Trabajo Practico de
Sociología
- La pobreza
- La pobreza y el desarrollo
humano - Medición de la
pobreza - La pobreza
mundial - Objetivos para el siglo
XXI - La pobreza en
República Dominicana - Pobreza con crecimiento
económico: el caso dominicano - Educación salud y
pobreza - Sucesos económicos
relacionados con la pobreza - Conclusión
- Definiciones, abreviaturas y
otras simbologías - Bibliografía y
fuentes
Si es cierto que el mundo ha progresado
proporcionalmente más en los últimos cincuenta
años que en toda la historia, no lo es menos el
hecho de que la desigualdad entre las naciones es una de las
características que mejor definen al mundo
contemporáneo.
Este fenómeno se traduce, sobre todo, en las
grandes diferencias existentes entre los pueblos en el acceso a
bienes y
servicios
básicos, y es consecuencia de los procesos
económicos que, con diferentes resultados, se han
experimentado en las ultimas décadas.
Algunas investigaciones
recientes parecen demostrar que los principales factores que
intervienen en los conflictos
actuales tienen que ver con las dificultades económicas,
los problemas de
acceso a la propiedad de
la tierra en
el mundo rural, la religión y la
inestabilidad política.
Estos factores y diferencias son los que generan
La
Pobreza.
La pobreza es
definida como aquella condición caracterizada por la
carencia de recursos,
medios u
oportunidades para la satisfacción de las necesidades
humanas mínimas, tanto de tipo material como
cultural.
Atendiendo a la definición, el pobre no puede
alimentarse, tampoco vestirse ni educarse. Además no
recibe atención médica adecuada ni tiene
acceso a fuentes de
trabajo, al tiempo que su
vida afectiva y espiritual tiende a ser reducida.
Aunque hay tantas definiciones como enfoques se hagan de
la pobreza, la mayoría se enfoca hacia la carencia de
recursos económicos.
La pobreza es hambre. La pobreza es falta de techo bajo
el cual resguardarse. La pobreza es estar enfermo y no poder ser
atendido por un médico. La pobreza es no poder ir a la
escuela y no
saber leer. La pobreza es no tener trabajo, tener miedo al futuro
y vivir día a día. La pobreza es perder a un hijo
debido a enfermedades
relacionadas con el agua
impura.
La pobreza es impotencia, falta de representación
y libertad.
¿ Qué Es La Pobreza?, La pobreza es una
realidad que todos enfrentamos, que muchos vivimos, pero que
resulta sumamente arduo definir y medir.
Ello se debe básicamente a su carácter
eminentemente subjetivo, relativo y cambiante. En efecto, desde
la antigüedad, las ideas sobre la pobreza y el lugar de los
pobres han sido motivo de fuertes controversias.
La relatividad del concepto puede
ser mejor apreciada cuando se hacen comparaciones. No es la misma
pobreza la de la sociedad del
siglo XX que aquella que se vivía en la edad
media.
Asimismo, el criterio de pobreza es totalmente diferente
en un país desarrollado, como Estados Unidos,
que en uno subdesarrollado, como la India.
El Norteamericano pobre puede ser aquella persona que
conduce su automóvil con los neumáticos gastados,
en tanto que el campesino Hindú pobre camina con los pies
descalzos y no cuenta con los medios necesarios para satisfacer
la necesidad más elemental: la alimentación.
Sin embargo, en sus respectivas sociedades,
ambos son pobres, porque pertenecen al escalón más
bajo de la distribución del ingreso.
La definición de pobreza exige el análisis previo de la situación
socioeconómica general de cada área o
región, y de los patrones culturales que expresan el
estilo de vida dominante en ella.
De acuerdo a lo anterior, podemos adoptar como concepto
de pobreza el que alude a la insatisfacción de un conjunto
de necesidades consideradas esenciales por un grupo social
específico y que reflejan el estilo de vida de esta
sociedad.
Como la pobreza tiene varias dimensiones se tiene que
mirar a través de varios indicadores,
niveles de ingresos y
consumo,
indicadores sociales y más recientemente indicadores de
vulnerabilidad de riesgos y acceso
socio-político.
Hasta ahora la mayoría de los estudios sobre la
pobreza se habían basado en medidas de consumo o
ingresos.
Los jóvenes son las víctimas más
vulnerables de la pobreza. Cada año 13 millones de
niños
menores de 5 años mueren en todo el mundo de enfermedades
evitables y de desnutrición. Cerca de 200 millones de
niños menores de 5 años sufren de
desnutrición grave.
Aún en el país más próspero
del mundo, Estados Unidos, un niño muere por causas
relacionadas con la pobreza cada 35 minutos, mientras que cerca
de un niño de cada cuatro por debajo de los seis
años crece en la pobreza.
La privación económica y la
explotación fuerzan hasta a 160 millones de niños
al trabajo y a aproximadamente 2 millones a la prostitución
infantil.
Durante la década de los años 80, un
abrumador 65% de la juventud
vivía en países en la categoría de menores
ingresos inferior a 1,000 dólares anuales. De seguir la
tendencia presente, para el año 2025, cerca del 88% de la
población menor de 15 años
vivirá en el Tercer Mundo.
El desempleo juvenil
y el empobrecimiento son doblemente perjudiciales, en cuanto que
los jóvenes constituyen el mayor recurso humano para el
desarrollo.
I.1.1 POBREZA RURAL Y URBANA
La Pobreza Rural
A una escala global el
80% de los pobres del mundo vive en zonas rurales. Los
países pobres son agrícolas, con gente dependiendo
de la agricultura
para el trabajo y
los ingresos. Pero al crecer la población, y no poseer la
mayoría de los pobres rurales tierra, o
siendo sus granjas demasiado pequeñas para proporcionar un
ingreso adecuado, la demografía de la pobreza está
cambiando rápidamente. Atraídos por la perspectiva
de alimentos,
empleos, servicios y oportunidades, un número creciente de
pobres emigran a pueblos y ciudades. La mayoría de los
emigrantes son hombres, que dejan a las mujeres detrás
para cuidar de la familia. La
pobreza rural por tanto alimenta la pobreza urbana.
La Pobreza Urbana.
Cerca de 300 millones de habitantes urbanos en
países en vías de desarrollo viven actualmente en
la pobreza, sin los ingresos suficientes tan siquiera para la
nutrición
básica o los requisitos de cobijo. Pero el rápido
incremento de la población en áreas urbanas ha
causado una tensión considerable, no sólo en la
infraestructura y vivienda urbanas, sino también en el
entorno urbano.
Al menos 600 millones de personas en zonas urbanas de
países en vías de desarrollo viven en condiciones
sanitarias precarias y de amenaza de vida.
En algunas ciudades, más de la mitad de la
población vive en los suburbios y asentamientos ilegales.
Las grandes urbes del mundo se están convirtiendo
rápidamente en las ciudades de la desesperación
para una parte creciente de la humanidad, según el Centro
de Asentamientos Humanos de la ONU
(UNCHS).
Los efectos se exageran en el número y rostros de
las personas sin hogar urbanas, aún en las sociedades
prósperas.
Según The New York Times, más del 20% de
la población en la gran área metropolitana de Nueva
York vive por debajo del nivel de pobreza. Más de 250,000
personas de la población ciudadana han pasado por un
refugio para los sin hogar en los últimos cinco
años.
En Europa,
también, las ciudades son cada vez más el "hogar"
de las personas sin techo. Londres tiene alrededor de 400,000
personas sin hogar registradas, mientras que cerca de 10,000 del
medio millón de personas sin hogar de Francia
están en París.
La situación es aún peor en las ciudades
de los países en vías de desarrollo, donde
más del 60% de la población vive en asentamientos
ilegales o suburbios de chabolas. "En Calcuta, Dakar y Ciudad
México,
más del 25% de las personas forman parte de lo que a veces
se llama población flotante," cita un informe del
UNCHS.
I.1.2 EVOLUCION HUMANA
PARA ENTENDER LA POBREZA
El ser humano presenta tres estados evolutivos
generales:
- Evolución Biológica, o sea, las
transformaciones anátomo-fisiológicas que a
través del tiempo dieron origen a los primeros miembros
de nuestra especie. - Evolución Social, caracterizado por la
producción de los diversos productos
culturales, y que corresponde al Homo-Sociologicus de que
hablaba Ralph Dahrendorf. - Evolución Espiritual, en la cual el ser
humano vivirá atendiendo a los conceptos morales y
los valores
éticos. Aquí se vivirá bajo la ley de la
conciencia.
En el primer caso se vivía la ley de la selva,
el hombre
cazaba y era cazado; en la siguiente etapa, iniciada con la
organización de grupos
primitivos, ha dado lugar a la compleja sociedad de hoy. Imperaba
el derecho consuetudinario en los más primitivos y la ley
escrita en los más desarrollados.
Sin embargo es bueno aclarar que lo que hay es
predominancia de etapas: Continúa la evolución biológica, estamos en
plena evolución cultural y hay atisbos de la etapa
espiritual.
En la etapa de evolución biológica, no
podría hablarse de pobreza como que no existe tal
término entre los animales que
viven en la vida silvestre. La pobreza aparece como un producto
social y en esta etapa han sido las instituciones
de protección social, el verdadero amparo de los
pobres.
Tampoco resulta conveniente esperar la etapa superior en
que la pobreza acabaría por hermandad entre los seres
humanos por imperativo moral, pues
podría tardar milenios.
I.1.3. EL COMPROMISO DE LA IGLESIA CON
LOS POBRES
Las prédicas de amor al
prójimo y la caridad divulgados como principios de la
práctica cristiana hacen casi dos mil años, a lo
sumo ha servido para mitigar las necesidades del pobre. El
texto
bíblico, tan rico en referencias a la pobreza y la
riqueza, oscila entre reforzamientos positivos a la pobreza (Las
Bienaventuranzas según San Mateo) y reforzamientos
negativos a los ricos con la amenaza de no disfrutar de los goces
del cielo (Evangelio según San Lucas).
La historia más bien muestra una
asociación institucional de la iglesia con la clase
gobernante y las prédicas de las últimas
décadas en favor de los pobres han expuesto el problema,
pero han dado poco aporte a la solución.
Preocupa al ser humano la salvación de su alma,
con desinterés de los sufrimientos materiales del
vecino, y se ha visto que más da quien menos
tiene.
La Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano (Documento de
Medellín y Puebla), clamaba por la justicia y la
solidaridad, los
derechos de los
pobres y los oprimidos y la denuncia en favor de los
débiles, lo cual valió el reconocimiento de los
intelectuales, pero no subsanó el estado de
las diferencias entre los de arriba y los de abajo, entre
aquellos que todo les sobra y quienes todo les falta.
Pareciera entonces que en vez de dar caridad, a los
pobres se les debe dar los medios para el desarrollo
personal.
Para resumir, nada menos que el 80% de la
población mundial vive en la pobreza Las cifras de
personas que carecen de lo básico para sobrevivir con un
mínimo que garantice un nivel elemental de salud son altas, como por
ejemplo: más de 1,200 millones de seres humanos no tienen
acceso a agua potable;
1,000 millones carecen de vivienda estimable; existen 840
millones de personas mal nutridas, de los cuales 200 millones son
niños menores de cinco años, y 2,000 millones de
personas padecen anemia por falta de hierro; 880
millones de personas no tienen acceso a servicios básicos
de salud; y 2,000 millones de personas carecen de acceso a
medicamentos esenciales.
Cabe destacar que la falta de salud no es ni causa ni
efecto de la pobreza, es un componente más de la misma, un
hecho sustancial a ella y un parámetro que, quizás
como ningún otro, ayuda a identificarla.
I.2 LA POBREZA Y EL
DESARROLLO HUMANO
Uno de los enunciados sobre la pobreza señala que
es la carencia de recursos necesarios para satisfacer las
necesidades de una población o grupo de personas
especificas, sin tampoco tener la capacidad y oportunidad de
cómo producir esos recursos necesarios.
Sin duda la pobreza es relativa y se mide de diferentes
formas. Cualquier definición de pobreza exige el
análisis previo de la situación
socioeconómica general de cada área o
región, y de los patrones culturales que expresan el
estilo de vida dominante en ella.
Por ejemplo para un habitante de un país
desarrollado ser pobre talvez signifique no tener
automóvil, casa de verano, etcétera, mientras que
en un país no desarrollado, en vías de desarrollo o
subdesarrollado, signifique no tener que comer, vestir o con que
curarse. Sin embargo, en sus respectivas sociedades, ambos son
pobres, porque pertenecen al escalón más bajo de la
distribución del ingreso.
Una definición de pobreza de autor desconocido
dice" podemos adoptar como concepto de pobreza el que alude a la
insatisfacción de un conjunto de necesidades consideradas
esenciales por un grupo social específico y que reflejan
el estilo de vida de esta sociedad".
I.2.1 CARACTERISTICAS DE LA POBREZA
Las características de la pobreza son sus mismas
cualidades intrínsecas y va arraigada y sujeta a la falta
de uno u otro renglón socioeconómico:
- Falta de Salud.
- Falta de Vivienda.
- Falta de Ingresos.
- Falta de Empleo.
- Falta de Agricultura estable.
- Falta de Nutrición.
- Falta de Tecnología.
- Falta de Educación.
- Mortalidad infantil.
La pobreza es carencia de recursos para poder vivir, si
un recurso es faltante, el mismo cae en la categoría de
característica.
I.2.2 TIPOS DE POBREZA
Según varios autores y estudios del Banco Mundial,
el Banco
Interamericano de Desarrollo, y el Fondo Monetario
Internacional, existen dos tipos de pobreza bases: La Pobreza
Absoluta y La Pobreza Relativa.
Pobreza Absoluta:
En el primer caso se estipula que se debe diferenciar a
los pobres de los no pobres, estableciendo una canasta
mínima de consumo representativa de las necesidades de la
sociedad que se pretende analizar. Esta metodología permite detectar la pobreza
crítica, y dentro de ella la pobreza extrema.
La línea de pobreza crítica se determina
sobre la base del costo total de la
canasta de consumo, que incluye los gastos de
alimentación, vivienda, salud, vestido y otros. La
línea de pobreza extrema considera sólo los gastos
de alimentación.
Pobreza Relativa:
La pobreza relativa trata de que la misma es relativa de
las ciudades, campos, países, situaciones
geográficas, etcétera. Por ejemplo la pobreza en el
Desierto del Sahara es diferente a la pobreza en las
montañas de Constanza, o la de la urbe de Suiza, Noruega o
Suecia.
En ese sentido cada sociedad, cada país, o cada
"Modus Vivendi" tiene un nivel o canal de pobreza,
viéndolo desde el punto de vista de la relatividad de las
cosas.
Dentro de esta pobreza podemos subdividir la misma en
varios factores significativos para evaluar dichos niveles y
estándares.
Pobreza Educativa: La pobreza educativa como su
nombre lo manifiesta es la carencia de oportunidad de
educación tanto laboral, como
pedagógica. Se dice que los pobres educativos son las
personas de 15 años y más sin instrucción.
La misma se puede subdividir en dos grupos: Los Pobres Extremos
Educativos y Los Pobres Moderados Educativos.
Lógicamente ambos son segmentaciones de la
pobreza educativa, pero no indican que los pobres que padezcan de
cada una, o de solo una, deban padecer de otros tipos de pobreza
(Por eso, este tipo de pobreza esta situada en la pobreza
relativa).
Los Pobres Extremos Educativos, (Sin contar a los
indigentes), son los adultos con alguna instrucción pero
sin primaria completa.
Los Pobres Moderados Educativos, (Sin pobreza
extrema) son los que tienen la primaria, pero no tienen la
secundaria completa.
Pobreza de Espacio Habitacional: Esta pobreza es
una variante modificada del hacinamiento. El sobre-cupo es igual
a las personas que habitan en viviendas sobre ocupadas
(hacinadas), menos la capacidad de alojamiento, de acuerdo con
las normas de esas
viviendas, zonas, países, o regiones.
Muy separadamente de la realidad, las normas utilizadas
y estipuladas son las de Coplamar, o sea, dos personas por
habitación en el medio urbano, y en el medio rural, dos
personas y media por habitación.
Pobreza de Servicios: La indigencia de servicios
es la situación que pueden sufrir los habitantes de
viviendas que cuentan con los tres servicios básicos:
Agua, Drenaje y Electricidad, por
debajo de las normas y estándares debido a que en naciones
subdesarrolladas siempre careceremos de una o dos al mismo
tiempo, o paulatinamente.
Pobreza de Seguridad
Social: Es una de los tipos de pobrezas más
"relativos" que podemos citar, debido a que la sufren los que no
tienen esa seguridad
social requerida.
La misma no depende de la riqueza de un país, y
de la capacidad que tenga esa nación
de proveer la misma, en el entendido de que existen países
con una grave seguridad social, aunque tienen una infraestructura
de riqueza inconmensurable, y a su vez existen países con
zonas altamente pobres, pero tienen o han creado una seguridad
social estable, buena y sana.
La Globalización y la Privatización de ciertos renglones del
estado a dado
el nacimiento de lo citado anteriormente, donde el sector privado
ha identificado el problema, y la escasez y ha creado un negocio
al respecto (Administradoras de Fondos de Pensiones,
Administradoras de Salud Publica,
Administradoras de Seguridad Social).
En todos los países existen ya sistemas privados
de previsión, además de los sistemas
públicos de servicios sociales. Argentina,
Costa Rica,
Cuba, Uruguay,
Brasil,
Jamaica, las Bahamas y Barbados tienen los sistemas de seguridad
social más extensamente desarrollados.
En el caso de República Dominicana se esta
aplicando un nuevo régimen de Seguridad Social con la
entrada en vigencia de la Ley 87-01 que crea el Sistema
Dominicano de Seguridad Social.
Pobreza de Salud: La Pobreza de salud la arroja
un numero porcentual, y sale de la estimación de la
proporción de la población nacional de una zona,
nación, país, que las instituciones de salud del
sector publico no alcanzan a cubrir adecuadamente.
Se utilizan varios indicadores: Personal medico,
camas, equipos y recursos disponibles per capita.
Pobreza por Ingresos: También esta pobreza
se mide porcentualmente y es muy subjetiva, ya que es la
población que vive en hogares en los cuales el ingreso per
capita, es menor que la línea de pobreza per capita. Es
muy común y es tan relativa como su esencia ya que se
sufre hasta en países desarrollados con altos
índices de producto interno
bruto, y altos ingresos per capita.
I.3.1 MEDICION LA POBREZA A NIVEL DE UN
PAÍS
La manera más común de medir la pobreza es
a través de los niveles de ingreso o consumo.
A un individuo se le considera pobre si su nivel de
ingreso o consumo se sitúa por debajo de un nivel
mínimo que le permita satisfacer sus necesidades
básicas. A este nivel mínimo se le suele denominar
"línea de pobreza". Lo que es necesario para satisfacer
las necesidades básicas varía a través del
tiempo y las sociedades.
Por lo tanto, las líneas de pobreza varían
según el tiempo y el lugar, y cada país utiliza
líneas que son apropiadas en relación con su nivel
de desarrollo, normas y valores
sociales.
La información sobre el consumo y el ingreso
se obtiene a través de encuestas por
muestreo en
las cuales se hacen preguntas a las unidades familiares sobre sus
hábitos de gasto y fuentes de ingreso. Estos tipos de
encuestas se complementan cada vez más con técnicas
participativas, en las que se pregunta a los individuos
cuáles son sus necesidades básicas y cómo
definirían el término pobreza.
Lo que es interesante es que los resultados de nuevas
investigaciones demuestran un alto grado de concordancia entre
líneas de pobreza basadas en evaluaciones objetivas y
subjetivas de las necesidades.
I.3.2 MEDICION DE LA POBREZA A NIVEL
MUNDIAL
Cuando se estima la pobreza en el ámbito mundial,
se tiene que usar la misma línea de pobreza de referencia,
y expresarla en una unidad común a través de los
países. Por lo tanto, a efectos de agregar y comparar
datos en el
ámbito global, el Banco Mundial usa líneas de
referencia de US$1 y US$2 por día en dólares de
1993 en términos de la Paridad del Poder Adquisitivo
(PPA), donde este mide el poder adquisitivo relativo de las
monedas a través de los países.
Se ha estimado que en 1999, 1,200 millones de personas
en el mundo tenían niveles de consumo inferiores a US$1
por día, (23% de la población de los países
en desarrollo), y 2,800 millones de personas vivían con
menos de US$2 diarios. Estas cifras están por debajo de
las estimaciones anteriores, lo que indica que algún
progreso ha tenido lugar, pero siguen siendo demasiado altas en
términos de sufrimiento humano, y queda mucho por hacer. Y
se debe enfatizar que, para analizar la pobreza en un país
determinado, el Banco Mundial siempre usa líneas de
pobreza basadas en las normas de dicha sociedad.
Dado el tiempo que toma recopilar y sistematizar los
datos de las encuestas de los hogares, de donde son
extraídas las cifras anteriores, y la complejidad del
ejercicio de estimación, estas cifras aparecen con un
retraso y se actualizan solamente cada tres
años.
I.3.3 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA
POBREZA
Como mencionamos anteriormente la pobreza va relacionada
a varios factores:
- Analfabetismo.
- Problemas de Salubridad.
- Problemas de tierra, invasiones territoriales, y
problemas migratorios. - Alta dependencia en la Agricultura.
- Problemas de clima.
- Guerras varias.
- Problemas Gubernamentales (Gobiernos de Facto,
Dictaduras, Corrupción Gubernamental).
Varios análisis de organismos internacionales han
dado a entender que uno de los factores que más ha
provocado pobreza ha sido el de las guerras, las
cuales han dejado devastadas las zonas que actualmente sufren de
extrema pobreza. Este factor a degenerado precisamente por los
problemas generacionales de los territorios ocupados, y la
fertilidad minera, climática, y estratégica de los
territorios mismos.
Se pueden citar los ejemplos actuales de Irak,
Afganistán, Tayikistán, Pakistán, India y
Kuwait durante la Guerra del
Golfo, los cuales fueron devastados por sus minerales, y
mercado negro de
sustancias necesarias para la fabricación de medicamentos
o drogas como el
mercado negro del opio, que se cosecha en Afganistán y
llega a para a las calles de Holanda, Suiza, Suecia y Estados
Unidos.
El caso más latente y más cercano a
nosotros es la Republica de Haití, territorio devastado
primero por colonizadores Españoles, luego Franceses, y
más tarde por una clase social dominante Haitiana que no
preparo a un pueblo de descendencia esclava, para superarse y
desarrollarse humanamente.
En cada continente se registran periodos de
rápido crecimiento y otros de estancamiento o franco
retroceso. Aunque el nivel escogido como línea de pobreza
sea cuestionable tanto por su nivel (el famoso dólar per
cápita diario) como por el hecho de mantenerlo fijo
durante periodos bastantes largos es posible afirmar, con mayor
seguridad, que sí ha habido una reducción de la
extrema pobreza en el mundo.
En esa tendencia mundial han influido mucho las
reducciones de la pobreza en los llamados "Cinco Grandes de
Asia" que
incluye a China, India,
Pakistán, Indonesia y Bangla Desh y que alojan a 3/5 de la
población en países subdesarrollados y a dos
quintos de los pobres de ingreso.
Sin dudas nótese que las naciones mencionadas
anteriormente, son las mas pobladas de la tierra, como
también son las más pobres, pero no en recursos.
Entonces esto indica que los países más ricos del
mundo, como son el caso de Finlandia, Noruega, Portugal, Alemania,
Estados Unidos, Etcétera, no cuentan talvez con ciertos
recursos muy necesarios como los tienen estas naciones
pobres.
Debe recordarse que estas naciones nórdicas
europeas tienen varios meses de invierno y noches largas, lo que
implica un clima no apto para la agricultura y entonces no
cuentan con una agricultura manejable y barata.
I.3.4 LAS TENDENCIAS DE LA POBREZA
Los niveles de vida han
mejorado…
Los niveles de vida han mejorado drásticamente en
los últimos 30 años. El crecimiento de consumos per
capita en países en vías de desarrollo ha ascendido
de un 1.4% al año entre 1980 y 1990 y de un 2.6% entre
1990 y 1998. Como resultado millones de personas han superado su
situación de desesperante pobreza.
A pesar del progreso mencionado la población de
los países en vías de desarrollo ha crecido
rápidamente, pasando de 2,900 millones en 1970 a 5,100
millones en 1999, y muchas personas han seguido naciendo
pobres.
La proporción de la población mundial que
vive en extrema pobreza económica, definida como
subsistencia con menos de un dólar al día, (en
dólares del 1993, ajustados para explicar diferencias en
poder adquisitivo en los distintos países), ha descendido
de un 29% en 1990 a un 23% en 1999.
Verdaderos adelantos en indicadores sociales han
acompañado al crecimiento de los ingresos en
término medio. La mortalidad infantil ha descendido de un
107 por 1,000 nacimientos en 1970 a un 59 por 1,000 en
1999.
En general, la expectativa de vida ha aumentado de
cuatro meses cada año desde 1970. El crecimiento en
producción alimentaria ha superado substancialmente al
crecimiento de la población. Los gobiernos han informado
de un rápido progreso en matriculaciones de
educación primaria. El porcentaje de adultos que ya saben
escribir y leer también ha aumentado de 53% en 1970 a 74%
en 1998. Las diferencias de género se
han estrechado: la diferencia en el porcentaje de chicos a chicas
en educación primaria ha bajado de 11 en 1980 a 5 en 1997.
Hoy en día el mundo en vía de desarrollo es
más sano, está mejor alimentado y está mejor
educado.
… pero grandes disparidades regionales
todavía persisten
Mientras la reducción de la pobreza ha progresado
a nivel mundial, esta reducción no ha sido uniforme, y
grandes disparidades regionales todavía
persisten.
La pobreza está creciendo rápidamente en
Europa y Asia Central y continúa creciendo en
África Subsahariana, extendiéndose hacia América
Latina.
En Asia, donde viven la mayoría de los pobres, la
proporción de personas que viven en pobreza ha descendido
dramáticamente en las últimas décadas, pero
la reciente crisis
está parando el progreso. Alrededor de 490 millones de
personas todavía viven en pobreza en Asia del
Sur.
I.4.1 LA CRECIENTE DESIGUALDAD ECONÓMICA ENTRE
LAS NACIONES
Como indica un reciente estudio del Banco Mundial, "La
divergencia en el ingreso per cápita es la
característica dominante de la economía
moderna".
Según una estimación, la relación
entre el ingreso per cápita de los países
más ricos y el de los más pobres aumentó de
11 en 1870 a 38 en 1960 y a 52 en 1985. Esta relación
divergente entre el crecimiento y el nivel inicial de ingreso per
cápita no sólo se da en estos casos extremos, sino
que en general es empíricamente válida en una
muestra de 117 países.
En promedio, los países que eran más ricos
al comienzo crecieron con mayor rapidez.
En 1960, el 20% más rico de la población
mundial registraba ingresos 30 veces más elevados que los
del 20% más pobre. En 1990, el 20% más rico estaba
recibiendo 60 veces más. Esta comparación se basa
en la distribución entre los ingresos per cápita
promedio de países ricos y pobres. La cifra más
reciente pone la comparación entre esos "20%" extremos en
82 veces para 1995.
La concentración del ingreso y la riqueza es
excepcional, las cifras revelan una situación nueva: Las
tres personas más ricas tienen activos que
superan el PIB combinado
de los 48 países menos adelantados. Las 15 personas
más ricas tienen activos que superan el PIB total del
África al sur del Sahara. La riqueza de las 32 personas
más ricas supera el PIB total del Asia Meridional. Los
activos de las 84 personas más ricas superan el PIB de
China, el país más poblado, con 1,200 millones de
habitantes.
Se estima que el costo de lograr y mantener acceso
universal a la enseñanza básica para todos,
atención básica de salud para todos,
atención de salud reproductiva para todas las mujeres,
alimentación suficiente para todos y agua limpia y
saneamiento para todos es aproximadamente de US$44,000 millones
al año. Esto es inferior al 4% de la riqueza combinada de
las 225 personas más ricas del mundo.
Actualmente la riqueza neta de las 10 personas
más opulentas es de US$133,000 millones, 1.5 veces mayor
que el ingreso nacional conjunto de todos los países menos
adelantados.
Hace poco hemos sido testigos de cómo un
multimillonario, el dueño de CNN, Ted Turner, ha donado
US$1,000 millones a las Naciones Unidas;
una cifra similar a la que los Estados Unidos de
Norteamérica le restringe a ese organismo como medida para
exigir una reorientación de su accionar.
Una sola persona y la primera potencia del
mundo juegan con cifras de similar orden de magnitud cuando se
trata de apoyar o influir en el organismo mundial
políticamente más importante.
Se ha estimado por varios organismos internacionales que
el costo adicional de prestar los servicios sociales
básicos que faltan en todo el mundo llega a unos US$40,000
millones por año hasta el 2005. Eso es menos que el 0.2%
del ingreso mundial, o alrededor del 1% del ingreso de los
países subdesarrollados.
Ese acceso universal a los servicios básicos
podría obtenerse recurriendo a los propios presupuestos
de los países pobres por un monto equivalente 3/4 del
total y a los apoyos de los países ricos en los 10,000
restantes.
Dejando de lado los servicios, si quisiéramos
poner a todos los pobres extremos del mundo exactamente en la
línea de pobreza internacionalmente considerada, la cifra
que habría que redistribuir anualmente es aproximadamente
la misma: US$40,000 millones.
Sumando servicios sociales e ingresos mínimos
estamos ante menos que el 0.5% del ingreso mundial y, como indica
el PNUD, es menos que el patrimonio
neto combinado de los siete hombres más ricos del
mundo.
El costo de la enseñanza básica adicional
para que todos en el mundo la tengan es estimado en US$6,000
millones, cifra inferior al gasto en cosméticos en los
Estados Unidos de Norteamérica que se estima en US$8,000
millones. El costo adicional de darle agua y saneamiento a todos
en el mundo se estima en US$9,000 millones mientras el gasto en
helados en Europa es de US$11,000 millones.
Algunas cifras sobre el costo de erradicar la extrema
pobreza en América
Latina han sido materia de
nuestra reflexión. Elevar los ingresos de todos los pobres
del continente a un nivel inmediatamente por encima del umbral de
pobreza costaría sólo un 0.7% del PIB regional, lo
que equivale a un impuesto sobre la
renta de 2% aplicado a la quinta parte más rica de la
población.
La situación de desigualdad puede verse de otra
manera. La riqueza del mexicano más rico ascendía
en 1995 a 6,600 millones de dólares, igual al ingreso
combinado de los 17 millones de mexicanos más
pobres.
Sin duda, una vía importantísima de
enfrentamiento de la pobreza extrema en América Latina es
la redistributiva. Por el sólo crecimiento se
requeriría más de un siglo para erradicar la
indigencia de nuestro subcontinente. Esto no quiere decir que el
crecimiento no es conveniente; pero sí que lo es debido a
que facilita la redistribución, no porque por sí
mismo enfrenta el problema de manera adecuada y rápida. En
ese sentido, el acento en el crecimiento como condición de
redistribución sólo oculta la resistencia a
compartir que invade a todos los estratos socioeconómicos
de nuestros países. Los estratos menos ricos absorben una
inmensa proporción de lo que pagan los más ricos
como impuestos. No hay
una resistencia a redistribuir sólo en los estratos de
más altos ingresos.
Quizá, la resistencia sea proporcional a lo que
se tiene, pero esto debe ser materia de estudio más
preciso que escapa a las posibilidades en este
trabajo.
Actualmente 150 millones de personas, uno de cada tres
habitantes de la región vive bajo condiciones de pobreza
extrema, definida por un ingreso inferior a US$2.00 por
día. Se ha estimado que un 1% anual de crecimiento en el
consumo per cápita resulta en una declinación de la
pobreza de entre 1.5% y 4.0%.
Con una tasa de crecimiento sostenida de 3%, algunos
países podrían eliminar la pobreza extrema en 60
años mientras a otros les tomaría 200 años,
y en ciertos casos hasta 400 años, de acuerdo a un estudio
del BID. Sin embargo, el valor de las
transferencias necesarias para erradicar la pobreza extrema en el
corto plazo se cifra sólo entre el 0.5% y el 1.0% del
Producto Interno Bruto (PIB), asumiendo que los recursos pudieran
ser asignados con un 100% de precisión entre los
afectados.
I .4.2 LA LUCHA CONTRA LA POBREZA
MUNDIAL
La Lucha contra la pobreza abarca tres grandes
renglones, ya que:
- Los países en vías de desarrollo tienen
que embarcarse en estrategias que
les ayudarán a conseguir estos objetivos.
Los miembros de gobierno
tendrán que prestar particular atención en
áreas de pobreza y desarrollo
social. - Los donantes y las agencias internacionales deben
apoyar a los países que demuestran determinación
en adoptar los retos de los objetivos para el siglo
XXI. - Las agencias internacionales deben trabajar con
países en vías de desarrollo para fortalecerles
la capacidad de observar el progreso en los resultados. Esto
requerirá asegurar que la infraestructura estadística en países claves sea
adecuada para realizar encuestas y analizar los resultados,
además de asegurar que hay capacidad para realizar
estudios participatorios y escuchar la voz de los
pobres.
Se necesita primordialmente mejorar dos aspectos:
Aceleramiento del crecimiento
económico y Aceleración del desarrollo
social.
Acelerar el crecimiento
económico
El crecimiento es el arma más poderosa en la
lucha para mejorar la calidad de
vida. Un crecimiento más rápido
requerirá políticas
que estimulen la estabilidad macroeconómica, que muevan
recursos hacia sectores más eficientes y que se integren
con la economía global.
Con el crecimiento económico debe venir el
mejoramiento de la distribución del ingreso y la riqueza.
Los beneficios del crecimiento para los pobres pueden erosionarse
si la distribución del ingreso empeora. Sin embargo, las
políticas dirigidas a una mejor distribución del
ingreso no se han entendido bien; por lo tanto, aprender
más sobre el impacto de estas políticas sobre la
distribución debe ser prioritario.
Aceleración del desarrollo
social
Se debe acelerar el desarrollo social. Los indicadores
sociales se beneficiarán de los adelantos en el
crecimiento económico y en la distribución del
ingreso y de la riqueza, pero todavía queda espacio para
políticas que se centran en intervenciones que tienen gran
impacto sobre la salud y la educación. Las
prioridades en la lista son la educación femenina, el
acceso a agua potable y salud, la inmunización para los
niños, así como la protección de los
más vulnerables.
I.4.3 MEDIDAS PARA REDUCIR LA POBREZA Y LA
DESIGUALDAD
- El bienestar social debe basarse en el logro de dos
objetivos: crecimiento e igualdad. - Las políticas económica y social deben
aplicarse conjuntamente con objeto de crear una sociedad
igualitaria; - Los formuladores de política deben pensar no
solamente en políticas y programas
sociales para los sectores más pobres, sino
también (lo que es aún más importante) en
políticas y programas sociales elaborados con la
participación y el aporte de los más
pobres. - Es más económico promover programas
sociales dirigidos hacia cierta área geográfica
que hacia un grupo poblacional específico. - Las prácticas éticas y de
anticorrupción son críticas para construir un
gobierno sólido y transparente. - La lucha contra la pobreza debe incluir la lucha
contra la asignación incorrecta de los escasos recursos
públicos.
Las inversiones
sociales deben tener como objetivo
satisfacer las demandas sociales, es decir, el conjunto de
necesidades básicas definidas según los criterios
de los más pobres.
Se necesita una mejor coordinación institucional entre los
organismos públicos y privados que luchan contra la
pobreza. El Estado debe estimular las inversiones privadas para
generar puestos de trabajo en las áreas más pobres,
con el fin de crear bienestar para todos; y la falta de
información significa que no todos los más pobres
tienen acceso a los programas sociales, por lo que los gobiernos
y las organizaciones
sin fines lucrativos deben invertir en la difusión de
oportunidades de bienestar.
I.5
OBJETIVOS PARA EL SIGLO XXI
El Día Internacional para la Erradicación
de la Pobreza ha sido observado cada año, a partir de
1993, el 17 de Octubre, desde su declaración por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución
47/196, con el propósito de promover mayor conciencia
sobre las necesidades para erradicar la pobreza y la indigencia
en todos los países, en particular en los países en
desarrollo, necesidad que se ha convertido en una de las
prioridades del desarrollo.
En la Cumbre del Milenio, los jefes de estado y de
gobierno, se comprometieron a reducir a la mitad, hasta el
año 2015, el porcentaje de las personas que viven en la
indigencia cuyos ingresos sean inferiores a US$1 por
día.
Actualmente, el índice de la reducción de
la pobreza no ha logrado alcanzar un tercio de las metas
establecidas.
De acuerdo con la declaración, el Fondo Monetario
Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE), los Naciones Unidas y el
Banco Mundial han ideado un sistema comprensivo de ocho metas, 18
objetivos y más de 40 indicadores para determinar el
progreso.
Las ocho metas son:
- Erradicar la extrema pobreza y el hambre.
- Lograr una educación primaria
universal. - Promover la igualdad de las mujeres y
empoderarlas. - Reducir la mortalidad infantil.
- Mejorar la salud materna.
- Combatir el VIH/SIDA, la
malaria y otras enfermedades. - Asegurar la sostenibilidad ambiental.
- Forjar una colaboración mundial para el
desarrollo.
Estos objetivos son expresados en términos
globales pero tienen que ser seguidos por cada país.
Alcanzar estas metas requerirá construir gobiernos
efectivos y democráticos, proteger los derechos humanos
y respetar las leyes. El Banco
Mundial vigilará sistemáticamente el progreso
realizado hacia el cumplimiento de estos objetivos en los
países a los que ayuda.
I.5.1 SOBRE LA POBREZA MUNDIAL
La globalización del comercio y el
aumento del flujo de capitales que ha caracterizado al mundo en
los últimos años, si bien han venido
acompañados de un crecimiento económico sin
precedentes como se ha señalado antes, han profundizado la
brecha entre las naciones ricas y pobres.
Las nuevas
tecnologías han traído una creciente
concentración del poder financiero y económico que
ha expuesto a las naciones a una extrema vulnerabilidad ante las
crisis económicas y financieras.
Si bien éstas han aumentado la productividad y
creado nuevos tipos de trabajo, no han permitido distribuir las
ganancias de manera equitativa y al mismo tiempo, han determinado
la desaparición de una gran cantidad de puestos de
trabajo.
La globalización ha incrementado el poder e
influencia de las corporaciones multinacionales y de los
especuladores y manipuladores de los mercados de
divisas, a expensas de los gobiernos nacionales.
En las últimas décadas, el 5% más
pobre de la población mundial perdió más de
la cuarta parte de su poder adquisitivo, mientras que el 5%
más alto de esa población, aumentó su
ingreso real en un 12%. El ingreso nacional per cápita de
los veinte países más ricos del mundo es 37 veces
mayor que el de los 20 más pobres, una brecha que se ha
duplicado en los últimos 40 años. Aun a pesar del
gran crecimiento económico registrado en un periodo
similar como se indica anteriormente.
Los Estados nacionales son los llamados a asegurar que
la
globalización redunde en interés de
toda la comunidad mundial
y no solamente de los intereses del gran capital de las
multinacionales.
Una de las medidas más importantes que debe
adoptarse para ayudar a los gobiernos en todo el mundo a combatir
la pobreza, es la de adecuar las estructuras de
una serie de organismos multilaterales como son el FMI, el Banco
Mundial y la OMC, a los
requerimientos de las realidades de los países más
pobres.
Los papeles del FMI y del Banco Mundial se han
confundido debido a la práctica de imponer una
condicionalidad cruzada como requisito del uso de sus facilidades
crediticias. Los programas de créditos deben de ser flexibilizados y
reorientarse más hacia los proyectos en las
áreas sociales, que elevan la educación, la salud y
al combate a la pobreza.
Otra medida de gran importancia es que los gobiernos
nacionales adopten planes de estabilización
socioeconómica que utilicen instrumentos de política
económica que no profundicen las desigualdades
sociales y la pobreza. En particular, los gobiernos deben
utilizar instrumentos que contrarresten la tributación
regresiva, la volatilidad de los mercados de divisas y los
movimientos especulativos de capitales y sus repercusiones sobre
las tasas de
interés. Además, deben procurar que los
programas de estabilización de las economías
afecten lo menos posible los gastos en obras de infraestructuras
prioritarias y en áreas tales como sanidad,
educación, nutrición y vivienda.
II.1 LA POBREZA EN REPUBLICA
DOMINICANA
Podríamos decir que en nuestro país el
índice de pobreza alcanza niveles extremos y en algunos
casos alarmantes; sin embargo, ante esta problemática,
todos los sectores gubernamentales, empresariales y
constitucionales mantienen la lucha incesante para proporcionar
una mejor calidad de vida a
toda la población en igualdad de condiciones.
Características
Entre las características más importantes de la
pobreza que pudiéramos mencionar:
- El analfabetismo.
- El desempleo.
- La desnutrición.
- Falta de servicios básicos.
- Condición sanitaria deplorable.
- Mortalidad infantil.
- Emigración.
Dimensión de La Pobreza
La problemática de este cáncer que solo
vemos en nuestros barrios marginados, campos e instituciones como
las cárceles y hospitales públicos, registran altos
porcentajes de crecimiento.
En las últimas décadas nuestros servicios
básicos han decaído en un 60%. Gracias a la falta
de seguimiento de nuestras autoridades no existen sistemas
pluviales adecuados, una vez que enfrentamos lluvias, nuestras
vías de acceso se inundan provocando entaponamientos y
deslizamientos de tierras en los lugares bajos de nuestro
territorio.
En cuanto a salud y mortalidad infantil y adulta, las
cifras hablan de que el 18% al 20% en niños que son
abandonados en centros públicos con SIDA a causa de la
irresponsabilidad de los padres.
El desempleo generalizado en muchos sectores de la
sociedad, da lugar a la emigración incesante en busca de
nuevas oportunidades. Estas por lo general se hacen en
embarcaciones pequeñas sobrecargadas, donde los
tripulantes arriesgan sus vidas y sus propias esperanzas de
ayudarse y brindarles una vida decente a los familiares que
aquí dejan. El porcentaje sin lugar a especulaciones es de
hasta un 6% anual.
II.1.1 LUCHA CONTRA LA POBREZA EN REPUBLICA
DOMINICANA
En los últimos tiempos nuestro país ha
sufrido una serie de transformaciones, que van desde la
caída de una dictadura de
30 años, golpe de estado
en 1963, una Guerra civil en 1965, luego 12 años de un
gobierno con los remanentes de la tiranía mas arriba
mencionada hasta llegar a una etapa de democratización
donde se empezó a tener nuevos aires para el país,
no obstante, este periodo trajo consigo una nueva ola de
corrupción, provocando endeudamientos insostenibles para
la débil economía de entonces.
Los últimos Gobiernos que se han sucedido,
incluido el actual, cambiaron el estilo de dirigir el estado y
sus lideres se han empeñado en difundir y dar a conocer
nuestro país como una fuente de inversión de la industria, la
minería,
el turismo, la
agricultura, manufactura,
salud, educación y el deporte.
En los dos recientes períodos nuestra
economía ha experimentado un crecimiento de hasta un 7%,
convirtiéndonos en el país caribeño
más sólido, lo que asegura a los inversionistas
nacionales y extranjeros la garantía de sus
proyectos.
Los centros docentes han sido automatizados
tecnológicamente con laboratorios de computadoras
destinados a fomentar la capacidad y desarrollo de los
estudiantes.
Construyendo nuevas instalaciones de salud y equipando
las ya existentes nos acercamos cada vez mas, a la
optimización de estos servicios básicos.
Se han revisado los sueldos de profesionales como
médicos y maestros garantizándoles empleos y
calidad de vida en esas áreas.
Existen acuerdos cumplidos o en vías a serlo con
nuestros productores agrícolas y ganaderos, donde el
estado se compromete a protegerlos, velando por su estabilidad y
facilitando sus operaciones,
gracias a la tasa cero en impuestos para traer maquinarias y
equipos del sector, además de saber que lo producido por
ellos consume en su país con miras a exportaciones.
A principios del 2003 dio inicio la
implementación de la nueva ley de seguridad social que
tiene por objeto establecer el Sistema Dominicano de Seguridad
Social (SDSS), para desarrollar los derechos y deberes
recíprocos del estado y de los ciudadanos en lo
concerniente al financiamiento
para la protección contra riesgos de vejez,
discapacidad,
cesantía por edad avanzada, sobrevivencia, enfermedad,
maternidad, infancia y
riesgos laborales.
El deporte es un renglón que aún requiere
de mucha atención, sin embargo, tenemos el caso de
nuestros peloteros, por citar un ejemplo, que han puesto en alto
y en la geografía universal
el punto de la República Dominicana visible.
II.1.2 PROPUESTA DEL BANCO MUNDIAL SOBRE LA POBREZA
EN REPUBLICA DOMINICANA
En su plan contra la
pobreza El banco mundial Propone un plan para asumir a toda la
isla como una unidad. El informe relaciona por primera vez la
pobreza
Dominicana con la Haitiana.
Propone combatir la pobreza concibiendo la isla como un
todo. Las conclusiones señalan que las condiciones de vida
de la población pobre se aliviarían si mejora la
situación económica en Haití.
Al hablar de pobreza siempre cabe la duda de sí
hay algo nuevo luego de los estudios, mapas y
publicaciones que se han hecho.
El reporte No. 21306, del 20 de febrero del 2001 del
Banco Mundial, se basa en cuatro encuestas de hogares:
- La Encuesta
Nacional de Ingreso-Consumo de 1986, realizada por Tufts
University, - La Encuesta de Ingresos y Gastos de 1992 desarrollada
por la Fundación Economía y
Desarrollo, - La Encuesta Demográfica y de Salud de 1996,
conducida por el Centro de Estudios sociales y
Demográficos, y - La Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los
Hogares, de 1998 realizada por el Banco Central.
Independientemente de lo justificadas que estén,
las conclusiones de ese informe darán pie a los argumentos
de quienes critican la pretensión de gobiernos y
organismos internacionales para que República Dominicana
asuma, por sí sola, la responsabilidad por la situación de pobreza
del país limítrofe.
El reporte del BM da un giro de 180 grados al tema de la
pobreza en el país. Según este informe "En el largo
plazo, la única forma de solucionar el problema de
inmigración y, por tanto, de ayudar a los
dominicanos pobres, es mejorando las condiciones
económicas de la isla La Española como un todo"; es
decir, Haití y República Dominicana.
Cabe recordar a este respecto que el Presidente
Mejía ha dicho en diversos foros internacionales que se
requiere la colaboración de la comunidad internacional
para hacerle frente a la pobreza en Haití. Los dominicanos
no pueden por si solos, e incluso se ha hecho eco de la
iniciativa de condonar las deudas externas de ambos países
para constituir un fondo de desarrollo fronterizo. El Presidente
Mejía ha sido reiterativo en que "No cargará
sólo el muerto de Haití".
Adicionalmente, el Consejo Nacional de la Empresa
Privada se pronunció también en términos
análogos. "La suerte y futuro de ese país
(Haití) están vinculados al nuestro". Pero
lamentablemente, no hemos sido exitosos en lograr que la
solidaridad continental o internacional centre su atención
en la necesidad de cooperar más eficientemente con el
país hermano, de modo que la carga de su subdesarrollo
no recaiga tan pesadamente sobre la República Dominicana.
Pero la propuesta del BM no se refiere explícitamente al
grupo de países amigos de Haití y tampoco a la
comunidad internacional cuando propone una mejoría en las
condiciones económicas de ambas republicas isleñas
a la vez.
El Reporte sobre la pobreza Dominicana se limita a decir
que dado que las políticas en una parte de la isla tienen
efectos en la pobreza de la otra parte, debido a los
vínculos migratorios, deberían considerarse
políticas que combaten el problema de la pobreza en la
isla como un todo. Por tanto, medidas para reducir la pobreza en
Haití deben ser pensadas como parte del paquete de
políticas de reducción de la pobreza
incrementaría su efectividad. Evidentemente lo anterior
implica ineludiblemente una nueva perspectiva y
comprensión del problema.
Un cambio en el
enfoque de los esfuerzos desde el desarrollo
económico y político de la República
Dominicana hacia el de la isla La Española podría
fomentar la promesa de ayuda económica conjunta para
desarrollar estrategias para proyectos de desarrollo
económico regional.
Aún cuando no lo dice explícitamente, el
reporte del BM deja implícito que este cambio de enfoque
debe realizarlo el Gobierno Dominicano, más que una
comunidad internacional a la que, dicho sea de paso, no se
refiere explícitamente en ningún
momento.
Una de las principales conclusiones del documento del BM
es que los niveles de pobreza han descendido en el país,
pero varían significativamente si se trata
únicamente de la pobreza de nacionales Dominicanos o de
estos junto a los haitianos que residen en suelo Dominicano.
En cualquier hipótesis, la pobreza va en descenso en el
país.
De acuerdo al estudio del BM la tasa de pobreza para la
población Dominicana ha descendido sucesivamente de 37%
entre 1986 y 1992, y 35% en 1996, a 29% en 1998, Sin embargo, si
incluimos los 500,000 Haitianos y Haitianos-Dominicanos,
equivalentes al 6% de una población total de 8.6 millones
que se estima viven en el país, entonces esas tasas suben,
aun cuando siguen en descenso en el tiempo. La tasa de pobreza
para la población total en el país arroja estos
resultados: 41.6% en 1986, 39% en 1996, y 31%, 2% más que
si fuera solamente la población dominicana, en
1998.
Este resultado indica que el notable crecimiento
posterior a 1991 ha alcanzado los segmentos más pobres de
la población. El crecimiento económico ha sido la
fuerza motriz
que ha impulsado la reducción de la pobreza. A este
propósito, recuérdese que el Producto Interno Bruto
del País creció durante el periodo 1992 al 1999 a
un ritmo promedio de 6.40
Otro aspecto novedoso del informe es la propuesta que el
BM hace al Gobierno Dominicano para combatir la pobreza. No tanto
porque reitera que hay que profundizar las reformas
económicas estructurales, sino porque le pide que preste
especial atención a la población Haitiana y a sus
descendientes.
La legalización de los Haitianos-Dominicanos que
han residido por años en la República Dominicana,
aliviaría la pobreza en esta al darles acceso a los
servicios de educación y salud y permitirles beneficiarse
de los mayores salarios pagados
a los trabajadores dominicanos no calificados. Correlativamente,
la adopción
de una política de migración
es considerada como un preámbulo de acuerdos bilaterales
de trabajo para inmigrantes que permitirá manejar mejor el
flujo futuro de trabajadores inmigrantes haitianos.
Según el estudio del BM, el arriendo reciente de
las plantaciones azucareras del antiguo Consejo Estatal del
Azúcar
(CEA), donde vivía la mayoría de la
población haitiano-dominicana, aunque necesaria, no ha
estado acompañada de medidas de manejo social.
Consecuentemente, los hombres haitianos-dominicos han
migrado hacia centros urbanos y trabajan en la construcción y servicios. Las mujeres y los
niños son dejados en los bateyes, lo cual crea un foco
adicional de pobreza.
II.1.3 CRECIMIENTO ECONOMICO, POBREZA
Y VIOLENCIA
Hay un vínculo existente entre pobreza y delincuencia y
entre pobreza y violencia, sin entrar en detalles sobre el
carácter multidimensional y al mismo tiempo multicausal
del fenómeno. Además, el enfrentamiento de la
violencia tiene un contenido ético. La misma sociedad
sufre una derrota moral, cuando parte de sus niños,
adolescentes y
jóvenes se incorporan a la vida delictiva, unos por un
problema de supervivencia estrictamente económico y
social, y otros, sin más criterios que no sean los de
obtener dinero de
forma rápida y fácil.
Los países que tienen menor población
viviendo en la pobreza, tienen tasas bajas de homicidio. En
sentido general, en los países donde se combinan los tres
factores: alto ingreso per cápita, mejor
distribución del ingreso y menor población viviendo
en la pobreza, tienen tasas más bajas de
violencia.
En el caso Dominicano todos los indicadores parecen
justificar la alta tasa de violencia.
En la República Dominicana, si se quiere combatir
la pobreza con eficacia deben
operarse variaciones sustanciales. El mejoramiento del gasto
social/cápita no sólo debe depender del crecimiento
del PIB, sino de cambios en la naturaleza del
gasto
público y en la relación gasto
público/PIB.
Hasta ahora, el Estado ha asumido el rol de motor fundamental
del crecimiento económico, a través del gasto de
inversión y manteniendo muy baja la carga fiscal en
desmedro del gasto social y del gasto público en materia
de orden y justicia. Esta situación debe cambiar. Es
urgente la creación de condiciones favorables que
garanticen la seguridad ciudadana en el sentido amplio de la
palabra. Para lograrlo, debe mejorar de manera eficaz la
educación, la salud, crear más oportunidades de
trabajo, fortalecer los mecanismos que preserven el orden
público, sanear cada vez más la justicia, el
sistema carcelario, el sistema policial, generar empleos
productivos y dignamente remunerados, en general, combatir la
pobreza con planes integrales de
desarrollo, adecuar y modernizar las instituciones para hacerlas
más estructurales y funcionales.
II.2
POBREZA CON CRECIMIENTO ECONOMICO:
EL CASO DOMINICANO
El fenómeno de la pobreza se manifiesta cuando
"algunos miembros de la sociedad no tienen las oportunidades de
disfrutar de una vida digna con niveles adecuados de
nutrición, salud, esperanza de vida y educación",
algo relacionado de forma directa con la capacidad de un
individuo para satisfacer cierto nivel de consumo que le
proporcione lo básico para subsistir. En este sentido, el
ingreso personal permite realizar un análisis indirecto de
la pobreza.
Privación material y bajos niveles de
instrucción y salud son aspectos que engloban el concepto
tradicional de pobreza.
Sin embargo, según Amartya Sen, no se deben
olvidar otras formas de privación que limitan la capacidad
personal, las libertades sustantivas que permiten disfrutar un
estilo de vida valioso, como vulnerabilidad, exposición
al riesgo, falta de
representación e impotencia. Las líneas de pobreza
representan una escala crítica de consumo o ingreso por
debajo de la cual los individuos se declaran pobres, según
el costo de las necesidades básicas.
II .2.1
DESIGUALDAD Y CONCENTRACIÓN DEL INGRESO
El ingreso es un medio destacado para aumentar las
opciones de la población y se usa en el IDH como medida de
un nivel de vida decoroso mediante el PIB per cápita
(Paridad del poder adquisitivo en dólares). Sin embargo, a
lo largo de la historia se le ha otorgado distinta relevancia a
la desigualdad entre países e individuos. Los economistas
del desarrollo se han preocupado por el crecimiento y la
disminución de la pobreza y han restado importancia a la
desigualdad, ya que para los estudiosos de la postguerra del
siglo XX, la desigualdad ayuda a aumentar el crecimiento al
concentrar el ingreso en los ricos, que ahorran e invierten
más, y al incentivar a las personas a esforzarse, innovar
y asumir riesgos
productivos.
Hoy día son muchos los que piensan que la cadena
de causación funciona en sentido contrario: la desigualdad
afecta directamente la tasa y la calidad del crecimiento
económico.
En la actualidad, el PNUD remarca la importancia de la
desigualdad, ya que puede aumentar los efectos que tienen las
fallas del mercado y las políticas en el crecimiento y,
por tanto, las tasas de pobreza. En los países pobres (con
deficiencias institucionales y de mercado) la desigualdad se
convierte en un problema. Aunque el crecimiento no es
condición suficiente para impulsar el desarrollo
humano y reducir la pobreza de ingreso, es condición
necesaria para que ese desarrollo sea sostenible.
Además, aunque exista crecimiento y los pobres
proporcionalmente se beneficien, permitirá reducir menos
la pobreza donde la desigualdad sea más
significativa.
Por otro lado, la desigualdad es la principal causa de
tensiones sociales, lo que se deriva en inestabilidad
política y en el desgaste del capital social y el sentido
de responsabilidad ciudadana. Suele provocar la pérdida de
confianza en las instituciones democráticas.
El PNUD afirma que sociedades más desiguales
tienden a crear grupos excluidos de las oportunidades que otros
disfrutan, al no desarrollar toda su capacidad productiva. Esto
afecta el potencial económico agregado del país y,
en consecuencia, su producto bruto y la tasa de crecimiento.
También destaca cómo las altas tasas de desigualdad
distributiva influyen en un bajo efecto del crecimiento para los
sectores más pobres y cómo el crecimiento puede
resultar más equitativo al reducir las desigualdades en el
acceso a activos y oportunidades.
Se da pues la correspondencia del ciclo virtuoso: si no
existen sinergias entre crecimiento, equidad, reparto y mejoras
de la política
social, por mucho crecimiento económico que se
produzca, terminará por estancarse la línea
ascendente de éste.
Si, además, se entiende el crecimiento
económico dentro de los cuatro paradigmas
básicos del desarrollo para el PNUD (productividad,
equidad, sustentabilidad y facultamiento), el crecimiento
más que un índice contable se convierte en un medio
para conseguir el desarrollo humano sustentable. Los
últimos informes del
Banco Mundial recogen estos paradigmas, convencido de que el
crecimiento no implica una relación directa con el
desarrollo humano, sino una de las potencialidades para que
éste se produzca; de ahí su estrategia para
reducir la pobreza según tres líneas
básicas: promover las oportunidades, el facultamiento de
la ciudadanía y la seguridad.
II.2.2 CRECIMIENTO ECONÓMICO Y
REDUCCIÓN DE LA POBREZA
El crecimiento económico en la República
Dominicana debe ser sostenido y sus beneficios distribuidos al
30% de la población la cual vive en la pobreza.
Durante casi una década, la República
Dominicana ha disfrutado de un alto crecimiento económico,
convirtiéndola en la envidia de sus países vecinos
en América Latina. El crecimiento reduce la pobreza; sin
embargo, todavía existe mucha pobreza, sobre todo cuando
la comparamos con la de otros países tales como los de
Asia Oriental que tienen tasas de crecimiento
similares.
El crecimiento económico sostenido es un
pre-requisito para mejorar la calidad de vida de los pobres, pero
no se garantiza una tasa creciente continua. Por lo tanto, la
República Dominicana debe consolidar la reforma de las
políticas y de las instituciones económicas, que
son la base para el crecimiento de esta década, y la
aplicación en el sector industrial y agrícola, que
son los sectores económicos que no han tenido crecimiento
o competitividad.
También debe de hacer sostenible el crecimiento
económico, el reforzamiento de las instituciones y prestar
mas atención ante la vulnerabilidad del país a los
desastres
naturales, a las sacudidas económicas y a la
degradación del capital humano y
la base de los recursos
naturales.
Finalmente, se debe dar asistencia donde está
centralizada la pobreza en las zonas rurales, el área de
la frontera con Haití y en las comunidades de los
bateyes.
El turismo, las zonas francas y las telecomunicaciones han sido las principales
fuentes de crecimiento en la economía dominicana. El
crecimiento estelar de estos sectores en dicha economía,
aunado a los flujos continuos de remesas y al aumento en las
construcciones, ha disminuido la necesidad de nuevas reformas
económicas. Las ineficiencias ocultas y el proteccionismo
en sectores como la agricultura y la industria, han dejado al
país mal preparado para enfrentar con un lento crecimiento
económico o con sacudidas económicas extranjeras.
Como resultado, la competitividad de la República
Dominicana frente a otros países ha disminuido y ha
perdido la oportunidad de que los pobres puedan beneficiarse en
una mayor medida a pesar del aumento en los gastos sociales y
desarrollo de sectores productivos más accesibles a las
zonas rurales pobres.
Deben haber reformas de Políticas
Económicas Claves. El clima de inversión y las
políticas de comercio deberán mejorarse, para que
sirvan de base a la expansión en la creación de
oportunidades de empleos, especialmente en turismo, agro empresas, micro
industria y desarrollo de pequeños negocios. Las
políticas del sector fiscal y financiero limitan el
desarrollo e inversión comercial, disminuyen la competencia e
incrementan el riesgo a los ahorrantes e inversionistas. El
crecimiento de pequeños negocios y microempresas
está restringido por: falta de crédito, altas tasas de interés,
falta de supervisión adecuada en las instituciones
financieras para micro y pequeñas empresas, habilidad
empresarial insuficiente, poco acceso a la tecnología, y
requisitos burocráticos. Políticas
energéticas defectuosas son la mayor carga para la
competitividad, particularmente en las zonas rurales.
Recientemente, el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) revelo que a pesar del
espectacular crecimiento económico de la segunda mitad de
los noventa, el país retrocedió ocho posiciones en
el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Esto no quiere decir
que el país experimento un retroceso absoluto de la
calidad de vida, pero por lo menos uno relativo comparado con los
demás países. Además de preocupante, la
revelación es intrigante ¿Cómo fue posible
que mientras la Republica
Dominicana sobrepaso a casi todos los países del mundo
en crecimiento económico, se quedo atrás en materia
de calidad de vida de sus ciudadanos? Con mucha razón,
algunas voces han indicado que el Estado no ha jugado el rol
redistributivo que le corresponde, denunciando la ausencia de
políticas sociales efectivas que contribuyan a reducirla
pobreza.
A juzgar por las cifras, además de frágil,
el crecimiento se ha concentrado en sectores de escasa
generación de empleos como telecomunicaciones, comercio y
servicios a estratos de altos ingresos y en sectores de empleos
precarios como construcción, zonas francas y turismo.
Aunque el desempleo bajo y el salario promedio
subió, esto fue insuficiente.
Los beneficios del crecimiento quedaron en pocas manos.
Por lo tanto, si la calidad del crecimiento es co-responsable de
la calidad de vida, la reducción de la pobreza
también esta vinculada a las políticas de
crecimiento.
No basta con crecer: hay que crecer con
calidad.
No basta con Política social: hay que tener
políticas que promuevan el crecimiento de actividades que
generen empleos estables y de calidad. No se debe seguir
creciendo a ciegas, solo sobre la base de la baja
inflación. Tampoco manteniendo salarios bajos para ser
competitivos. Eso es como morderse la cola.
Aunque suene a herejía, la política
económica no debe ser neutral sino que debe incentivar
sectores y empresas que, además de tener potencial de
desarrollo, contribuyan a elevar los salarios y la calidad de los
empleos en toda la economía.
Generalmente, estas actividades tienen un alto contenido
tecnológico, y se las puede encontrar en la industria y
los servicios vinculados a la producción. No debemos
conformarnos con altas tasas de crecimiento y debemos ser
conscientes que el contenido del crecimiento es un asunto
estratégico.
II.2.3 INDICADORES DE POBREZA EN REPÚBLICA
DOMINICANA
EL Banco Mundial consideraba en 1998 a un individuo como
extremadamente pobre en la República Dominicana si su
gasto mensual era inferior a RD$396.20 pesos y como pobre si era
menor que RD$867.70 pesos (US$26.60 y US$58.20 dólares,
respectivamente, utilizando la tasa de cambio de ese
año).
Se puede decir con un grado de confianza razonable que
el porcentaje de población por debajo de la línea
de pobreza ha disminuido desde 1986 (sobre todo de 1992 a 1998),
al pasar de 37.5% en 1986 a 28.6% en 1998; los indicadores de
pobreza extrema también reflejan una
mejoría.
Según el Banco Mundial, el crecimiento
económico impulsó la reducción de la pobreza
dominicana en 1986-1998, lo que puede tener su origen en dos
causas principales: el efecto del crecimiento en la pobreza (un
cambio en el nivel medio de ingreso a un nivel dado de
desigualdad en la distribución del ingreso) y el efecto
distributivo (un cambio en la desigualdad a un ingreso medio
dado).
En el período 1986-1998 el crecimiento
económico redujo la pobreza 9.3%, mientras que el efecto
de distribución la incrementó en 3.9%. Eso
significa que el crecimiento del ingreso medio real explica 91.2%
de la disminución de la incidencia de la pobreza. Si se
analizan esos datos, se aprecia la importancia que el Banco
Mundial otorga al efecto de distribución del ingreso, que
determina que la tasa de pobreza sea mayor o menor para
determinado crecimiento económico. En el caso dominicano,
si la distribución del ingreso adicional generado por
dicho crecimiento hubiese sido más equitativa, la
reducción en la pobreza hubiera resultado más
evidente.
Prueba de la importancia que el Banco Mundial otorga al
efecto de crecimiento como medida necesaria para diluir la
pobreza es la proyección de la reducción de la
pobreza que realiza con distintas tasas de crecimiento
manteniendo constante el efecto de distribución del
ingreso.
Si el crecimiento económico del país se
mantuviese a una tasa media de 7%, las tasas de pobreza se
reducirían de manera considerable, lo que demuestra su
sensibilidad ante determinadas tasas de crecimiento.
En resumen, el Banco Mundial considera que las causas de
la pobreza suelen estar relacionadas con el crecimiento
económico del país y que la clave radica en la
distribución del ingreso.
Por ello, el grado en el que se reducen las tasas de
pobreza para un crecimiento económico dado se determina
mediante la distribución nacional del ingreso adicional
generado por éste. Cuanto más equitativa sea la
distribución del ingreso más caerán las
tasas de pobreza.
Para que la República Dominicana evalúe y
aplique con eficiencia sus
políticas económicas y sociales, debe apoyarse en
indicadores de pobreza y de concentración del ingreso que
le indiquen los avances de los indicadores sociales
básicos. Sin duda los de desarrollo humano del PNUD
ofrecen una buena aproximación.
La República Dominicana se sitúa entre los
países con un desarrollo humano medio, posición
semejante a la ocupada desde 1990. De un total de 174
países, en 2000 ocupó el lugar 87, con un IDH de
0.729 (en peor situación que países como Cuba con
el 56, Panamá con
el 59 y Brasil con el 74) El índice de Gini, que permite
una aproximación numérica a la desigualdad, se
situaba en 1999 en América Latina en un promedio de 0.52
La República Dominicana tenía en 1998 un
coeficiente de 0.456, algo inferior al de 0.482 de 1992, lo que
demuestra la disminución de la desigualdad del ingreso, lo
cual es positivo pero no suficiente al compararse con los avances
producidos en el crecimiento y la reducción de la pobreza.
Sin duda, los últimos períodos de estabilidad
macroeconómica han coincidido con una menor
concentración del ingreso, mientras que los
períodos de recesión (años ochenta), unidos
a aumentos sostenidos de precios,
llevaron a una mayor concentración.
De la Encuesta de Gastos e Ingresos dominicana de 1998
se desprenden los datos significativos que se describen
enseguida:
- Existe una correlación positiva entre el nivel
de educación del jefe de hogar y el ingreso promedio del
hogar. - El tamaño del hogar (número de
miembros) ejerce una influencia significativa en el grado de
bienestar, siendo aquél menor conforme crece el nivel de
ingreso. - Cuanto mayor es el ingreso de un hogar, mayor es la
posibilidad de criar hijos más educados que los padres e
incrementar su participación en el ingreso total. Esto
anima a favorecer el acceso a la educación de los
hogares más pobres. - En la esfera macroeconómica, la estabilidad de
precios es un elemento importante para evitar la
concentración del ingreso. Las políticas que
aceleran la inflación o generan un crecimiento no
sustentable de las actividades productivas tienden a concentrar
los ingresos.
El financiamiento del déficit público
mediante créditos internos del banco central ocasiona un
incremento de la demanda.
Esto genera un mayor crecimiento de las actividades
productivas y un incremento del empleo que aumenta temporalmente
los ingresos de las personas más pobres, pero que a medio
plazo ve cómo esos beneficios desaparecen. Al subir los
precios de los bienes sube la inflación, lo que detona los
mecanismos de indización de rentas. Al ser estos
mecanismos más eficientes cuanto mayores son los ingresos,
la aceleración de la tasa de inflación traslada los
ingresos de las personas pobres hacia las más
ricas.
II.2.4 POBREZA CON CRECIMIENTO
ECONÓMICO
Los informes del Banco Mundial indican que la pobreza se
ha reducido de manera continua gracias al alto crecimiento que se
ha producido en los años noventa, como se ha indicado
anteriormente, aunque aún se mantiene en un nivel muy
alto. Utilizando una línea de pobreza cercana a los US$58
de paridad del poder adquisitivo mensuales, la situación
en la República Dominicana (28.6% de la población
dominicana en 1998) es comparable con la de otros países
de América Latina. No ocurre lo mismo si se comparan los
indicadores sociales como analfabetismo juvenil o de adultos,
matriculación primaria y secundaria, mortalidad infantil o
maternal, en los que la situación del país es a
todas luces peor que en la mayoría del
continente.
El informe del Banco Mundial sobre la pobreza de 2001 en
la República Dominicana indica una alta correlación
entre aquélla y factores como desempleo, educación,
salud y acceso a los servicios básicos, que también
son cruciales en cualquier estrategia para combatir la pobreza.
Otra vulnerabilidad asociada a ésta es el acceso a
servicios básicos, de grandes repercusiones en la salud y
el bienestar.
Ante la pobreza, uno de los objetivos básicos de
todo gobierno debe ser otorgar a las personas los medios
mínimos necesarios para elevar su nivel de vida. Esto se
puede conseguir mediante la inversión en servicios
sociales básicos, facilitando el acceso a toda la
población (atención primaria, nutrición,
planificación
familiar, control de
enfermedades transmisibles, educación básica,
provisión de agua y saneamiento).
El gasto social del Estado y su composición,
eficacia y eficiencia son inadecuados ante las necesidades de
desarrollo social y el alto nivel de pobreza
dominicano.
El gasto social como porcentaje del PIB subió
ligeramente de 5.7% al final de los años ochenta a 6.6% en
el 2000, pero queda todavía lejos del promedio en
América Latina (14%). En el mismo período, el gasto
en educación y salud como porcentaje del gasto social
subió, lo que ocasionó un ligero descenso del gasto
en vivienda y servicios básicos, como agua, saneamiento y
basura.
El nuevo gobierno decidió aumentar en 2001 el
gasto en educación de 16% a 20% del presupuesto
nacional y el de salud de 11% a 15% en 2005. El nivel de gasto
público en la República Dominicana, que es una de
las principales causas que impiden reducir la pobreza, es
aún menor que el de la mayoría de los países
de América Latina y el Caribe.
Según la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), al dividir los
países de América Latina en tres grupos: Gasto
social alto, moderado y bajo.
La República Dominicana se engloba en el tercero,
(Gasto Social Bajo), con Honduras, Perú, Bolivia, El
Salvador y Guatemala.
II.3
EDUCACIÓN SALUD Y POBREZA
Se deben identificar los principales aspectos sociales
que explican por qué existe ineficiencia en el ciclo
económico de la República Dominicana, es decir, por
qué el elevado crecimiento económico de los
años noventa no va acompañado de mejoras
significativas en los índices de desarrollo social,
medidos en términos de reducción de la pobreza,
mejora de la distribución de la riqueza, generación
de empleo e ingreso y acceso a servicios sociales
básicos.
Para ello, se analizan las dos variables
sociales incluidas en el índice de desarrollo humano:
educación y salud, y se revisan las ineficiencias e
desigualdades del sistema público.
El gasto público en educación y salud, que
debería beneficiar principalmente a los más pobres,
está por debajo del promedio de la región
Latinoamericana.
Sin embargo, el destinado a vivienda (que en gran medida
beneficia a la clase media) e infraestructura básica es
casi dos veces más alto que el de la zona.
II.3.1 INEFICIENCIAS Y DESIGUALDADES EN LA OFERTA DE
EDUCACIÓN
El papel
estratégico que juega la educación en el combate a
la pobreza, es un concepto de aceptación generalizada. Por
esa razón, cuando se formulo el Plan Decenal de
Educación en 1992, se incluyeron como prioridades una
serie de acciones
trascendentes para mejorar el sector, entre ellos planes
dirigidos a la formación y capacitación de maestros y para mejorar sus
condiciones de vida, así como para garantizar la
distribución del desayuno escolar y la entrega gratuita de
libros de
textos.
Estos programas partían de la necesidad urgente
de elevar la calidad de la educación para elevar la
calidad de vida de la gente.
Los efectos favorables de la educación en
el desarrollo humano están ampliamente demostrados y se
traducen en mayor crecimiento económico, mejor capacidad
de adaptación del trabajador ante mercados laborales en
constante evolución, reducción de la pobreza, tasas
de fecundidad más bajas y mejoras de la salud materna e
infantil y de los niveles nutricionales.
Ello apunta a que se pueden aprovechar las oportunidades
que ofrece el crecimiento y así impulsar el proceso de
desarrollo humano.
Se puede hablar del surgimiento de un círculo
virtuoso: el incremento de la demanda de trabajo y de su
remuneración provoca el crecimiento e incentiva a las
personas a mejorar sus habilidades y las de sus descendientes por
medio de una mayor educación; la inversión en
educación otorga a los individuos la posibilidad de
mejorar sus cualidades al aumentar la competitividad de la
economía. Respecto a la reducción de la la pobreza,
la educación confiere aptitudes y conocimientos que
aumentan la posibilidad de los pobres de acceder a nuevos
empleos; de ese modo se entra en otro círculo virtuoso que
empieza por los nuevos ingresos que permiten a sus sucesores
salir de la situación de pobreza.
Por el contrario, la situación educacional de la
República Dominicana presenta notables ineficiencias.
Aunque la tasa de analfabetismo se ha reducido desde 1980, tiene
un alto índice en el ámbito
latinoamericano.
En los jóvenes de 15 a 24 años era de 8%
en 1998, casi el doble que el de la región (4.3%), y en
las personas adultas de 18.8% y 10.9%, respectivamente. Esta tasa
se acentúa aún más en la población
pobre (27.4%), las áreas rurales (27.1%) y la
población haitiana (64.6%).
A estos datos hay que añadir el elevado atraso
escolar, motivado por las altas tasas de repetición del
sistema escolar público, así como las muy bajas
escalas de cobertura de las educaciones preprimaria y secundaria
respecto a la población en dichas edades.
Pese a que en el último decenio se han aumentado
los recursos públicos en educación (de 1.5% del PIB
en 1991-1995 a cerca de 2.5% en 1998), el país tiene uno
de los niveles más bajos de América
Latina.
Respecto al gasto educativo como porcentaje del gasto
público social, ha pasado de 27.4% en 1991-1995 a cerca de
40% en 1998. A este escaso gasto se suma una distribución
inequitativa, si bien el gasto educativo público es
progresivo, lo que beneficia a los más pobres en
términos absolutos (también en los casos concretos
de preescolar y
primaria): los pobres (31% de la población en edad escolar
de 5-24 años) reciben 35% del gasto público
educativo.
No obstante, el gasto público en educación
secundaria es regresivo en términos absolutos (sólo
23% del gasto público va dirigido a los pobres, 31% de la
población en edad escolar).
En este ciclo educativo, el gasto público al
principio aumenta con el quinto estrato de ingresos para
después disminuir, lo que forma una U invertida. Esto se
explica por la tendencia de que los matriculados en secundaria
sean más según aumenta el quinto estrato de
ingresos y porque los alumnos de los más altos tienen una
mayor probabilidad de
estar inscritos en escuelas privadas. Mientras que el porcentaje
de inscritos en la secundaria pública no tiene una
tendencia marcada, en la privada aumenta de modo constante con el
quinto de ingresos.
Los subsidios para los universitarios son en extremo
regresivos. Casi 40% de las ayudas las recibe el quinto estrato
más alto de la población, y los quintos 4 y 5
reciben 68% de gasto público. La composición del
gasto público en educación es inadecuada para la
reducción de la pobreza. Cerca de 13% del gasto
público en educación se destina a la superior, lo
que no beneficia a los pobres, y la proporción de recursos
asignados a la secundaria es baja e inferior a la cantidad
asignada a la universitaria. Además, en los últimos
años el gasto público en educación
secundaria ha descendido, mientras que el de educación
superior o administración central ha subido. Esto
tiene un efecto negativo en los pobres, cuyo acceso a la universidad es
muy difícil (cerca de 92% de los universitarios no son
pobres y 47% de éstos proviene del quinto estrato de la
población más rico).
Según el indice de Gini, en la República
Dominicana el gasto educativo favorece proporcionalmente menos a
los sectores más necesitados según se eleva el
nivel educativo. En preprimaria y primaria el gasto
público es progresivo, lo que favorece a los más
pobres; en la secundaria es neutral, mientras que en la
enseñanza universitaria es marcadamente
regresivo.
No obstante, de 1991 a 1996 los patrones educativos se
han vuelto más progresivos, salvo el universitario, que ha
acentuado su regresividad.
En definitiva, determinadas ineficiencias funcionales en
el manejo de la educación han imposibilitado mejorar la
situación educacional de los pobres.
II.3.2 LOS SERVICIOS DOMINICANOS DE SALUD Y LA
POBREZA
La evidencia internacional refleja una relación
positiva entre las condiciones de salud de una población y
el crecimiento económico per cápita. Si se toma en
cuenta que el crecimiento del ingreso es una de las condiciones
necesarias para la reducción de la pobreza y que el
crecimiento facilita mayores recursos para mejorar las
condiciones de salud, se puede decir que existe un círculo
virtuoso en el que salud y crecimiento se refuerzan mutuamente.
La salud favorece otras variables, como la productividad de la
mano de obra, la asistencia escolar y la asimilación de
conocimientos.
La inversión en salud se debe considerar como
parte de la estrategia para aliviar la pobreza, ya que las
personas más propensas a enfermarse son las más
pobres, y por tanto las mayores beneficiarias de dicha
inversión. Al crecer las expectativas de vida, dichas
personas muestran una mayor inclinación a invertir en
educación, lo que puede llevar a una menor fertilidad y
mayores tasas de crecimiento económico.
Los indicadores de salud en la República
Dominicana han mejorado notablemente en los últimos
decenios. Esto se ha reflejado en un alza en la esperanza de vida
de la población, que pasó de 46 años en
1950-1955 a 71en 1995-2000. La tasa de mortalidad ha caído
en todos los grupos de edad por el mejoramiento de las
condiciones de vida.
Pese a la mejora sanitaria, persiste un cuadro de
mortalidad y morbilidad relacionado con la falta de
atención preventiva en salud. El país se encuentra
entre los de menor ritmo de reducción de la mortalidad
infantil. El bajo peso al nacer es una de las causas de muerte, factor
que podría atenuarse si se da mayor atención y
educación sobre nutrición a las madres.
En los ámbitos rurales y urbanos periféricos el deterioro nutricional es
casi el doble.
La cantidad de recursos públicos asignados a la
salud pasó de 1.2% del PIB en 1991-1995 a 1.5% en 1998
(8.2% y 9% del gasto público, respectivamente), lo que
refleja el escaso incremento de los últimos años.
Dicho gasto está por debajo del promedio de los
países de la región. Además, el sector no
está conformado para mejorar la vida de los
pobres.
En el sistema de salud participan el sector
público y privado con una gran descoordinación
entre las instituciones. No obstante, el sector privado provee
una gama más completa de servicios ambulatorios, de
diagnóstico, hospitalización,
etcétera.
La legislación de salud es anticuada y el
Código
de Salud (de los años cuarenta) es muy
centralista.
Los recursos públicos se asignan sin establecer
prioridades. La adquisición pública de medicamentos
es ineficiente, los proveedores
privados no están regulados y son libres de fijar los
precios, lo que dificulta la importación. La gestión
está muy centralizada. La Secretaría de Estado de
Salud
Pública y Asistencia Social (SESPAS) tiene
débiles mecanismos de decisión, financiamiento y
capacidad reguladora.
La ineficiencia de su estructura y
sistema de
información (sobre recursos
humanos y físicos, y gastos) ha ocasionado que un
número alto de clínicas y centros de salud
esté subutilizado por su deterioro físico, escasez
de insumos, deficiencias en el personal y baja calidad del
servicio.
La falta de coordinación y complementariedad
entre los servicios de atención primaria y los
hospitalarios es alarmante. La atención médica
privada también tiene baja calidad. Se trata de un
país desasistido.
El bajo nivel de recursos públicos asignados a la
salud se acentúa por sesgos en el gasto. Aunque los pobres
utilizan menos los servicios médicos, se benefician
más del gasto en salud y dependen más del sector
público (esto refleja la mayor dependencia de los no
pobres de la salud privada). Aunque la SESPAS es el mayor
proveedor sanitario de los pobres, éstos también
utilizan los servicios privados (un tercio de los pobres prefiere
pagar a usar el sistema público, lo que demuestra la mala
calidad de éste).
El gasto público dirigido a los servicios
preventivos y primarios es claramente inferior al destinado a los
cuidados terciarios (hospitales). Un cambio en esta
distribución de fondos públicos podría tener
fuertes efectos en la situación de los pobres. El gasto
total (público y privado) es regresivo ya que los grupos
de menores ingresos gastan un porcentaje más bajo de su
ingreso que los grupos más ricos. Dada la baja calidad de
los servicios públicos, esas disparidades añaden
ineficacias al sistema.
La teoría
económica sugiere que para lograr la redistribución
del ingreso, el Estado debe subsidiar los bienes o servicios que
los pobres consumen relativamente más. Lo adecuado
sería utilizar un buen mecanismo de focalización
para que el subsidio sanitario llegue a quien lo necesite. Aunque
la salud es uno de los derechos fundamentales, no es igual de
accesible para todos. Una gran parte de los pobres, los
más propensos a enfermarse, no puede obtener servicios de
salud por sus propios medios, por lo que sus posibilidades de
ingreso y ascenso social se ven limitadas.
Se puede afirmar que la inversión en la salud de
los pobres es una estrategia económicamente eficiente y
políticamente aceptable para reducir la pobreza y aliviar
sus consecuencias, ya que aumenta la capacidad de producir
ingresos y recibir conocimientos, lo que abre puertas para salir
de la pobreza.
La República Dominicana atraviesa por un
importante proceso de transición tanto política
como económica y el resultado de las elecciones
presidenciales de mayo del 2000 es un reflejo de la creciente
madurez democrática de este país.
El liderazgo
político tradicional que guió al país
después del inicio de la democracia a
principios de los años sesenta está siendo
reemplazado, como indicamos anteriormente, por una
generación de líderes, que busca una proyecto
económico viable que incluya la competencia global, la
responsabilidad del sector público y la descentralización.
Mientras esto sucede, el país experimenta una de
las tasas de crecimiento económico más altas de
América Latina, gracias a la permanente estabilidad
macroeconómica y a un desplazamiento gradual hacia la
participación del sector privado. Todos los indicadores de
pobreza han mejorado de forma similar.
Sin embargo, a pesar del fuerte crecimiento y al igual
en otros países latinoamericanos, se mantiene una
distribución bastante desigual del ingreso y alrededor del
25% de la población dominicana vive en la pobreza. Los
persistentes bastiones de pobreza (concentrados principalmente en
barrios pobres rurales y urbanos y en zonas fronterizas con
Haití), con tasas de analfabetismo y mortalidad infantil
que superan el promedio nacional, apuntan a la necesidad cada vez
mayor de una fuerte intervención pública en los
sectores sociales.
II.4 SUCESOS ECONOMICOS RELACIONADOS CON LA
POBREZA
Después del proceso de ajuste iniciado a
principios de los años noventa, las perspectivas de
crecimiento económico para la República Dominicana
siguen siendo vigorosas. Desde 1992, el crecimiento
económico promedio anual ha sido superior al 6% y durante
los últimos tres años ha superado el 8%.
Esto significa que la economía dominicana es la
de más rápido crecimiento en América
Latina.
Las Zonas de Libre Comercio
(FTZ por sus siglas in ingles) industrial y los sectores del
turismo, telecomunicaciones y construcción han sido las
principales fuentes de crecimiento, como se indico anteriormente,
con tasas mayores al 10% anual.
Las Zonas de Libre Comercio y el turismo se han
desarrollado en forma aislada con respecto al entorno comercial
general del país: la legislación ha protegido los
derechos de los inversionistas extranjeros, una estructura
tributaria especial ha proporcionado un escenario equitativo para
los nuevos participantes locales y extranjeros en la industria, y
un ambiente
competitivo ha favorecido la innovación. En cambio, la industria y la
agricultura tradicionales han seguido funcionando dentro de un
marco de fuerte intervención del Estado y mínima
competencia, lo que genera pocos incentivos para
mejorar la eficiencia de los monopolios estatales en sectores
decisivos como el del petróleo y
la electricidad (recién privatizada).
En el aspecto externo, el aumento del déficit de la
balanza
comercial ha sido compensado en gran medida por las
utilidades del turismo, que ahora superan los US$4 mil millones
al año, y por el crecimiento en las Zonas de Libre
Comercio, que albergan a más de 400
compañías, emplean a 200,000 personas y tienen
exportaciones anuales netas por casi US$1,000
millones.
En 1999, la inversión
extranjera directa creció más del 90% (a
US$1,35 millones) y el déficit en cuenta corriente
alcanzó el 3,0% del PIB. En el aspecto fiscal, el
déficit del gobierno central para el año 1999 fue
del 0,4% del PIB. La fuerte tasa de crecimiento de los ingresos
fiscales se ha consolidado aproximadamente en el 12,5%. La
inversión pública más alta, que en los
últimos dos años ha aumentado en un 30% anual, se
ha financiado con la deuda interna de los bancos
comerciales.
A pesar de los progresos en la
administración macroeconómica, los indicadores
sociales se mantienen flojos. Más del 25% de los
dominicanos vive bajo la línea de pobreza y gran parte de
este porcentaje reside en las áreas rurales.
Después de años de gasto mal distribuido, los
indicadores sociales se han mantenido bajos en comparación
con países que se encuentran en similares etapas de
desarrollo. La prestación de servicios sigue siendo una
tarea difícil debido al exceso de centralización que ha caracterizado al
estado desde la era de Trujillo y Balaguer.
II .4.1 LO QUE EL ESTADO DEBE RESOLVER
Liberalización del comercio y
desregulación interna.
La República Dominicana aún tiene las
tasas de protección más altas de la región,
cobrando impuestos a los consumidores pobres y asfixiando las
exportaciones que no están protegidas. Los precios
internos se mantienen severamente distorsionados por el comportamiento
discrecional de la administración de aduanas y por las
barreras no arancelarias en el comercio. Se deben reducir estas
distorsiones, para proporcionar un marco de incentivos
encaminados a un crecimiento eficiente. Hasta la fecha, el
Congreso no ha aprobado una ley en que se pide una
reducción arancelaria generalizada a un 10% uniforme y
aún debe aprobar un Acuerdo de Libre Comercio firmado en
1998 con los países de América Central.
Administración fiscal.
El gobierno debe proseguir sus programas
para:
- Mejorar la asignación presupuestaria y los
procedimientos
de gestión presupuestaria, - Implementar una reforma tributaria consecuente con un
programa de liberalización del comercio y - Mejorar las regulaciones prudenciales en el sector
bancario mediante el fortalecimiento permanente de la
Superintendencia de Bancos.
Traspaso de activos fiscales.
La privatización y el traspaso de los activos
fiscales del sector azucarero se completó con éxito,
al igual que la privatización de la generación y
distribución eléctrica, aunque han surgido
diferencias al respecto. La privatización del agua y los
puertos son dos puntos importantes que están pendientes en
la agenda.
Calidad y eficiencia de los gastos del
gobierno. La administración de los recursos
públicos está bastante centralizada y la mayor
parte de los recursos aún se administra directamente desde
la Presidencia. A pesar de la creciente atención hacia los
temas del desarrollo humano (por ejemplo, el gobierno ha
prometido seguir adelante con la descentralización del
sistema de salud pública), todavía están
pendientes importantes reformas institucionales para aumentar la
participación de la comunidad y los beneficiarios locales
en la prestación de los servicios, incluida la
educación primaria y secundaria.
Protección ambiental.
Se deben consolidar y expandir los esfuerzos de
protección ambiental; especialmente, para abordar los
problemas de la deforestación, el tratamiento de desechos y
el impacto del turismo.
La pobreza tiene varias dimensiones que cambian
dependiendo del lugar y el tiempo y se ha descrito de varias
formas. Generalmente la pobreza es una situación de la que
uno se quiere escapar. Por lo tanto la pobreza es una llamada a
la acción, tanto para los pobres como para los ricos, la
pobreza es un clamor a cambiar el mundo para que más
ciudadanos tengan suficientes alimentos, cobijo, educación
y salud, protección a la violencia y voz en sus
comunidades.
La pobreza abiertamente trae como resultado un sin
numero de factores incidentes en la misma, ya que hunden
sigilosamente a las naciones que padecen de ella. Para las
naciones desarrolladas los resultados de la pobreza son
más difíciles de combatir que los mismos factores
que la provocan.
Los resultados de la pobreza son la consecuencia de la
mala aplicación y administración de los planes de
lucha contra los factores que inciden en la pobreza, y a su vez
es el grito de reclamo de quienes la padecen. Son simple y
llanamente las formas de vidas adoptadas y las formas de
cómo subsistir en medio de la pobreza.
La pobreza humana ha degradado la vida humana durante
siglos, pero uno de los logros más notables del siglo XX
es su gran reducción: La Pobreza se ha reducido más
rápidamente en los últimos 50 años que en
los últimos 50 decenios.
A fines del siglo XX el número de personas con
privaciones en otros aspectos de la vida oscilará entre
mil y dos mil millones, en comparación con dos mil a tres
mil millones que eran hace un decenio. En los años 50 y 60
Asia se estancaba mientras América Latina, Europa Oriental
y los países ricos.
Los procesos de democratización,
descentralización y las reformas económicas de
libre mercado han sentado las bases de un nuevo ejemplo en la
reducción de la pobreza, dando un rol más amplio a
los gobiernos locales, el sector privado y las ONG,
individualmente y/o como socios.
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y OTRAS
SIMBOLOGIAS
África Subsahariana: Parte de
África ubicada al sur del desierto del Sahara.
Amartya Sen: Economista y Profesor hindú.
Premio Nóbel de Economía 1998.
BID: Banco Interamericano de
Desarrollo.
BM: Banco Mundial.
CALCUTA: Ciudad densamente poblada del este de la
India.
CEA: Consejo Estatal del
Azúcar.
CEPAL: Comisión Económica para
América Latina y El Caribe.
CNN: (Cable News Network) Compañía
de Noticias por Cable.
CONEP: Consejo Nacional de la Empresa
Privada.
COPLAMAR: Coordinación General del Plan
Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados.
CHABOLA: Vivienda de escasas proporciones y pobre
constitución que suele edificarse en zonas
suburbanas.
DAKAR: Capital de Senegal, país del oeste
de África.
FMI: Fondo Monetario Internacional.
FTZ: (Free Trade Zone) Zona de Libre
Comercio.
Hacinadas: Que viven amontonadas. "Uno encima del
otro".
Homo-Sociologicus: El hombre es un
ente de carácter esencial e inevitablemente
social.
IDH: Índice de Desarrollo
Humano.
Indice de Gini: Mide la concentración de
una distribución de frecuencia.
Indigente: Que tiene falta de medios para
alimentarse, vestirse y cubrir otras necesidades esenciales para
vivir.
Modus Vivendi: Modo de vivir.
OCDE: Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico.
OMC: Organización Mundial del
Comercio.
ONG: Organización No
Gubernamental.
ONU: Organización de las naciones
Unidas.
Paradigma: Ejemplo.
Per Capita: Por Cabeza.
PIB: Producto Interno Bruto.
PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo.
Población Flotante: Grupo de personas que
radica temporalmente en un estado o ciudad.
PPA: Paridad del poder adquisitivo.
Ralph Dahrendorf: Filosofo y sociólogo
alemán. Actual director de la Escuela de Economía
de Londres, Inglaterra.
SDSS: Sistema Dominicano de Seguridad
Social.
SESPAS: Secretaria de Estado de Salud Publica y
Asistencia Social.
SIDA: Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida.
Sinergia: Acción de dos a mas causas cuyo
efecto es superior a la suma de los efectos
individuales.
Ted Turner: Empresario Estadounidense
dueño de CNN y otras televisoras.
The New York Times: Periódico
con sede en la ciudad de New York, Estados Unidos.
Tufs Univerisity: Universidad ubicada en la
ciudad de Medford, en el estado de Massachussets, Estados
Unidos.
UNCHS: (United Nations Human Settlements
Programme) Programa de Asentamientos Humanos de Las Naciones
Unidas.
US$: Símbolo de la moneda Norteamericana,
el dólar.
USAID: (United States Agency for International
Development) Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional.
VIH: Virus de
Inmunodeficiencia Humana.
%: Símbolo de porcentajes.
Educación y el Combate a La
Pobreza.
Alejandrina German.
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DATOS DEL AUTOR:
José Fco. Rivas
Rodríguez