La labor educativa que realizan las escuelas no puede
estar ajena al contexto de los escolares, de sus posibilidades
adaptativas y de aprendizaje, para
desarrollarse a pesar de las condiciones de su existencia. En
él se recogen ideas sobre los supuestos teóricos
del trabajo preventivo y la adaptación de este enfoque en
la dirección de la educación de
la
personalidad.
Palabras claves: educación, diagnóstico, prevención, riesgo,
desventaja social, proclives, intervención y
equiparación de oportunidades.
La globalización que afecta las esferas
económico, cultural, y de la información, la mundialización de
las relaciones y la movilidad creciente de las personas, la
indudable revolución
en los medios de
comunicación e información representa, tanto
una oportunidad si son explotados como instrumentos del desarrollo de
la inteligencia y
la ampliación cultural, como un reto si no son
administrados con riguroso cuidado los contactos de los
jóvenes con estos medios. Al
unísono muchas sociedades y
sistemas
educativos sufren serios problemas de
integración social, violencia
interétnica, el aumento del desempleo, la
explotación infantil, la discriminación sexual o racial, la erosión de
los valores
morales, los cambios del rol de los lazos familiares en la
educación
de los niños,
el incremento de las drogas, las
enfermedades, la
pérdida de puntos de referencia que tienden a reforzar
sentimientos de inseguridad,
desconfianza y pesimismo, que suelen ser particularmente
peligrosos porque siempre tienden a conductas violentas, a
conflictos, y
la esperanza de resolver estos problemas está ligada a la
educación, considerada como instrumento principal de
desarrollo de la humanidad.
Es necesario que se logre entonces una lógica
transformación de la educación, el docente debe
enseñar, instruir, evaluar, pero debe también
educar, demostrar capacidad para autodesarrollarse, favorecer la
formación del ciudadano y su integración activa a
la sociedad,
fomentar la inteligencia, el juicio crítico, la autoestima
elevada, la autodeterminación y aspiraciones tendientes a
un futuro de paz, de equidad, de solidaridad y
tolerancia.
El logro de estos fines obliga a reflexionar en las
diversas dimensiones de la Educación, con énfasis
en aquellas que apuntan a la formación ciudadana de las
jóvenes generaciones.
Analizando la definición de Educación a lo
largo de su historia, desde enfoques y
concepciones diversas encontramos que los autores consultados
coinciden en la función
formativa, Herbard considera que sólo tiene valor si
tiende a fines morales, Kant plantea que
debe lograr el perfeccionamiento del hombre, y en
la misma evidencia la falta de orientaciones en la sociedad al
plantear: "no hay una idea exacta de los fines para los cuales
el hombre
deber ser educado" Hegel con su
profundo sentido religioso se plantea como fin la
elevación de los valores en
los educandos, Conte infunde un carácter
más científico pero marca sus fines
en la formación de un hombre acto para enfrentar la
sociedad. Interesante en estos momentos que vivimos nos
resultó la definición de John Stuart Miles quien
plantea que el fin de la educación es conservar las
conquistas de la civilización y aún superarlas en
lo posible, Dewey plantea que la educación es un
instrumento de reconstrucción social, político y
moral. En los
pedagogos cubanos del siglo XIX encontramos definiciones que por
sus fines armonizan con las comentadas anteriormente: Luz y Caballero
dijo: "Educar es templar el alma para la vida". En la
definición martiana también se refiere a los
valores
humanos, a la elevación de la espiritualidad del
hombre.
Más tarde García Galló alude a una
concepción multilateral del hombre, con un sentido
más amplio que abarca las esferas: intelectual, física y moral,
ésta es la concepción que se ha enriquecido y que
se mantiene vigente en estos días, las autoras asumen a
Gladys Valdivia y Guillermina Labarrere al definir como
educación:
"Proceso organizado, dirigido y sistemático, de
formación del hombre mediante la actividad y la
comunicación, que se establece en la
transmisión de conocimientos y experiencias acumuladas por
la humanidad. En este proceso se produce el desarrollo de
capacidades, habilidades, se forman convicciones y hábitos
de conducta".
La educación tiene un carácter procesual,
inicia con el nacimiento y no termina hasta la muerte, por
tanto exige continuidad, y sistematicidad como garantes de su
internalización y automatización y posterior socialización, esto nos orienta a
reflexionar en la necesidad de fomentar la educación de
la familia
como gestora principal de este proceso, la que debe ser preparada
para de forma intencionada desarrollar las acciones
educativas que permitan la formación ciudadana de sus
miembros.
Sustancial es también detenernos en el medio que
plantean las autoras, donde reafirman su posición
dialéctico – materialista en la comprensión del
desarrollo de la personalidad:
la transmisión de toda la cultura
asimilada por la humanidad a través de la actividad y la
comunicación.
Esta interpretación que se adscribe a las
concepciones psicológicas de Vigotski, Danil Elkonin,
Lidia Bozhovich entre otros y que durante la última
década del pasado siglo tomaron mayor relevancia en
Latinoamérica y Europa, permite
adentrarnos en el objeto de nuestro escrito; comprendiendo la
actividad como aquellos procesos
mediante los cuales el hombre, respondiendo a sus necesidades se
relaciona con la realidad, relaciones que no responden solamente
a necesidades materiales, en
esta temática las necesidades espirituales
desempeñan un rol fundamental, ya que constituyen la base
de formaciones motivacionales que orientan la actuación
moral del sujeto. Importante es tener en cuenta además
qué percepción
tiene el mismo de esa relación, cómo la refleja, y
el contenido de ésta; lo que obliga a estudiar el contexto
en que se desenvuelve el individuo como condición
indispensable a considerar en el proceso de educación de
la personalidad.
En consecuencia con la posición filosófica
antes declarada, es necesario comprender que si existe actividad
como procedimiento de
satisfacción de necesidades, la propia actividad conjunta
genera una nueva necesidad: la de comunicación,
entiéndase ésta como proceso de interacción,
de intercambio de ideas, vivencias, como proceso de construcción individual y de
socialización de lo personal.
Entiéndase ambas categorías entonces como pilares
de la educación de la personalidad y debe comprenderse
además el significado que tienen ambas si se pretende
dirigir el proceso educativo desde una perspectiva
preventiva.
¿Qué es la prevención?
¿Cómo lograr un enfoque preventivo de la labor
educativa que realiza la escuela?.
En la literatura consultada sobre
psicología
educativa, teoría
y metodología de la educación,
sociología, filosofía de la
educación se observó una baja frecuencia de
utilización del término prevención y otros
de similar significado.
Encontramos registrado el término con más
frecuencia en la literatura clínica (relacionado a
diversas especialidades de la medicina), donde
se abordan incluso sus niveles, interesantes apuntes tomamos de
la clínica psiquiátrica infantil que luego
someteremos a consideración.
El término es usado frecuentemente también
en temas legales, o sea, en la literatura relacionada con el
Derecho, es abordado con mayor amplitud en Derecho
penal.
Se registra el término trabajo preventivo en las
publicaciones de la Interpol y otros cuerpos policiales, en
diversos países lo utilizan o emplean otros
sinónimos vinculados al trabajo con delincuentes
juveniles, pandillas callejeras, drogadictos, etc.
Se alude en algunas fuentes
relacionadas con las personas con alguna forma de necesidad
educativa especial, enfatizándose en los niveles
más complejos(intervención preventiva), los niveles
elementales se diluyen en las definiciones de educación
familiar, educación para las masas, educación
popular y otros proyectos que si
realmente son buenos si los valoramos desde sus fines,
están débilmente sustentados
teóricamente.
En Cuba el
término prevención es ampliamente utilizado no
sólo en la clínica, la legalidad y la
policía (órgano de Ministerio del Interior); existe
una comisión en el ámbito gubernamental que se
ocupa de la atención de todos los problemas
sociales que puedan conducir a trastornos, traumas, u otras
consecuencias en la población; es ampliamente utilizado
también en la red educacional con
énfasis en la enseñanza especial, y todos sus servicios e
instituciones.
A pesar de ello las investigaciones
de diversos autores cubanos se mueven en este campo, buscando
alternativa para potenciar la eficiencia del
trabajo preventivo de los que se han podido tomar algunas de sus
conceptualizaciones sobre las que vamos a reflexionar a
continuación.
En el trabajo de
los consejos de Atención a menores se opera con la
siguiente definición:
" Adopción
de medidas encaminadas a impedir que se produzcan deficiencias en
el desarrollo, o cuando ocurran que no tengan consecuencias
psicológicas, físicas, y/o sociales
negativas."
Ésta terminología es usada
fundamentalmente en el trabajo con menores que viven en
condiciones familiares inadecuadas, de modo que su
explotación está más relacionada con el
campo de las alteraciones en el comportamiento, que con otras necesidades. Antes
de adentrarnos en este campo, explicaremos algunos de los
cuestionamientos que nos hicimos en la búsqueda,
¿no existe prevención en otras entidades?,
sí, al consultar la clínica de entidades como el
retraso mental, la deficiencia auditiva, la deficiencia visual,
etc., encontramos que los niveles elementales de
prevención están cubiertos por los programas de
salud,
educación para la salud , el programa materno-
infantil, que garantizan la información a la
población, la atención a las embarazadas , el
parto y el
seguimiento a los niños desde su nacimiento, estudios
genéticos durante el embarazo , que
pueden contribuir a la eliminación de riesgos. Los
niveles secundarios y terciarios de prevención se cubren
con una red de
instituciones psicopedagógicas que cuenta con un amplio
respaldo clínico, que garantiza la socialización e
integración de esas personas a la vida
sociolaboral.
La situación más difícil es la
relacionada con las alteraciones en la conducta, ya que las
mismas comienzan a sedimentarse desde las primeras etapas y si no
son atendidas pueden agravarse, es precisamente en ese campo
donde los autores van a profundizar, añadiendo que la
terminología que sugerimos es aplicable a las entidades
abordadas con anterioridad.
La primera parte de la definición antes citada,
orienta al trabajo educativo a escala macro y
micro social donde la familia juega un
rol determinante, además de la influencia que pueden
ejercer los medios masivos de difusión, es necesario que
las vías no formales y formales de educación desde
las más tempranas edades asuman la labor educativa con
enfoque preventivo, lo cual quiere decir que se vaya al
diagnóstico de la comunidad
vecinal, de la familia, y de los niños, buscando elementos
discordantes, incongruentes con las necesidades de los
niños, manifestaciones llamativas en la conducta, que
puedan tender a la desviación posteriormente, las cuales
deben ser atendidas desde su origen, partiendo de las
potencialidades que pueden tener ellos mismos, evitando que se
estabilicen y se organicen, estructurándose como un
trastorno en el desarrollo de la personalidad.
En este momento de reflexión es necesario
enfatizar en la presencia de hábitos tóxicos con
sus consecuencias, las conductas psicopatógenas de padres
y otros adultos que rodean al menor, con énfasis en la
sobreprotección, el rechazo, la permisividad o su
contrario el autoritarismo, las conductas culpabilizantes, las
inconsistencias en el manejo educativo y otras. Otro factor
importante son las conductas sociopáticas de los padres y
otros adultos que rodean al menor: los malos ejemplos , la
violencia, el trato irrespetuoso, la falta de motivos morales
socialmente valiosos, la integración deficiente a la vida
social: el estudio, el trabajo, etc., van gestando estos modos de
actuación en los niños, la falta de exigencias,
coherencia y armonía en el sistema educativo
gravita desfavorablemente en la maduración y
configuración de la personalidad.
En un segundo momento se refiere a la
intervención sobre las causas y las manifestaciones que
pueden desencadenar, o sea que se relaciona propiamente con la
intervención preventiva, dirigida a eliminar las causas y
síntomas que surjan por la inadaptación del sujeto
a esas condiciones, a rectificar aprendizajes equivocados, etc.
En este momento el diagnóstico es esencial para lograr un
despliegue de las acciones educativas con fines preventivos, por
ello es necesario ampliar en algunas categorías que se
relacionan con la prevención, que no deben dejarse de
tener en cuenta.
Luego de comentar la definición anterior,
apuntando algunas cuestiones consideramos que para ser utilizada
en el campo de la educación debe enriquecerse, por eso
ofrecemos la aportada por la profesora Celia Díaz Cantillo
en su tesis
doctoral:
"Prevención educativa: proceso dialéctico,
de orientación sistemática, anticipatorio,
continuo, que atiende a la diversidad, que parte del
diagnóstico sistémico y holístico del
sujeto, dirigido conscientemente a la formación y
fortalecimiento de cualidades, motivos, intereses, sentimientos,
valores,
capacidades intelectuales y actitudinales en los adolescentes,
donde se integra lo curricular y lo familiar en un contexto
interactivo y socializado".
Aunque la autora lo especifica a la adolescencia,
etapa en la que ella realiza su investigación, es aplicable a todas las
edades, ella incluye formaciones psicológicas
típicas de esa edad, pero estas comienzan a construirse en
el individuo desde las edades más tempranas de la
vida.
Aceptamos la prevención educativa como un proceso
dialéctico de orientación, porque la misma debe
conducir a que el sujeto se conozca a sí mismo, descubra
necesidades y potencialidades, que conozca su medio y se vea como
parte de él, buscando que se inserte en él de modo
activo y creador, de manera que se utilice su inteligencia en la
toma de
decisiones y en la explotación de las oportunidades
que se le ofrecen en aras de lograr su autodeterminación.
Otra razón más es la necesidad de
orientación que tiene todo individuo para enfrentarse a la
vida, con los retos que pone en cada momento: y citamos a
Agustín Dosil.
" El hombre siempre ha mirado el cielo y nunca ha dejado
de admirar las estrellas, posiblemente comenzó a actuar
inteligentemente a partir del momento en que intentando encontrar
algún orden en aquella infinitud que veía
identificó las constelaciones que le llevarían a
encontrar la polar y así se orientó"
Como proceso anticipatirio lo comprendemos
también, la distinción especial de la actividad del
hombre está dada en la posibilidad de anticipar las metas
que va a alcanzar, determinar sus fines y planear acciones y
operaciones
que permitan concretarlas, la prevención exige
además de esta capacidad, la de descubrir nexos causales,
interpretar la realidad actual y predecir el futuro, estudiar el
fenómeno y plantear las vías para lograr enriquecer
los niveles próximos de modo que se obtengan resultados
óptimos en el proceso formativo.
Sugiere además un carácter
sistemático y continuo: luego de asumir una
concepción dialéctica para el análisis es necesario que el desarrollo se
asuma desde su carácter procesual, sin detenerse, en
constante cambio y
enfrentamiento a las metas que implican la aparición de
nuevas configuraciones personales, las que a la vez se van
enriqueciendo y ampliando en etapas sucesivas, si son abordadas
con sistematicidad.
En este proceso en el que tiene mucho que ver lo social
no puede concebirse al sujeto aisladamente es necesario asumir el
enfoque holístico configuracional, estudiar al sujeto en
su contexto y sus manifestaciones como resultado de las
cualidades, formaciones,etc, que va configurando subjetivamente
desde su actividad y las relaciones de comunicación que
establece con el medio, significa estudiarlo integralmente sin
atomizar esferas de su personalidad.
Cuando se habla de un enfoque holístico de la
prevención en la conducta no debe marginarse la
posibilidad de reflexión, de valoración, de
decisión del sujeto. La integración de los
elementos afectivos, volitivos, valorativos, cognitivos y
metacognitivos del sujeto en aras de la autorregulación y
autodeterminación de su comportamiento.
Interesante es cómo la autora enfatiza en la
necesidad de que sea un proceso dirigido conscientemente, el
trabajo preventivo no puede ser casual, tiene que ser pensado,
planificado, las acciones preventivas en las estrategias
educativas no pueden ser un aparte, la estrategia
educativa debe tener la prevención como un eje transversal
de modo que la formación ética, los
valores, los intereses, las capacidades intelectuales y
actitudinales que declara la autora en su definición deben
formarse sobre este sustento y debe hacerse pensando no
sólo en qué quiero formar, sino en quién lo
voy a formar, qué condiciones lo rodean , qué
recursos tengo, y
cómo lo voy a lograr(cómo , que está menos
abordado en la literatura pedagógica).
Desde su definición la autora concibe la
prevención a un nivel primario, a partir de
búsqueda de fortalezas que eviten la aparición de
la desviación o alteración, coincidimos con ella en
reconocer la importancia de este momento, pero la práctica
educativa con sujetos con necesidades educativas especiales nos
ha llevado a valorar niveles secundarios de
prevención.
En la clínica psiquiátrica infantil se
habla de tres niveles de prevención, que están
relacionados con las posibilidades adaptativas y de aprendizaje
de los sujetos y con el momento de aparición de los
factores que condicionan la disontogénesis o
alteración.
En el nivel primario se toman medidas cuando
todavía no se han producido las deficiencias, se realiza
en un marco supuestamente sano, sobre individuos incorporados a
grupos de
riesgo, considerando un importante e identificable mínimo
de factores causales de orden biológico, psicosocial,
económicos y ambientales, que asociados puedan producir
una alteración determinada, comprometiendo el desarrollo
normal del sujeto.
A un nivel secundario la prevención se refiere a
la intervención más directa y efectiva sobre los
niños, adolescentes y jóvenes con determinados
problemas, el trabajo a este nivel es más largo y
trabajoso e implica la supresión de las causas y la
eliminación de síntomas o manifestaciones
condicionadas por éstas, en términos educativos
significa reeducar: transformar determinados patrones
erróneos y formar nuevos.
En este nivel los mecanismos de resistencia al
cambio aún son débiles, debe aprovecharse este
momento, las estrategias educativas no deben ser
segregacionistas, es esencial la equiparación de
oportunidades, la escuela debe conducir a la igualdad y
para ello es necesario concebir la prevención con una
dimensión compensatoria.
La escuela puede lograrlo porque tiene entre sus
posibilidades el alcance de sus influencias y su capacidad
movilizativa, la duración y sistematicidad de su labor, el
carácter científico de su trabajo, el
reconocimiento del papel del
colectivo y del sistema de relaciones que promueve y el papel
conductor del docente, por ello debe lucharse porque los
gobiernos cumplan sus promesas y se escolarice a todos los
niños y niñas en edad escolar, sólo si se
logra esto, la escuela podrá convertirse en
institución reguladora de la desigualdad, ofertando sus
servicios e influencias a los más vulnerables y
necesitados en aras de que su desigualdad no se
acentúe.
La equiparación de oportunidades desde la escuela
implica acceso de todos los niños y niñas a todos
los recursos que ésta oferta, que se
dé más a quien tiene menos, cuando decimos se
dé más enmarcamos todo lo que el niño pueda
carecer cuando crece en situaciones de riesgo o desventaja
social, que debe interpretarse en posibilidades de
participación, reconocimiento a sus logros, ayudas
suficientes, posibilidades de integración, respeto a sus
diferencias, afecto incondicional, confianza en sus posibilidades
y apoyo para potenciar su seguridad.
La prevención terciaria está encaminada a
la adopción de medidas correctivo – compensatorias
que posibiliten el tratamiento oportuno a aquellos casos que por
diversas causas ya sean portadores de determinadas insuficiencias
en el desarrollo psíquico, por lo que es necesario
organizar un sistema de acciones para eliminar aquellas
afectaciones que puedan ser eliminadas o equilibrar el desarrollo
de las que no se puedan corregir.
¿Cuáles son los principios que
rigen el trabajo preventivo?
- Detección y atención temprana a grupos
de riesgo, lo cual implica detectar en las edades más
tempranas la posible presencia de factores que pueden originar
desviaciones, para aprovechar los períodos sensitivos de
cada uno de los procesos psíquicos, de manera que la
plasticidad del cerebro
propicie la formación de nuevos reflejos más
adecuados, así como detectar alguna dificultad que pueda
empezar a surgir en su génesis. - Carácter sistémico de la evaluación y el tratamiento: que
significa ir controlando cada una de las acciones que se vayan
ejecutando y sus efectos sobre el desarrollo del sujeto e ir
enriqueciendo las mismas en la medida que sea
necesario. - Enfoque ecológico: el cual implica que se
tomen en cuenta todos los elementos que influyen sobre el
desarrollo del sujeto, es decir los aspectos familiares,
escolares, comunitarios y personales. - Carácter dialógico de la
decisión y la acción preventiva, que significa la
existencia de diálogo, comunicación, intercambio
entre todos los factores que están implicados en la
valoración e interacción con el
sujeto
Para la instrumentación práctica de estas
concepciones es necesario contar con algunas definiciones que
operacionalmente son necesarias, en Cuba se expresan como
Categorías del trabajo preventivo y se definen
como:
_ Factor de riesgo: aquellas situaciones educativas
difíciles que enfrenta el menor en su medio familiar o
microsocial, que pueden poner en peligro el desarrollo adecuado
de su personalidad y que pueden ser afectivas(espirituales) o
materiales. Dentro de éstos encontramos la ausencia de
alguno de los progenitores, (lo que clasifica a la familia como
incompleta) y la manifestación de abandono o
desatención familiar del menor, que alguno de los
progenitores o ambos sufran de alcoholismo,
enfermedades psiquiátricas o dependencia de
psicofármacos, drogas, etc,
que manifiesten conductas antisociales o delictivas, hayan sido
sancionados o estén en privación de libertad,
además de estos deben tenerse en cuenta aquellos que
están por encima de la influencia familiar como son
factores del contexto social de tipo económico, cultural,
religioso y de condiciones de vida, tanto material como
espiritual que pueden determinar una situación
desventajosa.
La determinación de indicadores
para valorar estos factores debe ajustarse al contexto,
según Blanco Pérez "La elaboración de un
sistema de indicadores para el diagnóstico de la
desventaja social es un asunto problemático que
producirá polémica entre los interesados por las
modificaciones en la estructura
socioclasista, en la tipología familiar, en los sistemas
de valores, en las motivaciones de los sujetos, etc."
La incidencia de éstos factores depende
de:
- El momento en que se producen.
- Intensidad con que se manifiestan.
- La plasticidad que tenga el sujeto para enfrentarse a
los mismos.
_Situación de desventaja social: cuando un menor
se somete a la influencia de factores de riesgo durante un
tiempo
prolongado, aún cuando la intensidad de
manifestación sea discreta y se rompa con el equilibrio
adaptativo del sujeto, se generan probadas alteraciones en su
desarrollo, limitándolo para el disfrute y beneficio de
las oportunidades de desarrollo existente.
Estas alteraciones pueden manifestarse en cualquiera de
las esferas de regulación de la personalidad o
combinadas.
De forma general son comunes en estos menores
manifestaciones de un bajo desarrollo emocional, inmadurez,
inseguridad, desconfianza, bajo nivel de orientación hacia
el estudio, expresiones de carencia afectiva, alteraciones
atencionales,(bajo nivel de concentración y cambio
frecuente), bajo rendimiento académico, reacciones
emocionales inadecuadas.
Las manifestaciones son diversas, como lo son las causa
que le originan, por ello no queremos dejar una imagen absoluta
de lo antes dicho, en esta categoría es esencial
comprender que son manifestaciones aisladas, con poca estabilidad
y organización, a pesar de matizar el
comportamiento del alumno y su rendimiento escolar no llegan a
alcanzar el rango de desviación.
Cuando la desventaja social es acentuada, apareciendo en
los menores manifestaciones marcadas que provocan una tendencia
al agravamiento de la conducta porque se van combinando
síntomas, configurando manifestaciones más
complejas y enraizadas aunque no lleguen a la variedad y
estabilidad de un trastorno conductual, hace a los menores en
esta situación más vulnerables, en ellos es
común la presencia de reacciones agresivas, evasión
ante los conflictos, respuestas inadecuadas en la
comunicación y una mayor intensidad en las manifestaciones
antes declaradas, a esta categoría se denomina
proclives.
De este estado es
fácil evolucionar a uno más complejo, cuando se
produce una desarmonía entre los elementos cognitivos y
afectivos que sustentan la autorregulación, y esto
proporciona un desequilibrio entre las condiciones del medio y
las posibilidades personales de adaptación, de
integración autodeterminada y autorregulada, que es
consecuencia de una baja autoestima, de una percepción
distorsionada del medio y su sistema de relaciones por los
problemas de comunicación, se configura de forma estable y
con gran variedad de síntomas una alteración en el
desarrollo de la personalidad que repercute fundamentalmente
sobre la conducta.
¿Cómo lograr un enfoque preventivo de la
labor educativa para evitar que ocurra lo antes
planteado?
– La realización de un diagnóstico
integral, personalizado, optimista y lo más tempranamente
posible.
- El colectivo pedagógico tiene que ser un
modelo moral
para los alumnos. - El cumplimiento de los programas con un enfoque
educativo y personalizado. - Integralidad en la concepción de las
actividades del proceso docente – educativo. - Protagonismo de los alumnos a través de sus
organizaciones
estudiantiles. - Proyección educativa hacia la
comunidad. - Orientación y educación familiar.
Protagonismo del consejo de escuela. - La interacción adecuada sistemática con
los elementos de la cultura que promuevan un crecimiento
espiritual de estos menores y la equiparación de
oportunidades para su integración social (la introducción de nuevas
tecnologías de la información y la
comunicación, la implementación de cursos para la
superación de jóvenes desvinculados del estudio y
el trabajo, los cursos de extensión cultural para
jóvenes penados, la formación de trabajadores
sociales, en el caso específico de Cuba).
Antes de concluir las autoras coinciden en la necesidad
de enfatizar algunas ideas, primeramente destacar el papel
determinante del medio social como factor desencadenante del
desarrollo con énfasis en el proceso de educación
(entiéndase educación en sentido amplio).De lo
antes expuesto se infiere que es necesario preparar a las
influencias educativas, en la concepción preventiva, de
modo que su actuación se dirija responsablemente a los
niveles primarios.
Otro aspecto que debemos observar es el papel de la
escuela como centro rector de la labor educativa, la que debe
lograr un diagnóstico integral, personalizado, optimista y
con enfoque ecológico que permita la toma de decisiones
acertadas en la intervención educativa y en la
equiparación de oportunidades en aras de ofertar lo que
cada cual necesita.
Este enfoque preventivo debe convertirse en un eje
transversal en el diseño
curricular donde se tengan en cuenta las diversa dimensiones del
curriculum de
modo que abra la escuela a la diversidad y potencie la
integración social de sus escolares.
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Autor:
LIC. Alicia Reyes Díaz.
LIC. Jixy Martínez Galiano.