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Metamorfosis: Castigo o recoompensa divina,




Enviado por lecolguet



    Indice
    1.
    Introducción

    2. El Alimento De los
    dioses

    3. Los dos mundos
    4. Metamorfosis y
    Canibalismo

    5. Conclusión
    6. Bibliografía

    1.
    Introducción

    El presente trabajo tiene por objetivo
    rastrear la supervivencia de diversas imagenes mitologicas,
    principalmente relacionadas con el mito de la
    creacion azteca, en el cuento axolotl
    de Julio Cortazar.
    Y es por eso, cuando la razón descubre nuevos horizontes y
    aniquila viejos mitos, los
    sentimientos ligados a estos – mas aun, determinantes de
    estos- perviven. Ni aun negados por la razón se resignan a
    morir… el sentimiento negado como creencia por la razón,
    niega a su vez a la razón, tomando forma de arte"
    R. Llopis

    " …que no Esta muerto lo que puede yacer
    eternamente
    y con los evos extraños, hasta la muerte
    puede morir…
    El hombre
    reina ahora donde reinaron Ellos, pero volverán a reinar
    donde ahora reina el hombre. Tras
    el verano viene el invierno y tras el invierno el verano. Esperan
    pacientes y poderosos, puesto que Ellos volverán a reinar
    sobre la
    tierra"

    Fragmento del Necronomicon
    H.P. Lovecraft
    El tiempo de los
    axolotl; la edad de oro
    Adiós, pues, para siempre, ¡amadas flores! Vuestros
    dulces perfumes y matices no hallaré en otra parte; una
    región desierta, sí, que de espinas y de abrojos,
    como mi corazón,
    esté salvada. Y tú, que de guirnaldas me esmeraba
    en adornar, a cual más primorosa, ¡triste de
    mí!, cuando aún era feliz, ¡oh, nupcial
    lecho! ¡Cuán lejos estaba de pensar que jamás
    te dejaría! ¡Quédate con Dios!
    ¡Día desgraciado! ¿A qué climas, en
    qué yermos espantosos iremos a extraviarnos? ¿Acaso
    tierra
    habrá que pueda darnos los frutos deliciosos de este
    suelo?
    ¿Qué alimentos
    encontraremos ahora que puedan reemplazar lo que perdemos?
    ¡Adiós, Edén! Un sueño lisonjero fue
    tu goce, tan breve como efímero.

    Jhon Milton, El paraiso perdido
    Para la mitologia
    Azteca dos son los dioses que alternativamente han creado las
    diversas humanidades que han existido: Quetzalcóatl, el
    dios benéfico, el héroe descubridor de la agricultura y
    de la industria, y
    el negro Tezcatlipoca, el dios todopoderoso, multiforme y ubicuo,
    el dios nocturno, señor de los hechiceros y de los
    malvados. Los dos dioses combaten y su lucha es la historia del universo; de sus
    triunfos alternativos surgen todas las creaciones.
    Tezcatlipoca , que tiene por animal al nahual o tigre, cuya
    piel manchada
    semeja el cielo con los enjambres de estrellas, fue el primero
    que se hizo sol y empezó la era inicial del mundo. Los
    primeros hombres fueron entonces los gigantes, que habían
    sido creados por los dioses y no sembraban ni cultivaban la tierra,
    sino que vivían comiendo bellotas. Tezcatlipoca era la
    constelación de la Osa Mayor, que a los aztecas se les
    figuraba un tigre. Cuando gobernaba el mundo como sol , su
    enemigo Quetzalcóatl le dio un golpe con un bastón
    y cayó al agua
    transformándose en tigre y se comió a los gigantes,
    quedando despoblada la tierra y sin
    sol el universo.
    Quetzalcóatl se hizo entonces sol y lo fue hasta que el
    tigre Tezcatlipoca lo derribó de un zarpazo. Se
    levantó entonces gran viento y todos los árboles
    fueron derribados y la mayor parte de los hombres perecieron,
    pero algunos quedaron convertidos en monos.
    Los dioses creadores pusieron entonces por sol al dios de la
    lluvia y el fuego celeste, Tláloc, pero
    Quetzalcóatl hizo que lloviera fuego y los hombres
    perecieran o quedaron convertidos en pájaros.
    Entonces Quetzalcóatl puso por sol a la hermana de
    Tláloc, la diosa Chalchiuhtlicue, "la de las faldas de
    jade", diosa del agua, pero
    Tezcatlipoca hizo que lloviera con tal fuerza, que la
    tierra se inundó y perecieron los hombres o fueron
    transformados en peces.
    Después de esta nueva destruccion de la humanidad
    sucedió que el Sol se
    había perdido en la catástrofe, y que no
    había quien iluminara al mundo. Entonces se reunieron
    todos los dioses en Teotihuacan y determinaron que uno de ellos
    se sacrificara y se convirtiera en Sol. Dos dioses se presentaron
    para este sacrificio. Cuatro días seguidos ayunaron y se
    sacrificaron los dioses que iban a intentar la prueba, y al
    quinto todas las deidades se colocaron en dos filas, al final de
    las cuales se encontraba el brasero sagrado, en el que
    ardía un gran fuego, para que se arrojaran los que
    habían de intentar la prueba y salieran purificados para
    alumbrar con su brillo al mundo. Los dos dioses, que eran el dios
    pobre y el dios rico, se prepararon para intentar la prueba.
    Tocó el primer lugar al rico, como más poderoso,
    pero aun cuando se lanzó tres veces siempre se detuvo al
    borde de la hoguera sin atreverse a dar el salto.
    Probó entonces el desvalido su valor, y
    cerrando los ojos dio un salto y cayó en medio del brasero
    divino que alzó gran llama. Cuando ésta se apagaba,
    el rico, avergonzado, se arrojó a la hoguera y se fue
    consumiendo. También el tigre entró en las cenizas
    y salió con la piel manchada,
    el águila también entró, y por eso tiene las
    plumas de la cola y de las alas ennegrecidas.
    Los dioses que se sacrificaron habían desaparecido, pero
    el Sol no se
    mostraba y las otras deidades inquietas se preguntaban por
    dónde aparecería. Por fin salió el Sol y
    casi inmediatamente brotó la Luna, que brillaba tanto como
    el primero. Los dioses indignados por su atrevimiento le dieron
    en el rostro un golpe con un conejo, dejándole esta
    señal que aún conserva (para el azteca las manchas
    de la Luna representan la figura de un conejo.)

    Pero el sol no se movía; estaba en la orilla del
    cielo y no parecía dispuesto a hacer su camino. Cuando los
    demas dioses preguntaron el motivo de su inmovilidad, el sol
    exiguio el sacrificio de todos los demas dioses, que eran las
    estrellas. El sol aniquilo a todos hasta llegar a xolotl. Xolotl
    era el dios de los gemelos y de los monstruos, además de
    un temible hechicero, por lo cual su muerte fue
    más costosa. Huyendo del sol primero se transformo en
    maguey doble, llamado Mexolotl, y luego en muchas cosas mas, pero
    siempre dobles o monstruosas, hasta transformarse en axolotl y se
    metió en el agua.
    Allí el sol le dio alcance y lo mato.
    Por eso al nacer ,el dios sol, tiene que entablar combate con sus
    hermanos, las estrellas, y con su hermana la Luna, y armado de la
    serpiente de fuego, el rayo solar, todos los días los pone
    en fuga o los mata y su triunfo significa un nuevo día de
    vida para los hombres

    En el mito azteca de
    la creación de los soles , el que actualmente nos alumbra,
    también ha de acabar como los otros, y que su fin lo ha de
    causar los terremotos.
    Esta breve reseña mitológica deja traslucir la
    importancia primaria de los sacrificios para los aztecas, el hombre
    tenia que colaborar con los dioses por medio del sacrificio
    humano en la función
    cósmica, que representa la ayuda que debe proporcionar el
    hombre al Sol,
    para que pueda luchar con la Luna y las estrellas, y vencerlas
    todos los días, estableciendo el tiempo cíclico
    finito que compone el tiempo cíclico infinito. (La eterna
    batalla entre los dos dioses que origina y destruye humanidad y
    sol). Cada prisionero que tomaba el azteca es una estrella que
    debe ser sacrificada al Sol, para alimentarlo con la sustancia
    mágica que representa la vida, y para fortalecerlo en el
    divino combate; y así la víctima (hombre-estrella)
    que era sacrificado, pintado de blanco el cuerpo y con un antifaz
    negro, que significa la noche estrellada. iría a reforzar
    con su vida la vida del Sol hasta un nuevo cataclismo. Pero no
    solo los hombres eran alimento de los dioses, los dioses tambien
    eran alimento de los hombres entre los aztecas también
    existía él habito de devorar al dios sol. Para este
    acto de teofagia se elaboraban panes con la forma de Huzilopoctli
    (el sol) y luego se rompían en trozos que eran devorados
    por sus adoradores. Por este medio todos recibían una
    parte de substancia divina dentro de sí

    Olvidados, devenidos a mascaras-fantasmas (larva: del
    latín: disfraz, mascara, fantasma, espectro)los axolotl,
    que representan a las antiguas deidades aztecas en el cuento,
    permanecen casi inmóviles, como fetos flotando en el
    anmios, añorando aquel tiempo en que el mundo había
    sido de ellos. La mítica edad de oro, donde los hombres
    convivían con los dioses. El tiempo en
    que ardían los fuegos y los altares se cubrían de
    sangre
    alimentando al Sol, el mundo "infinitamente lento y remoto",
    aquellos reinos originarios" perdidos con la llegada de los
    conquistadores.

    2. El Alimento De los
    dioses

    "…cuando te asomas al interior del abismo,
    el abismo se asoma a tu interior".
    F.Nietzche

    La realidad cotidiana de un París primaveral se
    interrumpe de golpe, contrastando con la húmeda oscuridad
    de un acuario, donde el protagonista encuentra por casualidad a
    los axolotl. Así comienza el cuento "Axolotl" de Cortazar: con un
    mundo que se ve bruscamente invadido por otro, con dos realidades
    apenas separadas por una barrera de vidrio que impide
    toda clase de contacto físico y que separa simbolicamente
    lo real de lo magico haciendo que la única posibilidad de
    comunicación entre los seres que las
    habitan sea por medio de la mirada, la mirada de "ojos de oro,
    sin iris ni pupila" de los Axolotl y distante siguia sin El
    axolotl es una larva hipoteroidea, que tiene la facultad de
    reproducirse, su existencia como especie se debe a la mutacion de
    un tipo de salamandra.

    Por medio de la vista el protagonista comenzara a entrar
    en el mundo mítico de los axolotl, "y es así si
    alguien en cualquier sociedad, escoge
    para si la peligrosa jornada de la oscuridad y desciende
    intencionalmente o no a su propio laberinto espiritual, pronto se
    encuentra en un paisaje de figuras simbólicas, cualquiera
    puede tragarlo "ahí dentro de sus prisiones de cristal
    está las rosadas mascaras aztecas de los axolotl. Una vez
    producido el encuentro con los axolotl, la fascinación del
    protagonista se transforma en un destino inevitable, como un
    héroe de la tragedia griega, no podrá escapar a su
    hado y volverá una y otra vez. La
    comunicación con los axolotl será cada vez
    más intensa, haciendo que la
    metamorfosis del protagonista sea ineludible ya que para
    entrar en su mundo el personaje necesita proyectarse en ellos y
    por fin ser uno de ellos.

    . Llegado un punto del relato el enlace con los axolotl
    mantendrá incluso sin mirarse "… era como si me
    influyeran a distancia", hasta ser bruscamente devorado por
    ellos. "Vi mi cara contra el vidrio, en vez
    del axolotl vi mi cara contra el vidrio, la vi fuera del acuario,
    la del otro lado del vidrio. Entonces mi cara se aparto y yo
    comprendí".

    En este punto el protagonista se desdobla en su
    "yo-axolotl" y su "el-hombre", la parte de su persona, ahora
    integrada a lo axolotl y su existencia anterior de la cual
    sé ira lentamente desligando.

    3. Los dos
    mundos

    Son varias las religiones que creen en un
    "gran tiempo", formado por edades sucesivas que se repiten de
    forma cíclica. En el principio de estas etapas se suele
    encontrar la "edad de oro", era en la cual los hombres y los
    dioses convivían juntos.

    El mismo cuerpo rosado y traslucido y casi
    inmóvil de los axolotl también los hace semejantes
    a fetos flotando en amnios, entidades de vida de vida primigenias
    y latentes, que evocan los orígenes humanos.
    También son sus caras talladas en piedra "inexpresivas y
    sin embargo de una crueldad implacable" remiten a viejos
    ídolos de roca. Los axolotl son entes olvidados, residuos
    de esa época olvidada que contrasta con la del
    protagonista.

    Pero este no es el único tipo de contraste
    espacio-temporal en el cuento. El escenario del cuento,
    París será invadido por lo americano, la
    razón será desplazada por lo
    fantástico.

    Carpentier postula que lo real maravilloso es patrimonio
    americano, quien fluye por tierra americana y puede sentirse
    participe de la fe colectiva de esta realidad, le "surge una
    inesperada alteración de la realidad (el milagro), una
    revelación privilegiada de la realidad, una iluminación inhabitual o singularmente
    favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, una
    ampliación de las escalas y categorías de la
    realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una
    exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de
    "estado
    limite". Por esto el origen mexicano de los axolotl no tiene nada
    de casual, América
    es el origen de lo "real maravilloso", el espacio donde las
    transformaciones son posibles donde un sujeto es uno y a la vez
    otros, sucesos impensables para la razón europea,
    remanentes de un sincretismo primordial que pervive y late en
    nuestro pueblo.

    4. Metamorfosis y
    Canibalismo

    you lock the door
    and throw away the key
    there's someone in my head but it's not me
    Pink Floyd, "Brain Danamage"

    A diferencia de "la noche boca arriba" otro cuento de
    Cortazar, aquí la canibalizacion del personaje será
    mas sutil, pero no menos efectiva, la mirada de oro de los
    axolotl es la boca cubierta de dientes afilados y el puñal
    de obsidiana por los cuales los axolotl devoraran al protagonista
    y lo incorporaran a ellos.

    Dolina, en su libro el angel
    gris, arriesga la siguiente afirmación: "La verdadera
    transformación es imposible. Para ser otro hay que dejar
    de ser uno. Hay que autoaniquilarse. la transformación
    exige renunciar a ser y haber sido. De este modo, si uno de
    verdad se convierte en otro, no es posible ni siquiera
    percibirlo.". Sin proclamarnos a favor o en contra de este
    pensamiento,
    creemos que una metamorfosis de esta clase seria completamente
    inoperante para el transformado y no tendría ninguna
    relevancia literaria. Para que una metamorfosis signifique algo
    para el cambiado, este tiene que tener cierta conciencia de su
    estado
    anterior. ¿Qué espanto hubiesen reparado a Acteon,
    transformado en gacela, los ladridos de unos perros, si en su
    memoria no
    supiese que esos perros eran antes
    los suyos y en ese momento estaban cazando?, ¿Qué
    clase de angustia hubiese experimentado Gregorio Sammsa si no
    hubiera reconocido a las figuras que rodean su cuerpo de insecto
    como las de sus parientes?, ¿Qué clase de espanto
    nos asaltaría al devenir a un exitoso abogado o que
    euforia desmedida tendríamos en conventirnos en un
    surtidor de combustible, si no tuviésemos recuerdo alguno
    de esta existencia?. El cambiar, el tranformarse en otra cosa
    involucra la aniquilación de lo que se ha sido antes y el
    ser creado como algo nuevo, diferente a lo anterior, pero algo
    debe quedar para que la
    metamorfosis sea efectiva. Así, el personaje pasara de
    su existencia singular, a una existencia colectiva como axolotl,
    manifestándose en los cambios de tiempo verbales "hubo un
    tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl… Ahora soy un
    axolotl".

    5.
    Conclusión

    En la obra de Cortazar es recurrente la idea de mundos
    pasados que irrupen en la realidad cotidiana (la noche boca
    arriba, el ídolo de las cicladas, la isla al medio
    día, etc.). En este caso son las antiguas divinidades
    aztecas las que se hacen presentes en una placida primavera
    parisina, que canibalizando al personaje de la historia lo llevaran a una
    metamorfosis regresiva hacia los remotos origenes de los
    axolotl.

    A nuestro criterio en el relato se pueden vislumbrar los
    mitos de
    creacion azteca, ademas de el mito de america como tierra magica,
    afirmando de alguna forma la fcita de R. Llopis con que empazamos
    este trabajo.

    6.
    Bibliografía

    • Mircea eliade, El mito del eterno retorno. Alianza
      editorial. Argentina
      1999
    • Campell J.: El heroe de las mil Caras. Fondo de
      cultura
      economica. Mexico,1997
    • Llopis R: Los mitos de Cthulhu(prologo). Alianza
      editorial. Argentina,
      1994
    • Frazer, J. La rama dorada.
    • Carpentier A. : El reino de este mundo
      (prologo)

     

     

    Autor:

    Lucas Freitas

    Estudiante de Lengua y
    literatura

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