Monografias.com > Biografías
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Biografia de Melanie Klein




Enviado por gkinter



    1. Introducción del
      análisis realizado por Hanna Segal sobre la obra de
      Melanie Klein.
    2. Teoría de las
      posiciones
    3. Envidia
    4. Posición
      depresiva
    5. Defensa
      maniaca
    6. Reparación
    7. Complejo de Edipo
      temprano

    Melanie Reizes nace el 30 de marzo de
    1882 en Viena. Su padre, Moriz Reizes, pertenecía a una
    sencilla familia
    judía muy religiosa, residente en Lvov, en esa
    época parte del imperio austro-húngaro, actualmente
    parte de Ucrania. Estaba destinado a ser rabino y a casarse con
    una joven elegida por sus padres, a la que no conoció
    antes de la boda. A pesar de esto, siguió la carrera de
    Medicina, al
    finalizar la cual rompió con la tradición ortodoxa;
    era un hombre culto,
    que hablaba diez idiomas. Comenzó el ejercicio de su
    profesión, y a los 37 años, se divorció de
    su primer esposa. Tres años después conoció,
    en Viena, a Libussa Deutsch, mucho menor que él. Esta
    pertenecía a una familia culta, en la cual tanto el padre
    como el abuelo eran rabinos.

    Libussa y Moriz se casaron en 1875 y se establecieron en
    Deutsch-Krentz. En 1876 nació Emilie, en 1877 Emanuel y al
    año siguiente, Sidonie. La familia se
    trasladó a Viena, donde nace Melanie en 1882. Moriz se
    dedica a la odontología y su esposa abre un negocio de
    venta de plantas, al que
    atiende hasta 1907.
    En 1886 muere Sidonie, de escrófula (variante de la
    tuberculosis),
    a los cuatro años de Melanie. Sidonie la había
    iniciado en la lectura y
    las matemáticas. Su hermano Emanuel apoya a
    Melanie cuando, a los catorce años, decide estudiar
    Medicina (Psiquiatría) y la prepara en su ingreso al
    Gimnasium de Viena.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    A los 17 años Melanie Klein se compromete con
    Arthur Stevan Klein, un químico industrial de 21
    años, amigo de Emanuel. En esta época abandona la
    idea de estudiar Medicina y asiste a cursos de
    historia y de
    arte en la
    Universidad de
    Viena. A principios de
    1900 muere su padre, Moriz Reizes, y a fin de ese año
    Emilie se casa con el médico Leo Pick. Emilie
    morirá en Londres en 1940.
    En diciembre de 1902, Emanuel, quien hacia años estaba
    enfermo de fiebre reumatoidea, muere en Génova. Su
    relación con su hermana menor era muy estrecha y
    compleja.

    Melanie se casa el 31 de marzo de 1903, con 21
    años recién cumplidos. Durante los cuatro
    años de compromiso han estado mucho
    tiempo
    separados, a causa de los estudios de Arthur. Se establecen en
    Rosenberg (Hungría) y al año siguiente nace
    Melitta. En 1906 nace Hans y un año después se
    trasladan a Kappitz, un pequeño pueblo, a causa del
    trabajo de Arthur.
    Melanie Klein aparece afectada por un fuerte y prolongado estado
    depresivo, ante lo cual su esposo consigue un traslado a Budapest
    en 1910.

    En 1913 E.Jones regresa a Europa y es
    analizado por Ferenczi, ese mismo año funda la Sociedad
    Psicoanalítica de Londres.
    El 1 de julio de 1914 nace Erich. A fines de ese año muere
    Libussa, quien poseia una fuerte influencia sobre Melanie. Esto
    agrava su depresión
    e inicia su análisis con Ferenczi, interesándose
    además en los escritos de Freud acerca de
    los sueños.
    Tanto Ferenczi como Arthur Klein se incorporan al ejército
    austro-húngaro y en 1916 el esposo de Melanie regresa como
    inválido de guerra, herido
    en una pierna. El matrimonio
    enfrenta graves dificultades.

    En 1918 M Klein asiste al 5º Congreso
    Psicoanalítico Internacional, con la presidencia de
    Ferenczi, en el que S.Freud lee "Lines of Advances in
    Psychoanalytic Therapy". Este Congreso realizado en tiempos de
    guerra causa una fuerte impresión en Klein y, según
    ella misma recuerda: esa impresión fortaleció mi
    deseo de dedicarme al psicoanálisis. Durante el análisis
    con Ferenczi, éste me llamo la atención acerca de mis grandes dotes para
    comprender a los niños y
    de mi interés en
    ellos y alentó mucho mi idea de dedicarme al
    análisis de niños (…) No he visto (…) que
    la
    educación pudiera cubrir la totalidad de la
    comprensión de la
    personalidad y que, por lo tanto, tenga la influencia que uno
    desearía que tuviera. Siempre sentí que
    detrás había algo que nunca llegue a
    percibir.

    Ferenczi la asigna como asistente de Anton von Freund en
    la tarea de organizar la enseñanza del psicoanálisis en la
    Sociedad de Investigación Infantil.
    En 1919 Jones reorganiza la SOCIEDAD BRITANICA DE PSICOANALISIS .
    En julio de ese año Klein expone su primer trabajo," Der
    Familienroman in statu nascendi"(publicado en 1920 en I.Z.P.) por
    el cual es aceptada como miembro de la SOCIEDAD PSICOANALITICA
    HUNGARA, la cual estaba en un período de intensa actividad
    bajo la presidencia de Ferenczi.

    Al poco tiempo la posición de los profesionales
    judíos residentes en Budapest se ve muy afectada por la
    situación política de
    posguerra. Arthur Klein no puede continuar su trabajo y se
    traslada a Suecia, obteniendo posteriormente la ciudadanía
    sueca. Melanie Klein se traslada junto a sus hijos a Eslovaquia,
    donde permanece un año en casa de sus suegros.
    M.Klein asiste en 1920 al 6º Congreso Psicoanalítico
    Internacional, en La Haya. Conoce a H.Hug-Hellmuth, quien lee su
    trabajo sobre la técnica del análisis infantil, y a
    Karl Abraham.

    Abraham, presidente de la Sociedad Psicoanalítica
    de Berlín, la invita a trabajar en dicha ciudad. Klein se
    traslada junto a Erich.
    En 1921 se concreta el divorcio de
    Melanie y Arthur.
    En 1922 Klein se convierte en miembro asociado de la SOCIEDAD
    PSICOANALITICA DE BERLIN (en ese mismo año , Anna Freud se
    convierte en miembro de la SOCIEDAD PSICOANALITICA DE VIENA ) .Un
    año después pasa a ser miembro pleno de la Sociedad
    Psicoanalítica de Berlín.

    A comienzos de 1924 Klein inicia su análisis con
    Abraham, el que va a continuar hasta la muerte del
    mismo en diciembre de 1925.
    Ese período es sumamente productivo, expone por primera
    vez ante un congreso "La técnica del análisis de
    niños pequeños" en el 8º Congreso de
    Psicoanálisis Internacional, en Salzburgo, cuyo presidente
    es Abraham. E.Jones escucha su ponencia con sumo interés.
    Es también durante 1924 que presenta ante la Sociedad de
    Viena el trabajo
    "Principios psicológicos del análisis infantil" y ,
    a fines de ese año,"Una neurosis obsesiva
    en una niña de 6 años"(Erna) en la Primera Conferencia de
    Psicoanalístas Alemanes, en Wurzburg.

    Conoce a Alix Strachey, analizanda de Abraham, la que se
    interesa en sus teorías
    y colabora en traducir al inglés
    algunos de sus escritos. Es a través de su esposo, James
    Strachey, que los trabajos de Klein llegan a la Sociedad
    Británica, en la que la posibilidad del análisis de
    niños era debatida con mucho interés. En las actas
    de dicha presentación constan las críticas de
    E.Glover.
    En julio de 1925 Klein da seis conferencias en Londres durante
    tres meses, invitada por E. Jones. Abraham ya estaba enfermo y
    había suspendido sus análisis por un período
    indeterminado. Es bien recibida y, entre otros, conoce a Susan
    Isaacs.

    Luego de la muerte de
    Abraham la oposición a las teorías kleinianas en la
    Sociedad de Berlín se intensifican notoriamente. Otro
    factor que se agrega a la desaparición de su mentor es un
    episodio que repercute desfavorablemente en la aceptación
    de la indagación profunda del inconsciente del
    niño: H.Hug-Hellmuth, directora del Centro de
    Orientación Infantil de Viena, es asesinada por un
    familiar de 18 años, al que ella había aplicado su
    técnica cuando pequeño. Este caso tiene amplia
    repercusión pública.

    Finalmente Klein decide dejar Berlín y en
    setiembre de 1926 llega a Inglaterra,
    invitada por E.Jones durante un año, a fin de analizar a
    sus hijos y a su esposa. Erich llega a Londres al poco tiempo,
    Hans está bajo la custodia de su padre y permanece
    estudiando en Berlín. Melitta se ha casado con el Dr
    Walter Schmideberg y estudia en la Universidad de
    Berlín.
    E.Jones, presidente de la Sociedad Britanica y gran impulsor del
    psicoanálisis, se interesaba en la aplicación del
    análisis a los niños desde 1920.

    En marzo de 1927 Anna Freud habla de la técnica
    del análisis infantil ante la Sociedad de Berlín,
    en clara oposición a M Klein. La contribución
    escrita enviada por ésta, quien aún pertenece a
    dicha Sociedad, no se hace circular. Anna publica "Einfuhrung in
    die Technik de Kinderanalyse".
    En mayo del mismo año Jones organiza un simposio sobre
    análisis infantil entre los miembros de la Sociedad
    Británica. La tensión existente Londres-Viena es
    notoria en la correspondencia entre S Freud y Jones.

    Del 4 al 18 de mayo de 1927 tiene lugar el Simposio, en
    el cual se exponen los principales temas de la polémica
    entre el grupo
    británico y el vienés. Este acontecimiento puede
    considerarse fundacional respecto a la extensión del campo
    del psicoanálisis a los niños.
    El 2 de octubre de ese año Klein es elegida miembro
    plenario de la Sociedad Británica. El período
    1928-39 es el más productivo en la vida de M Klein.
    En 1930 Melitta, ya graduada, se radica en Londres y su
    participación en la Sociedad se hace intensa. Convive con
    su madre hasta que Jones logra que Schmiedeberg entre a
    Inglaterra dos años más tarde.

    En 1932 se publica "El Psicoanálisis de
    niños", la obra más importante publicada por un
    miembro de la Sociedad Británica hasta el momento. Se
    realiza el 12º Congreso Internacional de
    Psicoanálisis, en Wiesbade, el último realizado en
    Alemania antes
    de la guerra y el único al que no asiste Klein; esto evita
    enfrentamientos con Ferenczi quien apoya a la escuela vienesa.
    Ferenczi muere en 1933 y ese año marca el comienzo
    de una época difícil en la vida de Klein. Melitta
    es elegida miembro pleno de la Sociedad y comienza un
    análisis con E.Glover. A partir de este momento se va
    generando una fuerte oposición de ambos a las
    teorías y la persona de Klein
    que va a tomar proporciones desmesuradas dentro de la Sociedad
    Británica, generándose un largo período de
    intensas disputas y fragmentaciones partidarias.

    En abril de 1934 muere el hijo segundo de Klein, Hans,
    en un accidente .Esto la afectó muy intensamente. En ese
    año se nacionaliza inglesa, siendo esto posible por su
    pasaporte sueco.
    En 1935 se inician las conferencias de intercambio entre Londres
    y Viena. A. Freud pública "El Yo y los mecanismos de
    defensa" (se publica dos años más tarde). En esa
    época comienza el período de cinco años en
    los que D.W.Winnicott supervisa con Klein.
    En 1937 se publica "Amor, Odio y
    reparación", de Melanie Klein y Joan Riviere.En esa
    época nace Michel, su primer nieto, hijo de Eric y su
    esposa Judy (Diana nacerá en 1942). Eric cambia su
    apellido por Clyne.

    La preguerra intensifica las dificultades de los
    analistas continentales e incrementa el éxodo, comenzado
    en 1933 tras el incendio del Reichstag y que se dirige
    principalmente hacia Inglaterra. La Sociedad Británica y E
    Jones en especial se ocupan intensamente de la situación
    de los analista continentales; que 1938 constituían un
    tercio de la Sociedad.
    El 11 de marzo de 1938 Alemania invade Austria, el 6 de junio
    Freud llega a Londres. Klein le hace llegar una carta de
    bienvenida en la que expresa su deseo de verlo, a lo que Freud
    responde con una nota breve de agradecimiento, expresando que
    espera verla en un futuro próximo. Este encuentro no se
    realiza nunca. El 3 de setiembre de 1939 se declara la guerra y
    veinte días después muere Freud. Klein se encuentra
    ya en Cambridge con Susan Isaacs y al año siguiente se
    instala en Pitlochry, donde tiene lugar el análisis de
    "Richard" en 1941.

    En ese período Jones se retira al campo y E
    Glover pasa a ocupar el primer lugar en la Sociedad
    Británica. En setiembre del '41 Klein regresa a Londres .
    A las polémicas en relación a puntos de la teoría
    se sumaban discusiones en relación a las condiciones de
    formación y al manejo político de la Sociedad.
    En la reunión anual del 29 de julio de 1942 se acuerda
    realizar un encuentro mensual dedicado a la discusión de
    las diferencias científicas y se forma una comisión
    para armar el programa: Glover,
    Brierly y J. Strachey. Las reuniones comienzan en octubre de ese
    año y se extienden a lo largo de dos años, se las
    conoce como las CONTROVERSIAS. Klein expone su ultima
    contribución a las Controversias el 1 de marzo de 1944:
    "La vida emocional del niño" (nunca publicado). En ese
    momento Glover ya ha renunciado y poco después Melitta se
    traslada a E.E.U.U., donde se dedica a tratar delincuentes y
    toxicómanos.

    No volverá a verse con su madre hasta el 16º
    Congreso Psicoanalítico Internacional, en Zurich, 1949. En
    esa oportunidad no se hablan; de hecho nunca se reconcilian
    aunque hay varios indicios del profundo dolor que esto ocasiona a
    Klein.
    Este Congreso es sumamente importante; en él es notorio el
    peso de los analistas norteamericanos, al punto que Jones es
    reemplazado en la presidencia de la ASOCIACION PSICOANALITICA
    INTERNACIONAL (IPA). Por el psiquiatra Leo Bartemeier, luego de
    17 años de ocupar la presidencia. Klein vive esto como un
    triunfo del annafreudismo, aunque en el congreso también
    están los latinoamericanos que habían ido a
    formarse a Londres. Se encuentra con J Lacan, cuyas
    teorías no le interesan pero si su apoyo para la
    difusión de sus ideas en Francia.
    Acuerdan que él traducirá "El psicoanálisis
    de niños" al francés, lo que finalmente no se
    concreta y la obra de Klein aparece en las ediciones PUF en 1959,
    colección dirigida por Lagache.

    Se edita un número especial del International
    Journal of Psicho- Analysis dedicado a los 70 años de
    Klein.
    El 1º de febrero de 1955 se funda la Asociación
    Melanie Klein "…asociación que se ha formado para
    defender mi obra en el futuro
    " (Carta a P Heimann).
    Paula Heimann renuncia a la Asociación Melanie Klein a
    fines de noviembre de ese año, luego de que la misma Klein
    se lo solicita . Se distancian a raíz de las
    teorías de Klein sobre la envidia primaria.
    Esta última década fue sumamente difícil
    para Klein a causa de la fuerza que
    tenían sus opositores. Al año siguiente D W
    Winnicott es elegido presidente de la Sociedad
    Psicoanalítica Britanica. En 1957 se publica "Envidia y
    gratitud".

    E Jones muere en 1958, a los pocos meses de publicado el
    ultimo tomo de su obra "Vida y Obra de Sigmund
    Freud"
    Klein queda muy apenada y reduce sus actividades, estando
    además aquejada de osteoartritis progresiva.
    Posteriormente se le declara una anemia y finalmente le detectan
    un cancer de colon.
    La operan a principios de setiembre de 1960, pero sufre
    complicaciones y finalmente muere el 22 de setiembre de
    1960.

    Introducción
    del análisis realizado por Hanna Segal sobre la obra de
    Melanie Klein.

    I. Fantasía. En esta parte aclara el concepto de la
    fantasía, y su empleo en el
    psicoanálisis. Menciona que la fantasía no es tan
    sólo un escapar a la realidad; es una concomitante
    constante e inevitable de las experiencias de la realidad, en
    constante interacción con ellas. Muestra una serie
    de ejemplos en la niñez y relaciona a la fantasía
    como expresión mental de los instintos. Establece una
    relación entre la fantasía, y la realidad
    externa.

    II. La posición esquizo-paranoide. Menciona que
    una de las conductas de la posición esquizo-paranoide es
    la escisión. Esta es lo que permite al yo emerger del caos
    y ordenar sus experiencias. Es la base de diferenciación
    entre lo bueno y lo malo. La escisión es también la
    base de lo que más tarde llegará a ser la
    represión. Según el grado de escisión
    será el grado de represión en lo posterior. Con la
    escisión se relacionan la ansiedad persecutoria y la
    idealización. Es necesario cierto grado de esta ansiedad
    para poder
    reconocer, evaluar y reaccionar ante circunstancias externas
    realmente peligrosas. No debemos considerar a los mecanismos de
    defensa de la posición esquizo-paranoide sólo como
    mecanismos de defensa que protegen al yo de ansiedades inmediatas
    y abrumadoras, sino también como etapas progresivas del
    desarrollo.

    III. Envidia. Diferencia los conceptos entre envidia y
    celos. Los celos se basan en el amor y su
    objetivo en
    poseer al objeto amado y excluir al rival. La envidia es una
    relación de dos partes en que el sujeto envidia al objeto
    por alguna posesión o cualidad.

    IV. Psicopatología de la posición
    esquizo-paranoide. Según experiencias de pacientes la
    autora hace un análisis de la psicopatología de la
    posición esquizo-paranoide.

    V. La posición depresiva. Esta posición
    empieza en la fase oral del desarrollo, en que el amor y la
    necesidad provocan el deseo de devorar. Es en este momento cuando
    se desarrolla la capacidad de establecer vinculaciones y la de
    abstraer, base del tipo del pensamiento
    que esperamos del yo maduro, en contraste con el pensamiento
    desarticulado y concreto
    característico de la posición
    esquizo-paranoide.

    VI. Defensas maníacas. Se refiere a la a la
    posición depresiva vinculada con la vivencia de
    dependencia del objeto, Las defensas maniacas se dirigirán
    contra todo sentimiento de dependencia, que se evitará,
    negará o invertirá. La relación
    maníaca con los objetos se caracteriza por una
    tríada de sentimientos: control, triunfo
    y desprecio. Estos sentimientos se corresponden directamente con
    sentimientos depresivos de valorar al objeto y depender de
    él, con el miedo a la pérdida y la culpa, y sirven
    de defensa contra ellos.

    VII. Reparación. La reparación puede
    formar parte de las defensas maníacas. En ese se intenta
    reparar al objeto en forma maníaca y omnipotente. Es
    cuando se le puede tratar en forma parcial como objeto de
    preocupación. La reparación como lo menciona la
    autora es un mecanismo de gran importancia para el desarrollo del
    yo y para su adaptación a la realidad. La
    reparación maníaca es una defensa en la medida en
    que su fin es reparar al objeto sin que aparezcan sentimientos de
    culpa o de pérdida. La reparación maníaca no
    puede completarse nunca porque, de ser así, el objeto
    plenamente restaurado se haría nuevamente digno de amor y
    aprecio, y libre del control omnipotente y del desprecio del
    maníaco.

    VIII. El complejo de Edipo desde temprana edad con casos
    de pacientes. Asimismo para la cuestión teórica de
    todos los capítulos de esta obra la autora complementa de
    una forma muy precisa con casos de pacientes, desde la edad
    temprana hasta la edad adulta.

    Capitulo I

    Fantasía:

    Las percepciones y sensaciones internas y externas son
    interpretadas y representadas a sí mismo en la mente, bajo
    la influencia del principio placer – displacer, por intermedio de
    la introyección y la proyección, lo que hace que
    fantasía y realidad se influyan mutuamente.
    Las fantasías inconscientes están siempre presentes
    y siempre activas en todo individuo, existiendo desde el comienzo
    de la vida. Es una función
    del yo

    Avidez:

    Emoción oral que consiste en un deseo vehemente,
    impetuoso e insaciable, que excede lo que el sujeto necesita y lo
    que el objeto es capaz de dar. Siempre hay cierto nivel de
    avidez, que aumenta con la ansiedad persecutoria y varía
    con cada niño. Introyección destructiva.

    Las fantasías inconscientes siempre se encuentran
    presentes y activas en todos los individuos, por lo tanto, dice
    ella, que la presencia de estas fantasías inconscientes no
    son índices ni de enfermedad, ni de falta de sentido de la
    realidad; es la naturaleza de
    esas fantasías y su relación con el mundo externo
    (los objetos) lo que determinará si se trata de una
    enfermedad o no. Las fantasías inconscientes son las
    expresiones mentales de los instintos y que estos por
    definición están desde el momento de nacer. Como se
    sabe los instintos son buscadores-de-objetos.

    Crear fantasías es función de Yo. Supone
    que desde el nacimiento el Yo es capaz de establecer relaciones
    objetales primitivas en la fantasía y en la realidad.
    Así mismo, plantea que la fantasía no es tan
    sólo una fuga de la realidad, sino más bien es una
    concomitante constante e inevitable de las experiencias reales,
    en constante interacción con ellas.

    Como el objetivo de la fantasía es satisfacer
    impulsos instintivos, prescindiendo de la realidad externa, se
    puede considerar que la gratificación proveniente de la
    fantasía es una defensa contra la realidad externa de la
    privación, sin embargo es más que eso, es una
    defensa contra la realidad interna.

    El Yo se identifica con algunos de estos objetos:
    identificación introyectiva. Estos objetos son asimilados
    por el yo y contribuyen a su desarrollo y características.
    Otros permanecen como objetos internos separados y el yo mantiene
    relación con ellos (el superyó es uno de estos
    objetos).

    El hecho de que haya tan estrecha relación entre
    estructura y
    fantasía inconsciente es importantísimo: es esto lo
    que hace posible influir en la estructura del Yo y del
    superyó mediante el análisis. Pues justamente al
    analizar las relaciones del Yo con los objetos internos y
    externos, es que podemos influir esencialmente sobre la
    estructura más permanente del Yo.

    CAPITULO II

    TEORIA DE LAS
    POSICIONES

    Las posiciones constituyen polos entre los cuales oscila
    la vida psíquica; se definen a través , justamente,
    de la posición del niño en relación al
    objeto: características del objeto, características
    de la ansiedad, métodos
    defensivos en relación a dicha ansiedad.
    Esta teoría implica el abandono del esquema de las fases
    libidinales para pasar a una conceptualización en la que
    la angustia, las defensas, el amor y la agresión se
    articulan con problemas de
    organización y estructuración del
    mundo objetal.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Posición
    Esquizo-paranoide

    La existencia de temores persecutorios
    fantasmáticos en los niños pequeños y la
    capacidad de los mismos de disociar el objeto. Un estado
    paranoide rudimentario como una etapa precoz del desarrollo
    situado en la fase anal primaria . Se considera el primer tipo de
    relación de objeto de la fase oral, con aspectos ideales y
    aspectos persecutorios.

    Las relaciones de objeto parcial, la escisión y
    la ansiedad persecutoria se presentan juntas y preceden a la
    integración.
    Klein sostiene que la ansiedad se origina en la acción
    interna del instinto de muerte. La alteración del equilibrio
    pulsional es inaugurada por el nacimiento y se repite cada vez
    que privaciones de origen interno o externo intensifican las
    pulsiones agresivas.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Klein considera que el niño está en un
    conflicto
    pulsional entre la libido y la agresividad desde los inicios,
    conflicto que encara a través de la deflexión del
    instinto de muerte y la constitución de un objeto escindido.
    Supone la existencia de un yo temprano, débil y no
    integrado pero no obstante capaz de instrumentar, bajo la
    acción de las pulsiones de vida, los primeros mecanismos
    de defensa: escisión, proyección,
    introyección. Estos mecanismos son de defensa ante la
    ansiedad de aniquilamiento. Ese yo incipiente registra la
    angustia, se relaciona con un primer objeto y opera mecanismos de
    defensa primitivos y, por lo tanto, extremos. Dicho de otro modo,
    opera con fantasías relacionadas con un objeto.

    Un yo que posee ciertos rudimentos de
    integración y cohesión y progresa constantemente en
    esa dirección. También realiza desde el
    comienzo de la vida postnatal algunas funciones
    fundamentales; por ejemplo usa los procesos de
    escisión y la inhibición de deseos instintivos como
    algunas de sus defensas contra la ansiedad persecutoria,
    vivenciada por el yo a partir del nacimiento.

    A partir de las primeras experiencias el lactante se
    relaciona con un objeto parcial bueno, resultante de la
    proyección de la pulsión de vida (pecho bueno) y
    con un objeto parcial malo, resultante de la proyección de
    la pulsión de muerte (pecho malo). Cuando la
    disociación se realiza bajo predominio de la
    pulsión de muerte encontramos que las
    características del objeto viran de bueno a idealizado y
    de malo a persecutorio, terrorífico. Las
    características de tales objetos están, por lo
    tanto, íntimamente relacionadas con las
    características de los impulsos que sobre ellos se
    proyectan. El pecho como primer objeto, y los objetos que se
    internalizan posteriormente, adquieren en los momentos en que el
    bebé atraviesa estados de frustración y odio las
    características oral-sádico,
    sádico-uretrales y sádico-anales de las pulsiones
    del lactante.

    La introyección del pecho bueno constituye el
    núcleo del yo. El interjuego de
    proyección-introyección lleva en un segundo momento
    a la internalización del pene paterno.
    Se trata de objetos parciales tanto por constituirse a partir de
    una parcialidad del objeto causada por el dominio de la
    pulsión oral como por tener sólo una cualidad:
    bueno o malo. Puede decirse que el objeto parcial es totalmente
    bueno o totalmente malo.
    Las privaciones, al intensificar las pulsiones agresivas, generan
    la voracidad con el consiguiente aumento de la frustración
    y, por lo tanto, de la ansiedad persecutoria. La voracidad es una
    emoción básicamente oral, muy vinculada con la
    envidia.

    Los detalles de sus fantasías sádicas
    determinan el contenido de su temor a los perseguidores internos
    y externos y, en primer lugar, el pecho retaliativo (malo).Como
    los ataques fantaseados dirigidos contra el objeto son
    fundamentalmente influidos por la voracidad, el temor a la
    voracidad del objeto , debido a la proyección, constituye
    un elemento esencial de la ansiedad persecutoria: el pecho malo
    devorará al bebé con la misma voracidad con que
    él desea devorarlo. Sin embargo, aún durante el
    estadio primitivo, la ansiedad persecutoria es en cierta medida
    contrarrestada por la relación del lactante con el pecho
    bueno.

    El pecho gratificador que ha sido internalizado bajo el
    dominio de la libido de succión es sentido como completo y
    actúa como núcleo del yo, contrarrestando los
    procesos de escisión y dispersión y favoreciendo la
    integración. O sea que la introyección estable del
    objeto bueno es una precondición para el desarrollo
    normal.
    La escisión como movimiento
    fundante va intrínsecamente acompañada de la
    deflexión (desviación) del instinto de muerte,
    inaugurando la dialéctica
    proyección-introyección.

    La escisión es la defensa más primitiva
    contra la angustia generada por la operancia del instinto de
    muerte; el objeto de las pulsiones eróticas y destructivas
    es escindido en un objeto bueno y en un objeto malo, los que
    tienen una autonomía relativa entre sí.
    La escisión del objeto se realiza principalmente los
    impulsos y su proyección, secundariamente por las
    características de gratificación o
    frustración de la relación con el objeto. En la
    medida que el interjuego de introyección y
    proyección está en el origen del yo, la
    escisión del objeto implica la escisión del
    yo.

    Es el principal mecanismo que, junto a la
    proyección e introyección, va organizando un mundo
    interno diferenciado a partir de la indiscriminación
    inicial. Su modalidad va cambiando acorde a la complejidad del
    mundo interno y al predominio del instinto de muerte o no en su
    aplicación.

    Existen grandes variaciones en la fuerza, frecuencia
    y duración de los procesos de escisión (no
    solamente en individuos distintos sino en un mismo niño en
    distintos momentos). La rápida alternancia, o incluso,
    según parece, simultaneidad, de una multitud de procesos,
    es parte de la complejidad de la vida emocional temprana. Con la
    escisión del pecho en dos aspectos, amado y odiado(bueno y
    malo) existe una escisión de distinta naturaleza que
    origina la sensación de que el yo, así como su
    objeto, está despedazado; estos procesos subyacen a los
    estados de desintegración. Estos estados alternan con
    otros en los que va en aumento el grado de integración del
    yo y la síntesis
    del objeto.

    Klein considera la represión un procedimiento
    más exitoso para detener y modificar las ansiedades.
    Aparecería en el segundo año de vida sobre las
    bases de diferenciación e integración logradas a
    través de mecanismos más tempranos.
    En relación a la idealización se relaciona, por un
    lado, con la gratificación alucinatoria de deseos que
    sustentaría la creencia en un pecho gratificador en forma
    ilimitada y, por otro, en la necesidad de defenderse del pecho
    perseguidor. En este mecanismo intervienen, además, la
    negación y el control omnipotente.

    Durante la posición esquizo-paranoide hay
    momentos de integración del objeto y del yo, que implican
    un comienzo de la ambivalencia, aunque en relación a
    objetos parciales.
    El progreso en los procesos de síntesis atenúa la
    escisión objeto bueno-objeto malo y lleva a que el
    niño se relacione con su madre como una totalidad. Esto
    inaugura la posición depresiva e inicia el Complejo de
    Edipo temprano.

    CAPITULO III

    Envidia

    Colocar impulsos destructivos y partes malas dentro del
    objeto, con el fin de dañarlo, destruirlo y controlarlo.
    Identificación proyectiva destructiva, fundamentalmente
    sobre objetos parciales. Tiene un componente libidinal menos
    intenso que la voracidad y está impregnada del instinto de
    muerte.

     Celos:

    Se basan en la envidia, comprenden una relación
    de al menos dos personas y conciernen principalmente el amor que
    el sujeto siente que le es debido y le ha sido quitado o
    está en peligro de serlo, por un rival. Son necesariamente
    una relación de objeto total.

     Melanie Klein señala que al comienzo de la
    vida hay dos fuentes de
    ansiedad: la interna estaría dada por el instinto de
    muerte que fundamenta el temor a la aniquilación y la
    externa, que estaría dada por la experiencia al nacer en
    forma de la primera castración y sería la base de
    las angustias posteriores.

    La primera relación objetal que realiza el
    niño es la alimentación y se
    realiza con el pezón de la madre, tanto para los instintos
    de vida como para los de muerte, impulsos que estarían en
    equilibrio cuando el bebé está libre de hambre y
    tensión interna. El equilibrio se puede perturbar tanto
    por pulsiones internas como por elementos del medio,
    desencadenando la avidez.

    Cualquier aumento de la avidez fortalece la
    sensación de frustración y paralelamente aumenta la
    intensidad de la agresión, lo que simultáneamente
    incrementa la ansiedad persecutoria y esta aumenta, a su vez la
    avidez, formando un círculo cerrado. Por otro lado, a
    medida que aumenta la gratificación, disminuye la envidia,
    la disminución de la envidia permite mayor
    gratificación y esto a su vez, estimula la
    disminución de la envidia.

     Plantea la Melanie Klein que la base
    constitucional de la intensidad de la avidez es provocada por la
    fuerza de los impulsos destructores en su interacción con
    los impulsos libidinosos. En algunos casos, la ansiedad
    persecutoria incrementa la avidez y en otros, produce tempranas
    inhibiciones de la alimentación.

    Las experiencias que tiene el niño de ser
    alimentado y de ser frustrado constituyen internamente las
    imágenes de dos pechos: un pecho vinculado
    con la frustración, el bueno, y un pecho vinculado con la
    satisfacción, el malo. Esta división se produce por
    la inmadurez del yo, la falta de integración del yo y el
    proceso de
    división del objeto. A las experiencias de
    frustración y satisfacción se suman los procesos de
    introyección y proyección, que contribuyen a hacer
    más ambivalente la relación objetal, de este modo
    quedan estructurados los prototipos que forman el núcleo
    del superyó.

    El yo inmaduro del bebé está expuesto
    desde el nacimiento a la ansiedad provocada por la innata
    polaridad de los instintos y cuando se ve enfrentado con la
    ansiedad que le produce el instinto de muerte, el yo lo
    deflexiona. Así, la gratificación no sólo
    satisface la necesidad de bienestar, amor y nutrición;
    también se la necesita para mantener a raya la aterradora
    persecución.

     De la proyección original del instinto de
    muerte surge otro mecanismo de defensa, la identificación
    proyectiva, en la que se escinden y apartan partes del yo y
    objetos internos y se los proyecta en el objeto externo, que
    queda entonces poseído y controlado por las partes
    proyectadas e identificado con ellas.

    La ansiedad predominante de la posición
    esquizoparanoide (0 a 4 meses) es que el objeto u objetos
    persecutorios se introduzcan en el yo y avasallen y aniquilen
    tanto al objeto como al yo.

    Para contrarrestar el nivel de ansiedad, el yo
    desarrolla varios mecanismos de defensa, donde, en algunas
    situaciones, se proyecta lo bueno para mantenerlo a salvo de lo
    que se siente como maldad interna y situaciones en que se
    introyectan los perseguidoras, hace una identificación con
    ellos o incluso, recurre a la desintegración del yo, en un
    intento de controlarlos. Sin embargo, los mecanismos de defensa
    no sólo protegen al yo de ansiedades inmediatas, sino
    también tienen funciones de etapas progresivas del
    desarrollo como la escisión, que constituye la base de la
    represión y la atención, y la proyección,
    que posibilita la empatía.

    Cuanto menor es la ansiedad persecutoria, la tendencia
    hacia la división es menor y el yo tiende más hacia
    la integración. La síntesis de amor y odio hacia un
    objeto total de origen al comienzo de la posición
    depresiva alrededor de los cuatro meses.

     En la faz depresiva (de los 6 a 8 meses)
    encontramos: el comienzo de una emoción dolorosa de culpa
    y necesidad de reparación; que la agresión
    está mitigada por la libido, de donde la ansiedad
    persecutoria se encuentra disminuida y que la ansiedad
    relacionada con el destino del objeto interno y externo que
    está en peligro lleva al yo a efectuar una
    reparación e inhibir los impulsos agresivos. Al mismo
    tiempo la
    organización sexual va progresando, los impulsos
    anales y uretrales aumentan, pero de cualquier modo siguen
    predominando los orales.

    El bebé tolera mejor el instinto de muerte dentro
    de sí y decrecen sus temores paranoides, disminuyen la
    escisión y la proyección y gradualmente puede
    predominar el impulso a la integración del yo y del
    objeto. La relación ya no es con objetos parciales sino
    que se transforma en una relación objetal total: reconocer
    a la madre como tal también significa reconocerla como
    individuo con una vida propia y con sus propias relaciones con
    otras personas; el bebé descubre cuán desamparado
    está, como depende totalmente de ella y cuántos
    celos le provocan los demás, puede recordar
    gratificaciones anteriores en momentos en que está siendo
    frustrado, enfrentándose a conflictos
    vinculados con la ambivalencia.

    El motivo principal de la ansiedad del bebé es
    que sus impulsos destructivos hayan destruido o lleguen a
    destruir al objeto amado de quien depende totalmente, lo que
    aumenta la necesidad de poseer este objeto, guardándolo
    dentro de sí y protegiéndolo de su propia
    destructividad. La omnipotencia de los mecanismos de
    introyección oral hace surgir ansiedad ante la perspectiva
    que los poderosos impulsos destructivos destruyan no sólo
    al objeto bueno externo, sino también al objeto bueno
    introyectado.

     La experiencia de la depresión moviliza en
    el bebé el deseo de reparar a su objeto u objetos
    destruidos. Como cree que la destrucción de su objeto se
    debe a sus propios ataques destructivos, cree también que
    su propio amor y cuidados podrán deshacer los efectos de
    su agresión

    CAPITULO V

    POSICION
    DEPRESIVA

    El cambio de la
    relación de objeto de parcial a total marca la entrada en
    la posición depresiva, modificando las ansiedades y, por
    lo tanto, las defensas.
    De los tres a los seis meses se observa un mayor desarrollo de
    las funciones yoicas y de la organización
    fantasmática del bebé, la instauración del
    pecho bueno disminuye los procesos de escisión y los
    estados de integración son cada vez más
    frecuentes.

    …ocurren importantes progresos en el desarrollo
    del yo, los que no sólo capacitan al yo para establecer
    defensas más adecuadas contra la ansiedad, sino que logran
    eventualmente una disminución efectiva de la misma. La
    repetida experiencia de enfrentar la realidad psíquica,
    implicada en la elaboración de la posición
    depresiva, aumenta la comprensión del bebé del
    mundo externo. Paralelamente, la imagen de los
    padres, en un principio distorsionada en figuras idealizadas y
    terribles, se aproxima gradualmente a la
    realidad.

    La ambivalencia es ahora hacia un objeto total, los
    procesos de integración y síntesis hacen que el
    conflicto entre el amor y el odio surja muy claramente, en el
    marco de un mayor reconocimiento de la realidad
    psíquica.
    La ansiedad se modifica cualitativamente, el bebé
    está expuesto a la vivencia de pérdida pues las
    pulsiones agresivas ponen en peligro al objeto amado. Al ser
    percibida la madre como objeto total, como persona, se modifica
    la identificación del bebé con la misma. Es sentida
    como un refugio ante los temores persecutorios pero
    también se la considera expuesta al ataque de los
    perseguidores internos e, incluso, al propio odio y sadismo del
    bebé.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    La pérdida en la realidad psíquica del
    objeto total confronta al niño a una nueva gama de
    sentimientos, al dolor y la tristeza se agrega la culpa, por
    cuanto la omnipotencia lo lleva a considerar que el peligro que
    corre el objeto es consecuencia de sus propios impulsos y
    fantasías.
    El temor a la pérdida intensifica la identificación
    con el objeto y la voracidad, la cual debe ser inhibida. Los
    métodos defensivos se aplican ahora a la ansiedad
    depresiva, se hacen menos extremos y …alterados en forma y fin
    constituyen la defensa maníaca.

    Su objetivo es centralmente negar la realidad
    psíquica en cuanto es fuente de dolor y temores
    depresivos, esto implica cierta negación de la realidad
    exterior. La negación de la realidad psíquica puede
    implicar la negación del amor. La tríada
    maníaca está constituida por:
    control-triunfo-desprecio.
    El control omnipotente, al estar aplicado ahora a la ansiedad
    depresiva, es utilizado para evitar la frustración y la
    consiguiente agresión, la que constituiría un
    peligro para el objeto.

    La modificación del uso de la escisión
    consiste en que su aplicación deriva en un objeto indemne
    y un objeto muerto o moribundo, siendo el temor a que los objetos
    internos estén muertos o moribundos el núcleo de la
    aflicción en los estados depresivos. Los sentimientos de
    culpa ante la creencia de haber dañado al objeto amado
    ponen en marcha la tendencia a la reparación, originada en
    las pulsiones de vida. El niño vivencia la
    reparación de sus objetos en íntima relación
    con los logros de su propio desarrollo, de esta manera las
    ansiedades paranoides y depresivas van modificándose a lo
    largo de la primera infancia.

    En este estadio, el deseo de reparar al objeto
    dañado entra en juego de
    lleno. Según hemos visto anteriormente, esta tendencia se
    halla inextricablemente ligada a sentimientos de culpa. Al sentir
    el bebé que sus pulsiones y fantasías de
    destrucción están dirigidos contra la persona total
    de su objeto amado, surge la culpa en toda su fuerza y, junto con
    ella, la necesidad dominante de reparar, preservar o revivir el
    objeto amado dañado.

    Las defensas obsesivas, las que pueden también
    estar en relación a la ansiedad paranoide. El equilibrio
    entre las defensas obsesivas y las maníacas será
    determinante en la relación con el objeto que se teme
    dañado.
    Al igual que en relación a la posición
    esquizo-paranoide considera que un uso adecuado de las defensas
    disminuye la ansiedad y promueve la integración, pero un
    uso excesivo de las mismas dificulta y puede impedir la
    elaboración de las problemáticas específicas
    de cada posición, persistiendo constelaciones
    fantasmáticas que constituyen puntos de
    fijación.

    Encontramos en la posición esquizo-paranoide los
    puntos de fijación de la esquizofrenia y
    la paranoia; en los inicios de la posición depresiva los
    puntos de fijación de la manía y la
    melancolía. Como es evidente, el concepto de
    posición reformula el de regresión , el cual es en
    la teoría kleiniana un movimiento relativamente fluido
    entre las distintas ansiedades y defensas.
    Nos hemos referido a los efectos de los procesos de
    síntesis sobre la ansiedad; desde el punto de vista de las
    pulsiones, la integración del objeto y del yo fortalece
    las pulsiones genitales, las que a su vez son otra fuente de
    intensificación de las identificaciones con el
    objeto.

    Conjuntamente con la posición depresiva se inicia
    el Complejo de Edipo temprano, ya que los procesos de
    integración llevan a la necesidad de preservar al pecho y
    a la madre como objeto total, estimulando el pasaje al pene
    paterno y al padre; y al reconocimiento del tercero. El
    bebé necesita proteger al objeto y al yo de la
    intensificación y modificación de la
    agresión provocada por las frustraciones orales (destete)
    y la dentición.
    En su mente persisten fluctuaciones en el grado de
    integración y discriminación de los objetos, el Complejo
    de Edipo temprano tiene como principal escenario la pareja
    combinada, es decir, el cuerpo de la madre conteniendo el pene
    paterno. El inicio del Complejo de Edipo en la posición
    depresiva tiene importantes implicancias, además del temor
    a la castración el amor por los objetos edípicos
    tiene fuerte incidencia en la renuncia edípica.

    La elaboración de la posición depresiva es
    crucial en la capacidad posterior de elaborar duelos. Su
    superación supone la introyección estable del
    objeto amado y el establecimiento de la capacidad de reparar y
    simbolizar. Aunque los aspectos fundamentales se dan en la
    segunda mitad del primer año de vida, se va elaborando a
    lo largo de la primera infancia a través de la neurosis
    infantil …una combinación de procesos mediante los
    cuales las ansiedades de naturaleza psicótica son ligadas,
    elaboradas y modificadas. La neurosis infantil termina al
    comienzo de la latencia, con la modificación de las
    ansiedades tempranas y el dominio de las pulsiones genitales. Es
    en el desarrollo de la neurosis infantil donde vemos claramente
    el accionar de las defensas obsesivas y, a partir del segundo
    año, de la represión, mecanismo que, a diferencia
    de la escisión, no implica el riesgo de la
    desintegración del yo. Todos los aspectos del desarrollo
    contribuyen a la modificación de la ansiedad, la cual a su
    vez influye sobre dichos procesos.

    En el segundo año, con el progreso en el
    desarrollo del yo, el niño utiliza su creciente
    adaptación a la realidad externa y su creciente control de
    las funciones corporales para poner a prueba los peligros
    internos por medio de la realidad externa.

    Klein considera que el juicio de realidad es decisivo en
    el trabajo de duelo , y que en cada situación en que la
    persona se ve confrontada con el penar por la pérdida de
    objetos amados se consideran en peligro los objetos internos y la
    conexión con la realidad tiene como fin reestablecer el
    mundo interno destruido.

    Cuando el niño pasa a través de la
    posición depresiva, lucha en su inconsciente con la tarea
    de establecer e integrar el mundo interno, del mismo modo que el
    sujeto en duelo sufre con el reestablecimiento y la
    reintegración de este mundo.

    CAPITULO VI

    DEFENSA
    MANIACA

    Se desarrollan durante la posición depresiva como
    defensa contra la experiencia de ansiedad depresiva, culpa y
    pérdida. Se basan en la negación omnipotente de la
    realidad psíquica, y las relaciones objetales se
    caracterizan por triunfo, control y desprecion La
    organización de DM incluye mecanismos que ya se pusieron
    de manifiesto durante la etapa esquizo-paranoide (mecanismo de
    disociación e idealización, negación y
    control omnipotente), pero durante la etapa depresiva adquieren
    características especiales. En el primer caso estaban
    dirigidas a impedir un ataque aniquilante al yo; ahora tienen
    como finalidad defender al objeto de los ataques ambivalentes del
    yo, y a éste de las ansiedades y de la culpa
    depresivas".

    "En la situación depresiva el bebé logra
    una nueva relación con la realidad y descubre situaciones
    importantes, a saber: 1) su dependencia de la madre, a la que
    teme haber perdido por su agresión; el valor que ella
    tiene para él, su ambivalencia, sus deseos agresivos,
    voraces de destruirla y sus sentimientos de necesidad y deseos de
    preservarla. Como consecuencia surgen intensos sentimientos de
    culpa depresiva, temor de perder a la madre necesitada, miedo de
    haberla destruido ya, preocupación y necesidad de
    repararla".

    "Las defensas maníacas son un intento de evitar
    el proceso de intenso dolor y sufrimiento psíquico que
    estos descubrimientos implican. La experiencia depresiva se
    vincula con el
    conocimiento de la existencia de un mundo interno y de la
    posesión de un objeto valorado al que se necesita. Por
    eso, las DM se dirigen a evitar y negar este conocimiento
    huyendo hacia el mundo exterior, y negando, evitando o
    invirtiendo la dependencia del objeto, la ambivalencia, la
    preocupación y la culpa".

    "Una característica especial de la defensa
    maníaca es la identificación del yo con el objeto
    idealizado: el yo se fusiona y confunde con este objeto parcial,
    omnipotente, lleno de vida, de poder y alimento, se 'infla' por
    la fantasía de haber devorado al objeto idealizado ("la
    luz del objeto
    idealizado cae sobre el yo"), en tanto las características
    sufrientes, desprotegidas, necesitadas, dependientes del propio
    yo, son depositadas en los objetos externos. La DM implica
    entonces la utilización de mecanismos de
    identificación proyectiva: las características
    proyectadas son las de un "necesitado" y "hambriento", mientras
    que las características asumidas por el yo son las de un
    "pecho lleno", "nutricio", que se autoabastece".

    "En una relación maníaca de objeto
    participa una triada de sentimientos tendientes a negar los
    logros de la situación depresiva. Esta triada está
    constituida por el control, el triunfo y el desprecio que se
    corresponden simétricamente con los sentimientos
    depresivos de valorar el objeto, depender de él, temer
    perderlo y sentirse culpable".

    "Controlar al objeto es una manera de negar la
    dependencia de él, pero al mismo tiempo es una manera de
    obligarlo a satisfacer necesidades de dependencia, ya que un
    objeto totalmente controlado es hasta cierto punto un objeto con
    el que se puede contar". El triunfo es la negación de
    sentimientos depresivos ligados a la valoración e
    importancia afectiva otorgada al objeto. Se vincula con la
    omnipotencia y tiene dos aspectos importantes. Uno de ellos se
    relaciona con un ataque primario infligido al objeto y el triunfo
    experimentado al derrotarlo (en especial cuando el ataque
    está fuertemente determinado por la envidia).
    Además el triunfo se incrementa como parte de las DM
    porque sirve para mantener a raya los sentimientos depresivos
    que, de otra manera, surgirían (tales como sentir
    nostalgia por el objeto, extrañarlo y echarlo de menos).
    Desprecio hacia el objeto es también negar cuánto
    se lo valora; actúa como defensa contra las experiencias
    de pérdidas y culpa. Un objeto despreciable no merece que
    uno sienta culpa por él y el desprecio hacia semejante
    objeto se convierte en justificación para seguir
    atacándolo".

    CAPITULO VII

    REPARACION

    "Actividad del yo dirigida a restaurar un objeto amado y
    dañado. Surge durante la posición depresiva como
    reacción a ansiedades depresivas y a la culpa. La
    reparación se puede usar como parte del sistema de
    defensas maníacas, en cuyo caso adquiere las
    características maníacas de negación,
    control y desprecio"Mecanismo en virtud del cual el sujeto
    intenta reparar los efectos de sus fantasmas destructores sobre
    su objeto de amor. Este mecanismo va ligado a la angustia y a la
    culpabilidad depresivas: la reparación fantasmática
    del objeto materno, externo e interno, permitiría superar
    la posición depresiva asegurando al yo una
    identificación estable con el objeto
    benéfico"

    CAPITULO VIII

    COMPLEJO DE EDIPO
    TEMPRANO

    "Es la relación edípica tal como la
    experimenta el bebé al comienzo de la posición
    depresiva. Se la experimenta en términos pregenitales
    antes de alcanzarse la genitalidad"

     

      

    gkinter

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter