la
    comprensión humana. Sus lectores pueden comprobar el uso
    de la lógica y la apasionada fuerza de su
    dialéctica.

    Baruch Spinoza
    Baruch Spinoza (1632-1677), filósofo y teólogo
    holandés, considerado como el exponente más
    completo del panteísmo durante la edad
    moderna.
    Nació en Amsterdam el 24 de noviembre de 1632. Sus padres
    eran judíos emigrados de España (su
    apellido Spinoza deriva del original español de
    su familia, Espinosa) a Portugal y, más tarde, a las
    Provincias Unidas. Más tarde, sin embargo, se
    apartó del judaísmo como consecuencia de haber
    iniciado sus estudios acerca de las ciencias físicas,
    así como por el efecto que tuvieron en su pensamiento los
    escritos del filósofo inglés Thomas Hobbes y los
    del científico y filósofo francés
    René Descartes. Durante cinco años residió
    en las afueras de dicha ciudad, puliendo lentes para vivir. Fue
    en ese periodo cuando escribió su primer trabajo
    filosófico, Tractatus de Deo et homine ejusque felicitate
    (Tratado acerca de Dios, el hombre y su felicidad), donde se
    prefiguran ya las líneas maestras del que sería su
    sistema filosófico. Sin embargo, Spinoza rechazó
    esta responsabilidad para poder mantenerse libre de
    cualquier restricción que pudieran aplicar los
    teólogos sobre sus actividades intelectuales.
    Falleció el 21 febrero de 1677 en La Haya.

    La más completa expresión de su
    pensamiento y de su sistema filosófico quedó
    expresada en su gran obra Ethica ordine geometrico demonstrata
    (Ética demostrada según el orden geométrico,
    1677, más conocida por el título abreviado de
    Ética). De acuerdo con este tratado, el Universo es
    idéntico a Dios, que es la "sustancia" incausada de todas
    las cosas. El concepto de sustancia, que Spinoza recuperó
    de los filósofos escolásticos, no es el de una
    realidad material, sino más bien el de una entidad
    metafísica, una base amplia y autosuficiente de toda
    realidad. El pensamiento y la extensión existen en una
    última realidad que es Dios, de quien dependen. La
    causalidad, en el sistema de Spinoza, puede hallarse entre los
    objetos individuales (es decir, entre los cuerpos físicos)
    en el atributo extensión, o entre ideas individuales en el
    atributo pensamiento, pero no entre objetos e ideas. Para
    explicar las aparentes interacciones causales entre objetos e
    ideas, propuso una teoría conocida como paralelismo,
    según la cual cada idea tiene un complemento físico
    y, del mismo modo, cada objeto físico tiene su
    correspondiente idea.

    Explicó la individualidad de las cosas, ya fueran
    objetos físicos o ideas, como modos particulares de
    sustancia. Todos los objetos particulares son las formas de Dios,
    contenidas en el atributo extensión; todas las ideas
    particulares son las formas de Dios contenidas en el atributo
    pensamiento. Las formas son natura naturata (naturaleza creada) o
    naturaleza en la multiplicidad de sus manifestaciones; la
    sustancia, o Dios, es natura naturans (naturaleza que crea todo
    lo que hay) o naturaleza en su unidad creativa, actuando como el
    factor determinante de sus propias formas, las cuales son
    transitorias y su existencia adopta una forma temporal; Dios es
    eterno y trasciende todos los cambios. Por consiguiente, las
    cosas particulares, ya sean extensión o pensamiento, son
    finitas y efímeras. Mantuvo, no obstante, que
    existía un mundo indestructible. El intuitivo conocimiento
    humano de Dios es la fuente de un amor espiritual de Dios (amor
    Dei intellectualis), que a su vez es parte del amor en el que
    Dios se ama a sí mismo.

    Spinoza concebía las esencias como
    hipostatizaciones (entidades conceptuales) del aspecto universal
    de todas las cosas. La diferencia fundamental entre las
    existencias y las esencias en la cosmología de Spinoza es
    que, mientras las primeras tienen su ser en el tiempo, las
    segundas están fuera del ámbito temporal. Dado que
    la mortalidad puede pertenecer en exclusiva al ámbito de
    las cosas sujetas a la ley del tiempo, el ámbito de las
    esencias, al no hallarse sometido a las leyes del tiempo, tiene
    que ser en consecuencia eterno. No obstante, el campo de las
    esencias es un terreno de existencia inmanente.

    La existencia en sendos atributos (extensión y
    pensamiento) es esclavitud ya que cada cosa existente está
    determinada por sus propias series causales y la forma de su ser
    está determinada por ellas.
    Spinoza rechazó la providencia y la libertad de la
    voluntad, y su concepto de un dios impersonal fue recibido con
    hostilidad por muchos de sus contemporáneos. Su
    posición en la historia de la filosofía es
    única en muchos aspectos. No sólo
    metafísicos sino también poetas como Johann
    Wolfgang von Goethe, William Wordsworth y Percy Bysshe Shelley
    consultaron y estudiaron sus trabajos en busca de
    inspiración y su pensamiento ha influido en el
    panteísmo poético subyacente de muchas
    interpretaciones modernas de la naturaleza.

    Gottfried Wilhelm Leibniz
    Leibniz nació en Leipzig en 1646. Desde su más
    temprana edad empezó a saciar su deseo de saber, puesto
    que su padre era profesor de moral. Su formación fue
    autodidáctica; inventó el cálculo integral ,
    fue diplomático y fundó en Berlín la
    Academia de las Ciencias, luchó por la unidad de las
    iglesias cristianas. Sus obras . Monadología, Discurso de
    metafísica, Nuevo sistema de la naturaleza. El
    conocimiento. Las verdades no pueden derivarse de la experiencia
    y aparecen así innatas, por eso, según Leibniz
    tienen carácter absoluto. Las verdades de hecho se fundan
    en el rigor del principio de la razón suficiente, el cual
    garantiza que la posibilidad de la libertad o de la
    elección libre se puede verificar.

    Leibniz fue el primero en llamar el tratado racional de
    Dios, Teodicea, es decir, justificación de Dios.
    Además de aceptar los argumentos tradicionales de la
    existencia de Dios, utiliza su propio argumento, como es el a
    priori, que se basa en verdades eternas y necesarias.

    "Esa verdades eternas, dice Leibniz, no son ficciones.
    Requieren, pues, un fundamento metafísico, y nos vemos
    obligados a decir que han de tener su existencia en un cierto
    sujeto absoluto y metafísicamente necesario, éste
    es, Dios. Así pues, Dios existe." También se basa
    en el principio de razón suficiente y dice que nada sucede
    sin que sea posible. Nada ocurre sin que haya una causa o
    razón determinada.

    La corriente racionalista ha sabido sumergirse en cada
    una de las circunstancias actuales, puesto que es la razón
    la parte esencial del hombre que lo constituye como tal.
    Recordemos que para definir la palabra hombre, decimos que es "un
    animal racional", esto es, no un añadido sino su
    especificidad.

    La influencia de la razón, toca todos los
    ámbitos de la sociedad; a nivel político,
    económico, educativo y religioso, es el intento del hombre
    por querer conocer el mundo y así mismo conocerse sabiendo
    razonar correctamente estos aspectos que marcan la vida de un
    país. El hombre hoy no se conforma con recibir del medio o
    de algunas fuentes, un conocimiento dogmático, donde se
    queden estancadas sus potencialidades, sino que día a
    día es ayudado por la razón a buscar la verdad, a
    discurrir el velo que opaca o impide, en cierta medida, el
    conocimiento.

    En la exposición filosófica de Leibniz, el
    Universo se compone de innumerables centros conscientes de fuerza
    espiritual o energía, conocidos como mónadas. Cada
    mónada representa un microcosmos individual, que refleja
    el Universo en diversos grados de perfección y evolucionan
    con independencia del resto de las mónadas. El Universo
    constituido por estas mónadas es el resultado armonioso de
    un plan divino. Los humanos, sin embargo, con su visión
    limitada, no pueden aceptar la existencia de las enfermedades y la muerte
    como partes integrantes de la armonía universal. Este
    Universo de Leibniz, "el mejor de los mundos posibles", es
    satirizado como una utopía por el autor francés
    Voltaire en su
    novela
    Cándido (1759).

    Entre las obras filosóficas fundamentales de
    Leibniz se incluyen Ensayos de
    Teodicea sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y el
    origen del mal (2 vols., 1710), Monadología (1714;
    publicado en latín como Principia Philosophiae, 1721), y
    Nuevo tratado sobre el entendimiento humano (1703; pub. 1765).
    Los dos últimos influyeron mucho en los filósofos
    alemanes del siglo XVIII, incluyendo a Christian von Wolff e
    Immanuel Kant.

    Empirismo
    En filosofía occidental, doctrina que afirma que todo
    conocimiento se basa en la experiencia, mientras que niega la
    posibilidad de ideas espontáneas o del pensamiento a
    priori. Hasta el siglo XX, el término empirismo se
    aplicaba a la idea defendida sobre todo por los filósofos
    ingleses de los siglos XVII, XVIII y XIX. De estos
    filósofos ingleses, John Locke fue el primero en dotarlo
    de una expresión sistemática, aunque su
    compatriota, el filósofo Francis Bacon, había
    anticipado algunas de sus conclusiones. Entre otros empiristas
    también se cuentan David Hume y George Berkeley. Opuesto
    al empirismo es el racionalismo, representado por pensadores como
    el francés René Descartes, el holandés
    Baruch Spinoza y los filósofos de los siglos XVII y XVIII
    Gottfried Wilhelm Leibniz y Christian von Wolff. Los
    racionalistas afirman que la mente es capaz de reconocer la
    realidad mediante su capacidad para razonar, una facultad que
    existe independiente de la experiencia. El pensador alemán
    Immanuel Kant intentó lograr un compromiso entre el
    empirismo y el racionalismo, restringiendo el conocimiento al
    terreno de la experiencia, a posteriori, y por ello
    coincidía con los empiristas, pero atribuía a la
    mente una función precisa al incorporar las sensaciones en
    la estructura de
    la experiencia. Esta estructura podía ser conocida a
    priori sin recurrir a métodos
    empíricos, y en este sentido Kant coincidía con los
    racionalistas.

    En los últimos años, el término
    empirismo ha adquirido un significado más flexible, y
    ahora es utilizado en relación con cualquier sistema
    filosófico que extrae todos sus elementos de
    reflexión de la experiencia. En Estados Unidos
    William James llamó a su filosofía empirismo
    radical y John Dewey acuñó el término de
    empirismo inmediato para definir y describir su noción de
    la experiencia. El término leyes empíricas se
    aplica a aquellos principios que expresan las relaciones que,
    según se aprecia, existen entre los fenómenos, sin
    que impliquen la explicación o causa de los
    fenómenos mismos.

    Empirismo y sus principales representantes.
    Francis Bacon
    La vida de Francis Bacon (1561-1626), estadista, filósofo
    y literato, ofrece un conjunto de contradicciones si se le
    considera en esas tres facetas de su actuación. Más
    de la mitad de su vida Bacon pasó tratando de alcanzar lo
    que su ambición le dictaba. Cuando ésta
    murió, Bacon tenía 42 años. Bacon se
    reconoció culpable y apenas pudo, con su defensa, aminorar
    la gravedad de las inculpaciones.

    La labor de Bacon como literato (encontrada, como es
    lógico, con su labor filosófica) abarca temas
    diversos y es importante en la historia de la lengua inglesa.
    Como ya habíamos dicho, a Bacon se le suele considerar
    fundador de la filosofía moderna en su tendencia
    empírica, y padre de la moderna investigación científica; pero ambas
    cosas resultan exageradas. La invención de esta nueva
    lógica es precisamente lo que se le atribuye a Francis
    Bacon, y lo que le ha hecho memorable.

    Para intentar analizar el verdadero aporte de Francis
    Bacon a la ciencia y a la filosofía, partiremos
    esencialmente del estudio de su obra más relevante: el
    Novum Organum, en la que se condensa toda su teoría.
    El Novum Organum habría de ocupar la segunda parte de la
    Instauratio Magna, del cual realiza dos libros en los que expone
    los principios del 'nuevo método' científico que
    Bacon proponía como sustitución del obsoleto
    'organum' aristotélico.
    En el Novum Organum, Bacon anuncia, presenta y convoca a un
    proyecto de
    investigación filosófico-natural tendente a
    conseguir la 'restauración' (instauratio) del saber y
    consecuentemente del poder que sobre la naturaleza gozó
    Adán en el paraíso y que la humanidad había
    perdido como consecuencia del pecado original. De esta manera
    Bacon cambiaba la relación de la religión con la
    ciencia: si para muchos teólogos y hombres piadosos de la
    época la ciencia era peligrosa para la religión,
    Bacon hace de la religión y de la Biblia base de la
    condena del saber tradicional y de la legitimidad de la
    Instauratio Magna. Con esto, llegamos a una de las conclusiones
    acerca del verdadero aporte de Bacon a la ciencia moderna. Bacon
    sí motiva la actividad de la ciencia pero no desligada de
    la religión, lo que no constituye un verdadero ideal
    moderno.

    La crítica de la lógica
    aristotélica y del pensamiento recibido, de sus prejuicios
    y de sus errores, ocupa la parte principal del primer libro del
    Novum Organum, a manera de preliminar de la filosofía de
    la ciencia que Bacon desarrolla en el segundo libro. Bacon
    distingue cuatro tipos de ídolos:

    • Los idola specus (literalmente 'ídolos de la
      caverna) proceden de las características
      específicas de cada individuo: de sus gustos, de su
      educación, de sus ocupaciones, etc. Emergen, por tanto,
      de la subjetividad y velan la auténtica naturaleza de la
      verdad.
    • Los idola fori ('ídolos del mercado') se
      originan por el contacto entre los hombres y derivan casi
      siempre del lenguaje. Causan un auténtico reino de la
      confusión, pues llegan a utilizar conceptos ilusorios
      para cosas inexistentes. "Cuando los conceptos faltan, los
      suplen oportunamente las palabras".
    • Los idola Theatri ('ídolos del teatro'), por
      último, son los que se derivan de las falsas
      teorías, que han engañado a los hombres a la
      manera como los actores engañan a su público en
      el teatro.

    El segundo libro del Novum Organum desarrolla
    propiamente el método inductivo de Bacon, en el que se
    trata de construir el saber, una vez se ha procedido a la
    crítica de los ídolos o errores.
    La lógica Aristotélica, base hasta entonces de las
    ciencias, ha de ser remplazada pues por una nueva lógica
    experimental e inductiva. Para decirlo en palabras de Bacon, la
    lógica aristotélica es una vía de
    investigación y de descubrimiento de la verdad que parte
    "de las sensaciones y de los hechos particulares para elevarse
    rápidamente a las proposiciones más generales".
    Pero Francis Bacon no fue demasiado consecuente con sus
    propósitos y, en su filosofía, hay mucho
    todavía de escolasticismo y de prejuicios aceptados sin
    examen. Además, Bacon no realiza ningún aporte
    significativo para la filosofía natural, nunca desarrolla
    su método.

    Prueba de las especulaciones sin fundamento
    científico de Bacon es la profunda influencia que
    ejerció en él la tradición
    mágico-alquímica. Esto nos reitera el sin numero de
    contradicciones que se encuentran en la obra de Bacon.
    También es importante aclarar que la rebelión
    contra Aristóteles y el método escolástico
    no era, en lo más mínimo, original de Bacon. Ya
    para la época se había atacado fuertemente el
    método aristotélico, y personajes como Vives,
    Agripa, Ramus y Acontio habían luchado por una reforma del
    método algún tiempo antes que los escritos de Bacon
    hubieran alcanzado prominencia.
    Con respecto a la tan nombrada influencia de Bacon sobre la
    ciencia moderna, hay que aclarar que es falsa.
    Además, hay que considerar que Francis Bacon era un hombre
    de letras, y para nada un hombre de ciencia, lo cual, en
    principio, pone en duda la validez de su método puesto que
    sólo por la experiencia práctica puede
    desarrollarse cualquier método experimental.
    Bacon insistía en la importancia del experimento, pero no
    podía enseñar lo que no había comprendido:
    el método experimental.

    Thomas Hobbes
    Hobbes nace en Inglaterra en 1558 , era considerado un hombre de
    gran especie intelectual ,curiosos y tímido. En su
    opinión estas discusiones debilitaban Inglaterra, minaban
    la autoridad por su base y preparaban la guerra civil. En 1640 ,
    cuando la guerra parecía aproximarse, huye de Inglaterra a
    París y en su destierro voluntario de once años
    preparo su Leviatán. En el furor de las disputas
    religiosas ( protestantes y católicos, entre protestantes
    anglicanos y disidentes ) agrava allí el furor de las
    pasiones políticas , formando todo ello una mezcla
    incendiaria . Una vez vencido el Rey por el ejército
    parlamentario de Cromwell, el rey es ejecutado.

    La concepción hobbesiana del estado de naturaleza
    se aparta del sentido paradisíaco, que a ese estado,
    asigna el pensamiento teológico . Hobbes separa con
    claridad dos etapas: una situación de barbarie y de guerra
    de todos contra todos ,un mundo sin germen de derecho , y por
    otra parte , un estado creado y sostenido por el derecho , un
    estado con suficiente poder para iniciar y reformar su
    estructura. Según Hobbes la naturaleza ha hecho a los
    hombres tan iguales en las facultades del cuerpo y del
    espíritu que , si un hombre es más fuerte de cuerpo
    o más sagaz de entendimiento que otro, cuando este se
    considera en conjunto, la diferencia entre los hombres, no es tan
    importante. La pugna de riquezas , placeres, honores u otras
    formas de poder , inclina a la lucha , la enemistad y a la
    guerra. Por ello en la naturaleza del hombre se encuentran tres
    causas principales de discordia: la competencia, la
    desconfianza y la gloria. De esta manera la competencia impulsa a
    los hombres a atacarse para lograr un beneficio, la desconfianza
    para lograr la seguridad y la
    gloria para ganar reputación. Con todo esto, mientras el
    hombre viva sin un poder común que los atemorice a todos,
    se hallan en la condición o estado que se llama guerra .
    Por ende en esta guerra nada puede ser injusto. Las nociones de
    derecho e ilegalidad ,justicia e injusticia están fuera de
    lugar .Donde no hay poder común, la ley no existe . Donde
    no hay ley, no hay justicia.

    Las pasiones que inclinan a los hombres a la paz son el
    temor a la muerte , el deseo de las cosas que son necesarias para
    una vida confortable , y la esperanza de obtenerlas por medio del
    trabajo. En otras palabras , la pasión inclina a los
    hombres a desear y conseguir los bienes y privilegios del
    prójimo. Esto sería entonces la necesidad del
    hombre , pues su naturaleza es estar en guerra los unos con los
    otros. La razón entonces sugiere normas adecuadas de paz ,
    a las cuales pueden llegar los hombres por mutuo consenso. Estas
    normas son las que Hobbes llama Leyes de la naturaleza, las
    cuales servirán para que el hombre salga de ese estado de
    guerra. Hobbes define 19 leyes de naturaleza sin embargo existen
    dos fundamentales de las cuales se derivan las
    restantes.

    De la segunda ley de naturaleza según la cual los
    hombres están obligados a transferir a otros los derechos que perturban la
    paz, se deduce una tercera ley que se refiere a que los hombres
    cumplan los pactos que han celebrado. Entonces mientras las
    pasiones enfrentan a los hombres , la razón los hace
    pactar . Todos los hombres tienen derecho a todas las cosas y por
    ende son iguales ante la ley.

    Esta inclinación de pactar lleva a los individuos
    a convenir un contrato, que
    implica la renuncia de todos sus derechos que poseían en
    el estado de naturaleza para otorgárselo a un soberano que
    a cambio les garantizará el orden y la seguridad .Con el
    contrato se renuncia a la libertad y a cualquier derecho que
    pudiera poner en peligro la paz. Los pactos no descansan en la
    espada, no son más que palabras, sin fuerza para proteger
    al hombre de algún modo. Hecho esto, la multitud unida en
    una persona se denomina estado y el titular de esta persona se
    denomina soberano. Esta es la generación de el
    Leviatán , o más bien de aquel dios mortal ,el cual
    debemos, bajo el dios inmortal, nuestra paz y nuestra defensa. Y
    fundando el estado solo es posible la sociedad civil..
    Es decir, la
    organización de todos los súbditos sometidos al
    poder del estado , se convierte en el polo opuesto de la guerra.
    La idea de ese estado todopoderoso en la tierra, ese dios mortal
    que atemorizara a todos los ciudadanos es el Leviatán, el
    monstruo bíblico que se convierte en la gran
    solución que el hombre creo para su conservación.
    Bajo la soberanía de estado se garantiza paz ,
    porque sin estado no hay sociedad entre los hombres, sino un mero
    estado natural de desconfianza y terror mutuo.

    El soberano es el único poder
    legislativo y el estado la única fuente del derecho.
    Cuando el representante es un hombre, entonces el gobierno es una
    monarquía ; cuando lo es unas asamblea de
    todos cuantos quieren concurrir en ella tenemos una democracia o
    gobierno popular ; cuando la asamblea es de una parte solamente ,
    entonces ese denomina aristocracia. Velar porque los hombres que
    se han unido voluntariamente en sociedad política vivan
    felices. Asegura a los súbditos una inocente libertad .
    Inocente , en cuanto no se pueda perjudicar la paz y la libertad
    : la ley es el regulador . Debe garantizar a sus súbditos
    la igualdad ante
    la ley y ante cargos públicos. El soberano debe luchar
    contra la ociosidad ,debe proporcionar trabajo a
    todos.

    John locke
    Nació en Wrington -condado de Somerset, cerca de Bristol-
    en 1632 en el seno de una familia puritana. Fue educado duramente
    catorce años en su propio círculo familiar -un
    pequeño remanso de paz en un país ingobernable, que
    no tardaría en caer en la guerra civil. Es considerado el
    principal teórico de liberalismo.
    Su insistencia en respetar determinadas parcelas individuales
    harán de él un preludio claro de la mentalidad
    burguesa y antiestatista, aunque sus apreciaciones acerca del
    trabajo también son fundamento de cualquier
    teorización socialista".

    John Locke define el estado de la naturaleza como un
    estado de "paz, benevolencia y ayuda mutua". Esta ley gobierna el
    estado de la naturaleza y que debe ser entendida como
    manifestación de la voluntad de Dios, enseña que
    nadie debe dañar a otro en su vida, salud y libertad. Para
    Locke mediante la razón el hombre conoce la Ley Natural y
    por ello le asiste el derecho de imponer a los demás su
    cumplimiento. Advierte que en el estado de la naturaleza "un
    hombre consigue poder sobre oro más no poder arbitrario o
    absoluto para tratar al criminal (…) A partir de aquí se
    empeña en marcar diferencias entre el estado de la
    naturaleza y el estado de guerra, aunque para muchos estudiosos,
    no logra este objetivo. Al parecer es inevitable que el estado de
    la naturaleza se convierta en un estado destructivo, pues al
    violar la Ley Natural no existen mecanismos para reestablecer el
    orden. Locke reconoce que los hombres violan la Ley Natural, ya
    que "no observan estrictamente los mandatos de la equidad y la
    justicia, resulta muy inseguro y mal salvaguardado el disfrute de
    los bienes que cada cual posee en ese estado". De lo anterior se
    desprende la necesidad del hombre de establecerse en sociedad.
    Locke destaca que la finalidad de la sociedad civil es evitar y
    remediar los inconvenientes del estado de naturaleza que se
    producen forzosamente cuando cada hombre es juez de su propio
    caso".

    Solo cuando un grupo de hombres se une en sociedad
    renunciando cada uno de ellos, al poder de ejecutar la ley
    natural, cediéndola a la comunidad, sólo así
    se constituye una sociedad política o civil" Este grupo de
    hombres debe vivir en estado de naturaleza y deben asociarse para
    formar un pueblo, un cuerpo político sometido a un
    gobierno, o cuando alguien se adhiere o se incorpora a cualquier
    gobierno ya constituido. Para la formación de estas leyes
    que deben regir a la sociedad, Locke sostiene la teoría de
    la división de poderes: tres poderes que ejerzan el poder
    soberano. Frente a un posible abuso constitucional Locke da al
    pueblo una especie de derecho a la revolución. Si el propósito de
    principal de la sociedad civil es el resguardo de la propiedad,
    el organismo que lo ejecute Constituirá el organismo
    más importante de la sociedad. Ese es el poder
    legislativo. No puede modificar las leyes para aplicarlas a casos
    concretos y sus normas solas perseguirán el bien de la
    comunidad, es decir, no puede violar los derechos naturales "la
    ley natural subsiste como norma eterna de todos los hombres sin
    exceptuar a los legisladores". Locke justifica que le hombre
    entre a la sociedad civil "movidos por el impulso de salvaguardar
    lo que constituye su propiedad" al fijar un poder legislativo y
    delegarle sus derechos lo hace con la finalidad "que existan
    leyes y reglas fijas que vengan a ser como guardianes y vallas de
    las propiedades de toda la sociedad (…) Este pueblo tiene
    derecho a readquirir su libertad primitiva y mediante el
    establecimiento de un nuevo poder legislativo (el que crea
    más conveniente) proveer a su propia salvaguardia y
    seguridad, es decir, a la finalidad para cuya consecución
    están en sociedad ". La propiedad privada y su defensa son
    excluidos del contenido del pacto de gobierno, ya que son un
    derecho natural y éstos son innegociables. La propiedad es
    el primer bien que el estado debe proteger.

    Asegura que es necesario la creación de leyes
    para la defensa de la propiedad privada, aunque advierte que en
    el estado de la naturaleza estas leyes son muy claras, pero "los
    hombres llevados por su propio interés, o ignorantes por
    falta de estudio de la misma" no reconocen estas leyes cuando
    están en juego sus propios intereses. Para Locke el hombre
    al renunciar al poder político que posee en el estado de
    la naturaleza y entregárselo a la sociedad (a los
    gobernantes que han elegidos) o lo hacen con la misión
    "…expresa o tácita de emplearlo para el bien de los
    miembros de la sociedad y la salvaguardia de sus propiedades
    (…)

    La defensa de la propiedad privada como un derecho
    natural que el estado Constitucional debe proteger Locke la
    relaciona directamente con el trabajo, ya
    que mediante este el hombre saca las cosas del estado de la
    naturaleza y las hace instrumentos para satisfacer la necesidad
    humana. La propiedad es la institución fundamental del
    estado de naturaleza. Señala la salvedad que el hombre
    tiene derecho natural de poseer sólo que necesita, quien
    se adueña de bienes perecederos y nos los utiliza viola la
    Ley Natural, aunque admite la posibilidad de cambiar estos bienes
    por otros que puedan conservarse como metales. Para
    salvaguardar aun más la propiedad los hombres aceptan la
    sociedad civil, renuncia a su propia defensa. Al consentir formar
    parte de una sociedad civil, puede ser tácito, participan
    en un convenio que origina la sociedad, haciendo dejación
    en ellas de las facultades que tenían en el estado de la
    naturaleza.

    A partir de allí la sociedad se encargará
    de protegerlo a través de leyes que debe dictar y que
    considere necesarias para el bien de la sociedad y castigando a
    quienes la infrinjan. La transmisión tanto de funciones como
    derechos a la sociedad se caracteriza por la condicionalidad y la
    limitación. El hombre entrega los derechos individuales
    esperando obtener beneficios, la sociedad recibe estos derechos y
    a su vez los entrega al gobierno, que se convierte en
    fideicomisario de la sociedad, de forma análoga a como
    ésta lo es del sujeto. Asimismo cuando la sociedad ha
    colocado en una asamblea de hombres el poder de legislar, el
    poder legislativo no puede revestir al pueblo mientras subsista
    el gobierno "porque habiendo dado al poder legislativo faculta
    para subsistir indefinidamente, el pueblo ha renunciado al poder
    político y no puede volver a recobrarlo", al contrario si
    le dio existencia limitada al legislativo o este pierde poder por
    las faltas que comete o simplemente se cumple el lapso
    señalado "el poder legislativo revierte a la sociedad, y
    el pueblo tiene el derecho de actuar como soberano, de conservar
    para sí mismo el poder legislativo, darle otra forma, o de
    colocarlo, conservando la antigua, en otras manos.

    Isaac Newton

    En 1942 celebran el Tricentenario de su nacimiento la
    Royal Society conmemora esta celebración. Fue nombrado
    miembro extranjero de la Academia de Ciencias Francesas. Trabajo
    bastante bien como escolar, pero mal como granjero; fue enviado a
    Cambridge en 1661 a los 18 años, con la intensión
    de que ingresara a la iglesia, que en ese entonces era lo mejor
    para que un hombre educado abriera su camino. Newton cayo bajo la
    influencia de Isaac Barow, quien fue el primero en reconocer la
    inteligencia de Newton como genio. Newton se gradúo en
    Cambridge a principios de 1665. En ese año se cerro la
    universidad por la plaga que azotaba a Londres, y entonces
    volvió a su casa en Wolsthorpe. Cuando tenia 24
    años, reabrieron la Universidad.

    Newton era una persona muy reservada, sentó
    firmemente los fundamentos de su obra que se dividía en 3
    grandes campos: el calculo, la naturaleza de la luz blanca,
    gravitación universal , y el teorema del binomio entre
    otros. En 1669 comenzó a disertar sobre Optica en
    Cambridge, exponiendo sus descubrimientos. Afirma en 1671-2 que:
    "la luz esta formada por rayos diversamente retractables". El
    espectro se forma porque la luz blanca contiene una mezcla de
    luces de un solo color, pero de
    varios tipos, estas se separan por que son diversamente
    retractables.

    También Newton tenia enemigos como Linus,
    Huygens, Hook etc, que criticaban y juzgaban cada uno de sus
    triunfos y logros. En 1675 Newton envía un comunicado a la
    Royal Society sobre la luz:

    "posiblemente es una corriente de pequeñas
    cápsulas ligeras, de diversos tamaños, siendo los
    rojos los mayores y los violetas los mas pequeños. Cuando
    chocan hacen vibrar el éter, y si choca con una segunda
    superficie refleja y transmite de acuerdo con la fase". A los 62
    años, Newton precisa los escritos que primeramente
    escribió, por ejemplo, que la luz del sol es una mezcla de
    todos los colores, la
    explicación del arco iris, etc.

    Newton introdujo las propiedades ondulatorias, describe
    como construir un telescopio reflector etc. En ese entonces
    Newton ya era un reconocido matemático. Hacia 1676 Newton
    comenzó a escribir Los Principia. Se le denomino a la ley
    del comportamiento de los fluidos reales como "Viscosidad
    Newtoniana". Trata temas como: El movimiento de los
    satélites entorno a los planetas, los planetas entorno al
    sol, y calculaba la densidad de la
    tierra. Adam Smith
    decía: " Newton esta por encima del alcance de la
    razón y la experiencia humana". Newton cito que la masa
    gravitatoria y la masa de inercia son la misma. Newton
    lastimosamente abandona el campo de la ciencia, por un tiempo, y
    se dedica a cuestiones teológicas, donde en 1693 cae en
    una profunda melancolía, se referían a "la locura
    de Newton"

    En 1699 fue nombrado Guardián de la Casa de la
    Moneda. Desde 1703 hasta su muerte fue presidente de la Royal
    Society. Fue nombrado también caballero , por la Reina
    Ana. Murió en 1727, y su cuerpo estuvo presente en la
    cámara de Jerusalén. A pesar de toda su
    inteligencia, Newton no era un ser perfecto, era irritable, y muy
    reservado, de pocas palabras pero con grandes avances.

    "No se lo que puedo parecer al mundo, pero para mi
    mismo, solo he sido como un niño, jugando a la orilla del
    mar, y divirtiéndome al hallar de vez en cuando un
    guijarro mas suave o una concha mas hermosa que de costumbre,
    mientras que el gran océano de la verdad permanecía
    sin descubrir ante mi"

    "Si desarrolláramos una raza de Isaac Newton,
    esto no seria progreso, pues el precio que
    tuvo que pagar Newton por ser un intelecto supremo, fue que era
    incapaz de amistad, amor, paternidad y muchas otras cosas
    deseables. Como hombre fue un fracaso, como monstruo un
    soberbio".

    George Berkeley
    George Berkeley (1685-1753), filósofo y clérigo
    irlandés, considerado el fundador de la moderna escuela
    del idealismo. Berkeley mantenía que no se puede concebir
    que la materia exista con independencia de la mente; los
    fenómenos de los sentidos sólo pueden explicarse
    suponiendo que hay un dios que provoca de forma continua la
    percepción en la mente humana.

    Nacido en el condado de Kilkenny, Irlanda, el 12 de
    marzo de 1685, estudió en el Trinity College de
    Dublín, de cuyo cuerpo docente llegó a ser miembro
    en 1707. En 1710 publicó Tratado sobre los principios del
    conocimiento humano. Al no convencer a la gente de su
    teoría, publicó una versión más
    popular, Los tres diálogos entre Hylas y Philonus, en
    1713. Sus exposiciones de su filosofía fueron consideradas
    como descabelladas por sus contemporáneos. Mientras tanto,
    había sido ordenado diácono de la Iglesia anglicana
    de Irlanda y fue un destacado pastor protestante. En 1728
    viajó a América
    con intención de crear una escuela misionera en Bermudas.
    Aunque abandonó su proyecto en 1732, tuvo mucha incidencia
    en la educación
    superior norteamericana, ayudando al desarrollo de las
    universidades de Yale y Columbia y otras numerosas escuelas. En
    1734 fue nombrado obispo de Cloyne, donde permaneció hasta
    su retiro. Murió el 14 de enero de 1753 en
    Oxford.

    Berkeley desarrolló su teoría
    filosófica como una respuesta al escepticismo y el
    ateísmo. Afirmaba que el escepticismo surge cuando la
    experiencia o las sensaciones se encuentran desligadas de los
    objetos, no dejando ningún camino posible para saber de
    ellos excepto a través de las ideas. Para poner fin a esta
    disociación, una persona tiene que reconocer que el "ser"
    de las cosas sensibles consiste sólo en que son
    percibidas. Todo lo que es percibido es real, por eso las
    únicas cosas cuya existencia se puede conocer son aquellas
    que se pueden percibir. Berkeley insistió, no obstante, en
    que las cosas sí tienen una existencia fuera de la mente
    humana y sus percepciones, pues las personas no pueden controlar
    las ideas que tienen. En consecuencia, debe haber una mente en la
    que existan todas las ideas, un omnipresente espíritu
    infinito, a saber, Dios, que lo percibe todo.

    El sistema filosófico de Berkeley eliminaba
    cualquier posibilidad de conocimiento de un mundo externo
    material. A pesar de que su sistema tuvo pocos seguidores, sus
    críticas a los razonamientos sobre un mundo separado
    externo y al concepto de la materia fueron poderosas y han
    influido en los filósofos posteriores.

    David Hume
    David Hume nació en Edimburgo en el seno de una familia
    acomodada el año 1711 y murió en esta misma ciudad
    en 1766. Su vida transcurrió entre Edimburgo, París
    y Londres. En vez de seguir el estudio de las leyes, a lo que le
    orientaba la tradición familiar, quiso probar fortuna en
    el comercio, pero
    sin mucho éxito, lo cual le llevó a abandonarlo
    pronto. Tras un período de intensa dedicación a
    la lectura, en
    1726, durante una estancia de varios años en Francia,
    escribió su obra más importante, el Tratado sobre
    la naturaleza humana, que no sería publicado hasta el
    año 1740 en Londres. Esta obra no tuvo el reconocimiento
    que esperaba. Hume tuvo que atraerse la atención del público por medio de
    una serie de ensayos menores, antes de encontrar alguna
    consideración. Posteriormente, decidió reelaborar
    los temas y problemas del Tratado y así, en 1748
    publicó la Investigación sobre el conocimiento
    humano (que refunde la primera parte de su primera obra), y en
    1751 sacó a la luz la Investigación sobre los
    principios de la moral (en la que se vuelven a tratar los temas
    del libro tercero del Tratado).
    Tras aspirar por dos veces, de forma infructuosa, a un cargo
    académico, aceptó un puesto como bibliotecario en
    Edimburgo, donde escribió una Historia de Inglaterra que
    le haría rico y famoso. Más tarde, como secretario
    de legación, vivió en París varios
    años, y allí entró en contacto con varios
    pensadores franceses, como Rousseau.
    Ocupó luego un alto cargo en el gobierno inglés, en
    Londres, pero pronto se cansó de la vida pública y
    se retiró a Edimburgo, donde pasó los
    últimos años de su vida, hasta su muerte, ocurrida
    en 1776, rodeado de sus amigos y seguidores. Hume llevó el
    empirismo de Locke hasta sus últimas consecuencias.
    Según Hume, el conocimiento humano se compone de
    impresiones sensibles y de ideas, que se forman a partir de los
    datos de los sentidos. No podemos ir, pues, más
    allá de lo que nos aportan los sentidos, y la existencia y
    verdad de las ideas resultan injustificables para nosotros.
    El propio Hume reconoció que este análisis del
    conocimiento lleva inevitablemente al escepticismo.
    Además, su filosofía desemboca en un emotivismo
    moral, dado que de las proposiciones o verdades de hecho no
    pueden deducirse los mandatos o recomendaciones morales. En
    definitiva, los valores y las normas morales se basan
    únicamente en el sentimiento y no en la razón. El
    primer texto de lectura y
    comentario propuesto en el programa es la sección IV de la
    Investigación sobre el conocimiento humano. En esta
    sección se estudian las verdades de hecho y nuestro
    conocimiento de las mismas. El segundo fragmento que propone el
    programa de Madrid es el apéndice I de la
    Investigación sobre los principios de la moral, en el que
    Hume defiende su tesis de que la razón no puede fundar el
    juicio moral, por lo que los valores
    morales sólo se basan en el sentimiento.

     

     

     

    Autor:

    Julian Rosas

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