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Sexualidad y educación sexual irresponsable




Enviado por cac1



    ¿Irresponsables
    quienes?

    1. Resumen
    2. Clase sobre
      sexualidad
    3. Análisis de la
      educación sexual familiar
    4. Bibliografía de
      referencia

    "La responsabilidad con la cual los miembros de una
    sociedad
    vivan su sexualidad
    será directamente proporcional a la responsabilidad con
    la cual la sociedad adulta se haga cargo de una buena educación sexual para la niñez y
    la adolescencia"

    RESUMEN

    La sociedad adulta espera y exige a sus jóvenes
    y adolescentes
    que sean responsables con su vida sexual coital, sin embargo se
    comportan irresponsablemente en la manera como asumen la
    educación sexual. Los adultos suponen que con "la
    pedagogía del NO" y el "terrorismo
    sexual" sería suficiente para lograr una sexualidad
    responsable. La prohibición ha sido insuficiente para
    ejercer control
    sobre la conducta
    sexual de los jóvenes y mucho menos para formarla.
    La familia y
    la escuela no
    forman intencional y sistemáticamente la sexualidad. La
    mayor parte de los adultos dicen a sus hijos que tengan cuidad
    pero o enseñan como tenerlo. La escuela y la familia
    aún sigue formando la sexualidad con un esquema
    supresivo y preventivo: "mira todo lo malo que puede ocurrir si
    tienes sexo
    coital". En este trabajo se analiza las agendas
    sexosóficas de las políticas de educación sexual
    basadas "solo" en abstinencia y postergación. Se analiza
    con datos
    estadísticos de los países desarrollados la
    ineficacia de estas políticas. Se propone la
    formación en autonomía. Se cuestiona el papel
    irresponsable de la familia y la escuela. La misión
    de la familia, la escuela, el estado y
    la sociedad sería brindar todos los repertorios en
    conocimientos, valores,
    actitudes y
    habilidades para que en forma autónoma puedan iniciar
    responsable y constructivamente su vida coital, en el momento
    que cada cual lo considere, antes o después del matrimonio.
    Mientras se siga evitando hacer una educación sexual
    abierta, basada en la verdad, centrada en la promoción de valores y actitudes para una
    sexualidad responsable, realizante y constructiva, no se
    podrá esperar que las futuras generaciones tengan una
    salud superior
    a la que han tenido las generaciones anteriores.

    Palabras claves: sexualidad adolescente,
    educación sexual, salud sexual adolescente, sexualidad
    responsable, educación sexual familiar.

    Una de las mayores preocupaciones que tienen los adultos
    respecto a la juventud se
    relaciona con la forma como están viviendo su sexualidad y
    los efectos de esta sobre su salud sexual. La familia, la
    escuela, el estado y la
    sociedad en general esperan que los jóvenes sean
    "responsables" con su sexualidad. No sólo lo esperan,
    también lo exigen. Sin embargo es evidente la
    "irresponsabilidad" con la cual los adultos asumen sus funciones en la
    educación sexual. Paradójicamente la sociedad
    adulta pretende, a partir de "una educación sexual
    irresponsable", que la juventud y la adolescencia "vivan
    responsablemente la sexualidad". Es fácil para los adultos
    señalar la irresponsabilidad de la juventud en su
    sexualidad, pero muy difícil para ellos señalar y
    asumir la propia irresponsabilidad respecto a la educación
    sexual.

    Las estadísticas relacionadas con la sexualidad
    de los adolescentes de ayer, es decir la de los adultos de hoy,
    son muy parecidas a la de los adolescentes de hoy. En los
    talleres realizados con adultos sobre sexualidad y
    educación sexual hemos detectado que entre un 50% y 80% de
    la población participante habían tenido
    relaciones coitales antes del matrimonio, una gran mayoría
    de ellos, al igual que los adolescentes de hoy, no habían
    usado algún método
    para protegerse de un embarazo en
    sus primeras relaciones coitales y una proporción similar
    a la de los jóvenes de hoy también abortó.
    Igualmente, los padres de estos adultos, en su momento, no se
    enteraron de las relaciones sexuales, tal como también
    está sucediendo con una buena proporción de los
    adolescentes y jóvenes de hoy. Esto indica que la historia de "la sexualidad
    irresponsable" producto de
    "una educación sexual irresponsable" continua
    repitiéndose.

    Para los adultos es difícil asumir la sexualidad
    coital y no coital en la edad adolescente, algunos
    preferirían que no tuviesen experiencias y relaciones
    sexuales, otros suponen que NO las tienen, aunque sospechan que
    SI, prefieren no saber sobre eso y se hacen los locos; otros
    adultos pretenden que la juventud lleve, si así lo
    deciden, una vida sexual, pero responsable. Podríamos
    afirmar que la ideología adulta tradicional y
    todavía imperante en nuestra sociedad es educar a la
    juventud para que no tenga relaciones sexuales antes del
    matrimonio.

    La mayor parte de las familias y las escuelas educan
    basadas en el "terrorismo sexual" y en la "pedagogía del
    NO", los métodos
    típicos en la educación sexual tradicional han sido
    señalar "todos los males" y "peligros" que pueden ocurrir
    si se tiene relaciones sexuales coitales. La juventud es objeto
    muchas veces de frases intimidatorias: "cuidado te me embarazas",
    "no la vayas a embarrar", "cómo me traigas un embarazo te
    mato", "mira lo que haces", etc. La pedagogía del NO y el
    terrorismo sexual han sido el fundamento de una educación
    sexual centrada en la postergación y la abstinencia sexual
    alimentada, por supuesto, de una concepción negativa,
    represiva, maniquea y condenatoria de la sexualidad.

    CLASE SOBRE
    SEXUALIDAD

    "¿Qué habéis hecho hoy en la
    escuela?", le preguntó un padre a su hijo
    adolescente.

    "Hemos tenido clases sobre el sexo", le respondió
    el muchacho.

    "¿Clases sobre el sexo? ¿Y qué os
    han dicho?"

    "Bueno, primero vino un cura y nos dijo por qué
    no debíamos. Luego, un médico nos dijo cómo
    no debíamos. Por último, el director nos hablo de
    dónde no debíamos".

    En "La Oración de la Rana", por Anthony DE MELLO,
    Tomo 2. Editorial: Sal Terrae, Bilbao. 1988

    La represión y las prohibiciones como
    métodos de educación sexual han demostrado
    históricamente su ineficiencia, definitivamente no
    funcionan. Educar con estos métodos contribuye a la
    estructuración de una sexualidad irresponsable, poco
    saludable y negativa. Una gran parte de "las prohibiciones"
    hechas por los adultos a los y las adolescentes no funcionan y
    por el contrario generan control externo y conciencia
    externa. La represión y la prohibición sexual
    sólo producen una concepción negativa de la
    sexualidad, contribuye a que esta sea vivida con doble moral y no
    habilita para construir vida sexual responsable.

    Independientemente de las prohibiciones, una
    proporción de la población juvenil decide iniciar
    su vida sexual coital. Los datos revelados en las diferentes
    investigaciones muestran que los y las
    adolescentes tienen actividad sexual, coital y no coital,
    orgásmica y no orgásmica. Una buena
    proporción de los y las adolescentes ha decidido iniciar
    su vida sexual coital a pesar de la educación sexual
    represiva y prohibitiva recibida en la familia y el sistema
    escolar.

    En nuestros estudios se observa una incidencia de sexo
    coital alrededor del 43% en estudiantes de último grado de
    secundaria y del 50% en estudiantes de primer semestre en
    diferentes universidades de la costa Atlántica colombiana.
    El problema fundamental es la forma irresponsable y poco segura
    como se inicia la vida coital. Cómo se analizará
    posteriormente el inicio coital a edades mayores o dentro del
    matrimonio no garantiza una sexualidad responsable, mucho menos
    si la familia y la escuela son irresponsables en la función de
    dar una educación sexual intencional, abierta, directa y
    sistemática.

    Les guste o no a los adultos, un porcentaje de
    adolescentes inician su vida sexual coital. La familia, la
    escuela y la sociedad no están formando a la adolescencia
    para iniciar su vida sexual coital en forma responsable,
    constructiva, realizante y autónoma, independientemente de
    la edad de inicio coital y de si esta se hace prematrimonial o
    matrimonialmente. Se supone erróneamente que promover la
    postergación y la abstinencia coital en la juventud
    produce responsabilidad en el comportamiento
    sexual. Por el contrario, una formación en
    autonomía y responsabilidad podría generar, entre
    otras alternativas, la decisión de postergar o abstenerse
    pero no por represión, si no por opción, por la
    conciencia de que aún no se está list@, de que no
    se desea o aún no es el momento. La postergación y
    la abstinencia por si solas no generan los repertorios
    actitudinales, axiológicos y conductuales para asumir
    responsable y constructivamente la sexualidad coital, mucho menos
    si está apoyada en una visión represiva y negativa
    de la sexualidad.

    La familia y la escuela como instituciones
    sociales ejercen irresponsablemente su función formadora,
    le exigen a los y las adolescentes que sean responsables, que no
    se embaracen, que no tengan VIH SIDA pero sin
    hacer lo suficiente para habilitarles en los repertorios que se
    requieren para vivir responsablemente la sexualidad (insisto: a
    cualquier edad, prematrimonial o matrimonialmente).

    El hecho es que la familia y la escuela exigen pero no
    dan, hacen muy poco para que las expectativas que tienen respecto
    a la vida sexual de los y las adolescentes sean como las desean.
    Se recoge lo que se siembra, ¿si no se cultiva bien como
    esperar una buena cosecha?

    El 100% de los adultos no les gustaría que sus
    hijos adolescentes tuvieran un embarazo temprano y que tuvieran
    VIH SIDA o una infección de transmisión sexual,
    etc. Sin embargo es interesante analizar las actitudes que asumen
    y las estrategias
    ineficaces que usan para evitar que se embaracen y prevenirles
    del VIH SIDA.

    Una parte de los adultos reconoce con sinceridad que no
    ha hecho realmente nada que sea efectivo para que sus hijos
    puedan vivir responsablemente su sexualidad. Otra gran parte ha
    hecho cosas como las siguientes que por supuesto son
    inefectivas:

    • "Les digo que se cuiden"
    • "Lee he dicho, cuidado con un SIDA ah!, usa
      condón"
    • "Les he hablado, le he dicho sobre los peligros de un
      embarazo"
    • "Yo les he advertido y les muestro lo que ha pasado a
      otros en la familia"
    • "Le hablo, les digo que se cuiden"
    • "Les digo que tienen que ver bien que es lo que
      hacen"
    • "Les hablo del amor
    • "Les hablo…
    • "Les digo que deben ser
      responsables…"

    La mayor parte de los adultos dicen que se cuiden pero
    muy pocos enseñan realmente como hacerlo y como protegerse
    de los riesgos naturales
    de la vida coital: embarazo inoportuno, ITS y VIH y conflictos
    emocionales. Por ejemplo, sugieren a los jóvenes que usen
    el condón, pero en el 90% de los casos NO enseñan
    como hacerlo, algunos padres y algunas madres dicen, "ah No!, eso
    si que lo aprenda él", (generalmente se refieren a ellos,
    no a ellas). Los padres y las madres esperan que sus hijos
    varones se protejan, pero no les enseñan como proteger se
    usando el condón. Como de las hijas no esperan que tengan
    sexo, por tanto ni siquiera les dicen que se cuiden usando un
    condón. En ambos casos es una respuesta irresponsable y
    sexista. El 79.6% de padres y madres participantes de tallere e
    ecuación sexual "poco" o "nada" han explicado sobre
    cómo usar el condón y el 79.8% nunca ha mostrado un
    condón a su hij@.

    Ante el temor de un embarazo temprano padres, madres y
    docentes tienden a responder con actitudes terroristas e
    intimidantes que no son efectivas para prevenir los embarazos en
    la adolescencia. El 56.4% de los adultos que han participado en
    talleres de educación sexual en nuestro centro han
    explicado "poco o nada" a sus hijos como evitar un embarazo y el
    66.5% han explicado "poco o nada" sobre cómo usar métodos
    anticonceptivos. La mayor parte de los adultos aspiran a que
    sus hijos e hijas no se embaracen, incluso sin enseñarles
    como tener sexo y regular su fecundidad.

    ANÁLISIS DE LA EDUCACIÓN
    SEXUAL FAMILIAR

    Nivel de explicación
    dada por madres o padres a hij@s en temas de
    sexualidad

    TEMA

    Porcentaje de padres y madres
    que han

    explicado "poco" o
    "nunca"

    El placer en las relaciones sexuales

    73.1 %

    Sobre el placer sexual

    78.1 %

    Los genitales como fuente de placer

    73 %

    Identificación del momento de
    fecundidad

    71.8 %

    Como evitar un embarazo

    56.4 %

    El uso de métodos
    anticonceptivos

    66.5 %

    Como usar el condón

    75.6 %

    Mostrar un condón

    79.8 %

    Funcionamiento de la respuesta sexual

    71.8 %

    Saber como tratar sexualmente una
    pareja

    72 %

    Fuente: Sistematización de los Talleres de
    Educación sexual realizados con 186 adultos de
    diferentes regiones de Colombia y
    Ecuador,
    CAC, Centro de Asesoría y Consultoría, Barranquilla
    Colombia.

    En los adultos existe el temor irracional de que la
    enseñanza de los métodos para
    regular la fecundidad (anticoncepción) "incita" el inicio
    coital, esto se considera como una forma dar "vía libre"
    para que tengan sexo, los adultos suponen irracionalmente que
    esto es como una forma de animarles a tener sexo, ignorando que
    el hecho de tener sexo o no, es fundamentalmente una
    decisión de los jóvenes y que sería
    preferible formarles para regular responsablemente su fecundidad
    para cuando lo necesiten, porque esta ha sido su decisión.
    Si se les habilitara para el manejo adecuado de estos
    métodos podrían vivir el sexo coital realizante y
    responsablemente, antes o dentro del matrimonio. La familia, la
    escuela y el estado no están educando, ni para lo uno, ni
    para lo otro, es decir ni para una sexualidad responsable
    prematrimonial, ni matrimonial. Informar y enseñar sobre
    métodos anticonceptivos no expone a los jóvenes
    para que inicien su vida coital, pero iniciar la vida coital sin
    esta información si es de riesgo para la
    vida sexual de jóvenes y adultos.

    Por otra parte los adultos han sobredimensionado la
    función preventiva de la educación sexual, la
    sexualidad en los adolescentes se está abordando
    predominantemente desde "el discurso de
    las prevenciones" tal como lo describe Zoraida Martínez
    (2001), quien participó en y coordinó el Equipo
    Técnico Nacional de Educación Sexual. La
    educación sexual tiene sentido por sí misma, tiene
    una función que trasciende lo preventivo y la
    supresión de los problemas de
    la vida sexual (embarazos no deseados, VIH SIDA, aborto, etc.),
    consecuencia de una vivencia irresponsable y no realizante de la
    sexualidad, ocasionada a su vez, por una mala, inadecuada y
    negativa educación sexual.

    La educación sexual como parte de una
    educación integral tiene sentido porque la sexualidad es
    aprendible, porque es una necesidad humana y es un
    derecho. Si la sexualidad es aprendible, debe entonces
    hacer parte del potencial humano a desarrollar en la niñez
    y en la juventud a través de una buena educación
    sexual. (Romero, 2000)

    Desde la perspectiva de la promoción del
    bienestar sexual será mucho más importante educar
    para aprender a amar, para aprender actitudes, valores y
    habilidades para la maternidad responsable y eficaz, para ser
    padre y madre como consecuencia de una opción consciente,
    para ser padres y madres de mayor calidad, para
    aprender a ser mejores hombres y mujeres, para aprender a ser
    mejores parejas, para ser seres felices y realizados a partir de
    la sexualidad, el afecto, el amor y el
    erotismo.

    Se confunde educar la sexualidad con la
    prevención, se desconoce la diferencia entre el enfoque
    supresivo y el enfoque centrado en la promoción del
    bienestar. Si bien es cierto que la educación sexual tiene
    una función preventiva, su función primordial es la
    formativa. Una cosa es prevenir la incidencia de embarazos
    tempranos en los jóvenes y otra es la promoción de
    la paternidad y la maternidad como una opción, que
    requiere ser ejercida responsable y eficazmente. La
    promoción de actitudes, valores, conocimientos y
    habilidades para una paternidad responsable además de ir
    mucho más allá de la prevención tiene un
    efecto preventivo de los embarazos, pero un programa de
    prevención de embarazo no implica necesariamente la
    promoción de la paternidad y la maternidad responsable.
    Enseñar a tener sexo sin tener hijos no es lo mismo que
    formar para desempeñarse con excelencia en el complejo
    arte de criar
    hijos y formar una familia. La promoción de la planificación
    familiar como "el conjunto de decisiones que una pareja hace
    para definir el tipo de familia que desean construir" (Romero
    1999) implica la decisión de un determinado método
    para la regulación responsable de la fecundidad, pero la
    enseñanza del uso adecuado de estos métodos es otra
    cosa, importante si, pero diferente. La educación sexual
    que se hace todavía tiene un enfoque fundamentalmente
    "supresivo" y "preventivo" desconociendo la dimensión de
    la promoción del bienestar y la realización
    sexual.

    En vez de reprimir e intimidar con el objetivo de
    impedir que los y las adolescentes tengan relaciones coitales,
    sería más efectivo formarles para que desarrollen
    su autonomía y conciencia interna, para que estructuren
    valores, actitudes, conocimientos habilidades que les sirvan para
    diferenciar, identificar y discriminar por si lo bueno y lo malo,
    lo conveniente y lo inconveniente, lo saludable de lo no
    saludable, la responsabilidad y la irresponsabilidad, lo
    constructivo y lo destructivo, el placer y la conveniencia de
    postergarlo cuando no es conveniente, etc. La formación en
    autonomía conduciría a que los jóvenes
    estructuren recursos internos
    para afrontar responsablemente la vida sexual. Este objetivo no
    podrá lograrse en unas cuantas sesiones de
    educación sexual, será el producto de un proceso
    complejo e intencional de formación que debe iniciarse a
    edades tempranas, tanto en la familia como en la
    escuela.

    La misión de la familia, la escuela, el estado y
    la sociedad sería brindar todos los repertorios en
    conocimientos, valores, actitudes y habilidades para que en forma
    autónoma puedan iniciar responsable y constructivamente su
    vida coital, en el momento que cada cual lo considere, antes o
    después del matrimonio. Insistimos en que la familia y la
    escuela no están formando para iniciar y vivir la
    sexualidad coital responsablemente, sea iniciada antes o
    después del matrimonio.

    La sexualidad puede ser fuente de crecimiento o
    malestar, satisfacción o insatisfacción,
    realización o frustración, etc. Dependiendo de la
    capacidad para manejar su vida sexual cada quien será
    autor del propio destino. Se hace necesario preparar a los y las
    adolescentes para que sean artífices de su destino sexual
    y amoroso, para que puedan ser constructores de un proyecto de vida
    sexual bueno y realizante.

    Algunos adultos aceptan las relaciones sexuales en los
    jóvenes si estas son "con amor". Es importante desarrollar
    la afectividad y el erotismo, por supuesto que sí, pero
    sin una visión moralista y maniquea del amor y el sexo.
    Una idea errónea y muy corriente en los adultos es suponer
    que hablar del "sexo con amor" es condición suficiente
    para desarrollar responsabilidad y éxito
    en la vida sexual. De hecho cuántas parejas se han
    transmitido el VIH SIDA "con mucho amor"?, cuántas parejas
    adultas no se han embarazado "con amor" siendo que no lo
    querían y no deseaban?. Los jóvenes están
    incluyendo en sus noviazgos el sexo, están integrando cada
    vez más sexo y amor, pero con "mucho amor" pueden iniciar
    su vida sexual coital irresponsablemente si no están
    suficientemente educados para vivir su sexualidad de esta forma.
    De hecho el amor no está siendo usado PARA protegerse en
    las relaciones sexuales del VIH SIDA, por el contrario, parece
    ser que se funciona con la idea "como te quiero, contigo me
    desprotejo".

    Con mucha facilidad los adultos asumen actitudes
    "moralistas" y "axiologicistas", lo cual es muy diferente de
    educar la moral y
    los valores
    relacionados con la sexualidad. Se confunde educar en valores con
    desinformar, como si informar fuese incompatible con la
    estructuración de valores. Educar en la sexualidad
    teniendo en cuenta la formación de valores es una cosa y
    educar bajo la ignorancia es otra. Si bien es cierto que
    defendemos la promoción de valores y actitudes positivas,
    estas por sí solas, no son suficientes para lograr una
    sexualidad responsable; especialmente si no se brinda
    información sexual básica y si no se habilita en
    los repertorios sociales fundamentales para ser responsables con
    la sexualidad. Un gran porcentaje de los adultos consideran que
    la enseñanza del uso de métodos anticonceptivos y
    el uso del condón para prevenir el VIH SIDA es
    sinónimo de "no educar en valores", más aún,
    esto es interpretado por algunos adultos como "un atentado contra
    el desarrollo de
    valores".

    Un análisis del comportamiento sexual en
    estudiantes de último grado de secundaria y en las
    poblaciones no escolarizadas evidencia la falta de
    información sexual y la alta incidencia de conductas
    sexuales coitales de riesgo para embarazo y VIH SIDA. En un
    estudio con estudiantes de 11 grado de secundaria de la Ciudad de
    Cartagena el 60% presentaba bajos y muy bajos conocimientos
    sexuales, sólo un 25% sabía identificar el momento
    de ovulación y el 54% de quienes habían iniciado su
    vida coital no habían usado algún método
    anticonceptivo en su primera relación sexual; los
    métodos más usados son el ritmo y el coito
    interrumpido, el condón tan sólo es usado por el
    43% de los hombres y el 17% de las mujeres. En estudiantes
    universitarios se ha encontrado porcentajes alrededor del 62% con
    "muy bajos" o "bajos" conocimientos relacionados con VIH SIDA y
    las conductas sexuales de riesgo.

    Se hace necesario enseñar sobre el uso adecuado
    de los métodos para regular la fecundidad y las formas
    concretas para tener sexo seguro y
    protegido si no se desea que haya embarazos y VIH en la
    población adolescente, esto por supuesto en un contexto de
    formación de valores y actitudes positivas. Si no se
    enseña el uso efectivo de estos métodos no
    será posible el logro de esta meta, incluso para quienes
    aspiran a iniciarse coitalmente dentro del matrimonio.

    Todo proceso de educación sexual implica una
    posición "sexosófica" de fondo, que modula, matiza
    y se refleja en el tipo de intervención. Existen
    diferentes posiciones y por tanto variadas perspectivas de la
    educación sexual. Cada una refleja más una
    agenda ideológica y política respecto a
    la sexualidad
    (Romero 1988). Tal como lo plantea la educadora
    sexual mexicana Esther Corona (1998) toda educación sexual
    es "infelicidad".

    Existen diferentes posturas ideológicas respecto
    a la educación sexual, sin embargo todas podrían
    coincidir en un objetivo común: educar para una vida
    sexual gratificante, responsable, constructiva y realizante,
    vivida esta, antes o después del matrimonio, lo cual
    sería parte de las opciones personales de vida, sin la
    pretensión de que toda la población practique un
    mismo valor y mucho
    menos sin una presunción maniquea: quienes practiquen un
    determinado valor son considerados como "los buenos" y quienes no
    lo practiquen serán considerados como "los
    malos".

    Consideramos que no existe una "única",
    "válida" y "aceptable" alternativa de educación de
    la sexualidad. Cualquiera de las alternativas de educación
    sexual es válida siempre y cuando no se basen en una
    posición represora de la sexualidad y esté
    orientada a promover elecciones autónomas y concientes de
    las conductas sexuales.

    Para algunos la educación sexual debe centrarse
    en promover el sexo seguro, para otros en la promoción de
    la sexualidad responsable, para otros sólo la
    postergación y la abstinencia etc. La perspectiva
    tradicional adulta ha sido educar la sexualidad basándose
    en la promoción de la abstinencia y postergación
    coital. Los estudios indican que los programas de
    educación sexual que enseñan solamente la
    abstinencia y la postergación no han demostrado
    científicamente su eficacia. Muy a
    pesar de esto esta postura hace parte de la política
    actual del gobierno
    norteamericano en la educación sexual oficial de los
    colegios americanos.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Fuente : Alan Guttmacher Institute, journal, Family
    Planning Perspectives, 2000.

    Un análisis del comportamiento sexual de los
    adolescentes norteamericanos demuestra la ineficacia de estas
    políticas. La tasa de actividad sexual coital en la
    juventud americana se ha incrementado en los últimos 30
    años como lo demuestran las estadísticas
    resultantes de las encuestas
    nacionales de salud. Estados Unidos se
    encuentra entre los países del mundo desarrollado con
    más altas tasas de embarazo y aborto adolescente,
    comparada con países como Japón,
    Alemania,
    Inglaterra,
    Francia,
    Holanda, Suecia, España,
    etc.; estos países han disminuido en mayor
    proporción que los EUA el embarazo y el aborto
    adolescente. El promedio de iniciación coital de EUA es
    similar al del resto de los países desarrollados, lo que
    si los diferencia, muy claramente, es la política oficial
    de estado respecto a la educación sexual.

    Muy en el fondo los adultos esperan que sus hijos no
    tengan sexo coital antes del matrimonio, especialmente para el
    caso de las hijas, en el caso de los varones esto no es una
    expectativa social tan importante. En los dos últimos
    gobiernos de EUA se han incrementado los fondos
    presupuéstales para financiar programas de
    educación basados "sólo" en la postergación
    y la abstinencia.

    Análisis crítico a la
    propuesta de educación sexual basada sólo en la
    abstinencia sexual

    La propuesta de hacer educación sexual basada
    "sólo" en la postergación y la abstinencia es
    merecedora de varias críticas. En primer lugar pretender
    educar la sexualidad basándose "sólo" en estas
    alternativas sería poco realista porque habrá una
    parte de la población que no estará dispuesta a
    abstenerse sexualmente. De otra parte esta postura se basa en una
    sexosofía negativa, condenatoria y represiva de la
    sexualidad. Generalmente está apoyada en una
    "pedagogía del NO" y en "el terrorismo sexual", es una
    forma disfrazada de hacer moralismo sexual maniqueo. En la
    práctica es una forma de evitar una educación
    sexual abierta, franca, directa y oportuna, es una forma de
    evadir hablar de la sexualidad con sus realidades. Se promueve la
    idea de que el sexo puede "dañar los planes de vida",
    desconociendo que lo que puede afectar los planes de vida, a
    cualquier edad, no es el sexo en sí, sino el ejercicio del
    sexo irresponsable. El sexo es visto como un enemigo, como una
    fuente de problemas.

    Por otra parte la abstención por sí misma
    no prepara para iniciar responsablemente la vida sexual coital.
    Reprimir los deseos para evitar todos "los males que puede traer
    consigo el ejercicio del sexo" no habilita a la juventud para ser
    responsable, incluso en el matrimonio. Se vende la idea del sexo
    malo antes del matrimonio y el sexo bueno después del
    matrimonio. Se considera loable no tener sexo coital antes del
    matrimonio con la expectativa poco realista de que en la adultez,
    así como por arte de magia, podrá tenerse
    responsablemente.

    Análisis crítico a la
    propuesta de educación sexual basada sólo en la
    postergación

    La adultez no es sinónimo de RESPONSABILIDAD, ser
    adulto desde el punto de vista de edad no garantiza vida sexual
    responsable, para una muestra la vida
    sexual que llevan muchos adultos: irresponsabilidad paterna y
    materna, familias mal construidas, embarazos no planeados, no
    deseados, VIH SIDA, problemas de pareja, violencia
    conyugal, etc. Por otra parte, la iniciación de las
    relaciones coitales dentro del matrimonio tampoco garantiza que
    la sexualidad sea vivida precisamente con responsabilidad,
    felicidad y realización, mucho menos, si no se ha sido
    educado efectivamente con este fin.

    La iniciación sexual coital responsable
    dependerá de que se tengan o no los repertorios en
    conocimientos sexuales exactos, en valores, principios y
    actitudes positivas y en habilidades sociosexuales necesarias
    para ejercer responsablemente la sexualidad. Es posible encontrar
    "adolescentes de 35 años" muy irresponsables con su
    sexualidad y "adultos de 20 años" bastantes responsables y
    realizados con su sexualidad coital.

    Desde la nueva educación sexual se propone
    enseñar que "la sexualidad es algo maravilloso que merece
    vivirse, no de cualquier forma, sino de manera responsable". Los
    siguientes son algunos criterios que se proponen para analizar lo
    que implica vivir la sexualidad responsablemente, se vive una
    sexualidad en forma responsable cuando…:

    • La persona se hace
      cargo de los propios actos y decisiones.
    • Tiene en cuenta las consecuencias de los propios
      actos sobre si mismo y los demás..
    • Tiene en cuenta los propios sentimientos, valores y
      actitudes para tomar decisiones respecto a la vida
      sexual.
    • Tiene la capacidad de aplazar el placer y la
      gratificación en situaciones que ocasionarían
      problemas y consecuencias negativas para si mismo y otras
      personas.
    • Decide libre, consciente y
      autónomamente.
    • Cuando la vivencia sexual está asociada a un
      sentido que le da significado a la experiencia sexual y
      amorosa.

    La responsabilidad será el producto de un largo y
    complejo proceso de formación que implicará la
    estructuración de conocimientos, valores, actitudes
    positivas, habilidades y el desarrollo de una adecuada autoestima.

    Desde esta propuesta formar la capacidad de
    autoafirmación (ejercer control sobre la vida sexual) y la
    habilidad para estructurar proyecto de vida podría hacer
    la diferencia en la meta de formar
    una generación más responsable en su vida
    sexual.

    Cuestionamientos para reflexionar:

    • Cómo podrán ser responsables si se les
      tiene sometidos a la ignorancia y la desinformación
      sexual?
    • Cómo podrán ser responsables si no se
      les enseña el uso adecuado de métodos de
      protección para embarazo y VIH SIDA por el temor a que
      tengan relaciones sexuales?
    • Cómo podrán ser responsables si no se
      les entrena en habilidades para tomar decisiones, decir NO
      cuando eso es lo que se desea, manejar la presión
      de grupo
      etc.?
    • Cómo esperar que sean responsables si tienen
      una serie de mitos,
      creencias y actitudes que favorecen conductas sexuales de
      riesgo para la salud sexual?

    Una meta importante a trabajar en los adultos es la
    intencionalidad en la educación sexual para que familia y
    escuela no dejen al azar la educación sexual de los
    o
    estudiantes, sino que asuman una actitud
    proactiva tomando la iniciativa para educar la sexualidad sin
    permitirse delegarla a otras fuentes que
    probablemente sean menos confiables. No es necesario esperar a
    que hayan embarazos adolescentes para preocuparse por la
    educación sexual, es importante tomar la iniciativa y de
    manera intencional formar valores, virtudes, actitudes,
    conocimientos y habilidades relacionadas con la sexualidad. Los
    adultos proactivos en la educación sexual saben que si no
    toman la iniciativa otras personas lo harán por
    ellos.

    Mientras se siga evitando hacer una educación
    sexual abierta, basada en la verdad, centrada en la
    promoción de valores y actitudes para una sexualidad
    responsable, realizante y constructiva, no se podrá
    esperar que las futuras generaciones tengan una salud superior a
    la que han tenido las generaciones anteriores.

    ¿Cuántos embarazos adolescentes?,
    ¿cuántos abortos más?, ¿cuánto
    incremento de VIH/SIDA?, ¿cuánta infelicidad
    más en las parejas?, ¿cuántas familias
    disfuncionales más?, ¿Cuánta paternidad
    irresponsable más?, ¿cuánto madresolterismo
    más?, ¿cuánto abuso sexual?,
    ¿cuántas vidas destrozadas más se
    necesitarán para decir SI a una nueva Educación
    Sexual?.

    ¿Cuánto más será necesario
    para que reaccionemos y escuchemos lo que nos dice la realidad:
    hay que asumir responsablemente la educación
    sexual!?

    La irresponsabilidad con que la adolescencia de hoy y
    del mañana viva su sexualidad será parte de la
    irresponsabilidad con que los adultos asuman la formación
    de la sexualidad.

    Vale la pena hacer, lo que haya que hacer, como haya que
    hacerlo y cuando haya que hacerlo, con tal de lograr una
    educación sexual abierta, basada en la verdad y el
    diálogo, sistematizada, intencional y
    permanente.

    El reto para el siglo XXI será desarrollar
    políticas y programas para que las escuelas y las familias
    formen una sexualidad que realmente sea "para la vida y el
    amor"

    "No hacer una buena educación sexual y
    pretender que la adolescencia no tenga problemas en su vida
    sexual, es tan estúpido, como pretender que no se
    ahoguen en una piscina sin haberles enseñado a nadar y
    protegerse de los riesgos en una piscina"

    Leonardo Romero S.

    LEONARDO ROMERO S.

    • Normalista Escuela Normal de Barranquilla,
      Colombia
    • Psicólogo egresado de la Universidad
      del Norte.
    • Codirector del CAC, Centro de Asesoría y
      Consultoría.
    • Tallerista y Ponente en diferentes eventos
      nacionales e internacionales.
    • Miembro Titular de la Sociedad Colombiana de
      Sexología.
    • Miembro de la WAS, Word
      Association for Sexology.
    • Autor del libro
      "Elementos de Sexualidad y Educación
      Sexual".
    • Docente invitado en diferentes Universidades de
      Colombia, México y Ecuador.
    • Secretario de la Sociedad Colombiana de
      Sexología (2001-2003)
    • Secretario de la FLASSES, Federación
      Latinoamericana de Sociedades
      de Sexología y Educación Sexual
      (2002-2006)

    BIBLIOGRAFIA DE REFERENCIA

    XLLINS, Chips y STRYKER, Jeff (1998)¿Debemos
    enseñar "Sólo abstinencia" en la educación
    sexual?. CAPS, University of California, San
    Francisco. .

    MARTINEZ, Zoraida ( 1999). "Entre goces y
    amores", Documento inédito, Bogotá.

    ROMERO S., Leonardo ( 2000 )"La Educación
    sexual como un derecho", Pronunciamiento a favor de la
    Educación Sexual, Centro de Asesoría y
    Consultoría, Barranquilla – Colombia,.

    ROMERO S., Leonardo (1999). "Elementos de sexualidad
    y educación sexual", Centro de Asesoría y
    Consultoría, Barranquilla – Colombia.

    ROMERO S., Leonardo, DUEÑAS, Diana y ABAD,
    Liliana (1999) "Conocimientos y comportamientos sexuales en
    estudiantes de undécimo grado en escuelas de
    Cartagena", Centro de Asesoría y Consultoría
    con el auspicio de la Secretaría Distrital de
    Educación de Cartagena.

    ROMERO S., Leonardo (1999 )"Elementos de
    prevención de VIH SIDA", Centro de Asesoría y
    Consultoría, Barranquilla – Colombia.

    ROMERO S., Leonardo (1999) "Reflexiones sobre
    educación sexual", Documento, Centro de
    Asesoría y Consultoría, Barranquilla –
    Colombia.

    SIECUS, Sexuality Information and Education Council of
    the United States, http://www.siecus.org

    SINGH, Susheela and DARROCH, Jacqueline E. (2000)
    Adolescent Pregnancy and Childbearing: Levels and Trends in
    Developed Countries. Family Planning Perspetives Vol. 32,
    No. 1, January/February.

     

     

     CAC, Leonardo Romero S.

     

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