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Actuación del Rol Docente en el Contexto de la Argentina de Hoy.




Enviado por difini



    1. Globalización
    2. Neoliberalismo
    3. Transformación
      social
    4. Crisis social y
      educativa
    5. Escuela y
      pobreza
    6. Pobreza
    7. Exclusión
      social
    8. Educación
    9. La escuela y sus
      desafíos
    10. Docentes
    11. Docentes y sus
      alumnos
    12. Docentes en el
      aula
    13. Conclusión
    14. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN:

    En el presente trabajo monográfico, estudio el
    tema de la actuación del rol docente, en el contexto de la
    situación argentina de hoy.

    Para ello, el método que
    he seguido, para el análisis del tema, fue la indagación
    bibliográfica. Analizando y relacionando distintos
    enfoques, dados por diversos especialistas, (en pedagogía, sociología, política y educación), en cuanto
    a la
    educación, especialmente centrada en la figura del
    docente, con respecto a contextos de pobreza.

    En cuanto al desarrollo del
    tema, empezaré tratando los aspectos macros, como lo
    son las políticas
    sociales y económicas en el ámbito internacional,
    explicitando el tema de la
    globalización y las ideologías neoliberales,
    tanto así como las transformaciones sociales que suceden
    en la actualidad, a escala mundial.
    Continuaré detallando aspectos característicos de nuestra región
    latinoamericana, orientado a los aspectos sociales y educativos.
    Seguiré por la realidad educativa nacional, asimismo
    definiendo los conceptos de pobreza, exclusión social y
    educación, hasta llegar a tratar aspectos micros, al
    enfocarnos en el aula, donde el docente está cumpliendo
    con el ejercicio de su rol, frente a sus alumnos.

    Por lo tanto, los conceptos, los análisis, las
    experiencias y las informaciones que presento en éste
    trabajo, obtenidas por distintos medios,
    (libros,
    internet,
    periódicos, etc), los relacionaré entre sí,
    siguiendo el "hilo conductor", de ¿cómo los
    problemas
    sociales a escala mundial, repercuten en el aula argentina? y
    ¿cómo el docente desde su rol, debe afrontar la
    realidad, que hoy le teca vivir?

    Nota: En letra cursiva, estarán
    escritas las palabras de los diversos autores que
    identificaré por medio de las notas al pie
    y en letra
    normal escribiré mis propios comentarios, presentaciones y
    críticas respectivas.

    DESARROLLO:

    GLOBALIZACIÓN:

    En el mundo de hoy, desde los sectores políticos
    y económicos dominantes, como son los principales
    países industrializados o del primer mundo, como gustan
    identificarse, (EEUU, Japón,
    Inglaterra,
    Alemania, etc)
    y los grandes centros económicos-financieros, (El Banco Mundial,
    El FMI, etc);
    están impulsando llevar a cabo lo que comúnmente
    podría describirse como "la aldea global", dónde
    las fronteras nacionales parecen diluirse, hasta alcanzar un
    mundo sin fronteras, intentos concretos de ello, lo demuestran
    proyectos
    tales como, la Unión
    Europea, el ALCA,
    etc.

    Éste proceso de
    globalización es ayudado en gran medida por
    el avance de los medios masivos de comunicación, dónde la información viaja de un punto a otro del
    planeta, en tiempo real; por
    medio de la utilización de satélites
    o internet, un ciudadano chino, por ejemplo, puede ver un
    espectáculo que esté sucediendo en la Argentina.
    Uno podría pensar que esto es un avance para la humanidad,
    ya que podría acercarnos más y comunicarnos mejor
    unos con otros; pero entremos a profundizar más en le
    tema, por medio de los especialistas, como Paulo Freire y Elena
    Achilli.

    Según Paulo Freire, la capacidad de
    "ablandarnos" que tiene la ideología nos hace a veces aceptar
    mansamente que la globalización de la economía es una
    invención de ella misma o de un destino que no se
    podría evitar, una casi entidad metafísica
    y no un momento del desarrollo
    económico, sometido, como toda producción económica capitalista, a
    una cierta orientación política dictada por los
    intereses de los que detentan el poder. Sin
    embargo se habla de la globalización de la economía
    como un momento necesario de la economía mundial al que,
    por eso mismo, no es posible escapar. Se universaliza un dato del
    sistema
    capitalista y un instante de vida productiva de ciertas
    economías capitalistas hegemónicas como si Brasil, México o
    Argentina, debieran participar de la globalización de la
    economía de la misma manera que Estados Unidos,
    Alemania o Japón. Se toma el tren en marcha y no se
    discuten las condiciones anteriores y actuales de las diferentes
    economías. Se pone en un mismo nivel los deberes entre las
    distintas economías sin tomar en cuanta las distintas
    economías, sin tomar en cuanta tampoco las distancias que
    separan a los "derechos" de los fuertes y
    su poder de usufructuarlos, de la flaqueza de los débiles
    para ejercerlos. Si la globalización significa la
    superación de las fronteras, la apertura sin restricciones
    al libre comercio,
    que desaparezca entonces ya que no se pueda resistir. No se
    indaga, por ejemplo, si en momentos anteriores de la
    producción capitalista las sociedades que
    hoy lideran la globalización eran tan radicales en la
    apertura que ahora consideran una condición indispensable
    para el libre comercio.
    Exigen, en la actualidad, de los otros, lo que no hicieron con
    ellas mismas

    Concuerdo con Freire, de que realmente, no todas las
    naciones están en las mismas condiciones para competir, en
    el mundo de un libre mercado.
    Además puedo notar una gran hipocresía por parte de
    los dirigentes de las grandes potencias, que por un lado
    proclaman y predican la unificación, pero por el otro son
    muy celosos de las producciones nacionales de ellos, subsidiando
    grandemente a sus productores, en detrimento de las producciones
    de los países periféricos, que encuentran dificultades
    para colocar en el mercado internacional, a buen precio, sus
    producciones especialmente primarias. O sea por un lado, exigen a
    los países en vía de desarrollo, flexibilidad y
    apertura y por el otro, ellos aplican y ejercen grandemente lo
    que se denomina proteccionismo de estado.

    Asimismo, para Elena Achilli, estamos viviendo en un
    contexto internacional orientado por políticas que
    globalizan economías transnacionales,
    acompañados por medios masivos de comunicación,
    pero a la vez profundizan procesos de
    empobrecimiento y exclusiones variadas que fragmentan el tejido
    social.

    Del contexto socio-económico, parten las
    construcciones legitimadoras de las políticas
    hegemónicas, elaboradas por organismos internacionales,
    ministerios nacionales, intelectuales expertos, etc; como
    también, algunas de las legitimaciones construidas por los
    sujetos implicados: docentes, padres, o dirigentes, que
    constituyes este "mundo diverso" de las escuelas de la
    pobreza.

    Evidentemente, esta idea globalizadora, me parece que es
    el germen de cultivo de las grandes desigualdades sociales, que
    es inseparable de la ideología del capitalismo
    salvaje y sobre todo de la realidad de la injusta distribución de la riqueza. Por ello,
    pasaré a analizar lo que se denomina como neoliberalismo.

    NEOLIBERALISMO:

    Recurriré a expresar el pensamiento de
    Freire, en cuanto a la ideología neoliberal.

    Una de las destrezas de su ideología
    fatalista,
    continúa analizando Paulo Freire, es
    convencer a los perjudicados de las economías subordinadas
    de que la realidad es eso, de que no hay nada que hacer sino
    seguir el orden natural de las cosas. Pues la ideología
    neoliberal
    se esfuerza por hacernos entender la
    globalización como algo natural o casi natural y no como
    una producción histórica.

    El discurso de la
    globalización que habla de la ética
    esconde, sin embargo, que la suya es la ética del mercado
    y no la ética universal del ser humano, por la cual,
    debemos luchar arduamente, si optamos, en verdad, por un mundo de
    personas ciudadanas. El discurso ideológico de la
    globalización busca ocultar que ella viene robusteciendo
    la riqueza de unos pocos y verticalizando la pobreza y la miseria
    de millones de personas en todo el mundo, en especial en los
    países subdesarrollados.

    El sistema capitalista alcanza en el neoliberalismo
    globalizante el máximo de eficacia de su
    maldad intrínseca.

    Evidentemente la posición de Freire es clara, al
    manifestar, el fracaso que ha significado el neoliberalismo, para
    millones de personas.

    Por otra parte hemos visto, que si bien la idea es
    centralizar todo un poder, aquel que obtenga ese poder, se
    convertirá, según mi parecer, en el tirano
    más grande del mundo.

    Porque si bien, se plantea el tema de la aldea global,
    la libertad en
    las economías de mercado, no todos cuentan con las mismas
    herramientas
    para competir y por lo tanto los países dominantes
    seguirán aprovechándose de los países
    periféricos, ante la impotencia de los estados-naciones de
    esos países.

    Las diferencias entre pobres y ricos, son cada vez
    mayores, esa brecha, de hecho, en la actualidad, es cada vez
    mayor, lo que denota el fracaso del neoliberalismo, para mejorar
    la calidad de
    vida de los pueblos. Porque lo que prima, es el afán
    por las riquezas y el lucro, quedando marginados aquellos que no
    tiene las condiciones ni oportunidades, que sí tienen los
    que están más favorecidos, quedando en la marginalidad
    bastos sectores de la población.

    TRANSFORMACIÓN SOCIAL:

    Por otra parte, se están generando grandes
    transformaciones sociales, no solamente a causa de las tendencias
    económicas vigentes, sino también por procesos que
    se están dando en la
    comunicación, la sociedad y la
    política. Juan Carlos Tedesco, afirma a los siguientes
    procesos que dan lugar a la transformación de la
    sociedad
    y ellos son: El modo de producción, las
    tecnologías de la comunicación y la democracia
    política.

    En cuanto al modo de producción, destaca: la
    rápida y profunda transformación
    tecnológica, así como la globalización y la
    competencia
    exacerbada por conquistar mercados,
    están modificando los patrones de producción y de
    organización del trabajo.

    Lo novedoso del actual proceso de
    transformación es el papel que
    desempeña el
    conocimiento y la información tanto en la propia
    producción como en el consumo; el
    paso de un sistema de producción para el consumo de masas
    a un sistema de producción para un consumo
    diversificado.

    Aparece así la idea de fábrica
    flexible, adaptable a mercados cambiantes tanto en
    volúmenes como en especificaciones, y en el nivel del
    personal y de
    la
    organización de la producción, en las nociones
    de polivalencia, equipos multipropósitos, plantas
    multiproducto, donde se valora la capacidad del personal para
    trabajar en equipo para adaptarse a condiciones y exigencias
    cambiantes.

    La producción en masa requería una
    organización del trabajo jerarquizada en forma piramidal,
    donde la creatividad y
    la inteligencia
    se concentraban en la cúpula, mientras que el resto del
    personal debía ejecutar mecánicamente instrucciones
    recibidas. Las nuevas formas de organización productiva
    necesitan, al contrario, una organización más plana
    y abierta, con amplios poderes de decisión en las unidades
    locales y con una inteligencia distribuida más
    homogéneamente.

    La innovación y la mejora continua se han
    convertido en una necesidad de las empresas
    modernas, lo cual obliga a estimular la capacitación permanente y la creatividad
    del personal. Sin embargo la renovación constante genera
    una fuerte inestabilidad interna y desde el punto de vista
    social, las nuevas condiciones de producción tiene un
    potencial excluyente muy significativo.

    Las tecnologías de comunicación e
    información, por otra parte, son: las que tienen un
    impacto significativo no sólo en la producción de
    bienes y
    servicios,
    sino también en el conjunto de las relaciones sociales. La
    acumulación de información, la velocidad en
    la transmisión, la superación de las limitaciones
    espaciales, la utilización simultánea de los
    múltiples medios audiovisuales, (imagen, sonido, texto) son,
    entre otros, los elementos que explican el enorme potencial de
    cambio que
    presentan. La misma noción de la realidad comienza a ser
    repensada, a partir de las posibilidades de construir realidades
    virtuales.

    Como por ejemplo, la invención de la imprenta
    y sus impactos son muy similares a los que actualmente se
    mencionan con respecto a la invención de los medios
    audiovisuales. Antes de su invención, la lectura de
    los libros era un acto colectivo; la aparición del
    libro impreso
    permitió crear, en cambio, una nueva tradición: la
    del lector aislado con su lectura
    privada. Si bien el libro impreso amplió
    significativamente el acceso al conocimiento,
    también creó una barrera importante: la exigencia
    del dominio del
    código
    de la lectura para tener acceso a las informaciones más
    relevantes. En éste sentido, los nuevos medios de
    comunicación están modificando las bases de
    nuestra cultura basada
    en la lectura. Uno de los elementos más importantes de
    estas modificaciones consiste en la disminución de la
    importancia de esta barrera.

    Y en cuanto a la democracia política: se debe
    pensar si no es la democracia cuál será la
    fórmula política a través de la cual se
    expresará esta nueva realidad social y económica
    esta hoy en el primer plano de la agenda de discusiones sobre las
    formas de participación ciudadana del futuro. Las
    identidades políticas tradicionales, basadas
    fundamentalmente en la ubicación de cada actor en el
    proceso productivo, pierden solidez. Las fronteras nacionales se
    diluyen y los espacios donde se ejerce la ciudadanía
    tienden bien a ampliarse hacia una ciudadanía sin
    fronteras.

    Teniendo en cuenta el análisis de la crisis social
    que hace Tedesco, creo que la sociedad está envuelta en
    una gran confusión, a causa de los grandes cambios que
    está viviendo a una velocidad vertiginosa. Además,
    hay, como siempre hubo, una gran lucha de diversos intereses,
    pero con la diferencia de que no está bien claro en la
    sociedad, según mi parecer, que sector social o
    personalidades, defienden un determinado interés o
    valor. Por lo
    tanto, hoy más que nunca, debe cada persona ser
    formada como un ciudadano critico, reflexivo, en definitiva, un
    ser pensante sobre la propia realidad que le toca vivir y ser un
    sujeto social, actor, en la medida de sus posibilidades que
    luchar contra la idea de que nada se puede hacer ante la
    corriente que arrastra a los hombres masificados, sumergidos en
    la ignorancia y el desánimo, siendo un mero espectador
    social.

    CRISIS SOCIAL Y
    EDUCATIVA:

    Asimismo, Juan Carlos Tedesco, plantea que la
    crisis de la educación
    en la actualidad,
    ya no se presenta como un fenómeno de
    insatisfacción en el cumplimiento de demandas
    relativamente aceptadas, sino como una expresión
    particular de la crisis social, (desde el mercado de trabajo y el
    sistema administrativo, hasta el sistema político,
    la familia y
    el sistema de valores y
    creencias).

    Como punto de partida, se puede sostener que estamos
    viviendo un profundo proceso de transformación social, que
    no es dada solamente como consecuencia del modelo
    capitalista de desarrollo, sino que es generada ante la
    aparición de nuevas formas de organización social,
    económica y política, ("sociedad de la
    información", "sociedad post-industrial", "tercera ola",
    etc).

    Los portadores del discurso revolucionario son ahora
    personas de muy diferentes sensibilidades políticas,
    familiarizadas con las tecnologías de punta y vinculadas a
    los sectores modernos de la economía.

    Éstas nuevas
    tecnologías han dejado atrás nuestra capacidad
    de control, ha
    convertido en obsoletas nuestras leyes,
    transformado nuestras costumbres, desordenado nuestra
    economía, reordenado nuestras prioridades, redefinido
    nuestros puestos de trabajo, "incendiado" nuestras constituciones
    y cambiado nuestro concepto de la
    realidad.

    Es cierto que la crisis social, es "desparramada" en
    todos los aspectos o áreas de la sociedad, entendiendo,
    que no hay una crisis de la educación, sino que hay una
    crisis en la educación, que proviene de una crisis mayor,
    que es la de la sociedad en su conjunto.

    La educación debe afrontar además de los
    problemas
    propios, con respecto a su índole pedagógica, otros
    problemas, causados por la crisis sociales en la que están
    inmersos aquellos sujetos que atiende, porque la
    educación, se realiza a -personas- que viven en una
    sociedad determinada.

    ESCUELA Y
    POBREZA:

    Consecuentemente, Daniel Filmus, afirma que
    más de la mitad de los niños
    argentinos viven en hogares pobres, con una tendencia a
    incrementarse esta situación.

    Dentro de un contexto socioeconómico diverso,
    la escuela pública a la cual acceden casi en su
    totalidad éstos niños, le brinda la posibilidad de
    integrarlos a la sociedad.

    Por lo tanto mas de la mitad de los alumnos de
    nuestras escuelas, pertenecen a un nivel socioeconómico
    pobre, incluso más de un millón viven en la
    indigencia.

    En la actualidad, a causa de la heterogeneidad del
    alumnado, la función de
    la escuela no es
    sólo pedagógica, sino la de atender a cuestiones
    diversas tales como: dar de comer, prevenir problemas de salud y de violencia,
    cuidado de la higiene, etc. Sin
    perder la calidad
    educativa, siendo una verdadera contenedora
    social.

    Es cierto, que la escuela hoy por hoy, se ha convertido
    en una verdadera contenedora social, pero en realidad no
    debería serlo, su función es de índole
    formativa, (conceptual, procedimental y actitudinalmente) y no la
    de asistencialismo social.

    Pero no puede en la práctica, negar la realidad
    de que las personas que atiende, viven en un contexto de pobreza
    e incluso indigencia. Por lo que se puede citar, esa famosa frase
    que dice: "nadie puede aprender algo cuando tiene
    hambre".

    Por otra parte no coincido con Filmus, de que la
    escuela, pueda brindarle a sus educandos, la posibilidad de
    integrarlos a la sociedad, si admito que puede influir
    positivamente en ello, pero no es una institución
    todopoderosa, que valga la redundancia, todo lo pueda; porque
    además, el integrar exitosamente a la sociedad, a un chico
    que vive en condiciones socio-económicas desfavorables, no
    depende solamente de su nivel de educación, sino de otras
    áreas y aspectos que involucran a su entorno familiar y
    cultural, como ser: adecuadas fuentes
    laborales de sus tutores, adecuadas infraestructuras de vivienda,
    para un normal desarrollo, en definitiva el cumplimiento de sus
    derechos
    humanos, que posibilite el crecimiento de las potencialidades
    de cada persona.

    Por otra parte, la situación
    problemática de la educación Argentina
    , se hace
    evidente ante el constatado deterioro de la calidad en el proceso
    de enseñanza-aprendizaje, en
    la que se fue dando un vaciamiento de contenidos, que adquiere
    mayor relevancia en los sectores de menores recursos; a causa
    de los esfuerzos puestos en el asistencialismo, en especial en
    las escuelas que están estrechamente relacionadas a los
    contextos de pobreza, incorporando actividades que exceden lo
    específicamente pedagógico e intelectual del
    trabajo docente.

    Y por ejemplo, muchos docentes deben viajar mucho, para
    allegarse a la escuela que se encuentra en un barrio de escasos
    recursos, dónde debe enseñar a chicos con hambre,
    mal aseados, con graves problemas psicológicos, etc. Y
    encima, generalmente lo que deben llevar a cabo esta tarea
    docente, en un contexto desfavorable, son los docentes más
    jóvenes, los que se hacen cargo de los trabajos en las
    escuelas marginales, por lo tanto, son los docentes recién
    recibidos, con poca experiencia, a los que le toca trabajar
    allí, al menos que halla docentes capacitados, con
    años de experiencia, que por motivos personales o de
    vocación, quieran estar trabajando en esas escuelas
    ubicadas en contextos de pobreza urbana, ya que los que tienen
    años de actividad y por consiguiente alto puntaje, eligen
    trabajar cerca de sus domicilios, en barrios mas favorecidos. Y
    en realidad, a las escuelas socioeconómicas mas
    desfavorecidas, tendrían que ir los docentes más
    capacitados, experimentados e incluso especializados, para
    justamente compensar las deficiencias. Además, no
    debería ser un trabajo docente, demasiado aislado, sino
    debería ser apoyado y acompañado por un buen equipo
    de profesionales: psicólogos, asistentes sociales, etc,
    para desarrollar proyectos de trabajo específicos para
    esas escuelas.

    Me gustaría hacer ahora como un
    "paréntesis", en el presente trabajo monográfico,
    para simplemente poder aclarar, definir y conceptuar
    adecuadamente, a los términos de: pobreza,
    exclusión social y educación.

    POBREZA:

    Según Oscar Altimir, la pobreza
    es, un síndrome situacional en el que se asocian el
    infraconsumo, la desnutrición, las precarias condiciones de
    vivienda, los bajos niveles educacionales, las malas condiciones
    sanitarias, una inserción inestable en el aparato
    productivo o dentro de los estratos primitivos del mismo,
    actitudes de
    desaliento y anomia, poca participación en los mecanismos
    de integración social y, quizá, la
    adscripción a una escala particular de valores,
    diferenciada en alguna medida de la del resto de la
    sociedad.

    El examen de la pobreza y el de las desigualdades en
    la distribución del ingreso, frecuentemente se
    entremezclan y se confunden. No son, sin embargo, equivalentes,
    ni incluyen mutuamente. Constituyen problemas diferentes tanto
    desde un punto de vista conceptual como en sus vertientes
    políticas. Pero también la relación entre
    ambos problemas es diferente en el marco de sociedades
    industrializadas y en desarrollo. En este último, las
    situaciones de pobreza pueden llegar a ser tan generalizadas como
    para restar toda importancia a su diferenciación con
    respeto alas
    desigualdades sociales en general.

    La noción de pobreza se basa, en última
    instancia, en un juicio de valor sobre cuáles son los
    niveles de bienestar mínimamente adecuados, cuáles
    son las necesidades básicas cuya satisfacción es
    indispensable, qué grado de privación resulta
    intolerable. Tales juicios implican, por consiguiente, la
    referencia a alguna norma sobre las necesidades básicas y
    su satisfacción, que permita discriminar entre quienes son
    considerados pobres y quines no. El concepto de pobreza es
    esencialmente normativo, y su contenido efectivo varía
    junto con la norma sobre necesidades básicas o bienestar
    en la que se apoya. Los juicios sobre la satisfacción de
    las necesidades básicas son individuales y subjetivos.
    Sólo a través del consenso o del ejercicio del
    poder de quienes los comparten se transforman en
    valoración social. Suelen coexistir en una misma sociedad,
    diferentes- y aun conflictivas- valoraciones colectivas –o
    de grupo-de la
    pobreza: la de los grupos
    desfavorecidos, y la de otros grupos
    sociales. No es, pues, extraño, que la
    discusión del problema de la pobreza esté plagada
    de diferencias de criterio y de normas que emanan
    de diferentes valoraciones morales y políticas acerca del
    orden social existente y de la manera en que debe organizarse la
    sociedad, y que a la vez están insertas en dichas
    valoraciones.

    Las necesidades básicas que sirven para
    definir la pobreza, son relativas al entorno, específicas
    de cada país y dinámicas, pero también
    incorporan aquellas necesidades cuya satisfacción responde
    a la noción de dignidad humana.

    Si bien del concepto de necesidades básicas
    puede servir para definir la pobreza, se limita a las dimensiones
    materiales de
    la privación. En su acepción más amplia,
    incluye tanto necesidades psicológicas y políticas
    como necesidades materiales.

    Por otra parte el INDEC, toma un conjunto de indicadores
    elaborados sobre la base del Censo Nacional de población y
    vivienda. En el que se consideró hogares NBI, (con
    necesidades básicas insatisfechas), a aquellas que
    reunieran al menos una de las siguientes
    condiciones:

    Tuvieran más de tres personas por cuarta,
    (hacinamiento). Habitar en una vivienda de tipo inconveniente,
    como ser pieza de inquilinato, vivienda precaria, los que excluye
    cada, departamento y trancho, (vivienda marginal). No tuviera
    ningún tipo de retrete, (condiciones sanitarias
    inadecuadas). Tuviera algún niño en edad escolar
    que no asistiera a la escuela, (Trabajo
    infantil). Tuviera cuatro o más personas por miembro
    ocupado y además, cuyo jefe poseyera baja
    educación, (poca capacidad de
    subsistencia).

    Bernardo Kilksberg, agrega que el problema de la
    pobreza
    tiene implicaciones éticas, económicas
    y políticas de primer orden. Atenta contra los derechos
    humanos mantener a sectores amplios de la población en
    situación de desempleo,
    desnutrición y marginalidad.

    EXCLUSIÓN
    SOCIAL:

    En cambio el concepto de exclusión social,
    según Alberto Minujín, va más allá de
    los aspectos económicos y sociales de la pobreza e incluye
    los aspectos políticos tales como derechos
    políticos y ciudadanía que remarcan la
    relación entre los individuos y el Estado,
    así como entre sociedad y los individuos. El concepto
    de exclusión ha llevado a que su uso abarque situaciones
    muy disímiles, haciéndose perder su especificidad.
    En este sentido que resulta especialmente útil la
    noción de vulnerabilidad, la cual permite reflejar una
    amplia gama de situaciones intermedias, o sea de exclusión
    en algunos aspectos o esferas, e inclusión en otras. El
    uso del término exclusión se reserva para
    condiciones sociales de fuerte privación. Se señala
    con propiedad
    algunos peligros del uso generalizado del término de
    exclusión así como de su utilización en
    forma autónoma a la dinámica social general. El hablar
    sólo de exclusión conduce a compartimentar
    situaciones límites
    que tiene sentido dentro de un proceso. No se es excluido, no se
    está siempre excluido, salvo en situaciones muy
    específicas; no hay fronteras cerradas entre
    exclusión y la vulnerabilidad. Además la
    focalización en la problemática de exclusión
    corresponde a un aislamiento y fraccionamiento de la
    acción social en zonas de intervención a
    través de mecanismos asistenciales de compensación
    y reparación. Cabe señalar que algo similar ocurre
    con la noción de pobreza que ha adquirido una suerte de
    independencia
    y no se la relaciona con el problema de la distribución
    del ingreso y los recursos. En este momento es muy habitual que
    los programas de
    "combate a la pobreza", se focalicen en esta temática sin
    ninguna consideración respecto a los problemas
    distributivos, sin tomar en la más mínima
    consideración que la contracara de la extrema pobreza la
    constituye la extrema riqueza. Esto lleva a que los programas
    sociales que se establecen sean básicamente
    existencialistas, poco sostenibles, que no lleven a un
    fortalecimiento de la ciudadanía y tengan baja
    integración con la esfera económica. Así
    mismo, evita o esquiva el desarrollo de las políticas
    redistrivutivas y la consideración de uno de los problemas
    centrales el cual es la inequidad de ingreso. Finalmente, se
    puede observar que en la mayor parte de los casos en que se habla
    de exclusión, en realidad se trata de situaciones de
    vulnerabilidad, precarización, riesgo respecto a
    un factor, por ejemplo, la falta de acceso a servicios de salud,
    pero no necesariamente respecto a otros factores.

    La exclusión, se dirime en diversas
    esferas de la vida política, económica, social y
    cultural. Situaciones de inclusión parcial en una u otra
    esfera implican riesgo y vulnerabilidad. El estar excluido en una
    esfera no implica necesariamente el estarlo en las otras. Es
    decir, la falta de éxito
    no conduce necesariamente a la exclusión, pero ciertamente
    multiplica las posibilidades de caer en ella.

    Problemas en el ámbito laboral suelen
    llevar a situaciones conflictivas en el ámbito de las
    relaciones con amigos, la familia y en la
    autoestima,
    que pueden conducir a condiciones de alta vulnerabilidad social y
    eventualmente a la exclusión; formándose en proceso
    de "acumulación de desventajas", o acumulación de
    fallas, o de vulnerabilidades como el que lleva a la
    exclusión.

    Estas desventajas pueden constituir una suerte de
    marca inicial,
    como en el caso de las niñas y niños pertenecientes
    a hogares pobres, o irrumpir en cualquier momento de la vida, tal
    como les sucede a las familias de sectores medios que se ven
    empujadas por el proceso económico a la
    pobreza.

    El tener situación de precariedad laboral
    incluye a aquellos que trabajan como cuenta propia, en
    condiciones de alta inestabilidad pero ingresos
    aceptables y también a aquellos con nula
    calificación y salarios muy
    bajos.

    La vulnerabilidad no necesariamente conduce a la
    exclusión, en muchas ocasiones los individuos o las
    familias logran superarla y pasar al grupo de los incluidos. En
    muchas otras, se da el proceso contrario y las dificultades se
    incrementan y potencias llevando a la
    exclusión.

    Una característica de las actuales
    políticas económicas y sociales es la falta de
    sistemas de
    contención y de búsqueda colectiva de
    inclusión. La superación de situaciones de
    vulnerabilidad se hace a través de los mecanismos de
    mercado y en forma individual, lo cual es adecuado en la medida
    que el mercado tenga la capacidad de absorber e incluir a
    éstos grupos.

    EDUCACIÓN:

    Por otra parte Víctor Hoz, define a la
    educación al proceso por el cual el ser humano
    mejora y perfecciona sus características, a través
    de un proceso de asimilación y transformación de
    pautas culturales externas y desarrollo de sus propias
    capacidades. La acción educativa es un acto destinado a
    promover a la persona o perfeccionar al hombre. El
    proceso educativo supone un ideal de perfección, de
    elevación, de mejoramiento. Toda educación supone
    un fin, tiende a alcanzar un estado diferente del que se tiene
    originariamente, es el deber ser de la educación. La
    educación parte de un ser que es el sujeto con sus
    características actuales y tiende a lograr un deber ser,
    que es el fin de la educación.

    La educación es un proceso mediante el cual
    una sociedad comunica su cultura a las nuevas generaciones. Es
    individual porque éste proceso se da en todos toda la vida
    de cada individuo en la que puede perfeccionarse como persona, en
    la que se desarrolla sus capacidades, hace efectivas sus
    posibilidades y crece personalmente. Y tiene un carácter
    social, ya que cada uno puede participar creativamente en la
    sociedad en que está involucrado, en su proceso de
    socialización, (lenguaje,
    criterios, normas, etc); el da continuidad a las pautas
    culturales. En la educación se dan a la vez éstos
    dos caracteres porque si bien se busca socializar al chico,
    también se fomenta su propia personalidad e
    identidad
    propia creadora y única. Ya que cada hombre no sólo
    recibe la cultura, sino, que también la transforma como
    sujeto de la historia. El término
    "educare", (significa: alimentar, nutrir, desarrollo y
    crecimiento), es un proceso de crecimiento interior y del medio
    socio-cultural. Entonces encontramos que por medio de la
    socialización, (al adquirir la lengua,
    criterios de valoración, ideas, usos dominantes de la
    sociedad en que vive, costumbres, normas, etc); es la que permite
    dar continuidad a las pautas culturales. Y por medio de la
    individualización en la que el sujeto desarrolla sus
    capacidades y crece como persona no sólo descubriendo la
    cultura, sino también transformándola originalmente
    como sujeto creador de la historia. Se corre el riesgo de
    masificar, cuando se exagera en el proceso de
    socialización; cuando se da al hombre esquemas
    determinados, menoscabando su personalidad individual creadora,
    ayudado por los medios masivos de comunicación; no
    educando al hombre, sino, convirtiéndolo en un objeto, o
    sea, masificándolo; no favoreciendo su libre
    determinación y su sentido comunitario, profundizando la
    conciencia de la
    dignidad humana. Si la individualización y
    socialización no se armonizan, se equilibran y se
    integran, entonces no hay verdadera educación. Resulta
    así, que la educación puesta exclusivamente en
    función de la adaptación, de la conformación
    del hombre, no responde a su verdadera esencia, no se trata de
    educación sino de masificación. No se educa al
    hombre sino que se lo convierte en objeto, se lo niega como
    creador de su futuro, se le arrebata su decisión, en sin
    se lo adiestra. El adiestramiento
    implica que lo que se busca es que el hombre
    repita mecánicamente ciertas conductas, sea mediante la
    coerción, la persuasión o la imitación. Un
    cierto grado de adiestramiento es necesario en el hombre para
    aprender conductas, tales como, escribir a máquina, ser
    puntual, etc; pero para que tenga valor, debe integrarse en el
    proceso educativo, no ser un fin en sí mismo, sino atender
    a fines valiosos, para el hombre y la sociedad. De lo contrario
    es pernicioso, porque lo que logra es masificar, conformando
    según un esquema predeterminado, ahogar su originalidad y
    su conciencia personal, obstaculizando que cumpla su
    vocación de ser cada vez más humano.

    LA ESCUELA Y SUS
    DESAFÍOS:

    Continuando, con la problemática que estoy
    tratando, llego al punto de que la escuela, en cierta medida,
    debe afrontar la realidad en la que está inmersa, ya que
    no puede dar la espalda a los graves acontecimientos, en que
    estamos sumergidos. Y ¿cómo puede la escuela
    afrontar los desafíos que tiene? ¿Qué
    función debe desempeñar la escuela en éstos
    momentos de gran crisis? ¿Cómo debe ser la escuela
    de hoy?

    En éste sentido, Federico Mayor, determina que
    una de las funciones que la
    UNESCO sostiene como una prioridad, es llevar una
    educación sin fronteras y de calidad para todos
    durante toda la vida, lo cual es fundamental para abatir la
    violencia, propiciar la igualdad de
    oportunidades y desarrollar las potencialidades humanas, en la
    que el hombre pueda construir su identidad en un contexto de
    libertad y solidaridad.

    Encontramos en América
    latina, que se ha dado un crecimiento asimétrico tanto
    en la creación como en la distribución de la
    riqueza, siendo un factor de desequilibrio para el desarrollo, la
    democracia y la paz.

    En estas regiones, la falta de una educación
    adecuada, dentro de un contexto de desigualdad social, genera un
    cuadro de gran violencia urbana; que al prolongar la baja calidad
    educativa, es incrementar las posibilidades de la
    violencia.

    No sólo es la cobertura educativa nacional,
    sino también la calidad que se brinda según el
    nivel y zona geográfica, que en ciertos lugares son
    deficientes. Asimismo esto sucede también en el
    ámbito de países en vías de desarrollo,
    comparado con otros desarrollados, esto perpetua la pobreza y la
    exclusión, en el ámbito de las personas del
    país, pero consecuentemente también al nivel de
    país.

    Por ello se debe construir la igualdad de
    oportunidades y la justicia
    social, democratizar, educar con buena calidad para aumentar la
    capacidad productiva en la equidad social y el comportamiento
    cívico, construir la paz y lograr una futura competitividad.

    Entonces es necesario que la educación sea una
    verdadera política de estado y de nación,
    (que incorpore a toda la sociedad), dónde se pueda
    desplegar la creatividad y la innovación permanente que
    demanda el
    mundo actual.

    Pero una educación pública accesible a
    todos, en todo lugar y de buena calidad es fundamental para:
    abatir la violencia, propiciar la igualdad de oportunidades y
    desarrollar las potencialidades humanas, en la que el hombre
    pueda construir su identidad en un contexto de libertad y
    solidaridad.

    Por la declaración anterior, pareciera la UNESCO,
    decir, en éste caso por medio de Mayor, que en realidad la
    culpa de las desigualdades sociales y las injusticias sociales,
    la tiene la educación, (entiéndase por consiguiente
    a los actores educativos), ya que argumenta que una deficiente
    educación, trae en consecuencia desigualdades sociales y
    violencia urbana. Pero yo estoy convencido, de justamente lo
    contrario, que las desigualdades sociales, la mala
    distribución de las riquezas, la inequidad, la violencia
    urbana y en definitiva la miseria, trae como consecuencia que los
    educandos que viven es ese contexto, rindan menos educativamente
    hablando y yo en mi calidad de practicante, he podido vivenciar,
    que esto es así, ya que por ejemplo, un alumno de cuarto
    grado, en las dos primeras horas cátedra, lo único
    que manifestaba era su ansia de comer, preguntando a que hora
    teníamos el desayuno, en vez de preguntar sobre el tema
    del conocimiento que se estaba estudiando, y en verdad
    tenía hambre, se lo podía notar en su cuerpo,
    además de deducirlo, a causa de su largo viaje de su hogar
    al colegio, entre otras cosas y entre muchos otros ejemplos,
    tales como alumnos que provienen de institutos de menores, otros
    criados sin figura paterna, o con padres desocupados, adictos y
    borrachos, alumnos mal aseados, por no contar de buenas
    condiciones sanitarias en sus viviendas, con problemas de salud,
    etc, etc.

    Si bien la escuela, puede ayudar a combatir todos
    éstos inconvenientes, cumpliendo funciones de asistencia
    social, no es lo que en su contrato original
    debía hacer. Y sí, es deber irrenunciable, de los
    gobiernos, por medio de las políticas de estado, muchas
    veces olvidadas o traicionadas, como lo son el proporcionar a
    toda su población: seguridad, salud,
    trabajo y condiciones de vida dignas, como corresponde a la
    dignidad humana.

    Por otra parte y centrándonos en el tema
    educativo, según Víctor Hoz, la educación
    actual
    debe ser educación –abierta-,
    -funcional-, y -prospectiva-, porque éstos caracteres se
    resumen en una educación personalizada.

    – Educación abierta: cuando se habla de la
    educación abierta se acepta la complejidad de la
    acción educativa y la limitación de las personal y
    entidades humanas. Por la complejidad de la educación y
    limitación de las entidades educadoras, cualquier
    acción educativa, si ha de ser eficaz, debe ser abierta
    para recibir los diferentes estímulos de las distintas
    comunidades que operan en la educación y para poner en
    juego todos
    los elementos y factores que pueden contribuir a la
    perfección de la persona humana, a lo que en
    educación tiene valor permanente, y a las innovaciones que
    la experiencia y las modificaciones técnicas
    de la sociedad y la cultura vayan justificando. Apertura de la
    educación a la influencia de las distintas comunidades en
    las que el hombre vive la co-educación, no habla de
    personas de diferente sexo, sino
    habla del hecho de que no sólo la escuela es la que educa,
    de que no es sólo la familia la que educa, de que no es
    sólo la sociedad la que educa, sino que la
    educación resulta de la confluencia de la acción de
    éstas distintas comunidades sobre un sujeto. Paidocenosis,
    es un sistema, un conjunto de estímulos educativos que
    operan sobre un sujeto, para configurar su modo de ser y su modo
    de reaccionar. La acción de muchos estímulos
    desaparece de nuestra conciencia. Cuantas palabras hemos oído a lo
    largo de nuestra vida, que se nos han olvidado. Otros
    estímulos quedan exteriorizaos, quietos imborrables, tal
    vez una palabra de aliento. Ahora que ya estamos en la edad
    adulta nos acordamos de una palabra que se nos dijo. Somos
    capaces de evocarlo en cualquier momento, para que un
    estímulo que ha quedado en nuestra vida. Entre las dos
    situaciones aludidas existe un mundo intermedio de
    estímulos que ni desaparecen del todo ni quedan
    individualizados, sino que se unen entre sí para construir
    como un haz de experiencias. Éstos grupos de
    estímulos generalmente proceden de una comunidad en la
    cual vivimos. Claro está que estos influjos no tienen como
    consecuencia que aprendamos una cosa determinada.

    He aquí que la educación de hoy, si
    quiere ser eficaz, tenga que hacerse cargo de que, por una parte,
    existe la escuela, pero por otra parte, existe la familia. Ni
    familia, ni escuela solamente, determina ahora la
    estimulación educativa de un sujeto. La sociedad o
    comunidad en general está representada por las normas de
    vida y de trabajo, por los criterios predominantes de una
    determinada comunidad. Esto nos obliga a considerar la
    educación como resultante de la confluencia de una
    múltiplos estímulos. Hablar de educación
    abierta, nos lleva a la consideración de la existencia de
    distintos tipos de factores. Hay dos tipos predominantes: los
    factores técnicos y los factores
    personales.

    – Educación funcional: la educación es
    una realidad que cobra sentido en la vida del hombre. Lo
    funcional, magramente se puede traducir por lo útil, lo
    que sirve para algo, que está en función de. La
    educación tiene sentido en función de la vida del
    hombre. Cada vez más la vida personal de cada uno depende
    de la educación que recibe. Lo mejor que el hombre puede
    tener, en función de una vida posterior, es una buena
    educación. Es menester considerar la educación como
    algo en función de la vida personal de un sujeto. La
    adquisición de conocimientos y hábitos culturales,
    la de añadirse también la consideración del
    sujeto como persona, entender la educación no solamente
    como un proceso de culturalización sistemática,
    sino también por lo que en la vida personal escapa a lo
    sistemático, junto con la acción que estrictamente
    docente, ha de situarse la acción orientadora. La
    orientación de algún modo, es acción
    docente. En la orientación se trata de estimular un
    conocimiento muy concreto y muy
    particular: el conocimiento de sí mismo. Se intenta
    preparar a alguien para que sea capaz de reaccionar lo más
    adecuadamente, frente a una situación, a hacerle conciente
    de sus propias limitaciones. El objeto de la enseñanza es
    conocerse a sí mismo. En la orientación, otro
    objeto se conocimiento es el mundo en torno del
    sujeto.

    La enseñanza y la orientación llenan
    así el contenido de las escuelas, el cometido de una
    institución escolar, como partes que mutuamente se apoyan.
    La educación de nuestro tiempo, además de
    introducir al hombre en los contenidos sistemáticos de la
    cultura, tiene que preocuparse de cultivar la
    personalidad singular de cada ser humano para que sea capaz
    de acertar en los inciertos caminos de su
    existencia.

    – Educación prospectiva: la educación
    prospectiva nace de la confrontación de dos ideas, una de
    ellas vieja y la otra nueva. La vieja idea era necesaria para la
    preparación para la vida. La nueva idea es la vida para la
    cual preparamos a nuestros escolares de hoy, es una vida que no
    conocemos. El cambio siempre ha sido un fenómeno social.
    Pero durante largos siglos de historia humana los cambios eran
    lentos. Hoy el cambio rápido es el fenómeno normal
    y corriente, si el cambio rápido es la
    característica de la educación de hoy. Si la
    educación es preparación para la vida, tiene una
    necesaria proyección de futuro. Los escolares van a vivir
    como adultos en una sociedad muy diferente de esa en la que se
    encuentra para la cual ha de preparar a los sujetos. Éste
    es el sentido de la pedagogía prospectiva, una
    pedagogía que vea, anticipadamente, cual son estas
    condiciones de vida personal y social. Sucede un fenómeno
    curioso. Ha nacido una concepción prospectiva de la
    sociología, una prospección científica,
    técnica. Si la pedagogía prospectiva se queda
    sólo en el campo de la prospección
    científica, corre el riesgo de considerar que el hombre ha
    de ser moldeado necesariamente por las fuerzas sociales. Una
    educación prospectiva no habrá de consistir
    únicamente en capacitar a un hombre para su
    adaptación a una determinada sociedad, sino también
    y sobre todo, en hacerle capaz de influir en la sociedad. Hay que
    desarrollar su capacidad para que en cualquier momento, puedan
    adquirir por su cuenta esos conocimientos concretos. Más
    como no se trata solo de conocer, sino también de
    reaccionar, el hombre, necesita desarrollar su capacidad de
    elección. La libertad es riesgo. Pero sólo ella
    constituye a un hombre en persona. De aquí el poder de
    afirmar que la educación cada vez ha de estar más
    claramente personalizada.

    Por otra parte Isabelino Siede, sostiene que el
    inicio del ciclo lectivo 2002 ubica a las escuelas frente
    a un escenario novedoso, producto de
    las convulsiones sociales e institucionales que ocurrieron
    durante los meses de receso. Ni las familias ni los estudiantes,
    ni los docentes son lo mismo que eran al finalizar el año
    anterior.

    Estos acontecimientos suscitan impactos fuertes en la
    subjetividad de todos los miembros de cada comunidad escolar: una
    sensación generalizada de fracaso, de frustración y
    de miedo circula por diferentes sectores sociales. En
    términos genéricos, las pautas de relación
    con los otros se han visto modificadas, de modos curiosamente
    contrapuestos, por desconfianzas crecientes o reconocimientos
    mutuos de vecinos que se encuentran atravesando situaciones
    semejantes. Renace la discusión política de vecinos
    que se nuclean en asambleas barriales para deliberar sobre las
    caudas de los problemas y las soluciones
    posibles.

    Hay en nuestro país una crisis de orden
    institucional y de representatividad.

    Siede, manifiesta un tema interesante, que es el de los
    nuevos movimientos ciudadanos que se han generado y que
    está paso a paso, desarrollándose. Ya que considero
    que los maestros y los alumnos por sí solo, poco pueden
    hacer, pero en cambio el asunto y la lucha, cobra otra
    dimensión y significado, al entrelazarse y aunarse
    esfuerzos, con los padres, y éstos con los vecinos, y la
    institución escuela con otras instituciones
    sociales, asiéndose de ésta manera un enramaje
    mayor, por consiguiente, con una fuerza mayor,
    para al menos intentar cambiar parte de la realidad que nos toca
    vivir en pro de satisfacer diversas necesidades e intereses, en
    pro del bien común. Ya que ante la inoperancia e
    inutilidad de la dirigencia argentina, sumergida en grande nichos
    de corrupción, deben nacer de entre la
    ciudadanía pensante y políticamente preocupada, los
    nuevos líderes, capaces a afrontar los nuevos
    desafíos de nuestra sociedad.

    En cuanto específicamente al tema educativo,
    Emilio Fanfani, propone las siguientes líneas de
    acción: ya que considera que un bajo nivel general y la
    tendencia a profundizar las diferencias sociales son las
    principales deficiencias del sistema educativo
    argentino.

    El nivel general de la escuela es bajo y no
    está a la altura de lo que esperan y necesitan las
    personas y la sociedad. Allí están los miles de
    adolescentes
    descolarizados y los pobres promedios que obtienen los alumnos al
    finalizar cada ciclo escolar.

    La solución depende de "todos los argentinos"
    y no sólo de los expertos. Acerca de "lo que hay que
    hacer" proponemos las siguientes líneas de
    acción:

    Movilizar a la sociedad acerca de la magnitud del
    problema educativo. Si las familias no perciben su propia
    situación como insatisfactoria y se conforman con que"el
    chico encuentre banco y pase de
    grado", no hay transformación efectiva de la
    educación. Cuando llegue el momento de la verdad y la
    decepción (al momento de pretender el ingreso a la
    Universidad o
    al empleo)
    será demasiado tarde. En este sentido es preciso realizar
    campañas de sensibilización.

    Promover un pacto educativo nacional para la
    formulación de políticas de Estado. Algunos temas
    inevitables son: el aumentar la inversión y determinar su
    orientación, monitoreo y evaluación; redefinir los criterios de
    asignación de recursos tomando en cuenta el principio de
    eficiencia y
    equidad; negociar nuevas condiciones de acreditación que
    prioricen la calificación para determinar el ingreso y
    ascenso a la carrera docente; mejorar los salarios en
    función de la calificación
    alcanzada.

    Abrir la escuela a la comunidad y convertirla en una
    institución capaz de rendir cuentas a los
    ciudadanos y a sus organizaciones
    representativas.

    No perderse con los contenidos y focalizar los
    objetivos de
    aprendizaje en campos prioritarios, tales como el desarrollo del
    lenguaje en sentido amplio; el cálculo;
    la relación con uno mismo, (autoestima, cuidado de la
    salud, conciencia de sus derechos y deberes); con el medio
    ambiente, (actitudes y conocimientos
    científicos-tecnológicos y ecología); y con los
    demás, (conocimiento crítico de la sociedad, la
    economía, la política y la cultura).

    Construir una institución educativa más
    fuerte y democrática, al garantizar la autonomía y
    creatividad de las instituciones públicas y garantizar las
    condiciones mínimas, (como la estabilidad de la planta
    docente y administrativa), que generen sentido de identidad y
    permanencia.

    Éste debe dejar de ser un tema exclusivo de
    ministros de Educación, sindicatos
    docentes y expertos, para convertirse en un asunto de todos los
    argentinos interesados en construir una sociedad más
    libre, más justa y más rica.

    Creo que son interesantes las propuestas de Fanfani,
    aunque de todas manera, destacaría que no sólo hay
    que conscientizar y movilizar a la población a causa del
    problema educativo, sino conscientizar y movilizar a la
    población a causa del problema
    socio-político-económico, que como ya dije ante es
    el mayor afluente de los problemas educativos. Aunque reconozco
    que también hay otros afluentes, que es la práctica
    docente en sí misma, o sea el ¿tipo de docente que
    ejerce su rol?, que se va formando a causa de su propia biografía escolar y
    asimismo es muy determinante, el ¿cómo es?, la
    formación del futuro docente.

    DOCENTES:

    Consecuentemente, Paulo Freire, en sus cartas a quien
    pretende enseñar, trata el tema del proceso de
    enseñanza-aprendizaje
    , dentro de un marco progresista
    y constructivista, tomando en cuenta a todos los actores
    educativos, sus relaciones entre sí, al sujeto y el
    objeto, desde una perspectiva globalizadora y a la vez
    personalizada.

    Él sostiene que el aprendizaje
    del educador al educar se verifica en la medida en que el
    educador
    humilde y abierto se encuentre permanentemente
    disponible para repensar lo pensado, revisar sus posiciones; en
    que busca involucrarse con la curiosidad del alumnado y los
    diferentes caminos y senderos que ella lo hace recorrer. Y que la
    experiencia docente, si es bien percibida y bien vivida, va
    dejando claro que requiere una capacitación permanente del
    educador; capacitación que se basa en el análisis
    crítico de su práctica.

    Asimismo formula que le acto de estudiar siempre
    implica el de leer, aunque no se agote en éste. De leer el
    mundo, de leer la palabra y así leer la lectura del mundo
    hecha anteriormente. Pero leer no es mero entretenimiento ni
    tampoco es un ejercicio de memorización mecánica de ciertos fragmentos del texto.
    Leer es procurar o buscar crear la comprensión de lo
    leído; de ahí l importancia de la enseñanza
    correcta de la lectura y de la escritura,
    entre otros puntos fundamentales. Es que enseñar a leer es
    comprometerse con una experiencia creativa alrededor de la
    comprensión, de la comprensión y de la
    comunicación y de la experiencia de la comprensión
    será tanto más profunda cuanto más capaces
    seamos de asociar en ella los conceptos que emergen en la
    experiencia escolar procedentes del mundo de lo
    cotidiano.

    Para Freire, el estudiar es desocultar, es alcanzar
    la comprensión más exacta del objeto, es percibir
    sus relaciones con los otros objetos. Implica que el estudioso,
    sujeto del estudio, se arriesgue, se aventure, sin lo cual no
    crea ni recrea.

    Es por eso también por lo que enseñar
    no puede ser un simple proceso de transferencia de conocimientos
    del educador al aprendiz. Transferencia mecánica de la que
    resulta la memorización mecánica. Al estudio
    crítico corresponde una enseñanza igualmente
    crítica que necesariamente requiere una forma
    crítica de comprender y de realizar la lectura de la
    palabra y la lectura del mundo, le lectura del texto y la lectura
    del contexto.

    El docente progresista que propone Freire, es
    aquel docente sincero que expresa lo que siente; que no se siente
    superior en cuanto a la gente socio-económicamente pobre,
    ni inferior con gente de clase social económica más
    dominante, no tomando una actitud
    paternalista o de desprecio hacia los primeros, ni una actitud de
    revancha o sumisión con los segundos; que entabla una
    buena relación con sus alumnos, dando lugar a las
    experiencias personales, las preguntas, los conflictos,
    los intereses y las motivaciones. Asimismo el ser crítico
    en el que implica comprender los significados propios de las
    palabras tanto como sus intenciones y contextos. Que hagas vencer
    el miedo a la dificultad, y que fomente la resolución y el
    coraje para superar los problemas de aprendizaje en especial, ya
    sea con colaboración del docente, del grupo y de
    herramientas tales como libros, diccionarios,
    enciclopedias, etc. El docente progresista debe tomar una actitud
    responsable como autoridad
    educadora, y es siempre una actitud política, la que toma
    aunque sea inconscientemente. Además que no vean al
    docente como algo lejano y inalcanzable como se fomentaban en las
    sociedades autoritarias, sino por le contrario un educador
    progresista es el que buscan acercarse a sus alumnos mediante el
    discurso y el testimonio de humildad, valentía y tolerancia, entre
    otras cualidades para propiciar un clima de
    aprendizaje cordial, donde la toma de
    decisiones dirigidas a mejorar y superar obstáculos,
    la seguridad frente a las decisiones tomadas y la alegría
    de vivir sean constantes y renovadoras.

    Freire aclara que con la invención social del
    lenguaje, lado a lado con la operación sobre el mundo,
    prolongamos el mundo natural, que no hicimos, en un mundo
    cultural e histórico, que es producto nuestro,
    permanentemente inscriptos en un proceso de aprender y de buscar.
    Aprender y buscar, a los que necesariamente se juntan
    enseñar y conocer, y que por su parte no pueden prescindir
    de libertad, no solo como donación sino como algo
    indispensable y necesario que debemos luchar permanentemente,
    formar parte de nuestra manera de estar siendo en el mundo. Y es
    justamente porque estamos programados para aprender, pero no
    determinados, estamos condicionados, pero al mismo tiempo
    consciente del condicionamiento, por lo que nos hacemos aptos
    para luchar por la libertad como proceso y no como
    meta.

    Y que la identidad entendida en esta relación
    contradictoria que somos nosotros mismos entre lo que heredamos y
    lo que adquirimos. Relación contradictoria en la que a
    veces lo que adquirimos en nuestras experiencias sociales,
    culturales, de clase, ideológicas, interfiere
    vigorosamente a través del poder de los interese, de las
    emociones, de
    los sentimientos, de los deseos, de lo que se viene llamando "la
    fuerza del corazón"
    en al estructura
    hereditaria. Por esos mismo, es que no somos, ni sólo lo
    innatos, ni sólo lo adquirido. No se puede tener dudas
    sobre el poder de la herencia
    cultural, sobre cómo nos conforma y nos obstaculiza para
    ser. Pero el hecho de ser programados, condicionados y
    conscientes del condicionamiento y no determinados, es que lo
    hace posible superar la fuerza de las herencias
    culturales.

    Asimismo, creer posible la realización de un
    trabajo en el que el contexto teórico se separa de tal
    modo de la experiencia del educando en su contexto concreto
    sólo es concebible para quién juzga que la
    enseñanza de los contenidos se hace indiferentemente a, e
    independientemente de lo que los educandos ya saben a partir de
    sus experiencias anteriores a la escuela. Y no para quién
    rechaza con razón esa dicotomía insustentable entre
    contexto concreto y contexto teórico.

    En definitiva, Paulo Freire, sostiene que la escuela
    democrática que precisamos no es aquella en la que
    sólo el maestro enseña, en la que el alumno
    sólo aprende y el director en el mandante todopoderoso. Si
    no que la escuela deber ser un espacio acogedor, donde se permita
    escuchar a los otros, se difunda y genere el gusto por la
    pregunta y por la crítica. Y que el estudiar no fuese una
    carga, ni que el leer fuese una obligación amarga que hay
    que cumplir, sino por el contrario que el estudiar y leer fuesen
    fuente de alegría y placer, de la que surge también
    el conocimiento indispensable con el cual nos movemos mejor en el
    mundo, entonces tenderíamos índices que
    revelarían una mejor calidad en nuestra
    educación.

    El profesor que realmente enseña, es
    decir, que trabaja los contenidos en el marco del pensar
    acertado, niega la fórmula farisaica: "Has lo que yo digo
    y no lo que yo hago", o sea sus palabras deben estar
    acompañadas del ejemplo de su corporeidad.

    Además de manera imperante, el docente debe
    tener un rechazo definitivo a cualquier forma de discriminación, o sea, a toda
    práctica prejuiciosa de raza, clase, género,
    etc, porque ofende la sustantividad del ser humano y forma parte
    del pensar acertadamente.

    Evidentemente, mucho tendrá que ver el tipo de
    docente que exista en una escuela, ya que hay diversos tipos de
    maestros, tipos, en el sentido de cómo conciben ellos
    mismos su rol, ya que siempre lo hacen desde dentro de una
    ideología determinada, aunque no lo expresen
    abiertamente.

    Hoy por hoy, es fundamental, a mi entender, capacitar y
    formar docentes progresistas como define y propone Freire, si en
    verdad queremos progresar y avanzar en pro de algo bueno, no
    sé si tanto para nosotros, pero sí para las nuevas
    generaciones; ya que éste tipo de cambios llevan
    años en concretarlos. Pero como sostiene un antiguo
    proverbio chino: "un viaje de mil kilómetros, se comienza
    con el primer paso".

    El cuanto al contexto del trabajo docente en la
    escuela
    , sostiene Elena Achilli, éste gira en torno a:
    la diversidad y pluralidad de situaciones socio-culturales,
    planteado en la profundización del impacto negativo de la
    crisis estructural, tanto en el interior de la escuela, como al
    nivel de las familias y del contexto barrial; en cuanto al
    deterioro de las condiciones de vida de las familias, la
    desestructuración de las mismas, el abandono de los
    niños, el aumento de distintas situaciones de violencia
    familiar y al interior de la escuela, las deficiencias
    edilicias escolares hasta el nivel de provocar la muerte de
    algún alumno, entre otros.

    Además de los límites al tiempo de
    trabajo específico, que impone la "invasión" de la
    comida en el ámbito escolar, se le agrega el de "buscar
    bancos", las
    interrupciones e interferencias de terceros, etc. Estas son las
    condiciones del trabajo decente que son desconocidas por los que
    implementas las políticas educativas.

    Achilli, sostiene lo que creo que es verdad, de que si
    del gobierno
    pretenden reformas educativas, que si bien pueden ser bien
    intencionadas, para un mejor funcionamiento del sistema, muchas
    veces confeccionan leyes y reglamentaciones, expertos sentados en
    sus escritorios, vestidos con sus trajes costosos y escribiendo
    en sus computadoras,
    creyendo que lo que hacen es lo mejor que se puede hacer, (muchas
    veces copian modelos de
    otros países, como la Argentina copió a España
    para la nueva ley federal de
    educación), los dictámenes muchas veces son
    alejados de la realidad escolar, de la que sí el maestro
    está empapado, son difíciles de cumplir o
    están pensados en contextos ideales y no en contextos
    socio-educativos reales. Así encontramos resoluciones
    dónde nenitos del primer ciclo escolar deben "defenderse"
    como puedan de nenes grandulones casi adolescentes o
    adolescentes, por lo que hay que hacer horarios de comedor y
    recreos diferenciados para los del tercer ciclo educativo de la
    educación general básica, eso si es que se ha
    implementado, caso que todavía no ha ocurrido en la ciudad
    de Buenos Aires,
    ya que la escuelas no tienen espacio físico como para
    agregar las aulas de octavo y noveno grado.

    Por otra, parte, Inés Dussel y Marcelo Caruso,
    sostienen que los educadores en tanto sujetos
    que ocupamos una posición particular en la
    transmisión de la cultura de la sociedad, (aún
    cuando este mismo por eso pueda ser cuestionado y pueda pedirse o
    exigirse la transmisión de otras culturas sociales),
    tenemos un poder y una autoridad que nos transcienden como
    individuos y que tiene que ver con el lugar social que
    ocupamos.

    Y según Elena Achilli, la práctica
    docente
    , es el trabajo
    cotidiano que desarrolla el maestro en determinadas y concretas
    condiciones sociales, históricas e institucionales que
    adquieren una significación tanto para la sociedad como
    para el propio maestro, trabajo que si bien está definido
    en su significación social y particular por la
    práctica pedagógica, que involucra una compleja
    red de
    actividades y relaciones que la traspasa, o sea la
    práctica pedagógica, es aquella que se despliega en
    el contexto del aula, dónde se relaciona el denominado
    triángulo didáctico, interrelacionando al docente
    con los contenidos y los alumnos; esto pone de manifiesto que un
    conjunto de actividades y relaciones que el maestro desarrolla
    "fuera" del aula, neutraliza la practica pedagógica en su
    especificidad de trabajo con el conocimiento. Esto tensiona al
    maestro, al enfrentarse contradictoriamente a su "función
    asistencial" y su "función
    pedagógica".

    Por ello, el docente es "tironeado", por las
    diferentes demandas socio-culturales del contexto y la
    recuperación de la eficacia profesional que permita
    mejorar la calidad de la educación.

    Continúa reflexionando que es necesario
    repensar críticamente, el accionar de la
    instrucción escolar, como modo de potenciar la
    calidad de los aprendizajes del niño de contextos de
    pobreza urbana. Esto presupone una política educativa que
    posibilite una educación en tal sentido, para ello el
    Estado debe asegurar una real equidad, jerarquizando
    profesionalmente al docente, en cuanto a su dignificación
    salarial, su adecuada formación y perfeccionamiento
    pertinente a la complejidad del contexto socio-cultural.
    También, debe otorgar mayor autonomía
    institucional, a fin de que la comunidad educativa elabore
    estrategias
    acordes a las características y necesidades locales,
    aunque no desatendiéndola, sino por el contrario
    apoyándola para que pueda llevar adelante los proyectos
    institucionales que organiza. Además tendría que
    coordinar y articular las diferentes investigaciones
    educativas argentinas. Y fundamentalmente aumentar la calidad de
    vida de los alumnos y sus familias, en todos sus
    ámbitos.

    Además ella sostiene que en cuanto al
    docente en su rol en el aula, dentro de un contexto de
    pobreza, se manifiesta lo siguiente:

    La depresión,
    la angustia, la soledad, la complejidad, lo desconocido, el
    olvido, el deterioro del espacio físico, la
    subestimación de su propia tarea docente, el
    déficit en su formación docente en cuanto a no
    haber tenido una especialización o perfeccionamiento para
    trabajar con las exigencias que le toca vivir, la contrariedad
    entre lo que estudió y lo que vivencia, el deber de
    dosificar los contenidos a lo que puedan aprender sus alumnos, la
    dificultad que tiene en hacer hablar los que no hablan, en cuanto
    a como manejar el grupo escolar en cuanto a sus manifestaciones
    violentas y agresivas, el no haber estado preparado adecuadamente
    para manejar grupos conflictivos, arreglarse ante la falta o
    escasez de recursos didácticos y bibliográficos, la
    lucha de sufrir expectativas negativas en cuanto al fruto de su
    labor en el aula, el sentimiento de estar inmerso en una gran
    desvalorización humana de todos, ocupar el tiempo mas bien
    en lo asistencial que en lo pedagógico, el enfrentamiento
    con las dudas, temores e incertidumbre de ¿qué y
    cómo enseñar?, la tensión que viene por
    vivenciar el contraste entre la escuela real y la escuela ideal,
    la tensión que proviene de cumplir con los directivos al
    que queden registros en los
    cuadernos de los alumnos, el trabajo administrativo y otros
    confluencias las exigencias de los padres, alumnos, directivos y
    las propias que nacen de su propia consciencia profesional, el
    maneje acerca de la certidumbre o incertidumbre de los
    aprendizajes de sus alumnos como así el desgranamiento de
    sus clases.

    Por otra parte, el licenciado Isabelino Siede, sostiene
    que a la hora de reiniciar las clases, se demandan
    respuestas por parte de la escuela. Hablar de "respuesta", es
    vincular aquí con la noción de "responsabilidad", de ejercicio de las funciones
    propias de la institución educativa. Es necesario aclarar
    este significado, pues está muy lejos de la escuela el
    poder solucionar lo que ocurre hoy en nuestra sociedad, aunque
    para muchos sectores de la sociedad representa la cara visible
    del Estado. Por eso suele funcionar como la de resonancia de las
    demandas sociales, despertando en los equipos docentes
    sensaciones de sobre exigencia, de impotencia, de
    desazón.

    Los docentes deben evitar tanto las imágenes
    apocalípticas como los optimismos ingenuos, no tratar d
    aparecer inmunes ni victimizarse públicamente,
    considerando falsa y no realista el "dejar los problemas fuera
    del aula".

    Es también recomendable generar formas
    colaborativas de garantizar que los chicos tengan lo necesario
    para aprender y para estudiar, atendiendo de manera solidaria las
    dificultades materiales que vienen las familias.

    También es recomendable pensar en propuestas
    de acción directa de los estudiante sobre sí mismos
    o sobre su entorno cercano.

    Desde el punto de vista del conocimiento, la crisis
    configura una oportunidad formativa, pues activa las preguntas
    básicas sobre la sociedad en que vivimos, permite
    problematizar algunas ideas y moviliza la reflexión
    publica sobre la realidad y las expectativas de
    cambio.

    La noción de representatividad, por ejemplo,
    puede analizarse en tiempos de la Revolución
    de Mayo y las guerras
    civiles posteriores, originadas en la puja por la
    configuración de una élite dirigente que
    reemplazara a las autoridades coloniales depuestas.
    Etc.

    DOCENTES Y
    SUS ALUMNOS:

    Enfocando un poco la atención en los educandos, Paulo Freire,
    sostiene que la práctica educativa progresista,
    debe estar a favor de la autonomía del ser de los
    educandos.

    Insiste en que formar es mucho más que adiestrar
    al educando en el desempeño de destrezas, critica al
    neoliberalismo, por su ideología fatalista y su rechazo al
    sueño y a la utopía, que es inmovilizadora que con
    aires de post-modernidad
    insiste en hacernos creer que nada podemos hacer contra la
    realidad social que de histórica y cultural, pasa a ser o
    a tornarse como "natural", tampoco no acepta las acciones
    terroristas, porque de ellas resultan la muerta de inocentes y la
    inseguridad de
    los seres humanos, sostiene además que la
    preparación científica del profesor debe coincidir
    con su rectitud ética
    , lo fundamental de que los
    alumnos perciban el respeto y la lealtad con que un profesor
    analiza y critica las postura de otros, en que es en el dominio
    de la decisión, de la evaluación, de la libertad,
    de la ruptura, de la opción, en dónde se instaura
    la necesidad de la ética y se impone la responsabilidad,
    reconoce además, que somos seres condicionados, pero no
    determinados.

    En cuanto a los saberes que considera indispensables a
    la práctica docente de los educadores críticos y
    progresistas, es considerar definitivamente de que
    enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las
    posibilidades de su producción o de su construcción, que la formación
    implica todas las etapas de la vida, debe saber desarrollar la
    capacidad crítica del educando, su curiosidad, su
    insumisión, debe también enseñar a pensar
    correctamente y debe hacer relacionar lo que se lee con la vida
    cotidiana de su entorno inmediato.

    Asimismo teniendo en cuenta el tema de la
    biografía escolar, según nota de la revista
    "Ensayo y
    Error", es posible sostener que a lo largo de la trayectoria
    escolar vivida los maestros comenzaron a formase como tales, En
    es período aprendieron, ("vivencialmente,
    experimentalmente, implícitamente"), cuestiones que
    están directamente ligadas con su quehacer, la
    enseñanza. Como producto de la experiencia escolar vivida
    como alumno, los maestros aprendieron a enseñar, a
    aprender, a ser maestros y a relacionarse con el conocimiento en
    el seno de una institución particular, la
    escuela.

    El pasado escolar deja huellas que influirán
    en el desempeño profesional de quienes hagan de la escuela
    su presente. Porque el hábito tiende a actuar en
    condicione homólogas a aquellas en que se produjo. Y esas
    condiciones favorecerán que los esquemas o modelos
    incorporados a lo largo de la trayectoria escolar actúen
    conformándolas prácticas y representaciones de los
    maestros de hoy. así las practicas del presente
    podrán comprenderse mejor teniendo en cuenta la
    relación dialéctica que existe entre los
    condicionamientos objetivos, )la escuela) y las estructuras
    incorporadas en los sujetos que en ese ámbito desarrollan
    su actividad profesional.

    Por otra parte, la identidad del alumno, sostiene
    Elena Achilli, se va constituyendo por medio de las distintas
    prácticas y relaciones a través de las cuales el
    niño participa, ya sea en el ámbito escolar,
    familiar y de su entorno social inmediato, en la que se va
    apropiando de conocimientos sobre las cosas y las personas, como
    así también de los esquemas normativos y
    valorativos con los que interactúa; por lo tanto, se va
    apropiando de conocimientos, habilidades y reglas morales. Al
    considerar la construcción de identidades como procesos,
    supone captar el movimiento de
    lo que es cambio y mutabilidad permanente, emergiendo al
    análisis el proceso heterogéneo, en que se expresan
    las identidades, en permanente proceso de
    reformulación.

    Asimismo, hay una representación
    desvalorizante de los alumnos que provienen de sectores
    socio-económicos pobres, construcciones que marcan
    deficiencias o acciones delictivas, como por ejemplo: "no
    entiende", "no presta atención", "no está
    estimulado", "es disperso", "tiene problemas de aprendizaje", "es
    apático", "tiene altibajos emocionales", "es violento",
    "es agresivo", "es drogadicto", "roba", etc.

    Estas representaciones desvalorizantes del
    niño, construyen un círculo vicioso, que
    también desvaloriza el propio trabajo
    docente.

    Sin embargo, también hay construcciones y
    representaciones otras visiones más positivas, como ser:
    "le gusta aprender a leer y escribir", "me saca los libros de las
    manos", "está apurado por aprender a redactar", etc.
    Buscando por consiguiente mejores estrategias para que
    aprendan.

    DOCENTES EN EL
    AULA:

    En la Argentina de hoy -y hoy más que nunca-, de
    debe llevar a la práctica, los principios que
    para Paulo Freire, son fundamentales en el rol docente, en
    especial en aquellos que están "sumergidos" en contextos
    de pobreza. Se requiere por parte del profesor una
    reflexión crítica sobre la práctica, para
    realizar una secuencia de mejoramiento. Exige además, el
    reconocimiento y la asunción de la identidad cultural,
    reconociendo el valor de las emociones y la afectividad. Exige
    consciencia del inacabamiento, al aceptar lo diferente y estar
    predispuesto al cambio, ya que debemos ser capaces de intervenir
    en el mundo, de comparar, de juzgar, de decidir, de romper, de
    escoger, capaces de grandes acontecimientos y de testimonios
    dignificantes. Exige el reconocimiento de ser condicionado pero
    no determinado, de ésta manera y al ser inacabado, se
    concibe su construcción, no en el aislamiento inmune a la
    fuerzas sociales. Exige respeto a la autonomía del ser del
    educando, siendo un imperativo ético y no un favor que se
    hace al alumno, por lo tanto, el profesor que menosprecia la
    curiosidad del educando, su gusto estético, su inquietud,
    su lenguaje, más precisamente su sintaxis y su prosodia,
    el profesor que trata con ironía al alumno, que lo
    minimiza, que lo manda "ponerse en su lugar" al más leve
    indicio de su rebeldía legítima, así como el
    profesor que elude el cumplimiento de su deber de poner
    límites a la libertad del alumno, que esquiva el deber de
    enseñar, de estar respetuosamente presente en las
    experiencia formadora del educando, transgrede los principios
    fundamentalmente éticos de nuestra existencia. Exige buen
    juicio, sobre todo en la evaluación de la práctica
    de lo que se dice, lo que se piensa y de lo que se hace. Exige
    humildad, tolerancia y lucha en defensa de los derechos de los
    trabajadores, en cuanto a sus salarios y su dignidad profesional.
    Exige la aprehensión de la realidad, en la que se tienen
    que dar cuenta de las cosas y también tener un
    conocimiento cabal de ellas, en dónde la capacidad de
    aprender no es sólo para adaptarse sino para especialmente
    poder trasformar la realidad, para intervenir en ella y
    recrearla; el profesor debe asumir sus convicciones, estar
    disponible al saber, ser sensible a la belleza de la
    práctica educativa, asumir las limitaciones
    acompañadas del esfuerzo para superarlas. Exige
    alegría y esperanza, involucrándose con la
    práctica docente, que es política y moral,
    tratando de fomentar un clima de distensión,
    alegría y esperanza en su grado. Exige la
    convicción de que el cambio es posible, al tener claro e
    inculcar a los otros que no somos objetos de la historia, sino
    sujetos sociales de la historia, partiendo del saber fundamental
    que sostiene que cambiar es difícil pero es posible, esto
    debe empujar hacia la acción, sabiendo que la miseria es
    violencia, el educador se debe volver cada vez más
    competente para que la lucha no pierda eficacia. Exige
    curiosidad, que moviliza e inserta al sujeto en la
    búsqueda, la construcción del conocimiento implica
    el ejercicio de la curiosidad, su capacidad critica de tomar
    distancia del objeto, de observarlo, de delimitarlo, de "cercar"
    el objeto o hacer su aproximación metódica, su
    capacidad de comparar y de preguntar. Exige seguridad,
    competencia profesional y generosidad, ya que la autoridad
    docente se funda en la competencia profesional, debiendo ser una
    autoridad coherentemente democrática, que se funda en la
    certeza de la importancia de la libertad y en la
    construcción de un clima de auténtica disciplina;
    enseñar y mientras se enseña, manifestar a los
    alumnos, lo fundamental que es el respeto mutuo, no separando la
    enseñanza de los contenidos con los de la formación
    ética y ciudadana. Exige compromiso, buscando la
    aproximación cada vez mayor entre lo que se dice y lo que
    se hace y entre lo que se parece o aparenta y lo que realmente se
    es, porque la presencia del profesor, no-pasa desapercibida en el
    aula y es una presencia política en sí misma,
    siendo un sujeto de opciones; el profesor progresista, debe estar
    atento frente a la astucia de la ideología dominante que
    insinúa la neutralidad de la educación, como si los
    alumnos son formados para practicas apolíticas, como si la
    manera humana de estar en el mundo fuera o pudiera ser una manera
    neutra, obviamente, no siendo esto así. Exige libertad y
    autoridad, buscando un equilibrio,
    sin caer en un autoritarismo, pero tampoco en un libertinaje, ya
    que la libertad sin límite es negativa tanto así
    como la libertad asfixiada. Exige una toma consciente de
    decisiones, el profesor democrático, coherente,
    competente, que manifiesta su gusto por la vida, su esperanza en
    un mundo mejor, que demuestra su capacidad de lucha, su respeto a
    las diferencias, sabe cada vez más el valor que tiene para
    la transformación de la realidad, la manera en que vive su
    presencia en el mundo, de la cual su experiencia en al escuela es
    apenas un momento, pero un momento importante que requiere ser
    vivido auténticamente. Exige saber escuchar, o sea no un
    hablar del docente como un todopoderoso, sino en una actitud
    abierta a trabajar el contenido con los alumnos, escuchar para
    reformular los conceptos y ayudar a pensar, razonar y
    repreguntar. Exige disponibilidad para el diálogo,
    es en la disponibilidad de hacia la realidad donde se construye
    la seguridad, indispensable a la propia disponibilidad, basado en
    el respeto por las diferencias. Exige querer a los educandos, sin
    separar la seriedad docente con al afectividad, ni tampoco
    obligarse a querer a todos por igual, no ser ásperos o
    amargos, pero sí no tenerle miedo a los sentimientos y
    sellar auténticamente un compromiso con los educandos, en
    la que la seriedad puede ir acompañada con la
    alegría de vivir.

    Por otra parte, el maestro debe convertirse en un
    práctico reflexivo, según Donald
    schón, emplea y concibe al término, que da a
    entender lo siguiente: la idea de dar la razón
    está asociada con una cierta visión del
    conocimiento del aprendizaje y de la enseñanza.
    Podría caracterizar al conocimiento escolar a partir de
    los siguientes puntos: En primer lugar la idea de lo que nosotros
    sabemos es un producto, hay un cuerpo de conocimientos. Es un
    conocimiento determinado en el sentido de que hay repuestas
    correctas. Los maestros tienen por función saber
    cuáles son las respuestas correctas y
    comunicárselas a los alumnos. El conocimiento es formal y
    categórico. Es formulable en proposiciones que asignan
    propiedades a objetos o que expresan en términos verbales
    o simbólicos las relaciones entre los objetos y sus
    propiedades.

    La reflexión en la acción es
    táctica, espontánea, no como una actividad
    primordialmente intelectual. Si no, preparar al pensamiento para
    volverse sobre sí mismo, pensar de maneras diferentes y
    nuevas acerca de los fenómenos.

    A la capacidad para hacer las cosas bien, aunque a
    veces sepamos más de lo que podemos decir; para mostrar
    más de lo que sabemos en lo que hacemos, y en la forma en
    que lo hacemos, es a lo que yo llamo conocimiento de la
    acción. A la capacidad para responder a la sorpresa, a
    improvisar en el momento, es a lo que yo llamo reflexión
    en la acción.

    Cuando un maestro reorienta su atención para
    darle razón, a un alumno, para entender qué es lo
    que dice, entonces la enseñanza misma se vuelve una forma
    de reflexión en la acción.

    Implica contactarse con lo que los chicos realmente
    están diciendo y haciendo, implica permitirse,
    sorprenderse por eso y porque la sorpresa sea apropiada, porque
    uno debe permitirse a sí mismo asombrarse. Implica
    encontrar al chico, en el sentido de juntarse con su
    comprensión de lo que sucede y ayudar al chico a coordinar
    el conocimiento en la acción de todos los días, que
    el trae a la escuela, con el conocimiento privilegiado que
    él encuentra en la escuela. Una respuesta a la sorpresa a
    través del pensamiento que vuelve sobre sí mismo,
    pensando lo que hacemos mientras lo hacemos.

    Por otra parte, la conversación no debe ser ni
    tolerante, predecible ni totalmente impredecible. Si es demasiado
    predecible es aburrida, si es totalmente impredecible es loca.
    Cuando los maestros se detienen para darle razón al alumno
    están haciendo reflexión sobre su reflexión
    en la acción.

    Y hay fisuras entre la escuela y la vida, que hacen
    que muchos chicos crean que la escuela no tiene nada que ver con
    la vida

    Por lo tanto, el desafío de las escuelas
    profesionales es educar para la maestría en el hacer. Hay
    que ayudar a la gente a moverse en estas indeterminadas zonas de
    la practica, adquirir distintas formas de reflexión en la
    acción y reflexión sobre la reflexión en la
    acción.

    En su máxima expresión, lo que llamo un
    práctico reflexivo, es aquel que está involucrado
    en una situación en la que la gente aprende haciendo. En
    la cual hacen las cosas juntos, uno con el otro, aprenden las
    cosas en una situación especial, en el sentido de que
    representa el mundo de la práctica pero no el mundo de la
    práctica.

    Lo que los estudiantes hacen es un mensaje que le
    dice al instructor, -esto es lo que yo puedo hacer con lo que
    usted nos dio-. El instructor observa eso y ve los problemas y
    las dificultades que los estudiantes tienen al tiempo que
    modifica su propio mensaje.

    En su más alta expresión, este
    diálogo entre el estudiante y su instructor, se vuelve un
    diálogo de reflexión en la acción
    recíproca, donde cada uno de ellos está
    reflexionando sobre y respondiendo a los mensajes recibidos del
    otro.

    Centrándome en lo que significa un
    práctico reflexivo maestro, podría preguntarme:
    ¿Qué significa educar maestros en la capacidad para
    enseñar reflexivamente y para pensar acerca de su propia
    reflexión en la acción con chicos?

    Creo que le práctico reflexivo, en
    educación como en otros campos, debe ser un juego de
    espejos porque el maestro de los maestros también hace lo
    que está enseñando. Los maestros ven la
    confusión de los chicos y su propia confusión, la
    capacidad de los chicos y su propia capacidad.

    La tarea que tiene por delante consiste en: prestar
    atención al problema específico que está
    siendo trabajado, siendo capaz de demostrar y describir en
    términos relevantes acerca de sos que se está
    tratando. Demostrar y describir, en términos adecuados
    para cada estudiante en particular en ese momento. Decir y
    descubrir las cosas que van a ayudar a ese estudiante a
    entender.

    Contra la doctrina de que a los maestros se les
    deberá enseñar resultados de investigación llevadas a cabo por
    investigadores, idea que creo que explica buena parte de la
    irrelevancia de lo que se enseña en las escuelas de
    educación. Se deberá luchar contra la idea de que
    el maestro es una tabla rasa que no tiene nada que
    aportar.

    Creo que hay bastante evidencia de que las cosas
    sí pueden ser cambiadas, y que hay gente que quiere
    cambiarlas en la dirección que he descrito.

    Creo, además, que el camino para hacerlo es a
    través del desarrollo de los prácticos reflexivos,
    que estén animados a salvar las distancias entre el decir
    y el hacer, escuela y vida, práctica e
    investigación que tanto han dañado la efectividad
    de las escuelas en todos los niveles.

    CONCLUSIÓN:

    A modo de conclusión personal, considero que los
    problemas de la educación Argentina, deben abordarse
    teniendo en cuenta los aspectos políticos, sociales y
    económicos a nivel macro, o sea teniendo en cuenta la
    multicausalidad de los acontecimientos. En especial
    contrarrestando las políticas de ajuste y la concreta
    pobreza urbana, en que los alumnos con sus familias están
    inmersos.

    Por otra parte, si bien la escuela contribuye, con su
    actividad de contenedora social, tendrá que esforzarse por
    no descuidar su práctica pedagogía,
    adaptándose a cada cultura institucional. Atendiendo a la
    gran diversidad que presenta el alumnado, diversidad en las
    biografías
    escolares, diversidad socio-económicas, variedad de
    perspectivas e intereses, diversidad de requerimientos,
    diversidad de procedencias y culturas. Diversidad que el docente
    debe transformar en riquezas, a compartir el uno con el otro,
    considerando y respetando las diferencias, apostando a la
    capacidad de cada alumno, hasta que pueda ocupar su lugar en el
    mundo, ese lugar, que él quiera ocupar.

    Asimismo, ser francos, diciendo que la escuela no va a
    poder solucionar todos los problemas sociales ni mucho menos,
    pero sí, y en la medida de que halla docentes responsables
    y comprometidos con su rol, de que por ser público, es de
    por sí político, tenga para sí mismo, una
    actitud crítica y reflexiva de la realidad social, para
    que con su ejemplo y su esfuerzo cotidiano, pueda inculcar buenos
    valores a sus alumnos y darles las herramientas cognitivas
    necesarias, para que estos el día de mañana, puedan
    ser ciudadanos pensantes; en que si bien están
    condicionados, no estén determinados a simplemente,
    obedecer y ejecutar órdenes, ni a trabajar en un
    supermercado, sino por el contrario que sean forjadores de un
    futuro mejor, de su propio futuro, en el que si bien, muchos no
    alcancen a formarse para dirigir y pensar, ni para trabajar en
    puestos directivos; al menos sí tengan libertad de
    pensamiento, libertad de acción, libertad de
    decisión y libertad para crear para sí y los suyos
    una vida ciudadana digna, como corresponde a la dignidad
    humana.

    Guillermo Di Fini

    BIBLIOGRAFÍA

    • Practica docente y diversidad sociocultural –
      Los desafíos de la igualdad educativa frente a la
      desigualdad social – de Elena Achilli. Ediciones Homo
      Sapiens. Año: 1996.
    • Pedagogía de la autonomía –
      Saberes necesarios para la práctica educativa – de
      Paulo Freire. Siglo Veintiuno Editores. Años:
      1996.
    • Cartas a quién pretende enseñar, de
      Paulo Freire.
    • ¿La gran exclusión? –
      Vulnerabilidad y Exclusión en América Latina, de Alberto
      Minujin.
    • La invención del aula – Una
      genealogía de las formas de enseñar – de
      Inés Dussel y Marcelo Carulo. Editorial
      Santillana.
    • Bernardo Kilksberg, director del Proyecto
      Regional de las Naciones Unidas
      para América Latina de Modernización del Estado,
      en su libro Pobreza. Un tema impostergable.
    • La opción de educar – Ética y
      pedagogía, de Philippe Meirieu. Editorial Octaedro.
      Año: 2001.
    • Infancia y poder, de M. Naradowaki.
    • La tragedia educativa, de Guillermo
      Echeverri.
    • Cuesta abajo – Los nuevos pobres: efectos de la
      crisis en la sociedad argentina – de Alberto Minujin y
      otros. UNICEF / Losada.
    • Características de la educación actual,
      de Víctor Hoz.
    • El nuevo pacto educativo – Vivimos una
      revolución – de Juan Carlos Tedesco.
    • Fracaso escolar y marginación, de
      Oliveira.
    • Escuelas y Maestros, de J. Ezpeleta. Capítulo:
      El problema. Los problemas.
    • Organizar y Conducir la escuela, de Graciela
      González. Capítulo: Maestros:
      ¿Profesión o semiprofesión?
    • Conocimiento y reflexión en acción de
      Donald Schón. Congreso en la Asociación
      Norteamericana de Investigaciones Educativas. 1986.
    • Oscar Altimir, investigador del CEPAL, en su libro La
      dimensión de la pobreza en América Latina.
      Cuadernos de CEPAL. 1979
    • Pre- Diseño curricular para la
      Educación General Básica – Marco General
      – Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Año:
      1999.
    • Datos estadísticos del I.N.D.E.C, (Instituto
      Nacional de Estadísticas y Censos).
    • Y los siguientes artículos
      periodísticos:
    • Revista de Educación y Ciencias
      Sociales – Universidad Nacional Experimental: Simón
      Rodríguez – N°: 16 y 17. Caracas. Año:
      1999.
    • Revista: La educación en nuestra manos.
      SUTEBA. N°: 51. Buenos Aires. Año: 1998.
    • El programa como
      instrumento de trabajo, de Azucena Ousset. México.
      Año: 1976.
    • La integración en la escuela, de Gimena
      Fuertes. Página 12. Argentina. Año:
      2002.
    • Escuela y crisis social: Aportes para un abordaje
      formativo, de Isabelino Siede. Secretaría de
      Educación. Año: 2002.
    • América: Sin educación, se
      perpetúa la pobreza, de Federico Mayor. Diario
      Clarín. Argentina. Año: 1998.
    • Que la escuela rinda cuentas, de Emilio Fanfani.
      Diario Clarín. Argentina. Año: 2001.
    • Escuela Modelo Robinsón, de Daniel Filmus.
      Diario Clarín. Argentina. Año: 2000.
    • La escuela, garantía de futuro, de Daniel
      Filmus. Diario Clarín. Argentina Año:
      2000.
    • La escuela pelea pese a todo, de Daniel Filmus.
      Diario Clarín. Argentina. Año: 2001.

     

      

    MONOGRAFÍA ESCRITA POR:

    Guillermo Di Fini

    Ciudad de Buenos Aires. Argentina.

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