Indice
1. Los
presocráticos
2. Los
clásicos
3. Helenismo
4. Filosofía
medieval
5. Humanismo y
renacimiento
6. Racionalismo y
empirismo
Son los pensadores griegos cronológicamente
anterior a Sócrates y
a los que siendo contemporáneos suyos se ocupan del mundo
e intentan descubrir su unidad racional esencial. Los filósofos presocráticos
desarrollaron un vocabulario original, sobrio y severo, y a
medida que fueron forjando conceptos para referirse a la
totalidad del mundo (Phycis = naturaleza);
crearon una nueva racionalidad que les fue diferenciando de los
mitólogos.
El fenómeno cultural de la filosofía
presocrática nació en los límites
fronterizos del área helénica, en las zonas de su
colonización bélica o comercial, precisamente
allí donde los griegos entran en contacto con el mundo
oriental. Ello les permitió conocer los desarrollos de la
sabiduría egipcia y babilónica en el campo de la
astronomía, la geometría
y la aritmética.
El pensamiento
presocrático representó el primer esfuerzo
fructífero frente al problema del conocimiento
del mundo, en un momento en que la filosofía y ciencia
constituían una unidad. La cuestión fundamental era
un problema físico, naturalista: ¿está el
mundo hecho de una sustancia fundamental única?
¿Cuál es esa sustancia? Denominamos physiologi (los
físicos) por Aristóteles, la mayoría de sus obras
responden a la denominación genérica de peri
physeos ("sobre la naturaleza"). Los griegos distinguían
dos tipos de realidades: Una natural, que se desarrollaba por si
misma (la Physis o natural), y otra artificial, producto de la
actividad humana y que no tenia la capacidad de autodesarrollarse
(la techne o técnica). Así , el problema
fundamental de estos filósofos fue averiguar cual era el
principio material ultimo de la Phycis. Este principio material o
arché seria la esencia misma de las cosas, aquello de que
están hechas todas las cosas del mundo, su sustancia
material (en griego, suousia). La historia del pensamiento del
pensamiento presocrático es la sucesión de
respuestas distintas a éste mismo problema.
Tales De Mileto
Tales de Mileto
(c. 625-c. 546 a.C.), filósofo griego nacido en Mileto
(Asia Menor).
Fue el fundador de la filosofía griega, y está
considerado como uno de los Siete Sabios de Grecia. Tales
llegó a ser famoso por sus conocimientos de
astronomía después de predecir el eclipse de sol
que ocurrió el 28 de mayo del 585 a.C. Se dice
también que introdujo la geometría en Grecia.
encuentra, para tales de Mileto el origen de la cosas en una
materia
visible (causa material). Ahora bien, el concepto de
materia, que tenía Tales, no coincide con la idea que
nosotros tenemos de la misma (algo inanimado). Para Tales,
incluso los seres aparentemente inanimados tenían
realmente vida. En este contexto es en donde debería
situarse su afirmación de que todas las cosas están
llenas de dioses. Según Tales, el principio original de
todas las cosas es el agua, de la
que todo procede y a la que todo vuelve otra vez. Antes de Tales,
las explicaciones del universo eran
mitológicas, y su interés
por la sustancia física básica
del mundo marca el
nacimiento del pensamiento científico.
Anaximandro
Anaximandro (c. 611-c. 547 a.C.), filósofo,
matemático y astrónomo griego. Nació en
Mileto (en la actual Turquía). Discípulo y amigo
del filósofo griego Tales de Mileto, Anaximandro
está considerado el descubridor de la oblicuidad de la
eclíptica, que es el ángulo que forman el plano de
la eclíptica y el plano del ecuador celeste.
También se le considera introductor del reloj de sol en
Grecia y fundador de la cartografía.
La contribución más relevante de
Anaximandro fue elaborar la más temprana obra en prosa en
relación al cosmos y los orígenes de la vida, por
lo que también es mencionado como fundador de la
cosmología. Concebía el Universo como
un número de cilindros concéntricos, de los cuales
el más exterior es el Sol, el del
medio la Luna y el más interno contiene las estrellas.
Dentro de estos cilindros está la Tierra, sin
base firme y en forma de bombo. Anaximandro postulaba una
teoría
del origen del Universo que defendía que éste era
el resultado de la separación de opuestos desde la materia
primaria. Así, el calor se
movió hacia fuera, separándose de lo frío y,
después, lo hizo lo seco de lo húmedo.
Además, Anaximandro sostenía que todas las cosas
vuelven con el tiempo al
elemento que las originó.
Anaxímenes
Anaxímenes (c. 570-500 a.C.), filósofo griego de la
naturaleza, el último miembro de la escuela
jónica fundada por el filósofo Tales de Mileto.
Nació en Mileto (Jonia), en Asia Menor. Para
Anaxímenes, el aire era la
substancia básica y originaria del mundo. Ese aire cambia
por condensación y por rarefacción.
Anaxímenes escogió el aire como principio
originario, (arjé) de donde procede todo, debido a que
podía convertirse en cualquiera de los otros elementos del
mundo, como mar o tierra, sin
perder su propia naturaleza. Simplemente se condensaba o se
rarificaba pero conservando siempre su identidad.Anaximenes observó que los
cuerpos, al calentarse se dilatan, y, al enfriarse se contraen.
Ello le llevó a concluir que este par de opuestos no eran
tal sino una misma cualidad que se manifiesta distintamente
según las condiciones. Pues bien, estas observaciones le
llevaron a pensar que el aire al dilatarse (rarefacción)
produce lo caliente (fuego) y al condensarse
(condensación) produce agua y tierra,
y, todo, ello sin dejar de ser aire. De este modo creía
superar las críticas que Anaximandro había dirigido
a Tales y, con ello, poder proponer
de nuevo como principio originario a uno de los cuatro elementos
visibles de la naturaleza.
Pitágoras
Pitágoras (c. 582-c. 500 a.C.), filósofo y
matemático griego, cuyas doctrinas influyeron mucho en
Platón.
Nacido en la isla de Samos, Pitágoras fue instruido en las
enseñanzas de los primeros filósofos jonios Tales
de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes. Se dice que
Pitágoras había sido condenado a exiliarse de Samos
por su aversión a la tiranía de Polícrates.
Hacia el 530 a.C. se instaló en Crotona, una colonia
griega al sur de Italia, donde
fundó un movimiento con
propósitos religiosos, políticos y
filosóficos, conocido como pitagorismo. La
filosofía de Pitágoras se conoce sólo a
través de la obra de sus discípulos.
Los pitagóricos asumieron ciertos misterios,
similares en muchos puntos a los enigmas del orfismo. Aconsejaban
la obediencia y el silencio, la abstinencia de consumir alimentos, la
sencillez en el vestir y en las posesiones, y el hábito
del autoanálisis. Los pitagóricos creían en
la inmortalidad y en la transmigración del alma. Se dice
que el propio Pitágoras proclamaba que él
había sido Euphorbus, y combatido durante la guerra de
Troya, y que le había sido permitido traer a su vida
terrenal la memoria de
todas sus existencias previas.
Heráclito
Heráclito (c. 540-c. 475 a.C.), filósofo griego,
quien sostenía que el fuego era el origen primordial de la
materia y que el mundo entero se encontraba en un estado
constante de cambio.
Nació en Éfeso, una antigua ciudad griega en Asia
Menor, que ahora pertenece a Turquía. Debido a su vida
solitaria, y a la oscuridad y misantropía de su
filosofía, es llamado algunas veces el oscuro.
En cierto sentido, Heráclito fue uno de los
iniciadores de la metafísica
griega, aunque sus ideas se derivan de las de la escuela
jónica de la filosofía griega. Consideraba el fuego
como la sustancia primordial o principio que, a través de
la condensación y rarefacción, crea los
fenómenos del mundo sensible. Heráclito
incorporó a la noción de "ser" de sus predecesores
el concepto de "devenir" o flujo, al que consideró una
realidad básica subyacente a todas las cosas, incluso a
las más estables en apariencia. Para aclararlo, afirmaba
que una persona no
podía bañarse dos veces en el mismo
río.
En ética,
Heráclito introdujo un nuevo énfasis social,
manteniendo que la virtud consiste en la subordinación del
individuo a las leyes de una
armonía razonable y universal. Aunque su pensamiento
estaba influido por la teología popular, atacó los
conceptos y ceremonias de la religión popular de
su tiempo.
Sólo una obra, De la Naturaleza de las cosas, se
puede atribuir a Heráclito, aunque algunos autores
sostienen que también escribió un libro sobre
las leyes. Numerosos fragmentos de su obra fueron preservados por
escritores posteriores y se pueden encontrar recopilaciones de
estos fragmentos en diversas ediciones modernas.
Parménides
Parménides (c. 515-c. 440 a.C), filósofo griego,
considerado por muchos eruditos como el miembro más
importante de la escuela eleática.
Natural de Elea (colonia griega en el sur de la Magna
Grecia), se cree que visitó Atenas cuando tenía 65
años de edad y que, en tal ocasión,
Sócrates, entonces un hombre joven,
le oyó hablar. De sus escritos sólo se han
conservado 160 versos, pertenecientes a 19 fragmentos de un poema
didáctico, Sobre la naturaleza. En este tratado,
considerado el primero sobre el ser, abogaba por la existencia
del "Ser absoluto", cuya no existencia declaraba inconcebible,
pero cuya naturaleza admitía ser también
inconcebible, ya que el "Ser absoluto" está disociado de
toda limitación bajo la cual piensa el ser humano.
Mantenía que los fenómenos de la naturaleza son
sólo aparentes y debidos, en esencia, al error humano;
parecen existir, pero no tienen entidad real. Sostenía
también que la realidad, "Ser verdadero", no es conocida
por los sentidos,
sino que sólo se puede encontrar en la razón. Esta
creencia le convirtió en un precursor del idealismo de
Platón. La teoría de Parménides de que el
ser no puede originarse del no ser, y que el ser ni surge ni
desaparece, fue aplicada a la materia por sus sucesores
Empédocles y Demócrito, que a su vez la
convirtieron en el fundamento de su explicación
materialista del Universo. En la Vía de la verdad,
Parménides, nos describe todo lo que la razón, sin
la ayuda de los sentidos, puede deducir acerca del ser o lo
limitado. Sin embargo, en un momento determinado,
Parménides pasa de los objetos de la razón a los
objetos de los sentidos, es decir, de la Vía de la verdad
a la Vía de la opinión; y así como los
objetos de los sentidos quedaron excluidos de la Vía de la
verdad, de la misma manera, en la Vía de la opinión
excluirá los
Zenón De Elea
Zenón nació hacia el 490/85 a de Cristo.
Procedía de Elea. Inicialmente fue pitagórico pero
acabó siendo discípulo de Parménides. Parece
que intervino tambien en política participando
en un complot contra un tirano y, trás ser detenido,
mantuvo un gran entereza ante la tortura.
Zenón escribió tambien una obra con el
objetivo de
atacar a aquellos que se mofaban del Uno de Parménides. Su
método
consistía en reducir las hipótesis de sus oponentes al absurdo
deduciendo las consecuencias contradictorias que de ellas se
seguían. Parece que las hipótesis que
atacó con mayor dureza fueron aquellas que
defendían la existencia del movimiento y de la pluralidad.
En este contexto, es muy posible que sus ataques fueran dirigidos
en contra de los pitagóricos.
En Atenas, Zenón enseñó
filosofía durante algunos años,
concentrándose en el sistema
eleático de metafísica. El estadista ateniense
Pericles y Calias estudiaron con él. Zenón
regresó más tarde a Elea y, según cuenta la
tradición, se unió a una conspiración para
librar a su ciudad nativa del tirano Nearcco; la
conspiración fracasó y Zenón fue torturado
con dureza, pero se negó a delatar a sus
compañeros. No se conocen más circunstancias de su
vida.
Sólo pocos fragmentos de la obra de Zenón
perduran, pero las obras de Platón y Aristóteles se
nutren de referencias textuales de los escritos de Zenón.
En el plano filosófico, Zenón aceptaba la creencia
de Parménides de que el universo, o el ser, es una
sustancia indiferenciada, simple, única, aunque pueda
parecer diversificada para los sentidos. La intención de
Zenón fue desacreditar las sensaciones, lo que
pretendió hacer a través de una brillante serie de
argumentos o paradojas, sobre el espacio y el tiempo que han
perdurado hasta nuestros días como mosaicos intelectuales
complejos. Una paradoja clásica afirma que un corredor no
puede llegar a la meta porque,
para lograrlo, debe recorrer una distancia; pero no puede
recorrer esa distancia sin primero recorrer la mitad de ella, y
así ad infinitum. Porque existe un número infinito
de bisecciones en una distancia espacial, uno no puede recorrer
una distancia en tiempo finito, a menos que acorte la distancia o
aumente la velocidad.
Este argumento, como muchos otros de Zenón, se
proponía demostrar la imposibilidad lógica
del movimiento. Dado que los sentidos nos llevan a creer en la
existencia del movimiento, los sentidos son ilusorios y por lo
tanto no existe ningún obstáculo para aceptar las
inverosímiles teorías
de Parménides de otra forma. Zenón es reconocido no
sólo por sus paradojas, sino por establecer los debates
filosóficos que favorecen la discusión razonada.
Por todo ello, Aristóteles le consideró el creador
del razonamiento dialéctico.
Leucipo
Leucipo (c. 450-370 a.C.), filósofo griego, que
quizá naciese en Abdera. Casi nada se conoce de su vida y
ninguno de sus escritos ha perdurado. Sin embargo, es reconocido
como creador de la teoría atómica de la materia,
más tarde desarrollada por su principal discípulo,
el filósofo griego Demócrito. Según esta
teoría, toda materia está formada por
partículas idénticas e indivisibles llamadas
átomos.
Demócrito
Demócrito (c. 460 a.C.-370 a.C.), filósofo griego
que desarrolló la teoría atómica del
universo, concebida por su mentor, el filósofo Leucipo.
Demócrito nació en Abdera, Tracia. Escribió
numerosas obras, pero sólo perduran escasos
fragmentos.
Según la teoría atómica de la
materia de Demócrito, todas las cosas están
compuestas de partículas diminutas, invisibles e
indestructibles de materia pura (en griego atoma, 'indivisible'),
que se mueven por la eternidad en un infinito espacio
vacío (en griego kenon, 'el vacío'). Aunque los
átomos estén hechos de la misma materia, difieren
en forma, medida, peso, secuencia y posición. Las
diferencias cualitativas en lo que los sentidos perciben y el
origen, el deterioro y la desaparición de las cosas son el
resultado no de las características inherentes a los
átomos, sino de las disposiciones cuantitativas de los
mismos. Demócrito consideraba la creación de mundos
como la consecuencia natural del incesante movimiento giratorio
de los átomos en el espacio. Los átomos chocan y
giran, formando grandes agregaciones de materia.
Demócrito escribió también sobre
ética, proponiendo la felicidad, o 'alegría', como
el mayor bien —una condición que se logra a
través de la moderación, la tranquilidad y la
liberación de los miedos. En la historia Demócrito
era conocido como el Filósofo Alegre, en contraste al
más sombrío y pesimista Heráclito. Su
teoría atómica anticipó los modernos
principios de
la conservación de la energía y la irreductibilidad
de la materia.
Anaxágoras
Anaxágoras (c. 500-428 a.C.), filósofo griego
responsable de introducir la noción de nous (en griego
'pensamiento' o 'razón') en la filosofía de los
orígenes; sus predecesores habían estudiado los
elementos (tierra, aire, fuego, agua) como realidad
última.
Nació en Clazomenae (cerca de la actual Izmir,
Turquía). Anaxágoras fue el primer pensador en
establecerse (c. 480) en Atenas, más tarde un destacado
centro filosófico. Entre sus alumnos se encontraban el
estadista griego Pericles, el dramaturgo griego Eurípides,
y quizás también Sócrates. Anaxágoras
había enseñado en Atenas durante cerca de treinta
años cuando se le encarceló acusado de impiedad al
sugerir que el Sol era una piedra caliente y la Luna
procedía de la Tierra. Después marchó a
Jonia (en Asia menor) y se estableció en Lampsacus (una
colonia de Mileto), donde murió.
Anaxágoras explicó su filosofía en
su obra Peri physeos, pero sólo algunos fragmentos de sus
libros han
perdurado. Mantenía que toda la materia había
existido en su forma primitiva como átomos o
moléculas; que estos átomos, numerosos hasta el
infinito e infinitesimalmente pequeños, habían
existido desde la eternidad; y que el orden que surgió al
principio de este infinito caos de átomos diminutos era
efecto de la actuación de una inteligencia
eterna (nous). También consideraba que todos los cuerpos
son simples agregaciones de átomos; así, una barra
de oro, acero o cobre se
compone de inconcebibles partículas diminutas del mismo
material.
Empédocles
Empédocles (c. 493 a.C.-433 a.C.), filósofo,
político y poeta griego. Nació en la ciudad
siciliana de Agrigentum (actual Agrigento) y fue discípulo
de Pitágoras y Parménides. Según afirma la
tradición, Empédocles rechazó aceptar la
corona ofrecida por el pueblo de Agrigentum después de
haber colaborado a librarle de la oligarquía gobernante.
En su lugar instituyó una democracia.
El conocimiento moderno de la filosofía de
Empédocles se basa en los fragmentos que perduran de sus
poemas sobre
la naturaleza y la purificación. Afirmaba que todas las
cosas están compuestas de cuatro elementos principales:
tierra, aire, fuego y agua. Dos fuerzas activas y opuestas,
amor y odio, o
afinidad y antipatía, actúan sobre estos elementos,
combinándolos y separándolos dentro de una variedad
infinita de formas. De acuerdo con Empédocles, la realidad
es cíclica. Al comenzar un ciclo, los cuatro elementos se
encuentran unidos por el principio del amor. Cuando el odio
penetra en el círculo, los elementos empiezan a separarse.
El amor funde
todas las cosas; entonces el odio reemprende el proceso. El
mundo, tal y como lo conocemos, se halla a medio camino entre la
esfera primaria y el estado de
total dispersión de los elementos. Creía
también que no es posible que ningún cambio
conlleve la creación de nueva materia; sólo puede
ocurrir un cambio en las combinaciones de los cuatro elementos ya
existentes. Asimismo formuló una primitiva teoría
de la evolución en la que declaraba que las
personas y los animales
evolucionaban a partir de formas precedentes.
Sofistas.
Del griego sophi, 'experto', 'maestro artífice', 'hombre
de sabiduría', en su origen, nombre aplicado por los
antiguos griegos a los hombres eruditos, tales como los Siete
Sabios de Grecia; en el siglo V a.C., nombre que se daba a los
maestros itinerantes que proporcionaban instrucción en
diversas ramas del conocimiento a cambio de unos honorarios
convenidos con antelación.
Personas que compartían puntos de vista
filosóficos mucho más amplios que los de una
escuela, los sofistas popularizaron las ideas de varios
filósofos anteriores; pero, basándose en su
interpretación de ese pensamiento filosófico
anterior, casi todos ellos concluyeron afirmando que la verdad y
la moral eran
en esencia materias opinables. Así, en sus propias
enseñanzas tendían a enfatizar formas de
expresión persuasivas, como el arte de la
retórica, que facilitaba a los discípulos técnicas
útiles para alcanzar el éxito
en la vida, en especial en la vida pública.
Los sofistas gozaron de popularidad durante un tiempo,
sobre todo en Atenas; sin embargo, su escepticismo de la verdad
absoluta y la moral
suscitó a la postre fuertes críticas.
Sócrates, Platón y Aristóteles pusieron en
tela de juicio los fundamentos filosóficos de las
enseñanzas de los sofistas. Platón y
Aristóteles les censuraron por aceptar dinero.
Más tarde, fueron acusados por el Estado de carecer de
moral. Como consecuencia, la palabra sofista adquirió un
significado despectivo, al igual que el moderno término
sofisma, que puede ser definido como astuto y engañoso o
como argumentación o razonamiento falsos.
La Famosa máxima de Protágoras, uno de los
sofistas más importantes, "el hombre es
la medida de todas las cosas, es representativa de la actitud
filosófica de esta escuela. Su componentes
mantenían que los individuos tienen el derecho de juzgar
por sí mismos todos los asuntos; negaban la existencia de
un conocimiento objetivo en el que se supone que todo el mundo
debe creer, mantuvieron que la ciencia
natural y la teología tienen poco o ningún valor, porque
carecen de relevancia en la vida diaria, y declararon que las
reglas éticas sólo tenían que asumirse
cuando convienen al propio interés.
Sócrates
Sócrates nació en 470/469 a.C. Su padre,
Sofronisco, era escultor; su madre, Fenarete, era comadrona.
Quizás, al principio tuvo el mismo trabajo que su padre,
pero después lo dejó y dedicó su vida a la
investigación filosófica. Muchas
veces pidió dinero a sus amigos. Se casó con
Santippe, que fue una mujer de muy mal
humor, ya de tradición: alguien ha pensado que
Sócrates siempre estaba en público no para
filosofar, sino para estar alejado de su mujer y sus lecciones.
Parece que Sócrates era capaz de hacer razonar a todo el
mundo, excepto a Santippe. Tuvieron tres hijos. Sócrates
nunca se fue de Atenas, excepto para ir a la guerra. De hecho, en
432 estuvo en expedición militar contra Potidea y durante
la lucha salvó a Alcibíades, que fue herido
luchando. En 424 estuvo en la guerra con Lachete en Delio, cuando
los soldados de Atenas se retiraron a causa de los Beocianos. En
421 estuvo en la guerra en Anfípoli. En 406, conforme con
la ley de
rotación de oficios, participó en el Concilio con
el encargo de seleccionar problemas para
después presentarlos en la asamblea. Se puso contra la
propuesta ilegal de perseguir a todos los generales vencedores a
las Islas Arginusas, por no haber salvado a personas
después de un naufragio. Por esta presa de posición
Sócrates discordaba con el partido democrático. En
404, cuando tenía el poder la oligarquía, se
negó a encarcelar a Leone de Salamina, una persona que
estaba en contra de la oligarquía. En 403, restaurada la
democracia garantizando pues la amnistía, Sócrates
continuó siendo contrario al nuevo orden, también
porque había sido amigo de Alcibíades y Crizia. En
399, Meleteo presentó la incriminación contra
Sócrates; y Licone y Anito, – este último fue uno
de los personajes más importantes de la democracia
restaurada -, también le acusaron. La acusa era la
siguiente: "Sócrates es culpable por no reconocer a los
dioses de la ciudad y por introducir nuevos. Además es
culpable por corromper a la juventud.
Pedimos la pena de
muerte." Los acusadores, probablemente, espectaron que
Sócrates fuese enviado al exilio, como sucedió con
Protágora o Anasságora, pero Sócrates no
abandonó la ciudad y fue ejecutado. La mayoría de
los jueces votaron a favor de la pena de muerte:
Sócrates fue matado con veneno. Podemos poner a
Sócrates en el tiempo de los Sofistas (aunque él
estaba en contra de los sofistas) porque, igual que a los
sofistas, a Sócrates le importaban la moral y los
problemas humanos, dejando aparte la búsqueda del origen y
de la cosmogonía. Sócrates no escribió nada,
pero podemos reconstruir su pensamiento utilizando otros autores.
Hay cuatro autores importantes que escribieron sobre él:
1) Platón 2) Jenofonte 3) Aristóteles 4)
Aristófanes. 1) Platón es seguramente el autor
más fiable. Era un discípulo suyo y
compartió su opinión sobre la filosofía.
Para Sócrates y Platón , la filosofía era
una búsqueda continua. Sócrates es el personaje
principal en "Los Diálogos" de Platón , y cuando
hayan matado a Sócrates, Platón quedará tan
perturbado que abandonará el mundo político. 2)
Jenofonte es el autor más aburrido y banal. Para
él, Sócrates es un ciudadano fiel a la
tradición, que realmente representa los valores,
es sabio y quiere que sus ciudadanos estén bien. Honra a
los dioses y su propia ciudad. Tenemos que especificar
más: Jenofonte era un gran general, sin temor de nada y
muy valiente, pero no era ningún genio. Sus trabajos no
son interesantes, sino aburridos y banales. Jenofonte
había estado en la guerra, junto a Sócrates, y dice
que Sócrates era muy valiente y aguantaba todo
(caminó descalzo sobre el hielo). A Jenofonte no le
interesaba la filosofía y habló a Sócrates
sólo de argumentos militares. Esto nos ayuda a entender
que Sócrates adecuó su lenguaje
según a quien iba dirigido. Habló de
filosofía con un filósofo, de la guerra con un
general. 3) Por mucho tiempo, el testimonio de Aristóteles
fue considerado como el más fiable, porque presenta a un
Sócrates sin significados simbólicos;
Aristóteles da una opinión sin perjuicios de
Sócrates. Pero el testimonio de Aristóteles tiene
unos límites: es menos "artístico" y es el
único testimonio de una persona no contemporánea a
Sócrates. En el testimonio de Aristóteles ,
Sócrates parece ser un robot: su filosofía no habla
en público, sino que razona por si misma. 4)
Aristófanes es el más contemporáneo a
Sócrates: habla de un Sócrates joven (de unos 40
años). Hay que tener presente que Aristófanes era
un autor, así que el Sócrates del cual habla
está lleno de aspectos sarcásticos. En "Las Nubes",
escritas por Aristófanes, Sócrates es un sofista
que quiere estudiar la naturaleza ( en verdad él era lo
opuesto ) y que tiene su cabeza en las nubes. Aristófanes
es el único que presenta a un Sócrates negativo
(fue uno de sus acusadores). Realmente, Aristófanes no
quiso despreciar a Sócrates o burlarse de él por
puro resentimiento. Era un autor y hizo su trabajo: hacer
reír a la gente. En verdad no quiso burlarse solamente de
Sócrates, sino de todos los filósofos. Con todo, el
testimonio de Platón es el mejor y utilizamos los
demás sólo como soporte. Platón realmente
conoció muy bien a Sócrates y él mismo era
un gran filósofo. El límite del testimonio de
Platón es el siguiente: Platón era un gran
filósofo y no podía limitarse a simplemente repetir
las sentencias de Sócrates. Platón hizo decir a
Sócrates cosas que en verdad éste no había
dicho. Platón , al envejecerse, tendía a hacer
decir a Sócrates frases que en verdad no dijo.
Afortunadamente, Platón escribió "Apología"
cuando aún era joven, así hizo decir a
Sócrates cosas que realmente dijo. En "Apología"
describe el juicio en el que se pidió la pena de muerte
para Sócrates. En esta obra realmente sale la diferencia
entre Sócrates y los sofistas. Los sofistas hicieron
discursos
grandiosos, pero completamente carentes de verdad. Sólo
les importó hablar bien y causar algún efecto a la
gente que les escuchaba. Para Sócrates, la cosa más
importante era la verdad : dice de no ser bueno en replicar a los
sofistas y a sus discursos grandiosos ( y falsos).
Sócrates, aunque no haga discursos grandiosos, dice la
verdad. Platón seguirá criticando a los sofistas.
Sócrates, para defenderse en el juicio, no hace
ningún discurso (como
los sofistas), pero inicia un diálogo
basado en ataque y parada: justamente de los diálogos sale
la verdad. El estilo retórico de Sócrates es pobre,
árido y bastante familiar y él formula los
diálogos de acuerdo con la gente con la que está
hablando. El inicio del diálogo de Sócrates se
llama "ironía socrática", que es
autodisminución: "Yo no sé, pero tu sabes."
"Apología" empieza así: Sócrates pregunta
"¿Qué es x?" y el interlocutor se cae en la trampa
y responde, sintiéndose mejor que Sócrates.
Sócrates, como dijimos cuando hablábamos de
Jenofonte, sólo discute temas que el interlocutor conoce.
Por ejemplo, si habla a un general, preguntará:
"¿Qué es coraje?" El interlocutor
responderá: "Coraje significa no ceder." Pues
Sócrates dirá que esto no es coraje, sino locura.
Esta crítica incita al interlocutor a darle otra
respuesta, una mejor organizada. Este juego puede
continuar durante mucho más tiempo y, quizás, a
veces nunca acaba. Este método se llama mayéutica.
Sócrates dijo que hacía él el mismo trabajo
que su madre, que fue comadrona: ella hizo parir a mujeres,
él a almas. Igual que comadronas controlan si los niños
están bien, Sócrates controla si las ideas,
definiciones, estén buenas. Algunos interlocutores no eran
muy inteligentes y no reconocieron sus propios errores,
así, a veces, preferían evitar a Sócrates.
Un interlocutor llamó a Sócrates "torpedo" , porque
una cita con Sócrates puede disparatar: Sócrates es
capaz de anular los conceptos del interlocutor convencido de
saber, que al final da señales de no saber nada.
Sócrates se compara con una mosca, que consigue provocar a
un caballo. Estimula a los hombres a razonar. Sócrates
(utilizando la "ironía socrática") dice que no sabe
nada y que los sofistas lo saben todo; que quizás la educación que
él da no sirva para nada y que la verdadera sea la
educación
sofista. Las acusaciones falsas contra Sócrates empezaron
cuando él mismo se nombró "sabio", porque el
Oráculo de Delfos le había dicho que él era
el hombre más sabio del mundo. Primero no creyó en
el Oráculo pensando que era imposible. Así
empezó yendo por toda Atenas en busca de gente que se
consideraba realmente sabia: políticos, poetas y
artesanos. Sócrates entendió que todas las clases
creían de saber, pero en verdad no sabían nada. Los
políticos eran los peores, no porque eran políticos
(Sócrates mismo fue una especie de político), sino
porque no fueron capaces de enseñar sus conocimientos: una
persona realmente sabia ha de explicar su conocimiento. Hasta los
mejores políticos (como Pericles) no eran capaces de hacer
esto (dice Sócrates). Lo mismo valía para los
poetas, que a partir de Homero estaban
muy bien considerados: todo el mundo pensaba que eran sabios y
capaces de enseñarlo todo a la juventud. Sócrates
los corrigió porque decían estupideces y porque no
eran sabios: su conocimiento no era real, era un tipo de "locura
inspirada". Dios hablaba a la gente a través de sus bocas.
Los artesanos eran los mejores, porque, con todo, fueron capaces
de hacer algo realmente útil para la comunidad. Su
conocimiento era práctico, podían producir algo
material. Eran competentes en su sector, pero pensaban que eran
competentes en todo. Pecaban de presunción porque pensaban
de tener un conocimiento universal e ilimitado. Además
actuaban sin razonamiento y reflexión. Sócrates
entendió que el Oráculo de Delfos había
dicho la verdad: él era el hombre más sabio del
mundo, aunque él sabía que no sabía nada. No
paró de buscar la verdad: la misma conciencia de su
conocimiento propulsó a Sócrates a buscar la
verdad. Los acusadores decían que Sócrates
corrompió a la juventud y que los empeoró.
Sócrates decía que no tenia motivo para hacer esto.
De hecho, si corrompiera a la juventud, viviría en un
mundo lleno de gente estúpida. Hay que tener presente el
tal llamado "intelectualísimo ético" de
Sócrates: de acuerdo con Sócrates, nadie puede
hacer el mal cuando realmente sabe de hacerlo; nadie puede hacer
el mal voluntariamente. Un ladrón roba dinero pensando de
hacer bien, es un error intelectual. Así, Sócrates
evidentemente trabaja para el bien de su ciudad. Sócrates
ha encontrado el concepto moderno de "alma". En un primer tiempo,
"alma" significaba "soplo vital"; después significaba
"imagen en los
Hades", un tipo de menor existencia. De acuerdo con el orfismo,
significaba "demonio". A partir de Sócrates, el "alma" se
ha convertido en nuestra propia personalidad:
nos identificamos con nuestra alma. Según Sócrates,
podemos subdividir el bien y el mal en tres categorías: a)
del alma, b) del cuerpo y c) del externo. El cuerpo es
herramienta y cárcel para el alma. Dinero, por ejemplo, es
un bien externo. A veces, Sócrates (y Platón )
parece rechazar el bien para el cuerpo, el bien material,
prefiriendo el bien para el alma; pero, a veces, parece que
acepte ambos. A Sócrates, por ejemplo, le gustaba el vino.
Esta ambigüedad entre los bienes para el
cuerpo y para el alma puede ser explicada diciendo que todo tipo
de bienes es bueno hasta que éstos no se contrasten: la
búsqueda del placer físico se convierte en mal
cuando lo situamos antes del placer intelectual. Esto vale
también para las relaciones entre el cuerpo y el alma.
Sócrates y Platón no odian al cuerpo: lo aprecian,
porque trabaja para el alma. Es muy interesante la opinión
de Sócrates sobre la injusticia: según él,
ésta no daña a quien la sufre, sino a quien la
hace. De hecho, la justicia da
una sensación de placer y quien es injusto, pierde este
placer; quien sufre injusticia sigue notando esta
sensación de placer. Lo mismo dice Platón .
Sócrates dice que no sabe qué es lo que haya
después de la muerte (
Platón dirá que él es capaz de probar la
existencia de una vida después de la muerte).
Sócrates no cree que, si tú llevaras una vida
virtuosa, te darían un premio: ya has recibido un premio
llevando una vida virtuosa: la felicidad que sientes porque eres
justo ya es un tipo de premio. Sócrates dice que
podría existir una vida después de la muerte, pero
no es capaz de demostrarlo. Entre las acusaciones contra
Sócrates hubo las siguientes: ateismo e impiedad. De
hecho, Sócrates creía en demonios y los
denominó "hijos de Dioses". Demostró que la
acusación era falsa: de hecho, si fuesen hijos de Dioses,
sería natural que Sócrates hubiera creído en
Dioses: si existe un hijo (demonio), también tiene que
haber un padre y una madre (Dioses). ¿Pero qué era
el demonio ? Existen dos evidencias diferentes: Platón
dice que es una especie de ángel guardián, una
conciencia personal, que se
presenta cada vez que Sócrates iba a cometer un error:
sería como un tipo de "ayuda privilegiada". Sólo
gente honesta la tiene. Es un regalo divino. Es como Dios tomara
parte en la vida humana. Por otra parte, Jenofonte dice que el
demonio era una entidad que incitó a Sócrates para
actuar en determinadas formas. Para Sócrates, lo
importante no era vivir, sino que vivir bien : cuando nuestra
alma es justa, sana, pues nos sentimos bien. Mucha gente se dio
cuenta de que en verdad los acusadores de Sócrates no
quisieron que le condenaran a muerte, sino que sólo
querían asustarlo. Pero Sócrates no aceptó
ser asustado: era su destino ir por Atenas y hacer razonar a la
gente. Para Sócrates, vivir bien significaba hacer esto; y
no negar de ser culpable significaba una cosa: no hacer perder
valor a su vida. De todas formas, era viejo y sólo le
quedaban pocos años para vivir. Para él era mejor
ser matado que dejar sus ideales. Mientras la búsqueda de
Platón será proyectada en una otra
dimensión, la de Sócrates está atada al
mundo terrestre. Su misión en
la vida era hacer que toda la gente entendiese qué estaba
haciendo y por qué. Sócrates rechazó la
política (igual que Platón ): de hecho, tuvo
problemas con ella. En un primer tiempo, los oligarquiotas
estuvieron contra él, después los
demócratas. Sus acusadores, que le condenaron a muerte,
eran demócratas: la acusación, en parte, fue una
acusación política. De hecho, Sócrates era
aristócrata y los demócratas quisieron castigarle.
Aunque tuvo muchos problemas con la política, no quiso
abolirla. Antes de ser matado, Sócrates fue ayudado para
evadirse de la cárcel, pero se negó hacerlo: de
hecho, él realmente observaba las leyes, a las que nunca
se debería desobedecer. Una ley puede ser criticada, pero
no violada: cuando una ley es injusta (según
Sócrates), no debes desobedecerle, sino que tienes que
emprender algo para que se cambie. Sócrates dijo que fue
su deber hacer cambiar esta ley, y era correcto morir porque no
había sido capaz de cambiarla. La gente de Atenas
pensó que se había deshecho de Sócrates
matándole, pero en verdad, para realmente deshacerse de
él, tendrían que haberle matado de forma
"filosófica", vencerle con palabras. Quisieron asustar a
Sócrates, pero consiguieron lo contrario: de hecho,
Platón , determinado para convertirse en político,
fue molestado por lo que le había pasado a
Sócrates, y se dedicó a la filosofía. El
final de "Apología" es muy famoso: Sócrates habla a
sus discípulos antes de ser matado: "Ha llegado la hora de
marchar. Yo iré hacia la muerte, y vosotros vais hacia la
vida. Quién de nosotros ande a una destinación
superior es oscuro para todos: no para mi Dios." En "Simposio",
escrito por Platón , Alcibíades dice que
Sócrates no se parece a ningún hombre del pasado ni
del presente: es un personaje nuevo. No está interesado en
política, pero no la odia; no rechaza a los partidos, pero
no se identifica con ellos (en "Simposio", todos los invitados se
duermen, excepto Sócrates). Consideremos ahora la
técnica discursiva de Sócrates: la
refutación es la técnica para demostrar cuanto
inconsistente sea el saber de los interlocutores. Pero para
llegar a este punto, hay que empezar por el método del
ataque – parada, o sea, el método de pregunta y respuesta.
"Qué es la justicia?" puede ser el punto de partida.
Preguntando esto o algo parecido significa preguntar por la
definición de la justicia (en este caso) y hay que sea
válida para todos los casos particulares a la vez. En este
sentido, la búsqueda de Sócrates fue interpretada
por Aristóteles como la búsqueda por lo universal
dentro del ámbito de los problemas y conceptos morales.
Parece que los interlocutores de Sócrates no eran capaces
de dar la respuesta exacta, o porque concedían poco valor
al mismo Sócrates (quien les decía de ser inferior
a ellos) o porque respondían por casos particulares en vez
de dar la definición universal. Ya hemos puesto el ejemplo
de la pregunta: "Qué es el coraje?" La respuesta "Es el no
retirarse nunca" es errónea, igual que la de "Es el atacar
a l'enemigo": de hecho, podemos ser valientes también con
afrontar una enfermedad o un examen. Una definición exacta
tiene que cubrir todos los casos posibles . En su función
negativa, el método del ataque – parada es una especie de
refutación, eso es, la demostración de la falsedad
o contradicción de las respuestas dadas por el
interlocutor. Los efectos de este método son comparables
con los de un torpedo acuático que deja petrificado a
quien toca. Podemos reaccionar contra la refutación
rechazándola, como hicieron algunos interlocutores de
Sócrates. Pero si la aceptamos, ella nos puede liberar de
opiniones erróneas que tenemos sobre diferentes
argumentos; es una especie de purificación. La
situación resultante de la refutación se llama
"aporía", una situación sin vía de escape.
Consiste en entender que todos los tentativos de responder a una
cierta pregunta nos han llevado a un callejón sin salida.
Pero en esta nueva situación, liberados de todo saber
falso y especialmente liberados de todo tipo de
presunción, podemos dedicarnos a buscar el saber
verdadero, intentando nuevas vías que podrían
llevarnos hacia este saber. Así, el método de la
pregunta – respuesta tiene una función positiva, que se
compara con la función de la "Mayéutica", capaz de
hacer parir la verdad a toda persona mediante preguntas
construidas debidamente: de hecho, cada persona lleva en
sí misma la verdad. Sócrates procura continuar
hasta que sus interlocutores admitan un punto fundamental: para
hacer el bien, es decir, para actuar virtudosamente dentro de un
ámbito determinado, es necesario que uno tenga el saber
que le llevará a este bien. Sócrates llega a esta
conclusión por la analogía con las técnicas:
un buen artesano, capaz de hacer su trabajo, tiene el saber que
le lleva a este resultado. Lo mismo vale en el ámbito
ético-político: es el punto esencial de la tesis
famosa de que virtud es ciencia. Primeramente, alguno que sabe
qué es el bien y cuál es el bien para él
mismo, no puede evitar de hacer el bien. El bien tiene una
fuerza de
atracción muy grande. Esto no significa que
Sócrates no reconociera la importancia de las pasiones y
de las emociones, sino
que en cualquier ámbito de la vida humana el único
instrumento para llevar a un comportamiento
bueno es el saber. No hay que confundir la posición de
Sócrates con formas del rigorismo ascético. Al
contrario, es una forma de hedonismo, porque su objetivo
fundamental es la búsqueda de la felicidad ( en griego,
"eudaimonia"). Este saber es capaz de valorar los placeres,
considerando las consecuencias buenas o malas que puedan resultar
de ellos. Éste es el saber del cual Sócrates dice
de no tenerlo, y por este motivo sigue buscándolo.
Así, non tiene sentido distinguir las diferentes virtudes
una de las otras: la virtud es una sola, igual que el saber donde
se condensan: saber qué es el bien y qué es el
mal.
Platón
Nació en el seno de una familia
aristocrática en Atenas. De joven, Platón tuvo
ambiciones políticas
pero se desilusionó con los gobernantes de Atenas.
Más tarde se proclamó discípulo de
Sócrates, aceptó su filosofía y su forma
dialéctica de debate: la
obtención de la verdad mediante preguntas, respuestas y
más preguntas. Platón fue testigo de la muerte de
Sócrates en el año 399 a.C. En el año 387
Platón fundó en Atenas la Academia,
institución a menudo considerada como la primera universidad
europea. Ofrecía un amplio plan de estudios,
que incluía materias como: astronomía, biología, matemáticas, teoría política
y filosofía. Aristóteles fue su alumno más
destacado. Pasó los últimos años de su vida
dando conferencias en la Academia y escribiendo.
Murió próximo a los 80 años en Atenas en el
año 348 o 347 a.C.
Obra
Los escritos de Platón adoptaban la forma de
diálogos, donde se exponían ideas
filosóficas, se discutían y se criticaban en el
contexto de una conversación o un debate en el que
participaban dos o más personas. El primer grupo de
escritos de Platón incluye 35 diálogos y 13
cartas.
Primeros Diálogos
Los diálogos se pueden dividir en tres etapas de
composición.
La primera representa el intento que hizo Platón de
comunicar la filosofía y el estilo dialéctico de
Sócrates. Sócrates se encuentra con alguien que
dice saber mucho, manifiesta ser ignorante y pide ayuda al que
afirma saber. Sin embargo, conforme Sócrates empieza a
hacer preguntas, se hace patente que quien se dice sabio
realmente no sabe lo que afirma saber y que Sócrates
aparece como el más sabio de los dos personajes porque,
por lo menos, él sabe que no sabe nada.
Ese conocimiento, por supuesto, es el principio de la
sabiduría.
Dentro de este grupo de diálogos se
encuentran:
- Cármides (un intento por definir la
templanza) - Lisis (una discusión sobre la amistad)
- Laques (una búsqueda del significado del
valor) - Protágoras (una defensa de la tesis de que la
virtud es conocimiento y que es posible aprenderla) - Eutifrón (una consideración sobre la
naturaleza de la piedad) - y el libro I de La República (una
discusión sobre la justicia).
Diálogos intermedios y últimos
Los diálogos de los periodos intermedio y último de
la vida de Platón reflejan su propia evolución
filosófica.
Las ideas de esas obras se atribuyen al propio Platón,
aunque Sócrates sigue siendo el personaje principal en
muchos diálogos.
Los escritos del periodo intermedio abarcan los de:
- Gorgias (una reflexión sobre distintas
cuestiones éticas) - Menón (una discusión sobre la
naturaleza del conocimiento) - Apología (la defensa que hizo Sócrates
de sí mismo durante el juicio en el que fue acusado de
ateísmo y corrupción de la juventud
ateniense) - Crátilo (la defensa de Sócrates de la
obediencia a las leyes del Estado) - Fedro (escena de la muerte de Sócrates, en la
que discute sobre la teoría de las ideas, la naturaleza
del alma y la cuestión de la inmortalidad) - El Banquete (destacada realización
dramática de Platón que contiene varios discursos
sobre la belleza y el amor) - y La República (máxima obra
filosófica de Platón, que es una detallada
discusión sobre la naturaleza de la
justicia).
Trabajos del último período se
encuentran:
- Teeteto (una negación de que el
conocimiento tiene que ser identificado con el sentido de
percepción) - Parménides (una evaluación crítica de la
teoría de las ideas) - Sofista (una reflexión posterior sobre las
ideas o las formas) - Filebo (discusión sobre la relación
entre el placer y el bien) - Timeo (ideas de Platón sobre las ciencias
naturales y la cosmología) - y Leyes (un análisis más práctico de
las cuestiones políticas y sociales).
Pensamiento
Platón estaba persuadido de que el conocimiento se puede
alcanzar.
También estaba convencido de dos características
esenciales del conocimiento:
- Primera, el conocimiento debe ser certero e
infalible - Segunda, el conocimiento debe tener como objeto lo
que es en verdad real en contraste con lo que lo es sólo
en apariencia.
Ya que para Platón lo que es real tiene que ser
fijo, permanente e inmutable, identificó lo real con la
esfera ideal de la existencia en oposición al mundo
físico del devenir.
Una consecuencia de este planteamiento fue el rechazo de
Platón del empirismo, la
afirmación de que todo conocimiento se deriva de la
experiencia.
Pensaba que las proposiciones derivadas de la
experiencia tienen, a lo sumo, un grado de probabilidad. No
son ciertas. Más aun, los objetos de la experiencia son
fenómenos cambiantes del mundo físico, por lo tanto
los objetos de la experiencia no son objetos propios del
conocimiento.
La teoría del
conocimiento de Platón se expone en La
República, en concreto en su
discusión sobre la imagen de la línea divisible y
el mito de la
caverna.
En la primera, Platón distingue entre dos niveles
de saber: opinión y conocimiento.
Las declaraciones o afirmaciones sobre el mundo físico o
visible, incluyendo las observaciones y proposiciones de la
ciencia, son sólo opinión. Algunas de estas
opiniones están bien fundamentadas y otras no, pero
ninguna de ellas cuenta como conocimiento verdadero.
El punto más alto del saber es el conocimiento,
porque concierne a la razón en vez de a la experiencia. La
razón, utilizada de la forma debida, conduce a ideas que
son ciertas y los objetos de esas ideas racionales son los
universales verdaderos, las formas eternas o sustancias que
constituyen el mundo real.
Aristóteles
Aristóteles (384-322 a.C.), filósofo y
científico griego, considerado, junto a Platón y
Sócrates, como uno de los pensadores más destacados
de la antigua filosofía griega y posiblemente el
más influyente en el conjunto de toda la filosofía
occidental.
Nació en Estagira (actual ciudad griega de
Stavro, entonces perteneciente a Macedonia), razón por la
cual también fue conocido posteriormente por el apelativo
de El Estagirita. Hijo de un médico de la corte real, se
trasladó a Atenas a los 17 años de edad para
estudiar en la Academia de Platón. Permaneció en
esta ciudad durante aproximadamente 20 años, primero como
estudiante y, más tarde, como maestro. Tras morir
Platón (c. 347 a.C.), Aristóteles se
trasladó a Assos, ciudad de Asia Menor en la que gobernaba
su amigo Hermias de Atarnea. Allí contrajo matrimonio con
una pariente de éste (posiblemente su sobrina o su hija),
llamada Pitias, y actuó como su consejero. Tras ser
capturado y ejecutado Hermias por los persas (345 a.C.),
Aristóteles se trasladó a Pela, antigua capital de
Macedonia, donde se convirtió en tutor de Alejandro
(más tarde Alejandro III el Magno), hijo menor del rey
Filipo II. En el año 336 a.C., al acceder Alejandro al
trono, regresó a Atenas y estableció su propia
escuela: el Liceo. Debido a que gran parte de las discusiones y
debates se desarrollaban mientras maestros y estudiantes
caminaban por su paseo cubierto, sus alumnos recibieron el nombre
de peripatéticos. La muerte de Alejandro (323 a.C.)
generó en Atenas un fuerte sentimiento contra los
macedonios, por lo que Aristóteles se retiró a una
propiedad
familiar situada en Calcis, en la isla de Eubea, donde
falleció un año más tarde.
Obras
Al igual que Platón en sus primeros años en la
Academia, Aristóteles utilizó muy a menudo la forma
dialogada de razonamiento, aunque, al carecer del talento
imaginativo de Platón, esta modalidad de expresión
no fue nunca de su pleno agrado. Si se exceptúan escasos
fragmentos mencionados en las obras de algunos escritores
posteriores, sus diálogos se han perdido por completo.
Aristóteles escribió además algunas notas
técnicas, como es el caso de un diccionario de
términos filosóficos y un resumen de las doctrinas
de Pitágoras; de estos apuntes sólo han sobrevivido
algunos breves extractos. Lo que sí ha llegado hasta
nuestros días, sin embargo, son las notas de clase que
Aristóteles elaboraba para sus cursos,
delimitados con gran esmero y que cubrían casi todos los
campos del saber y del arte. Los textos en los que descansa la
reputación de Aristóteles se basan en gran parte en
estas anotaciones, que fueron recopiladas y ordenadas por sus
editores posteriores.
Entre sus textos existen tratados de
lógica, llamados en conjunto Organon
(‘instrumento’), ya que proporcionan los medios con los
que se ha de alcanzar el conocimiento positivo. Entre las obras
que tratan de las ciencias
naturales está la Física, que recoge amplia
información sobre astronomía,
meteorología, botánica y zoología. Sus escritos
sobre la naturaleza, el alcance y las propiedades del ser, que
Aristóteles llamó "filosofía primera",
recibieron el nombre de Metafísica en la primera
edición de sus obras (c. 60 a.C.), debido a que en dicha
edición aparecían tras la Física. A su hijo
Nicómaco dedicó su obra sobre la
ética, llamada Ética a Nicómaco. Otros
escritos aristotélicos fundamentales son Retórica,
Poética (que se conserva incompleta) y Política
(también incompleta).
Métodos
Frente a la importancia que Platón concedió a las
matemáticas, la filosofía de Aristóteles
hizo hincapié en la biología, quizá debido a
la influencia que sobre él ejerció la
profesión de su padre. Para Aristóteles, el mundo
estaba compuesto por individuos (sustancias) que se presentaban
en tipos naturales fijos (especies). Cada individuo cuenta con un
patrón innato específico de desarrollo y
tiende en su crecimiento hacia la debida autorrealización
como ejemplo de su clase. El crecimiento, la finalidad y la
dirección son, pues, aspectos innatos a la
naturaleza, y aunque la ciencia estudia los tipos generales,
éstos, según Aristóteles, encuentran su
existencia en individuos específicos. La ciencia y la
filosofía deben, por consiguiente, no limitarse a escoger
entre opciones de una u otra naturaleza, sino equilibrar las
afirmaciones del empirismo (observación y experiencia sensorial) y el
formalismo (deducción racional).
Una de las aportaciones características de la
filosofía de Aristóteles fue la nueva noción
de causalidad. Los primeros pensadores griegos habían
tendido a asumir que sólo un único tipo de causa
podía ser explicatoria; Aristóteles propuso cuatro.
(El término que usa Aristóteles, aition,
‘factor responsable y explicatorio’, no es
sinónimo de causa en el sentido moderno que posee esta
palabra.)
Estas cuatro causas son: la causa material (materia de
la que está compuesta una cosa), la causa eficiente o
motriz (fuente de movimiento, generación o cambio), la
causa formal (la especie, el tipo o la clase) y la causa final
(objetivo o pleno desarrollo de un individuo, o la función
planeada de una construcción o de un invento). Así
pues, un león joven está compuesto de tejidos y
órganos, lo que constituiría la causa material; la
causa motriz o eficiente serían sus padres, que lo
crearon; la causa formal es su especie (león); la causa
final es su impulso innato por convertirse en un ejemplar maduro
de su especie. En contextos diferentes, las mismas cuatro causas
se aplican de forma análoga. Así, la causa material
de una estatua es el mármol en que se ha esculpido; la
causa eficiente, el escultor; la causa formal, la forma que el
escultor ha dado a la estatua (Hermes o Afrodita, por ejemplo); y
la causa final, su función (ser una obra de
arte).
En todos los contextos, Aristóteles insiste en
que algo puede entenderse mejor cuando se expresan sus causas en
términos específicos y no en términos
generales. Por este motivo, se obtiene más
información si se conoce que un escultor realizó la
estatua que si apenas se sabe que la esculpió un artista,
y se obtendrá todavía más información
si se sabe que fue Policleto el que la cinceló, que si tan
sólo se conoce que fue un escultor no
especificado.Aristóteles creía que su noción
de las causas era la clave ideal para organizar el conocimiento.
Sus notas de clases son una impresionante prueba de la fuerza de
dicho esquema.
Doctrinas
En la siguiente exposición
se pueden apreciar algunos de los principales aspectos de las
doctrinas o teorías del pensamiento
aristotélico.
Física O Filosofía Natural
En astronomía, Aristóteles propuso la existencia de
un Universo esférico y finito que tendría a la
Tierra como centro. La parte central estaría compuesta por
cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. En su
Física, cada uno de estos elementos tiene un lugar
adecuado, determinado por su peso relativo o "gravedad
específica". Cada elemento se mueve, de forma natural, en
línea recta —la tierra hacia abajo, el fuego hacia
arriba— hacia el lugar que le corresponde, en el que se
detendrá una vez alcanzado, de lo que resulta que el
movimiento terrestre siempre es lineal y siempre acaba por
detenerse. Los cielos, sin embargo, se mueven de forma natural e
infinita siguiendo un complejo movimiento circular, por lo que
deben, conforme con la lógica, estar compuestos por un
quinto elemento, que él llamaba aither, elemento superior
que no es susceptible de sufrir cualquier cambio que no sea el de
lugar realizado por medio de un movimiento circular. La
teoría aristotélica de que el movimiento lineal
siempre se lleva a cabo a través de un medio de resistencia es,
en realidad, válida para todos los movimientos terrestres
observables. Aristóteles sostenía también
que los cuerpos más pesados de una materia
específica caen de forma más rápida que
aquellos que son más ligeros cuando sus formas son
iguales, concepto equivocado que se aceptó como norma
hasta que el físico y astrónomo italiano Galileo
llevó a cabo su experimento con pesos arrojados desde la
torre inclinada de Pisa.
Biología
En zoología, Aristóteles propuso un conjunto fijo
de tipos naturales (especies), que se reproducen de forma fiel a
su clase. Pensó que la excepción a esta regla la
constituía la aparición, por generación
espontánea (concepto que acuñó), de algunas
moscas y gusanos "muy inferiores" a partir de fruta en
descomposición o estiércol. Los ciclos vitales
típicos son epiciclos: se repite el mismo patrón,
aunque a través de una sucesión lineal de
individuos. Dichos procesos son,
por lo tanto, un paso intermedio entre los círculos
inmutables de los cielos y los simples movimientos lineales de
los elementos terrestres. Las especies forman una escala que
comprende desde lo simple (con gusanos y moscas en el plano
inferior) hasta lo complejo (con los seres humanos en el plano
superior), aunque la evolución no es posible.
Ética
Aristóteles creía que la libertad de
elección del individuo hacía imposible un
análisis preciso y completo de las cuestiones humanas, con
lo que las "ciencias prácticas", como la política o
la ética, se llamaban ciencias sólo por
cortesía y analogía. Las limitaciones inherentes a
las ciencias prácticas quedan aclaradas en los conceptos
aristotélicos de naturaleza humana y
autorrealización. La naturaleza humana implica, para
todos, una capacidad para formar hábitos, pero los
hábitos formados por un individuo en concreto dependen de
la cultura y de
las opciones personales repetidas de ese individuo. Todos los
seres humanos anhelan la "felicidad", es decir, una
realización activa y comprometida de sus capacidades
innatas, aunque este objetivo puede ser alcanzado por muchos
caminos.
La Ética a Nicómaco es un análisis
de la relación del carácter y
la inteligencia con la felicidad. Aristóteles
distinguía dos tipos de "virtud" o excelencia humana:
moral e intelectual. La virtud moral es una expresión del
carácter, producto de los hábitos que reflejan
opciones repetidas. Una virtud moral siempre es el punto medio
entre dos extremos menos deseables. El valor, por ejemplo, es el
punto intermedio entre la cobardía y la impetuosidad
irreflexiva; la generosidad, por su parte, constituiría el
punto intermedio entre el derroche y la tacañería.
Las virtudes intelectuales, sin embargo, no están sujetas
a estas doctrinas de punto intermedio. La ética
aristotélica es una ética elitista: para él,
la plena excelencia sólo puede ser alcanzada por el
varón adulto y maduro perteneciente a la clase alta y no
por las mujeres, niños, "bárbaros" (no griegos) o
"mecánicos" asalariados (trabajadores manuales, a los
cuales negaba el derecho al voto).
Como es obvio, en política es posible encontrar
muchas formas de asociación humana. Decidir cuál es
la más idónea dependerá de las
circunstancias, como, por ejemplo, los recursos
naturales, la industria, las
tradiciones culturales y el grado de alfabetización de
cada comunidad. Para Aristóteles, la política no
era un estudio de los estados ideales en forma abstracta, sino
más bien un examen del modo en que los ideales, las leyes,
las costumbres y las propiedades se interrelacionan en los casos
reales. Así, aunque aprobaba la institución de la
esclavitud,
moderaba su aceptación aduciendo que los amos no
debían abusar de su autoridad, ya
que los intereses de amo y esclavo son los mismos. La biblioteca del
Liceo contenía una colección de 158 constituciones,
tanto de estados griegos como extranjeros. El propio
Aristóteles escribió la Constitución de Atenas como parte de la
colección, obra que estuvo perdida hasta 1890, año
en que fue recuperada. Los historiadores han encontrado en este
texto muy
valiosos datos para
reconstruir algunas fases de la historia ateniense.
Lógica
En lógica, Aristóteles desarrolló reglas
para establecer un razonamiento encadenado que, si se respetaban,
no producirían nunca falsas conclusiones si la
reflexión partía de premisas verdaderas (reglas de
validez). En el razonamiento los nexos básicos eran los
silogismos: proposiciones emparejadas que, en su conjunto,
proporcionaban una nueva conclusión. En el ejemplo
más famoso, "Todos los humanos son mortales" y "Todos los
griegos son humanos", se llega a la conclusión
válida de que "Todos los griegos son mortales". La ciencia
es el resultado de construir sistemas de
razonamiento más complejos. En su lógica,
Aristóteles distinguía entre la dialéctica y
la analítica; para él, la dialéctica
sólo comprueba las opiniones por su consistencia
lógica. La analítica, por su parte, trabaja de
forma deductiva a partir de principios que descansan sobre la
experiencia y una observación precisa. Esto supone una
ruptura deliberada con la Academia de Platón, escuela
donde la dialéctica era el único método
lógico válido, y tan eficaz para aplicarse en la
ciencia como en la filosofía.
Metafísica
En su Metafísica, Aristóteles abogaba por la
existencia de un ser divino, al que se describe como "Primer
Motor",
responsable de la unidad y significación de la naturaleza.
Dios, en su calidad de ser
perfecto, es por consiguiente el ejemplo al que aspiran todos los
seres del mundo, ya que desean participar de la
perfección. Existen además otros motores, como son
los motores inteligentes de los planetas y las
estrellas (Aristóteles sugería que el número
de éstos era de "55 o 47"). No obstante, el "Primer Motor"
o Dios, tal y como lo describe Aristóteles, no corresponde
a finalidades religiosas, como han observado numerosos
filósofos y teólogos posteriores. Al "Primer
Motor", por ejemplo, no le interesa lo que sucede en el mundo ni
tampoco es su creador. Aristóteles limitó su
teología, sin embargo, a lo que él creía que
la ciencia necesita y puede establecer.
Influencia
Tras la caída del Imperio romano
las obras de Aristóteles se perdieron en Occidente.
Durante el siglo IX, los estudiosos musulmanes introdujeron su
obra, traducida al árabe, en el ámbito del islam. De estos
pensadores que examinaron y comentaron la obra
aristotélica, el más famoso fue Averroes,
filósofo hispanoárabe del siglo XII. En el siglo
XIII el Occidente latino renovó su interés por la
obra de Aristóteles y santo Tomás de
Aquino halló en ella una base filosófica para
orientar el pensamiento cristiano, aunque su
interpretación de Aristóteles fuera cuestionada en
un principio por las instancias eclesiásticas. En las
primeras fases de este redescubrimiento, la filosofía de
Aristóteles fue tomada con cierto recelo, en gran parte
debido a la creencia de que sus enseñanzas
conducían a una visión materialista del mundo. Sin
embargo, la obra de santo Tomás acabaría siendo
aceptada, continuando más tarde la filosofía del
escolasticismo la tradición filosófica fundamentada
en la adaptación que santo Tomás hacía del
pensamiento aristotélico.
La influencia de la filosofía de
Aristóteles ha sido general, contribuyendo incluso a
determinar el lenguaje
moderno y el denominado sentido común, y su concepto del
"Primer Motor" como causa final ha tenido un importante papel dentro
de la teología. Antes del siglo XX, decir lógica
significaba en exclusiva hacer referencia a la lógica
aristotélica. Hasta el renacimiento,
e incluso después, tanto poetas como astrónomos
ensalzaron el concepto aristotélico del Universo. El
estudio de la zoología estuvo basado en la obra de
Aristóteles hasta que, en el siglo XIX, el
científico británico Charles Darwin
cuestionó la doctrina de la inmutabilidad de las especies.
En el siglo XX se ha producido una nueva apreciación del
método aristotélico y de su relevancia para la
educación, el análisis de las acciones
humanas, la crítica literaria y el análisis
político.
No sólo la disciplina de
la zoología, sino el mundo del saber en general, parece
justificar el comentario realizado por Darwin, quien llegó
a afirmar que los héroes intelectuales de su época
"eran simples colegiales al lado del viejo
Aristóteles".
Este periodo duro 300 años y esta compuesto por
una sociedad
universal donde la lengua y
cultura griega
jugaron un papel dominante. Los reinos helenísticos eran
tres: Macedonia, Siria y Egipto. En
este periodo se borraron las fronteras entre los distintos
países y culturas, las cuales se mezclan en un crisol de
ideas filosóficas, religiosas y científicas. Toda
la región mediterránea también rendía
culto a dioses orientales. Mucha gente se sentía insegura
ante las visiones y conceptos de vida. Este periodo se
caracterizo por la duda religiosa, la desintegración
religiosa y el pesimismo. Una característica de las nuevas
religiones era
que solían tener teorías sobre como las personas
podían salvarse de la muerte. La filosofía se
movía cada vez mas hacia la salvación y el
consuelo. La filosofía era poco original.
Alejandría era el lugar de encuentro entre oriente y
occidente. Mientras que Atenas continuo siendo la capital de la
filosofía Alejandría se convirtió en el
centro de la filosofía.
Los Cínicos
Esta filosofía fue fundada por Antístenes en Atenas
alrededor del año 400 a. C. Los cínicos sostienen
que la verdadera felicidad no depende de cosas externas como el
lujo, el poder político o la buena salud. La verdadera
felicidad no depende de cosas fortuitas y por lo tanto puede ser
lograda por todos. Además no puede perderse cuando ya se
ha conseguido. Él más famoso de los cínicos
fue Diógenes quien vivía en un tonel y no
poseía mas que un bastón, una capa y una bolsa de
pan. Los cínicos opinaban que el ser humano no tenia que
preocuparse por su salud. Ni siquiera el sufrimiento y la muerte
debían dar lugar a la preocupación. De la misma
manera tampoco debía preocuparse por el sufrimiento de los
demás.
Los Estoicos
La filosofía estoica fue creada por Zenón en Atenas
alrededor del año 300 a. C.
Los estoicos opinaban que todos los seres humanos formaban parte
de la misma razón universal. Pensaban que cada ser humano
es como un mundo en miniatura, un "microcosmos", que a su vez es
reflejo del "macrocosmos".
Los estoicos sostienen la idea de que existe un derecho
universal, el llamado "derecho
natural"; y que este derecho era aplicable a todo el
mundo.
Los estoicos borraron la diferencia entre el individuo y el
universo, también rechazaron la idea de un antagonismo
entre espíritu y materia. Según ellos solo hay
naturaleza, esto se llama "monismo". Contribuyeron a promocionar
la cultura y la filosofía griegas en Roma y, en
particular Cicerón quien formula el concepto de humanismo, es
decir esa idea que coloca al individuo en el centro.
Los estoicos subrayaron además que la enfermedad y la
muerte, siguen las inquebrantables leyes de la naturaleza. Por lo
tanto el ser humano ha de conciliarse con su destino.
Los Epicúreos
Aristipo, quien era un alumno de Sócrates, pensaba que la
meta de la vida era conseguir el máximo placer sensual.
"El mayor bien es el deseo, el mayor mal es el dolor". Él
quiso desarrollar un arte de vivir que consistía en evitar
toda clase de dolor. El placer es el bien primero. Epicuro
fundó alrededor del año 300 una escuela
filosófica en Atenas, en la cual desarrollo la
ética del placer de Aristipo y la combinó con la
teoría atomista de Demócrito.
Epicuro también decía que el placer a
corto plazo tiene que evaluarse frente a la posibilidad de un
placer mayor, más duradero o más largo. Para vivir
una vida feliz había que superar el miedo a la muerte. Al
contrario de los estoicos, los epicúreos muestran poco
interés por la política y la vida social. Su
consigna es vivir el momento.
Los Neoplatónicos
El más importante fue Plotino. Él pensaba que el
mundo estaba en tensión entre dos polos. En un extremo se
encontraba la luz divina que
él llamaba "uno". En el otro extremo está la
oscuridad total. El punto clave de Plotino es que esta oscuridad
no tiene existencia alguna. Lo único que existe es dios y
el uno. Según Plotino el alma está iluminada por la
luz del uno y la materia es la oscuridad.
Los Míticos
Una experiencia mítica significa que uno experimenta una
unidad con dios o con "el alma universal". El mítico tiene
la sensación de perderse a sí mismo, de desaparecer
en dios, como una gota de agua se pirre a sí misma cuando
se mezcla con el mar. Tu verdadero yo es como un fuego
maravilloso que arde eternamente, pero solo se logra si uno logra
perderse a uno mismo.
En el misticismo occidental el dios con el que se
encuentra es un dios personal. En el misticismo oriental es
más común subrayar el encuentro entre el
mítico y dios, o el alma universal.
Los estoicos
Como héraclito, los estoicos opinaban que todos los seres
humanos formaban parte de la misma razón universal o
logos. Pensaban que cada ser humano es como un mundo en
miniatura.
Los epicúreos
Sócrates tenia un alumno llamado aristipo que pensaba que
la meta de la vida debería ser conseguir el máximo
placer sensual. "el mayor bien es el deseo, el mayor mal es el
dolor".
Los neoplatónicos
Platón distinguía entre un mundo sensible y uno
inteligible, introduciendo así una clara distinción
entre el alma y el cuerpo del ser humano. Según Plotino el
alma esta iluminada por la luz del "uno" y la materia es la
oscuridad o sea el cuerpo
humano.
A diferencia de lo que había ocurrido con la
filosofía griega, que había centrado su
reflexión en torno a la
determinación del objeto, la filosofía medieval
centrará su interés en Dios. La filosofía
helenística había dado una orientación
práctica al saber, dirigiéndolo hacia la felicidad
del hombre. Es el caso del estoicismo y del epicureísmo,
que habían colocado a la ética en el vértice
del saber. A lo largo de los primeros siglos de nuestra era, la
progresiva expansión del cristianismo y
otras religiones mistéricas irá provocando la
aparición de otros modelos de
felicidad o "salvación individual", que competirán
con los modelos filosóficos. Frente a la inicial
hostilidad hacia la filosofía manifestada por algunos de
los primeros padres apologistas cristianos, sus continuadores
encontrarán en la filosofía, especialmente a partir
del desarrollo del neoplatonismo de Plotino, un instrumento
útil, no sólo para combatir otras religiones o
sistemas filosóficos, sino también para comprender,
o intentar comprender, los misterios revelados. Surge de
ahí una asociación entre filosofía y
cristianismo o, más en general, entre filosofía y
religión, que pondrá las bases de la futura
filosofía medieval, entre los cristianos, los musulmanes y
los judíos. El tema fundamental de reflexión
pasará a ser la divinidad, quedando subordinada la
comprensión e interpretación del mundo, del hombre,
de la sociedad, etc al conocimiento que se pueda obtener de lo
divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede
renunciar, tratará de entrar en diálogo con la
razón. La inicial sumisión de la razón
exigida por la fe, dejará paso a una mayor
autonomía propugnada, entre otros, por Santo Tomás
de Aquino, que conducirá, tras la crisis de la
Escolástica, a la reclamación de la independencia
de la razón con la que se iniciará la filosofía
moderna.
San Agustín
Es una de las figuras más emblemáticas de su
tiempo, del cristianismo y de la filosofía. Su
personalidad tan original y abundante deja una huella profunda en
todas las cosas donde pone su mano. La filosofía y la
teología medievales, es decir, lo que se ha llamado la
Escolástica, toda la dogmática cristiana,
disciplinas enteras como la filosofía del espíritu
y la filosofía de la historia, ostentan la marca
inconfundible que les imprimió. Más aun: el
espíritu cristiano y el de la modernidad
están influidos decisivamente por San
Agustín; y tanto la Reforma como la Contrarreforma han
recurrido de un modo especial a las fuentes
agustinianas.
A. VERDAD
B. DIOS
C CREACIÓN
D. ALMA
E. EL BIEN
F. LA CIUDAD DE DIOS
A. VERDAD: en encendidas controversias con los
escépticos hizo triunfar San Agustín la posibilidad
de conocer la verdad. Los escépticos dicen "no existe la
verdad; de todo se puede dudar"; a lo que San Agustín
replica "se podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que
no se puede dudar es de la misma duda". Existe pues la verdad con
lo cual queda refutado el escepticismo. San Agustín busca
el prototipo de la verdad en las verdades matemáticas,
cuando dice, por ejemplo, que la proposición 7+3=10, es
una proposición de vigencia universal para cualquiera que
tenga razón. Aquí donde se ve que 7+3 tiene que ser
igual a 10, halla San Agustín lo que también en
otros casos debe ser verdad para todo espíritu racional, a
saber, las reglas, ideas y normas conforme a
las cuales registramos y leemos lo sensible y al mismo tiempo lo
estimamos y rectificamos. Estas reglas son algo
apriorístico, en lo cual el hombre, frente al mundo y su
experiencia, se demuestra superior, libre y
autónomo.
B. DIOS: el mismo San Agustín que busca la verdad
en el interior del hombre, dice a la vez con no menor
énfasis: Dios es la verdad. San Agustín se eleva de
lo verdadero singular a la verdad una gracias a la que todo lo
verdadero es verdadero para tener participación en ella.
Considera esta ascensión como prueba de que existe Dios y
el mismo tiempo de lo que Dios mismo es: el todo de lo verdadero,
el ser bueno de todo lo bueno, el ser de todo ser. Así
Dios es todo, pero a la vez no es nada de todo, pues sobre puja a
todo, ninguna categoría se le puede aplicar.
C. CREACIÓN: este concepto no es
filosófico sino teológico. Por tanto, cuando San
Agustín trata de pensarlo, se le ofrecen inmediatamente
dificultades filosóficas. En este caso, habría que
admitir también en Dios lo mutable. Por otra parte, la
creación proviene de un acto libre de la voluntad de Dios,
y no es por tanto, una procesión necesaria, como con
frecuencia sé repitió contra la teoría de la
emanación.
San Agustín deja por fin la cuestión en
suspenso. Ve que no se puede resolver con nuestros conceptos
espaciales y temporales.
D. ALMA: lo que San Agustín escribe sobre el
alma, su fina intuición, su arte de ver y dominar las
cosas, su penetrante análisis y otras diversas cualidades
lo revelan como sicólogo de primer orden. El alma
tenía para él especial interés. "A Dios y al
alma deseo conocer". El alma tiene un efecto el primado frente al
cuerpo. Cierto que San Agustín no es ya pesimista acerca
del cuerpo: el espíritu del cristianismo y su doctrina de
la creación no lo permiten. No obstante, para San
Agustín el hombre es propiamente el alma. Y así,
seguirá pensándose, aun después de que en la
alta edad media
prospere la formula aristotélica de la unidad del cuerpo y
el alma.
E. EL BIEN: cuando San Agustín habla en lenguaje
religioso, el bien no es para él otra cosa más que
la voluntad de Dios. Pero cuando trata de descubrir los
fundamentos más profundos, dice: "El bien se da con la ley
eterna". Son las ideas eternas en la mente de Dios que, como para
los platónicos, también aquí constituyen el
fundamento de conocer, del ser y del bien. Son un orden eterno.
No solo el hombre es bueno, también los seres son buenos y
el conocimiento es verdadero, con tal que se orienten conforme a
este orden eterno.
F. LA CIUDAD DE DIOS: siempre tendrá lugar en la
historia del mundo la lucha entre la luz y las tinieblas, entre
lo eterno y lo temporal, entre lo supra sensible y lo sensible,
entre lo devino y lo antidivino. En su gran obra la Ciudad de
Dios San Agustín, muestra
cómo los poderes del bien tienen que luchar constantemente
con los poderes del mal. Su sentido definitivo es el triunfo del
bien sobre el mal.
San Anselmo
San Anselmo (c. 1033-1109), teólogo, filósofo y
Doctor de la Iglesia, que
propuso una teoría sobre la existencia de Dios que
todavía hoy se sigue debatiendo.
Nació en Aosta (norte de Italia) en el seno de una familia
acomodada. En 1060 ingresó en el monasterio benedictino de
Bec (Normandía), donde era abad el religioso y erudito
Lanfranco. Cuando, en 1070, éste fue nombrado arzobispo de
Canterbury por el rey de Inglaterra
Guillermo I el Conquistador, Anselmo le sustituyó al
frente del monasterio. Durante estos años alcanzó
un gran prestigio por sus conocimientos y piedad, y sus monjes le
animaron a que pusiera por escrito las meditaciones en que basaba
sus enseñanzas. De esta manera redactó Monologium
(1077), en el que, reflejando la influencia de san Agustín
de Hipona, presentaba a Dios como el Ser más supremo e
investigaba sobre sus atributos. Animado por la acogida que tuvo
su obra, continuó con su proyecto de
comprensión de la búsqueda de fe, concluyendo
Proslogium (1078), donde presentaba lo que en el siglo XVIII
llegó a conocerse como el argumento ontológico de
la existencia de Dios. Sostenía que incluso quienes
dudaban de la existencia de Dios habrían de observar
cierta comprensión sobre lo que dudaban: es decir,
comprenderían a Dios como un ser del que no se puede
pensar algo más grande. Puesto que es más grande
existir fuera de la mente que sólo en la mente, un
escéptico que negara la existencia de Dios estaría
incurriendo en una contradicción, ya que estaría
afirmando que es posible pensar en algo más grande que en
un ser del que nada más grande se puede pensar. De
aquí que, por definición, Dios existe.
La crítica básica al argumento de san
Anselmo es que no se puede deducir la existencia fuera de la
mente de nada, analizando su definición. Ya en su
época, el monje Gaunilón de Marmoutier puso
objeciones a su razonamiento, como más tarde lo
harían santo Tomás de Aquino e Immanuel Kant. Sin
embargo, René Descartes,
Baruch Spinoza, Gottfried Wilhelm Leibniz y algunos pensadores
contemporáneos han emitido razonamientos
similares.
En 1093, Anselmo fue llamado para suceder a Lanfranco
como arzobispo de Canterbury. Desde esta dignidad
participó en una época de grandes conflictos con
Guillermo II el Rojo, sucesor de Guillermo I el Conquistador en
el trono de Inglaterra, sobre la independencia de la Iglesia del
poder regio. Tanto durante su estancia en Inglaterra como en su
posterior exilio italiano, san Anselmo estuvo siempre enfrentado
con los poderes seculares. A pesar de ello, continuó sus
reflexiones teológicas, escribiendo Cur Deus Homo, un
estudio sobre la encarnación y crucifixión de
Jesucristo como una forma de expiación del pecado. En
1100, cuando Enrique I heredó la corona inglesa, Anselmo
regresó a Canterbury, siendo posteriormente desterrado, de
nuevo, por sus continuas controversias con el Rey. Hasta 1106 no
regresó a Canterbury, donde vivió hasta el
día de su fallecimiento, ocurrido el 2 de abril de 1109.
Fue canonizado en 1163 y declarado Doctor de la Iglesia en 1720.
Su festividad se celebra el 21 de abril.
San Buenaventura
San Buenaventura (c. 1217-1274), religioso y teólogo
italiano, general de los franciscanos. Célebre por sus
escritos espirituales, que le convirtieron en uno de los
más destacados teólogos medievales, fue declarado
Doctor de la Iglesia. También recibió el
sobrenombre de Doctor Seráfico.
Juan de Fidanza, su verdadero nombre, nació en
Bagnoregio (cerca de Viterbo) y estudió Artes, desde 1236
hasta 1242, en la Universidad de París, donde fue
discípulo de Alejandro de Hales. Tras ingresar en la orden
franciscana en 1243 (cuando adoptó el nombre de
Buenaventura), cursó estudios de Teología en la
Sorbona y alcanzó el título de maestro de dicha
disciplina en 1253. Durante este periodo preparó un
comentario sobre las Escrituras, el Breviloquium, y, al igual que
su coetáneo santo Tomás de Aquino, trabajó
para integrar la visión aristotélica en la
tradición de san Agustín de Hipona. Aceptó
gran parte de la filosofía científica de
Aristóteles, pero rechazó lo que conocía de
su metafísica por insuficiente, ya que, según
Buenaventura, al filósofo griego no le guiaba la luz de la
fe cristiana. La doctrina de la iluminación de la mente humana (el alma)
por el Divino —una forma de identificar la verdad o
falsedad del juicio— la tomó de las doctrinas de san
Agustín. Su Itinerario de la mente hacia Dios (1259), obra
clave de la literatura mística, y
otros tratados semejantes, reflejan su preocupación por
cómo el alma reconoce y se une a Dios.
Famoso por el rigor de sus estudios y su buen juicio,
Buenaventura fue elegido general de los franciscanos en 1257 y
ocupó dicha dignidad hasta 1273. Su ejercicio
coincidió con un periodo en que la comunidad franciscana
se hallaba escindida en torno a la controversia de hasta
qué punto debía, como orden, respetar el compromiso
de san Francisco de Asís con la pobreza.
Consiguió superar dicha división y, por ello, se le
considera como el segundo fundador de la orden. En 1263
escribió una biografía
teológica de san Francisco de Asís y, a partir de
entonces, se dedicó a viajar y a predicar el modo de vida
franciscano. El papa Gregorio X le nombró cardenal obispo
de Albano en mayo de 1273 y Buenaventura colaboró en los
preparativos del II Concilio de Lyon, convocado para solventar el
cisma con la Iglesia oriental. Falleció en dicha ciudad
francesa el 15 de julio de 1274.
Canonizado por el papa Sixto IV en 1482, el papa Sixto V
le proclamó Doctor de la Iglesia en 1588. Su festividad se
conmemora el 15 de julio.
Santo Tomas De Aquino
Durante el siglo XIII, Santo Tomás de Aquino
buscó reconciliar la filosofía Aristotélica
con la teología agustiniana. Tomas utilizó tanto la
razón como la fe en el estudio de la metafísica,
filosofía, moral y religión. Aunque aceptaba la
existencia de Dios como una cuestión de fe, propuso cinco
pruebas de la
existencia de Dios para apoyar tal convicción.
Tomás de Aquino, Santo (1225-1274),
filósofo y teólogo italiano, en ocasiones llamado
Doctor Angélico y El
Príncipe de los Escolásticos, cuyas obras le
han convertido en la figura más importante de la
filosofía escolástica y uno de los teólogos
más sobresalientes del catolicismo.
Nació en una familia noble en Roccasecca (cerca
de Aquino, en Italia) y estudió en el monasterio
benedictino de Montecassino y en la Universidad de
Nápoles. Ingresó en la orden de los dominicos
todavía sin graduarse en 1243, el año de la muerte
de su padre. Su madre, que se oponía a la entrada de
Tomás en una orden mendicante, le confinó en el
castillo familiar durante más de un año en un vano
intento de hacerle abandonar el camino que había elegido.
Le liberó en 1245, y entonces Tomás viajó a
París para completar su formación. Estudió
con el filósofo escolástico alemán Alberto
Magno, siguiéndole a Colonia en 1248. Como Tomás
era de poderosa constitución física y taciturno,
sus compañeros novicios le llamaban Buey Mudo, pero
Alberto Magno había predicho que "este buey un día
llenará el mundo con sus bramidos".
Primeros Años
Tomás de Aquino fue ordenado sacerdote en 1250, y
empezó a impartir clases en la Universidad de París
en 1252. Sus primeros escritos, en particular sumarios y
explicaciones de sus clases, aparecieron dos años
más tarde. Su primera obra importante fue Scriptum super
quatuor libris Sententiarum Magistri Petri Lombardi (escrita
aproximadamente entre 1254 y 1259), que consiste en comentarios
sobre una obra influyente relacionada con los sacramentos de la
Iglesia, Sententiarum libri quatuor (Cuatro libros de sentencias)
del teólogo italiano Pedro Lombardo.
En 1256 a Tomás de Aquino se le concedió
un doctorado en Teología y fue nombrado profesor de
Filosofía en la Universidad de París. El papa
Alejandro IV le llamó a Roma en 1259, donde sirvió
como consejero y profesor en la curia papal. Regresó a
París en 1268, y enseguida llegó a implicarse en
una controversia con el filósofo francés Siger de
Brabante y otros seguidores del filósofo islámico
Averroes.
Estudio De Aristóteles Y
Los Averroístas
Para comprender la crucial importancia de esta polémica en
la evolución del pensamiento de Occidente, es necesario
considerar el contexto en que se produjo. Antes de Tomás
de Aquino, el pensamiento occidental había estado dominado
por la filosofía de san Agustín, el gran Padre y
Doctor de la Iglesia occidental durante los siglos IV y V,
quien consideraba que en la búsqueda de la verdad se
debía confiar en la experiencia de los sentidos. A
principios del siglo XIII las principales obras de
Aristóteles estuvieron disponibles en una
traducción latina de la Escuela de traductores de Toledo,
acompañadas por los comentarios de Averroes y otros
eruditos islámicos. El vigor, la claridad y la autoridad
de las enseñanzas de Aristóteles devolvieron la
confianza en el conocimiento empírico, lo que
originó la formación de una escuela de
filósofos conocidos como averroístas. Bajo el
liderazgo de
Siger de Brabante, los averroístas afirmaban que la
filosofía era independiente de la
revelación.
Esta postura amenazaba la integridad y supremacía
de la doctrina católica apostólica romana y
llenó de preocupación a los pensadores ortodoxos.
Ignorar a Aristóteles —en la interpretación
que de sus enseñanzas hacían los
averroístas— era imposible, y condenar sus
enseñanzas era inútil. Tenía que ser tenido
en cuenta. San Alberto Magno y otros eruditos habían
intentado hacer frente a los averroístas, pero con poco
éxito. Santo Tomás triunfó con
brillantez.
Reconciliando el énfasis agustino sobre el
principio espiritual humano con la afirmación
averroísta de la autonomía del conocimiento
derivado de los sentidos, Tomás de Aquino insistía
en que las verdades de la fe y las propias de la experiencia
sensible, así como las presentaba Aristóteles, son
compatibles y complementarias. Algunas verdades, como el misterio
de la Encarnación, pueden ser conocidas sólo a
través de la revelación, y otras, como la
composición de las cosas materiales,
sólo a través de la experiencia; aun otras, como la
existencia de Dios, son conocidas a través de ambas por
igual. Así, la fe guía al hombre hacia su fin
último, Dios; supera a la razón, pero no la anula.
Todo conocimiento, mantenía, tiene su origen en la
sensación, pero los datos de la experiencia sensible
pueden hacerse inteligibles sólo por la acción del
intelecto, que eleva el pensamiento hacia la aprehensión
de tales realidades inmateriales como el alma humana, los
ángeles y Dios. Para lograr la comprensión de las
verdades más elevadas, aquellas con las que está
relacionada la religión, es necesaria la ayuda de la
revelación. El realismo
moderado de santo Tomás situaba los universales
(abstracciones) en el ámbito de la mente, en
oposición al realismo extremo, que los proponía
como existentes por sí mismos, con independencia del
pensamiento humano. No obstante, admitía una base para los
universales en las cosas existentes en oposición al
nominalismo y el conceptualismo. En su filosofía de la
política, a pesar de reconocer el valor positivo de la
sociedad humana, se propone justificar la perfecta racionalidad
de la subordinación del Estado a la Iglesia.
Últimos Años
Santo Tomás primero sugirió su opinión
madurada en De unitate intellectus contra averroistas (1270).
Esta obra invirtió la corriente de opinión hasta
entonces favorable a sus oponentes, quienes fueron censurados por
la Iglesia.
Santo Tomás dejó París en 1272 y se
fue a Nápoles, donde organizó una nueva escuela
dominica. En marzo de 1274, mientras viajaba para asistir al
II Concilio de Lyon, al que había sido enviado por el
papa Gregorio X, cayó enfermo. Falleció el 7
de marzo en el monasterio cisterciense de Fossanova.
Santo Tomás fue canonizado por el papa
Juan XXII en 1323 y proclamado Doctor de la Iglesia por el
papa Pío V en 1567. Su fiesta se celebra el 28
de enero.
Valoración
Con más fortuna que ningún otro teólogo o
filósofo, santo Tomás organizó el
conocimiento de su tiempo y lo puso al servicio de su
fe. En su esfuerzo para reconciliar fe con intelecto, creó
una síntesis
filosófica de las obras y enseñanzas de
Aristóteles y otros sabios clásicos: de san
Agustín y otros Padres de la Iglesia, de Averroes,
Avicena, y otros eruditos islámicos, de pensadores
judíos como Maimónides y Solomon ben Yehuda ibn
Gabirol, y de sus predecesores en la tradición
escolástica. Santo Tomás consiguió integrar
en un sistema ordenado el pensamiento de estos autores con las
enseñanzas de la Biblia y la doctrina
católica.
El éxito de santo Tomás fue inmenso; su
obra marca una de las escasas grandes culminaciones en la
historia de la
filosofía. Después de él, los
filósofos occidentales sólo podían elegir
entre seguirle con humildad o separarse radicalmente de su
magisterio. En los siglos posteriores a su muerte, la tendencia
dominante y constante entre los pensadores católicos fue
adoptar la segunda alternativa. El interés en la
filosofía tomista empezó a restablecerse, sin
embargo, hacia el final del siglo XIX. En la encíclica
Aeterni Patris (Del Padre eterno, 1879), el papa
León XIII recomendaba que la filosofía de
santo Tomás fuera la base de la enseñanza en todas las escuelas
católicas. El papa Pío XII, en la
encíclica Humani generis (1950), afirmaba que la
filosofía tomista es la guía más segura para
la doctrina católica y desaprobaba toda desviación
de ella. El tomismo permanece como una escuela importante en el
pensamiento contemporáneo. Entre los pensadores,
católicos y no católicos, que han trabajado dentro
del marco tomista, han estado los filósofos franceses
Jacques Maritain y Étienne Gilson.
omenzó a escribir en 1265 y dejó
inconclusa).
Guillermo De Ockham
Guillermo de Ockham (c. 1285-c. 1349), conocido como
Doctor Invincibilis (en latín, ‘Doctor
invencible’) y Venerabilis Inceptor (en latín,
‘Venerable iniciador’), filósofo inglés
y teólogo escolástico, considerado el mayor
representante de la escuela nominalista, la más
consistente y directa rival de las escuelas tomista y
escotista.
Nació en Surrey, Inglaterra. Entró en la
orden de los franciscanos y estudió y enseñó
en la Universidad de Oxford desde 1309 hasta 1319. Acusado por el
papa Juan XXII de impartir enseñanzas peligrosas,
permaneció en arresto domiciliario desde 1324 hasta 1328
en el palacio papal de Aviñón (Francia)
mientras se sometía a examen la ortodoxia de sus escritos.
Se alió con los franciscanos contra el papa en una disputa
sobre la pobreza de la
orden y huyó a Munich en 1328 para acogerse a la
protección de Luis IV, emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico, que había rechazado la autoridad
pontificia en asuntos políticos. Excomulgado por el Papa,
Ockham escribió contra el papado y defendió al
emperador hasta que este murió en 1347. El filósofo
murió en Munich, mientras intentaba lograr una
reconciliación con el papa Clemente VI.
Ockham alcanzó la fama como alguien que
aplicó la lógica de forma rigurosa para mostrar que
muchas creencias de los filósofos cristianos (por ejemplo
que Dios es uno, omnipotente, creador de todas las cosas, y que
el alma humana es inmortal) no se podían probar mediante
la razón filosófica o natural, sino tan sólo
a través de la revelación divina. Su nombre se
atribuye al principio de economía en
lógica formal, conocido como ‘la navaja de
Ockham’, según la cual las entidades no tienen que
ser multiplicadas sin necesidad.
Renacimiento
Se denomina Renacimiento al
periodo de la historia europea, caracterizada por un renovado
interés por el pasado grecorromano clásico y
especialmente por su arte. Con el Renacimiento, el hombre centra
toda su actividad, en el hombre como tal, es decir después
del aletargamiento medieval el hombre piensa ahora con una
libertad de espíritu, que le conducirá a la
libertad de pensamiento, el culto a la vida y el amor a la
naturaleza son otros aspectos importantes, además el
Renacimiento estableció como fuentes de inspiración
el equilibrio y
la serenidad. Pero lo más característico de esta
época es la separación entre lo cívico y lo
religioso. Se denomina Renacimiento al movimiento cultural que
surge en Europa el siglo
XIV, y que se muestra como característica esencial su
admiración por la antigüedad grecorromana. Este
entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la
realización suprema de un ideal de perfección, se
propone la limitación en todos los ordenes, lo que explica
el calificativo de Renacimiento, pues en verdad, se trataba de un
renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían
inspirado aquellos pueblos.
El Renacimiento, desde luego no fue una simple
exhumación de las artes antiguas. El interés por el
arte grecorromano fue una consecuencia. En principio, se aspiro a
una renovación en todas las parcelas de la cultura humana,
filosofía, ética, moral, ciencia, etc… encaminada
a la hechura de un hombre que fuera comprendido y resumen de
todas las perfecciones físicas e intelectuales. El hombre
integral, el genio múltiple, en el que se concilian todas
las ramas del saber en una actitud fecunda, fue la gran
creación del Renacimiento que cristalizo en figuras que
mantienen viva la admiración atravez de los tiempos, como
un Leonardo da
Vinci, un Miguel Angel, un Rafael.
Humanismo en el renacimiento
Es la manifestación ideológica y literaria del
Renacimiento. Los hombres del Renacimiento trabajaron con mucho
entusiasmo en estudiar metódicamente las obras de la
antigüedad, explorando ruinas, exhumando manuscritos y
salvando de su destrucción valiosos documentos. Para
ello recibieron la protección de príncipes y
Pontífices, que les estimularon en sus investigaciones.
Primeramente se sintió interés tan solo
por los autores y el arte latina, pero pronto se llego a su
fuente, o sea al arte y la cultura griega. Así se
desarrollo una mentalidad erudita, critica y apasionada por las
ciencias y las artes, que se centro en el hombre y sobrestimo los
valores
humanos, de ahí el nombre de Humanismo.
La sobrestimación de estos valores y los
descubrimientos geográficos y técnicos, crearon el
orgullo y el individualismo del hombre renacentista. El
Humanismo, tuvo sobre todo un carácter literario donde
Dante y Boccaccio son considerados como precursores del mismo.
Petrarca es considerado como el primer humanista.
Principales Filósofos Del Renacimiento
Leonardo Da Vinci
Leonardo da Vinci (1452-1519), artista florentino y uno de los
grandes maestros del renacimiento, famoso como pintor, escultor,
arquitecto, ingeniero y científico. Su profundo amor por
el conocimiento y la investigación fue la clave tanto de
su comportamiento artístico como científico. Sus
innovaciones en el campo de la pintura
determinaron la evolución del arte italiano durante
más de un siglo después de su muerte; sus
investigaciones científicas —sobre todo en las
áreas de anatomía, óptica
e hidráulica— anticiparon muchos de los avances de
la ciencia moderna.
Leonardo nació el 15 de abril de 1452 en el
pueblo toscano de Vinci, próximo a Florencia. Hijo de un
rico notario florentino y de una campesina, a mediados de la
década de 1460 la familia se
instaló en Florencia, donde Leonardo recibió la
más exquisita educación que esta ciudad, centro
artístico e intelectual de Italia, podía ofrecer.
Leonardo era elegante, persuasivo en la conversación y un
extraordinario músico e improvisador. Hacia 1466
acudió a formarse al taller de Andrea del Verrocchio,
figura principal de su época en el campo de la pintura y
escultura. Junto a éste, Leonardo se inició en
diversas actividades, desde la pintura de retablos y tablas hasta
la elaboración de grandes proyectos
escultóricos en mármol y bronce. En 1472
entró a formar parte del gremio de pintores de Florencia y
en 1476 todavía se le menciona como ayudante de
Verrocchio, en cuya obra Bautismo de Cristo (c. 1470,
Galería de los Uffizi, Florencia), pintó el
ángel arrodillado de la izquierda y el paisaje de matices
neblinosos.
En 1478 Leonardo alcanzó la maestría. Su
primer encargo, un retablo para la capilla del palazzo Vecchio,
sede del ayuntamiento florentino, no llegó a ejecutarse.
Su primera gran obra, Adoración de los Magos (Uffizi), que
dejó inacabada, se la encargaron los monjes de San Donato
de Scopeto, cerca de Florencia, hacia 1481. Otras obras de su
etapa juvenil son la denominada Madonna Benois (c. 1478, Museo
del Ermitage, San Petersburgo), el retrato de Ginebra de Benci
(c. 1474, National Gallery, Washington) y el inacabado San
Jerónimo (c. 1481, Pinacoteca Vaticana).
Leonardo destacó por encima de sus
contemporáneos como científico. Sus teorías
en este sentido, de igual modo que sus innovaciones
artísticas, se basan en una precisa observación y
documentación. Comprendió, mejor que
nadie en su siglo y aún en el siguiente, la importancia de
la observación científica rigurosa.
Desgraciadamente, del mismo modo que frecuentemente podía
fracasar a la hora de rematar un proyecto artístico, nunca
concluyó sus planificados tratados sobre diversas materias
científicas, cuyas teorías nos han llegado a
través de anotaciones manuscritas. Los descubrimientos de
Leonardo no se difundieron en su época debido a que
suponían un avance tan grande que los hacía
indescifrables, hasta tal punto que, de haberse publicado,
hubieran revolucionado la ciencia del siglo XVI. De hecho,
Leonardo anticipa muchos descubrimientos de los tiempos modernos.
En el campo de la anatomía estudió la
circulación sanguínea y el funcionamiento del ojo.
Realizó descubrimientos en meteorología y geología,
conoció el efecto de la Luna sobre las mareas,
anticipó las concepciones modernas sobre la
formación de los continentes y conjeturó sobre el
origen de las conchas fosilizadas. Por otro lado, es uno de los
inventores de la hidráulica y probablemente
descubrió el hidrómetro; su programa para la
canalización de los ríos todavía posee valor
práctico. Inventó un gran número de máquinas
ingeniosas, entre ellas un traje de buzo, y especialmente sus
máquinas voladoras, que, aunque sin aplicación
práctica inmediata, establecieron algunos principios de la
aerodinámica.
Un creador en todas las ramas del arte, un descubridor
en la mayoría de los campos de la ciencia, un innovador en
el terreno tecnológico, Leonardo merece por ello,
quizá más que ningún otro, el título
de Homo universalis.
Nicolás Copérnico
Nicolás Copérnico (1473-1543), astrónomo
polaco, conocido por su teoría según la cual el Sol
se encontraba en el centro del Universo y la Tierra, que giraba
una vez al día sobre su eje, completaba cada año
una vuelta alrededor de él. Este sistema recibió el
nombre de heliocéntrico o centrado en el Sol.
La cosmología anterior a la teoría de
Copérnico postulaba un universo geocéntrico en el
que la Tierra se encontraba estática
en el centro del mismo, rodeada de esferas que giraban a su
alrededor. Dentro de estas esferas se encontraban (ordenados de
dentro hacia afuera): la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte,
Júpiter, Saturno y, finalmente, la esfera exterior en la
que estaban las llamadas estrellas fijas. Se pensaba que esta
esfera exterior fluctuaba lentamente y producía el efecto
de los equinoccios.
En la antigüedad era difícil de explicar por
cosmólogos y filósofos el movimiento aparentemente
retrógrado de Marte, Júpiter y Saturno. En
ocasiones, el movimiento de estos planetas en el cielo
parecía detenerse, comenzando a moverse después en
sentido contrario. Para poder explicar este fenómeno, los
cosmólogos medievales pensaron que los planetas giraban en
un círculo que llamaban epiciclo, y el centro de cada
epiciclo giraba alrededor de la Tierra, trazando lo que
denominaban una trayectoria deferente.
La teoría de Copérnico establecía
que la Tierra giraba sobre sí misma una vez al día,
y que una vez al año daba una vuelta completa alrededor
del Sol. Además afirmaba que la Tierra, en su movimiento
rotatorio, se inclinaba sobre su eje (como un trompo). Sin
embargo, aún mantenía algunos principios de la
antigua cosmología, como la idea de las esferas dentro de
las cuales se encontraban los planetas y la esfera exterior donde
estaban inmóviles las estrellas. Por otra parte, esta
teoría heliocéntrica tenía la ventaja de
poder explicar los cambios diarios y anuales del Sol y las
estrellas, así como el aparente movimiento
retrógrado de Marte, Júpiter y Saturno, y la
razón por la que Venus y Mercurio nunca se alejaban
más allá de una distancia determinada del Sol. Esta
teoría también sostenía que la esfera
exterior de las estrellas fijas era estacionaria.
Una de las aportaciones del sistema de Copérnico
era el nuevo orden de alineación de los planetas
según sus periodos de rotación. A diferencia de la
teoría de Tolomeo, Copérnico vio que cuanto mayor
era el radio de la
órbita de un planeta, más tiempo tardaba en dar una
vuelta completa alrededor del Sol. Pero en el siglo XVI, la idea
de que la Tierra se movía no era fácil de aceptar
y, aunque parte de su teoría fue admitida, la base
principal fue rechazada.
Entre 1543 y 1600 Copérnico contó con muy
pocos seguidores. Fue objeto de numerosas críticas, en
especial de la Iglesia, por negar que la Tierra fuera el centro
del Universo. La mayoría de sus seguidores servían
a la corte de reyes, príncipes y emperadores. Los
más importantes fueron Galileo y el astrónomo
alemán Johannes Kepler, que a menudo discutían
sobre sus respectivas interpretaciones de la teoría de
Copérnico. El astrónomo danés Tycho Brahe
llegó, en 1588, a una posición intermedia,
según la cual la Tierra permanecía estática
y el resto de los planetas giraban alrededor del Sol, que a su
vez giraba también alrededor de la Tierra.
Con posterioridad a la supresión de la
teoría de Copérnico, tras el juicio
eclesiástico a Galileo en 1633, que lo condenó por
corroborar su teoría, algunos filósofos jesuitas la
siguieron en secreto. Otros adoptaron el modelo
geocéntrico y heliocéntrico de Brahe. En el siglo
XVII, con el auge de las teorías de Isaac Newton
sobre la fuerza de la gravedad, la mayoría de los
pensadores en Gran Bretaña, Francia, Países Bajos y
Dinamarca aceptaron a Copérnico. Los filósofos
puros de otros países de Europa mantuvieron duras posturas
contra él durante otro siglo más.
Galileo Galilei
Nació: 15 de Febrero de 1564 en Pisa (Ahora Italia)
Falleció: 8 de Enero de 1642 en Arcetri (cerca de
Florencia), (Ahora Italia)
Tenía setenta y nueve años de edad y su cabello y
su barba eran tan blancos como la espuma. Sus ojos, que miraron
al cielo a través de sus telescopios y observaron
más que cualquier ser humano desde el principio de los
tiempos, estaban apagados por la edad. Su reputación de
ser uno de los más brillantes científicos de su
tiempo fue la razón de que reyes, reinas disputaran sus
servicios.
Ahora estaba arrodillado ante el temido tribunal de la
Inquisición, obligado a confesar públicamente un
error que no era error:
" Yo Galileo
Galilei…, abandono la falsa opinión… de que el Sol
es el centro (del Universo) y está
inmóvil….Abjuro, maldigo y detesto los dichos errores".
Algunos dicen que cuando el anciano se puso de pie murmuró
para sus adentros: "E pur si muove" : Y sin embargo (la Tierra)
se mueve (alrededor del Sol).
Galileo nació en una familia de siete hijos, con
un padre que era un talentoso músico y un hombre de
considerable cultura. A temprana edad, Galileo prometía
mucho tanto mental como manualmente. Tenía diecisiete
años cuando ingresó a la Universidad de Pisa, donde
se especializó en medicina y
estudió también matemáticas y ciencias
físicas.
Una vez cuando todavía estudiaba en Pisa,
observó la regularidad con que oscilaba una lámpara
en la catedral. Apenas pudo esperar hasta que volvió a su
casa para experimentar con bolitas de plomo atadas a hilos de
diferentes longitudes. Descubrió que, cualquiera que fuese
la magnitud de la oscilación o el peso del plomo, la
bolita necesitaba el mismo tiempo para completar un viaje de ida
y vuelta. Sólo el cambio de la longitud afectaba el tiempo
de la oscilación (periodo de vibración). Esta
observación condujo al invento del péndulo, usado
en los relojes y otros instrumentos para medir con
precisión el tiempo.
Leyó las obras de Arquímedes y usó
las matemáticas para probar algunos de los experimentos de
este último con líquidos y aleaciones.
Como estudiante, tuvo una mente inquisitiva y fama de
disputador.
A los veinticinco años fue nombrado profesor de
matemáticas de la Universidad de Pisa. Como profesor
Galileo prosiguió su búsqueda de la verdad,
analizando las teorías científicas de
Aristóteles mediante la aplicación de las
matemáticas y las observaciones experimentales.
Creó el concepto de la aceleración que se usa en la
física moderna (la aceleración es el incremento de
la velocidad por unidad de tiempo) y el concepto moderno de la
fricción y la inercia con respecto a los objetos en
movimiento. Analizó los componentes de la fuerza,
demostrando, por ejemplo, que las fuerzas que afectan a la
trayectoria de una bala son hacia abajo y hacia adelante, de tal
manera que pueden medirse sistemáticamente. Estos
experimentos iniciados antes del 1590, fueron perfeccionados y
publicados en 1638 en su obra Diálogos sobre dos nuevas
ciencias (movimiento y mecánica).
La obra de Galileo, que inició la
comprensión de estas esferas, llevó a la
formulación de las leyes de movimiento de Newton,
más precisas, y al perfeccionamiento que de esas leyes
hicieron más tarde otros científicos. Galileo
resultó un rebelde en otros sentidos, se negaba a ponerse
las ropas académicas que usaban sus colegas, aduciendo que
estorbaban sus movimientos. Por no usarlas, se le obligó a
pagar varias multas, hasta que fue despedido de la facultad de
Pisa.
El hecho de que Galileo tuviera que abandonar la
Universidad de Pisa resultó afortunado, pues obtuvo un
empleo mejor
pagado en la Universidad de Pasuda. Su vida fue feliz y
productiva durante muchos años. Estableció un
taller para fabricar instrumentos como brújulas
magnéticas, termómetros y telescopios.
También llegó a ser un experto en la
construcción de fortificadores militares. A principios del
siglo XVII escuchó que un óptico holandés
logró unir una lente cóncava y una lenta convexa,
de tal manera que hacia que los objetos distantes parecieran
más cercanos. Usando esa idea construyó un
telescopio que ampliaba los objetos treinta veces, y en 1609 dio
una demostración pública de su uso.
Cuando Galileo volvió su telescopio hacia el
cielo, por la noche, abrió nuevos campos de conocimiento
que describió en su libro Mensajero de las estrellas. En
el dice : "Doy gracias a Dios, que ha tenido a bien hacerme el
primero en observar las maravillas ocultas a los siglos pasados.
Me he cerciorado de que la Luna es un cuerpo semejante a la
Tierra…He contemplado una multitud de estrellas fijas que nunca
antes se observaron….Pero la mayor maravilla de todas ellas es
el descubrimiento de cuatro nuevos planetas (cuatro satélites
de Júpiter)…He observado que se mueven alrededor del
Sol. Descubrió que la Vía Láctea
consistía en una miríada de estrellas; que el
Universo no era fijo ni inmutable, como creían sus
contemporáneos, pues aparecían ante su vista nuevas
estrellas que luego desaparecían; que los planetas Venus y
Mercurio se movían también alrededor del Sol y que
el Sol mismo giraba sobre su eje.
En 1632 publicó otro libro, Diálogo sobre
los dos principales sistemas del mundo, brillante sátira
que demostraba por medio del diálogo las fallas del
sistema geocéntrico tolomeico en comparación con el
sistema heliocéntrico copernicano. Su último libro,
Diálogo sobre dos nuevas ciencias, en la que
resumía todas sus investigaciones sobre el movimiento y la
mecánica, lo envió subrepticiamente a Holanda,
donde fue publicado en 1638. Lamentablemente, Galileo no lo vio
impreso jamás porque, en 1638, a la edad de setenta y
cuatro años, quedó ciego. Cuando murió en
1642, venerado por los ciudadanos y muchos hombres principales de
la Iglesia y de los seglares, la Inquisición se
negó a permitir la realización de un funeral
público.
Racionalismo
(Del latín, ratio, razón), en filosofía,
sistema de pensamiento que acentúa el papel de la
razón en la adquisición del conocimiento, en
contraste con el empirismo, que resalta el papel de la
experiencia, sobre todo el sentido de la
percepción.
El racionalismo ha aparecido de distintas formas desde
las primeras etapas de la filosofía occidental, pero se
identifica ante todo con la tradición que proviene del
filósofo y científico francés del siglo XVII
René Descartes, el cual creía que la
geometría representaba el ideal de todas las ciencias y
también de la filosofía. Mantenía que
sólo por medio de la razón se podían
descubrir ciertos universales, verdades evidentes en sí,
de las que es posible deducir el resto de contenidos de la
filosofía y de las ciencias. Manifestaba que estas
verdades evidentes en sí eran innatas, no derivadas de la
experiencia. Este tipo de racionalismo fue desarrollado por otros
filósofos europeos, como el francés Baruch Spinoza
y el pensador y matemático alemán Gottfried Wilhelm
Leibniz. Se opusieron a ella los empiristas británicos,
como John Locke y
David Hume, que creían que todas las ideas
procedían de los sentidos.
El racionalismo epistemológico ha sido aplicado a
otros campos de la investigación filosófica. El
racionalismo en ética es la afirmación de que
ciertas ideas morales primarias son innatas en la especie humana
y que tales principios morales son evidentes en sí a la
facultad racional. El racionalismo en la filosofía de la
religión afirma que los principios fundamentales de la
religión son innatos o evidentes en sí y que la
revelación no es necesaria, como en el deísmo.
Desde finales del año 1800, el racionalismo ha jugado
sobre todo un papel antirreligioso en la
teología.
Principales representantes del racionalismo:
René descartes
René Descartes (1596-1650), filósofo,
científico y matemático francés, considerado
el fundador de la filosofía moderna. Nacido el 31 de marzo
de 1596 en La Haye , hoy Descartes (Indre-et-Loire), era hijo de
un miembro de la baja nobleza y pertenecía a una familia
que había dado algunos hombres doctos. Junto a las
disciplinas clásicas tradicionales, también
aprendió matemáticas y las principales doctrinas
del escolasticismo, tendentes a orientar la razón humana
hacia la comprensión de la doctrina cristiana. El
catolicismo ejerció una gran influencia en Descartes a lo
largo de toda su vida. Tras realizar numerosos viajes
residió en París desde 1625 a 1628. Durante este
periodo se dedicó al estudio de la filosofía y
también realizó experimentos de óptica. Sus
últimos escritos estuvieron dedicados a Isabel Estuardo,
reina de Bohemia que vivía en las Provincias Unidas y con
quien Descartes había entablado una profunda amistad. En
1649 fue invitado a acudir a Estocolmo para impartir clases de
filosofía a la reina Cristina de Suecia. Antes de
configurar su método, la filosofía había
estado dominada por el escolástico, que se basaba por
completo en comparar y contrastar las opiniones de autoridades
reconocidas. Comenzó sus investigaciones a partir de un
único conocimiento seguro: "Cogito,
ergo sum" ("Pienso, luego existo"). Partiendo del principio de
que la clara consciencia del pensamiento prueba su propia
existencia, mantuvo la existencia de Dios. Dios, según la
filosofía de Descartes, creó dos clases de
sustancias que constituyen el todo de la realidad. Una clase era
la sustancia pensante, o inteligencia, y la otra la sustancia
extensa, o física.
Su filosofía, denominada en ocasiones
cartesianismo, le llevó a elaborar explicaciones complejas
y erróneas de diversos fenómenos físicos.
Tuvo que renunciar a su primera concepción de un sistema
de planetas que rotaban en torno al Sol (próxima a la
teoría de Copérnico sobre el Universo) cuando fue
considerada herética por la Iglesia católica. En su
lugar, ideó la doctrina de los vórtices o
torbellinos de materia etérea, en la que el espacio estaba
pleno de materia, en diversos estados, girando alrededor del
Sol.
Sus estudios sobre óptica culminaron con el
descubrimiento de la ley fundamental de la reflexión: el
ángulo de incidencia es igual al ángulo de
reflexión. Además, el hecho de que Descartes
tratara la luz como un tipo de fuerza en un medio sólido
preparó el terreno para la teoría ondulatoria de la
luz.
Su contribución más notable a las
matemáticas fue la sistematización de la geometría
analítica. Además, formuló la regla
(conocida como ley cartesiana de los signos) para descifrar el
número de raíces negativas y positivas de cualquier
ecuación algebraica.
Blaise Pascal
Nació en Clermont-Ferrand el 19 de junio de 1623, y su
familia se estableció en París en 1629. Bajo la
tutela de su padre, Pascal pronto se
manifestó como un prodigio en matemáticas, y a la
edad de 16 años formuló uno de los teoremas
básicos de la geometría proyectiva, conocido como
el teorema de Pascal y descrito en su Ensayo sobre
las cónicas (1639). En 1642 inventó la primera
máquina de calcular mecánica. Este descubrimiento
verificó la hipótesis del físico italiano
Evangelista Torricelli respecto al efecto de la presión
atmosférica sobre el equilibrio de los líquidos.
Seis años más tarde, junto con el matemático
francés Pierre de Fermat, Pascal formuló la
teoría matemática
de la probabilidad, que ha llegado a ser de gran importancia en
estadísticas actuariales,
matemáticas y sociales, así como un elemento
fundamental en los cálculos de la física
teórica moderna. Otras de las contribuciones
científicas importantes de Pascal son la deducción
del llamado ‘principio de Pascal’, que establece que
los líquidos transmiten presiones con la misma intensidad
en todas las direcciones (véase Mecánica de
fluidos), y sus investigaciones sobre las cantidades
infinitesimales. Pascal creía que el progreso humano se
estimulaba con la acumulación de los descubrimientos
científicos.
Pascal abrazó el jansenismo y en 1654
entró en la comunidad jansenista de Port Royal, donde
llevó una vida rigurosamente ascética hasta su
muerte, ocho años más tarde. Pascal sostenía
que se lograra o no la salvación, el último destino
de la humanidad es pertenecer después de la muerte a un
reino sobrenatural que puede conocerse solamente de forma
intuitiva. La última obra importante de Pascal fue
Pensamientos sobre la religión y sobre otros temas,
publicada también en 1670. En esta obra intentó
explicar y justificar las dificultades de la vida humana por el
dogma del pecado original, y sostenía que la
revelación puede ser entendida sólo por la fe, que
a su vez se justifica por la revelación. En los escritos
de Pascal, que defienden la aceptación de un modo de vida
cristiano, se aplica frecuentemente el cálculo de
probabilidades; argumentaba que el valor de la felicidad eterna
es infinito y que, aunque la probabilidad de obtener dicha
felicidad por la religión pueda ser pequeña, es
infinitamente mayor que siguiendo cualquier otra conducta o
creencia humana. Una reclasificación de su obra
Pensamientos (un cuidadoso trabajo comenzado en 1935 y que
continuaron varios eruditos) no reconstruye su Apología,
pero permite al lector seguir el camino reflexivo que el mismo
Pascal habría seguido.
Pascal fue uno de los más eminentes
matemáticos y físicos de su época y uno de
los más grandes escritores místicos de la
literatura cristiana. Sus trabajos religiosos se caracterizan por
su especulación sobre materias que sobrepasan la
comprensión humana. Sus lectores pueden comprobar el uso
de la lógica y la apasionada fuerza de su
dialéctica.
Baruch Spinoza
Baruch Spinoza (1632-1677), filósofo y teólogo
holandés, considerado como el exponente más
completo del panteísmo durante la edad
moderna.
Nació en Amsterdam el 24 de noviembre de 1632. Sus padres
eran judíos emigrados de España (su
apellido Spinoza deriva del original español de
su familia, Espinosa) a Portugal y, más tarde, a las
Provincias Unidas. Más tarde, sin embargo, se
apartó del judaísmo como consecuencia de haber
iniciado sus estudios acerca de las ciencias físicas,
así como por el efecto que tuvieron en su pensamiento los
escritos del filósofo inglés Thomas Hobbes y los
del científico y filósofo francés
René Descartes. Durante cinco años residió
en las afueras de dicha ciudad, puliendo lentes para vivir. Fue
en ese periodo cuando escribió su primer trabajo
filosófico, Tractatus de Deo et homine ejusque felicitate
(Tratado acerca de Dios, el hombre y su felicidad), donde se
prefiguran ya las líneas maestras del que sería su
sistema filosófico. Sin embargo, Spinoza rechazó
esta responsabilidad para poder mantenerse libre de
cualquier restricción que pudieran aplicar los
teólogos sobre sus actividades intelectuales.
Falleció el 21 febrero de 1677 en La Haya.
La más completa expresión de su
pensamiento y de su sistema filosófico quedó
expresada en su gran obra Ethica ordine geometrico demonstrata
(Ética demostrada según el orden geométrico,
1677, más conocida por el título abreviado de
Ética). De acuerdo con este tratado, el Universo es
idéntico a Dios, que es la "sustancia" incausada de todas
las cosas. El concepto de sustancia, que Spinoza recuperó
de los filósofos escolásticos, no es el de una
realidad material, sino más bien el de una entidad
metafísica, una base amplia y autosuficiente de toda
realidad. El pensamiento y la extensión existen en una
última realidad que es Dios, de quien dependen. La
causalidad, en el sistema de Spinoza, puede hallarse entre los
objetos individuales (es decir, entre los cuerpos físicos)
en el atributo extensión, o entre ideas individuales en el
atributo pensamiento, pero no entre objetos e ideas. Para
explicar las aparentes interacciones causales entre objetos e
ideas, propuso una teoría conocida como paralelismo,
según la cual cada idea tiene un complemento físico
y, del mismo modo, cada objeto físico tiene su
correspondiente idea.
Explicó la individualidad de las cosas, ya fueran
objetos físicos o ideas, como modos particulares de
sustancia. Todos los objetos particulares son las formas de Dios,
contenidas en el atributo extensión; todas las ideas
particulares son las formas de Dios contenidas en el atributo
pensamiento. Las formas son natura naturata (naturaleza creada) o
naturaleza en la multiplicidad de sus manifestaciones; la
sustancia, o Dios, es natura naturans (naturaleza que crea todo
lo que hay) o naturaleza en su unidad creativa, actuando como el
factor determinante de sus propias formas, las cuales son
transitorias y su existencia adopta una forma temporal; Dios es
eterno y trasciende todos los cambios. Por consiguiente, las
cosas particulares, ya sean extensión o pensamiento, son
finitas y efímeras. Mantuvo, no obstante, que
existía un mundo indestructible. El intuitivo conocimiento
humano de Dios es la fuente de un amor espiritual de Dios (amor
Dei intellectualis), que a su vez es parte del amor en el que
Dios se ama a sí mismo.
Spinoza concebía las esencias como
hipostatizaciones (entidades conceptuales) del aspecto universal
de todas las cosas. La diferencia fundamental entre las
existencias y las esencias en la cosmología de Spinoza es
que, mientras las primeras tienen su ser en el tiempo, las
segundas están fuera del ámbito temporal. Dado que
la mortalidad puede pertenecer en exclusiva al ámbito de
las cosas sujetas a la ley del tiempo, el ámbito de las
esencias, al no hallarse sometido a las leyes del tiempo, tiene
que ser en consecuencia eterno. No obstante, el campo de las
esencias es un terreno de existencia inmanente.
La existencia en sendos atributos (extensión y
pensamiento) es esclavitud ya que cada cosa existente está
determinada por sus propias series causales y la forma de su ser
está determinada por ellas.
Spinoza rechazó la providencia y la libertad de la
voluntad, y su concepto de un dios impersonal fue recibido con
hostilidad por muchos de sus contemporáneos. Su
posición en la historia de la filosofía es
única en muchos aspectos. No sólo
metafísicos sino también poetas como Johann
Wolfgang von Goethe, William Wordsworth y Percy Bysshe Shelley
consultaron y estudiaron sus trabajos en busca de
inspiración y su pensamiento ha influido en el
panteísmo poético subyacente de muchas
interpretaciones modernas de la naturaleza.
Gottfried Wilhelm Leibniz
Leibniz nació en Leipzig en 1646. Desde su más
temprana edad empezó a saciar su deseo de saber, puesto
que su padre era profesor de moral. Su formación fue
autodidáctica; inventó el cálculo integral ,
fue diplomático y fundó en Berlín la
Academia de las Ciencias, luchó por la unidad de las
iglesias cristianas. Sus obras . Monadología, Discurso de
metafísica, Nuevo sistema de la naturaleza. El
conocimiento. Las verdades no pueden derivarse de la experiencia
y aparecen así innatas, por eso, según Leibniz
tienen carácter absoluto. Las verdades de hecho se fundan
en el rigor del principio de la razón suficiente, el cual
garantiza que la posibilidad de la libertad o de la
elección libre se puede verificar.
Leibniz fue el primero en llamar el tratado racional de
Dios, Teodicea, es decir, justificación de Dios.
Además de aceptar los argumentos tradicionales de la
existencia de Dios, utiliza su propio argumento, como es el a
priori, que se basa en verdades eternas y necesarias.
"Esa verdades eternas, dice Leibniz, no son ficciones.
Requieren, pues, un fundamento metafísico, y nos vemos
obligados a decir que han de tener su existencia en un cierto
sujeto absoluto y metafísicamente necesario, éste
es, Dios. Así pues, Dios existe." También se basa
en el principio de razón suficiente y dice que nada sucede
sin que sea posible. Nada ocurre sin que haya una causa o
razón determinada.
La corriente racionalista ha sabido sumergirse en cada
una de las circunstancias actuales, puesto que es la razón
la parte esencial del hombre que lo constituye como tal.
Recordemos que para definir la palabra hombre, decimos que es "un
animal racional", esto es, no un añadido sino su
especificidad.
La influencia de la razón, toca todos los
ámbitos de la sociedad; a nivel político,
económico, educativo y religioso, es el intento del hombre
por querer conocer el mundo y así mismo conocerse sabiendo
razonar correctamente estos aspectos que marcan la vida de un
país. El hombre hoy no se conforma con recibir del medio o
de algunas fuentes, un conocimiento dogmático, donde se
queden estancadas sus potencialidades, sino que día a
día es ayudado por la razón a buscar la verdad, a
discurrir el velo que opaca o impide, en cierta medida, el
conocimiento.
En la exposición filosófica de Leibniz, el
Universo se compone de innumerables centros conscientes de fuerza
espiritual o energía, conocidos como mónadas. Cada
mónada representa un microcosmos individual, que refleja
el Universo en diversos grados de perfección y evolucionan
con independencia del resto de las mónadas. El Universo
constituido por estas mónadas es el resultado armonioso de
un plan divino. Los humanos, sin embargo, con su visión
limitada, no pueden aceptar la existencia de las enfermedades y la muerte
como partes integrantes de la armonía universal. Este
Universo de Leibniz, "el mejor de los mundos posibles", es
satirizado como una utopía por el autor francés
Voltaire en su
novela
Cándido (1759).
Entre las obras filosóficas fundamentales de
Leibniz se incluyen Ensayos de
Teodicea sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y el
origen del mal (2 vols., 1710), Monadología (1714;
publicado en latín como Principia Philosophiae, 1721), y
Nuevo tratado sobre el entendimiento humano (1703; pub. 1765).
Los dos últimos influyeron mucho en los filósofos
alemanes del siglo XVIII, incluyendo a Christian von Wolff e
Immanuel Kant.
Empirismo
En filosofía occidental, doctrina que afirma que todo
conocimiento se basa en la experiencia, mientras que niega la
posibilidad de ideas espontáneas o del pensamiento a
priori. Hasta el siglo XX, el término empirismo se
aplicaba a la idea defendida sobre todo por los filósofos
ingleses de los siglos XVII, XVIII y XIX. De estos
filósofos ingleses, John Locke fue el primero en dotarlo
de una expresión sistemática, aunque su
compatriota, el filósofo Francis Bacon, había
anticipado algunas de sus conclusiones. Entre otros empiristas
también se cuentan David Hume y George Berkeley. Opuesto
al empirismo es el racionalismo, representado por pensadores como
el francés René Descartes, el holandés
Baruch Spinoza y los filósofos de los siglos XVII y XVIII
Gottfried Wilhelm Leibniz y Christian von Wolff. Los
racionalistas afirman que la mente es capaz de reconocer la
realidad mediante su capacidad para razonar, una facultad que
existe independiente de la experiencia. El pensador alemán
Immanuel Kant intentó lograr un compromiso entre el
empirismo y el racionalismo, restringiendo el conocimiento al
terreno de la experiencia, a posteriori, y por ello
coincidía con los empiristas, pero atribuía a la
mente una función precisa al incorporar las sensaciones en
la estructura de
la experiencia. Esta estructura podía ser conocida a
priori sin recurrir a métodos
empíricos, y en este sentido Kant coincidía con los
racionalistas.
En los últimos años, el término
empirismo ha adquirido un significado más flexible, y
ahora es utilizado en relación con cualquier sistema
filosófico que extrae todos sus elementos de
reflexión de la experiencia. En Estados Unidos
William James llamó a su filosofía empirismo
radical y John Dewey acuñó el término de
empirismo inmediato para definir y describir su noción de
la experiencia. El término leyes empíricas se
aplica a aquellos principios que expresan las relaciones que,
según se aprecia, existen entre los fenómenos, sin
que impliquen la explicación o causa de los
fenómenos mismos.
Empirismo y sus principales representantes.
Francis Bacon
La vida de Francis Bacon (1561-1626), estadista, filósofo
y literato, ofrece un conjunto de contradicciones si se le
considera en esas tres facetas de su actuación. Más
de la mitad de su vida Bacon pasó tratando de alcanzar lo
que su ambición le dictaba. Cuando ésta
murió, Bacon tenía 42 años. Bacon se
reconoció culpable y apenas pudo, con su defensa, aminorar
la gravedad de las inculpaciones.
La labor de Bacon como literato (encontrada, como es
lógico, con su labor filosófica) abarca temas
diversos y es importante en la historia de la lengua inglesa.
Como ya habíamos dicho, a Bacon se le suele considerar
fundador de la filosofía moderna en su tendencia
empírica, y padre de la moderna investigación científica; pero ambas
cosas resultan exageradas. La invención de esta nueva
lógica es precisamente lo que se le atribuye a Francis
Bacon, y lo que le ha hecho memorable.
Para intentar analizar el verdadero aporte de Francis
Bacon a la ciencia y a la filosofía, partiremos
esencialmente del estudio de su obra más relevante: el
Novum Organum, en la que se condensa toda su teoría.
El Novum Organum habría de ocupar la segunda parte de la
Instauratio Magna, del cual realiza dos libros en los que expone
los principios del 'nuevo método' científico que
Bacon proponía como sustitución del obsoleto
'organum' aristotélico.
En el Novum Organum, Bacon anuncia, presenta y convoca a un
proyecto de
investigación filosófico-natural tendente a
conseguir la 'restauración' (instauratio) del saber y
consecuentemente del poder que sobre la naturaleza gozó
Adán en el paraíso y que la humanidad había
perdido como consecuencia del pecado original. De esta manera
Bacon cambiaba la relación de la religión con la
ciencia: si para muchos teólogos y hombres piadosos de la
época la ciencia era peligrosa para la religión,
Bacon hace de la religión y de la Biblia base de la
condena del saber tradicional y de la legitimidad de la
Instauratio Magna. Con esto, llegamos a una de las conclusiones
acerca del verdadero aporte de Bacon a la ciencia moderna. Bacon
sí motiva la actividad de la ciencia pero no desligada de
la religión, lo que no constituye un verdadero ideal
moderno.
La crítica de la lógica
aristotélica y del pensamiento recibido, de sus prejuicios
y de sus errores, ocupa la parte principal del primer libro del
Novum Organum, a manera de preliminar de la filosofía de
la ciencia que Bacon desarrolla en el segundo libro. Bacon
distingue cuatro tipos de ídolos:
- Los idola specus (literalmente 'ídolos de la
caverna) proceden de las características
específicas de cada individuo: de sus gustos, de su
educación, de sus ocupaciones, etc. Emergen, por tanto,
de la subjetividad y velan la auténtica naturaleza de la
verdad. - Los idola fori ('ídolos del mercado') se
originan por el contacto entre los hombres y derivan casi
siempre del lenguaje. Causan un auténtico reino de la
confusión, pues llegan a utilizar conceptos ilusorios
para cosas inexistentes. "Cuando los conceptos faltan, los
suplen oportunamente las palabras". - Los idola Theatri ('ídolos del teatro'), por
último, son los que se derivan de las falsas
teorías, que han engañado a los hombres a la
manera como los actores engañan a su público en
el teatro.
El segundo libro del Novum Organum desarrolla
propiamente el método inductivo de Bacon, en el que se
trata de construir el saber, una vez se ha procedido a la
crítica de los ídolos o errores.
La lógica Aristotélica, base hasta entonces de las
ciencias, ha de ser remplazada pues por una nueva lógica
experimental e inductiva. Para decirlo en palabras de Bacon, la
lógica aristotélica es una vía de
investigación y de descubrimiento de la verdad que parte
"de las sensaciones y de los hechos particulares para elevarse
rápidamente a las proposiciones más generales".
Pero Francis Bacon no fue demasiado consecuente con sus
propósitos y, en su filosofía, hay mucho
todavía de escolasticismo y de prejuicios aceptados sin
examen. Además, Bacon no realiza ningún aporte
significativo para la filosofía natural, nunca desarrolla
su método.
Prueba de las especulaciones sin fundamento
científico de Bacon es la profunda influencia que
ejerció en él la tradición
mágico-alquímica. Esto nos reitera el sin numero de
contradicciones que se encuentran en la obra de Bacon.
También es importante aclarar que la rebelión
contra Aristóteles y el método escolástico
no era, en lo más mínimo, original de Bacon. Ya
para la época se había atacado fuertemente el
método aristotélico, y personajes como Vives,
Agripa, Ramus y Acontio habían luchado por una reforma del
método algún tiempo antes que los escritos de Bacon
hubieran alcanzado prominencia.
Con respecto a la tan nombrada influencia de Bacon sobre la
ciencia moderna, hay que aclarar que es falsa.
Además, hay que considerar que Francis Bacon era un hombre
de letras, y para nada un hombre de ciencia, lo cual, en
principio, pone en duda la validez de su método puesto que
sólo por la experiencia práctica puede
desarrollarse cualquier método experimental.
Bacon insistía en la importancia del experimento, pero no
podía enseñar lo que no había comprendido:
el método experimental.
Thomas Hobbes
Hobbes nace en Inglaterra en 1558 , era considerado un hombre de
gran especie intelectual ,curiosos y tímido. En su
opinión estas discusiones debilitaban Inglaterra, minaban
la autoridad por su base y preparaban la guerra civil. En 1640 ,
cuando la guerra parecía aproximarse, huye de Inglaterra a
París y en su destierro voluntario de once años
preparo su Leviatán. En el furor de las disputas
religiosas ( protestantes y católicos, entre protestantes
anglicanos y disidentes ) agrava allí el furor de las
pasiones políticas , formando todo ello una mezcla
incendiaria . Una vez vencido el Rey por el ejército
parlamentario de Cromwell, el rey es ejecutado.
La concepción hobbesiana del estado de naturaleza
se aparta del sentido paradisíaco, que a ese estado,
asigna el pensamiento teológico . Hobbes separa con
claridad dos etapas: una situación de barbarie y de guerra
de todos contra todos ,un mundo sin germen de derecho , y por
otra parte , un estado creado y sostenido por el derecho , un
estado con suficiente poder para iniciar y reformar su
estructura. Según Hobbes la naturaleza ha hecho a los
hombres tan iguales en las facultades del cuerpo y del
espíritu que , si un hombre es más fuerte de cuerpo
o más sagaz de entendimiento que otro, cuando este se
considera en conjunto, la diferencia entre los hombres, no es tan
importante. La pugna de riquezas , placeres, honores u otras
formas de poder , inclina a la lucha , la enemistad y a la
guerra. Por ello en la naturaleza del hombre se encuentran tres
causas principales de discordia: la competencia, la
desconfianza y la gloria. De esta manera la competencia impulsa a
los hombres a atacarse para lograr un beneficio, la desconfianza
para lograr la seguridad y la
gloria para ganar reputación. Con todo esto, mientras el
hombre viva sin un poder común que los atemorice a todos,
se hallan en la condición o estado que se llama guerra .
Por ende en esta guerra nada puede ser injusto. Las nociones de
derecho e ilegalidad ,justicia e injusticia están fuera de
lugar .Donde no hay poder común, la ley no existe . Donde
no hay ley, no hay justicia.
Las pasiones que inclinan a los hombres a la paz son el
temor a la muerte , el deseo de las cosas que son necesarias para
una vida confortable , y la esperanza de obtenerlas por medio del
trabajo. En otras palabras , la pasión inclina a los
hombres a desear y conseguir los bienes y privilegios del
prójimo. Esto sería entonces la necesidad del
hombre , pues su naturaleza es estar en guerra los unos con los
otros. La razón entonces sugiere normas adecuadas de paz ,
a las cuales pueden llegar los hombres por mutuo consenso. Estas
normas son las que Hobbes llama Leyes de la naturaleza, las
cuales servirán para que el hombre salga de ese estado de
guerra. Hobbes define 19 leyes de naturaleza sin embargo existen
dos fundamentales de las cuales se derivan las
restantes.
De la segunda ley de naturaleza según la cual los
hombres están obligados a transferir a otros los derechos que perturban la
paz, se deduce una tercera ley que se refiere a que los hombres
cumplan los pactos que han celebrado. Entonces mientras las
pasiones enfrentan a los hombres , la razón los hace
pactar . Todos los hombres tienen derecho a todas las cosas y por
ende son iguales ante la ley.
Esta inclinación de pactar lleva a los individuos
a convenir un contrato, que
implica la renuncia de todos sus derechos que poseían en
el estado de naturaleza para otorgárselo a un soberano que
a cambio les garantizará el orden y la seguridad .Con el
contrato se renuncia a la libertad y a cualquier derecho que
pudiera poner en peligro la paz. Los pactos no descansan en la
espada, no son más que palabras, sin fuerza para proteger
al hombre de algún modo. Hecho esto, la multitud unida en
una persona se denomina estado y el titular de esta persona se
denomina soberano. Esta es la generación de el
Leviatán , o más bien de aquel dios mortal ,el cual
debemos, bajo el dios inmortal, nuestra paz y nuestra defensa. Y
fundando el estado solo es posible la sociedad civil..
Es decir, la
organización de todos los súbditos sometidos al
poder del estado , se convierte en el polo opuesto de la guerra.
La idea de ese estado todopoderoso en la tierra, ese dios mortal
que atemorizara a todos los ciudadanos es el Leviatán, el
monstruo bíblico que se convierte en la gran
solución que el hombre creo para su conservación.
Bajo la soberanía de estado se garantiza paz ,
porque sin estado no hay sociedad entre los hombres, sino un mero
estado natural de desconfianza y terror mutuo.
El soberano es el único poder
legislativo y el estado la única fuente del derecho.
Cuando el representante es un hombre, entonces el gobierno es una
monarquía ; cuando lo es unas asamblea de
todos cuantos quieren concurrir en ella tenemos una democracia o
gobierno popular ; cuando la asamblea es de una parte solamente ,
entonces ese denomina aristocracia. Velar porque los hombres que
se han unido voluntariamente en sociedad política vivan
felices. Asegura a los súbditos una inocente libertad .
Inocente , en cuanto no se pueda perjudicar la paz y la libertad
: la ley es el regulador . Debe garantizar a sus súbditos
la igualdad ante
la ley y ante cargos públicos. El soberano debe luchar
contra la ociosidad ,debe proporcionar trabajo a
todos.
John locke
Nació en Wrington -condado de Somerset, cerca de Bristol-
en 1632 en el seno de una familia puritana. Fue educado duramente
catorce años en su propio círculo familiar -un
pequeño remanso de paz en un país ingobernable, que
no tardaría en caer en la guerra civil. Es considerado el
principal teórico de liberalismo.
Su insistencia en respetar determinadas parcelas individuales
harán de él un preludio claro de la mentalidad
burguesa y antiestatista, aunque sus apreciaciones acerca del
trabajo también son fundamento de cualquier
teorización socialista".
John Locke define el estado de la naturaleza como un
estado de "paz, benevolencia y ayuda mutua". Esta ley gobierna el
estado de la naturaleza y que debe ser entendida como
manifestación de la voluntad de Dios, enseña que
nadie debe dañar a otro en su vida, salud y libertad. Para
Locke mediante la razón el hombre conoce la Ley Natural y
por ello le asiste el derecho de imponer a los demás su
cumplimiento. Advierte que en el estado de la naturaleza "un
hombre consigue poder sobre oro más no poder arbitrario o
absoluto para tratar al criminal (…) A partir de aquí se
empeña en marcar diferencias entre el estado de la
naturaleza y el estado de guerra, aunque para muchos estudiosos,
no logra este objetivo. Al parecer es inevitable que el estado de
la naturaleza se convierta en un estado destructivo, pues al
violar la Ley Natural no existen mecanismos para reestablecer el
orden. Locke reconoce que los hombres violan la Ley Natural, ya
que "no observan estrictamente los mandatos de la equidad y la
justicia, resulta muy inseguro y mal salvaguardado el disfrute de
los bienes que cada cual posee en ese estado". De lo anterior se
desprende la necesidad del hombre de establecerse en sociedad.
Locke destaca que la finalidad de la sociedad civil es evitar y
remediar los inconvenientes del estado de naturaleza que se
producen forzosamente cuando cada hombre es juez de su propio
caso".
Solo cuando un grupo de hombres se une en sociedad
renunciando cada uno de ellos, al poder de ejecutar la ley
natural, cediéndola a la comunidad, sólo así
se constituye una sociedad política o civil" Este grupo de
hombres debe vivir en estado de naturaleza y deben asociarse para
formar un pueblo, un cuerpo político sometido a un
gobierno, o cuando alguien se adhiere o se incorpora a cualquier
gobierno ya constituido. Para la formación de estas leyes
que deben regir a la sociedad, Locke sostiene la teoría de
la división de poderes: tres poderes que ejerzan el poder
soberano. Frente a un posible abuso constitucional Locke da al
pueblo una especie de derecho a la revolución. Si el propósito de
principal de la sociedad civil es el resguardo de la propiedad,
el organismo que lo ejecute Constituirá el organismo
más importante de la sociedad. Ese es el poder
legislativo. No puede modificar las leyes para aplicarlas a casos
concretos y sus normas solas perseguirán el bien de la
comunidad, es decir, no puede violar los derechos naturales "la
ley natural subsiste como norma eterna de todos los hombres sin
exceptuar a los legisladores". Locke justifica que le hombre
entre a la sociedad civil "movidos por el impulso de salvaguardar
lo que constituye su propiedad" al fijar un poder legislativo y
delegarle sus derechos lo hace con la finalidad "que existan
leyes y reglas fijas que vengan a ser como guardianes y vallas de
las propiedades de toda la sociedad (…) Este pueblo tiene
derecho a readquirir su libertad primitiva y mediante el
establecimiento de un nuevo poder legislativo (el que crea
más conveniente) proveer a su propia salvaguardia y
seguridad, es decir, a la finalidad para cuya consecución
están en sociedad ". La propiedad privada y su defensa son
excluidos del contenido del pacto de gobierno, ya que son un
derecho natural y éstos son innegociables. La propiedad es
el primer bien que el estado debe proteger.
Asegura que es necesario la creación de leyes
para la defensa de la propiedad privada, aunque advierte que en
el estado de la naturaleza estas leyes son muy claras, pero "los
hombres llevados por su propio interés, o ignorantes por
falta de estudio de la misma" no reconocen estas leyes cuando
están en juego sus propios intereses. Para Locke el hombre
al renunciar al poder político que posee en el estado de
la naturaleza y entregárselo a la sociedad (a los
gobernantes que han elegidos) o lo hacen con la misión
"…expresa o tácita de emplearlo para el bien de los
miembros de la sociedad y la salvaguardia de sus propiedades
(…)
La defensa de la propiedad privada como un derecho
natural que el estado Constitucional debe proteger Locke la
relaciona directamente con el trabajo, ya
que mediante este el hombre saca las cosas del estado de la
naturaleza y las hace instrumentos para satisfacer la necesidad
humana. La propiedad es la institución fundamental del
estado de naturaleza. Señala la salvedad que el hombre
tiene derecho natural de poseer sólo que necesita, quien
se adueña de bienes perecederos y nos los utiliza viola la
Ley Natural, aunque admite la posibilidad de cambiar estos bienes
por otros que puedan conservarse como metales. Para
salvaguardar aun más la propiedad los hombres aceptan la
sociedad civil, renuncia a su propia defensa. Al consentir formar
parte de una sociedad civil, puede ser tácito, participan
en un convenio que origina la sociedad, haciendo dejación
en ellas de las facultades que tenían en el estado de la
naturaleza.
A partir de allí la sociedad se encargará
de protegerlo a través de leyes que debe dictar y que
considere necesarias para el bien de la sociedad y castigando a
quienes la infrinjan. La transmisión tanto de funciones como
derechos a la sociedad se caracteriza por la condicionalidad y la
limitación. El hombre entrega los derechos individuales
esperando obtener beneficios, la sociedad recibe estos derechos y
a su vez los entrega al gobierno, que se convierte en
fideicomisario de la sociedad, de forma análoga a como
ésta lo es del sujeto. Asimismo cuando la sociedad ha
colocado en una asamblea de hombres el poder de legislar, el
poder legislativo no puede revestir al pueblo mientras subsista
el gobierno "porque habiendo dado al poder legislativo faculta
para subsistir indefinidamente, el pueblo ha renunciado al poder
político y no puede volver a recobrarlo", al contrario si
le dio existencia limitada al legislativo o este pierde poder por
las faltas que comete o simplemente se cumple el lapso
señalado "el poder legislativo revierte a la sociedad, y
el pueblo tiene el derecho de actuar como soberano, de conservar
para sí mismo el poder legislativo, darle otra forma, o de
colocarlo, conservando la antigua, en otras manos.
Isaac Newton
En 1942 celebran el Tricentenario de su nacimiento la
Royal Society conmemora esta celebración. Fue nombrado
miembro extranjero de la Academia de Ciencias Francesas. Trabajo
bastante bien como escolar, pero mal como granjero; fue enviado a
Cambridge en 1661 a los 18 años, con la intensión
de que ingresara a la iglesia, que en ese entonces era lo mejor
para que un hombre educado abriera su camino. Newton cayo bajo la
influencia de Isaac Barow, quien fue el primero en reconocer la
inteligencia de Newton como genio. Newton se gradúo en
Cambridge a principios de 1665. En ese año se cerro la
universidad por la plaga que azotaba a Londres, y entonces
volvió a su casa en Wolsthorpe. Cuando tenia 24
años, reabrieron la Universidad.
Newton era una persona muy reservada, sentó
firmemente los fundamentos de su obra que se dividía en 3
grandes campos: el calculo, la naturaleza de la luz blanca,
gravitación universal , y el teorema del binomio entre
otros. En 1669 comenzó a disertar sobre Optica en
Cambridge, exponiendo sus descubrimientos. Afirma en 1671-2 que:
"la luz esta formada por rayos diversamente retractables". El
espectro se forma porque la luz blanca contiene una mezcla de
luces de un solo color, pero de
varios tipos, estas se separan por que son diversamente
retractables.
También Newton tenia enemigos como Linus,
Huygens, Hook etc, que criticaban y juzgaban cada uno de sus
triunfos y logros. En 1675 Newton envía un comunicado a la
Royal Society sobre la luz:
"posiblemente es una corriente de pequeñas
cápsulas ligeras, de diversos tamaños, siendo los
rojos los mayores y los violetas los mas pequeños. Cuando
chocan hacen vibrar el éter, y si choca con una segunda
superficie refleja y transmite de acuerdo con la fase". A los 62
años, Newton precisa los escritos que primeramente
escribió, por ejemplo, que la luz del sol es una mezcla de
todos los colores, la
explicación del arco iris, etc.
Newton introdujo las propiedades ondulatorias, describe
como construir un telescopio reflector etc. En ese entonces
Newton ya era un reconocido matemático. Hacia 1676 Newton
comenzó a escribir Los Principia. Se le denomino a la ley
del comportamiento de los fluidos reales como "Viscosidad
Newtoniana". Trata temas como: El movimiento de los
satélites entorno a los planetas, los planetas entorno al
sol, y calculaba la densidad de la
tierra. Adam Smith
decía: " Newton esta por encima del alcance de la
razón y la experiencia humana". Newton cito que la masa
gravitatoria y la masa de inercia son la misma. Newton
lastimosamente abandona el campo de la ciencia, por un tiempo, y
se dedica a cuestiones teológicas, donde en 1693 cae en
una profunda melancolía, se referían a "la locura
de Newton"
En 1699 fue nombrado Guardián de la Casa de la
Moneda. Desde 1703 hasta su muerte fue presidente de la Royal
Society. Fue nombrado también caballero , por la Reina
Ana. Murió en 1727, y su cuerpo estuvo presente en la
cámara de Jerusalén. A pesar de toda su
inteligencia, Newton no era un ser perfecto, era irritable, y muy
reservado, de pocas palabras pero con grandes avances.
"No se lo que puedo parecer al mundo, pero para mi
mismo, solo he sido como un niño, jugando a la orilla del
mar, y divirtiéndome al hallar de vez en cuando un
guijarro mas suave o una concha mas hermosa que de costumbre,
mientras que el gran océano de la verdad permanecía
sin descubrir ante mi"
"Si desarrolláramos una raza de Isaac Newton,
esto no seria progreso, pues el precio que
tuvo que pagar Newton por ser un intelecto supremo, fue que era
incapaz de amistad, amor, paternidad y muchas otras cosas
deseables. Como hombre fue un fracaso, como monstruo un
soberbio".
George Berkeley
George Berkeley (1685-1753), filósofo y clérigo
irlandés, considerado el fundador de la moderna escuela
del idealismo. Berkeley mantenía que no se puede concebir
que la materia exista con independencia de la mente; los
fenómenos de los sentidos sólo pueden explicarse
suponiendo que hay un dios que provoca de forma continua la
percepción en la mente humana.
Nacido en el condado de Kilkenny, Irlanda, el 12 de
marzo de 1685, estudió en el Trinity College de
Dublín, de cuyo cuerpo docente llegó a ser miembro
en 1707. En 1710 publicó Tratado sobre los principios del
conocimiento humano. Al no convencer a la gente de su
teoría, publicó una versión más
popular, Los tres diálogos entre Hylas y Philonus, en
1713. Sus exposiciones de su filosofía fueron consideradas
como descabelladas por sus contemporáneos. Mientras tanto,
había sido ordenado diácono de la Iglesia anglicana
de Irlanda y fue un destacado pastor protestante. En 1728
viajó a América
con intención de crear una escuela misionera en Bermudas.
Aunque abandonó su proyecto en 1732, tuvo mucha incidencia
en la educación
superior norteamericana, ayudando al desarrollo de las
universidades de Yale y Columbia y otras numerosas escuelas. En
1734 fue nombrado obispo de Cloyne, donde permaneció hasta
su retiro. Murió el 14 de enero de 1753 en
Oxford.
Berkeley desarrolló su teoría
filosófica como una respuesta al escepticismo y el
ateísmo. Afirmaba que el escepticismo surge cuando la
experiencia o las sensaciones se encuentran desligadas de los
objetos, no dejando ningún camino posible para saber de
ellos excepto a través de las ideas. Para poner fin a esta
disociación, una persona tiene que reconocer que el "ser"
de las cosas sensibles consiste sólo en que son
percibidas. Todo lo que es percibido es real, por eso las
únicas cosas cuya existencia se puede conocer son aquellas
que se pueden percibir. Berkeley insistió, no obstante, en
que las cosas sí tienen una existencia fuera de la mente
humana y sus percepciones, pues las personas no pueden controlar
las ideas que tienen. En consecuencia, debe haber una mente en la
que existan todas las ideas, un omnipresente espíritu
infinito, a saber, Dios, que lo percibe todo.
El sistema filosófico de Berkeley eliminaba
cualquier posibilidad de conocimiento de un mundo externo
material. A pesar de que su sistema tuvo pocos seguidores, sus
críticas a los razonamientos sobre un mundo separado
externo y al concepto de la materia fueron poderosas y han
influido en los filósofos posteriores.
David Hume
David Hume nació en Edimburgo en el seno de una familia
acomodada el año 1711 y murió en esta misma ciudad
en 1766. Su vida transcurrió entre Edimburgo, París
y Londres. En vez de seguir el estudio de las leyes, a lo que le
orientaba la tradición familiar, quiso probar fortuna en
el comercio, pero
sin mucho éxito, lo cual le llevó a abandonarlo
pronto. Tras un período de intensa dedicación a
la lectura, en
1726, durante una estancia de varios años en Francia,
escribió su obra más importante, el Tratado sobre
la naturaleza humana, que no sería publicado hasta el
año 1740 en Londres. Esta obra no tuvo el reconocimiento
que esperaba. Hume tuvo que atraerse la atención del público por medio de
una serie de ensayos menores, antes de encontrar alguna
consideración. Posteriormente, decidió reelaborar
los temas y problemas del Tratado y así, en 1748
publicó la Investigación sobre el conocimiento
humano (que refunde la primera parte de su primera obra), y en
1751 sacó a la luz la Investigación sobre los
principios de la moral (en la que se vuelven a tratar los temas
del libro tercero del Tratado).
Tras aspirar por dos veces, de forma infructuosa, a un cargo
académico, aceptó un puesto como bibliotecario en
Edimburgo, donde escribió una Historia de Inglaterra que
le haría rico y famoso. Más tarde, como secretario
de legación, vivió en París varios
años, y allí entró en contacto con varios
pensadores franceses, como Rousseau.
Ocupó luego un alto cargo en el gobierno inglés, en
Londres, pero pronto se cansó de la vida pública y
se retiró a Edimburgo, donde pasó los
últimos años de su vida, hasta su muerte, ocurrida
en 1776, rodeado de sus amigos y seguidores. Hume llevó el
empirismo de Locke hasta sus últimas consecuencias.
Según Hume, el conocimiento humano se compone de
impresiones sensibles y de ideas, que se forman a partir de los
datos de los sentidos. No podemos ir, pues, más
allá de lo que nos aportan los sentidos, y la existencia y
verdad de las ideas resultan injustificables para nosotros.
El propio Hume reconoció que este análisis del
conocimiento lleva inevitablemente al escepticismo.
Además, su filosofía desemboca en un emotivismo
moral, dado que de las proposiciones o verdades de hecho no
pueden deducirse los mandatos o recomendaciones morales. En
definitiva, los valores y las normas morales se basan
únicamente en el sentimiento y no en la razón. El
primer texto de lectura y
comentario propuesto en el programa es la sección IV de la
Investigación sobre el conocimiento humano. En esta
sección se estudian las verdades de hecho y nuestro
conocimiento de las mismas. El segundo fragmento que propone el
programa de Madrid es el apéndice I de la
Investigación sobre los principios de la moral, en el que
Hume defiende su tesis de que la razón no puede fundar el
juicio moral, por lo que los valores
morales sólo se basan en el sentimiento.
Autor:
Julian Rosas