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Comprender y representar un texto en la memoria




Enviado por jsilvio



    1. La formulación
      superficial
    2. La base de
      texto
    3. Macroestructura
    4. Superestructura
      esquemática
    5. El modelo de la
      situación
    6. La comprensión de un
      texto
    7. Conclusión
    8. Breve
      bibliografía

    Una función
    importante de la enseñanza es la presentación de
    información de manera que pueda ser
    comprendida por los alumnos. Esta monografía
    se dedica precisamente al problema de la comprensión. La
    comprensión de información, por ejemplo la
    contenida en un texto, depende de variables
    diversas. Fundamentalmente, es resultado de la interacción
    entre variables relacionadas con el sujeto, como el
    conocimiento relevante que posea, y variables relacionadas
    con la información, como la forma en que esté
    estructurada. La facilitación de la comprensión de
    información presentada en textos, que es el medio al que
    me referiré, y la ayuda a los alumnos para que los
    utilicen mejor, exige tener en cuenta variables pertenecientes a
    estos dos grandes apartados, como se hace a lo largo de las
    páginas de esta obra.

    Pero también se puede abordar el problema de la
    comprensión de un texto empezando, por así decirlo,
    por el final: ¿cuándo se puede decir que se ha
    comprendido un texto? ¿cuál es el resultado de la
    comprensión de un texto? A continuación se presenta
    una introducción a la comprensión,
    considerando precisamente el resultado o producto del
    procesamiento de un texto: la representación que el lector
    hace de éste en la memoria.
    Crear una u otra representación en la memoria implica
    alcanzar o no la comprensión. Por eso, entender las
    características de estas representaciones
    sirve al profesor para evaluar la facilidad de comprensión
    de textos y para ayudar a los alumnos que los
    utilizan.

    La pregunta que puede hacer una persona
    interesada en la mejora del diseño
    y uso de un texto para que el lector consiga una
    comprensión satisfactoria es ¿qué queda en
    la memoria después de haber leído un texto? .Varias
    teorías
    sobre la comprensión de textos (véase, por ejemplo
    Van Dijk y Kintsch, 1983) postulan la existencia de tres niveles
    básicos de representación del discurso en la
    memoria: formulación superficial, base de texto y modelo de la
    situación. Estos tres niveles de representación son
    el producto del procesamiento de un texto. Examinaremos
    brevemente las características de cada uno de
    ellos.

    La
    formulación superficial

    Este nivel corresponde a la representación
    literal de palabras y oraciones, con la misma organización sintáctica que el texto
    original. Un ejemplo de esta representación es la que
    creamos cuando aprendemos una canción o una oración
    religiosa. Lo que queda en la memoria es una copia exacta del
    texto original.

    Lo normal, sin embargo, es que la formulación
    superficial de un texto desaparezca en un muy breve intervalo de
    tiempo, a no
    ser que se deba memorizar expresamente por alguna razón,
    como en los casos que se acaban de mencionar. Los alumnos que
    almacenan solamente la representación superficial de los
    contenidos escolares los olvidan muy rápidamente. Es lo
    que observan en sus alumnos muchos profesores de ciencias que
    enseñan, por ejemplo, el rendimiento de las máquinas
    térmicas en termodinámica. Con frecuencia los alumnos
    solamente almacenan la formulación superficial de la
    definición de rendimiento como

    h =
    W/Q1

    (donde W es el trabajo y
    Q1 es el calor
    absorbido del foco caliente). Al cabo de poco tiempo los alumnos
    ya no recuerdan si esta expresión se escribía
    W/Q1, Q1/W, o quizá W/Q2.
    La formulación superficial ha desaparecido de la memoria y
    no ha quedado nada relevante que el alumno pueda
    aprovechar.

    Entonces, ¿se puede almacenar algo más que
    la representación superficial de un texto en la memoria?
    ¿qué recuerda el lector de la primera frase con que
    se iniciaba esta sección en la cual se definía
    "formulación superficial"? Es muy probable que haya
    olvidado las palabras y organización sintáctica
    exacta pero que, sin embargo, recuerde todavía algo.
    Recuerda posiblemente una formulación equivalente, es
    decir, algo que tiene el mismo significado que las frases que
    aparecen en el texto pero que no coincide literalmente con ellas.
    Precisamente, los significados constituyen el segundo nivel de
    representación de un texto en la memoria. Se organizan en
    lo que se llama la "base de texto"

    La base de
    texto

    La base de texto captura el significado de un texto.
    Sabemos que dos oraciones pueden tener el mismo significado
    aunque la formulación superficial sea diferente: es el
    caso de las oraciones en forma activa o pasiva. Por ejemplo, "La
    reina cocinó la cebolla en la cocina" o "La cebolla fue
    cocinada por la reina en la cocina" tienen el mismo significado,
    aunque diferente formulación superficial. Es muy posible
    que dos personas que lean respectivamente estas dos frases
    recuerden lo mismo después de, digamos, 15 minutos. Estos
    dos lectores recordarán el significado: "existía un
    agente (reina), que realizaba una acción (cocinar), sobre
    un objeto (cebolla), en un cierto lugar (en la cocina)". Por
    tanto, en la memoria debe quedar almacenado algo distinto de la
    formulación precisa en forma de oración activa o
    pasiva. Este "algo" es el significado que se representa mediante
    un lenguaje
    diferente al de palabras y oraciones utilizado para la estructura
    superficial. Los significados se representan en términos
    de proposiciones, que son precisamente las unidades de
    significado. El concepto, de
    proposición, tomado de la lógica,
    fue propuesto para su utilización también en la
    psicología. Las proposiciones constan de un
    predicado, que es un verbo, adjetivo, adverbio, o
    conjunción, y uno o varios argumentos, que son sustantivos
    o, en el caso de proposiciones complejas, otras proposiciones.
    Para una explicación detallada del concepto de
    proposición como unidad de significado pueden consultarse
    los trabajos de W. Kintsch (1974, 1998; VanDijk y Kintsch, 1983)
    uno de los mas notables investigadores en el área de la
    comprensión de textos, y proponente de este sistema de
    representación de los significados. Precisamente Kintsch y
    sus colaboradores ofrecieron pruebas
    experimentales de la realidad de las proposiciones como unidad de
    significado en la memoria de los sujetos.

    De acuerdo con esto, el significado de las oraciones que
    se acaban de mencionar se podría representar mediante las
    dos proposiciones siguientes:

    P1. COCINAR (REINA, CEBOLLA)

    P2. LUGAR-EN (P1, COCINA)

    La base de texto es el conjunto interrelacionado de
    todas las proposiciones que representan el significado de un
    texto. Se trata de un conjunto que tiene estructura y no de una
    lista de proposiciones sin conexión entre sí. Y se
    han distinguido tres tipos de estructura en la base de texto:
    "microestructura", "macroestructura" y "superestructura
    esquemática".

    Microestructura

    La microestructura es el conjunto de proposiciones de un
    texto relacionadas "localmente", cuando éste se considera
    frase a frase. Por ejemplo, un lector probablemente podría
    construir la microestructura de un texto como el siguiente "La
    fuerza del
    español
    está en que es vehículo de una cultura
    riquísima. El español recibe fuerza constantemente,
    sobre todo en Hispanoamérica. El español se ha
    convertido en un idioma expansivo". Es fácil relacionar
    localmente las proposiciones que representan el significado del
    texto, incluso de una frase a otra. "Español" como
    argumento de distintas proposiciones se repite proporcionando una
    conexión por "superposición de argumentos" es decir
    por el hecho de que hay varias proposiciones que comparten el
    mismo argumento, como RECIBIR (ESPAÑOL, FUERZA) y
    CONVERTIR (ESPAÑOL, EXPANSIVO (IDIOMA)). Pero, la
    superposición de argumentos es solo una de las formas en
    que se puede establecer relación entre las proposiciones.
    Por ejemplo, pueden existir relaciones causales, aunque no exista
    superposición de argumentos. En "Laly quemó la
    madera.
    Inmediatamente vinieron los bomberos", QUEMAR (LALY, MADERA) y
    VENIR (BOMBEROS) , están relacionadas causalmente para
    cualquier persona que conozca la función de los bomberos.
    De esta manera también puede conseguirse relacionar las
    proposiciones y establecer la llamada "coherencia
    local".

    Macroestructura

    La macroestructura de un texto es el conjunto de
    proposiciones que sintetizan su significado, llamadas
    "macroproposiciones". A veces se incluyen recursos en el
    texto, como los títulos, para favorecer la creación
    de la macroestructura, o incluso pueden aparecer de forma
    explícita frases que sinteticen el significado del texto.
    En ese caso el lector puede construir la macroestructura
    seleccionando simplemente estas macroproposiciones entre las que
    aparecen en el texto. Por ejemplo, en el breve texto anterior
    sobre el español se podría haber incluido una frase
    como "El español es un idioma importante", a la que
    correspondería la proposición ES (ESPAÑOL,
    IMPORTANTE (IDIOMA)) que sintetizaría el significado del
    texto. Desde luego, los textos más extensos
    necesitarían más de una macroproposición
    para resumir el significado.

    En otros casos no hay frases en el texto que sinteticen
    su significado. El lector tendría que sintetizar las
    macroproposiciones a partir de la microestructura. Pero no todos
    los lectores son capaces de hacer esto. La conclusión es
    que un texto con las ideas principales presentadas
    explícitamente es más apropiado para los lectores
    con menos recursos, mientras que no es tan necesario para
    lectores que sepan construir la macroestructura por sí
    mismos.

    Existe, finalmente un tercer tipo de estructura,
    estrechamente relacionada con la macroestructura que es la
    llamada "superestructura esquemática" o "estructura de
    alto nivel". Corresponde a la relación más general
    que se puede encontrar entre las ideas del texto.

    Superestructura
    esquemática

    Van Dijk y Kintsch (1983) definen la superestructura
    esquemática como "la forma global que organiza las
    macroproposiciones (el contenido global de un texto)"
    (pág. 16). Esta noción recibió atención originalmente en el estudio de las
    narraciones, bajo el nombre de "gramática de las narraciones". Los
    investigadores de los textos narrativos identificaron un
    patrón de organización de esta clase de textos
    consistente en categorías que se repiten ordenadas en la
    mayoría de las narraciones, precisamente en aquellas que
    son típicas y fáciles de entender. Estas
    categorías son "Escenario", que corresponde a la
    sección en donde se presentan los caracteres y su
    ubicación temporal y espacial, "Tema" en el que se
    presenta un acontecimiento y un objetivo que
    se debe alcanzar, "Nudo" que corresponde a los intentos de logro
    del objetivo y subobjetivos y las correspondientes
    complicaciones, y finalmente "Desenlace" en donde se presentan
    acontecimientos que ponen de manifiesto típicamente el
    logro del objetivo principal. El contenido de las diferentes
    narraciones puede ser distinto, pero todas ellas comparten
    la
    organización en las categorías anteriores.
    Así en el cuento de
    "Caperucita Roja" el Tema incluye el acontecimiento de la
    enfermedad de la abuelita y el objetivo de visitarla y llevarle
    comida. En otro cuento esta categoría se rellena con
    contenido diferente, pero la estructura de Tema, Nudo y Desenlace
    sigue conservándose. La gramática de las
    narraciones, por tanto, consiste en algo similar a una estructura
    común, con huecos que se rellenan con contenido diferente
    en cada narración.

    Una estructura análoga a la gramática de
    las narraciones, la superestructura esquemática. puede
    definirse para los textos no narrativos, aunque en este caso los
    "huecos" sean diferentes. Meyer ha estudiado las superestructuras
    esquemáticas (que llama estructuras de
    alto nivel) para los textos expositivos identificando cinco
    formas básicas (Meyer, 1985):

    a) Descripción: en este tipo de estructura se
    presenta una idea central y además información
    detallada sobre ella, por ejemplo, atributos, especificaciones o
    aclaraciones. La idea central se encuentra en un nivel de
    importancia superior a la información detallada. Alguien
    que escribiese un párrafo
    explicando el "efecto
    invernadero" podría muy bien organizarlo con una
    estructura de descripción en la que presentase como idea
    central el calentamiento del planeta debido al reflejo de la
    radiación
    por el CO2 existente en la atmósfera. A esto se
    pueden añadir detalles como la magnitud del incremento de
    temperatura,
    las fuentes de
    producción de CO2, las medidas que se
    intentan tomar para resolver el problema, etc.

    b) Colección: se presenta un conjunto de ideas
    relacionadas de acuerdo con algún criterio, por ejemplo
    acontecimientos secuenciadas en el tiempo u objetos que tengan
    características comunes. A diferencia de la
    descripción, todas las ideas se encuentran en el mismo
    nivel de importancia. Tal estructura, correspondería, por
    ejemplo, a un texto que describiese las diversas fases por las
    que pasa una enfermedad, o las distintos grupos de
    alimentos
    necesarios en una dieta equilibrada.

    c) Causación: se presentan dos acontecimientos o
    estados uno de los cuales es causa y el otro efecto. Sería
    el caso de un texto que describiese un programa de
    mejora de la comprensión lectora y los efectos
    académicos y sociales que tuvo.

    d) Problema/solución: se presenta una pregunta o
    un problema y una contestación o una solución.
    Sería el caso de un texto que presentase el problema del
    hambre en nuestro planeta y presentase después una
    solución o posibles soluciones.

    e) Comparación: se analizan las similitudes y
    diferencias entre dos o más temas. Por ejemplo, en un
    texto en el que se comparen dos países, de acuerdo con sus
    características políticas,
    económicas, geográficas, etc.

    La descripción y colección corresponden a
    las estructuras mas simples, mientras que las estructuras de
    causación y problema/solución tienen una
    organización más compleja.

    El modelo de la
    situación

    El modelo de la situación se define como "la
    representación cognitiva de los acontecimientos, acciones,
    personas, y, en general, de la situación sobre la que
    trata el texto" (van Dijk y Kintsch, 1983, p. 12). Un experimento
    sirve para ilustrar las razones que llevan a postular este nivel
    de representación de un texto en la memoria
    (Johnson-Laird, 1983). Se dió a leer a un grupo de
    sujetos un texto que describía una situación, con
    frases como la siguiente "El hombre que
    estaba al lado de la ventana gritó a la anfitriona".
    Anteriormente en el texto se había mencionado al "hombre con el
    martini" y por la descripción realizada estaba claro que
    se refería a la misma persona que estaba al lado de la
    ventana. En una prueba realizada posteriormente a la lectura se
    pidió a los sujetos que identificasen cuáles de una
    serie de frases se encontraban realmente en el texto. Entre ellas
    estaban algunas tomadas literalmente del texto, y otras como "El
    hombre con el martini gritó a la anfitriona", que no
    estaban, pero que eran consistentes con la situación
    descrita. Se encontró que muchos sujetos indicaban que
    frases como ésta sí se encontraban en el texto.
    ¿Cómo se explica este error? La contestación
    es que los sujetos no solamente almacenan en la memoria la
    estructura superficial y los significados que aparecen
    explícitamente en el texto (como los correspondientes a
    "el hombre que estaba al lado de la ventana gritó a la
    anfitriona"), sino que también guardan una
    representación de la situación a la que se refiere
    el texto. En la situación descrita, "el hombre con el
    martini" y "el hombre que estaba al lado de la ventana" se
    representan por el mismo elemento en la memoria de los sujetos,
    es decir se refieren a la misma persona (de hecho, el nivel del
    modelo de la situación se llama también "nivel
    referencial"). Por tanto, cuando los sujetos recuperan la
    representación de la situación a la que se refiere
    el texto, es explicable que confundan "hombre con el martini" y
    "hombre al lado de la ventana", aunque existan diferencias
    importantes de significados entre ambas expresiones.

    Representar la situación que describe el texto
    supone incorporar gran cantidad de elementos no mencionados
    explícitamente en el texto, provenientes de la base de
    conocimientos del lector. La información procedente del
    texto se integra con dicho conocimiento
    dando como resultado una representación más rica
    que la base de texto. Aunque todavía existen muchas
    lagunas en la comprensión de la estructura interna de los
    modelos de la
    situación (Tapiero y Otero, en prensa), parece
    claro su carácter
    analógico con el mundo que representan.

    La
    comprensión de un texto

    Los modelos de la situación se relacionan
    estrechamente con la comprensión. De hecho, la
    creación de un modelo de la situación ha sido
    propuesto por varios autores como el criterio de qué es
    comprender un texto: un lector comprende un texto cuando es capaz
    de construir un modelo de la situación adecuado. Desde
    luego, muchos escritos son de difícil comprensión
    porque el lector, por falta de conocimientos, ni siquiera accede
    a los significados, es decir, no crea una base de texto. Pero
    conocer los significados de las palabras y frases en un texto no
    asegura crear un modelo de la situación apropiado. Este
    problema aparece, por ejemplo, cuando el autor usa
    términos muy generales. En ese caso es difícil
    relacionar la información del texto con conocimientos
    relevantes que tiene el lector, pero no puede recuperar. Por
    ejemplo, algunas agencias de noticias describieron el reciente
    escándalo financiero de la compañía World
    Com indicando que "fueron mal contabilizados millones de
    dólares de gastos". Los no
    expertos en economía podemos
    tener dificultades para relacionar esta información con
    conocimiento relevante que podemos tener sobre qué es un
    escándalo financiero: apropiarse de mucho dinero ajeno
    en una empresa o
    institución financiera, engañar o violar las
    leyes y
    normas de
    conducta de estas
    entidades, crear importante perjuicio a otros, etc.
    ¿Cómo se relaciona la mala contabilidad
    con estas ideas?

    Para ayudar en la comprensión, es decir en la
    creación de un modelo de la situación son
    útiles las analogías. Las analogías se
    construyen utilizando conocimiento que el lector tiene
    fácilmente integrado en su base de conocimientos. Si X es
    la información que se intenta comprender, A es una
    analogía de X, y el lector comprende la relación de
    analogía entre A y X, al poder
    relacionar fácilmente A con otra mucha información,
    por una relación transitiva será, a su vez, capaz
    de relacionar X con más información. Esto es lo que
    permite la analogía utilizada en un artículo
    publicado en el diario español EL PAIS, del 29 de junio de
    2002, que explicaba el escándalo financiero al que me
    acabo de referir:

    "Resulta que es usted en encargado de una
    heladería. No es muy rentable, así que,
    ¿qué puede hacer para ganar dinero?…Finalmente
    tenemos la estrategia de
    World Com. Con ella no crea usted ventas
    imaginarias; hace que desaparezcan los costes reales, fingiendo
    que los gastos de explotación–la crema, el azúcar, el jarabe de chocolate–forman
    parte del precio de
    compra de una nueva nevera. Así, su infructuoso negocio
    parece, sobre el papel, una
    empresa
    altamente rentable que solo pide préstamos para
    financiar sus compras de
    nuevo equipo. Y usted puede vender las acciones a precios
    inflados".

    La analogía con un negocio (la heladería)
    sobre el que tenemos mucha mas información, es decir con
    el cual podemos relacionar muchos conocimientos que ya poseemos,
    permite, por una relación transitiva, relacionar "fueron
    mal contabilizados millones de dólares" con conocimiento
    relevante que ya poseemos sobre escándalos financieros: el
    engaño está en hacer creer que la
    compañía gana dinero ocultando los malos
    resultados, el dinero del
    que se han apropiado es de los inversores, los dueños gana
    dinero con acciones que están sobrevaloradas, etc. Es
    decir, la analogía nos permite crear un modelo de la
    situación apropiado.

    En el ejemplo que se acaba de exponer, la dificultad en
    la comprensión de la noticia original era debida
    fundamentalmente a las características de la
    información periodística. La brevedad del texto
    impide que el lector lo relacione con conocimiento relevante. Sin
    embargo, existen otros casos en los que el que proporciona la
    información dificulta deliberadamente la creación
    del modelo de situación. Este es el caso de algunos
    políticos que deben pronunciarse sobre materias en las que
    existe una gran variedad de opiniones. Con frecuencia logran que
    sus afirmaciones sean difíciles de criticar mediante el
    recurso de impedir que el que les oye, o les lee, cree un modelo
    de la situación. En un trabajo en el que se trata este
    problema con más detalle (Otero, 1996) se presenta el
    ejemplo siguiente. El entrevistador (E) preguntaba a un
    político español importante (P) sobre la medidas de
    seguridad que
    había tomado su partido para prevenir
    atentados:

    E: Eso no quita para que ustedes aumenten la
    seguridad.

    P: Lo que nosotros podemos hacer ya esta hecho. De lo
    que no estoy nada seguro es que
    lo que puedan hacer otras personas esté
    hecho.

    E: ¿Quiere decir que no todo lo que pueda hacer
    el Gobierno
    está hecho?

    P: Que lo que tengan que hacer otras personas
    esté hecho.

    El político usa repetidamente "otras personas",
    poniendo énfasis en ello, de forma que no apunta un
    referente en el mundo para esa expresión. De esta forma
    nadie podría criticarle en algún momento que
    acusó al Gobierno. Pero no ayuda a que los ciudadanos
    creen un modelo de la situación a partir de sus
    afirmaciones. Más bien lo dificulta
    deliberadamente.

    Finalmente, podemos considerar una última
    situación en la que es imposible la comprensión. Se
    trata de aquellos textos farragosos en donde uno tiene sospechas
    de si la persona que escribe el texto es capaz, ella misma, de
    encontrar algún referente en el mundo para sus
    términos y afirmaciones. Es el caso de textos que uno
    encuentra en algunos círculos académicos. Desde
    luego, debe aquí apuntarse que existe lenguaje altamente
    abstracto que cumple una función importante en la
    generación y transformación de conocimiento sobre
    el mundo (un ejemplo claro es el de las matemáticas). Pero en otras ocasiones,
    algunas de las cuales encontramos en el área de la educación, existen
    escritos que debieran tener alguna conexión con el mundo,
    por ejemplo con las operaciones que
    realiza el alumno que aprende o con el maestro que enseña,
    y que sin embargo es virtualmente imposible
    encontrarlas.

    Conclusión

    La comprensión esta estrechamente ligada a la
    creación de un modelo de la situación adecuado. El
    modelo de la situación es un nivel de
    representación fundamental a tener en cuenta por lectores
    y autores de los textos escolares. Los primeros porque deben
    perseguir la creación de esta representación, sin
    la cual no se puede decir que hayan comprendido un texto. Para
    ello deben movilizar sus propios conocimientos
    integrándolos con la información en el texto para
    crear el modelo de la situación (¿cómo se
    relaciona la información del texto con lo que ya sé
    sobre el tema? ¿qué inconsistencias existen con lo
    que yo ya sé? ¿cómo las
    resuelvo?)

    Los autores deben facilitar la creación de un
    modelo de la situación. Para ello deben tener en cuenta
    los conocimientos que ya tiene el que lee para facilitar la
    conexión entre la información proporcionada y estos
    conocimientos. Deben evitar las expresiones ambiguas o
    términos innecesariamente generales que dificulten al
    lector encontrar los referentes en el mundo de estos
    términos o expresiones. Y en caso de que sea necesario
    utilizar estos términos generales, como sucede en
    ocasiones en los textos escolares, deben proporcionar ejemplos y
    analogías que ayuden a encontrar sus correspondientes
    referentes y a relacionar la información proporcionada con
    lo que el lector ya sabe.

    Breve
    bibliografía

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    José Otero Gutiérrez

    Universidad de Alcalá, Alcalá de Henares,
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