- Su vida
- Las
condiciones económicas en la época de
Marx - Sus conceptos
Básicos - El concepto Marxista del
Estado - Marxismo –
Leninismo - Comunismo
- Antecedentes
históricos - El comunismo como necesidad
histórica - El socialismo desde el punto de
vista marxista - Social
democracia - Definiciones
- El Estado
Fascista - La psicología de masas del
fascismo
Su vida:
Carlos Marx nació
en Trier, Alemania, el 5
de mayo de 1818. Su padre fue un abogado judío convertido
en protestante. En 1835 comenzó sus estudios
universitarios en la Facultad de Derecho de Bonn, y en 1836 los
continuó en Berlín, donde se doctoro en 1841.
Paralelamente estudio filosofía e historia y tomo contacto con
los helegianos de izquierda, dedicándose a fondo a la
comprensión del sistema
filosófico de Hegel, que
ejercía en él una gran influencia. Desde 1841 hasta
1843 colaboro como periodista y jefe de redacción del diario liberal Rhenische
Zeitun. Pero por la tendencia democrática revolucionaria
del periódico
fue censurado varias veces, hasta suprimirlo. En esa época
conoce a Feuberbach, helegiano de izquierda que evolucionó
hacia el materialismo,
otra de sus importantes influencias. También en esos
años se familiariza con los escritos de Proudhon, Fourier
y Leroux, a quienes luego denominarían socialistas
utópicos. En 1844 se traslada a París, en Francia conoce
a los socialistas revolucionarios, y se interioriza de los
escritos de Saint Simon, quien también ejerce una gran
influencia en Marx. En ese año, conoce a Federico Engels,
con quien Marx compartió la elaboración de su
pensamiento y
quien además de ser un importante colaborador, se
convierte en fundamental complemento hasta el punto de que muchos
de los elementos del sistema marxista se deben a su
inspiración. En 1845, Marx escribió con Engels "La
Sagrada Familia", obra
dirigida contra los hermanos Bauer, helegianos de izquierda y en
ese mismo año también redactan la Ideología Alemana, obra que contiene los
primeros esbozos del materialismo
histórico. En 1845 Marx es expulsado de París y
se traslada a Bruselas. En 1847 escribe "Miseria de la
Filosofía". También en ese año funda la liga
de los Comunistas de Londres y escribe a petición de ella
junto con Engels "El Manifiesto Comunista" que sintetiza los
principios
marxistas. En los años revolucionarios Marx dirigió
en Colonia el diario "New Rheinische Zeitung", que fue clausurado
al poco tiempo, y
después del fracaso de la revolución
de 1848, se dirijo a París, en donde fue expulsado por la
manifestación del 13 de junio de 1849, entonces marcho a
Londres donde paso el resto de su vida.
En Inglaterra
alternó su tiempo entre los estudios que fueron base de su
obra cumbre "El capital", las
actividades revolucionarias, otros escritos y trabajo como
corresponsal del New York Tribune. Marx, además estudia en
profundidad los clásicos de la economía del
período anterior (Quesnay, Smith, David Ricardo),
estos son los años de elaboración del Capital, cuyo
primer tomo le demando casi dos décadas de
trabajo.
En 1859, publico su "Critica de la Economía
Política", y más tarde en 1864 fundo la
Asociación Internacional de Trabajadores, conocida como la
I Internacional, Marx fue el alma de esta organización. Unificando el movimiento
obrero de los diferentes países, orientando por el cauce
de una actuación conjunta a las diversas formas del
socialismo no
proletario premarxista, a la par que combatía las teorías
de todas sectas y escuelas, Marx fue forjando la táctica
común de la lucha proletaria de la clase obrera en los
distintos países. Pero ya no podía existir mas en
Europa, entonces
Marx consiguió que se trasladase a Nueva York. La I
Internacional había cumplido su misión y
dejaba paso a una época de desarrollo
incomparablemente más amplio del movimiento había
de desplegarse en extensión, con la creación de
partidos obreros socialistas dentro de cada Estado
nacional.
En 1867 se publica el primer tomo de "el capital", los
otros fueron publicados por Engels después de la muerte de
Marx que fue el 14 de marzo de 1883.
En conclusión, su vida fue una constante
emigración, Berlín-Paris-Bruselas-Colonia-Londres,
en este breve resumen biográfico hemos señalado las
principales influencias del pensamiento marxista. En primer lugar
los helegianos de izquierda, de quienes Marx tomo la
dialéctica como método.
Feuerbach, que determinó su acercamiento al materialismo.
Los socialistas utópicos y especialmente Saint Simon,
quienes contribuyeron a su concepto de
socialización y los economistas
clásicos que permitieron a Marx una comprensión de
la economía política, y del
funcionamiento de las relaciones de producción de la época, uno de ellos
David Ricardo quien formuló la teoría
del valor.
2. Las condiciones económicas en la
época de Marx
En 1789 la revolución
francesa determinó el ascenso de la burguesía
liberal al poder,
culminando un proceso de
lucha entre esta y el sistema feudal. Unos años antes se
había iniciado la revolución
industrial en Inglaterra, cuyas consecuencias transformaron
los modos de
producción, facilitando el avance de la
burguesía, que había acumulado importantes riquezas
durante la época mercantilista anterior. En Francia se
produce una transformación política impulsada por
la burguesía. Es así que la burguesía
propietaria de las industrias inicio
una rápida expansión creando nuevas fabricas que
ocuparon a la población campesina que había
abandonado los campos. Esta situación dio a lugar a la
formación de un proletariado urbano, que fue creciendo a
medida que se incrementaba la producción y cuyas
condiciones de trabajo estaban sujetas a la ley de la
oferta y
demanda, a la vez que no había leyes sociales y
sindicatos
organizados suficientemente para proteger los derechos obreros. El
resultado de esta situación eran míseros salarios, que en
muchos casos no cubrían las necesidades de la simple
subsistencia. Mientras mas adelantos técnicos se
introducían en la producción menos obreros se
necesitaba y mas miseria había.
Esta situación llevo a Marx a determinar la
existencia de 2 clases básicas y contrapuestas en la
sociedad; la
burguesía propietaria de los medios de
producción y el proletariado que solo poseía su
fuerza como
herramienta de trabajo. Marx llego a 3 conclusiones
fundamentales:
- La relación entre el trabajo y
el valor de cambio de
los bienes que
se producen y consumen en la sociedad cosa que lo lleva a
formular su teoría del valor-trabajo. - El concepto de plusvalía que surgen de la
relación del salario que
se paga al obrero y el valor trabajo por este
efectuado - La lucha de clases que se produce en el seno de una
sociedad determinada por las relaciones de
producción.
Método dialéctico:
La base de la dialéctica marxista es la
helegiana. El método dialéctico de Hegel consiste
en que cada manifestación del Espíritu engendra su
propia contradicción, que implica una negación de
lo afirmado. La manifestación del espíritu es la
tesis, esta
tesis tiene una contradicción y entonces se produce una
antitesis, ahora bien, tanto la tesis como la antitesis se
perfeccionan en una síntesis
en la que queda absorbido lo afirmado (t) y lo negado (a)
convirtiéndose en una nueva afirmación o tesis que
inicia un nuevo procesos
anterior, hasta llegar a la idea absoluta que es el máximo
en perfección. En su filosofía de la historia Hegel
parte de los pueblos orientales que se desenvuelven
dialécticamente hasta llegar al Estado Ideal.
Carlos Marx criticó el sentido ideal de la
dialéctica de Hegel, en la que dice que está
totalmente desconectado de la realidad. Marx parte de una
concepción materialista. Son las relaciones de
producción y de cambio, es decir, las relaciones
económicas, las que determinan dialécticamente el
curso de la historia, o sea cambio el desarrollo de la idea o
espíritu por el del mundo materialista y
económico.
Marx termina diciendo que no es la conciencia de los
seres humanos lo que determina a su ser, sino el ser social lo
que determina su conciencia.
El método dialéctico lo llevo a sostener
que el capitalismo
industrial (afirmación o tesis) engendra al proletariado
(negación) y ambas contradicciones son superadas en la
sociedad sin clases. Además, Marx definió al
hombre en
relación con su dimensión productiva y
económica y encontró en la creación del
estado, la propiedad y el
capital el origen de toda la enajenación
humana.
- Materialismo histórico:
El marxismo
sostiene que la historia es consecuencia del desarrollo
dialéctico de la infraestructura económico-social,
causa de los hechos y motor de la
evolución de la humanidad. Las relaciones
económicas dan origen a las clases
sociales y a la infraestructura que determina la
formación de una superestructura, integrada por la
ética,
la cultura, la
religión y
el ordenamiento jurídico. Esto es así porque
según Marx, la ideología de una época es la
de la clase dominante. De esta manera, la burguesía al
apoderarse del poder, desde su condición de propietaria de
los medios de producción (infraestructura) crea un sentido
de la ética, una cultura y un ordenamiento jurídico
(superestructura) que forman una conciencia favorable al
sistema.
En el curso de su desarrollo, las fuerzas productivas de
la sociedad entran en contradicción con las relaciones de
producción existentes, y esas relaciones se convierten en
trabas de las relaciones productivas. Se abre entonces una era de
revolución social, que afecta a la estructura
ideológica, de forma que los hombres adquieren conciencia
del conflicto.
Históricamente, las relaciones capitalistas de
producción serían la última forma
antagónica del proceso histórico. El modo de
producción del capitalismo industrial conducirá a
la superación de la propiedad privada, no sólo por
la rebelión de los oprimidos sino por la propia
evolución del capitalismo, en el que la progresiva
acumulación del capital determinaría la necesidad
de nuevas relaciones de producción basadas en la propiedad
colectiva de los medios de producción. Superada la
propiedad privada, el hombre
vencería la enajenación económica y a
continuación, todas las demás.
La sociedad sin clases alcanzada mediante la praxis
(práctica) revolucionaria, sería la síntesis
del proceso histórico.
- Propiedad privada:
El marxismo habla de abolir la propiedad de los medios
de producción en cuanto ello esta realizada por el
trabajo
social, y no puede pertenecer a nadie privadamente, ya que
tal situación configura un poder en manos de un sector que
determina la explotación de otro. Para el marxismo el
capital no es una fuerza personal, sino
una fuerza social, que se obtiene por medio del trabajo
colectivo. Además sostiene que la propiedad de los medios
de producción debe ser abolida porque institucionaliza la
explotación del hombre por el hombre.
- Valor-Trabajo
Para el marxismo, el valor está determinado por
el trabajo que los bienes contienen, y este se mide por el tiempo
necesario para producirlo. Según él, sólo el
trabajo es lo que posibilita que un bien tenga valor. Con esto
quiere decir que hay bienes con un gran valor y cuya
obtención ha costado poco trabajo. En conclusión a
mayor tiempo de trabajo corresponde mayor valor e inversamente a
menor tiempo menos valor. Por eso, una máquina que tiene
una gran productividad,
proporcionará artículos más baratos,
mientras que si el mismo producto es
hecho a mano, costará mas caro.
- Plusvalía
Al alcanzar la producción de mercancías un
determinado grado de desarrollo, el dinero se
convierte en capital. La fórmula de la circulación
de mercancías era: M (mercancía)-
D (dinero)
– M (mercancía), es decir, venta de una
mercancía para comprar otra. La fórmula general del
capital es, por el contrario, D – M – D, es decir,
compra para la venta (con ganancia). El crecimiento del valor
primitivo del dinero que se lanza a la circulación es lo
que Marx llama plusvalía. Ese "acrecentamiento" del dinero
lanzado a la circulación capitalista es un hecho conocido
de todo el mundo y es lo que convierte el dinero en capital, en
una relación social de producción determinada. La
plusvalía no puede provenir de la circulación de
mercancías, pues, ésta sólo conoce el
intercambio de equivalentes; tampoco puede provenir de un aumento
de los precios, pues
las pérdidas y las recíprocas de vendedores y
compradores se equilibrarían; se trata de un
fenómeno social medio, generalizado, y no de un
fenómeno individual. Para obtener la plusvalía, "el
poseedor de dinero necesitan encontrar en el mercado una
mercancía cuyo valor de uso posea la singular propiedad de
ser fuente de valor, una mercancía cuyo proceso de
consumo sea, a
la par, proceso de creación de valor. Y esta
mercancía existe: es la fuerza del trabajo del hombre. Su
uso es el trabajo, y el trabajo crea el valor. El poseedor de
dinero compra la fuerza de trabajo por su valor, como el de
cualquier otra mercancía, por el tiempo de trabajo
necesario para su producción (es decir, por el costo del
mantenimiento
del obrero y su familia). Una vez comprado la fuerza de trabajo,
el poseedor de dinero tiene el derecho de consumirla, es decir,
de obligarla a trabajarla durante un día entero,
supongamos que durante doce horas. Pero el obrero crea en seis
horas (tiempo de trabajo "necesario") un producto que basta para
su mantenimiento, durante las seis horas restante (tiempo de
trabajo "suplementario") engendra un "plusproducto" no retribuido
por el capitalista, que es la plusvalía. Desde el punto de
vista del proceso de producción, en el capital hay que
distinguir dos partes: el capital constante, invertido en medios
de producción (máquinas,
instrumentos de trabajo, materias primas, etc.) – y cuyo valor
pasa sin cambios (de una vez o en partes) al producto elaborado
-, y el capital variable, que es el que se invierte en pagar la
fuerza de trabajo. El valor de este capital no permanece
inalterable, sino que aumenta en el proceso del trabajo al crear
la plusvalía. Para expresar el grado de explotación
de la fuerza de trabajo por el capital, tenemos que comparar la
plusvalía no con el capital total, sino con el capital
variable.
El concepto
Marxista del Estado:
Marx dice, que las ideas de una época son las de
la clase dominante. En consecuencia el Estado
burgués tiene la tarea de asegurar, no solo, las
relaciones de producción y la propiedad privada de sus
instrumentos, sino la de desarrollar la cultura y educación burguesa.
¿Y que es el gobierno? Para
Marx "…El gobierno del Estado moderno no es más que una
junta que administra los negocios
comunes de toda la burguesía…" "…El Estado no
tendrá razón de existir cuando se hayan suprimido
las clases sociales…"
La lucha de clases
Todo el mundo sabe que en cualquier sociedad las
aspiraciones de los otros, que la vida social está llena
de contradicciones, que la historia nos muestra la lucha
entre pueblos y sociedades y
en su propio seno; sabe también que se produce una
sucesión de períodos de revolución y
reacción, de paz, y de guerras, de
estancamiento y de rápido progreso o decadencia. El
marxismo da el hilo conductor que permite descubrir la lógica
en este aparente laberinto y caos: la teoría de las luchas
de clases. Sólo el estudio del conjunto de aspiraciones de
todos los miembros de una sociedad dada, o de un grupo de
sociedades, permite fijar con precisión científica
el resultado de estas aspiraciones.
El origen de esas aspiraciones contradictorias son
siempre las diferencias de situación y condiciones de vida
de las clases en que se divide toda sociedad. La historia de
todas las sociedades que han existido hasta nuestros días
– escribe Marx en el Manifiesto Comunista (exceptuando la
historia de la comunidad
primitiva)- es la historia de las luchas de clases. Hombres
libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y
siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y
oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha
constante, velada unas veces, y otras franca y abierta; lucha que
terminó siempre con la transformación
revolucionaria de toda la sociedad o del hundimiento de las
clases beligerantes… La moderna sociedad burguesa, que ha
salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido
las contradicciones de clases. Únicamente ha sustituido
las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las
viejas formas de lucha por otras nuevas. Nuestra época, la
época de la burguesía, se distingue, sin embargo,
por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la
sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos
grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan
directamente: la burguesía y el proletariado. Desde la
Gran Revolución Francesa, la historia de Europa pone de
manifiesto en distintos países con particular evidencia la
verdadera causa de los acontecimientos, la lucha de clases. Ya la
época de la restauración dio a conocer en Francia
algunos historiadores (Thierry, Guizot, Mignet, Thiers) que, al
sintetizar los acontecimientos, no pudieron por menos de ver en
la lucha de clases la clave para la compresión de toda la
historia francesa. Y la época contemporánea, la
época que señala el triunfo completo de la
burguesía y de las instituciones
representativas, del sufragio amplio (cuando no es universal), de
la prensa diaria
barata y que llega a las masas, etc., la época de las
potentes asociaciones obreras y patronales cada vez más
vastas, etc., muestra de un modo todavía más
patente (aunque a veces en forma unilateral, "pacífica",
"constitucional") que la lucha de clases es el motor de los
acontecimientos. El siguiente pasaje del Manifiesto Comunista nos
muestra lo que Marx exigía de la sociología para el análisis objetivo de la
situación de cada clase en la sociedad moderna, en
relación con el análisis de las condiciones de
desarrollo de cada clase: De todas las clases que hoy se
enfrentan con la burguesía, solo el proletariado es una
clase verdaderamente revolucionaria. Las
demás clases van degenerando y desaparecen con el
desarrollo de la gran industria; el
proletariado, en cambio, es su producto más peculiar. Las
capas medias – el pequeño industrial, el
pequeño comerciante, el artesano, el campesino -, todas
ellas luchan contra la burguesía para salvar de la ruina
su existencia como tales capas medias. No son revolucionarias,
sino conservadoras. Más todavía, son reaccionarias,
ya que pretenden volver atrás la rueda de la
historia.
Son revolucionarias únicamente cuando tienen ante
sí la perspectiva de su tránsito inminente al
proletariado, defendiendo así no sus intereses presentes,
sino sus intereses futuros, cuando abandonan sus propios puntos
de vista para adoptar los del proletariado. En bastantes obras
históricas, Marx nos ofrece ejemplos profundos y
brillantes de historiografía materialista, de
análisis de la situación de cada clase concreta y a
veces de los diversos grupos o capas
que se manifiestan dentro de ella, mostrando hasta la evidencia
por qué y cómo "toda lucha de clases es una lucha
política". El pasaje que acabamos de citar indica lo
intrincada que es la red de relaciones sociales y
grados transitorios de una clase a otra, del pasado al provenir,
que Marx analiza para extraer la resultante de la
evolución histórica.
El proletariado como clase revolucionaria
El capitalismo convierte en proletariado a más de
la mitad de los individuos de un país, por eso esta clase
social al no querer perecer o morir está obligada a hacer
una revolución: toma en sus manos el poder (dictadura del
proletariado), y convierte los medios de producción en
propiedad del Estado. Así acaba con todas las diferencias
entre clases el, y de esta forma se llegará al verdadero
comunismo
Se considera al marxismo como una teoría cuya
iniciación se debe a Carlos Marx. La
mayoría de los opositores de esta corriente tienden a
formar un cuerpo doctrinario conocido como Marxismo –
Leninismo (M–L), el cual se fue articulando con los aportes
de diferentes autores. De este modo existiría un marxismo
correspondiente a la propia autoría de Marx, y un
M–L o escuela marxista,
que incluye principalmente el autor inicial, a Engels, Lenin y
otros. En el Nuevo Humanismo se
tiene en cuenta a esta ideología como corriente, aun
cuando se le pueda analizar detalladamente por autor o por
diversas posiciones críticas. (Humanismo marxista,
Humanismo filosófico y Anti-humanismo).
El M-L es un sistema científicamente fundamentado
de conceptos filosóficos, económicos y
político-sociales; es la ciencia del
conocimiento y
de la transformación del mundo, de las leyes del
desarrollo de la sociedad, la naturaleza y del
pensamiento humano, de las vías para la supresión
revolucionaria del régimen de explotación y de la
construcción del comunismo, la
cosmovisión de la clase obrera y de su vanguardia,
los partidos comunistas y obreros.
El marxismo surgió en los años 40 del
siglo XIX. Las necesidades de un progreso social que había
puesto al desnudo los vicios radicales del régimen
capitalista, de todo el sistema de explotación, el
despertar del proletariado a las luchas políticas,
los grandes descubrimientos en las ciencias
naturales y el nivel de las investigaciones
históricas y sociales plantearon ante el pensamiento
social la tarea de elaborar una teoría nueva,
científica, que pudiese responder a las cuestiones
suscitadas por la vida. Esta tarea histórica fue cumplida
por Marx y Engels, Lenin empezó su actividad
científica revolucionaria en la mitad de los siglos XIX y
XX, en la época del hundimiento del capitalismo, que
había pasado a su ultima fase: el imperialismo,
y del surgimiento de la sociedad socialista, defendió el
marxismo contra los ataques de sus enemigos y elevo la
teoría marxista a un nivel de desarrollo nuevo.
La aparición del M-L es un cambio revolucionario
en la historia del pensamiento humano. Es la continuación
directa y el desarrollo de los avances del pensamiento social
precedente en el terreno de la filosofía, de la
economía política y del socialismo. Con el M-L
surge por primera vez una doctrina que refleja íntegra y
totalmente la realidad objetiva, que ofrece la posibilidad de
explicar el mundo y las vías para su
transformación: surge por primera vez una ciencia que
descubre en el interior de la propia sociedad, la fuerza para
realizar dicha transformación radical.
El M-L comprende 3 partes:
- La filosofía-el materialismo dialéctico
e histórico - La economía política
- El comunismo científico
Se puede hablar de la ciencia marxista de la historia,
de la doctrina marxista del derecho, de la doctrina de la
guerra y la
paz, de la estética, de la historia de la literatura, de la pedagogía, etc. Marxista.
En la economía política los fundadores del
marxismo concentraron la atención en el análisis de las leyes
del desarrollo y el hundimiento de la formación
económico-social capitalista; la economía
política del socialismo es una rama independiente de la
economía política marxista.
En el M-L ocupa un lugar importante la teoría del
comunismo científico que pone al descubierto las leyes
políticos sociales, y que encarna con el mayor relieve el
principio activo contenido en el M-L. Lo principal en el
comunismo científico es la teoría sobre la
ambición historia de la clase obrera como fuerza llamada a
destruir el poder del capital y a encabezar la
construcción de una sociedad nueva, la sociedad
comunista.
En el M-L es la ideología del proletariado que
expresa los intereses vitales de todos los trabajadores. Sus
adeptos no se niegan a colaborar, para la defensa de la democracia, de
la paz y del progreso social. Como doctrina revolucionaria, el
M-L se contrapone al reformista. Si bien reconoce la necesidad de
luchar por reformas bajo el capitalismo, el M-L nunca ha
renunciado ni renunciara a su programa y
táctica revolucionaria.
El Marxismo ha recorrido un largo camino de casi siglo y
medio. El primer periodo abarca la formación y crecimiento
de la clase obrera en los piases adelantados, la unión
incipiente del socialismo científico con el movimiento
obrero, la formación y consolidación de los
partidos obreros marxistas. El segundo período comienza
con la demolición revolucionaria del capitalismo y las
transformaciones socialistas. La victoria de la Gran
Revolución Socialista de Octubre significa un verdadero
triunfo del M-L, que había pasado la prueba
histórica decisiva en el fuego de la práctica
revolucionaria.
Marx en los años 50-60 del siglo XIX centro su
actividad teórica en el estudio de la teoría
económica, mientras en las obras y cartas de Engels
de los años 80-90 ocupa un lugar especial de
elaboración de las concepciones filosóficas.
Durante la preparación directa de la revolución
socialista de Rusia, Lenin presto gran atención a la
elaboración de la teoría marxista sobre el Estado,
a la teoría de la revolución social
proletaria.
Las ideas del M-L se formaron y desarrollaron en el
capitalismo, cuando las clases explotadoras dominantes
poseían el monopolio de
los medios de enseñanza y de la actividad
científica. En la actualidad, el M-L es la
ideología dominante en la URSS y otros países
socialistas.
La aplicación de la teoría M-L en
diferentes piases del mundo y su utilización demuestran la
certeza y veracidad de sus proposiciones.
El M-L es una teoría de alcance internacional. En
incompatible con la prédica del comunismo nacional y con
los intentos de inventar un marxismo nacional cualquiera que sea.
La difusión del M-L no puede ser aplicada
automáticamente a cualquier país; su
aplicación requiere una apariencia minuciosa de las
particularidades nacionales, históricas, etc., un
análisis profundo de la situación
concreta.
Propugna la abolición total de la propiedad
privada y el establecimiento de la colectivización de los
medios de producción y consumo y el reparto equitativo de
todo el trabajo en función de
la habilidad y de todos los beneficios de las
necesidades.
También debe luchar, por medio de la
revolución, para satisfacer las necesidades
públicas recayendo en el Estado.
La idea de una sociedad comunista surgió, como
repuesta al nacimiento y desarrollo del capitalismo moderno. Esta
sociedad sería organizada, de trabajadores libres y
conscientes.
El comunismo en la actualidad es indistinto del sistema
marxista y se complementa con aportes por Lenin, pero ha sufrido
algunas escisiones por Trosky, por Mao Tse-Tung, por "Che"
Guevara.
Todos respondieron a diferencias tácticas,
conservando lo esencial de marxista y del ideario comunista. Los
ideólogos mencionados han logrado dejar herederos activos. Existen
además otros expositores, en el campo
intelectual.
La organización social de esta corriente,
aseguraría el desarrollo de cada ser humano y la
utilización de todas sus dotes y capacidades con el mayor
provecho para sí y para la sociedad. Además, se
harían realidad las relaciones armónicas entre el
individuo y la sociedad.
El comunismo primitivo se encuentra, según Marx,
en la comunidad tribal, en la que el tipo de propiedad imperante
es la colectiva, y el trabajo no persigue la producción
excedentaria, sino la estricta subsistencia de la comunidad y de
sus miembros. La
organización social, muy simple, de fundamenta en
la familia, y
apenas existe jerarquización.
Antigüedad:
Cristo, puede ser considerado un precursor del comunismo
en su predicar igualitarias y de denuncia contra los ricos. Luego
en la justicia
social cristiana prima el renunciamiento y la humildad, no
identifican al comunismo actual.
Platón, propugna la comunidad de propiedad,
exigió que los hijos y las mujeres fueran comunes para
todos los ciudadanos y establecía clases.
Utopías del Renacimiento:
El término, fue usado por primera vez en
Utopía de Tomás Moro. Este pensador postulaba una
sociedad de agricultura
sedentaria, basada en la familia, en la que no existía la
propiedad privada y el dinero no se usaría como medio de
cambio.
Tommaso Campanella imaginó una sociedad
comunista, tanto en lo referente al régimen de la
propiedad como en la comunidad de mujeres e hijos.
La historiografía marxista reconoce en las
utopías el origen del comunismo como movimiento contra la
nobleza y el clero. En la Revolución de Oliver Cromwell en
Inglaterra, se cita, la igualdad de
bienes y oportunidades para todos.
9. El comunismo como necesidad
histórica:
El término comunista surge cuando Marx y Engels
adosan el nombre para el Manifiesto que le encargó la Liga
de los Justos, luego transformada en Liga de los comunistas.
Engels comenta que el nombre de Manifiesto del partido Comunista
fue adoptado para diferenciar su pensamiento de los socialistas
utópicos.
Con posterioridad al manifiesto, muchos partidos
marxistas se denominaron socialistas y se identifican como
adscriptos al socialismo científico.
El manifiesto exponía las leyes del desarrollo social
y afirmaba que la historia de la sociedad era la historia de la
lucha de clases. Marx y Engels consideraron que el proceso
culminaría con el desmoronamiento del capitalismo y la
aparición de una sociedad sin clases: el
comunismo.
Los objetivos
inmediatos de los comunistas serían el derrocamiento de la
dominación burguesa, la conquista del poder
político por el proletariado y la abolición de la
propiedad privada. El establecimiento del comunismo no
sería el resultado inevitable de un proceso
histórico.
Fases del comunismo:
A la crítica al programa de Ghota, Marx
consideró que, entre el fin de la sociedad capitalista y
la culminación de revolución proletaria con el
advenimiento de la sociedad comunista, se extendería un
largo periodo de transición que él denominó
sociedad socialista.
Establecidas las condiciones políticas y
económicas, sobrevivirían, en la sociedad
socialista elementos fundamentales de la vieja sociedad:
relaciones económicas, sociales, jurídicas,
intelectuales, etc. E n esta primera fase el comunismo no
desaparecería todavía la oposición entre el
trabajo intelectual y manual, y el
insuficiente grado de desarrollo
económico y espiritual haría aún
necesaria la distribución de los productos de
consumo según la cantidad y calidad del
trabajo, así como el mantenimiento de las relaciones
monetario-mercantiles en la sociedad.
Cumpliendo el periodo de socialista, se
restauraría ya la sociedad comunista, se haría
realidad la propiedad colectiva y desaparecería cualquier
diferenciación entre clases, entre la ciudad y el campo,
etc. El trabajo sería una necesidad vital y las fuerzas
productivas alcanzarían su más alto desarrollo. Con
al desaparición de las clases desaparecería
también el estado.
Con anterioridad a al revolución
rusa, ningún partido que propugnara la
transformación revolucionaria de la sociedad, se
denominó a sí mismo comunista. Socialistas o
socialdemócrata eran las apelaciones más comunes.
No sería hasta 1917 cuando Lennin, adopto para su partido
la denominación de comunista.
La aparición de partidos comunista se remonta, a
la mitad del siglo XX. Ya en 1864 se fundó, por iniciativa
de Marx, la Primera Internacional cuyo propósito era la
coordinación de los distintos movimientos
revolucionarios y la consecución del estado comunista. La
escisión anarquista y el auge de la socialdemocracia
alemana, condujeron a la ruina de al Primera Internacional tras
la muerte de su
creador.
La Segunda Internacional, fundada en 1889, se vio pronto
dividida en dos grandes tendencias: la facción moderada de
los socialdemócratas defendía en al práctica
una evolución pacífica hacia el socialismo mediante
el empleo de los
cauces parlamentarios; los radicales, que darían origen a
los partidos comunistas, estaban dirigidos por Lenin y postulaban
la necesidad de la revolución y el establecimiento de la
dictadura del proletariado.
Tras el estallido de la revolución y la toma del
poder político por los bolcheviques, se dieron el nombre
de Partido Comunista de Todas las Rusias. Finalmente, en 1952 se
adoptó la denominación de Partido Comunista de la
Unión Soviética.
En 1919 fue fundada por Lenin la Tercera Internacional,
que tomó el nombre de Internacional Comunista (KOMINTERN).
Los partidos que se unieron a ella adoptaron la
denominación de comunistas. La Tercera Internacional fue
disuelta en 1943.
Tras la segunda guerra
mundial, comenzaron a surgir las primeras diferencias en un
movimiento que había sido hasta entonces
monolítico. Yugoslavia, se distanció de al
Unión Soviética, y a partir de 1956 se
inició un progresivo alejamiento entre chinos y
soviéticos, alejamiento que supuso un golpe definitivo a
la unidad de los partidos comunistas.
En Iberoamérica, el Partido Comunista de Cuba desde
1965, se mantuvo una línea afín a la de la
Unión Soviética.
Surgieron nuevas vías teóricas y
políticas en el movimiento comunista, entre ellas el
eurocomunismo, que afirmaba la posibilidad de alcanzar a sociedad
comunista dentro de un marco democrático y fue asumido por
Italia, Francia,
España
y Japón.
En 1980 el sistema comunista comenzó a
descomponerse en la Europa oriental y en la Unión
Soviética. El fracaso se consumó en 1991 con la
disolución del Pacto de Varsovia y con la extensión
del estado soviético.
El comunismo mundial:
La relación entre el primer Estado comunista y el
resto del mundo fue problemática. Occidente, un gobierno
comunista siempre constituiría una amenaza y desde su
implantación, se intentó destruirlo por la fuerza.
El régimen comunista también necesitaba establecer
relaciones comerciales y alianzas con otros
países.
Entre 1945 y 1975 el número de países
comunistas aumentó espectacularmente, porque los
movimientos revolucionarios comunistas fueron ganando fuerza en
muchos países del Tercer Mundo.
Los rápidos cambios políticos ocurridos en
Europa del Este, la URSS y otros lugares del mundo entre 1989 y
1991 redujeron en forma dramática el número de
regímenes comunistas existentes. Los gobiernos comunistas
que aún perduran siguen leales a las doctrinas de Marx y
Lenin, pero difieren en la interpretación de sus
principios, objetivos y forma de gobierno.
Concepto:
Se llama socialismo a un conjunto de teorías
socioeconómicas basadas en la socialización de los
sistemas de
producción y en el control estatal
de los sectores económicos. Este movimiento abarca el
comunismo y anarquismo, y a distintas prácticas
políticas que tienen en común abolir las
diferencias y conflictos
entre clases.
Cabe rescatar, que está ligado al desarrollo de
la industrialización y al movimiento obrero.
Su término comenzó a ser utilizado en
forma habitual en la primera mitad del siglo XIX por los
intelectuales radicales.
Desde la antigüedad han existido teorías de
características socialistas que, no eran
conocidas con esta denominación. Se trató solamente
de pensamientos aislados y determinados por las eternas
pretensiones de justicia y sin posibilidades reales de
concreción. Para que hiciera su aparición el
socialismo moderno, aproximadamente tal cual hoy lo conocemos,
hacía falta una evolución en las técnicas
de producción y un cambio en las formas de la actividad
económica. Este fenómeno lo configuró la
revolución industrial originada en Gran Bretaña.
Origino un nuevo tipo de sociedad dividida básicamente en
2 clases: la burguesía y proletariado. La burguesía
conquistó el poder político en Francia con la
revolución de 1789 y después en otros
países. El poder de esta, se afianzó al mismo
tiempo en que se proclamaban los principios liberales de libertad,
propiedad privada e igualdad política.
Las diferentes teorías socialistas surgieron como
reacción contra esta situación, con la idea de
conseguir la armonía social mediante la transferencia de
la propiedad de los medios de producción a la comunidad.
Las consecuencias serian la abolición del trabajo
asalariado y una gestión
socializada en cuanto a la acción económica con el
objeto de adecuar la producción económica a las
necesidades de la población.
Algunos teóricos socialistas postularon la
revolución violenta como medio para alcanzar la nueva
sociedad, mientras que otros, como los socialdemócratas,
consideraron que las transformaciones políticas
debían realizarse de forma progresiva y dentro del marco
de los sistemas
democráticos y de la economía capitalista o del
mercado.
Dentro de estos pueden ser considerados como pioneros
Babeuf, con su Conspiración de los Iguales durante la
Revolución Francesa y los denominados utópicos,
entre los que sobresalieron Claude Henri y Francois Charles
Fourier en Francia y Robert Owen en Inglaterra que se
oponían al capitalismo por razones éticas y
prácticas. Según ellos, el capitalismo
constituía una injusticia: explotaba a los trabajadores,
los degradaba, transformándolos en máquinas o
bestias y permitía a los ricos incrementar sus rentas y
fortunas aún más mientras los trabajadores se
hundían en la miseria. Mantenían también que
el capitalismo no proporcionaba trabajo a toda la
población y generaba lujos, en vez de satisfacer
necesidades.
Dentro del socialismo se encuentra una rama llamada
Socialismo Utópico, el cual intento crear comunidades
económicas basadas en los principios socialistas. De los
utópicos se han desprendido distintas corrientes a la vez
que otros pensadores y organizaciones
activistas que actuaron en el siglo XIX. Esta generación
posterior está representada, entre otros, por Louis Blanc,
Blanqui, y Proudhon en Francia y por el movimiento cartista en
Inglaterra, que fue el primero en introducir las ideas de
democracia, igualdad y colectivismo en una agrupación
obrera de envergadura.
De esta etapa surgen algunas conclusiones:
- Que el socialismo como organización vinculada
y fundada en base a la clase obrera es de origen inglés - Que el socialismo como filosofía,
crítica de la sociedad capitalista, que a la vez
constituye un conjunto de propuestas para la
construcción de un nuevo ordenamiento económico y
social, es una creación francesa. - Que los pensadores socialistas de esta etapa no
produjeron un diagnostico certero del carácter
del capitalismo, fundamentalmente al plano político
moral,
intentando convencer a la clase burguesa de las ventajas que
significarían para la sociedad la adopción
de medidas socialistas; creían que la sociedad humana
alcanzaría un alto grado de perfección con el
socialismo y que, si esta convicción era transmitida a
la clase dirigente, la transformación se podría
producir.
13. El socialismo
desde el punto de vista marxista
Carlos Marx y Engels crearon una doctrina sólida
basada en la síntesis de la filosofía helegiana, la
economía clásica británica y el socialismo
francés. Marx consideró la sociedad como un todo
estructurado en el que los elementos determinantes eran los
factores y relaciones de producción y la lucha de clases y
vio en la revolución violenta el único medio para
imponer la dictadura del proletariado, un nuevo orden que
habría de conducir a una sociedad justa, igualitaria y
solidaria. Marx denomino a su doctrina socialismo
científico y considero utópicas las anteriores
teorías socialistas. El marxismo conceptúa al
socialismo como el resultado inevitable de las leyes que
condicionan el desarrollo del capitalismo.
Marx y Engels evitaron intencionalmente definir el
socialismo, al que, fundamentalmente lo presentan como una
negación del sistema capitalista en el que el proletariado
sería sujeto y el objeto del cambio revolucionario. Se
trata de transformar el modo de producción capitalista en
uno socialista. Para ello es necesario abolir la propiedad
privada de los medios de producción.
Marx y Engels, ni ningún socialista, hablaron de
abolir la propiedad privada de uso particular. Solamente se
socializará la que es utilizada como instrumento para
explotar a otros hombres. El socialismo pretende ser el
único sistema que puede asegurar a todos el acceso a una
vivienda digna. Este será el punto de partida del
desarrollo socialista.
El objetivo más importante del funcionamiento del
socialismo fue expuesto por Marx en su obra "Crítica del
Programa de Gotha" la cual cita que la táctica del
proletariado debe tener presente en cada etapa de desarrollo dos
partes:
Una parte, aprovechando las épocas de
estancamiento político para desarrollar la conciencia, la
fuerza y la capacidad combativa de la clase de avanzada y por
otra parte, encauzando toda esta labor de aprovechamiento hacia
el "objetivo final" del movimiento de dicha clase.
Esto es lo que permitiría entrar en la segunda
etapa, la de la realización comunista. En ella
desaparecerá el estado, instrumento que era resabio de las
épocas en que la sociedad estaba dividida en clases y se
utilizaba para asegurar el dominio de los
explotadores sobre los explotados. En esta etapa inicial del
socialismo, fue necesario su mantenimiento para consolidar el
triunfo revolucionario y la abolición de las clases
sociales. Ahora, con la extinción de éstas, ya no
será necesario y deberá ser reemplazado por otro
instrumento que solamente se encargue de la
administración de las cosas. Se impondrá la
creatividad
humana, el hombre valorará su doble condición de
individuo y de miembro de la sociedad, lo que posibilitará
e impulsará el crecimiento de los dos términos. Los
seres humanos serán valorados por una doble
condición: capacidad y necesidad.
En la etapa comunista no se establecerán
separaciones entre trabajadores manuales e
intelectuales, entre hombres de campo y de ciudad entre hombres y
mujeres, etc. La fórmula distributiva será la
siguiente: " de cada cual según su capacidad y a cada cual
según se necesidad"
El beneficio personal se logra por medio, no sólo
del trabajo, sino de la especulación. Además los
seres humanos que viven en el capitalismo, no se ven como tales
sino en función de las cosas que poseen o de las que
quieren alcanzar, para lo cual los otros hombres no son
más que meros instrumentos.
No se puede concebir una sociedad en la que para
producir se empleen máquinas que trabajan
automáticamente y se mantengan las relaciones de
explotación que caracterizan al binomio
capitalistas-trabajadores. El momento en el que el capitalismo
haya desarrollado todas las fuerzas productivas, indicará
el tránsito hacia la sociedad socialista.
El socialismo se implanta también en las naciones
subdesarrolladas. Aquí juegan otros factores: la
oportunidad política, las condiciones extremas de miseria
que las hacen posible, un grupo revolucionario eficaz, coyunturas
internacionales favorables, etc. Sin embargo, en otros casos, la
aplicación del socialismo, pese al apoyo mayoritario de la
sociedad, costará esfuerzos mayores.
Marx llamo socialismo a la fase inferior de la sociedad
comunista. En consecuencia es comprensible por qué muchos
partidos que se llaman comunistas como el PCUS actúan en
una república denominada socialistas hacen referencia a
líderes como Lenin, conocido como comunista, o se refieren
al comunismo como objetivo final.
Del marxismo, o socialismo científico, se han
derivado distintas corrientes que se denominan socialistas o
comunistas, o en otros casos adoptan el nombre de su
teórico principal. A la mayoría se las puede
incluir en el socialismo científico o marxismo.
La social democracia ha privilegiado la metodología democrática para
implantar el socialismo. Lograría reformas que
posibilitarían a la clase obrera un mejor nivel de vida e
irían llevando la sociedad hacia el socialismo. En la
actualidad la social democracia influye en Europa occidental,
pues en su organización hay miembros de América
del Norte, América
Latina, Asia y
África.
La social democracia, pese a sus iniciales declaraciones
ortodoxas, ha privilegiado la metodología
democrática para implantar el socialismo. Además
lograría reformas que posibilitarían a la clase
obrera un mejor nivel de vida e irían llevando la sociedad
hacia el socialismo. En la actualidad la social democracia
influye en Europa occidental, aunque en su organización
hay miembros de América del Norte, América Latina,
Asia y Afrecha. En el caso de Europa occidental, esta ha
abandonado la dictadura del proletariado para insertarse en la
lucha parlamentaria y así acercarse a la
socialdemocracia.
Otras ramas son:
Trotskismo: Su inspirador fue León Trotski. Es
una corriente considerada como marxista clásica. Su
teoría de la revolución permanente es
fundamental.
Trotski consideraba que la transición al
socialismo debía realizare por medio de diferentes
conmociones: económicas, políticas y sociales. Esta
se radicaría en diferentes estructuras
sociales y niveles y en diversas coyunturas históricas. La
revolución debe comenzar en una nación
y luego se extenderá al ámbito internacional de
acuerdo a las distintas coyunturas históricas y realidades
socioeconómicas.
Trosky introduce una democratización de la
dictadura del proletariado. Esta en la industria, tendrá
el control y la gestión de la producción por medio
de comités de fábricas, y en el consumo
deberán controlar la distribución y precio de los
productos.
En Argentina existen
dos partidos troskianos: el MAS (movimiento al socialismo) y el
PO (el partido obrero).
Maoismo: fundamentado en el pensamiento de Mao tse-tung.
Esta adaptado a una revolución prolongada en la que se va
destruyendo progresivamente la sociedad anterior, se va
construyendo el socialismo. Según Mao es imposible aplicar
el socialismo si que el hombre acompañe previamente su
evolución. El campesinado esta determinado por una
estructura económica agraria.
En Argentina su influencia es escasa y estuvo remitida a
la década de 60 cuando se fundo el actualmente extinguido
Partido Comunista Revolucionario, surgido del Partido Comunista
argentino.
Nacionalismo
Ideología política y social que
corresponde el concepto de nación con el de Estado. Aunque
tradicionalmente se ha llamado nacionalismo
al pensamiento político relativo a la consecución
de la independencia
nacional, para los pueblos y las etnias, el término
también corresponde a la actividad e un Estado. En esta
ocasión, el nacionalismo sería la cohesión
de los ciudadanos de ese país en base a su procedencia,
por encima de diferencias sociales de clase. Ernerst Gellner dio
una definición que es la que habitualmente se utiliza:
"Principio que afirma que la unidad política y nacional
deben ser congruentes".
El nacionalismo surgió con la Revolución
Francesa y la formación de los Estados. Así decenas
de comunidades europeas no ligadas a los Estados conformados,
reivindicaron su derecho a la soberanía, en función de su identidad
propia. Movimientos hasta entonces sin definición
política, se apresuraron a defender su estatus.
Con la descolonización y el sello que dejó
Hitler al
concepto de nacionalismo, surgió la expresión
"nacionalismo revolucionario" para designar procesos de
emancipación nacional de distintas clases.
Nación
Es la comunidad que se piensa a sí misma como
sujeto de relaciones sociales, institucionales,
históricas, políticas, culturales y, en general,
para todas las manifestaciones de la convivencia
humana.
En la constitución de esta comunidad
autoconsciente, intervienen procesos históricos,
étnicos, de conflictividad social, de linealidad y de
comunicación lingüística, de
estabilidad territorial o, incluso otras variables de
raza, religión y demás, sin que ninguno de ellos
sea exclusivo o determinante. Es, en definitiva, un proyecto de
soberanía, de legitimidad, de supervivencia, de
autodefensa, de economía.
La segunda de las interpretaciones, el
Estado-Nación, corresponde a las renovaciones
políticas surgidas de la Revolución Francesa y el
triunfo de la ideología burguesa.
Nazismo
El nazismo es, en su
origen, la ideología oficial del NSDAP (Partido
Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes)
comúnmente conocido como Partido Nazi. Su fundamento no
tuvo excesiva elaboración teórica,
apropiándose, en gran medida, de las ideas fascistas
según las cuales el Estado, para reservar su
cohesión y unidad, debía de ser totalitario. Para
el nazismo, este argumento fue compaginado con la máxima
racista de superioridad de la raza aria sobre el resto. La
admiración por la fuerza bruta y el culto al jefe
único fueron otras dos nuevas aportaciones del nazismo. La
situación social y económica de Alemania
después de la Primera Guerra
Mundial y el oportunismo de Hitler hicieron el resto. Hitler
y el Partido Nazi lograron un apoyo popular de gran magnitud como
para animar a Alemania a lanzarse a la conquista de Europa, en lo
que fue la Segunda Guerra
Mundial.
Desde sectores de izquierda el nazismo ha sido
denunciado como un producto inevitable del capitalismo y, sobre
todo, como fruto de las tendencias imperialistas de los Estados
más fuertes. Según estas impresiones, el germen
capitalista que impregna la sociedad hace posible expresiones de
este tipo que cíclicamente atenazan a la
humanidad…
La filosofía del fascismo.
Antes de analizar la filosofía de este
fenómeno, deberíamos primero explicar sus
características en líneas generales.
Se ha dicho repetidamente que el fascismo no constituye
una doctrina, y se citan las propias palabras de Mussolini:
"nuestra doctrina es el hecho", o "los fascistas tenemos el valor
de rechazar todas las teorías políticas
tradicionales; somos aristócratas y demócratas,
revolucionarios y reaccionarios, proletariados y antiproletarios,
pacifistas y anitpacifistas. Nos basta con tener un solo punto de
referencia: la Nación."
- La desigualdad de clases es natural y
provechosa. - La democracia igualitaria y el sufragio universal
suponen la ley del número prevaleciendo sobre la
calidad. Son las elites dirigentes las que deben
gobernar. - El Estado tiene absoluta e indiscutible
primacía sobre el individuo. Los principios de disciplina,
autoridad y
jerarquía deben dominar en la organización del
Estado. "La nación- dice Mussolini- es creada por el
Estado, que da al pueblo, consciente de su propia unidad moral,
una voluntad y, por consiguiente, una existencia
efectiva". - La lucha es fundamental para la supervivencia. Se
debe vivir peligrosamente para probar la
superioridad. - Las libertades individuales no son derechos, sino
concesiones que hace el Estado, siempre y cuando no sean
perjudiciales. - La guerra no es un azote, ni una maldición,
sino un ideal; el pacifismo no es sino una muestra de
debilidad. - La teoría marxista de la lucha de clases es
falsa; es necesaria la creación de un orden social
jerárquico. - Los principios liberales y democráticos deben
ser sustituidos por la exaltación del Estado
totalitario, fundado en el sentimiento colectivo y en la
mística del jefe. - Italia debe tener un lugar de primer plano en el
mundo, como continuadora de la grandeza romana.
La idea del Estado Corporativo fue uno de los elementos
fundamentales de la doctrina fascista, pero de ninguna manera el
único. Los restantes pueden ser brevemente definidos
así:
- Totalitarismo. El Estado demanda la
suma de interés
y de la lealtad de sus miembros. No debe existir "nada por
encima del Estado, nada contra el Estado". Debido a que el
Estado no puede orientarse hacia sus altos fines sino en la
medida en que sus miembros estén identificados con un
objetivo común, sólo puede haber un Partido
Fascista, una prensa fascista y una educación
fascista. - Nacionalismo. La nación es la forma de
sociedad más elevada que la raza humana haya elaborado
jamás. Tiene una vida y un alma propia, aparte de las
vidas y almas de los individuos que la componen. No puede haber
jamás armonía de intereses entre dos o más
pueblos distintos. El internacionalismo es, por lo tanto,
sólo una burda perversión del progreso humano. La
nación debe ser conducida hacia la cima de su fuerza si
su grandeza mediante el autoabastecimiento, la creación
de un ejército poderoso y la consecución de un
índice de natalidad de rápido
crecimiento. - Idealismo. La filosofía del fascismo
puede ser calificada de idealista en el sentido de que
renunciaba a una interpretación materialista de la
historia. Según Mussolini, la nación podía
convertirse en lo que se propusiera, ya que su destino no
estaba de ningún modo sellado fatalmente por su
posición geográfica o por el volumen de sus
recursos
naturales. El idealismo se
desarrolla principalmente como una protesta contra el pesimismo
característico de los anteriores gobernadores de Italia
que argumentaban que el país estaba irremediablemente
condenado, por la falta de recursos
carboníferos, a seguir siendo una potencia de
tercer orden. - Romanticismo. La razón no puede ser
jamás el instrumento más adecuado para la
solución de los grandes problemas
nacionales. El intelecto humano necesita el complemento
indispensable de la fe mística, del autosacrificio y del
culto de heroísmo y de la fuerza. "El espíritu
fascista es voluntad, no intelecto". - Autoritarismo. La soberanía del estado
es absoluta. El ciudadano no tiene derechos, sino deberes. Lo
que las naciones necesitan no es libertad, sino trabajo, orden,
prosperidad. La libertad es un "cadáver de
putrefacción", un gastado dogma heredado de la
Revolución Francesa. El Estado debe ser gobernado por
una elite que haya demostrado su derecho a gobernar mediante su
fuerza y su superior comprensión de los ideales
nacionales. - Militarismo. La lucha está en el origen
de todas las cosas. Las naciones que no se expanden, acaban por
marchitarse y morir. La guerra exalta y ennoblece al hombre y
regenera a los pueblos perezosos y decadentes.
En la Estructura del Estado Fascista Italiano es
característico el mantenimiento de ciertas formas
institucionales tradicionales y al mismo tiempo la existencia de
instituciones paralelas que, sin suprimir a aquellas, las
vacían de contenido.
Continúan el Rey, el Parlamento y el
Ejército, pero el poder está en el jefe del Estado,
en el Gran Consejo, en el Partido Fascista y en las
Milicias.
Existía un verdadero culto al jefe, muy visible
en las grandes manifestaciones a las que Mussolini aportaba sus
naturales actitudes para
dirigirse de modo efectista a las multitudes y provocar en
éstas verdaderas explosiones de entusiasmo. La prensa,
la radio y el
cine se
encargaban de mantener este estado de pasión colectiva. La
fórmula "Mussolini siempre tiene razón",
artículo octavo de los diez mandamientos de las milicias
fascistas, es altamente representativa.
La Ley Electoral de 1928 también es ilustrativa.
Establecía las "listas de confianza", o sea, un proceso
previo de selección
de candidatos, a cambio del Gran Consejos y a propuestas de las
confederaciones nacionales de corporaciones, lo que significaba
que el electorado no tenía opciones entre listas sino que
debería simplemente aceptar o rechazar así
elaborada.
El partido fascista decidido por la consigna "creer,
obedecer, combatir", constituyó la elite dirigente del
gobierno y de la sociedad. En 1932 recibió nuevo estatuto
que determinaron su estructura jerárquica. Su base eran
los "fascios", que se agrupaban en cada provincia en una
Federación.
En cuanto a la acción fascista de encuadramiento
de la población, ella se manifestaba muy claramente en las
manifestaciones juveniles, en la prensa, en la enseñanza y
en la política cultural.
- La Opera Nazionale Balilla controlaba los movimientos
juveniles, organizándolos con base en la
preparación física y militar,
así como en la fanática obediencia al jefe. De
los cuatro a los ocho años, los niños
permanecían a los "hijos de la loba"; a los ocho
años pasaban a las "Balilla"; a los catorce años
eran "Avanguardisti"; finalmente a los dieciocho años
pasaban a las "Juventudes Fascistas". - Los adultos eran organizados en asociaciones
profesionales y sindicatos. También fue destacada la
organización dependiente del Partido, la Opera Nazionale
Dopolavoro, encargada de organizar vacaciones viajes, y
diversiones colectivas de los obreros. - El Ministerio de Prensa y Propaganda
tenía el control total de la prensa. - La enseñanza estaba sujeta a normas
estrictas: "El gobierno exige que toda la escuela en todos sus
grados, en toda su enseñanza eduque a la juventud
italiana a comprender el fascismo y a vivir en el clima
histórico creado por la revolución fascista". Los
profesores de la Universidad
estaban sometidos a la obligación de prestar juramento
de fidelidad al régimen. - En 1925 fue fundado el Instituto Nacional Fascista de
Cultura, destinado a impulsar la política cultural del
régimen y desplazar la cultura tradicional.
La psicología de masas
del fascismo
El estudio de la eficacia
psicológica de Hitler sobre las masas debía partir
de la idea de que un führer representante de una idea, no
podía tener éxito
(no un éxito histórico sino esencialmente pasajero)
más que si sus conceptos personales, su ideología o
su programa se encontraban en armonía con la estructura
media de una amplia capa de individuos integrados en la masa. Un
führer no puede hacer la historia más que si las
estructuras de su personalidad
coinciden con las estructuras de amplias capas de la
población, vistas desde la perspectiva de la
psicología de masas. Dice Domenach: "es innegable que un
cierto número de mitos
hitlerianos correspondían o bien a una constante del alma
germánica, o bien a una situación creada por la
derrota, el desempleo y una
crisis
financiera sin precedentes".
Como todo movimiento reaccionario, el de Hitler se
apoyaba en varias capas de la pequeña burguesía. Se
caracterizaba a este segmento social mediante la metáfora
de un ciclista: "por arriba curva su espalda, por abajo
patalea"("Nach oben buckelt er, nach unten tritt er",
según lo citaba P. Reiwald). Con esto se quiere explicar
un componente psicoétnico del pueblo alemán: la
sumisión hacia quienes están encima y la brutalidad
para con los de abajo. Había también un componente
místico en las clases medias alemanas, que Hitler
aprovechó para proclamar que Alemania era la encargada de
cambiar el mundo. Esto, sumado a la proliferación de
corrientes intelectuales reaccionarias (Gobineau, Wagner,
Chamberlain, quienes ponían el acento sobre todo en la
cuestión racial, y otros que apelaban al espíritu
guerrero del pueblo alemán, magnificando las gestas
teutonas) a fines del siglo diecinueve, creó el caldo de
cultivo para la proliferación de este tipo de
fenómenos.
Hay algo evidente: cuanto más numerosa e
influyente en una nación es la clase media, más
probable es que haga su entrada en la escena política como
fuerza social. Por otra parte, las contradicciones
intrínsecas del fascismo no hacen más que reafirmar
su base de masas de clase media. Que los intereses subjetivos de
estas masas hayan sido aprovechados por Hitler al incluir en su
plataforma la lucha contra el gran capital, y que el fascismo, en
su función objetiva, se haya convertido en defensor
fanático del imperialismo y pilar del orden
económico del gran capital, son hechos que llevan a la
convergencia en el nacionalsocialismo.
Para comprender la ideología, la situación
del pequeño campesino, del funcionario y del comerciante
medio hay que tener en cuenta sus matices económicos, pero
fundamentalmente su identidad familiar común. Si nos
focalizamos en las clases medias urbanas, vemos que la
rápida evolución de la economía capitalista
en el siglo XIX lleva a la pauperización de los
pequeños comerciantes y artesanos. Ante las grandes
industrias, que producen más barato y más
racionalmente, las pequeñas empresas
están destinadas a desaparecer. Esta situación los
llevaría tarde o temprano a confundirse con la gris masa
del proletariado.
La pequeña burguesía se rebeló, al
fin, contra el sistema, encarnado en el "régimen marxista"
de la socialdemocracia. Pero dado el carácter competitivo
de los estratos medios, fundamentalmente de los funcionarios del
estado, no se observa una identificación de la
pequeña burguesía con sus pares o con los obreros
industriales, un sentimiento de solidaridad, lo
que Marx acuñó como "conciencia de
clase".
La conciencia social del funcionario no está
determinada por el sentimiento de una comunidad de destino con
sus colegas, sino por la actitud cara a
la autoridad establecida y a la "nación". Para el
funcionario esta actitud consiste en una identificación
absoluta con el poder estatal; súbditos con respecto a la
autoridad, se convierten en los representantes de esa misma
autoridad en sus relaciones con sus subordinados y, por este
motivo, gozan de una especial protección moral. Esta
identificación con la administración del Estado y la
nación, que puede resumirse en la fórmula: "Yo soy
el Estado", es una realidad psíquica que nos proporciona
uno de los mejores ejemplos de una ideología convertida en
poder material. Como resultante de su dependencia material, su
personalidad se transforma a imagen de la
clase dominante. En palabras de W, Leich: "Por tener los ojos
perpetuamente clavados en lo alto, el pequeño
burgués acaba por cavar una fosa entre su situación
económica y su ideología". Esta "mirada clavada en
lo alto" es lo que distingue esencialmente a la estructura
pequeño burguesa de la del obrero de la industria en
Alemania. En otros países, como EEUU, el "aburguesamiento"
de los trabajadores de la industria anula esta
distinción.
Para penetrar en el mundo obrero, el fascismo propone la
supresión de las clases, o sea la supresión del
proletariado, recurriendo al sentimiento de vergüenza que
sufre el trabajador manual (el desprecio por este tipo de tareas
es uno de los elementos reaccionarios más importantes, al
llevar a querer imitar al empleado de oficina).
Sumémosle a esto que los trabajadores emigrados del campo
traen consigo una ideología de familia rural que es el
mejor caldo de cultivo para causas imperialistas y nacionalistas.
Otro elemento a tener muy en cuenta es la importancia que
revisten los pequeños hábitos diarios, hecho
sistemáticamente ignorado por el movimiento
revolucionario. Lejos de ser costumbres propias de este estrato
social, constituían la expresión visible de que se
acusaba recibo de la propaganda nacionalsocialista. La
represión de la mujer, el vaso
de cerveza bebido en
familia, el traje "elegante" de los domingos -todos ellos
símbolos del adocenamiento que se estaba produciendo-,
penetraban en cada rincón de la existencia cotidiana,
mientras que el trabajo de la fábrica y los panfletos
revolucionarios no actuaban más que durante unas
horas.
De este modo, cuando la crisis económica
impactó a esta capa social, su sensibilidad revolucionaria
estaba embotada producto de decenios de estructuración
conservadora. La afirmación comunista de que la
política de la socialdemocracia le había abierto
las puertas al fascismo era exacta desde el punto de vista de la
psicología de masas. Afirma W. Leich que "a falta de
organizaciones revolucionarias, decepcionado por la
socialdemocracia y angustiado por la contradicción entre
su empobrecimiento y el pensamiento conservador, el trabajador se
arroja en los brazos del fascismo".
El fascismo alemán comparado con el fascismo
italiano. El racismo.
En cuanto a su filosofía, puede decirse que el
fascismo alemán tenía una manifiesta afinidad con
su congénere italiano. Ambos movimientos eran
esencialmente colectivistas, autoritarios, nacionalistas,
militaristas y románticos por definición (en el
sentido de su antiintelectualismo). Pero mediaban, no obstante,
algunas diferencias manifiestas. El fascismo italiano nunca tuvo
una base racial. Si bien es cierto que después de la
formación del eje Roma–Berlín, Mussolini
promulgó algunos decretos antisemitas, la mayoría
de ellos parecen no haber sido cumplidos al pie de la letra. Por
el contrario, el nacionalismo hizo del factor racial el pilar
central de su teoría, argumentando que la raza aria
tenía en los nórdicos sus más perfectos
exponentes, era la única en todo el género
humano que había hecho contribuciones realmente
significativas al progreso de la humanidad. Sostenían
además, que las grandes obras y las cualidades
intelectuales de un pueblo eran fatalmente determinadas por la
sangre.
Deducían de ello que ninguna ciencia, literatura i
música
judía podrían representar jamás a la
verdadera nación alemana. Pero la verdadera razón
por la que los nazis persiguieron a los judíos parece
radicar en el hecho de necesitar imperiosamente una
víctima propiciatoria sobre cuyas espaldas descargar la
responsabilidad de los graves problemas que
afligían a la nación.
Otra de las diferencias entre el fascismo alemán
e italiano, reside en el hecho de no haber sido plenamente
desarrollado en Alemania el Estado en su forma corporativa. Por
supuesto, una y otra forma de fascismo implicaban por igual la
abolición del derecho de huelga y el
absoluto sometimiento de las actividades económicas al
control político, pero en Alemania no existía
ninguna forma de representación directa de los intereses
económicos en las altas esferas del gobierno. Los miembros
del Reichstag siguieron siendo elegidos por el sistema de
distritos geográficos y el Estado conservó su
carácter exclusivamente político. Finalmente, puede
decirse que el nacionalsocialismo era mucho más vehemente
y fanático que el fascismo italiano.
Complejidad de los fundamentos de la importancia
histórica del fascismo
La importancia histórica del fascismo en
cualquiera de sus dos manifestaciones, italiana o alemana, sigue
siendo un tema de controversia que divide a los estudiosos de la
historia moderna. Algunos argumentan que sólo se
trató de un movimiento de entronización de la
fuerza por parte de los grandes capitalistas empeñados en
rescatar el derrumbe a su agonizante sistema. Pero ni el fascismo
de Mussolini ni el nacionalsocialismo alemán mostraron en
sus comienzos ninguna inclinación por proteger los
interese de los monopolios. El propósito que los animaba
era diametralmente opuesto; aunque no debemos olvidar que la toma
del poder en ambos casos dependía en alguna medida del
apoyo de los terratenientes y capitanes de la industria. Otra de
las interpretaciones de fascismo pretende explicarlo como una
reacción de los deudores contra sus acreedores.
Otros historiadores del movimiento lo interpretan como
una rebelión contra el comunismo. Lo más probable
es que el fascismo haya sido una combinación de todos esos
factores y de otros que no figuran en la lista. Se podría
decir que era un producto del orgullo nacional y de una demanda
de fuerza y eficacia para solucionar los problemas de una
sociedad caótica, indescriptiblemente complicada por la
segunda revolución industrial y por la desilusión y
el colapso económico que sucedieron al estallido de la
primera Guerra
Mundial.
Balza Salazar