Indice
1. Jorge
Esteban Isaac: La inmigracion arabe
2. La novela
3. El autor
4. Notas
1. Jorge Esteban Isaac: La
inmigracion arabe
En esta monografía
me refiero a la novela Una
ciudad junto al río, en la que Jorge E. Isaac evoca la
inmigración árabe que llegó a
la Argentina, y
transcribo el reportaje que le efectuara al autor con motivo del
premio recibido por la misma.
Jorge Isaac, escritor entrerriano, fue distinguido con el premio
"Presidente de la Naciòn" por sus cuentos
regionales, con el Premio Municipal de Cultura de
Concepciòn del Uruguay para
obras teatrales, y con el lauro de la fundaciòn Arcien por
su novela Antes
que termine el siglo…
En 1988, durante la Feria del Libro, el
doctor Renè Baròn le entregò personalmente
el premio que lleva su nombre, distinguiendo a Una ciudad junto
al rìo (1) como la mejor novela editada durante los
años 1986 y 1987. El jurado que lo otorgò
-designado por la Sociedad
Argentina de Escritores- estuvo integrado por Luis Ricardo
Furlàn, Raùl Larra y Juan Josè Manauta.
La novela fue presentada en la Uniòn Arabe por el profesor
Elio C. Leyes -"escritor
y presidente de la Universidad
Popular, autor de Voz telùrica de Gerchunoff, editado por
el Ateneo Judeo Argentino ‘19 de abril’ de Rosario"
(2)-, quien "señalò que el libro bien podìa
llamarse ‘Los gauchos àrabes’, en justo
parangòn –según dijo-con la celebrada obra de
Gerchunoff, en la cual no debe haber escritor que haya
profundizado tanto como èl" (3).
El Gobierno de Entre
Rìos la declarò, por iniciativa del Consejo General
de Educaciòn, de lectura
complementaria en las escuelas superiores de la provincia, a
partir del sèptimo grado, recomendando su
utilizaciòn en la enseñanza.
La obra està dedicada "a los inmigrantes
àrabes –sirios y libaneses- y, por natural
extensiòn, a españoles, italianos, alemanes,
judìos, suizos, rusos, polacos, yugoslavos, y de cuanto
otro origen y procedencia màs, que se lanzaron un
dìa por los riesgosos caminos del mar a la aventura de
‘hacer la Amèrica’ ".Partiendo de su propia
etnia, la mirada de Isaac se vuelve abarcadora, hasta incluir a
hombres de diversa procedencia.
Los siriolibaneses "comienzan a llegar a mediados del siglo
diecinueve, pero arriban con mayor intensidad a partir de 1896,
radicándose en colonias fundadas entre ese año y
1903. Se establecieron en Buenos Aires,
Córdoba, Santa Fe y Misiones. Más tarde llegaron al
Noroeste, A Santiago del Estero y a Cuyo" (4).Y a la Patagonia
fronteriza (5). Isaac evoca su gesta.
Un 10 de noviembre –nòtese la fecha elegida-, el
autor fue, como de costumbre, a pescar. Ese dìa, algo
inusual alterò la placidez de su hobby: un objeto
centelleaba, entre las ruinas de una vivienda, a la luz del sol.
Intrigado, se acercò a èl y vio que era un cofre.
Una vez en su casa, lo abriò sin dilaciòn, y
comprobò, con gran sorpresa, que era un libro de cuentos
escrito en àrabe. Con su tesoro fue en busca de un editor,
quien lo enfrentò a un problema: la obra no podìa
editarse sin tìtulo, y el mismo debìa surgir de
ella, como un resultado lògico. Una vez superado el
obstàculo, nos hallamos ya en condiciones de emprender
la lectura de
estos papeles, a los que Isaac –empleando un recurso
literario de larga data- no hizo màs que encontrar.
La acciòn transcurre durante el año 1925. Cada
acontecimiento se detalla prolijamente, ya que estos papeles eran
un diario personal. El
autor del diario, un joven, cuenta sus andanzas por el puerto,
desde donde podìa observar la llegada de los inmigrantes
de diferentes nacionalidades, a los que reconocìa por sus
costumbres y fisonomìas, aùn cuando ellos no
habìan descendido del barco.
El protagonista evoca el momento en que los extranjeros arriban a
la nueva tierra: "Los
inmigrantes, aunque vengan en el mismo barco, llegan y descienden
aquí de manera diferente según sea su origen que
nosotros, con sólo mirarlos y hasta a veces sin
oírlos, hemos aprendido a determinar con riesgo escaso de
equivocarnos". Seguidamente, describe el desembarco de italianos,
alemanes, españoles, judíos y árabes,
señalando las peculiares características de cada grupo.
Sobre estos ùltimos, comenta: "Los àrabes
–siriolibaneses- que disputan el tercer lugar a los
alemanes en cuanto al nùmero de los que ingresan en estas
regiones, son los màs independientes de todos. Es muy raro
que arriben en parejas. Tan raro que nunca vi ninguna. Ellos
emprenden el viaje solos y si descienden varios juntos de un
barco y se comportan como parientes, es que se han hecho amigos
durante el dilatado trayecto. En su mayorìa son
cristianos, pertenecientes a la Iglesia Griega
Ortodoxa".
"Cuando recorren la angosta planchada por la que descienden,
muestran el gesto adusto, expresivo de la trascendencia que para
ellos asume el primer contacto con la nueva tierra. Siempre
observo que lo hacen moviendo los labios. Y aunque en manera
alguna puede oìrse màs que un leve murmullo, yo
sè que estàn diciendo, con la profunda y religiosa
unciòn de un ruego: ‘Ayùdame, Dios
mìo…’ ". Luego, solos tambièn,
acometeràn la empresa que
alentaron en la intimidad de sus mejores sueños".
A este pormenorizado relato de costumbres se suman, como hilos
paralelos de la acciòn, las narraciones de cuanto
sucedìa en Arabia –que el joven conocìa con
dos meses de retraso- y en el mundo entero, hacièndose
especial hincapiè en los adelantos de la ciencia y
la tècnica.
Afirma el escritor que "tiene la novela la misiòn
fundamental de ir revelando aspectos poco conocidos de la
inmigraciòn àrabe, que ocupa el tercer lugar, a
continuaciòn de la española e italiana, entre las
que le han proporcionado el fundamento humano que hoy posee el
paìs. Destaca el individualismo de sus componentes, su
coraje para internarse solos en las regiones menos hospitalarias
y màs desoladas, y su decisiòn de insertarse en la
nueva tierra sin prevenciòn alguna. Y expone una
teorìa, que se apoya en los ocho prodigiosos siglos de
dominaciòn en la penìnsula ibèrica,
‘teorìa no carente de sòlido
fundamento’, segùn señala en su nota de
crìtica literaria La Prensa".
Le preguntamos què se propuso al escribir la obra. Nos
responde: "El libro tiende a reflejar las caracterìsticas
de las principales corrientes inmigratorias -especialmente la
àrabe- al tiempo que me
ocupo de sus costumbres, tradiciones y tendencias en sus
actividades laboriosas, y lo hace con un sentido de inocultable
admiraciòn hacia esos hombres y mujeres a quienes los
unìa un antecedente comùn: su valentìa
rayana en la heroicidad, al cortar las amarras sentimentales que
los unìan a los lugares que amaban y a los seres queridos
que quizàs no volverìan a ver màs. De esta
manera desfilan en èl, tambièn, españoles,
italianos, alemanes, judìos, polacos, griegos, y de otros
orìgenes, y son ellos, con sus diàlogos y acciones, los
hacedores de la obra y los constructores del tiempo en que se
enmarca la novela".
Comenta que escribirla le llevò "Seis o siete meses. No
màs. Mi paso por las redacciones de los diarios –de
lo cual nunca termino de agradecerle al destino-, me ha
proporcionado cierta soltura para expresarme. Me llevò
sì, otro tèrmino parecido la inserciòn
temporal de la obra. Necesitaba ubicarla entre 1918 y 1930.
Aunque los aportes inmigratorios màs numerosos llegaron al
paìs a fines del siglo XIX y principios del
XX, requerìa algo màs cercano que le proporcionase
cierta vital proximidad. Despuès de1918, porque terminada
la que se llamò ‘Gran Guerra’
–1914/1918- se reanudò el flujo de inmigrantes. Y
antes de 1930, porque en ese año se detuvo, coincidiendo
-por motivos que serìa extenso analizar ahora- con el
comienzo de la declinaciòn del paìs".
Señala que es la suya "una obra cuidadosamente
documentada". Recuerda la investigaciòn que llevò a
cabo: "Estuve casi tres meses en los archivos hojeando
La Naciòn y La Prensa de aquellos doce años, hasta
que, al fin, se me aparecieron dos hechos, en fechas casi
coincidentes, cuyo hallazgo justificò con creces el tiempo
que me llevò buscarlos; ambos, de gran trascendencia
nacional y repercusiòn universal. Uno: la rebeliòn
acaudillada por Abd-el-Krim, cuyas primeras acciones resultan
victoriosas, conmoviendo al mundo àrabe y, por
consiguiente, a los inmigrantes de ese origen, pues nunca
claudicarà en aquel el sueño de recuperar su
perdida grandeza. Otro: el vuelo del Plus Ultra que emociona
hasta el delirio a los españoles y a sus descendientes,
pero que asume tambièn la singularidad de extenderse a las
otras colectividades, de manera que, al tèrmino del vuelo,
el jùbilo alcanza a todas y a todos por igual. No es
posible leer los relatos de aquellos dìas sin que cierta
emociòn, superando los años transcurridos, nos
alcance de alguna manera. En La Naciòn, Leopoldo Lugones
volcò su encendida prosa glorificando la
hazaña".
No sòlo de los diarios provino la informaciòn:
"tambièn hay otro tipo de fuentes, como
la vida misma; muchos de los personajes fueron tomados de la vida
real, como el alemàn que tenìa esa tremenda
cicatriz en el lado izquierdo del rostro, o Don Amìn,
quien, sin embargo, puede resultar el menos creìble de los
personajes de la obra".
La novela tuvo un hermoso destino, pues fue seleccionada para
obsequiarla al Papa: "Habìa que elegir un regalo para Su
Santidad y -como podrà imaginar- no era nada fàcil.
Alguien propuso regalarle un libro, un libro dedicado a los
inmigrantes, cuyo tìtulo evoca un lugar como el que
visitarìa Juan Pablo II. El ilustre visitante
pronunciò, en el acto de su arribo, uno de los discursos
màs emotivos que se hayan escuchado. Y su tema fue, por
pura casualidad, claro… ¡los inmigrantes!". Luego, el
libro partiò de esta tierra, con su ropaje de lujo, en el
aviòn papal. Y allà està ahora. En el
Vaticano, al que arribò en tan original manera".
…..
La obra de Isaac es una de las novelas
màs logradas que leìmos. Nos ha llamado la
atenciòn su manejo del idioma -que hace que el lector se
demore en cada pàgina para degustarla al màximo-,
su ironìa -que muestra un
aspecto risueño de la realidad, aunque, en verdad,
està ejerciendo un rol crìtico- y su talento para
crear un libro cautivante a partir de datos
periodìsticos y observaciones cotidianas..
Pero el genio de Isaac no lo hemos descubierto nosotros; los
galardones que recibiò son merecida recompensa a una labor
destacable.
- Isaac, Jorge E.: Una ciudad junto al rìo.
Buenos Aires, Marymar, 1986. - S/F: en La Capital,
Rosario, 24 de julio de 1988. - Gonzàlez Rouco; Marìa: "Jorge Isaac:
novelista de la inmigraciòn àrabe", en La
Capital, Rosario, 24 de julio de 1988. - S/F: "Para todos los hombres del mundo que quieran
habitar suelo
argentino". Buenos Aires, Clarín. - S/F: "Viaje a la tierra de
uno", en Clarín, Buenos Aires, 27 de septiembre de
1998.
Trabajo enviado por
Marìa Gonzàlez Rouco
Licenciada en Letras UNBA/Periodista Profesional
Matriculada