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Los problemas sociales de la ciencia y la tecnología




Enviado por josecar



    Indice
    1.
    Introducción.

    2. Desarrollo
    3. Conclusiones.
    4. Bibliografía.

    1. Introducción.

    A diario, cada persona produce
    una serie de pensamientos a partir de sus relaciones con la
    realidad objetiva; este tipo de pensamiento
    cotidiano es sencillo, natural y espontáneo: es el llamado
    sentido común.
    El pensamiento científico permite comprender más
    profundamente la realidad objetiva: es sistemático,
    metódico y se ajusta a ciertos principios porque
    posee métodos
    que penetran en la esencia de los fenómenos y puede
    detectar como falsas premisas, lo que el sentido común
    daría como ciertas. También hace posible precisar
    cuando los fenómenos coinciden y cuando existe
    relación de causa efecto. Gracias a él se producen
    juicios valederos y objetivos cuyo
    resultado es un conocimiento
    sistemático y fundamentado, que se llama ciencia.1, 2
    El método científico como medio de conocer la
    verdad, surgió con las ciencias al
    paso de los siglos. Las disciplinas científicas
    que tienen relación directa con el estudio del hombre, se ven
    en la necesidad de usar este procedimiento. Su
    aplicación en la cotidianeidad de la profesión
    médica, debe sufrir adecuaciones y es por ello que ya
    Aristóteles señalaba que: "el
    método de estudio de la realidad debía ser
    congruente con el objeto estudiado".1,2,3
    La
    clínica se refiere al estudio de los enfermos, no de las
    enfermedades.
    Éstas son abstracciones conceptuales derivadas de la
    observación de muchos pacientes en los que
    se descubren regularidades y similitudes en el orden
    semiológico, clínico, evolutivo y de
    pronóstico, que permiten conocer e identificar un proceso
    patológico que es el mismo para cada enfermo.
    El concepto de
    enfermedad o entidad nosológica se consolidó
    definitivamente con el progreso de la Anatomía
    patológica, lo que permitió identificar con mayor
    certeza las lesiones que se producían sobre los distintos
    órganos y tejidos
    afectados.
    En muchas enfermedades se conocen las causas; también los
    avances de la terapéutica han permitido determinar nuevas
    regularidades en la respuesta a los medicamentos.1 Por
    tanto, el estudio de los enfermos permite hacer estas
    generalizaciones de carácter
    teórico, que hoy forman parte del cuerpo de conocimientos
    de la Semiología, la Patología y la
    Clínica.
    Al tiempo que se
    identificaban estas regularidades que permitían asegurar
    que varios enfermos tenían una misma enfermedad, los
    médicos observaban que, incluso, se comportaban con una
    expresión diferente, por lo que comenzaron a describirse
    las formas clínicas. Es por eso que la
    expresión clínica y evolutiva es diferente para
    cada enfermo, aún teniendo la misma afección, y se
    trata en cada caso, de una nueva experiencia de la naturaleza.
    De estas consideraciones y de esta contradicción
    dialéctica; de lo que es similar, pero a la vez distinto,
    surgió la idea de que no existen enfermedades sino
    enfermos, lo que constituye una de las premisas fundamentales del
    método clínico(MC). 2
    En el plan
    temático del programa de los
    problemas
    sociales de la ciencia y la tecnología", en su
    aspecto # 2: epistemología, se refiere que: en el
    proceso de la investigación científica hay formas
    y métodos y debe existir correlación de lo
    empírico con lo teórico.4
    Al seguir
    estos aspectos se define que un método es la manera de
    abordar la realidad, de estudiar cualquier fenómeno; un
    modo, un recurso que utiliza el hombre
    orientado a la obtención de un propósito y a la
    asimilación del conocimiento de un determinado objeto
    así como también de un procedimiento para tratar un
    problema o un conjunto de ellos.
    Los métodos facilitan la búsqueda de un "camino" no
    errático con un plan preestablecido y con reglas
    determinadas y aptas para conducir hacia el fin
    propuesto.3
    Al método le es inherente un sistema de reglas
    (metódica) y su característica esencial es que está
    dirigido a un objetivo, e
    incluye:
    a)-La función de
    servir como medio.
    b)-Su carácter final.

    En cualquier búsqueda del conocimiento, el hombre
    alcanza sus objetivos por medio de acciones u
    operaciones
    sistemáticas, nunca a través de una sola regla,
    sino de una serie de ellas. En este sentido, ese carácter
    sistemático, gradual y escalonado hacia un objetivo
    específico lo hace sinónimo de planificación.3
    4,
    Un aspecto muy importante es la
    contraposición en el sentido lógico al pensamiento
    espontáneo e instintivo, y esto ya lo emparenta con el
    pensamiento científico; entonces se podrán
    establecer estos principios para la atención adecuada de los problemas de un
    enfermo y utilizar una manera inteligente de abordarlos y darles
    solución.3
    Si a la variabilidad genética y
    ambiental se unen: los diferentes modos de actuar de un mismo
    agente etiológico, las asociaciones en un paciente de
    más de un proceso patológico, el estado de
    inmunidad natural en un momento dado, así como la
    respuesta física
    y psíquica a la misma entidad, se comprenderá que
    al enfrentar a un enfermo siempre se estará ante una nueva
    situación o problema que no se había visto
    previamente. Al final, el diagnóstico será casi siempre el de
    entidades nosológicas conocidas; pero para alcanzarlo se
    requieren: dedicación, capacidad de observación,
    juicio clínico certero, habilidad para analizar
    situaciones nuevas, creatividad y
    audacia en las conjeturas, además de la prudencia y rigor
    al establecer conclusiones. Se trata de la evaluación
    integral del paciente y de decisiones que tienen que ver con algo
    tan preciado como la salud y aún con la
    propia vida.

    Cada enfermo entonces, es una nueva situación y debe ser
    investigado con el método de la ciencia.
    El MC es el método científico aplicado al trabajo
    con los pacientes y sus etapas serán las mismas atendiendo
    a las peculiaridades de cada nueva situación
    patológica encontrada.
    Las distintas etapas del MC responden a similares pasos del
    método científico y son:
    Formulación del problema.
    Información primaria.
    Formulación de una hipótesis .
    Comprobación de la hipótesis .
    Exposición de los resultados.
    Aplicar la terapéutica.
    Exposición y evaluación de los resultados
    finales.1
    El MC tiene principios inviolables que
    son:
    Existen enfermos y no enfermedades.
    Debe existir una adecuada comunicación médico-paciente.
    Tratar a los enfermos igual que si se tratase de uno mismo.
    No subvalorar la afección que presenta el paciente.
    Diagnosticar pensando en las afecciones más
    frecuentes.

    F. Actuar rápidamente
    Como es característico de todo proceso que depende de
    muchos factores y trabajan varias personas; este método es
    VULNERABLE y se puede perjudicar en cualquiera de sus etapas, por
    lo que surgió la idea de recoger todos los factores que
    pudieran debilitar los resultados de su aplicación.
    El propósito de este trabajo está encaminado a
    resumir todos los elementos que afecten el desarrollo del
    MC y que han sido observados a lo largo de varios años de
    experiencia en las salas de Medicina Interna,
    lo que pudiera facilitar el ofrecimiento de más calidad en la
    labor diaria y trabajar con mayor rigor.

    Objetivos.
    1.-Reseñar los factores generales que vulneran el uso del
    Método Clínico en la práctica médica
    diaria.
    2.-Exponer las particularidades que influyen negativamente en la
    utilización de los distintos pasos que llevan al
    diagnóstico y tratamiento correctos de un
    enfermo.

    2.
    Desarrollo

    1.-Etapas del MC.
    1ra.-Formulación del problema.
    Es el enunciado del problema identificado como la pérdida
    de la salud o el principal motivo que lleva al enfermo a
    consultar al médico. Éste también puede ser
    detectado por el profesional que realiza su trabajo en la
    atención primaria de salud al precisar un trastorno
    físico, psíquico o social, en sus visitas de
    terreno.
    En la actualidad nuestra revolución
    se ha dado a la tarea, en el marco de la batalla de ideas, de
    desarrollar distintos planes basados en el trabajo social
    que llevan a cabo jóvenes formados con ese
    propósito y que facilitan la detección de estos
    problemas para su más adecuada y rápida
    solución.

    ¿Cuántas situaciones no se detectan y se
    les brinda una posible solución a corto o mediano
    plazo?.
    Este problema o "problemas" (porque a veces se suman) debe ser
    precisado con toda nitidez. Si es parte de una falsedad, de un
    supuesto producto de la
    superficialidad o del apuro en un primer contacto con el
    paciente, sería absurdo pensar que puede ser exitosa la
    aplicación del MC, pues comenzó mal.
    Al considerar lo importante que resulta una adecuada
    definición del problema del paciente, es decir, qué
    lo motivó a buscar ayuda médica o fue detectado por
    la visita de un trabajador social o un médico general
    integral, se tendrá un buen comienzo del MC.

    2da.-Información primaria.
    La búsqueda de la información básica se
    refiere al desarrollo del examen clínico, que está
    constituido por el interrogatorio (Anamnesis remota y actual) y
    el examen físico.
    Este procedimiento está dirigido y orientado por la
    experiencia previa del profesional que lo desarrolla, así
    como por los conocimientos que aplica al ponerse al servicio del
    paciente. En una gran parte de las veces, ésto ahorra
    tiempo a la hora de establecer una hipótesis
    diagnóstica.
    El examen clínico debe realizarse en forma completa,
    independientemente que se detalle más el problema del
    sistema dañado. En este aspecto no pueden obviarse los
    elementos de las historias: social, laboral, familiar
    y psicológica del individuo sometido a estudio. Toda la
    información debe recogerse en detalle en el expediente
    clínico o en la historia de la
    atención primaria de salud. Éste es el documento
    más importante para la aplicación del MC y que
    resulta ser el ideal para llegar a la conjetura o
    hipótesis diagnóstica.

    3ra.-Formulación de la hipótesis
    La hipótesis o conjetura en el MC es la impronta
    diagnóstica o la primera impresión susceptible de
    ser modificada con los elementos de la experiencia médica,
    los conocimientos y la contrastación.
    Es imprescindible que este diagnóstico quede bien definido
    y se apoye en la información recogida con un fundamento
    real y objetivo de los elementos patológicos que aporta el
    examen clínico. Si la búsqueda de la
    información es deficiente e inexacta, la hipótesis
    no tendrá posibilidad alguna de comprobarse y por
    consiguiente, los subsiguientes pasos no se conseguirán
    nunca.
    No es posible que ningún investigador pueda diseñar
    un programa científico si no sabe para qué lo hace.
    Esto es aplicable al médico cuando desarrolla el examen
    clínico y no sabe establecer una hipótesis
    diagnóstica. Claude Bernard escribió que: "el
    razonamiento será siempre justo cuando descansa sobre
    nociones exactas y sobre hechos precisos pero no podrá
    conducir más que al error cuando las nociones y los hechos
    en que se apoya, están contaminados de errores e
    inexactitudes" . 6

    4ta.-Comprobar o negar la
    hipótesis.(Tecnología del diagnóstico).
    Este paso se lleva a cabo cuando se observa la evolución del enfermo y se realiza un
    protocolo
    adecuado y planificado de investigaciones.
    Estas técnicas
    paraclínicas son también interpretadas por seres
    humanos que al igual que el médico asistencial, analizan
    resultados, observan imágenes,
    estudian tejidos o interpretan lesiones internas en las distintas
    técnicas establecidas (Endoscopias) y están
    sometidos a los mismos problemas de la vida cotidiana, por lo que
    también pueden equivocarse.
    La Revolución científico técnica que se
    llevó a cabo en la segunda mitad del siglo XX, lo que
    cambió fue la tecnología, no la
    clínica.1,2De las pocas investigaciones que se
    realizaban en las primeras décadas del siglo XX, hoy se
    cuenta con infinidad de ellas que pueden ayudar a comprobar una
    hipótesis pero jamás podrán sustituir el
    desarrollo del pensamiento médico ni el buen
    desenvolvimiento del MC. Si los médicos actúan solo
    basados en los avances
    tecnológicos, estarán echando por la borda la
    ciencia clínica desarrollada a lo largo de siglos de
    cuidadosa observación. Si se prescinde del MC y
    sólo se manejan las investigaciones paraclínicas,
    se haría muy costosa la atención de un enfermo y,
    aunque la Revolución nunca ha escatimado recursos para
    ésto, sería imposible desarrollar una buena
    atención, e incluso, una adecuada enseñanza en las unidades de salud del
    país.
    En la Medicina capitalista los médicos abusan del uso de
    los exámenes complementarios, valiéndose de los
    enfermos que en su mayoría desconocen los elementos
    necesarios para una correcta conclusión. De esta manera
    obtienen mayores dividendos y agreden constantemente la ética
    profesional.
    En el quehacer diario de la Medicina cubana, debe hacerse
    énfasis en los exámenes indispensables que se
    indican para contrastar la impronta diagnóstica que se
    planteó y no indicar más análisis que los necesarios, así
    como también recordar que la ética
    médica se tendrá en cuenta en cada paso que se
    avance en este sentido.
    Debe recordarse en primer lugar que lo importante es "no hacer
    daño" y que muchas veces hay que tener presente que los
    exámenes complementaros pueden causar iatrogenia si se
    trata de procederes invasivos.
    En segundo lugar, se ha vivido durante más de 40
    años bajo un férreo bloqueo que ha impedido
    adquirir la mayoría de los medios
    necesarios para la realización de exámenes
    imprescindibles para el diagnóstico y otros
    especializados, que deben valorarse muy bien al ser indicados. Un
    examen paraclínico solo no hace el diagnóstico. Lo
    que parecía una Tuberculosis
    ganglionar para un patólogo que recibió una
    muestra de un
    paciente atendido por este autor en el año 2000,
    resultó ser una "Enfermedad por arañazo de gato"
    cuando se estableció una buena historia
    clínico-epidemiológica del paciente.
    Son múltiples los ejemplos que puede brindar cualquier
    médico que haya desarrollado bien su trabajo.
    Está bien establecido que al realizar un buen
    interrogatorio se puede llegar al 60% de los diagnósticos;
    si se añade el examen físico, la certeza sube al
    80% y con el uso de diversa técnicas se eleva la
    posibilidad a un 95 %. Obsérvese que el mayor grupo de
    posibilidades lo aporta un buen
    interrogatorio.2

    5ta.-Exposición de los resultados.
    Contrastación con la hipótesis original
    ( Contrastación de la hipótesis)
    El alcance de un diagnóstico definitivo de certeza permite
    utilizar la terapéutica en todas sus facetas y muchas
    veces el uso de la Medicina Natural y tradicional permite la
    solución de los problemas sin elevar el costo y con la
    utilización de recursos que siempre han estado al
    alcance de los pueblos, aún en las peores condiciones.
    El diagnóstico integral lo debe hacer el profesional de la
    salud con todos los elementos de juicio en su poder o con
    ausencia de alguno de ellos para no identificar la enfermedad con
    la lesión. El diagnóstico patológico es
    parte de la hipótesis pero no es la totalidad del problema
    en estudio. Para identificar la lesión bastan las
    técnicas; para la enfermedad, la experiencia y los
    conocimientos del médico.
    El MC basado en el método científico es esencial
    para conocer la realidad de un enfermo, ésto resulta una
    verdad incontrovertible.

    6ta.-Instituir la terapéutica (si procede, o
    reiniciar el proceso para recomenzar con nuevas estrategias pero
    siguiendo los mismos pasos).

    7ma.-Exposición y evaluación de los
    resultados finales.
    Este paso es imprescindible para su comunicación al resto
    de la comunidad laboral
    o científica de la unidad donde se trabaje.
    Es muy adecuada la discusión de los casos en colectivo, lo
    mismo para tomar decisiones que para notificar los resultados
    obtenidos en los análisis complementarios y en la
    evolución después de la terapéutica
    empleada.
    En el caso de la unidad donde trabaja este autor, se han llevado
    a cabo discusiones de casos interesantes durante varios
    años y se traen problemas de otras unidades para ilustrar
    a los profesionales y formar nuevos especialistas.
    ( Casos recogidos de British Medical Journal o de la revista
    Medicine de España).1,3

    2.-La Vulneración del MC.
    Requisitos Para La Aplicacion Del MC
    1,-Buena relación médico paciente.
    2.-Destreza en el interrogatorio y en el examen
    físico.
    3.-Organización y jerarquización de la
    información.
    4.-Integrar los problemas biológicos con los psicosociales
    y laborales.
    5.-Dominio del
    razonamiento clínico (análisis, síntesis,
    contrastación, objetividad y visión integral)
    6.-Indicar las pruebas de
    acuerdo a la clínica.
    7.-Conocer la interpretación, las limitaciones y los
    riesgos de la
    exploración complementaria y la instrumentación que se utilice.
    8.-Evitar las iatrogenias ( Por la palabra, las investigaciones o
    la terapéutica)
    9.-Reconocer y analizar en el colectivo de trabajo los
    errores.
    10.-Mantener una conducta
    ética en todos los casos.2

    Cuando no se respetan estos principios o requisitos se
    está vulnerando el MC.
    Hay muchas situaciones diarias que no permiten que se lleve a
    cabo con éxito
    la aplicación del MC y en este sentido están
    encaminados los propósitos que han motivado este
    artículo.

    Primera Fase
    A).-Cuando no se establece una adecuada relación entre el
    médico y el paciente. Esta dificultad se presenta casi a
    diario y en todos los niveles. Hay factores objetivos y
    subjetivos que se pueden señalar, no obstante, el de mayor
    importancia es no respetar este aspecto y no tenerlo en cuenta en
    cada acto que el médico lleve a cabo porque unas malas
    relaciones o una pobre empatía entre ambos,
    condenará al fracaso la acción
    profesional.1
    En múltiples ocasiones esta
    relación se afecta por causas inherentes al médico
    o por problemas de comunicación interpersonal tanto con el
    enfermo como con sus familiares. Se observa a veces que el
    carácter irascible por sobrecarga de trabajo atenta contra
    esta relación; otras veces el enfermo preocupado o
    deprimido no expresa en forma precisa lo que el médico
    necesita para confeccionar el expediente clínico y es
    susceptible de equivocarse.
    Se han visto errores graves que han partido de una mala
    relación y por tanto sobreviene una mala recogida de la
    información y también se ha observado que todo el
    proceso ha comenzado mal porque "no se escucha" con
    atención. Casi todos los seres humanos saben hablar pero
    pocos saben escuchar. Alguien dijo que: "el hombre tarda dos
    años en aprender a hablar y toda su vida en aprender a
    callarse"
    Con una buena comunicación puede establecerse la confianza
    entre médico y paciente. Dígase lo que se quiera
    acerca de la solidaridad
    humana, pero no es igual cuando se aplica al hombre sano que
    cuando se trata de un enfermo. A este le invade un sentimiento de
    temor, de duda y soledad de tal naturaleza que la confianza en
    las instituciones
    a veces no es suficiente y necesita de la ayuda y solidaridad de
    una persona: el médico, que él aspira a convertir
    en su médico, así como del resto del personal de la
    salud (enfermeras, técnicos, etc).7
    Al llegar a este punto es muy necesario señalar que los
    elementos de la ética médica no pueden ser
    soslayados y en primer lugar debe ser recordado que el
    médico debe estar vestido correctamente (dentro de sus
    posibilidades) y dirigirse al paciente en un tono respetuoso de
    acuerdo a las características de este. También debe
    dar muestras de la educación formal
    que se
    espera de él.
    Es de obligación del profesional guardar celosamente los
    datos o
    confidencias que el paciente le comunique y no violar la
    confianza depositada porque corre el riesgo de perder
    credibilidad y no recibir después otras informaciones
    necesarias a la confección del expediente clínico y
    a la continuación del proceso.7
    Si no se
    observan adecuadamente estos principios se comenzará
    temprano a vulnerar el MC.

    B.-Cuando no se formula apropiadamente el problema del
    enfermo. Aquí se encuentra un error frecuente que conlleva
    que todo el proceso comience desviado y por tanto surge el
    peligro de equivocación en los próximos pasos.
    Un ejemplo concreto
    sería el observado en la práctica al atender un
    paciente que aqueja cefalea que se ha presentado durante
    años y que ahora ha cambiado su carácter y
    localización, o que se presenta ante nuevas situaciones y
    se interpreta que es un fenómeno conocido y
    "crónico" que no tiene nuevo tratamiento y además
    no conlleva investigaciones actuales. El error consiste en
    formular mal el problema lo que provoca que se pueden escapar
    posibilidades diagnósticas como una Hipertensión
    endocraneana provocada por un proceso expansivo cerebral, en una
    persona que ya padecía de cefalea migrañosa o
    tensional.
    La formulación del problema debe estar en correspondencia
    con lo que "más preocupa al paciente" o "lo que más
    le molesta" de aquí se debe partir para desarrollar todo
    el proceso de aplicación del MC y debe recordarse que los
    intereses de médico y del paciente no son los mismos.
    Aquí se verifica que el primero viene a que le alivien los
    síntomas y el segundo pretende hacer el diagnóstico
    y aplicar el MC; hay entonces una contradicción no
    antagónica que redundará en la obtención del
    bienestar del enfermo.7

    Segunda Fase
    A. Enfatizar más lo anecdótico que lo
    semiológico en el interrogatorio.
    El Profesor Moreno Rodríguez en su obra " El arte y la ciencia
    del diagnóstico médico" refiere que un buen
    interrogatorio es el que cumple con los principios
    siguientes:
    Dejar al enfermo expresarse libre y espontáneamente.
    Definir todos los síntomas de la enfermedad actual.
    Obtener la mayor semiografía de los mismos.
    Ordenarlos cronológicamente(Cronopatograma)
    Determinar las circunstancias en que se iniciaron ( condiciones
    de aparición).3
    Duración total del
    cuadro clínico.
    Relación de los síntomas con: funciones
    fisiológicas, actividades, hábitos y situaciones
    afectivas y sociales.
    Resulta muy frecuente escuchar en el pase de visita diario con
    los educandos que se refiera la Anamnesis como un "rosario" de
    problemas que le sucedieron al paciente antes de consultar al
    médico o un resumen de los problemas administrativos que
    aún persisten y que antecedieron al ingreso, sin
    declararse en ningún momento la semiografía del
    motivo de ingreso o consulta, o a veces solo se hace una breve
    referencia a lo que motivó su admisión al hospital
    sin una descripción de todas las
    características de lo que le preocupa al enfermo.
    Si se comienza así la Anamnesis, se obtendrá un
    rotundo fracaso, y se estará empezando a quebrantar el
    segundo paso del MC, pues no servirá para abordar un
    interrogatorio útil para enunciar la hipótesis
    diagnóstica.
    Persiste también, con frecuencia, que los educandos
    refieren con lujo de detalles las enfermedades previas y/o todos
    los medicamentos con sus dosis que el paciente toma y esto
    desvía la atención y sugiere juicios
    clínicos que impiden el desarrollo de una nueva conjetura
    o la valoración de una complicación que puede
    presentarse en la enfermedad de base.
    Hay veces que el motivo de ingreso tiene que ver con la
    enfermedad crónica que tiene el ingresado, pero otras, es
    un elemento ajeno a ésta y entonces no se puede desviar la
    atención o pensar que todo tiene que ver con la
    patología antecedente.
    Si bien es cierto lo importante que resulta tratar de ser
    unicista y pensar que los fenómenos que le ocurren al
    paciente tienen relación con el diagnóstico
    anterior, hay que pensar en otras posibilidades y para esto se
    necesita una buena anamnesis realizada con la semiotecnia
    requerida y la experiencia del profesional que dirige este
    proceso.

    B. Interrogatorio parcial o incompleto.
    El interrogatorio por sistemas y
    aparatos es un complemento que debe recoger lo que no estaba en
    la historia de la enfermedad actual y sirve para confeccionar la
    anamnesis remota que ayudará en la formulación de
    la hipótesis 7. Es frecuente que se recoja en
    forma incompleta y se ha observado en ocasiones, que sólo
    se menciona el síntoma sin descripción breve de su
    semiografía, lo que impide el aporte complementario de
    este aspecto del expediente clínico. Aquí
    también se puede debilitar el MC cuando se desvía
    la atención hacia detalles que no tienen trascendencia.
    Esto sucede cuando un paciente refiere con lujo de detalles que
    su "dificultad para tragar" comenzó desde hace muchos
    años y fue estudiado en varios hospitales y nunca le han
    dicho qué diagnóstico tiene así como tampoco
    le han puesto tratamiento. Ahora ingresó por
    "palpitaciones y disnea" y quiere que se establezca una
    relación entre las dos situaciones.
    Es lógico pensar que aquella disfagia fue interpretada
    como funcional probablemente producida por un trastorno
    psíquico y por eso no se le dio importancia. Es
    aquí donde entra a jugar un importante papel la
    experiencia y el
    conocimiento de la Patología y la Clínica. Si
    se describe la disfagia con carácter protagónico,
    debe conducir a una hipótesis diagnóstica y no lo
    que fue y puede estar en relación con el agrandamiento
    cardiaco o vascular que pueda afectar al esófago y
    sí tener relación con la historia de la disfagia
    referida antes.
    El interrogatorio por aparatos es una información
    complementaria que no debe desviar la atención del o de
    los síntomas principales que motivaron el ingreso.
    El médico que conoce la importancia de la
    confección de una adecuada anamnesis (próxima y
    remota) estará cumpliendo con los primeros pasos del MC y
    de seguro
    encontrará su hipótesis diagnóstica en
    aproximadamente un 60% de los casos si conduce con una adecuada
    semiotecnia esta primera parte del expediente
    clínico.

    C. La falta de realización del examen
    físico o hacerlo de forma inadecuada o incompleta.
    Para realizar un buen examen físico deben tenerse
    presentes los siguientes principios:
    Hacerlo solo después del interrogatorio, porque la
    anamnesis guía el examen.
    Efectuar bien cada maniobra (Semiotecnia depurada).
    Tener un orden a seguir en el examen de conjunto y por aparatos,
    y aplicarlo.
    Disponer de un mínimo de condiciones adecuadas: local,
    camilla, sábana e iluminación.
    Privacidad.
    Respetar el pudor del paciente .
    No examinar por encima de las ropas.
    Si al momento del examen ya se tiene el diagnóstico buscar
    todos los datos físicos que pueda producir la enfermedad
    en cuestión.
    Definir con claridad cuándo un signo es equivoco o dudoso
    y consignarlo así. 3
    Según la
    experiencia del trabajo los errores que más se observan
    vulnerando el MC son:
    Omitir partes importantes del examen incluidos aparatos
    completos, peso, talla, tensión arterial en miembros
    inferiores en un hipertenso, examen de las axilas y regiones
    inguinoescrotales, SOMA (sistema osteomioarticular), tacto rectal
    y vaginal, fondo de ojo, la frecuencia respiratoria, los campos
    pulmonares en sus planos anteriores y laterales así como
    los vértices pulmonares. Se observa con reiterada
    frecuencia que la posición que guarda el médico con
    relación al enfermo no es la correcta y examinar por
    encima de la ropa y la deficiente ejecución de muchas de
    las maniobras importantes así como no definir la
    semiografía de los soplos, la descripción
    incompleta de la hepatomegalia y los edemas así como no
    auscultar los vasos del cuello y omitir partes de la sensibilidad
    , de los reflejos, de la coordinación y anotar como normales
    aspectos que no se exploran, lo que constituye un fraude.
    Es un grave atentado al uso del MC ocultar alguna
    información que se obtenga al examen físico.
    Lo que resulta imperdonable y constituye una agresión a la
    ética médica es inventar un signo que no existe, o
    decir que algún sistema es normal sin haberlo explorado.
    Es un vicio de la práctica médica diaria, sobre
    todo en los educandos, y cuando se descubre, conlleva hasta una
    sanción grave. Las consecuencias pueden remitirse a
    la muerte de
    un enfermo por no tener su examen físico completo, dada la
    ignorancia de algún signo que era capital para
    el diagnóstico de tal o cual complicación de su
    enfermedad.
    La realización de un buen pase de visita, donde se revise
    el expediente clínico y el tratamiento a diario debe
    conducir a detectar a tiempo estos problemas y evitar males
    mayores. Es responsabilidad máxima del docente o del
    especialista del grupo, que los datos aportados sean fidedignos y
    veraces para desarrollar con calidad los siguientes pasos del
    MC.8

    Tercera Fase
    A.No se formulan hipótesis diagnósticas.
    ¿Cuántas hipótesis diagnósticas se
    elaboran en la mente del médico al concluir el examen de
    un paciente o al realizar el análisis de todos los datos
    obtenidos?.
    Según Rodríguez Rivera9 de dos a tres,
    Corral10 considera que habitualmente varían de
    cuatro a cinco; según Kassirer11 nunca
    más de siete. Para este último autor, las primeras
    hipótesis surgen de la edad, sexo y raza y
    las principales referidas en la anamnesis; otras surgen
    sólo después de realizado el examen físico o
    de disponer de algún resultado de exámenes
    complementarios y, finalmente, otras hipótesis afloran
    cuando ya se dispone de nueva información clínica o
    tecnológica no recogida en un inicio.3
    Clásicamente existen cuatro métodos para la
    búsqueda del diagnóstico: intuitivo, diferencial( o
    por comparación), inductivo e
    hipotético.12,13
    La intuición,
    fundamento del diagnóstico del mismo nombre, es definida
    como "adivinación instintiva, aprehensión
    inmediata, sin discurso, de
    hechos, relaciones, verdades u objetos que no están
    patentes; disposición natural para captar inmediatamente
    la verdad o la solución de algo.14
    El diagnóstico intuitivo o diagnóstico directo,
    fundamento del llamado "ojo clínico" no es otra cosa que
    un rápido reconocimiento de patrones ya pre-establecidos
    que la experiencia acumula y el médico reconoce. Es
    fácil reconocer a la Artritis reumatoide solo con observar
    las manos del enfermo o diagnosticar un Hipotiroidismo incluso
    por teléfono, con solo oír hablar a la
    persona afectada.
    Los diagnósticos diferencial e inductivo se basan en la
    inducción que es el razonamiento que va de
    lo particular o de los hechos singulares a las generalizaciones,
    y la deducción es lo opuesto, el razonamiento que va de lo
    general a lo particular, de las proposiciones generales a las
    conclusiones singulares o particulares de ahí que, un
    concepto más refinado sea el expresado por Gorski y
    Tavants: inducción es el razonamiento mediante el cual
    pasamos del conocimiento de un determinado grado de
    generalización a uno nuevo de mayor grado de
    generalización. La deducción sería lo
    opuesto 15
    En la obra de C. Bernard se aborda este
    asunto con claridad:
    …se define la inducción diciendo que es un procedimiento
    del espíritu que va de lo particular a lo general mientras
    que la deducción sería el procedimiento inverso,
    que iría de lo general a lo particular…
    …no tengo ciertamente la pretensión de entrar en una
    discusión filosófica; solo en mi calidad de
    experimentador me limitaré a decir que en la
    práctica me parece muy difícil de justificar esta
    definición y separar netamente la inducción de la
    deducción .6
    Engels expresa un criterio
    análogo al decir que: inducción y deducción
    forman necesariamente un todo ni más ni menos que la
    síntesis y el análisis. En vez de exaltar
    unilateralmente la una a costa de la otra, hay que poner a cada
    una en el lugar que le corresponde, lo que puede hacerse si no se
    pierde de vista, que ambas forman una unidad y se complementan
    mutuamente. 16
    Esto quiere decir que el
    médico, durante su razonamiento diagnóstico,
    utiliza indistinta y alternativamente, tanto la inducción
    como la deducción en dependencia de la etapa en que se
    encuentre.
    El diagnóstico por hipótesis, también
    llamado terapéutico de Hufeland, ha sido habitualmente
    condenado por lo que supone de ignorancia y peligrosidad.
    Aquí no existe habitualmente un diagnóstico firme,
    sino una hipótesis que habrá de ser confirmada o no
    por el curso ulterior de la enfermedad o la acción de un
    tratamiento impuesto de
    manara empírica. Se trata pues, de un diagnóstico
    provisional y que espera ser confirmado por intermedio de la
    terapéutica.3
    A la hora de elaborar las hipótesis diagnósticas,
    los datos comienzan a ser combinados e integrados para proceder a
    su
    interpretación y el primer paso consiste en la
    elaboración de los síndromes correspondientes. En
    más de una ocasión se ha observado que el
    diagnóstico definitivo en algunos enfermos complejos no
    había sido establecido sencillamente por falta de
    definición en la naturaleza del síndrome principal.
    Esto no es excepcional que suceda en casos con afectación
    neurológica.
    He aquí un ejemplo de error en la elaboración de la
    hipótesis que altera resultados y por tanto vulnera el
    MC.
    Se asiste a diario a discusiones diagnósticas donde los
    internos y residentes plantean hasta ocho o nueve
    síndromes, algunos claramente forzados. Actuar de esa
    forma constituye un error.

    Por otra parte hay síndromes de gran personalidad
    que engloban como debajo de una sombrilla, otros de mayor o menor
    relevancia. En un enfermo con diarreas agudas, febrícula
    de evolución prolongada, edemas en miembros inferiores,
    ascitis, íctero, hepato-esplenomegalia, palidez, estupor,
    flapping-tremor , fetor hepáticus , petequias, y equimosis
    cutáneas, arañas vasculares y eritema palmar
    pudieran plantearse los siguientes síndromes: diarreico,
    febril, hidropígeno, ascítico, ictérico,
    anémico, hepato-esplénico,
    purpúrico-equimótico y de degradación de la
    conciencia; pero
    es mucho más conveniente plantear exclusivamente un
    síndrome de insuficiencia hepática y por su
    intermedio ir a la búsqueda del diagnóstico, que de
    esta forma se alcanzará más fácil y
    racionalmente.3
    Un paso importante es determinar
    cuál síndrome (síntoma o signo) escoger para
    iniciar el análisis y aquí no debe haber duda; se
    seleccionará aquel de mayor jerarquía o
    personalidad en el cuadro clínico del enfermo, que no
    siempre coincide con su queja principal.3
    Un
    principio importante es ser unicista en los enfermos
    jóvenes y adultos y no así en los ancianos. Con
    pocas excepciones, en los primeros todo puede ser explicado a
    través de un solo proceso morboso y no se debe ser
    dualista; en los segundos, que padecen, `por lo general de
    más de una enfermedad, condicionadas por la propia edad,
    el enfoque unicista conduce a errores frecuentes.
    Se han expuesto varias de las condiciones a tener en cuenta a la
    hora del planteamiento de la hipótesis diagnóstica,
    aunque por supuesto, no se han planteado todas. No es objetivo de
    este artículo revisarlas la totalidad pero si dejar
    esclarecido que cualquiera de ellas puede quebrantar el
    procedimiento a tener en cuenta para el paso más
    importante a la hora del diagnóstico.

    B. Sustituir los juicios diagnósticos por
    expresiones como "Síndrome tal para estudio"
    Cada día se hace más frecuente la
    utilización de la expresión antes referida que
    conlleva un facilismo y evidencia una falta de preparación
    y dedicación del médico ante el problema expresado
    por el paciente. Al decir o escribir en un expediente
    clínico que se abre al ingreso o en la consulta, esta
    expresión, se está evidenciando que hay falta de
    profesionalidad y hasta impericia en lo que se está
    tratando, que es un paciente en el que no puede ignorarse que no
    es biológico puro pues todas las personas tienen una
    respuesta psíquica y social a la enfermedad, y
    además nunca se está ingresando un síndrome
    o un signo "para estudio" pues con esto se está ignorando
    al ser humano en toda su integralidad y además se esta
    violentando el paso de formulación de la hipótesis
    y del pensamiento lógico aplicado a la clínica.
    Claro, es más fácil y cómodo decir
    "Hepatomegalia para estudio" que razonar en toda una historia que
    debe ser confeccionada con la técnica establecida, para
    determinar en una hipótesis que debe tratarse de una
    Cirrosis hepática o de un Hepatocarcinoma que se
    implantó en un hígado previamente dañado por
    una hepatitis
    crónica.
    A veces la premura y la presión de
    trabajo obliga a los residentes e internos y hasta a muchos
    especialistas, a establecer estos tipos de juicios incompletos,
    erróneos e inseguros y con esto se está
    consiguiendo debilitar aún más el trabajo que
    si se espera a tener más elementos para establecer la
    hipótesis diagnóstica.
    Una impresión escrita en el cuerpo de guardia o en la
    primera consulta queda, a veces como un rótulo que no se
    puede borrar después fácilmente y que pesa a la
    hora de enfrentar al enfermo y tratar de darle solución a
    su problema.

    Cuarta Fase
    A. Selección
    inapropiada de los exámenes paraclínicos de acuerdo
    a la hipótesis diagnóstica.
    Los análisis complementarios forman parte del MC. Si bien
    durante siglos el método fue puramente clínico ,
    desde que surgió el laboratorio ha
    quedado plenamente integrado a él, porque la
    tecnología tiene un papel no solo importante, sino a veces
    decisivo en el proceso de diagnóstico. Los exámenes
    complementarios confirman una hipótesis y rechazan otras,
    asisten en el tra- tamiento de afecciones ya definidas, proveen
    información y ayuda pronóstica, son imprescindibles
    en la estadificación de un gran número de
    enfermedades y en la evolución de otras mucha, intervienen
    en la decisión de opciones terapéuticas, en la
    detección de los efectos indeseables de los medicamentos
    que se usan, rastrean enfermedades ocultas, revelan posibilidades
    diagnósticas allí donde no llega la sensibilidad de
    la clínica, pueden poner en evidencia enfermedades en un
    periodo asintomático y por qué no, tiene en
    determinadas circunstancias el poder de tranquilizar tanto al
    médico como al paciente, para no citar más que
    algunas de sus poderosas virtudes.17,18 Para el uso de
    los exámenes indispensables y especiales a indicar a un
    paciente se requiere de algunos principios:
    Selección correcta de los análisis.
    Realizar solo los necesarios.
    Sopesar siempre los riesgos para el paciente.
    Tener el consentimiento del enfermo o los familiares a todos
    aquellos exámenes que comporten riesgos.
    Evitar la iatrogenia.
    Saber interpretar los resultados.
    Integrarlos críticamente al expediente
    clínico.3
    Si se siguen estos principios jamás se presentaran
    problemas y se respetará el procedimiento establecido en
    el MC.
    Una expediente clínico con todos los exámenes
    comentados críticamente y con los juicios respaldados o
    negados por los resultados obtenidos, brindará una
    excelente información a cualquier profesional y
    servirá para realizar cualquier investigación que se necesite en la
    institución donde se ha desarrollado el estudio del
    paciente en cuestión.
    Es un aspecto muy importante el respeto a esta
    fase del desarrollo del MC pues se asegura que la
    contrastaciòn de la hipótesis se lleve a cabo con
    cientificidad.

    B. Usar pruebas injustificadamente.
    A veces se quiere justificar un diagnóstico a
    través de los exámenes complementarios y lo que se
    consigue es derrochar recursos innecesariamente, además de
    violentar la integridad del enfermo con los resultados a que esto
    puede conducir.
    Se observa con frecuencia también que se indican
    exámenes por complacer a pacientes hipocondríacos y
    familiares preocupados injustificadamente y se altera entonces el
    pensamiento lógico y la aplicación del MC.
    En la Medicina capitalista, este recurso se ampara en la comercialización de la practica
    médica; pero no hay nada más lejano a la ciencia
    que este tipo de práctica.
    La formación de un médico en la sociedad cubana
    requiere del cumplimiento de la ética médica
    humanista y del ahorro de los
    recursos que el estado dispone y administra con rigor e inteligencia.
    Si se decía que, para cumplir un método
    hacía falta seguir sus pasos organizadamente y mantener
    una conducta planificada, sería alejarse de estos
    preceptos, el no cumplir con tan adecuados principios.

    C. Falta de contrastación del cuadro
    clínico con el resultado de los exámenes
    paraclínicos.
    Siempre resulta imprescindible comprobar o negar la
    hipótesis con los resultados de los exámenes
    complementarios. Es un paso ineludible que si no se respeta no
    habrá información acerca de si se está
    siguiendo o no el MC. Además el diagnóstico de
    certeza nunca se obtendrá y la conducta definitiva no
    podrá ser tomada para la curación del enfermo.
    Hay que hacer referencia a los resultados en el expediente
    clínico pues debe recordarse que un examen no hace
    diagnóstico y que el conjunto de ellos con los resultados
    del examen clínico son los que logran llegar al dictamen
    definitivo.
    Cuando el médico no realiza este paso, lo hace en forma
    incompleta, o ajusta los resultados obtenidos en los
    exámenes a su opinión y no a la verdad, se asiste a
    una violación del MC y no habrá conseguido su
    propósito de aplicar este método. Obtendrá
    un diagnóstico, pero en la mayoría de los casos,
    lejano de la realidad que se presentó en el examen
    clínico.
    Hace más de 20 años, Engel19
    señaló que mucho antes de la revolución
    científico-técnica, parte de la excitación
    intelectual del razonamiento en los médicos venía
    de considerarse capaces de anticipar con éxito lo que
    darían los análisis de laboratorio que indicaban a
    sus enfermos, en los cuales un arduo y sólido razonamiento
    los había conducido a determinadas hipótesis
    clínicas. Se creyó que el laboratorio lo que
    haría sería expandir esas posibilidades, pero lo
    que sucedió en muchos médicos fue lo contrario;
    más que refinar y aguzar la observación y el
    razonamiento clínico lo que hicieron fue atrofiarlo,
    adulterarlo, y falsificarlo al reducirlo a la indicación
    de abultadas baterías de complementarios, de "perfiles"
    renales, hepáticos, hematológicos, etc. donde los
    análisis se indican de modo absurdo. Hoy en día el
    proceso del diagnóstico está organizado alrededor
    de esas baterías de exámenes de laboratorio que
    parecen prometer una respuesta sin requerir de un necesario
    razonamiento ni individualización del enfermo y Engel ha
    señalado que esto no es más que una
    regresión atávica al empirismo.3
    ¿Dónde
    radica entonces la frontera que separa la confiabilidad
    clínica de la tecnológica? No hay contradicciones
    entre la clínica y el laboratorio; la contradicción
    está entre los que utilizan su cerebro para
    pensar –sean clínicos o laboratoristas—y los
    que practican una medicina descerebrada. Como afirmara el propio
    Engel, hoy día "se aprecia insuficientemente que el
    científico se distingue por sus procesos
    intelectuales y no por ningún procedimiento técnico
    individual".3,19
    Según Scott,20
    la primera razón es un factor educacional, en el que la
    expansión de la tecnología fuerza a los
    educadores médicos a ser ultramodernos y bajo esta
    influencia los médicos jóvenes también
    quieren estar al día. La segunda es que el juicio
    clínico es barato, mientras que los análisis dan
    altos dividendos y la tercera es la práctica por los
    médicos de una "medicina defensiva"
    Es posible entonces concluir que el abuso de los exámenes
    complementarios no ha cambiado sustancialmente en las
    últimas décadas.

    D. El no alcanzar, como parte del juicio médico,
    el diagnóstico total, global e integral del paciente.
    Si no se han seguido los pasos del MC y se han utilizado mal los
    medios para la contrastación es seguro que no se
    llegará al diagnóstico integral del enfermo y por
    tanto la conducta a seguir ante el caso va a estar sometida
    también a errores.
    Parece muy evidente que muchos de los errores médicos
    dependen no solo de la falta de conocimientos científicos
    necesarios, en un momento determinado, para interpretar el cuadro
    clínico y complementario de un enfermo; también
    dependen de violaciones en la aplicación del método
    científico en el trabajo clínico, es decir,
    deficiencias que se van acumulando desde la relación
    médico-paciente, la recolección de la
    información primaria, la elaboración de
    hipótesis diagnósticas y la selección e
    interpretación adecuadas de las investigaciones
    tecnológicas de todo tipo para contrastar, enriquecer
    dichas hipótesis y hacer una comprobación
    correcta.
    El Prof. Moreno Rodríguez plantea que el día que se
    respete más el MC comenzarán a reducirse
    sensiblemente los errores en el diagnóstico médico.
    La clínica adquiere en nuestros tiempos un valor
    todavía muchísimo mayor que en el
    pasado.3

    Quinta Fase
    A. No reflejar en el expediente clínico los juicios
    establecidos en las diferentes fase del MC.
    Cuando se manifiestan los juicios y la interpretación de
    las contingencias que han venido sucediendo con el paciente y sus
    problemas, se está expresando el pensamiento lógico
    y la atención que se le ha prestado; además se
    está dejando constancia del pensamiento aplicado, de la
    preparación y de la madurez profesional del médico
    y de la aplicación del MC.
    Muchas veces se ha visto que no se escriben estos elementos y
    queda ignorado todo lo que le aconteció al enfermo, y eso
    puede repercutir hasta en la evolución posterior de su
    afección y en el conocimiento que pueda derivarse en la
    consulta con este expediente. Debe recordarse que muchas veces se
    hacen estudios retrospectivos de las enfermedades basados en lo
    que se escribe en los expedientes clínicos.

    B. La no comunicación a los demás colegas
    de las experiencias obtenidas en el trabajo médico.
    Si todo lo que se obtuvo en las distintas etapas del MC no se ha
    escrito en el expediente del enfermo y en particular no se han
    reflejado los juicios y los demás comentarios, no
    será posible transmitir a los demás las
    experiencias obtenidas en cada caso y no se podrán obtener
    datos para una investigación de cualquier tipo.
    Cada paso que se da en la contrastación de la
    hipótesis y cada vez que se obtiene un elemento nuevo en
    la evolución del paciente, debe ser reflejado en el
    expediente clínico para seguir un pensamiento
    lógico e informar a todos los que trabajan alrededor del
    enfermo de las contingencias que han sucedido. Si no se hace
    así habrá una ignorancia total sobre el proceso de
    aplicación del MC y no se podrá cumplir el
    propósito principal de su aplicación .
    Así también se está transgrediendo el MC y
    por tanto el trabajo será estéril.

    3.
    Conclusiones.

    1.-El método clínico es vulnerable porque
    se aplica mal en la mayoría de sus etapas y se desconoce
    su importancia y su manejo adecuado.
    2.-El deterioro de la relación médico-paciente es
    uno de los elementos que más debilitan la
    aplicación del MC.
    3.-El menosprecio al valor que tiene la realización de un
    buen examen clínico atenta contra la obtención de
    una hipótesis adecuada y por tanto quebranta el MC.
    4.-El empleo
    irracional y exagerado de los exámenes complementarios ha
    provocado una crisis en el
    uso legítimo del MC.
    5.-La falta de registro de los
    juicios clínicos y la incomunicación de los
    elementos inherentes a la evolución de un enfermo, atentan
    contra el buen desarrollo de este
    método.

    4. Bibliografía.

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    20.-Scott J. Why are we killing clinical medicine? Medical
    Word News,
    July 23. 1979.
    Palabras clave: método clínico, ciencia,
    método científico, diagnóstico
    clínico, examen clínico, examen físico,
    hipótesis clínica.

    Resumen:
    El articulo que se presenta tiene como objetivos el
    reseñar los factores generales que vulneran el uso del
    Método Clínico en la práctica médica
    diaria y exponer las particularidades que influyen negativamente
    en la utilización de los distintos pasos que llevan al
    diagnóstico y tratamiento correctos de un enfermo. Se
    realiza una exposición acerca de los factores y
    situaciones que contribuyen a que en ocasiones sea obviado el
    método clínico y los requisitos para su
    aplicación. Se concluye que se desconoce su importancia y
    su manejo adecuado así como que el deterioro de la
    relación médico-paciente es uno de los elementos
    que más debilitan su aplicación.

     

     

     

     

    Autor:

    Dr. José Carlos Hernández Aragonés.
    Especialista de segundo grado en Medicina Interna. Profesor
    asistente del Instituto superior de ciencias médicas de la
    Habana.

    Lic. José Enrique Alfonso Manzanet. Enfermero. Instructor
    docente del Instituto superior de ciencias médicas de la
    Habana.

     

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